Vodka a las 9:00pm

Vamos chica solo son unos meses mas…
Podía escuchar imaginariamente la voz de Deimos diciéndole aquello, animándola a no salir corriendo de la Universidad otra vez.
Pero es que, estaba sumamente harta, sentía que tenía un alma de anciana entre un montón de púberes hormonales que parecía solo querían ir y divertirse de lo lindo a Brigantia en un lema de “Carpe Diem”

Ella por su parte extrañaba horrores a su Alechinsky favorito, al pequeñazo pedazo de rubia que tenia por Mills y demas.
Abrirse a los demas, siendo años mas pequeños que ella y con ideas de diversión y estudio ya no iba con ella, probablemente no iba con ella desde que estaba en primer año en Brigantia.

Era apenas lunes, hacia bastante frío y no tenia ni el mínimo humor para quedarse en Ogmios a ver como se daban de mimos y cariñitos entre los chicos del lugar. En parte porque le provocaban nauseas y en parte porque recordar a Ginger a veces dolía mas de lo que se lo podía esperar. Y por más trillado que era refugiarse en el alcohol para olvidar, nunca estaba de mas.
Además si había alguien tan anciano como ella era el buen Finnerty.

La noche parecía estar bastante fría, lo cual representaba que era noche de Vodka, Selene se encamino hasta la barra donde se sentó para mirar fijamente al Licantropo ahí encontrado, (y si no, a quien estuviera ahí sirviendo)
-Vodka… el suficiente… -dijo secamente sacando sus cigarrillos y encendiendo uno, mientras miraba alrededor. –Joder Finnerty, deberías tener cuando mínimo una mesa de billar… -

Lo bueno del trabajo de bar era que no se aburría ni en las horas flojas. Siempre había alguien con quien charlar y Angus nunca se cansaba de eso. Aquella noche había pocas personas pero estaba Selene y con eso bastaba, de hecho prefería que hubiera menos clientela porque tenía tiempo que no hablaba en condiciones con ella y no se le veía nada contenta, aunque no supiera la razón. Había sido la mejor compañera que había tenido en la carrera y se había sentido bastante solo a nivel estudiante cuando ella se había ido. Le alegraba que hubiera retomado la carrera, porque dejaba satisfacciones la cosa, pero no se le veía contenta.

Le sirvió vodka en un vaso, solo para que se lo tomara directo, ya sabía que Selene no era delicada y que no tenía que prepararle cosas especiales como a las niñas perfección en el cumpleaños de Pearl así que esperaba que se tomara como se lo había dado, sin preparados. Y se veía que lo necesitaba.-¿Lista para el próximo 28 de noviembre?-Claro que hablaba de la luna llena y claro que lo hacía con sarcasmo.-Asegúrate de cuidarte bien, no quiero que tú también te veas implicada en un ataque para la destrucción moral de la humanidad.

Él estaba tomando coca-cola, porque cuando trabajaba no tomaba, por más que quisiera acompañar a Selene con un trago. Miró a su alrededor. No cabía en ese mismo momento una mesa de billar, así que tendrían que hacer remodelación completa y no sabía qué tan bien caería esa propuesta a los decanos.-Aquí se viene a embriagarse y ya. A soltar penas.

Con eso le quería decir que la notaba decaída y que la escucharía si quería desahogarse con algo pero ya sabía que era pragmática y que seguramente terminarían hablando de cualquier cosa menos de sentimientos. De todos modos le vendría igual de bien ponerse a hablar de chicas como con cualquier colega si a Selene le daba la gana, que a él le daba lo mismo. No quería ponerse en plan de que se lo dijeran todo porque era el mejor confesor y el mejor pañuelo, no era su papel.

-Qué bueno que volviste a la carrera, ¿cómo va todo con ese Noorgard? Lo aborrezco, me hubieran dado su puesto a mi.-Dijo dándole un trago largo a la coca-cola deseando que ojalá fuera un buen whisky.

Milena estaba furiosa. Se veía, se sentía, y era algo que no podía ocultar. No planeaba hacerlo, pero aunque tuviera intensiones de disimularlo un poco, no podría hacerlo. Nunca había tenido esa habilidad para ocultar sus emociones, mucho menos cuando esa mezcla sobrenatural en su sangre sacaba a relucir lo peor de su persona. Peor aún si sumaba a todo los indicadores físicos que no dejaban lugar a duda de como se sentía, como la manera en que sus ojos se encendían o la forma en que su melena se alborotaba casi salvaje.

No había pensado que el asunto de las carreras en Dubai fuera a ser motivo de fricción pero resultaba ser que se había equivocado. ¿En realidad había sido tan malo invitarlo? Con un simple la verdad no tengo ganas habría bastado, que todo el discurso sobre negarse a formar parte de aquella pantomima elitista y demás cosas que al final había dejado de escuchar por que lo único que sus oídos percibían era una especie de zumbido molesto, habían sido innecesarias. Porque aparentemente, si ella se interesaba en las cosas de Karim todo era bueno y se estaba abriendo a nuevas experiencias, pero las cosas que a ella le interesaban eran sinónimo de decadencia moral.

Y ni recordaba como había comenzado la pelea, algo sobre su familia creía, y la cosa pronto había escalado a más. Ella nunca había mentido sobre quién era, y por mucho que había tratado de contenerse y mantenerse en control había explotado. Algo había reclamado ella sobre que su berrinche de niño no le parecía justo, pero al final había terminado por gritar, y aunque le era físicamente imposible, bien daba la impresión de haber estado a punto de lanzar bolas de fuego y tirar picotazos a diestra y siniestra.

Así que ahora, además del mal sabor de la pelea, se sentía horrible consigo misma, y no dejaba de sentirse aquejada por esa terrible sensación que oprimía su pecho de que algo no iba del todo bien. Algo estaba pasando ahí, entre ellos, y no sabía por qué ni qué hacer.

Se había marchado de Arianrhod antes de que la discusión fuera a peor y se sintiera a punto de abofetearlo o algo. Necesitaba tranquilizarse, pero no iba a ir a buscar a Pearlie ni a Aquila. Quería estar por su cuenta y que nadie le cuestionara nada, porque era peor. Y sobre todo, quería un trago.

Se dirigió hacia el bar, sin importarle mucho que Angus fuera quien estuviera a cargo. - Hola Angus. - Se sentó en la barra, apenas y saludando al licántropo con una mirada severa antes de pedirle un vodka para ello. Curioso, que la chica sentada ahí también pidiera lo mismo. - Pensaba que aquí lo único que bebían era whisky. - Intento de broma con la chica. No muy buena, pero qué decir, estaba enojada con Karim, no con el resto del mundo. Claro, que a la mención de la mesa de billar miró al licántropo porque ella no tenía idea de lo que eso significaba. Simplemente se encogió un poco de hombros. Daba igual.

Pocas veces mencionaba su problema respecto a la “alergia lunar” que padecía, muchos años atrás, desde muy niña había aprendido a convivir con ello, a soportar las dolorosas lunas llenas si la poción no salía como era planeado. Pero recordarlo una y otra vez no era nada grato, apenas escucho a Finnerty solo mencionarlo se llevo instintivamente su mirada a su hombro derecho, cubierto por ropa y maquillaje, donde la cicatriz de aquella feroz mordida aun estaba ahí presente.
Pero al menos con Angus era más fácil y llevadero tratarlo. El la comprendía.

Se había enterado de lo que sucedió en Brigantia en torno al licántropo frente a ella, volver inclusive a la universidad en parte fue para investigar que demonios estaba pasando en dichoso lugar.

-Yo nací lista… -menciono con una sonrisa sarcástica y levantando el vaso con un “a nuestra lunática salud” antes de darle un trago de golpe y sentir el ardor del alcohol entrar por su cuerpo, el calor del Vodka se propago por su cuerpo y se alegro de ello, un poco de calor con ese frío, ahora entendía un poco a los rusos.
-¿A soltar penas eh? Joder Angus, debiste haber sido entonces psicólogo… -bromeo entre una sonrisa mas y un trago al Vodka, suficiente tenia con soportar a sus compañeras de habitación hablando de sus dramas como para soportar a media universidad borracha. Dejo el vaso y le dio una calada mas al cigarrillo terminandoselo rapidamente.

-Además no planeo estar aquí en esa fecha, pediré un permiso a Immendorff, esperando que el lo entienda de sobremanera, ya conoce mi caso en especifico…-
Alemania siempre era una gran opción, ahí estaba la casa de sus difuntos padres y tenían un gran espacio. –Tendré unas cortas vacaciones en Alemania, ¿Quieres venir? Las chicas Alemanas son mas que simpáticas por estas fechas…Aun deben estar festejando vestigios del Oktoberfest –aquello ultimo lo dijo en un acento alemán muy marcado, después de todo, su acento aun sonaba como su tierra natal.

Estaba por responderle acerca del profesor que se encargaba de Zoologia cuando fue interrumpida por una joven, Selene no le había prestado mucha atención (como a la mayoría de las personas usualmente) pero cuando hablo tomo un poco su atención.
Casi disimuladamente, discretamente la miro un momento, definitivamente Brigantia estaba lleno de chicas guapas, demasiado hermosas… y demasiado heterosexuales, para su jodida suerte.

-Que clase de Bar seria este si solo sirvieran Whisky… yo misma me encargaría de hacerle una competencia a Angus… -dijo seriamente para ahora si dirigirse a ella mirándola un momento mas, para después volver a ver a Angus, definitivamente Brigantia era una condena sin fin.
Saco la cajetilla y le ofreció un cigarrillo a Angus y a la jovencita antes de sacar ella uno mas y encenderlo.
-No parece que el dia pinte bien para muchos hoy, eh…-

Angus le hizo un gesto de no a Selene con el dedo, por lo de haber sido psicólogo. El trabajo de barman requería una dosis de ello, pero era una profesión totalmente distinta. Y más efectiva además porque a todos les era más fácil soltar verdades con alcohol en una barra que en un consultorio de psicólogo, que le dieran si no.

También le hizo ese mismo gesto para declinar su invitación a Alemania, no solo porque la luna llena, estrictamente, la pasaba con su padre y tampoco le interesaba ver a las chicas alemanas. Cualquiera podría decir que era un marica por ni siquiera poder bromear con eso, pero no podía y le importaba bien poco lo que se pudiera decir sobre eso.-Gracias pero no, estoy comprometido. No me interesan las alemanas, ni las suecas ni las rusas…-Y hablando de las rusas y sin ser adivino, ahí venía una. -Claro que Immëndorff te va a expedir el permiso, no seas tonta.-En especial después del escándalo de la licantropía universitaria, seguro el decano ni quería verlos ahí.

-Hola Milena, ¿y Karim?-Preguntó por costumbre y no por malicioso, que él ni sabía que se habían peleado. Y la verdad le daba bastante igual meterse en líos, bastante había tenido ya con Joe reclamándole de su asunto con Pearl y el bebé y tratando de convencerlo de irse con Hákan y putas islandesas para complacerlo, cosa que no había aceptado. No le fue a reclamar a Aquila, porque entendía su papel de amiga, pero tampoco le gustaba meterse en las cosas de su gente.

Selene parecía más empática, pues se dio cuenta de que Milena no estaba de buenas y el lobo nada más se limitó a servirle el vodka que la semiveela todavía no había pedido y pasárselo rápido, por si se lo quería tomar, sino que ahí lo dejara. -Te preparo algo especial y gratis solo si es tu cumpleaños.-No iba a volver a preguntar por Karim ni a decir ¿todo bien?, si ella tenía intención de decirle algo, ya lo haría.

-Ah y billar, luego las llevo a jugar a las tres, para enseñarles lo que es eso.-Le guiñó a Milena haciéndole esa promesa mientras se negaba a los cigarrillos de Selene porque estaba trabajando.-Y Selene que también vaya.

¿Y Karim? Pues ni idea y tampoco quería saber en ese momento. Se encogió de hombros y se quedó callada, aunque bien estuviera mordiéndose la lengua para comenzar a sacar veneno por la boca pero no Milena, no. No podría controlar su carácter espantoso una vez se molestaba pero si podía quedarse con el pico cerrado - ja - si lo que trataba de hacer era despejarse. Además, tampoco iba a ponerse a contarle nada a Angus sobre por qué se pelearon porque era casi hermano suyo y esas cosas siempre terminaban poniendo a alguien en una posición incómoda. ¡Pero por amor a la magia, que a él no lo veía montando escenitas porque Aquila siguiera usando su ropa cara! ¡Era una carrera de hipogrifos!

Ya, basta se dijo, inspiro profundamente, forzando una sonrisa cuando le daba su vodka. - No, no es mi cumpleaños, pero te lo voy a recordar cuando sí lo sea. - Se rió con lo que la chica le decía - Bien, porque han de saber que el vodka es parte de la dieta básica del ruso. Azúcares, carnes, frutas y verduras, harinas y vodka. - Y fue señalando con las manos cada nivel de su pirámide imaginaria hasta llegar al más grande, el del licor. Se podía reír de sí misma, y de hecho lo prefería, porque se distraía y no pensaba en la pelea porque iba a estarle dando muchas vueltas en su cabeza por un rato. - No querrás verme desnutrida, ¿no? -

Pasó del cigarrillo que le ofrecían pero le sonrió a la chica por el gesto. Luego miró a Angus, mostrándose curiosa por lo del billar. - Ah, ¿es un juego? ¿No se puede jugar aquí? - Un juego de bares, venga, que si no no habría mucho interés en ello.

Ahora que sabía que la chica se llamaba Selene se volteó hacia ella y le extendió la mano. - Milena, mucho gusto. - En serio que no estar pensando en Karim y su berrinche o si lo había asustado por sus gritos de histérica y si ya no iba a querer saber nada de ella le venía bien.

Así que negó con la cabeza cuando la chica hablaba de tener un mal día. No no, ya nada de pensar en eso. Tenían ya licor así que bien podían distraerse de cualquier cosa. - No no, es más, yo voy a enseñarle a Selene a beber vodka como ruso. Y a Angus también si quiere, que diga que es experiencia de intercambio cultural. Pero se necesitan vasos más grandes. - Y si se ponía muy muy tradicionalista algo de pan y otras cosas más, pero vamos, con la botella tendrían más que suficiente.