Demasiado Helado

Le pareció un gesto lindo por parte de Angus que se hubiera ofrecido a ir con Aquila, aunque no sabía que impacto podría tener eso en el padre de ella, si negativo o positivo. Suponía que sería lo primero, porque quedaría demostrado que no se estaban escondiendo, o que no afrontaban las cosas juntos, al fin y al cabo era como Aquila decía, Angus era la razón, presentarse sin razones no tendría caso.

Ella también se rió por lo de la ropa de la misma talla, cosa que nunca había podido compartir con su mamá, que era más alta que ella y también como más estilizada, como una varita de nardo. Así que entendía el concepto pero no lo había vivido, de hecho apenas y le quedaban algunas cosas de Shadow. Madonna Lillyvick siempre se le había hecho una mujer con ropa envidiable así que sí, perder la facultad de asaltar su clóset era una pena, pero al menos Aquila contaba con el 89% de su guardarropa en casa de Angus, y eso ya era decir mucho. Pearlie seguía sin saber cómo le habían hecho para guardarla toda, pero la magia arreglaba demasiadas cosas.

Sonrió con tristeza, como si en realidad no quisiera sonreír, pero luego cuando mencionó a Octavian no pudo evitar una risa floja y tonta.

-Ay, te lo tengo que confesar, me robé una foto de tu hermano en su uniforme de quidditch escolar en una de las incursiones para recoger tu ropa. Me dio un arranque de locura extrema, si quieres te la regreso.

Ni siquiera se sonrojó por esa tontería, en cambio seguía teniendo mucha risa y se tuvo que meter a la boca otra gran cantidad de helado, después un koala furioso. Octavian había sido como su primer amor platónico o algo así, pero esas cosas ya no parecían una demencia a comparación de otras.

-¿Tú crees que de plano se corte la relación con ellos de tajo? ¿No crees que haya ni una mínima oportunidad de nada?

Ella qué iba a saber de lo imperecedero de las Marcas Tenebrosas en los antebrazos, o de la fuerza de ciertos ideales que en su familia solo estaban pálidamente esbozados mientras que en otras era una realidad aplastante, terrible, ineludible y rotunda.

-Como sea, tienes más familia en nosotros, en Milena y en mi, en Angus. Y seguro que puedes compartir algunas prendas con Milena. O yo qué sé.