Ropa Tirada

Traía los audífonos puestos, el cabello rojo alborotado y estaba sentada entre un montón de cosas que se habían salido del saco de lona estilo militar donde cargaba todas sus cosas. Las costuras finalmente habían cedido y le dio mucha pena pues ese saco la había acompañado durante casi el año completo que viajó por el mundo con su hermano en plan mochilero. Después de sentirse mal por dos segundos notó que toda su ropa y demás chunches estaban regados en medio del salón de convivencia de Ogmios, su nueva facultad.

Primero quiso guardar todo rápido pero después, cuando también los folletos informativos de la universidad se le cayeron junto con cosas de su expediente, decidió que lo tomaría con calma, después de todo no había nadie alrededor como para preocuparse por su reguero.

Se sentó a doblar su ropa cuidando que las prendas interiores no estuvieran expuestas y después empezó a enrollar pergaminos, a acomodar las pocas cosas de su rutina de belleza (o sea un tónico limpiador, un cepillo y un brillo de labios a lo mucho) y muchos suéteres por que le habían dicho que el castillo solía ser frío, aunque no sabía si sus referencias estaban siendo exageradas.

Estaba emocionada por entrar a la universidad, sobre todo por conocer gente nueva aunque no fuera la chica que socializara con más facilidad del mundo, pero eso no importaba. Con los audífonos puestos, aunque no muy alto, no se daba cuenta de quién estaba alrededor y empezó a cantar bajito una canción del famosísimo "Back to Black" de Amy Winehouse, por que era de esas cosas que se ponía a escuchar cuando necesitaba concentrarse en algo. En arreglar toda su ropa sentada en el alfombrado de Ogmios, por ejemplo.

Cara nueva nueva lo que se dice nueva... No era. Regina también estaba en su primera semana en Brigantia, había terminado el colegio hacia cosa de dos meses, pero ya conocía a Lavinia desde mucho tiempo atrás cuando fue por primera vez a casa de Leslie. Al parecer Regina no solía pasar los veranos en casa.

Iba precisamente saliendo del dormitorio de Dan, de donde habia sacado la camisa que llevaba puesta, cuando se la encontró, con todas sus cosas por ahí y catando a Amy Winehouse, cosa que la hizo sonreír. Si Regina se sabia hasta la canción no era por pura chiripa, sino por hacia mucho que escuchaba mas música muggle gracias a ellas en su celular.

¿Crees que su fantasma ande por ahí? -era una pregunta tonta. Pero Lavinia ya estaría acostumbrada. Dudas como esas eran muy normales en Regina.

Se sentó junto a ella y miró a su alrededor. Ella no era precisamente ordenada. Mejor habría hecho un hechizo para meter toda la ropa otra vez a la maleta, aunque no estuviera bien doblada. Por eso traía puesta la ropa de su hermano, por que todavía no desempacaba bien.

¿Te ayudo? -preguntó amable. Aquella era su forma de decir "qué bueno verte" y de saludarla.

De primer momento no la reconoció, por que estaba muy cambiada, así que le tomó parpadear un par de veces y hacer memoria para reconocer a Regina Cleverley, una de esas amigas de siempre de su prima Leslie, quizás la única conexión social que tenía con Brigantia, Hogwarts o cualquiera de esas instituciones famosas. Le sonrió cuando supo quién era ya sin temor a confudirla con otra y le vino tarde la risa por su pregunta sobre el fantasma de Amy Winehouse. Se quitó ambos audífonos.

-Si está, seguro que será en Camden Town. Perdón, no te había reconocido Regina

Le dieron ganas de preguntarle si había estado alguna vez ahí, seguramente sí por que era un lugar común a dónde ir en Londres, pero se contuvo, o más bien se distrajo con sus propios pensamientos y planes, le daban ganas de ir a Londres en algún momento, un fin de semana desocupado tal vez, aunque se sintió culpable por estar ya pensando en distracciones cuando aún no empezaba clases.

También miró alrededor evaluando su progreso con la ropa dándose cuenta que no había usado magia ¿Por qué no se le había ocurrido? No sabía si esos hechizos para ordenar baúles funcionaban también para un montón de ropa en un costal de lona, pero de todos modos el costal estaba roto... y eso también podía resolverlo con magia. Qué distracción. Negó con la cabeza no por que no quisiera que Regina la ayudara, sino por darse cuenta que había estado perdiendo el tiempo.

-Gracias ¿Sabes qué acabo de notar? Que pude haber resuelto esto con magia... qué tonta. ¿Me ayudas a reparar esto?

Señaló la parte descosida de su querido compañero de viajes mientras manualmente separaba su ropa para que no se fuera todo revuelto y así pudiera sacar fácilmente todo para acomodarlo en las repisas que le correspondían una vez subiera al dormitorio.

Nunca había entendido cómo no podía ser buena con la escuela si tenía buena memoria para recordar caras, conversaciones y fechas de cumpleaños. A veces se preguntaba si esa “basura” le estorbaba en su mente y no dejaba que cosas importantes, o que al menos le podían servir para su vida profesional, se quedaran dentro.

Sonrió. Tal vez hubiera sido muy incómodo para Lavinia si no hubiese recordado quién era.

Bah, no te preocupes –dijo restándole importancia y tomando la lona, saco… lo que la nueva Ogmios usaba como mochila.

Sacó su varita del bolsillo de atrás del pantalón teniendo que levantarse un poquito de manera chistosa, igual que como lo haría una gordita en la cama para poder cerrarse el pantalón. Aunque ya le habían dicho miles de veces que no la llevara ahí, siempre se le olvidaba; además, si no era ahí, ¿dónde?

La verdad es que no soy muy muy buena con los hechizos para remendar, pero esos son solo por si quieres costura invisible y esas cosas. Con un reparo tendría que ser más que suficiente, ¿no? –le dijo apuntando la costura con su varita-. Reparo

Y por arte de magia, las costuras se fueron remendando poco a poco como si una aguja invisible lo estuviera haciendo. Pero ya estaban demasiado acostumbradas a eso como para asombrarse.

¿Y que carrera vas a estudiar? –le preguntó, sin apartar los ojos de la lona, por si no le salía-. Déjame adivinar. Estás aquí, así que tiene que ser de Ogmios… mmm… ¿medimagia?