Rol en el Comedor

Después de recibir una carta de aceptación como Docente en la prestigiosa y tan nombrada Universidad de Brigantia y haber alistado maletas, libros y demás para tener lo suficiente a la hora de dictar clases, se me había alborotado el apetito, puesto que era nuevo, tendría que hacerme un gran paseo turístico por todas y cada uno de los lugares dispuesto en la Universidad ya que me eran nuevas y extrañas instalaciones, pues aunque había escuchado nombrar muchas veces la Universidad jamas había tenido la posibilidad de entrar a ella.

Entré al Comedor con dos maletines, uno que colgaba de una tira en mi hombro derecho y otro el cual llevaba en la mano izquierda y el cual ya me dolía el brazo por su gran cantidad de elementos que portaba, me dirigí hasta la mesa del fondo, descolgando mis maletas a un lado y sentándome. Con la sorpresa que no había ningún estudiante ni funcionario por hay, ni siquiera se sentía un alma en pena rondando por esos lados, así que de un momento a otro sin dar orden alguna o aviso por mi parte apareció un gran menú en mi mesa, algo raro, inexplicable para mi que era nuevo, pero que igual me era llamativa la comida.

Empecé a comer bocados de cada plato, comí carne de troll, pasteles de calabaza, me tome un jugo que era raro para mi paladar, que aunque jamas lo había probado era lo suficientemente atrayente y delicioso para el gusto de mi paladar y para terminar de postre me comí una gran cantidad de grajeas de colores, que por cierto eran demasiado dulces pero muy ricas y atractivas para mi vista. Cogí una servilleta, me limpie, deje los cubiertos encima de los platos y justo cuando corrí mi silla, todos los platos vacíos y sucios que había dejado fueran misteriosamente retirados dejando la mesa nuevamente como la encontré, esto me causo risa pues era algo muy extraño que jamas me había pasado pero igual era interesante.

Me puse de pie, dejando mis maletas en el sitio donde las dejé, me dirigí a una de las ventanas que había en el costado y visualicé la cantidad de estudiantes que habían afuera, unos hablaban, otros jugaban, otros entre chanza y risa estudiaban, en fin... me sentía como en casa y me apasionaba cada vez más la educación y docencia en magia.

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Off Rol: Interesados en Rolear, bienvenidos sean!!!

Había salido de la clase a la hora debida, pero al ir demasiado cargada, decidió en primer lugar ir a la habitación para dejar las cosas, que aunque algunas las llevase en la mochila con el tamaño reducido, pesaban igualmente por las prisas que no hubo aplicado el hechizo del peso pluma.

Tenía que aprovechar que en esos momentos, a esa hora aproximada, en un principio no debería de haber nadie en el comedor, aprovecharía para coger algo de comida que llevarse a la habitación para seguir con sus estudios. Era lo que quería, no tener que aguantar el bullicio de la gente, y si además, mientras comía de forma tranquila, podía estudiar y aprender mas cosas útiles, es lo que haría. Tenía que aprovechar que podía hacerlo.
Tras dejar sus cosas en la habitación, viendo que esta misma estaba totalmente vacía, sin ninguna de sus compañeras de habitación, y tras darle una chuchería a su puffskein como premio por haberse portado bien, bajó a paso tranquilito pero sin detenerse en ningún momento, hacia su destino, con la clara idea, o mas bien aproximada, de qué era lo que se llevaría a la habitación para comer. Suspiró un poquito y caminando puso morritos: no sabía decidirse, era un tanto complicado, y no podía seguir comiendo un día mas a base de tristes sandwiches y zumos o acabaría por enfermar, y era lo que menos en el mundo quería: perder clases.

Antes de poder decidirse ya estaba en la puerta del comedor, y yendo tan centrada en sus propios pensamientos sobre que se llevaría, no se percató de que hubiera nadie en una de las ventanas por las que pasó por al lado, pero de lo que si que se dio cuenta fueron que unos pasos mas adelante habían unos bultos, maletas, que seguramente, por lógica, serían de alguien.

Se paró cerquita y miró alrededor, encontrándose con aquél hombre que probablemente por el ruidito de sus pasos, se habría girado a ver quien entraba al comedor, a fin de cuentas, estaba literalmente vacío y se quisiera o no, unos pasos en un sitio tan grande y vacío, harían algo de eco con cada nuevo gesto.
Se mordió un poquito la boca y tras quedar de forma que le mirase de frente, aunque a la misma distancia que de un principio, hizo una reverencia a aquél que era el nuevo profesor de Historia de la Magia.

- Lo siento si le sobresalté con mi presencia o algo. - Se disculpó por si acaso y tras erguirse y dedicarle una tierna y cálida sonrisa, se giró para seguir un poquitín con su camino, yendo hacia una de las mesas dispuestas a lo que ella misma iba a hacer, llevarse la comida directamente desde allí hacia la habitación.

Se quedó parada delante, dudando, aún, sobre que se podría llevar. Quizás un poco de ensalada, ¿un té, algo de agua? O quizás fruta... o algo de pescado, atún quizás...
Suspiró un poquito y cerró los ojos un momento, volviendo a abrirlos para quedarse mirando la bandeja vacía que de momento había aparecido frente a sus ojos; bueno, aquél era el primer paso... ahora únicamente le faltaba decidirse de una vez por el menú para poder coger las cosas y marcharse, total, no tenía nada mejor que hacer que estudiar.

Justo visualizando por la ventana, escuche que alguien entro y el eco aumentaba el ruido de los pasos de alguien, sin duda reconocí que era una chica tal vez una señora profesora o posiblemente una estudiante pues desde lejos se podría sensibir el olor a una perfume exquisito para el gusto de mi olfato, al darme la vuelta era una joven estudiante, me saludo con una elegancia y educación que me asombró y respondí - Hola como estas, no te preocupes sigue sin problema que no has interrumpido nada y que bueno ver a alguien por estos lados, la soledad a veces me molesta, igual sigue y buen provecho, te recomiendo por cierto unos pastelillos de calabaza- así que ella siguió caminando y solo veía como esa chica venia algo apresurada pero con un humo de calma y a la vez indecisa por lo que iba a comer, solamente me quedé mirándola fijamente a ver si pensaba hablarme otra cosa de lo contrario pensaba darme la vuelta y seguir visualizando por la gran ventana del costado del Comedor...

- como!? Que ya hay profe de Historia? Y yo perdiendo aquí el tiempo!??-

No es que estuviera perdiendo el tiempo exactamente, pero enterarse de las cosas tan de casualidad como había sido esa vez, cuando tomando un pasillo un cuadro parlanchín decía aquel cotilleo sobre el staff de profesores, a Sofie le saltó la térmica. Que tal si no tomaba esa pasillo? que tal si no escuchaba al cuadro por andar distraída, que tal si simplemente el cuadro no hubiera estado hablando de eso!?... No, no podía ser, tenía que mejorar su forma de anoticiarse de las novedades pues a´si no podía convertirse en una periodista que se precie de tal.

Un pasillo, un aula, otra y otra, y logró dar con la pista de que había un hombre desconocido, con maletines en mano, que parecía algo perdido almorzando en el comedor. Esa era una descripción bastante acertada a lo que Sofie pensaba que podía ser el aspecto del nuevo profesor recién llegado. Sin dudarlo corrió hasta el comedor, donde se paró en seco para respirar profundo y volver a poner el corazón en su sitio latiendo normal. Que tampoco era cuestión de presentarse ante el desconocido como una loca emocionadísima.

- HOLA! - llegó hasta él, y sí el saludo la quedó un poco estridente... Sonrió y para la siguiente frase ya logró controlarse, y usar el mismo tono sencillo aunque agudo con el que solía hablar. - Soy Sofie Luttrell, es usted el nuevo profesor de Historia de la magia?.... Disculpe si lo he confundido... pero me han dicho que este profesor en cuestión ya estaba en la universidad y ando buscándolo....-

Le explicó minimamente la situación, y después por no seguir clavando sus ojos marrones en los de él, volteó a mirar cualquier cosa. OH casualidad allí estaba la coreana PARK... mmm... Sofie frunció los labios sin querer, pero en cuanto volvió a mirar al profesor ya estaba sonriendo de nuevo, esperando la confirmación o no de sus suposiciones...

A decir verdad no tenía razones de peso para mirar mal a Park, de hecho jamás había cruzado palabra con ella, pero el solo saberla "amiga", supuesta compañera de estudio de Adair, su chico, ponía a Sofie de malas. de todos modos musitó un - hola- seco y escueto hacia ella con una pequeña sonrisa algo forzada no por mentir, sino porque gustaba de sonreír Sofie aun cuando no le saliera del alma.

Le sonrió un poco al escuchar como no le había molestado su presencia, como incluso le recomendaba algo que tomar, probablemente se le viese bastante indecisa, y girándose un poquito para no tener una falta de educación mientras seguía parada en la mesa, mirando después de nuevo hacia la bandeja que estaba por llenarse.

Escuchó entonces ahora unos pasos y se giró un poquito para ver de quien se trataba, sin hacer demasiado caso al ver que había ido directamente a asaltar a aquél hombre... ¿un profesor nuevo? ¿de historia de la magia? Bueno... al parecer acababa de conocerlo sin siquiera saberlo. Sonrió un poquito y les dejó tranquilamente hablar, mirando de nuevo su bandeja como si fuesen a aparecer en ella las cosas sin que las eligiese. Finalmente se decidió por pedir algo de arroz y un poco de pescado, acompañado de uno de los pastelitos que el profesor le había dicho que le recomendaba y un té frío.

Cargó la bandeja y para cuando se iba a haber ido a acercar al hombre, que su idea inicial y sus modales, le habían hecho planear que después de elegir lo que sería su comida, se acercaría a él para saludarle como era debido y entablar un poquito de conversación, sintió la vista de Sofie clavada en ella. Tragó un momento saliva y se mordió la boquita, agachando un poquito la cabeza y aprovechando el gesto para hacer una leve inclinación a modo de saludo. No es que la conociese muy bien, sabía que era la novia de Adair, pero no sabía, ni entendía por que solía recibir esas miradas de parte de la rubia. - Hola. - Respondió con una amplia sonrisa hacia ella.

Dudó por un momento sobre que hacer, si quedarse al margen o simplemente acercarse a ellos para intentar socializar un poquito. Tenía que aprender a hablar con más gente o sino siempre que fuese a abrir la boca con otras personas que no conociese, sentía que haría algo malo.

Finalmente se acercó a ellos, bandeja en manos, y miró primero a la chica y después de nuevo al supuesto profesor. - Siento no haberme parado a hablar con usted, pero en un principio tengo un poquito de prisa. - Se mordió la boca y miró a la chica, sintiendo su mirada. - Aunque podría sacar un poquito de tiempo si... no os molesta que esté aquí con vosotros. - Dijo sonriendo un poquitín.

¡Tenía que hacer su mejor esfuerzo!

Mientras veía por la ventana. escuche en la entrada la presencia de alguien porque hubo como un silencio en sus pasos. cuando me di la vuelta se acerco a mi lado y sin duda era otra estudiante y por la cual me era difícil identificar de que carrera era, el hecho fue que me saludo algo agitada y algo tímida - Buenas, como estas - le dije y seguido me pregunto si era el nuevo profesor, si era de Historia de la Magia, al escuchar esas preguntas sospeche que era de Periodismo o sencillamente era curiosa. - Si, como estas mucho gusto Massimo Lestrange profesor de Historia de la Magia - veía mediante sus gestos que quería saber mas de mi vida o sencillamente de mi actividad y presencie como con una mirada algo fea hacia la Srita. Park la saludo no tan agradada y como ella respondía con algo de timidez.

Justo vi el momento en que se puso de pie la Srita Park y se nos acerco con una bandeja en la mano como intentando integrarse a la charla y realizo una pregunta que si era posible integrarse, no veía el problema, por ahora me interesaba que me conocieran fuera de clase, pues generalmente dentro de clase soy demasiado rudo en especial con los que llegan tarde o los que sabotean la clase....

AJA! ahí estaba la verdad. Sus fuentes aunque improvisadas no habían fallado, y ese que tenía en frente era el mismísimo profesor nuevo de Historia de la magia. Sonrió gustosa de haber acertado y retuvo el apellido porque le sonaba familiar... CLARO! ya sabía de donde... Pero, sus pensamientos fueron interrumpidos, pues Park venía hacia ellos con intenciones confusas... Por un lado la coreana decía no tener tiempo, por otro parecía querer explicar que por ser ellos haría una excepción?...

Sofie no entendía como alguien tan "supuestamente tímida" se creía tan GRAN cosa como para plantear aquello delante de un profesor... Quizá era que de muy asiática no manejaba bien el inglés y ya. Sofie! esos pensamientos no están bien!... si! a veces pensaba de forma xenófoba, era culpa de su madre, pero sabía que aquello estaba mal, que era una idiotez juzgar a la gente por su nacionalidad y jamás decía nada similar en voz alta. Incluso darse cuenta de que pensaba así, le ayudó para actuar de la mejor manera posible con Park, aunque su recelo hacia ella tuviera más que ver con Adair que con los ojos rasgados.

- tu eres Park, no? - le preguntó sin esperar respuesta realmente -... Soy Sofie Luttrell no creo que nos conozcamos, aun. - miró al profesor pues se debatía con quien quería hablar. No porque no pudiera hablar con dos personas a la vez, sino porque con cada cual se le ocurrían muy distintos temas que tratar... - Usted ya ha comido profesor?... Quizá aceptaría un café con nosotras? - Ella tenía hambre, Park llevaba comida en bandeja, el profe pues.... nada! pero los tres estaban en el comedor, quizá sentarse en una mesa a comer los uniera?...

- Yo tengo una tía abuela de apellido Lestrange... bueno, no es mi abuela en realidad... es la esposa del hermano de mi abuela materna... Y ella es así como prima del famoso mortífago Rodolphus Lestrange o no se muy bien ... de todos modos eso es ya como historia antigua. - No es que Sofie despreciara el miedo a los mortífagos, pero las guerras había pasado hace muchos años, muchísimos... Ya todos los de renombre estaban encerrados en Askaban o muertos... Hasta Mott el último señor oscuro estaba muerto. Era historia antigua.para la niña de 19 años que ni siquiera se había criado en Inglaterra...

Sonrió un poquito al ver el gesto que el profesor le hacía, indicando que por él estaba bien que ella se uniese a aquella conversación que estaban iniciando él y Luttrell.

Giró un poquito el rostro hacia Sofie cuando se dirigió a ella, asintiendo con la cabeza cuando le preguntó por su apellido. - Si, soy Park Hye Rang, encantada. - Hizo una leve reverencia a modo de saludo-presentación. Cuando la rubia se presentó, ella asintió de nuevo un poquito con la cabeza. - Encantada Sofie. - Le dijo con una tierna sonrisita, después quedando nuevamente en silencio para dejarla a ella hablar.

Cuando Luttrell propuso aquello de que fuesen a comer o tomar algo los tres juntos, la coreana miró su propia bandeja con la comida. No estaría mal comer con un poquito de compañía, ¿no? Así también podría socializar un poquito...

Dejó que la otra chica hablase, dirigiéndose al profesor, mientras ella simplemente permanecía de pie, mirando la comida que había en su plato, sintiendo como de un momento a otro su tripa sonaría si no empezaba a comer, la comida olía demasiado rica..

Sonrió a ambas personas un momentito y retrocedió un par de pasos, girando el rostro para mirar hacia el lugar donde el nuevo profesor había dejado las cosas. - Podríamos volver allí... así también puede vigilar sus cosas, señor. - Miró a Sofie, esperando que no le hubiese molestado que propusiese ella misma donde se podrían sentar todos.

Solo ver como se hablaban entre Park y Sofie pues a simple vista se veía que había un rivalismo en su forma de hablar, actuar, saludar, entre otros... pero al fin y al cabo no tenía nada que ver entre ellas así que aunque me hubiera gustado tocar el tema entre ellas preferí no hacerlo por simple prudencia y a la pregunta de si quería tomar café, asentí la cabeza afirmando que no abría problema.

Cuando Sofie empezó a hablar sobre el apellido de Lestrange me molesté algo y antes que terminará de hablar - Disculpe Srita. Lutrrell le voy a pedir el favor no tocar temas que no vienen al caso, menos cuando yo no dado la iniciativa, prefiero tener mi vida personal guardada - y con una mirada algo molesta, Sofie sugirió en sentarnos donde estaban mis pertenencias y maletas para comer entre todos y seguir hablando así que respondí - Me parece esplendido - y fui el primero en caminar hasta el lugar, me senté y diciendo en palabras muy bajas y algo confusas, que aparecieran las 3 tazas de café, cogí una bolsita de azúcar, la abrí, la eche al café, la revolví y tome el primer sorbo de cafe... MMMmmmm... delicioso, hace mucho tiempo no me toma un café...

Sofie e quedó un paso atrás por un momento, evaluando lo que había pasado el segundo anterior. Y no se refería a la gentileza con que Park se mostraba, sino a las palabras del profesor acompañadas de ese gesto enojón, para ella totalmente injustificado. Sin embargo, no iba a quedarse con la palabra en la boca y tampoco dar media vuelta para irse.

Se sentó frente al profesor y tomó una de las tres tazas para ella también abrir un sobre de azúcar y decir - Es la primera vez que cruzo a alguien, para el cual su apellido es algo que no viene al caso... - Ni decir que él mismo había dicho "me llamo Maxi Lestrange"... Gente rara... Los Lestrange eran raros, ella conocía a un par por ser familiares suyos, así que tampoco es que le sorprendía horrores lo que presenciaba.

Ahora... sobre la privacidad, peor aun la cosa se pondría, pero no iba a ser ella la mal educada de andar picando al profesor en su cara, a lo sumo lo haría por la espalda. Por ahora sonreir - entonces... Iniciarán pronto las clases de Historia?... yo tengo ganas de anotarme, entender la historia es un apoyo para Periodismo indudable.... - miró a Park - tu que estudias?