Fuera del reglamento

No era que se hubiese hecho una moda eso de ir a los dormitorios de los chicos, no sabía que su prima había hecho eso y de saberlo le hubiera pedido un consejo para saber cómo no ser atrapada que no era el tipo de chica que fuese en contra de las reglas, siempre se comportaba y tenía las normas presentes, era ya algo que la acompañaba muchos años. De no ser porque era por algo que consideraba muy importante, ni hubiese ido a esa facultad cuando era hora de una de sus clases, pero era Josh y no lo había visto ni en los pasillos de la universidad ya en varios días.

Fuese coincidencia o no el hecho es que el ni habérselo cruzado o no haber encontrado a alguien que le de razón de él la había puesto nerviosa, tanto que al ser demasiada la ansiedad decidió aquella osadía tonta, pero que para ella era importante. Es que también lo que le había sucedido a él no era cosa de nada, casi había muerto, eso le habían dicho y si había evolucionado bien o mal era algo que nadie había sabido decirle con exactitud, todos seguían ocupados con sus propios temas y a Aquila ni siquiera la había visto.

No iba camuflada ni nada, pero su ropa no era la usual, nada de vestidos esa tarde y no podía decir que estuviese feliz con su apariencia, era aceptable pero solo eso, si no llevaba un sombrero era porque pensaba que quedaría simplemente impresentable. Era casi la hora de almuerzo y supuso que nadie estaría cerca, aunque había posibilidades de que nadie fuese a estar era el sitio más seguro para encontrarlo. Y si no, fingiría demencia total, diciendo que era porque había ido a buscar a Pearlie y se había confundido de dormitorio porque estaba emocionalmente afectada por esa marca roja que seguía sobre su mejilla y que según le dijeron en un par de sesiones con esos ungüentos apestosos estaría fuera de su vida.

No tocó la puerta pero se tapó los ojos con una mano porque no quería ver a ninguno de los chicos de esa habitación desnudo, si era a Joseph seguramente le tiraba un crucio. Exageraba, pero por si acaso. De todos modos aquello de tapar sus ojos no era algo definitivo, que tenía una rendija de su campo visual sin tapar para identificar a Josh si es que estaba allí, si no quién mejor que uno de sus compañeros de cuarto para decirle si había estado mejor o no.

-¿Josh? ¿Estás aquí?-una idea pasó por su mente, que uno de los que estuviese en la habitación fuese un soplón, que ya estuviese o no Josh no estuviese solo y alguien la delatase. Ya había invadido el lugar, lo que fuera a ser, sería.-

Había estado ausente varios días en la Universidad, los primeros en San Mungo semi consciente y despues había vuelto a casa. Su madre le había montado un escándalo por los peligros de andar intentando integrar su música en eventos mágicos y todo se había convertido en una gran discusión familiar que sólo había podido evadir dejando que sus hermanas lo cuidaran. Mia y Sabrina se habían dedicado a poner películas bobas de adolescentes, pintarse las uñas en su cama, pelearse la mitad del tiempo y discutir sobre qué chica de sexto año en Hogwarts había perdido la virginidad o no. Había empezado a perder la paciencia después de algunas horas pero finalmente tenía qué estar en casa y apenas había sido capaz de ir a la fiesta de cumpleañode Lady Stoner, más por ganas de que las gemelas lo dejaran en paz, y también por que Bird lo había invitado con cierta insistencia.

No pretendía ir al comedor esa tarde, aún le costaba un poco recorrer el camino de Cerridwen al comedor así que prefería ahorrarse el trecho y quedarse en su habitación. No había salido mucho de las inmediaciones de la facultad por que se encontraba demasiado cansado por el montón de pociones que le habían dado todavía, aunque ya estaba recuperándose. No podía creer la racha de mala suerte que le había seguido desde el castigo absurdo que los decanos habían impuesto y le había dejado sin trabajo, y ahora esto. Le había empezado a doler un poco la cabeza.

En absoluto se esperaba escuchar la voz de Shadow en el dormitorio. Levantó la vista de su quidditch illustrated y se incorporó de la cama, quedándose sentado con una leve mueca de dolor por haberse movido demasiado rápido.

-Sí, aquí mismo. ¿Qué pasa, estás bien? No iba a preguntar otra cosa más que esa por que le parecía raro que hubiera ido hasta ahí y le había alarmado un poco, como si Shadow quizás necesitara algo o estuviera en un lío, por esa razón la miró con extrañeza.

No se le ocurrió pensar que simplemente quería saber cómo iba o algo así, normal y casual. Después de la fiesta se había quedado con impresiones bastante extrañas de ella y no lo había olvidado aunque la gravedad de las cosas ocurridas ahí le había restado mucha importancia a todo ese asunto.

Se había mantenido nerviosa los dos segundos que tardó en contestarle porque se sabía fuera de las reglas, sin una excusa del todo creíble y en un mal momento para hacer esas cosas. Afortunadamente le respondió, estaba allí y al abrir los ojos no vio a nadie más. Reaccionó al verlo poner esa mueca de dolor, seguramente se vio como un movimiento extraño el que hizo porque parecía que quería dar un paso pero retrocedió al verlo ya incorporado y sonrió aún con preocupación en el rostro, presionó sus labios como hacía comúnmente al inquietarse por algo.

No entendía bien a qué se refería preguntándole por ella, él es el que estaba mal. Por verlo adolorido no lo había notado, pero había lanzado un suspiro de tranquilidad al verlo al menos en una pieza, al tener ya una idea concreta de que en general no estaba tan mal. Aunque podía estar minusválido, podía solamente ser capaz de mover los brazos, podía estar ciego y simplemente haber reconocido su voz, podía…podían haber pasado muchas cosas pero no debía apresurar su juicio al respecto.

Fue con pasos rápidos hasta su cama y se acuclilló al lado, tomó la mano de él que tenía más cerca y la apresó en sus dos manos, dramática como si estuviese muriéndose, pero en su cabeza habían aún muchas consecuencias que no se mostraban a simple vista.-Claro que estoy bien. Mi cara no, pero en general sí. Tú no estás bien. No te he visto en muchísimo tiempo, ¿cómo sigues?-soltó su mano pero le pasó los dedos por el cabello, preocupadísima todavía y luego entrelazó ambas manos para dejarlas apoyadas al lado de él. Su bolso se había quedado a un lado.-Me tenías preocupada, ¿has estado en San Mungo o qué? Nadie me decía nada de ti.

Lo hubiese abrazado si no creyese que estaba hecho de cristal en ese momento, porque quizá era así o sus costillas habían quedado destruidas y estaban filtrando uno de sus pulmones, quizá sólo uno de ellos funcionaba, quizá si lo presionaba demasiado se quedaría sin poder reaccionar. Instintivamente se quedó acariciando su brazo mientras su pie izquierdo presentaba un tic de preocupación porque era algo que no podía controlar. Podían haber terminado hacía tiempo, haber dejado las cosas medio bien y haber seguido con sus vidas, pero de todos modos seguía preocupándose infinidad por él.