Once Upon A Time [+18]

Son
las nupcias de Blancanieves y de su Príncipe Azul. Todo parece ir
estupendamente, hasta que aparece ella. La Reina Malvada. Cegada por su
odio hacia Blancanieves, jura que destruirá su felicidad, y la de todos
los habitantes del Bosque Encantado. Y así lo hace. Con una potente
maldición, envía a todos los personajes de todos los Reinos de los
Cuentos de Hadas a un mundo horrible, monstruoso. Un mundo sin magia.
Pero eso no es lo peor. Oh, no. Hay algo mucho peor que no estar en tu
hogar; no saber quién eres. La gente ya no sabe quién es, como se
llamaban, con quien querían pasar el resto de sus vidas, quienes son sus
hijos, hermanos, padres. Todos están encerrados en una ciudad llamada
Storybrooke, en la que no pasa el tiempo, viviendo sus vidas, sin saber
que son meras mentiras, mientras La Reina Malvada, Regina, se deleita en
el único final feliz que existe en ese sitio: el suyo. O eso cree ella.


Mientras ella creaba su maléfico plan, nacía un rayo de
esperanza. Blancanieves estaba en estado, y, desesperada, pidió ayuda a
un ser infernal, el Ser Oscuro, Rumpelstiltskin. Este le dijo que su
hija sería la Salvadora, la Elegida, la única con suficiente poder como
para poder destruir la Maldición y así devolverles los finales felices.
Devolverles a su mundo. A cambio de esta información pide algo muy
simple: el nombre de la niña. Con ayuda de Gepetto y Pinocho,
Blancanieves y el Príncipe Azul consiguen enviar a la pequeña a ese
horrible mundo antes de que lo haga la maldición, escapando así de
Regina. De esa forma, la salvación es posible. Según la Profecía, la
Esperanza llegará al pueblo con 28 años, y él nombre de esta solo será
reconocido por Rumpelstiltskin: Emma.



Todos
conocemos la historia de Emma Swan. Emma es una chica de veintiocho
años recién cumplidos, que se dedica a fiar a la gente y a buscarla. El
día de su vigesimoctavo cumpleaños, aparece Henry, el niño que dio en
adopción hace diez años. Este la hace llevarle a Storybrooke, donde él
vive, y le cuenta que todos los personajes de los Cuentos de Hadas están
en ese pueblo, atrapados, sin envejecer, por venganza de la Reina
Malvada. También le explica que la Reina malvada, en nuestro mundo, se
hace llamar Regina Mills, y es la mujer que le adoptó a él. Emma, al
final, se queda en Storybrooke, y todos nos sabemos lo demás. Aquí
empieza nuestra verdadera historia:

En Storybrooke, solo hay
tres personas que saben la verdad (obviando a Henry y a August); Regina
Mills, el señor Gold, y Jefferson. Este último ayuda a Regina a
conseguir algo que pueda eliminar la amenaza inminente, Emma, para que
la Maldición no sea destruida. Ese algo es una manzana envenenada. Pero,
como bien le advirtió el señor Gold ”¡Toda magia requiere un precio!”.
Y así fue. La señora alcaldesa hizo una empanada de manzana para la
sheriff Swan, pero, sabiendo sus intenciones, Henry fue quien se la
comió y quien cayó “muerto” al suelo. Lo llevaron al Storybrooke General
Hospital, donde Emma vio el libro, y sintió algo extraño. Posó la yema
de su dedo índice en este y recordó, de pronto. Supo quién era. La hija
de Blancanieves y el Príncipe James. La Salvadora. Junto a Regina,
hablaron con el señor Gold, que les dijo que solo había una única forma
de salvar a Henry: amor verdadero. Y qué, para su suerte, él tenía un
poco embotellado. El problema era donde. Emma, sin poder aguantar, dice
que lo hará ella, y Gold le da la espada de su padre, James. Sabiendo
que está en peligro, la sheriff decide visitar a August, Pinocho, y este
se convierte de nuevo en madera después de hablar con Emma. Y ella… Va a
enfrentarse a su destino.

Regina la conduce a la librería del
pueblo, y luego destapa un elevador manual. Emma entra y baja, sin saber
que hay abajo. Se encuentra en una especie de cueva, y, cuando se
quiere dar cuenta, tropieza y se tira encima de una piedra gigante. Solo
que no es una piedra. Es una dragona. Empieza a luchar contra ella y el
animal le escupe fuego, abrasando la espada, haciéndola intocable por
lo que quema. Entonces, Emma la dispara, pero no sirve de nada. La
dragona, Maléfica, sabiendo lo que la chica busca, se esconde en un
tremendo agujero y la sheriff decide huir, por si acaso vuelve. Mientras
tanto, arriba, Jefferson ha tenido una conversación con Regina y esta
dice que no cumplirá el trato: su hija a cambio de la manzana. Furioso,
este va al Hospital y libera al amor verdadero de Gold: Bella. Después
va con esta a la tienda del prestamista y comerciante de antigüedades,
donde le entrega al señor Gold a la muchacha y donde le dice que hay una
forma de recuperar la poción que devuelva la magia, ya que se ha
enterado de que Emma no la ha conseguido. Cuando Gold le pregunta como
sabe eso, Jefferson explica que antes los escuchó, espiando a Regina, en
la trastienda. Pero necesita un objeto que albergue la suficiente
magia. Gold lo tiene.

Mientras tanto, en la librería, Emma le
cuenta lo ocurrido a Regina cuando reciben un mensaje. Ambas. Henry ha
muerto. Era demasiado tarde ya para él. Corren al hospital, pero nada se
puede hacer. Nada que ellas sepan.

Gold coge su propia daga, la
daga que lo puede matar, y va con Bella y Jefferson al propio Pozo de
las Aguas Mágicas. Allí, el Sombrerero Loco deposita su sombrero en el
suelo y Rumpelstiltskin tira la daga dentro. Por supuesto, eso tiene
mucha magia, y el sombrero empieza a girar sin cesar. Jefferson le dice a
Gold que lo lleve hasta un momento decisivo, mientras Bella lo observa
todo, sorprendida. Rumpelstiltskin decide que el huevo aparezca justo
cuando James se lo lanza a Maléfica y está a punto de entrar en ella.

Emma
no sabe qué hacer. Las lágrimas resbalan por sus ojos sin parar, y está
delante de Henry, acariciándole el pelo. De pronto, un impulso le dice
que haga algo, y se agacha, diciendo ”Te quiero, Henry” y le besa en la frente, notando, justo después, una pequeña ráfaga de viento. El niño se incorpora. ”Yo también te quiero.” La maldición se ha roto.

Por
otra parte, Gold ya tiene su poción de amor. Cuando está a punto de
tirarla al pozo, Bella dice que sabe quién es, que lo ama. Jefferson se
cansa y le dice que tire la poción ya. ”Dicen que las aguas de este pozo pueden devolver aquello que has perdido” Tira la poción y, varios segundos después, una neblina rosa empieza a envolver todo.

Regina
huye, asustada, y, de pronto, se oyen ruidos de platos rotos. Emma y
Henry van hacia la enfermera, y observan lo que ve ella por la ventana.
Una neblina rosa lo cubre absolutamente todo, y, poco a poco, mientras
se despeja, Emma no puede creer lo que ve. Una calabaza de un jardín, de
pronto, crece y se convierte en una carroza preciosa. Ruby lleva una
extraña caperuza roja. Archie se vuelve verde y empieza a encogerse
hasta convertirse en un grillo. Ashley calza de pronto zapatitos de
cristal. Y, lo más importante, August corre hacia el hospital. De
pronto, el suelo tiembla y se abre un enorme agujero en el suelo, del
que sale un lagarto gigante. Una lagarta. La dragona. El animal se
transforma en una bella mujer que sonríe, y que empieza a andar hacia la
casa de Regina. Emma mira a Henry, y, este, murmura algo.