So... Maybe you like me

Ginger Bonnaire

Por lo que al mundo exterior concierne, Ginger regresó de Francia hace dos años completamente cambiada, tras pasar todo un verano en la mansión de su familia. De la chica con aspecto tomboy, arrogante, rebelde, malcriada, caprichosa, altanera, hiriente y perezosa en cuanto a estudios refería. No quedaba nada. Como si hubiesen enviado a una nueva bruja en intercambio.

Se ofrece fría a todos aquellos que van contra sus creencias puristas, las cuales siguen siendo tan o más estrictas que en el pasado. Altiva y elegante, se presenta como una excelente compañera de tertulias y se esfuerza lo mejor posible por sobresalir en sus estudios y aprender sobre diversos temas para ser fluente durante improvisadas conversaciones.

Se maneja con exquisito garbo y elegancia frente a las personas, y jamás se le verá coqueteando con nadie abiertamente. Es reservada y a pesar de su carácter purista, nunca se le podría acusar de haber devuelto un insulto o provocado una confrontación con algún liberal.

Es de hablar pausado y rara vez se le escuchará elevar la voz. Camina con calma, nunca se le verá llevar prisa. Es puntual y comúnmente se le puede hallar en la biblioteca profundizando temas que comúnmente saldrían en una conversación en algún tipo de reunión social.

Ahora bien, tras la fachada de damita de sociedad, aún queda la naturaleza dominante que jamás permitirá ser pisoteada. No sería raro que tras dedicarle una delicada sonrisa a un sangre sucia que la haya humillado de alguna forma, este mismo apareciese inconsciente en uno de los baños con la cabeza rota unas horas después, cuando todos parecen haber olvidado lo ocurrido. Siempre asegurándose no ser descubierta (algo más en lo que difiere de su antiguo yo, a quien no le importaba ser descubierta y solía hacer las cosas de hecho con la intención de meterse en problemas). Su ahora marcada elegancia y educación, no impide que siga poseyendo exquisitas inclinaciones sexuales que decantan por cualquier sexo, sin restricción en particular.

Le gusta el color violeta en todas sus tonalidades, el café expreso y los duraznos, así como las rosas blancas y el invierno. Le teme a los espacios reducidos y las doxyes. Es alérgica al mordisco de los gnomos de jardín.