November Rain

Tenía un don para las mentiras, podía usar ese rostro de muchachita infantil y delicada para convencer a la gente pero en esta ocasión no tuvo que hacerlo. Como el castigo ya se había levantado en vez de pedir permiso para ir a su casa desde el viernes esperó al sábado y como no tenía clases ese día pudo salir muy temprano para su casa.

Su madre ya sabía que iría, la había estado esperando en pijama y sin una gota de maquillaje, era muy distinta a Shadow que llegó bien vestida, como si la hubiesen invitado a almorzar en un bonito restaurante casual. Le había escrito una carta hacía ya unos días, desde el martes exactamente, necesitaba que Barunka ordenase todas esas cosas que mantenía en una habitación cerrada por estar abarrotada de cachivaches, necesitaba que busque su anuario de la escuela, sus fotos de juventud, todo ese tipo de cosas.

Pero por supuesto que ella no hizo nada, había abierto la habitación pero hasta eso llegó su aporte, Shadow se tuvo que poner ropa deportiva para no arruinar su blanquísimo vestido sabatino. Acabó con una alergia horrenda causada por el polvo que llenó sus extremidades de urticaria, estornudaba por lo menos una vez por minuto y cuando no lo hacía era porque sus fosas nasales estaban totalmente obstruidas. Ni con magia pudo evitar eso, es que debía revisar a mano cada rincón, su madre era muy desorganizada.

Tardó hasta el domingo a las seis y media de la tarde para encontrar algunas fotos y recopilar en una libreta información acerca de Kristján Sveinsson, gran amigo de su madre y padre de Hákan. Sofie le había dicho que quería hablar con Barunka para saber de Kristján y eso llamó la atención de Shadow, claro, es que hacía ya semanas que miraba al islandés con ojos de amor total y ahora que Siobhan ni aparecía por los pasillos ella había comenzado el rumor de que alguien dijo que era porque quedó embarazada y de la vergüenza se fue, aunque si alguien le preguntaba se hacía la indiferente para que no la descubriesen.

Gracias a Sofie había encontrado un punto de inicio para acercarse al muchacho, es que era tímida para esas cosas, desconfiaba de ella misma y cuando alguien le gustaba así le costaba poder fingir bien que se sabía bonita y esas cosas que las chicas que conocía parecían tener tan claro. Para salir de su casa se arregló como siempre lo hacía, llevaba en un bolso las cosas que le mostraría a Hákan y estaba emocionada por eso, hasta tenía trazado un plan, algo que pareciese casual.

Pero su madre tenía otros planes, le había enviado una nota al islandés de parte de Shadow y ya haya sido de él o de algún gracioso, Shadow la histérica –que no entendía cómo su madre pudo hacerle eso– recibió una nota de respuesta que decía que aceptaba que se viesen ese día como bien Barunka había dicho de parte de su hija. Esta vez la que contestó sí fue Shadow, diciéndole que en las grutas a las ocho, que ya eran las siete y media de la noche. Se arrepintió pronto cuando su madre le dijo que para qué el apuro, quiso enviar otra nota pero al igual que en la parrillada, acabó por no hacerlo. A las ocho, estaba en las grutas con la misma ropa que salió de casa, nerviosa pero con el paraguas sobre su cabeza para no mojarse.

A Hákan le sorprendió la nota de Shadow, aunque luego de la intrusión de la decana Orlowsky el día de la carne asada de su prima, se había quedado con las ganas de hablar más con ella, luego de eso la cosa con Siobhan se había vuelto más formal y había estado evitando contacto con chicas que le supusieran tentaciones porque ya se conocía y podía ser muy volátil. Ahora que estaba corriendo ese rumor por ahí de que Siobhan estaba embarazada de un muggle y que por eso se había ido, Hákan no sabía que pensar. O sí sabía, pensar de sí mismo que era un infeliz porque no estaba tampoco muy triste, ni algo.

Ver a Shadow en las grutas a las ocho sonaba bien, sin tener idea que la chica se había esforzado tanto por juntarle cosas sobre el pasado de su padre. Entre ella y Sofie estaban armándole de nuevo la vida, aunque en lo que concernía a Shadow, él todavía no lo sabía, así como no sabía que lo miraba con ojos de amor, porque el imbécil de Joe no le había dicho ni uno solo de los recados de su novia Pearlie. De haberlo sabido ya habría hecho algún movimiento, no iba a mentir. Pero hasta ahora se había comportado solo decente y medio distante, primero por el asunto de su novia.

Se perdió en las grutas así que el islandés llegó diez minutos tarde, medio corriendo y con un bicho pegado en la camiseta, uno color púrpura como sanguijuela que no se le quería despegar. Cuando llegó con Shadow seguía pensando como quitárselo hasta que terminó arrancándoselo con la mano deseando que no le saliera urticaria y lo lanzó en la dirección contraria.

Se veía linda y mucho, así que tocaba decírselo mientras se acercaba a ella en la semioscuridad húmeda de la gruta- Te ves linda. Hay un lago allá atrás, lo encontré cuando me perdí viniendo hasta acá, son complicadas las grutas. No hablo del lago de Dagda, me equivoqué, es más como un riachuelito. ¿Vamos a ver si lo encontramos otra vez?- se sintió como imbécil por su abordaje, por lo que se recordó a si mismo que ella lo había citado y no al revés y no tenía porque comportarse estúpido. –Por eso me tardé en llegar, espero no haberte hecho esperar demasiado.

Disculparse ante todo por su impuntualidad, excusarse porque no era realmente su culpa, o sí, por tomar mal las grutas. Ni un acercamiento para besarla en la mejilla ni nada, pero ahí en ese ambiente húmedo y oscuro, no quería que su primer movimiento fuera delatarlo a que iba a abusar de ella o algo que se malinterpretara. -Que bueno que me citaste de nuevo, me quedé con las ganas ese día que Orlowsky echó a perder la carne asada, ¿siempre es así tu decana?.

No lo sabía pero el rumor había funcionado, seguramente hubiese vibrado de felicidad si sabía que incluso hasta oídos de él había llegado la noticia, pero no podía ir preguntando por allí o rastrearían que ella era la fuente de todo aquel lío. De todos modos ya ni pensaba en eso, no en ese momento, esperaba tranquila escuchando como una gota eventual chocaba contra el paraguas que mágicamente tenía flotando sobre su cabeza.

Había sacado a las ocho y cinco el libro en donde tenía guardadas las fotos y donde había escrito con su femenina caligrafía los datos que su madre le había ido contando, pero acabó por guardarlo al cabo de un par de minutos. Movía nerviosa una pierna pensando que no llegaría o que la había visto y que prefirió hacer otra cosa o que Siobhan lo había interceptado y se estaban besando allí cerca. Mil cosas. Pero llegó, finalmente llegó y se contuvo de ver la hora en el reloj que llevaba dentro del bolso, se lo puso a la espalda y con un movimiento de varita le quitó el hechizo al paraguas para levantarse.

Felizmente la luz no dejaba que se viese demasiado o él habría notado el color grosella que tomaban sus mejillas cuando le dijo ese cumplido, o eso esperaba ella porque no quería explicarle ese detalle que no podía controlar. Si lo del cumplido no era suficiente para hacerla sonreír como tonta lo fue la idea de ir al lago aquel que acabó siendo riachuelo según le decía, mientras tanto ella solamente pensaba en qué rematadamente guapo podía ser, pero que se callase esa voz interna porque debía responder o parecería retrasada.

-No, llegué hace poco.-se levantó y colocó su paraguas dentro del bolso antes de levantarse y acomodar el cinturón de la gabardina. Ella tampoco se acercó porque estaba aún nerviosa y no tenía idea de dónde estaba el riachuelo ese.-¿Y dónde queda? Jamás lo vi, tampoco es que venga aquí a explorar ni nada de eso.

Caminó por donde él iba, con cuidado porque aunque llevaba botas había estado lloviendo y podía estar resbaloso por ahí. Buscaba lugares sin resbalosas rocas enlodadas por alguna filtración de agua o exceso de humedad.-Ah sí, es un poco amargada casi todo el tiempo. Creo que necesita un novio o algo.-eso se lo había dicho una amiga de la facultad, pero a Shadow le sonó como algo muy cierto.-Pero no te dije que vinieses solo para compensar, tengo algo para ti, pero te lo muestro en el sitio que dices. Cuidado con ese charco.-lo jaló un poco del brazo mientras decía la última frase para que no pise el fango, pero lo soltó apenas vio que ya no estaba frente a esa trampa no mortal.-

Hákan no alcanzó a ver el tono grosella pero de verlo le habría parecido adorable. Lo que sí podía ver era su sonrisa. ¿Tendría familia semiveela?. Ya había platicado con Crawford que las Burroughs tenían buen culo, pero verle la sonrisa era casi igual de bueno. –Yo tampoco soy explorador, pero como me perdí lo encontré por casualidad- encogió los hombros y empezó a caminar, no muy seguro de si se vería aprovechado si comenzaba a tocarla de más con la excusa de ayudarla a pisar las piedras medio húmedas o a que no se cayera por lo accidentado del camino, pero cuando ella lo jaló del brazo para no pisar el fango, él vio su oportunidad para tomar la de la mano e irse un poco detrás de ella, cuidándole las espaldas y los pasos para que no cayera.

En un punto del camino sacó la varita para iluminar con un lumos porque se veía muy poco.-¿Vas bien? No me sueltes, no quiero que te caigas antes de que me des lo que tienes para mi- Sonó mal, lo supo desde que lo dejó salir pero le daba igual si se malinterpretaba. Shadow de todos modos no se veía como el tipo de chicas que usaban cualquier cosa para saltar encima de la gente. Al final de esa especie de túnel, se veía como una salida. Y ahí estaba el riachuelo, por ahí se había perdido. Eran raras las grutas de Brigantia.

El lugar no parecía bajo tierra aunque lo estaba, se veía cielo abierto y bastante verde, no con aire invernal sino primaveral- ¿Raro, no?- la soltó no porque quisiera sino porque ya se veía mal. Y ya que pensaba que Shadow era una chica decente, ¿qué iba a pensar ella de que un tipo que supuestamente había tenido novia como por dos semanas ahora estuviera tomándose tantas confianzas con ella?. Si sabía del chisme de Siobhan entonces estaba a salvo de que ella pensara nada malo y con suerte hasta lo tomaría como un pobre hombre desamparado y sin amor.

Se sentó en una conjunción de rocas cercanas al riachuelo luego de verificar que no estuvieran húmedas y miró a Shadow expectante. Ya se estaba sintiendo muy ridículo por llevarla ahí a ese escondite medio secreto, tan bonito y tan marica. Que no pensara mal por favor, porque se le iba a arruinar la reputación. –Este lugar no viene en los folletos, nada más espero que no estemos en una dimensión alterna, no quiero que la gente empiece a poner tu cara en los cartones de leche por estar perdida.-Ni le preguntó a que se debía la cita, ni le importaba. El islandés no creía necesitar razones, ni justificaciones, ni hablar de su padre ni de nada. Desde Pociones había querido hablar más con ella pero tanto trabajo y tanta mierda se lo habían impedido por completo.

Shadow volvió al parecer la víctima de una repentina fiebre, sentía el rostro caliente y el color de sus mejillas volvió a ser escarlata cuando él tomó su mano. Solo esperaba no sudar, no caer, no jalarlo al lodo, no muchas cosas, pero decidió dejarse disfrutar del momento porque cualquiera fuese la razón que lo había motivado a hacer eso a ella la hacía feliz y punto, tenía que ser más simple y no pensar tanto. Su madre se lo decía siempre, quizá tendría que hacerle un poco más de caso, después de todo gracias a ella es que estaba allí con Hákan.

-No te preocupes, está dentro del bolso. Además…creo que esto no está tan resbaloso.-un pequeño tropiezo le quitó veracidad a sus palabras pero no fue por la humedad, fue por no elegir bien su punto de equilibrio sobre su pierna. Solamente apretó un poco más su mano por el susto momentáneo que quedó en eso y siguieron hasta el lugar. No tenía una preferencia especial por ese lugar, pero podría convertirse en una buena costumbre.-

Asintió a la pregunta de él cuando vio el cielo verde, no sabía bien en dónde estaban porque hasta su sentido de la orientación se había perdido un poco ya que seguía tomando su mano, era una tonta, una ñoña como le decía Pearlie, tomarle la mano a un chico no era la gran cosa pero le gustaba mucho. Ni siquiera pensaba cosas acerca de qué rápido se había olvidado de Siobhan, ya ella estaba completamente fuera de su mente, no lo sabía pero era el mismo tipo de egoísmo que su madre había demostrado cuando no le importó ni un poco que la madre de Gianna fuese novia de su tío Aldrich cuando ella quería estar con él. Después de todo era sangre de su sangre, algo de veela le quedaba y en su caso, debía ser esa parte.

Fue a sentarse a su parte sin saber bien qué decir porque era inexperta en esas cosas, podía inventar chismes y desinteresarse por el bienestar de Siobhan y lo que tuvo con el islandés pero en lo que no se parecía a su madre era en las aproximaciones, ella no podía simplemente decirle a alguien que le gustaba y besarlo, o coquetearle, o formular un juego naturalmente entretenido para captar la atención de alguien. -Van a creer que fue Martin, que como no se pudo aprovechar de mí en Samhain me secuestró para acabar el trabajo. No te vi allí, pero todos se volvieron locos, creo que el decano ni fiesta de Navidad nos va a dejar hacer gracias a eso.

No quería que eso pareciese un truco para salir con él, que lo era, pero había algo más y era importante. Luego podría quedarse horas viéndolo o haciendo esas cosas tontas, le sonrió antes de voltear para abrir su bolso y sacar de él una libreta, la abrió y de allí sacar un papel doblado que le entregó.-Sofie…me pidió ayuda para que mi madre le hable de tu padre. Y pues me explicó un poco el por qué, no creas que por chismosa ni nada, pero fui con mi madre el fin de semana y le pedí que me cuente de eso. Me dio esas fotos y me contó algunas cosas, seguro tiene más pero es desordenada, vi que tenía algunas de tu padre solo pero cuando las volví a buscar ya no estaban.

El islandés puso muy mala cara cuando Shadow dijo que el hermano de Siobhan se había intentado aprovechar de ella en el samhain, porque de eso, él no se había enterado. –Que te hizo, ¿qué cosa? ¿es en serio?-porque si era enserio por muy hermano de Siobhan que fuese o lo que fuera, le iba a sacar mínimo dos dientes. –Me resbalé con el agua de Immëndorff y casi me mato. Yo no había tomado nada de nada y Siobhan se puso caliente y pesada. James se llevó a Lady y a Regina y yo me quedé con ella hasta que se calmó pero me estaba muriendo de dolor de coxis- con eso quería decir que para él, el samhain no había sido más que desgracia y que si era cierto el rumor de que Siobhan estaba embarazada y por eso se había largado, él no tenía nada que ver porque con todo y drogas no había habido contacto físico como para eso.

-Pero esas cosas ya no importan, si no nos dejan hacer fiesta de navidad, te llevo a Islandia- seguía con eso de las invitaciones aleatorias, todavía creyendo que nadie se las tomaba en serio y de hecho, no a todos se los decía en serio, tampoco.

Si Shadow nunca le hubiese dado lo que tenía para darle, él hubiera estado cómodo ahí con ella de todos modos. No le importaba realmente si tenía noticias de su padre o no, lo que era un récord porque con la mayoría de las personas se ponía a investigar, pero era algo que en ese momento no le podía preocupar menos. Joseph podría no haberle dicho nada sobre Shadow pero de todos modos a Hákan le parecía guapa, demasiado como para no intentar algo, más ahora que era libre.

Pero el detalle de haber investigado algo se le hizo muy bueno. Animado estiró la mano hasta el papel que Shadow le daba y lo abrió con cuidado para ver todas esas fotos, en donde se veía casi a él mismo en ellas. Se parecía tanto a su padre que daba miedo. -¿Ésta es tu mamá?-preguntó señalando y luego volvió a ver las fotos. Era algo. Su papá parecía si bien no absurdamente contento al menos sí cómodo. Nunca lo había visto absurdamente contento de todos modos así que no podía saberlo.

-Te lo agradezco, es más de lo que esperaba tener, al parecer aquí también está un poco enterrado su pasado o no sé.-Todavía estaba a la espera de las sorpresas que la mamá de Sofie le pudiera dar si lograba convencerla pero para eso faltaban un par de días, a que fuera fin de semana. -¿Me las puedo quedar? Al menos hasta sacarles una copia, luego te las devuelvo, no quiero que tu madre piense que soy un ladrón-Y dicho eso se acercó para besarle la mejilla. La habría besado bien pero estaba tanteando terreno porque no quería lanzarse como un desgraciado a arenas movedizas.

Le agradó que pusiese mala cara, se le veía hasta más guapo, pero es que el chico ni lo sabía porque generalmente cuando eran así se convertían en unos engreídos de lo peor. Sonrió por segunda vez en esos segundos y hasta lanzó una risita involuntaria cuando le dijo que Siobhan se había puesto pesada, es que así era ella, naturalmente, de eso Shadow estaba segura y qué bueno que ya ni se le viese en la Universidad, lo malo fue que con esa epifanía el islandés tuvo que soportar el dolor de una caída que parecía no haber tenido consecuencias muy graves a largo plazo, no cojeaba ni nada.

-Pero ya estás mejor, ¿verdad? Del coxis y eso. Y lo de Martin no fue violación ni nada, más bien que fue a besarme con sus manotas de pulpo. Todo el mundo estaba como loco, Angus me ayudó pero ya después de eso no supe más de él ni de Leslie, que era su novia y eso…es de lo peor el chiquito.-medio se estremeció al recordarlo porque de hecho fue muy desagradable, la idea que corría en la universidad respecto a que Leslie había desaparecido sin rumbo tampoco era agradable pero por motivos muy distintos.-

Sonrió nada más con la invitación y si no se sonrojó de nuevo fue porque su cuerpo ya debía estar acostumbrándose a estar cerca de él o alguna cosa similar, creía que era una broma como cuando a un niño se le dice que se van a ir de viaje a la luna si se beben toda la sopa de puerro.

Esperaba que cuando le preguntó por su mamá no le dijese que era guapa o algo así, o que tenía bonito aunque sea el cabello, sabía que no se veía mal ni nada pero siempre había luchado un poco contra la atención que captaba, al menos en esas fotos no podía hablarle su madre-foto al islandés ya que seguramente de hacerlo lo entretendría con mil historias y cosas. Así sucedía casi todo el tiempo. Ella físicamente se parecía más a su madre que a su padre, pero él era casi idéntico, aunque por las cosas que le había dicho Barunka en cuanto a las costumbres no tanto, pero tampoco conocía tanto a Hákan como para estar segura de eso.

-Sí, se llama Barunka. Se conocieron en Hogwarts y eso. -señaló la que mostraba a la semiveela con un peinado imposible-Esta creo que fue en el primer matrimonio de ella, de la que se escapó. Me parece, de hecho no estoy segura porque bromea mucho pero dijo que iba a ser su padrino o algo así, aunque luego comentó que casi después de la escuela no lo veía, entonces no sé cómo haya sido…

Le iba a decir que no se preocupe, que se quede con ellas porque Barunka estaba segura de tener muchas más pero que no las encontraría en tan poco tiempo, se lo iba a decir y a minimizar el haberle llevado eso, es decir, a ella le gustaría haber tenido algo de su padre si hubiese tanto misterio alrededor de él, además le gustaba y se veía que era buen chico, se merecía saber lo que pudieran decirle, sobretodo viniendo desde tan lejos y…el beso en la mejilla. Todo lo que pensaba hacer cuando él dejase de hablar se borró en un instante, como si nada, ni lo recordaba, buscó en su mente las palabras que él acababa de decir pero no hubo nada, nada más que una página en blanco.

Se sonrojó, mucho, esta vez fue inevitable del todo y por un impulso que luego dejaría su rostro incluso más ruborizado buscó imitar su gesto, pero al estar tan concentrada en su cercanía acabó besando su boca. Se alejó con su rostro color carmesí y los labios muy juntos. No se disculpó, no quería decirle que fue un error porque no lo era, y tampoco que lo había querido porque no se sentía con el valor suficiente.-También tengo algunos datos, mi madre me los dio, Al parecer tenían el mismo grupo de amigos y todo…

El islandés puso inmediato gesto de preocupación por la mención de Leslie. Ya le había intentado convencer a Joseph de que la buscaran, de que su desaparición no era normal, hasta se había planteado seriamente pedirle a Joachim Ayres que le dijera en que ayudar. Tal vez se estaban viendo demasiado lentos. Y si Leslie se había ido de la fiesta había sido por culpa de Martin. Quiso no pensar en eso para no ponerle mala cara a Shadow y ya iba a guardar las fotografías de su papá, pero Shadow empezó a contarle de dónde provenían. Le dio risa lo de la primera boda de la que se escapó. Y si su papá iba a ser el padrino, eso significaba que sí eran amigos muy cercanos. Hasta pensó que habían sido novios. Pero no fue bueno que dijera que después de la escuela ya no se veían mucho. Hákan todavía no sabía si las cosas más importantes habían pasado durante ese periodo o después, cuando había sido jugador de quidditch.

Ya iba a pedirle a Shadow el mismo favor de que le presentara a su madre pero no acabó su frase porque ella lo besaba, al parecer por error pero de todos modos lo besó. Su sonrojo, que en ese momento si vio, le pareció adorable y se le quedó mirando con una sonrisa socarrona mientras ella seguía hablando. En algún momento lo de los datos le hubiera sonado muy bueno y oportuno, habría querido saberlo todo cuanto antes y se hubiera mostrado ansioso, como se mostraba con Sofie. Pero no iba a dejar pasar la oportunidad de un beso.

Antes de dejarle dar los datos que tenía, se acercó a ella para besarla otra vez. El islandés no era mucho de jueguecitos sentimentales porque afortundamente no había heredado ese masoquismo de su padre, ni esa habilidad para meterse en líos. Al conocer a Siobhan le había gustado y se juró ser buen novio cuando la chica le comunicó que lo eran, pero las cosas no se habían dado. No estaba buscando una novia trofeo a la que presumir o que lo fuera a buscar al campo y que él pudiera pasear enfrente de sus compañeros más desafortunados, pero tampoco era estúpido como para no tomar las oportunidades, por pequeñas que fueran.

Le pasó una mano por la mejilla a Shadow y luego se acercó a ella para besarla otra vez. Notaba en sus sonrojos y hasta en su lenguaje corporal que era tímida y le hubiera gustado tener toda esa información confidencial de la que Joseph lo había privado, porque sus propios movimientos serían más seguros, pero estaba todavía en arenas movedizas y por eso iba con cautela.

Le hubiera gustado medir su beso para no incomodarla pero terminó haciéndolo demasiado profundo de todos modos. -¿Qué datos?-Preguntó manteniendo la conversación como si nada cuando se separó de ella. Besarla había sido un paso necesario teniéndola así de cerca, ya si quería abofetearlo era cosa de ella.

Su reacción a la caricia sobre su mejilla y el beso demostró que le gustaba, o eso pensó, todas sus compañeras eran muy osadas y no se ponían así por un beso, no importaba qué guapo fuese el muchacho. Le iba a contestar inmediatamente pues tenía la libreta entre sus manos, pero un impulso mayor a ese se apoderó de sus movimientos, debía ser eso porque no era tan valiente como para que su mente hubiese decidido besarlo. Porque sí, lo besó como él la había besado e incluso se le cayó la libreta a un lado porque acarició su rostro mientras lo hacía y su codo la empujó.

Cuando se separó de él se quedó un momento cerca, sonriendo mucho y nerviosa buscó la libreta que había caído. Abrió la libreta y buscó la página en donde estaban los asteriscos con los datos relevantes, como novio de quién fue, que era callado, cuando le pegó a su tío Aldrich, que además de jugar al quidditch luchaba muy bien. Nada acerca de la coca, las putas y los robos.

Barunka apenas había visto a Kristján jugar profesionalmente unas tres veces, después de la escuela el contacto se había perdido y cada uno siguió con su vida. El último año fue muy intenso y tras toda esa bipolar amistad que llevaron durante los últimos meses Barunka pensó que él había terminado tan cansado de la situación como ella y necesitaba su espacio, pero ese espacio que serían unas pocas semanas se convirtió en meses para luego tornarse en algunos años en los que ambos hicieron de su vida lo que mejor les pareció, Barunka siguió siendo muy cercana con Frances y tras su primera boda fallida más, incluso se casó con el hermano de ella, Gene.

Con Kris se había ido a beber unas cervezas un par de veces luego de los partidos en los que lo vio, pero solamente un par porque el ambiente se había tornado algo incómodo, no era tan simple como antes, tras el tercero fue que lo invitó a su boda que sería esa misma noche y sí acabó diciéndole que sea su padrino porque a nadie le había contado, era una boda clandestina de la que se fue porque no podía con un compromiso con ese tipo. Después de eso no había vuelto a ver al islandés y simplemente suponía que estaba bien, eso había querido creer.

Shadow eso no lo tenía escrito pero se lo contó porque esa historia le había dicho su madre, además le dijo de cuando le pegó a su tío bajo las bancas porque su mamá se le andaba insinuando y el tío fallecido y querido hizo no sabía qué, no tenía muy clara la historia.

-Era muy amigo también de mi tía Frances, la mamá de los Alechinsky, creo que hasta algo tuvieron aunque en eso mi madre ni me quiso dar detalles.-Barunka ni había mencionado algo acerca de la boda de Frances con Tobías y ese escándalo.- No sé como qué quieras saber, para no aburrirte con historias de que le iba mal en una asignatura o de si no le crecía el pelo o es que se lo rapaba él.

Escuchó con toda la atención todo lo que Shadow tenía para contarle, aunque ya estuviera distraído porque era muy bonita y aunque lo había notado desde el principio, en la clase de pociones, no había estado poniendo atención hasta el momento, si había que ser sinceros. Todo para él respecto a las chicas había pasado demasiado rápido, empezando por lo de Siobhan en la fiesta y pasando por lo de Autumn.

Si se había dado el tiempo de poner atención a Siobhan como era debido había sido solo porque ahí lo habían llevado las circunstancias, pero ahora con Shadow, sin habérsela follado, estaba interesado en su cara, en como se movía su boca cuando hablaba y el brillo inusual de su cabello rubio. Era su prototipo de chica, con el cabello rubio, los ojos claros y la piel blanquísima, así habían sido sus novias hasta Siobhan.

Solo dejó de pensar en tanto a la vez cuando Shadow sugirió que su padre había tenido algo que ver con su tía Frances, porque él tenía el dato de que su padre había sido el novio eterno de su mamá, que nunca habían roto en ese compromiso a distancia y que hasta la visitaba. ¿Qué esa mujer no sabía que su papá estaba comprometido? ¿Cómo que habían tenido algo?. Y no tenía detalles. Le hubiera gustado saber del escándalo, del tipo de persona real que era ese tipo que era su padre.

-Quiero saber esos detalles, no me aburrirían. Siento que no lo conozco nada y todo me sirve Shadow. Gracias por hacer esto por mi-Se acercó a besarla una vez más ya entrado en confianza, con la seguridad un poquito basada en su ego de que ella no lo iba a rechazar porque le había correspondido todos los besos, pero no se sabía con esas cosas. Le tomó la cara con una mano y la besó más.

-¿Sabes qué sí quiero saber? Si serías mi novia, allá afuera también. Eso es buena idea, ¿no?-No, no era, pero si quería seguirla besando así no iba a estar buscando lugares a solas para hacerlo. No la conocía casi de nada, pero ella se había esforzado en eso y significaba algo. No era cercana a ella ni siquiera como lo era con Sofie o con Lady, pero eso era lo de menos, podía conocerla sobre la marcha. Tampoco le importaba si acababa de terminar con alguien más, pero no quería hacerla sentir que la besaba solo por loco, quería darle alguna seguridad, si ella le decía que no, al menos él ya lo había intentado.

Se imaginaba la relación sexual con Siobhan pero no lo de Autumn. Tampoco es que fuese a importarle porque si bien podía ser celosa o hasta envidiosa, el haber vivido con eso por tanto tiempo le enseñó que muchas veces aquello solamente respondía a exageraciones y situaciones creadas por la falta de autoestima. Pero de eso ni siquiera se había preocupado hasta el momento, para ella había sido una tracción más que evidente desde el inicio y el resto del asunto .dígase otras muchachas en su vida- lo tomaba como un inevitable pero eventualmente prescindible agregado.

Le agradaba poder decirle cosas de su padre sin mirar en su libreta, le parecía que era hasta entretenido porque de alguna manera se había familiarizado con el islandés original a través de lo dicho por su madre, no era como si lo conociese pero suponía que era como cuando alguien te hablaba mal de alguien y acababas odiándolo, solamente que esta vez acabando con un saldo positivo. Ya eso junto con los besos que se habían dado la tenía casi en las nubes, como pequeña frente a heladería mágica.

Sonrió cuando le agradeció y con un movimiento de mano le restó importancia al asunto, de hecho le hubiese gustado hacer más. Shadow pertenecía a aquel grupo de muchachas delicadas y algo caprichosas por naturaleza que desde chicas tuvieron todo el apoyo para lograr lo que fuese, pero pese a ello tendía a desvivirse por algunas cosas o personas, incluso invirtiendo más energía de la que era necesaria algunas veces

Aunque cada vez que se lo mencionó a alguien –una o dos personas- acabó generando risas ella se sentía una luchadora, no lo era si aquello se tomaba del modo literal pero bajo su concepto de que todo sus logros reales se los había ganado se autodenominaba así en sus propias reflexiones y por ello se daba el lujo de mostrarse vulnerable en sus relaciones porque no creía necesitar hacer de eso una competencia o algún tipo de deber, por eso no le importaba demostrar interés o aprecio mediante esfuerzos que le parecían necesarios, sobre todo cuando la besaba así.

-No, no sé. Sí quiero, pero no sé por qué sería porque es raro. Ay no creas que no quiero, no seas loco, claro que quiero, pero hay que salir primero, ¿no? Ni hemos hablado mucho, sé más de tu papá que de ti. No creas que por engreída, que me gustas muchísimo muchísimo, pregúntale a Pear o a Joe, que ella le dijo mil cosas. Ay, ya cállate Shadow.-bajó la cabeza y se rió por los nervios antes de volver a mirarlo sonriente, sonrojada y sonriente, que acababa de decirle que le gustaba y aunque fuese una confesión chiquita la sentía pesada.-Ni sé a dónde invitarte, creo que se me bajó la edad mental a siete o así. Pero me gustas y sí querría, pero no sé si lo dijiste por decir o si fue broma y ya me humillé como loca.

Si no se rió de la reacción de Shadow diciéndole que sí, que no, que no sabía, que sería raro y diciéndole las cosas que él ya sabía de que tenían que salir primero y que no sabían mucho del otro fue solo para no hacerla sentir objeto de burlas, o que estaba jugando con ella. No era así, pero no se le había ocurrido mejor manera de decirle las cosas siendo directo con sus intenciones a largo plazo para invitarla a salir y a la vez decirle que no tenía la menor intención de ser un patán por estarla besando ahí donde nadie veía. Sabía que tal vez lo del Hijo del Escuchón y el chisme de Autumn, que no era chisme, era verdad, pero a ninguno de los dos pareció haberle hecho conflicto, ella podría tener cierta impresión de él, una que no quería darle, menos si le estaba ayudando tanto con lo de su padre.

-No era una broma, claro que sé que tenemos que conocernos, eso era en realidad lo que quería preguntar- ¿Le preocupaba el problema de la exclusividad quizá y por eso se lo había dicho así? Nunca se había considerado un tipo posesivo pero tal vez decirle eso fuera modo de asegurar que Shadow supiera que no estaba jugando, sin locuras, solo ser legal, si ella quería.

-Crawford nunca me dijo nada, qué idiota, te hubiera invitado a salir antes de haberlo sabido-¿Cuándo? Porque había estado encima de Siobhan casi todo el tiempo, pero Shadow podía creerle a pies juntillas si quería. El imbécil de Joseph en cambio lo había llevado hasta por putas islandesas sin darle ni una sola señal de que Shadow gustaba de él, ni siquiera por petición directa de su propia novia.

-¿No sabes a dónde invitarme? Oye tranquila, ese va a ser mi trabajo, si se te ocurre algo lo hacemos pero creo que te estás estresando de más.-Le tocó la mejilla y se acercó a ella para besarla. Le gustaba el olor que despedía su cabello y también el color y su textura, era fácil sentir deseos desesperados por meter los dedos entre su cabello.

-Cuéntame qué más descubriste, no solo conoces a mi papá más que a mi, lo conoces mejor que yo, al parecer y eso es lo que busco. Verás, toda la vida pensé que conocía a mi papá, hasta que pasó lo que pasó. Luego llegó aquí y me encuentro con cosas disparatadas. Por ejemplo, siempre pensé que fue novio eterno de mi mamá. –Y ahora lo que Shadow le decía parecía indicar que no, eran detalles menores a comparación de lo que Jessy Littrell le contaría después pero calaban igual.

Lo dicho, no era mujer de mundo ni una mujer resuelta que a los dieciocho años había logrado consumar su personalidad, tampoco era Britney Spears que no era una niña ni una mujer aún; era inmadura todavía en muchas cosas, se tomaba muchas otras muy en serio, erróneamente a veces pero así le sucedía. De todos modos en lo que estaba sucediendo no creía haberse equivocado, de hecho las cosas estaban saliendo sorprendentemente bien porque no acababa de creer que así como de la nada fuesen a salir. Pero no cuestionaría nada, no se echaría sal a ella misma y a la buena fortuna que la iba persiguiendo.

No comentó las cosas que le iba diciendo como lo de Joseph, o de a dónde salir y esas cosas que ya no quería saltarle una verborrea sin fin, sobretodo porque decidió que se calmaría, que actuaría como siempre y no como si tuviese diez años y él fuese un amigo de su hermano o Angus, que cuando lo conoció –tendría ella unos siete u ocho años- decidió que se casaría con él sin importar que fuese ya un adolescente y a ella le faltasen los dos dientes de adelante por estar dejando ya los dientes de leche.

Él tenía razón en que se estresaba de más pero sus besos la calmaban mucho, se estremecía cuando pasaba los dedos por su cabello tanto porque gustaba mucho de él y por las terminaciones nerviosas que la hacían mover el cuello cual gato al que le rascan las orejas. Se rió porque notó el movimiento que iba haciendo y le dio dos besos, uno a cada lado de la boca antes de volver a abrir la libreta que llevaba y se acomodó en donde había estado sentada para ver algunas de las palabras que había dejado allí como ayuda mental.

-Mi madre me contó que era muy valiente, de los que nunca le decían que no a algo, tampoco a una salida extraña.-Barunka se había referido a cuando se fueron a un strip club, pero esas cosas no se las contaba con tanto detalle a Shadow.-Era listo además, estuvo en Ravenclaw, eso lo vi por una foto que tenía con el uniforme. Y…pues tenían el mismo grupo de amigos: mi tía Frances, la madre de Sofie, habían dos Crawford pero no sé si sea alguno padre o tío de Joseph, había un gitano que a veces estaba con ellos pero no recuerdo el nombre, mi tío Tobías no era tan cercano y me quedó la impresión de que se llevaba mal con tu padre, hubieron algunos golpes creo. Tu padre fue al matrimonio de mi tía Frances y después de eso creo que es que las cosas medio se fueron al río por completo.

Le había ido diciendo eso mientras pensaba en si su madre había dicho algo acerca de la madre de Hákan o de si se habían dado un tiempo como para justificar que no le hubiese sido fiel como pensaba el muchacho.-No sé cómo haya sido lo de su relación con tu madre, pero al menos con la mía sé que no tuvo nada, que por lo menos dos veces me dijo que era como un hermano, creo que era muy dado a las fiestas porque mi padre dijo que supo por mi tío Aldrich que era un don juan y que con mi madre y la tía Frances bebía como si no hubiese mañana, como niños perdidos. De hecho no se llevaba con mi tío y por ende mi papá tampoco le tiene buen concepto, una vez le pegó a mi tío….ahhh claro, y por eso terminó con mi tía Frances. Quizá a eso se refería mi madre, o tal vez volvieron, porque me dio la impresión de que pasó algo cuando acababan el colegio. Y peleaba como campeón mundial, mi mamá dice que a ella le enseñó a lucha, ¿lo puedes creer? Y yo apenas puedo levantar a Aldrich en una piscina.

Al islandés le daban muchas ganas de jalarla un poco y estrecharla entre sus brazos, para poner la espalda de Shadow contra su pecho y poder besarle el cuello mientras ella seguía hablando. Pero solo jugueteó con la idea en su imaginación porque era un gesto muy íntimo para hacer y ya había aprendido en ese rato que con Shadow tenía que llevársela con mucha calma.

Mejor se quedó donde estaba, mirándola con atención escuchando todo lo que decía. Le gustaba estar enterándose de todos los datos sueltos de los que no había sabido ni un poco, excepto por lo de ravenclaw aunque eso lo habían solo supuesto entre él y Joseph y no había sido un dato concreto.

También puso atención a lo de los amigos aunque luego en casa de Sofie, en un futuro, hiciera como que no solo para saber más cosas de la boca de Jessy Luttrell. Hizo cara de no entender por qué razón ir al matrimonio de la tía de Shadow hubiera sido el inicio de la ruptura, aunque algo pudo intuir de que se llevara mal con su tío Tobias, el que decían que había pasado mucho tiempo en Azkaban o algo parecido. Podía hacer conexiones pero no tenía los datos concretos y de conexiones se había hecho su vida.

Su padre no había tenido nada con la mamá de Shadow, lo que la verdad lo tranquilizaba porque le hubiera resultado raro pensar en eso en un futuro. Se rió con aquello de que era un don juan y que bebía como buen islandés que se preciara de huir del frío mediante el alcohol, aunque eso Hákan ya lo sabía porque era algo que había podido ver en su núcleo familiar, que con sus cuñados siempre había sido el más aguantador en las fiestas, aunque también el más dado a hacer escándalos vergonzosos.

Shadow contó más sobre su tía Frances, Hákan fue entendiendo más cosas. Había estado con esa mujer mientras había estado con su mamá, y quién sabe con cuantas mujeres más, pero eso parecía haber sido importante e hizo conexión con lo de la boda, aunque todo seguía siendo un rompecabezas que lo desconcertaba.

-Yo tampoco soy campeón mundial. Mi papá me enseñó algo de lucha islandesa cuando era chico, me sé varias llaves, le hice una a Lady el otro día. Pero nada, no soy tan bueno como me dijo mi madre que había sido él. glima le llaman en islandés al tipo de lucha que él sabía- Sabía algunas cosas de su padre y lo de la glima era una porque era algo que presumir con tu novia islandesa de años, y también con tu único (según él) hijo varón.

-Me trajiste chismes muy interesantes, ¿tienes más?-porque para él las cosas seguían siendo inconexas, qué mal que las madres se ahorraran los detalles sucios, eso era lo que formaba todo.

Si hubiese sabido lo que cruzaba por la mente de Hákan se hubiese sonrojado seguramente, pero le gustaba tanto que hasta puede que hubiese accedido aunque al haber sentido sus labios sobre su cuello seguramente hubiese acabado por sentir cosquillas a la par que sus piel se erizaba, porque el que no acostumbrase hacer esas cosas no significaba que al suceder le fuesen indiferentes.

El islandés tenía razón al pensar que las cosas con Shadow iban lento –o más lento de lo común- y es que la rubia no era de las que besaban a un desconocido en una fiesta o algo así, con él era porque ya le gustaba desde hacía bastante tiempo y aún así parecía treceañera enamorara de su ídolo juvenil. Pero se conocerían, en eso habían quedado y si se podían besar mientras tanto no se iba a quejar, aunque eso era algo que normalmente no haría. Pero esa era la universidad, qué mejor momento que ese.

Le agradaba poderle contar cosas, no tanto por hacerse indispensable en cuanto a la búsqueda de su padre si no porque parecía ser importante para él y le gustaba poder ayudarlo en eso ya que comenzaba a interesarle por razones distintas a cómo se veía, parecía ser un buen chico, y el que estuviese tan interesado por aquel tema le resultaba encantador, encantador e interesante, siempre le había gustado la gente con convicciones o con aficiones puntuales, con un incentivo para hacer las cosas. No se lo dijo para no sonar muy intensa, pero eso pesaba.

-Yo me hubiese quedado hospitalizada de seguro, pero algún día deberías enseñarme una para protegerme de esas cosas que siempre salen en la televisión muggle, de los asaltantes de callejón con antifaz, boina y camiseta a rayas.-de Lady pensaba lo de siempre en ese momento, pero no encontró algo más que una anécdota en eso que le dijo porque estaba más que perdida en lo que estaban haciendo.-

Suspiró mientras se dio unos segundos para pensar si había alguna otra cosa relevante,-No, lo siento. Puedo decirte cosas aleatorias que me dijeron, como que es de los que más hicieron por la guerra de aquí, ya sabes, la que fue contra mortífagos y conservadores en general, pero cosas concretas creo que no puedo decirte, además eso ya debes saberlo. Pero de todos modos planeaba volver la otra semana a mi casa a ver si encuentro otras cosas, quizá luego de unos días mi madre tenga mejor memoria, es un poco…ida. Te prometo darte algo mejor la próxima vez, si quieres alguna cosa en específico dímelo, así usaré toda la práctica de hacer informes enormes en la escuela.