Inducción, por favor

por **Regina Cleverley** Mar Sep 25, 2012 12:31 am

Todo era felicidad y emoción ahora que había entrado a la universidad. Como estaba motivada, había entregado todas sus tareas y hasta el momento a todo le estaba entendiendo por que sí había ido a todas sus clases. Si seguía así, podría gastarse el dinero en otras cosas; en una noche en un pub muggle con Leslie, por ejemplo.

Tarea precisamente era lo que hacia ese mediodía en la cafetería. Estaba sentada en una de las mesas con un gigantesco ejemplar sobre los métodos hidropónicos utilizados en plantas mágicas. Y le estaba poniendo especial empeño por que, si estaba bien, quería ver si podía hacer un mini invernadero debajo de su cama en donde a nadie le molestaba por que ni se iba a ver.

También tenía una pluma de águila y pergaminos extendidos por toda la mesa. Tenía en la mano un litro de café con amaretto caliente y un pastelito que venía con una bola de helado, pero ésta ya se la había comido. Lo que no encajaba ahí era el ejemplar mas reciente de Quidditch Illustratred, abierto en el artículo sobre los Falmouth Falcons.

Y entonces su atención se distrajo con un chico que hasta entonces no había visto. Lo siguió con la mirada, viéndolo en la fila. Sólo eso.

Tal vez era nuevo, pero eso Regina no podía saberlo por que tampoco llevaba mucho en Brigantia. Podría ser de cursos superiores.

El tipo se había marchado después de ordenar, pero a ella la había dejado pensando en que no recibió una inducción como tal. A ella la habían llevado a conocer las aulas y de ahí a su dormitorio. Y ya. Tal vez debería hablar con Karim, uno de los pocos Brigantes apunto de graduarse que conocia, el tenía poder de convocatoria, ¿no?

por **Loulou Rayder** Dom Sep 30, 2012 11:57 pm

El comedor le parecía un lugar espantoso para comer, si quería socializar o beber algo le parecía que estaba bien pero ella no podía sentarse allí con todos esos cadáveres de animales rodeándola, a algunos incluso se les notaba aún la forma y si bien trataba de ser una persona tolerante no podía dejar comer a nadie tranquilo cuando sentía que prácticamente dejaban a un pollo huérfano por cubrir una necesidad creada por un sistema que engañaba a las personas haciéndola creer que necesitaban comer animales. Nadie les podía asegurar que habían fallecido de muerte natural y no por un asesino.

La cafetería era otro asunto muy distinto, allí habían cosas que un vegano podía disfrutar y si bien ella a veces era más vegetariana que otra cosa, el no comer ningún producto robado de los animales le parecía algo noble que todos deberían por lo menos intentar, aunque nadie quisiera.

-No lo mires, parece que te lo fueses a comer como a una hamburguesa.-hacía tiempo no veía a Regina y si bien su relación no rozaba la confianza de amigas íntimas y a veces ni de sonrisas mutuas, pero le había cogido cariño y hasta pensaba que podía ser de suma ayuda en alguna de sus manifestaciones, pero una no muy peligrosa que la veía un poco frágil y no quería tener en su haber una muerte ni nada similar.-

El muchacho ya se había ido, entonces decidió sentarse al lado de Regina con sus varias pancartas apoyadas sobre su muslo, puso su emparedado vegetariano sobre la mesa y al igual que su café con mucha azúcar, tenía las manos frías porque no había llevado nada para cubrirse y la camiseta no era de tela tan gruesa como para dejarla por lo menos tibia. El primer sorbo de café le hizo agradecer por los ingredientes mágicos, los granos cosechados en tierra mágicamente abonada tenían entre sus propiedades el dejar fuera del cuerpo de quien lo bebiese el frío que lo consume.

Se quedó callada un momento, logrando un silencio incómodo porque de hecho jamás fue de demasiadas palabras, incluso el pensar en lo que diría la hacía sentir algo rara porque cada que lo arreglaba en su mente sonaba como algo muy sobreactuado, incluso como una frase demasiado larga para ser natural. Se rió sola en voz alta y la miró antes de darle un bocado a su emparedado, hecho eso y ya habiéndolo pasado para que no le dijese nada porque se le notaban los modales de señorita le habló, que ya era hora caray.

-Regis, ¿qué haces con tantos papeles? No me digas que tu carrera es tan demandante, no me quiero ni imaginar cómo está Lucas.-ella apenas se había metido en otra clase porque, pues era Zoología Mágica, era imposible que no entrase, sobretodo porque cualquier cosa que tuviese que ver con animales podía hacer que olvide el cansancio o la simple flojera.-

por **Regina Cleverley** Mar Oct 02, 2012 9:50 am

Luego de pensar en todas las cosas de la inducción, un tema que todavía le parecía importantísimo por el lo de la convivencia estudiantil y todo eso, Regina se acordó del tipo que había visto pero que nunca había visto antes. Estaba muy guapo y como, según ella no conocía a nadie de los que estaban en la cafetería por que no le habían dado un curso ni una fiesta de inducción, no se sintió culpable por casi comérselo con la mirada.

Y entonces el comentario de Loulou de que lo estaba viendo como si fuera una hamburguesa la hizo medio sonrojarse y reír.

No lo estaba mirando… tanto –le dijo y sonrió.

Loulou no era de esas personas que esperaba encontrarse en Brigantia por que llevaba mucho tiempo sin verla. Apartó un poquito sus libros por si quería mejor sentarse. Cuando iba en Hogwarts se había dado cuenta de que con sus juegos podía ofender un poquito las creencias de Loulou y se había esforzado, mucho, para que no creyera que lo hacía a propósito. Solo era por diversión, nunca había sido su intención lastimar a nadie, ni siquiera a sus ratitas. Todavía las tenía, pero en su casa, y había tenido que regalar a un par de cuantas para que su madre no pegara el grito en el cielo.

Aprovechó su silencio para mirar sus pancartas. Alguna vez la había acompañado a una marcha con una playera que decía que preferiría andar por la vida desnuda antes de usar algo hecho por un animal, o ya no se acordaba, pero lo había hecho por que Loulou le había curado a una de sus ratitas y se lo había debido como un favor especial. No tenía el mismo fervor que ella, pero se había sentido bien por hacer algo bueno.

¡Es horrible! No duermo –pero no se estaba quejando, solo estaba exagerando-. Pero me gusta mucho, si vale la pena. Tu hermano está en zoología, ¿verdad? Pobre, debe estar sufriendo con aprenderse las partes del estómago de los hipogrifos o algo –y le dio un sorbito a su bebida antes de continuar-. ¿Y tu qué estás haciendo? ¿Eso para qué es?

Por que la verdad, le estaba entrando mucha curiosidad.

por **Loulou Rayder** Mar Oct 02, 2012 11:24 pm

No se rió ni nada cuando ella se sonrojó, lo había dicho más como consejo que como una crítica, era lo más sano del mundo ver a alguien que se consideraba guapo y el chico lo había sido, si hasta una vez ella misma se había quedado mirando una foto del hermano mayor de Regina, o eso pensaba que era, estaba casi segura, el caso era que en una foto familiar se le quedó mirando al muchacho de lentes y si bien la muchacha se dio cuenta Loulou no le dijo nada como que le arregle una cita o algo.

-No, no, no, no. Lucas está en Ingeniería de Pociones, o eso dijo en casa en verano, capaz es ahora un yonqui loco que se coló para fumar en los terrenos.-no lo dijo como para hacer una broma, si no para continuar hablando sin ser tan escueta y de paso repasar en su mente la idea de la carrera de su hermano, estaba segura de lo que acababa de decir, pero de todos modos se le quedó bien metida la duda al respecto.-

Regina ya había cambiado el tema para cuando le iba a preguntar si estaba segura, así que tras darle un buen bocado a su emparedado con deliciosos pepinos bajó el torso hacia un lado para coger con ambas manos las pancartas hechas con tinta mágica pero al mejor estilo muggle. No había suficiente espacio en la mesa, así que con su varita las hizo levitar como a un metro de altura, que viese quien quisiera.

Las pancartas decían cosas como ‘No a las corridas de toros’ y ‘Entrenen su calzón, pero no a un dragón’, algunas eran más serias que otras, fueron como quince que le iba pasando para que las lea, incluso en una hacía referencia a Sebastian, el cangrejo de La Sirenita para crear conciencia respecto al uso de los animales en la gastronomía de forma innecesaria.

-¿Me quieres acompañar? Es la otra semana, ¿eh? No hay peligro de que nos encierren ni nada, esta es pacífica, iremos con playeras blancas y todo.

por **Antoine Biaggi** Mar Oct 09, 2012 5:50 pm

Había estado con un poco de mala suerte desde la mañana, podría ser que se había levantado del lado izquierdo o algo de eso, y era que no se podía negar que Antoine fuese casi un supersticioso, de eso le tenía que echar la culpa a sus primos con los que había vivido un buen tiempo y es que ellos sí que tenían hasta rituales rarísimos de limpieza cuando veían un gato negro pasar o cuando se rompían los espejos y demás otras situaciones en las que uno podía quedar maldito y eso; en su caso si era verdad que parte de su familia estaba loca aunque todos piensan que es la propia familia la que está loca, eso se cumplía casi a la perfección en el caso del italiano. Lo de Antoine no era nada tan grave, pero tampoco se podía evitar.

En tal caso lo que lo llevaba a pensar eso era que supuestamente su padre, selección nacional Italiana le iba a dar noticias sobre algunos contactos y a ver si es que él podía empezar a hacer pruebas en algunos equipos y tal. Probablemente la revista de Quidditch Ilustrated iba a hablar algo de eso y de cómo iban las cosas en la selección Italiana y tal, pero tampoco había podido conseguir un ejemplar de la susodicha revista así que no estaba de buena racha, fuera por la razón que sea.

Antoine fue al comedor después de las prácticas de Quidditch, claro que no inmediatamente, una ducha y un poco de descanso de por medio. Le había dado hambre y pues tenía un trato tácito de los encargados para que le dieran un poco más de ración, por obvias razones, si lo mismo le había pasado en Hogwarts. No había tardado demasiado en comer porque traía hambre encima y estaba ya casi por salir cuando al pasar al lado de una de las mesas le pareció leer así rápido y a la pasada algo de los Falmouth Falcons. Se le hizo obvio que era precisamente la revista que había estado buscando, que por fin era un giro del destino esta vez a su favor. De inmediato giró para ver quien era el o la dueña y reconoció bastante rápido a Regina, la suerte aumentaba más.

-Regina, que bueno encontrarte aquí. Hola, si nos conocemos ¿no?- comentó primero saludando a Regina inclinándose para besarla en la mejilla y luego saludando igual a la otra chica a la que no reconocía del todo pero que apostaba que sí la había visto en Hogwarts, que seguramente era mayor o que no habían podido coincidir, igual que si era una buena oportunidad para conocerla si es que estaba equivocado o que la había confundido de alguna forma.

-¿Y qué hacen?-

Podía haber sonado como un metiche total pero el interés era genuino ya que el humor que llevaba había dado un vuelco de 360 grados con la buena coincidencia, leer el artículo podría esperar un rato mas sin problemas.

por **Regina Cleverley** Mar Oct 09, 2012 11:29 pm

Tanto estudiar le estaba afectando la cabeza. ¿Cómo pudo olvidar que Luke siempre había sido bueno en pociones? Si hasta le había ayudado muchísimas veces e incluso lo veía en Ingeniería en Pociones, donde ella era oyente. Todavía lo quería y mucho, pero era un sentimiento distinto al de antes, menos intenso. Al menos ya no sentía esa opresión cuando se lo topaba. Ahora podían decir que eran amigos.

Qué tonta, es cierto. Lo veo en la clase del decano Immëndorff.

Levantó la mirada para observar las pancartas. Desfilaban de una en una y algunas le hicieron soltar una carcajada, otras la verdad si le intimidaron un poco.

Claro que su, me gusta mucho acompañarte a estas cosas. ¿Para qué es? ¿Es una para el circo muggle? Escuche qué venía, ¿O sólo es por que si?

Estaba a punto de comentarle sobre Hortence, una de sus ratitas, por que se veía algo triste y decaída y pensó que Loulou podría ayudarle a adivinar que tenía, cuando escucho que la llamaban.

Tuvo qué levantar muchísimo la mirada para encontrar la de Antoine y sonrió.

¡Antoine! ¡Dichosos los ojos! -le dijo exagerando mientras le daba un besito sonoro en la mejilla. Le tenía mucho cariño por que lo conocía desde chiquita y todavía se acordaba de la vez que le había hecho más amena su convalecencia hablándole de quidditch-. De seguro si se conocen. Se llama Loulou.

Le señaló con un dedo las pancartas que flotaban encima de ellas para contestarle su pregunta.

Vamos a hacer una manifestación. Siéntate con nosotras para que nos explique por que todavía no se para qué es. ¿Quieres venir? ¿Puede venir Loulou?

por **Gerhard Immëndorff** Sáb Dic 01, 2012 5:56 pm

Regina gana 11 puntos de experiencia
Loulou gana 6 puntos de experiencia
Antoine gana 3 puntos de experiencia

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