HIJO DEL ESCUCHÓN I

¿Quién iba a decir que el nuevo semestre terminaría perfilándose tan prometedor? Al menos en lo que respecta a los alumnos de zoología mágica, a los de Artes Oscuras y a los que entrenan para Auror quienes sin duda, van a tener mucho trabajo de campo por delante cuando empiece la verdadera agitación por el tema de los licántropos. Hasta el momento la opinión sigue dividida respecto a si creer o no los cuentos de pirata ahogada en ron que contó Loreen, pero después de lo sucedido en el programa de radio de Sofie Lutrell, no hace falta ser un aritmántico experto para sumar dos más dos. Por cierto, Sofie, desde la redacción te mandamos a decir que esperamos con ansias tu siguiente programa, ¿ya te decidiste por si eres informante o bufón?., pero a lo importante… ¿Lo que hicieron Milou Leloup y Adnan Yesenes no fue un despliegue de un purismo chiquito y poco manejado, pero prometedor, de esos de vieja escuela?.

En medio de la agitación donde Peach Finnerty perdió los papeles, creo que quedó bastante claro cómo era que se iban a acomodar las cosas. Todo terminó en desgracia para todos porque ahora no podemos salir de la universidad, pero seguramente nadie quedó más devastado que Adnan Yesenes, que ahora ya no puede quitarle el tiempo miserablemente a Park Rang con su presencia haciéndole cariñitos aburridos en cada esquina que se encuentran. Dicen que las notas de Park no han bajado, lo que me lleva a pensar que si pasa tanto tiempo con Adnan y tiene tiempo de manejar dos de las carreras más demandantes y ser oyente en otras tantas, es porque es adicta a alguna poción-droga ilegal que la mantiene atenta a todo. Decanos, ¡exijo que la esculquen!.

De todo esto salen dos temas importantes a tratar: la expulsión de Loreen Luttrell, ¿debería o no ser puesta sobre la mesa de la consideración para que la chica regrese? Y ¿quién no quiere ver a Aquila Lillyvick volviendo triunfante luego de haber desechado su matrimonio para fugarse con el licántropo más buscado por los padres conservadores de Gran Bretaña?. Sobre lo primero, todos necesitamos una Loreen en nuestras vidas, así que piénsenlo. Sobre lo segundo, todos necesitamos una princesa descarriada en nuestras vidas.

No solo Aquila parece haber perdido el piso de las riquezas, la fama y las buenas maneras por amor. Milena Nikonova, que muchos conocemos como la semiveela desertora de Leyes Mágicas que provocó las fiebres del profesor, princesa de las tundras; ahora que se fue a Magia del Mundo, se sintió mucho de mundo y está oficialmente con Karim Malik, que muchos conocemos como el tipo al que seguro se le puede pedir algo para fumar. Milena, enhorabuena, tu anterior novio no tenía cara de repartidor de marihuana, y eso no es divertido.


Y Pearlie Burroughs, reciente adquisición fresca de la carrera de Leyes, conocida por ser la princesa de la radio mágica del mundo que se nos está prohibido con las normas de la expulsión, está oficialmente con Joseph Crawford, aunque no sabemos cuánto les dure el gusto, ¿cuánto creen que aguante Crawford mientras Pearlie se decide a aflojar el cuerpo? ¿y cuánto creen que duren después de que la princesa lo haga? Yo no le veo futuro, Crawford es un caso perdido, ¿ustedes, sus acostones casuales que sé que están leyendo, no lo creen así?.

Por cierto, hablando de princesas, ¿quién me puede confirmar el fuerte rumor que me llegó desde los pósters de los campeonatos de quidditch que hay en los vestidores que Autumn Brackminster se acostó (por decir algo) con Hákan Kristjánsson ahí mismo? No suelo confiar mucho en lo que dicen los pósters, son más confiables los cuadros, siempre. Pero Kristjánsson no pierde el tiempo, ¿qué hacía tomando de la mano románticamente a Sofie Lutrell en el comedor? ¿aprovechándose de los rumores de que Adair Brackminster no formaliza? ¿hay un incipiente romance entre islandés y bruja novata?, ¿alguien me confirma lo de Autumn?.

Con esto nos despedimos. Mandamos un afectuoso saludo a los Cleverley, a Finnerty y su nueva esposa, a Milou y Peach para que ya se amiguen. Y a la KAU, a los que se les ha visto dando vueltas por ahí, ¡salvaguarden a los ministros!.

Atentamente.

EL HIJO DEL ESCUCHÓN