Sundown [Privado]

Eran mas o menos las cinco de la tarde o quizás un poco más y en términos relativos todavía era temprano a pesar que ya estaba por anochecer con toda esa diversa escala cromática de muchas variaciones de colores que estaban pintados en el cielo a esa hora del día, y era que el tiempo era tan relativo como uno lo viera. Por lo menos para Alain sí lo era, que era temprano y a pesar que muchas personas ya tenían solo planes para no hacer nada el resto del día todavía había muchas horas que debía “quemar” y pasarlas y a ver si es que encontraba algo interesante o entretenido que hacer. Antes había estado leyendo alguna cosa pero tampoco era uno de esos libros que te atrapa y que no puedes soltar hasta que terminara, nada que ver.

Tampoco se le apetecía pasar demasiado tiempo encerrado, no. Le parecía que era mejor algo de aire fresco antes de andar todavía encasillado en la cuadrícula del mismo campus Brigante. Salir, salir, salir. Se lo fijó en la mente por lo que ya lo tenía completamente decidido.

Tiró el libro en la cama y se dispuso a ver que hacer, siempre y cuando sea afuera, pero todavía no sabía a donde. Tenía algo de ganas de caminar así que no importaba si es que tendría que ir por buen trecho a donde sea, por lo que ya con esa mentalidad ¿por qué no atravesar el bosque de una vez? Y pues luego estaba el lago por lo que por la hora y todo parecía el punto perfecto. Era buena idea y si le apetecía podría probar las aguas termales que a esa hora debían estar excelentes, una presunción sin muchas bases pero ya se podría comprobar.

Sacó una mochila con una muda de ropas, una cajetilla a medias de cigarrillos que encontró y algo de tomar también por supuesto. Alain pensó que quizás se encontraría a alguien en el camino antes de salir del todo y quizás si tenían tiempo pues también vendrían y así, pero no, no se encontró con nadie. ¿Qué acaso estaban en exámenes y el ni enterado? No, en realidad no tomaba eso ni como posibilidad porque tampoco es que fuera así de flojo, pero igual, no había tanta suerte con eso.

Al final no tardó tanto tiempo como había pensado en un principio, o sería que había sido la combinación de haber estado fumando lento, disfrutando del tabaco y la nicotina con lo de haber ido a buen ritmo de camino pues seguro crearon la ilusión que el tiempo pasara mucho mas rápido o algo así. Dejó su mochila por ahí mientras veía un buen lugar para asentarse y de pronto los tonos rojizos del cielo se iban transformando en purpúreos. Ya pronto sería de noche total. Pero de pronto se escuchaba algo además de las aguas termales, por lo que simplemente decidió indagar y a ver que pasaba. Empezó a caminar para ver si veía a alguien conocido y parecía que la luz de la luna iba a poder ser suficiente para dejarle ver. Momentos después pareció ver una silueta por lo que se acercó mas a los contornos femeninos que se dibujaban. La cercanía creciente hacían que poco a poco fuera haciéndose más notoria.

-¿Regina?-

Tanteó lanzando su nombre esperando no recibir un bofetón por haber hecho que se asuste al venir por detrás o porque simplemente no la reconocía. Esperaba que su voz fuese suficiente para que no se escapara pensando que era un monstruo del bosque que había ido a secuestrarla o algo así.

El francés casi ladeaba el rostro en espera de la mano de Regina para que colisionase contra él por esa soltura con la que había decidido llamarla, o asustarla según sea lo correcto. Claro, el pequeño gritillo que ella profirió fue casi una pista, una señal que más que una actitud agresiva simplemente se había asustado y que quizás el golpe vendría luego casi como una especie de desquite o retribución amistosa con tintes de venganza por haberla hecho creer cosas que no eran, como ladrones o raras criaturas antropomórficas de malas e infames intenciones de secuestro o así, sobre todo en un ambiente casi desierto y alejado, no obstante agradable, como lo era aquel lago. Había fe que cuando ella lo viera lo reconocería de inmediato porque era su amiga de mucho tiempo.

En vez del golpe y de ese sonido característico del golpe de palma abierta de mano contra mejilla llegó el abrazo y aquello sin duda lo tomó de improviso, una sorpresa de lo más agradable. Claro, que si era su culpa total por haberla abordado de esa manera habiendo muchas otras opciones para poder hacerlo Alain había escogido la más traviesa. Rió un poco ante sus propias acciones, no era nada de burla o eso, mas bien era alegría por las circunstancias entremezcladas por el gusto que le había dado encontrarla a ella allí cuando momentos había pensado que tendría que pasarla solo.

-Yo andaba un poco de peregrino sin rumbo y a ver si el agua estaba apropiada para meterme un rato-

Y en eso de pronto se percató que su mano estaba en el pecho de Regina, sintiendo de ese modo en carne propia los efectos que había tenido el haberse hecho el chistoso, y quizás un infarto era decir algo exagerado pero si que se había asustado. Rió un poco más sin tener muchos motivos, quizás el recuerdo de su expresión anterior, esos ojos que tenía tan abiertos y tan bonitos; o sino porque no recordaba haberla visto en una situación anterior de ese modo. De hecho le gustó mucho saber que esa sensación de agrado por el encuentro inesperado era correspondida.

-Puede que a veces tenga la pinta de loco por el pelo y eso, pero que bien que me reconociste rápido. Igual, me da mucho gusto que fueras tú-

Le sonrió abiertamente por la sinceridad que evocaba tal declaración, quizás si hubiera sido otra persona ni siquiera se hubiera animado a hacer el acercamiento. Pero ella, que la conocía de tanto tiempo, pues siempre era un gusto estar en su compañía y también cuando sabía que contaba con tiempo y con la tranquilidad del ambiente, la noche empezando a asentarse y que las aguas del lago empezaban a soltar aquella cálida bruma y vapor por la propia naturaleza de las mismas. Era casi percibir una serie de eventos que formaban unas leyes de Murphy pero a la inversa, todo estaba saliendo muy bien.

-¿Pero qué haces tu sola por acá? Cuéntame mientras caminamos…-

Lo primero fue de pura curiosidad de saber qué hacía allí y pues lo otro era una propuesta de lo más simple a ver si es que le apetecía caminar, pero en realidad podrían hacer cualquier cosa. Alain tampoco dejaba de lado la idea de probar un poco el agua, pero era cuestión de ver qué pasaba después. Lo que sí tenía claro era que no quería irse pronto.

Se rió bastante con el comentario de loco, que a ver, si tenía claro que podía ser que lo confundieran así. Había que ser sinceros, su pinta no era del todo convencional considerando más todavía el asunto del pelo y de la manera que lo llevaba y que no se lo cortaba desde hace tiempo. Loco si podría ser una manera de clasificarlo aunque su estado mental más bien si era opuesto, bastante cuerdo y todo. Claro que también había entendido que había sido en tono de broma y que después de todo, las posibilidades que hubiera locos dentro del campus asechando a las chicas que pasaban por el lago o así.

Lo que le había dicho quizás hasta se había quedado corto porque al verla otra vez se daba cuenta que también la había extrañado y bastante. Que si, a pesar que las veces que se veían eran esporádicas y muchas veces dependían de lo que estuviera dentro de la agenda de los aurores y tal en cuanto a las actividades familiares, como el hermano de Regina y el de Alain. Ahora que les tocaba otra fase, diferente y todo en la que los dos estaban dentro de la misma universidad y que se podrían ver mucho más seguido por lo que Alain suponía que todo iría todavía bastante mejor que con esos intervalos extensos de tiempo en las que solo se podían hablar con cartas, correspondencias y tal.

Le comenzó a hablar de los asuntos que le habían llevado al lago y que estuviera sola. Le pareció chistoso la manera de describirlo. La familia de Alain era bastante liberal teniendo líneas de aurores y eso desde varias generaciones atrás por lo que las cosas que eran enteramente muggles le eran bastante familiares, de hecho hasta tenía primos que se habían casado con chicas muggles y pues de eso sí que había aprendido mucho y había varias cosas que encontraba fascinante como la tecnología, los celulares y todos los aparatejos que usaban para poder escuchar música o hablar con los amigos. Sabía a qué se refería Regina y además que parecía que ella ya había probado el agua.

-Ah pues, qué lástima. ¿Y tienes recepción por acá?. Bueno, la verdad es que no lo he visto pero lo buscamos, no te preocupes-

Le comentó sonriendo porque tampoco es que le hiciera el favor simplemente por que ella le estaba prometiendo al francés pasar más rato luego de haberlo encontrado, era simplemente ayudarla a recuperar el aparato muggle que de verdad era raro y escaso en lugares casi enteramente mágicos como lo era la universidad.

-Accio celular-

Conjuró sin saber si es que iba a funcionar por que no sabía si es que el hechizo “reconocía” a cosas enteramente muggles o así. El caso es que de inmediato sintió cierto movimiento entre algunos arbustos de por ahí y en cuestión de pocos momentos el celular, chiquito y morado como se lo había descrito Regina de manera acertada ya estaba en sus manos. Se lo quedó un rato tratando de ver algunas cosas, ultimas llamadas o mensajes y cosas de esas que quiso hacerlo solo por curioso sin saber qué era lo que diría Regina de eso, de todos modos solo fue por un rato corto y más por jugar un rato a molestarla que de entrometido.

-Ahora si. Mira que yo también quería entrar al agua ¿no me acompañas? Así que nadamos un poco en vez de caminar, me gusta el cambio-

Si, ya era de suponer que la magia jodía la señal y que además aprovechaba para poder bloquear la distracción que era estar con aquel aparatejo tecleando los botones y jugando algunas de las cosas que traían adentro mientras uno estaba en clases.

Lo de cargar si estaba complicado, de hecho ese era un aspecto que Alain no tenía del todo claro. Eso de las baterías y recargas y demás no era algo a lo que realmente estuviera familiarizado, pero al parecer era importante y sin eso no iba a funcionar. Igual, de todos modos tener el celular de Regina le pareció la oportunidad precisa para poder husmear un poco, molestarla mejor dicho.

Escuchó bien claro lo que Regina le decía y por un momento dudó en que quizás y si se había molestado, o que por lo menos estaba en proceso de hacerlo y tal por aquella intromisión virtual en cosas que eran privadas, o quizás que ni importancia tenían porque no llegó a ver demasiado. Todo eso cambió cuando la escuchó reírse y que toda la indignación por las barreras de la privacidad quebrantadas era parte de su acto. Tampoco es que dejaría que ella se lo quitase tan fácil.

Tampoco era que tuviera pensado quedárselo o así y dejó que liberara el agarre del celular un dedo a la vez hasta que finalmente terminó por dárselo.

La “lucha” terminó ya por completo cuando ella parecía haberse sorprendido un poco por la propuesta de nadar, o era que pudiera que ella estuviese pensando sus alternativas de es que si lo hacía o no. Claro, la propuesta se la había dicho así sin pensar si es que ella traía ropa para eso o no, él si había traído la otra muda de ropa que en esos momentos estaba en su mochila. Así que o era que se las ingeniaban de alguna manera o que tendría que hablar con ella mientras el estaba dentro y ella no o podría acompañarla y después entrar él, en fin. Si había varias alternativas.

-No, tampoco así. Aunque no tengo prejuicios con los que prefieren ser un poco exhibicionistas. Traigo ropa extra en la mochila-

De pronto se le ocurrió que quizás podría prestarle algo de ropa luego, si es que a ella no le incomodaba que le quedara grande y todo. Era eso o entrar al natural los dos y a pesar que el chiste le había hecho mucha gracia a Alain, no creía que esa fuera una opción que ella misma tomara en serio. Ya le diría ella si es que le apetecía o no.