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¡Pijamada!
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Re: ¡Pijamada!
Sonrió a Shadow por su buena voluntad de pedir perdón y tratar de hablarle a Sofie en tono suave y lindo. Un detalle que seguro la abuela Annapola hubiera tenido mucho en cuenta. Y además le demostraba con eso que estaba equivocada, que si había lugar para la sensatez y las disculpas de parte de su prima al menos. La quería muchísimo, aunque todo mundo pensara que quería más a Aldrich por obvia compatibilidad y por más que Annapola se esforzara en minimizar al resto de las niñas de la familia, ella no tenía nada que ver con eso.
En su imaginación, pintando un cuadro perfecto, entrarían a la casa, Sofie también diría “yo tampoco quise ponerlas en esa situación”, Gianna aclararía que todo era por protegerla y todas serían felices otra vez, porque Shadow ya había dado el primer paso, pero no. Lo que hubo fue un silencio incómodo, seguido de palabras de Sofie, que aunque justas, no ayudaban a nada a que la situación se tranquilizara ni nada. Porque Shadow no tenía que ser la única que cediera, dando y dando. Su prima había dado el primer paso al menos.
Pearlie se mordió los labios y miró hacia otro lado. La situación la incomodaba sobremanera porque no quería tomar partido ni decir nada. No quería enojarse con ninguna de las tres, pero odiaba que entre las tres estuvieran enojadas. Se le hizo una locura que Gianna no contestara nada y pusiera música y se pusiera a bailar, con Shadow. Se le hizo una locura también que Sofie no empezara con una disculpa. Se mordió los labios otra vez y sacó la varita para apagar el reproductor de música de Gianna así, de sopetón. Ya estaba bien.
-A ver, me tienen cansada. Sofie, Shadow te pidió una disculpa, lo que te corresponde es disculparte también porque lo que dijiste no fue nada lindo tampoco, y nada de sacar excusas de “fue inocente, estaba borracha, ñañaña”, porque sabes perfecto que estuvo mal. Ya después de eso pueden arreglar las cosas a profundidad y entrar a los temas “nunca más hagas esto, nunca más hagas lo otro”. Sí, que lo de tu madre estuvo pésimo, pero Shadow lo siente, te lo dijo. Ustedes son amigas, por la magia. En cuanto a ti, Gianna, deja un poquito, UN POQUITO, a un lado tu orgullo, y dile a Sofie tal cual las cosas: “me preocupas, no quiero que te pase nada malo, de manos de Adair ni de nadie, porque eres mi amiga”, no te vas a morir por un segundo de sensibilidad, tampoco es como si fueras expertísima en relaciones personales, Sofie tiene derecho a equivocarse o no equivocarse, es su problema. Y estamos en tu casa, ponerte a bailar e ignorar a una de tus invitadas no lo va a arreglar.
Respiró profundo, las quería muchísimo a las tres, pero si seguía alimentando que se comportara Sofie como drama queen del milenio y que Gianna creyera que no tenía responsabilidad en arreglar las cosas –solo por estar en su casa, no porque creyera que sus consejos no eran válidos, ni mucho menos o que le debiera disculpas a Sofie- no iban a llegar a ningún lado y todo eso se iba a ir al carajo.
-Así las cosas, pero si quieren seguir haciéndolo a su propia manera, pues allá ustedes.
Si les importaban más sus garantías individuales, pues ya iba siendo hora de replantearse todo su concepto de "amistad de amiguitas mágicas hasta el fin".
En su imaginación, pintando un cuadro perfecto, entrarían a la casa, Sofie también diría “yo tampoco quise ponerlas en esa situación”, Gianna aclararía que todo era por protegerla y todas serían felices otra vez, porque Shadow ya había dado el primer paso, pero no. Lo que hubo fue un silencio incómodo, seguido de palabras de Sofie, que aunque justas, no ayudaban a nada a que la situación se tranquilizara ni nada. Porque Shadow no tenía que ser la única que cediera, dando y dando. Su prima había dado el primer paso al menos.
Pearlie se mordió los labios y miró hacia otro lado. La situación la incomodaba sobremanera porque no quería tomar partido ni decir nada. No quería enojarse con ninguna de las tres, pero odiaba que entre las tres estuvieran enojadas. Se le hizo una locura que Gianna no contestara nada y pusiera música y se pusiera a bailar, con Shadow. Se le hizo una locura también que Sofie no empezara con una disculpa. Se mordió los labios otra vez y sacó la varita para apagar el reproductor de música de Gianna así, de sopetón. Ya estaba bien.
-A ver, me tienen cansada. Sofie, Shadow te pidió una disculpa, lo que te corresponde es disculparte también porque lo que dijiste no fue nada lindo tampoco, y nada de sacar excusas de “fue inocente, estaba borracha, ñañaña”, porque sabes perfecto que estuvo mal. Ya después de eso pueden arreglar las cosas a profundidad y entrar a los temas “nunca más hagas esto, nunca más hagas lo otro”. Sí, que lo de tu madre estuvo pésimo, pero Shadow lo siente, te lo dijo. Ustedes son amigas, por la magia. En cuanto a ti, Gianna, deja un poquito, UN POQUITO, a un lado tu orgullo, y dile a Sofie tal cual las cosas: “me preocupas, no quiero que te pase nada malo, de manos de Adair ni de nadie, porque eres mi amiga”, no te vas a morir por un segundo de sensibilidad, tampoco es como si fueras expertísima en relaciones personales, Sofie tiene derecho a equivocarse o no equivocarse, es su problema. Y estamos en tu casa, ponerte a bailar e ignorar a una de tus invitadas no lo va a arreglar.
Respiró profundo, las quería muchísimo a las tres, pero si seguía alimentando que se comportara Sofie como drama queen del milenio y que Gianna creyera que no tenía responsabilidad en arreglar las cosas –solo por estar en su casa, no porque creyera que sus consejos no eran válidos, ni mucho menos o que le debiera disculpas a Sofie- no iban a llegar a ningún lado y todo eso se iba a ir al carajo.
-Así las cosas, pero si quieren seguir haciéndolo a su propia manera, pues allá ustedes.
Si les importaban más sus garantías individuales, pues ya iba siendo hora de replantearse todo su concepto de "amistad de amiguitas mágicas hasta el fin".
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: ¡Pijamada!
((Shadow me dio permiso para saltearla))
Gianna pasaba de ella, y de todo como de costumbre. Y si bien a Sofie no tenía porque sorprenderle, le dolió pues lo veía como una confirmación de que todo estaba perdido con ella. Además aquello de que secara a todos mágicamente menos a ella lo sintió espantosamente discriminatorio al estilo “tu te embromas por ser TU”, por lo menos podría haber disimulado invitando a cada quien que se seque. Pero no, como esperar algo de Gianna si cuando adquiría esa actitud jodida era imposible verla retractarse.
E igual, por más molestia que llevara a dentro ni caras puso, solo se abrazó más, entreteniéndose en limpiar bien su teléfono y buscando el momento para pararse e irse. Podía llamar a su madre desde la cocina, para así no invitaba a caldear los ánimos de nuevo. También podía simplemente ir hasta el baño y intentar desaparecer. También podía alzar la voz y gritarle que era una idiota y que apagara esa música de mierda… Pero no se decidió a tiempo entre disimular o estallar y por suerte (por millonésima vez en la noche) ahí estaba Pearlie.
Levantó la vista para escucharla, y sopesó sus palabras con cuidado antes de meter bocado y volver a cagarla… - Me disculpo… me disculpo mil veces! Lo de Adrian estuvo fatal y lo se... Perdón… - ya iba a seguir con algo del estilo “pero fue reacción a lo que ellas dijeron!!!!”, pero se mordió el labio y volvió a bajar la mirada que había puesto en Shadow pues Gianna ni parecía capaz de querer voltear – Lo lamento, de verdad… - ya iba a decir “fue un mal chiste” pero de nuevo se pensó que cuanto más dijera, más palabras podían utilizar en su contra. – Perdón por lo de Joe también, entiendo que se escuchó mal, no era lo que quería decir – ahí estaban también las disculpas que le correspondían a Pearlie, que a ella al menos tenía verdaderas ganas de dárselas.
Suspiró y se dedicó a buscar un abrigo que esperaba dentro de su bolso, para ponérselo sobre las ropas que ni tan empapadas estaban, mientras pensaba que si bien había mal entendidos allí, no veía que las cosas fueran arreglarse por más sinceros que fueran los perdones. Por ejemplo con Gianna, había un problema mayor, y era que Sofie ya estaba bastante crecidita como para aguantarle su personalidad de buena gana.
Gianna era supuesta amiga de Adair y no había dicho nada bonito sobre él en toda la noche, solo puros defectos y esquivas, justificándose en que pretendía protegerla… Pues eso le daba a Sofie para preguntarse al menos, si también de ella hablaría así? Si también con ella se mostraba como supuesta amiga y luego a su espalda ni la defendía, ni buscaba sus puntos fuertes, sino que le andaba diciendo a la gente “búscate alguien mejor que Sofie”?...
Y Sofie que se pensaba optimista, que todo era solucionable, que lo malo pasaba que solo era cuestión de sacar la sonrisa… Y quizás era por eso que le estaba doliendo tantísimo pensar que con Gianna no había retorno. Que tal si Sofie hubiera sido la que citádose con Adrian, le hubiera remarcado los defectos de Gianna y recomendádole “búscate otra, otra a la que le gusten los ñoños porque vaya a saberse cuando Gianna se aburre de tu comentarios tiernos”?
Pero no iba a decir nada, pues ya tenía el miedo dentro de que no importara lo que dijera, alguna lo iban a tomar mal, lo iba a tergiversar, o lo iba a utilizar para su propia conveniencia. Además estaba tan angustiada que si abría la boca le colapsarían las lágrimas acumuladas en los ojos marrones y eso seguro también terminaría siendo motivo de remarque y descontento generalizado. Mejor quedarse quieta y acatar lo que las demás propusieran y ya.
Gianna pasaba de ella, y de todo como de costumbre. Y si bien a Sofie no tenía porque sorprenderle, le dolió pues lo veía como una confirmación de que todo estaba perdido con ella. Además aquello de que secara a todos mágicamente menos a ella lo sintió espantosamente discriminatorio al estilo “tu te embromas por ser TU”, por lo menos podría haber disimulado invitando a cada quien que se seque. Pero no, como esperar algo de Gianna si cuando adquiría esa actitud jodida era imposible verla retractarse.
E igual, por más molestia que llevara a dentro ni caras puso, solo se abrazó más, entreteniéndose en limpiar bien su teléfono y buscando el momento para pararse e irse. Podía llamar a su madre desde la cocina, para así no invitaba a caldear los ánimos de nuevo. También podía simplemente ir hasta el baño y intentar desaparecer. También podía alzar la voz y gritarle que era una idiota y que apagara esa música de mierda… Pero no se decidió a tiempo entre disimular o estallar y por suerte (por millonésima vez en la noche) ahí estaba Pearlie.
Levantó la vista para escucharla, y sopesó sus palabras con cuidado antes de meter bocado y volver a cagarla… - Me disculpo… me disculpo mil veces! Lo de Adrian estuvo fatal y lo se... Perdón… - ya iba a seguir con algo del estilo “pero fue reacción a lo que ellas dijeron!!!!”, pero se mordió el labio y volvió a bajar la mirada que había puesto en Shadow pues Gianna ni parecía capaz de querer voltear – Lo lamento, de verdad… - ya iba a decir “fue un mal chiste” pero de nuevo se pensó que cuanto más dijera, más palabras podían utilizar en su contra. – Perdón por lo de Joe también, entiendo que se escuchó mal, no era lo que quería decir – ahí estaban también las disculpas que le correspondían a Pearlie, que a ella al menos tenía verdaderas ganas de dárselas.
Suspiró y se dedicó a buscar un abrigo que esperaba dentro de su bolso, para ponérselo sobre las ropas que ni tan empapadas estaban, mientras pensaba que si bien había mal entendidos allí, no veía que las cosas fueran arreglarse por más sinceros que fueran los perdones. Por ejemplo con Gianna, había un problema mayor, y era que Sofie ya estaba bastante crecidita como para aguantarle su personalidad de buena gana.
Gianna era supuesta amiga de Adair y no había dicho nada bonito sobre él en toda la noche, solo puros defectos y esquivas, justificándose en que pretendía protegerla… Pues eso le daba a Sofie para preguntarse al menos, si también de ella hablaría así? Si también con ella se mostraba como supuesta amiga y luego a su espalda ni la defendía, ni buscaba sus puntos fuertes, sino que le andaba diciendo a la gente “búscate alguien mejor que Sofie”?...
Y Sofie que se pensaba optimista, que todo era solucionable, que lo malo pasaba que solo era cuestión de sacar la sonrisa… Y quizás era por eso que le estaba doliendo tantísimo pensar que con Gianna no había retorno. Que tal si Sofie hubiera sido la que citádose con Adrian, le hubiera remarcado los defectos de Gianna y recomendádole “búscate otra, otra a la que le gusten los ñoños porque vaya a saberse cuando Gianna se aburre de tu comentarios tiernos”?
Pero no iba a decir nada, pues ya tenía el miedo dentro de que no importara lo que dijera, alguna lo iban a tomar mal, lo iba a tergiversar, o lo iba a utilizar para su propia conveniencia. Además estaba tan angustiada que si abría la boca le colapsarían las lágrimas acumuladas en los ojos marrones y eso seguro también terminaría siendo motivo de remarque y descontento generalizado. Mejor quedarse quieta y acatar lo que las demás propusieran y ya.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Se estaba empapando con la lluvia y afortunadamente su teléfono estaba dentro, de hecho en su mochila, pero ese vestido se lavaba al seco y si no estaba ya casi espantada es porque no lo recordaba, pero Gianna los secó en un momento con su varita, o a casi todos. No la iba a criticar porque ella se sentía capaz de hacer lo mismo, pero en vez de ponerse a pensar en aquel dilema moral prefirió escuchar a su prima que parecía algo más conciliadora que los demás, incluyéndola, claro.
Asentía mientras Pearlie iba hablando porque de hecho sí, se había disculpado y todo eso que la gente decente tenía que hacer, su papá le decía que su orgullo no podía superar a su educación y aunque le costaba ir contra su propia naturaleza lo hacía por él, porque quería que estuviese orgulloso y porque pensaba que tenía razón. Dejó de hacer ese movimiento a los pocos segundos porque no quería parecer uno de esos perritos que estaban en algunos taxis, no en Londres, pero sí en algún viaje lo vio.
-Ya te dije que lo siento, es de verdad Sofie.-¿cuántas veces tenía que decírselo, sabía que su lengua había sido muy filosa pero tampoco es que se arrepintiese del todo, igualmente estaba dispuesta a dejar el tema y no porque la rubia ahora dijese que se lo prohibía y eso, que no era sus padres para irle diciendo lo que podía decir y lo que no, lo dejaría, pero no por esa razón.-Vamos adentro, hay que comer helado con fudge. ¿no?-movió la varita para secarla y lo logró pero ya cuando estaba dentro, había dado unos pocos pasos en la sala.-
Le dedicó una sonrisa a Sofie tras su disculpa para hacer eso lo más simple posible, ojalá pudiesen retomar la pijamada. Gianna se la estaba llevado ya a bailar y no hizo ningún esfuerzo por quedarse, no conocía la canción porque lo suyo era más la electrónica y la bulla que escuchaba Aldrich era de otro tipo, quizá esto estaba en el repertorio pero no era lo usual.
Bailó como sea, levantando los brazos y siendo exagerada en su movimiento de rodillas y cadera como para liberarse de todos los pensamientos odiosos que llevaba encima aún, para sacarse de encima la lepra que las iba consumiendo. Les hizo una seña con la mano a Pearlie y a Sofie como para que entrasen, podía no gustarles la música pero que se moviesen o algo, o que trajesen el helado, ella quería el de fresa.
Aún bailando con Gianna y luego de darle una vuelta fue hasta su mochila y de un bolsillo sacó un juego de mesa mágico, era como un ludo de verdad o reto, con tarjetas y eso –pero si no abrían la caja rectangular o no leían la caja no lo sabrían-, al comer una de las mentas que venían con el juego si bien no era un veritaserum, te ayudaba a ser más abierto o abierta con tus respuestas aunque no era una garantía. Le pasó el juego a las que no bailaban para que lo examinasen y que viesen si en su mochila encontraban otra cosa que les gustase más, llevaba como cinco o seis juegos clásicos de ese tipo.
Lamentablemente de su mochila cayó algo cuando sacaba el juego, era una foto, una foto de Hákan tomada de cierta distancia en la que se le veía especialmente guapo, se la había dado una amiga suya que cursaba periodismo mágico y que sabía de su gusto por el islandés. Shadow no lo notó, ojalá nadie más lo notase.
Asentía mientras Pearlie iba hablando porque de hecho sí, se había disculpado y todo eso que la gente decente tenía que hacer, su papá le decía que su orgullo no podía superar a su educación y aunque le costaba ir contra su propia naturaleza lo hacía por él, porque quería que estuviese orgulloso y porque pensaba que tenía razón. Dejó de hacer ese movimiento a los pocos segundos porque no quería parecer uno de esos perritos que estaban en algunos taxis, no en Londres, pero sí en algún viaje lo vio.
-Ya te dije que lo siento, es de verdad Sofie.-¿cuántas veces tenía que decírselo, sabía que su lengua había sido muy filosa pero tampoco es que se arrepintiese del todo, igualmente estaba dispuesta a dejar el tema y no porque la rubia ahora dijese que se lo prohibía y eso, que no era sus padres para irle diciendo lo que podía decir y lo que no, lo dejaría, pero no por esa razón.-Vamos adentro, hay que comer helado con fudge. ¿no?-movió la varita para secarla y lo logró pero ya cuando estaba dentro, había dado unos pocos pasos en la sala.-
Le dedicó una sonrisa a Sofie tras su disculpa para hacer eso lo más simple posible, ojalá pudiesen retomar la pijamada. Gianna se la estaba llevado ya a bailar y no hizo ningún esfuerzo por quedarse, no conocía la canción porque lo suyo era más la electrónica y la bulla que escuchaba Aldrich era de otro tipo, quizá esto estaba en el repertorio pero no era lo usual.
Bailó como sea, levantando los brazos y siendo exagerada en su movimiento de rodillas y cadera como para liberarse de todos los pensamientos odiosos que llevaba encima aún, para sacarse de encima la lepra que las iba consumiendo. Les hizo una seña con la mano a Pearlie y a Sofie como para que entrasen, podía no gustarles la música pero que se moviesen o algo, o que trajesen el helado, ella quería el de fresa.
Aún bailando con Gianna y luego de darle una vuelta fue hasta su mochila y de un bolsillo sacó un juego de mesa mágico, era como un ludo de verdad o reto, con tarjetas y eso –pero si no abrían la caja rectangular o no leían la caja no lo sabrían-, al comer una de las mentas que venían con el juego si bien no era un veritaserum, te ayudaba a ser más abierto o abierta con tus respuestas aunque no era una garantía. Le pasó el juego a las que no bailaban para que lo examinasen y que viesen si en su mochila encontraban otra cosa que les gustase más, llevaba como cinco o seis juegos clásicos de ese tipo.
Lamentablemente de su mochila cayó algo cuando sacaba el juego, era una foto, una foto de Hákan tomada de cierta distancia en la que se le veía especialmente guapo, se la había dado una amiga suya que cursaba periodismo mágico y que sabía de su gusto por el islandés. Shadow no lo notó, ojalá nadie más lo notase.
Shadow Burroughs- Mensajes : 130
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Luca era quizás el más sensato de todos los Vercelli, además de papá, claro estaba. Muchas veces se preguntaron por qué yo había quedado en Gryffindor cuando en realidad debí haber sido Slytherin. Tenía una capacidad innata de deslindarme de las responsabilidades –según las palabras de mamá- que muchas veces yo misma había provocado y además, no me importaba lastimar a las personas con la sinceridad tan tajante que tenía. Bueno, en eso estaba equivocada. Si me importaba lastimar a la gente. No era mi intención lastimarlas y eso también tenía que tenerlo claro todo el mundo que quisiera conocerme o que estaba empezando a hacerlo.
Tenía una personalidad muy volátil y eso ya todas lo sabían. Que a veces se me salía de control, si, también lo sabían y aún así estaban conmigo. Sofie por ejemplo. Solo que la prefiero sin el drama y sin el alcohol en la sangre porque se pone bastante odiosa.
En cuanto se apagó mi música carraspeé. ¿No podía tener un minuto, solo un minutito de paz para poderme calmar? Ya había comenzado el proceso y todo se había interrumpido en cuanto Pearlie empezó a decir esas cosas en las que si, aceptándolo, tenía razón. Sin embargo, en lo que ella se equivocaba, era en que creía que yo pensaba que por estar en mi casa yo no tenía responsabilidad. Claro que la tenía, tampoco era estúpida y tan, tan orgullosa como para no darme cuenta de lo sucedido y que quizás me excedí en mis comentarios. A Sofie jamás la había juzgado, yo sería incapaz de hacerlo, y tampoco, como ella pensaba, había hablado pestes de ella con cualquier otra persona. Todo lo contrario, siempre contaba maravillas de ella a pesar de que nadie se acercara a fin de cuentas.
-Pearlie tiene razón, Gianna. Deja el puto orgullo por una vez en tu vida. No te cuesta nada.-Luca se giró a Pearlie y le dijo en voz baja-Sólo espera unos segundos a que se calme. Ya lo verás.
Luca le sostuvo la mano a Sofie para que terminara por calmarse porque a él tampoco le había gustado el drama que se había montado en casa porque incluso para él fue demasiado. Gracias a los dioses nunca tuvo que soportar dramas así en casa cuando yo fui más joven y todo eso, porque ni siquiera Paula era para andarse montando tanto drama.
Respiré hondo. Terminé mi cigarrillo y fui hacia la cocina tardándome tan solo un segundo. Después de eso, regresé con una gran caja color crema con un moño azul marino alrededor de la misma. En la tapa llevaba grabadas las palabras “Luca Vercelli” en color plata. Respiré hondo. Dudé unos segundos en acercarme pero después de respirar hondo. Si quería que la situación se aclarara y que todo volviera a la normalidad –al menos eso esperaba- tenía que dar el primer paso. YA sabía yo que Sofie no iba a hacer absolutamente nada por arreglarlo así que todo el trabajo recaía en mis hombros. Vale, está bien, iba a poner de mi parte, pero de verdad esperaba, y de verdad, de verdad quería que Sofie pusiera de su parte también.
-Lo siento. No estuvo bien lo que hice o dije. Te traigo esto como ofrenda de paz. Se lo pedí a Luca hace un mes porque quería que en la boda de mi hermano nadie te quitara los ojos de encima para ver si encontrabas a esa personita especial de la que tanto hablabas en los veranos y eso.-me mordí el labio, ladeé un poco la cabeza y luego, con todo y que sentía la lengua pesada, continué-Ahora quizás solo sirva para que Adair se de cuenta de lo que tiene para que lo aprecie un poco más.
En la caja, Sofie encontraría un precioso vestido que Luca había hecho a medida solamente para ella. Un diseño único que jamás saldría en las pasarelas pero que era original, solamente para Sofie Luttrell.
Mire el jueguito que había sacado Shadow. No sabía si era una buena idea aunque viéndolo de lejos no se veía tan mal. Quizás sirviera para enfriar un poco la situación. Me encogí de hombros. No sabía si Sofie aceptaría o no el regalo, pero esperaba, que lo hiciera al menos por Luca, no por mi. Si rechazaba el vestido creo que las cosas terminarían peor porque para Luca sería una falta de respeto y un insulto muy grande, después de pasar tanto tiempo confeccionándolo y haciéndole un diseño especialmente para ella.
-Anda, ábrelo.
Miré a Pearlie como si estuviera buscando su aprobación, aunque en realidad lo que buscaba era una mirada amigable en todo ese embrollo y sabía que quizás era la única que se la pudiera dar. Shadow tenía razón, quizás sería mejor comer helado hasta reventar.
Tenía una personalidad muy volátil y eso ya todas lo sabían. Que a veces se me salía de control, si, también lo sabían y aún así estaban conmigo. Sofie por ejemplo. Solo que la prefiero sin el drama y sin el alcohol en la sangre porque se pone bastante odiosa.
En cuanto se apagó mi música carraspeé. ¿No podía tener un minuto, solo un minutito de paz para poderme calmar? Ya había comenzado el proceso y todo se había interrumpido en cuanto Pearlie empezó a decir esas cosas en las que si, aceptándolo, tenía razón. Sin embargo, en lo que ella se equivocaba, era en que creía que yo pensaba que por estar en mi casa yo no tenía responsabilidad. Claro que la tenía, tampoco era estúpida y tan, tan orgullosa como para no darme cuenta de lo sucedido y que quizás me excedí en mis comentarios. A Sofie jamás la había juzgado, yo sería incapaz de hacerlo, y tampoco, como ella pensaba, había hablado pestes de ella con cualquier otra persona. Todo lo contrario, siempre contaba maravillas de ella a pesar de que nadie se acercara a fin de cuentas.
-Pearlie tiene razón, Gianna. Deja el puto orgullo por una vez en tu vida. No te cuesta nada.-Luca se giró a Pearlie y le dijo en voz baja-Sólo espera unos segundos a que se calme. Ya lo verás.
Luca le sostuvo la mano a Sofie para que terminara por calmarse porque a él tampoco le había gustado el drama que se había montado en casa porque incluso para él fue demasiado. Gracias a los dioses nunca tuvo que soportar dramas así en casa cuando yo fui más joven y todo eso, porque ni siquiera Paula era para andarse montando tanto drama.
Respiré hondo. Terminé mi cigarrillo y fui hacia la cocina tardándome tan solo un segundo. Después de eso, regresé con una gran caja color crema con un moño azul marino alrededor de la misma. En la tapa llevaba grabadas las palabras “Luca Vercelli” en color plata. Respiré hondo. Dudé unos segundos en acercarme pero después de respirar hondo. Si quería que la situación se aclarara y que todo volviera a la normalidad –al menos eso esperaba- tenía que dar el primer paso. YA sabía yo que Sofie no iba a hacer absolutamente nada por arreglarlo así que todo el trabajo recaía en mis hombros. Vale, está bien, iba a poner de mi parte, pero de verdad esperaba, y de verdad, de verdad quería que Sofie pusiera de su parte también.
-Lo siento. No estuvo bien lo que hice o dije. Te traigo esto como ofrenda de paz. Se lo pedí a Luca hace un mes porque quería que en la boda de mi hermano nadie te quitara los ojos de encima para ver si encontrabas a esa personita especial de la que tanto hablabas en los veranos y eso.-me mordí el labio, ladeé un poco la cabeza y luego, con todo y que sentía la lengua pesada, continué-Ahora quizás solo sirva para que Adair se de cuenta de lo que tiene para que lo aprecie un poco más.
En la caja, Sofie encontraría un precioso vestido que Luca había hecho a medida solamente para ella. Un diseño único que jamás saldría en las pasarelas pero que era original, solamente para Sofie Luttrell.
Mire el jueguito que había sacado Shadow. No sabía si era una buena idea aunque viéndolo de lejos no se veía tan mal. Quizás sirviera para enfriar un poco la situación. Me encogí de hombros. No sabía si Sofie aceptaría o no el regalo, pero esperaba, que lo hiciera al menos por Luca, no por mi. Si rechazaba el vestido creo que las cosas terminarían peor porque para Luca sería una falta de respeto y un insulto muy grande, después de pasar tanto tiempo confeccionándolo y haciéndole un diseño especialmente para ella.
-Anda, ábrelo.
Miré a Pearlie como si estuviera buscando su aprobación, aunque en realidad lo que buscaba era una mirada amigable en todo ese embrollo y sabía que quizás era la única que se la pudiera dar. Shadow tenía razón, quizás sería mejor comer helado hasta reventar.
Gianna Vercelli- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 04/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Sofie respondió a la sonrisa de Shadow con una propia, sellando el pacto de disculpas y agregando un susurrado gracias por la gentileza de haberla secado mágicamente. Otra sonrisa le robaron las palabras de Luca y apretó su mano, para luego soltarlo y dar cuenta de que ya estaba bien, que no tenía más de que preocuparse. Con ambas manos libres, aprovecho para peinarse el cabello, alisarlo, enrularlo ponerlo a un lado y pasárselo detrás de las orejas, mientras de reojo, y curiosidad disimulada, miraba como Gianna iba y venía.
Intercambió miradas con Pearlie, pero en cuanto la italiana le estuvo enfrente se dispuso a mirarla al rostro, por educación pero sobre todo porque estaba esperando la disculpa de su parte y ver que cosa traía en las manos también. Y la verdad es que ni una sola de las frases que dijo Gianna le cayó en gracia. No le gustó que no dijera explícitamente porque se disculpaba, pues sonaba por demás a que lo hacía por convivir, sin reconocer verdaderamente en qué cosa había estado mal. No le gustó que mencionara a una “personita especial” pues le remitía a pensar que Gianna seguía queriendo buscarle un chico mejor que Adair, apelando a la memoria emotiva. Y menos aun le gustó que insistiera con que Adair no la apreciaba lo suficiente, y que un vestido, o sea lo superficial de verse bonita, de ser un trozo apetecible de carne envuelto, pudiera ayudar a solucionar esa supuesta falta de aprecio que el chico le tenía.
Y de todos modos sonrió con sinceridad, porque sabía del esfuerzo enorme que significaba para Gianna estar haciendo aquello. Y eso sí lo valoraba tantísimo y le parecía hermoso de su parte. Más hermoso que el regalo que poco le importaba fuera un bellísimo vestido de Luca o un trapo de limpiar pisos. El gesto era lo valedero esa era la ofrenda de paz que le bastaba. – Gracias y gracias- Dirigió a los hermanos Vercelli y tomó la caja entre las manos, alzando las cejas a Pearlie con gesto infantil de “que será? Que será!?”
- Oh my gosh!... guauu… es bellísimo… muy muy lindo! Y rojo – dijo esto último a Luca haciéndole saber que él pensaba para ella ese color como el mejor. Le dio un beso al chico en la mejilla, a Gianna no se animaba, y se lo entregó para que se lo guardara bien – Luca, me lo doblas bien? que no quiero arruinarlo… Además Shadow dijo que había que comer helado! –
Miró a Shadow, a su bolso lleno de cosas extrañas como juegos miles y fotos… foto de Hakan… Foto de Hakan?!?!?... Un nervio repentino, típico de haber descubierto algo le recorrió la espina dorsal, pero lo disimuló lo mejor que pudo dándose palmitas en los muslos como envión para levantarse del sillón – Voy al baño… a arreglarme un poco… busquen el helado… o vemos una peli! – Y salió disparada hacia el baño donde se encerró para lavarse la cara y todo esas coqueterías y porque necesitaba también al menos un segundo de soledad que sus piernas inquietas supieron comprender antes que su mente revuelta.
Intercambió miradas con Pearlie, pero en cuanto la italiana le estuvo enfrente se dispuso a mirarla al rostro, por educación pero sobre todo porque estaba esperando la disculpa de su parte y ver que cosa traía en las manos también. Y la verdad es que ni una sola de las frases que dijo Gianna le cayó en gracia. No le gustó que no dijera explícitamente porque se disculpaba, pues sonaba por demás a que lo hacía por convivir, sin reconocer verdaderamente en qué cosa había estado mal. No le gustó que mencionara a una “personita especial” pues le remitía a pensar que Gianna seguía queriendo buscarle un chico mejor que Adair, apelando a la memoria emotiva. Y menos aun le gustó que insistiera con que Adair no la apreciaba lo suficiente, y que un vestido, o sea lo superficial de verse bonita, de ser un trozo apetecible de carne envuelto, pudiera ayudar a solucionar esa supuesta falta de aprecio que el chico le tenía.
Y de todos modos sonrió con sinceridad, porque sabía del esfuerzo enorme que significaba para Gianna estar haciendo aquello. Y eso sí lo valoraba tantísimo y le parecía hermoso de su parte. Más hermoso que el regalo que poco le importaba fuera un bellísimo vestido de Luca o un trapo de limpiar pisos. El gesto era lo valedero esa era la ofrenda de paz que le bastaba. – Gracias y gracias- Dirigió a los hermanos Vercelli y tomó la caja entre las manos, alzando las cejas a Pearlie con gesto infantil de “que será? Que será!?”
- Oh my gosh!... guauu… es bellísimo… muy muy lindo! Y rojo – dijo esto último a Luca haciéndole saber que él pensaba para ella ese color como el mejor. Le dio un beso al chico en la mejilla, a Gianna no se animaba, y se lo entregó para que se lo guardara bien – Luca, me lo doblas bien? que no quiero arruinarlo… Además Shadow dijo que había que comer helado! –
Miró a Shadow, a su bolso lleno de cosas extrañas como juegos miles y fotos… foto de Hakan… Foto de Hakan?!?!?... Un nervio repentino, típico de haber descubierto algo le recorrió la espina dorsal, pero lo disimuló lo mejor que pudo dándose palmitas en los muslos como envión para levantarse del sillón – Voy al baño… a arreglarme un poco… busquen el helado… o vemos una peli! – Y salió disparada hacia el baño donde se encerró para lavarse la cara y todo esas coqueterías y porque necesitaba también al menos un segundo de soledad que sus piernas inquietas supieron comprender antes que su mente revuelta.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Todo iba bien, o al menos lo mejor que se podía luego del episodio dramático. Sonrió un poco porque las chicas fueran capaces de disculparse o medio disculparse las unas con las otras en vez de seguir con los gritos, los insultos y todo el absurdo. Pearlie sabía, porque había pasado demasiadísimo tiempo entre niñas, que limar ese tipo de cosas llevaba más tiempo y esfuerzo que comer helado y ponerse a bailar, que en el mejor de los casos se quedarían muchos rencores guardados y pronto empezarían a ponerse suspicaces entre ellas y todas esas cosas, pero también sabía que no volver a hablarse para siempre era una exageración. Bastaban un par o una amiga completamente leal, el resto se podía manejar con hipocresía, pero se vivía bien así, al menos mientras la gente no se pusiera intensa. Eso había aprendido en su casa, eso había aprendido en Beauxbatons.
Estiró la mano para tocar el vestido que Gianna le daba a Sofie, sentir su textura y todo. Estaba muy bonito y seguro a Sofie le quedaría la mar que bien. Le guiñó un ojo a la chica como diciéndole “ves? Todo está bien y nos amamos muchísimo” pero lo dicho, no estaba segura de qué cosas se habían roto ahí y qué cosas no. Y de hecho, agradeció a todos los dioses que Sofie, o bien no hubiera notado la última frase sobre Adair, o bien hubiera decidido ignorarla, porque definitivamente se había evitado otro san quintín involuntario.
Por cierto, ella no vio la foto de Hákan, pero ya sabía que a Shadow le gustaba y se lo había comentado a Joseph –sin que Shadow supiera, no sabía si la mataría por su indiscreción- para ver si se podía hacer algo. Tal vez una cita doble o lo que fuera. Por cierto, la idea de ver una película le sonó emocionantísima como si significara hacer algo completamente loco. Pero eso era nada más porque no estaba nada acostumbrada a esas cosas muggles y le seguían pareciendo increíbles.
-¡Sí! Una película, aunque también quiero jugar.
Dijo sentándose ahora en el suelo. Más cerca de la foto del islandés pero sin notarla todavía. Si movía un poco la mano a su izquierda…BAM, islandés a la mano, pero por ahora nada.
-Ah, yo jugaba este juego en Beauxbatons. Me gusta un montón.
No sabía que podía ser mal momento para un juego como ese, ya que los ánimos estaban encrispados, culpa del tema “chicos” pero, bah ¿ya que más podía pasar? No podía haber mayor tormenta que la que ya había pasado o la que había afuera.
-Que regrese Sofie y empezamos, ¿con todo y las mentas o vamos a confiar en la buena voluntad de todas en decir la verdad sin vergüenza?.
Estiró la mano para tocar el vestido que Gianna le daba a Sofie, sentir su textura y todo. Estaba muy bonito y seguro a Sofie le quedaría la mar que bien. Le guiñó un ojo a la chica como diciéndole “ves? Todo está bien y nos amamos muchísimo” pero lo dicho, no estaba segura de qué cosas se habían roto ahí y qué cosas no. Y de hecho, agradeció a todos los dioses que Sofie, o bien no hubiera notado la última frase sobre Adair, o bien hubiera decidido ignorarla, porque definitivamente se había evitado otro san quintín involuntario.
Por cierto, ella no vio la foto de Hákan, pero ya sabía que a Shadow le gustaba y se lo había comentado a Joseph –sin que Shadow supiera, no sabía si la mataría por su indiscreción- para ver si se podía hacer algo. Tal vez una cita doble o lo que fuera. Por cierto, la idea de ver una película le sonó emocionantísima como si significara hacer algo completamente loco. Pero eso era nada más porque no estaba nada acostumbrada a esas cosas muggles y le seguían pareciendo increíbles.
-¡Sí! Una película, aunque también quiero jugar.
Dijo sentándose ahora en el suelo. Más cerca de la foto del islandés pero sin notarla todavía. Si movía un poco la mano a su izquierda…BAM, islandés a la mano, pero por ahora nada.
-Ah, yo jugaba este juego en Beauxbatons. Me gusta un montón.
No sabía que podía ser mal momento para un juego como ese, ya que los ánimos estaban encrispados, culpa del tema “chicos” pero, bah ¿ya que más podía pasar? No podía haber mayor tormenta que la que ya había pasado o la que había afuera.
-Que regrese Sofie y empezamos, ¿con todo y las mentas o vamos a confiar en la buena voluntad de todas en decir la verdad sin vergüenza?.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Respiré hondo en el momento en que Sofie tomaba el paquete. No sabía por qué pero tenía el ligero presentimiento de que no se había tragado ni una sola de mis palabras que, a pesar de ser sinceras, decían la verdad sobre el vestido. ¿Qué tenía de malo que quisiera que Adair la valorara más o que si ya la valoraba, que fuera un incentivo para que se diera cuenta de lo que tenía en frente y jamás dejarla ir? Quise negar con la cabeza pero me abstuve, no quería empezar otro revuelo.
Luca guardó el vestido y sonrió a Sofie. Yo por mi parte me puse en pie y asentí cuando decía la rubia que quería ir al baño.-Yo voy por el helado.-Luca se levantó y guardó la caja del vestido de Sofie en la parte de arriba del librero porque no quería que Buttercup lo encontrara y terminara por deshacerlo.
-Bueno, las películas están ahí, pero les advierto que van a encontrarse con reliquias y eso porque mi madre las ama.
Connor les había puesto la televisión y había contratado a un mago mestizo que se dedicaba a poner dispositivos muggles en casas con magia y viceversa. La verdad es que había sido una muy buena inversión y papá se había convertido en fanático de las películas tipo “Breakfast at Tiffany’s” “Casablanca” y “Lo que el viento se llevó”. A mi en lo personal no me gustaban.
En el librero de al lado –uno bastante grande en realidad- había una colección de películas en lo que los muggles llamaban DVD’s y algo nuevo como rayo azul o algo así. Me encogí de hombros. Estaría divertido ver alguna película, hacer palomitas y comer helado hasta reventar pero también me había llamado la atención el juego de Shadow. Nunca lo había jugado y no comprendí lo que decía Pearlie sobre las mentas.
-¿Mentas? ¿Qué mentas?-pero antes de que pudiera responderme alguien tomé la caja del juego y entendí el propósito de las dichos as mentas de la verdad. Oh, vaya, eso no podía ser bueno. Al menos no para mi. Pearlie alguna vez me había dicho que yo había bebido un veritaserum permanente. Fruncí los labios y me terminé por encoger de hombros. Pues ya estaba, volví a dejar el juego en donde estaba y prendí otra vez el reproductor de música donde se había quedado la canción antes de que Pearlie lo apagara. Lo puse a un volumen un poco más decente y fui a la cocina por los helados.
Saqué uno de chocolate, fresa, limón y vainilla. Los llevé levitando y tomé unas cucharas para todas.-¿Lo quieren así o lo quieren en platito como gente civilizada?-yo en lo personal prefería comerlo directamente del envase pero que ellas ya me dijeran como lo querían.
Conforme iba caminando Buttercup no dejaba de ladrar en la sala. Suponía porque era porque Sofie había ido al baño o algo y estaba consciente de que estábamos esperándola. Pero no, lo que pasaba era que había encontrado algo. LE pregunté que qué rayos le pasaba y justamente tomaba algo del suelo y le estaba hablando a Shadow porque al parecer, además de Sofie, el perro endemoniado se había dado cuenta de que a Shadow se le había caído la fotografía.
-Shadow creo que se te cayó algo.-Me acerqué hasta donde estaba mi mascota y me reí al ver como le lloriqueaba a la hija de la semiveela para que tomara lo que fuera que tenía en los dientes. Finalmente la perrita desesperada por un premio por haber hecho algo bien, dejó la fotografía a sus pies y se sentó, con ambas patas levantadas. Vamos, que Finnerty si sabía lo que hacía.-Ah, una foto de Hákan.
Comenté como si me pareciera lo más normal del mundo. Aunque luego me quedé callada un segundo mientras me rellenaba el vaso nuevamente y ladeé la cabeza. ¿Una foto de Hákan? Miré a Shadow con complicidad y con curiosidad en la mirada pero no hice ningún comentario. Ya íbamos a jugar el juego ese, ¿no? No hacía falta que se armara otra faramalla como la anterior.
Ene l caso del islandés no tenía mucho para decir. Solo sabía por lo que me había dicho mi madre que sui padre había sido muy inteligente pero que se drogaba mucho. Ella sentía que había desperdiciado su vida en eso pero ya no había nada por hacer porque lamentablemente había muerto. Me encogí de hombros de nuevo y le hablé a Luca por si quería jugar porque ese tipo de jueguitos siempre le ponían de buen humor.
Luca guardó el vestido y sonrió a Sofie. Yo por mi parte me puse en pie y asentí cuando decía la rubia que quería ir al baño.-Yo voy por el helado.-Luca se levantó y guardó la caja del vestido de Sofie en la parte de arriba del librero porque no quería que Buttercup lo encontrara y terminara por deshacerlo.
-Bueno, las películas están ahí, pero les advierto que van a encontrarse con reliquias y eso porque mi madre las ama.
Connor les había puesto la televisión y había contratado a un mago mestizo que se dedicaba a poner dispositivos muggles en casas con magia y viceversa. La verdad es que había sido una muy buena inversión y papá se había convertido en fanático de las películas tipo “Breakfast at Tiffany’s” “Casablanca” y “Lo que el viento se llevó”. A mi en lo personal no me gustaban.
En el librero de al lado –uno bastante grande en realidad- había una colección de películas en lo que los muggles llamaban DVD’s y algo nuevo como rayo azul o algo así. Me encogí de hombros. Estaría divertido ver alguna película, hacer palomitas y comer helado hasta reventar pero también me había llamado la atención el juego de Shadow. Nunca lo había jugado y no comprendí lo que decía Pearlie sobre las mentas.
-¿Mentas? ¿Qué mentas?-pero antes de que pudiera responderme alguien tomé la caja del juego y entendí el propósito de las dichos as mentas de la verdad. Oh, vaya, eso no podía ser bueno. Al menos no para mi. Pearlie alguna vez me había dicho que yo había bebido un veritaserum permanente. Fruncí los labios y me terminé por encoger de hombros. Pues ya estaba, volví a dejar el juego en donde estaba y prendí otra vez el reproductor de música donde se había quedado la canción antes de que Pearlie lo apagara. Lo puse a un volumen un poco más decente y fui a la cocina por los helados.
Saqué uno de chocolate, fresa, limón y vainilla. Los llevé levitando y tomé unas cucharas para todas.-¿Lo quieren así o lo quieren en platito como gente civilizada?-yo en lo personal prefería comerlo directamente del envase pero que ellas ya me dijeran como lo querían.
Conforme iba caminando Buttercup no dejaba de ladrar en la sala. Suponía porque era porque Sofie había ido al baño o algo y estaba consciente de que estábamos esperándola. Pero no, lo que pasaba era que había encontrado algo. LE pregunté que qué rayos le pasaba y justamente tomaba algo del suelo y le estaba hablando a Shadow porque al parecer, además de Sofie, el perro endemoniado se había dado cuenta de que a Shadow se le había caído la fotografía.
-Shadow creo que se te cayó algo.-Me acerqué hasta donde estaba mi mascota y me reí al ver como le lloriqueaba a la hija de la semiveela para que tomara lo que fuera que tenía en los dientes. Finalmente la perrita desesperada por un premio por haber hecho algo bien, dejó la fotografía a sus pies y se sentó, con ambas patas levantadas. Vamos, que Finnerty si sabía lo que hacía.-Ah, una foto de Hákan.
Comenté como si me pareciera lo más normal del mundo. Aunque luego me quedé callada un segundo mientras me rellenaba el vaso nuevamente y ladeé la cabeza. ¿Una foto de Hákan? Miré a Shadow con complicidad y con curiosidad en la mirada pero no hice ningún comentario. Ya íbamos a jugar el juego ese, ¿no? No hacía falta que se armara otra faramalla como la anterior.
Ene l caso del islandés no tenía mucho para decir. Solo sabía por lo que me había dicho mi madre que sui padre había sido muy inteligente pero que se drogaba mucho. Ella sentía que había desperdiciado su vida en eso pero ya no había nada por hacer porque lamentablemente había muerto. Me encogí de hombros de nuevo y le hablé a Luca por si quería jugar porque ese tipo de jueguitos siempre le ponían de buen humor.
Gianna Vercelli- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 04/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Si se hubiese dado cuenta de que se le había caído aquella fotografía hubiese muerto de vergüenza, no es que estuviese espiando al islandés pero si le habían ofrecido una de regalo y en la que se veía tan condenadamente guapo no se iba a poner a rechazarla, tenía que aceptar de buena gana y no quedarse hecha una damisela, que tampoco el ofrecimiento había sido por pura casualidad, su amiga se había dado cuenta en cierta ocasión cómo lo miraba en el comedor y hasta creyó hacerle un favor con eso.
Ni se fijó en sus cosas porque se distrajo con otras cosas, como el lindo vestido que le daba Gianna a Sofie y sólo por envidiosa quiso ser por un momento la rubia para llevarse un regalo tan bonito, de hecho le parecía espectacular desde la tela hasta la confección, cuando Sofie dejase de verlo o cuando ya le hubiesen dejado de hacer caso ella le iba a echar una buena ojeada, seguramente en algún punto de la noche se encontraría con Luca tratando de que le haga mil vestidos para luego pedirle a su madre que se los pague, o a su abuela materna que entendía más de esas necesidades básicas.
Ella no supo si Luttrell se tomó a bien o no el asunto del regalo, estaba ocupada viendo aún la pieza de arte hecha por Luca y cuando ella se fue al baño ni lo asoció con algo que tuviese que ver con su persona. Comenzó a sacar el tablero por si a las demás les provocaba jugar a aquel jueguito de las mentas, aunque de hecho la película sonaba tentadora, ella sabía poco de esas cosas y su cultura en ese aspecto era mínima, aunque seguramente de ser fanática le gustarían las mismas que al padre de Gianna.
-Sin mentas mejor, que luego nos decimos que tenemos granos y esas cosas feas, podemos jugar luego de la película. Pongan una interesante, yo no vi ninguna de las que hay, más que seguro, así que lo que quieran.-miró entonces a Gianna para hablarle de las mentas, que como habían varias versiones del juego quizá ella no llegó a jugar con esa.-Ah, pues mentas de esas como con veritaserum pero que no lo tienen tan fuerte como para obligarte a decir lo que no quieres. Es muy seguro, lo usan niñas chicas.
Aceptó el helado apenas llegó y cogió el de fresa que le encantaba, directamente le dijo que mejor lo comiesen directamente, que si no aquello no era una pijamada como se debía hacer. Se rió de su tonto comentario porque ella qué sabía, esperaba que Sofie llegase pronto del baño para decidir, pero eso no fue por mucho tiempo ya que Buttercup parecía finalmente hacerle caso y aunque a Shadow le agradó eso no pudo evitar que al notar por qué quería llamar su atención se le abriesen los ojos con asombro y sus mejillas se cubriesen de un evidente rubor.
Gianna dijo lo que era en voz alta y Shadow abrió la boca como para darle una explicación que nunca salió de sus labios, se quedó un momento con los labios separados pero luego los juntó de forma casi mecánica. Si había querido inventar una mentira ya no había forma de que le creyesen. La mirada de ella le dijo todo, era más que evidente que uno no lleva fotos de todo mundo por ahí, para Gianna seguramente era más que evidente que a Shadow le gustaba el extranjero.
-Es guapo, no me pueden culpar. ¡A todas les gusta alguien!-no gritó pero le puso más énfasis a sus palabras finales, le salió una risita nerviosa y tamborileando sobre sus rodillas miró hacia donde estaba el baño esperando que apareciese Sofie de una vez.
Ni se fijó en sus cosas porque se distrajo con otras cosas, como el lindo vestido que le daba Gianna a Sofie y sólo por envidiosa quiso ser por un momento la rubia para llevarse un regalo tan bonito, de hecho le parecía espectacular desde la tela hasta la confección, cuando Sofie dejase de verlo o cuando ya le hubiesen dejado de hacer caso ella le iba a echar una buena ojeada, seguramente en algún punto de la noche se encontraría con Luca tratando de que le haga mil vestidos para luego pedirle a su madre que se los pague, o a su abuela materna que entendía más de esas necesidades básicas.
Ella no supo si Luttrell se tomó a bien o no el asunto del regalo, estaba ocupada viendo aún la pieza de arte hecha por Luca y cuando ella se fue al baño ni lo asoció con algo que tuviese que ver con su persona. Comenzó a sacar el tablero por si a las demás les provocaba jugar a aquel jueguito de las mentas, aunque de hecho la película sonaba tentadora, ella sabía poco de esas cosas y su cultura en ese aspecto era mínima, aunque seguramente de ser fanática le gustarían las mismas que al padre de Gianna.
-Sin mentas mejor, que luego nos decimos que tenemos granos y esas cosas feas, podemos jugar luego de la película. Pongan una interesante, yo no vi ninguna de las que hay, más que seguro, así que lo que quieran.-miró entonces a Gianna para hablarle de las mentas, que como habían varias versiones del juego quizá ella no llegó a jugar con esa.-Ah, pues mentas de esas como con veritaserum pero que no lo tienen tan fuerte como para obligarte a decir lo que no quieres. Es muy seguro, lo usan niñas chicas.
Aceptó el helado apenas llegó y cogió el de fresa que le encantaba, directamente le dijo que mejor lo comiesen directamente, que si no aquello no era una pijamada como se debía hacer. Se rió de su tonto comentario porque ella qué sabía, esperaba que Sofie llegase pronto del baño para decidir, pero eso no fue por mucho tiempo ya que Buttercup parecía finalmente hacerle caso y aunque a Shadow le agradó eso no pudo evitar que al notar por qué quería llamar su atención se le abriesen los ojos con asombro y sus mejillas se cubriesen de un evidente rubor.
Gianna dijo lo que era en voz alta y Shadow abrió la boca como para darle una explicación que nunca salió de sus labios, se quedó un momento con los labios separados pero luego los juntó de forma casi mecánica. Si había querido inventar una mentira ya no había forma de que le creyesen. La mirada de ella le dijo todo, era más que evidente que uno no lleva fotos de todo mundo por ahí, para Gianna seguramente era más que evidente que a Shadow le gustaba el extranjero.
-Es guapo, no me pueden culpar. ¡A todas les gusta alguien!-no gritó pero le puso más énfasis a sus palabras finales, le salió una risita nerviosa y tamborileando sobre sus rodillas miró hacia donde estaba el baño esperando que apareciese Sofie de una vez.
Shadow Burroughs- Mensajes : 130
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
A saltitos nerviosos llegó hasta el baño, cerró la puerta como si nada sucediera pero en cuanto abrió el grifo para lavarse el rostro y cruzo miradas con su reflejo se puso a llorar sin remedio y sorprendiéndose a si misma. Serían las dos o tres o diez lágrimas que le quedaban y se permitió hacerlo a gusto para finalizar con ellos de una vez, porque disimulada tras el sonido del grifo abierto podría liberarse de las últimas angustias que le restaban y volver al living en la mayor paz posible.
Se lavó el rostro, se acomodó el cabello, respiró profundo y salió de allí renovada o mejor dicho como le era natural estar: del mejor humor posible, coqueta e intrépida, feliz de poder comer helado con sus mejores amigas, con la lluvia de fondo y con cotilleos en puerta. No se sentó entre dos “amigas”, sino entre los potes de chocolate y fresa, fueran quienes fueran las que lo tuvieran para meter cuchara en ambos, uno a la vez. – no es guapo! Es guapísimo!!! – Secundó a Shadow convencidísima, mientras con cuchara en la boca acomodaba con las manos libres el tablero de ese juego que no había visto nunca.
- entonces, como es esto? – Tomó la caja buscando instrucciones – toca los dados, y una tarjeta voladora les indicará sus destinos… mmm… a ver – sin esperar permisos, sin reparar en las mentas tampoco, Sofie presionó apenas el dado y este hizo todo lo demás moviendo un peón celeste por el tablero y haciendo Puff para que una tarjeta voladora llegara a sus manos. - a ver…
- Esto es fácil, - dijo Sofie primero y mirando a cada una frunció las labios para empezar – Gianna, tu mamá se llama Gabrielle y tu papá Giancarlo, Luca tu hermano… Shadow tu hermano es Aldrich y tu mamá Barunka, tu papá Gene, el tío de Pearlie también… y Felicia, tu papá es Abner, y tu mamá…. – se quedó un segundo en silencio – se me olvidó el nombre de tu mamá!... –
Que vergüenza total!! Para colmo el tablero vibró e hizo un sonido extraño demostrando que su turno había acabado…. Por lo visto había que tener cuidado con lo que se decía pues el juego aquel mágico era muy sensible…. – Ay pues! No es justo, sabía más parientes de todas!! Esta cosa no me dio tiempo!! Jajaja…- y terminó riendo de su tontería. Avanzando solo dos casilleros pues los datos de Pearlie no eran completos.- Tu turno Felicia…- Sofie le hizo apoyar la mano en el tablero y la tarjeta fue a parar en la falda de Paerlie. Le estaba gustando mucho ese juego mágico aunque pareciera imposible hacerle trampa.
Se lavó el rostro, se acomodó el cabello, respiró profundo y salió de allí renovada o mejor dicho como le era natural estar: del mejor humor posible, coqueta e intrépida, feliz de poder comer helado con sus mejores amigas, con la lluvia de fondo y con cotilleos en puerta. No se sentó entre dos “amigas”, sino entre los potes de chocolate y fresa, fueran quienes fueran las que lo tuvieran para meter cuchara en ambos, uno a la vez. – no es guapo! Es guapísimo!!! – Secundó a Shadow convencidísima, mientras con cuchara en la boca acomodaba con las manos libres el tablero de ese juego que no había visto nunca.
- entonces, como es esto? – Tomó la caja buscando instrucciones – toca los dados, y una tarjeta voladora les indicará sus destinos… mmm… a ver – sin esperar permisos, sin reparar en las mentas tampoco, Sofie presionó apenas el dado y este hizo todo lo demás moviendo un peón celeste por el tablero y haciendo Puff para que una tarjeta voladora llegara a sus manos. - a ver…
Cuanto conoces a tus amigas?
Di los nombres de tres parientes de cada una
sin repetir, sin soplar, sin dudar.
Avanzas 1 casillero por cada respuesta completa.
Di los nombres de tres parientes de cada una
sin repetir, sin soplar, sin dudar.
Avanzas 1 casillero por cada respuesta completa.
- Esto es fácil, - dijo Sofie primero y mirando a cada una frunció las labios para empezar – Gianna, tu mamá se llama Gabrielle y tu papá Giancarlo, Luca tu hermano… Shadow tu hermano es Aldrich y tu mamá Barunka, tu papá Gene, el tío de Pearlie también… y Felicia, tu papá es Abner, y tu mamá…. – se quedó un segundo en silencio – se me olvidó el nombre de tu mamá!... –
Que vergüenza total!! Para colmo el tablero vibró e hizo un sonido extraño demostrando que su turno había acabado…. Por lo visto había que tener cuidado con lo que se decía pues el juego aquel mágico era muy sensible…. – Ay pues! No es justo, sabía más parientes de todas!! Esta cosa no me dio tiempo!! Jajaja…- y terminó riendo de su tontería. Avanzando solo dos casilleros pues los datos de Pearlie no eran completos.- Tu turno Felicia…- Sofie le hizo apoyar la mano en el tablero y la tarjeta fue a parar en la falda de Paerlie. Le estaba gustando mucho ese juego mágico aunque pareciera imposible hacerle trampa.
BOMBARDA de preguntas
Convence a todas tus amigas de contestar la pregunta
y avanzarás 10 casillas de un solo BOOM.
¿Ya te has dado tu primer beso?
Con quien? Donde, cuando y porque?
Si alguna no responde, solo avanzarás 1 casilla,
pero tienes DOBLE TURNO, aprovéchalo!
Convence a todas tus amigas de contestar la pregunta
y avanzarás 10 casillas de un solo BOOM.
¿Ya te has dado tu primer beso?
Con quien? Donde, cuando y porque?
Si alguna no responde, solo avanzarás 1 casilla,
pero tienes DOBLE TURNO, aprovéchalo!
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Ella estiró las manos para tomar el bote del helado de limón, era de las que preferían la nieve que los helados cremosos y también prefería comérselo directamente del bote, porque si lo pasaba a un plato, sentía que se llenaba antes y el punto era seguir hasta reventar. Sobre si se iban a encontrar con reliquias cinematográficas o no, no importaba, a ella lo que le fascinaba, más que las historias o si eran en blanco y negro, era el fenómeno de la imagen-movimiento, de la transmisión a través de una pantalla de cualquier tamaño, y otros detalles técnicos que de todos modos no podría expresar en palabras.
Sobre el revuelo de la foto de Hákan, ella ya sabía que a su prima le gustaba el islandés así que solo le dedicó una sonrisilla cómplice y estiró la mano para que le dejara ver al chico. Claro que era guapísimo como él solo, y Sofie y ella lo habían visto jugar quidditch lo que le aumentaba el atractivo automáticamente, al menos para ella. Era increíble, lo quería para su prima.
Amores aparte, Sofie dio inicio al juego. Su pregunta estaba fácil y Pearlie la contestó internamente como si le hubiera tocado a ella. Cuando la tonta se olvidó del nombre de su madre, buscó la primera cosa que encontró para aventársela –un cojín-, qué desgraciada.
-Saffron, Saffron, Saffron.
Le repitió fingiendo un ceño fruncido, pero luego nada más le sacó la lengua. Apoyó la mano en el dado empujada por Sofie y la tarjeta salió volando hasta ella.
-A ver, miren, no es como si no lo supiéramos todas ya, así que digan rapidito A quién le dieron su primer beso, donde, cuando y por qué. No sean malditas.
Probablemente era la peor manera de convencer pero no era como si la pregunta fuera algo como soltar el secreto más escondido de todos los tiempos, solo tenían que contestar algo que ya entre todas sabían. Siempre cabía la posibilidad de que no respondieran para hacerla no avanzar las casillas, pero el caso era compartir tonterías, así que ¿qué más daba? Mejor hacer el recuento de sus besos.
-Anden, no se hagan, siempre queremos revivir eso una vez tras otra.
Todas menos ella, claro, que le había dado su primer beso a su PRIMO, A SU PRIMO BEN, por toda la magia. Cuando tenía como 13 años y se emborrachó en una navidad y le dijo algo como “primo, eres muy guapo, te voy a besar”. Vergüenza, deshonra, desgracia, no por el asunto de ser primos –sus propios padres eran primos, por dioses- sino porque Ben era muy mayor y a ella le había salido demasiado lo Burroughs. No le dirigió la palabra a su primo como un año entero.
-Gianna, tú empiezas, luego Shadow, luego Sofie, YAYAYAYA.
Sobre el revuelo de la foto de Hákan, ella ya sabía que a su prima le gustaba el islandés así que solo le dedicó una sonrisilla cómplice y estiró la mano para que le dejara ver al chico. Claro que era guapísimo como él solo, y Sofie y ella lo habían visto jugar quidditch lo que le aumentaba el atractivo automáticamente, al menos para ella. Era increíble, lo quería para su prima.
Amores aparte, Sofie dio inicio al juego. Su pregunta estaba fácil y Pearlie la contestó internamente como si le hubiera tocado a ella. Cuando la tonta se olvidó del nombre de su madre, buscó la primera cosa que encontró para aventársela –un cojín-, qué desgraciada.
-Saffron, Saffron, Saffron.
Le repitió fingiendo un ceño fruncido, pero luego nada más le sacó la lengua. Apoyó la mano en el dado empujada por Sofie y la tarjeta salió volando hasta ella.
-A ver, miren, no es como si no lo supiéramos todas ya, así que digan rapidito A quién le dieron su primer beso, donde, cuando y por qué. No sean malditas.
Probablemente era la peor manera de convencer pero no era como si la pregunta fuera algo como soltar el secreto más escondido de todos los tiempos, solo tenían que contestar algo que ya entre todas sabían. Siempre cabía la posibilidad de que no respondieran para hacerla no avanzar las casillas, pero el caso era compartir tonterías, así que ¿qué más daba? Mejor hacer el recuento de sus besos.
-Anden, no se hagan, siempre queremos revivir eso una vez tras otra.
Todas menos ella, claro, que le había dado su primer beso a su PRIMO, A SU PRIMO BEN, por toda la magia. Cuando tenía como 13 años y se emborrachó en una navidad y le dijo algo como “primo, eres muy guapo, te voy a besar”. Vergüenza, deshonra, desgracia, no por el asunto de ser primos –sus propios padres eran primos, por dioses- sino porque Ben era muy mayor y a ella le había salido demasiado lo Burroughs. No le dirigió la palabra a su primo como un año entero.
-Gianna, tú empiezas, luego Shadow, luego Sofie, YAYAYAYA.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Me encogí de hombros mientras me sentaba junto a Shadow y me llevaba el litro de helado de chocolate a las piernas. No me importaba que no hubiera mentas. Ya sabían que yo jamás iba a mentirles, lamentablemente. Mamá siempre dijo que yo había nacido con Veritaserum en vez de saliva y era quizás uno de mis más grandes defectos. Tomé una cuchara y lo probé. Esas cosas eran una maravilla creada por la humanidad y esperaba que jamás, jamás, jamás, se terminara el helado de chocolate.
-A mi no me gusta, está demasiado flaco. Siento que se va a romper si lo abrazo o algo.
Sonreí a Shadow. Era verdad que no me gustaban los que estaban tan flacos. Prefería a alguien con el cuerpo de Adrian, por ejemplo, o incluso Angus, porque sentía que tenían un poco más de donde agarrar y no corría el riesgo de quebrarles una costilla con mis abrazos un tanto bruscos.
Observé a Sofie llegar y sentarse justo a mi lado para comenzar el juego. Le había tocado una pregunta bastante sencilla y, como Pearlie, dije la respuesta en mi mente. Negué con la cabeza y sonreí divertida cuando Pearlie le lanzaba el cojín a Sofie por no saberse el nombre de su madre. Bueno, si no se supiera el nombre de la mía haría lo mismo.
Me llevé otra cucharada de helado a la boca mientras Pearlie empezaba a leer la pregunta que el juego ya le había lanzado. Reí un poco. Recordaba la vez que Pearlie me había contado sobre su primer beso con su primo Benjamin. Yo jamás había entendido las ganas que se tenían de besar a un primo o algo así, pero supuse que al no ser un primo tan cercano no había nada de malo en ello, aunque quizás el hecho de que dejara de hablarle un año por la vergüenza decía lo contrario.
Guardé silencio un momento, no recordaba haberle contado eso a ninguna. Quizás Sofie si lo sabía pero no estaba segura de que las demás lo supieran. Las miré a todas y luego respondí.
-Lance Calloway.-sonreí. Desde siempre me había parecido guapísimo y era de mis mejores amigos desde que yo era una bebecita. Lástima que fuéramos tan parecidos y que resultáramos tan incompatibles para una relación. Además del pequeñísimo detalle de que yo ya estaba con Adrian.-Tenía doce y fue aquí en casa. En ese sillón. Estábamos viendo una película pero no me acuerdo cuál. Era en esas épocas que papá se empeñaba a hacerme beber como vikingo, ¿Te acuerdas, Sofie? Siempre terminábamos ebrias y todo.
-A mi no me gusta, está demasiado flaco. Siento que se va a romper si lo abrazo o algo.
Sonreí a Shadow. Era verdad que no me gustaban los que estaban tan flacos. Prefería a alguien con el cuerpo de Adrian, por ejemplo, o incluso Angus, porque sentía que tenían un poco más de donde agarrar y no corría el riesgo de quebrarles una costilla con mis abrazos un tanto bruscos.
Observé a Sofie llegar y sentarse justo a mi lado para comenzar el juego. Le había tocado una pregunta bastante sencilla y, como Pearlie, dije la respuesta en mi mente. Negué con la cabeza y sonreí divertida cuando Pearlie le lanzaba el cojín a Sofie por no saberse el nombre de su madre. Bueno, si no se supiera el nombre de la mía haría lo mismo.
Me llevé otra cucharada de helado a la boca mientras Pearlie empezaba a leer la pregunta que el juego ya le había lanzado. Reí un poco. Recordaba la vez que Pearlie me había contado sobre su primer beso con su primo Benjamin. Yo jamás había entendido las ganas que se tenían de besar a un primo o algo así, pero supuse que al no ser un primo tan cercano no había nada de malo en ello, aunque quizás el hecho de que dejara de hablarle un año por la vergüenza decía lo contrario.
Guardé silencio un momento, no recordaba haberle contado eso a ninguna. Quizás Sofie si lo sabía pero no estaba segura de que las demás lo supieran. Las miré a todas y luego respondí.
-Lance Calloway.-sonreí. Desde siempre me había parecido guapísimo y era de mis mejores amigos desde que yo era una bebecita. Lástima que fuéramos tan parecidos y que resultáramos tan incompatibles para una relación. Además del pequeñísimo detalle de que yo ya estaba con Adrian.-Tenía doce y fue aquí en casa. En ese sillón. Estábamos viendo una película pero no me acuerdo cuál. Era en esas épocas que papá se empeñaba a hacerme beber como vikingo, ¿Te acuerdas, Sofie? Siempre terminábamos ebrias y todo.
Gianna Vercelli- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 04/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Escuchó la orden que le daba el juego a Sofie y se acomodó mejor para intentar adquirir una pose que dejase que las ideas fluyesen, ese juego era de los que no creían en nadie. Sofie casi acierta y en nada le tocaba a Pearlie, escuchó su pregunta y se sonrojó un poco, no era de compartir tanto aunque eso debía ser algo simple. De todos modos se quedó sentada y tranquila porque ya le tocaba y no había pensado en su primer beso aún, es que se quedó pensando en lo que acababa de decir Vercelli,
¿Pero qué clase de padre dejaba a su hija ebria a los doce años, o a los trece? No recordaba qué edad había mencionado Gianna pero le parecía una barbaridad, si no cruzó una mirada escandalizada con Pearlie fue porque se llenó la boca de helado de fresa para cubrir cualquier mueca porque de hecho tenía en la cabeza bien grabada la forma en la que pensaba que debían ser las familias, las personas y hasta los amigos, no seguía todo pero el asunto de dejar a niñas emborracharse era un exceso, una tontería para ella.
No diría nada, jamás, nunca. No lo diría porque si no tenía algo bonito que decir a veces prefería callarse, pensó mejor en Hákan y en que aunque lo viesen enclenque a ella le parecía bonito y guapo y todas esas cosas que a sus quince años la hubiesen hecho escribir su nombre hasta en el idioma del muchacho por tonta enamoradiza, ahora sólo le parecía a medias un capricho y a medias un gusto que le gustaba conservar.
Pero qué era eso de emborrachar niñas, seguía sin entenderlo pero sabía que su mamá seguramente hubiese hecho lo mismo de no tener a su padre al lado para detenerla, extrañaba una barbaridad a su padre, se tomaría el día siguiente para pasarlo en casa escuchando las historias de su juventud no tan excitante, como le llamaba él, es que al lado de madre Barunka las anécdotas a veces parecían hasta obsoletas. Pero ya, debía dejar de saltarse el tema, le tocaba y debía hablar.
-Con Christine Pal, la conoces Pear, del club ese donde eran las carreras de hipogrifos.-no dijo mucho más, sólo se metió más helado en la boca para evitar verse incómoda, lo estaba, eso de besar chicas estaba mal mal mal mal mal. -Te toca, Sofie. Y luego a ti, ¿no, Pear?
¿Pero qué clase de padre dejaba a su hija ebria a los doce años, o a los trece? No recordaba qué edad había mencionado Gianna pero le parecía una barbaridad, si no cruzó una mirada escandalizada con Pearlie fue porque se llenó la boca de helado de fresa para cubrir cualquier mueca porque de hecho tenía en la cabeza bien grabada la forma en la que pensaba que debían ser las familias, las personas y hasta los amigos, no seguía todo pero el asunto de dejar a niñas emborracharse era un exceso, una tontería para ella.
No diría nada, jamás, nunca. No lo diría porque si no tenía algo bonito que decir a veces prefería callarse, pensó mejor en Hákan y en que aunque lo viesen enclenque a ella le parecía bonito y guapo y todas esas cosas que a sus quince años la hubiesen hecho escribir su nombre hasta en el idioma del muchacho por tonta enamoradiza, ahora sólo le parecía a medias un capricho y a medias un gusto que le gustaba conservar.
Pero qué era eso de emborrachar niñas, seguía sin entenderlo pero sabía que su mamá seguramente hubiese hecho lo mismo de no tener a su padre al lado para detenerla, extrañaba una barbaridad a su padre, se tomaría el día siguiente para pasarlo en casa escuchando las historias de su juventud no tan excitante, como le llamaba él, es que al lado de madre Barunka las anécdotas a veces parecían hasta obsoletas. Pero ya, debía dejar de saltarse el tema, le tocaba y debía hablar.
-Con Christine Pal, la conoces Pear, del club ese donde eran las carreras de hipogrifos.-no dijo mucho más, sólo se metió más helado en la boca para evitar verse incómoda, lo estaba, eso de besar chicas estaba mal mal mal mal mal. -Te toca, Sofie. Y luego a ti, ¿no, Pear?
Shadow Burroughs- Mensajes : 130
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
El cojín de Pearlie le dio en plena cara acallando sus risas y quejidos y volviéndola a hacer carcajear. Claro! Saffron!! Como podía habérsele olvidado. Esos lapsus mentales que daban lugar a la existencia del inconciente y a los efectos que el cansancio y el alcohol tenía en estos. Que más podía ser?... Hubiera querido agregar que a ella también se le hacía algo debilucho Hakan, pero que de todos modos la cara algo melancólica y misteriosa que tenía le gustaba, pero el helado de chocolate estaba muy rico y tenía que estar atenta a cuando Gianna no metía la cuchara para hacerse de una porción sin embadurnarlas a ambas.
Y sobre los primeros besos… Primero pensó que era una pregunta brillante, luego que no contestaría solo por molestar la estrategia de Pearlie, y finalmente mientras escuchaba a la italiana decir lo que Sofie ya sabía, que mejor le convenía no contestar, pero toda su malvado plan mental para huir de la situación (que de seguro a nadie importaba más que a ella misma) se vio interrumpida por la sorpresiva respuesta de Shadow…
- Christine? Ese es nombre de chica… no? – abrió la boca como si el gran cotilleo de la noche fuera ese – De verdad?? TE besaste con una chica?? Y a la primera??... – No podía creerlo, o sea era Shadow!!!… que si fuera otra capaz ni le sorprendía… pero Shadow? – GUAU!... yo también quiero besarme con una chica… Que se siente? Es lo mismo?... Fue así un beso “piquito” o de lengua todo salvaje? – Si si, su curiosidad podía más que la seguridad de cerrar la boca le garantizaba para no pelear más con nadie. Pero vamos! Pocas veces en la vida una se entera que su amiga se besa con una chica, y una amiga tan estructurada como esa.
- Ok. ya me callo! – ciertamente se había pasado un poco con la emoción del momento, donde Sofie parecía que iba a empezar a aplaudir con foca tonta por la experiencia homosexual de la rubia. Pero alguien le recordó que no se callara sino que respondiera su parte. – pues… Mi primer beso fue con Luke Rayder, no estábamos borrachos… solo sucedió y fue hermoso. – un pestañeo casual que le hizo revivir la escena, las mariposas en la panza y mirar hacia arriba sonriendo – vacaciones de verano, 10 de julio de 2009, veníamos huyendo de su hermana que quería convencernos de ayudarla en alguna cosa extraña, nos escondimos en el guardarropas del hall de su casa, tapándonos las bocas mutuamente para que no nos escuchara Loulou y nos descubriera… nos miramos y ocurrió… y fue… perfecto.
No había contado los detalles porque fuera necesario para que Pearlie avanzase sus 10 casilleros, sino porque al recordarlo mentalmente le fue imposible contenerse, así como le era involuntario el rubor suave en las mejillas o la sonrisa de contentura total en los labios. Era una romántica empedernida, lo quisiera o no, y el beso que le había tocado en suerte como el primero, era el soñado por cualquier chica rosa: a conciencia, con un chico guapo que quería muchísmo, sin sufrir contra los dientes o ortodoncias, sin miradas indiscretas ni apuros, simplemente perfecto. No podía más que estar feliz de su pasado, también de su presente y como no, de su futuro incierto, aunque andar recordando esas cosas no fuera la mejor forma de olvidar a Luke de una vez.
Se abrazó al cojín golpeador y terminó riéndose ampliamente por ser tan tonta, casi infantil con esas cosas. – jajaja, soy tonta… te toca de nuevo, entonces? – preguntó a Pearlie viendo como el tablero seguía señalándola y su peón se movía 10 casillas completas.
Y sobre los primeros besos… Primero pensó que era una pregunta brillante, luego que no contestaría solo por molestar la estrategia de Pearlie, y finalmente mientras escuchaba a la italiana decir lo que Sofie ya sabía, que mejor le convenía no contestar, pero toda su malvado plan mental para huir de la situación (que de seguro a nadie importaba más que a ella misma) se vio interrumpida por la sorpresiva respuesta de Shadow…
- Christine? Ese es nombre de chica… no? – abrió la boca como si el gran cotilleo de la noche fuera ese – De verdad?? TE besaste con una chica?? Y a la primera??... – No podía creerlo, o sea era Shadow!!!… que si fuera otra capaz ni le sorprendía… pero Shadow? – GUAU!... yo también quiero besarme con una chica… Que se siente? Es lo mismo?... Fue así un beso “piquito” o de lengua todo salvaje? – Si si, su curiosidad podía más que la seguridad de cerrar la boca le garantizaba para no pelear más con nadie. Pero vamos! Pocas veces en la vida una se entera que su amiga se besa con una chica, y una amiga tan estructurada como esa.
- Ok. ya me callo! – ciertamente se había pasado un poco con la emoción del momento, donde Sofie parecía que iba a empezar a aplaudir con foca tonta por la experiencia homosexual de la rubia. Pero alguien le recordó que no se callara sino que respondiera su parte. – pues… Mi primer beso fue con Luke Rayder, no estábamos borrachos… solo sucedió y fue hermoso. – un pestañeo casual que le hizo revivir la escena, las mariposas en la panza y mirar hacia arriba sonriendo – vacaciones de verano, 10 de julio de 2009, veníamos huyendo de su hermana que quería convencernos de ayudarla en alguna cosa extraña, nos escondimos en el guardarropas del hall de su casa, tapándonos las bocas mutuamente para que no nos escuchara Loulou y nos descubriera… nos miramos y ocurrió… y fue… perfecto.
No había contado los detalles porque fuera necesario para que Pearlie avanzase sus 10 casilleros, sino porque al recordarlo mentalmente le fue imposible contenerse, así como le era involuntario el rubor suave en las mejillas o la sonrisa de contentura total en los labios. Era una romántica empedernida, lo quisiera o no, y el beso que le había tocado en suerte como el primero, era el soñado por cualquier chica rosa: a conciencia, con un chico guapo que quería muchísmo, sin sufrir contra los dientes o ortodoncias, sin miradas indiscretas ni apuros, simplemente perfecto. No podía más que estar feliz de su pasado, también de su presente y como no, de su futuro incierto, aunque andar recordando esas cosas no fuera la mejor forma de olvidar a Luke de una vez.
Se abrazó al cojín golpeador y terminó riéndose ampliamente por ser tan tonta, casi infantil con esas cosas. – jajaja, soy tonta… te toca de nuevo, entonces? – preguntó a Pearlie viendo como el tablero seguía señalándola y su peón se movía 10 casillas completas.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
¿Lance Calloway no era el nombre del chico ese que en primer curso le había hecho el día saludándola en los pasillos luego de jactarse de conocerlo porque su madre le había curado al curp? Sí, tenía que ser ese. Por aquél entonces lo había considerado muy mayor pero bueno, Gianna nunca había sido precisamente tímida con esas cosas. Como Shadow, también le pareció rarísimo que el papá de Gianna la hiciera beber a los doce años para curtirla. A los quince era normal, pero ¿a los doce? ¿a los doce? A dónde iban a parar. Pero como Shadow, tampoco dijo nada y solo se mordió los labios. Una menos.
La siguiente fue Shadow con una anécdota que ya se sabía, y asintió para reafirmar que sí, que conocía a Christine. Cuando Sofie empezó a bombardear enserio a Shadow y a hacerle mil preguntas, Pearlie dio una palmada para llamar su atención y desviarla de su prima.
-HEY! Responde que me vas a hacer perder.
Y ya, le pudo más las ganas de contar todo lo de Luke. Al parecer era la que había tenido el mejor beso de todas porque lo contaba con ojos soñadores de amor e ilusión. Claro que dudó de que todo el drama anterior por Adair hubiera sido estrictamente necesario si se notaba a leguas que Luke la emocionaba todavía hasta límites insospechados, pero no iba a sacar eso a colación de ningún modo.
-Yo no lo tengo que decir Shadow tonta, de todas formas ya todas saben que fue con Ben en mi casa, que tenía 13, lo besé yo y que también estaba borracha.
Pero no porque Abner la hubiera alentado a beber sino porque con sus primos varones siempre se robaban una o dos botellas. Aquella fue la primera vez que participó de esa actividad ilícita y ese había sido el resultado. El turno terminó y ella avanzó 10 casillas. Menos mal que todas habían contestado, aunque no había esperado menos, no porque fueran buena gente, sino porque a casi todas les gustaba contar lo del primer beso aunque se abochornaran tanto como Shadow.
Volvió a tocar el dado para su nuevo turno y le lanzó otra tarjeta.
La persona que tenia a la izquierda era Shadow. Menos mal porque de todas suponía que era la más neutral, al menos con ella.
-Su mayor virtud es que tiene una memoria envidiable, es la más lista de la familia. Su mayor defecto es que es una mentirosilla.
No tenía que dar detalles tampoco, pero era cierto, a Shadow le encantaba mentir por conveniencia, algo que siendo honestos, el resto de la familia no consideraba un defecto tal cuál, sino una estrategia de convivencia y supervivencia.
-Te toca a ti, Gianna.
Y en cuanto la rubia tocó los dados, otra tarjeta salió volando. Ya le estaba agarrando el gustito a eso.
La siguiente fue Shadow con una anécdota que ya se sabía, y asintió para reafirmar que sí, que conocía a Christine. Cuando Sofie empezó a bombardear enserio a Shadow y a hacerle mil preguntas, Pearlie dio una palmada para llamar su atención y desviarla de su prima.
-HEY! Responde que me vas a hacer perder.
Y ya, le pudo más las ganas de contar todo lo de Luke. Al parecer era la que había tenido el mejor beso de todas porque lo contaba con ojos soñadores de amor e ilusión. Claro que dudó de que todo el drama anterior por Adair hubiera sido estrictamente necesario si se notaba a leguas que Luke la emocionaba todavía hasta límites insospechados, pero no iba a sacar eso a colación de ningún modo.
-Yo no lo tengo que decir Shadow tonta, de todas formas ya todas saben que fue con Ben en mi casa, que tenía 13, lo besé yo y que también estaba borracha.
Pero no porque Abner la hubiera alentado a beber sino porque con sus primos varones siempre se robaban una o dos botellas. Aquella fue la primera vez que participó de esa actividad ilícita y ese había sido el resultado. El turno terminó y ella avanzó 10 casillas. Menos mal que todas habían contestado, aunque no había esperado menos, no porque fueran buena gente, sino porque a casi todas les gustaba contar lo del primer beso aunque se abochornaran tanto como Shadow.
Volvió a tocar el dado para su nuevo turno y le lanzó otra tarjeta.
Veritaserum de cualidades
Menciona el mayor defecto y la mayor virtud de la persona a tu izquierda, siendo completamente honesta.
Avanza una casilla si contestas sinceramente o retrocederás dos si mientes.
Menciona el mayor defecto y la mayor virtud de la persona a tu izquierda, siendo completamente honesta.
Avanza una casilla si contestas sinceramente o retrocederás dos si mientes.
La persona que tenia a la izquierda era Shadow. Menos mal porque de todas suponía que era la más neutral, al menos con ella.
-Su mayor virtud es que tiene una memoria envidiable, es la más lista de la familia. Su mayor defecto es que es una mentirosilla.
No tenía que dar detalles tampoco, pero era cierto, a Shadow le encantaba mentir por conveniencia, algo que siendo honestos, el resto de la familia no consideraba un defecto tal cuál, sino una estrategia de convivencia y supervivencia.
-Te toca a ti, Gianna.
Y en cuanto la rubia tocó los dados, otra tarjeta salió volando. Ya le estaba agarrando el gustito a eso.
Confesiones sobre chicos express.
Menciona el nombre de un chico al que te gustaría invitar a salir en plan romántico, con el que nunca hayas salido. ¡Tienes 3 segundos para contestar!
Avanza dos casillas.
Menciona el nombre de un chico al que te gustaría invitar a salir en plan romántico, con el que nunca hayas salido. ¡Tienes 3 segundos para contestar!
Avanza dos casillas.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Yo creía que el hecho de que Shadow se hubiera besado por primera vez con una chica no era tan increíble como para que la gente se escandalizara o hiciera tantas preguntas como lo hacía Sofie. Aunque claro, su vena periodística le impedía quedarse callada y dejar de preguntar. A veces a mi me pasaba también.
Escuché mientras todas las demás hablaban sobre sus primeros besos. Ninguno había sido nada romántico más que aparentemente el de Sofie. Para mi, besar a Lance Calloway había estado bien. Siempre me había parecido guapísimo y desde muy pequeña me había enamorado de él hasta que finalmente ese sentimiento fue desapareciendo cuando me di cuenta de que éramos incompatibles… o que yo creía que éramos incompatibles.
Escuché la pregunta que le había tocado a Pearlie y le di un par de cucharadas al helado. Miré a Luca pasar por ahí y sentarse en el sillón más cercano con un cuaderno de dibujo y unos lápices de color. Aparentemente se había puesto a diseñar algo o simplemente estaba dibujando, lo que le apeteciera en ese momento. Siempre encontraba algo nuevo que hacer. Quizás hasta sacara material para una nueva colección.
Finalmente llegó mi turno. Toqué los dados y una tarjeta salió volando. Casi no la agarro pero al final la atrapé con las puntas de los dedos. La leí en voz alta y luego pensé un momento. Me mordí el labio.
-Ash… pues… si no estuviera ahora mismo con Adrian, quizás a Lance, o a Angus, ¡no puedo decidirme! Los dos son muy guapos.
El peón color morado comenzó a moverse hasta llegar a la segunda casilla de mi turno. Me encogí de hombros y por un momento sentí que me ponía roja de vergüenza. Nunca a nadie le había dicho que Angus me atraía y se sentía extraño decirlo. Quizás si Adrian no hubiera tomado las riendas, estaría como perrito faldero detrás de Angus. Súper patético.
-Tu turno, Shadow.
Y lo mismo que antes, en cuánto la rubia tocó los dados, la tarjetita voladora salió disparada hacia ella.
Escuché mientras todas las demás hablaban sobre sus primeros besos. Ninguno había sido nada romántico más que aparentemente el de Sofie. Para mi, besar a Lance Calloway había estado bien. Siempre me había parecido guapísimo y desde muy pequeña me había enamorado de él hasta que finalmente ese sentimiento fue desapareciendo cuando me di cuenta de que éramos incompatibles… o que yo creía que éramos incompatibles.
Escuché la pregunta que le había tocado a Pearlie y le di un par de cucharadas al helado. Miré a Luca pasar por ahí y sentarse en el sillón más cercano con un cuaderno de dibujo y unos lápices de color. Aparentemente se había puesto a diseñar algo o simplemente estaba dibujando, lo que le apeteciera en ese momento. Siempre encontraba algo nuevo que hacer. Quizás hasta sacara material para una nueva colección.
Finalmente llegó mi turno. Toqué los dados y una tarjeta salió volando. Casi no la agarro pero al final la atrapé con las puntas de los dedos. La leí en voz alta y luego pensé un momento. Me mordí el labio.
-Ash… pues… si no estuviera ahora mismo con Adrian, quizás a Lance, o a Angus, ¡no puedo decidirme! Los dos son muy guapos.
El peón color morado comenzó a moverse hasta llegar a la segunda casilla de mi turno. Me encogí de hombros y por un momento sentí que me ponía roja de vergüenza. Nunca a nadie le había dicho que Angus me atraía y se sentía extraño decirlo. Quizás si Adrian no hubiera tomado las riendas, estaría como perrito faldero detrás de Angus. Súper patético.
-Tu turno, Shadow.
Y lo mismo que antes, en cuánto la rubia tocó los dados, la tarjetita voladora salió disparada hacia ella.
¡Trágame Tierra!
Describe tu momento más embarazoso.
Avanza una casilla.
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Gianna Vercelli- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 04/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Lo de Shadow con Christine fue una tontería chiquita, fue que jugaban un jueguito de aquellos muggles para niños, que volteas una carta y debes recordar dónde está su par, ellas jugaban a eso en uno con tema de princesas y príncipes y al ver un beso Christine le propuso que intentasen darse un beso de pajarito y Shadow como siempre la vio como mucho más linda y popular que ella aceptó sin chistar y así fue. No hubo nada pasional, estaban como de nueve años, sólo Pearlie lo sabía porque una temporada casi la enterró bajo sus cartas de temor al pensar que era lesbiana.
-Ay no, fue un piquito de curiosidad. Nada más. No creas que soy lesbiana, no vayan a ir diciendo esas cosas.-lo dijo muy rápido, nerviosa como cuando pensaba que Christine le iba a decir a todo mundo para que se burle de ella. Afortunadamente la niña Pal se hizo su amiga y quedó entre ellas. Para Shadow no había sido una osadía ni una cosa de chica moderna, era una abominación, una locura.-
Shadow envidió a Sofie cuando contó su primer beso, ella no tuvo algo así, no creía haber tenido un gran romance, siempre había encontrado un poco de mentira en cada una de ellas y no por poco amor o infidelidad, sino porque jamás se había dejado llevar demasiado como para sentir ese cosquilleo que la hiciese hacer locuras como si no hubiesen consecuencias o habladurías que la hiciesen sentir incómoda después. Era una frígida, o así se sentía.
Esas ideas no se habían escapado del todo para cuando a Pearlie le tocaba decir una virtud y un defecto suyo, rió divertida pero no de forma estruendosa luego de que su prima le decía esas cosas. Estaba de acuerdo con lo dicho, hasta lo de mentirosa lo consideraba un poco de virtud, para ella eso era ser diplomática, convenida también pero no de un modo grotesco.
Había comenzado a comer un poco más de helado cuando Gianna dijo lo de Angus y el otro chico que no recordaba, al menos no por el nombre. Lanzó un gritito que sonó a ‘wiuuu’ luego de que ella confesase y seguramente no ayudaría a su sonrojo que incluso hubiese adelantado la mano para hacerle cosquillas en el estómago mientras sonreía de oreja a oreja. No pudo hacer más o comentar algo porque ya era su turno.
-Por Merlín, ¿una casilla por eso? Ya…ehm..a ver, no te enojes Gianna, pero cuando la profesora Taylor, la sustituta de Herbología me encontró revolcada en toda la tierra que acababa de preparar para los bubotubérculos. Estaba con Adrian, es que estábamos besándonos y bebimos unas cervezas y no nos medimos y nos caímos por idiotas, sólo nos besábamos pero todos creyeron que hacíamos…eso. Y no fue solo ella, si no toda la clase superior de slytherin, algunos incluso amigos de Aldrich, fue lo peor. Le pedí a mamá que me saque de la escuela y falté por dos semanas. Pero te juro que nos besábamos, apenas llevábamos como dos días de novios.
Había sido terrible, su madre no le contó a nadie y su hermano la ayudó a que nadie comente de eso, pero para ella fue lo peor, casi había muerto de la vergüenza, no exageraba o no bajo su percepción. Su peón fue avanzando una mísera casilla y tocó el dado para que saltase a sus manos una tarjeta, sin mirar a Gianna y con las mejillas pintadas de rojo intenso. Al menos ya le tocaba a Sofie.
-Ay no, fue un piquito de curiosidad. Nada más. No creas que soy lesbiana, no vayan a ir diciendo esas cosas.-lo dijo muy rápido, nerviosa como cuando pensaba que Christine le iba a decir a todo mundo para que se burle de ella. Afortunadamente la niña Pal se hizo su amiga y quedó entre ellas. Para Shadow no había sido una osadía ni una cosa de chica moderna, era una abominación, una locura.-
Shadow envidió a Sofie cuando contó su primer beso, ella no tuvo algo así, no creía haber tenido un gran romance, siempre había encontrado un poco de mentira en cada una de ellas y no por poco amor o infidelidad, sino porque jamás se había dejado llevar demasiado como para sentir ese cosquilleo que la hiciese hacer locuras como si no hubiesen consecuencias o habladurías que la hiciesen sentir incómoda después. Era una frígida, o así se sentía.
Esas ideas no se habían escapado del todo para cuando a Pearlie le tocaba decir una virtud y un defecto suyo, rió divertida pero no de forma estruendosa luego de que su prima le decía esas cosas. Estaba de acuerdo con lo dicho, hasta lo de mentirosa lo consideraba un poco de virtud, para ella eso era ser diplomática, convenida también pero no de un modo grotesco.
Había comenzado a comer un poco más de helado cuando Gianna dijo lo de Angus y el otro chico que no recordaba, al menos no por el nombre. Lanzó un gritito que sonó a ‘wiuuu’ luego de que ella confesase y seguramente no ayudaría a su sonrojo que incluso hubiese adelantado la mano para hacerle cosquillas en el estómago mientras sonreía de oreja a oreja. No pudo hacer más o comentar algo porque ya era su turno.
-Por Merlín, ¿una casilla por eso? Ya…ehm..a ver, no te enojes Gianna, pero cuando la profesora Taylor, la sustituta de Herbología me encontró revolcada en toda la tierra que acababa de preparar para los bubotubérculos. Estaba con Adrian, es que estábamos besándonos y bebimos unas cervezas y no nos medimos y nos caímos por idiotas, sólo nos besábamos pero todos creyeron que hacíamos…eso. Y no fue solo ella, si no toda la clase superior de slytherin, algunos incluso amigos de Aldrich, fue lo peor. Le pedí a mamá que me saque de la escuela y falté por dos semanas. Pero te juro que nos besábamos, apenas llevábamos como dos días de novios.
Había sido terrible, su madre no le contó a nadie y su hermano la ayudó a que nadie comente de eso, pero para ella fue lo peor, casi había muerto de la vergüenza, no exageraba o no bajo su percepción. Su peón fue avanzando una mísera casilla y tocó el dado para que saltase a sus manos una tarjeta, sin mirar a Gianna y con las mejillas pintadas de rojo intenso. Al menos ya le tocaba a Sofie.
Que no te descubran
Llama a alguien que todos conozcas fingiendo que estás borracha y confiésale un secreto o tu falso amor.
Avanza tres casillas.
Llama a alguien que todos conozcas fingiendo que estás borracha y confiésale un secreto o tu falso amor.
Avanza tres casillas.
Shadow Burroughs- Mensajes : 130
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: ¡Pijamada!
Quién podía no estar de acuerdo con aquello de que Shadow era una mentirosilla, y de que su memoria era prodigiosa?.... El turno siguió Gianna tenía que confesar y las risitas entre asombros no se hicieron esperar. Lance era el chico del primer beso, ya lo había dicho la italiana nada de sorpresas ahí… Ahora lo de Agnus si fue inesperado, aunque Sofie sabía algo de la historia y conocía los gustos de Gianna sobre chicos (… si el muchacho no era grandotote pues ni se fijaba en él), lo más que le sorprendió es que lo confesase sin más.
Sofie agradeció a los dioses que la tarjeta siguiente tocara a Shadow, pues su momento más embarazoso tenía que ver con cómo, cuándo y dónde había tenido sexo con Adair y no era algo que quisiera contar dados los previos problemas de aquella noche de pijamada lloviosa… Además que decir? La historia de Shadow era mucho más interesante que la suya, y ahí estaba sobre la mesa lo que Sofie de mal modo había pretendido exponer antes… Adrian tenía un pesado, y a ver si Gianna podía soportarlo…. Parecía que si, y eso era genial!!! pues en carne propia sabía que rencillas entre amigas culpa de hombres eran una… putada lisa y llanamente.
- Ay que!? – leyó su tarjeta y se negó primero… - a pues llamó a Aldrich y ya! Que seguro se lo cree pero no le dolerá que no sea cierto… Pero…. Cómo? Le mando una lechuza o ya tienen celular los magos??? – le sacó la lengua a las chicas-… Ah! Ya se, el fuego ese de la chimenea!!... Igual ni se donde está Aldrich, estará en su sala común? O hoy iba a un concierto? No lo se– Como fuera, entre idas y venidas lograron comunicarse con el semiveelo. Hay que decir la verdad. Aldrich no se lo creyó al principio, Sofie tuvo que sacar sus peores armar y morderse los dedos para no reír, y pensar en otro – cosa fácil a este punto imaginar quien exactamente- para que él tono de voz fuera creíble:
…….. que siempre le había gustado, que ese beso tonto de hace mil años aun lo recordaba, que ahora, en la pijamada en la que estaba, Shadow se la había pasado hablando de él, y ella no lograba seguir el hilo de la conversación por estar pensándolo…. Que había tenido que escaparse del dormitorio al living, para por fuego hablarle y decirle ya todo… que sino no iba a poder dormir tranquila, que por favor no dijera nada, que ya sabía que ella no le gustaba a él, pero que luego de tantos meses tenía que confesárselo aunque no obtuviera una respuesta favorable de su parte… Que igual podían ser amigos y ella se olvidaría de él con el tiempo….
Al final, cuando Aldrich parecía habérselo creído y empezaba a buscar palabras para contener a Sofie sin rechazarla pero sin darle esperanzas, Sofie le pasó el mando a Shadow para que le explicara la tonta broma a su mellizo y todo volviera a la paz y a las carcajadas. Y sobre todo, Aldrich volviera a dormirse sin odiarla o algo.
El helado se derritió y se acabó, las tarjetas pasaban y pasaban y el sueño pesaba sobre los párpados. Pearlie fue la primera en caer dormida. De un momento a otro era su turno, pero la muchacha ya estaba roncando. Gianna se puso a juntar cosas, Lucas cerró cortinas y quitó a Sofie las botellas de licor. Shadow terminó abrazada a la foto de Hakan sin saberlo y Sofie hizo las pases con Buttercup y su dueña, durmiendo ella a los pies de los vercelli como si fuera el perrito.
Sofie agradeció a los dioses que la tarjeta siguiente tocara a Shadow, pues su momento más embarazoso tenía que ver con cómo, cuándo y dónde había tenido sexo con Adair y no era algo que quisiera contar dados los previos problemas de aquella noche de pijamada lloviosa… Además que decir? La historia de Shadow era mucho más interesante que la suya, y ahí estaba sobre la mesa lo que Sofie de mal modo había pretendido exponer antes… Adrian tenía un pesado, y a ver si Gianna podía soportarlo…. Parecía que si, y eso era genial!!! pues en carne propia sabía que rencillas entre amigas culpa de hombres eran una… putada lisa y llanamente.
- Ay que!? – leyó su tarjeta y se negó primero… - a pues llamó a Aldrich y ya! Que seguro se lo cree pero no le dolerá que no sea cierto… Pero…. Cómo? Le mando una lechuza o ya tienen celular los magos??? – le sacó la lengua a las chicas-… Ah! Ya se, el fuego ese de la chimenea!!... Igual ni se donde está Aldrich, estará en su sala común? O hoy iba a un concierto? No lo se– Como fuera, entre idas y venidas lograron comunicarse con el semiveelo. Hay que decir la verdad. Aldrich no se lo creyó al principio, Sofie tuvo que sacar sus peores armar y morderse los dedos para no reír, y pensar en otro – cosa fácil a este punto imaginar quien exactamente- para que él tono de voz fuera creíble:
…….. que siempre le había gustado, que ese beso tonto de hace mil años aun lo recordaba, que ahora, en la pijamada en la que estaba, Shadow se la había pasado hablando de él, y ella no lograba seguir el hilo de la conversación por estar pensándolo…. Que había tenido que escaparse del dormitorio al living, para por fuego hablarle y decirle ya todo… que sino no iba a poder dormir tranquila, que por favor no dijera nada, que ya sabía que ella no le gustaba a él, pero que luego de tantos meses tenía que confesárselo aunque no obtuviera una respuesta favorable de su parte… Que igual podían ser amigos y ella se olvidaría de él con el tiempo….
Al final, cuando Aldrich parecía habérselo creído y empezaba a buscar palabras para contener a Sofie sin rechazarla pero sin darle esperanzas, Sofie le pasó el mando a Shadow para que le explicara la tonta broma a su mellizo y todo volviera a la paz y a las carcajadas. Y sobre todo, Aldrich volviera a dormirse sin odiarla o algo.
El helado se derritió y se acabó, las tarjetas pasaban y pasaban y el sueño pesaba sobre los párpados. Pearlie fue la primera en caer dormida. De un momento a otro era su turno, pero la muchacha ya estaba roncando. Gianna se puso a juntar cosas, Lucas cerró cortinas y quitó a Sofie las botellas de licor. Shadow terminó abrazada a la foto de Hakan sin saberlo y Sofie hizo las pases con Buttercup y su dueña, durmiendo ella a los pies de los vercelli como si fuera el perrito.
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