Fin de año con el perro

Vamos a ponernos claros, que yo sabía perfectamente que de culpas Angus estaba más puto limpio que la madre Teresa, y sabía también que él solo barajeaba las cartas de acuerdo a como mejor le conviniera a todos, porque al final de cuentas el muy cabrón siempre había sido así, siempre tratando de que ese pequeño grupo de personas se mantuviera lo más unido posible.

Pero aun con esa certeza en la mente me era imposible no haberle tenido cierto enfado desde hace ya varias semanas, o para ser más concretos, desde que las cosas entre Felicia y yo se habían ido al carajo. Para ese entonces ya sabía yo de la relación entre ella y Malik, y también estaba más que enterado de que al parecer la nueva pareja junto a Angus y su mujer; y fuera como fuera eso simplemente no lo podía pasar por alto, ni aunque lo intentara, así que me había costado mucho trabajo tragarme el orgullo e ir directamente hasta su puerta a buscarlo para, de alguna forma, limar asperezas.

No me malentiendan, no planeaba dejársela muy fácil ni mucho menos, que al final de cuentas si tan responsable se sentía entonces lo mínimo que el muy hijo de puta tenía que haber hecho era llamarme, o buscarme al menos para desearme una puta feliz navidad o algo parecido, aun cuando él supiera que yo no era mucho de hacer o recibir esa clase de llamadas y tal… pero venga, que las intenciones de arreglar las cosas uno las podía notar con ciertas cosas, y la verdad es que el lobo no había mostrado nada de nada.

Eran como las once de la mañana, y antes de llegar a su piso me pase a comprar el almuerzo (fish’n‘chips y cervezas). Se me había hecho costumbre desde hace ya bastante tiempo no pasar por donde vivía Angus sin antes comprar algo para almorzar, y esta vez hasta llevaba una porción para su mujer, por si es que se encontraba en casa (que para como andaba con esa arpía, era lo más seguro). Toqué la puerta y esperé ahí parado, deseando que por todos los dioses no hubiera coincidido con Malik y su noviecita.

-Qué hay, ¿puedo pasar o...-

¿O tienes visitas inconvenientes, cabrón?

Para Angus, las navidades en escocia siempre eran muy ajetreadas, además era la primera navidad que Aquila pasaría con él y podía sentirse la tensión en el ambiente, con Peach que no ponía nada de su parte, David que parecía bastante distante y su madre más preocupada que nunca porque todo fuera perfecto. Pero las cosas no habían resultado tan mal y se podía decir que todo estaba bien sin tomar en cuenta el contexto exterior. Al regresar a Londres había pasado los días igual que siempre, con Aquila, con Karim, ocasionalmente con Pearl, visitando a los Cleverley aunque ya comenzaba a tener sospechas de que Bleeker o su padre habían sido los impulsores de la enmienda, aunque no había habido momento de tocar ese tema tan delicado todavía.

Otro de los pormenores que sabía que había que enmendar después de las fiestas era el asunto de Joe. No había hablado con él desde que había terminado con Pearlie y Angus lo había esperado a que se pasara una tarde por el bar antes de salir de vacaciones para hablar con él. O que en vacaciones se pasara por el apartamento, pero ni una ni otra. Comenzaba a hacerse a la idea de que Joe lo culpaba o extendía sus posibles sentimientos hacía Karim en él. El licántropo había estado muy preocupado, claro estaba, pero Aquila le había hecho entender que ese asunto era entre Karim, Pearlie y Joe, y que él no tenía nada que ver, ni tenía la culpa de nada. Si acaso su deber como amigo era apoyar a quien necesitara apoyo, ser oído de quién quisiera ser escuchado y aconsejar si se le pedía, pero olvidarse de inmiscuirse si no era llamado. Y Joe no le había requerido y si el chico quería pensar que Angus era culpable pues…

Le sorprendió su visita y mucho, pero se alegró de que se la hiciera. Notó el tono de su pregunta, seguramente ya enterado de que Pearl pasaba tiempo ahí porque en ese sofá vivía Karim. Aquila esa tarde no estaba porque había ido de compras precisamente con Pearl, así que se el departamento estaba solo aunque podía dejar de estarlo en cualquier momento. -No no, pasa.-No le iba a decir que le alegraba verlo, aunque le alegraba, ni frases como “dichosos los ojos que te ven” o “qué milagro que vienes a mi humilde morada”. Robin Van Persie se acercó corriendo a recibir a Joe, brincándole ridículamente sobre dos patas. Ginger Fitzgerald se había ido con las niñas.

Cerró la puerta tras él y quitó algunas revistas y libros de zoología que había esparcidos sobre el sofá, en la televisión había un partido de rugby y sobre la mesa cajas de comida china ya vacías, que no había recogido. -¿A qué debo que me hayas hecho espacio en tu apretada agenda?-Terminó soltando una frase tan cliché como “dichosos los ojos que te ven” pero con algo debía el licántropo romper la tensión que al menos él sentía.

Eché un vistazo al interior mientras le preguntaba que si estaba solo antes de que él mismo me respondiera y me dejara pasar, y me deslicé dentro de su piso para recibir de inmediato la bienvenida siempre alocada de uno de sus perretes, que en este caso se trataba de Robin Van Persie (si de verdad, así se llamaba el hijo de puta). Alejé la comida con una mano mientras que con la otra le sacudía la cabeza y el costado en lo que el perro mayor hacía espacio en el mismo sofá donde dormía regularmente Karim. Nunca lo había visto así, pero ahora que lo pensaba, Karim era como el amigo incómodo sin porvenir al que le tienes que ceder el sofá casi a la fuerza, y que ineludiblemente es un mueble más de tu casa. De verdad, nunca se me había ocurrido pensar aquello, pero ya que estábamos….

Sin decirle absolutamente nada, ni siquiera en respuesta a su pregunta, me senté en medio del sillón y dejé la bolsa en la mesa que se encontraba dispuesta ahí junto. Eludí la insistencia de Robin van Persie de querer husmear en la bolsa, saqué las cervezas y le lancé una a Angus para luego sacar una, abrirla y darle un enorme trago.

-¿Qué no ves?, traje el puto almuerzo-

Le hice señas con la mirada para que se sentara a un lado (y para que me quitara a su perro de encima), y seguí husmeando en la bolsa para sacar los dos envoltorios plásticos. Abrí el mío y lo primero que hice fue comenzar a comerme las patatas, eludiendo aun cualquier tipo de conversación seria entre nosotros, haciendo como que no había absolutamente nada pero sin comportarme como siempre, una puta rareza que ni yo mismo entendía.

-Debiste preguntarme, ¿sabes?. Debiste preguntarme qué pensaba al respecto, o si estaba de acuerdo con que siguieras hablándole a Felicia o a Karim… y ya sé que es una estupidez y opinara lo que opinara les ibas a hablar normal como siempre, pero debiste tener esa atención… por puta cortesía o por lo que coño se supone que seamos tú y yo. Debiste pensar en el cómo me sentía y pienso que te importó, que te importa una mierda… deberías preguntar qué es lo que voy a hacer con todo eso, deberías preocuparte por lo que pueda hacer. Puta mierda, no le han puesto el aderezo… ¿tienes aderezo?-

Comía y hablaba rápido, le di un sorbo a mi cerveza y seguí moviendo las manos de forma nerviosa, como si hablar con Angus fuera una especie de choque en todo mis sistema. Él sabía de lo que hablaba, joder por supuesto que sabía de lo que coño estaba hablando.

Angus siguió con la mirada a Joe mientras cerraba la puerta. Ante sus señas solamente habló con autoridad al perrete, llamándole solo “Robin” con voz de mando. El animal lo miró con reproche primero para después dejar en paz a Joe y bajar a su camita, donde se hizo un ovillo. En cuanto llegara Aquila lo iba a acusar del regaño pero no solía retar su autoridad. Atrapó la lata pero no la abrió inmediatamente, ahora sabiendo que el alcohol no arreglaba todo cuando la situación social estaba tensa.

El licántropo escuchó a su amigo atentamente con cara de póquer, aunque estaba entendiendo sus propios errores en lo que le decía, también sabía que no todo eso era por completo cierto. -Lo pensé en cuanto lo supe pero luego creí que no era mi asunto, que si querías hablar me buscarías, sabes donde estoy todo el tiempo. Claro que me importa cómo te sientes, eres como mi hermano, pero tampoco puedo hacerme responsable por las cosas que tú y Karim hagan con quien sea que las hagan. Y no tengo aderezo o a lo mejor sí, revisa en el refrigerador.

Se dio una pausa y entonces sí abrió la cerveza para luego apagar la televisión haciendo una declaración de que si iban a hablar de eso, iban a hacerlo bien. A Angus sí le importaba, querría haberse asegurado de que todo estaba bien de viva fuente desde el principio, pero lo habían convencido de que ese no era su asunto y él creía que era cierto.

-¿Preocuparme por lo que puedas hacer? No veo que tenga nada de qué preocuparme. Los chismes llegan al Radegast, casi todos. Y todo mundo dice que estás bien con Pearl, que hasta se les ve mejor que antes. Y no has venido aquí a buscarle la cara a Karim. No estoy preocupado por eso, ¿debería preocuparme?-Conocía a Joe, pero nunca lo había visto en una situación parecida. De hecho, era el tipo de chico que le hacía la vida miserable a los demás, como el tal Parker, por nombrar algunos. En alguna forma la vida le estaba dando una lección, pero Angus no le iba a decir eso en un momento tan delicado.

-Cuéntame entonces, te escucho. Sí me importa.-Le aseguró luego de darle un trago a la cerveza, sin tocar más del almuerzo.

No me lo crean si quieren, pero la paciencia que le tenía a los animales era inversamente proporcional a la que podía tener con los seres humanos, y era por eso que no me importaba que Pazuzu me arañara hasta el cansancio o que en este caso, Robin Van Persie me jodiera la existencia hasta que a Angus se le diera la gana quitármelo de encima. ¿Qué puedo decir?, las mascotas no razonan y solo te ofrecen su puto cariño a cascoporro, en cambio los seres humanos solo te joden por joder y ya está.

Por eso con las mascotas no había líos como el que en ese momento yo tenía con Finnerty, que igual y les repito, tampoco era la gran puta cosa, pero de cualquier forma no podía evitar sentirme en una extraña forma ofendido, como si sintiera que el cabrón me debiera al menos el mínimo de las atenciones. Negué con la cabeza al escuchar sus primeras palabras, sabiendo perfectamente que más razón no podía tener, pero al mismo tiempo deseando que siguiera en ese tono hasta que yo mismo me sintiera contento con las respuestas, aun cuando aquello durara dos horas o dos minutos, lo que fuera. Dirán que es la mayor estupidez que alguien puede sentir en la puta vida, pero si cojones, así era, simple capricho del tipo al que uno de sus mejores amigos le había arrebatado la novia.

-¿Yo te pido que vayas a buscar la puta mostaza cuando estás en mi casa?, por supuesto que no… joder, ¿desde cuándo eres tan poco atento con quien te trae el almuerzo?. Y no, es decir ya sé que no es tu jodido asunto… pero de cualquier forma siempre has presumido que eres algo así como la cabeza del grupo, ¿no?... o puede que no lo hayas presumido, pero es algo que siempre se ha dado por hecho, y si así son las cosas entonces también resulta que sí es tu maldito asunto. Esa Aquila… te quita demasiado tiempo, demasiada concentración, tanta que ya ni sabes cuáles coño son tus prioridades-

Sentí que había pasado cierta línea que no era buena idea cruzar, y me embutí la boca de comida antes de que otra cosa pudiera salir de mis labios, algo que fuera algo así como una mierda irreparable entre nosotros. Seguí negando con la cabeza mientras masticaba el pescado y de la misma forma me llené la boca de cerveza aun con el puto bocado a medio triturar.

-Olvídalo, en realidad no pretendo nada…, joder, tampoco soy un puto crio al que se le tenga que cuidar para que no cometa barrabasadas, que al fin y al cabo sigue siendo Malik, ¿no es así?, el mismo mugroso que se duerme en este mismo puto sillón. Me refiero a que debiste poner un poco más de atención, eso es todo, porque no sé, igual y le he estado dando vueltas al asunto y puede que esos dos hayan tenido algo incluso durante mi noviazgo con Felicia. ¿Sabes lo que eso significaría?, no soy un cornudo, no tengo el tipo de cornudo… lo sabes, y joder no sé, ahí sí que me sentiría más que ofendido. ¿Tú sabes algo?, no encubras a nadie, no es necesario, solo quiero saber si viste o escuchaste algo antes de que ella y yo termináramos-

¿Qué no era un crio al que se le tuviera que cuidar para que no explotara todo en pedazos?, por supuesto que lo era, joder que sí; y entre más pensaba en toda esa mierda, más rápido comía y más fuertes eran las ganas de tomar las peores represalias posibles contra Karim Malik, con o sin cuerno, que para variar ya sería un plus bastante jodido.

-¿Vas a comer o qué?-

Angus le puso cara a Joseph de “no seas idiota” para que se levantara a buscar el aderezo si lo quería. En ese departamento podían vivir solo tres personas de manera oficial, pero era como la casa de todos, donde todos tenían familiaridad con cada rincón y nadie tenía que preguntar si podían abrir la alacena o el refrigerador para sacar lo que fuera que quisieran. También puso mala cara por esa afirmación de que siempre había presumido ser la cabeza del grupo, cuando en realidad Angus sentía que no tenía realmente madera de líder para nada, aunque sí se sintiera responsable de todos los que consideraba su familia, a pesar de haber afirmado lo contrario hacía nada de tiempo. Que se asumiera que era como el hermano mayor, era otra cosa, pero ese era un papel que él no había elegido, que se había dado. Y no era tampoco cosa fácil ser el hermano mayor de una familia que era más grande de lo que aparentaba.

Peor cara puso con “esa Aquila” y con la segunda afirmación difamatoria de que le quitaba tiempo y concentración. Sabía que Joseph estaba dolido y Angus al menos podía ser paciente de todos modos con la gente que le importaba, así que se ahorró decirle que era un adulto responsable que tenía dos trabajos y muchas cosas que pagar, que no hablara de la persona con la que compartía esas responsabilidades cuando él era solo un niño que no sabía lo que verdaderamente importaba. Pudo haber dicho n cantidad de cosas hirientes y autosuficientes, pero Angus no era ese tipo de persona y podía decir, con seguridad, que quería a Joseph como a pocos.

-Hey, cuida tu tono y tu boca cuando te refieras a ella.-A Aquila, por supuesto, por más paciente que se fuera no se le permitía a nadie ser altanero con la mujer de uno.-Ella siempre ha sido tolerante contigo. Y tengo muy claras mis prioridades, siempre las he tenido.-Hizo un gesto con la mano como pidiendo la paz, aunque Joe ya se había llenado la boca de comida e hizo silencio. Angus bajó la mirada no porque se sintiera avergonzado, sino porque estaba acomodando lo que podría decir.

Lo escuchó otra vez con atención. Y llegó a ese punto que a Angus lo ponía tan incómodo y que todavía no había tratado con Karim. Si habían estado haciendo lo que hacían a escondidas de Joe. Sus declaraciones de amor le dejaban muy claro que eso no era cosa de un día y hasta Aquila parecía haberlo sospechado desde antes, pero él no. Y no quería pensarlo. Afortunadamente vivir en esa ignorancia le daba las armas para no sentirse culpable, para poder decir una verdad que, si bien podía ser una verdad a medias, tampoco era asunto suyo que nadie le hubiera dicho nada, o que él no tuviera un sexto sentido o pudiera leer mentes.

-No Joe, pasaron mucho tiempo aquí, con Aquila y conmigo, desde antes de que tú y Pearl fueran novios. Y nunca pasó nada entre ellos, solo veíamos películas, encargábamos comida y ya está. Ni se desaparecían sospechosamente en el baño, ni Aquila ni yo apadrinábamos cualquier cosa que hicieran o no. Karim salía con Milena, Pearl salía contigo y nadie estaba encubriendo nada de nadie. Puedes preguntárselo a Aquila también si quieres. Incluso cuando nos enteramos tú y Pearl ya no eran novios y Aquila misma pidió que tuvieran todo claro porque ella no iba a ser la tapadera de nadie. Por mi parte puedo decir que no había nada entre ellos.-Aunque tampoco lo pudiera afirmar estando al cien seguro. Mecánicamente tomó el paquete y comenzó a comer con los dedos, había sentido que no tenía hambre pero ya con algo en la boca, comenzaba a darle.

-¿Hablaste ya con Karim de todo esto? ¿Piensas hacerlo? ¿Qué vas a hacer con ese asunto? Si puedes ser amigo de Pearl, tal vez, solo estoy fantaseando, las cosas no tengan por qué cambiar entre nosotros.-Fantaseaba y ya lo sabía, pero seguir pensando en que su relación estaba cuarteada era muy difícil para él, aunque fuera muy aprehensivo de su parte.

Generalmente yo no tenía una mierda de cuidado con las cosas que decía o la forma en la que me expresaba en frente de las personas, salvo que esas personas fueran mi madre o Angus; y es que si debo ser sincero, tengo que decir que Angus era el único sujeto que conocía que me podía hacer tragar literalmente los dientes si se le ocurría lanzarme un manotazo directo a la boca, así que ni para qué buscarle tres putos pies al gato con el lobo. Esa fue la razón por la que ngué con la cabeza y llené mi boca de comida casi en el instante en el que el perrete mayor pedía cuidado al momento de hablar acerca de su mujer.

¿Y saben una cosa?, el cabrón tenía razón; es decir Aquila podía ser todo lo insoportable que quieran, una maldita arpía y probablemente el principal obstáculo que había tenido para conquistar a Pearlie desde el principio de los tiempos; pero si algo se tenía que decir de ella era acerca de su tolerancia, porque no está de más decir que soportarme con tanto estoicismo tenía sus méritos, además de ser aparentemente tan devota a su marido peludo. Eso es lo que me hubiera gustado que la idiota de Burroughs hubiera aprendido de su amiga, esa jodida devoción que le tenía a Angus y que aparentaba ser como para siempre o algo así.

-Venga, lo siento… no hablaré acerca de tu mujer. Disculpa…-

Para cuando Angus llevaba la mitad de su discurso, yo ya me había acabado el ochenta por ciento de mi almuerzo, producto de la manera tan rápida con la que me estaba tragando aquella mierda. La cerveza también, es decir bebí un gran trago y me di cuenta que la lata ya estaba vacía, así que me hice de otra mientras Finnerty me explicaba que al menos él nunca había visto ningún indicio de que Pearlie y Malik estuvieran juntos antes de nuestro rompimiento. No es que no le creyera, es decir por supuesto que le creía, pero aquello se lo atribuía a que más bien esos hijos de puta habían sido bastante cuidadosos… tan cuidadosos que ni yo me había dado cuenta de una pizca de nada.

-Vale, no es necesario preguntarle a nadie, te creo. No sé, simplemente me sentía un poco paranoico… después de todo esos dos han salido demasiado durante los últimos tiempos; pero supongo que es bastante normal siendo tan amigos-

Normal mis huevos, y aquí era en donde yo mismo había sido un completo imbécil al darles tantas putas libertades y tragármela toda cuando la zorra me decía que tenía una cena con sus amigas o con su familia. Debería haber sido más incisivo, debería haber sido más puto inteligente y regalarle un iphone, enseñarle cómo usarlo y pedirle cada que se pudiera que me mandara su ubicación por what’sapp… o no sé, alguna mierda mágica. Pero no Joe, pensaste que las chicas buenas eran todas igual de devotas y mansas como la propia Aquila.

-Joder Angus, no me pidas que piense en ello. Ni siquiera sé de lo que sería capaz si en estos momentos Malik cruza la puerta. Es decir… tú eres otra cosa, tú no tienes nada que ver y disculpa por haberte acusado; pero ese cabrón es otro lío. ¿Sabes de lo que estoy hablando?, mierda… éramos como putos hermanos, era contigo mi mejor amigo y mira lo que hizo; ¿qué sentirías si yo empezara a salir con Aquila?, es decir eso nunca podría pasar… pero solo imagínatelo, imagina la sensación. A que te darían ganas de arrancarme la columna con esa manaza tuya.-

Casi me carcajeo al escuchar la manera en la que Finnerty fantaseaba acerca del trío de amigos. No Angus, esa amistad entre los tres estaba tan rota como la inocencia de Pearlie Burroughs, y ahora lo único que podía pasar era lo peor. Podía seguir mintiendo, fingir que no estaba tan furioso y que podía simplemente cortar mi amistad con Malik y que ahí terminara todo, pero no joder… por supuesto que necesitaba mis represalias, necesitaba dejar de contener esto que me estaba pudriendo por dentro.

-O como cuando Peach, joder… -

Cállate la puta boca Joe, ¿cuántas veces tienes que recordar que aquel secreto no lo conocía ni siquiera el perro?. Me atraganté de comida y me quedé en completo silencio, fingiendo que era por la puta comida y nada más.

Angus había visto las constantes salidas de Pearl y Malik normales, aunque con lo que Joe decía no podía evitar ponerse a sospechar. Pero no, de verdad no encontraba nada en Malik que delatara que hubiera estado con ella en otro momento anterior a que anunciaran en esa misma sala que se amaban y esas cosas sorpresivas que cada vez le incomodaban menos pero que seguían pareciéndole un disparate. Angus recordaba cómo había empezado la amistad de ese par y visto de algún punto no paranoico, su amistad y sus salidas tenían sentido, pero ahora no se podía evitar pensar mal.

Lo peor era que ahora que hablaba con Joe, lo entendía. Si algún amigo le robara a Aquila, cercano o no cercano, seguramente enloquecería de rabia y lo hubiera matado desde el primer segundo de enterarse. Hasta le sorprendía que Joe se lo hubiera tomado con tanta calma y no hubiera retado a Malik a un duelo inmediatamente. -Claro que sé de lo que estás hablando y te entiendo.-Le dijo con la boca llena, siendo sincero y poniéndose en los zapatos de Joe, aunque no creía que Malik hubiera sido su mejor amigo en ningún momento, porque Joe siempre había sido desapegado y Malik nunca había congeniado demasiado con él, eran más hermanos que amigos, si se podía decir así, aunque eso no lo hacía menos grave.

-Pero Pearl no era para ti y ya está. Las niñas de periodismo dicen que hasta les va mejor siendo amigos. Son unas auténticas cotorras…Pero ya pasó tiempo, yo supuse que cuando no llegaste aquí buscando a Malik para arrancarle la yugular era porque lo habías tomado de cierta forma pero ahora me dices que es diferen…-Si Pearl era para Joe o no, era algo que no podía saber. Para el caso tampoco era para Malik y Aquila tampoco era para él, pero sonaba a adecuada frase consoladora. Se interrumpió con los dedos dentro del fish & chips y miró a Joe cuando sacaba a colación el nombre de su hermana que nada tenía que ver en todo eso.

Lo miró extrañado y soltó un gruñido, estaba enojado con Peaches por ser tan terca respecto a Aquila, sin darle grandes oportunidades. -Como cuando Peach qué, ¿ella qué tiene que ver?-Mejor ni enterarse lo que había tenido con ninguno de sus amigos cercanos, porque no le iba a hacer gracia, porque no y punto. Era su hermana menor, era inevitable, la quería virgen para el matrimonio con un buen escocés, aunque supiera que eso era una estupidez (no lo deseaba realmente, de hecho).

Decía que lo entendía, ¿pero qué iba a estar entendiendo este cabrón cuando jamás había pasado por algo parecido?. Pensarlo y decir que te pasaba a ti era… bochornoso y humillante, es decir estamos hablando de que tu amigo te baja a la novia y luego no tiene ni los huevos para acercarse y hablarlo como un hombre; a porque eso sí que lo tenía como una nota mental muy importante, que el hijo de puta no se había aparecido durante todo este tiempo y los días seguían transcurriendo sin que lo intentara. Era como si solo estuviera esperando a que yo actuara, a que yo me le parara en frente y le soltara en la cara unas cuantas verdades, por decir algo.

Había que ser muy imbécil como para tocar un tema que no tenía absolutamente nada que ver con la problemática que nos tenía ahí conversando, y que además de todo si se extendía podía provocarme un problema mayúsculo con el perro que joder, no era cosa de tomarse a la ligera. Me sentí cojonudamente nervioso al escuchar su gruñido (independientemente que estuviera dirigido a Peach y no a mí), y me aproveché de que mi boca estaba llena de comida para fingir hacer una pausa y pensar una manera rápida de escaparme de esa. Imaginen que Angus se enterara de que su hermana me había quitado la virginidad a los 14; es decir… joder ni pensarlo, ni putas pensarlo.

-¿Dije Peach?, no… no, quise decir Regina. Lo que quería decir es que seguro recuerdas lo mal que nos hemos puesto los dos cuando algún descerebrado quiere ligotear con ella, es decir ya sabes, el tipo de bastarditos que no nos gusta. Pues imagina eso, imagina que si con los pretendientes de Reg te pones medio mal… ahora imagínalo con los de tu propia mujer.-

Ni siquiera tenía mucho sentido haber sacado esa mierda a tema pero hasta cierto punto había logrado darle una orientación adecuada para que el perro no sospechara absolutamente nada; y no podía sospecharlo porque venga, ¿qué chica mayor se folla al amiguito de catorce años de su hermano grande?, ni pensarlo es decir, seguramente Angus no tenía ni puta idea, y era mejor que nunca la tuviera.

-Mira ya, olvidémonos de mierdas y tal. ¿Qué pretendo hacer?, pues no gran cosa… es decir, tampoco lo voy a dejar pasar como si no pasara nada, lo que sí tengo que hacer es enfrentar a Karim, hablar directamente con él y dejar claros algunos puntos. Ya si nos vamos a los golpes todo depende de él, ¿sabes a lo que me refiero?, depende de cómo trate la situación y la forma en la que lo maneje. Si lo hace bien, probablemente podamos llegar a un mutuo acuerdo y ver la mejor forma de convivir porque al fin y al cabo tú eres el amigo en común-

Nada de eso, lo que el muy bastardo merecía es que le arrebatara sus placas dentales con mis propias manos, o con la punta de mis zapatos o como mierda fuera, pero el punto es que Karim Malik no iba a salir bien parado de todo aquello, no mientras yo pudiera sostenerme sobre mis dos piernas.

-Pero de colegueo nada, mira para mí la amistad con Malik está muerta, eso si tienes que tenerlo bien presente y no hay forma de retroceder al respecto, ni puta mierda. ¿Le has visto?, ¿sabes cómo puedo encontrarlo?, de unas semanas para acá parece como si se lo hubiera tragado la puta tierra. Y perdóname otra vez, ya sé que no tienes la puta culpa de nada ni tampoco tu mujer, ¿todo bien con ella?-

El licántropo frunció el ceño cuando Joe hablaba de Peach y de Regina y aunque le intentó dar una explicación lógica la verdad para él no tenía nada que ver una cosa con la otra, pero no se iba a poner a explicarle que era un enfermo por hacer ese tipo de comparaciones respecto a lo que sentías por una chica, a lo que sentías por una hermana postiza o real. Estaba loco, pero no le dijo que sus cosas no tenían sentido. Y claro que Angus no tenía ni puta idea de las andanzas de Peach y todos eran muy sensatos en no mencionarlo.

Frunció todavía más el ceño porque no le parecía que se fueran a los golpes, pero eso nada más porque lo veía desde un punto de vista subjetivo porque ya lo había dicho, si él estuviera en los zapatos de Joe hubiera enloquecido a la mala. No quería tomar partido ni pensar que alguno acabara en San mungo por necios, por decir algo exagerado. -¿Y qué es para ti “si lo hace bien”? ¿Cómo podría hacerlo bien?. -Preguntó con honesta curiosidad, pues no se imaginaba ninguna forma de que Karim hiciera algo bien con ese tema.

-Entiendo.-Dijo refiriéndose a eso de que para Joe, la amistad con Karim estaba muerta. Allá iban sus fantasías al respecto. Dejó el tema con Aquila a un lado, de todos modos todo iba a pedir de boca con ella. Lo retomaría más tarde, cuando hablara sobre una probable boda y sus intenciones de que para entonces todo fuera mejor entre sus amigos cercanos porque, joder, era su boda.

-Sí le he visto, menos en las fiestas, pero cuando no está aquí o con Tahira, o en sus oficios muggles, está con ella y cuando ella no está con él, parece que está contigo, ¿así cómo te lo quieres topar? Joe, lo que yo no entiendo es cómo puedes decir que la amistad con Karim está muerta y parecer tan abierto en estar de amiguita con Pearl. La quiero y todo, pero si nos vamos a poner a echar culpas y todo eso, ella también la tiene, así que…decídete, ¿o qué pretendes?-Angus podía no ser el más avispado del mundo, ni el más suspicaz como una serpiente de slytherin. pero conocía a su gente. Que Joe no actuara de la misma manera con las dos partes le era al licántropo bastante sospechoso. Eso o estaba enfermo y simplemente no podía dejar de estar con ella, cosa que también era preocupante.

-Explícame porque no entiendo.-Era una exigencia aunque su tono no lo demandara como eso, pero ¿cómo no preocuparse por todo eso?.

Había terminad con mi almuerzo en un jodido parpadeo, no precisamente porque me muriera de hambre, es decir regularmente sí que comía bastante rápido, pero esa mañana en particular era más bien la pura ansiedad lo que me había hecho atragantarme de comida y cerveza en cuestión de minutos. Tomé una servilleta y me limpié la boca mientras Angus preguntaba a qué me refería con “si lo hace bien”. ¿A qué coño me iba a referir?, lobo idiota.

-¿Tú qué crees? Pues que no me mienta, o que no me salga con mierdas de amistad, o mínimo que no se ría en mi puta cara, eso sería hacerlo bien. Y pedir una disculpa, debe hacerlo… no por follársela, es decir por eso no se disculpa nadie, pero debería hacerlo por el simple hecho de haber sido mi colega. Si lo hace de esa forma y no como acostumbra a resolver el resto de su vida, entonces estaremos bien y yo firmaré la paz-

Y una mierda, con aquel bastardo no firmaba la paz ni aunque viniera directamente a lamerme los huevos, peor, ni siquiera pensaba que Karim Malik fuera capaz de pedir una disculpa o de mínimo sentirse culpable por lo que había hecho; así era y así se había manejado durante toda su patética existencia. ¿Entonces qué Joe? ¿lo piensas matar? No me obliguen a responder…

No pude evitar titubear un poco cuando a Angus se le ocurrió la puntada de cuestionar mi interés directo hacia Pearlie, y de hecho el muy cabrón estaba apuntando bastante bien. Sinceramente, ni yo lo tenía muy claro, y es que parte de mí quería convencerme de que todo se refería a una especie de venganza, a tratar de estar lo más cerca posible de la muy zorra para luego aprovecharme de eso yd arle en donde más le dolía, o algo por el estilo; aunque existía esa otra parte que simplemente quería estar con ella por pura necesidad física-mental-espiritual-oloquesea.

-¿Te cres muy listo eh? Mira Angus, que la cosa es bastante simple. Pearlie Burroughs es solo una chica, ¿si?, y ya sabes cómo son las chicas… son débiles de mente y no son capaces de sopesar la gravedad de las cosas, además de todo ella es relativamente nueva en el grupo y no adquiere una responsabilidad culposa como para vetarla de por vida. Me cae bien y listo, no veo necesario cortar relaciones con ella nada más por puto ardido. En cambio Malik, joder nuestro Malik; probablemente es más listo que tú y yo juntos, tan listo que el muy hijo de puta sabía perfectamente bien lo que hacía; además de todo está la gravedad de nuestra amistad. Se supone que éramos colegas desde que yo tengo memoria, y las cosas que hemos pasado juntos… joder, tú lo sabes mejor que yo. Su insulto es mucho más grave que el de la propia Felicia, esa es la puta razón.

Ahí la tienes perro, Malik podrá ser muy listo, pero en astucia nadie me supera. Tú y Pearlie, tu mujer y Malik, Regina y Sofie, todos se lo iban a tragar y cuando llegara el momento adecuado, pawn… en la puta boca. Lié medio porro que tenía en el bolsillo y lo encendí para darle una calada y ofrecérselo a Angus...

Para Angus, todas las opciones que citaba Joe para que Karim “lo hiciera bien” le parecían el sinónimo de “cualquier cosa que haga estará mal”, por eso pensaba que ese asunto era irreconciliable y como Aquila, quería darle crédito a lo que tenía con Pearl porque de otro modo no se explicaba cómo era que se le había pasado por la cabeza hacerle eso a Joe, que era como el hermano menor. El licántropo tampoco estaba muy seguro sobre la disculpa, pero en realidad no estaba seguro de nada porque no sabía cómo era Karim en una situación parecida. Se imaginaba a Pearl pidiéndole perdón a Milena, pero no a Karim pidiéndole perdón a Joe. No de la manera en que él querría, por lo menos. Él qué sabía.

No lo iba a contradecir en eso de que Pearl era solo una chica y que las chicas eran débiles de mente, porque para su situación, más le valía pensar eso que cualquier cosa. Si era lo que hacía a Joe sentir mejor, pensar que Pearl no había sopesado con suficiente consciencia lo que estaba haciendo y que todo se había debido a su inocencia, que así fuera. El licántropo se sintió satisfecho por la explicación y no continuó indagando, aunque le seguía pareciendo una situación muy injusta. Injusta con todos, hasta con él aunque fuera un agente externo, pero ¿De verdad creía Joe que Pearl no sabía lo que hacía?

-Los dos tienen la misma culpa y tú lo sabes tan bien como yo.-Al final sí lo contradecía un poco, pero si iban a hablar las cosas con claridad, le correspondía hacer eso. -No pretenderás quitarle ahora tú a la chica y pasarse la vida haciendo esa tontería ¿verdad, Joe?-Bromeaba y a la vez no bromeaba, lo que pretendía era al menos eliminar completamente esa posibilidad absurda del mapa para que no hubiera asuntos que enturbiaran más de lo que ya estaba enturbiada esa pequeña familia que tenían. Al menos Karim no era de esos tipos celosos y desconfiados en extremo, o habría problemas.

-Mierda, Joe. Me voy a casar, no esperaba que cuando eso pasara mis mejores amigos estuvieran enredados en este tipo de líos. Me tienes que prometer que te vas a comportar, o que habrás intentando arreglar lo mayor posible para ese día, ¿sí? No quiero que le explotes a Malik una botella en la cabeza estando borracho en mi boda.-Era injusto pedirle a Joe que lo arreglara, de todos era el menos responsable o culpable pero también era el que más explotaba.

Estaba bebiendo ya demasiado rápido, así que dejé a un lado la cerveza para mejor recargarme sobre el respaldo del sillón y mantener la vista baja; tratando de seguir con aquella actuación aunque la verdad era que no era lo mismo mentirle a Pearlie que hacerlo con Angus. Joder, el tipo me conocía prácticamente de toda la vida, y tampoco era como si alguien que ha sido transparente desde putas siempre de pronto se pueda volver de la nada en un jodido experto en ocultar sus verdaderos pensamientos.

-¿De qué hablas?, por supuesto que no; yo dejé de pensar en Felicia de esa manera… es decir, ahora está con él, y eso debo respetarlo por muchas ganas que tenga de regresársela al cabrón de Malik. No Angus, esa chica ya ha dado un golpe demasiado grande en la historia de mi vida como para dejar que siga afectando tanto… es hora de volver al viejo Joe.-

Sí que lo estaba intentando, y ni siquiera se trataba de buscar o planear una puta venganza por más que me encantara la idea. No, mi búsqueda era tan simplona como visceral y condenadamente ridícula. Ni siquiera sabía lo que coño iba a pasar si contaba con la fortuna de conectar algo con Pearlie, lograr confundirla y acostarme con ella, y de hecho hasta ahora no me había puesto a pensar con profundidad en ello. ¿Qué se supone que pasaría si me la follaba de nuevo?, y hasta eso estaba haciendo especulaciones demasiado adelantadas, porque tampoco era como si la chica me mostrara algún indicio de que eso fuera posible. Se le veía bien con su nueva relación, y eso decía ya demasiado.

-No no no, escucha Angus, joder que por tu boda no te preocupes… espera, ¿qué?. Joder… ¿qué?, ¿te vas a casar y justo ahora me lo dices?-

La noticia me tomó por sorpresa y ahora sí, busqué de nuevo la lata de cerveza para echármela toda a la boca hasta el final, luego mirarlo como si estuviera jodidamente molesto con él. En parte lo estaba, es decir se supone que éramos como puta familia y apenas me estaba yo enterando de aquello, aunque bien tampoco significaba que ya lo tuviera planeado desde hace mucho. En fin, que lo miré como si estuviera a punto de matarlo, pero luego sonreí y me lancé con un jodido abrazo de esos que hace tiempo que no le daba.

-Joder hijo de puta, que yo siempre supe que serías el primero en condenarte de por vida. ¿Cuándo?, ¿cómo?... joder, ¿te das cuenta de lo… importante que es esto?, importante y… Angus mierda. ¿Qué hay de su familia?, ¿han roto lazos o algo?. Joder tío debes andarte con cuidado de verdad… mierda qué noticia. ¿Quién más lo sabe?, lo pregunto para no soltar la boca como imbécil en cualquier lugar-