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Lechuzas ausentes
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Lechuzas ausentes
Su abuela le había mandado una lechuza diciéndole que le iba a enviar unos paquetes en los días siguientes, para él y para su hermana, que decía que no habían llevado suficiente ropa de mago como para salir por el mundo mágico dejando bien en claro que no eran unos hijos de mendigo muggle, o peor, de squib. El problema con su abuela es que si bien tenía muy buen gusto era un poco conservadora en cuando a la ropa para su gusto o para el de su hermana, pero en esta ocasión atinó con casi todo, envió cosas que seguramente su padre había ayudado a elegir y tuvo que apretar mucho las cosas en su baúl pues hasta con un hechizo de expansión le quitaba espacio a las cosas importantes.
No tenía una lechuza porque esas cosas eran para chiquillos de escuela, prefería usar una que había visto en Brigantia y que le agradaba, siempre parecía algo hiperactiva pero se quedaba sorprendentemente quieta cuando uno le colocaba un paquete pequeño en la pata o una carta en el mejor de los casos.
Shadow era menos formal que él y por eso estaba solo, deberían haber enviado ambos una nota de agradecimiento para su abuela pero finalmente la escribió Aldrich y la firmó en nombre de ambos para no dejarla mal parada, incluso la había cerrado con cera y le puso el sello de la familia porque a Annapola le gustaban esas cosas y a él le gustaba complacerla cuando le era posible, aunque no fuese su abuela el hecho de que era mujer hacía que él la respetase.
Cuando hizo un agradecimiento simple quedaba demasiado corto, así que agregó algunas cosas acerca de las clases y quienes estaban allí, por supuesto que no mencionó a Paprika y a gente que sabía que no haría más que dejarla enojada por creer que iba a corromper a Pearlie, a Shadow o a él. Pobre Paprika, si Pearlie era la flor que crece en el pantano ella era el pantano que crece en el pantano, hasta a Shadow la quería más. Un par de saludos para sus padres y estaba listo para enviar, el problema es que al llegar a la lechucería no encontró otra cosa que plumas regadas por el lugar y un olor completamente desagradable.
No se tapó la nariz porque no era nauseabundo, igualmente se quedó dentro de la pequeña torre esperando. No podía tener tan mala suerte como para que no hubiese una, por lo menos una, ni digamos la que le agradaba. Aldrich no podía saber que era la hora en la que les estaban dando de comer y que todas estaban en un patio cercano dándose gusto mientras él se quedaba impaciente con la carta levitando frente a él gracias a un simple Wingardium Leviosa.
No tenía una lechuza porque esas cosas eran para chiquillos de escuela, prefería usar una que había visto en Brigantia y que le agradaba, siempre parecía algo hiperactiva pero se quedaba sorprendentemente quieta cuando uno le colocaba un paquete pequeño en la pata o una carta en el mejor de los casos.
Shadow era menos formal que él y por eso estaba solo, deberían haber enviado ambos una nota de agradecimiento para su abuela pero finalmente la escribió Aldrich y la firmó en nombre de ambos para no dejarla mal parada, incluso la había cerrado con cera y le puso el sello de la familia porque a Annapola le gustaban esas cosas y a él le gustaba complacerla cuando le era posible, aunque no fuese su abuela el hecho de que era mujer hacía que él la respetase.
Cuando hizo un agradecimiento simple quedaba demasiado corto, así que agregó algunas cosas acerca de las clases y quienes estaban allí, por supuesto que no mencionó a Paprika y a gente que sabía que no haría más que dejarla enojada por creer que iba a corromper a Pearlie, a Shadow o a él. Pobre Paprika, si Pearlie era la flor que crece en el pantano ella era el pantano que crece en el pantano, hasta a Shadow la quería más. Un par de saludos para sus padres y estaba listo para enviar, el problema es que al llegar a la lechucería no encontró otra cosa que plumas regadas por el lugar y un olor completamente desagradable.
No se tapó la nariz porque no era nauseabundo, igualmente se quedó dentro de la pequeña torre esperando. No podía tener tan mala suerte como para que no hubiese una, por lo menos una, ni digamos la que le agradaba. Aldrich no podía saber que era la hora en la que les estaban dando de comer y que todas estaban en un patio cercano dándose gusto mientras él se quedaba impaciente con la carta levitando frente a él gracias a un simple Wingardium Leviosa.
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Las cosas no estaba tan bien como Sofie pensó que serían: despegarse de sus costumbre muggles como olvidar el facebook, no era tan fácil, e incorporar las costumbres mágicas, como recordar llevar siempre la varita consigo, mucho menos. Para colmo las clases habían iniciado, y su mismísimo tío abuelo, a quien veía emborracharse en navidad era su dedicado profesor,... tres semanas y ya se había quedado dormida, olvidado las tareas, acumulado envoltorios de caramelos sobre la cama, desmayado sin razón aparente, visto a gente volar y besado, como si no fuera poco, a dos chicos...
"Life is caos", decía siempre su madre y ella respondia "keep calm and carry on"... pero ya no estaba funcionando la meditación improvisada.... Asi que decidida a poner sus patitos en fila, escribió a su madre por un consejo. Empezó, puntillosa como era desde el principio repasando cada mínimo detalles, pues siempre le contaba todo absolutamente todo a Jessy... Luego se dio cuenta que 5 pergaminos era demasiado y peor aun que había cuestiones sobre las que mejor no detenerse... y comenzó a tachar... Para cuando terminó le quedaron unos pocos renglones que no decían absolutamente nada.
Mamá,
Metí la pata. Luke me odia.
Y necesito un I-pod para Pearlie.
Te amo, Sofie.
Al menos, eran tres renglones pero pasados en limpio, bien enrollado y atado con hilo de algodón, y aunque suponía lo que su madre le respondería, necesitaba mandársela. Perder el contacto cotidiano, simbiótico casi enfermizo que tenía con ella, era también algo que estaba siendo complicado.... Quizá Jessy tenía razón y nunca debía haberse anotado en Brigantia, pero Sofie no lo iba a admitir tan facil....
- Aldrich?... Que hiciste con las lechuzas?- Su sorpresa al llegar al lugar y ver que no había nada allí más que un muchacho al que reconoció al instante de solo mirarle la nuca.... - Tu a quien le escribes? - Tenía que preguntar, obvio que si!
"Life is caos", decía siempre su madre y ella respondia "keep calm and carry on"... pero ya no estaba funcionando la meditación improvisada.... Asi que decidida a poner sus patitos en fila, escribió a su madre por un consejo. Empezó, puntillosa como era desde el principio repasando cada mínimo detalles, pues siempre le contaba todo absolutamente todo a Jessy... Luego se dio cuenta que 5 pergaminos era demasiado y peor aun que había cuestiones sobre las que mejor no detenerse... y comenzó a tachar... Para cuando terminó le quedaron unos pocos renglones que no decían absolutamente nada.
Mamá,
Metí la pata. Luke me odia.
Y necesito un I-pod para Pearlie.
Te amo, Sofie.
Al menos, eran tres renglones pero pasados en limpio, bien enrollado y atado con hilo de algodón, y aunque suponía lo que su madre le respondería, necesitaba mandársela. Perder el contacto cotidiano, simbiótico casi enfermizo que tenía con ella, era también algo que estaba siendo complicado.... Quizá Jessy tenía razón y nunca debía haberse anotado en Brigantia, pero Sofie no lo iba a admitir tan facil....
- Aldrich?... Que hiciste con las lechuzas?- Su sorpresa al llegar al lugar y ver que no había nada allí más que un muchacho al que reconoció al instante de solo mirarle la nuca.... - Tu a quien le escribes? - Tenía que preguntar, obvio que si!
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
El tiempo que pasó fue irrelevante, ni dos minutos seguramente, de haberse ido ya ni se habría enterado de que Jessy estaba allí y de que enviaba cartas como la gente, siempre se imaginó que había conseguido que alguien le modifique una laptop para hacer de sus costumbres muggles un virus en la universidad. Pero no, ella estaba como todos, él sólo extrañaba su iPod que ni laptop tenía, sólo una Pentium IV para las cosas básicas porque para videojuegos le bastaban las consolas que su madre ocultaba de su abuela, el resto era prescindible, por ello quizá él no entendería si Sofie le hablaba de Factbook y esas cosas, él se había creado uno pero había aceptado a tres personas y no lo usó más, apenas llevaba una foto suya de perfil y eso porque lo habían etiquetado.
Su carta, a diferencia de la de Jessy, estaba armada con toda la estructura tradicional y hasta con la sangría que algunos ya ni usaban en sus documentos de Word, no podía ser menos formal con Annapola. La voz de la rubia la reconoció al instante, volteó hacia su izquierda y allí estaba, dándose de lleno con el rostro de ella ladeó un poco su cara porque tanta pregunta no lo aturdía, pero lo dejaba con la idea de que a Sofie se le había subido algo al cerebro.
-No te importa, Rayder.-le dijo en tono como juguetón, la misma e informal voz que usaba con su hermana cuando se ponía pesada y quería meter la nariz en sus cosas, aunque asumió que en Sofie era normal porque estudiaba periodismo y ellos debían ser algo metiches o no estarían siempre hablando de la vida ajena.-Yo no les hice nada, no están simplemente, estoy esperando que tengo que enviar esto ya mismo. No ya mismo, pero es importante. ¿Y tú le pides a Rayder que te de el apellido?-había veces en las que se le hacía imposible no joderla, no intentar hacerla explotar por el solo gusto de ello.-
Ni siquiera había comenzado con el tema de Brackminster, porque pudo no verlo aquel día en los terrenos que estaban afuera de la cafetería pero él sí la vio, con su medio hermano casi confirmado, muy juntos ambos a pesar de que apenas pasados unos días ya anduviese dando espectáculos con Adair. Igual a la madre, según le contaron, pero no le diría puta porque ya a esa edad le parecía poco de caballeros hacerlo, aunque presionando los botones correctos seguramente se podría llevar un buen insulto sin importar que él hubiese comenzado.
-¿Es eso o no?-en algo debía entretenerse.-
Su carta, a diferencia de la de Jessy, estaba armada con toda la estructura tradicional y hasta con la sangría que algunos ya ni usaban en sus documentos de Word, no podía ser menos formal con Annapola. La voz de la rubia la reconoció al instante, volteó hacia su izquierda y allí estaba, dándose de lleno con el rostro de ella ladeó un poco su cara porque tanta pregunta no lo aturdía, pero lo dejaba con la idea de que a Sofie se le había subido algo al cerebro.
-No te importa, Rayder.-le dijo en tono como juguetón, la misma e informal voz que usaba con su hermana cuando se ponía pesada y quería meter la nariz en sus cosas, aunque asumió que en Sofie era normal porque estudiaba periodismo y ellos debían ser algo metiches o no estarían siempre hablando de la vida ajena.-Yo no les hice nada, no están simplemente, estoy esperando que tengo que enviar esto ya mismo. No ya mismo, pero es importante. ¿Y tú le pides a Rayder que te de el apellido?-había veces en las que se le hacía imposible no joderla, no intentar hacerla explotar por el solo gusto de ello.-
Ni siquiera había comenzado con el tema de Brackminster, porque pudo no verlo aquel día en los terrenos que estaban afuera de la cafetería pero él sí la vio, con su medio hermano casi confirmado, muy juntos ambos a pesar de que apenas pasados unos días ya anduviese dando espectáculos con Adair. Igual a la madre, según le contaron, pero no le diría puta porque ya a esa edad le parecía poco de caballeros hacerlo, aunque presionando los botones correctos seguramente se podría llevar un buen insulto sin importar que él hubiese comenzado.
-¿Es eso o no?-en algo debía entretenerse.-
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Lo transformamos Post fiesta Angus y no lo dejaremos morir!
Hizo un mohín cuando le llamaba por ese apellido pues que fuera común que Aldrich la burlara así, hoy no era el mejor día para ello, desde ningún punto de vista. Igualmente no se enojó ni huyo ni ninguna de esas cosas, con Aldrich los piques eran recurrentes y mutuos pero ella lo amaba con locura y creía que él también… Era de esas relaciones que estaban más allá del bien y del mal, que nada parecía poder ponerlas en peligro… Pero lo mismo había pensado sobre Luke y así estaban las cosas: hechas un asco total.
- No digas tonterías…- Respondió a todo el palabrerío luego de darle un beso en la mejilla en forma de saludo. Aldrich era seco y distante, o serio y mala onda, pero a Sofie le trasmitía las ganas de contarle toda su vida de un solo tirón, sin tapujos ni pudores. No había una razón de peso para que sintiera esa confianza con él, pero así le sucedía… Contrario a lo que pasaba con las chicas, ya fuera Shadow, Pearlie o Gianna que cada cual en su medida terminaban teniendo modales de juez juzgador de la decencia ajena. Quizá simplemente fuera una cuestión de que entre féminas siempre se daba cierta competencia tácita socialmente provocada.
- A quien te refieres… Al padre o al hijo? – Quiso ponerse ruda, devolviendo ese jueguito de palabrerío agresivo o lo que fuera… A lo que se refería simplemente, es que a ese punto de la historia, podía pedirle a Dave el apellido y que la reconociera como vástago o a Luke en post de que la desposara. Cualquiera de las dos cosas ya no tenía sentido. – Estás atrasado en la historia, ese chiste ya no tiene gracia… lamentablemente. – le dio dos palmaditas en la espalda y fue a sentarse al alfeizar de la ventana. Sofie tenía si o si que esperar a que volvieran las lechuzas.
Había algo de tristeza en aquel último comentario pero trató de disimularlo. No quería ser una persona triste como su madre. De ningún modo quería ser como su madre… Bueno en las cosas lindas claro que si, pero en la tristeza, el alcohol y los hombres de una noche no. Tampoco en las mentiras y ocultamientos. – Luke me odia… Y me siento fatal, cuando en realidad también tendría que odiarlo por haberse trompeado con Adair en el medio del campus… Es un idiota… pero… -
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Afortunadamente Sofie no le contaba toda su vida sin tapujos porque aunque a veces creyese que era hombre de mundo no lo era tanto como para poder lidiar con una situación como la verborrea incesante de una muchacha que tenía unas mescolanza inmensa en la cabeza, si fuese algo relacionado con Quidditch o magia quizá podría ayudar, pero era por un tema más que nada llevado a los amores juveniles vistos desde una perspectiva aún adolescente y aunque estaba en la edad prefería ni ponerse a filosofar del tema.
Miró por una de las ventanas del lugar para ver si llegaba a diferenciar alguna lechuza que regresase pero no había ninguna, así que volteó justo a tiempo para escuchar a Sofie decirle que si se refería al padre y al hijo, y aunque Aldrich siempre tuvo sospechas respecto a la relación amistosa que llevaba con Luke porque no estaba seguro –tampoco es que hubiese preguntado- de si había algo más entre ellos se sorprendió. Quizá la carta que iba a enviar era una a su madre para hacerle saber que iba a ser abuela, todo era posible.
-Pero todavía no se te nota el embarazo de Rayder, deberías decirle a Adair, escuché que es muy puto con las chicas con más de dos gramos de grasa. No sé, inseguridad o algo así ha de ser.-con las dos palmaditas sonrió porque de todos modos para él ese chiste nunca pasaría de moda, pero como él mismo ya se había ido por las ramas lo retomaría en un momento en el que sonase más natural.-
No notó si el comentario lo dijo con tristeza o con algún tipo de sarcasmo o cualquiera de esas cosas, había estado distraído arreglando un borde del sobre que llevaba en las manos porque se había doblado al momento de colocarlo detrás de él mismo mientras esperaba a las lechuzas. Para cuando lo notó ya estaba siendo receptor de una confesión o a eso le sonó, esas cosas seguramente no se las iba diciendo a todo mundo mientras trabajaba con mandrágoras.
-¿Pero qué? No me vas a decir que estás enamorada de él o que es el amor de tu vida, ¿cierto? Porque si no eso de irte embarazando de Brackminster no es sensato.
Miró por una de las ventanas del lugar para ver si llegaba a diferenciar alguna lechuza que regresase pero no había ninguna, así que volteó justo a tiempo para escuchar a Sofie decirle que si se refería al padre y al hijo, y aunque Aldrich siempre tuvo sospechas respecto a la relación amistosa que llevaba con Luke porque no estaba seguro –tampoco es que hubiese preguntado- de si había algo más entre ellos se sorprendió. Quizá la carta que iba a enviar era una a su madre para hacerle saber que iba a ser abuela, todo era posible.
-Pero todavía no se te nota el embarazo de Rayder, deberías decirle a Adair, escuché que es muy puto con las chicas con más de dos gramos de grasa. No sé, inseguridad o algo así ha de ser.-con las dos palmaditas sonrió porque de todos modos para él ese chiste nunca pasaría de moda, pero como él mismo ya se había ido por las ramas lo retomaría en un momento en el que sonase más natural.-
No notó si el comentario lo dijo con tristeza o con algún tipo de sarcasmo o cualquiera de esas cosas, había estado distraído arreglando un borde del sobre que llevaba en las manos porque se había doblado al momento de colocarlo detrás de él mismo mientras esperaba a las lechuzas. Para cuando lo notó ya estaba siendo receptor de una confesión o a eso le sonó, esas cosas seguramente no se las iba diciendo a todo mundo mientras trabajaba con mandrágoras.
-¿Pero qué? No me vas a decir que estás enamorada de él o que es el amor de tu vida, ¿cierto? Porque si no eso de irte embarazando de Brackminster no es sensato.
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
- Que embarazo? – dijo Sofie no entendiendo nada de nada. Y desvió la mirada también a la ventana, pues hace unos días no más había follado por primera vez y lo último que le faltaba es que Aldrich tuviera dotes de vidente. Respiró profundo para sacar semejante tontería de su mente sensible pero no hueca y le sonrió para acotar alguna cosa, pero el ex sly ya estaba diciendo otra ganzada.
- jajaja… estas loco y me estás mareando... de quien quieres que esté embarazada? De Luke o de Adair?... ponte de acuerdo contigo mismo antes de decir tonterías al menos.- Y con eso se hizo la desentendida de su estaba enamorada de Adair y todo lo demás que eso implicaba…. O eso intentó, mirando la ventana volviendo a recorrer la estancia vacía con los ojos, para terminar posándose en la presencia de su amigo.
Abrió la boca, pero se arrepintió de decir nada. Se llevó las uñas a los labios para mordisqueárselas e indecisa regresó la vista al muchacho. Así varias veces, quizás demasiadas. Definitivamente demasiadas veces, hasta que no se contuvo más y le preguntó lo que en verdad le estaba corroyendo por dentro. – Lo has dicho de verdad? Eso de que Adair se fija mucho en… - se señaló el cuerpo- … Tu crees que estoy gorda?... O más gorda que antes?
Es que nadie le había dicho “embarazada” antes, y ella ya sabía que había estado comiendo cualquier porquería en la uni, y para colmo estaba muy prendida a Adair y a todos los rumores mal intencionados que daban vueltas de que la dejaría por cualquier otra en cualquier momento con cualquier escusa… Un poco de paranoia típica del enamoramiento.
- jajaja… estas loco y me estás mareando... de quien quieres que esté embarazada? De Luke o de Adair?... ponte de acuerdo contigo mismo antes de decir tonterías al menos.- Y con eso se hizo la desentendida de su estaba enamorada de Adair y todo lo demás que eso implicaba…. O eso intentó, mirando la ventana volviendo a recorrer la estancia vacía con los ojos, para terminar posándose en la presencia de su amigo.
Abrió la boca, pero se arrepintió de decir nada. Se llevó las uñas a los labios para mordisqueárselas e indecisa regresó la vista al muchacho. Así varias veces, quizás demasiadas. Definitivamente demasiadas veces, hasta que no se contuvo más y le preguntó lo que en verdad le estaba corroyendo por dentro. – Lo has dicho de verdad? Eso de que Adair se fija mucho en… - se señaló el cuerpo- … Tu crees que estoy gorda?... O más gorda que antes?
Es que nadie le había dicho “embarazada” antes, y ella ya sabía que había estado comiendo cualquier porquería en la uni, y para colmo estaba muy prendida a Adair y a todos los rumores mal intencionados que daban vueltas de que la dejaría por cualquier otra en cualquier momento con cualquier escusa… Un poco de paranoia típica del enamoramiento.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Sí, en un punto ya ni se había acordado de con quién la jodía y por eso dijo cualquier nombre, no creía que estuviese embarazada pero a Shadow cuando le decía eso siempre se escandalizaba y si había esa anomalía ante la que solamente quedaba esperar mejor que se divirtiesen un poco, de hecho como estaba en varias clases estaba algo aburrido y ni al eventito de Regina había ido, pero de todos modos ya estaba al día con todas sus clases.
En medio de todo eso se creó un silencio incómodo que él no se dispuso a acabar, de hecho no le molestaba y si hubiese tenido un cigarrillo ya lo hubiese sacado, miraba a la ventana con insistencia como para echarles a las lechuzas presión, pero que no funcionaba ni una mínima mierda, hizo un ruido con la garganta que era similar al que se hace cuando uno se la aclara. Volteó cuando ella volvió a hablar y medio enarcó una ceja ante ello.
-No estás gorda, y claro que se fija en eso. Es decir, yo también, a mí me gustan las chichas atléticas y eso, pero tampoco es que si no me voy a morir; lo que es Adair…pues claro, si hasta es jugador de Quidditch, el hombre es un vigoréxico.-él había salido con la hermana y si bien ella le pareció alguna vez alguien con quien podría tener una relación no había llegado a más.-
Él no estaba al tanto de todos esos chismes porque ni Shadow le había dicho nada, ni él había preguntado, de hecho estaba algo alejado de los chismes y esas cosas, es que además de sentirse ajeno a eso era muy distante con los perjudicados y probablemente por esa falta de solidaridad ya ni siquiera se molestaban en irle a comentar de eso.
-Estás bien, te ves bien. Igual no soy quién para darte un estudio detallado, lamento decirte que no soy un pervertido que anda viendo cuánto te mide cada cosa. ¿Y por qué preguntas?
En medio de todo eso se creó un silencio incómodo que él no se dispuso a acabar, de hecho no le molestaba y si hubiese tenido un cigarrillo ya lo hubiese sacado, miraba a la ventana con insistencia como para echarles a las lechuzas presión, pero que no funcionaba ni una mínima mierda, hizo un ruido con la garganta que era similar al que se hace cuando uno se la aclara. Volteó cuando ella volvió a hablar y medio enarcó una ceja ante ello.
-No estás gorda, y claro que se fija en eso. Es decir, yo también, a mí me gustan las chichas atléticas y eso, pero tampoco es que si no me voy a morir; lo que es Adair…pues claro, si hasta es jugador de Quidditch, el hombre es un vigoréxico.-él había salido con la hermana y si bien ella le pareció alguna vez alguien con quien podría tener una relación no había llegado a más.-
Él no estaba al tanto de todos esos chismes porque ni Shadow le había dicho nada, ni él había preguntado, de hecho estaba algo alejado de los chismes y esas cosas, es que además de sentirse ajeno a eso era muy distante con los perjudicados y probablemente por esa falta de solidaridad ya ni siquiera se molestaban en irle a comentar de eso.
-Estás bien, te ves bien. Igual no soy quién para darte un estudio detallado, lamento decirte que no soy un pervertido que anda viendo cuánto te mide cada cosa. ¿Y por qué preguntas?
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Al escuchar que no estaba gorda ya se dio por satisfecha, respiró profundo y se obligó a dejar de ser tan tonta, de estar tomándose tan literal los chistes de Aldrich que no eran más que eso: chistes y ella lo sabía bien, aunque algunas veces se molestara de más. – jajaja… vigoréxico… que tontería. Solo es guapísimo! – Lanzó la carcajada pues esa palabra era graciosa de por si, y además necesitaba eliminar la tensión sobrante que le había quedado dentro por la duda de estar poniéndose obesa sin darse cuenta.
Una nube se movió y un haz de sol se coló por la ventana complicándole la visual. Sofie creía no saber nada de magia aplicada pero en cuanto vio la sombra proyectada en el suelo, se le hizo imposible no leer la hora naturalmente como su institutriz bruja le había machacado hasta el hartazgo. Esa pobre mujer de sombrero de perico hubiera estado tan orgullosa, sus esfuerzos estaban rindiendo frutos por fin.
- gracias – respondió simpática sacándole la lengua al muchacho cuando le decía que se veía bien – No pregunto por nada en especial… solo no quiero volverme gorda sin darme cuenta… Cuento igual que tu maldad me hará saber cuando se me noten los rollitos aquí y aquí – se tomó los lados del estómago con dos dedos en forma de pinza, sin poder pellizcar mucho sus carnes por ejemplificar pero usando las ropas como posible futuro de cuerpo fofo….
Miró la ventana de nuevo y lanzó su conjetura. – ya se porque no están las lechuzas, es la hora de su tercer almuerzo… y seguro no volverán hasta…- miró de nuevo el sol y las sombras -… pues media hora más mínimo….- era inútil quedarse allí tanto rato. O capáz la carta de Aldrich era urgente y si se aguantaba el aburrimiento, no lo sabía por eso preguntó – Te quedarás esperando?... digo… es así como muy urgente tu carta?... de que se trata, dime! Una novia en el extragero?...
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Se encogió de hombro ante eso de que Adair era guapo, para él no había diferencia entre uno de sus compañeros u otro, quizá en la musculatura porque como buen golpeador siempre le tocaba medir esas cosas para saber a qué se enfrentaba, pero seguramente si le preguntaban quién era más guapo elegía al más parecido a una chica porque con ellas sí podía tener distinciones, a veces muy cabronas. Su carcajada lo hizo pensar si es que era una confesión de que en realidad sí era vigoréxico, pero ni preguntó.
Aunque no creía ser un hombre lleno de maldad le aseguró que cuando así fuese se lo diría, de hecho más que maldad era directo y un poco seco como para ponerse a repasar la sensibilidad de la gente, la mayoría lo sabía y no se lo tomaba a mal porque sabían que pocas veces sus comentarios llevaban ese tinte, pero de todos modos con el tiempo había aprendido a buscar la forma menos agresiva de decir las cosas, aunque de hecho por lo de su educación siempre tuvo un modo sutil de hablar.
No sabía cómo supo lo de las lechuzas, es decir, sí sabía que comían y eso pero no pensó que era una idea buena aquello de que deberían estar comiendo, pero no tenía idea de que tenían tres almuerzos y de que viendo al suelo podía saber la hora, no lo supo inmediatamente pero ya luego dedujo que podía ser por la posición del sol, él nunca había sido bueno para ver esas cosas aunque alguna vez lo vio en un libro, para eso estaban los relojes, él no era un scout.
-Sí, es mi mujer que está embarazada de mi noveno hijo en Afganistán, le estoy mandando mil galeones para que le haga el cumpleaños a los gemelos y para que se compre vitaminas.-su tono de voz fue más bien seco, no le iba a decir a qué iba y prefería bromear, pero aquella forma de hablarle era porque no le gustaba mucho compartir sus asuntos.-¿Y tú?
Aunque no creía ser un hombre lleno de maldad le aseguró que cuando así fuese se lo diría, de hecho más que maldad era directo y un poco seco como para ponerse a repasar la sensibilidad de la gente, la mayoría lo sabía y no se lo tomaba a mal porque sabían que pocas veces sus comentarios llevaban ese tinte, pero de todos modos con el tiempo había aprendido a buscar la forma menos agresiva de decir las cosas, aunque de hecho por lo de su educación siempre tuvo un modo sutil de hablar.
No sabía cómo supo lo de las lechuzas, es decir, sí sabía que comían y eso pero no pensó que era una idea buena aquello de que deberían estar comiendo, pero no tenía idea de que tenían tres almuerzos y de que viendo al suelo podía saber la hora, no lo supo inmediatamente pero ya luego dedujo que podía ser por la posición del sol, él nunca había sido bueno para ver esas cosas aunque alguna vez lo vio en un libro, para eso estaban los relojes, él no era un scout.
-Sí, es mi mujer que está embarazada de mi noveno hijo en Afganistán, le estoy mandando mil galeones para que le haga el cumpleaños a los gemelos y para que se compre vitaminas.-su tono de voz fue más bien seco, no le iba a decir a qué iba y prefería bromear, pero aquella forma de hablarle era porque no le gustaba mucho compartir sus asuntos.-¿Y tú?
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Eres un amargado - le contestó de inmediato Sofie sacándole la lengua, con una última sonrisa para él. Porque se podía tan cerrado con ella? Siempre era así, no le sorprendía a la rubia, pero era incómodo que cada puerta a la que Sofie se acercaba, Aldrich se la cerraba con un golpe en forma de chiste de ocasión, desviándose del camino. Llegaban momento como esa que Sofie no sabía que creer, si era que a Aldrich le gustaba hacerse desear y ella debía insistir e insistir, o eran sus burlas definitivas y mejor lo dejaba en paz.
- yo le pido a mamá un I-pod para Pearlie... Que tu tío parece que evaneció el anterior sin siquiera decirle. - Ella no tenía nada que ocultar, podía decirle de que se trataba la carta... Lo de Luke lo omitió pero ya se lo había dicho al inicio del encuentro. Dio unos pasos hacia la salida dando por terminada la conversación, pues ella podía y podía sacar tema una y otra vez, pero si él no colaboraba.... Pero se arrepintió a último momneto y volteó para hacerle una invitación.
- No me voy a quedar a esperar las lechuzas... Quieres ir a tomar un jugo conmigo? - Volvió a sonreirle, porque se le hacía más fácil ese gesto que mantener el rostro neutro. - Puedes ayudarme con unas cosas, sabes??... claro si tienes tiempo... Es que tu conoces a todos los de Hogwarts no?... ahh... pero no te gusta hablar sobre la gente... Entonces no me sirves... Igual te invito el jugo.
- yo le pido a mamá un I-pod para Pearlie... Que tu tío parece que evaneció el anterior sin siquiera decirle. - Ella no tenía nada que ocultar, podía decirle de que se trataba la carta... Lo de Luke lo omitió pero ya se lo había dicho al inicio del encuentro. Dio unos pasos hacia la salida dando por terminada la conversación, pues ella podía y podía sacar tema una y otra vez, pero si él no colaboraba.... Pero se arrepintió a último momneto y volteó para hacerle una invitación.
- No me voy a quedar a esperar las lechuzas... Quieres ir a tomar un jugo conmigo? - Volvió a sonreirle, porque se le hacía más fácil ese gesto que mantener el rostro neutro. - Puedes ayudarme con unas cosas, sabes??... claro si tienes tiempo... Es que tu conoces a todos los de Hogwarts no?... ahh... pero no te gusta hablar sobre la gente... Entonces no me sirves... Igual te invito el jugo.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Lo de Aldrich era hermetismo a veces, todo propiciado por la crianza que tuvo, cada una de las personas influyentes en el forjamiento de su personalidad tenían ideas distintas acerca de lo que era mejor para él, acabo siendo un buen muchacho pero sabía que bien pudo ser un desastre. Como cada cual no cedía un ápice respecto a su ideología acabo siendo más bien callado respecto a las opiniones ajenas para evitar conflictos, se crió creyendo que mientras más pudiese evitar estar en medio de los roces ajenos mejor podría ver hacia adelante, mejor podría entender lo que él quería.
No es que pretendiese hacerse el interesante tampoco, de hecho si le hubiese ido rogando para que le diga las cosas le hubiese perdido un poco el respeto, no se trataba de evitar hablarle o de no disfrutar de su compañía, la quería y ella lo sabía, simplemente no era del tipo de persona entusiasta que podía compartir su vida entera con quien tuviese al frente, apenas con su familia y hasta en eso estaba un poco restringido.
Lo del iPod le sacó una sonrisa, de hecho le parecía algo muy de su tío Abner, que odiaba ese tipo de cosas y no entendía que no lo hacía menos mago –ni a él ni a su familia- poseer un objeto que hasta un poco amigo de la tecnología como él apreciaba, si se tratase de un teléfono inteligente de aquellos que invadían la publicidad muggle sí lo hubiese apoyado, esas cosas matan neuronas y dejan a la gente idiota, él jamás tendría uno.
Asintió a la propuesta del jugo y si bien su plan preferido hubiese sido seguirla en silencio par a luego entablar una conversación acabó por sentirse algo mal al parecer tan poco comunicativo con ella, si hasta la consideraba una amiga.-Vamos, yo invito. Puedo hacer una excepción, y hasta darte mis opiniones sinceras respecto a lo que quieras. Por ejemplo, ese color de uñas que llevas creo que me va a derretir la retina.-lo de invitar él era una mera costumbre de caballerosidad, de hecho sabía que ella podía comprar la juguería si quería, de todos modos ya estaba pensando cómo compensarla por no ser tan bueno escuchando.-
No es que pretendiese hacerse el interesante tampoco, de hecho si le hubiese ido rogando para que le diga las cosas le hubiese perdido un poco el respeto, no se trataba de evitar hablarle o de no disfrutar de su compañía, la quería y ella lo sabía, simplemente no era del tipo de persona entusiasta que podía compartir su vida entera con quien tuviese al frente, apenas con su familia y hasta en eso estaba un poco restringido.
Lo del iPod le sacó una sonrisa, de hecho le parecía algo muy de su tío Abner, que odiaba ese tipo de cosas y no entendía que no lo hacía menos mago –ni a él ni a su familia- poseer un objeto que hasta un poco amigo de la tecnología como él apreciaba, si se tratase de un teléfono inteligente de aquellos que invadían la publicidad muggle sí lo hubiese apoyado, esas cosas matan neuronas y dejan a la gente idiota, él jamás tendría uno.
Asintió a la propuesta del jugo y si bien su plan preferido hubiese sido seguirla en silencio par a luego entablar una conversación acabó por sentirse algo mal al parecer tan poco comunicativo con ella, si hasta la consideraba una amiga.-Vamos, yo invito. Puedo hacer una excepción, y hasta darte mis opiniones sinceras respecto a lo que quieras. Por ejemplo, ese color de uñas que llevas creo que me va a derretir la retina.-lo de invitar él era una mera costumbre de caballerosidad, de hecho sabía que ella podía comprar la juguería si quería, de todos modos ya estaba pensando cómo compensarla por no ser tan bueno escuchando.-
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
- si... no es un color muy... mmm... neutro - Aldrich tenía razón, pero eso no quería decir que a Sofie no le encantara ese color. Se miró sus uñas extendiendo la mano al frente y moviéndolas un poquito con rostro orgulloso de lo bien que se le daba eso y lo bonitas que estaban sus manos, blancas de dedos finos coronados por esas uñas impecables que aunque largas no eran un arma, y que no tenían más de decoración que un par de anillos de oro en cada mano.
- Préstame tu varita que no traigo la mía.- le dijo a Aldrich ya saliendo al exterior - Mira lo que aprendí el otro día en la sala común, no es gran cosa pero.... - Tomó la varita del chico y la sacudió un poco como encontrándole el punto, que no era lo mismo usar la propia que una ajena. La tomó con ambas manos y murmuró un sencillo hechizo que cualquier niña que hubiera pasado por Hogwarts sabría, y así sus uñas cambiaron a una francesa clásica de fondo crema y linea blanca. - Mejor? -
Le devolvió la varita, cruzando el campus. Si bien se cambió las uñas por contentarlo, aunque sabía que no era necesario que de hecho él no había pedido eso, también había sido una ocasión de demostrarle que estaba tratando de convertirse en bruja, de pensar como bruja y usar la magia en la vida misma... Aunque de hecho había olvidado cargar su varita consigo.
- Me tengo fe, que algún día seré tan bruja como ustedes, solo necesito acostumbrarme a este mundo... No se porqué mamá tiene tanto recelo a este universo. Igual, creo que desde que estoy en Brigantia, ella ha vuelto a usar la magia... digo, el otro día fui a visitarla y estaba prendiendo los cigarrillos con la varita... Es la primera vez que veía a mamá usar magia, fue un shock!... Pero le queda bien el estilo ese, hasta se me hace que se veía más cómoda con la varita sobre la mesa de la cocina...
Tomando un caminito de piedras sobre el césped emprendió camino junto con el chico hacía la cafetería, el juego era un hecho, no importaba quien lo pagase. A Sofie le gustaba hablar con Aldrich y más le gustaba hablar con él de las familias, eran ellos los Bourroughs, junto con los Rayders (a los que ahora no podía acudir) quienes hacían de nexo para ella entre ese mundo mágico, su madre, el pasado, es decir todas aquellas cosas misteriosas para Sofie.
- Me pregunto si mamá guardará oculto en algún sitio anuarios o fotos o algo de si vida en este mundo. Tus papás tienen así como un cajón de recuerdos?... Has visto fotos de cuando iban a Hogwarts o de los casamientos mágicos?... Yo nunca estuve en un casamiento mágico, son iguales a los muggles? - Difícil pregunta porque quizá Aldrich nunca había estado en una celebración muggle.
- Préstame tu varita que no traigo la mía.- le dijo a Aldrich ya saliendo al exterior - Mira lo que aprendí el otro día en la sala común, no es gran cosa pero.... - Tomó la varita del chico y la sacudió un poco como encontrándole el punto, que no era lo mismo usar la propia que una ajena. La tomó con ambas manos y murmuró un sencillo hechizo que cualquier niña que hubiera pasado por Hogwarts sabría, y así sus uñas cambiaron a una francesa clásica de fondo crema y linea blanca. - Mejor? -
Le devolvió la varita, cruzando el campus. Si bien se cambió las uñas por contentarlo, aunque sabía que no era necesario que de hecho él no había pedido eso, también había sido una ocasión de demostrarle que estaba tratando de convertirse en bruja, de pensar como bruja y usar la magia en la vida misma... Aunque de hecho había olvidado cargar su varita consigo.
- Me tengo fe, que algún día seré tan bruja como ustedes, solo necesito acostumbrarme a este mundo... No se porqué mamá tiene tanto recelo a este universo. Igual, creo que desde que estoy en Brigantia, ella ha vuelto a usar la magia... digo, el otro día fui a visitarla y estaba prendiendo los cigarrillos con la varita... Es la primera vez que veía a mamá usar magia, fue un shock!... Pero le queda bien el estilo ese, hasta se me hace que se veía más cómoda con la varita sobre la mesa de la cocina...
Tomando un caminito de piedras sobre el césped emprendió camino junto con el chico hacía la cafetería, el juego era un hecho, no importaba quien lo pagase. A Sofie le gustaba hablar con Aldrich y más le gustaba hablar con él de las familias, eran ellos los Bourroughs, junto con los Rayders (a los que ahora no podía acudir) quienes hacían de nexo para ella entre ese mundo mágico, su madre, el pasado, es decir todas aquellas cosas misteriosas para Sofie.
- Me pregunto si mamá guardará oculto en algún sitio anuarios o fotos o algo de si vida en este mundo. Tus papás tienen así como un cajón de recuerdos?... Has visto fotos de cuando iban a Hogwarts o de los casamientos mágicos?... Yo nunca estuve en un casamiento mágico, son iguales a los muggles? - Difícil pregunta porque quizá Aldrich nunca había estado en una celebración muggle.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Ni neutro ni de humanos, le parecía un color escandaloso que no se imaginaba cómo habían inventado porque no es que quedase mal al nivel de ser grosero, simplemente parecía un resaltador y estaba seguro que mediante un hechizo habían logrado aquellos destellos que a cada invasión de luz se manifestaban para cegarlo. Le dio su varita de buena gana y vio cómo lograba en un segundo que cambiasen a una clásica manicura francesa, le agradaba más y lo manifestó con una sonrisa aunque ni a la floritura le había prestado atención, no la usaría, o no se imaginaba haciéndolo.
No estaba al tanto de que Sofie se rehusaba a usar demasiado la magia, de hecho no lo había notado y tampoco tenía tanta noción de que la madre de ella tampoco fuese la mayor fanática de los hechizos. De haberlo sabido la hubiese felicitado o la hubiese incitado a hacer alguna otra cosa, aunque sea buscar cambiarle el color de la camiseta para que se riese un poco y le fuese cogiendo el gusto.
-Eres tan bruja como cualquiera de nosotros, ¿qué dices? Nunca le escuché decir algo semejante a alguien con sangre pura.-rió con algo de gusto cuando le dijo aquello del shock porque encendiese el cigarrillo con la varita, no porque se burlase, si no que le hacía gracia que aquello bastase para hacerla feliz, o esa idea le daba aquella expresión en el rostro de Sofie. Parecía como si le gustase la magia pero que por el recelo de su madre no fuese capaz de admitirlo de forma literal, como si sintiese que la traicionaba. Pero podía estar exagerando.-
Aldrich podía saber algunas cosas que Sofie ignorase porque su madre era de aquellas personas que no tenían un filtro en la boca, si bien de pequeño se avergonzaba un poco ahora le parecía una característica admirable, no solo algo con lo que vivía. Su padre era un poco más reservado, como él, pero no por ello había podido evitar que el mayor de los hermanos Burroughs escuchase aquellas anécdotas que por clamor popular parecían querer ser enterradas, esa época de juventud debió ser una locura tras otra.
Ya habían llegado hasta la cafetería y se fue a sentar con ella a una mesa que estaba junto a un ventanal, algo alejada para que no los molestasen y jaló la silla de Sofie para que se sentase y tras dejarla cómoda, sentarse él. Escuchó lo que decía y acertaba, jamás había ido a una boda muggle.-Mi madre tiene muchas cosas, si quieres se las puedo pedir o te comento de ellas. Y las bodas no podría compararlas, no conozco las muggles, pero las mágicas son muy clásicas, la música si bien no es muy moderna es buena, además las bandas contemporáneas que a veces van tienen un algo atemporal generalmente, aunque sean de las más alocadas. No sé, es algo en lo que hay una gran brecha con el mundo muggle, mira el metal y eso. Costumbrista, quizá sería la palabra. A veces hay hadas revoloteando o snitchs según sea el gusto de los novios, las copas tienen hechizos para no vaciarse, aunque ya no se usa mucho hay quienes van con sus sombreros puntiagudos, aunque más las mujeres que usan otros sombreros estrambóticos cuando son señoras. Muchas flores, enredaderas, creo que es algo muy cercano a la naturaleza. Nada de locales cerrados, creo que sólo he ido a una boda que no fue en una elegante carpa en medio de una playa o de un campo.
Había dicho mucho, quiso explicarle bien cómo eran las cosas pero tal vez había exagerado con la explicación. Volteó a mirar al muchacho que atendía y le pidió que viniese para elegir lo que comerían o beberían, pidió para él un simple café negro por ahora, no era mucho de jugos. Esperando a que Sofie eligiese transformó un cenicero pequeño para que volase con unas pequeñas alas y revolotease frente a ellos.
No estaba al tanto de que Sofie se rehusaba a usar demasiado la magia, de hecho no lo había notado y tampoco tenía tanta noción de que la madre de ella tampoco fuese la mayor fanática de los hechizos. De haberlo sabido la hubiese felicitado o la hubiese incitado a hacer alguna otra cosa, aunque sea buscar cambiarle el color de la camiseta para que se riese un poco y le fuese cogiendo el gusto.
-Eres tan bruja como cualquiera de nosotros, ¿qué dices? Nunca le escuché decir algo semejante a alguien con sangre pura.-rió con algo de gusto cuando le dijo aquello del shock porque encendiese el cigarrillo con la varita, no porque se burlase, si no que le hacía gracia que aquello bastase para hacerla feliz, o esa idea le daba aquella expresión en el rostro de Sofie. Parecía como si le gustase la magia pero que por el recelo de su madre no fuese capaz de admitirlo de forma literal, como si sintiese que la traicionaba. Pero podía estar exagerando.-
Aldrich podía saber algunas cosas que Sofie ignorase porque su madre era de aquellas personas que no tenían un filtro en la boca, si bien de pequeño se avergonzaba un poco ahora le parecía una característica admirable, no solo algo con lo que vivía. Su padre era un poco más reservado, como él, pero no por ello había podido evitar que el mayor de los hermanos Burroughs escuchase aquellas anécdotas que por clamor popular parecían querer ser enterradas, esa época de juventud debió ser una locura tras otra.
Ya habían llegado hasta la cafetería y se fue a sentar con ella a una mesa que estaba junto a un ventanal, algo alejada para que no los molestasen y jaló la silla de Sofie para que se sentase y tras dejarla cómoda, sentarse él. Escuchó lo que decía y acertaba, jamás había ido a una boda muggle.-Mi madre tiene muchas cosas, si quieres se las puedo pedir o te comento de ellas. Y las bodas no podría compararlas, no conozco las muggles, pero las mágicas son muy clásicas, la música si bien no es muy moderna es buena, además las bandas contemporáneas que a veces van tienen un algo atemporal generalmente, aunque sean de las más alocadas. No sé, es algo en lo que hay una gran brecha con el mundo muggle, mira el metal y eso. Costumbrista, quizá sería la palabra. A veces hay hadas revoloteando o snitchs según sea el gusto de los novios, las copas tienen hechizos para no vaciarse, aunque ya no se usa mucho hay quienes van con sus sombreros puntiagudos, aunque más las mujeres que usan otros sombreros estrambóticos cuando son señoras. Muchas flores, enredaderas, creo que es algo muy cercano a la naturaleza. Nada de locales cerrados, creo que sólo he ido a una boda que no fue en una elegante carpa en medio de una playa o de un campo.
Había dicho mucho, quiso explicarle bien cómo eran las cosas pero tal vez había exagerado con la explicación. Volteó a mirar al muchacho que atendía y le pidió que viniese para elegir lo que comerían o beberían, pidió para él un simple café negro por ahora, no era mucho de jugos. Esperando a que Sofie eligiese transformó un cenicero pequeño para que volase con unas pequeñas alas y revolotease frente a ellos.
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Las palabras de Aldrich le halagaron tanto que Sofie no reprimió el instinto de agradecer con la mirada y baja la frente casi al punto de rozar su mentón con el hombro. Él decía eso, pero ella igual sabía que no era una bruja completa, que mucha gente ya en la universidad la había mirado raro por no llevar la varita con ella all the time, por olvidarla, por hacer de las cosas más simples un asombro en su rostro, como por ejemplo cuando alguien con un mínimo movimiento limpiaba un desastre de tinteros y ella dos segundo después reaccionaba, asentía y entendía que así se hacían las cosas allí.
Por esa misma razón, tampoco iba a detenerse en aquel momento a decirle que quizá ni sangre pura era, que en tanto y en cuanto no supieran quien era su padre, no podrían afirmar con seguridad tal cosa. Sofie, y sus amigas, estaban 99% seguras de que era un mago, ahora si era un mago mestizo, sangre muggle o puro pues no sabían y aun así quedaba el 1% de que sus deducciones no fueran acertadas y su progenitor fuera un simple muggle. Pero mejor no amargarse con esas cosas.
Se sentó donde él le indicó, dejándolo ser caballero, pues le encantaban esas cosas de parte de los chicos, así como no tenía problema alguno en que él pagase los jugos, y apoyando los codos en la mesa lo escuchó atenta, abrillantándosele los ojos y agrandándosele la sonrisa a cada frase. Era tan tonta a veces que hasta penita de si misma se daba. – hadas? Guau – si! lo de las hadas le había calado hondo, le encantaban esos seres de cuento, porque si bien sabía que eran en realidad muy fáciles de ofender y quejosas, prefería quedarse con el relato muggle tradicional de que era amores en miniatura nacidos de la primera risa de un bebé.
- Me gusta lo de los sombreros… en el mundo muggle también los hay, son muy elegantes…. Aunque las vestimentas mágicas suelen ser algo más… - como decirlo sin ofender – ridículas?... – de que podía quejarse ella que tenía las uñas de colores estrepitosos? Pues no, no tenía criterio para hablar de eso, solo que la vanguardia muggle le era lo normal, y la moda mágica lo freaky.- Me voy a casar con un brujo entonces, así tengo la gran fiesta con todas esas cosas bonitas, y a Shadow, Pearlie y Gianna como damas de honor vestidas bien ridículas y con sombrero de pajarracos…jajajaj –
Sacó la lengua y se sonrió. Si bien era cierto que siempre había querido casarse y tener la gran familia perfecta y que prefería un mago, pues así más fácil compartirle el mundo, y también era verdad que le había encantado la descripción que Aldrich se había esmerado en contarle, no solo no sería tan mala con sus amigas, sino que además esos planes eran puros sueños muy muy lejanos, por suerte.
- Barunka debía estar hermosa en su casamiento. La próxima vez que vaya a tu casa le pediré que me enseñe algunas fotos… Yo ya había nacido cuando algunos de los hermanos de mamá se desposaron, pero era muy pequeña y no recuerdo… Debería ir a visitar a mi abuela que seguro tiene baules llenos de recuerdos, pero si mamá se entera me mata directo…jajaja – Y se carcajeo, Jessy tenía esas cosas raras que si bien Sofie no entendía ni compartía en absoluto, aceptaba sumisa y ya de tanto tiempo de pelear contra eso podía reírse de las locuras anti magia, anti pasado, anti familia, de su madre.
- Tu te casarás con una bruja? O te dan igual esas cosas?... Yo prefiero un mago, no por la tontería de la sangre, sino porque así es más sencillo compartir las cosas, no tienes que ocultar nada. Cuando en la escuela estuve de novia con un chico pues era un lío no poder decirle que todas las tardes estaba ocupada por andar estudiando magia con una institutriz de sombrero de aguilucho.
Por esa misma razón, tampoco iba a detenerse en aquel momento a decirle que quizá ni sangre pura era, que en tanto y en cuanto no supieran quien era su padre, no podrían afirmar con seguridad tal cosa. Sofie, y sus amigas, estaban 99% seguras de que era un mago, ahora si era un mago mestizo, sangre muggle o puro pues no sabían y aun así quedaba el 1% de que sus deducciones no fueran acertadas y su progenitor fuera un simple muggle. Pero mejor no amargarse con esas cosas.
Se sentó donde él le indicó, dejándolo ser caballero, pues le encantaban esas cosas de parte de los chicos, así como no tenía problema alguno en que él pagase los jugos, y apoyando los codos en la mesa lo escuchó atenta, abrillantándosele los ojos y agrandándosele la sonrisa a cada frase. Era tan tonta a veces que hasta penita de si misma se daba. – hadas? Guau – si! lo de las hadas le había calado hondo, le encantaban esos seres de cuento, porque si bien sabía que eran en realidad muy fáciles de ofender y quejosas, prefería quedarse con el relato muggle tradicional de que era amores en miniatura nacidos de la primera risa de un bebé.
- Me gusta lo de los sombreros… en el mundo muggle también los hay, son muy elegantes…. Aunque las vestimentas mágicas suelen ser algo más… - como decirlo sin ofender – ridículas?... – de que podía quejarse ella que tenía las uñas de colores estrepitosos? Pues no, no tenía criterio para hablar de eso, solo que la vanguardia muggle le era lo normal, y la moda mágica lo freaky.- Me voy a casar con un brujo entonces, así tengo la gran fiesta con todas esas cosas bonitas, y a Shadow, Pearlie y Gianna como damas de honor vestidas bien ridículas y con sombrero de pajarracos…jajajaj –
Sacó la lengua y se sonrió. Si bien era cierto que siempre había querido casarse y tener la gran familia perfecta y que prefería un mago, pues así más fácil compartirle el mundo, y también era verdad que le había encantado la descripción que Aldrich se había esmerado en contarle, no solo no sería tan mala con sus amigas, sino que además esos planes eran puros sueños muy muy lejanos, por suerte.
- Barunka debía estar hermosa en su casamiento. La próxima vez que vaya a tu casa le pediré que me enseñe algunas fotos… Yo ya había nacido cuando algunos de los hermanos de mamá se desposaron, pero era muy pequeña y no recuerdo… Debería ir a visitar a mi abuela que seguro tiene baules llenos de recuerdos, pero si mamá se entera me mata directo…jajaja – Y se carcajeo, Jessy tenía esas cosas raras que si bien Sofie no entendía ni compartía en absoluto, aceptaba sumisa y ya de tanto tiempo de pelear contra eso podía reírse de las locuras anti magia, anti pasado, anti familia, de su madre.
- Tu te casarás con una bruja? O te dan igual esas cosas?... Yo prefiero un mago, no por la tontería de la sangre, sino porque así es más sencillo compartir las cosas, no tienes que ocultar nada. Cuando en la escuela estuve de novia con un chico pues era un lío no poder decirle que todas las tardes estaba ocupada por andar estudiando magia con una institutriz de sombrero de aguilucho.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Dejó que se regocijase con la idea de las hadas, no eran lo mejor como bien lo sabía Sofie pero mejor no hablar de eso, es como pensar que las veelas eran seres mágicos y magníficos, como los unicornios, que eran unas mujeres bellísimas que jamás podrían dar más que amor a otro ser, gran error. Por su abuela lo sabía, jamás había visto a una mujer que fuese tan parecida a una deidad y que al enojarse pareciese todo lo que un hombre buscaba evitar. Si se había vuelto a casar debía ser porque el que ahora era como su abuelo había visto en ella más que ese humor terrible que su abuela paterna jamás entendió o soportó.
Se rió solamente con la idea de la boda de Sofie, ya se imaginaba a su pobre hermana y a su prima vestidas como un par de cacatúas para el regocijo de la futura novia, lo que de hecho no sabía era quién la iba a desposar. No se imaginaba a nadie desposando a nadie, pero el asunto de las fotos de su madre le pareció una buena idea, el tener a alguien que se interesase en sus cuentos de juventud seguramente la alegraría.
-Mi madre siempre se ve hermosa, es que es mi madre, no podría decir algo menos que eso. Y mi padre siempre se ve elegante, en su boda más, aunque lo que más recuerdo de las fotos es que se les ve sumamente felices, se querían y esas cosas que no siempre se toman como prioridad, al menos entre magos.-cuando hablaba de sus padres una gran admiración se podía percibir en su voz, si bien no siempre los había entendido, no pensaba que otro par de personas pudiesen haberlo querido más.-
Para responder a su siguiente pregunta no tuvo ni que pensar, Aldrich aquello lo tenía muy claro, incluso estaba casi seguro de que sería una muchacha de familia porque por alguna razón no se veía como su prima Pearlie viviendo aquella fantasía con alguien tan distinto como Crawford o como su hermana, enamorada del amor y de nada que pueda ser racional.
-Yo quiero casarme con una bruja, no me imagino con otra persona. La magia ocupa demasiado en mi vida como para estar con alguien que no la entienda, o que me haga sentir que debo limitar el uso de mi varita por sentir pena de que ella no pueda. Y nada de dobles sentidos, por Merlín.
No podría arrastrar consigo a alguien que no creyese capaz, y a los muggles los veía demasiado limitados, no se veía sintiendo pena o piedad por quien compartiría con él toda una vida.
-Pero por ahora no pienso en casarme, y no te ilusiones, que ningún chico lo piensa. Hablando de eso ya es hora de que nos sueltes aquello de Rayder, y si quieres de Adair, no te prometo sentirme identificado con tus sentimientos y eso, pero si darte una opinión que bien valdrá que te invite de comer algo más caro que un emparedado.
Se rió solamente con la idea de la boda de Sofie, ya se imaginaba a su pobre hermana y a su prima vestidas como un par de cacatúas para el regocijo de la futura novia, lo que de hecho no sabía era quién la iba a desposar. No se imaginaba a nadie desposando a nadie, pero el asunto de las fotos de su madre le pareció una buena idea, el tener a alguien que se interesase en sus cuentos de juventud seguramente la alegraría.
-Mi madre siempre se ve hermosa, es que es mi madre, no podría decir algo menos que eso. Y mi padre siempre se ve elegante, en su boda más, aunque lo que más recuerdo de las fotos es que se les ve sumamente felices, se querían y esas cosas que no siempre se toman como prioridad, al menos entre magos.-cuando hablaba de sus padres una gran admiración se podía percibir en su voz, si bien no siempre los había entendido, no pensaba que otro par de personas pudiesen haberlo querido más.-
Para responder a su siguiente pregunta no tuvo ni que pensar, Aldrich aquello lo tenía muy claro, incluso estaba casi seguro de que sería una muchacha de familia porque por alguna razón no se veía como su prima Pearlie viviendo aquella fantasía con alguien tan distinto como Crawford o como su hermana, enamorada del amor y de nada que pueda ser racional.
-Yo quiero casarme con una bruja, no me imagino con otra persona. La magia ocupa demasiado en mi vida como para estar con alguien que no la entienda, o que me haga sentir que debo limitar el uso de mi varita por sentir pena de que ella no pueda. Y nada de dobles sentidos, por Merlín.
No podría arrastrar consigo a alguien que no creyese capaz, y a los muggles los veía demasiado limitados, no se veía sintiendo pena o piedad por quien compartiría con él toda una vida.
-Pero por ahora no pienso en casarme, y no te ilusiones, que ningún chico lo piensa. Hablando de eso ya es hora de que nos sueltes aquello de Rayder, y si quieres de Adair, no te prometo sentirme identificado con tus sentimientos y eso, pero si darte una opinión que bien valdrá que te invite de comer algo más caro que un emparedado.
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Sofie ni notó lo del doble sentido, en otro momento su mente se habría disparado de inmediato, pero en aquel que se descubría pensando tan igual a Aldrich con respecto a la magia y a no tener que ocultarla o minimizarla por “amor” incluso admitiéndose ella misma super ultra muggle, apenas si se sonrió casi con delay sobre la metáfora sexual de la varita.
- yo tampoco pienso casarme ya, tengo mucha soltería que vivir aun! – lo dijo inflando el pecho queriéndose dar aires de loca libertina que no tenía en absoluto, pero con los que podía bromear de la boca para afuera. Hace poco había descubierto que era la más tradicional de sus amigas, Shadow se había besado con una chica, Pearlie con primos, chicas y además le gustaba un loco lleno de tatuajes. Sofie en cambio había besado a nadie en comparación, había estado años enamorada de Luke sin admitírselo ni a ella misma ni a él y ahora andaba persiguiendo a un típico grandote guapo promesa del quidditch universitario. Más conservadora, tradicional y previsible no podía ser.
- pues… no se que quieres que te cuente… - en realidad no sabía que tanto iba a soportar escuchar Aldrich sobre temas de niñas rosas. - No sale de aquí, no? – como si Aldrich fuera cotilla y hubiera que aclarar aquello. - Luke gusta de mi… o al menos gustaba… y ahora no me habla porque yo estoy… - ella estaba que? Saliendo? Besándose con..? follando con? – estoy en “algo” con Adair… que resultó ser amigo de él… -
Bajó la mirada en un suspiro, disimulando tomó su bebida y finalizó -… solo quisiera arreglar las cosas con Luke… que no me odie… o al menos que me vuelva a hablar o saludar, aunque sea una mentira por convivir… - se mordió el labio, le re dolía como estaban las cosas con Rayder. Le dolía tantísimo porque era “SU Luke” desde siempre. Incluso una gran razón por la cual ella estaba estudiando en Brigantia era haber creído que así iba a estar más tiempo con él, tontas fantasías de verano.– Es horrible pasar cerca de él y que me evite, o me mire feo incluso… Pero no se si puedo hacer algo para que me vuelva a hablar…. – hizo un mohín y dijo una estupidez por aliviar su tensión interior – si le consigo una novia?... Capaz me perdone, o me olvide o me deje de guardar rencor…
- yo tampoco pienso casarme ya, tengo mucha soltería que vivir aun! – lo dijo inflando el pecho queriéndose dar aires de loca libertina que no tenía en absoluto, pero con los que podía bromear de la boca para afuera. Hace poco había descubierto que era la más tradicional de sus amigas, Shadow se había besado con una chica, Pearlie con primos, chicas y además le gustaba un loco lleno de tatuajes. Sofie en cambio había besado a nadie en comparación, había estado años enamorada de Luke sin admitírselo ni a ella misma ni a él y ahora andaba persiguiendo a un típico grandote guapo promesa del quidditch universitario. Más conservadora, tradicional y previsible no podía ser.
- pues… no se que quieres que te cuente… - en realidad no sabía que tanto iba a soportar escuchar Aldrich sobre temas de niñas rosas. - No sale de aquí, no? – como si Aldrich fuera cotilla y hubiera que aclarar aquello. - Luke gusta de mi… o al menos gustaba… y ahora no me habla porque yo estoy… - ella estaba que? Saliendo? Besándose con..? follando con? – estoy en “algo” con Adair… que resultó ser amigo de él… -
Bajó la mirada en un suspiro, disimulando tomó su bebida y finalizó -… solo quisiera arreglar las cosas con Luke… que no me odie… o al menos que me vuelva a hablar o saludar, aunque sea una mentira por convivir… - se mordió el labio, le re dolía como estaban las cosas con Rayder. Le dolía tantísimo porque era “SU Luke” desde siempre. Incluso una gran razón por la cual ella estaba estudiando en Brigantia era haber creído que así iba a estar más tiempo con él, tontas fantasías de verano.– Es horrible pasar cerca de él y que me evite, o me mire feo incluso… Pero no se si puedo hacer algo para que me vuelva a hablar…. – hizo un mohín y dijo una estupidez por aliviar su tensión interior – si le consigo una novia?... Capaz me perdone, o me olvide o me deje de guardar rencor…
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Estaba bien que quisiese vivir su soltería, él no tenía ni en consideración eso de tener al lado a alguien para siempre aunque la idea a la larga le agradase, y si bien en su familia era costumbre hablar de esas uniones eternas que se debían hacer o que era aconsejable tomar en cuenta a él aún no había modo en el que aquello le sonase a un plan inmediato para su vida. Tampoco es que el fuese un muchacho libertino y a Sofie no la tomaba como tal, era un tema de juventud que no era recomendable sesgar y ya.
Estaba dispuesto a hablar con ella y a escuchar lo que tuviese que decir, podía no estar muy interesado en los chismes pero ella era su amiga, tenían años de joderse mutuamente y de quererse por debajo de la jocosa superficie que rodeaba su relación. Aunque era algo obvio que no diría nada levantó la palma derecha antes de darle una mordida al emparedado que momentos atrás le habían llevado a la mesa, ella todavía no comía nada.
Escuchó entonces lo que ella decía de Luke y de Adair, si bien no pensaba que todos los besos furtivos se convirtiesen en relaciones asumió que lo de Sofie lo era por un asunto subjetivo, la conocía y no pensaba que fuese de las que besaban a cualquiera y luego no le hablaban, debía ser porque siempre la veía como una niña, casi como a su hermana o a sus primas.
Consideraba normal que le gustase a un chico y también que a dos, no veía el problema en eso, sobretodo cuando su relación con Luke era tan larga, y no veía nada antinatural en que estuviese celoso pero de ahí a llegar al extremo de no hablarle le parecía una niñería. Aunque quizá más que a inmadurez respondiese a algo más denso, a algo que tenía que ver con un sentimiento más fuerte que el de un simple gusto, nadie se enojaba de ese modo por una idiotez, era como joderse la vida porque alguien tuviese el mismo material de varita que uno.
Siguió escuchando y si bien se le notaba afectada no creía que fuese a hacer algo radical para que las cosas volviesen a como estaban, lo que ante sus ojos parecía demostrar que en realidad no le importaba tanto como ella decía. Podía estar equivocado como muchas otras veces aunque seguía creyendo que cuando a uno le importa algo no espera que mágicamente se solucionen las cosas, no todo en la vida se arregla con un Felix Felicis.
-Deberías hacerlo, pero que no se entere. Hay dos buenas razones. Primero, para que él esté mejor y pueda sobrepasar el mal rato; segunda, para que veas cómo te sientes tú al verlo con otra. Perdona, pero nadie que apenas inicia una relación se interesa tanto por el bienestar ajeno, es por naturaleza, nos ponemos egoístas mientras disfrutamos nuestra alegría.-bebió hasta casi el fondo su café que se le había secado un poco la garganta.-¿Tienes a alguien en mente?
Estaba dispuesto a hablar con ella y a escuchar lo que tuviese que decir, podía no estar muy interesado en los chismes pero ella era su amiga, tenían años de joderse mutuamente y de quererse por debajo de la jocosa superficie que rodeaba su relación. Aunque era algo obvio que no diría nada levantó la palma derecha antes de darle una mordida al emparedado que momentos atrás le habían llevado a la mesa, ella todavía no comía nada.
Escuchó entonces lo que ella decía de Luke y de Adair, si bien no pensaba que todos los besos furtivos se convirtiesen en relaciones asumió que lo de Sofie lo era por un asunto subjetivo, la conocía y no pensaba que fuese de las que besaban a cualquiera y luego no le hablaban, debía ser porque siempre la veía como una niña, casi como a su hermana o a sus primas.
Consideraba normal que le gustase a un chico y también que a dos, no veía el problema en eso, sobretodo cuando su relación con Luke era tan larga, y no veía nada antinatural en que estuviese celoso pero de ahí a llegar al extremo de no hablarle le parecía una niñería. Aunque quizá más que a inmadurez respondiese a algo más denso, a algo que tenía que ver con un sentimiento más fuerte que el de un simple gusto, nadie se enojaba de ese modo por una idiotez, era como joderse la vida porque alguien tuviese el mismo material de varita que uno.
Siguió escuchando y si bien se le notaba afectada no creía que fuese a hacer algo radical para que las cosas volviesen a como estaban, lo que ante sus ojos parecía demostrar que en realidad no le importaba tanto como ella decía. Podía estar equivocado como muchas otras veces aunque seguía creyendo que cuando a uno le importa algo no espera que mágicamente se solucionen las cosas, no todo en la vida se arregla con un Felix Felicis.
-Deberías hacerlo, pero que no se entere. Hay dos buenas razones. Primero, para que él esté mejor y pueda sobrepasar el mal rato; segunda, para que veas cómo te sientes tú al verlo con otra. Perdona, pero nadie que apenas inicia una relación se interesa tanto por el bienestar ajeno, es por naturaleza, nos ponemos egoístas mientras disfrutamos nuestra alegría.-bebió hasta casi el fondo su café que se le había secado un poco la garganta.-¿Tienes a alguien en mente?
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Debería hacerlo? Entonces si Aldrich tan correcto, sensato y cerebral que era, la apoyaba en eso, la idea de Sofie no era tan loca después de todo. Sonrió de inmediato pero aquella mueca se fue trasformando a medida de que las dos razones eran expuestas. Que Luke estuviera mejor era el objetivo, pero exponer aquello de cómo iba a sentirse Sofie viéndolo con otra no lo había pensado aun, y de solo escucharlo ya le empezaba a disgustar su propia idea. Peor cuando Aldrich dijo la frase siguiente “Perdona, pero nadie que apenas inicia una relación se interesa tanto por el bienestar ajeno” que la desnudaba totalmente.
Habría sido la mueca de su rostro? O como decía Aldrich nadie debía interesarse por el bien ajeno en pleno enamoramiento? Como fuera bajó la mirada y se ahogó en zumo hasta que el ruido del sorbete contra el vidrio vació resonó entre ellos, y no tuvo más excusas para andarse callada… - mmm… he pensando un par pero no sé. –dijo por decir, por llenar el silencio, por responder a lo que ella misma había iniciado, pero pensando aun la pregunta que Aldrich había lanzado al aire “como iba a sentirse ella, si Luke encontraba a alguien mejor?”… Porque le parecía esto horrible si ella estaba de lo más bien con Adair y ya había decidido la mañana después de la pijamada que sus sentimientos por Luke no tenían más sitio en su vida. Quizá no era tan fácil, sacarse a una persona de la mente con solo decidirlo.
- Me gusta Regina Cleverly… - le gustaba porque había sido novia de Luke, y aunque no sabía racionalmente, la cuestión de que hubieran terminado alguna vez, o sea de que no hubiera funcionado en realidad, la motivaba a pensar en ella, ella y solo ella. - … Ellos fueron novios, y como dice el dicho, donde hubo fuego cenizas quedan, no?... Además cortaron porque Luke andaba de gira con su papá, así que ahora que están los dos en Brigantia no tendrán ese problema de las distancias…
- Y si no, no se… Tiene que ser linda, y delicada, pero con personalidad… Tampoco una bruja histérica y demandante, alguien a quien le gusta la música, que lo incite a hacer cosas, que si es por él se queda todo el día tirado en un sillón guitarra en mano… Que no sea dramática pero si expresiva y cariñosa… - y Sofie podía seguir pero ya había dicho bastante. - a ti se te ocurre alguien?... Tu conoces más gente que yo…-
Habría sido la mueca de su rostro? O como decía Aldrich nadie debía interesarse por el bien ajeno en pleno enamoramiento? Como fuera bajó la mirada y se ahogó en zumo hasta que el ruido del sorbete contra el vidrio vació resonó entre ellos, y no tuvo más excusas para andarse callada… - mmm… he pensando un par pero no sé. –dijo por decir, por llenar el silencio, por responder a lo que ella misma había iniciado, pero pensando aun la pregunta que Aldrich había lanzado al aire “como iba a sentirse ella, si Luke encontraba a alguien mejor?”… Porque le parecía esto horrible si ella estaba de lo más bien con Adair y ya había decidido la mañana después de la pijamada que sus sentimientos por Luke no tenían más sitio en su vida. Quizá no era tan fácil, sacarse a una persona de la mente con solo decidirlo.
- Me gusta Regina Cleverly… - le gustaba porque había sido novia de Luke, y aunque no sabía racionalmente, la cuestión de que hubieran terminado alguna vez, o sea de que no hubiera funcionado en realidad, la motivaba a pensar en ella, ella y solo ella. - … Ellos fueron novios, y como dice el dicho, donde hubo fuego cenizas quedan, no?... Además cortaron porque Luke andaba de gira con su papá, así que ahora que están los dos en Brigantia no tendrán ese problema de las distancias…
- Y si no, no se… Tiene que ser linda, y delicada, pero con personalidad… Tampoco una bruja histérica y demandante, alguien a quien le gusta la música, que lo incite a hacer cosas, que si es por él se queda todo el día tirado en un sillón guitarra en mano… Que no sea dramática pero si expresiva y cariñosa… - y Sofie podía seguir pero ya había dicho bastante. - a ti se te ocurre alguien?... Tu conoces más gente que yo…-
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Notó el cambio radical en su rostro y dejó que ella razonase aquello a su ritmo, no iba a presionarla. Si le dijo aquello del poco o nulo interés en el bienestar ajeno no fue porque hubiese podido descifrarla en un segundo, era más bien porque pensaba que eso era verdad, incluso le había pasado, cuando él terminaba enamorado de alguien parecía que el resto de su vida pasaba a un segundo plano rodeado de neblina que le impedía enfocarse demasiado en otra cosa que no fuese su novia, aunque tampoco exagerando. El caso era que no era solo él, había visto eso en mucha gente y ya lo tomaba como un hecho.
No sabía que Regina había sido novia de Luke, pero le parecía una buena opción si es que ya se había dado, Regina le parecía una de las chicas más lindas de la universidad y siempre le tuvo mucha estima, le parecía muy dulce, si es que esa era la palabra adecuada.-Si a Regina le gusta me parecería idea, es muy linda.
No recordaba aquello de que los Rayder tenían al padre famoso en el mundo muggle, lo había escuchado hacía ya varios años y al estar cerca de la movida musical lo sabía, sin embargo el tipo de música del hombre no era la que el smertios consideraba de su entero gusto, tal vez fuese por eso.
No se le ocurría nadie que cubriese todas esas características, ni siquiera su hermana porque a ella le gustaba esa música electrónica que a él se le antojaba infernal y hasta indecente en el peor sentido de la palabra, una aberración total que no podía admitir como música. Buscó entre sus conocidas a alguien, pero no tenía un nombre claro en la mente, si le hablaba de alguien que fuese linda y con personalidad pensaba en su propia prima.-¿Y qué tal Pearlie? La conoces, es guapa y tiene mucha personalidad. Es de mis personas favoritas.
El que Sofie la conociese lo consideraba una ventaja, podía ser Abigail, a ella le gustaba la música, pero no se imaginaba a Rayder con una chica como ella, él era mucho más sereno y si bien ella no era una loca neurótica ni nada de eso le parecía un poco intensa para el muchacho.-Pues Regina o Pearlie, elige. Yo te ayudo en lo que quieras, hasta a convencerlas de forma subliminal, pero…¿segura que no te genera ningún conflicto? Mira que si es así se te va a joder la amistad con ellas, a nadie le gusta alguien que le tenga mala vibra a su relación amorosa.
No sabía que Regina había sido novia de Luke, pero le parecía una buena opción si es que ya se había dado, Regina le parecía una de las chicas más lindas de la universidad y siempre le tuvo mucha estima, le parecía muy dulce, si es que esa era la palabra adecuada.-Si a Regina le gusta me parecería idea, es muy linda.
No recordaba aquello de que los Rayder tenían al padre famoso en el mundo muggle, lo había escuchado hacía ya varios años y al estar cerca de la movida musical lo sabía, sin embargo el tipo de música del hombre no era la que el smertios consideraba de su entero gusto, tal vez fuese por eso.
No se le ocurría nadie que cubriese todas esas características, ni siquiera su hermana porque a ella le gustaba esa música electrónica que a él se le antojaba infernal y hasta indecente en el peor sentido de la palabra, una aberración total que no podía admitir como música. Buscó entre sus conocidas a alguien, pero no tenía un nombre claro en la mente, si le hablaba de alguien que fuese linda y con personalidad pensaba en su propia prima.-¿Y qué tal Pearlie? La conoces, es guapa y tiene mucha personalidad. Es de mis personas favoritas.
El que Sofie la conociese lo consideraba una ventaja, podía ser Abigail, a ella le gustaba la música, pero no se imaginaba a Rayder con una chica como ella, él era mucho más sereno y si bien ella no era una loca neurótica ni nada de eso le parecía un poco intensa para el muchacho.-Pues Regina o Pearlie, elige. Yo te ayudo en lo que quieras, hasta a convencerlas de forma subliminal, pero…¿segura que no te genera ningún conflicto? Mira que si es así se te va a joder la amistad con ellas, a nadie le gusta alguien que le tenga mala vibra a su relación amorosa.
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Hacía bien Adrich darle tiempo, también en soltar aquellos comentarios “livianamente”. Capaz era lo mismo que habían querido indicarle las chicas en la nefasta pijamada pero la forma cambiaba mucho las cosas. Muchísimo en este caso. Aldrich parecía evaluar y exponer las variables del caso, que esta vez le incumbían a ella pero que podía pasarle a cualquiera, Gianna, en cambio, levantaba el dedo acusador para juzgarla a ella y solo a ella, sin contemplación. Obvio eran percepciones sin sustento real.
Él se tomaba su tiempo y comía el emparedado y Sofie, sin comida también tenía la mente ocupada, los labios algo fruncidos pensantes. Claro, había que ver la situación sentimental de Regina, o de la chica que fuera, aunque Sofie no lo había tenido en cuenta antes porque… simplemente teniendo a Luke quien podía elegir a alguien más?... Y recién ahora caía la rubia en la cuenta de que ella había elegido a alguien más, creyendo maravilloso y perfecto a Luke, y sin dudarlo demasiado lo peor… Como diablos había sucedido eso?... que enroscado era el destino.
- que? Quien? – sus pensamientos fueron interrumpidos, y tuvo que preguntarlo porque la sorpresa fue gigante – Pearlie? Nahhh… - primero negar, fue inevitable. Luego un pavor enorme, pero era una buena opción, una muy buena opción… por lo tanto una DESCARTADA OPCIÓN -…mmm… podría ser… no se si congeniaran muy bien en realidad… - mintió a Aldrich, a ella, a los dioses - Claro que la conozco es mi mejor amiga. Y es de mis personas favoritas también!... que hasta Shadow está celosa…. – rió entre dientes. Pearlie era genial, demasiado genial para lo que estaba buscando lamentablemente…. Eso era un lío, Aldrich tenía razón, pero como admitirlo sin admitirlo?
- lo se… Gianna Vercelli no se porqué le tiene “mala vibra” a lo mío con Adair, y te juro es horrible… - buscó un as bajo la manga para sacar a Pearlie del juego, casi para sacar a cualquiera del juego…- pensé que Pearlie gustaba de Joe, el chico de los tatuajes… además es muy amiga mía y si le salen las cosas mal con Luke sería mi culpa… no quisiera meterla en una relación que le rompa el corazón o así… Quién sabe si mañana le agarra la locura a Luke y se vuelve a ir de gira con su papá… -
le robó unas migas de pan a ASldrich, no quería comer pero estaba ansiosa. – tantearé el terreno con Pearlie, a ver si le gusta alguito Luke… y luego vemos que tal… Te parece?... Aunque no es un poco desprecio de mi parte, pensar que Luke no puede conseguirse solo una chica?... como te sentirías tu si te enteras que ando buscándote novia???.... – lo miró a ojos entrecerrados y luego aflojó para decir lo último y sonreírle pícaramente. - por cierto, tengo un par de chicas para presentarte!
Él se tomaba su tiempo y comía el emparedado y Sofie, sin comida también tenía la mente ocupada, los labios algo fruncidos pensantes. Claro, había que ver la situación sentimental de Regina, o de la chica que fuera, aunque Sofie no lo había tenido en cuenta antes porque… simplemente teniendo a Luke quien podía elegir a alguien más?... Y recién ahora caía la rubia en la cuenta de que ella había elegido a alguien más, creyendo maravilloso y perfecto a Luke, y sin dudarlo demasiado lo peor… Como diablos había sucedido eso?... que enroscado era el destino.
- que? Quien? – sus pensamientos fueron interrumpidos, y tuvo que preguntarlo porque la sorpresa fue gigante – Pearlie? Nahhh… - primero negar, fue inevitable. Luego un pavor enorme, pero era una buena opción, una muy buena opción… por lo tanto una DESCARTADA OPCIÓN -…mmm… podría ser… no se si congeniaran muy bien en realidad… - mintió a Aldrich, a ella, a los dioses - Claro que la conozco es mi mejor amiga. Y es de mis personas favoritas también!... que hasta Shadow está celosa…. – rió entre dientes. Pearlie era genial, demasiado genial para lo que estaba buscando lamentablemente…. Eso era un lío, Aldrich tenía razón, pero como admitirlo sin admitirlo?
- lo se… Gianna Vercelli no se porqué le tiene “mala vibra” a lo mío con Adair, y te juro es horrible… - buscó un as bajo la manga para sacar a Pearlie del juego, casi para sacar a cualquiera del juego…- pensé que Pearlie gustaba de Joe, el chico de los tatuajes… además es muy amiga mía y si le salen las cosas mal con Luke sería mi culpa… no quisiera meterla en una relación que le rompa el corazón o así… Quién sabe si mañana le agarra la locura a Luke y se vuelve a ir de gira con su papá… -
le robó unas migas de pan a ASldrich, no quería comer pero estaba ansiosa. – tantearé el terreno con Pearlie, a ver si le gusta alguito Luke… y luego vemos que tal… Te parece?... Aunque no es un poco desprecio de mi parte, pensar que Luke no puede conseguirse solo una chica?... como te sentirías tu si te enteras que ando buscándote novia???.... – lo miró a ojos entrecerrados y luego aflojó para decir lo último y sonreírle pícaramente. - por cierto, tengo un par de chicas para presentarte!
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Lechuzas ausentes
Le parecía que la pobre tenía demasiadas complicaciones y por temas que no pasaban de ser un mal rato, aunque al no estar en esa situación no podía saber qué tanto le afectaba. Trataba de ser un buen amigo, de ser solidario en cuanto a sus sentimientos pero lo único que se le ocurría era regalarle algo, sus palabras le sonaban un poco huecas para la consternación que creía que estaba llevando dentro Sofie.
-No les hagas caso a Gianna, finalmente es tu vida.-se tuvo que morder un poco la lengua tras decir eso, él no había sido capaz de apropiarse de su propia vida al momento de elegir una carrera universitaria que si bien le gustaba no fue salida de su pasión juvenil o del más rebelde de sus arrebatos. -Ah, Crawford, es el que le dará un aneurisma a mi tío Abner o que matará a mi pobre abuela. A mí me agrada él.
Como Sofie conocía mejor a Luke que él era mejor que ella misma pensase en la persona ideal para que fuese su novia, aunque tampoco se podía confiar en que a él le gustase la chica que ella le pusiese en frente, no era como comprarle a alguien un helado de calabaza o de vainilla. No estaba familiarizado con giras del tal Rayder, así que sólo asintió para ser amable,
-Eso depende. A mí no me molestaría si lo hicieses, pero si mi ex novia me anda buscando una por creerme un patético desvalido me jodería seguramente.-no dijo mejor amiga o algo similar porque era una analogía que servía para ese caso. -¿Ah sí, y cómo quiénes?
Sentía curiosidad por quienes Sofie pensase compatibles con él, que le fuese a hacer caso o no a alguna de ellas ya tenía que ver mucho con el concepto personal que tuviese de ellas y con otros factores, igual una cita o algo más no era perjudicial a menos que uno viniese de una lejana tierra donde eso fuese sinónimo de matrimonio. Buscando a la camarera para que le llevase otro café se encontró con el reloj de pared del lugar, había pasado ya un buen rato y las lechuzas debían haber vuelto, mejor no esperar hasta su otro almuerzo
-Vas a tener que disculparme, pero debo irme ya. Lo de mi carta es importante. Pero me dirás luego con quienes me quieres hacer de casamentera. Le pongo a mi sétimo hijo tu nombre si al final acabo con una de tus elegidas.-dejó en la mesa el dinero de la cuenta y algo más antes de darle un beso en la mejilla a Sofie y salir del lugar, de nuevo hacia la lechucería.-
-No les hagas caso a Gianna, finalmente es tu vida.-se tuvo que morder un poco la lengua tras decir eso, él no había sido capaz de apropiarse de su propia vida al momento de elegir una carrera universitaria que si bien le gustaba no fue salida de su pasión juvenil o del más rebelde de sus arrebatos. -Ah, Crawford, es el que le dará un aneurisma a mi tío Abner o que matará a mi pobre abuela. A mí me agrada él.
Como Sofie conocía mejor a Luke que él era mejor que ella misma pensase en la persona ideal para que fuese su novia, aunque tampoco se podía confiar en que a él le gustase la chica que ella le pusiese en frente, no era como comprarle a alguien un helado de calabaza o de vainilla. No estaba familiarizado con giras del tal Rayder, así que sólo asintió para ser amable,
-Eso depende. A mí no me molestaría si lo hicieses, pero si mi ex novia me anda buscando una por creerme un patético desvalido me jodería seguramente.-no dijo mejor amiga o algo similar porque era una analogía que servía para ese caso. -¿Ah sí, y cómo quiénes?
Sentía curiosidad por quienes Sofie pensase compatibles con él, que le fuese a hacer caso o no a alguna de ellas ya tenía que ver mucho con el concepto personal que tuviese de ellas y con otros factores, igual una cita o algo más no era perjudicial a menos que uno viniese de una lejana tierra donde eso fuese sinónimo de matrimonio. Buscando a la camarera para que le llevase otro café se encontró con el reloj de pared del lugar, había pasado ya un buen rato y las lechuzas debían haber vuelto, mejor no esperar hasta su otro almuerzo
-Vas a tener que disculparme, pero debo irme ya. Lo de mi carta es importante. Pero me dirás luego con quienes me quieres hacer de casamentera. Le pongo a mi sétimo hijo tu nombre si al final acabo con una de tus elegidas.-dejó en la mesa el dinero de la cuenta y algo más antes de darle un beso en la mejilla a Sofie y salir del lugar, de nuevo hacia la lechucería.-
Aldrich Burroughs- Mensajes : 252
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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