Periodismo CLASE I

JUEVES 13 | CLASE I | SEP/OCT

POST-FIESTA | AULA de PERIODISMO | MESA REDONDA

Ya habían tenido los chicos y él, la primera clase del semestre el lunes anterior, así que aquello de las presentaciones molestas había por suerte pasado e incluso el muy descarado les había consignado tarea y todo el paquete tedioso que significaba estudiar en la Universidad. Pues ese era el punto en cuestión: lo que estaban haciendo allí nada tenía que ver con los colegios y estudios de pre-grado.

Aquí el que quería estudiaba y el que no, no. Aquí, el que pensaba que con ir a clase dos horitas estaba aprobado, se equivocaba. Aquí, el que creía que todo el trabajo lo hacía el profesor iba perdido.

Esas y otras cosas les había aclarado el primer día. Richard se presentó con su usual discurso ((leer historia en ficha del profe)), contándoles su vida a grandes rasgos y su ideología como trasfondo evidente. Y así como procuró silencio al hablar él de si mismo, lo garantizó para que cada quien dijera lo que quisiera pero al menos su nombre y apellido.

Esperó sentado en una silla cualquiera (las ventajas de las mesas redondas, la igualdad y democracia de tal forma geométrica), que todos entrasen y se acomodasen donde quisieran. Alguno tendría que sentarse a su lado, quizá dos si la clase se llenaba y así esperaba que lo hicieran, pues por algún lado había que empezar a romper las barreras del sistema verticalista en el que vivían.

- BIEN!... buenos días primero que nada.... Les ha ido bien en la semana?... Espero los nuevos hayan perdido un poco el miedo y sean bien descarados, como corresponde, hoy!.... Así que... Repasando...- Se puso los anteojos y miró su cuaderno de cuero que lo acompañaba hasta en la ducha. Asintió para si mismo y levantando la mirada volvió a los alumnos. - Si no me equivoco, que no lo hago... jajaja. Les había pedido lo siguiente:- bajo la vista y leyó textual . - "Una descripción de alguien del campus de entre 30 y 50 palabras, que sin mencionar el nombre permita a casi cualquiera reconocer de quien se trata."-. Dejó su libreta de lado y se sacó los anteojos. - estamos de acuerdo?... Pues como confío en que los mejores alumnos de la Uni están aquí, me entregan YA esos pergaminos!-

Puso las manos al frente y con ambas hizo el clásico gesto de "dame dame dame", esperando que se le llenarían de pergaminos perfectamente escritos, dignos de ser leídos por él. Bueno no tan así, pero tenía fe en que algunos habrían hecho la tarea.



La cosa está así:

- lean!! no quiero que nadie ponga: "me senté tras Fulanita y le jalé del cabello", es una mesa redonda!!!.
- Es la segunda clase, nadie que diga "era la primera vez que veía al viejo ese"... A menos claro, que quieran que su pj haya faltado la clase anterior. Lo mismo con "llegar tarde", doy pie para que todos estén ya sentados, si alguien llega tarde es porque su user así lo quiso (lo cual es completamente válido, obviamente xD)... no importa si se meten al hilo luego de 50post.
- No es necesario hacer un post kilométrico! no se fuercen a escribir por llenar lineas! recuerden que este será un hilo de muchos pjs (si tenemos suerte xD), así que los invito a que verifiquen que longitud prefieren.

Sobre la tarea! es ON rol! Tienen que hacer una descripción como allí dice de cualquier pj que transite Brigantia (nadie que me mande "descripción de mi papá: blablabla... vive en china!" xD) PERO en vez de postearla aquí, me la mandan por MP. Si yo ya he actualizado, para cuando puedan entrar, no importa! entren de todos modos y manden la tarea!! (a menos claro que quieran que su pj se saque un insuficiente, entonces: entren, no me den el pergamino y háganse los rebeldes!!)

DUDAS? MP!! no tengo problemas en recibir mil mps quejándose de que no se ha entendido un pepino la clase!

Decir que no tenía suficiente con sus clases era mentira. Tenía que estudiar tanto como todos. No era un cerebrito, pero a pesar de todo aún estaban a primero de curso, apenas tenían trabajos, apenas tenía que estudiar, por no tener no tenía ni que pasar apuntes a limpio, se sentía estúpidamente eficaz, cosa que oficialmente no le apetecía demostrar, teniendo en cuenta que su tiempo libre era cada vez menos soportable. Se ponía a pensar y terminaba un tanto amargado, pensar es malo para la salud.
Teniendo en cuenta que había acudido a la primera clase de periodismo ya, por curiosidad pura, y había hecho el trabajo, por aburrimiento. Pues pensó en ir también a esa. Ya se había apuntado como oyente hacía días, por si acaso, al fin y al cabo su nota no dependía de ello y si al final no acudía tampoco pasaba nada, eso era voluntario.

En fin, la cosa es que acudió a la clase. Ya había hablado con su mejor amigo, se veían bastante poco por cosas de la vida y le había dejado caer, disimuladamente, que aquella clase podría parecer interesante y que quería que fuera con él, para que así fuera aún más entretenida… pero dudaba que Draken acudiera, y casi le daba un poco de pudor que lo hiciera por ciertas cosas…
Pero sin más, él entraría, quisieran o no, es más, lo hizo y al parecer fue de los primeros en llegar, de tal modo que pudo escoger un lugar estratégicamente bien situado, de modo que podía ver al profesor pero no estar demasiado cerca a él, no temía encarar profesores, pero ni siquiera era alumno oficial.

Cuando el profesor empezó a hablar lo escuchó paciente, solo eran puras tonterías, no iba a responder al “como les ha ido la semana” porque le sonaba un poco estúpido. Lo que sí hizo fue, literalmente, darle el trabajo, mirándole un poco dudoso. Él ya había dicho que incluso recibía trabajos de oyentes, no como otros profesores que les dejaban ir a ver pero no participar… Después volvió y se sentó tranquilamente. No sabía qué hacer, ni que decirle exactamente, solo esperaba que no fuera él el único que iba de oyente y participara en la clase, se moriría de vergüenza.

Siempre le había gustado escribir y tenia facilidad por memorizar todo cuanto aprendía, razón de más por la que decidió asistir a clase de periodismo mágico, era parecido a asistir un debate de leyes mágicas pero con una temática más amplia y aquello era lo realmente interesante.

Era ya la segunda clase a la que asistía con aquel curioso profesor, les había puesto deberes y él, como buen antiguo integrante de la casa Ravenclaw los llevaba hechos, no sabia exactamente que querría hacer con aquellas descripciones, no le había llevado tampoco mucho pensarla y plasmarla en el papel, al fin y al cabo era tan fácil como recordar a aquella persona y los momentos que se ha tenido con ella.

Llegó bastante puntual y pudo notarlo, solo había un alumno más al que reconoció, Elazar, era un chico un tanto extraño que estudiaba con él leyes, le caía bien.

-¿Como tu por aquí? Veo que no tenemos bastante con que nos metan tochos y tochos para leer, tenemos una parte masoca a la que le gusta cargarse de trabajo.

Río divertidamente y miro alrededor de la mesa redonda, podía prácticamente elegir el sitio que le apeteciese.

-Veo que no hay nadie de periodismo por aquí aun.

Se sentó en la silla que había enfrente del profesor un sitio a su izquierda, no quería estar justo delante pero si llamar suficientemente su atención y mientras esperaba a que alguien más viniese.

La clase empezó por parte del profesor pidiendo los pergaminos con sus tareas, el joven se levantó para entregárselo y volvió a sentarse expectante a lo que venia a continuación.

((Como el viejillo (=P) no lo puso, la clase será en la mañana))


Iba tarde, ¡maldita sea! ¿Por qué siempre tenía esa maldición de llegar tarde los primeros días de clases? Fuera donde fuera, en Hogwarts también tenía la manía de levantarme tarde y no llegar ni a desayunar siquiera. Ugh, qué terrible. Afortunadamente había encontrado un paquete nuevo de galletitas al fondo de mi mochila. ¡Que bendición!

Encontré el pergamino en donde había anotado la tarea también al fondo de mi mochila. Había ido a la biblioteca a ver pasar a la gente hasta que me fui por lo más sencillo que se me ocurrió. Si, no me culpen por tener poca imaginación últimamente. No ha habido nada de chismes buenos como para hacer algo medianamente decente.

Corrí y corrí hasta llegar al aula. No era un camino muy largo pero no quería llegar tarde así que aún corriendo, apresuré más el paso. Me guardé el pergamino ya arrugado en el bolsillo del suéter verificando que estuviera seguro y que no se cayera. Finalmente, después de unos muy largos dos minutos llegué a la puerta del aula.

Suspiré aliviada de ver que aún estaba abierta. Me detuve unos instantes apoyándome en el marco de la puerta recobrando la respiración y luego saqué el pergamino del bolsillo, lo desdoblé y se lo entregué al profesor con una sonrisita un poco apenada por el desastre que era mi papel.

Respiré hondo y vi que poca gente había llegado. ¿Es que sólo Sofie y yo éramos las únicas inscritas? ¿No había nadie más? ¡Ah! Si, la odiosa de Aquiles. Que bueno que no había llegado aún.

Observé a Elazar. Lo conocía de poco en realidad, lo había visto un par de veces y nunca habíamos hablado, siendo sinceros, a pesar de haber ido en el mismo curso. Me encogí de hombros y mi mirada encontró entonces a Adrian. Sonreí. Caminé hasta donde estaba y tomé un sitio a su ¿izquierda? Dónde fuera para no quedar justo al frente del profesor. Lo odiaba.

-No sabía que estarías de oyente. ¡Que bueno! Oye, has visto a Sofie? No suele llegar tarde.

La primera clase la había sido interesante, de hecho le gustaba aquella metodología aunque encontraba que era un poco injusta, se había sentado a unas dos sillas del profesor y apenas la había visto cuando quería responder y no había podido demostrar ni siquiera un poco que había leído y que era una alumna cumplida que no tenía poco seso como muchos otros que seguramente habían pasado por su clase, era muy dedicada y le gustaba recibir por lo menos reconocimiento tácito para sentirse bien y saber que al menos su labor académica era apreciada.

La tarea, como siempre, la había hecho el mismo día en que la habían encomendado y fue acerca del recién llegado islandés porque la había dejado pensativa, era guapo y como no sabía nada de él su curiosidad la iba matando, de paso era lo más fácil del mundo describirlo a él que era totalmente distinto a cualquier otra persona que hubiese en el castillo.

No había desayunado esa mañana porque se había quedado esperando eternamente a la enfermera, finalmente le dio algo para su resfriado y no tenía la nariz goteando o la cara demacrada, no era Andrea Crevati como para creer que las ojeras eran el chupacabras de la belleza, simplemente le gustaba estar bien presentada y más cuando tenía clases, aunque lo que ella consideraba ir arreglada a un lugar no era mostrar piel como necesitada, era más bien usar una ropa bonita y adecuada, solo algo sugerente si es que algún muchacho interesante estaba cerca.

Llegó con su papel y se sentó casi diametralmente opuesto al decente, no quería ser muy obvia pero esperaba que ahora sí la notase de buen modo. Pasó su papel con la descripción y su nombre escrito abajo junto con el nombre de su facultad y su carrera, estaba segura de que obtendría una buena nota, esperaba estar en lo cierto.

Gianna estaba allí, igual el odioso de Adrian que estaba a su lado, un poco más cerca de la vista del profesor, lo iba a saludar pero vio como la que ahora se rumoreaba era su novia le comenzaba a hablar, a Vercelli la conocía y hasta le agradaba y eso, pero ahora la miraba con un par de ojos poco amigables porque siempre le había sucedido así con las novias de Silver, no importaba que no fuese su novio, no importaba porque era un pendejo enamora inocentes, tenía ganas de decírselo a la Cerridwen pero se aguantó.

La verdad es que ya sabía, desde antes de entrar a Brigantia, que su tio-abuelo-político era el profesor, pero no había querido decírselo a nadie para que no pensaran que habría favoritismos y esas cosas, solo que decepcionando sus expectativas Richard ya le había dedicado ciertas miraditas cómplices la primera clase, de las que Sofie trató de desentenderse muy patosamente… De todos modos como ya se sabía, las mentiras tenían patas cortas y los ocultamientos velos translúcidos, y la rubia había perdido toda esperanza.

- Buenas!...- saludó en cuanto entró al aula, sin poder ir uno a uno a besarles las mejillas pues parecían todos demasiado rectos en su sitio… Miró las ubicaciones disponibles y sentenció – Nadie quiere sentarse al lado suyo profesor… se da cuenta?- Le sacó la lengua cómplice a Gianna que era la única que pretendía ser periodista como ella, y dio toda la vuelta para ocupar el asiento siguiente a Richard, del lado opuesto a Siob y Shadow.

Acomodando sus revistas y libros de ocasión que llevaba en mano sobre su sector de mesa, rebuscó entre las hojas de su libreta la descripción pedida y con cuidado desgarró la hoja para darla al profesor… En otra época hubiera hasta usado un pergamino membretado para su primera tarea universitaria, pero aquella semana le habían pasado tantas cosas aquella consigna desapareció de su cerebro hasta unos minutos antes cuando desayunando se le iluminó la memoria.

- Vieron que ya salió una nueva edición de Quidditch Illustrated I ¿? - Dijo por conversar mientras Richard hacía quien sabe que cosa con las descripciones aquellas…

Evidentemente en el grupo que le había tocado en suerte ese año había de todo y para entretenerse de lo lindo: aquel Adrian que parecía simpático, Soibhan era al menos correcta, Gianna que no tenía pelos en la lengua y Sofie que directamente era una máquina parlante... Con Elazar no sabía muy bien como trabajar, y sobre Shadow tenía sus dudas. Pero, ya sabía el nombre todos y un par de datos tan azarosos como indiscretos de cada uno, para comenzar. Si no fuera así, le daría vergüenza seguir llamándose Richard A. Loskey.

- Es porque hoy no me he bañado y debe notarse - bromeó con su casi nieta mezclando los pergaminos que ya tenía en mano para entregar a cada alumno uno al azar, solo verificando que no les hubiera tocado el mismo que habían escrito... - A ver, la idea es la siguiente, cada quien lee en voz alta el que le ha tocado en suerte... Tres consignas:

1. Arriesgar de quien se trata la descripción,
2. Decir que dato fue el fundamental o si fue toda la descripción... y si quieren pero con amor fraterno criticar el párrafo de su compañero.
3. Arriesgar quien lo escribió...

Esa es la más complicada... si le aciertan 5 puntos para su facultad.. Hoy estoy generoso, les dije ya?... También tengo unas vuela-plumas para los que me hagan feliz-

Hizo dos palmas al aire para dar inicio a aquello, y volvió a sacarse los lentes dejándolos colgar sobre su pecho. Alguien ya empezaba a leer lo suyo, mientras Richard se incorporaba no sin dificultad e iba hasta una estantería cercana por la jarra de café, las tazas aparecían frente a cada silla ocupada y una bandeja llena de pastelería se materializaba al centro... La clase había comenzado definitivamente.


- - -
-Revisen sus mps!.
- Roleen a gusto...
- Y Sáquense los ojos de ser posible. xD

En esa clase se respiraba diferente a las demás, era raro, el tipo de relación con el profesor, la forma de hablar en la misma, la reacción de todos ante lo que pasaba y lo que decían. Había buen ambiente, él no tenía mucha relación con casi nadie de allí, conocía a un par de alumnos por cruzarse con ellos por los pasillos y a alguno un poco más por compartir también facultad y demás, pero quien se suponía que iba a acudir con él allí, supuestamente porque ambos tenían cierta curiosidad por esa asignatura, le había dejado totalmente tirado. Bien, pues que le dieran, él no iba a depender de nadie para adquirir conocimientos.

-Empiezo yo – dijo tras aclararse la garganta. El profesor no había especificado orden, no había dado ninguna indicación, y los alumnos parecían realmente tímidos o algo, y él, de tímido, tenía bien poco. Se leyó un par de veces antes la nota que le tocó. Maldijo por lo bajo, como buen estudiante de una ciencia un tanto menos lírica su descripción fue bastante más escueta, directa y fría… pero bueno, no era su materia, tampoco se iba a preocupar en exceso – La joven se trata de una persona inmensamente simpática, divertida y extrovertida. Le encanta pasar el tiempo con sus amigos. Estudia periodismo y siempre tiene una sonrisa en la cara la cual queda enmarcada en su melena rubia. Es española y un tanto torpe (No me vio delante y se choco conmigo en Barcelona) – hizo una pequeña pausa en su lectura tras decir aquello, lo justo para tomar aire [/b] - . Es fácil saber si esta porque el lugar olerá bien y te atontara dulcemente pero rara vez se dará el caso pues es un poco despistada y siempre llega tarde.[/b]

Él ya tenía sus propias conjeturas, de aquella sala conocía a muy poca gente, pero en cuanto lo leyó comenzó a descartar a casi todos, para empezar, hombre fuera (aunque hubiera pocos), no se le ocurrió pensar que igual no estaba en ese aula, pero eso fue para bien del chico, pues si que estaba allí. De una mirada encontró a todas las mujeres que estudiaban esa carrera, eran compañeros de facultad, de vistas… tras pensar un poco más, y dudando entre dos chicas, terminó por decidirse por la única cuyo nombre conocía, aunque fuera de un mal tropiezo, y porque además cuando hablaron aquella vez notó que se le daba bien sonreír y que era algo despistada.

-Creo que en esta descripción se habla de Sofie Luttrell - miró a la chica y le dedicó un simpático guiño, si no era ella no debía siquiera ofenderse, al fin y al cabo no decía nada malo –lo que me hizo decidirme por ella fue… para empezar su género y descripción física, pero como muchas otras encajarían en dicho perfil, diré que el hecho de describirla como sonriente y despistada ayudó a que acotara un poco – se evitaría a si mismo la tontería de decir que estaba arriesgando pues no tenía ni idea de donde era la chica ni si hablaba español, pero no importa – y en cuanto a quien la hizo… diré que mi compañero Adrian, siempre se le dio muy bien la prosa y hablar bien de chicas.

Aquello si le hizo sacar una sonrisa de cara al público, la de siempre y que le quedaba tan bien, tras eso se quedó en silencio. No criticó nada de la descripción porque le parecía que habiendo hecho una mil veces peor estaría, feo, por no decir horrible, ponerse a criticar.


-----
Pd: iba a escribir poco, pero tu tarea me dio para mucho @_@

Había prometido a Selvaggi que asistiría a esa clase, Periodismo... ¿que cojones se suponía que pintaba él ahí? Pues nada, pero se lo haía dicho a su mejro amigo y no faltaría a su palabra... o al menos no del todo.

Para cuando se despertó, levantó y miró el reloj ya debería de estar en la clase. Se quejó y bufó, se incorporó para darse una ducha rápida, y tras acicalarse, secarse vestirse y toda la mierda, miró de nuevo el reloj. Podría ir... si no le dejaban pasar por llegar tarde, pues nada, mala suerte; a fin de cuentas únicamente iría allí por lo ya mentado antes.

Apenas se molestó en meter en su bolsa un pedazo de pergamino y una pluma, los justos utensilios que pensó que podrían usarse en esa asignatura, y emprendió el viaje hacia dicha aula que se impartiría la asignatura (para él lo mas seguro es que fuese endemoniada y jodidamente aburrida), y en el preciso momento en el que estuvo frente ala puerta, bostezó. Solo de pensar que estarían hablando de cualquier mierda de cotilleo ya le daba sueño... a él ese tipo de chorradas le daban totalmente igual.

Llamó un par de veces con los nudillos a la puerta y la abrió, pasando dentro y cerrándola tras de siu mismo, notando la mirada de los presentes, a lo que simplemente alzó una ceja en un gesto indiferente en el que, dicho en palabras sería un “¿Qué cojones estás mirando?”. Miró al profesor tras localizarlo en un rápido vistazo y habló. - ¿Puedo entrar aún o que haya llegado tarde implica que tenga que largarme? - Claramente, si le decía el profesor que la segunda opción que dio era la correcta, no le importaría.

Elazar pudo ver que él había ido, que fuera tarde o a la hora ya no lo dejaron claro... acto de presencia hizo y tal... solo quedaba que el profesor de periodismo le diese paso, o le diese puerta. Simplemente se quedó de pie esperando una orden u otra.

Estaba todavía algo nerviosa por la clase, le gustaba creerse lista porque sabía que lo era, pero si no había dicho nada ni siquiera podía dar una pista. Cuando llegó Siobhan la saludó y eso le arrancó las primeras palabras sociales que decía dentro del aula, le parecía una chica muy bonita y eso le creó envidia, simplemente no podía evitar ese tipo de cosas aunque no se lo merecía de seguro, hasta se le notaba simpática.

Se rió casi inmediatamente con el comentario de Sofie, ese de que apestaba el profesor, hasta el docente se rió y eso la hizo creer que lo mejor para aplicar era la naturalidad, no la rectitud que usaba para otras clases. Lo reprimió pronto porque ya era hora de concentrarse en los papeles que iban pasando para que adivinasen a quién había descrito uno de sus compañeros.

Un muchacho rubio se le adelantó en el inicio del ejercicio, pero luego de que Draken hablase –a ella le había gustado por mucho tiempo- y ella se le quedase viendo como una pequeña tonta volteó hacia el profesor y tras levantar la mano por algunos segundos para hacerse notar y darle a saber que quería ser la siguiente comenzó a leer el papel que le había tocado, no había que ser un genio para adivinar de quién se trataba.

Cincuenta palabras lo nimio
aunque menos son suficientes,
para representar al simio
que nos enseña de lentes.

Simplón, barbudo, regordete,
cigarro, licores, su vicio.
Gritón, que en todo se mete,
puros defectos del oficio.

Obligaciones no concluyo:
Setenta décadas e Inglés.
Ni cinco vocablos excluyo,
Papa Noel de Brigantia es

Se rió tras acabar de leer porque era más que evidente, seguramente no solamente para ella, si no para sus compañeros.-Pues es usted, ¡está claro! Sobretodo por lo de Papá Noel y lo del oficio, además de sus lentes.-no tenía idea de quién lo había escrito, miró a sus compañeros y como conocía más a Sofie y la consideraba graciosa como para poner eso, la eligió.-Yo creo que fue Sofie, porque es graciosa y escribe bien, además está descrito de forma muy interesante. De críticas…no tengo, me parece divertidísimo y claro.

Hubiera sido la primera en leer si le hubiera tocado una fácil. Pero no! Leyó y releyó el pergamino, sorprendida de si misma, de no lograr ubicar de quien hablaba el texto. Como era posible? Está bien, Sofie era nueva, sabía que no conocía a nadie desde Hogwarts, pero se había aplicado mucho en las primeras semanas de uni por salir al campus cruzar gente, parar la oreja... Peor aun, no tenía idea de quien había escrito eso, lo cual era lógico sino sabía de quien hablaba.

Sus pensamientos fueron interrumpidos, por la descripción de si misma que Elazar leía. Era obvio! era ella, cuantas españolas más había?... Y de inmediato miró a Adrian sonriente, guiñándole un ojo, pues para ella era obvio que él había sido por la historia conjunta que decía la descripción.... No esperó que Adrian lo confirmase. Ella lo hizo. - Soy yo! y podría jurar que lo escribió Adrian... o no? - Miró al novio de Gianna buscando confirmación. Por cierto, que cosas tan lindas que había dicho el muchacho sobre ella, se pondría celosa la italiana?... chan chan!... Ojalá que no, no quería problemas con ella ni con nadie.

Hablando de nadies problemáticos, aparecía por la puerta el gruñón Stall. Las cejas de Sofie se enojaron involuntariamente pero... la lamparita cerebral se le iluminó al verlo. Lo amó! Amó a Stall por un cortísimo instante, justo para negar con el rostro y reírse con Shadow y el resto de la disparatada descripción que ella misma había hecho....- Noo... como yo voy a escribir eso sobre el profesor... jajajaj.... - Si para alguien no era certera la presunción de Shadow, luego de la ironía de Sofie quedaba más que confirmado... - Ahora yo. - y pasó a leer....


Levantó la vista miró directo a Stall - Eres tu!... pero el autor no debería haber puesto "suele parecer estar de mal humor" sino "es un mal educado, gruñón, gruñón, gruñón, amargado rebelde sin causa!"... claro, para hacerme las cosas más fáciles. - No era su intención criticar al escritor anónimo, sino molestar a Stall con puras verdades... También ahora que lo releía en voz alta, podría haberlo adivinado por lo del pelo violeta, no?... Tonta Sofie.

- Y me pierdo los puntos porque no se quien lo ha escrito... Tienes algún otro amigo además de Elazar? - Eso también era para molestar, aunque de tan amargado que era seguro que no le molestaba no tener amigos. Ella lo había intentado, y él había actuado horrible... Bueno no tan horrible, quizá debería darle la rubia una segunda oportunidad en vez de seguir con el jueguito infantil de prejuzgarlo... - Siéntate ya! te hago un lugar... - y corrió sus libros para dejarle espacio entre ella y Elazar justamente.

- - -
MANDA A DECIR EL PROFE; QUE PUEDEN POSTEAR TODAS LAS VECES QUE QUIERAN!! SIN TURNOS NI NADA DE ESO!

Se quedó por un momento en silencio, mirando alrededor, escuchando aquello que estaban haciendo... no era mas que un jodido juego aburrido, joder. Escuchó primero a Shadow, a la que reconoció en el mismo momento que intercambiaron miradas, y después a aquella niñata, Sofie... que además se dedicaba a regalarle insultos gratuitos. Al parecer estaban leyendo descripciones que hizo otra gente sobre personas conocidas, y entre los de ahí... probablemente quien hizo aquella descripción fuera Elazar; Shadow no lo describiría así.

- Pues si quieres este “maleducado, gruñón, gruñón, gruñón, amargado rebelde sin causa” - Dijo citando literalmente las palabras que acababa de decir la rubia. - Puedo arrancarte esa sonritista de niña estúpida de una hostia. - Gruñó hastiado; ¿de que cojones iba metiéndose con él? Y eso que solo acababa de llegar, tsk. Y eso que él pensaba ir en plan bien a la clase...

Resopló y arrugó la nariz sin quitarle la vista de encima a ella. - Eres un poco molesta... - Añadió, tratando de no seguirle mas el “juego” que lo de arriba, y simplemente le vio como hacía hueco entre si misma y Selvaggi.
Se acercó a paso tranquilo y apoyó una de las manos frente a Luttrell, dando un golpe sobre la mesa dándole igual si había o no un profesor delante, sonriendo de lado. - Y tengo mas amigos a parte de Selvaggi por muy increíble que te parezca... si no me asaltan y molestan según se me conoce, no soy tan cabrón o... mas bien, no soy tan maleducado, gruñón y amargado rebelde sin causa, como tú dices que soy.

Miró a su alrededor sin ningún gesto en especial en su rostro, y solo para tener mas a mano a aquella molestia que había sido unos minutos antes Sofie, se sentó en el sitio que ella misma le había dejado, mirando de reojillo a Elazar, viendo como el sonrojo que había en su rostro hacía incluso llamar mas la atención de su pelo rubio blanquecino.

- Dejemos la mierda de hace un rato a parte; verás como no soy ese tipo que dices. - Le gruñó en un susurró, contradiciéndose un poco a si mismo; tenía que portarse bien aunque le jodiese, no podía volver a parecer un cabrón, con la misma chica, frente a Selvaggi.

Vi cuando llegó Sofie y saludé a la chica que reconocí como Siobhan. La había visto en la fiesta de casa de Angusy creía que estaba en la carrera de Historia. La recordaba de Hogwarts, si mal no estaba, había sido sorteada en Hufflepuff. Tenía un hermano que se llamaba Martin y según había escuchado ahora era novio de Leslie Ayres. A pesar de no conocerlos mucho me parecían buenas personas.

Finalmente la clase iba a dar inicio. ¡Que bueno! Porque comenzaba a aburrirme. Quería que las clases fueran interesantes y divertidas, no solamente estar entregando papeles y más papeles para ver a qué hora se decidía el viejillo a darnos la siguiente dinámica.

Finalmente me entregó mi papel y comencé a leer. Fruncí los labios. Me ahbía quedado en blanco porque no sabía muy bien a quién representaba la descripción que acababa de entregarme. Por un momento pensé en Adrian pero al final deseché la idea.

Escuché las demás descripciones y escuché la que Elazar decía. Era de Adrian aparentemente sobre Sofie. Entrecerré los ojos escuchando la descripción. Miré a Adrian y luego miré a Sofie. Era bien sabido que los dos rubios eran muy buenos amigos desde hacía mucho tiempo, sin embargo, no por ello me dejaba de sentir un tanto inquieta por la descripción aunque después de escuchar las demás se me fue pasando el malestar.

Empezando por la descripción que le había tocado a Shadow. Solté un risilla que callé con mis dedos sobre mis labios y luego jugueteé con el pergamino que llevaba entre la otra mano, intentando descifrar quién había escrito lo que estaba en el pergamino.

-Y tú eres un poco bastante grosero. Si vienes a esta clase te arriesgas a que te digan esas cosas.

Rodé los ojos en cuanto Elazar saltó a la defensiva de Draken. ¿No le jodía que fuera tan condenadamente odioso y grosero? ¿O era que le gustaba que le tratasen mal siempre? Negué con la cabeza y finalmente me aclaré la garganta para decir la descripción que me había tocado.

-“Con el acero se le asocia; un temple de hielo le cubre su aurora. Firme, es su segundo nombre y la rudeza le contempla. De poca expresión y pocas palabras, pero el brillo en sus ojos habla. Con una roca se le puede comparar y un acento te hará amonestar.”-guardé silencio unos segundos y luego proseguí-Pues en un principio pensé que era Adrian, pero después de releerlo varias veces creo que más bien se trata de Hákan, el chico islandés. Y no estoy muy segura de quién lo escribió, si Shadow o Siobhan. Me gustan las metáforas que utilizan al escribir y que no suena redundante ni complicado, y que además, las utiliza muy bien para describir a alguien.

Me encogí de hombros y doblé nuevamente el papel. No estaba muy segura de mi respuesta pero tampoco iba a quedarme callada. Respiré hondo y me comí otra de mis galletas de chispas de chocolate sin poder evitar hacer ruido al sacar una de las del medio del paquete.

Volteó la cabeza con una mueca de asco a mirar hacia aquella tipa que no había visto en su vida y que tenía los santos cojones a andar diciéndome eso. - Dejame decirte que te calles la puta boca, por que no hay quien te entienda. - Arrugó la nariz en la misma mueca de asco que puso en un principio y chasqueó la lengua. - Además, que no tienes ni puta idea de mi, no oses a escupir mierda que desconoces, puta.

Acabó por callarse al sentir la mirada de reproche de Elazar y de paso la de Sofie, a quién le devolvió aquella mirada y le hizo una medio mueca en la que le sacó la lengua, después sonriendo ladeado, ignorando al resto del mundo y quedándose mirando al profesor a los ojos, apenas un instante, antes de quedarse totalmente en silencio, dejando que prosiguiesen con aquello con lo que estaban en medio de la clase.

Se quedó pensando en sus propias cosas, diciéndose a si mismo que aún ni sabía que hacía ahí, por que con las dos chavalas que había intercambiado palabras, una ya la conocía y bueno, que le contestase le daba algo mas de igual, e incluso parecía que se picaban mutuamente, pero ¿de que cojones iba la otra zorra? Que ni le conocía y probablemente no supiese absolutamente nada de él como para andar diciéndole nada. Cerró los ojos y frunció el ceño, si no dejaba de pensar en cosas estúpidas como eran esas, acabaría por, quizás, armar algo mas del jaleó que ya había armado, y no, ya estaba bien, joder.

Aunque como se dice, no deberían de buscarle las cosquillas...

Y ahí estaba, otra vez, aunque de forma indirecta... ¡¿Por que cojones tenía que hacer ruido al comer?! Desvió la mirada, una clara mirada asesina hacia la chica, gruñendo.

((¿Qué te pasa, loco? O sea claro que se habían visto, hasta te posteé en las relaciones que me empezaste a odiar en San Mungo y eso D: y además eres ex Slytherin y un año mayor que Gianna, imposible que no se conozcan.)


Claro que me arriesgaba a que me dijeran cosas. Pero no tenía por qué estarle aguantando insultos de alguien que ni siquiera era de mi carrera y vamos, a quien se suponía le eras indiferente desde siempre. Al parecer no le era tan indiferente a fin de cuentas.

Con gente como Stall me salía mi Yo odioso y bitchy como decía Pearlie, y después de que hubiera salido era prácticamente imposible guardarlo en el cajón nuevamente.

-Y así reafirmamos mi teoría, ¿Lo ves, Sofie?-en un principio era lo único que iba a decir. No pretendía desvirtuar la clase del viejillo porque al menos a mi si que me interesaba aprender de MI carrera, pero entonces, Stall tenía que abrir la puta boca.

Él decía que yo no le conocía de nada como para hablar de él y luego llegaba diciéndome puta. ¡¿Puta?! Me dieron unas ganas incontrolables de reírme en su cara, pero no. No creía que fuera suficiente. Miré al profesor. ¿De verdad iba a permitirle a cualquier hijo de vecina que, además había lanzado comentarios viperinos a su sobrina, me hablara de esa forma tan despectiva después?

Quise ir a partirle los dientes pero vamos, que estaba muy lejos. ¿Los huevos? Tampoco daba. No iba a ir, voltearle la silla y patearle en las joyas familiares porque ya lo veía jalándome del cabello como marica que era para que no le lastimara la preciada herencia.

-¡Oh! Lo siento, ¿mi presencia te molesta? ¡Pero qué pena! Mira, ahí está la puerta, te puedes ir por ahí si quieres a estudiar tu propia carrera.

Me llevé la última galleta a la boca y luego me puse en pie para ir a tirar el envoltorio al bote de basura. Lo hice bolita, haciendo el mayor ruido posible y en cuanto me sacudí las manos, encontré el rostro de Draken con la mirada. Cerré el puño con fuerza y lo dirigí hacia el Ogmios, con la clara intención de darle entre los ojos y darle en toditita la cara para ver si así se le quitaba.

-No vuelvas a decirme puta, marica de mierda.

Le sonreí de forma sarcástica. ¿Qué era lo que pretendía? Si no le gustaba estar ahí, que no estuviera, a fin de cuentas ahí estaba la puerta por donde había entrado y estaba completamente segura que podría salir por ahí nuevamente y librarnos a todos de su jodida y odiosa presencia.

---------
Tú dices si pedimos master o esperamos al profe o qué.

No tenía ni la mayor idea de si en algún momento de su vida había visto a aquella tipa que estaba resultando tan prepotente, quizás en algún momento de su vida la había conocido o simplemente había tratado con ella, pero realmente parece que, si ese fue el caso, le fue absolutamente indiferente, y por ello mismo ni recordase su cara. Una cosa era que compartieran escuela o que en algún momento se hubiesen conocido, y otra que le conociera de verdad.

Chasqueó la lengua y negó con la cabeza al verla hacer, decidiendo dejar de lado aquella mierda. Solo estaba ahí por estar, en un principio Sofie le vaciló un poco y él se lo devolvió, pero luego se hubo sentado tranquilamente junto a ella, listo... pero al parecer, cuando él mismo trataba de portarse bien, alguien o algo se lo impedía.

Volvió a escuchar su taladrante voz y en ningún momento apartó la vista de ella, vigilandole, estando alerta como siempre estaba y arrugó la nariz, viendo como se alejaba. Había escuchado sus palabras, pero ahora por joder, simplemente no se movería del sitio, ni siquiera le contestaría. Otra vez a sentía la mirada de las dos personas que tenía sentadas a los lados de forma reprochante, por lo que simplemente se quedó con intención de quedar callado y dejar que la clase transcurriese.

No, ¿para que? Volvió la vista a la rubia cuando le escuchó ponerse en pie, andar... y entonces se acercó a él, presuponiendo que trataría de hacerle algo, de golpearle mas concretamente, y se cubrió en el momento justo el rostro con el brazo mientras se ponía en pie, cubriéndose la cara; si no le golpeaba en el brazo, le golpearía por el pecho o el abdomen probablemente debido a la dirección de su puño, la diferencia de altura de una posición de estar sentado a estar de pie.

- No soy ningún marica de mierda, niñata. - Susurró con voz ronca, mirándole con el ceño fruncido.

Richard servía café sin orden aparente entre sus alumnos, paseándose entre ellos, y Elazar tomaba la palabra para comenzar. Bien por él, por dar inicio, por su buena dicción al leer y también por acertar ambas incógnitas. Como era de esperarse, él no tuvo que intervenir que ya estaba su nieta allí para aclararlo todo, y de hecho mejor que fuera así, pues Richard no había anotado quien había escrito sobre cual, así que no tenía el dato certero ante los ojos, sino que iba deduciendo junto a los alumnos. – Perfecto Elazar -

Luego un muchacho desconocido para él entró al aula, Richard no pudo darle la bienvenida correspondiente pues era turno de Shadow de hablar, y hubiera sido descortés interrumpir a la damita para la obviedad de aclarar que a su clase podía entrar hasta el mismísimo Mott reencarnado si gustaba… Su propia descripción le causo una risa estrepitosa que se unió a la del resto del alumnado. A esa Sofie tendría que ponerle un límite pues con esa actitud iba a terminar dándose contra la pared cuando se cruzase con gente más seria y estructurada. Y había muchos dinosaurios, no por edad sino de cuadrada mente, en el mundo mágico y en el no tan mágico también. - Maravilloso Princesas… ambas. – Con eso indicaba a las dos rubias que sus lecturas estaban acertadas, justo antes que las malas vibras iniciasen.

Intervenir no era su estilo. Ellos eran adultos y debían saber manejarse como tales, por otro lado él era el profesor y también tenía que comportarse como tal, entonces… Esperó un momento a ver si las cosas se acomodaban por buena voluntad, y volvió a respirar satisfecho, en cuanto Stall, así lo había llamado Luttrell, se sentaba entre el grupo. Richard en su bondad pensó que allí quedaba todo y terminando de servir el café a todos y cada uno, volvió a su sitio, procurándose una pastelería de aquellas que decoraban el centro de la mesa, dispuesto a escuchar a Gianna. Esa descripción que le había tocado era por demás difícil, de seguro la más compleja de descifrar de todas las escritas, por muchas razones que Richard pensaba explicar más adelante.

– bien Gianna, un segundo. – pidió la palabra, en vano. Totalmente. Las cosas no se habían calmado ni un poco. Richard había pecado de ingenuo, quizá depositando demasiada confianza en muchachitos que aun no terminaban de crecer o que él no había sabido reconocer. Por otro lado, quería ver el show que se montaban, a ver que tan lejos iban a llegar con eso, cuales eran las herramientas de cada cual para defenderse, si el lenguaje les bastaba, si caían en recursos bajos como la palabra “puta” que él personalmente detestaba…. Si llegaban a las manos, si había prejuicios de género. Etc.

– SUFICIENTE. RITCURSO! RITCURSO! – hechizó a ambos alumnos, luego de que el golpe de Gianna diera de lleno en el antebrazo con el que Stall había cubierto su rostro. Gianna jalada por una fuerza invisible terminó atada a la pared de entrada. Stall silla incluida, por el mismo hechizo, terminó estampado contra el muro opuesto, atado por cuerdas también, ambos así hasta que Richard lo determinase. Las bocas de ambos seguían libres, pero la sorpresa debió ser la suficiente para acallarlos por un rato, al menos. Richard tenía una política propia de jamás silenciar la voz, esperaba no tener que reverla con ese grupo, ese año. – Ni una palabra más, por favor, por ahora… Siobhan, prosigue mi niña… - y cedió la palabra a la muchacha, dando una severa mirada a todos rascándose la frente luego…

- Bien… por lo dicho, ese era el tal Hakan y lo describió Shadow, y el anterior era nuestro Decano y lo describiste tu...- volvió a repetir para asegurarse de que había entendido bien, con una actitud que parecía haber olvidado el conflicto anterior y que había dos alumnos apresados a la pared. Pero no, no lo había olvidado, solo estaba terminando con una cuestión para empezar con la otra.

- Que cosa tienen en la cabeza? A ver si alguno me explica?... Y ME REFIERO A TODOS! No solo a los pobres dos que están atados a la pared… Sofie, te das cuenta que tu empezaste esto, no? Tuviste suerte de que el chico te tuvo paciencia pero podría haberte insultado a ti…. “Somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras” – sentenció, eso sería tema de examen se notaba por su tono de voz. Apoyó un codo en la mesa, se quitó los anteojos y siguió

-… Acá puede o no haber un conflicto interior/anterior, pero fue LA PALABRA, la que desató el momento…. Lo mismo sucede, cuando uno, en su rol de periodista, informa sobre un hecho. La palabra es una herramienta poderosa, como la varita o los puños, pero más sutil, de la que luego nadie quiere hacerse cargo…. Como cuando un niño dice “yo no fui, él empezó” – y volvió a mirar con seriedad a todos, pues ya veía que alguno estaba pensando esa misma excusa infantil por dentro.

- La palabra es… engañosa. A veces pretendemos una cosa, y conseguimos otra, solo por no habernos expresado con claridad o por no COMPARTIR CÓDIGOS con el interlocutor. A veces, como HOY, las palabras parecen haber sido las justas para lo que se estaba buscando… Que era eso? PICAR AL OTRO! Ver hasta donde iba a aguantar nuestro contrincante… QUIÉN tenía el PODER. QUIÉN iba a DOBLEGARSE… Es, debo admitir, un juego muy entretenido, pero como toda cosa tiene sus consecuencias. Si están dispuestos a las consecuencias bienvenido el juego, sino deberían pensárselo antes…

Seguro los alumnos no habían entendido ni mierda de lo que había querido explicarles. Pero esperaba que tarde o temprano lo comprendieran… Y si no pues… mala suerte. - CUALES ERA LAS REGLAS de éste juego HOY!? Pues en principio que estamos en un aula de clase, frente a mi, que aunque no parezca soy un profesor… diferente hubiera sido si el numerito lo montaban en el Callejón Diagon, en un cuarto de motel, en el despacho del ministro de la magia o en un programa de radio… - Un giro de varita y los dos chicos fueron soltados de sus ataduras. Mirándolos agregó. - 20 puntos menos para cada facultad.

- Me resulta estúpido tener que utilizar recursos de Hogwarts con alumnos UNIVERSITARIOS, pero no puedo dejar pasar la situación, porque si no parecerá que avalo la violencia FÍSICA o VERBAL y de ningún modo en esta clase se acepta eso, a menos que sea una violencia desde la base: desde el oprimido hacia el opresor – claramente estaba hablando de cuestiones políticas: el proletario contra el burgués, la mujer contra la sociedad machista, los liberales contra el purismo menos de eso no.

- Porque digo que fue violencia? PUES porque el TONO lo demostraba, y las reacciones en palabras y gestos de todos nosotros así lo sintieron. DIGO: les mando a hacer una descripción de 30 palabras, donde obviamente se USAN ADJETIVOS CALIFICATIVOS, buenos, malos o dudosos:- contó con los dedos - a mi me han llamado SIMIO REGORDETE, a Sofie TORPE, al decano lo compararon con una ROCA y todo eso era válido, pues el tono lo era: no había violencia en él. PERO… a los 10 minutos me devuelven PUTA Y MARICA?... eso fue demasiado – Alzó las cejas descreído. Claro que se podía hablar de la gente, se podía hablar MUY mal de la gente, pero lo dicho: había que tener clara la intención y aguantarse las consecuencias sobre todo. - DIFERENTE hubiera sido, si terminábamos descostillándonos de la risa, en vez de a los golpes…. ACÁ había una clara intención de ejercer violencia sobre el otro, DE HACERLE DAÑO al otro… -

Tomó su café y continuó con tono de anécdota - Cuando mis hijos eran chicos, ellos se llamaban así: “ Ey puto! Ven aquí!!”... “ A ver tu marica pásame eso”… Yo no lo entendía, eran sus códigos de los que yo estaba fuera, PARA ELLOS ERA VÁLIDO PARA MI NO. Y acá sucede lo mismo… De seguro esas palabras, incluso el golpe en si como hecho abstracto, podrían tener diferentes significaciones según la circunstancia y el contexto. HOY FUE VIOLENCIA LISA Y LLANA SIN JUSTIFICATIVO…. Y confío en que luego de todo el discursito que me estoy gastando no se volverá a repetir. Al menos no en la presencia de este pobre viejo! –

Rogó y dando dos palmadas a la mesa dio el tema por terminado, aunque podía ser que no. – Podemos continuar con la clase que ya no queda nada de tiempo…?- preguntó mirando el reloj de pared - haremos lo siguiente… Nos dividimos en dos equipos. El equipo de Stall… ese es tu nombre muchacho?– le preguntó al chico – y el equipo de Gianna. Cada equipo formulará preguntas al equipo contrario. COMO SI FUERA UNA ENTREVISTA. A ver que sale de esto… Pónganse a pensar… YA! Que el equipo más elocuente se lleva premio.

- - -
La dinámica es la siguiente:
Un pj postea pregunta,
el siguiente en postear, responde esa pregunta y formula la propia
el siguiente responde y formula otra
Así sucesivamente.

O sea, no hay equipo predeterminado (a excepción de Gianna y Draken que no pueden estar en el mismo equipo) SERA POR ORDEN DE POSTEO que es más sencillo.

Como siempre pueden postear las veces que quieran, mientras no sea doble post y no queden respondiendo pregunta de su propio equipo.

dudas MP.

Escuché el grito del profesor. Un poco tarde porque ya mi puño había llegado al antebrazo de Stall. Y luego, después de hacer un mohín por no haberle dado en la cara, sentí como era disparada hacia tras, cerca de la puerta y me amarraban invisiblemente a la pared junto a la puerta.

Forcejé en vano después de soltar un gritito de frustración en cuanto me di cuenta de que no podría zafarme. Entrecerré los ojos y levanté una ceja. ¿Es que no iba a hacer absolutamente nada? Escuché lo que decía Siobhan. Bueno, me había equivocado, ni modo, las descripciones del Decano y de Hákan eran parecidas. Respiré hondo y luego escuché que el profesor comenzaba a hablar. ¡Vaya!

Al contrario de lo que pensaba el profesor, de si alguien estaba pensando en decir la típica excusa de niños de cinco años, estaba equivocado en mi caso. Yo siempre aceptaba mis culpas. Que pidiera disculpas era algo distinto y en este caso no lo iba a hacer. No después de que él me insultara de esa forma después de que yo, en un tono lo suficientemente neutro le aclaraba la situación sobre la clase y la forma en que le había hablado a Sofie. El “marica de mierda” fue un bonus.

Papá siempre me había dicho que los hombres que les decían putas a las mujeres no eran más que maricas. No homosexuales, no gays, no gente como Luca. Gente que no sabía tratar a las mujeres fuera cual fuera su condición, procedencia y comportamiento. Poco hombres, en las palabras sutiles.

Negué con la cabeza y fruncí el entrecejo. ¿De verdad estaba omitiendo la regla del respeto? ¡Pero si esa era la primera que se había roto! Y por primera vez, no había sido yo quien había empezado –claro, después le seguí- y no había sido yo quien había faltado al respeto. Porque para mi eso había sido una falta de respeto tanto para mi como para el profesor pero parecía que aquí la única que lo veía de esa forma era yo y no habría poder humano que hiciera a los demás cambiar de opinión.

Y luego venía la bajada de puntos. ¿Veinte? ¡Veinte puntos! Con una mierda. ¡Pero claro que quería hacerle daño a Stall! De lo contrario no lo hubiera golpeado, ¿no? Normalmente cuando el puño de alguien va hacia el rostro de alguien más es para inflingirle dolor de una u otra forma –a menos que sean caricias de mamá- o al menos eso es lo que tengo entendido y si no es así, he vivido engañada toda la vida. Bufé. Me sentía inconforme y me dieron ganas de salirme de la clase y de tan molesta que estaba, ni siquiera me di cuenta de que ya nos habían desatado y yo permanecía junto a la pared.

Escuché el molesto discurso de anécdota del profesor –así me parecía en ese momento donde nada más la furia y el enojo tenían cabida en mi- y me pareció eterno hasta que finalmente se calló. Junté la cabeza con la pared y ahí fue que me di cuenta de que me había soltado ya. Me mordí el labio y caminé hasta mi lugar, tomé asiento y me crucé de brazos.

Si era sincera, en ese momento no tenía ni la más mínima gana de hacer la dinámica que proseguía. Mi lengua era capaz de soltar pura pregunta digna de Barrabás si le daba rienda suelta y eso no era bueno. Así que respiré hondo e intenté calmarme. Le daría al profesor lo que quería.

-¿Qué opinas sobre el secretismo mágico y el intento de abolición del mismo?

Lancé la pregunta al aire para el equipo contrario. Que contestara quien quisiera contestar.

Y así era como sin tener nada que ver, se ganaba un reto público. Y lo dicho, nada que ver, eso pensaba Sofie, no es que fuera tan tonta como para no saber que ella había iniciado aquello con "gruñó, gruñón, gruñón", pero a su modo de ver, tenía (o había tenido mejor dicho) a Stall sentado a su lado, o sea que había logreado pasar de la burla a la comicidad inofensiva. Fueron los otros dos quienes no soportaron el humor cruzado....

Y de todos modos, hizo señas a Gianna para que calmara y que dejara pasar el tiempo, que Sofie estaba de su lado al menos con la mirada, pues si tenía que elegir entre una amiga y un desconocido, y aunque otro tercero tuviera la razón, elegiría a su amiga... no? Si!... Cuando el profe los desató se removió de su sitio para ponerse junto a Gianna, pero como nadie parecía querer jugar, tuvo que tomar parte en el grupo de Stall.

- Yo opino desde mi ignorancia que facilitaría mucho las cosas para quienes vivimos los dos mundos abolir el secretismo. Además, me parece desigual, que nosotros sepamos de la existencia de los muggles, y que en cambio ellos no sepan de la existencia de la magia. Pero también creo que no todos somos capaces de convivir con la diferencia.... no sé... Habría que educarnos en la diversidad, ese concepto que está de moda, allá en mi mundo al menos - si! dijo Su mundo y muy a conciencia - Lo otro, lo de los intentos no lo sé... No se cuales son ni quien lo está intentando... Imagino que así como está la Kau, habrá magos legalistas intentándolo por otros medios, no?... La verdad no lo se... -

Tomó su café, mientras se encogía de hombros. No lo sabía, no sabía nada de la actualidad política del mundo mágico, ni tampoco del mundo muggle... Esas cuestiones le habían sido ajenas a su interés siempre. Pero tenía un par de opiniones generales de las cosas, y se estaba intentando formar algunas más específicas... Como fuera al menos no tenía nada que ocultar, siquiera su ignorancia.... Quizá de tan ingenua que era sobre el tema.

- Profesor, ya es la hora y... - como decirlo? - la discusión y su discurso fue... nos dejó... - miró hacía arriba, miró a todos, volvió al profe -... mudos? Mucho para pensar?... somos unos críos que no merecemos su respeto?... Bueno no se... Hago una pregunta?... - pensó rápido! Quien era ella para cuestionar la tarea asignada por el profesor? NADIE! mejor hacía su parte y ya... - Que les parece más indignante: la situación de los elfos domésticos esclavizados? O que los gnomos no tenga derecho a usar varita?... - era otra pregunta política, pero....

Gruñó al sentir como había sido prácticamente arrastrado y golpeado contra la pared, quedando completamente inmovilizado por el hechizo que acababa de utilizar el profesor para detener la disputa que estaba teniendo con Vercelli, al menos estaba sentado, por mirar una parte positiva...
Escuchó el discurso en absoluto silencio. Él había intentado que aquella mierda se zanjase, pero es que no le habían dejado, joder.

Cuando escuchó que descontaban puntos a la casa lanzó una fría mirada a Gianna y después volvió la vista, con el ceño algo fruncido, hacia el profesor para quedar con la vista fija en él hasta que llegó el momento en el que deshizo el hechizo e hizo que pudiesen volver a moverse para ir a acomodarse alrededor de la mesa.

Se puso en pie y cogió la silla, cargándola para volver a donde estaba, quedando esta vez sentado junto a su mejor amigo ya que Sofie se había desplazado, y tras colocar la silla se sentó, mirando la mesa de forma fija con el ceño algo fruncido, al menos, hasta que empezaron a hablar. En el momento en el que el profesor preguntó por su nombre, asintió y añadió a su apellido, el cual ya hubo dicho el mismo Loskey, para que supiera, sin más. - Draken Stall, si.

Después de aquello, que la primera que hablase fuese Vercelli solo hizo que desconectase en un principio, al menos hasta que escuchó el cambio de tono de voz, y ahí si se puso a escuchar a hablar a Sofie, seguido de su mejor amigo.
No sabía realmente si esperar a que alguien mas respondiese, pero al ver que nadie lo hacía, y que ese podía ser su turno, ya que no formaría parte del “grupo de Gianna” sino del propio, habló él.

Clavó la vista en los ojos de su compañero, viendo como él evitaba su propia mirada, y arrugó la nariz, terminando por abrir la boca. - Pues básicamente haciéndolo del mismo modo que lo hacen los duendes en Gringotts. A estos se les da un beneficio por su trabajo, y a los elfos domésticos no... simplemente se les tiene esclavizados. ¿Por qué? Pues ni puñetera idea, en algún momento algún mago lo suficientemente vago lo pondría así y se siguió su ejemplo para que ahora ya haya quedado así marcado y los elfos domésticos hayan quedado doblegados de esa forma. - Puso una mueca. Había quedado hablando mientras miraba a un punto cualquiera, pero ahora volvió la vista a su compañero que había formulado la pregunta que él estaba respondiendo. - Probablemente si a los elfos domésticos se les tratase con más dignidad o algo así, dándoles algo de ropa que no sean trapos viejos para vestir, comida y cosas que necesitasen y no se les tratase como basura, creo que harían mejor trabajo que siendo básicamente obligados. - Tomó algo de carrerilla antes de que alguien fuese a interrumpir. - Y si, ya se que no a todos se les trata igual, pero en general son “esclavos” y se les trata de inferiores cuando siguen siendo seres con vida, sentimientos y eso.

Una respuesta, quizás, nada esperada por parte de Stall, pero bueno, la cosa es que había respondido y ahora era su turno el de preguntar. ¿Qué cojones iba a preguntar?

- A ver... ¿Qué opinas de que un sector de la sociedad mágica haya decidido que nosotros somos mejores que los muggles solo por poseer magia, a pesar de que ellos, sin este don tan oportuno, han logrado sobrevivir, desarrollar e inventar mil artefactos que satisfacen todas sus necesidades de un modo casi tan cómodo como el nuestro?

Tras soltar la pregunta se cruzó de brazos y recostó un poco en la silla, dejando que, quien quisiera, fuese a responder a aquello.