I bet we've met.

Normalmente es relajado. Normalmente excepto cuando tiene que competir, cosa que solo se aplica al Quidditch. Le jode mucho perder y eso simplemente puede molestarlo mucho, aunque según él siempre lleva la mentalidad de que va a ganar. Vamos, que tampoco tiene toda la paciencia del mundo y que al final de cuentas puede que determinadas cosas lo hagan enojar a pesar que los episodios no son demasiado frecuentes. Es un tipo algo ambivalente, es que a decir verdad todo depende mucho del ánimo con que se haya levantado ese día, pudiendo ser el hombre mas buena onda, amable y encantador o alguien que ignora y pasa de ti si es que está de malas, pero normalmente es la primera opción, casi la mayoría del tiempo. Pero un poco ludópata, no precisamente por decir que está adicto a los juegos de azar sino que crea juegos de lo que sea, literalmente, agregando de vez en cuando algo de dinero de por medio para hacerlo más interesante. Un poco obsesivo con algunas cosas y orgulloso cuando sabe que ha hecho las cosas bien.

Su visión positiva de la vida es realmente contagiosa y las personas que lo conocen te dirían que Adam siempre puede lograr ver el lado bueno de las cosas a través de las dificultades, una de las principales razones por las que tiene muchos amigos y por la que es tan apreciado por ellos. Cuando Adam esta con sus amigos todo es simplemente diversión y risas. Siempre le cae bien alguna fiesta y no rechaza ninguna cuando puede beber y pasarla bien. Poseedor de un gran sentido del humor, algunas veces irónico y sarcástico y otras siendo típicamente bromista. La tradición del buen humor lo acompañó desde su vida como estudiante en el colegio donde hacía de las suyas sin ser descubierto. No es rencoroso pero si tiene el concepto de lealtad y amistad en un pedestal lo cual lo hace un amigo para toda la vida, si le haces un favor puedes contar con que te lo devolverá sin poner objeción alguna.