Decisions. [Private]

Era bastante curioso el hecho que las cosas se hubieran dado de ese modo, de hecho a mi no me gustaba demasiado andar así de apurado con cosas que hacer y todo y por eso era mejor organizarse un poco antes de tiempo y poder tomar ciertas decisiones antes de meterse en líos académicos totalmente innecesarios por querer abarcar más de lo que realmente quería o que necesitaba por razones misteriosas o de un capricho que al final de cuentas no terminaría teniendo sentido.

También era verdad que todavía había que decidir a qué clases asistir y cuales otras pues dejarlas pasar simplemente por que no me importaban demasiado o porque había que admitir que no había talento para eso. Clases como medimagia que se me hacían terriblemente tediosas eran fáciles de poder descartar en la lista y otras que eran más diversión (o por lo menos eso pensaba), se hacían mas difíciles de descartar del todo, como Quidditch.

Pero ese tipo de cosas se tomaban con calma y fuera de algún tipo de presión o cosas externas que puedan nublar el juicio, lo único que si tenía claro era que tendría que ir a la clase del viejo Loskey por el periodismo y todo, pero nada más. El resto lo iba a decidir en ese momento, o por lo menos ese era el plan cuando llegué a la cafetería. En esos momentos es cuando los de Smertios u Ogmios la tenían mas fácil porque la cafetería quedaba mucho mas cerca que las tierras de Cerridwen, pero en todo caso era mejor ese ambiente que estar dentro del mismo campus y el poco de caminata extra valía la pena.

No esperaba encontrarme con nadie pero si es que llegaba a pasar pues mejor, a ver si alguien colaboraba con la “misión” que me había auto impuesto, eso de armar un horario que esperaba que fuese por lo menos medianamente decente o algo así.

Al llegar noté que no había mucha gente pero no estaba totalmente desierto, cosa que tampoco era extrañísima a esa hora de la tarde, así que me tomé el tiempo de darle una vuelta a ver si es que me encontraba con alguien. Y vaya que si tuve suerte porque en eso vi a Regina sentada en una mesa cercana y aparentemente sola. No dudé nada en ir y acercarme porque si es que estaba esperando a alguien o así pues seguro que diría algo y luego a mi me tocaría irme y maldecir la mala suerte, pero tampoco iba a perder nada al intentar. Esa decisión ya estaba tomada y fue fácil en realidad.

-¡Regina! Qué bueno que te encuentro ¿Cómo estas? ¿Tienes tiempo o estás ocupada?-

Le dije después de haberme sentado al frente de ella, acomodarme un poco y haberla sorprendido con un beso en la mejilla a modo de saludo al sonreír. Esperaba no aturdirla demasiado con la mini retahíla de preguntas pero es que al verme la cara ella seguro notaría que estaba feliz de verla, de haberla encontrado y de toda la circunstancia en conjunto. Y si, el tiempo era un factor clave en el asunto, pues tratándose que ella era con quien me había encontrado el tiempo pasaba más rápido de lo normal por asuntos de esas percepciones caprichosas en donde mientras mejor la pasas, más corto se hace. Ojala tuviera tiempo, pero de pronto el tema del horario iba quedando relegado en importancia por otros así que o lo dejaba para el final o se solucionaba ya para dar paso al resto del tiempo libre… pero quizás me andaba adelantando, que en ese punto no sabía si es que iba a poder quedarse o no.

Daba mucho gusto verla, de verdad que sí. Era casi como si es que no hubiera nadie mas alrededor, que también eran muy pocos y estaban algo lejos así que mejor así con cierto sentido de privacidad presente, que nadie molestara o interrumpiera o algo. Me quedé mirándola un rato, quizás de una manera no tan sutil pero ya, tampoco es que pudiera hacer demasiado para evitarlo. Siempre me había gustado mucho sus ojos y sus labios y no recordaba habérselo mencionado alguna vez anterior, o quizás si pero no sería mala idea refrescar la memoria. En todo caso algo que si procuré ver era que si es que no la molestaba o mi llegada le resultase inoportuna por algún motivo, porque ella siempre había sido educada y no me diría que me fuera o algo así.

Pero no, noté lo contrario y podía ser que fuese más la deducción de lo que yo quería proyectado en eso, pero parecía que estaba casi igual de contenta por el encuentro así que dejé las dudas a un lado y me acomodé mejor en la silla que no pensaba moverme por un buen rato, o bueno, sino nos moveríamos los dos. Lo mejor, ella decía que estaba libre y con eso quería decir que tendría tiempo libre y todo. Genial.

-¿Y esto qué hace aquí?- comenté colocando la mano sobre el libro y dejándolo un poco más lejos, casi como buscando que no cambiara de opinión y regresara a la lectura o lo que sea que había estado haciendo con este. -Me alegro que estés libre, así podemos pasar el rato juntos-

Y eso sí que era verdad, me alegró mucho porque últimamente por alguna u otra razón no la había visto demasiado y tal. Estaba ya por empezar a contarle la situación de los horarios y todo, para dejar el tema aburrido atrás cuando de pronto algo pasó y la limonada de Regina se derramó. ¿Nervios? Pensé que era que se trataba de un poco de mala suerte aunque el mohín que se le dibujó en el rostro me pareció encantador y adorable. Por mi parte apenas pude esquivar el líquido que se derramó y agradecí internamente a los reflejos.

-No, tranquila, todo bien. Creo que tu libro no ha corrido tanta suerte pero a ver si lo salvo-

Moví mi varita conjurando un hechizo que era un encantamiento de una brisa aire mas o menos caliente que servía muy bien para secarse y también para la ropa mojada y todo por lo que debería servir bastante bien para el libro y de paso para las otras cosas y la mesa, y a pesar que le estaba dando a los deberes una nueva oportunidad de tomar relevancia pero tenía un buen presentimiento de todo eso. Le hice el gesto con la mano que me esperara para ir a traer más limonada, esta vez una para cada uno. Le sonreí otra vez, o quizás sería que la sonrisa no se había borrado, y parecía que el problema había quedado solucionado; todo bien y como antes.

-Yo quería decidir a qué clases ir y todo eso. ¿Me ayudas a escoger? ¿A cuales vas tú?-

Y su respuesta sí que me ayudaría a reducir la lista de posibilidades un montón, el hecho que ella estuviera en la clase era motivación y el filtro para poder escoger.

Me reí con lo que ella dijo eso de héroe salvalibros, esperaba que haber salvado las hojas luego no terminara siendo contraproducente o que se diera el giro del mal Karma y que luego ella dijera algo como: “Gracias, ahora si puedo ir a estudiar” o cualquiera de esas infames variantes parecidas para que luego se fuera. Sacudí la cabeza sacando la negatividad de ese pensamiento y me enfoqué en cosas mucho mejores, como esa sonrisa que ella mostraba en esos momentos, por ejemplo. Qué bonita, que guapa estaba. Cada vez me convencía más que esa opinión no era a causa del tiempo que había pasado sin verla o cualquier cosa momentánea, nada de eso. Era mucho más.

Primero me preguntaba qué estudiaba y luego pude ver que guardaba sus cosas y esas eran muy buenas noticias además de una señal que podríamos quedarnos mucho más rato ahí o donde fuera pero juntos, sin la amenaza del libro por ahí y el impulso de responsabilidad que podría amenazar con volver por su presencia, pero ya estaba guardado y sonreí mas cuando el pensamiento de lo que podría ser estar el resto de la tarde / noche con ella apareció en mi mente. Una seguidilla de buenas noticias. Y a ver, era mejor ir solucionando todo aquel asunto del horario y las clases y eso, esperando que ella no lo encontrase terriblemente aburrido o tedioso, por que esa no era la idea. Que se diera cuenta que era más el hecho de planear la manera en que podríamos pasar más tiempo juntos, esa perspectiva me gustaba más.

-Yo estudio Periodismo Mágico, ya sabes que nunca me fue bien en Herbología y cosas de esas. Además que es como catarsis de mi curiosidad, me gusta- le dije mientras después de darle un sorbo a la limonada que había llevado. De paso que también escuchaba las propuestas que ella me daba, que estaban geniales por cierto, quizás más en cuanto el Quidditch que pociones porque eso si me iba a hacer dudar un tanto, por el contenido académico aunque bien podría valer la pena.

-Claro que voy a Quidditch contigo. A lo de pociones también, pero ahí tendrías que darme tutorías extra después de las clases, ayuda con algunas tareas y todo. Mira que me acuerdo que eras buena en Herbología y yo pésimo-

Le sonreí mas acercándome un poco al inclinarme ligeramente sobre la mesa. Esa condición era de lo mejor que se me había ocurrido a pesar que no es que estuviera del todo camuflada, que se veía que me gustaba pasar tiempo con ella. Luego ella comentaba lo de la fiesta. Si, eso había sido una decepción. No le echaba la culpa a ella, tampoco a Bleeker a pesar que él fue quien se la había llevado y todo, que en realidad fue una mala mezcla de circunstancias que terminaron por interrumpirlos, cosas externas y hechas por terceros por la absurda cantidad de gente y porque parecía que ciertos invitados, la gente de la KAU, ponían a Bleeker tenso, porque él solo quería cuidarla, era natural.

-No, tranquila. Fue mala suerte creo yo, el quería cuidarte, es normal. Más bien no te voy a decir que me sentó bien, fue más bien al revés. Si intenté convencerlo para que te quedaras pero ya estaba decidido. ¿No llegaste a escuchar?. Yo también me fui poco después-

Ojala y si hubiera escuchado cuando le dije a Bleeker que no se la llevara, que después de un rato me fui también de la fiesta porque de pronto ya no era lo mismo sin ella. Y si, había mucha diferencia cuando ella estaba y cuando no. Prefería un millón de veces la primera opción.

De pronto pensé en que no iba a estar nada mal el hecho de tener que ir a la clase de pociones por el resto del tiempo de toda la universidad si es que me iba a hacer pagar de ese modo, porque bueno, quizás podía llegar a ser algo pesado pero al momento de tener que compararlo a lo que significaba pasar un rato mas con ella pues eso cubría cualquier molestia posible por más pesado o terrible que se pudiera poner el curso de Immendorf. Tutorías, quien iba a pensar que en aquel momento hasta casi ya estaba deseando ir a la clase, fingir dificultades para algún trabajo o comprometerla a hacer parejas cada vez que se pudiera y cosas así. Y ahora pintaba hasta muy bien.

Cuando dijo lo del pago de los besitos en la mejilla le sonreí después de reír un poco, inclinándome un poco más a la vez que me paraba para poder llegar hasta ella y besarla. Claro, el primer beso fue normal, en la mejilla y todo como ella lo había indicado pero en el segundo no pude contenerme demasiado y tomé su rostro con suavidad con una mano deslizándola levemente sobre su piel para luego dejar el beso en la comisura de sus labios, apenas rozando estos. Y a pesar de eso el gesto, si bien si era más que lo cotidiano del beso en la mejilla, no llegaba a la amplitud de lo que si me hubiera gustado hacer de lleno. Pero me dije a mi mismo que tranquilo y ojala ella captara la intención.

Me alejé, un poco, solo un poco y todavía esta medio inclinado sobre la mesa, mirando sus labios y sus ojos otra vez. Cada vez me gustaban más. Y lo que ella decía me gustaba, una fiesta en su casa era como la oportunidad que se había escapado en la fiesta anterior y a pesar que seguro que Dan y quizás Bleeker también estarían por allí pues también se podría arreglar algún tiempo a solas ¿no? Claro, si es que ella quería.

-¡Claro! Claro que voy. Y es en tu casa por lo que así ya me aseguro que no te vas a ir, yo tampoco me iré temprano así que nos aseguramos pasarla bien-

La idea de algo de privacidad era buena, pero eso era cosa de verlo e improvisar, esquivar al hermano celoso si es que era necesario, que más fácil era que fuera Bleeker que el propio Dan. El caso es que fuera como fuera igual lo iba a intentar. La sonrisa no se borraba, de hecho también estaba claro que el entusiasmo se debía ver hasta en mi cara y de pronto la voz de Regina me trajo otra vez al tema aparentemente central aunque ya distaba de eso, igual, había que solucionarlo.

-Puede ser, pero no descartes Pociones eh, que de hecho sí me gustaría ir con las tutorías incluidas y si es que dejan algún trabajo de campo en parejas pues vamos los dos. Si es así, yo acepto ¿Qué dices?-

Tenía la impresión que si ella comenzaba a proponer más cursos, incluidos los temidos de Medimagia o Herbología iba terminar aceptando sin poderlo evitar. Un estrechón de manos era la forma común de sellar un trato, pero la manera del beso con ella me gustaba más.

Lo de la invitación a quedarse a dormir fue inesperada pero caía muy bien, y vamos, que eso ya aseguraba por cualquier modo que no me iría temprano ni nada parecido. Tampoco es que necesitara más motivos para hacerlo, es decir, ahí lo principal iba a ser pasarla bien con Regina… y con Dan también que sinceramente no había pensado mucho (o nada en realidad) en mi amigo hasta que Regina lo mencionó. Ese tema no lo había hablado mucho con él, que si había llegado a mencionárselo alguna vez, eso de lo guapa que me parecía Regina y todo, pero lo mas seguro era que él no le había mencionado nada a ella antes y pues yo prefería pensar que había cierta aprobación implícita, aunque en realidad de una manera u otra la opinión que sí importaba de verdad era la de ella. Lo otro se arreglaba.

-Me gusta la idea, así mejor lo alargamos todo el fin de semana y aprovechamos las circunstancias todo lo que se pueda ¿no?-

Eso sonaba todavía mejor y ahí tendría que haber cierta complicidad, que ni Bleeker ni Dan se metieran mucho ni tampoco que estuvieran al pendiente todo el tiempo de lo que pasaba o no pasaba. Miré otra vez sus labios y casi me arrepentí de no haberla besado, besado bien. Pero ya, tampoco es que ella estaba a punto de irse y solo había que crear una nueva oportunidad, dejar a un lado las sutilezas para ver como iba, las reacciones y demás. Me reí con lo que ella empezó a decir, eso que empezó a enumerar un montón de cosas raras que dado el contexto solo daba a suponer que eran algunas de las cosas que quizás iba a aprender en clases, aprender solamente con su ayuda, claro, que sin ella pues no había manera.

-Si, ya es un trato. Con tu ayuda seguro que si me va bien. A mi me gusta tu nombre así que mejor nos aseguramos buenas notas por lo que ojala que no te moleste que sea un poco absorbente, que te busque a cada rato o así-

Mejor era prevenirla con el relativismo que permitía la pregunta aunque el contenido expresara todo en realidad, y de manera bastante cercana a la realidad del futuro cercano. Algo bueno era que esa parte de la conversación sobre cursos, horarios y vida universitaria ya estaba lista para dejarla atrás, que en realidad había sido más fácil de lo que me imaginé antes de encontrarme con Regina que seguro no se daba cuenta del poder de convencimiento que podía llegar a tener. Ahora volver al tema de la fiesta o algo que se le pareciera era lo que me parecía mejor. O mejor aún…

-¿Te gustaría salir conmigo?- pregunté sin más con la sonrisa todavía dibujada en el rostro y quizás hasta un poco más amplia que hasta hace un rato. Y vamos, que podría ser que todavía tuviera alguna duda o que la costumbre hiciera que malinterpretara un poco las cosas así que terminar de aclarar a lo que me refería me pareció lo más adecuado. –No, no me refiero a salir junto con Dan, es decir, solo nosotros dos…- El día, hora, fecha y demás detalles se podían cuadrar, si es que ella quería o no era lo que me importaba más en ese momento.

La miraba fijamente como tratando de adivinar qué era lo que estaba pasando por su cabecita. Era como si estuviera esperando que el don de la Legeremancia naciera espontáneamente y a ver si así era que curiosidad que sentía en ese momento se iba calmando por lo menos un poco. Al principio era como que ella todavía lo dudaba un poco o eso era lo que yo podía captar. Es que eso era nada más por la culpa de la costumbre y del pasado pero de cualquier modo no era nada que un poco más de aclaración pudiera solucionar, de hecho estaba a punto de decirle algo de eso cuando escuché que decía que si.

Quizás fue un poco dubitativo y todo pero era un si y eso era lo que importaba. Además pocos momentos después con lo que ella dijo se podía entender porqué era que dudaba y era normal pues, ya sabía que en primer lugar había que hacer la distinción con todas las otras salidas de amigos que habíamos tenido desde el colegio, en los veranos y todo para darle a entender que de verdad se trataba de una cita, y si, mejor era ya hacerlo al punto que no le quedaran mas dudas a pesar que mostraba un gesto encantador cuando se veía algo confundida además de su sonrisa y eso me gustó también.

-No, tranquila, no te disculpes… pero si, yo decía de una cita, solo nosotros dos, el día que puedas en la noche…-

Le devolví la sonrisa mientras me acercaba más a ella. Por alguna razón sentía que todavía no estaba siendo todo lo claro que quería ser. Me paré por un momento colocando la silla ahora pegada a la de ella y ya no directamente al frente, así fue que me senté a su lado para después terminar de inclinarme lo suficiente para poder tomar su rostro suavemente y acercarme un trecho más hasta poder estar a la altura de su oído para poder hablarle y terminar de darle contexto y decirle todo lo que quería decirle.

-Me gustas mucho ¿sabes?-

Le dije sonriendo, quizás ella me podría ver o quizás por cosas de ángulo y todo quizás no, pero era así. Así no me separé nada manteniendo la cortísima distancia que había entre los dos e hice que ella girara el rostro porque ya en esas circunstancias lo único en lo que podía pensar era en sus labios, en besarla. Terminé de eliminar cualquier rastro de separación buscando sus labios y encontrándolos pocos momentos después. Empecé a besarla disfrutando de sus labios, al principio lento y suave y luego recorriéndolos por completo. Solo fue el aire lo que provocó la separación en la que me quedé mirándola, sonriendo todavía. A ver si es que me esperaba una bofetada o algo mucho mejor, como una confirmación.

Bien podíamos ir a cenar, a pasear, a comer algo, a bailar o simplemente a explorar el mundo muggle e igual todo quedaría muy bien, cualquier cosa mientras sea con ella iba a ser excelente, de eso sí que no me cabía duda alguna. Lo que si no supe calcular bien fue cuanto me iba a gustar besarla, que si, había descubierto con mucha facilidad cuanto me había gustado sentir de esa manera sus labios y que, para que mentir, quería mucho más de ellos. Me había gustado todo acerca de ese beso, acariciar así su piel y la manera en que los labios de ella parecían amoldarse a los míos casi como ese fuese su propósito.

La noté nerviosa en la separación pero ahora sonreía, era de ese nerviosismo bueno y que siempre gusta. La acaricié un poco más retirando alguno de sus cabellos y sonriendo mucho también. Eso que sabía a limón era culpa total de la limonada pero ojala y le hubiera gustado. La tomé de la mano sintiéndome más que feliz por lo que había empezado con un encuentro casual y que ya estaba quedando así, de una manera que no me hubiera imaginado al principio de ese día, la sorpresa había sido muy buena.

-Te lo repito todo lo que quieras y quiero decírtelo más. Me gustas mucho-

Y me acerqué de nuevo para besarla otra vez, que la anterior se había quedado corta. Me tomé un poco más de tiempo y era que con cada momento me daba cuenta que la separación de esa boquita iba a costar cada vez mas, al mismo tiempo no quería parar a pesar de entender cuales serían las consecuencias.

Imprimí un poco mas de intensidad al beso tratando de recorrer todos sus labios sin olvidarme de alguna parte de los mismos hasta que otra vez la falta de aire hizo que me separara un poco, no demasiado tampoco. Lo primero que ella vería tras la levísima separación sería nuevamente una sonrisa. Y todavía quedaban algunos detalles que acordar.

-¿Entonces cuando tendrás tiempo? Dime tú y ya me acomodo. ¿Antes del sábado o como?-

Y esa última fue nuevamente entre besos porque no se podía resistir mucho tenerla así de cerca y no besarla. Que también era para ver si sería antes de la fiesta o quizás se me podía tildar de un poco apurado, pero era que quería salir con ella.

Si tenía tiempo en ese mismo día pues ¿por qué no?, además que mientras más veces hubiera la oportunidad de verla, era mejor, no había discusión en ese punto. Si era después del sábado pues me tocaría esperar que igual ya estaba casi todo ese fin de semana planeado con ella, con eso de quedarme a dormir y todo. Me acerqué mas a ella y la tomé de la mano un gesto sencillo pero que me gustó mucho y esperaba repetir más y con toda la naturalidad del mundo.

Sabía que tenía que separarme un poco, dejarle respirar y también hacer el espacio de tiempo necesario para que me respondiese pero simplemente no tenía ganas de hacerlo, no me apetecía separarme nada de ella, ni siquiera un centímetro si es que eso significaba dejar de sentir sus labios en ese periodo de tiempo.

Poco a poco lo hice y a regañadientes aunque eso no se viera reflejado en mi rostro, por que ella podría ver como sonreía porque me gustaba muchísimo besarla, de todas formas quería escuchar su respuesta y así que los besos se hicieron mas cortos y aunque me separé muy poco tampoco podía dejar de verla, la miraba a los ojos intercalando la mirada con rostro y con sus labios.

Yo tampoco quería esperar hasta el sábado, que para ese punto había pasado ya un rato sin besarla y solo pensar en que tendría que esperar varios días hasta que finalmente llegara el sábado estaba del todo fuera de discusión. Lo otro que ella decía sonaba mucho mejor, que igual significaba que tendría que esperar algo más de tiempo pero sin duda unas cuantas horas era mil veces menos tiempo que días enteros. Me acerqué otra vez después de esa primera frase para volver a besarla, retomar el hábito que en cuestión de pocos momentos ya era mi favorito.

-A las seis suena bien, pero si te escapas antes, sería mejor-

Se lo volví a decir al oído, riéndome ligeramente porque sin pensarlo mucho había sonado como si fuera una mala influencia y que ya la quería persuadir a que no vaya a la última clase del día o que se olvidara de los pendientes que quizás tenía. Pero bueno, si es que ella terminaba aceptando tampoco es que diría que no lo hiciera, cada rato que pudiéramos pasar juntos contaba mucho más ahora que las cosas eran conocidas y estaban claras. No podía dejar de sonreír, todo lo anterior se lo había dicho al oído y al estar así de cerca tampoco pude evitar solo bajar un poco más y darle un beso en el cuello antes de responder.

-Si, si sé hacerlos. Así que dime tu ¿Dónde prefieres que vayamos? Donde tu quieras, guapa. Igual, en Hogsmeade hay varias cosas para elegir ¿no?-

Porque sí, la actividad en sí misma de hecho no importaba casi nada si es que estaría con ella e hiciéramos lo que sea con tal de tener esa boquita cerca para besarla. Y también que salir siempre era buena idea, llevarla a cenar como me había dicho y hacer que pasáramos un buen rato.