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Volver a casa ya
Viernes 28 de diciembre
Afuera de la oficina de correos de Hogsmeade, por ahora
Hákan había pasado navidad con su familia tal como había pensado, y su idea también había sido quedarse ahí hasta el domingo seis de enero antes de volver a Brigantia, tampoco tenía muchas cosas por las que estar en otro país, tenía mucho sin ver a su familia luego de muchos años de estar pegado a sus hermanas y a su madre cuidándolas de todo como para querer regresar solamente a hacer lo mismo que hacía cada día libre. Pero por imprevistos y asuntos de su beca, su matrícula y su permiso para residir en el extranjero que no se esperaba, había tenido que conseguir un traslador de emergencia de vuelta a Londres para ir al Ministerio de Magia y arreglar mucho papeleo que lo hizo enojar hasta que pudo salir de ahí, cerca de las 2 de la tarde.
De ahí tuvo que ir a Hogsmeade a la oficina de correos para mandar vía lechuza más papeleo al ministerio islandés, como si no pudieran mandarlo directo desde el ministerio. Su traslador lo llevaría de vuelta a Islandia cerca de las 3, por lo que luego de tanto movimiento, le quedaban todavía quince minutos que tenía que matar antes de que su botella de plástico empezara a brillar para llevarlo de vuelta a casa. Salió de la oficina de correos con mala cara y se recargó en la pared del negocio contiguo para fumarse un cigarrillo en lo que era la hora de volver. Ya deseaba salir de ahí y volver a sus tierras.
Afuera de la oficina de correos de Hogsmeade, por ahora
Hákan había pasado navidad con su familia tal como había pensado, y su idea también había sido quedarse ahí hasta el domingo seis de enero antes de volver a Brigantia, tampoco tenía muchas cosas por las que estar en otro país, tenía mucho sin ver a su familia luego de muchos años de estar pegado a sus hermanas y a su madre cuidándolas de todo como para querer regresar solamente a hacer lo mismo que hacía cada día libre. Pero por imprevistos y asuntos de su beca, su matrícula y su permiso para residir en el extranjero que no se esperaba, había tenido que conseguir un traslador de emergencia de vuelta a Londres para ir al Ministerio de Magia y arreglar mucho papeleo que lo hizo enojar hasta que pudo salir de ahí, cerca de las 2 de la tarde.
De ahí tuvo que ir a Hogsmeade a la oficina de correos para mandar vía lechuza más papeleo al ministerio islandés, como si no pudieran mandarlo directo desde el ministerio. Su traslador lo llevaría de vuelta a Islandia cerca de las 3, por lo que luego de tanto movimiento, le quedaban todavía quince minutos que tenía que matar antes de que su botella de plástico empezara a brillar para llevarlo de vuelta a casa. Salió de la oficina de correos con mala cara y se recargó en la pared del negocio contiguo para fumarse un cigarrillo en lo que era la hora de volver. Ya deseaba salir de ahí y volver a sus tierras.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Navidad fue... una bazofia total! y los días siguientes también! y los que seguirían ni hablar seguramente, pero así y todo, con una gato y un crup peleones, una madre loca, familiares imposibles, amigos muggles que ya no podía invitar a su casa, un mundo mágico al que no iba a volver cotideanamente... Así y todo, Sofie se ocupaba la mente con sus propios planes.
Había armado, vía espejo comunicador con Pearlie mil cositas que tenían que ver con el periodismo, entre eso, unas noticias y segmentos para corazón de bruja que a Hosmeade la llevaron obligada. Debía, ir a la oficina de coreo y certificar un par de papeles que según la directiva de la revista eran necesarios: para empezar su certificado de brujes, el de buena conducta y otras tonteras. Mandar eso con sus escritos y todo antes del año entrante a ver si podía adquirir algo como un puesto de pasante a distancia o ya ni sabía que.
Saliendo de un cuartito de la oficina, creyó ver una figura conocida que egresaba del local. Una pelada amiga y apurando los pasos llegó a su espalda antes de que fuera demasiado tarde, apoyando ambas palmas en sus hombros, empujándolo suavemente hacia delante por el impulso con el que salía. - que haces aquí? te hacía en tu Islandia natal!... Como estuvo tu navidad? -
Había armado, vía espejo comunicador con Pearlie mil cositas que tenían que ver con el periodismo, entre eso, unas noticias y segmentos para corazón de bruja que a Hosmeade la llevaron obligada. Debía, ir a la oficina de coreo y certificar un par de papeles que según la directiva de la revista eran necesarios: para empezar su certificado de brujes, el de buena conducta y otras tonteras. Mandar eso con sus escritos y todo antes del año entrante a ver si podía adquirir algo como un puesto de pasante a distancia o ya ni sabía que.
Saliendo de un cuartito de la oficina, creyó ver una figura conocida que egresaba del local. Una pelada amiga y apurando los pasos llegó a su espalda antes de que fuera demasiado tarde, apoyando ambas palmas en sus hombros, empujándolo suavemente hacia delante por el impulso con el que salía. - que haces aquí? te hacía en tu Islandia natal!... Como estuvo tu navidad? -
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
¿Su navidad? Tensa. La cena con los abuelos había estado bien pero en algún momento de la noche, con mucho brandy y whisky de por medio habían empezado a salir las acusaciones: que si el incendio, que si lo mucho que salía de la universidad y no precisamente para verlos, que si no se estaba cuidando, que si estaba perdiendo el piso, que si acaso no sabía que los Malik habían sido muy apegados a los Finnerty –ja- que habían estado ayudando a la KAU a escondidas en el Ministerio, que si no medía las consecuencias, que si quería terminar como las Alechinsky. Técnicamente, justo lo que se temía, que había acabado con ella haciendo prometer a su padre que confiaría en ella y le daría una oportunidad de demostrar que no era lo mismo, pero la noche no había sido linda. Casi sintió que preferían la idea de Joe que la idea de Malik, no se habían puesto tan mal antes.
No estaba en sus planes pasar todas las vacaciones pegada a Malik como sanguijuela así que por el momento y hasta el año siguiente, lo veía solo lo necesario sin que eso supusiera ningún problema de parte de ninguno. Ella estaba con su madre en la radio la mayor parte del tiempo, porque le gustaba el lugar y además siempre había mucha gente con quien platicar. La sorpresa de esa tarde había sido Archibald Crankshaw, un locutor de uno de los programas musicales que encontró muy interesante su iPod, y a la vez también le habló de bandas mágicas y demostró conocer a algunas de las que ella tenía en ese par de audífonos que apenas y se escuchaban bien en ese lugar, con mucha mucha magia de por medio.
Luego de la intensa charla y de necesitar aire y un cigarrillo, salió a dar una vuelta por Hogsmeade, encontrándose con la figura súper reconocible de Sofie cerca de la oficina de correos. Caminó hacia ella y la abrazó por detrás dándole un susto-sorpresa. Estaba con Hákan.
-Aaaaah estabas en Hogsmeade y no me avisaste! Ya sabías que iba a estar en las oficinas de la WWN. Hola islandés.
No estaba en sus planes pasar todas las vacaciones pegada a Malik como sanguijuela así que por el momento y hasta el año siguiente, lo veía solo lo necesario sin que eso supusiera ningún problema de parte de ninguno. Ella estaba con su madre en la radio la mayor parte del tiempo, porque le gustaba el lugar y además siempre había mucha gente con quien platicar. La sorpresa de esa tarde había sido Archibald Crankshaw, un locutor de uno de los programas musicales que encontró muy interesante su iPod, y a la vez también le habló de bandas mágicas y demostró conocer a algunas de las que ella tenía en ese par de audífonos que apenas y se escuchaban bien en ese lugar, con mucha mucha magia de por medio.
Luego de la intensa charla y de necesitar aire y un cigarrillo, salió a dar una vuelta por Hogsmeade, encontrándose con la figura súper reconocible de Sofie cerca de la oficina de correos. Caminó hacia ella y la abrazó por detrás dándole un susto-sorpresa. Estaba con Hákan.
-Aaaaah estabas en Hogsmeade y no me avisaste! Ya sabías que iba a estar en las oficinas de la WWN. Hola islandés.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Volver a casa ya
Caso curioso la cena navideña en casa de la abuela Cameron, en donde todos los años la cosa parecía ser exactamente igual. Era como si vivieras la misma puta secuencia de escenas una y otra vez: la propia cena y los regalos, el discurso de la abuela, las discusiones entre el tío Syd y el tío Charles, todas esas cosas que se podían rememorar desde que eras un crío y que parecían estar hechas para no cambiar jamás. Incluso Simon, tratando de convivir con su familia casi a la fuerza y prometiendo ser la persona que en realidad nunca había sido.
Antes de que terminara el año me pasé por Hogsmeade para buscar algunas cosas que comprarle a mi hermana, porque la muy idiota no había hecho más que poner cara de desilusión y luego fingir que estaba encantada con el juego de alquimia y las muñecas que se me había ocurrido regalarle. La verdad sí que había sido mi puto error, es decir... venga, no te puedes dar cuenta de cuándo es que tu hermana dejo de ser una niñita a la que le encantas tus regalos estúpidos, y comienza a ser una señorita un poco más exigente, así que como mínimo deseaba comprarle unos zapatos o algo así, algo más para señoritas...
Y caminando por ahí me encontré con la imagen de Kristjánsson junto a Sofie y Pearlie, y me pareció jodidamente extraño verlos a los tres ahí reunidos. Me acerqué sin pensarlo, incluso cuando tal vez planeaban algo en donde yo no estaba incluído, pero si se trataba de eso entonces significaba que no me querían presente, y si eso era cierto entonces merecían ser jodidamente arruinados por mi presencia. Faltaba más.
-Hey!!... joder qué están planeando ¿ah?. No me digan, piensan pasar el año nuevo juntos... ¿dónde está mi invitación, islandés?, ¿se la tragó tu lechuza?
Antes de que terminara el año me pasé por Hogsmeade para buscar algunas cosas que comprarle a mi hermana, porque la muy idiota no había hecho más que poner cara de desilusión y luego fingir que estaba encantada con el juego de alquimia y las muñecas que se me había ocurrido regalarle. La verdad sí que había sido mi puto error, es decir... venga, no te puedes dar cuenta de cuándo es que tu hermana dejo de ser una niñita a la que le encantas tus regalos estúpidos, y comienza a ser una señorita un poco más exigente, así que como mínimo deseaba comprarle unos zapatos o algo así, algo más para señoritas...
Y caminando por ahí me encontré con la imagen de Kristjánsson junto a Sofie y Pearlie, y me pareció jodidamente extraño verlos a los tres ahí reunidos. Me acerqué sin pensarlo, incluso cuando tal vez planeaban algo en donde yo no estaba incluído, pero si se trataba de eso entonces significaba que no me querían presente, y si eso era cierto entonces merecían ser jodidamente arruinados por mi presencia. Faltaba más.
-Hey!!... joder qué están planeando ¿ah?. No me digan, piensan pasar el año nuevo juntos... ¿dónde está mi invitación, islandés?, ¿se la tragó tu lechuza?
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
-Ahí estaba, pero me hicieron venir a arreglar unos papeles de inmigración, putadas. Mi navidad perfecta, ¿la tuya?-Había visto a Pearlie acercarse con cara de querer dar sorpresas por detrás de Sofie por lo que no la delató y nada más sonrió con el cigarrillo de lado por el susto que le había dado. Su saludo le pareció que no llevaba mucha alegría y ganas, pero se lo merecía por sus comentarios ácidos el día del intercambio, también por lo de Shadow si lo quería ver así. La saludó con un movimiento de la cabeza y mientras ellas se ponían al día como niñas, a él se le ocurrió una idea descabellada.
-Mi traslador para Islandia sale en doce minutos, ¿lo van a hacer?-Ir con él, la petición quedaba explícita cuando les enseñó la botella que pronto comenzaría a brillar. Sofie era muy su amiga y a Pearlie la conocía poco pero ya se imaginaba la cara de Crawford si luego se enteraba de que se la había llevado, aunque sus intenciones no fueran malas, sabía que tenía novio como Sofie y todo.
No debió pensar en Joseph, porque el monigote llegó con su actitud fanfarrona de siempre, hablando de pasar el año nuevo juntos. El islandés le regresó una sonrisa falsa todavía con el cigarrillo entre los labios. –Si no te llegó invitación es que no tienes invitación.-Las cosas no eran iguales desde lo de la fiesta secreta y la fiesta de Lady, ni lo iban a volver a ser, pero Hákan intentaba controlar su resentimiento hasta donde podía, más por su propio bien emocional que por nada.-Estoy convenciendo a las niñas de ir conmigo a Islandia. Tienen nueve minutos para decidirlo.
-Mi traslador para Islandia sale en doce minutos, ¿lo van a hacer?-Ir con él, la petición quedaba explícita cuando les enseñó la botella que pronto comenzaría a brillar. Sofie era muy su amiga y a Pearlie la conocía poco pero ya se imaginaba la cara de Crawford si luego se enteraba de que se la había llevado, aunque sus intenciones no fueran malas, sabía que tenía novio como Sofie y todo.
No debió pensar en Joseph, porque el monigote llegó con su actitud fanfarrona de siempre, hablando de pasar el año nuevo juntos. El islandés le regresó una sonrisa falsa todavía con el cigarrillo entre los labios. –Si no te llegó invitación es que no tienes invitación.-Las cosas no eran iguales desde lo de la fiesta secreta y la fiesta de Lady, ni lo iban a volver a ser, pero Hákan intentaba controlar su resentimiento hasta donde podía, más por su propio bien emocional que por nada.-Estoy convenciendo a las niñas de ir conmigo a Islandia. Tienen nueve minutos para decidirlo.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Ni terminar de decir que la suya había sido al menos "incómoda" que ya estaba suspirando un susto, culpa de Pearlie y sus modos rastreros - Mi dios!... tu y tus... - nada nada, sonrió de buen modo, porque que ella tuviera problemas con las sorpresas de ese estilo no era culpa del resto del mundo normal - Sabía, sabía! pero tuve unos días que ni te imaginas... - Negó y despejó con la mano mosquitas fantasmas de malos humores, abrazando a Pearl de lado, chocando cabezas mientras Hakan hacía invitaciones extrañas botella usada en mano.
Alzó las cejas, miró a Pearlie - lo vamos a hacer? - y se rió sin más! Por un segundo se creyó capaz y todo de tomar el objeto e irse a otro mundo. Pero no era de esas, al instante siguiente y entre sonrisas ya estaba pensando, cómo, qué, porqué... Y luego como volvían? Y si le pasaba algo? Además siquiera le había dicho a su mamá que iba a Hosmeade, que iba a pensar Jessy si de buenas a primeras le mandaba un patronus diciéndole que estaba en Islandia? - Que locura sería! - Acotó cuando Joe llegaba, pues para no rechazar de plano, había supuesto que la invitación de Hakan era puro juego.
Toda reticencia que Sofie había tenido para con Joe, se había olvidado, hecho a un lado pues Pearlie había arreglado las cosas con él, andaban de super amigos y así mejor para Sofie. Que le caía muy bien el muchacho y no tenía intención de tener que evadirlo por conflictos ajenos pero cercanos. - Era en serio?... la invitación? - chau ilusión... - no se... solo tengo dos sweaters puestos.
Alzó las cejas, miró a Pearlie - lo vamos a hacer? - y se rió sin más! Por un segundo se creyó capaz y todo de tomar el objeto e irse a otro mundo. Pero no era de esas, al instante siguiente y entre sonrisas ya estaba pensando, cómo, qué, porqué... Y luego como volvían? Y si le pasaba algo? Además siquiera le había dicho a su mamá que iba a Hosmeade, que iba a pensar Jessy si de buenas a primeras le mandaba un patronus diciéndole que estaba en Islandia? - Que locura sería! - Acotó cuando Joe llegaba, pues para no rechazar de plano, había supuesto que la invitación de Hakan era puro juego.
Toda reticencia que Sofie había tenido para con Joe, se había olvidado, hecho a un lado pues Pearlie había arreglado las cosas con él, andaban de super amigos y así mejor para Sofie. Que le caía muy bien el muchacho y no tenía intención de tener que evadirlo por conflictos ajenos pero cercanos. - Era en serio?... la invitación? - chau ilusión... - no se... solo tengo dos sweaters puestos.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
-¡Perdón, perdón, perdón!
Le dijo a Sofie abrazándola muchísimo como si no la hubiera visto en años, lanzando una mirada de reojo al islandés. No le iba a preguntar a Sofie enfrente de él a qué se refería con los días aparentemente horribles, así que solo alzó las cejas y puso un mohín, tras asentir un par de veces como diciendo “me imagino, te entiendo más de lo que crees” aunque seguro no tenía ni idea de verdad. Ella también se rió con la invitación de Hákan, que obviamente también pensó falsa y ante la pregunta de Sofie solo se encogió de hombros como si le diera igual y no se lo estaba tomando en serio de todos modos.
-Bueno, yo no conozco Islandia.
Ella ni se llevaba con el islandés, lo pensaba egocéntrico, engreído y muy raro, así que decía esas cosas porque seguía sin tomarse en serio lo de ir, al menos hasta que llegó Joe sin saludar ni nada y Hákan volvía a repetir la invitación.
-¡Yo ni siquiera traje mi abrigo!
Andaba en vestido nada más, porque pensaba regresar a la radio y se había olvidado de ponerse qué tapar. Se volvió a reír y luego miró a Sofie, entrecerrando los ojos, gesto que la rubia ya sabía que significaba que lo estaba comenzando a pensar como posibilidad.
-Bueno pero háblanos de la logística, ¿tú nos vas a regresar? ¿cómo? ¿tienes miles de trasladores Islandia-Gran Bretaña? Y…¿nos vas a conseguir abrigos de piel? ¿Tú vas, Joe?
Le dijo a Sofie abrazándola muchísimo como si no la hubiera visto en años, lanzando una mirada de reojo al islandés. No le iba a preguntar a Sofie enfrente de él a qué se refería con los días aparentemente horribles, así que solo alzó las cejas y puso un mohín, tras asentir un par de veces como diciendo “me imagino, te entiendo más de lo que crees” aunque seguro no tenía ni idea de verdad. Ella también se rió con la invitación de Hákan, que obviamente también pensó falsa y ante la pregunta de Sofie solo se encogió de hombros como si le diera igual y no se lo estaba tomando en serio de todos modos.
-Bueno, yo no conozco Islandia.
Ella ni se llevaba con el islandés, lo pensaba egocéntrico, engreído y muy raro, así que decía esas cosas porque seguía sin tomarse en serio lo de ir, al menos hasta que llegó Joe sin saludar ni nada y Hákan volvía a repetir la invitación.
-¡Yo ni siquiera traje mi abrigo!
Andaba en vestido nada más, porque pensaba regresar a la radio y se había olvidado de ponerse qué tapar. Se volvió a reír y luego miró a Sofie, entrecerrando los ojos, gesto que la rubia ya sabía que significaba que lo estaba comenzando a pensar como posibilidad.
-Bueno pero háblanos de la logística, ¿tú nos vas a regresar? ¿cómo? ¿tienes miles de trasladores Islandia-Gran Bretaña? Y…¿nos vas a conseguir abrigos de piel? ¿Tú vas, Joe?
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Volver a casa ya
Asentí con la cabeza con una sonrisa en los labios, pero al mismo tiempo con una mirada severa ante la respuesta del islandés. A últimas fechas, el cabrón parecía estar creyendo que tenía algo así como privilegios adicionales como para soltar sus comentarios imbéciles a diestra y siniestra, pensando probablemente que por nuestra "amistad" yo los toleraría todos. Le dí una palmada en la espalda y mentalmente conté una más, decidiendo para bien o para mal que probablemente esa era la última que le pasaba.
-¿Y crees que voy a permitir que te las lleves así nada más?. Al menos debo asegurarme de su bienestar físico en tus jodidas tierras.-
No pude evitar mirar a Felicia desde las piernas hasta las tetas, mientras ella argumentaba que únicamente contaba con ese vestido para protegerse del frío. Igual tenían razón; por muy emocionante que pudiera ser un puto viaje improvisado al lugar en el que menos pensabas pasarte el fin de año, joder... que estábamos hablando de la puta Islandia, que era casi como ir a los confines de la tierra helada.
-¿De verdad se están preocupando por eso?, venga... que aquí está el tío Joe. En esa esquina de ahí venden mucha ropa invernal, ¿que tal si nos damos una vuelta y nos hacemos de unos cuántos abrigos y lo que haga falta para sobrevivir a la jodida Islandia?.-
La propuesta iba en serio, aunque bueno... tampoco era como si tuviera los costales de galeones para ir de compras, pero no creía que ni Sofie ni Felicia fueran de las que abusaban de esa clase de invitaciones. Ni tenía idea de que los nueve minutos eran literalmente a causa de un traslador, pero igual y si alguien me lo informaba...
-¿Y crees que voy a permitir que te las lleves así nada más?. Al menos debo asegurarme de su bienestar físico en tus jodidas tierras.-
No pude evitar mirar a Felicia desde las piernas hasta las tetas, mientras ella argumentaba que únicamente contaba con ese vestido para protegerse del frío. Igual tenían razón; por muy emocionante que pudiera ser un puto viaje improvisado al lugar en el que menos pensabas pasarte el fin de año, joder... que estábamos hablando de la puta Islandia, que era casi como ir a los confines de la tierra helada.
-¿De verdad se están preocupando por eso?, venga... que aquí está el tío Joe. En esa esquina de ahí venden mucha ropa invernal, ¿que tal si nos damos una vuelta y nos hacemos de unos cuántos abrigos y lo que haga falta para sobrevivir a la jodida Islandia?.-
La propuesta iba en serio, aunque bueno... tampoco era como si tuviera los costales de galeones para ir de compras, pero no creía que ni Sofie ni Felicia fueran de las que abusaban de esa clase de invitaciones. Ni tenía idea de que los nueve minutos eran literalmente a causa de un traslador, pero igual y si alguien me lo informaba...
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Hákan se dio cuenta de que las chicas no se habían tomado muy en serio su invitación primero así que tuvo que asentir a que sí era en serio aunque Pearlie solo llevara un vestido que aunque se veía caliente no le iba a resultar útil en Islandia y Sofie dos suéteres. Dentro de su casa no hacía frío, cortesía de hechizos de su padre, y él por lo general solo necesitaba una chamarra normal en el exterior, pero al llegar a terrenos islandeses iban a sentir el golpe del frío aunque solo duraran cinco segundos afuera. Y afuera era donde estaba lo mejor de ir a Islandia.
-Contestaré rápido porque se nos va el tiempo-Dijo agitando la botella de plástico enfrente de las caras de las niñas-Yo las regresaré aquí mañana, sanas y salvas, pueden usar mi chimenea para comunicarle a quien quieran donde están cuando lleguen. Si tengo algunos trasladores activables gracias al Ministerio islandés, estamos cubiertos en eso, siempre y cuando no los desperdiciemos. Pueden tomar algún abrigo de mis hermanas apenas llegar. -La mitad de lo que había dicho se le había atropellado con el acento islandés, pero se entendía que no estaba dejando muchos cabos sueltos.
Se rió fuerte con la propuesta de Joseph de ir a comprar abrigos, porque al traslador no le quedaba nada, aunque muchas ganas le daban de que se fuera y se perdiera por ahí.-Irás tú a comprarlos, y luego a ver cómo llegas porque seguro que pierdes el traslador. Tres minutos, chicas. No me hagan rogarles, ya les solucioné todo. Solo pongan su dedito aquí.-estiró la botella hacia el centro, importándole poco si Crawford iba o no. -Aprovechen, no todos los días tienen un traslador así disponible.
-Contestaré rápido porque se nos va el tiempo-Dijo agitando la botella de plástico enfrente de las caras de las niñas-Yo las regresaré aquí mañana, sanas y salvas, pueden usar mi chimenea para comunicarle a quien quieran donde están cuando lleguen. Si tengo algunos trasladores activables gracias al Ministerio islandés, estamos cubiertos en eso, siempre y cuando no los desperdiciemos. Pueden tomar algún abrigo de mis hermanas apenas llegar. -La mitad de lo que había dicho se le había atropellado con el acento islandés, pero se entendía que no estaba dejando muchos cabos sueltos.
Se rió fuerte con la propuesta de Joseph de ir a comprar abrigos, porque al traslador no le quedaba nada, aunque muchas ganas le daban de que se fuera y se perdiera por ahí.-Irás tú a comprarlos, y luego a ver cómo llegas porque seguro que pierdes el traslador. Tres minutos, chicas. No me hagan rogarles, ya les solucioné todo. Solo pongan su dedito aquí.-estiró la botella hacia el centro, importándole poco si Crawford iba o no. -Aprovechen, no todos los días tienen un traslador así disponible.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Pearlie había entendido como ella que no podía ser verdad, y de todos modos, ahí estaban ambas dos abrazadísimas, sonriendo, Sofie incluso ya estrellando los ojos por la idea.... Idea tan fácil de tomar, como una botella de agua! La rubia alternaba miradas con Pearlie porque, aunque minuto a minuto la locura se le hiciera de lo más lógica, ni modo que fuera a ir si la chica no lo hacía, por más que se supiera mucho más cercana a Hakan.
- no se... - empezó a decir con más tono de * ruegame un segundo más y si!* que el prudente no, mientras todos tiraban sus problemas, soluciones y discusiones. La sensación final... la sensación que iba creciendo en Sofie es que terminarían por hacerlo por más frío, o más tensión que hubiera entre los muchachos. Desde cuando no eran amigos? Otro temita a ver, espiar capaz un poquito sus mentes, pero cuando hubiera tiempo para eso... Capaz seguían amigos y solo eran modos normales de chicos. Quién sabe!
Sofie miró una vez más a Pearlie, le sonrió agregando una cuota de "haremos locuras, solo por hoy" y le tomó la mano! Obvio que se iba a segurar de que las dos viajaran. Ni modo de que la dejara sola!... Además sonaba tan extrañamente amoroso el discurso en dialecto extraño del muchacho... como negarse? Y que cosa tan mala podía pasar? Ni que fuera a comerlas un oso polar, no?
Ya estaba hecho. Y el frió le heló los huesos de pies a cabeza, como su un viento de agujas heladas se le clavara en cada poro de las mejillas. Se sacudió entera del escalofrío, y no abrió los ojos hasta mucho después.
- -
Atuendo!! te odio Pearl! ¬¬
- no se... - empezó a decir con más tono de * ruegame un segundo más y si!* que el prudente no, mientras todos tiraban sus problemas, soluciones y discusiones. La sensación final... la sensación que iba creciendo en Sofie es que terminarían por hacerlo por más frío, o más tensión que hubiera entre los muchachos. Desde cuando no eran amigos? Otro temita a ver, espiar capaz un poquito sus mentes, pero cuando hubiera tiempo para eso... Capaz seguían amigos y solo eran modos normales de chicos. Quién sabe!
Sofie miró una vez más a Pearlie, le sonrió agregando una cuota de "haremos locuras, solo por hoy" y le tomó la mano! Obvio que se iba a segurar de que las dos viajaran. Ni modo de que la dejara sola!... Además sonaba tan extrañamente amoroso el discurso en dialecto extraño del muchacho... como negarse? Y que cosa tan mala podía pasar? Ni que fuera a comerlas un oso polar, no?
Ya estaba hecho. Y el frió le heló los huesos de pies a cabeza, como su un viento de agujas heladas se le clavara en cada poro de las mejillas. Se sacudió entera del escalofrío, y no abrió los ojos hasta mucho después.
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Atuendo!! te odio Pearl! ¬¬
Última edición por Sofie Luttrell el Jue Dic 27, 2012 7:12 pm, editado 1 vez
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Ok, no sería la primera vez que hiciera locuras pero sí la primera que hiciera una de ese calibre. O sea, que no era nada eso de ir a drogarse al Londres muggle a comparación de un viaje espontáneo a Islandia, o al menos no lo era en su balanza de la sensatez. Y claro, ella también había notado la tensión y sabía perfectamente que era a causa de Lady, es decir, había estado enfrente cuando Hákan había soltado ese comentario en el comedor y todo lo demás, no había que ser un genio para deducirlo siendo testigo directo de uno de tantos encontronazos.
Igual trató de no pensar en eso y mejor sonrió y se rió con Hákan, porque era una ternura que pareciera tener todo controlado y se sacara las respuestas de la manga a todas sus interrogantes. Frunció los labios sin decir nada de los abrigos y la tienda porque bueno, de verdad no había tiempo aunque Joe no podía haberlo sabido, y miró a Sofie transformando su mohín poco a poco en una sonrisa antes de sentir que le tomaba la mano.
Ella tampoco pensaba que fuera a pasar nada extraordinariamente malo, iban a casa del islandés, ¿no? Y el islandés era de fiar, ¿no?. Pues nada, que llegando hablaría por chimenea con su madre y le mentiría diciendo que estaba en casa de Sofie, y la misma Sofie podría asomarse para corroborar su versión. Y si le dejaba hacer dos avisos, quizá, quizá, quizá, probaría a ver si había alguien en el departamento de Angus en esa mini chimenea que tenían.
Y sí, no había nada horrible que pudiera pasar, excepto quizá ese frío infernal que sintió en todo el cuerpo tres minutos después de todo ese pensadero de acciones. Hasta sintió que los labios se le partían en medio segundo, que le iba a dar una gripe exprés, que sus huesos se le iban a romper. ERA-DEMASIADO-FRÍO. Y eso que ella no era friolenta. Le susurró a Sofie un tonto “abrázame!!” todavía sin poder abrir bien los ojos a causa de lo que pensaba que era un vendaval de hielo, aunque solo era el frío sin viento.
Igual trató de no pensar en eso y mejor sonrió y se rió con Hákan, porque era una ternura que pareciera tener todo controlado y se sacara las respuestas de la manga a todas sus interrogantes. Frunció los labios sin decir nada de los abrigos y la tienda porque bueno, de verdad no había tiempo aunque Joe no podía haberlo sabido, y miró a Sofie transformando su mohín poco a poco en una sonrisa antes de sentir que le tomaba la mano.
Ella tampoco pensaba que fuera a pasar nada extraordinariamente malo, iban a casa del islandés, ¿no? Y el islandés era de fiar, ¿no?. Pues nada, que llegando hablaría por chimenea con su madre y le mentiría diciendo que estaba en casa de Sofie, y la misma Sofie podría asomarse para corroborar su versión. Y si le dejaba hacer dos avisos, quizá, quizá, quizá, probaría a ver si había alguien en el departamento de Angus en esa mini chimenea que tenían.
Y sí, no había nada horrible que pudiera pasar, excepto quizá ese frío infernal que sintió en todo el cuerpo tres minutos después de todo ese pensadero de acciones. Hasta sintió que los labios se le partían en medio segundo, que le iba a dar una gripe exprés, que sus huesos se le iban a romper. ERA-DEMASIADO-FRÍO. Y eso que ella no era friolenta. Le susurró a Sofie un tonto “abrázame!!” todavía sin poder abrir bien los ojos a causa de lo que pensaba que era un vendaval de hielo, aunque solo era el frío sin viento.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Volver a casa ya
Me rasqué la barbilla de manera exasperada cuando Hákan comenzó a escupir palabra tras palabra con aquel terrible acento con el que apenas si se le entendía una mierda. De lo poco que había entendido, básicamente se trataba de que las chicas estarían bien en su casa con calefacción mágica, que podían volver al día siguiente sin ningún problema y que podían usar los abrigos de sus hermanas, que como uno podía imaginarse, eran tan flacas y feas como él mismo, lo cual en ese sentido no era para nada prometedor.
En efecto, acababa de llegar y no podría haber sabido de la existencia de un puto traslador que estaba a escasos minutos de hacer un viaje directo a Islandia, y solo me encogí de hombros con el ceño fruncido cuando al idiota en turno se le ocurrió soltar la carcajada burlándose de mi propuesta y por supuesto, echándola por la jodida borda. Miré sin decir nada cuando el islandés sacaba la botella que aparentaba ser el traslador y a nada estuve de darle una patada para que la mierda esa saliera por los aires. ¿Qué tal esa islandés?, ¿qué tal ese viaje rápido a tu tierra de mierda?.
-Bueno, espero que aparezcamos bajo techo y no a la interpe... perfecto-
El traslados comenzó a brillar y en el último segundo, me agaché para tocar la botella con el dedo índice y de inmediato el vórtice espacial giro a nuestro al rededor hasta, en un parpadeo, hacernos aterrizar en la bella y cálida Islandia que nos recibía con los brazos bien puto abiertos. El frío era tal que lo sentías como un millar de agujas heladas incrustarse en tus huesos, y apenas si logré abrir los ojos para ubicar la presencia tanto de las chicas como del cabrón que parecía ser incapaz de pensar en un maldito plan alterno.
-¿No pudiste esperar a pensar en otra alternativa para viajar?, ¿eres tan imbécil como para arriesgarlas a que les de una maldita pulmonía?-
No lo decía por mí, que al final de cuentas yo ya estaba acostumbrado a ese tipo de cambios en la temperatura. Saqué mi varita y busqué tomar a ambas de la ropa para tratar de conjurar un "V" hacia la única construcción dentro de mi campo visual que seguramente era la casa de Kristjánsson; de esa forma al menos acortaríamos el puto camino.
En efecto, acababa de llegar y no podría haber sabido de la existencia de un puto traslador que estaba a escasos minutos de hacer un viaje directo a Islandia, y solo me encogí de hombros con el ceño fruncido cuando al idiota en turno se le ocurrió soltar la carcajada burlándose de mi propuesta y por supuesto, echándola por la jodida borda. Miré sin decir nada cuando el islandés sacaba la botella que aparentaba ser el traslador y a nada estuve de darle una patada para que la mierda esa saliera por los aires. ¿Qué tal esa islandés?, ¿qué tal ese viaje rápido a tu tierra de mierda?.
-Bueno, espero que aparezcamos bajo techo y no a la interpe... perfecto-
El traslados comenzó a brillar y en el último segundo, me agaché para tocar la botella con el dedo índice y de inmediato el vórtice espacial giro a nuestro al rededor hasta, en un parpadeo, hacernos aterrizar en la bella y cálida Islandia que nos recibía con los brazos bien puto abiertos. El frío era tal que lo sentías como un millar de agujas heladas incrustarse en tus huesos, y apenas si logré abrir los ojos para ubicar la presencia tanto de las chicas como del cabrón que parecía ser incapaz de pensar en un maldito plan alterno.
-¿No pudiste esperar a pensar en otra alternativa para viajar?, ¿eres tan imbécil como para arriesgarlas a que les de una maldita pulmonía?-
No lo decía por mí, que al final de cuentas yo ya estaba acostumbrado a ese tipo de cambios en la temperatura. Saqué mi varita y busqué tomar a ambas de la ropa para tratar de conjurar un "V" hacia la única construcción dentro de mi campo visual que seguramente era la casa de Kristjánsson; de esa forma al menos acortaríamos el puto camino.
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Hákan las había terminado convenciendo y el traslador brillo en poco tiempo. Le importaba un carajo lo que dijera Joseph, ¿una alternativa para viajar? Viajar a Islandia no era como hacer un traslador de Brigantia a Hogsmeade, ¿plan alternativo cuál? ¿viajar en avión? Ir a comprar unos tickets seguro, o intentar una aparición ilegal entre países sin un permiso especial del ministerio para que les cayera una redada de aurores por estar entrando al país así como así. El que nacía sin sentido común parecía no adquirirlo nunca. Igual no había tiempo para dar explicaciones a Joseph acerca de cómo funcionaban los viajes entre países. Y si ya estaba ahí más le valía hacer a un lado lo de Lady, fuera lo que fuera, y dejarlo pasar. La idiota sabía lo que hacía, era su problema. Se prometió a si mismo dejar de joder a Joseph.
Él les adelantó el camino a las niñas hasta su casa, la que Kristján había mandado a construir con mucho dinero robado y ganado en su época de jugador estrella de quidditch. Hákan sabía de sus orígenes humildes y por eso no le sorprendía la existencia de ese lugar como una muestra de que había salido adelante, como si hubiera querido demostrarle al mundo que había podido superar el lugar de donde había salido. A él siempre le había parecido cómodo, pero innecesario, y su madre había hecho muchos esfuerzos y gastos remodelando desde hacía un par de años el lugar, dejando atrás la apariencia rústica y suntuosa del interior por una diferente a la que su padre había impuesto. El paisaje estaba cubierto de nieve y solo esperó que el aspirante a historiador no resbalara en su intento por lucirse.
Hákan caminó tranquilamente hasta alcanzarlo, aunque abrió la puerta con la varita desde donde estaba para que pudieran entrar por lo menos a la estancia donde su hermana Ásdis veía la misma película por doceava vez.
-Ásdis, koma yfirhafnir, segja til Johanna- -Le pidió en islandés cuando llegó detrás de Joseph y las chicas, que les trajera abrigos, que le avisara a Johanna. La niña se levantó del sillón, saludó con la mano a los tres recién llegados, algo tímida y corrió por la estancia hasta que sus pasos se perdieron en las escaleras.-Pedí abrigos para ustedes, no se preocupen, de todos modos aquí no hace mucho frío, ¿no?. Esa era mi hermana Ásdis, no habla bien inglés.
Él les adelantó el camino a las niñas hasta su casa, la que Kristján había mandado a construir con mucho dinero robado y ganado en su época de jugador estrella de quidditch. Hákan sabía de sus orígenes humildes y por eso no le sorprendía la existencia de ese lugar como una muestra de que había salido adelante, como si hubiera querido demostrarle al mundo que había podido superar el lugar de donde había salido. A él siempre le había parecido cómodo, pero innecesario, y su madre había hecho muchos esfuerzos y gastos remodelando desde hacía un par de años el lugar, dejando atrás la apariencia rústica y suntuosa del interior por una diferente a la que su padre había impuesto. El paisaje estaba cubierto de nieve y solo esperó que el aspirante a historiador no resbalara en su intento por lucirse.
Hákan caminó tranquilamente hasta alcanzarlo, aunque abrió la puerta con la varita desde donde estaba para que pudieran entrar por lo menos a la estancia donde su hermana Ásdis veía la misma película por doceava vez.
-Ásdis, koma yfirhafnir, segja til Johanna- -Le pidió en islandés cuando llegó detrás de Joseph y las chicas, que les trajera abrigos, que le avisara a Johanna. La niña se levantó del sillón, saludó con la mano a los tres recién llegados, algo tímida y corrió por la estancia hasta que sus pasos se perdieron en las escaleras.-Pedí abrigos para ustedes, no se preocupen, de todos modos aquí no hace mucho frío, ¿no?. Esa era mi hermana Ásdis, no habla bien inglés.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Se abrazó a Pearlie por instinto animal, quizá no era tanto el frío sino el impacto, y el mal tino de llevar esos leggins que nada vestían. Un instante y llegó a pensar que si se movía sus rodillas eran capaces de quebrarse en mil pedazos como si se hubiera convertido en débil hielo. Pero ni pensar, ni moverse, apenas su entreabrió los ojos, porque nadie aseguraba que de un instante a otro una ráfaga polar las azotara y sus óculos se convirtieran en cristal. Y ella si era friolenta, condenamente friolenta que hasta en la primavera londinense pasaba frío.
El hechizo de Joe funcionó, y en su fuero interno Sofie agradeció la magia como nunca antes. No durante el trayecto sino cuando el calor interior de la casa la abrazó con amor. Eso sí, rápidamente abrió los ojos y se acomodó las ropas, que no era cuestión presentarse ante la familia de Hakan con el sweater a media cintura.- Gracias - musitó a Joe, respondiendo luego al saludo de la niña con su propia mano, sonriendo y mirando todo, todito a su alrededor. Era hermoso!, mucho más cálido, en imagen, sensación, paisaje, que lo que se observaba por la ventana fuera. Ahora se arrepentía de no haber prestado verdadera atención al exterior. El contraste de la madera contra el blanco nieve debía ser de lujo. Pero había sufrido demasiado frío como para proponer salir.
- Puedo? - Preguntó a Hakan acercándose a un sillón y sentándose frente a la tele. - no mentiste aquí se está mucho mejor.- La verdad es que una manta para sus piernas no le sentaría mal, pero tampoco iba a ponerse en exquisita y tenía fe que con los minutos se le pasaría. - Debí haber aprendido islandés cuando nos conocimos... pero no pensé que al final el viaje se daría.. Y tan improvisado... No le molestará a tu familia que hablemos en inglés y ellos no entiendan?... - Sofie era de esas que se preocupaban en demasía para no quedar como mal educada.
- Ah! piratas del Caribe! me encanta!! - nada que ver al cine que Pearlie había descubierto y por eso dijo hacia ella - ves? Esto es cine!!... comercial! divertido!! de verdad!! Puro arte... - Y se rió, porque ya había pasado por eso mil charlas en el pasado. Película pochoclera si! tener que pensar frente a la pantalla, no!
- -
Atuendo!! te odio Pearl! ¬¬
El hechizo de Joe funcionó, y en su fuero interno Sofie agradeció la magia como nunca antes. No durante el trayecto sino cuando el calor interior de la casa la abrazó con amor. Eso sí, rápidamente abrió los ojos y se acomodó las ropas, que no era cuestión presentarse ante la familia de Hakan con el sweater a media cintura.- Gracias - musitó a Joe, respondiendo luego al saludo de la niña con su propia mano, sonriendo y mirando todo, todito a su alrededor. Era hermoso!, mucho más cálido, en imagen, sensación, paisaje, que lo que se observaba por la ventana fuera. Ahora se arrepentía de no haber prestado verdadera atención al exterior. El contraste de la madera contra el blanco nieve debía ser de lujo. Pero había sufrido demasiado frío como para proponer salir.
- Puedo? - Preguntó a Hakan acercándose a un sillón y sentándose frente a la tele. - no mentiste aquí se está mucho mejor.- La verdad es que una manta para sus piernas no le sentaría mal, pero tampoco iba a ponerse en exquisita y tenía fe que con los minutos se le pasaría. - Debí haber aprendido islandés cuando nos conocimos... pero no pensé que al final el viaje se daría.. Y tan improvisado... No le molestará a tu familia que hablemos en inglés y ellos no entiendan?... - Sofie era de esas que se preocupaban en demasía para no quedar como mal educada.
- Ah! piratas del Caribe! me encanta!! - nada que ver al cine que Pearlie había descubierto y por eso dijo hacia ella - ves? Esto es cine!!... comercial! divertido!! de verdad!! Puro arte... - Y se rió, porque ya había pasado por eso mil charlas en el pasado. Película pochoclera si! tener que pensar frente a la pantalla, no!
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Atuendo!! te odio Pearl! ¬¬
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Se permitió medio abrir los ojos solo al reconocer el hechizo de Joe aplicado en ella por enésima vez. No le gustaba la sensación pero debía admitir que era bastante útil. Tampoco le gustaba que le agarrara así la ropa pero sí que agradecía que las hubiera acercado a la casa cuya puerta se abría mágicamente. Ella tampoco apreció nada del exterior, solo pudo ver un manchón blanco impoluto y luego parte de la fachada. Sonrió a Joe para agradecerle que las hubiera protegido del frío, le dio un apretón en la mano, alisó su vestido y ella también miró curiosa a su alrededor, obviamente clavando ojos ávidos en la pantalla antes que en la niña a la que el islandés le hablaba en su idioma natal. Sonrió a la niña cuando ella los saludaba y la miró medio correr hasta que se desapareció.
Inmediatamente fue a sentarse al lado de Sofie, frente a la televisión. No había visto Piratas del Caribe pero soltó una carcajada por lo que Sofie decía del cine comercial, divertido y de verdad, puro arte. La abrazó muchísimo y le dio un beso en la mejilla, con el abrazo más buscaba calentarse –a ella también le hacía falta la manta- que nada, con el beso solo demostrarle su amor desmedido por hacer locuras juntas.
-No la he visto, te voy a dar el beneficio de la duda. Aaaah, ¿quién es esa mujer tan guapa?
Keira Knightley, naturalmente, pero ahora que lo pensaba, ya la había visto en esa película espantosísima –no literal- de Cronenberg. La abrazó más casi rogando que Sofie le leyera la mente porque no podía preguntar en voz alta lo que de verdad quería preguntarle, porque de pronto estaba asustadísima cuando miraba alrededor y veía el lugar y la compañía. ¿Había sido buena idea ir ahí, acompañada por esos en particular? También se preguntó si estaba cometiendo los errores más idiotas con Joe. Le recorrió un terror real y hubiera dado todo porque Sofie pudiera adivinar cuándo leerle la mente.
-¿Los abrigos son porque vamos a volver a salir? ¡No quiero!
Eso también lo preguntó temerosa, porque en ese momento en que todavía seguía sintiendo los resquicios del frío, lo que menos quería era salir a la intemperie por más bonito que fuera, por más que de pronto todo le pareciera más interesante que de costumbre, desde los subtítulos en islandés en la película, hasta el mismo Hákan.
Inmediatamente fue a sentarse al lado de Sofie, frente a la televisión. No había visto Piratas del Caribe pero soltó una carcajada por lo que Sofie decía del cine comercial, divertido y de verdad, puro arte. La abrazó muchísimo y le dio un beso en la mejilla, con el abrazo más buscaba calentarse –a ella también le hacía falta la manta- que nada, con el beso solo demostrarle su amor desmedido por hacer locuras juntas.
-No la he visto, te voy a dar el beneficio de la duda. Aaaah, ¿quién es esa mujer tan guapa?
Keira Knightley, naturalmente, pero ahora que lo pensaba, ya la había visto en esa película espantosísima –no literal- de Cronenberg. La abrazó más casi rogando que Sofie le leyera la mente porque no podía preguntar en voz alta lo que de verdad quería preguntarle, porque de pronto estaba asustadísima cuando miraba alrededor y veía el lugar y la compañía. ¿Había sido buena idea ir ahí, acompañada por esos en particular? También se preguntó si estaba cometiendo los errores más idiotas con Joe. Le recorrió un terror real y hubiera dado todo porque Sofie pudiera adivinar cuándo leerle la mente.
-¿Los abrigos son porque vamos a volver a salir? ¡No quiero!
Eso también lo preguntó temerosa, porque en ese momento en que todavía seguía sintiendo los resquicios del frío, lo que menos quería era salir a la intemperie por más bonito que fuera, por más que de pronto todo le pareciera más interesante que de costumbre, desde los subtítulos en islandés en la película, hasta el mismo Hákan.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Volver a casa ya
Que ahí adentro estuviera caliente, Hákan sabía que era cosa de su padre, que al menos algunas cosas buenas les tenía que dejar a su familia. No sabía si a su familia le iba a molestar que se hablara en inglés y ellos no entendieran nada, pero su familia solo estaba compuesta por su madre y tres hermanas, de las cuales una hablaba buen inglés (Pála), la otra inglés moderado (Jóhanna) y la más pequeña, nada. No pensaba que fuera a ser un problema para ellas de todos modos, lo más seguro era que su mamá se pusiera nerviosa un rato-Nunca habíamos tenido visitas no islandesas, así que no lo puedo saber con seguridad, pero seguro que no. Y sí vamos a ir afuera pero primero…
Se salió del área de la sala de estar para ir a un pequeño bar, la zona favorita de su padre en vida, de donde sacó una botella de vodka igual a la que le había regalado a Aldrich-Ayúdame-le dijo a Joseph para que les llevara dos vasos a las chicas, bien servidos, mientras él se llevaba los de ambos. No acostumbraba hacer magia en casa, así que se las arregló para llevarse la botella con él sin hacerlo con la varita.
Puso los vasos sobre la mesa, se sentó al lado de Pearlie y las miró seriamente sin importarle las charlas sobre Piratas del caribe, que Ásdis había visto millones de veces como para hartarlo.-Esto es lo mejor que tenemos en Islandia para quitar el frío, cuando hayan vuelto a entrar en calor, hablado por las chimeneas y asumido que haya afuera está lo mejor, se van a poner los abrigos de mis hermanas y van a salir conmigo y con Joe.-Dichas esas instrucciones que ellas bien podían ignorar para mejor quedarse a ver la película, se bebió de golpe su vaso y los animó a que hicieran lo mismo.
Fue entonces cuando bajó Jóhanna, acompañada de Ásdis cargando como cinco abrigos. Ásdis había corrido la voz de que había dos niñas bonitas y elegantes en la sala y habían decidido bajar sus mejores abrigos y además darles a escoger. Eran tontas, pero tiernas. Jóhanna le echó una mirada curiosa a Crawford, pero de las gemelas era la más decente y más le valía al imbécil ni siquiera mirarla, porque tenía solo trece años y Hákan se sentía capaz de asesinar por cualquiera de ellas.
-Hola, yo soy Jóhanna y esta es Ásdis. Les trajimos nuestros mejores abrigos, escojan los que quieran. Este de aquí es de Pála, no tarda en llegar fue con mamá de compras, pero no le importará si lo eligen.-Su inglés era masticado, apresurado y torpe, pero se esforzaba mucho, embelesada por las visitas femeninas de otro país.
Se salió del área de la sala de estar para ir a un pequeño bar, la zona favorita de su padre en vida, de donde sacó una botella de vodka igual a la que le había regalado a Aldrich-Ayúdame-le dijo a Joseph para que les llevara dos vasos a las chicas, bien servidos, mientras él se llevaba los de ambos. No acostumbraba hacer magia en casa, así que se las arregló para llevarse la botella con él sin hacerlo con la varita.
Puso los vasos sobre la mesa, se sentó al lado de Pearlie y las miró seriamente sin importarle las charlas sobre Piratas del caribe, que Ásdis había visto millones de veces como para hartarlo.-Esto es lo mejor que tenemos en Islandia para quitar el frío, cuando hayan vuelto a entrar en calor, hablado por las chimeneas y asumido que haya afuera está lo mejor, se van a poner los abrigos de mis hermanas y van a salir conmigo y con Joe.-Dichas esas instrucciones que ellas bien podían ignorar para mejor quedarse a ver la película, se bebió de golpe su vaso y los animó a que hicieran lo mismo.
Fue entonces cuando bajó Jóhanna, acompañada de Ásdis cargando como cinco abrigos. Ásdis había corrido la voz de que había dos niñas bonitas y elegantes en la sala y habían decidido bajar sus mejores abrigos y además darles a escoger. Eran tontas, pero tiernas. Jóhanna le echó una mirada curiosa a Crawford, pero de las gemelas era la más decente y más le valía al imbécil ni siquiera mirarla, porque tenía solo trece años y Hákan se sentía capaz de asesinar por cualquiera de ellas.
-Hola, yo soy Jóhanna y esta es Ásdis. Les trajimos nuestros mejores abrigos, escojan los que quieran. Este de aquí es de Pála, no tarda en llegar fue con mamá de compras, pero no le importará si lo eligen.-Su inglés era masticado, apresurado y torpe, pero se esforzaba mucho, embelesada por las visitas femeninas de otro país.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
- Keira mmm algo… siempre me la confundo con Natalie Portman, pero Natalie es mucho más linda, y no se le ponen extraños los labios… Tienes que ver el cisne negro, es muy extraña, escenas de animagos y lésbicas, que al final son… bueno ni digo más! – Sofie era de esas que sin querer arruinaba la película, por suerte esta vez cerro “el pico” a tiempo. Y no iba a leerle la mente nada a su amiga, porque ya se había acomodado en el sillón como si fuera su propia casa, con esa forma confianzuda que tenía siempre de manejarse y andaba mirando la peli para descubrir porque parte iba.
Ahora cuando el islandés empezó a hablar, y Joe les acercaba dos vasos de pura bebida blanca, fue natural des-embobarse de la tele para “volver” a que ni estaba en el living de su casa, ni siquiera en Inglaterra, nadie sabía su paradero, su madre debía estar esperándola… uh… llamar a su madre. No, no quería! No podía rechazar el alcohol porque quedaría mal y menos aun pretendía dar una imagen de amargada miedosa o algo. Pero la verdad era que beber se le daba fatal, y su miedo a hacer tonterías pasaba al segundo plano cuando el temor a emborracharse y vomitar la comida de 3 días aparecía. Una cerveza no era lo mismo que un vaso de vodka… capaz todo temor tuviera que ver con que nunca bebía de esas cosas, pues tener una madre alcohólica le hacía pensar que una vez que se empezaba no se podía parar o algo así…
- Asumido que afuera está lo mejor?... – repitió intercambiando miradas con Pearlie, casi burlándose de que un poco de nieve pero un frío de los mil demoños pudiera tener algo maravilloso y grato que ofrecer. Alzó el vaso como el señal de brindis, y selo llevó a los labios, confiada de que si todos lo hacían ella también podía. Pero un traguito de un segundo y la garganta le ardió como fuego demoníaco. No pudo, aunque hubiese querido, evitar la cara de desagrado y el “ahhg” hacia dentro como si tragar aire le fuera aliviar algo. – too much for me... soy malísima para estas cosas, como le haces? Es práctica? – comentó a Pearlie mientras se ponían de acuerdo en si iban a llamar o no y que escusa poner, en tono bajo aunque los chicos bien podían escuchar.
Pero entonces las hermanas del islandés se presentaron con una cordialidad que hasta ponía incomoda. Sofie se sentó mejor, sonrió mil y apoyó el vaso en la mesa como si hubiera tenido en las manos un arma y no un tonto vaso. –Hola, Yo soy Sofie… - saludó primero y se acercó a las chicas por tomar y agradecer los abrigos, ni modo que fuera tan cómoda de recibirlos sentada. – yo quiero el más abrigado, no importa otra cosa… - quiso ser simpática y realista y así tomó sin importar de quien era, o que tan lindo o si el color combinaba, aquel que vio más morrudo y útil. – Gracias. – Y si, todo lo dicho, lo verbalizó prestando especial atención en modular bien y hablar decente. Pero claro, por muy flaca que fuera tenía cinco años más en edad y cuerpo que las mellizas, así que cuando fuera momento de salir afuera tendría que sacarse el sweater rojo gigantón que llevaba, y ponerse el abrigo sobre la camiseta y volverse a enfundar con sus propias ropas. Por ahora volvió a su asiento y se lo acomodó en la falda.
– que haremos afuera?... no habrá osos polares que nos coman, no?... Esto me hace acordar que cuando era chica mamá me llevaba a patinar sobre hielo a un sitio que tenía todo el techo vidriado y donde la gente no hacía más que caerse y caerse… menos nosotras, pero creo, ahora que lo pienso, que mamá había hechizado mis patines… Cada vez más descubro que, aunque yo creía que no, ella sigue usando la magia en las cosas más tontas. - ya! de neuvo se había puesto a hablar cualquier cosa y más con pearlie que con los otros, así que volvió a tomar su vaso como si eso gesto bastara para "fraternizar" con los hombres - Hakan, no te preocupes, no tenemos que hacer nada especial, podemos ver la peli o... digo, no queremos molestar.
Ahora cuando el islandés empezó a hablar, y Joe les acercaba dos vasos de pura bebida blanca, fue natural des-embobarse de la tele para “volver” a que ni estaba en el living de su casa, ni siquiera en Inglaterra, nadie sabía su paradero, su madre debía estar esperándola… uh… llamar a su madre. No, no quería! No podía rechazar el alcohol porque quedaría mal y menos aun pretendía dar una imagen de amargada miedosa o algo. Pero la verdad era que beber se le daba fatal, y su miedo a hacer tonterías pasaba al segundo plano cuando el temor a emborracharse y vomitar la comida de 3 días aparecía. Una cerveza no era lo mismo que un vaso de vodka… capaz todo temor tuviera que ver con que nunca bebía de esas cosas, pues tener una madre alcohólica le hacía pensar que una vez que se empezaba no se podía parar o algo así…
- Asumido que afuera está lo mejor?... – repitió intercambiando miradas con Pearlie, casi burlándose de que un poco de nieve pero un frío de los mil demoños pudiera tener algo maravilloso y grato que ofrecer. Alzó el vaso como el señal de brindis, y selo llevó a los labios, confiada de que si todos lo hacían ella también podía. Pero un traguito de un segundo y la garganta le ardió como fuego demoníaco. No pudo, aunque hubiese querido, evitar la cara de desagrado y el “ahhg” hacia dentro como si tragar aire le fuera aliviar algo. – too much for me... soy malísima para estas cosas, como le haces? Es práctica? – comentó a Pearlie mientras se ponían de acuerdo en si iban a llamar o no y que escusa poner, en tono bajo aunque los chicos bien podían escuchar.
Pero entonces las hermanas del islandés se presentaron con una cordialidad que hasta ponía incomoda. Sofie se sentó mejor, sonrió mil y apoyó el vaso en la mesa como si hubiera tenido en las manos un arma y no un tonto vaso. –Hola, Yo soy Sofie… - saludó primero y se acercó a las chicas por tomar y agradecer los abrigos, ni modo que fuera tan cómoda de recibirlos sentada. – yo quiero el más abrigado, no importa otra cosa… - quiso ser simpática y realista y así tomó sin importar de quien era, o que tan lindo o si el color combinaba, aquel que vio más morrudo y útil. – Gracias. – Y si, todo lo dicho, lo verbalizó prestando especial atención en modular bien y hablar decente. Pero claro, por muy flaca que fuera tenía cinco años más en edad y cuerpo que las mellizas, así que cuando fuera momento de salir afuera tendría que sacarse el sweater rojo gigantón que llevaba, y ponerse el abrigo sobre la camiseta y volverse a enfundar con sus propias ropas. Por ahora volvió a su asiento y se lo acomodó en la falda.
– que haremos afuera?... no habrá osos polares que nos coman, no?... Esto me hace acordar que cuando era chica mamá me llevaba a patinar sobre hielo a un sitio que tenía todo el techo vidriado y donde la gente no hacía más que caerse y caerse… menos nosotras, pero creo, ahora que lo pienso, que mamá había hechizado mis patines… Cada vez más descubro que, aunque yo creía que no, ella sigue usando la magia en las cosas más tontas. - ya! de neuvo se había puesto a hablar cualquier cosa y más con pearlie que con los otros, así que volvió a tomar su vaso como si eso gesto bastara para "fraternizar" con los hombres - Hakan, no te preocupes, no tenemos que hacer nada especial, podemos ver la peli o... digo, no queremos molestar.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
El cisne negro no le sonaba de nada, o sea que tampoco la había visto, y ni siquiera recordaba que Malik la hubiera mencionado así que entrecerró los ojos y miró a Sofie con atención mientras le contaba. No le molestaba que le hicieran spoilers, lo había descubierto hacía relativamente poco, pero tampoco los incentivaba así que solo decidió que le haría caso a su amiga y se dejaría llevar también por sus sugerencias. No le gustaban las películas de Angus pero tenía bien claro que no necesariamente todo lo que no le enseñara Malik era malo, que al fin y al cabo a ella le faltaba todavía mucho por conocer y mucho criterio por formar.
-Le voy a decir a Malik que la quiero ver y que la...¿rente? así se dice, ¿no? a veces vamos a lugares llenos de películas y paga dinero muggle por tenerlas unos días...algo así.
Ella también estaba nerviosa sobre comunicarse con su madre o cualquiera en casa o en la oficina de la radio, o en el Ministerio. Pero si no lo hacía en ese momento, iba a resultar muy poco grato después si era que de verdad se tomaba ese vodka que Joe les dejaba enfrente. Alzó las cejas porque ella tampoco creía que afuera estuviera lo mejor, además era hogareña, le encantaba estar segura dentro de una casa, hacer tonterías ahí y ver películas hasta morir, así que si ese era el plan no le importaba, estuvieran o no estuvieran en Islandia. Lo que sí quería era comer comida islandesa.
Sin pensarlo mucho tomó el vaso de vodka, aunque tenía mucho contenido para un solo trago en estado de sobriedad, bien podía rememorar la vez del concurso y lo que había aguantado así que lo hizo. Claro que no terminaba de ser una experta ni mucho menos y también hizo muchos gestos, se quejó y sintió la garganta ardiéndole total. Se rió por lo que Sofie le preguntaba de la práctica.
-Creo que sí…¡tengo que contarte! Pero luego…
También se lo había dicho en tono bajo y se refería a la locura del departamento, pero no se lo iba a decir ahí pero ni en susurros, o sea no. La cosa era que se trataba de algo irrelevante en ciertos estándares pero ya le había prometido una vez a Sofie contarle todo en la vida.
-Voy a decir que estoy en lo tuyo, no se comunicarán con tu mamá para corroborarlo porque ya sabes…pero tienes que asomarte y que vean tu carota para que…
Todo bajo, hasta que llegaron las hermanas de Hákan, tan lindas con su amabilidad y sus abrigos para escoger. Se mordió los labios sonriente y hasta alzó la mirada hacia los chicos como si ellos fueran los responsables de ese milagro de navidad. Jóhanna era encantadora con su inglés al que Pearlie apenas le entendía y también se levantó para echarle un vistazo a la ropa. No eligió el más abrigador ni se preocupó por eso, se preocupó por que no desentonara tanto y terminó quedándose con uno negro, bastante sobrio, pero lindo. No se lo puso porque no lo necesitaba, pero también supuso que le quedaría chico.
-Tal vez podríamos transformarlos un poco para que nos entren bien. ¿Podría hacer eso? ¡Juro que no los voy a estropear! Gracias, gracias.
El juramento se lo hizo a Hákan y a las chicas, alzando la palma abierta de la mano derecha y todo, juramento solemne para ella.
-Yo también he patinado en hielo, pero no soy tan buena. Buena esa de hechizar los patines, ¿qué hechizo habrá usado? Seguro te veías como princesa.
Su vaso ya estaba vacío así que no tenía manera de fraternizar y tampoco quería que le siguieran sirviendo alcohol tan rápido ni de chiste. Para integrar a los chicos solo los miró, sonrió un poco y tal pero parecía más interesada en fraternizar con las niñas chicas, en realidad estaba huyéndole un poco a Joe. Asintió una vez como militar cuando Sofie decía a Hákan que no querían causar molestias, porque estaba de acuerdo en que podían solo quedarse en el sofá.
-¿Y este de quién es?
Preguntó a las dos hermanas aunque una no le entendiera nada alzando una bonita pieza en color bermellón, que le dieron ganas de robarse.
-Le voy a decir a Malik que la quiero ver y que la...¿rente? así se dice, ¿no? a veces vamos a lugares llenos de películas y paga dinero muggle por tenerlas unos días...algo así.
Ella también estaba nerviosa sobre comunicarse con su madre o cualquiera en casa o en la oficina de la radio, o en el Ministerio. Pero si no lo hacía en ese momento, iba a resultar muy poco grato después si era que de verdad se tomaba ese vodka que Joe les dejaba enfrente. Alzó las cejas porque ella tampoco creía que afuera estuviera lo mejor, además era hogareña, le encantaba estar segura dentro de una casa, hacer tonterías ahí y ver películas hasta morir, así que si ese era el plan no le importaba, estuvieran o no estuvieran en Islandia. Lo que sí quería era comer comida islandesa.
Sin pensarlo mucho tomó el vaso de vodka, aunque tenía mucho contenido para un solo trago en estado de sobriedad, bien podía rememorar la vez del concurso y lo que había aguantado así que lo hizo. Claro que no terminaba de ser una experta ni mucho menos y también hizo muchos gestos, se quejó y sintió la garganta ardiéndole total. Se rió por lo que Sofie le preguntaba de la práctica.
-Creo que sí…¡tengo que contarte! Pero luego…
También se lo había dicho en tono bajo y se refería a la locura del departamento, pero no se lo iba a decir ahí pero ni en susurros, o sea no. La cosa era que se trataba de algo irrelevante en ciertos estándares pero ya le había prometido una vez a Sofie contarle todo en la vida.
-Voy a decir que estoy en lo tuyo, no se comunicarán con tu mamá para corroborarlo porque ya sabes…pero tienes que asomarte y que vean tu carota para que…
Todo bajo, hasta que llegaron las hermanas de Hákan, tan lindas con su amabilidad y sus abrigos para escoger. Se mordió los labios sonriente y hasta alzó la mirada hacia los chicos como si ellos fueran los responsables de ese milagro de navidad. Jóhanna era encantadora con su inglés al que Pearlie apenas le entendía y también se levantó para echarle un vistazo a la ropa. No eligió el más abrigador ni se preocupó por eso, se preocupó por que no desentonara tanto y terminó quedándose con uno negro, bastante sobrio, pero lindo. No se lo puso porque no lo necesitaba, pero también supuso que le quedaría chico.
-Tal vez podríamos transformarlos un poco para que nos entren bien. ¿Podría hacer eso? ¡Juro que no los voy a estropear! Gracias, gracias.
El juramento se lo hizo a Hákan y a las chicas, alzando la palma abierta de la mano derecha y todo, juramento solemne para ella.
-Yo también he patinado en hielo, pero no soy tan buena. Buena esa de hechizar los patines, ¿qué hechizo habrá usado? Seguro te veías como princesa.
Su vaso ya estaba vacío así que no tenía manera de fraternizar y tampoco quería que le siguieran sirviendo alcohol tan rápido ni de chiste. Para integrar a los chicos solo los miró, sonrió un poco y tal pero parecía más interesada en fraternizar con las niñas chicas, en realidad estaba huyéndole un poco a Joe. Asintió una vez como militar cuando Sofie decía a Hákan que no querían causar molestias, porque estaba de acuerdo en que podían solo quedarse en el sofá.
-¿Y este de quién es?
Preguntó a las dos hermanas aunque una no le entendiera nada alzando una bonita pieza en color bermellón, que le dieron ganas de robarse.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Volver a casa ya
En medio segundo ya habíamos acortado la distancia entre donde habíamos aterrizado y el pórtico de la fabulosa residencia en donde vivía el islandés. Bueno, no hay que usar mucho el sarcasmo, porque de cualquier forma aquella casa lucía, por mucho, más lujosa y cómoda de lo que yo o cualquiera hubiera pensado. Ni siquiera sabía de dónde coño había salido el rumor de que Kristjánsson era un pobre diablo cuya familia sobrevivía en un inhóspito paraje refugiándose únicamente en una pocilga de pescadores, pero a todas luces uno podía darse cuenta que no era así. Hasta tenía un puto jacuzzi en el exterior… vaya cosa.
Eventualmente, el islandés nos hizo entrar y al ingresar a la estancia, solté un silbido al verme impresionado por los interiores, que resultaban tan agradables a la vista como uno podía esperarse al ver la fachada. Efectivamente, el calor hogareño podía sentirse allí dentro, y la idea de salir de nuevo a la intemperie me sonaba a una no muy buena idea, de momento. Levanté la cabeza en forma de saludo a la niñita que al parecer era hermana del islandés, y luego continué curioseando por los interiores mientras Pearlie y Sofie ya hasta se habían sentado a ver la película proyectada en la pantalla de la sala.
-Cuidado Felicia, es posible que Piratas del Caribe no sea muy de tu refinado gusto-
Me tomé la libertad de bromear de esa forma porque en realidad no era la gran cosa, y hasta le lancé un guiño para acentuar que en realidad solo estaba jugando (aunque mi propio chiste y las obvias referencias ya comenzaba a ponerme medio de malas). Me acerqué a un pequeño bar que se encontraba dispuesto en la sala y examiné las botellas mientras Hákan se acercaba para servir un par de vasos y pedir que le ayudara. Me daban ganas de soltarle un “llévalas tú, pelón mal parido, es tu puta casa”, pero la verdad es que se estaba demasiado a gusto ahí dentro como para arriesgarme a ser echado.
-Estás demente, Luttrell; Keira es como cien veces más guapa que Natalie Portman… y tiene mejores piernas… y es mejor actriz. Ya verás de lo que hablo, Felicia, y me darás la razón-, dije aquello desde la distancia y luego llevé los vasos de vodka para sentarme en el respaldo del mismo sillón en donde se encontraban las chicas y notar la manera en la que ambas dejaban de hablar a causa de mi presencia. Felicia parecía estarme evitando… de algún puto mundo, y solo ella podía saber el por qué.
En esos momentos apareció de nuevo la hermana del islandés junto con otra de las hermanas, esta la verdad bastante guapa, demasiado como para ser pariente del cabrón maloliente que teníamos como compañero. Noté su mirada curiosa, pero no hice más que sonreírle y poner atención a cualquier otra cosa porque por Jesucristo, tenía como catorce años la chica, la misma edad que tenía mi propia hermana, a quien no quería imaginar mirando a sujetos de veinte putos años.
-Mejor primero comemos algo. ¿Quieres que te ayude a cocinar islandés?, el pescado al ajo me queda de puta madre. Ese queda bien con el tono de tu cabello Pearl, bastante bien-
Me senté al lado de ella en contraposición a la manera en la que ella misma aparentaba evitarme. Me importaba una mierda si se incomodaba o no, hasta el momento por mi parte no había hecho absolutamente nada que mereciera tal cosa, así que debía suponer que no era por mi y solamente estaba un poco abstraída por los abrigos y el mal acento de la hermana de Hákan.
Eventualmente, el islandés nos hizo entrar y al ingresar a la estancia, solté un silbido al verme impresionado por los interiores, que resultaban tan agradables a la vista como uno podía esperarse al ver la fachada. Efectivamente, el calor hogareño podía sentirse allí dentro, y la idea de salir de nuevo a la intemperie me sonaba a una no muy buena idea, de momento. Levanté la cabeza en forma de saludo a la niñita que al parecer era hermana del islandés, y luego continué curioseando por los interiores mientras Pearlie y Sofie ya hasta se habían sentado a ver la película proyectada en la pantalla de la sala.
-Cuidado Felicia, es posible que Piratas del Caribe no sea muy de tu refinado gusto-
Me tomé la libertad de bromear de esa forma porque en realidad no era la gran cosa, y hasta le lancé un guiño para acentuar que en realidad solo estaba jugando (aunque mi propio chiste y las obvias referencias ya comenzaba a ponerme medio de malas). Me acerqué a un pequeño bar que se encontraba dispuesto en la sala y examiné las botellas mientras Hákan se acercaba para servir un par de vasos y pedir que le ayudara. Me daban ganas de soltarle un “llévalas tú, pelón mal parido, es tu puta casa”, pero la verdad es que se estaba demasiado a gusto ahí dentro como para arriesgarme a ser echado.
-Estás demente, Luttrell; Keira es como cien veces más guapa que Natalie Portman… y tiene mejores piernas… y es mejor actriz. Ya verás de lo que hablo, Felicia, y me darás la razón-, dije aquello desde la distancia y luego llevé los vasos de vodka para sentarme en el respaldo del mismo sillón en donde se encontraban las chicas y notar la manera en la que ambas dejaban de hablar a causa de mi presencia. Felicia parecía estarme evitando… de algún puto mundo, y solo ella podía saber el por qué.
En esos momentos apareció de nuevo la hermana del islandés junto con otra de las hermanas, esta la verdad bastante guapa, demasiado como para ser pariente del cabrón maloliente que teníamos como compañero. Noté su mirada curiosa, pero no hice más que sonreírle y poner atención a cualquier otra cosa porque por Jesucristo, tenía como catorce años la chica, la misma edad que tenía mi propia hermana, a quien no quería imaginar mirando a sujetos de veinte putos años.
-Mejor primero comemos algo. ¿Quieres que te ayude a cocinar islandés?, el pescado al ajo me queda de puta madre. Ese queda bien con el tono de tu cabello Pearl, bastante bien-
Me senté al lado de ella en contraposición a la manera en la que ella misma aparentaba evitarme. Me importaba una mierda si se incomodaba o no, hasta el momento por mi parte no había hecho absolutamente nada que mereciera tal cosa, así que debía suponer que no era por mi y solamente estaba un poco abstraída por los abrigos y el mal acento de la hermana de Hákan.
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Al islandés le dio risa no maliciosa que Sofie sufriera tanto para terminarse el vodka. Pearlie parecía tener menos problemas pero eso solo debía ser por la gente con la que se juntaba o porque los conservadores eran expertos bebedores. –En Islandia es costumbre que los padres enseñen a los hijos a beber desde temprano, porque en verdad que el vodka hace entrar en calor. Y no hay osos polares, solo paisajes que no van a poder ver nunca más en su país, ni en ningún otro lado. Y que lo valen, ¿creen que me estaría poniendo romántico por Islandia por nada? Claro que no- claro que sí, amaba su país, mucho más de lo que dejaba ver.
–Y no molestan, al contrario, miren como tienen embobadas a mis hermanas- Se estiró por encima de Pearlie para alcanzar a Sofie y darle un beso en el cabello, antes de que sus hermanas las obligaran a levantarse para ver lo de los abrigos. Jóhanna se veía extasiada por las visitas femeninas, aunque no le entendió a Pearlie nada acerca de transformarlos, por el idioma, no por los conceptos mágicos, las gemelas iban a la misma escuela de magia que él. - Hún vill að umbreyta því - Le dijo a Jóhanna, para indicarle que Pearlie quería transformar los abrigos. Su hermana se lo pensó un segundo, lo miró a él, luego a los abrigos, luego a Pearlie y terminó asintiendo, sin atreverse a decirle que no a la chica-Adelante, confío en que eres universitaria experta.
Jóhanna y Ásdis se sentaron en el sofá por fin, más en confianza con las invitadas. -Ese es mío, ¿te gusta? Nunca me lo pongo porque no sé con qué usarlo-el islandés ya se imaginaba a su hermana entrando cada vez más al punto de pedirles que la ayudaran a organizar su clóset, así que tenía que detener eso antes de que les robaran a las chicas. Sirvió más vodka en el vaso de Pearlie sin participar en la discusión Portman vs Knightley y le hizo un gesto a Sofie para preguntarle si le daba más.
-Mamá y Pála fueron a Samkaup Strax a comprar lo de la…mmmm…matur……emmm..comida.-Fue Jóhanna la que le contestó a Crawford sobre eso de ponerse a cocinar. Samkaup Strax era una cadena de supermercados pequeños. En realidad le estaba dando a entender a Crawford que él no debía mover ni un dedo. Ásdis ya se había sentado al lado de Sofie para seguir viendo la película sin entender ni jota de lo que se estaba hablando. –fara inn í herbergi þitt-sentenció que se fueran de una vez a su cuarto pero Ásdis solamente se pegó más a Sofie como garrapata y Jóhanna lo miró mal, en la flor de su adolescencia. -¿Vas a seguir bebiendo vodka o quieres otra cosa, Sofie? Y hagan lo de la chimenea antes de que me culpen porque sus madres se van a histerizar.
–Y no molestan, al contrario, miren como tienen embobadas a mis hermanas- Se estiró por encima de Pearlie para alcanzar a Sofie y darle un beso en el cabello, antes de que sus hermanas las obligaran a levantarse para ver lo de los abrigos. Jóhanna se veía extasiada por las visitas femeninas, aunque no le entendió a Pearlie nada acerca de transformarlos, por el idioma, no por los conceptos mágicos, las gemelas iban a la misma escuela de magia que él. - Hún vill að umbreyta því - Le dijo a Jóhanna, para indicarle que Pearlie quería transformar los abrigos. Su hermana se lo pensó un segundo, lo miró a él, luego a los abrigos, luego a Pearlie y terminó asintiendo, sin atreverse a decirle que no a la chica-Adelante, confío en que eres universitaria experta.
Jóhanna y Ásdis se sentaron en el sofá por fin, más en confianza con las invitadas. -Ese es mío, ¿te gusta? Nunca me lo pongo porque no sé con qué usarlo-el islandés ya se imaginaba a su hermana entrando cada vez más al punto de pedirles que la ayudaran a organizar su clóset, así que tenía que detener eso antes de que les robaran a las chicas. Sirvió más vodka en el vaso de Pearlie sin participar en la discusión Portman vs Knightley y le hizo un gesto a Sofie para preguntarle si le daba más.
-Mamá y Pála fueron a Samkaup Strax a comprar lo de la…mmmm…matur……emmm..comida.-Fue Jóhanna la que le contestó a Crawford sobre eso de ponerse a cocinar. Samkaup Strax era una cadena de supermercados pequeños. En realidad le estaba dando a entender a Crawford que él no debía mover ni un dedo. Ásdis ya se había sentado al lado de Sofie para seguir viendo la película sin entender ni jota de lo que se estaba hablando. –fara inn í herbergi þitt-sentenció que se fueran de una vez a su cuarto pero Ásdis solamente se pegó más a Sofie como garrapata y Jóhanna lo miró mal, en la flor de su adolescencia. -¿Vas a seguir bebiendo vodka o quieres otra cosa, Sofie? Y hagan lo de la chimenea antes de que me culpen porque sus madres se van a histerizar.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Al final el tema del cine no estaba tan mal, hasta Joe podía meter bocado opinando sobre las actrices de Hollywood, y Pearl aprendiendo vocabulario muggle, e incluso después llegaba la pequeña Ásdis a seguir la película junto a Sofie que afectiva como era podía tranquilamente charlar hasta con señas con la rubia. El problema era contagiarse también la edad y descender escalones hasta actuar de lo más aniñada y ridícula, que a Sofie hoy día le dabas dos barbies y podía pasarse todo la tarde jugando juegos infantiles de rol.
A todo esto, Sofie codeó a Pearlie por lo de los abrigos. De algún modo le parecía mucha confianza hechizarlos. Además que no sabía la morocha que la madre de los chicos no era bruja? De algún modo extraño hasta podía estar legalmente mal hacer magia en frente a ella, aunque la rubia no sabía tanto como funcionaban esas leyes en cuanto a las familias de niños magos. Lástima que no era algo digno de discutir o preguntar en ese contexto.
Siguiendo las palabras del Islandés ya no le pareció tan mal salir afuera, asintiendo con el rostro y con alguna que otra palabra, tomando un traguito más de su vaso como para ponerse en onda de “si”, estaba acordando con él. Donde más iban a encontrar esos paisajes? Cuantas veces podían darse el lujo de pisar Islandia? Y de hacerlo entre amigos. Definitivo, Sofie haría lo que el islandés dijera así tuviera que andar con las botitas incendiadas para no morir de hipotermia… Por ahora otro trago más al wisky, de a poquito poquito quizá y solo quizá terminaría el trago que tenía servido, por eso negó al islandés las mil ofertas pero aseveró que ese vaso si o si lo terminaría! … y luego ya se vería si se iba al wáter a tomar mil litros de agua directo del grifo a escondidas.
- No las eches – dijo Sofie al islandés, poniéndole cara de maestra malvada, madre estricta o novia dominante según se viera. Y le dio un beso en el cabello a la más pequeña, (cosa que se le dio natural pero que debía ser una imitación de los gestos que Hakan tenía para con ella misma) antes de levantarse del sofá para ir hacia la chimenea, y animar a Pearl a que hiciera igual.
- Me sienta mal que no hagamos nada… es decir, la madre ni sabe que estamos aquí… cocinará para tres más sin aviso?... – comentó a Pearlie sacando la varita para hechizar el fuego pero mirando de reojo a los chicos, y en es instante mirando la situación de fuera si le cruzó un pensamiento raro, de que más parecían dos parejas de novios que de amigos… pero era por el contexto extraño de la cena con madres y hermanas, o porque Pearl efectivamente había sido novia de Joe o… quien sabe….
Ahora lo importante… – bueno tu dices que estás en casa… yo en tu radio? Pero si se nos hace tarde? Mejor digo que te crucé y que me quedo a dormir en tu casa… pero en casa no hay fuego! Dahm! – y ahí reaccionó! Ya no estaba en el mundo mágico! Se corrió del fuego para dar espacio a Pearlie y sacó el móvil de su bolso. Andaba!!, tenía señal! Y daba tono!!! – Hola má… si, no… escúchame una cosa… no.. estoy en lo de Pearl… si Burrough… es que a ver, déjame hablar… fue así: estaba…- Y toda la explicación mientras se iba hacia una ventana cualquiera pues Jessy siquiera sabía que Sofie había ido a Hosmeade ese día. Se tardó sus largo minutos pero logró terminar la conversación e ir a poner la cara al fuego para que Pearlie hiciera lo propio.
Dichas las mentiras, volvió al grupo y se recargó en la espalda de Hakan para cuchichearle al oído con la mirada fija en la sala en general – tu mamá no tiene problema de que seamos 3 más a comer?… quizá debiéramos ir a comprar algo, sabes? o puedo improvisar un postre… no se… quizá sea feo que le invadamos la casa sin avisar… - de repente se le ocurrió algo que nada que ver – tienes fotos de tu papá? Deberías mostrarme algo de él, me lo debes! – eso lo dijo más bajito aun, porque no era tonta y no sabía que tan mal o tan bien se llevaban las hermanas de Hakan con ese tema.
A todo esto, Sofie codeó a Pearlie por lo de los abrigos. De algún modo le parecía mucha confianza hechizarlos. Además que no sabía la morocha que la madre de los chicos no era bruja? De algún modo extraño hasta podía estar legalmente mal hacer magia en frente a ella, aunque la rubia no sabía tanto como funcionaban esas leyes en cuanto a las familias de niños magos. Lástima que no era algo digno de discutir o preguntar en ese contexto.
Siguiendo las palabras del Islandés ya no le pareció tan mal salir afuera, asintiendo con el rostro y con alguna que otra palabra, tomando un traguito más de su vaso como para ponerse en onda de “si”, estaba acordando con él. Donde más iban a encontrar esos paisajes? Cuantas veces podían darse el lujo de pisar Islandia? Y de hacerlo entre amigos. Definitivo, Sofie haría lo que el islandés dijera así tuviera que andar con las botitas incendiadas para no morir de hipotermia… Por ahora otro trago más al wisky, de a poquito poquito quizá y solo quizá terminaría el trago que tenía servido, por eso negó al islandés las mil ofertas pero aseveró que ese vaso si o si lo terminaría! … y luego ya se vería si se iba al wáter a tomar mil litros de agua directo del grifo a escondidas.
- No las eches – dijo Sofie al islandés, poniéndole cara de maestra malvada, madre estricta o novia dominante según se viera. Y le dio un beso en el cabello a la más pequeña, (cosa que se le dio natural pero que debía ser una imitación de los gestos que Hakan tenía para con ella misma) antes de levantarse del sofá para ir hacia la chimenea, y animar a Pearl a que hiciera igual.
- Me sienta mal que no hagamos nada… es decir, la madre ni sabe que estamos aquí… cocinará para tres más sin aviso?... – comentó a Pearlie sacando la varita para hechizar el fuego pero mirando de reojo a los chicos, y en es instante mirando la situación de fuera si le cruzó un pensamiento raro, de que más parecían dos parejas de novios que de amigos… pero era por el contexto extraño de la cena con madres y hermanas, o porque Pearl efectivamente había sido novia de Joe o… quien sabe….
Ahora lo importante… – bueno tu dices que estás en casa… yo en tu radio? Pero si se nos hace tarde? Mejor digo que te crucé y que me quedo a dormir en tu casa… pero en casa no hay fuego! Dahm! – y ahí reaccionó! Ya no estaba en el mundo mágico! Se corrió del fuego para dar espacio a Pearlie y sacó el móvil de su bolso. Andaba!!, tenía señal! Y daba tono!!! – Hola má… si, no… escúchame una cosa… no.. estoy en lo de Pearl… si Burrough… es que a ver, déjame hablar… fue así: estaba…- Y toda la explicación mientras se iba hacia una ventana cualquiera pues Jessy siquiera sabía que Sofie había ido a Hosmeade ese día. Se tardó sus largo minutos pero logró terminar la conversación e ir a poner la cara al fuego para que Pearlie hiciera lo propio.
Dichas las mentiras, volvió al grupo y se recargó en la espalda de Hakan para cuchichearle al oído con la mirada fija en la sala en general – tu mamá no tiene problema de que seamos 3 más a comer?… quizá debiéramos ir a comprar algo, sabes? o puedo improvisar un postre… no se… quizá sea feo que le invadamos la casa sin avisar… - de repente se le ocurrió algo que nada que ver – tienes fotos de tu papá? Deberías mostrarme algo de él, me lo debes! – eso lo dijo más bajito aun, porque no era tonta y no sabía que tan mal o tan bien se llevaban las hermanas de Hakan con ese tema.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Los argumentos del islandés eran válidos, lo que iban a poder ver de Islandia no estaba precisamente ahí adentro, sino afuera, y no tenía mucho sentido ni siquiera salir un poquito a mirar a su alrededor o tal. Solo tenía que pasársele el frío y también la sensación creciente de que habían cometido una locura total y que todo eso era muy raro. Sintió el codazo de Sofie y le guiñó un ojo, técnicamente la mamá de Hákan no entraba en el estatuto del secretismo porque tenía familia mágica, sin excepción. Y no le iba a echar a perder la ropa a nadie.
-Experta en transformaciones…es de familia, aunque todavía me falta mejorar. Juro que no les haré daño, en serio, pero más los vamos a estropear si los forzamos a entrar en nuestro cuerpo sin magia de por medio.
Y sobre el abrigo, sí, le encantaba, muchísimo, así que asintió a Jóhanna. La veía tan bonita y tan ilusionada con todo ese asunto que, en efecto, le daban ganas de decirle “vamos a ver tu clóset y te armo algo”, así además estaría un poco alejada de Joe. Para acabarla Hákan le daba más vodka, pero ya se había prometido darle tragos pequeños y que eso le durara todo lo que restaba de tiempo o al menos unas dos horas. Trataba de no hablar tan rápido con la chica.
-Ah, seguro que tienes algo que sirva. ¡Lo vemos!
Se acercó con Sofie al fuego y asintió a lo que decía, a ella también le sentaba mal llegar de sorpresa con la madre de Hákan. A la propia Saffron la ponía muy de mal humor que la gente llegara sin avisar o que ella llevara amigos a la casa sin al menos una lechuza antes.
-Hay que preguntarle a Hákan si nos deja entrar en su cocina. Podemos improvisar algo o a ver, no creas, a mi también me da pena.
Le dijo en rápido susurro antes de que Sofie prefiriera hablar por celular. Mientras ella hablaba y dado que Pearlie no podía hacer nada en la chimenea sin ella para asegurar su cuartada, volvió hacia donde Joe. No le había agradecido el halago sobre el abrigo y su cabello y todo eso por estar demasiado desubicada. Igual le sonrió y le dio un empujoncito por el hombro. Estaba apenada como si apenas lo estuviera conociendo.
-No te lo dije antes, pero gracias, por lo que dijiste del tono de mi cabello y eso. ¿Tú no tienes que avisarle nada a nadie, no? Haces de tu vida lo que quieres.
En eso volvió Sofie de hablar y Pearlie se preparó para usar la chimenea. Sonrió a Jóhanna rápido y luego miró a los chicos pidiéndoles que se súper callaran. La película de fondo estaba bien porque eso servía para corroborar su historia. La llamada fue a la chimenea de la WWN. La cara de su mamá apareció de inmediato.
-¿DÓNDE ESTABAS? Archibald me dijo que ibas por un cigarro y llevas horas sin aparecer, no he podido regresar a casa por estar esperándote, dejaste tu bolsa y el abrigo.
Su madre, con el embarazo, estaba más susceptible que nunca.
-Lo siento mamá, me encontré a Sofie y…pues nos pusimos a hablar, me vine a su casa. Saluda Sofie.
Jaló a su amiga para que Saffron la viera y de paso, modulara sus reclamos y sus posibles gritos, porque no solía mostrarse así enfrente de la gente.
-Me quedaré en su casa, ¿sí? Vamos a ver películas y ponernos al día de lo que no nos hemos visto en lo que van de las vacaciones. Estoy bien, no te preocupes y perdóname.
Luego de más preguntas técnicas y especificaciones, Saffron se despidió, pero Pearlie sabía que no estaba nada contenta. Se mordió el labio inferior y regresó al sofá al lado de Jóhanna…o más bien al lado de Joe.
-Un día de estos me va a desheredar, te lo juro. ¿Te acuerdas lo que hablamos? Pues en navidad salió a colación y…
Puso una mueca como de incomodidad que convirtió en una media sonrisa para Joe y le tomó más a su vodka para luego girarse hacia Hákan.
-Anda, dinos qué hacemos, a mi me gusta cocinar, y no hay Orlowsky que me interrumpa ahora.
-Experta en transformaciones…es de familia, aunque todavía me falta mejorar. Juro que no les haré daño, en serio, pero más los vamos a estropear si los forzamos a entrar en nuestro cuerpo sin magia de por medio.
Y sobre el abrigo, sí, le encantaba, muchísimo, así que asintió a Jóhanna. La veía tan bonita y tan ilusionada con todo ese asunto que, en efecto, le daban ganas de decirle “vamos a ver tu clóset y te armo algo”, así además estaría un poco alejada de Joe. Para acabarla Hákan le daba más vodka, pero ya se había prometido darle tragos pequeños y que eso le durara todo lo que restaba de tiempo o al menos unas dos horas. Trataba de no hablar tan rápido con la chica.
-Ah, seguro que tienes algo que sirva. ¡Lo vemos!
Se acercó con Sofie al fuego y asintió a lo que decía, a ella también le sentaba mal llegar de sorpresa con la madre de Hákan. A la propia Saffron la ponía muy de mal humor que la gente llegara sin avisar o que ella llevara amigos a la casa sin al menos una lechuza antes.
-Hay que preguntarle a Hákan si nos deja entrar en su cocina. Podemos improvisar algo o a ver, no creas, a mi también me da pena.
Le dijo en rápido susurro antes de que Sofie prefiriera hablar por celular. Mientras ella hablaba y dado que Pearlie no podía hacer nada en la chimenea sin ella para asegurar su cuartada, volvió hacia donde Joe. No le había agradecido el halago sobre el abrigo y su cabello y todo eso por estar demasiado desubicada. Igual le sonrió y le dio un empujoncito por el hombro. Estaba apenada como si apenas lo estuviera conociendo.
-No te lo dije antes, pero gracias, por lo que dijiste del tono de mi cabello y eso. ¿Tú no tienes que avisarle nada a nadie, no? Haces de tu vida lo que quieres.
En eso volvió Sofie de hablar y Pearlie se preparó para usar la chimenea. Sonrió a Jóhanna rápido y luego miró a los chicos pidiéndoles que se súper callaran. La película de fondo estaba bien porque eso servía para corroborar su historia. La llamada fue a la chimenea de la WWN. La cara de su mamá apareció de inmediato.
-¿DÓNDE ESTABAS? Archibald me dijo que ibas por un cigarro y llevas horas sin aparecer, no he podido regresar a casa por estar esperándote, dejaste tu bolsa y el abrigo.
Su madre, con el embarazo, estaba más susceptible que nunca.
-Lo siento mamá, me encontré a Sofie y…pues nos pusimos a hablar, me vine a su casa. Saluda Sofie.
Jaló a su amiga para que Saffron la viera y de paso, modulara sus reclamos y sus posibles gritos, porque no solía mostrarse así enfrente de la gente.
-Me quedaré en su casa, ¿sí? Vamos a ver películas y ponernos al día de lo que no nos hemos visto en lo que van de las vacaciones. Estoy bien, no te preocupes y perdóname.
Luego de más preguntas técnicas y especificaciones, Saffron se despidió, pero Pearlie sabía que no estaba nada contenta. Se mordió el labio inferior y regresó al sofá al lado de Jóhanna…o más bien al lado de Joe.
-Un día de estos me va a desheredar, te lo juro. ¿Te acuerdas lo que hablamos? Pues en navidad salió a colación y…
Puso una mueca como de incomodidad que convirtió en una media sonrisa para Joe y le tomó más a su vodka para luego girarse hacia Hákan.
-Anda, dinos qué hacemos, a mi me gusta cocinar, y no hay Orlowsky que me interrumpa ahora.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Volver a casa ya
“En Islandia es costumbre que los padres enseñen a los hijos a beber a temprana edad”, “No hay osos polares, solo paisajes que no podrán ver en su país nunca más”. Solté un chasquido bastante discreto al escuchar la sarta de tonterías que Hákan escupía cada que encontraba una buena oportunidad para lucirse y hablar acerca de la mierda de su jodida isla, como si de verdad hubiera algo extraordinario en un lugar en donde no había más que hielo y ese puto frio del infierno. Me encogí de hombros ante la respuesta de su hermana en cuanto a cocinar se refería, lo que significaba una negativa ante la idea de que un extraño se metiera a su cocina a preparar comida de verdad.
-No creo que no haya ningún problema al respecto. Por dios miren este lugar, seguro unos estómagos extras no hace gran diferencia. -
Pearlie se acercó de nuevo mientras Sofie hacía su respectiva llamada a quién sabe quién diablos. Le sonreí y me dejé empujar sin oponer resistencia, dándome cuenta de que los gestos de la chica seguían siendo jodidamente confusos. No sé si pueda explicarme correctamente, pero aquello era de alguna forma similar a como se comportaba cuando apenas nos habíamos conocido, solo que con más sonrisas y contacto físico (pequeños empujones). ¿Era posible algún tipo de tensión sexual de su parte?, tranquilo Joe… no adelantes conclusiones ni te llenes de mierda la cabeza.
-Suenas como si no recibieras halagos todos los días de tu vida, lo cual sería un jodido pecado. Y no, son las ventajas de no tener perro que me ladre. Anda, avísale a tu madre…-
Mientras Felicia se dirigía hacia la chimenea, mi atención se dirigió hacia la pequeña, que si no mal recordaba su nombre era Ásdis. era un pequeño encanto la niña, con esas mejillas rosadas y esos grandes ojos azules y jodidamente transparentes; de verdad les digo, ninguna de las dos se parecían al pelón de mierda, ninguna. -¿Te han dicho lo encantadora que eres Ásdis?, eres como un pequeño caramelo navideño, nada que ver con tu hermanote- Ya sabía que la pequeña no hablaba ni un poco de inglés, pero era lo de menos. Me serví más vodka un segundo antes de que Pearlie terminara su llamada, volviera también a donde nos encontrábamos los demás y me hablara acerca de algún tema que había salido a colación en su cena navideña. ¿Qué otra cosa podía ser sino el asunto acerca de Malik?, por poco no logro evitar dibujar una sonrisa al pensar en el disgusto familiar de verla enrolada con un greñudo paki de mierda, pero me abstuve, como lo había hecho durante todo este fin de año. Estiré la mano y toqué el dorso de la suya en un gesto… pues bastante ambiguo y mal intencionado en más de un sentido.
-Por favor, dejen que preparemos algo. Anda Jóhanna, te prometo que nos vamos a portar bien y prepararemos algo delicioso… lo juro por la noble amistad que tengo con tu hermano mayor-
Sí, claro…
-No creo que no haya ningún problema al respecto. Por dios miren este lugar, seguro unos estómagos extras no hace gran diferencia. -
Pearlie se acercó de nuevo mientras Sofie hacía su respectiva llamada a quién sabe quién diablos. Le sonreí y me dejé empujar sin oponer resistencia, dándome cuenta de que los gestos de la chica seguían siendo jodidamente confusos. No sé si pueda explicarme correctamente, pero aquello era de alguna forma similar a como se comportaba cuando apenas nos habíamos conocido, solo que con más sonrisas y contacto físico (pequeños empujones). ¿Era posible algún tipo de tensión sexual de su parte?, tranquilo Joe… no adelantes conclusiones ni te llenes de mierda la cabeza.
-Suenas como si no recibieras halagos todos los días de tu vida, lo cual sería un jodido pecado. Y no, son las ventajas de no tener perro que me ladre. Anda, avísale a tu madre…-
Mientras Felicia se dirigía hacia la chimenea, mi atención se dirigió hacia la pequeña, que si no mal recordaba su nombre era Ásdis. era un pequeño encanto la niña, con esas mejillas rosadas y esos grandes ojos azules y jodidamente transparentes; de verdad les digo, ninguna de las dos se parecían al pelón de mierda, ninguna. -¿Te han dicho lo encantadora que eres Ásdis?, eres como un pequeño caramelo navideño, nada que ver con tu hermanote- Ya sabía que la pequeña no hablaba ni un poco de inglés, pero era lo de menos. Me serví más vodka un segundo antes de que Pearlie terminara su llamada, volviera también a donde nos encontrábamos los demás y me hablara acerca de algún tema que había salido a colación en su cena navideña. ¿Qué otra cosa podía ser sino el asunto acerca de Malik?, por poco no logro evitar dibujar una sonrisa al pensar en el disgusto familiar de verla enrolada con un greñudo paki de mierda, pero me abstuve, como lo había hecho durante todo este fin de año. Estiré la mano y toqué el dorso de la suya en un gesto… pues bastante ambiguo y mal intencionado en más de un sentido.
-Por favor, dejen que preparemos algo. Anda Jóhanna, te prometo que nos vamos a portar bien y prepararemos algo delicioso… lo juro por la noble amistad que tengo con tu hermano mayor-
Sí, claro…
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
El islandés no sabía qué necedad tenían los ingleses con eso de cocinar o hacer algo en su casa. ¿Qué no entendían que eran los invitados? Al menos en Islandia, los invitados eran agasajados por los anfitriones, no se esperaba que fuera al revés de ninguna manera. –Son gente muy necia, no sé qué costumbres tengan en su país. Bueno, tú viviste en Barcelona, y tú…en Francia ¿no? ¿allá se acostumbra eso, que los invitados sean necios e incomoden a las niñas?-preguntó con la ceja levantada, porque Jóhanna ya no sabía ni cómo decirles que no, que se negaba a su ayuda y a que ellos cocinaran algo porque eso, eran los invitados.
-Tan pronto llegue mi gente y haga su parte, luego podrán usar la cocina si quieren, para devolvernos el favor o lo que quieran, pero a mi mamá no le va a gustar nada que hagan la comida por ella, mi mamá no tiene problema, se sentirá más incómoda si ve que tres más vinieron a cocinarle algo a ella-Otra vez su inglés era atropellado y torpe, como el de su hermana, pero no sabía ya cómo hacerles entender que no era necesario. Los ingleses (españoles y franceses) tal vez tenían una crianza demasiado estirada, una necesidad rara de quedar siempre bien.
El islandés no dijo nada de la gran mentira empleada por Joseph sobre la noble amistad,. Para él, Crawford no era verdaderamente su amigo y entre más lo miraba en su casa, más se preguntaba cómo había llegado ahí, pero no lo iba a correr y estaba portándose bien, hasta donde cabía. Pearl era otra historia, no se veía cómoda, pero tampoco se apartaba de él. Hákan de eso solo sabía los chismes, y tampoco le interesaban demasiado mientras Joseph no quisiera romper botellas en su presencia, ni ponerse pesado con ella.
-¿Fotos de mi padre? Ah sí, mamá tiene unas aquí.-se levantó para ir hacia la cantina otra vez, detrás había unos cajones de los que sacó unas fotos viejas. Regresó al sillón donde estaba Sofie. Ásdis seguía atenta a la televisión y Jóhanna había subido con el resto de los abrigos para devolverlos a su lugar. Le entregó la foto a la rubia sin mostrársela a los otros dos porque no creía que les interesara una foto de Kristján. –Aquí está con la tía Nanna.
Enseñó las otras, que eran fotos familiares y Ásdis dejó de poner atención a la película solo para verlas. Entonces sonó la puerta y entraron Pála y su madre que sí se mostró muy sorprendida por encontrar a tres desconocidos en su sala. Por lo general su madre tenía una expresión triste en la cara, pero al verlos sonrió ampliamente y estiró la mano para presentarse primero con Pearlie y luego con Sofie, finalmente con Joseph, en un inglés muy malo. Les dijo que se llamaba Sunneva y en islandés, que eran bienvenidos. Fue Pála la que les tradujo y también se presentó con los tres, antes de que ambas pasaron a dejar las bolsas de la compra.
-Dice mamá que puede cocinar algo distinto, lo que tú digas y que también hay hakarl que sobró de las fiestas y que todavía está bueno. Puede hacer unas Fiskibollur-Todo lo dijo en inglés, bien hablado y correctamente pronunciado, era la que major hablaba de todos, incluso mejor que él.
-Dile que lo que quiera está bien.-Pála asintió, sonrió a las novedades y se fue a la cocina. Le gustaba ayudar a su mamá, mucho más que a Jóhanna. Hákan se volteó a ver a los demás-Si los hubieran encontrado en la cocina habrían sentido que invadían su casa. Ninguno es vegetariano, ¿Verdad?-A Sofie no recordaba qué la había visto comer, pero tenía pinta de vegetariana, Pearlie también.
-Tan pronto llegue mi gente y haga su parte, luego podrán usar la cocina si quieren, para devolvernos el favor o lo que quieran, pero a mi mamá no le va a gustar nada que hagan la comida por ella, mi mamá no tiene problema, se sentirá más incómoda si ve que tres más vinieron a cocinarle algo a ella-Otra vez su inglés era atropellado y torpe, como el de su hermana, pero no sabía ya cómo hacerles entender que no era necesario. Los ingleses (españoles y franceses) tal vez tenían una crianza demasiado estirada, una necesidad rara de quedar siempre bien.
El islandés no dijo nada de la gran mentira empleada por Joseph sobre la noble amistad,. Para él, Crawford no era verdaderamente su amigo y entre más lo miraba en su casa, más se preguntaba cómo había llegado ahí, pero no lo iba a correr y estaba portándose bien, hasta donde cabía. Pearl era otra historia, no se veía cómoda, pero tampoco se apartaba de él. Hákan de eso solo sabía los chismes, y tampoco le interesaban demasiado mientras Joseph no quisiera romper botellas en su presencia, ni ponerse pesado con ella.
-¿Fotos de mi padre? Ah sí, mamá tiene unas aquí.-se levantó para ir hacia la cantina otra vez, detrás había unos cajones de los que sacó unas fotos viejas. Regresó al sillón donde estaba Sofie. Ásdis seguía atenta a la televisión y Jóhanna había subido con el resto de los abrigos para devolverlos a su lugar. Le entregó la foto a la rubia sin mostrársela a los otros dos porque no creía que les interesara una foto de Kristján. –Aquí está con la tía Nanna.
Enseñó las otras, que eran fotos familiares y Ásdis dejó de poner atención a la película solo para verlas. Entonces sonó la puerta y entraron Pála y su madre que sí se mostró muy sorprendida por encontrar a tres desconocidos en su sala. Por lo general su madre tenía una expresión triste en la cara, pero al verlos sonrió ampliamente y estiró la mano para presentarse primero con Pearlie y luego con Sofie, finalmente con Joseph, en un inglés muy malo. Les dijo que se llamaba Sunneva y en islandés, que eran bienvenidos. Fue Pála la que les tradujo y también se presentó con los tres, antes de que ambas pasaron a dejar las bolsas de la compra.
-Dice mamá que puede cocinar algo distinto, lo que tú digas y que también hay hakarl que sobró de las fiestas y que todavía está bueno. Puede hacer unas Fiskibollur-Todo lo dijo en inglés, bien hablado y correctamente pronunciado, era la que major hablaba de todos, incluso mejor que él.
-Dile que lo que quiera está bien.-Pála asintió, sonrió a las novedades y se fue a la cocina. Le gustaba ayudar a su mamá, mucho más que a Jóhanna. Hákan se volteó a ver a los demás-Si los hubieran encontrado en la cocina habrían sentido que invadían su casa. Ninguno es vegetariano, ¿Verdad?-A Sofie no recordaba qué la había visto comer, pero tenía pinta de vegetariana, Pearlie también.
Hákan Kristjánsson- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Volver a casa ya
Por cordiales se estaban poniendo densos. Sofie lo entendió clarísimo con las palabras de Hakan, a las que asintió, aunque igual le sentase raro llegar a una casa con las manos vacías. Más porque era una casa desconocida con costumbres desconocidas. Ir a lo de Shadow sin nada deba igual, que total a penas si saludaban y se encerraban en el cuarto de la rubia. Cada hogar un mundo, y ese islandés, uno desconocido y en el que todos parecían miedosos a hacer un paso en falso. Pero ellos habían hecho su parte y Hakan la propia y no había más que hablar del tema.
Sentada junto a la más pequeña, recibió la primera foto de Kristjan con una sonrisa que se le quedó en el rostro todo el rato. Observando la imagen y cada detalle como si fuera a encontrar algo maravilloso ahí, quedando como boba, hasta que Hakan le dio un par más y esto la sacó del ensimismamiento. Vio otra, y otra, encorvándose un poco para compartirlas también con Ásdis, hubiera querido decirle noñerías tipo "ay mira tu papá que guapo... que paisaje este!... y esa bebé quien es?... míralo posando para la foto..." pero como no sabían el mismo idioma, solo le hacía caras de sonrisa o señalaba algún detalle de las fotos con el dedo.
Sofie amaba las fotos tanto tanto, que no notó la llegada de la dueña de casa hasta que esta hizo presencia con la voz. La saludó y se presentó también, abandonando las fotos varias en su regazo sobre el abrigo ajeno... Y ponía su mejor actitud pero por dentro se le hacía algo incómodo todo, como que sabía demasiado de esa familia sin haberlo querido. No es que tuviera problemas morales, pero... por ejemplo, saber que el padre del chico había engañado a su madre ocultándole toda su vida pasada, e incluso Sofie intuía que los ocultamientos habían sido cosa recurrente en el tal Kristjan...
No iba a decirle al islandés, lo guapa de su madre o lo cordial de sus hermanas, pues ya había desistido de los halagos excesivos por quedar bien. Ya estaba, ya estaban allí, él los había invitado y no había porque sentirse como que le debían algo. Volvió a las fotos, a verlas todas de nuevo, mientras se metía en conversación al mismo tiempo. - Vegetariana?... - y se rió suavecito - No podría aunque quisiera... es más lo intenté por una prima una vez - bueno no era una prima tal cual, sino Loulou Rayder. - pero no funciona para mi...
Tomó su última gota de whisky y devolvió las fotos a Hakan, que sino era capaz de darles una tercera recorrida. - cuéntame que haremos!... Además de comer... y emborracharnos con la escusa del frío - fue ahí que puso su vaso frente a Hakan como inquiriéndole que le sirviera más- lo logré... no era tan difícil, creo que el primer trago es el peor... pero ya no siento mi nariz... si me levanto del sillón caeré desmayada al suelo? - volvió a reír, no debía ser para tanto, no? Pero Sofie era del comentario exagerado - ya veo que me quedo dormida antes de que termine la película - y miró la pantalla - ups! ya terminó... podemos jugar una guerra de nieve, que hay mucha... o les puedo hacer trucos de magia! tienes cartas?
Sentada junto a la más pequeña, recibió la primera foto de Kristjan con una sonrisa que se le quedó en el rostro todo el rato. Observando la imagen y cada detalle como si fuera a encontrar algo maravilloso ahí, quedando como boba, hasta que Hakan le dio un par más y esto la sacó del ensimismamiento. Vio otra, y otra, encorvándose un poco para compartirlas también con Ásdis, hubiera querido decirle noñerías tipo "ay mira tu papá que guapo... que paisaje este!... y esa bebé quien es?... míralo posando para la foto..." pero como no sabían el mismo idioma, solo le hacía caras de sonrisa o señalaba algún detalle de las fotos con el dedo.
Sofie amaba las fotos tanto tanto, que no notó la llegada de la dueña de casa hasta que esta hizo presencia con la voz. La saludó y se presentó también, abandonando las fotos varias en su regazo sobre el abrigo ajeno... Y ponía su mejor actitud pero por dentro se le hacía algo incómodo todo, como que sabía demasiado de esa familia sin haberlo querido. No es que tuviera problemas morales, pero... por ejemplo, saber que el padre del chico había engañado a su madre ocultándole toda su vida pasada, e incluso Sofie intuía que los ocultamientos habían sido cosa recurrente en el tal Kristjan...
No iba a decirle al islandés, lo guapa de su madre o lo cordial de sus hermanas, pues ya había desistido de los halagos excesivos por quedar bien. Ya estaba, ya estaban allí, él los había invitado y no había porque sentirse como que le debían algo. Volvió a las fotos, a verlas todas de nuevo, mientras se metía en conversación al mismo tiempo. - Vegetariana?... - y se rió suavecito - No podría aunque quisiera... es más lo intenté por una prima una vez - bueno no era una prima tal cual, sino Loulou Rayder. - pero no funciona para mi...
Tomó su última gota de whisky y devolvió las fotos a Hakan, que sino era capaz de darles una tercera recorrida. - cuéntame que haremos!... Además de comer... y emborracharnos con la escusa del frío - fue ahí que puso su vaso frente a Hakan como inquiriéndole que le sirviera más- lo logré... no era tan difícil, creo que el primer trago es el peor... pero ya no siento mi nariz... si me levanto del sillón caeré desmayada al suelo? - volvió a reír, no debía ser para tanto, no? Pero Sofie era del comentario exagerado - ya veo que me quedo dormida antes de que termine la película - y miró la pantalla - ups! ya terminó... podemos jugar una guerra de nieve, que hay mucha... o les puedo hacer trucos de magia! tienes cartas?
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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