¡Pijamada!

Hacía tiempo que no teníamos una pijamada. Sinceramente me gustaban un montón ese tipo de cosas. Era como si por una noche te olvidaras de todo lo que tuviera que ver con la escuela y el mundo en general y te dedicaras a ser una niña –o jovencita, pero niña a fin y al cabo- con tus amigas y, en ciertas ocasiones, con tu hermano gay que disfrutaba de eso como nadie más.

Luca había llegado de sorpresa a casa y papá y mamá andaban por las nubes. No hacía falta decir que cada vez que lo veían pasaba lo mismo. Pietro no había llegado pues se había quedado en Milán verificando en la fábrica que las costuras de los vestidos de la última línea que habían sacado quedaran perfectas y no hubiera desperfectos. Cada vez que se acercaba una pasarela era prácticamente un caos para ellos.

-Deberías traer a todas tus amiguitas. Yo me encargo de mandar a mamá y a papá de viaje. Necesitamos una noche de niñas.

Entrecerré los ojos. Luca tenía razón así que simplemente asentí y aparentemente él se encargó de todo. O más bien, ya se había encargado de todo desde antes de llegar. Había conseguido un par de noches en un hotel de lujo en Florencia y cuando les había dicho a mis padres, no se habían podido resistir. Siempre venían bien las vacaciones –aunque solo fuera un fin de semana- además que era el hotel más complicado de Florencia para conseguir una reservación y era donde habían ido de luna de miel. No podían pedir nada más. La verdad era que las influencias que tenía mi hermano en el mundo eran increíbles.

Mamá dejó hechas unas galletas y bocadillos que podremos disfrutar más tarde. Amaba a mi madre, siempre pensando en todo. Quizás por eso mi padre se enamoró de ella, o algo así. Era extraño y complicado eso del amor. Tal vez por eso Luca y Pietro tienen tanta suerte, tal vez las relaciones del mismo sexo sean más sencillas.

Les mandé una lechuza a Pearlie, Sofie y a Shadow –aunque con esa última no me llevara tan bien, pero sabía que las otras dos si-, quizás a esta última pudiera preguntarle como había sobrevivido a la forma de Adrian de abordarte o de “conquistarte” como diría alguien romántico y cursi y todas esas cosas. Quizás fuera más sencillo si le diera algún consejo alguien que ya había estado con él, aunque no sabía qué tan bien se lo tomara Shadow.

Había ido a comprar una bebida que me gustaba sobremanera. Era muggle, por supuesto, pero si alguna de las chicas que fueran no la había probado, era el momento idóneo. Conseguí una botella de Kraken y unas sodas con sabor cereza y otras de limón. Bastantes hielos y Luca y yo asaltamos el stash de bebidas que mi papá tiene en su cantina con la promesa de reponerlas al día siguiente. No sabía quien estaba más emocionado, si Luca o yo por la mini fiesta.

Arreglamos la sala –que era bastante espaciosa- con colchones y mantas de todos colores. Luca se había encargado de llevar mucha ropa que se había quedado de la temporada pasada y que según él nos quedaría a todas –que mi adorado hermano ya nos había tomado medidas a todas y se las sabía perfectamente- y los dioses sabían qué más había llevado.

La invitación que había mandado era el traslador y empezaría a brillar a cierta hora para llegar a casa a la hora que fuera prudente. Yo había ido el viernes desde temprano a casa para tener todo listo.

Miré el reloj y no deberían de tardar demasiado. La hora se acercaba. Yo ya estaba en pijama -de shorts y una blusa de tirantes delgados a juego de cuadros azules con negro y unas pantuflas de garras de hipogrifo- Puse en el reproductor de música algo divertido y me eché en uno de los colchones en el suelo. Buttercup llegó a lamerme la cara y Luca me dijo que si no la controlaba terminaría petrificándola. Le hice un mohín frunciendo los labios y abracé a Buttercup un rato hasta que esta se desesperó y se fue.

Pero a ladrar porque alguien había aterrizado en el pasillo.

Tenía siglos que no iba a una pijamada, la última vez había sido en 6º curso, con amigas de Beauxbatons. Si debía ser sincera, le encantaban esas cosas, por más ñoñas que le parecieran al mundo o por más que, como Paprika decía, solo sirvieran para que los niños pensaran y fantasearan con que las involucradas estaban experimentando en ropa interior las unas con las otras. Se sentía bien en Brigantia, la estaba pasando bien –demasiado, si le preguntaran a su padre, por ejemplo- y comenzaba a gustarle todo ese asunto de tener un poco más de libertad. ¿Cosas que contar? Tenía un par, aunque todavía no estaba segura de cómo abordarlas. No había pedido consejo a sus amigas de todo lo que había pasado, ahora era buen momento, por más que ella creyera que ya había tomado firmes decisiones.

Llegó a la reunión sin la pijama puesta, vestida normal y con un montón de botellitas de licor de cereza guardadas en la bolsa, cortesía de su madre, a la que le había escrito contándole que pasaría una noche con Gianna, Sofie y su prima Shadow. Saffron, su madre, siempre había sido mucho más flexible que su padre y por eso a ella si se permitía contarle ciertas cosas y Saffron a veces contribuía como buena madre, como en esa ocasión.

Al aterrizar en la sala, luego de que la invitación hubiera empezado a brillar, fue recibida por Buttercup. Dejó con cuidado la bolsa en el suelo y se acuclilló a saludar a la perrita, poniéndole voz de bebé y diciéndole un montón de ridiculeces. Cuando Buttercup se cansó de ella, volvió a levantarse y se encontró con Gianna.

-¿Dónde pongo esto? Lo manda mi mamá. Aaaah, si vengo en pijama pero estaba en el salón de convivencia cuando brilló el traslador, así que la traigo escondida.

Hizo un par de movimientos con la varita y la ropa normal que traía desapareció para quedarse solo con una pijama negra con lunares blancos, pantalón y camisa, los pies descalzos.

-Ahora sí. ¿No ha llegado Sofie?

No halagó su casa porque ya había estado ahí antes y le había dicho que era muy linda, lo seguía pensando.

- Aca estoy! - Dijo Sofie apareciendo con una sonrisa gigante, pero al instante desinflándose en un suspiro, típico gesto de agotamiento. Antes de nada dejó caer un bolsón que traía entre los brazos al suelo y esquivando a Buttercup, no porque no le gustara el perrito, sino porque traía olor a Obelix saludó a las chicas y a Luca que estaba por ahí.

- Mi mamá me vuelve loca... El discurso que me dio: "Por fin te dignas a salir de la uni un fin de semana y en vez de venir a dormir con tu madre adorada, te vas a ir a lo de Glum?!???! blablabla blabla bla!".. Dios... es... agotadora. - Sofie imitó a su madre como mejor le salía, ni gritando como ella, pero se notaba por sus manos y el ceño fruncido como debería haber sido todo. La amaba, si que la amaba pero desde que a Sofie se le había metido en la cabeza ir a Brigantia todo era tema de discusión con su madre, y Sofie no era una persona preparada para las peleas, si hasta al tonto de Aldrich le dejaba decir cualquier cosa con tal de no tener que ponerse a pelear..

Se dejó caer en un sillón con total confianza pues, además de ser ella muy confianzuda, la casa de Gianna había sido hace unos años atrás, como una extensión de la suya. Y desde esa posición se estiró hasta tomar su bolsón y arrastrarlo con pesades hasta ponerlo entre sus piernas abrirlo y empezar a desparramar con cuidado las cosas que adentro tenía. Ella no había tenido tiempo de cambiarse como Pearlie y aunque tenía un camisón, quedarse con el vestido de tirantes que traía o vestirse con los otro era más o menos lo mismo. Lo que si buscó fueron las pantuflas y una caja de chocolates...

- Mamá manda chocolates porque alcohol dijo y sito textual "Tómense todos los licores de Gabrielle, esa que se cree tan perfecta, con su casita perfecta y su familia blablabla..." .... Creo que en realidad está celosa de que nos juntemos aquí en vez de en casa... Pero supongo ya se le pasará... Espero"

Tenía tanto tanto que hablar que no sabía ni por donde. Aunque aquello de poner en común los dramas y escándalos de su progenitora era un buen principio. No es que se lo tomara realmente mal, incluso estaba acostumbrada, pero como había estado escuchándola hasta hace un segundo atrás pues, lo tenía bien fresco en la mente.

No le pareció lo más educado llegar por medio de red flú a la sala de la casa de una chica que apenas conocía, por mejor que le cayera. Había conocido a Gianna por que tenía una perra adorable que se había decidido a pasar una tarde con ella. Y claro, había notado muchas deficiencias en su educación pero le había hecho gracia y después de haber hablado con ella ya hasta bromeaba al respecto, sobre el transtorno alimenticio de Buttercup y esas cosas.

Ella estudiaba en Cerridwen pero eso no era impedimento para que varias veces hubieran pasado el rato en la cafetería o se vieran para la cena. No estaba resultando tan difícil hacer amigos después de todo, y aunque no era la reina de la interacción social la mayoría de la gente parecía ser agradable y todo. No sabía cómo le estaría yendo a Linus, que aunque más desenvuelto era propenso a discutir con la gente, cosa que no a todos les parecía. Ni siquiera había tenido tiempo de hablar con él aunque se vieran a diario. Eso de estar en facultades distintas la hacía sentir como si se hubieran mudado a otra ciudad cada uno o una cosa parecida.

Entonces, como no se iba a aparecer dentro de una casa, averiguó la manera de llegar por la puerta, aunque claro, se había aparecido por que era menos riesgoso que perderse en ciudades que no conocía. Llevaba unas sidras kopparberg de frutos rojos por que quizás las cervezas no eran para esa noche y pensó que desde que había celebrado su treceavo aniversario no había tenido una pijamada, entonces tendría que ser divertido. Sólo esperaba caerles en gracia a quienquiera que acompañara a Gianna esa noche.

Llamó a la puerta y se acomodó un poco un rizo rojo que se había escapado de su chongo mal hecho. Su pijama era una camiseta vieja de los Smiths que le había robado a Linus y unos shorts que realmente eran pantaloncillos de hombre (pero no, esos no se los había robado a su hermano). También llevaba unos chocolates de la granja orgánica cercana a su casa, por que esa era la clase de cosa que se le antojaba comer en una pijamada.

No quería levantarme, había encontrado el punto exacto donde estaba cómoda –media contorsionada, pero cómoda al fin y al cabo- pero escuché la voz de Pearlie en el pasillo haciéndole fiestas y mimos a Buttercup quien seguramente se tiró panza arriba para que le rascaran o algo. Finalmente se terminó por ir y luego llegó Luca con una estola de plumas color turquesa, unos lentes tipo hipster que usaba por ridículo, nada más, una copa de brandy que seguramente robó del despacho de papá y unos pantalones completamente aguados y raídos. A veces no entendía al cien por ciento su moda.

-¡Pearlie, querida!-llegó con ella y le dio un beso en cada mejilla. Tomó la bolsa que había mandado la señora Saffron –que a Luca le caía muy bien porque no era como Abner a quien tenía que pedirle infinidad de veces que no le hiciera arruinar sus diseños poniéndole menos escote o la falda más larga a Pearlie. Soltó una carcajada cuando Pearlie se cambió a su pijama. -El que te hubieras venido en pijama seguro habría sido todo un espectáculo para los muchachos. Mira que cosa tan más rara. No, no, no, ¡seguro tengo algo para ti por aquí!

Y con las manos elevadas en el aire se fue directo a un pasillo de donde trajo consigo un gran vestidor con muchísimas prendas de distintos colores. Cada una envuelta en plástico delgado para que no se maltraten.

-Luca, déjala, está bien así.

-¿No ves que si no la chica no pescará nada?

Y se fue vociferando en italiano hasta que su voz desapareció en la casa. Me levanté y abracé a Pearlie. Dejé la bolsa de botellitas de licor de cereza sobre la mesa que mamá había puesto y que Luca –como no- había decorado. Y justo cuando Pearlie preguntaba por Sofie, Sofie apareció. Luca gritó desde la lejanía un “¡bon giorno principesa!” y luego se volvió a sumir entre tanta prenda de ropa.

Me acerqué a Sofie y quité a Buttercup de su camino y luego rodé los ojos. ¿Por qué siempre que había una pijamada o fiesta en casa, Jessy se ponía con las malas vibras? Ella sabía que aquí no podíamos estar más seguras. Pero bueno, había gente que a veces no entendía de razones. Me encogí de hombros.

-Mamá no tiene licores, pero asaltamos la cantina de papá con promesa de devolverla para el domingo temprano.

Señalé la mesa donde había puesto las botellitas de licor que había llevado Pearlie y donde estaban las galletas y todo eso que habíamos puesto Luca y yo antes de que llegaran. No le presté atención a las palabras de Sofie, que, aunque no lo decía en serio, nuestra vida no era algo muy perfecta que digamos, no sabía de donde sacaba la gente esa apariencia. Todos sabían lo que había pasado, no era un secreto de estado. Al menos Jessy no era aún abuela, no como mamá.

Buttercup comenzó a ladrar como desesperada en dirección a la puerta. No sabía quien podría ser porque todas las invitaciones las había enviado con lechuza y se convertirían en traslador. A menos que fuera Shadow pero lo dudaba bastante. Que por cierto ¿dónde estaba?

-¡Lavinia! ¡Que bueno que llegaste!

Le dije al momento de abrir la puerta de par en par con una gran sonrisa en el rostro. No la conocía mucho, en realidad prácticamente de nada, pero gracias al demonio cuadrúpedo con trastornos de obesidad y de personalidad que tengo como mascota nos habíamos conocido y habíamos congeniado bastante bien. Mamá dice que conoce a su padre o que lo conocía o algo así, o quizás era su tío, no sé bien. El caso es que dice que son buenas personas y todo eso.

-Mira, ven, pasa. Te presento a Pearlie Burroughs, a Sofie Luttrell y ese ridículo que viene por ahí es mi hermano, Luca Vercelli.-señalé a Luca mientras venía empujando el tubo con todas las prendas seleccionadas colgando. Se bajó los lentes –como si el cristal transparente le impidiera ver bien- y sonrió.-Niñas ella es Lavinia Ayres. Es nueva en Brigantia, como nosotras.

-¡Válgame las vírgenes de Avalón! ¡Pero que bonita muchacha! No te escaparás de mi para sacarte las medidas hoy, aunque creo tener algo por aquí de tu talla. ¡Lo buscaré!

-Mi hermano es diseñador..-le dije a Lavinia en un tono bajo de voz-Cuando se le mete algo en la cabeza es un fastidio, pero seguramente encontrará algo que te guste o algo así.

Me encogí de hombros. Cuando Luca se lo proponía podía ser completamente odioso. Sólo esperaba que no tuviera que medir a Lavinia porque no sabía si le gustaban esas cosas o qué, así que prefería que se quedara quietecito y viera si algo le gustaba o le quedaba.

-Bueno, bueno, Pearlie, ¿dónde está Shadow? Yo ya me quiero empezar a embriagar, nomás te aviso. Si llega y estamos ebrias, es su culpa por impuntual.

Dicho eso fui a la mesa de bebidas y serví hielos en un vaso rojo, un poco de Kraken y soda de sabor cereza. El primer trago de una noche que sería larga, muy larga, tomando en cuenta todo lo que tenían por hablar. Y eso serviría también para conocer a Lavinia.

-¿Lavinia quieres algo de tomar? Sofie para que quites esa cara de pocos amigos, anda, bébete algo. Tú también Pearlie, pero algo fuerte, anda.

Estaba entusiasmada por la pijamada y aunque todavía no adquiría la confianza suficiente como para ir por allí de fiesta en fiesta ese le parecía un inicio más que decente. Había ido a su casa a sacar algunas cosas para la ocasión, no hacía eso desde hacía mucho y era mejor buscar entre los cacharros que tenía en su habitación que no solo con alcohol se conseguía dar una buena impresión.

Inicialmente le dijo a Pearlie que iría pero al no encontrar las cosas que quería le dijo que mejor iba cada una por su lado, quería encontrar una lámpara que tenía que funcionaba con un pensadero al medio, cuando colocabas ahí lo que estaba cruzando por tu mente se encendía y si bien no veías la imagen como cuando ingresas a uno, las sombras acompañaban la historia que te contase el que dejaba la plateada hebra.

Tenía ya eso y más pequeñas tonterías junto al licor en la mochila que llevaba en la espalda, más que preocuparse por que algo se quebrase tenía problemas con que se le levantase la falda por ahí. Pero ni con aquello asegurado con un hechizo pudo sentirse calmada, su madre había estado como un halcón sobre ella, como si presintiese que algo iba a pasar o que eso no tenía un buen fondo, y para mala suerte de Shadow aquello salió del dato más irrelevante, la ubicación.

El escándalo se desató, Barunka estaba siendo una irracional total, decía a Gene que si no pensaba que Gabrielle –madre de Gianna- iba a querer envenenar a Shadow porque siempre tuvieron rencillas, la semiveela podía ser muy sobreprotectora con sus hijos. No hubo gritos, pero sí varios argumentos encontrados que acabaron cuando Burroughs hizo entender a la rubia madre que no le iba a pasar nada a su hija porque Pearlie estaba allí y que la cuidaría, le dijo eso porque quería que se calme rápido y porque de tener algo de razón eso era más que seguro.

Shadow pensaba que la idea del envenenamiento o el asesinato por un fulgor adolescente estaba muy fuera de lugar, pero no le respondía a Barunka diciéndole eso ya que tanto su padre como su hermano la mirarían de forma pésima, además de que muy aparte de aquellos arranques y de las exageraciones siempre había intentado que se lleven mejor de lo que se llevaban, debía ser algo que se llevaba en la sangre porque una situación similar pero bastante más grave tenía su madre con su abuela.

Al fin salió, estaba tarde y sus pasitos de damisela tarde para su boda lo evidenciaban, con ayuda de Aldrich consiguió la dirección y su hermano hasta le hizo el favor de armarle un traslador para llegar al lugar. Mochila a la espalda así lo hizo un rato después de la hora pactada, iba a tocar el timbre pero la puerta estaba junta, quizá alguien había salido un momento o algo, la casa era grande así que se quedó parada un momento sin saber a dónde ir mientras que al fin el murmullo de las voces de las chicas le indicaron la dirección correcta.

-Lamento la tardanza, lo siento lo siento. Tuve un…percance. ¿Ya empezaron? Tengo varias cosas de pijamada que no uso hace años, como una lámpara con pensador y eso, ¿las han usado?-seguramente sí, fue un juguete muy popular en sus días.- -Ay no te conozco, qué bonita eres con tus pecas y eso, yo una vez me quise poner unas mágicamente pero terminé con un enorme lunar color café en toda la cara y ni salí de mi casa por dos semanas. Soy Shadow.

Se rió de Luca- no como burla- sino porque, principalmente, no le interesaba pescar a nadie con su pijama, ni esa noche. Si la hubiera cambiado a ella no le hubiera importado pero no le veía uso práctico a algo hermosísimo y así cuando solamente iban a contarse tonterías y emborracharse. Igual se puso a ver la ropa que Luca había llevado. Era un tipo irresistiblemente adorable.

Cuando llegó Sofie abrió sus brazos hacia ella mientras se quejaba de las quejas –sí, así- de su madre, aunque lo único que quería era darle un beso en la cabeza y dejarla seguirse quejando de lo que quisiera, que para eso eran las pijamadas también. La siguiente en llegar fue una niña pelirroja muy bonita, a la que por supuesto no conocía de nada. Le sonrió cuando Gianna se la presentó como Lavinia Ayres. Obviamente también tenía algo que ver con el profesor de deportes, se les notaba en todos los poros que eran familia.

-Shadow sí llegará, pero tal vez más tarde…

Igual no le sorprendería que se quedara estudiando o algo –cosa que ella también debería hacer, pero parecía loca últimamente, emborrachándose con Aldrich y todo eso- pero esperaba de verdad verla ahí de todos modos. Y sus deseos se hicieron realidad porque Shadow aparecía por la puerta con su mochila, casi poco después de que Gianna preguntara por ella.

Saludó a su prima desde la comodidad del sillón donde se había arrellanado con un movimiento de la mano, y se levantó como gato perezoso para tomar una de las botellas de licor de cereza de Saffron, que no era como si le fuera a pedir a Gianna que le diera como entrada un trago de vodka solo o algo así. Lo de “fuerte” era relativo. Abrió su botella con la varita y se volvió a sentar en el sillón de la comodidad.

-¿Y cómo van las cosas con Adair?

A ella el tipo no había querido decirle NADA, lo que era una lástima porque faltaría retroalimentación del tipo “pues a mi me dijo qué…” que siempre era muy bueno saber qué pensaba el chico, pero nada de nada de parte del desgraciado.

“¡bon giorno amore mio!!”- Respondió Sofie a la lejanía pero sin el ánimo de siempre, incluso viendo los vestidos desde la lejanía, tuvo que hacer muchísimo esfuerzo para despegar su cola del sillón e ir hasta allá para chusmear que había de nuevo…. La ropa, las comprar siempre le aliviaban el ánimo y contaba con que aquella vez no fuera diferente… Mientras la pelirroja desconocida entraba y Luca se desvivía en elogias para todas, Sofie ya estaba metiendo mano como si fuera su propio armario, pues tenía muchas confianzas con el Hermano de Gianna… Cuando Luca le prestó algo de atención, continuó descargando sus frustraciones parentales – dice mamá que le hables, que ya no le llamas como antes… que si vas a ir con ella a no se que desfile o se va a tener que conseguir un chongo de ocasión porque tu ya no la quieres, y que no se cuanta cosa más… Pero por favor llámala, que sino seguirá diciendo que es mi culpa por haberla dejado sola para irme a Brigantia….-

Dejando a Luca por cortesía de presentarse con la nueva chica, fue hasta ella con un vestido cualquiera en mano. – Hola Hola Lavinia… Soy Sofie – la besó y todo eso que se hace cuando uno saluda a alguien nuevo, y preguntó a Gianna si había más gente en la casa para, la recibir la respuesta de que estaban solas, proceder a quitarse el jean y colarse en el vestido una pierna a la vez. Se acomodó los breteles y buscó un espejo con la mirada… vestido de gala sobre sudadera de algodón, con zoquetes incluidos, una verdadera caricatura infantil… - Creo que el dorado no es mi color… Que dicen? -

Y ahí mencionaban a Shadow, claro estaba que en una charla de chicas era imposible mantener una sola conversación a la vez. Sofie secundó a Pearlie, afirmando que seguro tendría muchísimo que estudiar, mientras salía del vestido aquel para meterse en otro… Y así de ridícula como estaba de celeste pastel se acercó a la mesita de los licores… - Me voy a beber algo… No algo! Ni uno… Dos o tres o cinco de estos… No saben el lío mental que traigo!!!... – el caos de ropas que traía puesto ni comparación con su cara de preocupación exagerada total. Le gustaba un poco el acting inofensivo, había que decirlo… Abriendo una botellita iba a empezar con su drama Adair/luke, por contestar a Pearlie cunado Shadow hizo su aparición triunfal…

- Hola Shadow!!... bueno… quieren que les cuente o no?... Necesito contarlo!!... – Traguito al licorcito y emoción por el chusmerío a compartir y ya su rostro era otro, sonriente y algo pícaro. – Ah… por donde empiezo? Hasta donde saben ustedes?... – Era una pregunta retórica pues en realidad, con Gianna dormía todas las noches en la uni, a Pearlie ya le había contado un par de cosas, Shadow era su amiga y algo debía ya saber, pero a Lavinia no la conocía de nada…. Así que cada cual estaba en un punto diferente de la historia…

Se quitó el vestido, porque de ningún modo iba a arruinarle una prenda a Luca por andar borracha y se sentó en bragas y blusita sobre un colchón cualquiera para ya darle un buen trago al licor e incitar a la rubia para que pusiera esa lámpara extraña a funcionar… - No se que es esto, pero hazlo andar mientras empiezo… Bueno… Adair!! Es lo más lindo que hay sobre el planeta tierra… bueno, no es tannn lindo, como el chico este extraño Hakan, pero es guapísimo igual… y resulta que yo pensé que lo del beso en la cafetería iba a quedar ahí y nada más, pero… - Fiesta de Aldrich – Fiesta levitadota, me ignora olímpicamente, y luego viene y me besa… O sea! Y si, ya no me pude resistir, lo admito… Y pues nada… Yo se que no da la mejor imagen ir a besarse por ahí al oscurito, ni dejarse manosear contra un árbol – bajó el tono con evidencia en esa última palabra - … pero… Así las cosas!! Que Iba a hacer!??! … además fue capitán de gryffindor en Hogwarts!!

Si, le gustaba ostentar lo que para sus parámetros era genial… Los jugadores de Quidditch eran lo más, y los capitanes lo más de lo más! Y los chicos que salían en la revistas como futuro prometedor …UFFF la elite de la elite!! - Cuestión! es super posesivo con su hermana, Autumn se accidenta y terminamos en la enfermería... - se mordió el labio y buscó alguna señal en el rostro de alguna de las chicas, para ver si querían detalles o no... O si iba directo al grano... o si que diablos se podía decir delante de ellas... - Bueno, cuanto detalle quieren?... Lo importante es que... mmm.. bueno, el me dijo algo como "soy un patán, no llamo al otro día, no tengas tu primera vez conmigo"...- ya si querían detalles de como se había llegado a tener ese tipo de conversación con un desconocido que preguntasen, y sino que se conformaran con su imaginación y las sombras chinescas que emitía la lámpara aquella.


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Lo dejo ahí hasta que decidamos en que momento temporal estamos… Y para que cada quien cuente lo suyo también!. O me critique descaradamente.

-Corazón santo de mi vida, Jessy sabe que estoy la maaaaaar de ocupado. Sabe que tengo la nueva colección por salir y casi no tengo tiempo para venir ni a casa. ¡Pero si! Siempre voy, ya lo sabe. Solo que disfruta del drama tanto como yo.Luca le guiñó un ojo a Sofie y luego le dijo un “no te preocupes que yo la llamo y abogo por ti mientras supervisaba la ropa que elegía Sofie. Casi le daba el infarto cuando vio que se lo ponía sobre la remera. ¿qué no aprendían nada de lo que les había enseñado ya? Negó con la cabeza mirando hacia el cielo.-Sofie, cariño, ya dijimos que el que te va bien es el rojo, no te resistas.

Observé a Luca. Era imposible que se llevara tan bien con la madre de Jessy. Yo al quería y la estimaba y mamá la quería bastante pero siempre terminaban peleadas por días. Jessy quejándose de mamá y mamá quejándose de que por culpa de tía Jessy, Luca se había hecho gay. Claro que jamás lo decía en serio, pero supongo que una parte de ella culpa esa primer ida al ballet a ver el lago de los cisnes lo que hizo que Luca se fuera a pedalearle al otro lado. Papá coincide con Jonathan de que Luca siempre fue mariposón.

-¡Gianna! ¡Llegó Shadow!

-¡Ya lo sé! ¡Estoy junto a la puerta, tonto!

Luca me miró y negó con la cabeza. Shadow entró y la ayudé a deshacerse de la mochila que llevaba en la espalda y la saludé con un beso en la mejilla. Shadow era un caso completamente distinto. A pesar de que mamá y Jessy se llevaran presumiblemente mal ante el público, en confianza se adoraban y no podían negarlo aunque se la vivieran agarradas de la greña todo el tiempo. Con Barunka era distinto.

Desde que iban en Hogwarts han tenido problemas porque siempre fueron muy distintas y había un tercero en discordia. Que mamá siempre dice que la tercera en discordia fue Barunka porque Aldrich le había sido infiel con ella. Y cuando mamá se había enterado que Barunka había hecho la graciosada de ponerle Aldrich a su hijo a mamá casi le da un infarto. Mamá decía que Barunka había nacido de un cascarón porque era un pajarraco feo y desequilibrado. Claro que jamás atentaría contra la vida de ninguno de sus hijos ni la de nadie. Menos viéndose tan adorable como Shadow.

Ella y yo no éramos las mejores amigas y el asunto con Adrian no lo habíamos tocado. Esa sería la oportunidad perfecta para hablarlo y quizás pedirle consejo a las chicas. Aunque sabía de la relación que había tenido Shadow con él, no sabía exactamente qué era lo que había pasado.

-¡Yo pensé que ya no llegabas! Que bueno que si pudiste.

Le dije mientras colocaba la mochila en el suelo e iba al tocadiscos mágico –porque a Pearlie no le encantaba la música que yo solía poner porque era música muggle- y puse I’m a Cuckoo para que empezara a sonar algo mientras comenzábamos a platicar.

Y luego Pearlie soltaba la bomba. No sabía exactamente qué era lo que había pasado con Adair y Sofie y sinceramente no me gustaba el tono que iba tomando la situación. Sofie era quizás bastante más inocente que yo y Adair a veces se aprovechaba de eso. Y a pesar de que le quería –con sus altibajos y todo- no confiaba con que fuera la mejor persona para Sofie.

Rellené mi bebida y me fui a sentar al centro de la sala con un cenincero que levitaba. Dejé una cajetilla de cigarrillos cerca de mis pies y la varita al lado para encenderlos. La particularidad de esa cajetilla era que nunca se acababan los cigarrillos. Era de su madre y ahora se había heredado hasta pasar por mi. Claro que debería de ser de Jonathan porque él fuma mucho más que yo.

Encendí el cigarrillo y le di una honda calada y escuché el grito de Luca desde la cocina que si alguien quería algo para picar –es decir, queso y esas cosas- y luego ya no se escuchó más que un grito de histeria porque Buttercup le había robado un trozo de queso.

Negué con la cabeza y reí mientras escuchaba la historia de Sofie. Invité a Lavinia a que se sentara a mi lado y a Shadow también y que de paso trajera su lámpara maravillosa esa que se veía interesante. ¿Adair lindo? Enarqué una ceja. Esto no me gustaba. Seguí escuchando.

-¿Adair te dijo eso? ¿“No tengas tu primera vez conmigo”?-casi me atraganto con mi bebida y luego me puse a imitar a Adair. Me sorprendía que le hubiera dicho eso.-Creo que yo lo conozco más que tú y creo que hizo bien en decirte eso porque no, claro que no va a hablarte al otro día, ¡es Adair!

-¡Adair es peor de mujeriego que Jonathan, y eso ya es decir algo!

Gritó mi hermano desde el pasillo donde se había puesto a degustar su copa de coñac donde Buttercup –o el perro endemoniado, como él le llamaba- no lo alcanzaba.

-Tiene razón. Adair terminará rompiéndote el corazón, Sofie. Dime que no has hecho nada con él. Nada de….ya sabes..que no te has acostado con él.

Pearlie escuchó con completa atención todo lo que Sofie contaba. Claro que no tenía a Adair en un mal concepto –románticamente hablando- en primera porque cuando lo había conocido le había caído bien aunque en perspectiva su actitud hubiera sido grosera para con su amiga, solo que ella no lo veía así porque había sido positiva para con ella. Por ende, para ella ahí tenía una palomita.

En segunda, porque se lo había encontrado en el campus, había indagado sobre Sofie y no le había querido decir nada al respecto, lo que para Pearlie podían significar dos cosas: que era un caballero, un pensamiento que se contraponía a lo que decía Gianna o bien, que era un infame por no decir lo que sentía o lo que había pasado para no arruinarse oportunidades con otras, que siendo así, quedaba perfectamente con la descripción que Gianna daba de él.

Se mordía los labios con insistencia, tratando de sopesar las posibilidades, mirando a Sofie con sus enormes ojos verdes muy abiertos, de hecho, más atenta a ella que a las sombras que reflejaba el juguetito de Shadow, pues creía poder ver más en sus expresiones que en cualquier cosa. Ahora bien, Pearlie no la juzgaba en lo absoluto por dejarse manosear contra un árbol, lo que la tenía de verdad preocupada era la frase de Adair de “no tengas tu primera vez conmigo porque no llamo al otro día”, ¿eso qué significaba? Algo como : ve, ten tu primera vez y luego regresas a follar conmigo porque ya no me sentiré mal de no llamarle al otro día a una a la que le quité lo virgen. Eso la hizo sentir molesta con la vida. Estaba bien que fuera sincero, pero no que fuera un listillo.

Volvió a fruncir el ceño, pensativa, intentando poner orden a sus ideas. Le dio un trago a su botella, no porque el alcohol la fuera a ayudar, sino por inercia. Y finalmente tomó la palabra luego de meditarlo.

-El otro día hablé con él, no me quiso decir nada pero creo que era por ser un caballero y no hablar de las chicas con las que anda por ahí, no por otra cosa. Eso me pareció un buen detalle. Y no sé, hasta un mujeriego puede cambiar, ¿no? Es decir, tu hermano Jonathan era uno pero ahora se va a casar, sentó cabeza, etcétera. Pero Sofie, tal vez deberías dejar de hacerle caso. Ya sabes, si él quiere algo contigo ya te buscará y se esforzará, si no lo hace no vale la pena y tú no habrás perdido ni dignidad ni tiempo en buscarle la cara. También está claro que si no le interesas muchísimo, siendo un mujeriego, tendrá otras opciones en las que invertir su tiempo, pero si le interesas tú, estará contigo.

Ni sabía si se había expresado bien pero esperaba que Sofie le entendiera el punto: era el tipo el que se tenía que esforzar, no ella. En primera. Y si él no tenía interés no se esforzaría. Y si no se esforzaba, no valía la pena y era cierto que no debía tener su primera vez con él. Una cadena lógica.

Saludó a Gianna con un beso del mismo modo en el que ella la había saludado y a Luca también, de hecho el muchacho era un encanto por donde se le viese, era un extra el saber que estaría allí con ellas, o eso esperaba, que siempre lo veía corriendo de un lado para el otro y en ese momento se le veía bastante acelerado. Era imposible no sentirse cómoda y bonita con él al lado, es que el chico era un amor. Ya dentro fue a acomodarse y con ayuda de Vercelli la mochila estaba a un costado, ella llevaba falda así que ni incómoda estaba, si no seguramente hubiese seguido el ejemplo de Sofie.

Como la rubia ya iba a comenzar su historia ella fue sacando el pensador aquel mientras empezaba a hablar acerca de Adair ante la pregunta de Pearlie, ella sabía algo y si bien al chico lo conocía muy poco le parecía que era guapo y que podía llevarse bien con Sofie, pero lo de su reputación era una lástima, al menos a Shadow le costaría mucho confiar en un muchacho con semejante historial, iba a preguntarle por Luke pero se abstuvo para dejar que siguiese. Encontró un par de botellas que llevaba y una bolsa mágica de patatas y nachos que puso al medio de la mesita para que todos comiesen, las bebidas las puso al lado.

-Ay, ¡amo esa canción! ¿Sabías que estoy pero enamorada de Stuart Murdoch?-le dijo bajito a Gianna para finalmente dejar aquella curiosa lámpara frente a Sofie para que coloque allí sus recuerdos y todas pudiesen verlos, se moría por ir a ver los vestidos de Luca pero no lo hizo porque primero escucharía, tomó a Luca del brazo para que se sentase a su lado, a su otro lado estaba Gianna. Cruzó sus piernas y acomodó su falda para no ir mostrando las bragas, llamó a Buttercup con unas palmaditas en el suelo pero no le hizo caso.-

Escuchó con atención a Sofie mientras bebía y comía queso, si bien Adair era guapo y fue capitán y todo eso lo que le había dicho no evidenciaba otra cosa que patanería, le parecía que era uno de esos tipos a los que uno no debe confiarles ni un pedazo de pergamino. Todos parecían estar de acuerdo en que era mejor ser cautos, pero de ser ella le hubiese gustado escuchar una voz algo más comprensiva, así que se esforzó por seleccionar bien sus palabras.

-Es cierto Sofie, todo lo que dicen o eso creo. De hecho…de hecho espero que si ha estado ya un tiempo intentándolo contigo sea por buenas razones pero…¿lo hiciste con él? Si lo hiciste al menos te protegiste, ¿no? El otro día leí en Medimagia Contemporánea que los jugadores de Quidditch tienen una alta estadística de enfermedades venéreas, o a veces ladillas y eso, ¿no te pica nada? Es decir, ¿lo hiciste? Porque yo creí que estabas enamorada de Luke, ese de los ojos bonitos que parece como muy calmado y así.

Los comentarios de Gianna no se hicieron esperar, ya los había escuchado, pero igual no se acostumbraba a ellos. Para colmo Luca esta de acuerdo y Sofie tenía que admitir aunque con pesar, que esa familia conocía a los Brackminster mucho más de lo que la rubia podría en mil años… Pero bueno, la gente cambiaba no?... O no, porque Gianna parecía de esas que no iban a cambiar su opinión por más argumentos y noticias Sofie le contara…

Respiró profundo y se empinó el licorcito para matar la primera botella de la noche, que el cigarrillo empezaba a circular por varios lados y ella no quería caer en ese vicio espantoso. Y de frustrada que había quedado por el comentario de Gianna, miró a esta y a Pearlie con recelo por llenar el ambiente de humo tóxico, ellas ya sabían que Sofie reprobaba ese vicio como ningún otro… De todos modos se abstuvo de intervenir, pues antes de seguir desnudando su alma quería ver como opinaba Pearlie, con la que con suerte coincidía mucho más, asintió muchas veces con el rostro y metió bocado.

- Eso es lo que yo digo… que puede cambiar… además se esforzó, creo… Porque la cosa siguió así: - y pasó a contar lo que antes no había concluido sobre la escena de la enfermería – El me dijo eso, y entonces yo le dije algo así como “estás loquito, no voy a acostarme con otro para luego volver a ti a hacer la parte divertida!”… Y no perdí mi dignidad porque le dije que YO no era una chica de “amigos”… Ahí medio enloqueció,. Pero lo importante es que me dijo tal cual, lo recuerdo perfecto “Me estás pidiendo que resolvamos nuestras incompatibilidades” y concluyó pidiéndome una cita… A su modo claro, pero era una cita! –

Le sacó la lengua a Gianna con algo de recelo, pero luego se arrepintió y le tomó de la manito para apretujársela. La manito que no tenía cáncer envuelto claro!.... Momento que Shadow aprovechó para hacer su comentario, sin saber que perfectamente enganchaba con cómo continuaba la historia… Porque un eslabón fundamental de todo el embrollo que tenía Sofie en la cabeza, no era haberse acostado o no Adair, sino lo que pasaba con Luke.

- No me pica nada… - Abrió los ojos como lunas llenas. No podía creer que Shadow estuviera diciéndole aquello.. O peor aun! Si podía creerlo, pero… daaahhh… Tuvo que abrirse la otra botellita que se había robado de la mesa de licorcitos para pasar el momento sin que se le subieran los colores al rostro. Inútil, ya estaba toda sonrojada. – Ya dejen de preguntarme si lo hice o no!! – vergüenza repentina? Si!! SI! Si! - Que diferencia habría si me acosté o no con él?, si lo que tu me discutes Gianna es cosa de corazón roto o no, no de hímenes rotos... Se puede tener sexo sin compromiso, no?...-


Ni ella creía eso, y aunque lo creyera nunca había estado de acuerdo, porque para ese camino tenía de ejemplo a su madre… Solo buscaba excusas para que la apoyaran en eso, porque si! porque ya tenía puesto el corazón ahí, aunque no iba a admitir, pues evidentemente eso no estaba bien visto, en ese grupo de gente o algo… O sea que una tenía que primero enamorar al chico definitivo para luego atreverse a enamorarse una misma?... – Bueno… de todos modos ese es el problema… Luke…. – cerró los ojos y trató de volver la compostura – Luke le rompió la cara a Adair el otro día en plena universidad… Ellos eran amigo, yo no lo sabía y pues… No fue muy astuto de mi parte fijarme en un amigo de Luke… Ahora Luke me odia y no tengo idea de cómo arreglar las cosas con él, lo peor es que no sé si quiero arreglar las cosas con él… O sea si quiero! Pero en que términos?... Porque yo siempre pensé que iba a estar con Luke tarde o temprano, que cuando ambos estuviéramos en el mismo lugar al mismo tiempo, es decir en Brigantia, las cosas se “darían”… Pero luego apareció Adair y me complicó todo… -


Suspiró entre amor y cansancio, corroborando que en otras palabras lo que estaba exponiendo era que no sabía cual le gustaba más. Demasiada desnudes de alma para quince minutos, ni loca les iba a contar lo que había pasado con Adair cuando fue a pedirle disculpas a su casa… Al menos no ahora que aun no estaba borracha… Así que mejor, “atacar a alguien más”… Sonrió pícara a Pearlie y le pasó la responsabilidad - Y tu Felicia ? – así la llamaba Crawford no?...- que pasó con el chico de los mil tatuajes… Como es que le dijo el islandés en la fiesta??... Siobhana me contó… algo del “as of spade”…o no se!... Me gusta, es bonito y así todo sexy!.... jajaja… pero parece un poco… mm… Gianna? – pidió ayuda a Gianna para encontrar un adjetivo calificativo.

Luca fue a ponerse al lado de Shadow y comenzó a trenzarle el cabello. Acercó el plato de quesos y su copa de coñac se la puso entre las piernas. Buttercup no quiso sentarse porque había descubierto que podría perseguir al gato desde la planta baja hasta la planta alta de la casa y viceversa. Estaba bastante entretenida y más le valía que siguiera así.

Entendía la postura de Pearlie. De verdad que si, pero cuando una persona ya tenía bastante tiempo viviendo con alguien como Adair, terminaba conociéndolo mucho más que todos los demás. Ya en varias ocasiones me había tocado ver como salían chicas lloriqueando y corriendo de donde provenía Adair gritándole algún improperio o queriéndole castrar.

Yo lo que no quería era que Sofie terminara lastimada. Quería a Adair y todo pero no era el tipo de hombre que me gustaría que estuviera con Sofie. Porque lo conocía mucho más de lo que me gustaría y eso quizás no era bueno para darle un consejo a Sofie. Respiré hondo cuando me sacó la lengua. Que lo hiciera las veces que quisiera, eso no cambiaría mi opinión sobre ello. Le di un gran sorbo a mi bebida y una gran calada al cigarrillo formando donitas de distintos tamaños en el aire de la sala de estar. Luca tomó de mi cigarrillo y también le dio una calada y luego regresó al cabello de Shadow que ya tenía la mitad de la cabellera trenzada. Envidiaba tanto las habilidades de Luca.

-Puede cambiar, si, pero no esperes a que lo haga de la noche a la mañana. Les recuerdo que Jonathan cambió porque casi se muere por una sobredosis, no por el amor de Lucy. Qué bueno que no haya ido por la escuela pregonando que ha estado contigo o algo así y espero que sea por propia voluntad y no porque sepa que soy capaz de romperle la cara si llega a hacer algo de eso contigo.-comencé con mi perorata y luego guardé silencio en el momento en que Sofie medio confesaba y no que ya se había acostado con Adair o era lo que había entendido yo y al mismo tiempo Luca se me quedó mirando.-No te estoy hablando de hímenes rotos ni de sexo sin compromiso, Sofie. Lo que yo te discuto es que tú no eres de esas chicas y lo que yo no quiero es que termines lastimada.

¿Qué más podía decirle? No sabía si se había acostado o no con Adair a ciencia cierta. Y si lo había hecho, ¿qué más daba ya? Lo hecho, hecho estaba y no había forma de volver el tiempo atrás. ¿Qué podía decirle yo? Me había acostado con Adrian en la primera cita y a veces me sentía como una jodida meretriz pero al pensar en cómo pasó y toda la situación, me olvidaba de ello y punto. Porque contra todo pronóstico, había comenzado a tenerle cariño al Cerridwen.

A veces los problemas de Sofie me parecían lejanos. Yo jamás había tenido nada que ver con dos personas al mismo tiempo y quizás podría parecer fascinante en una primera instancia, que dos se peleen por ti y todo eso. Pero no, en realidad no lo es. Ahí estaba la prueba de que no traía nada bueno. Luke partiéndole la cara a Adair, Sofie sin poder decidirse con quien estar entre ellos dos. Separando de forma indirecta a dos amigos desde hace mucho tiempo de forma involuntaria. Joder, de verdad creía que mi relación con Adrian era de lo más normalita.

-“Ace of spades”, Sofie. Y el adjetivo correcto me parece que es “Bad Boy” por decirle de alguna forma.

No indagué mucho en el asunto pues recordaba la fiesta en la que Crawford había llegado con Frances y la había besado y luego Pearlie me había fulminado con la mirada y no sabía si era por haberme reído de que la hubieran besado o porque me había ido a intentar sacar algo de importancia para alguna gacetilla imaginaria o para alguna tarea de la Universidad que dejara el viejillo.

Me levanté y cuando terminó la canción, la cambié por ”Killer Queen” y regresé a mi lugar. Apagué el cigarrillo y desaparecí las colillas. Me terminé de un sorbo lo que quedaba de mi bebida y tomé un poco de queso y le robé un sorbo de coñac a la copa de mi hermano. Para ese momento ya le había terminado la trenza francesa en zigzag a Shadow y se veía bien bonita.

Asintió a las palabras de Sofie junto cuando dijo en voz alta precisamente lo que ella estaba pensando, que era una barrabasada eso de que fuera a perder la virginidad con otro para luego poderse divertir con él. No entendió lo de las incompatibilidades, pero lo importante parecía ser que le había pedido una cita. También abrió mucho los ojos cuando Shadow dijo lo de las ladillas y luego frunció el ceño en una mueca de auténtico asco, pero se tranquilizó con el “no me pica nada” de Sofie. Eso bastaba. Se mordió los labios cuando Sofie dio a entender que no habría diferencia si se acostaba o no con él, pero Pearlie no creía eso tal cuál. Tan fácil como que si no hubiera diferencia, no habrían hablado de eso de la primera vez en primer lugar, pero no le quiso debatir ese punto en particular porque algo le decía que Sofie lo decía de dientes para afuera.

Cuando llegaron al punto de Luke, Pearlie intentó acordarse de la cara del tipo pero no daba muy bien, excepto por lo que recordaba de algunas fotos que, precisamente, había visto con Sofie. Le pareció grave a la par que emocionante que Luke le hubiera ido a partir la cara a Adair por su amiga, pero lo que más le importaba, era que de ningún modo Sofie acabara en boca de todos por jugar con dos al mismo tiempo. Muchas podían subestimar las habladurías, pero ella no.

-Sí Gianna, tu hermano cambió por que casi se muere de una sobredosis, pero sobrevivir a una sobredosis no necesariamente lo empujó al matrimonio y a la fidelidad, ¿no? El amor de Lucy es lo que lo llevó a querer casarse, no dejar las drogas.

O eso quería suponer, porque si casarse con alguien era sinónimo de rehabilitación, entonces los medimagos que trataban las adicciones estaban mal en sus métodos. Y se volvió a morder los labios por aquello de que esperaba que Adair estuviera por voluntad propia con Sofie y no porque supiera que Gianna le iba a dar un regaño en caso de hacer una patanería. Buscó la mano de Sofie en ese punto, pero no la encontró cerca y desistió. A lo que sí le dio toda la razón fue a eso de que Sofie no era del tipo de chicas del sexo sin compromiso –o no lo había sido hasta ese momento- y que lo que todas ahí seguramente querían evitar era que saliera lastimada.

-Lo que sí es que más grave que si te acostaste con él o no, es que andes por ahí sin decidirte por él o por Luke. Las cosas en la universidad corren rápido de seguro y no estoy muy segura de que quieras ser ese tipo de chica. Acuéstate mil veces con Adair, pero que no piense todo dios que te acuestas mil veces con más de uno, creo yo.

Claro que en algún momento iba a salir a relucir el nombre de Crawford. Se remojó los labios buscando qué decir, notando por supuesto, que Sofie usaba su segundo nombre tal como hacía él. No pudo evitar una carcajada porque eso de “bad boy” sonaba ridículo. Aunque en realidad también fue para esconder su nerviosismo.

-Está loco, no sé qué hacer. Ha sido insistente y parece poco dispuesto a quitar el dedo del renglón. Me dio a entender que haría lo que fuera. Le pedí que bailara tap en el salón de convivencia para aceptar salir con él y lo hizo. Le puse condiciones para nuestra primera cita y las acató todas…Antes de Ace of Spades estuvimos en el lago, nos besamos unas cuantas veces, tiene una mirada intensa que……….…y bueno, tú estabas ahí Sofie, el día de la fiesta de Angus, volví a ponerle condiciones para salir conmigo. Y parece dispuesto a todo. Y me gusta muchísimo, en verdad, muchísimo, pero no sé si es el tipo de chico correcto. Ya, les juro que sueño con él pero luego en la mañana me arrepiento porque siento que mi padre me rompería la boca tan solo de pensar en que saliera con un chico como ese.

Suspiró también, comenzó a jugar con su propio cabello. Para ellas esos detalles parecían no ser importantes, pero Pearlie había sido educada de cierta manera y todo fuera dicho, con ciertos prejuicios. Pero Crawford hacía que le temblaran las piernas como ningún otro antes y tenía que admitir que mucho mucho mucho tenía que ver su actitud de “bad boy”, le daban escalofríos nada más de recordar la manera en que había tomado a Alain del cuello solo por ponerse territorial. Sacudió la cabeza.

-Oich, olvidé usar el pensador ese. Seguiré saliendo con él…pero no sé…

Gracias a todititos los dioses de todo el mundo que Sofie no tuviese ladillas, es que ya estaba agradecida de que no estuviese a su lado porque si le decía que sí iba a saltar como una niñita ridícula, de todos modos disimuló su preocupación por esas cosas y aunque Sofie no afirmaba ni negaba nada ella estaba casi segura de que no se había acostado con Adair, de hecho ella tampoco se había acostado con alguien y eso le comenzaba a sonar que era el club de las vírgenes.

El tema de Luke parecía tener mayor profundidad de la que pensaba que tenía, escuchó hasta preocupada lo que le pasaba, pero también tenía cierta envidia porque pensaba que si había golpeado a Adair era porque la quería y ella ya quisiera que alguien pelease así, pero es que a veces era muy envidiosa y consecuencia de eso iba bebiendo un poco más rápido de lo que sabía, en eso se parecía a su prima Pearlie, o eso creía porque para ella no habían existido esas locuras que compartió ella con Aldrich.

-Adair es más rudo y eso atrae, pero no sé, siempre que te escuchaba hablar de Luke era con voz de niña enamorada. Pero qué se yo, igual por ahí Adair te quiere y lo haces cambiar, así como en novela rosa.-soltó una risita porque le pareci{o un comentario tonto, por eso y porque comenzaba a pensarla en una portada vestida de época al lado de Adair, que además tenía cabello bien cuidado como para eso.-

Otra risilla le salió con lo de los hímenes rotos pero se calmó cuando escuchó lo de Jonathan, por lo que sabía era cierto lo de la sobredosis y su cambio, pero para ella era más una combinación del amor por Lucy y aquel episodio, quizá finalmente se dio cuenta de las cosas que eran importantes y que su vida no podía seguir de ese modo. Se centró después en Pear cuando Sofie mencionó a Joshep Crawford, él era muy guapo y de hecho le daba un poco de miedo, desde Hogwarts había sido así pero lo único que sabía de la relación del susodicho con su prima era lo del tap porque ella se lo contó, que de hecho no había ido a ninguna fiesta y comenzaba a lamentarse.

-Ay pero entenderá, entenderá. TIENE que entender, el chico te quiere y todo eso, pero jamás le cuentes a la abuela porque pensará que has estado visitando a la tía Frances y le va a enviar un howler.-Annapola era muy capaz, pero más allá de eso a Shadow aquello le parecía otra historia de amor de época como la de Sofie, pero a ella más lindo le parecía Joseph, si no envidiaba aquella situación sentimental era porque desde chica siempre se supo un poco bajo su sombra y había aprendido a solo alegrarse por ella, al menos la mayoría del tiempo.-Deberías seguir saliendo con él, no te vas a quedar muerta de hambre como la tía Frances, que es una santa pero pues…el tío Tobías pues tuvo sus problemas. Se ve que Joseph se muere antes de verte mal. Y bueno, para que lo pienses y nos digas luego cómo besa…tengo una duda, y sé que Luca me apoyará para preguntar esto. Ustedes…¿ya lo hicieron? Porque yo no, pero pensé que todas sí. Es decir, mi madre siempre me cuenta de que en sus días era todo libertad y sexo, pero yo me sonrojo cuando lo dice…papá sólo se enoja. Pero no sé, me da curiosidad y así.-se comenzó a rascar un codo por estar algo incómoda con el tema, intentaba disimularla y por eso se le pegó a Luca como buscando protección de sus propios bochornos.-Yo creía que era por ser fea, no sé, Aldrich es el maldito de los buenos genes.-eso ya era producto de la bebida, le había guiñado un par de segundos atrás el ojo a Luca porque era una mentira.-Bueno, yo sí lo hice, ahora díganme ustedes-dijo como exigiéndoles el chisme pero con una risilla tonta que le quitaba toda la formalidad al pedido.-

Gianna la estaba sacando de quicio, quizás porque esperaba más de ella que de ninguna otra, que la apoyara y consintiera, que le diera consejos porque lo conocía, capaz porque veía en ella a la más adulta o sensata del grupo y su palabra le era como ley aun. Pero en vez de eso recibía puros desencantos de su parte y si no hubiera sido por que ya tomaba la palabra Pearlie, le hubiera contestado de muy mal modo “capaz que si quiero ser de esas!!”

Ahí estaba! Con Pearlie se entendía mucho mejor… O solo era que andaba muy enfadada con Gianna como para escuchar tan bonito lo que salía de boca de la italiana en relación a casi lo mismo que expresaba la cuasi francesa. – Tienes razón – dijo dándose la vuelta dejándose desplomar espalda contra el colchón mirando el techo, y al decirlo se dio cuenta de que ambas tenían razón (de algún modo que no no no quería admitir a Gianna) – ambas… tres… - Ya no iba a dejar a Shadow fuera. Todas tenían razón, solo que ella estaba muy embrollada como para asumirlo a la primera.

Casi se pierde de atender a Pearlie, pensando que cuando Gianna supiera que lo había hecho con Adair sin signo alguno de que aquella relación fuera seria algún día le quitaría la palabra o peor aun la señalaría con el dedo acusador. Que equivocada estaba! si hubiera sabido con detalles lo de la cita en Barcelona, se daría cuenta. Pero no solo no lo sabía sino que pensaba que no existía la posibilidad de enterarse de ninguna indiscreción que proviniera de parte de dos perfectos futuros marido y mujer. Gianna se le estaba convirtiendo en su superyo de carne y hueso, pues evidentemente la había ubicado en una posición de perfección ideal para imitar pero inalcanzable totalmente…

- Si yo estaba ahí – respondió autómata terminándose la segunda botellita de licor y repensando que le debía a Aldrich un regalo por haberla devuelto a su sala común esa noche. Que hasta donde ella recordaba se había quedado dormida en el sillón de Malik, antes del batazo y el violador. – Ay tu papá… si es un tema… Lo que yo no entiendo es como Joe se fijó en ti… O sea, eres llamativamente hermosa y tal pero… un día te vio y se le ocurrió cortejarte prometiendo la luna y el sol?... Me da como misterio... Lo conocías de antes? A veces pienso si no te tenía investigada o algo, no te da como para pensar que solo quiere acostarse contigo y te inventó todo un mundo, para que seas una más en su lista?… Tanta devoción de un momento a otro? Y de un chico así… Porque Adrian es otro estilo, se me hace más normal que se desviva por Gianna…

UPS! Se le había escapado eso!... Si! hablaba mucho con Adrian de Gianna y no le había informado de eso a su amiga y además estaba Shadow ahí que había sido la ex del muchacho… Ups! Ups Ups Ups…cualquier cosa no se hacía cargo, era el alcohol!! Y en ese mismo sentido la pregunta de Shadow le robó una carcajada estrepitosa mal… Tuvo que volverse a girar estómago hacia abajo para no morir atragantada con sus propias babas y de la imposibilidad de reír y respirar, toces y reír al mismo tiempo… Evidentemente estar boca arriba la había emborrachado de más.

- ay dios Shadow vas a matarme… - por todo, la risa, que estuviera citando a su madre, que se dijera fea cuando tenía sangre veela, que estuviera mintiéndoles descaradamente... Que si! como buena reportera Sofie ya le había sacado información a Adrian que la forma de hablar de Shadow no le dejaron poner en duda… La miró intensamente desafiándola – Tu dime que mal te sienta que tu ex salga con Gianna, y NO MIENTAS, y luego veo si te contesto o no. – Estaba borracha, definitivamente, sino no hubiera sido tan descaradamente agresiva, ni buscado provocar una situación tan incómoda… y si, también iba a evadir responder aquello cuanto más pudiera.

Shadow estaba tratando de reconfortarla, obviamente, y de animarla. Pero la mención de su tía Frances y una posible analogía le provocó un escalofrío involuntario y precisamente, venía ahí lo que decía Sofie. Arqueó una ceja cuando Sofie dijo “lo que no entiendo es como Joe se fijó en ti”. Bueno ¿qué le pasaba a esa gente? No se suponía que eran amigas y no sé qué. Le dio igual que luego aclarara que era llamativamente hermosa y demás. Es decir, estaba bien que la pusieran a pensar en ese tipo de cosas, pero no le gustó la manera en que se lo dijo.

Ni siquiera se quiso tomar la molestia ya en contarle que sí, que Joe sabía muchas cosas de ella y que era obvio que la había investigado de antes. Que le había contado hasta una historia de amor entre su tío y, cómo no, la tía Frances. Que sí era todo muy raro pero que también pensaba que solo acostarse con ella no debía ser porque, ¿para qué tanto esfuerzo por eso? Ni que ella fuera qué cosa. Que besaba bien, que se veía bien sin camiseta, que probablemente fuera a darle una oportunidad, con padre y todo. Pero si no era nada normal que un chico como Joe se desviviera por ella, entonces no tenía caso contar nada.

Su única respuesta a todo fue encogerse de hombros. Y sí, menos mal que sinceramente ya no quería compartirles nada de nada y que se cambiara el tema. Lástima que el tema se desvió a uno completamente escabroso, no por el asunto de la virginidad, que a ella ser o no virgen le venía valiendo sorbete y la decisión no era por pudor, sino porque nunca había tenido deseos animales enloquecidos de entregarse a nadie y la curiosidad del “qué se siente” le podía pero no exageradamente, sino escabroso por el chico que compartían –no literalmente- Gianna y Shadow.

Se le quedó viendo a Sofie con los ojos como platos, ¿se estaba volviendo loca? Ni siquiera había bebido tanto o en todo caso, tenía menos aguante que ella misma –ya sabía que Gianna había sido entrenada como cosaco, no contaba. Se mordió el labio inferior. Shadow siempre había sido honesta, de sangre ligera y todo eso, pero en realidad no la conocía en una situación así y ni sabía si todavía sentía algo por Adrian. Y por otro lado, no conocía las reacciones de Gianna en ese aspecto tampoco. Lo único que le quedaba era esperar que no se produjera una situación incómoda.

Y claro, podía adivinar que Sofie no era virgen, porque se estaba haciendo la interesantilla. Podía ser una suposición equivocada pero entrecerró los ojos un momento como si pudiera leerle la mente. Nada, claro. Igual eso no cambiaría nada de lo que pensaba de ella, de ninguna. Y ser la única virgen –en caso de que Gianna ya lo hubiera hecho con Adrian- tampoco le causaba ningún conflicto, por el momento.

-¿Pues qué querías? ¿Qué se fijara en ti?-respondí agriamente sobre el comentario de Sofie sobre no entender como alguien como Joe se podría haber fijado en alguien como Pearlie. De la forma en que yo lo entendía no tenía nada que ver la procedencia ni la forma de ser de nadie. Estaba mi propio ejemplo: yo era alguien que odiaba las cursilerías, que no creía en el amor ni nada por el estilo y estaba con Adrian, todo lo contrario a mi: Cursi, ñoño, romántico y con una idea del amor mucho más elaborada que la mía. Por eso la aseveración de la rubia se me había hecho tan fuera de lugar como tonta en este caso.

Negué con la cabeza. No me importaba si Sofie estaba en desacuerdo conmigo por las cosas que le decía. Pedía consejo, yo se lo daba y era muy su problema si quería tomarlo o dejarlo. Yo ya había cumplido con mi deber de amiga y con eso me daba por bien servida pero lo que no podía procesar enteramente bien es el hecho de toda su mala leche en ese momento contra Pearlie. Vamos, no se suponía que ella siempre era la imparcial y todas las demás éramos todo lo demás?

Fruncí los labios y me puse en pie para ir a rellenarme el vaso. Nuevamente puse hielos, kraken y soda de sabor. Era una rutina que necesité en ese momento para calmarme el humo que seguramente comenzaba a salir por mis orejas gracias a los agrios comentarios de Sofie.

Luca había estado muy callado todo ese tiempo pero también le había dirigido unos ojitos de pistola a Sofie que válgame, pero en realidad no hizo ningún comentario al respecto, se limitó a degustar su queso y su coñac sin dejar de escuchar atentamente. Seguramente al finalizar tendría algo muy importante que decir al respecto. Siempre lo tenía.

Abrió los ojos como platos y miró a Shadow cuando dijo que él la apoyaría y no entendía al cien por ciento a lo que se refería la Arianrhod hasta que comenzó a preguntar que si ya lo habían hecho. Se me resbaló el vaso que había servido pero logré afianzarlo bien antes de que se vaciara todo su contenido. Solté un gritito y fui por mi varita para limpiar el desperfecto. Sentí la mirada de Luca sobre mi nuca y eso no estaba bien. NO le había dicho absolutamente nada de lo que había pasado con Adrian y sabía que eso lo tenía muy mal. Pero tampoco era como que nos viéramos todos los días.

Tampoco le había dicho a Sofie, ni a Pearlie, y evidentemente tampoco a Shadow con quien no tenía la suficiente confianza –y dado el pasado que ella tenía con Adrian- como para ir a buscarla y gritarle que me había acostado con Adrian. Y luego Sofie seguía con sus comentarios horribles, pidiéndole disculpas a Shadow por lo que iba a decir o lo que iba a hacer. Me tensé un poco y apreté un poco el vaso. No confiaba en Sofie estando ebria -¿Qué les pasaba que nadie aguantaba una pequeña botellita de licor de cereza?- y tampoco le estaba agradando mucho en ese estado.

-Vale, Sofie, cariño, eso ha estado un poco fuera de lugar, ¿no crees? No puedes ir por la vida preguntándole eso a la gente y poniéndolas en una situación tan incómoda.-Luca le dio un apretoncito en la mano a Shadow y se levantó, visiblemente molesto por la actitud de la rubia y se me acercó a donde estaban las bebidas. Me había llevado a la boca un puñado de cacahuates para obligarme a no decir nada porque todos ahí sabíamos que yo era peligrosa cuando empezaba a hablar. Miré a Pearlie, quien también se encontraría molesta –y con toda razón- y me bebí casi medio vaso de bebida en menos de unos segundos. Luca no dijo nada, papá me había entrenado a beber para evitar que se aprovecharan de mi en Hogwarts o en la Universidad gracias al alcohol y su experimento había tenido resultados satisfactorios aparentemente. ¿El problema? Que me aburría más fácilmente de las fiestas.

-Yo tengo una teoría que estoy a punto de confirmar.-comencé después de depositar el vaso en la mesa e ir por otro cigarrillo. Me llevé el cenicero y lo dejé en la mesa donde estaba Luca. Miré a las chicas pero más a Sofie de entre todas-Yo creo que Sofie ya se acostó con Adair y todos estos agrios comentarios son para hacerla sentir mejor porque fue a tener sexo sin compromiso y quiere hacernos sentir mal a todas las demás por el estatuto de nuestras relaciones para ver si así Adair resulta ser menos problemático. ¿Me equivoco?

Levanté las cejas. Estaba dicho. A fin de cuentas, si Sofie quería sacar su vena periodística estando ebria, yo iba a sacarla mía estando sobria. Encendí el cigarrillo y le di una larga calada y luego se lo pasé a Luca, quien se había quedado mirando a Sofie con la expectativa de saber si era o no verdad eso.

Abrió mucho la boca como en un gran escándalo cuando Sofie le preguntó a Pearlie que cómo Joseph se había fijado a ella, pero es que esa era una descarada de lo peor que seguramente estaba celosa, o quizá no, de hecho ella no sabía los pormenores pero si el chico se desvivía por ella pues bien por Pear, después de todo Luttrell les había dicho que Adair también estaba haciendo un enorme esfuerzo por ella y tampoco se conocerían mucho, no es que ahora Pear se fuese a casar con Crawford para vivir en una bota.

Juntó mucho los dientes y absorbió aire entre ellos, logrando sin querer ese sonido de rencilla que siempre alguien acababa haciendo en esos momentos, no pensaba que Sofie estaba borracha, pensaba más bien que estaba un poco sensible por el tema de Adair porque ya ni siquiera le hizo caso a su curiosidad por la virginidad, ella lo tachó como un sí, en cuanto a Pear y a Gianna tenía sus dudas pero quizá no habían bebido mucho como para preguntar eso. Es que eso pensaba que se preguntaba en esas ocasiones, es decir, ella lo había hecho pero tampoco es que muchas veces o que fuese experta, de hecho la ponía un poco incómoda.

Luego surgía de la bocota de la misma rubia aquello de que Adrian y Gianna, ella lo sabía por Aldrich que le contó eso hasta con sorna, pero que se lo pusiese en frente como para que se pusiese a pelear con Gianna pues no estaba bien, no era decente, debía ser cierto lo que decía su hermano de que los genes de puta nunca se iban. Su rostro mostró el enojo que iba sintiendo por Luttrell porque para qué se ponía a decir esas cosas si habían comenzado tan bien con la pijamada, de todos modos no le contestó al instante para no hacerle el favor. Si hubiese sabido que Adrian le dijo algo de eso se hubiese ido a matarlo ya mismo, era muy pudorosa respecto a su intimidad.

-Pedir disculpas antes de decir una cosa tan fea como esa no lo hace decente, candelera.-estaba todavía en su lugar mientras los hermanos Vercelli iban a por sus bebidas, tuvo que servirse algo y le robó a alguien un contenido desconocido porque quería mantenerse ocupada, eso o ahorcaba a la idiota de Sofie, aunque esa parecía más ruda y seguramente la dejaba calva. Escuchó lo que le iba diciendo Gianna y se sonrió un poco, incluso lanzó una risita y no pudo evitar asentir pues ahora que lo decía ella en voz alta sonaba lógico-No es nuestra culpa que seas puta y conflictiva como tu madre, deja de intentar jodernos, nadie dice que invitemos a Autumn para confrontarla contigo, que seguro se acostó con su hermano porque así son de cercanos. ¿Me prestas tu baño, Gianna?-le dijo lo primero a Sofie dejando el vaso sobre la mesita y ya levantada lo segundo a la anfitriona, quería irse a lavar la cara o algo.-

- No quise decir eso... – apenas pudo responderle a Gianna sobre lo de Joe porque la conversación viraba para otros rumbos. Lo que si hizo es girar hacia Pearlie y tomarse un minuto para trasmitirle al menos con el rostro que nada que ver a eso lo que pretendía expresar. Sería el idioma, o la borrachera o la combinación de ambas cosas, pues evidentemente las tres entendieron otra cosa muy distinta, y eso evidenciaba clarísimo que había sido su mal lenjuage el problema.

Además Sofie contaba con que más tarde lo volvía a reformular y ya. Que aunque fuera solo a Pearlie le aclararía en su momento, que se merecía mil tipos tras ella, que eso no era lo misterioso, ni lo que pretendió decir, sino que justamente como Shadow ya había dicho ese chico era de otros mundos. Ni hablar que en la fiesta se había besado con el muerto y puesto a parlotear con Per que aunque primo de Pearlie e hijo de su madrina, antes que todo era terrorista Kau… Capaz hasta podía suceder que Joe quisiera meterla en todo eso a Pearlie… Y pues… bueno si ella quería que lo hiciera, pero no porque terminaba secuestrada luego de una cita sin previo aviso solo por portación de apellido.

Pero de un momento a otro, los ánimos se caldearon de más y por su culpa… ya no iba a haber tiempo de reformular nada de nada, pues Sofie por cotilla y bocaza había al parecer descubierto el talón de Aquiles de más de una. Tuvo ganas de sonreir ante la cara de ambas, pero en cuanto Luca terminaba su frase la borrachera feliz se le desapareció del cuerpo, al darse cuenta que si! que capaz se había pasado.… Pero… pero… Eso estaba siendo injusto! Shadow tenía derecho a bromear sobre ladillas y ella no podía preguntarle por su ex? Que en algún momento iban a tener que enfrentarlo las chicas o se pensaban pasar 3 4 5 años de uni evadiendo el tema?

- bueno… perdón – estaba contestando a Luca, cuando Shadow ya metía su bocado sobre las disculpas. Iba a agregar alguna otra cosa más para excusarse, pues si se había pasado y bueno aunque una disculpa no era suficiente de todos modos admitía su error, pero Gianna tomaba la palabra y creyendo en su adultez Sofie hasta se sentó derecha por escucharla. Sin embargo nada fue como supuso, y de inmediato todo perdió sentido. Todo perdió sentido de ser intentado…

La estaba tratando muy muy feo, para ser quien hacía más de una hora que andaba llamándola peor que idiota zorra total por andar enamorándose de un tonto que no la querría bien nunca supuestamente… - A ver si entendí, tu puedes hablar mal de Adair y de mi, pero yo no puedo preguntar por Adrian??? - Entonces… como era la cosa?… Gianna podía hablar horrible de Adair (que supuestamente era su amigo) pero Sofie no podía siquiera preguntar de donde había salido Joe y con la mejor intención mal entendida?? O preguntar si Shadow guardaba algún rencor?...

Agarró su pantalón por que ya se sentía peor que mal y desnuda y expuesta y juzgada y mal entendida y atacada gratuitamente por tener la mala suerte de haber conocido a Adair sin haber sabido terminar la historia con Luke, y así una a una sus cosas esparcidas por ahí metiéndolas en el bolso que traía, mientras de fondo escuchaba a Shadow decirle las cosas más horribles. La semiveela se había pasado, feo feo feo, porque no era cualquiera que decía eso al pasar, lo estaba diciendo a conciencia, BIEN BUSCADO, porque sabía que a Sofie le lastimaba y mucho.

Se puso las zapatillas con dificultad, pues cada tanto tenía que repasar los ojos y la nariz para no ahogarse con sus propias lágrimas, terminó de juntar sus cosas y se levantó para irse, aunque para llegar a la puerta tuviera que mostrarles el rostro enrojecido de las lágrimas. Miró a Luca – A Shadow le permites lo que dijo? – era una pregunta sincera y angustiosa porque si Luca iba a sumarse a eso de que la única que tenía que cuidarse hasta la punta del pelo en lo que decía y cómo lo decía era Sofie, pues evidentemente ya no iba a volver a pisar esa casa… Su madre tenía razón, siempre tenía razón. Pero no dijo eso sino algo muy distinto, empapada en lágrimas y con la voz nasal típica de la situación llorosa.

- Quieres tener la razón Gianna? Siempre quieres tenerla… Pues si! tienes razón! Me acosté con Adair y lo pienso seguir haciendo AUNQUE SE ACUESTE CON SU HERMANA – eso lo gritó para que lo escuchara Shadow también que ya andaba de camino al baño – Pero no necesito compararlo con ustedes, porque sabes que? Lo que más me calienta es saber que no es mío y tener suplicarle para que quiera follarme!

Si les gustaba pensarla una puta arrastrada ya le daba igual (que no! pero estaba tristísima) y les dio todas las razones para que lo piensen y si en ese momento hubiera sido capaz de pensar más palabras guarras y asquerosas sobre sexo casual y puteces también las hubiera dicho. Agarró el pomo de la puerta y salió de un portazo para dar dos pasos y dejarse caer al suelo público y sucio llorando a mares. Era horrible, pues creía que no iba a hablarle más a ninguna de las dos nunca en la vida, y eran sus amigas de siempre!!!!. Pearlie era otra cosa, a ella si le debía al menos el intento de explicarse nuevamente, pero sería en otro contexto, en otro momento.

-Yo no estoy hablando mal de nadie. De Adair te digo las cosas como son y lo único que yo pretendo es cuidarte, porque lo conozco. Si tú no quieres hacerme caso, ese es tu problema. Pero jamás hablé mal de ti. No estoy llamándote puta ni poniéndote ningún tipo de motes despectivos, Sofie. Puedes preguntar por Adrian, claro que puedes, pero no puedes hacer sentir mal a Shadow por algo así sabiendo que estoy con su ex novio. Joder Sofie, ¿qué te pasa?

Dejé el cigarrillo en el cenicero porque sentía que iba a caérseme de entre los dedos. No entendía la actitud de Sofie. De verdad que no la entendía. ¿qué era lo que había pasado? Fruncí el labio cuando Shadow había hablado de la madre de Sofie. Bien, si, quizás en eso no estaba de acuerdo a pesar de que Jessy se la vivía hablando mal de mamá. Ni hablábamos de Barunka a pesar de que Luca y yo sabíamos que le había robado el novio a mamá en su tiempo y que aún así había nombrado a Aldrich precisamente como él para joder a mamá. Asentí cuando Shadow me pedía el baño y le señalé donde estaba.

Miré a Luca. Estaba completamente rojo y no sabía si era por molestia o por vergüenza por el hecho de que Sofie le pusiera en el medio de la situación. Sabían que no era amante de los pleitos de niñas a pesar de comportarse mejor que cualquier señorita de sociedad porque a pesar de todo no era una niña. Respiró hondo y miró a Sofie sin saber qué decirle pero al final

-Shadow, no hables de Jessy. Sofie, nadie estaba llamándote puta, ni golfa, ni nada. Pero creo que has malinterpretado las palabras de mi hermana. Lo único que ella quiere es cuidarte. Estás ebria y no piensas ni hablas con claridad. Tranquilízate, deja tus cosas y no hagas una tontería como salirte a la lluvia.

Todo había terminado hecho un caos de palabras. ¿En qué momento había pasado? No entendía por qué Sofie se ponía en ese plan. Todos sus comentarios viperinos heredados de Jessy, sin fundamentos y malinterpretando todo tipo de cosas a su conveniencia era algo que yo le peleaba mucho a la rubia y que ya nos había llevado a muchas peleas parecidas. Sin embargo, esta vez quizás no le veía un arreglo cercano.

Me atraganté con la bebida y casi escupo lo que me había llevado a la boca. ¿De dónde mierda sacaban que Adair y Autumn se acostaban? ¡Por toda la magia! ¡Eran hermanos! Se me erizó la piel y dejé la bebida en la mesa para evitar tener algún accidente y luego me giré a Sofie, aún con la mirada fulminante. No podía creer lo furiosa que estaba. Hacía mucho tiempo que no me sucedía y sabía que eso iba a terminar muy mal. Por mi cabeza pasaban un millón de improperios en italiano que juraba que Luca ya estaba pensando también porque me miró con ojos de pistola intentando matarme.

-¡ADAIR NO SE ACUESTA CON AUTUMN, POR TODA LA MAGIA! ¿De dónde sacaron esa estupidez? Es como decir que yo me acuesto con mis hermanos por la cercanía fraternal que tenemos.

Reprimí una arcada tan solo de pensar en ello y Luca casi dio el grito en el cielo. Y luego Sofie seguía con sus comentarios, queriéndose hacer la víctima cuando ella había sido quien había empezado absolutamente todo el embrollo. ¿Qué si quería tener siempre la razón? ¡Por supuesto que no! ¿qué si la tenía en ese momento? Claro que si, pero no por ello me sentía orgullosa que Sofie se hubiera acostado con Adair sin que él la quisiera de la forma en que se debía querer a alguien para acostarse con él. Incluso yo le tenía cariño a Adrian, por toda la magia, como para haberme acostado con él y jamás me rebajaría a tal grado de perder mi dignidad para rogarle a alguien que me follara o que me pusiera una mano encima. ¿A caso Adair era tan patán como para dejarse rogar por alguien como Sofie para tocarla? Todo era una mierda. Seguí a Sofie, molesta, hasta fuera de la casa, viéndola como se dejaba caer al suelo dramatizando toda la situación. Rodé los ojos, exasperada.

-¡Ese es el puto problema, Sofie! ¡No quiero tener la jodida razón! ¡TU NO DEBES ROGARLE A NADIE PARA NADA!

-¡Con una mierda! ¡Se callan todas! Ya fue suficiente. Sofie, ¿a dónde vas a ir con esta lluvia? Métete a la casa, no voy a dejarte ir así y no hay que hacer más drama del que ya se hizo.

Levantó a Sofie y levantó sus cosas regadas por el suelo y con la firme intención de llevarla de regreso a la casa con ese tono autoritario que solamente utilizaba para los empleados que tenía a su cargo. Ayudé a Luca a recoger sus cosas ¿Qué no era eso lo que tanto le había advertido sobre Adair? ¿Por qué se rebajaba para pedirle que la tocara cuando quizás Luke estaba sufriendo por no tenerla y que estuviera con alguien que quizás no la valoraría?

Todo se había salido de madre en medio segundo. De verdad. Había captado la mirada de Sofie y sinceramente tenía tan pocas ganas de enojarse que solo medio sonrió. Si resultaba que ella había malinterpretado el contexto, pues ya habría manera de arreglarlo después, no era precisamente rencorosa ni mucho menos, tampoco se jactaba de evitar escuchar razones. Por el momento, ni media palabra más sobre Joe y ya estaba.

En segundo lugar, Pearlie había estado a favor de lo de Adair y Sofie desde el primer momento, tanto así que hasta había querido hablar con Adair y saber un poco más para luego cotillear con la rubia, aunque él no se había dejado. Caso aparte, le daba bastante igual si Sofie se acostaba con él por amor, por calentura o por lo que fuera, mientras fuera lo que ella quisiera hacer y estuviera segura de sus actos. Lo único que Pearlie no quería y que suponía que Gianna tampoco, era que Sofie saliera lastimada, por Adair o por cualquier otro. Pero todas ahí tenían maneras particulares de expresar las cosas. Gianna siempre había sido brutalmente honesta, no se arrepentía de nada, nunca daba un paso en falso. Shadow, por su parte, siempre había tenido una manera igual de particular de decir las cosas, la tía Barunka también soltaba cosas tipo ladillas en la mesa de la casa de los abuelos y la abuela una vez hasta la había abofeteado por grosera.

Y en cuanto a ella, pues nada, hacía todo lo posible por reprimir ese gen malvado que todos en la familia tenían. Le daban muchas ganas de mandarlas al diablo a todas. A Gianna por no ser más sutil, a Shadow por irse al baño, a Sofie por ser la drama queen del momento. Fuera como fuera, ella entendía la reacción de su prima perfectamente, no le hubiera gustado nada que…a saber, que le preguntaran algo así sobre Lucian con un tono tan sórdido, por ejemplo, aunque ya no sintiera nada romántico por él. Pero también se sentía mal con Sofie, de que se fuera con la idea equivocada de que la juzgaban por su manera de hacer las cosas y no que más bien, se preocuparan por ella. Así de complejas eran las cosas en el universo femenino.

Se volvió a morder los labios por las palabras de Sofie, que claro que la dejaron sorprendida y la vio salir dando un portazo. Todo mundo gritaba y a ella no le quedaba más que mantenerse lo más serena posible para no terminar explotando. Qué porquería de pijamada. Luca seguía intentando poner orden pero Sofie ya había soltado su portazo, nada de “métete a la casa”. No creyó que fuera necesario un “ahora vuelvo” pero así, en pijama y todo, se salió a donde estaba Sofie, encontrándola ahí mismo. Y otra vez a mojarse, maldita Gran Bretaña.

Dudaba mucho que alguien entrara en sus cabales como para pedirse mutuamente perdón, y ella no pensaba incentivar eso de ninguna de las tres partes ahora que todo estaba tan desquiciado, para terminar también mal parada.

-Oye, regresa, creo que se malinterpretó todo. Está lloviendo.

Uy! Qué observación tan brillante. Pero era que no sabía qué decirle. Lo dicho, dudaba que en ese momento en que las cosas estaban tan frescas, cualquiera admitiera sus errores.

-Luca no quiere que te vayas así, es como el responsable de nosotras o algo así...

Shadow había hecho su parte también, llevaba la malicia de semiveela en la sangre y cualquiera que conociese a su madre sabría que eso era apenas un poquito de sal en aquel asunto a comparación de lo que hubiese dicho Barunka, que a ella la lengua jamás le pesó ni dos gramos, tampoco la conciencia pero ese era otro asunto. Sin embargo la rubia no entendía por qué lo suyo merecía una reacción así de dramática mientras que ellas tenían que haber soportado sus bromas de mal gusto, sobre todo porque tampoco ellas le habían hablado así de Adair, hasta un consejo le había dado Shadow acerca de las enfermedades de los jugadores de Quidditch, y se atrevía a pensar que no la cuidaba.

Sofie era una loca, una loca total y Shadow no quería tener que verla y hacerle caso, pero era una blanda y cuando la vio llorar no pudo hacer más que tragarse eso y hasta la vio con ojos de arrepentimiento porque no creyó que eso le iba a doler así, es que no estaba enojada porque hablase de Adrian si no por la intención, era cada de Gianna, su amiga, no se irrespetaba la casa de alguien hablándole así al dueño del lugar y tampoco sacando puros temas maliciosos. Pudo haber hablado de ese tema y decirle a Gianna que no tenía ningún problema porque no era una zorra loca o eso, que se notaba que se querían, pero ya ni eso pudo decir.

Le asintió a Luca cuando le dijo que no hable así de Jessy pero es que la había sacado de quicio, y sabía que su madre fue así de loca y todo, pero ella no iba por ahí haciéndole mierdas a la gente por el simple afán de joder, que borracha o no eso que hizo fue una maldad bien dirigida a cada una de ellas, aunque seguramente eso no fuese a decirlo Sofie, de todos modos era verdad porque su mamá fue así de mala a veces aunque hasta su madre le tuviese cierto cariño. Llegó al baño y cerró la puerta para lavarse la cara y calmarse, quería llamar a Aldrich para que llegase a calmar las cosas y que la abrazase porque su conciencia parecía tener una tonelada de remordimiento encima.

Escuchó el comentario de que Adair se acostaba con su hermana de labios de Luttrell y si bien le pareció gracioso no se rió, eso sería para cuando pasase la tormenta. Salió rápidamente y fue camino a la sala, allá vio cuando ya Sofie tiraba la puerta, había escuchado también a Gianna tratando de calmarla diciendo que Luca y ella no se acostaban, pero es que era distinto, la barrera entre Autumn y Adair para Shadow no existía de modo sano. Casi llegó cuando oyó aquello de que le rogó que se la follase, ¿pero qué mierda era esa? De verdad, ella pudo gritarle puta y eso, pero no creyó que llegase a ser cierto de aquella horrible manera.

Su prima ya estaba fuera convenciéndola, ella salió también, si no quería ser exactamente como su madre debía tratar de ser menos rencorosa y buscar en ella un poco más de entendimiento, que Shadow sabía que no era la única con sentimientos.

-Ya entra, perdón por decirte eso. Vamos y te cuento cómo es lo de Adrian si quieres, ¿eh? Vamos, te debo una bolsota de regaliz y todo. Anda.-lo dijo con su tono más amable, el suave y bonito, aunque de hecho esperaba que aceptase porque si no seguramente se enojaría por considerarla exagerada, pues con tres personas pidiéndole que regrese no hacerlo ya era grosero.-

Llovía, pero no le pareció importante hasta que encontrando el celular se le acumulaban las gotas frías en las manos y le impedían usar con normalidad el teclado táctil ese puto!!... Solo quería llamar a su mamá y que viniera a buscarla y salir de allí y comer helado a morir arropada por mil mantas, para despertar muy entrado el día siguiente con el único objetivo de ir de compras a tiffany para matar la angustia con diamantes o algo de eso… Pero No. Gianna aparecía gritándole cualquier cosa. Porque para colmo de males era eso CUALQUIER COSA…. Acaso se había tomado literal sus palabras? Pero estaba loca!?!?! O no, evidentemente, la creía una puta arrastrada capaz de suplicar a Adair o a cualquiera que se la follara por caridad!

- ERES TONTA COMO TU SOLA!!! YO NO LE RUEGO A NADIE!

Y ya podía completar que NI a ella le rogaría una amistad sino fuera que la intervención de Luca lo callaba todo. Se le cayó el celular de las manos cuando Luca la tomaba para entrarla, y del enojo pasó de plano al llanto desconsolado. No solo se podía ir tranquila, sino que la tironeaban para que se metiera dentro con que fin? Para seguir tratándola horrible? Para reírseles en la cara de cómo lloraba por nada o burlarse de cómo estaba mojada por la lluvia con los pantalones embarrados y el cabello espantoso?

Se soltó del chico con tal envión que casi tropieza con la propia Gianna que juntaba sus cosas ((agarra mi celu!!!! Plis)) y de reaccionar que eso hubiera sido un papelón mayúsculo porque ni quería tocarle un pelo a Gianna ni terminar como borracha reventada contra la acera, tuvo que pararse bien sobre sus dos pies y enfrentar con la cara alzada a las otras dos que salían a la lluvia… Pues que decir, a Sofie también le parecía que con tres personas pidiéndole que regrese no hacerlo ya era grosero, pero y sus lágrimas y su libertad individual de hacer lo que le diera la gana?

Miró horrible a Shadow, pero terminó por ceder gracias a los argumentos de Pearlie, que además de buenos por el pobre Luca (que el chico le había hecho pedir disculpas a la semiveela, y eso era de reconocer), ponían un paño de calma proponiendo que quizás era cuestión de mal entendidos… Quizá si, quizás no, pero al menos era una opción, opción que jamás podría salir de la boca de las otras dos arpías… Ahhh si… iba a entrar a la casa y ya darles un gustito y además tenía un frío espantoso, pero a Shadow no le volvía a dirigir la palabra en la vida.

Tomó una manta del piso, la puso en la esquina del sillón más amplio donde se sentó, para luego sacarse las zapatillas, subir los pies y abrazarse las rodillas. Sobre todo no quería ganarse otro reto por manchar los sillones con sus ropas sucias y mojadas y además aun tenía la respiración entrecortada de quien no puede matar el llanto por más que se esfuerce, razón suficiente para esconder el rostro entre las rodillas y esperar que todo pase… Pero… nadie iba a hablar no?

Respiró profundo y empezó casi en susurro, para ir afirmando la voz al final de la frase - No soy mi mamá y no quiero que me vuelvas a comparar con ella. – Al final había terminado hablando, sin mirarla, pero hacia quien se había jurado no volver a hacerlo. Así se demostraba a ella misma que no era como Jessy y con eso le bastaba para terminar de calmarse -… tampoco quiero escuchar hablar bonito o feo, lo que sea de ella…- alzó la vista al grupo y concluyó sin llorar ni nada-… pero si es demasiado pedir, no me voy a quedar… -

Si había que empezar por algún sito a arreglar eso, si acaso era posible, pues Sofie iba a lo básico, ni una mención más a Jessy, ni una, ni por asomo, ironía, jueguito, chiste de ocasión ni dejándolo caer entre frases, nada de nada. Ya bastante tenía ella que convivir con los dichos, la historia, los ocultamientos, lo que fuera de su madre, metidos en el cerebro como para soportarlos de boca de otros. Menos aun si eran insultos de lo más bajos dolorosos y horribles. Porque podía enojarse mucho o poco por lo que Gianna dijera, desmintiera volviera a decir sobre Adair, pero un chico era un chico y ya, sobre su mamá las cosas eran diferentes, y no! Sus amigas no estaban delante de su mamá y no era algo que iba a negociar, ni a disculparse por, ni a excusarse por.

Pearlie pasó a mi lado para ir por Sofie. También Shadow. Ahora nada más faltaba Buttercup dándole lengüetazos en la cara a Sofie porque los gatos ni de broma se iban a salir de su escondite para ir a darle amor a alguien. Porque siendo sinceros, a la única persona que esos gatos querían, era a Jonathan y Jonathan no los soportaba. Hablando de masoquismo.

Pearlie tenía razón al pensar que era brutalmente honesta y que nunca daba un paso en falso ni daba un paso para atrás y estaba segura de que Sofie lo sabía. De Sahdow no estaba tan segura pero en ese momento daba igual, con ella no tenía problemas. Respiré hondo intentando calmarme porque molesta como estaba no se iba a arreglar ninguna situación. En realidad iba a empeorarla y ya no queríamos eso, ¿no? Bueno, con el enojo que llevaba en realidad me daba igual en ese momento pero sabía que finalmente terminaría por arrepentirme y no me gustaba eso del arrepentimiento, odiaba tener sentimiento de culpa.

Así que, con todo y las pantuflas de garras de hipogrifo que llevaba puestas salí a plena lluvia, sin suéter, nada; los hombros completamente descubiertos y las piernas medianamente desvestidas recibieron el frío y la lluvia de Gran Bretaña, bajé las escaleras que estaban al resguardo del techo de la entrada para acercarme a Sofie. Tenía toda la intensión del mundo de disculparme con ella por mi actitud y todo eso, pero tenía que salir con otro jodido comentario.

Vi como Luca se enfadaba con ella en cuanto se zafó de él porque le había parecido una falta de educación después de que él no le había hecho absolutamente nada e incluso había hecho que Shadow pidiera una disculpa. Levantó las manos a la altura del pecho y negó con la cabeza. Creo que ese, en combinación por la aún estúpida actitud de Sofie era lo que le estaba jodiendo. Que me dijera tanta por algo que ella misma había dicho y que luego se contradijera era inverosímil e hizo que me exasperara aún más.

Agarré el puto celular y ganas no me faltaron para lanzarlo por ahí pero no, no lo hice. Lo metí y o sequé superficialmente y se lo entregué. Yo también ya me había mojado al estar recogiendo las cosas pero en realidad no me importaba. Agarré la varita y apliqué el mismo hechizo que Adrian había aplicado cuando nos habíamos mojado en el parque de atracciones y quedé seca nuevamente. Se lo apliqué a Shadow y a Pearlie y Luca lo hizo consigo mismo. Que Sofie hiciera lo que quisiera con ella misma. Si se quería ir, yo no iba a repelar ni la detendría.

Acababa de descubrir que detestaba el drama. O al menos su drama. Y es que era tontería tras tontería por culpa de que no sabe entender las cosas que uno le dice y que no sabe beber como es debido y que además se anda contradiciendo a si misma. Ya no entendía qué era lo que pasaba. Vi como luca se servía una copa más de coñac pero esta vez se la empinaba casi por completo de un solo sorbo. Vaya, de verdad estaba molesto.

-Debería irme con Pietro, hay menos drama en nuestras fiestas.

Negué con la cabeza y le rogué que no se fuera con la mirada. Que no me dejara sola ahí porque él era mi serenidad y cualquier cosa que Sofie dijera iba a terminar por hacerme estallar de nuevo por lo molesta que estaba. Y además, frustrada porque la única pijamada que había organizado había sido un completo desastre. Quizás hubiera sido mejor haberme ido con Adrian por ahí.

Me terminé el cigarro que se había quedado encendido en el cenicero y lo desaparecí con la varita. Me terminé lo que quedaba en mi vaso de un solo golpe –era más de la mitad- y me llevé más cacahuates a la boca. Tenía que mantenerme concentrada en algo.

Me fui al aparato de música y me sentí mal por Pearlie porque no le gustaba mi música en absoluto, pero una canción para calmarme no hacía daño a nadie. Me serví más alcohol y encendí otro cigarrillo. Puse ”Don’t stop me now” porque sentía que nada más iba a calmarme. Conforme iba comenzando, cerré los ojos a ver si con los primeros acordes y las primeras notas de Freddie Mercury podía tranquilizarme un poco.

Tomé a Shadow de la mano y le di una vuelta para que bailara conmigo. La euforia que tenía por el enojo tenía que convertirla en algo más y suponía que el baile –aunque solamente fueran movimientos sin sentido para descargar algo de energía- me ayudaría porque siempre lo hacía. Buttercup finalmente apareció por ahí, dio dos ladridos y comenzó a brincar a mis pies. Miró a Pearlie y le hizo una seña para que fuera con ellas si quería. Luca prefirió quedarse con su coñac amargado en la cocina. Si, esa canción le gustaba. Bien, sentía como todo el peso comenzaba a fluir conforme pasaba el primer coro. Supongo que todo iba bien por ahora.