El after

Me reí más con las mujeres escandalizadas por mis burlas, Pearl sacando la lengua y Milena con sus codazos poco discretos en las costillas como si estuviéramos en una pomposa cena de socieda donde no había qué decir cosas inadecuadas. Era sólo Joe, nadie iba a infartarse si lo dejaba un poco en ridículo, además su amor y esfuerzo por Pearl lo iba a mantener a raya, en medida de lo posible claro, tampoco pretendía fastidiarlo toda la noche para descubrir su boiling point. Reconocí una miradita extraña en Milena, mordiéndose los labios y mirándose hacia abajo, y eso me hizo sonreír también, acercando mi rostro al de ella con cara de interés por lo de la versión extendida.

Pero me daba más risa que Pearl llegara a encimarme al gato diciendo que me amaba. Eso para mi era un gato ¿Qué no? Había cosas que Finnerty sabría de esos bichos mucho mejor, pero así como todas las aves podrían entrar en la categoría de pollos, y todos los insectos en la categoría de alimañas, y todos los reptiles en la de lagartijas, eso para mi era un gato y punto.

-Pazuzu, muchacho, es un placer conocerte.

Lo llamé por ese nombre con cierta malicia sabiendo que Pearl no iba a querer que se le quedara, pero a la vez con la intención de que al final aceptara la propuesta absurda de Finnerty secundado por la de su mujer, que se le enrollaba como la serpiente Slytherin que era. Quién lo iba a decir, era la clase de cosas que uno no espera ver en su vida, como un eclipse total de sol y cosas así. Pasé una mano por el cabello de Mila que seguía como su tuviera una brasa en el culo, lo describía así por que con cierto tipo de éxtasis me había sentido exactamente así, como si tuviera una brasa en el culo. Bueno, había sido peor, Mila sólo estaba siendo adorable y se sonreía sola, yo en ese momento me había convertido en un demonio pagano de antaño, como el nombre del gato de Pearlie. Pazuzu, estaba decidido.

-¿Qué, cuál mano? Pajarito, estás alucinando... - Le puse la mano en la frente como si me preocupara que tuviera fiebre y pegué la frente a la suya y abrazándola por la cintura. -Por supuesto que son las drogas.

Un beso más antes de irnos a donde la música; Yo hubiera seguido escuchando a Noir Désir toda la noche pero había que variar antes de que la gente empezara a impacientarse, y como nadie más parecía tan obsesionado por poner música como yo, entonces me puse a rebuscar en las canciones. Elegí una buena, nostálgica, mi especialidad.

Se quedaría el nombre de Pazuzu, Angus lo sabía, no había vuelta atrás. Todos en la fiesta empezarían a llamarle así. Esperó que Karim también apoyara su propuesta, porque era un gran nombre, mejor que si terminaba llamándose Motitas o Tigrito, o Leónidas. Sí, mucho mejor que Leónidas, aunque fuera guerrero espartano. Se dejó guiar por Aquila y no pudo evitar acariciarle las piernas al sentirlas enroscadas a su alrededor. Atribuía esa comodidad a que de verdad se estaba acostumbrando a su ambiente y hasta a sus amigos, porque no creía el licántropo que se sintiera confiada de hacer algo como quitarse los zapatos y abrazarlo así si no les tuviera confianza. Si estaba equivocado esperaba que ella no lo sacara de su error.

Se rió de buena gana por sus tonterías de novia demandante. Ya había convivido lo suficiente con ellos de todos modos y tanto Karim como Joe parecían estar muy metidos en sus correspondientes mujeres como para querer hacerle caso, aunque podía adivinar que Joe se iba a tener que joder en algún momento de la noche y tendría que socializar con las amigas de Pearl. Y a ver si seguía con ganas de dar discursitos.

-Vodka, menta, piña y otros ingredientes secretos que no te diré porque estaría rompiendo códigos de bares, ¿quieres más?-Dijo vaciando en su vaso más contenido, dejando solo un poco más para Pearl, por ser la del cumpleaños. Tampoco había hecho esa bebida para que les durara toda la noche.-Te puedo preparar algo más, aunque esa como que les va.

Siguió acariciando sus piernas y la besó, buscando su lengua que sabía a vodka dulce. Drogas o no drogas, a cada minuto sentía que la deseaba y esa posición solo lo hacía querer desabrocharse los pantalones y entrar en ella. Pero podía aguantar un poco más, porque irse significaría cerrar el bar y no quería aguarle la fiesta a nadie por segunda vez consecutiva.

-Me hubiera gustado hablar con Bleeker, qué lástima que todo terminara así. ¿Crees que su proceder con todas esas reformas que propone tengan que ver con que no he hablado con él cara a cara desde el hospital?-Angus le iba a pedir perdón por hablar de eso en ese momento de fiesta pero quería mantener la cabeza fría y quería escuchar su opinión también. Una de las virtudes de Aquila era ser muy honesta, aunque a veces también pareciera un defecto.

“¿Cómo carajos te iba a ver si él se estaba besando con TRES, Gianna te defen…” Sofie no entendió lo que esa frase significaba hasta muchos minutos después porque estaba muy metida en aquello de que ella había sido la tonta pecadora cargada de culpa, como para en su egoísmo ponerse a pensar que había otra gente con otras vidas, incluido su novio, a los cuales también podían haberles sucedidos cosas raras a conciencia o no aquella noche.

Y entre esas otras personas con otra vida, ahí estaba Pearlie, su mejor amiga, tratando de festejar su cumple a pesar de todo… Ella siquiera le había dado el regalo, por andar priorizando sus propios problemas y confusiones, y Joe en cambio, el supuesto chico que no era de confianza se había preparado todo un discurso que a oídos de Sofie (abrazada con sus manos al brazo de Shadow) era de los más super re bonito, emotivo mil (quizá por su angustia de saberse cuernuda y cuerneante) tanto como para sonreír boba de amor ajeno, sino fuera porque “mi puta vida” era necesario acompañarlo con una carcajada.

Se acercó con Shadow a los chicos, a la barra también donde Angus había dicho en algún momento que había bebidas para ellas, donde Bird y Gianna parecían hablar de algo (y Sofie tuvo que hacer el esfuerzo de la vida, para concentrarse en la cumpleañera y su mascota y no tentar sus oídos a querer estar más atenta a conversaciones ajenas). Sofie sonreía a penas a cada chiste, sobre el nombre del bicho, sobre venderlo al mejor postor, sobre el wisky que darle de tomar, pero cada sonrisa se le desaparecía del rostro rápido involuntario, abrumada por los sucesos que no terminaba de ordenar en su mente… Joe dijo que el decanato arruinó la fiesta, así que el agua debían haberla hechizado ellos, Pearlie que Adair se había besado con tres… Shadow mencionó que ojalá ella no hubiera bebido… entonces… todo era culpa de unas bebidas en mal estado?... Pero si Juno se había esforzado tantísimo en ello… mmm…

-Nuestro regalo no es tan bonito…. Pero toma...- le entregó al caja a Pearlie pidiendo con los ojos a Joe que se hiciera del gato a si su chica podía abrir su regalo. Ya le había dicho a ella que era de parte de Adair también, y cohibida por todos los rumores desordenados se le hizo hasta raro decir “nuestro”, pero bueno así era lo habían pensado entre los dos. Era una caja muy especial, con llavecita de seguridad incluida y tres tesoros divertidos. – y no es una joyería como el de Gianna tampoco… pero quizá te sea divertido…. De otro modo –

Sofie había elegido del catálogo tres pociones que le parecieron divertidas, juguetonas, que para curar forúnculos o curar huesos rotos, ya se lo podía comprar cada quien cuando lo necesitase… en cambio aquellas desde un primer momento se le había imaginado de lo más locas, como si quien las hubiera inventado, lo hubiera hecho para el simple divertimento de los adolescentes. Una poción multijugos, una de la confusión y un fluído explosivo… eso era todo, y cuando ya no hubiera líquido aun le quedarían a Pearlie los frasquitos mononos y el cofrecito para guardar chucherías varias.

Sin importar que Joe estuviera en el mínimo grupo aquel, pues ya lo consideraba de confianza solo por ser el novio de Pearlie, dijo bajito para sus dos amigas – estoy preocupada por Adair… creo que debería a ir a buscarlo, pues… - bueno ni que tuviera que darle explicaciones a ellas que siempre habían entendido a la rubia con solo mirarlas. Tenía que encontrarlo fuera donde fuera, asegurarse que estaba bien sobre todo, y aclarar lo que hubiera que aclarar también, no iba a estar tranquila sino lo hacía. Además si ya no eran novios quería ser la primera en enterarse y no la última piedra del lago en la cadena de chusmeríos descompuestos.

Miró de reojo a Gianna pero se la veía muy entretenida con Bird como para ir a preguntarle si ella sabía donde diablos estaba Adair... Suspiró a las chicas tratando de recobrar su usual sonrisa, y tomó uno de los tragos que Angus había preparado para ellas supuestamente, aunque apenas si sorbió un poco. No más bebidas por esa noche, aunque tampoco despreciar los ofrecimientos ajenos.... Miró al gato y lo acarició en la cabeza - creo que ya se llama Pazuzu te guste o no... - Y es que había sido tan natural aquello, que no había manera de que ahora en más el animalsito no fuera nombrado así por todos los que había presenciado aquello.

Ni qué decir que Bird se quedó rezagado mientras le daban sus regalos a Pearl. Él no tenía nada para ella y hasta se había enterado apenas esa noche que era su cumpleaños porque Sofie le había dicho, pero no creía que la ex Beauxbatons pensara que le iba a dar un regalo solo por estar ahí, así que sin problemas y sin incomodidades, nada más siguió a las chicas con la mirada mientras intercambiaban envolturas y palabras.

El regalo de Sof le pareció genial, pero no dijo nada. ¿Eran sus paranoias o la rubia lo estaba evitando por completo? Bueno, no siempre se podía ganar y en su caso, casi nunca ganaba así que no entendía por qué había empezado a creer cosas en primer lugar.

En cuanto al asunto de ponerse la cara de Adrian y hacerle la broma a Gianna, se carcajeó con su respuesta. Le dio un toque en la punta de la nariz con el dedo y luego le acarició la mejilla y le besó la otra. -¿Qué dices? Jamás me aprovecharía así de ti. Además borracha no rendirías igual. Un poco alcoholizada tal vez, pero ¿borracha? No. -Sobre lo de besarlo sin sentirse culpable no supo qué decir. Siempre había visto a Gianna muy como amiga, no como posible interés romántico, por más guapa que se pusiera con los años. Y ya le había causado suficiente problema a Sof como para ahora causárselos a Gianna. ¿Qué le podía decir? Que lo besara, que no importaba.

Lo más chistoso era que Bird se estaba metiendo en líos que al Escuchón le encantaría ridiculizar. Que de hecho, toda la escena eran cosas fácilmente ridiculizables y que por el momento ni iba a poder decir una sola hasta no conseguir una coartada. Escuchó sus palabras y antes de responderle la sacó a bailar la canción que Karim había elegido. Aunque fueran los únicos bailando en un lugar con muy poca gente, eso le importaba poco. No era de los que le tuvieran pánico escénico al ridículo.

Le dio un par de vueltas a Gianna y luego decidió ser ya honesto de una vez.-Eres guapísima, he visto como muchos chicos de la carrera te miran. No sé por qué Adrian no está, pero si le importabas podía haberse tomado una sola noche para venir al menos a este estúpido baile escolar contigo. Eres su novia, uno no tiene que descuidar a su novia. Y somos magos, podemos movernos de un lugar a otro en microsegundos. Yo tampoco quiero que te sientas culpable de nada, ya hubo suficiente locura esta noche, pero aquí voy a estar, para cuando arregles tu cabecita y dejes de ser la abnegada que espera a su amado. Eres demasiado joven y bonita para eso.

Angus gana 19 puntos de experiencia
Bird gana 14 puntos de experiencia
Joseph gana 14 puntos de experiencia
Gianna gana 14 puntos de experiencia
Milena gana 14 puntos de experiencia
Shadow gana 14 puntos de experiencia
Karim gana 14 puntos de experiencia
Aquila gana 14 puntos de experiencia
Sofie gana 14 puntos de experiencia
Pearlie gana 11 puntos de experiencia