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De visita
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Universidad Brigantia de Estudios Mágicos :: Facultades :: Facultad Cerridwen :: Salón de convivencia
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De visita
No solía abrir el bar temprano, los horarios eran fijos pero los decanos no gustaban de tenerlo abierto cuando rompiera el día a pesar de que muchos dijeran que a partir de las doce ya era legal beber alcohol. Sabía que Aquila tenía clases temprano pero podía hacer un receso precisamente a las doce para verlo afuera de la facultad. Todavía no sabía como se iban a tomar los decanos que tuviera relación con una alumna pero mientras no lo regañaran o pusiera eso en riesgo su puesto, podía darse una escapada tal como se las daba para visitar a su hermana y a Loreen en Ogmios.
Esperó a Aquila acompañado de Ginger Fitzgerlad y Robin Van Persie afuera de su facultad, aunque los perretes no estaban tan emocionados por ver a su madre tanto como por correr en los terrenos, aunque no se alejaban mucho de Angus y cuando los perdía de vista, siempre terminaban volviendo a él. No tenía planes en concreto en la mente, pero tenía hasta las cuatro de la tarde, hora de abrir el bar, para inventar algo. Tenía entendido que ya iban a quitar el castigo pero era solo un rumor y no se iba a arriesgar a salir con ella por sus métodos para salir de la universidad de persona corriente porque no quería que hubiera problemas con su matrícula.
Varios alumnos comenzaron a salir del salón de convivencia, saludándolo, algunos deteniéndose a acariciar a los perros que ya eran conocidos en la universidad porque habían estado afuera del bar desde que Angus había vuelto al trabajo o a veces Aquila tenía a Ginger con ella. Alguien le dijo que Aquila estaba adentro, platicando con alguien así que Angus se asomó a la puerta, la buscó con la mirada y le hizo señas para que saliera con él. Tampoco iba a entrar al salón de convivencia como si nada.
-Llegué desde hace una hora a hacer inventario pero decidí cortar eso y venir a buscarte. Ya me aprendí tus horarios como buen novio. ¿Me acompañas a contar botellas de hidromiel?.-Al bar, aunque ella podía rechazar su aburrida propuesta. No le estaba pidiendo que fueran allá para que no los viera mucha gente, ya habían hecho aparición pública en el baile de Samhain y a él le daba igual y ella lo sabía.
Esperó a Aquila acompañado de Ginger Fitzgerlad y Robin Van Persie afuera de su facultad, aunque los perretes no estaban tan emocionados por ver a su madre tanto como por correr en los terrenos, aunque no se alejaban mucho de Angus y cuando los perdía de vista, siempre terminaban volviendo a él. No tenía planes en concreto en la mente, pero tenía hasta las cuatro de la tarde, hora de abrir el bar, para inventar algo. Tenía entendido que ya iban a quitar el castigo pero era solo un rumor y no se iba a arriesgar a salir con ella por sus métodos para salir de la universidad de persona corriente porque no quería que hubiera problemas con su matrícula.
Varios alumnos comenzaron a salir del salón de convivencia, saludándolo, algunos deteniéndose a acariciar a los perros que ya eran conocidos en la universidad porque habían estado afuera del bar desde que Angus había vuelto al trabajo o a veces Aquila tenía a Ginger con ella. Alguien le dijo que Aquila estaba adentro, platicando con alguien así que Angus se asomó a la puerta, la buscó con la mirada y le hizo señas para que saliera con él. Tampoco iba a entrar al salón de convivencia como si nada.
-Llegué desde hace una hora a hacer inventario pero decidí cortar eso y venir a buscarte. Ya me aprendí tus horarios como buen novio. ¿Me acompañas a contar botellas de hidromiel?.-Al bar, aunque ella podía rechazar su aburrida propuesta. No le estaba pidiendo que fueran allá para que no los viera mucha gente, ya habían hecho aparición pública en el baile de Samhain y a él le daba igual y ella lo sabía.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Se estaba poniendo al corriente en periodismo con una de esas chicas discretas a las que les daba absolutamente igual lo que ella o la sociedad hicieran, todavía sabía sacar algo de provecho de la gente adecuada como en su pasado Slytherin aunque en ese momento realmente lo hacía sin malicia. Asentía tomando notas justo cuando Angus se asomaba al salón de convivencia para hacerle notar que estaba ahí. Le sonrió y estuvo con el en cinco minutos afuera, el día no estaba precisamente soleado. Rovin Van Persie llegó corriendo hacia ella y se agachó un poco para que pudiera saltar a sus brazos.
-Cariño, eres tan buen novio. Le dio un beso rápido en los labios y le sonrió antes de ponerse las gafas de sol que, de hecho, había comprado en una tienda muggle y haciendo la conversión a galeones, no habían sido nada baratas. Eso de empezar a adaptarse a los muggles estaba siendo económicamente peligroso. -Vamos, esas botellas tienen que ser contadas, te ayudaré como buena novia
Dejó al perro en el pasto, ambos estaban siguiéndolos y le dio un poco de risa que hubiera ocurrido justamente lo que Angus había temido, de andar por ahí con perritos ridículos brincoteándoles por la Universidad. No podía creer que apenas un par de meses antes todo en su día a día fuera tan distinto, y tampoco podía creer que a pesar de lo difícil que había sido, se sintiera felíz al respecto. Demasiado felíz, aunque fuera contando botellas de hidromiel o poniéndose al corriente con las clases de periodismo.
-Odio ese dormitorio, extraño nuestra cama. Y tus películas, y las papas que vienen en tubo, por cierto, encontré unas atrás de la comida de nuestros bebés y me las traje ¡Estás perdiendo el toque!
Le picó las costillas y casi se cae con una piedra que había en la hierba, pues controlar sus zapatos altos por esos caprichosos terrenos no era tan fácil. Lo tomó de la mano, se había informado que no había ninguna política respecto a los empleados universitarios y los alumnos, lo raro sólo era con profesores, así que bien podrían dejarla en paz.
-Cariño, eres tan buen novio. Le dio un beso rápido en los labios y le sonrió antes de ponerse las gafas de sol que, de hecho, había comprado en una tienda muggle y haciendo la conversión a galeones, no habían sido nada baratas. Eso de empezar a adaptarse a los muggles estaba siendo económicamente peligroso. -Vamos, esas botellas tienen que ser contadas, te ayudaré como buena novia
Dejó al perro en el pasto, ambos estaban siguiéndolos y le dio un poco de risa que hubiera ocurrido justamente lo que Angus había temido, de andar por ahí con perritos ridículos brincoteándoles por la Universidad. No podía creer que apenas un par de meses antes todo en su día a día fuera tan distinto, y tampoco podía creer que a pesar de lo difícil que había sido, se sintiera felíz al respecto. Demasiado felíz, aunque fuera contando botellas de hidromiel o poniéndose al corriente con las clases de periodismo.
-Odio ese dormitorio, extraño nuestra cama. Y tus películas, y las papas que vienen en tubo, por cierto, encontré unas atrás de la comida de nuestros bebés y me las traje ¡Estás perdiendo el toque!
Le picó las costillas y casi se cae con una piedra que había en la hierba, pues controlar sus zapatos altos por esos caprichosos terrenos no era tan fácil. Lo tomó de la mano, se había informado que no había ninguna política respecto a los empleados universitarios y los alumnos, lo raro sólo era con profesores, así que bien podrían dejarla en paz.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Por lo menos la gente pensaba que los perretes eran de Aquila y no suyos, y cuando le preguntaban a Angus, él no los sacaba de su error, aunque hubieran sido un regalo de su mujer. Aquila no se podría tomar eso a mal, después de todo, los cuidaba y los quería de todas maneras aunque no anduviera por ahí diciendo que eran sus hijitos hermosos por razones muy obvias que tenían que ver con su concepto de masculinidad, fuera acertado o erróneo.
-Yo también te extraño en nuestra cama. Eres mi mujer, deberías dormir conmigo todas las noches. Y ahora voy a esconder nuestra comida entre tus calzones, aunque no aseguro que Karim no husmee en ellos. Pensé en abrir el piso, literal pero creo que eso cuenta como trampa, porque no es un lugar improbable, es directamente un escondite. Es que tú me distraes y no me puedo poner creativo.-Se adelantó a auxiliarla cuando había tropezado como si se fuera a partir la cabeza, cual exagerado. Hasta le preguntó si estaba bien.
-Deberías pedirle a la decana Orlowsky que te enseñe su hechizo, ¿la has visto caminar sobre la tierra de los terrenos. Es como Jesús flotando sobre el agua.-No era la primera referencia que hacía con cosas muy religiosas y muy muggles, pero Aquila ya había visto muchas películas de exorcismos y esas como para no entender ya de quién estaba hablando y su contexto.
Eso, además, se lo dijo después de detenerla para besarla porque no aguantaba más no hacerlo, provocando que Ginger Fitzgerald le arañara la pierna pidiendo atención.-Mírala, va a desarrollar odio por su madre porque me quiere demasiado.-No lo pudo aguantar y alzó a la perrita. Robin Van Persie estaba demasiado distraído correteando como para preocuparse por favoritismos.
Llegaron al bar, que abrió con los hechizos de siempre y Aquila pudo ver cajas, cajas y pergaminos donde iba haciendo el inventario. No dejó entrar a Ginger y a Robin, pero ellos ya sabían que ese lugar era como el estudio, donde no entraban para no robar los zapatos de Aquila, estaba prohibido, ojalá nunca se enteraran que Pazuzu había estado ahí. -¿Quieres música o mejor me cuentas como te está yendo con eso de ponerte al corriente en periodismo?
-Yo también te extraño en nuestra cama. Eres mi mujer, deberías dormir conmigo todas las noches. Y ahora voy a esconder nuestra comida entre tus calzones, aunque no aseguro que Karim no husmee en ellos. Pensé en abrir el piso, literal pero creo que eso cuenta como trampa, porque no es un lugar improbable, es directamente un escondite. Es que tú me distraes y no me puedo poner creativo.-Se adelantó a auxiliarla cuando había tropezado como si se fuera a partir la cabeza, cual exagerado. Hasta le preguntó si estaba bien.
-Deberías pedirle a la decana Orlowsky que te enseñe su hechizo, ¿la has visto caminar sobre la tierra de los terrenos. Es como Jesús flotando sobre el agua.-No era la primera referencia que hacía con cosas muy religiosas y muy muggles, pero Aquila ya había visto muchas películas de exorcismos y esas como para no entender ya de quién estaba hablando y su contexto.
Eso, además, se lo dijo después de detenerla para besarla porque no aguantaba más no hacerlo, provocando que Ginger Fitzgerald le arañara la pierna pidiendo atención.-Mírala, va a desarrollar odio por su madre porque me quiere demasiado.-No lo pudo aguantar y alzó a la perrita. Robin Van Persie estaba demasiado distraído correteando como para preocuparse por favoritismos.
Llegaron al bar, que abrió con los hechizos de siempre y Aquila pudo ver cajas, cajas y pergaminos donde iba haciendo el inventario. No dejó entrar a Ginger y a Robin, pero ellos ya sabían que ese lugar era como el estudio, donde no entraban para no robar los zapatos de Aquila, estaba prohibido, ojalá nunca se enteraran que Pazuzu había estado ahí. -¿Quieres música o mejor me cuentas como te está yendo con eso de ponerte al corriente en periodismo?
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Le encantaba cómo sonaba eso de que era su mujer, se pensaba más su mujer cuando lo decía y la hacía sonreír de inmediato, felíz, como si esa única verdad fuera la única que realmente importara. Puso carita de asco cuando hablaba de la posibilidad de que Karim estuviera manoseando su ropa interior (aunque la verdad no lo creía capaz. Bueno, capaz sí, pero no creía que lo fuera a hacer) pero ya sabía Angus que todos esos gestos de niña mimada eran más parte de ella que un ataque malicioso directo. Habían estado juntos el tiempo suficiente para dejar de ofenderse por eso, aunque al principio bien le hubiera dicho que le tenían harto sus caras de que nada le parecía.
Se rió con lo de Jesús por que hasta el momento había entendido ciertas cosas de la religión expandida en la cultura muggle, o al menos de las predominantes, y curiosamente lo había aprendido de las películas de terror. Sin embargo tenía ideas muy extrañas sobre eso, por ejemplo, pensaba que el Vaticano era como un ministerio de magia donde se documentaban las tan frecuentes posesiones demoniacas y que todos los curas tenían la magia y el conocimiento suficiente para expulsarlos o algo así, a pesar de tener idea de que los muggles solían ser escépticos con las cosas sobrenaturales. Y gracias a las películas de terror también tenía muchas ideas extrañas sobre los licántropos, aunque sabía bien que esos eran datos apócrifos.
-Mírala, te ama. Me va a matar por la noche para quedarse sólo contigo
Le dijo acariciando a Ginger Fitzgerald que fingió morderla para luego sólo lamer sus dedos hasta que Angus la bajara, ya en el bar. Le encantaba que sus perretes se quedaran correteando fuera, estaba suficientemente segura de que no se perderían por que había gastado en ponerles un pequeño dispositivo rastreador en sus collares. Bastaría con conjurar un sencillo hechizo para que estos dieran cuenta de su paradero con una especie de holograma comunicante, o eso había entendido, nunca lo había usado y esperaba nunca hacerlo, por más caro que le hubiera costado. Dejó su bolso sobre una de las mesas y le sonrió, acercándose a él para besarlo como era debido, con todas las ganas que tenía siempre de hacerlo y poco más, por que no habían estado juntos todas las noches como antes y de verdad lo extrañaba, aunque sonara ridículo.
-Quiero que me beses mejor Le dijo separándose un poco de él y dándole otro beso rápido antes de ir a donde la música. Pearlie le había prestado el cacharro ese al que llamaban iPod en donde ahora tenía mucha música y había estado escuchando algunas cosas. Ya había aprendido a usar el shuffle pero aún así seguía maniática escuchando una y otra vez las canciones que le gustaban. Esa la había oído muchas veces la noche anterior cuando no podía dormir.
-¿Me extrañas todo el tiempo? ¿A todas horas? ¿Qué te has hecho de cenar? No deberías comer tanto cereal de caja, en las revistas dice que es alto en sodio No sabía lo que eso significaba, pero sonaba a que era malo.
Se rió con lo de Jesús por que hasta el momento había entendido ciertas cosas de la religión expandida en la cultura muggle, o al menos de las predominantes, y curiosamente lo había aprendido de las películas de terror. Sin embargo tenía ideas muy extrañas sobre eso, por ejemplo, pensaba que el Vaticano era como un ministerio de magia donde se documentaban las tan frecuentes posesiones demoniacas y que todos los curas tenían la magia y el conocimiento suficiente para expulsarlos o algo así, a pesar de tener idea de que los muggles solían ser escépticos con las cosas sobrenaturales. Y gracias a las películas de terror también tenía muchas ideas extrañas sobre los licántropos, aunque sabía bien que esos eran datos apócrifos.
-Mírala, te ama. Me va a matar por la noche para quedarse sólo contigo
Le dijo acariciando a Ginger Fitzgerald que fingió morderla para luego sólo lamer sus dedos hasta que Angus la bajara, ya en el bar. Le encantaba que sus perretes se quedaran correteando fuera, estaba suficientemente segura de que no se perderían por que había gastado en ponerles un pequeño dispositivo rastreador en sus collares. Bastaría con conjurar un sencillo hechizo para que estos dieran cuenta de su paradero con una especie de holograma comunicante, o eso había entendido, nunca lo había usado y esperaba nunca hacerlo, por más caro que le hubiera costado. Dejó su bolso sobre una de las mesas y le sonrió, acercándose a él para besarlo como era debido, con todas las ganas que tenía siempre de hacerlo y poco más, por que no habían estado juntos todas las noches como antes y de verdad lo extrañaba, aunque sonara ridículo.
-Quiero que me beses mejor Le dijo separándose un poco de él y dándole otro beso rápido antes de ir a donde la música. Pearlie le había prestado el cacharro ese al que llamaban iPod en donde ahora tenía mucha música y había estado escuchando algunas cosas. Ya había aprendido a usar el shuffle pero aún así seguía maniática escuchando una y otra vez las canciones que le gustaban. Esa la había oído muchas veces la noche anterior cuando no podía dormir.
-¿Me extrañas todo el tiempo? ¿A todas horas? ¿Qué te has hecho de cenar? No deberías comer tanto cereal de caja, en las revistas dice que es alto en sodio No sabía lo que eso significaba, pero sonaba a que era malo.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Apenas Angus encontró los labios de Aquila en la soledad del bar, le dieron ganas de echar mil cerrojos sobre la puerta y follársela sobre la barra. Sabía que eso sería jugar con fuego, así que pudo aguantar y no proponerle eso para poner en riesgo su trabajo y su matrícula. O por lo menos podía aguantar en ese momento, dudaba que los decanos fueran a estar encima de él todo el tiempo pero no podía decir lo mismo por Aquila, eran mucho más estrictos con sus estudiantes que con los docentes y otros trabajadores.
La besó entonces con calma y tratando de no volverse loco, como ella se lo pedía, aunque luego se fue a poner música de todos modos. No le importaba lo que escogiera, nunca había sido muy bueno para la música o para elegir correctamente, si era que había parámetros para eso. Sabía que podía escuchar casi cualquier cosa y que había pocas cosas que le desagradaran. De música eran otros los que se encargaban y en el bar todos ponían lo que querían, porque había casi de todo.
Se empezó a reír con sus preguntas mientras sacaba las botellas de hidromiel de una caja de cartón para irlas poniendo sobre la barra. Un pergamino se levantó de la mesa, flotando como en piloto automático cuando hizo eso y una vuela pluma empezó a tomar registro de cosas en la etiqueta que Angus iba señalando con la varita. Prefería trabajar en el Dirty Duck, ahí en ese bar brigante todo era muy raro.
-Sí te extraño todo el tiempo. A todas horas. El Lunes pedí pizza, antier comida china y ayer aproveché para aparecerme en casa de mi mamá o sea que hoy voy a cenar comida casera que me robé. -Cuando la vuelapluma dejó de registrar las botellas de hidromiel, Angus volvió a acercarse a Aquila. Le acarició la cara y la besó.
No sabía si contarle que estaba preocupado por Leslie, que quería actuar, hacer algo y que lo ayudara, aunque no sabía muy bien qué. -El sodio no es malo, ni que me comiera diez cajas de cereal por noche, entonces sí estaría mal.-A veces le daban ganas de decirle que no leyera tanta cosa muggle pero el pensamiento sonaba tan machista y retrógrado en su cabeza que mejor ni decir nada. Además, era buena señal que fuera curiosa, significaba que cada vez aceptaba más el nuevo mundo en el que afortunadamente había decidido moverse.
La besó entonces con calma y tratando de no volverse loco, como ella se lo pedía, aunque luego se fue a poner música de todos modos. No le importaba lo que escogiera, nunca había sido muy bueno para la música o para elegir correctamente, si era que había parámetros para eso. Sabía que podía escuchar casi cualquier cosa y que había pocas cosas que le desagradaran. De música eran otros los que se encargaban y en el bar todos ponían lo que querían, porque había casi de todo.
Se empezó a reír con sus preguntas mientras sacaba las botellas de hidromiel de una caja de cartón para irlas poniendo sobre la barra. Un pergamino se levantó de la mesa, flotando como en piloto automático cuando hizo eso y una vuela pluma empezó a tomar registro de cosas en la etiqueta que Angus iba señalando con la varita. Prefería trabajar en el Dirty Duck, ahí en ese bar brigante todo era muy raro.
-Sí te extraño todo el tiempo. A todas horas. El Lunes pedí pizza, antier comida china y ayer aproveché para aparecerme en casa de mi mamá o sea que hoy voy a cenar comida casera que me robé. -Cuando la vuelapluma dejó de registrar las botellas de hidromiel, Angus volvió a acercarse a Aquila. Le acarició la cara y la besó.
No sabía si contarle que estaba preocupado por Leslie, que quería actuar, hacer algo y que lo ayudara, aunque no sabía muy bien qué. -El sodio no es malo, ni que me comiera diez cajas de cereal por noche, entonces sí estaría mal.-A veces le daban ganas de decirle que no leyera tanta cosa muggle pero el pensamiento sonaba tan machista y retrógrado en su cabeza que mejor ni decir nada. Además, era buena señal que fuera curiosa, significaba que cada vez aceptaba más el nuevo mundo en el que afortunadamente había decidido moverse.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
A ella no le parecía raro lo de los pergaminos alzándose cuando Angus sacaba las botellas de las cajas. Cuando su madre compraba un montón de cosas para sus arrugas y clasificaba sus tratamientos de belleza ocurría exactamente lo mismo, le parecía práctico como un montón de otras cosas del mundo mágico. Lo único que entendía esos días era que había otras cosas más fáciles de llevar a la manera muggle, aunque a final de cuentas todos hacían lo mismo de la mejor manera que podían. Su conclusión era que ninguna de las dos cosas tenía ventajas o desventajas a nivel muy general. Si su madre la escuchara acaso decir eso seguramente le cruzaría la cara. Aunque ya había perdido la cuenta de las cosas por las que su madre iría a molestarse. Empezando por la más grave.
Sonrió cuando decía que la extrañaba todo el tiempo y a todas horas, le gustaba escucharlo y ella se lo podría decir de la misma manera, aunque en ese instante sólo negó con la cabeza cuando le relataba lo que había comido. Así que estaban en una de esas relaciones donde se contaban lo que comían y lo que hacían cada minuto del día... bueno, todas las relaciones eran así en algún momento. Y seguía sintiéndose felíz por ello.
-Me están enviando el material de mi curso de buena esposa, pero hasta que no termine este estúpido castigo no podré ir ahí los fines de semana... ¡Fines de semana! Es muy poco tiempo, soy tu mujer y debería dormir contigo todas las noches
Volvió a besarlo, quitándole una botella de hidromiel de las manos y tocando su piel bajo la camisa que traía puesta, cerrando un poco los ojos y, claro, poniéndose de puntillas para alcanzarlo. Lo que decía sonaba a puros cariños pero le daba miedo pensar que podría dejar la Universidad y todo sólo por hacer lo que hacían antes, estar en casa, esperar a que regresara de trabajar, una vida demasiado común y demasiado doméstica. Estaba rodeada de de gente que perseguía carreras y tenía aspiraciones académicas y profesionales, pero en esos momentos volvía a pensar que quizás no tenía planes de ser una seria académica como todos ahí.
Había escrito algunas cosas, pero le daba igual.Volvía a esa especie de raro conflicto sobre la falta de ambición de lo que quería en la vida, y no sabía si eso decepcionaría a Angus. Era la clase de cosas que ni siquiera con Pearlie o con Milena contaba, por que en verdad temía no saber qué hacer de su vida o peor, no aceptar lo que realmente quería hacer. Respiró profundo y recargó la cabeza en su pecho.
-Odio la Universidad, debería conseguir un empleo muggle. Me echarían en una semana ¿No? ¿Para qué crees que me contratarían?
Sonrió cuando decía que la extrañaba todo el tiempo y a todas horas, le gustaba escucharlo y ella se lo podría decir de la misma manera, aunque en ese instante sólo negó con la cabeza cuando le relataba lo que había comido. Así que estaban en una de esas relaciones donde se contaban lo que comían y lo que hacían cada minuto del día... bueno, todas las relaciones eran así en algún momento. Y seguía sintiéndose felíz por ello.
-Me están enviando el material de mi curso de buena esposa, pero hasta que no termine este estúpido castigo no podré ir ahí los fines de semana... ¡Fines de semana! Es muy poco tiempo, soy tu mujer y debería dormir contigo todas las noches
Volvió a besarlo, quitándole una botella de hidromiel de las manos y tocando su piel bajo la camisa que traía puesta, cerrando un poco los ojos y, claro, poniéndose de puntillas para alcanzarlo. Lo que decía sonaba a puros cariños pero le daba miedo pensar que podría dejar la Universidad y todo sólo por hacer lo que hacían antes, estar en casa, esperar a que regresara de trabajar, una vida demasiado común y demasiado doméstica. Estaba rodeada de de gente que perseguía carreras y tenía aspiraciones académicas y profesionales, pero en esos momentos volvía a pensar que quizás no tenía planes de ser una seria académica como todos ahí.
Había escrito algunas cosas, pero le daba igual.Volvía a esa especie de raro conflicto sobre la falta de ambición de lo que quería en la vida, y no sabía si eso decepcionaría a Angus. Era la clase de cosas que ni siquiera con Pearlie o con Milena contaba, por que en verdad temía no saber qué hacer de su vida o peor, no aceptar lo que realmente quería hacer. Respiró profundo y recargó la cabeza en su pecho.
-Odio la Universidad, debería conseguir un empleo muggle. Me echarían en una semana ¿No? ¿Para qué crees que me contratarían?
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Angus también pensaba que quería dormir con ella todas las noches y tenerla a su lado el mayor tiempo posible. Quería que la universidad fuera más como algunas muggles donde podías ir y venir a tu antojo, solo a las clases y luego regresar. Pero no, las cosas en el mundo mágico eran así de molestas.
Le iba a preguntar si su curso era online pero era una tontería muy grande hasta para él y tendría que ponerse a explicar a qué se había referido así que se quedó con la idea de que su curso de buena esposa era algo como por correo, como los howlers. Tal vez abrías el paquete y te salía un holograma dándote las instrucciones.
No tenía pista alguna de las cosas que le pasaban a Aquila por la cabeza. En lo que a Angus concernía, sí estaba muy emocionado por que hubiera regresado a la universidad y estuviera escribiendo, creyendo que lo que la haría feliz sería el éxito académico. A él en realidad no le importaba si su meta como persona no era ser una editora de revista, o una importante redactora. Si el licántropo lo había adoptado como un sueño propio, era porque se había hecho las ideas equivocadas sobre lo que a Aquila le hubiera gustado ser en la vida.
Todo eso demostraba que no se conocían tan bien, aunque creyeran que sí algunas veces. No era precisamente malo pero sí podía convertirse a la larga en un error que enturbiara la percepción que tenían el uno del otro, pero no había modo de que él lo supiera, por eso sus respuestas eran siempre orientadas a que le echara ganas y siguiera adelante. Él pensaba, con toda honestidad, que eso era lo que ella quería escuchar de él.
-Lo dices porque te está costando volver a acostumbrarte, pero ya verás, en tres días volverás al ritmo. Y en un año, editora de nuestra propia revista.-Le agarró el cabello y la besó con entusiasmo, creyendo en sus palabras firmemente para que ella también las creyera o algo parecido a eso, no sabía que estaba siendo estúpido, que lo mejor sería preguntarle qué era lo que quería en vez de asumir saberlo.
Le iba a preguntar si su curso era online pero era una tontería muy grande hasta para él y tendría que ponerse a explicar a qué se había referido así que se quedó con la idea de que su curso de buena esposa era algo como por correo, como los howlers. Tal vez abrías el paquete y te salía un holograma dándote las instrucciones.
No tenía pista alguna de las cosas que le pasaban a Aquila por la cabeza. En lo que a Angus concernía, sí estaba muy emocionado por que hubiera regresado a la universidad y estuviera escribiendo, creyendo que lo que la haría feliz sería el éxito académico. A él en realidad no le importaba si su meta como persona no era ser una editora de revista, o una importante redactora. Si el licántropo lo había adoptado como un sueño propio, era porque se había hecho las ideas equivocadas sobre lo que a Aquila le hubiera gustado ser en la vida.
Todo eso demostraba que no se conocían tan bien, aunque creyeran que sí algunas veces. No era precisamente malo pero sí podía convertirse a la larga en un error que enturbiara la percepción que tenían el uno del otro, pero no había modo de que él lo supiera, por eso sus respuestas eran siempre orientadas a que le echara ganas y siguiera adelante. Él pensaba, con toda honestidad, que eso era lo que ella quería escuchar de él.
-Lo dices porque te está costando volver a acostumbrarte, pero ya verás, en tres días volverás al ritmo. Y en un año, editora de nuestra propia revista.-Le agarró el cabello y la besó con entusiasmo, creyendo en sus palabras firmemente para que ella también las creyera o algo parecido a eso, no sabía que estaba siendo estúpido, que lo mejor sería preguntarle qué era lo que quería en vez de asumir saberlo.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Era muy pronto para decidir algo como que quería ser cajera del Marks and Spencer y olvidarse de apuntes y libros. Tal vez el pensamiento también tenía que ver con que le estaba costando tres veces más debido a que se había atrasado y todo parecía imposible de lograr. Se había dado cuenta, y hacía tiempo, que sus aspiraciones eran más modestas de lo que su familia podía aceptar pero eso no involucraba tener que dejar la universidad así sin más. Las clases le interesaban, aunque se frustraba y se distraía, se sentía una niña de Hogwarts con la grave diferencia de que ahí nadie la estaba obligando a nada y lo único condicionante era su propio futuro.
Respiró profundo y con la confianza que tenía cuando no había nadie alrededor, fue hasta la especie de baúl mágico donde guardaban las sidras y esas cosas, haciéndose de una con sabor a gengibre y quién sabe qué otra cosa, con un hada flaca en la etiqueta. Dejó las monedas de la paga sobre el mostrador y después regresó a donde Angus, recordando que antes odiaba esa bebida por que le sabía a jarabe para la tos, pero ahora le gustaba. Se sentó en una mesa mientras él seguía acomodando sus botellas.
-Creo que tengo una crisis existencial, lobo. A veces pienso que quiero escribir y a veces que no debería perder el tiempo.
Le dio un trago a su botella y se quedó mirando a cualquier parte. Sí, habían pasado mucho tiempo juntos, se decían cosas, convivían y empezaban a saber el uno del otro pero pocas veces se asinceraba sobre las cosas importantes, quizás por que no le gustaba que la vieran vulnerable, aún cuando se tratara de él. Era algo que se esforzaba por corregir, pero no era precisamente simple.
-Mira, ya sé que no soy muy lista ¿Ok? No es sólo por que mamá se haya encargado de decírmelo sutilmente, es por que lo sé. Pero aún así no sé si sentir que no puedo seguir con esto es sólo un condicionamiento o si de verdad esto no es lo mío... en fin, te quiero muchísimo. De eso sí estoy segura.
Sonrió ampliamente aunque se quedó pensando un montón de cosas sin estar segura de lo que él pensaría. Lo escuchaba hablar con orgullo de lo que podría lograr y, bueno, no se sentía exactamente presionada por que no lo hacía como una exigencia, pero no quería decepcionarlo, finalmente él tenía una carrera, su hermana era brillante, todas las mujeres de su vida parecían serlo.
Respiró profundo y con la confianza que tenía cuando no había nadie alrededor, fue hasta la especie de baúl mágico donde guardaban las sidras y esas cosas, haciéndose de una con sabor a gengibre y quién sabe qué otra cosa, con un hada flaca en la etiqueta. Dejó las monedas de la paga sobre el mostrador y después regresó a donde Angus, recordando que antes odiaba esa bebida por que le sabía a jarabe para la tos, pero ahora le gustaba. Se sentó en una mesa mientras él seguía acomodando sus botellas.
-Creo que tengo una crisis existencial, lobo. A veces pienso que quiero escribir y a veces que no debería perder el tiempo.
Le dio un trago a su botella y se quedó mirando a cualquier parte. Sí, habían pasado mucho tiempo juntos, se decían cosas, convivían y empezaban a saber el uno del otro pero pocas veces se asinceraba sobre las cosas importantes, quizás por que no le gustaba que la vieran vulnerable, aún cuando se tratara de él. Era algo que se esforzaba por corregir, pero no era precisamente simple.
-Mira, ya sé que no soy muy lista ¿Ok? No es sólo por que mamá se haya encargado de decírmelo sutilmente, es por que lo sé. Pero aún así no sé si sentir que no puedo seguir con esto es sólo un condicionamiento o si de verdad esto no es lo mío... en fin, te quiero muchísimo. De eso sí estoy segura.
Sonrió ampliamente aunque se quedó pensando un montón de cosas sin estar segura de lo que él pensaría. Lo escuchaba hablar con orgullo de lo que podría lograr y, bueno, no se sentía exactamente presionada por que no lo hacía como una exigencia, pero no quería decepcionarlo, finalmente él tenía una carrera, su hermana era brillante, todas las mujeres de su vida parecían serlo.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Angus no la miraba por estar acomodando las botellas pero podía imaginarse sus gestos a sus espaldas mientras la vuelapluma hacía su trabajo. Le incomodaba escuchar lo de la crisis existencial aunque era por razones egoístas, ya que sentía que si estaba así era su culpa y no era algo positivo. Si nunca se hubiera ido con él, ella seguiría con un plan trazado, que podía no ser lo más cómodo, pero sí óptimo. Ahora estaba llena de dudas y para él las dudas no eran sinónimo de algo bueno.
No supo de inmediato qué decir y hasta empezó a temer que su silencio fuera muy largo como para que ella creyera que no le estaba dando importancia, por eso se giró cuando terminó de acomodar las botellas de brandy y la miró, todavía hurgando en su cabeza algo que decir que sirviera de algo, pero ella habló primero.
El licántropo empezó a negar con la cabeza cuando Aquila decía que ya sabía que no era muy lista, que lo sabía no solo por lo que su mamá le había dicho en toda su vida, sino porque ella también lo creía. Dejó las botellas y se acercó a ella. Le tomó suavemente la botella de las manos y se la quitó para tomárselas.-Primero sí eres lista, ¿está bien? No vuelvas a decir que no. Y de lo otro…-Le besó las manos y luego la volvió a mirar a los ojos.-No es necesario que seas una periodista o lo que sea. Puedes hacer lo que quieras siempre y cuando te lleve a algo útil y te haga feliz.
Claro que importaba que fuera feliz, pero también Angus creía que no estaba para mantener a nadie, al menos por el momento, y claro que quería creer que Aquila tenía otras aspiraciones aunque no fueran precisamente periodísticas. No necesitaba una carrera, pero sí servir para algo, ese era el punto de todo.
-Tómate tu tiempo, piénsalo, mantente un poco más, medítalo. No tomes ninguna decisión precipitada. Decidas lo que decidas yo te voy a apoyar y ayudar. ¿Cómo en qué te gustaría trabajar? Vamos a pensar en el hipotético caso de que pudieras hacer cualquier cosa que quisieras en el mundo, dime.-No le robó un sorbo de la botella porque no tomaba ahí más que en contadas ocasiones, además estaba serio con el tema, pero a ella le haría bien relajarse más.
No supo de inmediato qué decir y hasta empezó a temer que su silencio fuera muy largo como para que ella creyera que no le estaba dando importancia, por eso se giró cuando terminó de acomodar las botellas de brandy y la miró, todavía hurgando en su cabeza algo que decir que sirviera de algo, pero ella habló primero.
El licántropo empezó a negar con la cabeza cuando Aquila decía que ya sabía que no era muy lista, que lo sabía no solo por lo que su mamá le había dicho en toda su vida, sino porque ella también lo creía. Dejó las botellas y se acercó a ella. Le tomó suavemente la botella de las manos y se la quitó para tomárselas.-Primero sí eres lista, ¿está bien? No vuelvas a decir que no. Y de lo otro…-Le besó las manos y luego la volvió a mirar a los ojos.-No es necesario que seas una periodista o lo que sea. Puedes hacer lo que quieras siempre y cuando te lleve a algo útil y te haga feliz.
Claro que importaba que fuera feliz, pero también Angus creía que no estaba para mantener a nadie, al menos por el momento, y claro que quería creer que Aquila tenía otras aspiraciones aunque no fueran precisamente periodísticas. No necesitaba una carrera, pero sí servir para algo, ese era el punto de todo.
-Tómate tu tiempo, piénsalo, mantente un poco más, medítalo. No tomes ninguna decisión precipitada. Decidas lo que decidas yo te voy a apoyar y ayudar. ¿Cómo en qué te gustaría trabajar? Vamos a pensar en el hipotético caso de que pudieras hacer cualquier cosa que quisieras en el mundo, dime.-No le robó un sorbo de la botella porque no tomaba ahí más que en contadas ocasiones, además estaba serio con el tema, pero a ella le haría bien relajarse más.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
No le creía mucho con eso de que la pensara lista, pero no iba a insistir, sobre todo por que, bueno, ya sabía que no era ninguna retrasada mental, más bien se refería a que sus logros académicos o incluso sus aspiraciones intelectuales nunca irían realmente lejos, o quizás también eso era estar mentalizada. Por eso tenía una crisis, por no poder diferenciar una cosa y otra y al final le agradeció en silencio que creyera en ella y le sonrió, besándolo rápido después de que dijera que lo único que esperaba era que hiciera algo útil en lo que estuviera conforme.
Tenía muy claro que estar con Angus no era como haberse casado con Jeremiah, y que no iba a pasar la vida esperándolo en casa mientras le hacían la manicura como su madre, aunque antes esa vida le hubiera sonado rematadamente cómoda y se sintiera capaz de hacerlo por que, bueno, no podía hacer otra cosa. Por eso también se preguntaba tantas cosas, por que el presente era distinto, le daban ganas de hacer cosas por ella, y por él, y por lo que tenían, pero como antes no se había hecho esos planteamientos se ponía un poco nerviosa. Volvió a darle un trago a su botella y la dejó en la mesa.
-Sí, no me voy a dar de baja ni nada, son sólo ideas que me llegan de pronto... y no sé ¡No sé! Mira, te va a sonar estúpido pero creo que tengo buen gusto y eso no es tan común, y bueno, como en esas revistas muggles que he comprado, hay gente que se dedica a hablar de buen gusto... y escriben de viajes, de ciudades, de ropa, de pinturas y cosas así. En el Profeta casi no se habla de eso, seguro por que a nadie le importa pero bueno, es una idea. O si no deberían pagarme para decirle a la gente qué ponerse, no entiendo por qué todo mundo se ve tan mal
De nuevo se sintió un poco frívola y se rió de sí misma, mirando un momento al piso. Seguramente era la clase de cosa que su hermana estaría esperando escuchar de ella para rodar los ojos y pensar que era una idiota, pero qué iba a decir, ella no estaba hecha para las ciencias ni para las investigaciones complicadas. Además, no iba a ser que Angus se llevara una gran sorpresa escuchándola decir eso; podría haber cosas que ignoraran el uno del otro pero él sabía bien quién era ella y ya había conocido su peor y su mejor lado. El peor durante al menos cinco años en Hogwarts, y de vez en cuando en casa, aunque se había controlado para no pasarse la vida criticando a la gente que le importaba, como a Loreen o a Cleverley, sólo por mencionar a unas de tantas.
-No sé, sería felíz haciendo eso. Pero ya sabes, cuando piensas dedicarte a estas cosas que no salvan la vida de nadie y que no son... bueno, cosas "importantes" llegas a sentirte un poco hueco. Pero muchos muggles se dedican a eso, y seguro no les preocupa ¿O sí? ¿Los que se dedican a hacer películas de terror? Me gustaría maquillar gente para que parezca muerta y todo eso también
Se empezó a reír de esa tontería imaginando cómo lograban lo de la sangre, lo de las mutilaciones y las cosas espantosas que ahora a ella también le gustaba ver en películas. Lo abrazó estirándose aún sentada en la silla y besó un poco su cuello, llenándose de ese olor suyo que no se parecía a ningún otro y se quedó recargada en su hombro sintiéndose demasiado tranquila a pesar de lo que pensaba.
-No he parado de hablar de mi, ya basta. ¿Cómo te ha ido aquí? ¿No has tenido problemas con nadie?
Tenía muy claro que estar con Angus no era como haberse casado con Jeremiah, y que no iba a pasar la vida esperándolo en casa mientras le hacían la manicura como su madre, aunque antes esa vida le hubiera sonado rematadamente cómoda y se sintiera capaz de hacerlo por que, bueno, no podía hacer otra cosa. Por eso también se preguntaba tantas cosas, por que el presente era distinto, le daban ganas de hacer cosas por ella, y por él, y por lo que tenían, pero como antes no se había hecho esos planteamientos se ponía un poco nerviosa. Volvió a darle un trago a su botella y la dejó en la mesa.
-Sí, no me voy a dar de baja ni nada, son sólo ideas que me llegan de pronto... y no sé ¡No sé! Mira, te va a sonar estúpido pero creo que tengo buen gusto y eso no es tan común, y bueno, como en esas revistas muggles que he comprado, hay gente que se dedica a hablar de buen gusto... y escriben de viajes, de ciudades, de ropa, de pinturas y cosas así. En el Profeta casi no se habla de eso, seguro por que a nadie le importa pero bueno, es una idea. O si no deberían pagarme para decirle a la gente qué ponerse, no entiendo por qué todo mundo se ve tan mal
De nuevo se sintió un poco frívola y se rió de sí misma, mirando un momento al piso. Seguramente era la clase de cosa que su hermana estaría esperando escuchar de ella para rodar los ojos y pensar que era una idiota, pero qué iba a decir, ella no estaba hecha para las ciencias ni para las investigaciones complicadas. Además, no iba a ser que Angus se llevara una gran sorpresa escuchándola decir eso; podría haber cosas que ignoraran el uno del otro pero él sabía bien quién era ella y ya había conocido su peor y su mejor lado. El peor durante al menos cinco años en Hogwarts, y de vez en cuando en casa, aunque se había controlado para no pasarse la vida criticando a la gente que le importaba, como a Loreen o a Cleverley, sólo por mencionar a unas de tantas.
-No sé, sería felíz haciendo eso. Pero ya sabes, cuando piensas dedicarte a estas cosas que no salvan la vida de nadie y que no son... bueno, cosas "importantes" llegas a sentirte un poco hueco. Pero muchos muggles se dedican a eso, y seguro no les preocupa ¿O sí? ¿Los que se dedican a hacer películas de terror? Me gustaría maquillar gente para que parezca muerta y todo eso también
Se empezó a reír de esa tontería imaginando cómo lograban lo de la sangre, lo de las mutilaciones y las cosas espantosas que ahora a ella también le gustaba ver en películas. Lo abrazó estirándose aún sentada en la silla y besó un poco su cuello, llenándose de ese olor suyo que no se parecía a ningún otro y se quedó recargada en su hombro sintiéndose demasiado tranquila a pesar de lo que pensaba.
-No he parado de hablar de mi, ya basta. ¿Cómo te ha ido aquí? ¿No has tenido problemas con nadie?
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Angus no entendía nada del buen gusto, ni si se podía hacer una profesión de eso, por más que Elisa hubiera dejado Vogues en su casa y que Aquila las siguiera comprando cuando las veía, seguía sin configurar correctamente en su cabeza como funcionaban esos negocios, esas cosas, cuáles eran los puestos y las utilidades. No lo entendía, no le entraba en la cabeza y debía ser genético. Pero de todos modos puso cara de estarle poniendo toda la atención a Aquila, no la pensaba frívola solo se sabía a él mismo incapaz de entender. Tal vez si lo intentaba…seguro Peaches sí la entendería, seguro podrían hablar de eso, pero la tonta de su hermana se negaba a darle una oportunidad.
Nunca había pensado su carrera o la de Peaches como las de alguien que hacían diferencias en la vida de nadie, pero resultaba que sí era así. Eso no significaba que menospreciara lo que otras personas hacían. No tenía muy claro que querían hacer Malik y Joe de sus vidas con sus humanidades y sus ciencias del universo, pero no los cuestionaba por no haber elegido ser sanadores o herbólogos. El mundo necesitaba diversidad.
-Si logras encontrar la forma de que te paguen por decirle a la gente qué ponerse nos vamos a hacer millonarios y tus perretes vivirán como reyes. Y podrás comprarte tu vestido ese de…no me acuerdo qué marca, que viste en la revista y que costaba millones y millones de libras.-Lo que menos quería el licántropo era que ella se sintiera menospreciada de alguna forma. Aun estaba descubriendo si era por tenerla contenta o un sentimiento completamente sincero de no creer que fuera frívola, lo estaba descubriendo y era válido, hasta que alguien le dijera con argumentos de peso lo contrario.
Claro que nunca había tenido una novia así, pero la quería demasiado, conocerla le gustaba, no necesariamente le tenía que gustar lo que a ella le gustara, sino que ella le gustara en un conjunto. Explicárselo a él mismo era mucho más difícil, pero al fin eran cosas que se sentían, que no era bueno racionalizar. Quería estar con ella y sabía que ella no quería ser una zángana, eso era el punto.
-¡Sería genial que aprendieras eso!. En verdad, me llevarías a los sets y joder, verías toda la magia realizarse.-Eso fue sincero, no lo tenía que pensar, ni preocuparse por si era frívolo. Un trabajo era un trabajo y al final, todos los trabajos hacían un bien a la sociedad, por algo lo eran. Él no podía ser autoridad en explicar el valor del arte, porque no lo entendía en esos términos, pero pensaba que era justificable.
-Me va bien, los que me odian no entran aquí. Y si lo hacen e intentan amedrentarme basta con que salga de detrás de la barra y los enfrente, son miedosos en su mayoría. Hablan mucho, pero ninguno de esos ha venido aquí con huevos a decirme algo a la cara. Saben dónde estoy, ¿no?
Nunca había pensado su carrera o la de Peaches como las de alguien que hacían diferencias en la vida de nadie, pero resultaba que sí era así. Eso no significaba que menospreciara lo que otras personas hacían. No tenía muy claro que querían hacer Malik y Joe de sus vidas con sus humanidades y sus ciencias del universo, pero no los cuestionaba por no haber elegido ser sanadores o herbólogos. El mundo necesitaba diversidad.
-Si logras encontrar la forma de que te paguen por decirle a la gente qué ponerse nos vamos a hacer millonarios y tus perretes vivirán como reyes. Y podrás comprarte tu vestido ese de…no me acuerdo qué marca, que viste en la revista y que costaba millones y millones de libras.-Lo que menos quería el licántropo era que ella se sintiera menospreciada de alguna forma. Aun estaba descubriendo si era por tenerla contenta o un sentimiento completamente sincero de no creer que fuera frívola, lo estaba descubriendo y era válido, hasta que alguien le dijera con argumentos de peso lo contrario.
Claro que nunca había tenido una novia así, pero la quería demasiado, conocerla le gustaba, no necesariamente le tenía que gustar lo que a ella le gustara, sino que ella le gustara en un conjunto. Explicárselo a él mismo era mucho más difícil, pero al fin eran cosas que se sentían, que no era bueno racionalizar. Quería estar con ella y sabía que ella no quería ser una zángana, eso era el punto.
-¡Sería genial que aprendieras eso!. En verdad, me llevarías a los sets y joder, verías toda la magia realizarse.-Eso fue sincero, no lo tenía que pensar, ni preocuparse por si era frívolo. Un trabajo era un trabajo y al final, todos los trabajos hacían un bien a la sociedad, por algo lo eran. Él no podía ser autoridad en explicar el valor del arte, porque no lo entendía en esos términos, pero pensaba que era justificable.
-Me va bien, los que me odian no entran aquí. Y si lo hacen e intentan amedrentarme basta con que salga de detrás de la barra y los enfrente, son miedosos en su mayoría. Hablan mucho, pero ninguno de esos ha venido aquí con huevos a decirme algo a la cara. Saben dónde estoy, ¿no?
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Se rió de buena gana escuchando que le entusiasmaba eso de los maquillajes de películas de terror. Era una de esas cosas a las que jamás hubiera creído hacerse fan pero lo era, cuando terminara ese estúpido castigo pretendía pasar todo el sábado con una camiseta suya puesta mirando esas asquerosidades que le ponían la piel de gallina, aunque se daba cuenta que estaba haciendo algo de resistencia y nada le daba tanto miedo como la primera vez que habían visto el Exorcista, o el último exorcismo, o el exorcismo de Emily Rose. Qué curioso que todo lo que le daba miedo real tenía que ver con posesiones demoniacas.
-Uy, esa canción me gusta
No sabía de dónde había sacado Pearlie su música pero ese "Divine Idylle" de Vanessa Paradis le gustaba mucho aunque no entendiera mucho de francés, ya le preguntaría a Pearlie qué diablos significaba todo eso, pero sonaba linda y hasta se paró para bailotear un poco antes de detenerse a escucharlo. Suspiró un poco agobiada por lo que decía Angus aunque le daba cierto orgullo que tuviera esa entereza para seguir con el asunto y hacer frente a quien quisiera fastidiarlo. Seguía odiándose por haberlo permitido, aunque finalmente de no haber ocurrido, ella estaría formalizando su compromiso con Jeremiah y las cosas serían completamente distintas. Todavía escuchando que la chica del aparatillo ese seguía cantando "Divine idylle, mon homme idéal" se abrazó de él como si quisiera regresar el tiempo a cuando no tenían problemas y haberse decidido a estar con él, aunque eso hubiera significado problemas y punto, por donde hubiera querido hacerlo.
-No te metas en problemas ¿Sí? No quiero que te pase nada... me odio por no haber hecho nada desde antes. Perdóname.
Angus no le estaba pidiendo que se lo dijera, era pura voluntad y ganas de hacerlo, no podía evitar sentirse culpable al respecto así como él jamás dejaría el peso de lo que había ocurrido con los Cleverley esa noche de luna llena. Vivir con eso no significaba que no dejara de pesarles de cierta manera, y no pudo hacer más que quedarse abrazada de él pensando un montón de cosas, sobre lo que quería o no hacer de su vida, sobre lo mucho que lo quería y el miedo que seguía teniendo a haber tomado una decisión equivocada o peor, que él pensara que se había equivocado. Levantó la vista hacia él y sonrió un poco dibujando con su dedo índice sus labios y después cruzando las manos sobre su nuca.
-Dime que no te arrepientes de todo esto... oye, esto te va a sonar horrible, pero tengo el anillo. Deberíamos venderlo, cuesta un montón. Anda, y hacemos una fiesta. O mejor organizas una fiesta y cobras la entrada, cinco galeones por cabeza y una cerveza incluída. Con tu popularidad y la de tus amigotes seguro que lo pagan.
-Uy, esa canción me gusta
No sabía de dónde había sacado Pearlie su música pero ese "Divine Idylle" de Vanessa Paradis le gustaba mucho aunque no entendiera mucho de francés, ya le preguntaría a Pearlie qué diablos significaba todo eso, pero sonaba linda y hasta se paró para bailotear un poco antes de detenerse a escucharlo. Suspiró un poco agobiada por lo que decía Angus aunque le daba cierto orgullo que tuviera esa entereza para seguir con el asunto y hacer frente a quien quisiera fastidiarlo. Seguía odiándose por haberlo permitido, aunque finalmente de no haber ocurrido, ella estaría formalizando su compromiso con Jeremiah y las cosas serían completamente distintas. Todavía escuchando que la chica del aparatillo ese seguía cantando "Divine idylle, mon homme idéal" se abrazó de él como si quisiera regresar el tiempo a cuando no tenían problemas y haberse decidido a estar con él, aunque eso hubiera significado problemas y punto, por donde hubiera querido hacerlo.
-No te metas en problemas ¿Sí? No quiero que te pase nada... me odio por no haber hecho nada desde antes. Perdóname.
Angus no le estaba pidiendo que se lo dijera, era pura voluntad y ganas de hacerlo, no podía evitar sentirse culpable al respecto así como él jamás dejaría el peso de lo que había ocurrido con los Cleverley esa noche de luna llena. Vivir con eso no significaba que no dejara de pesarles de cierta manera, y no pudo hacer más que quedarse abrazada de él pensando un montón de cosas, sobre lo que quería o no hacer de su vida, sobre lo mucho que lo quería y el miedo que seguía teniendo a haber tomado una decisión equivocada o peor, que él pensara que se había equivocado. Levantó la vista hacia él y sonrió un poco dibujando con su dedo índice sus labios y después cruzando las manos sobre su nuca.
-Dime que no te arrepientes de todo esto... oye, esto te va a sonar horrible, pero tengo el anillo. Deberíamos venderlo, cuesta un montón. Anda, y hacemos una fiesta. O mejor organizas una fiesta y cobras la entrada, cinco galeones por cabeza y una cerveza incluída. Con tu popularidad y la de tus amigotes seguro que lo pagan.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Podían ser solo suposiciones del licántropo, pero el ambiente se enrarecía inmediatamente cuando mencionaban ese tema, cuando sacaban sus culpas y si era el caso, cuando se pedían perdón. Abrazó a Aquila cuando lo hacía. No le gustaba hablar de eso, principalmente porque cuando lo pensaba de más terminaba con la fea sensación de que no se merecían estar juntos, tener perros y sentirse felices cuando habían causado tanto dolor. Porque lo habían hecho y la sensación era una mierda, pero era real. La abrazó también pensando en muchas cosas pero tratando de evitar pensar solo en eso, porque en su cabeza siempre terminaba mal.
-No me arrepiento. A veces me siento egoísta, pero eso es solo porque soy muy feliz contigo y no tengo ninguna duda de lo que tenemos, ¿tú te arrepientes?-Pero Aquila no le tuvo que responder literal, porque con lo que decía del anillo, Angus se podía hacer una idea bastante clara. Hasta se rió, porque él ya lo había pensado pero no se lo dijo por miedo a ofenderla.-Claro que lo podemos vender. Pero ese dinero lo usaríamos para otras cosas, ¿sí? Para los perros, para comida, guardarlo para cosas que importen. Ahora, lo de la fiesta…
Eso de la fiesta le sonaba a una idea muy buena, podían repartir flyers e invitar a todos cobrando la entrada y también las cervezas que no incluyeran la de cortesía con la entrada. Buscar un descampado, poner unas lonas, pedirle a ese tal Josh Zapata que tocara algo. Se sentó en una silla y jaló a Aquila para sentarla en sus piernas.-Me sorprendes, querida empresaria. ¿Conoces a ese Zap? Va contigo en periodismo. Siempre le digo que abramos un antrillo, podíamos empezar por fiestas clandestinas.
Una vez que la tuvo sentada sobre él, le hizo el cabello a un lado mientras le acariciaba el vientre y le besaba el cuello. Tenerla encima, aunque fuera en esa posición común, hacía que se le pusiera dura, pero iba a hacer todo lo posible por disimularlo. -¿Cuándo quieres que lo hagamos? ¿El fin que viene?.
Era muy pronto, más si querían que la gente se animara y pagara, la promoción debía durar más tiempo del que tenían en ese momento, pero de verdad cada vez le parecía más buena la idea y seguro que sí, que mucha gente pagaría sus cinco galeones. Y si Zap aceptaba hasta podría invitar a otros DJs que conociera y fueran buenos. Ya estaba pensando en grande.
-No me arrepiento. A veces me siento egoísta, pero eso es solo porque soy muy feliz contigo y no tengo ninguna duda de lo que tenemos, ¿tú te arrepientes?-Pero Aquila no le tuvo que responder literal, porque con lo que decía del anillo, Angus se podía hacer una idea bastante clara. Hasta se rió, porque él ya lo había pensado pero no se lo dijo por miedo a ofenderla.-Claro que lo podemos vender. Pero ese dinero lo usaríamos para otras cosas, ¿sí? Para los perros, para comida, guardarlo para cosas que importen. Ahora, lo de la fiesta…
Eso de la fiesta le sonaba a una idea muy buena, podían repartir flyers e invitar a todos cobrando la entrada y también las cervezas que no incluyeran la de cortesía con la entrada. Buscar un descampado, poner unas lonas, pedirle a ese tal Josh Zapata que tocara algo. Se sentó en una silla y jaló a Aquila para sentarla en sus piernas.-Me sorprendes, querida empresaria. ¿Conoces a ese Zap? Va contigo en periodismo. Siempre le digo que abramos un antrillo, podíamos empezar por fiestas clandestinas.
Una vez que la tuvo sentada sobre él, le hizo el cabello a un lado mientras le acariciaba el vientre y le besaba el cuello. Tenerla encima, aunque fuera en esa posición común, hacía que se le pusiera dura, pero iba a hacer todo lo posible por disimularlo. -¿Cuándo quieres que lo hagamos? ¿El fin que viene?.
Era muy pronto, más si querían que la gente se animara y pagara, la promoción debía durar más tiempo del que tenían en ese momento, pero de verdad cada vez le parecía más buena la idea y seguro que sí, que mucha gente pagaría sus cinco galeones. Y si Zap aceptaba hasta podría invitar a otros DJs que conociera y fueran buenos. Ya estaba pensando en grande.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
No, no se arrepentía. Sintió que bastaba con mirarlo para dejárselo claro, podía estar llena de dudas a cada momento pero en ningún momento había sentido que hubiera sido mejor haber tomado decisiones distintas. Lo amaba, no se cansaba de decírselo, pero tampoco le daba demasiado tiempo a esos pensamientos por que tampoco terminaban bien en su cabeza y lo único importante terminaba siendo el tiempo que compartía con él, el presente, por triviales que pudieran ser las cosas que hacían.
Prefirió pensar en lo que harían con el dinero de ese estúpido anillo. Nadie se lo había reclamado y sabía que los Sowerberry jamás harían una cosa así sólo por alardear que podían comprar tantos diamantes como quisieran sin pedir uno sólo a cambio; esa gente era de reputación y orgullo antes que de avaricia. Por supuesto que ese dinero sería para muchas cosas, pero no estaba mal pensar en hacer una inversión aunque fuera pequeña, y sonrió por que a Angus parecía gustarle la idea. Eso también se le daba bien, pensar en cómo sacar dinero sin poner demasiado en juego.
-Creo que sí, estaba en Gryffindor ¿No? ¿Qué tiene qué ver él con el negocio, qué hace?
Además de estudiar periodismo, claro, por que no le conocía ninguna cualidad. De todos modos empezó a pensar en algún lugar donde podrían organizar la fiesta, seguramente no sería tan difícil conseguir un descampado, mucha gente que conocía tenía casas de campo con un buen terreno y cosas así. Hasta podrían pensar en una playa o un lugar público dónde poderse esconder ede la autoridad muggle o cosas por el estilo. Encima de él, acarició un poco su cabello y se abrazó a él, cerrando un poco los ojos al sentir que besaba su cuello y mordiéndose un poco los labios para controlar su excitación, cuando besaba su cuello era casi instantánea.
-Si quieres una buena fiesta, esperemos al próximo. 5 galeones es muy razonable, música fuerte, nosotros mismos trabajando para no gastar en pagarle a nadie más y ya lo tienes. Y nada de que Crawford entra gratis por que es mi amigo ni nada por el estilo, tienes que ser firme con el negocio.
Ella lo sería, no se le ocurriría darle gratis anda a Pearlie ni a Milena si intentaba hacer de la vente de ese anillo una inversión, aunque fuera una pequeña. Volvió a darle un poco de risa que se le hubiera ocurrido eso, y seguía sin saber para qué necesitaba Angus la ayuda de Josh Zapata. Lo besó con calma, primero fugazmente y después repitiendo su beso con más intensidad por que no podía evitarlo, recargándose al final un poco en su hombro y estirando la mano para tomar su botella y beber casi lo último que le quedaba.
Prefirió pensar en lo que harían con el dinero de ese estúpido anillo. Nadie se lo había reclamado y sabía que los Sowerberry jamás harían una cosa así sólo por alardear que podían comprar tantos diamantes como quisieran sin pedir uno sólo a cambio; esa gente era de reputación y orgullo antes que de avaricia. Por supuesto que ese dinero sería para muchas cosas, pero no estaba mal pensar en hacer una inversión aunque fuera pequeña, y sonrió por que a Angus parecía gustarle la idea. Eso también se le daba bien, pensar en cómo sacar dinero sin poner demasiado en juego.
-Creo que sí, estaba en Gryffindor ¿No? ¿Qué tiene qué ver él con el negocio, qué hace?
Además de estudiar periodismo, claro, por que no le conocía ninguna cualidad. De todos modos empezó a pensar en algún lugar donde podrían organizar la fiesta, seguramente no sería tan difícil conseguir un descampado, mucha gente que conocía tenía casas de campo con un buen terreno y cosas así. Hasta podrían pensar en una playa o un lugar público dónde poderse esconder ede la autoridad muggle o cosas por el estilo. Encima de él, acarició un poco su cabello y se abrazó a él, cerrando un poco los ojos al sentir que besaba su cuello y mordiéndose un poco los labios para controlar su excitación, cuando besaba su cuello era casi instantánea.
-Si quieres una buena fiesta, esperemos al próximo. 5 galeones es muy razonable, música fuerte, nosotros mismos trabajando para no gastar en pagarle a nadie más y ya lo tienes. Y nada de que Crawford entra gratis por que es mi amigo ni nada por el estilo, tienes que ser firme con el negocio.
Ella lo sería, no se le ocurriría darle gratis anda a Pearlie ni a Milena si intentaba hacer de la vente de ese anillo una inversión, aunque fuera una pequeña. Volvió a darle un poco de risa que se le hubiera ocurrido eso, y seguía sin saber para qué necesitaba Angus la ayuda de Josh Zapata. Lo besó con calma, primero fugazmente y después repitiendo su beso con más intensidad por que no podía evitarlo, recargándose al final un poco en su hombro y estirando la mano para tomar su botella y beber casi lo último que le quedaba.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Para Angus, tenerla tan cerca le hacía inevitable acercar la cara a su cuello y olisquearla un poco como si fuera un perro. Atrapó parte de su piel entre sus dientes y tiró un poco con suavidad mientras la escuchaba hacer esas preguntas sobre Zap.
-Ah, es DJ, ¿sabes lo que es eso? Mezcla música. No en un iPod, ambiente fiestas con cierto tipo de canciones que la gente a fuerza quiere bailar. Tienen un don muy poderoso los DJs. Si él toca y logra juntar a otros dos buenos, con mayor razón la gente pagará. Lo he intentado convencer de que juntemos nuestros ahorros y pongamos un antro de perdición que nos haga millonarios.-Le gustaba cuando Aquila hablaba de negocios porque parecía que se le daban bien. Sabía también que cuando besaba su cuello provocaba una excitación inmediata por lo que lo de las mordidas y los besos era completamente a propósito.
-Jajaja qué bien me conoces, claro que pensaba dejar a Joe y a Karim entrar gratis pensando que tú dejarías a Pearl y a Milena entrar gratis pero ya que dices que no…-Pues entonces no se haría. Y serían 20 galeones más para ellos. Seguramente le reclamarían porque a cada uno eso les costaría 10 galeones, en el dado caso de que duraran cada uno con su respectiva novia para dentro de dos fines de semana. Pero le haría todo el caso a su mujer, nada de excepciones.
Cuando Aquila se bebió lo último que quedaba de su botella, él aprovechó para pasar la mano por su muslo, por encima de su pantalón. Y fue subiendo hasta acariciar levemente su sexo por encima también, solo provocándola, porque le daba la gana tocarla aprovechando la soledad del lugar, aunque ya se había repetido que no follarían en la barra a esa hora tan peligrosa. Cuidar el trabajo primero que nada. Repasó más su cuello con la boca y luego la soltó.
-¿Mundo mágico o mundo muggle? Si es mundo muggle tendríamos que cobrar dos precios diferentes, mejor hay que buscar un descampado cerca de Hogsmeade. Pero algo masivo, ¿no? No solo gente de la universidad. Ah, y la seguridad, tenemos que pensar en eso. Hechizos y hechizos de seguridad, que tú y yo sabemos cómo están las cosas.
-Ah, es DJ, ¿sabes lo que es eso? Mezcla música. No en un iPod, ambiente fiestas con cierto tipo de canciones que la gente a fuerza quiere bailar. Tienen un don muy poderoso los DJs. Si él toca y logra juntar a otros dos buenos, con mayor razón la gente pagará. Lo he intentado convencer de que juntemos nuestros ahorros y pongamos un antro de perdición que nos haga millonarios.-Le gustaba cuando Aquila hablaba de negocios porque parecía que se le daban bien. Sabía también que cuando besaba su cuello provocaba una excitación inmediata por lo que lo de las mordidas y los besos era completamente a propósito.
-Jajaja qué bien me conoces, claro que pensaba dejar a Joe y a Karim entrar gratis pensando que tú dejarías a Pearl y a Milena entrar gratis pero ya que dices que no…-Pues entonces no se haría. Y serían 20 galeones más para ellos. Seguramente le reclamarían porque a cada uno eso les costaría 10 galeones, en el dado caso de que duraran cada uno con su respectiva novia para dentro de dos fines de semana. Pero le haría todo el caso a su mujer, nada de excepciones.
Cuando Aquila se bebió lo último que quedaba de su botella, él aprovechó para pasar la mano por su muslo, por encima de su pantalón. Y fue subiendo hasta acariciar levemente su sexo por encima también, solo provocándola, porque le daba la gana tocarla aprovechando la soledad del lugar, aunque ya se había repetido que no follarían en la barra a esa hora tan peligrosa. Cuidar el trabajo primero que nada. Repasó más su cuello con la boca y luego la soltó.
-¿Mundo mágico o mundo muggle? Si es mundo muggle tendríamos que cobrar dos precios diferentes, mejor hay que buscar un descampado cerca de Hogsmeade. Pero algo masivo, ¿no? No solo gente de la universidad. Ah, y la seguridad, tenemos que pensar en eso. Hechizos y hechizos de seguridad, que tú y yo sabemos cómo están las cosas.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Puso mucha atención cuando se disponía a contarle qué era exactamente lo que hacía el susodicho y qué tenía qué ver con su fiesta, aunque seguía algo distraída por los besos que daba en su cuello. Acarició su cabello haciendo como que se lo acomodaba mientras intentaba imaginar cómo se mezclaba la música sin que sonara espantosa, por que para ella mezclar música significaba prender un aparato y prender otro al mismo tiempo. Estaba segura que no se trataba de eso, pero le hizo gracia tener un pensamiento tan tonto al respecto. Además, aparemente se necesitaba talento para hacer aquello y eso sólo la hizo fruncir el ceño por que además se podía hacer dinero mezclando música.
-¿Mezclar música? Mira, yo prendo el aparatito de Pearlie, tú prendes el tuyo y listo, tenemos música mezclada. Daah
Claro que era broma, se rió ella misma de su tontería pero aún así tuvo ganas de saber exactamente cómo sonaba esa música mezclada de la que Angus hablaba y que aparentemente era casi como un hechizo para bailar. Pearlie le había dicho algo de bailar y ser felíz sin parar con algo que le había dado Malik, pero no creyó que eso fuera una práctica común, aunque quizás sí lo era. Estaba muy perdida en algunas cuestiones muggles, ahora se daba cuenta que también en lo que respectaba a las fiestas a lo grande. Ella sabía cómo hacer negocios, Angus se encargaba de la cultura.
Sonrió un poco y le dio un manazo cuando la tocaba, fingiéndose escandalizada aunque lo único que quería era follárselo cuanto antes. Besó el lóbulo de su oreja y después le dio un beso rápido en los labios antes de que siguieran con la planeación. No se iba a engañar con eso de la seguridad, sabía que ellos no estaban precisamente en la situación más tranquila, pero le incomodaba pensar en eso. Hizo la cara que hacía cuando reflexionaba profundamente sobre algo.
-¿Cerca de Hogsmeade? no lo sé... preferiría que fuera en algún lugar neutral, alejado de muggles y magos. ¿Y Brighton, no te gusta? aunque no sé, eso que dices de la música seguro necesita electricidad, pero debe de haber soluciones para eso ¿Ves? Tenemos muchas cosas qué pensar, pero pensaría con más claridad si me llevaras al baño y me follaras. Ya sé que tienes moralmente prohibido hacerlo en la barra
-¿Mezclar música? Mira, yo prendo el aparatito de Pearlie, tú prendes el tuyo y listo, tenemos música mezclada. Daah
Claro que era broma, se rió ella misma de su tontería pero aún así tuvo ganas de saber exactamente cómo sonaba esa música mezclada de la que Angus hablaba y que aparentemente era casi como un hechizo para bailar. Pearlie le había dicho algo de bailar y ser felíz sin parar con algo que le había dado Malik, pero no creyó que eso fuera una práctica común, aunque quizás sí lo era. Estaba muy perdida en algunas cuestiones muggles, ahora se daba cuenta que también en lo que respectaba a las fiestas a lo grande. Ella sabía cómo hacer negocios, Angus se encargaba de la cultura.
Sonrió un poco y le dio un manazo cuando la tocaba, fingiéndose escandalizada aunque lo único que quería era follárselo cuanto antes. Besó el lóbulo de su oreja y después le dio un beso rápido en los labios antes de que siguieran con la planeación. No se iba a engañar con eso de la seguridad, sabía que ellos no estaban precisamente en la situación más tranquila, pero le incomodaba pensar en eso. Hizo la cara que hacía cuando reflexionaba profundamente sobre algo.
-¿Cerca de Hogsmeade? no lo sé... preferiría que fuera en algún lugar neutral, alejado de muggles y magos. ¿Y Brighton, no te gusta? aunque no sé, eso que dices de la música seguro necesita electricidad, pero debe de haber soluciones para eso ¿Ves? Tenemos muchas cosas qué pensar, pero pensaría con más claridad si me llevaras al baño y me follaras. Ya sé que tienes moralmente prohibido hacerlo en la barra
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Angus sabía que Aquila tenía razón y que tenían que pensar en muchas cosas. Prefería llegar con Zap con un plan ya establecido. Lo de resolver la electricidad era primordial. Si era en un lugar alejado de muggles y magos tendrían que resolver eso. Ese problema en particular podía arreglarlo con el DJ, que tal vez a lo largo de su carrera ya había dado solución a algunos de esos problemas, como esos magos que habían dedicado su vida a descubrir como hacerle para que algunos aparatos como el iPod de Pearl funcionaran dentro de Brigantia con miles de hechizos para que no se volvieran locos con el nodo.
No sabía si era la emoción por hacer una gran fiesta pero le parecía que podía formar buen equipo con Aquila y que si las cosas no resultaban siempre encontrarían una manera de salir adelante como lo habían estado haciendo últimamente. Pero dejó de pensar en esos escenarios idílicos cuando Aquila le pedía que se la follara. Primero se rió por la referencia a la moral de follar en la barra. Hacerlo en el baño no sonaba tan peligroso, si alguien entraba tendría tiempo de transformar a Aquila en una copa de cristal y fingir.
Nadie podría decir que su relación se basaba solamente en estar follando a la primera oportunidad, pero tampoco podían culparlo de que teniéndola tan cerca quisiera tocarla todo el tiempo. Era el brillo de su piel, lo tupido de sus pestañas y el olor de su cabello cosas que funcionaban como mezcla para encenderlo por completo en nada de tiempo. La hizo levantarse a base de empujones y le dio una palmada en el trasero.
Se estiró él y se hizo el interesante guardando unas botellas de vino que casi nunca salían de su lugar porque eran pocos los que iban ahí pidiendo esa bebida si no era en viernes, y si no tenían mucho dinero porque no había vino del barato. Las apuntó con la varita y suavemente se metieron en su sitio. Luego miró a Aquila y se rió porque ni él mismo aguantaba ya. Se acercó a ella y la medio cargó para darle besos en la mejilla y llevársela como costal hacia el baño, aunque no fuera la zona donde uno se debía follar a una princesa.
El espacio no era muy grande, y no cerró la puerta así que directamente la pegó contra una de las paredes y sin perder mucho tiempo, empezó a desabrocharle los pantalones. Y él pensando que iba a tener mucha fuerza de voluntad, como no.
No sabía si era la emoción por hacer una gran fiesta pero le parecía que podía formar buen equipo con Aquila y que si las cosas no resultaban siempre encontrarían una manera de salir adelante como lo habían estado haciendo últimamente. Pero dejó de pensar en esos escenarios idílicos cuando Aquila le pedía que se la follara. Primero se rió por la referencia a la moral de follar en la barra. Hacerlo en el baño no sonaba tan peligroso, si alguien entraba tendría tiempo de transformar a Aquila en una copa de cristal y fingir.
Nadie podría decir que su relación se basaba solamente en estar follando a la primera oportunidad, pero tampoco podían culparlo de que teniéndola tan cerca quisiera tocarla todo el tiempo. Era el brillo de su piel, lo tupido de sus pestañas y el olor de su cabello cosas que funcionaban como mezcla para encenderlo por completo en nada de tiempo. La hizo levantarse a base de empujones y le dio una palmada en el trasero.
Se estiró él y se hizo el interesante guardando unas botellas de vino que casi nunca salían de su lugar porque eran pocos los que iban ahí pidiendo esa bebida si no era en viernes, y si no tenían mucho dinero porque no había vino del barato. Las apuntó con la varita y suavemente se metieron en su sitio. Luego miró a Aquila y se rió porque ni él mismo aguantaba ya. Se acercó a ella y la medio cargó para darle besos en la mejilla y llevársela como costal hacia el baño, aunque no fuera la zona donde uno se debía follar a una princesa.
El espacio no era muy grande, y no cerró la puerta así que directamente la pegó contra una de las paredes y sin perder mucho tiempo, empezó a desabrocharle los pantalones. Y él pensando que iba a tener mucha fuerza de voluntad, como no.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Se había quedado muy callado después de su propuesta y le hizo reír que se levantara estirándose como si le hubiera pedido que fuera a reparar las repisas con sus dotes de carpintero o algo así. Ella tampoco pensaba que su relación estuviera basada en estar follando sin parar pero era cierto que aún desde su primer encuentro, cuando ni él ni ella estaban interesados en absolutamente nada y había un abismo de diferencias entre ellos, todo había tenido un tinte bastante físico. Era importante poder hablar con él de cualquier cosa, pasar horas así, mirando películas, escuchando sus canciones y haciendo nada, pero era cierto que se volvería seriamente loca si le dijeran que nunca más podría tocarlo.
Le puso caras de falso pudor cuando la nalgueaba y se puso a mirar distraídamente alrededor como si estuviera diciéndole que si él no tenía prisa ella tampoco y podían quedarse ahí contando botellas si le seducía más la idea, pero después lo acompañó en su risa cuando medio la alzaba y empezaba a besarla, haciéndole un poco de cosquillas con su barba. Lo besó con intensidad al sentir la fuerza de su cuerpo contra ella y la dureza de la pared en su espalda. Ella hizo lo mismo con sus pantalones, mirando de reojo hacia la salida aunque sabía que era más que improbable que alguien irrumpiera en el bar cerrado, a menos que se trata de los decanos que tenían ojos en todos lados como Milena le había contado.
-Me hubiera puesto una falda hoy...
Le dijo casi sin voz, agitada por la excitación de estarlo haciendo ahí aunque era menos riesgoso que cuando habían elegido el vestíbulo del departamento, en la planta baja como le había dicho que tenía ganas de hacer, y él le cumplía el capricho. Tomó sus manos e hizo que las metiera bajo su blusa mientras ella lo seguía besando con ansias aunque se rió un poco por que se estaba clavando un gancho donde se colgaban las toallas.
-Espera, espera, mi espalda...
Se reacomodó y volvió a besarlo todavía con una sonrisa en los labios, medio bajándole los pantalones junto con la ropa interior con algo de prisa, tocándolo, moviendo su mano arriba y abajo, mirándolo a los ojos con intensidad, aunque después guió su mano para que él también la introdujera en ella, sintiendo la humedad que ya había sido capaz de provocarle en esos pocos minutos.
-Fóllame ya, no aguanto
Le puso caras de falso pudor cuando la nalgueaba y se puso a mirar distraídamente alrededor como si estuviera diciéndole que si él no tenía prisa ella tampoco y podían quedarse ahí contando botellas si le seducía más la idea, pero después lo acompañó en su risa cuando medio la alzaba y empezaba a besarla, haciéndole un poco de cosquillas con su barba. Lo besó con intensidad al sentir la fuerza de su cuerpo contra ella y la dureza de la pared en su espalda. Ella hizo lo mismo con sus pantalones, mirando de reojo hacia la salida aunque sabía que era más que improbable que alguien irrumpiera en el bar cerrado, a menos que se trata de los decanos que tenían ojos en todos lados como Milena le había contado.
-Me hubiera puesto una falda hoy...
Le dijo casi sin voz, agitada por la excitación de estarlo haciendo ahí aunque era menos riesgoso que cuando habían elegido el vestíbulo del departamento, en la planta baja como le había dicho que tenía ganas de hacer, y él le cumplía el capricho. Tomó sus manos e hizo que las metiera bajo su blusa mientras ella lo seguía besando con ansias aunque se rió un poco por que se estaba clavando un gancho donde se colgaban las toallas.
-Espera, espera, mi espalda...
Se reacomodó y volvió a besarlo todavía con una sonrisa en los labios, medio bajándole los pantalones junto con la ropa interior con algo de prisa, tocándolo, moviendo su mano arriba y abajo, mirándolo a los ojos con intensidad, aunque después guió su mano para que él también la introdujera en ella, sintiendo la humedad que ya había sido capaz de provocarle en esos pocos minutos.
-Fóllame ya, no aguanto
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Para Angus, se pusiera lo que se pusiera Aquila, siempre iba a encontrar la forma de follársela, eso no importa. Lo fácil o lo difícil quedaba en segundo plano a comparación de la recompensa, así que Aquila se podía poner una armadura si quería porque con las ganas que tenía siempre de tocarla, él iba a encontrar de una manera u otra la forma de ponerle las manos encima. Falda, pantalón o lo que fuera, lo importante fue que sus manos encontraron el camino, y ya.
Tampoco importaba si llevaba blusa o andaba en traje de baño porque también metió las manos sin mayor dificultad para rodear sus pechos, haciendo que se le erizara la piel por tocarla de ese modo y que su excitación aumentara el triple.
También se rió porque Aquila se había estado clavando el gancho. Su risa salió entrecortada y se apagó al sentir la mano de Aquila rodeándolo. ¿Quién iba a decir que de todas sus malas miradas en Hogwarts y de ese encuentro en la tienda de pociones iba a resultar eso? Era la última mujer en la tierra, diciéndolo exageradamente, que hubiera imaginado que le iba a pedir que se la follara porque no aguantaba. Él tampoco aguantaba pero se tomó el tiempo para alzar más su blusa, hacer a un lado sus sostén y llevar su boca a uno de sus pechos, acariciándolo con la lengua.
No se demoró mucho en eso porque él tampoco aguantaba ya y terminó por bajarle los pantalones y hacer lo mismo con los suyos. Menos se hubiera imaginado estarse follando a Aquila Lillyvick en el baño del bar Radegast con los pantalones a la rodilla pero así habían girado las cosas para el licántropo y él no se iba a quejar. Ya había sentido que estaba mojada antes y pudo entrar fácilmente, después de acomodarse y de un par de movimientos.
-Gime para mi, quiero escucharte.-Apenas y podía hablar con claridad porque ya estaba rodeado por su cálido sexo y eso le hacía perder muchas nociones básicas y humanas. No estaba cerca de la luna llena pero de Aquila siempre tenía hambre y no necesitaba ningún influjo lunar para desearla con rabia.
Tampoco importaba si llevaba blusa o andaba en traje de baño porque también metió las manos sin mayor dificultad para rodear sus pechos, haciendo que se le erizara la piel por tocarla de ese modo y que su excitación aumentara el triple.
También se rió porque Aquila se había estado clavando el gancho. Su risa salió entrecortada y se apagó al sentir la mano de Aquila rodeándolo. ¿Quién iba a decir que de todas sus malas miradas en Hogwarts y de ese encuentro en la tienda de pociones iba a resultar eso? Era la última mujer en la tierra, diciéndolo exageradamente, que hubiera imaginado que le iba a pedir que se la follara porque no aguantaba. Él tampoco aguantaba pero se tomó el tiempo para alzar más su blusa, hacer a un lado sus sostén y llevar su boca a uno de sus pechos, acariciándolo con la lengua.
No se demoró mucho en eso porque él tampoco aguantaba ya y terminó por bajarle los pantalones y hacer lo mismo con los suyos. Menos se hubiera imaginado estarse follando a Aquila Lillyvick en el baño del bar Radegast con los pantalones a la rodilla pero así habían girado las cosas para el licántropo y él no se iba a quejar. Ya había sentido que estaba mojada antes y pudo entrar fácilmente, después de acomodarse y de un par de movimientos.
-Gime para mi, quiero escucharte.-Apenas y podía hablar con claridad porque ya estaba rodeado por su cálido sexo y eso le hacía perder muchas nociones básicas y humanas. No estaba cerca de la luna llena pero de Aquila siempre tenía hambre y no necesitaba ningún influjo lunar para desearla con rabia.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Ella, un par de meses antes, jamás se hubiera imaginado que en su futuro estaría follándose clandestinamente a Angus Finnerty en el baño de la Universidad. Por más extraño que hubiera sido su primer encuentro en la tienda de pociones, su imaginación estaba muy lejos de lo que podría depararle el destino y eso no dejaba de provocarle una especie de risa agridulce cuando estaba a solas y lo pensaba de esa maneara. Pero al vivir el presente no tenía ninguna duda, lo amaba, y podría sobrellevar cualquier cuestionamiento por que estaba a su lado, a pesar de no llevarse con sus amigos, de sentirse un poco sola al respecto, de tener que conocer un montón de cosas nuevas y sentirse algo perdida. Todo lo compensaba.
Siguió sonriendo después del incidente del gancho aunque cerró los ojos y soltó un suspiro al sentir su lengua sobre sus pechos, teniendo ganas de que eso siguiera por horas y horas aunque su propia excitación no le dejara mantenerse haciendo nada por mucho tiempo. Lo deseaba en ese momento, quería sentirlo, tenía demasiadas ganas de que por fin bajara sus pantalones y se dejara de tantas provocaciones aunque no es que llevaran dos horas de jugueteos, él siempre tenía ese efecto en ella.
Se mordió los labios al sentirlo dentro y se recargó en su hombro, abrazándose de él y moviéndose para intentar hacerle el movimiento más fácil aunque estar apoyada en la pared lo facilitaba todo. Jaló un poco su cabello y besó su cuello, mordiéndolo un poco, con más fuerza al sentirlo más profundo, sintiendo que lo amaba demasiado y que a la vez le daba tantas ansias desearlo así que quería hacerle daño, mordelo, jalar su cabello, rasguñarlo sin ser delicada.
-Fóllame más duro, hazlo... más rápido
No se lo pedía con ternura, era más como una orden, y sin darse cuenta ella también hacía lo que él quería, no podía evitar gemir casi como si doliera, aunque lo único que le dolía era querer sentirlo con más y más fuerza, persiguiendo ese final que desconectaba por completo su mente. Lo miró con intensidad, le gustaba hacerlo aunque tuviera ganas de ocultar su rostro entre su cuello y su hombro. Lo besó siendo agresiva, mordiendo su labio inferior, incluso le daba una bofetada que al menos le dejaría la mejilla roja por un par de segundos.
Siguió sonriendo después del incidente del gancho aunque cerró los ojos y soltó un suspiro al sentir su lengua sobre sus pechos, teniendo ganas de que eso siguiera por horas y horas aunque su propia excitación no le dejara mantenerse haciendo nada por mucho tiempo. Lo deseaba en ese momento, quería sentirlo, tenía demasiadas ganas de que por fin bajara sus pantalones y se dejara de tantas provocaciones aunque no es que llevaran dos horas de jugueteos, él siempre tenía ese efecto en ella.
Se mordió los labios al sentirlo dentro y se recargó en su hombro, abrazándose de él y moviéndose para intentar hacerle el movimiento más fácil aunque estar apoyada en la pared lo facilitaba todo. Jaló un poco su cabello y besó su cuello, mordiéndolo un poco, con más fuerza al sentirlo más profundo, sintiendo que lo amaba demasiado y que a la vez le daba tantas ansias desearlo así que quería hacerle daño, mordelo, jalar su cabello, rasguñarlo sin ser delicada.
-Fóllame más duro, hazlo... más rápido
No se lo pedía con ternura, era más como una orden, y sin darse cuenta ella también hacía lo que él quería, no podía evitar gemir casi como si doliera, aunque lo único que le dolía era querer sentirlo con más y más fuerza, persiguiendo ese final que desconectaba por completo su mente. Lo miró con intensidad, le gustaba hacerlo aunque tuviera ganas de ocultar su rostro entre su cuello y su hombro. Lo besó siendo agresiva, mordiendo su labio inferior, incluso le daba una bofetada que al menos le dejaría la mejilla roja por un par de segundos.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Aquila lo había sorprendido de muchas maneras desde la primera vez en que se había decidido a comer esa hamburguesa en ese puesto horrible en donde el mesero la había mirado babeante, también lo había sorprendido respecto al sexo. Cuando uno veía a todo ese tipo de chicas, era fácil y cliché imaginar que eran medio frígidas, que solo les importaba la sangre y procrear para mantener un status y seguir con la tradición, pero que no tenían nada en el cuerpo, que no corría nada caliente por sus venas.
De Aquila había pensado casi lo mismo, al menos hasta la primera vez que la había besado. Conforme se iban conociendo al follar, su perspectiva inicial y errónea cambió radicalmente. Era salvaje, demandante y lo excitaba como nadie antes, porque a veces hasta se le escapaban cosas como esa bofetada y él había descubierto que le gustaba, y que lo prendía sin necesidad de que la luna estuviera cerca.
Hizo lo que le pedía. Se movió más fuerte, más rápido. Apoyó una mano contra la pared y empujó hacia ella con fuerza. Luego de la bofetada hasta parecía que quería hacerle daño y solo concentrarse en su propio placer en vez de ser un hombre que la complacía. Complacerse a él y nada más llenándose de su interior y de lo mojada que estaba. La necesitaba. Atacó su cuello, como si fuera un lobo buscando la yugular. La mordisqueó y lamió sin descanso arremetiendo más contra ella. Le correspondió la agresividad con más agresividad y todo ese ambiente, más la adrenalina del lugar en el que lo estaban haciendo, le estaba provocando llegar al clímax muy pronto.
-Me voy a correr…-No acostumbraba a correrse así de rápido, por lo general intentaba aguantar hasta lo último, esperar a que ella también se corriera, pero estaba tan metido en su propio placer que enumerar las especies en peligro de extinción en Indochina no iba a servir de absolutamente nada.
Llegó sin poderlo evitar, se corrió dentro de ella con un gemido prolongado que sonó como queja pero no lo era, apretó su cuerpo contra el de ella y arremetió más fuerte una última vez mientras se corría. Golpeó con el puño la pared del baño y con la otra mano apretó fuerte la cadera de Aquila. Había sido totalmente inevitable, era la primera vez que follaba en su lugar de trabajo, y Aquila también tenía mucho que ver en eso.
De Aquila había pensado casi lo mismo, al menos hasta la primera vez que la había besado. Conforme se iban conociendo al follar, su perspectiva inicial y errónea cambió radicalmente. Era salvaje, demandante y lo excitaba como nadie antes, porque a veces hasta se le escapaban cosas como esa bofetada y él había descubierto que le gustaba, y que lo prendía sin necesidad de que la luna estuviera cerca.
Hizo lo que le pedía. Se movió más fuerte, más rápido. Apoyó una mano contra la pared y empujó hacia ella con fuerza. Luego de la bofetada hasta parecía que quería hacerle daño y solo concentrarse en su propio placer en vez de ser un hombre que la complacía. Complacerse a él y nada más llenándose de su interior y de lo mojada que estaba. La necesitaba. Atacó su cuello, como si fuera un lobo buscando la yugular. La mordisqueó y lamió sin descanso arremetiendo más contra ella. Le correspondió la agresividad con más agresividad y todo ese ambiente, más la adrenalina del lugar en el que lo estaban haciendo, le estaba provocando llegar al clímax muy pronto.
-Me voy a correr…-No acostumbraba a correrse así de rápido, por lo general intentaba aguantar hasta lo último, esperar a que ella también se corriera, pero estaba tan metido en su propio placer que enumerar las especies en peligro de extinción en Indochina no iba a servir de absolutamente nada.
Llegó sin poderlo evitar, se corrió dentro de ella con un gemido prolongado que sonó como queja pero no lo era, apretó su cuerpo contra el de ella y arremetió más fuerte una última vez mientras se corría. Golpeó con el puño la pared del baño y con la otra mano apretó fuerte la cadera de Aquila. Había sido totalmente inevitable, era la primera vez que follaba en su lugar de trabajo, y Aquila también tenía mucho que ver en eso.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Le gustaba que lo hiciera de esa manera, cuando lo mordía e incluso golpeaba su rostro con la palma de su mano le exigía que no fuera delicado, que subiera la intensidad y se olvidara de ella, y a través de pensar en él ninguno de los dos fuera un individuo y fueran ellos. Sin importar nada más que buscarse desesperadamente, arañarse, sentirse.
Gimió con más fuerza al sentir esa intensidad y la humedad de sus labios sobre su cuello, el leve dolor que le provocaban sus mordidas compaginadas con el violento movimiento de sus caderas. Estaba a nada de correrse, antes que él, sobre todo cuando intensificaba sus movimientos y justo cuando le anunciaba que estaba por terminar, ella lo hacía con una especie de grito ahogado, demasiado agudo, en el que terminaba por recargar la frente en su hombro.
-Anda, quiero sentirlo dentro...
No esperaba horas y horas de paciente placer, esas las podían tener en el apartamento, y había momentos para todo. Ahí, con la puerta abierta, mirando esa barra donde había convivido con un montón de gente, un lugar tan público, no esperaba que resistiera mucho. Quería que fuera rápido, agresivo e intempestivo, por que seguía con la impresión de que con la luz de afuera colándose por las ventanas y a menos de una hora de abrir el bar cualquiera podría interrumpirlos. Eso la excitaba igual que cuando lo habían hecho en el vestíbulo del apartamento y apretaba su espalda contra ella para que lo hiciera y terminara, sintiendo esa calidez dentro de ella en un último movimiento, intenso y casi suspendido en tiempo y espacio.
Sonrió un poco al escuchar su gemido final, no había nada que le gustara más, escuchando su puño contra la pared e incluso sintiendo cómo se cimbraba un poco, respondiendo a él apretando su baja espalda contra ella con más fuerza si era posible. Se quedó en silencio un momento, hasta que con lentitud dejó que no cargara más su peso contra la pared, y salió de él, aunque no se precipitó en acomodarse la ropa y se le abrazó por la cintura.
-Te amo, lobo... el próximo objetivo es la oficina de Immëndorff
Gimió con más fuerza al sentir esa intensidad y la humedad de sus labios sobre su cuello, el leve dolor que le provocaban sus mordidas compaginadas con el violento movimiento de sus caderas. Estaba a nada de correrse, antes que él, sobre todo cuando intensificaba sus movimientos y justo cuando le anunciaba que estaba por terminar, ella lo hacía con una especie de grito ahogado, demasiado agudo, en el que terminaba por recargar la frente en su hombro.
-Anda, quiero sentirlo dentro...
No esperaba horas y horas de paciente placer, esas las podían tener en el apartamento, y había momentos para todo. Ahí, con la puerta abierta, mirando esa barra donde había convivido con un montón de gente, un lugar tan público, no esperaba que resistiera mucho. Quería que fuera rápido, agresivo e intempestivo, por que seguía con la impresión de que con la luz de afuera colándose por las ventanas y a menos de una hora de abrir el bar cualquiera podría interrumpirlos. Eso la excitaba igual que cuando lo habían hecho en el vestíbulo del apartamento y apretaba su espalda contra ella para que lo hiciera y terminara, sintiendo esa calidez dentro de ella en un último movimiento, intenso y casi suspendido en tiempo y espacio.
Sonrió un poco al escuchar su gemido final, no había nada que le gustara más, escuchando su puño contra la pared e incluso sintiendo cómo se cimbraba un poco, respondiendo a él apretando su baja espalda contra ella con más fuerza si era posible. Se quedó en silencio un momento, hasta que con lentitud dejó que no cargara más su peso contra la pared, y salió de él, aunque no se precipitó en acomodarse la ropa y se le abrazó por la cintura.
-Te amo, lobo... el próximo objetivo es la oficina de Immëndorff
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Angus se había corrido tan intensamente que sentía que sus piernas no lo iban a sostener por mucho tiempo, que eran como de gelatina y que le temblaban mucho. Besó a Aquila en el cabello y la abrazó, exhausto, cuando solo quedaba ese momento de entendimiento completo entre ellos. Él tampoco se apresuró por vestirse correctamente y solo inhaló y exhaló un par de veces antes de volver a meter las manos bajo la blusa de Aquila para volver a acariciarla y luego volver a lamerla un rato más, mientras acariciaba su cintura, antes de decidir que era suficiente.
Se subió los pantalones y los abrochó rápido como si alguien los fuera a cachar. Hizo lo mismo con los pantalones de Aquila abrochándolos él mismo. Por cierto ya había notado que tenía demasiada ropa y hasta la fecha seguía sin saber como Pearlie y Milena habían sido capaces de sacar tanto de su casa y meter tanto en esas diminutas bolsas.
-Te amo. Y no te preocupes, sé como entrar ahí.-La verdad no sabía, ¿qué iba a saber de cómo entrar a la oficina de Immëdorff? Pero fingió que sí y la abrazó otra vez, riéndose por las ocurrencias de su mujer. Al menos ahora no habían tenido que correr a los perros de ninguna habitación para que pudieran follar. Le tomó la cara con las dos manos y la besó profundamente, sintiéndose capaz de quedarse ahí para follársela otra vez pero eso ya sería mucho tentar a la suerte, no quería que McCreary lo corriera.
La tomó de la mano y salió con ella del diminuto baño, de vuelta a donde estaban las botellas y todo ese trabajo que no había terminado de hacer y que supuestamente debía estar listo hacía media hora. Le daba una flojera inmensa pensar en hacer inventario de botellitas de ajenjo y de hidromiel. Ni hablar de llegar al anís, pero tenía que hacerse.
-Se acabó esa playlist, nos quedamos en silencio y ni cuenta nos dimos-Dijo en referencia al iPod y que había muerto la música. Con ese pensamiento volvió a entusiasmarse con el asunto de la fiesta.
Se subió los pantalones y los abrochó rápido como si alguien los fuera a cachar. Hizo lo mismo con los pantalones de Aquila abrochándolos él mismo. Por cierto ya había notado que tenía demasiada ropa y hasta la fecha seguía sin saber como Pearlie y Milena habían sido capaces de sacar tanto de su casa y meter tanto en esas diminutas bolsas.
-Te amo. Y no te preocupes, sé como entrar ahí.-La verdad no sabía, ¿qué iba a saber de cómo entrar a la oficina de Immëdorff? Pero fingió que sí y la abrazó otra vez, riéndose por las ocurrencias de su mujer. Al menos ahora no habían tenido que correr a los perros de ninguna habitación para que pudieran follar. Le tomó la cara con las dos manos y la besó profundamente, sintiéndose capaz de quedarse ahí para follársela otra vez pero eso ya sería mucho tentar a la suerte, no quería que McCreary lo corriera.
La tomó de la mano y salió con ella del diminuto baño, de vuelta a donde estaban las botellas y todo ese trabajo que no había terminado de hacer y que supuestamente debía estar listo hacía media hora. Le daba una flojera inmensa pensar en hacer inventario de botellitas de ajenjo y de hidromiel. Ni hablar de llegar al anís, pero tenía que hacerse.
-Se acabó esa playlist, nos quedamos en silencio y ni cuenta nos dimos-Dijo en referencia al iPod y que había muerto la música. Con ese pensamiento volvió a entusiasmarse con el asunto de la fiesta.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: De visita
Escucharlo decir que la amaba siempre la hacía sonreír, y era algo que jamás iba a cansarse de escuchar. Pasó una mano por su cabello y volvió a besarlo, con mucha más suavidad, aunque seguía agitada y trataba de recuperar el aliento. Le encantaba sentir todavía la especie de corriente eléctrica que sus besos habían provocado y parecía tener una memoria táctil de ellos cuando se acomodaba el sosten y la blusa. Se quedó frente al espejo recomponiendo su cabello y su delineador de ojos antes de que tomara su mano para salir del baño, tan íntimo como si hubieran estado en casa y fuera lo más normal del mundo.
-¿Quieres que te ayude con esto? Ya pronto tendrás que abrir y nada de botellas en orden. Te distraes demasiado
Fue hasta el iPod que le había prestado Pearlie y lo quitó, por que la verdad no le interesaba mucho seguir escuchando nada, aunque volvió a sonreír con el asunto de la música por que seguramente estaba pensando en la fiesta. Quería que lo tomara como un plan serio y al parecer lo había logrado, no sabía que le entusiasmaran tanto los negocios y de hecho tampoco sabía que a ella misma también le ocurriera. No sabía de dónde venía, quizás de escuchar muchas veces a su padre organizar esas fiestas para los socios del club de los Appleby Arrows, cuando encontraba maneras de cobrar el doble para esas reuniones sin que nadie sintiera que estaba pagando demasiado. Le hubiera encantado atreverse a llamarle y pedir consejos.
Sus pensamientos la pusieron un tanto cuanto seria. Estaba organizándole el ajenjo a Angus, uno que siempre solían regalar en navidad los funcionarios del ministerio cuando querían quedar bien con alguien ¿En la universidad le pedirían eso seguido? Estaba casi segura que no, pero quién sabe, no faltaban los estirados que iban por ahí haciéndose los interesanets. Seguramente unos tres meses antes ella misma hubiera estado acompañada por uno.
-Angus, tengo que hablar con mi familia. Al menos con mi padre. Esto de desaparecer y no intentarlo ni siquiera una vez me parece egoísta y ruín, y me duele, y estoy segura que a ellos también
Hacerlo era riesgoso, pero tenía que sacárselo de adentro, y de verdad lo había pensado muchas veces. No era que se hubiera olvidado de toda su vida antes y empezara de nuevo como si nada. Si la echaban de casa a patadas al menos podría decir que lo había intentado, pero no había sido así, y eso la estaba matando, aunque fuer ala primera vez que se lo mencionara.
-¿Quieres que te ayude con esto? Ya pronto tendrás que abrir y nada de botellas en orden. Te distraes demasiado
Fue hasta el iPod que le había prestado Pearlie y lo quitó, por que la verdad no le interesaba mucho seguir escuchando nada, aunque volvió a sonreír con el asunto de la música por que seguramente estaba pensando en la fiesta. Quería que lo tomara como un plan serio y al parecer lo había logrado, no sabía que le entusiasmaran tanto los negocios y de hecho tampoco sabía que a ella misma también le ocurriera. No sabía de dónde venía, quizás de escuchar muchas veces a su padre organizar esas fiestas para los socios del club de los Appleby Arrows, cuando encontraba maneras de cobrar el doble para esas reuniones sin que nadie sintiera que estaba pagando demasiado. Le hubiera encantado atreverse a llamarle y pedir consejos.
Sus pensamientos la pusieron un tanto cuanto seria. Estaba organizándole el ajenjo a Angus, uno que siempre solían regalar en navidad los funcionarios del ministerio cuando querían quedar bien con alguien ¿En la universidad le pedirían eso seguido? Estaba casi segura que no, pero quién sabe, no faltaban los estirados que iban por ahí haciéndose los interesanets. Seguramente unos tres meses antes ella misma hubiera estado acompañada por uno.
-Angus, tengo que hablar con mi familia. Al menos con mi padre. Esto de desaparecer y no intentarlo ni siquiera una vez me parece egoísta y ruín, y me duele, y estoy segura que a ellos también
Hacerlo era riesgoso, pero tenía que sacárselo de adentro, y de verdad lo había pensado muchas veces. No era que se hubiera olvidado de toda su vida antes y empezara de nuevo como si nada. Si la echaban de casa a patadas al menos podría decir que lo había intentado, pero no había sido así, y eso la estaba matando, aunque fuer ala primera vez que se lo mencionara.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: De visita
Angus dijo que sí a la oferta de ayuda de Aquila porque le vendría muy bien una mano, sin dobles sentidos, aunque una mano suya en cualquier parte siempre le venía bien. Aquila tenía razón, se distraía demasiado. Por el momento el licántropo no se había dado cuenta del punto divergente entre ellos que eran los negocios, ni que los dos habían abrazado la idea con un entusiasmo prometedor. No era hora en que se daba cuenta de que podrían hacer una excelente mancuerna también ahí, porque todavía seguía con la cabeza pensante en blanco luego de habérsela follado en el baño.
Intentó ir más rápido con todo eso para acomodar las cajas y las botellas y que el espacio quedara limpio y pasó un rato así en silencio solo trabajando sin preocuparse porque Aquila estuviera aburrida porque ella tampoco le estaba diciendo nada, perdida como estaba en sus pensamientos, y Angus no entendió por qué hasta después, cuando la semiveela le dijo que quería hablar con su familia.
En algún punto Angus estaba de acuerdo con ella, pero a la vez no podía evitar ser prejuicioso y pensar que su familia horrible purista y despiadada le iba a dar la espalda, aunque ni siquiera esos argumentos le constaran. Sabía que eran prejuicios, pero todos los tenían y a él además, le daba mucho miedo que le fueran a hacer algo. Primero gruñó como respuesta mientras terminaba de acomodar ciertas marcas de cerveza mágica al lado de marcas de cerveza muggle pero después, dándose cuenta de que había sido grosera su respuesta de animal, se volteó hacia ella y la miró desde detrás de la barra. Se notaba que estaba preocupado.
-No quiero, no me hace nada de gracia la idea. ¿Ir a tu casa? Ellos saben que los traicionaste, o sino, Holland ya debe saber que lo traicionaste. Sé que en la universidad no te ha hecho nada pero es diferente. -Hizo una pausa. Había aferrado la madera de la barra tan fuerte que se le habían puesto blancos los nudillos.
- Si lo vas a hacer, no va a ser en tu casa donde yo no pueda saber qué es lo que está pasando, o donde no pueda cuidarte. Elige un lugar público o algo, no me importa. No quiero que te pase nada, no quiero que te hechicen y te alejen de mi, ¿entiendes? Todo puede pasar y me histerizo solo de pensarlo así que ni hablar, no vamos a correr riesgos. En un lugar donde pueda cuidarte yo, ¿sí?. Solo eso te pido, no que no hables con tu familia o que lo intentes pero quiero saber que puedo tenerte a salvo.
Intentó ir más rápido con todo eso para acomodar las cajas y las botellas y que el espacio quedara limpio y pasó un rato así en silencio solo trabajando sin preocuparse porque Aquila estuviera aburrida porque ella tampoco le estaba diciendo nada, perdida como estaba en sus pensamientos, y Angus no entendió por qué hasta después, cuando la semiveela le dijo que quería hablar con su familia.
En algún punto Angus estaba de acuerdo con ella, pero a la vez no podía evitar ser prejuicioso y pensar que su familia horrible purista y despiadada le iba a dar la espalda, aunque ni siquiera esos argumentos le constaran. Sabía que eran prejuicios, pero todos los tenían y a él además, le daba mucho miedo que le fueran a hacer algo. Primero gruñó como respuesta mientras terminaba de acomodar ciertas marcas de cerveza mágica al lado de marcas de cerveza muggle pero después, dándose cuenta de que había sido grosera su respuesta de animal, se volteó hacia ella y la miró desde detrás de la barra. Se notaba que estaba preocupado.
-No quiero, no me hace nada de gracia la idea. ¿Ir a tu casa? Ellos saben que los traicionaste, o sino, Holland ya debe saber que lo traicionaste. Sé que en la universidad no te ha hecho nada pero es diferente. -Hizo una pausa. Había aferrado la madera de la barra tan fuerte que se le habían puesto blancos los nudillos.
- Si lo vas a hacer, no va a ser en tu casa donde yo no pueda saber qué es lo que está pasando, o donde no pueda cuidarte. Elige un lugar público o algo, no me importa. No quiero que te pase nada, no quiero que te hechicen y te alejen de mi, ¿entiendes? Todo puede pasar y me histerizo solo de pensarlo así que ni hablar, no vamos a correr riesgos. En un lugar donde pueda cuidarte yo, ¿sí?. Solo eso te pido, no que no hables con tu familia o que lo intentes pero quiero saber que puedo tenerte a salvo.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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