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Bloodline
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Bloodline
Habían pasado tantas cosas desde que le prometió a su hermano ir a visitarlo que no estaba del todo seguro de cómo lo acogería. ¿Habría tenido que volver a casa? Quizás incluso podría haberlo hecho para no estar tan liado, pero claro, se le dificultó un poquito la vida en esos últimos días, y no por placer, no, estaba hasta los cojones de todo eso que había pasado.
Para empezar todo lo de su padre, el problemilla de infección de la herida que sacó de su casa, después la estúpida pelea con aquel tipo… por decirlo a las claras, ni recordaba su nombre pero sí que recordaba muy bien aquel puñetazo que le dejó la nariz bien jodida. Desde entonces no estaba a solas con Rang. En ningún momento, se había dedicado a esquivarla, no estaba seguro de cómo reaccionar. Pero ese no era el tema.
Ahora estaba preocupado por su hermano. Todo lo de la captura del hombre lobo había ido bien, y sabia que Ayyûb conocía esos planes, y sabía, más que bien, que no habría sido capaz de quedarse quieto sin hacer nada, menos aún ese día.
Sabía de sobra que el chico habría estado en primera línea, o segunda más bien, controlando al licántropo. Lo sabía y es por eso que lo buscaba en ese momento, esperaba –y más le valía al menor de los Yesenes- que hubiera vuelto a Berlín después del altercado. Sobre todo porque ahí es donde estaba Adnan.
Había revisado el piso como diez veces. Estaba nervioso. Sabía que en ese momento Finnerty convertido en lobo estaría creando un caos en la universidad. Muy dentro de él existía la angustia por si a su chica se le hubiera ocurrido ir a ver quién o qué aullaba de ese modo, suponía que no era tan tonta como para hacer eso, y bueno, tampoco le importaba a él, al fin y al cabo aún estaba un poco molesto con ella.
Se sentó en el sofá, se había fumado un porro y no voy a decir que más había consumido mientras esperaba a que su hermano apareciera, era idiota, la idea de ir tras un licántropo se le antojaba suicida, pero claro, era Yub…
Se había casi quedado dormido ahí mismo cuando al fin oyó el típico sonido de alguien apareciéndose dentro del apartamento.
-Ayyûb – dijo en un tono muy serio, llamándolo por su nombre completo, levantándose de golpe y notándose mareado de pronto, todo lo que había consumido estaba ahí aún. Eso le hizo comenzar a reír un poco, la verdad, se le hacía muy divertido marearse por ponerse en pie.
Para empezar todo lo de su padre, el problemilla de infección de la herida que sacó de su casa, después la estúpida pelea con aquel tipo… por decirlo a las claras, ni recordaba su nombre pero sí que recordaba muy bien aquel puñetazo que le dejó la nariz bien jodida. Desde entonces no estaba a solas con Rang. En ningún momento, se había dedicado a esquivarla, no estaba seguro de cómo reaccionar. Pero ese no era el tema.
Ahora estaba preocupado por su hermano. Todo lo de la captura del hombre lobo había ido bien, y sabia que Ayyûb conocía esos planes, y sabía, más que bien, que no habría sido capaz de quedarse quieto sin hacer nada, menos aún ese día.
Sabía de sobra que el chico habría estado en primera línea, o segunda más bien, controlando al licántropo. Lo sabía y es por eso que lo buscaba en ese momento, esperaba –y más le valía al menor de los Yesenes- que hubiera vuelto a Berlín después del altercado. Sobre todo porque ahí es donde estaba Adnan.
Había revisado el piso como diez veces. Estaba nervioso. Sabía que en ese momento Finnerty convertido en lobo estaría creando un caos en la universidad. Muy dentro de él existía la angustia por si a su chica se le hubiera ocurrido ir a ver quién o qué aullaba de ese modo, suponía que no era tan tonta como para hacer eso, y bueno, tampoco le importaba a él, al fin y al cabo aún estaba un poco molesto con ella.
Se sentó en el sofá, se había fumado un porro y no voy a decir que más había consumido mientras esperaba a que su hermano apareciera, era idiota, la idea de ir tras un licántropo se le antojaba suicida, pero claro, era Yub…
Se había casi quedado dormido ahí mismo cuando al fin oyó el típico sonido de alguien apareciéndose dentro del apartamento.
-Ayyûb – dijo en un tono muy serio, llamándolo por su nombre completo, levantándose de golpe y notándose mareado de pronto, todo lo que había consumido estaba ahí aún. Eso le hizo comenzar a reír un poco, la verdad, se le hacía muy divertido marearse por ponerse en pie.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
No había ido directamente desde el otro lugar al piso de Berlín, sino que primero se había aparecido en Hogsmeade, y allí aprovechó para descansar un poco, fumándose alguna que otra cosa y calmándose y tal después de lo del tema del licantropo.
Según se apareció escuchó las palabras de su hermano, o mas bien, la voz de su hermano hablándole, llamándole. El menor arrugó la nariz y frunció el ceño, mirando a Adnan con cara de enfado. No le costó adivinar, tras esa estúpida risa, que estaba colocado. Era un imbécil, desde luego...
- ¿Qué? - Le respondió y se giró para quedar de frente a él, acortando distancias y quedándose mirándole desde arriba un momento antes de dejarse caer en el sofá junto a su hermano pero a una distancia prudente. - No sé por que me hablas con ese puto tono, has estado desaparecido durante días, joder... - Chasqueó la lengua y bufo, mirando de nuevo a su hermano, con gesto molesto. Le había estado buscando en los ratos que no le tocaba trabajar, yendo como buen idiota de un lado para otro, para finalmente no conseguir absolutamente nada; el imbécil de Adnan no le había dicho el nombre de la universidad en la que estaba, y si lo había hecho... no se acordaba; la cosa era que la culpa era de su hermano mayor por haberle dicho que iría y no hacerlo.
Se quedó un momento en silencio y le miró de reojo, frunciendo el ceño. - Capullo... - Le había preocupado, pero no se lo diría. Adnan nunca le había faltado a la palabra, y esa vez si. - ¿Dónde cojones te metiste?
Según se apareció escuchó las palabras de su hermano, o mas bien, la voz de su hermano hablándole, llamándole. El menor arrugó la nariz y frunció el ceño, mirando a Adnan con cara de enfado. No le costó adivinar, tras esa estúpida risa, que estaba colocado. Era un imbécil, desde luego...
- ¿Qué? - Le respondió y se giró para quedar de frente a él, acortando distancias y quedándose mirándole desde arriba un momento antes de dejarse caer en el sofá junto a su hermano pero a una distancia prudente. - No sé por que me hablas con ese puto tono, has estado desaparecido durante días, joder... - Chasqueó la lengua y bufo, mirando de nuevo a su hermano, con gesto molesto. Le había estado buscando en los ratos que no le tocaba trabajar, yendo como buen idiota de un lado para otro, para finalmente no conseguir absolutamente nada; el imbécil de Adnan no le había dicho el nombre de la universidad en la que estaba, y si lo había hecho... no se acordaba; la cosa era que la culpa era de su hermano mayor por haberle dicho que iría y no hacerlo.
Se quedó un momento en silencio y le miró de reojo, frunciendo el ceño. - Capullo... - Le había preocupado, pero no se lo diría. Adnan nunca le había faltado a la palabra, y esa vez si. - ¿Dónde cojones te metiste?
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
No estaba en su mejor momento, era cierto, pero su estado anímico era peor de lo usual después de que todo aquello. Y es que podía asimilar que un tipo, igual de grande que él y mayor (que eso si lo recordaba de Durmstrang), le rompiera la nariz, pero que una gilipollas del colegio le hiciera volar por los aires pocos días después… eso le había tocado la moral. Desde entonces se había colocado más veces de lo usual, incluso para él, y eso significaba que estaba de un humor más que excelente – la mayor parte del tiempo, después se le cruzaban los cables y ahí estaba, se había peleado ya dos veces con cada persona que se había cruzado-.
-¡No hablo con ningún tono! – reclamó volviendo a tirarse en el sofá – ¿No quedará por la cocina algo de?… de… creo que tenía vino por aquí, o un poco de coñac incluso, no recuerdo – lo que empezó con una interrogación terminó con una reflexión rara, ni tan siquiera había echado mucha cuenta a su hermano, por más preocupado que estuviera por él hace un rato. Había tardado tanto en llegar…
Negó con la cabeza, intentado alejar de su mente aquello.
-¿Cómo estás? ¿Cómo fue? - dijo mientras daba un par de palmaditas en el sofá, a su lado, dando a entender que quería que se sentara ahí con él – ya después me ofrecerás las bebidas reglamentarias, ahora ven a tranquilizar a tu hermano mayor… llevo todo el día pensando que te has debido meter en mi facultad como buen loco a perseguir a un hombre lobo y de verdad que me tienes los nervios crispados.
Seguramente Ayyûb ni sabía que aquello era la universidad donde estaba él, pero Adnan daba por hecho que si sabía, de sobra. Y en ese momento daba por hecho también que el chico estaba en perfectas condiciones… Nadie le tocaba un pelo a su hermanito si no quería terminar mal, o bueno… como fuera.
-¡No hablo con ningún tono! – reclamó volviendo a tirarse en el sofá – ¿No quedará por la cocina algo de?… de… creo que tenía vino por aquí, o un poco de coñac incluso, no recuerdo – lo que empezó con una interrogación terminó con una reflexión rara, ni tan siquiera había echado mucha cuenta a su hermano, por más preocupado que estuviera por él hace un rato. Había tardado tanto en llegar…
Negó con la cabeza, intentado alejar de su mente aquello.
-¿Cómo estás? ¿Cómo fue? - dijo mientras daba un par de palmaditas en el sofá, a su lado, dando a entender que quería que se sentara ahí con él – ya después me ofrecerás las bebidas reglamentarias, ahora ven a tranquilizar a tu hermano mayor… llevo todo el día pensando que te has debido meter en mi facultad como buen loco a perseguir a un hombre lobo y de verdad que me tienes los nervios crispados.
Seguramente Ayyûb ni sabía que aquello era la universidad donde estaba él, pero Adnan daba por hecho que si sabía, de sobra. Y en ese momento daba por hecho también que el chico estaba en perfectas condiciones… Nadie le tocaba un pelo a su hermanito si no quería terminar mal, o bueno… como fuera.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Escuchó toda aquella sarta de palabrería que su hermano empezó a decir, preguntando, afirmando, dudando... Estaba colocado, demasiado, se le notaba; después de años conociéndose... - No deberías de beber nada, sino no dudes que yo también me pondré a beber como un gilipollas a tu lado. - Bufó y se sentó junto a él tal y como le había indicado.
Le miró entrecerrando los ojos. ¿Su facultad...? Puso una mueca y se giró para quedarse mirándole de mejor manera que antes, gruñendo. - ¿Esa era tu puta universidad? ¡¿Por qué no me lo dijiste?! Me he pasado los putos días buscándote, hasta fui a buscarte a donde padre. - Le dijo enfadado, ahora más aún. Se había ganado un "pequeño" castigo de su padre antes de conseguir escapar de allí, pero no le diría nada de ello. Que le estuviese diciendo, en ese estado, que estaba preocupado por él y con los nervios crispados, era realmente una jodida mentira; si hubiese estado preocupado no se habría puesto de mierda hasta las cejas. - Eres un imbécil Adnan. - Se giró para quedarse dándole la espalda, como un niño enfadado, cruzado de brazos.
- Te da igual como esté y toda la mierda. Está claro, estás de mierda hasta las putas cejas. - Le dio un golpe y se puso enseguida de pie para evitar tener aquél golpe de vuelta. - Ni yo me he metido nada raro a parte de lo que me diste para estar buscándote, joder.
Le dio un golpe a la pared y suspiró. - Parezco yo el mayor, joder.
Le miró entrecerrando los ojos. ¿Su facultad...? Puso una mueca y se giró para quedarse mirándole de mejor manera que antes, gruñendo. - ¿Esa era tu puta universidad? ¡¿Por qué no me lo dijiste?! Me he pasado los putos días buscándote, hasta fui a buscarte a donde padre. - Le dijo enfadado, ahora más aún. Se había ganado un "pequeño" castigo de su padre antes de conseguir escapar de allí, pero no le diría nada de ello. Que le estuviese diciendo, en ese estado, que estaba preocupado por él y con los nervios crispados, era realmente una jodida mentira; si hubiese estado preocupado no se habría puesto de mierda hasta las cejas. - Eres un imbécil Adnan. - Se giró para quedarse dándole la espalda, como un niño enfadado, cruzado de brazos.
- Te da igual como esté y toda la mierda. Está claro, estás de mierda hasta las putas cejas. - Le dio un golpe y se puso enseguida de pie para evitar tener aquél golpe de vuelta. - Ni yo me he metido nada raro a parte de lo que me diste para estar buscándote, joder.
Le dio un golpe a la pared y suspiró. - Parezco yo el mayor, joder.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Bufó cuando le dijo que no debía beber. Él bebería lo que quisiera, y si para terminar de acallar su mente consciente tenía que colocarse también con alcohol para no ponerse a ingerir otras cosas frente a su hermano, lo haría, y si él bebía a su lado, pues nada, que lo hiciera ¿Qué importaba? Ya era mayorcito. Había escogido por su propia cuenta ir a arriesgar el culo en una misión estúpida –porque lo era-.
Cuando se acercó a él, pensaba pasarle el brazo por los hombros, ser un poco cercano, Ayyûb solía verse feliz cuando le regalaba algún gesto como aquel, pero él parecía reacio a todo en ese momento, parecía enfadado, y Adnan, en ese estado mental, era incapaz de procesar un solo motivo por el cual su hermano se hubiera podido enfadar con él, aunque había unos pocos.
-¿Y para que me buscabas? – suspiró al verlo girarse, al recibir sus palabras – no sé qué coño pasa, podrías decirlo más claro. Es obvio que si no vine antes fue porque no pude, no es que no sepas vivir por tu puta cuenta, joder.
Se llevo una mano a la sien, se le hacía difícil pensar con claridad, pero las palabras insultantes de su hermano le hicieron volver a mirarlo, seguía de espalda y no hizo nada tras aquello, ese “imbécil” se lo había ganado de sobra.
Lo que si le jodió fue el golpe que recibió después. No le dolió, solo notó un poco, tenía medio cuerpo anestesiado y la cabeza se le iba de vez en cuando, si, iba puesto hasta las cejas, a ver que le iba a hacer. Pero no quería ser golpeado también por su hermano menor, ya era lo único que le faltaba para sentirse la mayor mierda sobre la tierra.
Aún en silencio, sin responder a nada se puso en pie y se largó a la cocina, oyendo el golpe contra la pared, él se había ido al oír que le había estado buscando, pues coño, tan fácil como mandar una puta lechuza, un patronus, mil formas, que no era un puto crío, mierda…
Cogió la botella que había mandado a su hermano a buscar antes, bueno, la cogió cuando la encontró, un buen rato después, y vio a el menor apoyado en la puerta, mirándole, aún con el gesto de enfado en el rostro, entonces se acercó a él y le cogió la muñeca de la mano que parecía ser la que había golpeado la pared.
-Lo que eres es un puto bruto, yo soy tu hermano mayor y si te mando beber es porque te va a venir bien. Y si no he venido antes es porque se me hizo imposible. Y me vas a decir porque coño me has golpeado, porque como vuelvas a hacerlo te daré tal puñetazo que recordarás que ambos venimos del mismo padre y tenemos su misma mala hostia.
Lo dijo todo de seguido, mirándole a los ojos, pero no tardó en desviar la mirada a la enrojecida mano de su hermano, negando con la cabeza y ofreciéndole la botella.
-No hay mal que no se cure con alcohol, ahora vuelvo al sofá, necesito estar sentado.
Para él era como si nada ocurriera realmente, su memoria a corto plazo en ese momento estaba, más muerta que viva.
Cuando se acercó a él, pensaba pasarle el brazo por los hombros, ser un poco cercano, Ayyûb solía verse feliz cuando le regalaba algún gesto como aquel, pero él parecía reacio a todo en ese momento, parecía enfadado, y Adnan, en ese estado mental, era incapaz de procesar un solo motivo por el cual su hermano se hubiera podido enfadar con él, aunque había unos pocos.
-¿Y para que me buscabas? – suspiró al verlo girarse, al recibir sus palabras – no sé qué coño pasa, podrías decirlo más claro. Es obvio que si no vine antes fue porque no pude, no es que no sepas vivir por tu puta cuenta, joder.
Se llevo una mano a la sien, se le hacía difícil pensar con claridad, pero las palabras insultantes de su hermano le hicieron volver a mirarlo, seguía de espalda y no hizo nada tras aquello, ese “imbécil” se lo había ganado de sobra.
Lo que si le jodió fue el golpe que recibió después. No le dolió, solo notó un poco, tenía medio cuerpo anestesiado y la cabeza se le iba de vez en cuando, si, iba puesto hasta las cejas, a ver que le iba a hacer. Pero no quería ser golpeado también por su hermano menor, ya era lo único que le faltaba para sentirse la mayor mierda sobre la tierra.
Aún en silencio, sin responder a nada se puso en pie y se largó a la cocina, oyendo el golpe contra la pared, él se había ido al oír que le había estado buscando, pues coño, tan fácil como mandar una puta lechuza, un patronus, mil formas, que no era un puto crío, mierda…
Cogió la botella que había mandado a su hermano a buscar antes, bueno, la cogió cuando la encontró, un buen rato después, y vio a el menor apoyado en la puerta, mirándole, aún con el gesto de enfado en el rostro, entonces se acercó a él y le cogió la muñeca de la mano que parecía ser la que había golpeado la pared.
-Lo que eres es un puto bruto, yo soy tu hermano mayor y si te mando beber es porque te va a venir bien. Y si no he venido antes es porque se me hizo imposible. Y me vas a decir porque coño me has golpeado, porque como vuelvas a hacerlo te daré tal puñetazo que recordarás que ambos venimos del mismo padre y tenemos su misma mala hostia.
Lo dijo todo de seguido, mirándole a los ojos, pero no tardó en desviar la mirada a la enrojecida mano de su hermano, negando con la cabeza y ofreciéndole la botella.
-No hay mal que no se cure con alcohol, ahora vuelvo al sofá, necesito estar sentado.
Para él era como si nada ocurriera realmente, su memoria a corto plazo en ese momento estaba, más muerta que viva.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Antes de poder responder a su hermano, ya se había largado, y habían quedado el uno apartado del otro. Él mismo se había separado en un principio, pero no se le habría pasado por la cabeza que Kadar se fuese a poner en pie, meno viendo que antes solo con ponerse en pie cayó sobre el sofá por un mareo.
Fue tranquilamente hacia él, siguiendo sus pasos muy de cerca, y terminó por plantarse en el marco de la puerta, apoyándose en él, y se quedó mirando fijamente, aún con el ceño fruncido, a su hermano mayor. Escuchó sus palabras en silencio, e incluso bajó un poco la cabeza, desviando la mirada, viendo y escuchando como se acercaba a él; aquello hizo que frunciese algo mas el ceño y bufase.
Sintió el amarre del mayor por la muñeca; probablemente se quedaría ahora mirando lo que se había hecho en la mano al golpear la pared.
- Si tan imposible se te hizo podrías haberme mandado una maldita lechuza o cualquier mierda, joder... o haber venido, dejado una nota y largarte, o venir, decirme que no podías quedarte, y largarte. - Dijo sin hacer el mínimo esfuerzo de soltarse, al menos, por el momento. - Y te he pegado por que eres un jodido imbécil. Dices estar preocupado por mi, pero yo también me he preocupado por ti al ver que no venías y no haberte encontrado. Que eres mi hermano, joder... - Esta vez si, hizo un gesto en el que zafó su mano de la de su hermano, tras ver como le había mirado la mano, y se separó un poco de él, tras coger la misma botella que le estaba ofreciendo, para caminar en dirección al salón.
Le escuchó decir como necesitaba sentarse y él simplemente fue detrás, terminando por sentarse a su lado, dejando caer el peso de su cuerpo de golpe en el asiento, cerrando los ojos, acariciándose con la mano contraria, la que tenía ahora los nudillos enrojecidos. Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, suspirando, con el ceño aún en tensión, fruncido.
- ¿A caso emborracharnos va a servir de algo? - Gruñó, abriendo la botella y olisqueándola en un principio, mirando de reojo a su hermano, como esperando su permiso antes de hacer nada mas.
Fue tranquilamente hacia él, siguiendo sus pasos muy de cerca, y terminó por plantarse en el marco de la puerta, apoyándose en él, y se quedó mirando fijamente, aún con el ceño fruncido, a su hermano mayor. Escuchó sus palabras en silencio, e incluso bajó un poco la cabeza, desviando la mirada, viendo y escuchando como se acercaba a él; aquello hizo que frunciese algo mas el ceño y bufase.
Sintió el amarre del mayor por la muñeca; probablemente se quedaría ahora mirando lo que se había hecho en la mano al golpear la pared.
- Si tan imposible se te hizo podrías haberme mandado una maldita lechuza o cualquier mierda, joder... o haber venido, dejado una nota y largarte, o venir, decirme que no podías quedarte, y largarte. - Dijo sin hacer el mínimo esfuerzo de soltarse, al menos, por el momento. - Y te he pegado por que eres un jodido imbécil. Dices estar preocupado por mi, pero yo también me he preocupado por ti al ver que no venías y no haberte encontrado. Que eres mi hermano, joder... - Esta vez si, hizo un gesto en el que zafó su mano de la de su hermano, tras ver como le había mirado la mano, y se separó un poco de él, tras coger la misma botella que le estaba ofreciendo, para caminar en dirección al salón.
Le escuchó decir como necesitaba sentarse y él simplemente fue detrás, terminando por sentarse a su lado, dejando caer el peso de su cuerpo de golpe en el asiento, cerrando los ojos, acariciándose con la mano contraria, la que tenía ahora los nudillos enrojecidos. Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, suspirando, con el ceño aún en tensión, fruncido.
- ¿A caso emborracharnos va a servir de algo? - Gruñó, abriendo la botella y olisqueándola en un principio, mirando de reojo a su hermano, como esperando su permiso antes de hacer nada mas.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Todo lo que su hermano le había dicho, lo había oído y ahora intentaba mentalizarse sobre eso. Estaba enfadado con él. Atrasarse más de una semana en el cumplimiento de una promesa estaba bastante feo, pero no iba a decir que fuera la primera vez que lo hacía, si era la primera vez a su hermano, pero no en general.
Su pensamiento más lógico en ese momento era el de darle una colleja para que dejara de pensar así, se medio incorporó y apoyó su frente en el hombro fraterno, antes de darle el ligero golpe que había pensado, flojo. Muy flojo.
-Sabes… - dijo ignorando todo lo dicho por él anteriormente. La posibilidad de una nota, el poder aparecerse de pronto. Su hermano no sabía que había pasado tres días en cama, un cuarto día durmiendo en la enfermería porque se querían asegurar de que la hemorragia nasal había cesado bien, un quinto día intentando capturar a un puto hombre lobo y siendo golpeado por una zorra negra mal follada y bueno, no había más que ver donde había ido a parar en ese sexto día, coño, que no era tanto tiempo… pero eso, fingió no oír nada, simplemente siguió hablando. Levantando ahora la cabeza de su hombro y mirando la botella desde su posición, sin mirar al menor – … el otro día me rompieron la nariz, por suerte me acordé de lo que había que hacer para que parase el sangrado – lo dijo pues Ayyûb una vez terminó con la nariz rota en una de las tantas peleas que tuvo con su hermano, y Adnan, a pesar de haberlo causado, le ayudó a que parase aquello aprendiendo de paso a hacerlo rápido y bien – creo que emborracharnos va a servir de mucho, necesito un buen trago de alcohol por la nariz rota, otro buen trago por la puta negra, y dos o tres o más por nuestro padre.
Le arrebató la botella y dio el primero, después se la devolvió.
-Siento no haber venido a tiempo, cuando lo prometí – se dejó caer sobre sus propias manos, estaba sentado, inclinado hacia delante y con los codos en las rodillas – supongo que no te sirve de nada que haya venido hoy ¿no?
Colocado como estaba a veces decía las cosas sin saber porqué, o decía cosas que no eran típicas que él habría dicho...
Su pensamiento más lógico en ese momento era el de darle una colleja para que dejara de pensar así, se medio incorporó y apoyó su frente en el hombro fraterno, antes de darle el ligero golpe que había pensado, flojo. Muy flojo.
-Sabes… - dijo ignorando todo lo dicho por él anteriormente. La posibilidad de una nota, el poder aparecerse de pronto. Su hermano no sabía que había pasado tres días en cama, un cuarto día durmiendo en la enfermería porque se querían asegurar de que la hemorragia nasal había cesado bien, un quinto día intentando capturar a un puto hombre lobo y siendo golpeado por una zorra negra mal follada y bueno, no había más que ver donde había ido a parar en ese sexto día, coño, que no era tanto tiempo… pero eso, fingió no oír nada, simplemente siguió hablando. Levantando ahora la cabeza de su hombro y mirando la botella desde su posición, sin mirar al menor – … el otro día me rompieron la nariz, por suerte me acordé de lo que había que hacer para que parase el sangrado – lo dijo pues Ayyûb una vez terminó con la nariz rota en una de las tantas peleas que tuvo con su hermano, y Adnan, a pesar de haberlo causado, le ayudó a que parase aquello aprendiendo de paso a hacerlo rápido y bien – creo que emborracharnos va a servir de mucho, necesito un buen trago de alcohol por la nariz rota, otro buen trago por la puta negra, y dos o tres o más por nuestro padre.
Le arrebató la botella y dio el primero, después se la devolvió.
-Siento no haber venido a tiempo, cuando lo prometí – se dejó caer sobre sus propias manos, estaba sentado, inclinado hacia delante y con los codos en las rodillas – supongo que no te sirve de nada que haya venido hoy ¿no?
Colocado como estaba a veces decía las cosas sin saber porqué, o decía cosas que no eran típicas que él habría dicho...
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Escuchó el pequeño relato de su hermano, sintiendo como la botella le era arrebatada pero no hacía nada por impedirlo. Gruñó y frunció el ceño, escuchando las cosas que su hermano le había estado contando. ¿Le habían roto la nariz? ¿Quién cojones lo había hecho? Lo primer que haría, en cuanto se enterase, quizás... solo si su hermano no leía sus pensamientos o adivinaba, iría a devolverle aquél golpe al causante de aquello. - ¿Quién cojones fue? - Le dijo; realmente la pregunta era muy obvia, solo esperaba... nah, Adnan probablemente se daría cuenta de lo que pretendía.
Negó con la cabeza y sonrió al ver que Kadar recordaba aquella pelea; él la recordaba a la perfección, incluso como si hubiese sido bastante reciente. - Supongo que para algo te serví en ese momento, ¿No? - Se rió un poco.
Suspiró y después bebió él mismo de la botella, poniendo una mueca; no estaba demasiado acostumbrado al alcohol, mas acostumbrado estaba a otro tipo de... sustancias.
- Oye... dijiste algo de una puta negra... ¿Que te pasó? - Arrugó la nariz, aquél dato inacabado le había dejado con bastante, mucha curiosidad para ser exactos. - Si quieres puedo hacer algo por ti... ya sabes, para que no te metas en problemas y eso. - Volvió a darle un trago a la botella y se la devolvió a su hermano, acomodándose un poco mas, de forma perezosa, sobre el sofá.
Dudó un momento. - Y da igual que hayas venido tarde. - Le miró de reojo. - Al menos has venido. - Dijo seguro y se encogió de hombros para quitarle importancia. - Aunque haya sido casi una semana después de lo que dijimos...Eres un capullo Adnan, no puedo enfadarme con mi hermano mayor.
Negó con la cabeza y sonrió al ver que Kadar recordaba aquella pelea; él la recordaba a la perfección, incluso como si hubiese sido bastante reciente. - Supongo que para algo te serví en ese momento, ¿No? - Se rió un poco.
Suspiró y después bebió él mismo de la botella, poniendo una mueca; no estaba demasiado acostumbrado al alcohol, mas acostumbrado estaba a otro tipo de... sustancias.
- Oye... dijiste algo de una puta negra... ¿Que te pasó? - Arrugó la nariz, aquél dato inacabado le había dejado con bastante, mucha curiosidad para ser exactos. - Si quieres puedo hacer algo por ti... ya sabes, para que no te metas en problemas y eso. - Volvió a darle un trago a la botella y se la devolvió a su hermano, acomodándose un poco mas, de forma perezosa, sobre el sofá.
Dudó un momento. - Y da igual que hayas venido tarde. - Le miró de reojo. - Al menos has venido. - Dijo seguro y se encogió de hombros para quitarle importancia. - Aunque haya sido casi una semana después de lo que dijimos...Eres un capullo Adnan, no puedo enfadarme con mi hermano mayor.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Negó con la cabeza y después se encogió de hombros, a tiempo de incorporarse y dejar aquella penosa posición.
-¿Piensa que me acuerdo del nombre de ese idiota? Ni de coña, solo que se llevaba un horrible tatuaje al cuello – le restó importancia, no la tenía, le había roto la nariz y él se lo había terminado tomando a broma, en el momento en que recordó a su hermano gracias a eso, fue él quien ayudó a que no terminara todo mucho peor – ni recuerdo porque empezó todo, es un tipo de Durmstrang, no tienes que tomártelo como algo personal… son peleas de compañeros.
Él no quería meterse en líos en la facultad, no en más de los necesarios, sentía la urgente necesidad de terminar la carrera y aún le quedaba algún tiempo para ello, no era cuestión de resultar expulsado antes de tiempo.
-La zorra esa… no se qué coño hacía ahí, pero el día que tocaba capturar al licántropo apareció y mientras estaba encargándome de lo que debía me hizo volar, me di un golpe bien feo en la cabeza.
Lo dijo casi con tono infantil, molesto y recuperó la botella, el segundo trago, esta vez por la tipa esa. Y si, estaba sincerándose con Ayyûb, siempre había sido así, él era el único que sabía todos y cada uno de los secretos del egipcio. Y aunque Adnan solía hacer muy bien de hermano mayor, el menor tenía la paciencia para lograr ir sacándole toda la información que el otro pudiera tener que soltar y así dejara de estar tan amargado.
-Yub, eres idiota, deja de tratarme como si fuera un crío o algo – le devolvió la botella y se sacó material suficiente como para hacer un par de porros, dejándolo todo en la mesa y rápidamente poniéndose a ello, no había pasado por alto el dato de que no había consumido más de lo que le dejó, debía haberlo pasado mal incluso – este va para ti, de regalo – no lo dijo muy alto, y simplemente después de liarlo se lo tendió, para que lo cogiera, haciéndole un gesto cariñoso de paso, un par de palmaditas en la espalda – no hace falta que hagas nada por mí, cuídate tu. Supongo que si estás aquí y de una sola pieza todo fue bien por la universidad, supongo que el licántropo no llegó a ir para ti o algo.
-¿Piensa que me acuerdo del nombre de ese idiota? Ni de coña, solo que se llevaba un horrible tatuaje al cuello – le restó importancia, no la tenía, le había roto la nariz y él se lo había terminado tomando a broma, en el momento en que recordó a su hermano gracias a eso, fue él quien ayudó a que no terminara todo mucho peor – ni recuerdo porque empezó todo, es un tipo de Durmstrang, no tienes que tomártelo como algo personal… son peleas de compañeros.
Él no quería meterse en líos en la facultad, no en más de los necesarios, sentía la urgente necesidad de terminar la carrera y aún le quedaba algún tiempo para ello, no era cuestión de resultar expulsado antes de tiempo.
-La zorra esa… no se qué coño hacía ahí, pero el día que tocaba capturar al licántropo apareció y mientras estaba encargándome de lo que debía me hizo volar, me di un golpe bien feo en la cabeza.
Lo dijo casi con tono infantil, molesto y recuperó la botella, el segundo trago, esta vez por la tipa esa. Y si, estaba sincerándose con Ayyûb, siempre había sido así, él era el único que sabía todos y cada uno de los secretos del egipcio. Y aunque Adnan solía hacer muy bien de hermano mayor, el menor tenía la paciencia para lograr ir sacándole toda la información que el otro pudiera tener que soltar y así dejara de estar tan amargado.
-Yub, eres idiota, deja de tratarme como si fuera un crío o algo – le devolvió la botella y se sacó material suficiente como para hacer un par de porros, dejándolo todo en la mesa y rápidamente poniéndose a ello, no había pasado por alto el dato de que no había consumido más de lo que le dejó, debía haberlo pasado mal incluso – este va para ti, de regalo – no lo dijo muy alto, y simplemente después de liarlo se lo tendió, para que lo cogiera, haciéndole un gesto cariñoso de paso, un par de palmaditas en la espalda – no hace falta que hagas nada por mí, cuídate tu. Supongo que si estás aquí y de una sola pieza todo fue bien por la universidad, supongo que el licántropo no llegó a ir para ti o algo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
En un principio se encogió de hombros con una mueca en el rostro, quedándose mirándole fijamente, escuchando lo que su hermano le tenía que decir en todo momento. Podría haberse quedado con el nombre para después darle de hostias... él lo habría hecho, aunque probablemente tendría su rostro grabado en el rostro.
Frunció un poco el ceño y se quedó mirándole. - La puta que dices... ¿no sería muy chillona y molesta? - Sonrió un poco ladeado. Quizás fuese mucha coincidencia pero si había suerte... quizás era la misma a la que intentó agredir indirectamente usando otra de las tipas, y a al que resultó que le reboto el hechizo de pleno a ella. - Cuando fui a “ayudar” con lo del lobo... uno de mis hechizos alcanzó a una tipa que suena a ser la que tú dices... - Sonrió ladeado y se rió de forma algo sonora, arrebatándole a su hermano la botella, dándole un trago.
Miró a Adnan y sonrió un poco. - ¡Ahora eres más crío que yo! - Aunque aquellas palabras, con ese tono que usó... no daban nada de credibilidad a lo que acababa de decir, la verdad.
Quedó en silencio viendo a su hermano hacer, y cuando le ofreció el primero sonrió ladeado, no tardando en encenderlo para empezar a fumar, dando una muy honda calada al canuto, y expulsando el humo después de forma pausada tras haberlo retenido por un momento dentro, disfrutando de aquello.
Aquel gestito de afecto por parte de Kadar le hizo sentirse algo mejor, consiguiendo que, entre eso y el “regalo” que acababa de hacerle, el enfado que tenía con él se desvaneciese al momento.
Asintió un poco. - Estoy bien, totalmente. - Sonrió un poco y bostezó, estirando los brazos hacia arriba para desperezarse, estirándose, sintiendo de pronto un latigazo en la zona de la espalda, tirando hacia un costado. Puso una mueca que no tardó en volverse un ceño fruncido y un gruñido.
Ignoró aquello y trató de hacer como si nada, volviendo a fumar un poco.
- Bueno, cuéntame algo, Kadar.
Frunció un poco el ceño y se quedó mirándole. - La puta que dices... ¿no sería muy chillona y molesta? - Sonrió un poco ladeado. Quizás fuese mucha coincidencia pero si había suerte... quizás era la misma a la que intentó agredir indirectamente usando otra de las tipas, y a al que resultó que le reboto el hechizo de pleno a ella. - Cuando fui a “ayudar” con lo del lobo... uno de mis hechizos alcanzó a una tipa que suena a ser la que tú dices... - Sonrió ladeado y se rió de forma algo sonora, arrebatándole a su hermano la botella, dándole un trago.
Miró a Adnan y sonrió un poco. - ¡Ahora eres más crío que yo! - Aunque aquellas palabras, con ese tono que usó... no daban nada de credibilidad a lo que acababa de decir, la verdad.
Quedó en silencio viendo a su hermano hacer, y cuando le ofreció el primero sonrió ladeado, no tardando en encenderlo para empezar a fumar, dando una muy honda calada al canuto, y expulsando el humo después de forma pausada tras haberlo retenido por un momento dentro, disfrutando de aquello.
Aquel gestito de afecto por parte de Kadar le hizo sentirse algo mejor, consiguiendo que, entre eso y el “regalo” que acababa de hacerle, el enfado que tenía con él se desvaneciese al momento.
Asintió un poco. - Estoy bien, totalmente. - Sonrió un poco y bostezó, estirando los brazos hacia arriba para desperezarse, estirándose, sintiendo de pronto un latigazo en la zona de la espalda, tirando hacia un costado. Puso una mueca que no tardó en volverse un ceño fruncido y un gruñido.
Ignoró aquello y trató de hacer como si nada, volviendo a fumar un poco.
- Bueno, cuéntame algo, Kadar.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
La puta chillona, aquello le gustó, bastante. No sabía si sería ella. En la universidad había más de una chica de color. Que había que decirlo, él de racista, poquito, al fin y al cabo era medio inglés medio egipcio y había vivido media vida en Alemania. No, que fuera “negra” se la traía floja, lo que le molestaba era que hubiera ido a meter la puta nariz ahí, más teniendo en cuenta que ya la conocía de antes, era hija de una squib y para rematar, una bruja demasiado liberal.
Pero lo que más le agradó de lo dicho es que había una posibilidad, por pequeña que fuera, de que la tipa se hubiera llevado un buen golpe, como fuera, de rebote o lo que sea, pero golpe al fin y al cabo.
-Fuera o no esa da igual, es una tía idiota, la conocía de hace tiempo, la verdad es que le tengo bastantes ganas, cualquier día le doy un buen par de hostias para que se le pase la idiotez.
En cuanto terminó de hacer el porro para su hermano se empezó a hacer otro para él, ya estaba bien puesto y ni siquiera pensó en si le convenía o no, en su estado mental daba un poco igual.
-¿Que ha sido eso? – no se creía que estuviera totalmente bien si en cuanto se movió (si, estaba observándolo atentamente) en su rostro se cruzó un gesto de dolor, vio como intentaba disimularlo pero a él no le pasó inadvertido – ¿Qué tienes? ¿Qué pasa?
Le interrogó con la mirada y dejó sobre la mesa, casi sin pensarlo las cosas que estaba preparando, el papel, la mezcla, la boquilla, todo. Se giró hacía él y le quitó la botella de la mano, dándole un trago directo, si, estaba fuerte, pero tampoco tenía el sentido del sabor muy fino, joder.
-Para empezar no me llames Kadar, no me agrada, es como si yo te llamo a ti Khâliq ¿te gusta? – negó un poco con la cabeza y después le apartó con cuidado el brazo, o mejor dicho, le cogió del brazo e hizo un intento de ver si tenía algo en él, le había parecido ver que el gesto de molestia venía de un movimiento del mismo – ¿Te han atacado?¿Donde te duele? Eres un idiota, a ver, que yo tengo aquí de todo… no seas orgulloso y dime que te duele.
Pero lo que más le agradó de lo dicho es que había una posibilidad, por pequeña que fuera, de que la tipa se hubiera llevado un buen golpe, como fuera, de rebote o lo que sea, pero golpe al fin y al cabo.
-Fuera o no esa da igual, es una tía idiota, la conocía de hace tiempo, la verdad es que le tengo bastantes ganas, cualquier día le doy un buen par de hostias para que se le pase la idiotez.
En cuanto terminó de hacer el porro para su hermano se empezó a hacer otro para él, ya estaba bien puesto y ni siquiera pensó en si le convenía o no, en su estado mental daba un poco igual.
-¿Que ha sido eso? – no se creía que estuviera totalmente bien si en cuanto se movió (si, estaba observándolo atentamente) en su rostro se cruzó un gesto de dolor, vio como intentaba disimularlo pero a él no le pasó inadvertido – ¿Qué tienes? ¿Qué pasa?
Le interrogó con la mirada y dejó sobre la mesa, casi sin pensarlo las cosas que estaba preparando, el papel, la mezcla, la boquilla, todo. Se giró hacía él y le quitó la botella de la mano, dándole un trago directo, si, estaba fuerte, pero tampoco tenía el sentido del sabor muy fino, joder.
-Para empezar no me llames Kadar, no me agrada, es como si yo te llamo a ti Khâliq ¿te gusta? – negó un poco con la cabeza y después le apartó con cuidado el brazo, o mejor dicho, le cogió del brazo e hizo un intento de ver si tenía algo en él, le había parecido ver que el gesto de molestia venía de un movimiento del mismo – ¿Te han atacado?¿Donde te duele? Eres un idiota, a ver, que yo tengo aquí de todo… no seas orgulloso y dime que te duele.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Siguieron por un poco mas criticando a esa posible victima de Ayyûb, el cual le contó un poro por encima a su hermano lo que había pasado allí en las grutas, como había salido sin dificultad de ellas gracias al traslador que había preparado con anterioridad para aparecerse cuando le fuese conveniente.
Puso una mueca al escuchar como su hermano si que se había dado cuenta de aquello que trató evitar de que se percatase, gruñendo y alegando una y otra vez que no era nada, que no le pasaba nada, que estaba bien. - Déjalo ya, no soy un maldito crío, ya te he dicho que no tengo nada. - Se quejó, viendo como ahora le quitaba la botella y le sostenía el brazo, que de paso, era en el que tenía sujeto el porro, impidiéndole con ello que siguiera fumando.
Se quejó con el tema del como llamar o como dejar de llamar, pero no insistió demasiado en ello, simplemente pasó un poco y negó nuevamente a aquella especie de interrogatorio. - No me han atacado, estoy bien, no me ha pasado nada. - Bufó y le miró fijamente a los ojos, haciendo él mismo memoria de que era lo que podía tener... ¿Quizás tenía alguna herida de cuando fue a buscar a Adnan frente al padre de ambos? Se llevó unos buenos golpes hasta que se consiguió escapar, pero creía haberse curado todos...
Desvió la mirada de los ojos de su hermano, casi igual que los propios; curioso, y farfullo. - No me han herido, ya te lo he dicho... como mucho sería algo que padre me hizo, pero no pasó nada con el hombre lobo ni el resto de mierdas ,no soy tan imbécil o inútil como para que me hagan nada... - Chasqueó la lengua y se quedó sin mirarle, algo jodido por tener que contarle algo que ya le contó y su hermano por completo ignoró. - De todas formas ya está, no pasa nada, joder, solo fue un momento. - Mentira, le empezaba a escocer un poco la zona en donde sintió aquello, como una herida abierta.
Puso una mueca al escuchar como su hermano si que se había dado cuenta de aquello que trató evitar de que se percatase, gruñendo y alegando una y otra vez que no era nada, que no le pasaba nada, que estaba bien. - Déjalo ya, no soy un maldito crío, ya te he dicho que no tengo nada. - Se quejó, viendo como ahora le quitaba la botella y le sostenía el brazo, que de paso, era en el que tenía sujeto el porro, impidiéndole con ello que siguiera fumando.
Se quejó con el tema del como llamar o como dejar de llamar, pero no insistió demasiado en ello, simplemente pasó un poco y negó nuevamente a aquella especie de interrogatorio. - No me han atacado, estoy bien, no me ha pasado nada. - Bufó y le miró fijamente a los ojos, haciendo él mismo memoria de que era lo que podía tener... ¿Quizás tenía alguna herida de cuando fue a buscar a Adnan frente al padre de ambos? Se llevó unos buenos golpes hasta que se consiguió escapar, pero creía haberse curado todos...
Desvió la mirada de los ojos de su hermano, casi igual que los propios; curioso, y farfullo. - No me han herido, ya te lo he dicho... como mucho sería algo que padre me hizo, pero no pasó nada con el hombre lobo ni el resto de mierdas ,no soy tan imbécil o inútil como para que me hagan nada... - Chasqueó la lengua y se quedó sin mirarle, algo jodido por tener que contarle algo que ya le contó y su hermano por completo ignoró. - De todas formas ya está, no pasa nada, joder, solo fue un momento. - Mentira, le empezaba a escocer un poco la zona en donde sintió aquello, como una herida abierta.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Aquello le preocupó aún más que si hubiera dicho que todo era por la pelea de ese día. Una puta misión suicida y medio loca era mucho más adecuada para resultar herido que una mala visita a la casa paterna por lógica, cualquiera pensaría así, él mismo pensaba así, y esperaba que su hermano no fuera igual de cabezota que su padre y pensara que lo normal era la violencia en casa.
-Pues no me tranquilizas diciéndome que eres capaz de defenderte en batalla pero en casa no.
No era el más indicado, a él le había llevado años lograr cierta libertad, y su hermano, habiendo sido mejor tratado por el hecho de ser menos problemático, no había empezado esa pequeña “lucha” por salir del yugo paterno hasta hacía demasiado poco tiempo. Realmente esperaba que él saliera mejor parado.
-Aunque solo haya sido un momento, y ahora digas que no te duele… me quedaré mucho más tranquilo si me dejas mirar que fue.
Soltó su mano, dejando que volviera a fumar si quería, o hacer cualquier cosa. Él ahora volvió su atención al porro que había dejado a medio hacer. Parecía que nunca iba a dejar de tener motivos para fumar, drogarse y todo aquello, su mente, la lógica, intentaba dejar de serlo y prefería fumarse algo más antes que pensar que su hermano podría haber resultado herido por no haber ido a visitarlo cuando le prometió.
-Quítate la camiseta – hablaba imperativamente justo antes de pasar la lengua por el papelillo para pegarlo y poder empezar a fumarlo – y como me digas que no me vas a dejar ver qué coño tienes te pienso dar tal hostia que un zarpazo de hipogrifo a su lado te resultará cariñoso.
Podría decirse que estaba siendo un poco exagerado, pero él mismo tenía la zona de la espalda jodidamente mal por culpa de su padre, y todo porque él solo era incapaz de curársela y no dejaba a absolutamente nadie tocarle, mucho menos ponerle pociones o cremas y ni decir admitir que estaba mal. No dejaba que Ayyûb fuera tan cabezón como él, aunque conseguir que no fuera “como él” era algo que a Adnan le costaba.
-Si tienes algo te lo puedo arreglar, y si no tienes nada mejor… piensa en esto como una inversión, si dejas de ser tan cabezón y admites que puedo ayudarte yo podré compensártelo con algo que te gustará.
-Pues no me tranquilizas diciéndome que eres capaz de defenderte en batalla pero en casa no.
No era el más indicado, a él le había llevado años lograr cierta libertad, y su hermano, habiendo sido mejor tratado por el hecho de ser menos problemático, no había empezado esa pequeña “lucha” por salir del yugo paterno hasta hacía demasiado poco tiempo. Realmente esperaba que él saliera mejor parado.
-Aunque solo haya sido un momento, y ahora digas que no te duele… me quedaré mucho más tranquilo si me dejas mirar que fue.
Soltó su mano, dejando que volviera a fumar si quería, o hacer cualquier cosa. Él ahora volvió su atención al porro que había dejado a medio hacer. Parecía que nunca iba a dejar de tener motivos para fumar, drogarse y todo aquello, su mente, la lógica, intentaba dejar de serlo y prefería fumarse algo más antes que pensar que su hermano podría haber resultado herido por no haber ido a visitarlo cuando le prometió.
-Quítate la camiseta – hablaba imperativamente justo antes de pasar la lengua por el papelillo para pegarlo y poder empezar a fumarlo – y como me digas que no me vas a dejar ver qué coño tienes te pienso dar tal hostia que un zarpazo de hipogrifo a su lado te resultará cariñoso.
Podría decirse que estaba siendo un poco exagerado, pero él mismo tenía la zona de la espalda jodidamente mal por culpa de su padre, y todo porque él solo era incapaz de curársela y no dejaba a absolutamente nadie tocarle, mucho menos ponerle pociones o cremas y ni decir admitir que estaba mal. No dejaba que Ayyûb fuera tan cabezón como él, aunque conseguir que no fuera “como él” era algo que a Adnan le costaba.
-Si tienes algo te lo puedo arreglar, y si no tienes nada mejor… piensa en esto como una inversión, si dejas de ser tan cabezón y admites que puedo ayudarte yo podré compensártelo con algo que te gustará.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
No es que lo que su hermano mayor le estuviese diciendo le resultase muy halagador o algo que le hiciese quedar conforme; simplemente no quería tener que mirar si aún quedaba alguna de esas malditas heridas abiertas; se había sentido como tal, como una de ellas, pero realmente no tenía ninguna gana de tener que seguir curando toda aquella mierda.
- Si que puedo defenderme en casa. - Dijo con un tono que trató de ser autárquico, aunque sonó mas bien algo molesto.
Al parecer, en el palacete de Yesenes, donde habían vivido de siempre; todos estaban marcados de alguna forma o de otra, con alguna cicatriz. Sabía que su hermano tenía mas de una por el cuerpo, en especial la espalda, pero nunca lo comentaba. Si él también tenía alguna, tampoco era algo importante...
Dio una calada al porro y después de mirar a su hermano, manteniendo el humo en el cuerpo, dejó el canuto sobre uno de los ceniceros que tenía ahí su hermano, expulsando el humo y terminando, tras quejarse y claro, escuchar la amenaza de su hermano, sacarse la camiseta, sin dejar en ningún momento de quejarse de ello. Era un jodido cabrón, le costaba mucho trabajo negarle algo a su hermano, y él lo sabía perfectamente y se aprovechaba de ello... al menos no cuando era en el tema de drogas y demás, ahí podrían pelearse una y mil veces, eran unos jodidos cabezones.
La dejó a un lado y giró el rostro tratando de mirarse la zona por la que notó el latigazo, pero no alcanzaba a ver nada. - No tengo nada, ¿ves? - Gruñó y terminó por mirar a su hermano de nuevo, viéndole con el ceño algo fruncido. - ¿Qué?
- Si que puedo defenderme en casa. - Dijo con un tono que trató de ser autárquico, aunque sonó mas bien algo molesto.
Al parecer, en el palacete de Yesenes, donde habían vivido de siempre; todos estaban marcados de alguna forma o de otra, con alguna cicatriz. Sabía que su hermano tenía mas de una por el cuerpo, en especial la espalda, pero nunca lo comentaba. Si él también tenía alguna, tampoco era algo importante...
Dio una calada al porro y después de mirar a su hermano, manteniendo el humo en el cuerpo, dejó el canuto sobre uno de los ceniceros que tenía ahí su hermano, expulsando el humo y terminando, tras quejarse y claro, escuchar la amenaza de su hermano, sacarse la camiseta, sin dejar en ningún momento de quejarse de ello. Era un jodido cabrón, le costaba mucho trabajo negarle algo a su hermano, y él lo sabía perfectamente y se aprovechaba de ello... al menos no cuando era en el tema de drogas y demás, ahí podrían pelearse una y mil veces, eran unos jodidos cabezones.
La dejó a un lado y giró el rostro tratando de mirarse la zona por la que notó el latigazo, pero no alcanzaba a ver nada. - No tengo nada, ¿ves? - Gruñó y terminó por mirar a su hermano de nuevo, viéndole con el ceño algo fruncido. - ¿Qué?
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Se sintió bien conforme cuando su hermano se quitó la camiseta, al principio donde miró fue los hombros, lo que tenía más a mano, en realidad.
Había vuelto a soltar el porro, abandonándolo en la mesa antes de seguir mirando nada más, para tener ambas manos libres. Lo único bueno, por decirlo de algún modo, de ser drogadicto hasta el punto en que él lo era es que tenía momentos de lucidez en mitad de un colocón. En ese momento estaba así, notaba como la tripa se intentaba devorar a si misma pero en su cerebro no había lugar para el hambre, sentía como la cabeza se le iba de vez en cuando hacía cualquier otro mundo y en realidad le costaba concentrarse, pero tenía a su hermano delante con una herida, bastante fea, que le atravesaba la parte del omoplato de lado a lado.
-Es bastante obvio que la visita a nuestro padre no fue muy bien, anda, fuma un poco, que lo que te voy a poner pica.
Se puso en pie, sintió el mismo mareo de antes, pero esta vez lo acalló cogiendo el alcohol y llevándoselo directamente a los labios engullendo una cantidad curiosa del mismo y después marchándose, casi entre tropezones, hasta la habitación que tenía a modo de despensa de pociones.
-Y dale otro trago a la botella, no quiero quejas de nenaza – cogió el mejunje que tenía preparado (en grandes cantidades) para curar cualquier tipo de herida y después de pasar por el baño a por vendaje y algodones volvió al sofá –dices que no es nada pero esto puede dejarte una marca bastante fea – recordó en ese momento la herida de su cuello, Rang se la había curado… y él la ignoraba desde ese día. Se sentía un poco capullo, y si hubiera tenido modo en ese momento habría ido a disculparse, solo por ser un encanto de enfermera privada, olvidándose que la pelea que le impidió ir a ver a su hermano empezó por ella – ya sabes, creo que has visto bastantes marcas, a padre se le da bien eso.
Sonrió de medio lado al encontrárselo allí, entonces se sentó a su espalda, por un segundo apoyó la frente en el cuello de su hermano, estaba realmente mareado aunque pareciera estar bien, y lo peor es que aún tenía en mente fumarse aquel porro.
-A ver… si lo hago mal te vas a joder, casi me cuesta ver mi propia mano – era más broma que en serio, obviamente. Volvió a incorporarse y lo primero que hizo fue limpiar la herida y después, con cuidado, le puso la crema aquella, seguramente le dolería, si, pero al menos el sangrado pararía al instante – no te la has tratado, y lo de esta noche no le hizo bien… eres un desastre.
Cogió su propia varita y con un sencillo encantamiento el vendaje que había cogido se puso bien alrededor del hombro del chico, formando una barrera que serviría para que la ropa no le quitara la crema que curaría la herida.
-Dime… ¿Qué prefieres como premio por hacer lo que te pedí? No me gusta faltar a mis palabras… ya sabes – le dio un golpecito leve en el cuello, más gesto cariñoso entre hermanos que agresión o algo así, y sin pensarlo más alargó la mano hasta el porro que había sobre la mesa aún sin estrenar.
Había vuelto a soltar el porro, abandonándolo en la mesa antes de seguir mirando nada más, para tener ambas manos libres. Lo único bueno, por decirlo de algún modo, de ser drogadicto hasta el punto en que él lo era es que tenía momentos de lucidez en mitad de un colocón. En ese momento estaba así, notaba como la tripa se intentaba devorar a si misma pero en su cerebro no había lugar para el hambre, sentía como la cabeza se le iba de vez en cuando hacía cualquier otro mundo y en realidad le costaba concentrarse, pero tenía a su hermano delante con una herida, bastante fea, que le atravesaba la parte del omoplato de lado a lado.
-Es bastante obvio que la visita a nuestro padre no fue muy bien, anda, fuma un poco, que lo que te voy a poner pica.
Se puso en pie, sintió el mismo mareo de antes, pero esta vez lo acalló cogiendo el alcohol y llevándoselo directamente a los labios engullendo una cantidad curiosa del mismo y después marchándose, casi entre tropezones, hasta la habitación que tenía a modo de despensa de pociones.
-Y dale otro trago a la botella, no quiero quejas de nenaza – cogió el mejunje que tenía preparado (en grandes cantidades) para curar cualquier tipo de herida y después de pasar por el baño a por vendaje y algodones volvió al sofá –dices que no es nada pero esto puede dejarte una marca bastante fea – recordó en ese momento la herida de su cuello, Rang se la había curado… y él la ignoraba desde ese día. Se sentía un poco capullo, y si hubiera tenido modo en ese momento habría ido a disculparse, solo por ser un encanto de enfermera privada, olvidándose que la pelea que le impidió ir a ver a su hermano empezó por ella – ya sabes, creo que has visto bastantes marcas, a padre se le da bien eso.
Sonrió de medio lado al encontrárselo allí, entonces se sentó a su espalda, por un segundo apoyó la frente en el cuello de su hermano, estaba realmente mareado aunque pareciera estar bien, y lo peor es que aún tenía en mente fumarse aquel porro.
-A ver… si lo hago mal te vas a joder, casi me cuesta ver mi propia mano – era más broma que en serio, obviamente. Volvió a incorporarse y lo primero que hizo fue limpiar la herida y después, con cuidado, le puso la crema aquella, seguramente le dolería, si, pero al menos el sangrado pararía al instante – no te la has tratado, y lo de esta noche no le hizo bien… eres un desastre.
Cogió su propia varita y con un sencillo encantamiento el vendaje que había cogido se puso bien alrededor del hombro del chico, formando una barrera que serviría para que la ropa no le quitara la crema que curaría la herida.
-Dime… ¿Qué prefieres como premio por hacer lo que te pedí? No me gusta faltar a mis palabras… ya sabes – le dio un golpecito leve en el cuello, más gesto cariñoso entre hermanos que agresión o algo así, y sin pensarlo más alargó la mano hasta el porro que había sobre la mesa aún sin estrenar.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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Re: Bloodline
Se puso a quejarse en voz baja a su hermano. - Nunca sale nada bien cuando se trata de ir a ver a ese jodido cavernicola que tenemos como padre... - Arrugó la nariz en una mueca de asco. - Odio ser hijo de un jodido imbécil como es él. - Miró a Adnan de reojo, viéndole hacer, quedándose en absoluto silencio, haciendo caso de todas y cada una de sus palabras; primero dando un par de hondas caladas al porro para después expulsar el humo, terminando sin mucho esfuerzo por coger la botella que tras que su hermano mayor bebiese le tendió, para dar un trago a la misma.
Suspiró un poco y se mordió la boca, mirando con el ceño fruncido a su hermano un momento. - No te creas que voy a ponerme a quejarme como una puta nenaza por mucho que tu lo digas... y me dan igual las malditas marcas. - Bufó y terminó por asentir a lo que su hermano decía; si, sabían no solo ellos, sino mucha gente, la fama que tenía el padre de ellos por dejar aquellas marcas como regalo.
- Si no te puedes ver la mano entonces no intentes ir a mear. - Bromeó queriendo desviar el tema de heridas y temas familiares y demás porquerías que no eran demasiado agradables. Tampoco lo era en ese momento hablar de la herida que tenía en la espalda y que no había visto. Imbécil de él. Probablemente estaría la zona bastante irritada, probablemente infectada y... en definitiva, jodida. Se tensó un poco al notar aquél mejunje, notaba a la perfección como incluso escocía, quemaba con el más mínimo roce de la aplicación de aquello. Y las palabras de su hermano no hicieron mas que conseguir que se sintiese un poco mas estúpido e inútil. - Seré un inútil, pero aprendí del mejor. - Quería devolvérsela, fuera como fuera.
Al verse vendado de forma perfecta suspiró y se dejó la camiseta sin poner; al menos un momento, teniéndola sujeta en una de las manos.
La pregunta y el gesto a continuación de su hermano le hicieron sonreír ámpliamente. - Creo entonces que ya sé que quiero... - Se podía haber aprovechado de aquella situación como en cualquier otro momento habría hecho, pero su hermano estaba jodido, drogado hasta las cejas, y no iba a dejarle que se metiera mas mierda al cuerpo que no fuera aquella bebida que estaban terminando entre los dos. - Dame ese porro y deja de meterte mierda por hoy, estás jodido. - Se quedó con la mano extendida hacia él, con la palma de la mano hacia arriba, esperando que se lo diese, mirando de reojo el porro que estaba fumando él y que estaba reposando un momento en el cenicero.
Suspiró un poco y se mordió la boca, mirando con el ceño fruncido a su hermano un momento. - No te creas que voy a ponerme a quejarme como una puta nenaza por mucho que tu lo digas... y me dan igual las malditas marcas. - Bufó y terminó por asentir a lo que su hermano decía; si, sabían no solo ellos, sino mucha gente, la fama que tenía el padre de ellos por dejar aquellas marcas como regalo.
- Si no te puedes ver la mano entonces no intentes ir a mear. - Bromeó queriendo desviar el tema de heridas y temas familiares y demás porquerías que no eran demasiado agradables. Tampoco lo era en ese momento hablar de la herida que tenía en la espalda y que no había visto. Imbécil de él. Probablemente estaría la zona bastante irritada, probablemente infectada y... en definitiva, jodida. Se tensó un poco al notar aquél mejunje, notaba a la perfección como incluso escocía, quemaba con el más mínimo roce de la aplicación de aquello. Y las palabras de su hermano no hicieron mas que conseguir que se sintiese un poco mas estúpido e inútil. - Seré un inútil, pero aprendí del mejor. - Quería devolvérsela, fuera como fuera.
Al verse vendado de forma perfecta suspiró y se dejó la camiseta sin poner; al menos un momento, teniéndola sujeta en una de las manos.
La pregunta y el gesto a continuación de su hermano le hicieron sonreír ámpliamente. - Creo entonces que ya sé que quiero... - Se podía haber aprovechado de aquella situación como en cualquier otro momento habría hecho, pero su hermano estaba jodido, drogado hasta las cejas, y no iba a dejarle que se metiera mas mierda al cuerpo que no fuera aquella bebida que estaban terminando entre los dos. - Dame ese porro y deja de meterte mierda por hoy, estás jodido. - Se quedó con la mano extendida hacia él, con la palma de la mano hacia arriba, esperando que se lo diese, mirando de reojo el porro que estaba fumando él y que estaba reposando un momento en el cenicero.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Se había incluso reído con la tontería de que había aprendido de él, desde luego, podría jurar que él no había sido la mejor influencia posible para su hermano menor, pero ahora, que había madurado bastante, intentaba solucionar aquello como buenamente podía, le agradaba la idea de saber que gracias a él estaba encauzando su vida (gracias a él y a que había ingresado en el selecto grupo de nuevos mortífagos, pues sabía que estaba en buena posición, y no le hacía preguntas sobre aquello, por no comprometerlo, claro).
Ya se sentía bastante mejor, por él, ahora que había visto que tenía todo puesto en su lugar y bien, vendado y cuidado, a la mañana siguiente se lo miraría de nuevo, si es que lo recordaba, claro.
Y bueno, su pregunta no iba con trampas, estaba colocado, en ese momento su conciencia no le impediría regalarle un buen suministro de narcóticos a su hermanito, quizás a la mañana se lo intentaría robar todo de nuevo, pero en ese momento no… pero claro, la decisión estaba en manos de él y oír lo que dijo le extrañó. ¿Prefería un solo porro y que él no se metiera nada más a todo aquello que se pasaba la vida pidiéndole?
-Vas a preferir en serio eso a que te de… no se… metanfetaminas, que esas te gustan – lo dijo como buen desesperado, no quería dejar de meterse, no sabía si lo haría de nuevo esa noche o no, pero el porro se lo había liado y lo quería. Por supuesto no rompería su palabra, pero en ese momento solo podía pensar en hacer cambiar a su hermano de opinión- te arrepentirás de haber escogido eso cuando te doy libertad total…
Intentó no parecer del todo desesperado, pero en realidad es que había pasado una semana de abstinencia casi total e intentaba compensar o algo, o quizás es que simplemente era un puto enganchado que no quería dejarlo si es que podía no hacerlo.
-Como deje de consumir me pondré mal en un rato, probablemente. No quiero pasar una mala noche ahora que por fin pude venir a visitarte.
Esperaría en silencio, si cambiaba de opinión bien, sino… pues ya se vería.
Ya se sentía bastante mejor, por él, ahora que había visto que tenía todo puesto en su lugar y bien, vendado y cuidado, a la mañana siguiente se lo miraría de nuevo, si es que lo recordaba, claro.
Y bueno, su pregunta no iba con trampas, estaba colocado, en ese momento su conciencia no le impediría regalarle un buen suministro de narcóticos a su hermanito, quizás a la mañana se lo intentaría robar todo de nuevo, pero en ese momento no… pero claro, la decisión estaba en manos de él y oír lo que dijo le extrañó. ¿Prefería un solo porro y que él no se metiera nada más a todo aquello que se pasaba la vida pidiéndole?
-Vas a preferir en serio eso a que te de… no se… metanfetaminas, que esas te gustan – lo dijo como buen desesperado, no quería dejar de meterse, no sabía si lo haría de nuevo esa noche o no, pero el porro se lo había liado y lo quería. Por supuesto no rompería su palabra, pero en ese momento solo podía pensar en hacer cambiar a su hermano de opinión- te arrepentirás de haber escogido eso cuando te doy libertad total…
Intentó no parecer del todo desesperado, pero en realidad es que había pasado una semana de abstinencia casi total e intentaba compensar o algo, o quizás es que simplemente era un puto enganchado que no quería dejarlo si es que podía no hacerlo.
-Como deje de consumir me pondré mal en un rato, probablemente. No quiero pasar una mala noche ahora que por fin pude venir a visitarte.
Esperaría en silencio, si cambiaba de opinión bien, sino… pues ya se vería.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Sonrió un poco, ladeado. - Sé de sobra que me arrepentiré, como buen gilipollas que soy, pero prefiero poder “obligarte” así a que dejes de meterte cualquier mierda y estar mal el tiempo que sea, a que te jodas tu mas, capullo. - Le dio un toque en el brazo a la par que le terminaba de quitar el porro y se lo guardó, después alcanzando el propio para darle una honda calada, mirando a su hermano con una sonrisilla, en parte triunfal. - Supongo que si ahora a parte del porro y que dejes de meterte nada en lo que queda de día, añado alguna que otra cosilla, ya no vale, ¿no?
Sabía la respuesta, a las claras, pero bueno...
- Y sino... .- Le ofreció el canuto que él mismo estaba fumando; sabía de las manías de su hermano, pero con él siempre solía hacer excepciones. Ahí estaba la clara prueba, estaban bebiendo de la misma botella, y dudaba que por darle un par de tiros a un porro le fuese a hacer ascos.
- Podríamos cambiarlo... si te metes algo en lo que queda de día, tendrás que darme lo mismo a mi, para que no consumas tu solo y eso... - Se sacó el canuto que había guardado hacía apenas un ratito y se lo dejó en la mesa, justo frente a él. En cierto modo estaba haciendo aquello para ver si su hermano podía utilizar un poquito la cabeza... y si decía que prefería aquella segunda opción... aprovecharía él mismo para darse un buen “atracón”, aprovecharía también a tomar mas mierdas que su hermano para que no se metiese tanto... ¿aquello le ayudaría aunque fuera un poquito, no?
Se quedó mirándole un momento, sonriendo ladeado. - ¿Qué elijes, Ad?
Sabía la respuesta, a las claras, pero bueno...
- Y sino... .- Le ofreció el canuto que él mismo estaba fumando; sabía de las manías de su hermano, pero con él siempre solía hacer excepciones. Ahí estaba la clara prueba, estaban bebiendo de la misma botella, y dudaba que por darle un par de tiros a un porro le fuese a hacer ascos.
- Podríamos cambiarlo... si te metes algo en lo que queda de día, tendrás que darme lo mismo a mi, para que no consumas tu solo y eso... - Se sacó el canuto que había guardado hacía apenas un ratito y se lo dejó en la mesa, justo frente a él. En cierto modo estaba haciendo aquello para ver si su hermano podía utilizar un poquito la cabeza... y si decía que prefería aquella segunda opción... aprovecharía él mismo para darse un buen “atracón”, aprovecharía también a tomar mas mierdas que su hermano para que no se metiese tanto... ¿aquello le ayudaría aunque fuera un poquito, no?
Se quedó mirándole un momento, sonriendo ladeado. - ¿Qué elijes, Ad?
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Aquello le sonaba totalmente a que le estaba diciendo que no, que no quería cambiar, que con dos porros se conformaba, casi no se lo creía, aquel chico siempre estaba intentando conseguir de su mierda, por mucho que pudiera comprarse la propia el muy cabezón seguía intentando pillar de su hermano.
-¿Cambiarlo? – musitó bajito mientras veía como dejaba el canuto sobre la mesa, oyendo sus palabras con suma atención. Se mordió el labio, le dejaría consumir si le daba a él también, aquello iba mucho mejor con su personalidad, con lo que solía exigir. Una parte de él le gritaba que no hiciera caso, que no era buena idea, pero la mayor parte de él estaba que saltaba de alegría, tenía algo de polvo de ángel guardado a buen recaudo en el piso, era un poco… bueno, con decir que te hacía volar a un mundo lejano, se dice todo. A veces incluso alucinaciones, pero Adnan era consciente de que había que tomarlo en cantidades muy pequeñas… -eres un maldito cabrón, joder.
Se puso en pie, sintió como el estómago se le revolvía de pronto, no había tomado decisión alguna y no estaba seguro de cual sería, pero vuelco aquel solo podía significar una cosa, lo sabía demasiado bien, así que miró de reojo a su hermano y le hizo un gesto con la mano, huyendo rápidamente al baño, a vomitar lo poquísimo que había comido a lo largo de ese día.
Si Ayyûb lo siguió o no, eso él no lo sabía. Se concentro en lo que era y en cuanto terminó –rápido y limpio, había que decir que no era la primera vez que le pasaba – se fue directo al lavabo para enjuagarse bien la boca. Se encontraba jodidamente mal, aquello apestaba y no en el sentido más literal de la palabra. Estaba asqueado y necesitaba comer algo.
-Yub, ¿tienes aún comida aquí? – ni había salido del baño, no tenía fuerzas para mantenerse en pie de modo que tras enjuagarse la boca había ido a sentarse en el suelo sin más. Ya tomaría la maldita decisión en un rato.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Se quedó escuchando las palabras, quejas y demás de su hermano; al parecer estaba teniendo un debate interior, sobre que hacer; si coger el porro o dejárselo a Ayyûb; si joderse y no tomar nada o darle también de aquella mierda a su hermano... Estaba claro que no sabía que decidir, que no tenia la cabeza como para pensar en cosas racionales o debidas en esos momentos.
Con el insulto de su hermano solo arrugó la nariz y se quedó mirándole.
Lo vio ponerse de pie y no tardar en desaparecer; aquél gesto y actos de su hermano mayor se los conocía; esas jodidas ganas de vomitar todo lo que tuvieses dentro, irrefrenablemente...
Le siguió unos pasos por detrás y se quedó mirándole un momento, cerrando la puerta del baño después, quedándose él fuera, para darle algo de intimidad mientras hacía lo propio, apenas quedando con la espalda apoyada en el marco de la puerta.
Escuchó como le preguntaba si había algo de comer, y tras hacer un momento memoria, asintió con la cabeza. - Si, hay algo... preparé comida de mas antes al mediodía. Aunque también hay cosas como patatas y guarrerias y demás. - Arrugó la nariz y se encogió de hombros, abriendo la puerta tras haberse escuchado que ya parecía haberse calmado.
Le miró desde su posición y se cruzó de brazos. - ¿Vas a levantar el culo o voy a tener que traerte yo la comida hasta el cuarto de baño? - Le preguntó y suspiró, sonriendo un poco ladeado, tendiéndole una de las manos hacia él para ayudarle a incorporarse, en el caso de que eso fuera lo que su hermano mayor quería. - De todas formas si no te apetece lo que hay podría hacer algo. - Arrugó la nariz. - Sabes que no cocino mucho, pero... algo si que sé hacer al menos.
Estaba ofreciéndose a ayudarle, de la única forma que se podía sentir medio capaz en esos momentos.
Con el insulto de su hermano solo arrugó la nariz y se quedó mirándole.
Lo vio ponerse de pie y no tardar en desaparecer; aquél gesto y actos de su hermano mayor se los conocía; esas jodidas ganas de vomitar todo lo que tuvieses dentro, irrefrenablemente...
Le siguió unos pasos por detrás y se quedó mirándole un momento, cerrando la puerta del baño después, quedándose él fuera, para darle algo de intimidad mientras hacía lo propio, apenas quedando con la espalda apoyada en el marco de la puerta.
Escuchó como le preguntaba si había algo de comer, y tras hacer un momento memoria, asintió con la cabeza. - Si, hay algo... preparé comida de mas antes al mediodía. Aunque también hay cosas como patatas y guarrerias y demás. - Arrugó la nariz y se encogió de hombros, abriendo la puerta tras haberse escuchado que ya parecía haberse calmado.
Le miró desde su posición y se cruzó de brazos. - ¿Vas a levantar el culo o voy a tener que traerte yo la comida hasta el cuarto de baño? - Le preguntó y suspiró, sonriendo un poco ladeado, tendiéndole una de las manos hacia él para ayudarle a incorporarse, en el caso de que eso fuera lo que su hermano mayor quería. - De todas formas si no te apetece lo que hay podría hacer algo. - Arrugó la nariz. - Sabes que no cocino mucho, pero... algo si que sé hacer al menos.
Estaba ofreciéndose a ayudarle, de la única forma que se podía sentir medio capaz en esos momentos.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Realmente pensar en comida no se le hacía nada apetecible en ese momento, pero sabía lo que iba tras la vomitona, se pondría mal, o peor, le daría un chungo, dolor de estomago, falta de azúcar, seguramente hasta se dormiría, pero en ese momento lo peor. PEOR que podría hacer era dormirse, así que tenía que mantenerse despierto y activo por un buen rato más, su parte racional dejó de lado la opción de ingerir más drogas, por ese día estaba bien, al menos por el momento.
-Me quedaré con la primera opción – dijo por un momento, dejando de pensar en la comida y aceptando la ayuda de su hermano para levantarse. Notó el tirón del brazo, como, casi sin fuerza, terminaba chocándose con el pecho del contrario solo por impulso y le dio un poco la risa – siempre terminamos teniendo que cuidarnos uno al otro… supongo que mientras seas tu estará bien…. Y si ya tienes comida hecha, la que sea, también estará bien.
Suspiró un poco y despegó su cuerpo del contrario, aguantándose a sí mismo por difícil que se le hiciera en realidad aquello. Se humedeció los labios y se quedó pensativo.
-Pero creo que antes de comer me vendría bien un café, muy dulce… ¿Hay café en el piso? Si no, pues podríamos ir a cualquier lugar… donde estuvimos el otro día debería haber y… no sé, siempre me puedo aparecer en un supermercado muggle, cogerlo y aparecerme aquí, es rápido y total… – soltó una carcajada estúpida, no había hecho aquello nunca, le daría un poco de asco tener que verse tan rodeado, además de que le grabarían, sabía lo suficiente de cosas muggles como para saber eso, había vivido 10 años en su sociedad, no era un completo idiota que no aprendía o no recordaba las cosas que vivía – vale, no me mates con la mirada, era broma, tiene que haber aquí, yo siempre tengo café.
Fue a la cocina, andaba de manera un tanto torpe, lo notaba, y empezaba a no sentir la punta de los dedos, malditas mierdas aquellas, era lo único malo de drogarse ¿no? Los efectos secundarios.
-¿Lo sabrías preparar? – con magia no era tan complicado, pero no sabía si su hermano lo había hecho alguna vez antes.
-Me quedaré con la primera opción – dijo por un momento, dejando de pensar en la comida y aceptando la ayuda de su hermano para levantarse. Notó el tirón del brazo, como, casi sin fuerza, terminaba chocándose con el pecho del contrario solo por impulso y le dio un poco la risa – siempre terminamos teniendo que cuidarnos uno al otro… supongo que mientras seas tu estará bien…. Y si ya tienes comida hecha, la que sea, también estará bien.
Suspiró un poco y despegó su cuerpo del contrario, aguantándose a sí mismo por difícil que se le hiciera en realidad aquello. Se humedeció los labios y se quedó pensativo.
-Pero creo que antes de comer me vendría bien un café, muy dulce… ¿Hay café en el piso? Si no, pues podríamos ir a cualquier lugar… donde estuvimos el otro día debería haber y… no sé, siempre me puedo aparecer en un supermercado muggle, cogerlo y aparecerme aquí, es rápido y total… – soltó una carcajada estúpida, no había hecho aquello nunca, le daría un poco de asco tener que verse tan rodeado, además de que le grabarían, sabía lo suficiente de cosas muggles como para saber eso, había vivido 10 años en su sociedad, no era un completo idiota que no aprendía o no recordaba las cosas que vivía – vale, no me mates con la mirada, era broma, tiene que haber aquí, yo siempre tengo café.
Fue a la cocina, andaba de manera un tanto torpe, lo notaba, y empezaba a no sentir la punta de los dedos, malditas mierdas aquellas, era lo único malo de drogarse ¿no? Los efectos secundarios.
-¿Lo sabrías preparar? – con magia no era tan complicado, pero no sabía si su hermano lo había hecho alguna vez antes.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Acabó por arrugar un poco la nariz, en parte decepcionado por haber sido tan jodidamente imbécil de desaprovechar la oportunidad de poder pedirle cualquier mierda, sobre todo aquellas que él mismo le había mencionado, pero bueno... era su hermano, estaba bien si terminaba por elegir aquella opción; ya al día siguiente o en un par de días intentaría de pedirle algo, con cualquier excusa.
- Siempre será mejor que al menos nos tengamos el uno al otro, a que no tengamos a nadie que nos ayude cuando lo necesitamos. - Arrugó la nariz tras sus propias palabras, habiendo ayudado a su hermano a ponerse en pie, habiendo notado el choque de ambos cuerpos, pero no tardó en hacer que se quedase bien en pie, mas o menos.
Cuando escuchó el comentario sobre ir a una zona muggle la mueca de asco que se dibujó al instante en su rostro fue demasiado notoria. Escuchó la risa de su hermano y lo siguiente, negando con la cabeza. - En serio, no te metas mas mierda, estás jodidamente mal... mira que siquiera decir semejante mierda... antes voy yo y mato a todos los putos muggles que haya por ahí... - Gruñó y le hizo un gesto a su hermano para salir de ahí, viéndole caminar de forma algo torpe, caminando tras de él, vigilandole en cierto modo por si le veía flaquear, evitar que cayese.
- Sé preparar... me costó un par de días, pero sé. - Le miró de reojo y señaló una cafetera que contenía aún café del que llevaba él mismo bebiendo desde el día anterior. - Supongo que eso me ayudaba a estar despierto en vez de a dormirme cuando me quedaba esperándote a que vinieses in que aparecieras. - Le dijo y empezó a servirle aquello que pidió: un buen café con mucho azúcar.
Cuando lo tuvo listo se lo tendió a su hermano. - Bebetelo, después ya comerás basbusa o keppe... hay de las dos cosas. - Le comentó mientras apoyaba un poco el cuerpo en la encimera de la cocina, mirando a su hermano fijamente.
Lo dicho, en esos momentos él parecía el hermano mayor.
- Siempre será mejor que al menos nos tengamos el uno al otro, a que no tengamos a nadie que nos ayude cuando lo necesitamos. - Arrugó la nariz tras sus propias palabras, habiendo ayudado a su hermano a ponerse en pie, habiendo notado el choque de ambos cuerpos, pero no tardó en hacer que se quedase bien en pie, mas o menos.
Cuando escuchó el comentario sobre ir a una zona muggle la mueca de asco que se dibujó al instante en su rostro fue demasiado notoria. Escuchó la risa de su hermano y lo siguiente, negando con la cabeza. - En serio, no te metas mas mierda, estás jodidamente mal... mira que siquiera decir semejante mierda... antes voy yo y mato a todos los putos muggles que haya por ahí... - Gruñó y le hizo un gesto a su hermano para salir de ahí, viéndole caminar de forma algo torpe, caminando tras de él, vigilandole en cierto modo por si le veía flaquear, evitar que cayese.
- Sé preparar... me costó un par de días, pero sé. - Le miró de reojo y señaló una cafetera que contenía aún café del que llevaba él mismo bebiendo desde el día anterior. - Supongo que eso me ayudaba a estar despierto en vez de a dormirme cuando me quedaba esperándote a que vinieses in que aparecieras. - Le dijo y empezó a servirle aquello que pidió: un buen café con mucho azúcar.
Cuando lo tuvo listo se lo tendió a su hermano. - Bebetelo, después ya comerás basbusa o keppe... hay de las dos cosas. - Le comentó mientras apoyaba un poco el cuerpo en la encimera de la cocina, mirando a su hermano fijamente.
Lo dicho, en esos momentos él parecía el hermano mayor.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Era agradable saber que había alguien que te cogería si te caías, no es que fuera tan torpe como para andar cayéndose así sin más, por más puesto que fuera, pero joder, era una sensación buena, el calor humano fraternal, ese vínculo que solo mantenía con él, tendría que admitir que alguna sonrisa se le escapó solo de pensar que el menor había tirado una oportunidad de oro para lograr cualquier cosa a cambio de cuidarlo a él de sí mismo.
Se sentó en el sofá después de dejar a su hermano entrando solo en la cocina, acomodándose mientras oía a su hermano hacerlo todo, se sacó un cigarrillo, normal, y su hermano lo sabría, aquello le asentaría el estómago, o eso esperaba. Mientras que el otro habló y le llevó el café humeando recién hecho, se había acomodado demasiado, medio durmiéndose ya, con el cigarro en la mano incluso.
-Gracias – lo dijo escuetamente, más dormido que despierto, pero por la cercanía de Ayyûb habiéndose espabilado un poco – está bueno… veo que te apañas bien.
Por un segundo volvió a sentirse culpable por haberlo dejado solo, al parecer incluso intentando evitar dormir de vez en cuando, eso estaba feo, muy feo, y era su culpa joder, había jodido a alguien que se entregaba por él demasiado.
-Te prometo que será la última vez que rompo una promesa así… y si tienes Basbusa creo que te voy a robar un poco, hace como mil años que no lo pruebo – diciendo aquello se puso en pie para ir con él a la cocina y lo vio sentarse, o más bien apoyarse, en la encimera – sácalo, tengo hambre, aunque ya es más de media noche ¿no? Tengo la temporalidad estropeada ahora mismo… y me gustaría saber algo Yub… ¿estás aquí solamente porque yo te lo pedí o realmente no querías estar en casa? Lo he pensado varias veces y no me gustaría pensar que estás solo por mi culpa… menos aún habiéndote dejado aquí tanto tiempo.
Si que lo había pensado, pero no pensaba ponerse tan sentimental, no entraba en sus planes, carajos… y mira, al final lo había hecho, mientras bebía café, era difícil adivinar si era cosa de la cafeína o cosa de la droga, o cosa del alcohol, o simplemente que hacía días que estaba más idiota de lo acostumbrado.
Se sentó en el sofá después de dejar a su hermano entrando solo en la cocina, acomodándose mientras oía a su hermano hacerlo todo, se sacó un cigarrillo, normal, y su hermano lo sabría, aquello le asentaría el estómago, o eso esperaba. Mientras que el otro habló y le llevó el café humeando recién hecho, se había acomodado demasiado, medio durmiéndose ya, con el cigarro en la mano incluso.
-Gracias – lo dijo escuetamente, más dormido que despierto, pero por la cercanía de Ayyûb habiéndose espabilado un poco – está bueno… veo que te apañas bien.
Por un segundo volvió a sentirse culpable por haberlo dejado solo, al parecer incluso intentando evitar dormir de vez en cuando, eso estaba feo, muy feo, y era su culpa joder, había jodido a alguien que se entregaba por él demasiado.
-Te prometo que será la última vez que rompo una promesa así… y si tienes Basbusa creo que te voy a robar un poco, hace como mil años que no lo pruebo – diciendo aquello se puso en pie para ir con él a la cocina y lo vio sentarse, o más bien apoyarse, en la encimera – sácalo, tengo hambre, aunque ya es más de media noche ¿no? Tengo la temporalidad estropeada ahora mismo… y me gustaría saber algo Yub… ¿estás aquí solamente porque yo te lo pedí o realmente no querías estar en casa? Lo he pensado varias veces y no me gustaría pensar que estás solo por mi culpa… menos aún habiéndote dejado aquí tanto tiempo.
Si que lo había pensado, pero no pensaba ponerse tan sentimental, no entraba en sus planes, carajos… y mira, al final lo había hecho, mientras bebía café, era difícil adivinar si era cosa de la cafeína o cosa de la droga, o cosa del alcohol, o simplemente que hacía días que estaba más idiota de lo acostumbrado.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Bloodline
Sonrió un poco ladeado, de manera triunfal casi al escuchar el halago que acababa de recibir de parte de su hermano. - Supongo que soy bueno aprendiendo, por mucho que no sean cosas muy útiles. - Se rió un poco y fue junto con Adnan de nuevo a la cocina, escuchando que era lo qu ele pedía, sacándolo de donde lo había dejado guardado para que no se estropease.
Le dejó frente a él la mas de mitad del pastel que quedaba, y se quedó mirándole, esperando a que comiera todo lo que le fuese a apetecer. Sabía de sobra que era algo que a Adnan le gustaba mucho; cuando eran pequeños incluso podría haberse dicho que era el plato, o mejor dicho postre, favorito de ellos.
Le agradó escuchar aquello de que no volvería a romper una promesa de ese tipo; por supuesto que le alegraba joder, era su hermano y aunque tratase de imitarle y de ser un cabrón sin sentimientos, los tenía, y Adnan era alguien por quien se preocupaba.
- Tú come, da igual la hora que sea, necesitas llevarte comida al cuerpo... así que ya sabes, bebete ese café y come basbusa que te ira bien. - Le dijo y le terminó por sonreír un poquito, mientras él mismo cogía un pedazo ya partido del pastel y se lo llevaba a la boca para darle un bocado, mirando después a su hermano mientras masticaba y tragaba lo de la boca, pensando que responderle.
Se relamió un momento. - Tengo demasiado claro que lo he hecho para largarme de aquella maldita prisión. Solo que tú me ayudaste a hacer algo que solo me veía incapaz. - Le dijo siendo totalmente sincero, volviendo a llevarse el dulce a la boca para comer.
Una vez tragó lo de la boca se relamió. - Así que deja de pensar gilipolleces, por que soy yo quien tiene que hacer o mejor, decir algo, agradecerte que me sacases de ese jodido infierno, hermano.
Le dejó frente a él la mas de mitad del pastel que quedaba, y se quedó mirándole, esperando a que comiera todo lo que le fuese a apetecer. Sabía de sobra que era algo que a Adnan le gustaba mucho; cuando eran pequeños incluso podría haberse dicho que era el plato, o mejor dicho postre, favorito de ellos.
Le agradó escuchar aquello de que no volvería a romper una promesa de ese tipo; por supuesto que le alegraba joder, era su hermano y aunque tratase de imitarle y de ser un cabrón sin sentimientos, los tenía, y Adnan era alguien por quien se preocupaba.
- Tú come, da igual la hora que sea, necesitas llevarte comida al cuerpo... así que ya sabes, bebete ese café y come basbusa que te ira bien. - Le dijo y le terminó por sonreír un poquito, mientras él mismo cogía un pedazo ya partido del pastel y se lo llevaba a la boca para darle un bocado, mirando después a su hermano mientras masticaba y tragaba lo de la boca, pensando que responderle.
Se relamió un momento. - Tengo demasiado claro que lo he hecho para largarme de aquella maldita prisión. Solo que tú me ayudaste a hacer algo que solo me veía incapaz. - Le dijo siendo totalmente sincero, volviendo a llevarse el dulce a la boca para comer.
Una vez tragó lo de la boca se relamió. - Así que deja de pensar gilipolleces, por que soy yo quien tiene que hacer o mejor, decir algo, agradecerte que me sacases de ese jodido infierno, hermano.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Bloodline
Hizo caso a lo que le decía su hermano menor, comió y bebió café mientras hablaban tranquilamente. No estaba totalmente lúcido, ni sus sentimientos estaban claros del todo. La verdad es que no tener a Rang de pronto se le hacía un mundo entero y se estaba sintiendo muy bien con Yub pues así, en cierto modo, equilibraba aquellos sentimientos de malestar general que se le habían creado por no poder estar con ella como siempre.
Cuando ya le había dado un buen bocado a aquello y además del bocado se había tomado ya medio café fue que su hermano dijo todo eso, haciendo que le dieran ganas de dejar la comida, el muy idiota iba a tocarle la puta vena sensible.
-Eso no se agradece – dijo intentando mantenerse serio y fuerte, era bastante obvio que él pensaba igual, que su casa era un puto infierno, que ninguno de los dos se había merecido en un principio vivir ahí y desde luego había hecho todo lo necesario para evitarle a su hermano pasar por ello más tiempo de lo necesario – como vuelvas a decir algo así voy a pegar, joder, que… eres mi hermano, coño, no sé cómo iba a dejarte allí y seguir tan tranquilo.
Se terminó de un solo trago el café y engulló, casi sin pensarlo el otro trozo del pastelito que tenía en la mano.
-Yub-yub, aún eres como un niño, y yo te hago cuidarme, menudo hermano de mierda estoy hecho – se levantó y fue hasta él. Pasándole un brazo por el hombro, y dirigiéndole hacía el salón, no le agradaba la cocina, ahí es donde solía hacer sus pociones, por el extractor de humo (que había aprendido a usarlo para no morir ahogado, eso sí, lo activaba con magia, claro), y por supuesto no solía querer pasar más tiempo de la cuenta ahí – a ver, ¿Qué hacemos? Yo creo que si me duermo ahora voy a morir ahogado en vómito o algo… pero tú debes estar cansado. ¿Quieres que pase la noche aquí contigo? Vamos, en el sofá mismo, que por mi está bien… es cómodo.
Cuando ya le había dado un buen bocado a aquello y además del bocado se había tomado ya medio café fue que su hermano dijo todo eso, haciendo que le dieran ganas de dejar la comida, el muy idiota iba a tocarle la puta vena sensible.
-Eso no se agradece – dijo intentando mantenerse serio y fuerte, era bastante obvio que él pensaba igual, que su casa era un puto infierno, que ninguno de los dos se había merecido en un principio vivir ahí y desde luego había hecho todo lo necesario para evitarle a su hermano pasar por ello más tiempo de lo necesario – como vuelvas a decir algo así voy a pegar, joder, que… eres mi hermano, coño, no sé cómo iba a dejarte allí y seguir tan tranquilo.
Se terminó de un solo trago el café y engulló, casi sin pensarlo el otro trozo del pastelito que tenía en la mano.
-Yub-yub, aún eres como un niño, y yo te hago cuidarme, menudo hermano de mierda estoy hecho – se levantó y fue hasta él. Pasándole un brazo por el hombro, y dirigiéndole hacía el salón, no le agradaba la cocina, ahí es donde solía hacer sus pociones, por el extractor de humo (que había aprendido a usarlo para no morir ahogado, eso sí, lo activaba con magia, claro), y por supuesto no solía querer pasar más tiempo de la cuenta ahí – a ver, ¿Qué hacemos? Yo creo que si me duermo ahora voy a morir ahogado en vómito o algo… pero tú debes estar cansado. ¿Quieres que pase la noche aquí contigo? Vamos, en el sofá mismo, que por mi está bien… es cómodo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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