El Felíz Anuncio

por **Aquila Lillyvick** Mar Ene 22, 2013 12:13 pm

Después de una navidad y año nuevo en Escocia con la familia de Angus, el año parecía seguir presentando las mismas complicaciones desde que su vida había cambiado radicalmente, pero seguía considerando que nada podía ir mal si estaba con Angus. Había muchas cosas que seguían presentándose tensas como la convivencia entre sus amigos y bueno, la idea de que ahora sólo le quedaba Pearlie por que en definitiva nadie de sus viejas amistades la había buscado para conocer sus razones por las cuales romper su antiguo compromiso y cambiar radicalmente de vida. Así que había tenido que adaptarse y en lo que a ella respectaba había algunos que le agradaban y otros con los que sentía diferencias irreconciliables, Joe Crawford por ejemplo.

Ese día Angus había pedido a la mayoría de sus amigos, los cercanos, que fueran al apartamento a beber y a comer algo. No les había dicho, claro, que al fin anunciarían su compromiso. Eso sonaba ridículamente formal, lo único que dirían era que se iban a casar más pronto que tarde y querían que la gente importante para él (y de cierta forma para ella) lo supieran. Su padre ya había sido notificado, habían tenido una pequeña reunión con él en un restaurante mágico bastante recóndito de Cornualles. Eso era todo lo que necesitaba.

No iba a decir que no se había puesto a pensar en la tensión que generaría la presencia de Joe y de Malik en la misma habitación, pero la verdad era que se sentía bastante segura pensando que todos se dejarían de historias para pasar un buen rato y, como ya seguramente habían adivinado, esperar su felíz anuncio. No lo habían declarado pero le parecía que era bastante obvio, sobre todo si la invitación era por parte de ambos.

-Compré cosas para cocinar, pero no voy a cocinarle a tus amigotes. Mejor pongo las botanas en los platos...

Y justamente eso hacía, dejando los platos sobre la mesa-baúl y guardando las cervezas en el refrigerador aunque con mucha distracciónm por estar viendo una película de un demonio judío que había poseído a una niña. Hizo gestos en el momento en que aparecían las mariposas negras y después seguía a lo suyo, esperando a los invitados.

por **Angus Finnerty** Miér Ene 23, 2013 12:20 am

Para Angus, anunciar un compromiso en cualquier otra época habría resultado una completa ridiculez innecesaria. Pero eso solo se debía a que nunca había pensado seriamente en casarse. Siempre había sido uno de esos tipos que sí daban el perfil de poder formar una familia en el futuro, pero nunca se le había pasado por la cabeza que a su edad, encontrara la persona con la que quería estar el resto de su vida, mucho menos que esa persona fuera Aquila.

Tendía a pensar ridiculeces muchas veces pero ahora, además de pensarlas, las hacía. Estaba enamorado hasta el fin de los tiempos, eso creía y nadie le iba a decir lo contrario. La idea de casarse con ella había nacido cuando habían ido a ver a su padre, pero ni siquiera era algo que se hubiera autoimpuesto a partir de ello, sino que el señor nada más le había dado una genial idea que Angus no sabía por qué mierdas no se le había ocurrido antes. Casarse con Aquila significaría que iba a ser su mujer hasta legalmente, aunque ya lo era de todas las demás formas de todos modos.

Le parecía importante anunciárselo a sus amigos, hacerles partícipe de esas decisiones que significaban mucho para él. No quería hacer una ceremonia solemne, sino dárselos como dejando caer una noticia, pero celebrarlo no estaba mal. Ya le había dado la primicia a Joe, pero eso era hacerlo oficial con el resto de las personas que le importaban, con los amigos, que siempre habían sido importantes para Angus. Con los viejos y los nuevos.

Él también había pensado en tener a Joe y a Malik en la misma habitación, Joe había estado necio con que quería hablar con él pero Angus confiaba en que mantendría su palabra de que no haría locuras cuando él estuviera involucrado y también confiaba en que todos podían dejar sus problemas esos de lado al menos por esa noche feliz (para él).

-¿Qué compraste? Yo no sé cocinar, habrá que esperar a Pearl y a Karim para que lo hagan. Como lacayos.-Se acercó a Aquila por atrás agarrándola desprevenida para darle un beso en el cuello y apretujarla como si no la hubiera visto en muchos años. -Yo solo sé comerme la carne cruda.-Le dio un mordisco en el hombro, sintiéndose muy nervioso, esperando que Aquila no tuviera idea de la sorpresa extra que llevaría la noche, porque haría el compromiso formal, con joya incluida. No había trabajado extra como loco en la temporada de fiestas para no hacer las cosas con todas las de la ley.

[TOTALMENTE LIBRE PARA AMIGOS Y AMIGOS DE LOS AMIGOS]

por **Hákan Kristjánsson** Miér Ene 23, 2013 9:15 pm

A diferencia de lo que seguramente serían la mayoría de los asistentes, Hákan no estaba muy seguro de qué iba a hacer ahí, o si el licántropo polémico del bar iba a dar anuncios de compromisos. Lo había invitado Butcher, amigo de Angus, y había dicho que sí. No era la primera vez que estaba en ese departamento y no se le haría raro. Hákan tampoco estaba al pendiente de cualquier idilio entre los amigos del lobo, más que lo justo que se había necesitado para molestar a Joe en su debido momento.

Tampoco estaba seguro de si iba a ser bienvenido pero como Butcher no había dicho que era nada privado ni glamouroso, y tomando en cuenta que la mayoría de la gente que sabía que se llevaba con Angus no eran unos infelices elitistas, decidió que era buena idea para escapar un poco de los dolorosos y demandantes entrenamientos de quidditch. Estaba extrañando Islandia como nunca antes, aunque en realidad llevara poco tiempo fuera de casa y tampoco tuviera mucho margen de comparación con otras ocasiones, pero se sentía tan deprimido por momentos de estar lejos de su país que una fiesta lo tendría que animar. Y no había posibilidades de salir medio muertos de eso, recordaba que ese departamento era pequeño pero le daba algún aire de seguridad.

Se había encontrado con el golpeador en Diagon, porque él no sabía como llegar, la vez pasada Sofie y Siobhan lo habían llevado en traslador. Él iba acompañado de su hermanita y ese dato no le dio muy buena espina, porque los lugares donde podías llevar a tus hermanos pequeños tendían, por experiencia, a ser muy aburridos, pero como ya se había comprometido no hizo ningún comentario. Esta vez sí llevaba una botella de Reyka para compartir con la gente, parecida a la que le había regalado a Aldrich en el amigo invisible navideño. Era una de las cosas que se había traído de Islandia y solo había recogido dos pero no le molestaba compartirla.

Cuando llegaron al departamento solo estaban el licántropo y su novia. Llegar cuando estaba casi vacío tampoco era de buen agüero pero saludó al hombre con un apretón de manos y a ella con el mismo gesto austero de la cabeza porque seguía sintiendo que si se le acercaba de más le iba a escupir. Le dio a Angus la botella de vodka y se quedó callado y retraído pidiéndole auxilio a James, o a los espíritus islandeses para que llegara más gente antes de que se pusiera él incómodo. Gente conocida, de preferencia.

por **James Butcher** Miér Ene 23, 2013 11:05 pm

"Tú eres mi nuevo amigo, cárgame"

Jane entraba fácilmente en confianza con personas nuevas, como cualquier niña de seis años que tuviera buena espina con alguien. Era fin de semana y James tenía dos compromisos, el primero y el de siempre con su hermana más pequeña (Jake estaba en Hogwarts y no tenía vacaciones) y el otro con Angus Finnerty, un amigo bastante antiguo que había estado con él aún en tiempos de prisión y que ahora, sorpresivamente, anunciaba que iba a casarse con una chica de esas que uno jamás esperaría que jamás cambiaran de opinión, según entendía.

Pues eso. Sin hacer caso a Janie acosando a Hákan Kristjansson, posiblemente su único nuevo amigo desde séptimo curso en Hogwarts, el único sin prejuicios respecto a su fama, fue hasta el apartamento de Angus Finnerty e hizo lo miso que el islandés, saludando a la chica y saludando al licántropo. Por cierto, si su hermana adoraba a alguien más que a sus nuevos amigos era a Angus Finnerty. Se había soltado de Hákan para correr a donde Angus y colgársele de una pierna agitando todo su cabello castaño y medio enrulado.

"¡Angus! de grande me voy a casar contigo" James puso los ojos en blanco, ya sabía del aprecio de su hermana por el ex-Hufflepuff. Su hermana tenía una extraña obsesión con él. Chocó la frente contra Finnerty como hacía siempre y después dejó sus cervezas sobre la mesa, abriéndose una. Hákan no parecía tan cómodo así que intentó hacerlo sentir como en casa diciéndole que se sentara cuando él hacía lo mismo y Jane seguía asediando al tipo de barba.

"Te regalo a Jane, te la cambio por dos tragos de gin. Es un pain in the ass ¿Cuántos hijos le darás a Angus, ocho, nueve?"

por **Lady Stoner** Miér Ene 23, 2013 11:25 pm

¿Cómo iba ahí? Por que había estado de visita con Regina, por que Bleeker Cleverley aparentemente era de los mejores amigos de Angus y por que también Regino lo apreciaba. Ambas iban con lentes oscuros y labios pintados de rojo, por la simple idea de que "no se notara" que se habían embriagado a solas en su habitación robado los licores de padre Cleverley, unos que aún conservaban la etiqueta de felíz año nuevo para un auror con veinte años de trayectoria. Además, si iba, era por que sabía que Joe estaría ahí y se lo follaría con todo gusto aunque estuviera resacosa y agotada.

Se rió al abrir la puerta y llegar con ellos por que estaba ahí el islandés, una niña chica a la que cargaba y otro tipo compañero suyo de quidditch. Butcher, le parecía jodidamente sexy y eso era todo lo que podía pensar de él. Le saltaría encima de no saber que Joe podría llegar pronto, y con él todo era un negocio seguro, y le gustaba lo que tenían, aunque no tuviera título ante nadie, ni siquiera ante ellos.

-¿Eres padre y no me dijiste? Me das asco

Eso se lo decía a Hákan luego de acercársele con una media sonrisa. Seguía gustándole, seguía odiándolo cuando iba con otras y aún así no se le ocurría una sola manera de demostrarlo. Estaba de más, por que a él le gustaban todas menos ella. Poco después se fue al lado de Regina y la jaló un poco, encendiendo el televisor. Swansea (su equipo) contra Chelsea jugaban esa tarde y no pensaba perdérselo aunque sentía que iba a quedarse dormida en cualquier momento.

-Regino, ven a ver el fútbol conmigo. Que tu hermano se ponga a socializar

Era gente más grande que ella y no es que le intimidara pero se sentía en la confianza suficiente como para ir al sillón, quitar una película de horror y sintonizar las alineaciones de un partido cinco minutos antes de que ocurriera. Sonrió como loca dejando que el hermano mayor de Regina razonara con los demás. Ella estaba de colada en la fiesta y esperaba a Joe, mientras tanto el fútbol y su amiga igual de resacosa que ella bastarían. Eso y el recuerdo de estar, la noche anterior, cantando éxitos de Disney y respondiendo preguntas como si tuvieran diez años tipo si alguna vez habían comido mocos aunque tuvieran cinco años. Ella, por supuesto, había dicho que sí.

por **Regina Cleverley** Miér Ene 23, 2013 11:51 pm

Ella había dicho que no pero que los embarraba en las túnicas de quidditch de su hermano mayor, eso y que se guardaba los chicles detrás de la oreja para comérselos después. Por eso muchas veces sus papás se preguntaban cómo se hubiera sentido tener una hija de verdad con amigas de verdad y ellas solo se reían. Lady ni siquiera tenía nada mejor que hacer ese día y Regina le había dicho que iba a ir como apoyo moral para Peach cuando recibiera la noticia o algo así, ni siquiera sabía bien qué había prometido o si sí lo había hecho. A estas alturas ya le daba igual que todos fueran más grandes que ella, pero tampoco quería estar como dedo junto a Bleeker.

Le dolía la cabeza como nunca, hasta la voz de Lady le perforaba un oído, le daba mil vueltas a su cerebro y se le salía por el otro, pero no se había tomado ninguna poción por que Bleeker le dijo que se iba le iba a cruzar y que mejor se la curara con cerveza. Se llevó una mano a la frente cuando escuchó el ruido de la niña al llegar; no por que le molestara que estuviera ahí sino por que no quería ni escuchar a nadie. Tampoco sabía que el islandés tuviera una niña.

Tenía en la mano un vaso de esos rojos de plástico con jugo de tomate y limón. La primera vez que Aquila había ido a su casa le había llevado una bonita maceta con flores que todavía tenía en su cuarto y como le había dicho a Angus que le iba a dar matalobos robada del laboratorio, decidió llevarle como regalo de compromiso. Total, a ambos le iba a servir, ¿no? Mejor dejó que Bleeker se encargara de eso.

Toma lobo. ¿Ya llegó Peaches? ¿Y tu mujer? Ay que tonta, ya la vi –estaban juntos-. Hola Aquila.

Se fue con Lady al sillón y medio le sonrió al islandés de paso. Ya estando ahí se dio cuenta de James en el sillón y sintió que ya lo conocía, pero no se acordaba de donde.

Él iba con nosotras, ¿no? –le preguntó señalándoselo con la barbilla. Se refería a que había estado también en Gryffindor, aunque no se acordaba bien por que de seguro ya se había graduado cuando ella regreso de su incapacidad.

por **Venus Wilcox** Vie Ene 25, 2013 3:43 am

Para Venus Wilcox, alguien que controla hasta el más mínimo detalle de sus movimientos, el haber consentido hacerle compañía a Pearlie en aquella reunión representaba un potencial peligro. ¿Y cómo no? No sólo se llevaba a cabo en la casa de Finnerty, quien conocía perfectamente sus tratos y andanzas oscuras con la famosa KAU, sino que precisamente, cabía la posibilidad de que alguno de sus miembros se apareciese por ahí también. Si Per lo hacía, la rubia definitivamente no se quejaría, pero la prima de éste, seguramente pondría el grito en el cielo y Venus tendría que fingir hacer lo mismo. Y todo esto sin contar también el hecho de que los asistentes, muy probablemente en su mayoría, serían aquellos a quienes el círculo social al que Venus ha pertenecido toda su vida ve como inferiores. Sin embargo, a sabiendas de todo esto, la joven Wilcox decidió correr el riesgo; su plan de echarse aún más a Pearlie a la bolsa, iba viento en popa y aprovechar la ocasión que ésta le ofrecía al invitarla también le daba la oportunidad de intentar lo mismo con Angus, que muy seguramente al igual que el resto de la KAU, no terminaba de confiar en ella.

Al principio no tenía muy claro cómo funcionaban las cosas en ese tipo de reuniones informales pero fue Pearlie quien le dio el dato de que debían llevar alguna bebida o comida, así que siguiendo esta recomendación, aquella mañana se presentó en la casa Burroughs llevando consigo una botella de exquisita hidromiel irlandesa añejada con especias. En cambio, Pearlie planeaba algo distinto; la rubia se la encontró en plena faena culinaria. Al parecer intentaba probar una receta de pastelillos e incluso logró que Venus le echara una mano; de haberle instado a cocinar sin magia (además de parecerle inaudito, ¿qué no hay servidumbre para eso?), quien sabe qué desastre ese par habría provocado en la cocina. Afortunadamente todo salió bien y llevarían también varios pastelillos de chocolate y crema de maní que lucían para nada despreciables.

Cuando llegaron a la reunión, ya habían varias personas por ahí. El artilugio muggle que tenía embelesadas a un par de chicas captó la atención de Venus por un momento y luego se decantó por lo más importante. Hizo un rápido examen de los asistentes y no sin cierto desdén comprobó sus sospechas. Esperó a que Pearlie se dirigiera primero a los anfitriones, porque finalmente, ella sólo iba acompañándola. Aún así, le dirigió una larga y penetrante mirada a Finnerty, que luego acompañó con una escueta e indescifrable sonrisa. Era un mundo pequeño.

por Contenido patrocinado

El Felíz Anuncio

El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio

Re: El Felíz Anuncio