Limpiando -Regina-

Lo máximo que había limpiado en Brigantia era la escoba que le prestaban para los entrenamientos por que aún, después de tantos meses en la universidad, seguía olvidándose de llevarse la vieja pero buena que tenía en casa. Por alguna razón nunca le había tocado limpiar el dormitorio, seguramente por que todo mundo sabía que siempre hacía las cosas al aventón y de cualquier manera y era fecha que seguía pensando que había elfos en Brigantia así como en Hogwarts. Elfos que nunca limpiaban a sus ratas, pero ella lo entendía perfectamente, nunca se imaginó que eran sus mismas compañeras quienes lo hacían.

Cuando llegó a la habitación, corriendo por que tenía una hora para poder dormir antes de que empezara la próxima clase de quién sabe qué de quidditch y quería aprovecharla, no saldría de Brigantia en la noche pero sentía que sino se dormía justo en ese momento no iba a soportar las clases que todavía le faltaban, se encontró con que olía rico y que estaba limpia.

Ay –olfateó un poco sin importarle parecer grosera o algo vulgar-… huele rico, ¿verdad?

Le dijo a Katherina que era la única que estaba ahí y se dejó caer en su propia cama. Ya la había visto en la sala de convivencia y en el comedor y en otros lados, así que creía que podía hablar con ella así como si nada, siempre había sido muy igualada.

Te ves algo cansada –le dijo mientras sacaba al “Sin Nombre”, su mascota mágica, su Puffskein, de la bolsa y lo dejaba caer en la cama.