OGMIOS: 275 PUNTOS
CERRIDWEN: 150 PUNTOS
ARIANRHOD: 35 PUNTOS
SMERTIOS: 175 PUNTOS
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 31 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 31 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 149 durante el Miér Oct 23, 2024 12:07 pm
Este foro está creado enteramente para esparcimiento y diversión sin fines de lucro. La temática, tramas y personajes son 100% originales creados por el equipo administrativo y los usuarios de este mismo foro. Todo lo demás, pertenece a J.K.Rowling.
"Universidad Brigantia de Estudios Mágicos" está protegida por una licencia creativa. Cualquier reproducción total o parcial del contenido del foro, así como el diseño, será considerado como plagio. Por favor, se original, no robes ni copies.
Im so sorry! +18
+2
Adair Brackminster
Sofie Luttrell
6 participantes
Página 3 de 3.
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Re: Im so sorry! +18
Esa mezcla de contentura divina que le permitía reírse así y bromearle así, entre la lluvia, el vapor y la desnudes, y por otro lado las inseguridades lógicas que le imposibilitaban mirarlo ahí o responderle sin tapujos, por más que ya lo hubieran hecho y por más que fuera obvio lo que querían, debía ser de las sensaciones más excitantes que Sofie había experimentado.
Donde intuyes que hay una conexión con el otro, y la comodidad y el entendimiento con simple miradas es evidente (y no terminas de creertelo), pero igual persiste latente el miedo a decir o hacer algo demás o que no suene tan bien o simplemente meter la pata por inexperiencia o por confianzuda o porque… la realidad real, era que no se conocían de nada... aunque iban bien rápido solucionando ese tema.
Un grito que no fue suspiro sino gemido ahogado se escapó de sus labios, no por el frío de los mosaicos ya, sino por sus ganas de ser follada, y se abrazó a Adair tampoco por no caer sino por rozar su pecho con él y sentir todo lo que fuera posible. Negó con el rostro, como respuesta que molesta que ya estaba adquiriendo, pues primero el no y luego pensar, mordiéndolo en el hombro, sin soltarlo para decir – hazlo! -y ayudando como fuera que entrara en ella de una vez.
No podía decirle “fóllame” sonaba demasiado fuerte en su cabeza, pero lo estaba pensando, lo estaba repitiendo mentalmente y la fuerza con que sus piernas flacas se aferraban a Adair dejaban más que claro, que lo quería bien dentro y sin sutilezas, que no le importaba mucho nada y que él había ganado. Al principio lo seguía, se fijaba en el ritmo, en no soltarse, en no resbalar, en el agua que le empapaba los ojos e insistía en limpiar con sus manos, pero una a una con las embestidas fue olvidando el contexto, recuperando esa capacidad de dejarse llevar, dejar de reparar en cosas prescindibles, de morderlo si quería o gemir oculta en el sonido del agua caer.
- ya no aguanto – el cuerpo le temblaba y las reacciones se precipitaron una tras otras, pues esa posición hacia que toda su intimidad se rozara por completo con Adair. Tampoco reparó en si había sido muy rápido o si era lo justo, se Adair ya estaba loco con ella o si pretendía cambiar de posición, simplemente se deshizo en un suspiro que cortó su respirar, para luego de dos segundos aflojar las piernas y dejarse caer suavemente en post de volver a tener el suelo a sus pies. - tu culpa! – le dijo abrazada a su pecho, sonriendo de nuevo por andar usando la misma expresión que antes, aunque ya no tuviera sentido.
Le dio un beso o dos, quizá tres y lo dejó de lado en post de resolver su cabello, que Adair como hombre que era podía darse una ducha de 2 segundos con pura agua; pero Sofie no iba a presentarse a un cumpleaños con el cabello sucio… - Mantente lejos que sino no llegaremos ni al postre – Coqueta y sacándole la lengua le decía pero no por eso con menos verdad… Más rápido de lo que pensó ya estaba lista, de nuevo en la habitación buscando sus ropas, debía haber sido la necesidad interna de dejar de estar desnuda y perdiendo el tiempo. – Mira lo que has hecho! Te voy a matar! – y le puso sus bragas en la cara exagerando el enojo.
Donde intuyes que hay una conexión con el otro, y la comodidad y el entendimiento con simple miradas es evidente (y no terminas de creertelo), pero igual persiste latente el miedo a decir o hacer algo demás o que no suene tan bien o simplemente meter la pata por inexperiencia o por confianzuda o porque… la realidad real, era que no se conocían de nada... aunque iban bien rápido solucionando ese tema.
Un grito que no fue suspiro sino gemido ahogado se escapó de sus labios, no por el frío de los mosaicos ya, sino por sus ganas de ser follada, y se abrazó a Adair tampoco por no caer sino por rozar su pecho con él y sentir todo lo que fuera posible. Negó con el rostro, como respuesta que molesta que ya estaba adquiriendo, pues primero el no y luego pensar, mordiéndolo en el hombro, sin soltarlo para decir – hazlo! -y ayudando como fuera que entrara en ella de una vez.
No podía decirle “fóllame” sonaba demasiado fuerte en su cabeza, pero lo estaba pensando, lo estaba repitiendo mentalmente y la fuerza con que sus piernas flacas se aferraban a Adair dejaban más que claro, que lo quería bien dentro y sin sutilezas, que no le importaba mucho nada y que él había ganado. Al principio lo seguía, se fijaba en el ritmo, en no soltarse, en no resbalar, en el agua que le empapaba los ojos e insistía en limpiar con sus manos, pero una a una con las embestidas fue olvidando el contexto, recuperando esa capacidad de dejarse llevar, dejar de reparar en cosas prescindibles, de morderlo si quería o gemir oculta en el sonido del agua caer.
- ya no aguanto – el cuerpo le temblaba y las reacciones se precipitaron una tras otras, pues esa posición hacia que toda su intimidad se rozara por completo con Adair. Tampoco reparó en si había sido muy rápido o si era lo justo, se Adair ya estaba loco con ella o si pretendía cambiar de posición, simplemente se deshizo en un suspiro que cortó su respirar, para luego de dos segundos aflojar las piernas y dejarse caer suavemente en post de volver a tener el suelo a sus pies. - tu culpa! – le dijo abrazada a su pecho, sonriendo de nuevo por andar usando la misma expresión que antes, aunque ya no tuviera sentido.
Le dio un beso o dos, quizá tres y lo dejó de lado en post de resolver su cabello, que Adair como hombre que era podía darse una ducha de 2 segundos con pura agua; pero Sofie no iba a presentarse a un cumpleaños con el cabello sucio… - Mantente lejos que sino no llegaremos ni al postre – Coqueta y sacándole la lengua le decía pero no por eso con menos verdad… Más rápido de lo que pensó ya estaba lista, de nuevo en la habitación buscando sus ropas, debía haber sido la necesidad interna de dejar de estar desnuda y perdiendo el tiempo. – Mira lo que has hecho! Te voy a matar! – y le puso sus bragas en la cara exagerando el enojo.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Im so sorry! +18
Hubiera preferido pasar la noche y el día encerrados en aquel lugar saboreando el cuerpo del otro pero Sofie parecía demasiado apurada con la superproblación Brackminster. No había terminado cuando ella llegó al clímax de la situación, no obstante bastó sentir la húmeda entrepierna estrecharse contra su miembro para unirse a ese jadeo quedo que representaba el fin. Los besos se desencadenaron tras que la rubia volviera a poner los pies en el suelo, Adair los correspondió con una sonrisa en los labios y tocando con sus manos donde llegaba alcanzar. Soltó una carcajada disimulada cuando ella mandó que se separara de su desnudo cuerpo, alzó las manos en señal de rendición (por el momento) y dio solo un paso hacia atrás, admirando el cuerpo de la chica en lo que terminaba de ducharse.
Justo cuando él terminó de ducharse, respetando los turnos impuestos por Sofie, salió de la ducha, enroscando una toalla a su cintura cuando las bragas de la chica impactaron contra su cara. El chico las quitó con la mano, las admiró a contra luz y negó con la cabeza – ¿Dónde tenía los pensamientos cuando rompí las carísimas bragas? Ah si, era pura lujuria – la tomó por la cintura en un movimiento rápido para acercarla a él y plantarle un beso en los labios – No te preocupes, mis pensamientos durante la cena estarán en tu falta de ropa interior – susurró contra sus labios y la soltó para caminar hasta la habitación pero cuando llegó justo al umbral se giró solo para entrecerrar los ojos manteniendo esa sonrisa enigmática en los labios que indicaba comentarios jocosos sobre la absurda situación – Lástima que no lleves falda, me pasaría la noche tirando el cuchillo “accidentalmente” al suelo – rió con toda la infamia del mundo antes de irse a vestir.
Unos quince minutos después, ya estaban bajando las escaleras de vuelta a la reunión familiar. Tomó la mano de Sofie para guiarla a través de la casa y cuando halló a todos su parientes no pudo hacer otra cosa que suspirar. Tras eliminar el campo de Quidditch (supuso que habían pasado más tiempo del debido encerrados en la habitación) improvisaron una mesa en el jardín para tomar el té como todos unos ingleses pero la situación se antojaba bizarra desde el umbral de la cocina. ¡Si nunca tomaban esa puta mariconada! – Creo que es tarde para avisar que mejor ni escuches los comentarios de mi padre, ¿cierto? – besó la cabeza de Sofie antes de tirar de ella hacia la reunión de Brackminster. Darren alzó la vista cuando vislumbró las dos figuras, intercambió una mirada entre los dos sin variar la expresión de su rostro y preparó una taza de té cargada con doble de azúcar.
- En el momento preciso. Muchacha, ven acá y siéntate a mi lado – en verdad los dos únicos lugares disponibles eran efectivamente los que se encontraban entre los padres de Adair. El muchacho lanzó una mirada de advertencia a su progenitor y acompañó a Sofie hasta el lugar, tomando asiento entre esta y su madre – Toma, tradición inglesa – la mirada miel del joven se posó en su madre quien estaba demasiado entretenida dándole galletas a su oso como para prestarle atención. ¿Tradición? Y una mierda. Rodó los ojos y alargó la mano para cazar tantas pastas como cupieran en su mano, la maldita de Sofie había chupado hasta el último gramo de su energía – Primero bebe que debes recuperar energías – Adair gruñó como avisando que no fuera por ese camino pero Darren ignoró por completo (Como era habitual) a su hijo – ¿Qué te pareció jugar durante unos minutos a Quidditch? ¿Crees poder avanzar como guardiana para el próximo partido?
Justo cuando él terminó de ducharse, respetando los turnos impuestos por Sofie, salió de la ducha, enroscando una toalla a su cintura cuando las bragas de la chica impactaron contra su cara. El chico las quitó con la mano, las admiró a contra luz y negó con la cabeza – ¿Dónde tenía los pensamientos cuando rompí las carísimas bragas? Ah si, era pura lujuria – la tomó por la cintura en un movimiento rápido para acercarla a él y plantarle un beso en los labios – No te preocupes, mis pensamientos durante la cena estarán en tu falta de ropa interior – susurró contra sus labios y la soltó para caminar hasta la habitación pero cuando llegó justo al umbral se giró solo para entrecerrar los ojos manteniendo esa sonrisa enigmática en los labios que indicaba comentarios jocosos sobre la absurda situación – Lástima que no lleves falda, me pasaría la noche tirando el cuchillo “accidentalmente” al suelo – rió con toda la infamia del mundo antes de irse a vestir.
Unos quince minutos después, ya estaban bajando las escaleras de vuelta a la reunión familiar. Tomó la mano de Sofie para guiarla a través de la casa y cuando halló a todos su parientes no pudo hacer otra cosa que suspirar. Tras eliminar el campo de Quidditch (supuso que habían pasado más tiempo del debido encerrados en la habitación) improvisaron una mesa en el jardín para tomar el té como todos unos ingleses pero la situación se antojaba bizarra desde el umbral de la cocina. ¡Si nunca tomaban esa puta mariconada! – Creo que es tarde para avisar que mejor ni escuches los comentarios de mi padre, ¿cierto? – besó la cabeza de Sofie antes de tirar de ella hacia la reunión de Brackminster. Darren alzó la vista cuando vislumbró las dos figuras, intercambió una mirada entre los dos sin variar la expresión de su rostro y preparó una taza de té cargada con doble de azúcar.
- En el momento preciso. Muchacha, ven acá y siéntate a mi lado – en verdad los dos únicos lugares disponibles eran efectivamente los que se encontraban entre los padres de Adair. El muchacho lanzó una mirada de advertencia a su progenitor y acompañó a Sofie hasta el lugar, tomando asiento entre esta y su madre – Toma, tradición inglesa – la mirada miel del joven se posó en su madre quien estaba demasiado entretenida dándole galletas a su oso como para prestarle atención. ¿Tradición? Y una mierda. Rodó los ojos y alargó la mano para cazar tantas pastas como cupieran en su mano, la maldita de Sofie había chupado hasta el último gramo de su energía – Primero bebe que debes recuperar energías – Adair gruñó como avisando que no fuera por ese camino pero Darren ignoró por completo (Como era habitual) a su hijo – ¿Qué te pareció jugar durante unos minutos a Quidditch? ¿Crees poder avanzar como guardiana para el próximo partido?
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Im so sorry! +18
Si hubiera tenido una almohada a mano le hubiera vuelto a golpear con ella por hacer chistes con su más pura vergüenza de presentarse ante la familia, nuevamente después de la desaparición obvia, y para colmo sin bragas. Que los demás podían no saberlo pero ella y él si y solo bastaba cruzar una mirada de más para que Sofie se volviera violeta de bochorno en la mesa familiar.
Ya vestida y saliendo dobló las ropas de Autumn prolijamente para de un tris llevarlas hasta el cuarto de la chica dejárselas sobre la cama y alcanzar a Adair para tomarlo de la mano y poner la cara ante Darren y el resto, acopiando dentro una seguridad que no tenía pero que iba a tener que empezar a actuar. Porque tampoco quería pasarse de lista, y terminar respondiendo cualquier altanería al padre de familia o a quien fuera, pues a todo esto, más que su propio ser le traía mal no caer bien a la familia de Adair.
Se sentó donde se le dijo, cruzó las piernas y sonrió en silencio, tomó la taza con dos manos, todo autómata todo estructuradito para no salirse del plan, que si tenían suerte capaz y pasaban desapercibidos de la charla familiar. Pero no, Darren, seguro por querer hacer un bien le dirigía la palabra y Sofie tragaba y tragaba te pensando y super repensando cuales serían las palabras correctas, y sobre todo no mirar ni de reojo a Adair porque no podía darse el lujo de ponerse enteramente roja. – Pues… - dejó la taza casi vacía en la mesa – Me gusta el Quidditch y creo que puedo avanzar…si… -
Volvió a tomar la taza, le daba más seguridad tener las manos ocupadas en algo y poder despegar los ojos de los de Darren con una excusa válida – igual no sé… me gustaría probar otras pociones – inmediatamente le sonó a que eso podía entenderse en doble sentido. Eso no estaba funcionando – quiero decir… - “darle una oportunidad al bate” también sonaba mal!!! “ser buscadora suena bien” cualquier tontería le sonaba dudosa ya e incorrecta… que tal si pensaban que no le había gustado el puesto que le habían designado.? Mejor dejarlo -…nada...Guardiana, definitivamente… la próxima utilizaré las manos…
Miércoles! Todo sonaba mal! Pero el resto no tenía porque enterase. Se hundió en el te para terminarlo y observó el sol a punto de atardecer como si fuera lo más interesante del mundo, y como si no lo hubiera visto mil veces desde la ventana de su living y para colmo metiéndose en el mediterraneo… Y de todos modos, Darren con sus comentarios extraños y sabiendo que se había acostado con su madre, le daba mucha más confianza para hablarle o mirarle directo que Amy o las mil hermanas, quizá por que en su familia las mujeres eran de temer, celosas posesivas y esas cosas que dan miedo a cualquier extraño a la familia – al menos para compensar mi inexperiencia… Si soy guardiana que escoba tendría que comprarme para empezar?... – preguntó a Darren, hablar y hablar, y volver a hablar. Sonreir y tomar te y volver a sonreir.
Ya vestida y saliendo dobló las ropas de Autumn prolijamente para de un tris llevarlas hasta el cuarto de la chica dejárselas sobre la cama y alcanzar a Adair para tomarlo de la mano y poner la cara ante Darren y el resto, acopiando dentro una seguridad que no tenía pero que iba a tener que empezar a actuar. Porque tampoco quería pasarse de lista, y terminar respondiendo cualquier altanería al padre de familia o a quien fuera, pues a todo esto, más que su propio ser le traía mal no caer bien a la familia de Adair.
Se sentó donde se le dijo, cruzó las piernas y sonrió en silencio, tomó la taza con dos manos, todo autómata todo estructuradito para no salirse del plan, que si tenían suerte capaz y pasaban desapercibidos de la charla familiar. Pero no, Darren, seguro por querer hacer un bien le dirigía la palabra y Sofie tragaba y tragaba te pensando y super repensando cuales serían las palabras correctas, y sobre todo no mirar ni de reojo a Adair porque no podía darse el lujo de ponerse enteramente roja. – Pues… - dejó la taza casi vacía en la mesa – Me gusta el Quidditch y creo que puedo avanzar…si… -
Volvió a tomar la taza, le daba más seguridad tener las manos ocupadas en algo y poder despegar los ojos de los de Darren con una excusa válida – igual no sé… me gustaría probar otras pociones – inmediatamente le sonó a que eso podía entenderse en doble sentido. Eso no estaba funcionando – quiero decir… - “darle una oportunidad al bate” también sonaba mal!!! “ser buscadora suena bien” cualquier tontería le sonaba dudosa ya e incorrecta… que tal si pensaban que no le había gustado el puesto que le habían designado.? Mejor dejarlo -…nada...Guardiana, definitivamente… la próxima utilizaré las manos…
Miércoles! Todo sonaba mal! Pero el resto no tenía porque enterase. Se hundió en el te para terminarlo y observó el sol a punto de atardecer como si fuera lo más interesante del mundo, y como si no lo hubiera visto mil veces desde la ventana de su living y para colmo metiéndose en el mediterraneo… Y de todos modos, Darren con sus comentarios extraños y sabiendo que se había acostado con su madre, le daba mucha más confianza para hablarle o mirarle directo que Amy o las mil hermanas, quizá por que en su familia las mujeres eran de temer, celosas posesivas y esas cosas que dan miedo a cualquier extraño a la familia – al menos para compensar mi inexperiencia… Si soy guardiana que escoba tendría que comprarme para empezar?... – preguntó a Darren, hablar y hablar, y volver a hablar. Sonreir y tomar te y volver a sonreir.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Im so sorry! +18
Adair miraba de reojo a Sofie que parecía hecha un saco de nervios, ¿en serio se tomaba las palabras de su padre como algo importante? Negó con la cabeza y tomó el café que su hermana Clarisse estaba ofreciendo. Apuró el contenido para bajar la masa que se había formado en su garganta a raíz de comerse las pastas casi de un mordisco. Darren no obstante parecía tener unas extrañas ganas de hablar, apoyó su codo encima la mesa y a su vez el reverso de la mano bajo el mentón, observando con esos ojos que heredó Adair a su invitada con una expresión seria e incluso autoritaria. Todo era pura fachada, escuchar las respuestas de Sofie despertaban una parte de él ya enterrada tras tantos años casado y con hijos, la chica recordaba aquel tiempo donde coqueteó con su santa madre y la verdad ver a su hija tan diferente a la madre quien era una chica lanzada de naturaleza.
- ¿Escoba? – añadió, buscando el plato de galletas que Clarisse tendió hacia él para que ofreciera a la rubia – Deberías empezar por una básica con las mínimas prestaciones y a medida que tus habilidades mejoren, comprar una más adecuada a tu posición dentro del campo de juego.
Adair rodó los ojos. ¿Es qué tenía que ser siempre igual? Él adoraba el Quidditch era su vida pero su padre anteponía en ocasiones el placer por el santo deporte a los deseos de cuantos le rodeaba y eso ponían a Adair de malhumor porque no quería terminar igual que él. Sacó el paquete de cigarrillos para dejarlo encima la mesa y gruñó tirando su cuerpo hacia atrás para tomar uno que llevó hasta sus labios a fin de encenderlo en la más estricta paz pero Clarisse más rápida, arrebató el canutillo de marihuana y fulminó a su hermano con la mirada.
- ¿Ahora qué? – su hermana lanzó una rápida mirada a Sofie como diciendo “por respeto a tu novia” y luego volvió a consentir a su hijo. Adair rodó los ojos, pasó un brazos por encima los hombros de Sofie y la atrajo hacia él antes de contestar a su padre – Mejor la dejas como periodista.
- ¿Es qué acaso no puede aficionarse al deporte familiar? – inquirió con algo de molestia Darren - Mira Jonathan, bien aplicado y hasta demasiado bruto pero como futuro esposo de Lucy – omitió la parte donde también compartía la paternidad de Thaddeus para preservar la salud de su úlcera estomacal – juega. Sofie pasará tiempo aquí así que mejor la enseñas a volar decentemente en tus horas libres.
- Mejor la dejas en paz – y el tono fue insolente, tanto que levantó la mirada de sus hermanas y creyó escuchar un “uuuh” por parte de algún miembro que no supo identificar. Ahí estaba, la típica pelea padre e hijo que terminaría por fastidiar la velada familiar pese a la cara de pena que en ese momento traía Lizzie, no quería tener que debatirse entre padre o hermano en el día de su cumpleaños.
- Mejor la hubieras dejado tu en paz, la chica sería más feliz – Adair miró directamente a su padre con ganas de levantarse y partirle la cabeza. ¿Él también? ¿Qué cojones le pasaba a todo el mundo? Era buen partido mirase por donde se mirase – Aún estás a tiempo – murmuró solo para Sofie.
- ¿Escoba? – añadió, buscando el plato de galletas que Clarisse tendió hacia él para que ofreciera a la rubia – Deberías empezar por una básica con las mínimas prestaciones y a medida que tus habilidades mejoren, comprar una más adecuada a tu posición dentro del campo de juego.
Adair rodó los ojos. ¿Es qué tenía que ser siempre igual? Él adoraba el Quidditch era su vida pero su padre anteponía en ocasiones el placer por el santo deporte a los deseos de cuantos le rodeaba y eso ponían a Adair de malhumor porque no quería terminar igual que él. Sacó el paquete de cigarrillos para dejarlo encima la mesa y gruñó tirando su cuerpo hacia atrás para tomar uno que llevó hasta sus labios a fin de encenderlo en la más estricta paz pero Clarisse más rápida, arrebató el canutillo de marihuana y fulminó a su hermano con la mirada.
- ¿Ahora qué? – su hermana lanzó una rápida mirada a Sofie como diciendo “por respeto a tu novia” y luego volvió a consentir a su hijo. Adair rodó los ojos, pasó un brazos por encima los hombros de Sofie y la atrajo hacia él antes de contestar a su padre – Mejor la dejas como periodista.
- ¿Es qué acaso no puede aficionarse al deporte familiar? – inquirió con algo de molestia Darren - Mira Jonathan, bien aplicado y hasta demasiado bruto pero como futuro esposo de Lucy – omitió la parte donde también compartía la paternidad de Thaddeus para preservar la salud de su úlcera estomacal – juega. Sofie pasará tiempo aquí así que mejor la enseñas a volar decentemente en tus horas libres.
- Mejor la dejas en paz – y el tono fue insolente, tanto que levantó la mirada de sus hermanas y creyó escuchar un “uuuh” por parte de algún miembro que no supo identificar. Ahí estaba, la típica pelea padre e hijo que terminaría por fastidiar la velada familiar pese a la cara de pena que en ese momento traía Lizzie, no quería tener que debatirse entre padre o hermano en el día de su cumpleaños.
- Mejor la hubieras dejado tu en paz, la chica sería más feliz – Adair miró directamente a su padre con ganas de levantarse y partirle la cabeza. ¿Él también? ¿Qué cojones le pasaba a todo el mundo? Era buen partido mirase por donde se mirase – Aún estás a tiempo – murmuró solo para Sofie.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Im so sorry! +18
Obvio que se tomaba las palabras de Darren como importantes, las miradas de las mil hermanas también y hasta los gruñidos del osito!... Adiar podía no verle nada de trascendental a la cuestión, pero para Sofie, que pretendía conquistar al muchacho de manera tal que dejara sus tiempos de “amigas, no novias” atrás, no hacer tonterías ante la familia, agradar a todo mundo, era cuestión de vida o muerte. Bueno, no tanto, pero los nervios existían porque quería seguir gustándole después de ese día. Y la mirada del padre tan seria y tan miel tampoco ayudaba.
-O sea que es un mito que a más cara la escoba, mejor es? - Preguntó siguiendo la conversación, mientras sin ella saberlo empezaba a desatarse la paciencia de Adair por un cigarrillo y unas miradas. Sofie no conocía la dinámica de esa familia, así que estaba muy lejos de poder prever nada o sospechar ninguna cosa antes de que sucediera de lleno y en su cara, o por encima de sus hombros, gesto que no rechazó y que la llenó de confianza, pero que a la vez iniciaba a hacerla sentir tironeada.
Ya iba a decir que Adair que no le molestaba hablar de Quidditch o a Darren que ella no era exactamente parte de la familia, pero aunque estaba en medio, justamente en medio físicamente, no tenía espacio entre esas dos voces masculinas y tampoco sabía bien a quien se suponía que debía contentar con palabras simpáticas… Además para qué tanto escándalo?, si seguro que no volvería a esa casa porque Adair no era de llamar al otro día. Cerró un momento los ojos, no por el uhhh, sino por la última sentencia de Darren sobre felicidades. Eso le dolió, no por ella (que de algún modo venía asumiendo de buena gana que Adair no era lo que se dice el partido perfecto), sino por Adair, que nadie confiaba en él ni un poco?... Ni su papá?
Pero todas sus inseguridades se esfumaron cuando Darren le susurró aquello. Fue un flash, ni lo pensó, simplemente terminó de abrir los ojos, luego del parpadeo y dijo lo que dijo con un tono demasiado seguro para el estilo que había estado mostrando. – We are ok.- estamos bien PUNTO. en su mejor inglés, y sin dar lugar a apelaciones. Un We que lo incluía a Adair, no porque ya pensara ella una relación de pareja consumada allí, sino porque era lo que convenía para afirmarse los dos en el mismo sitio a cara de los demás y un ok escueto porque no tenían porque dar más detalles a nadie, ni sobre felicidad ni sobre lo contrario.
Sofie no era de esas personas tajantes en sus modos, pero le fue tan natural salir en defensa de la relación por la que estaba arriesgando muchísimo aunque nadie de allí lo supiera, que no se arrepintió en lo más mínimo, y se lo aseguró a si misma volviendo a su afable rostro cotidiano de inmediato, dando por terminado el tema para estirarse tomar unas masitas, y recomenzar cualquier conversación mundana, sobre quidditch, sobre el cumpleaños, sobre el oso, sobre cualquier cosa, menos sobre que hacía ella perdiendo el tiempo con Adair.
- Lizzie… 16 cumples, no?... Para los Luttrell es tradición que te regalen un hipogrifo a los 16, recuerdo que le pedí a mi mamá eso y se negó rotundamente porque no son animales para departamento, menos para edificios muggles, pero más que todo por romper la tradición, creo yo… Tu has pedido algo en especial? Tienen ustedes muchas tradiciones familiares?... – preguntó lo primero a Liz, lo segundo mirando a Adair, pero de todos modos era una conversación abierta.
-O sea que es un mito que a más cara la escoba, mejor es? - Preguntó siguiendo la conversación, mientras sin ella saberlo empezaba a desatarse la paciencia de Adair por un cigarrillo y unas miradas. Sofie no conocía la dinámica de esa familia, así que estaba muy lejos de poder prever nada o sospechar ninguna cosa antes de que sucediera de lleno y en su cara, o por encima de sus hombros, gesto que no rechazó y que la llenó de confianza, pero que a la vez iniciaba a hacerla sentir tironeada.
Ya iba a decir que Adair que no le molestaba hablar de Quidditch o a Darren que ella no era exactamente parte de la familia, pero aunque estaba en medio, justamente en medio físicamente, no tenía espacio entre esas dos voces masculinas y tampoco sabía bien a quien se suponía que debía contentar con palabras simpáticas… Además para qué tanto escándalo?, si seguro que no volvería a esa casa porque Adair no era de llamar al otro día. Cerró un momento los ojos, no por el uhhh, sino por la última sentencia de Darren sobre felicidades. Eso le dolió, no por ella (que de algún modo venía asumiendo de buena gana que Adair no era lo que se dice el partido perfecto), sino por Adair, que nadie confiaba en él ni un poco?... Ni su papá?
Pero todas sus inseguridades se esfumaron cuando Darren le susurró aquello. Fue un flash, ni lo pensó, simplemente terminó de abrir los ojos, luego del parpadeo y dijo lo que dijo con un tono demasiado seguro para el estilo que había estado mostrando. – We are ok.- estamos bien PUNTO. en su mejor inglés, y sin dar lugar a apelaciones. Un We que lo incluía a Adair, no porque ya pensara ella una relación de pareja consumada allí, sino porque era lo que convenía para afirmarse los dos en el mismo sitio a cara de los demás y un ok escueto porque no tenían porque dar más detalles a nadie, ni sobre felicidad ni sobre lo contrario.
Sofie no era de esas personas tajantes en sus modos, pero le fue tan natural salir en defensa de la relación por la que estaba arriesgando muchísimo aunque nadie de allí lo supiera, que no se arrepintió en lo más mínimo, y se lo aseguró a si misma volviendo a su afable rostro cotidiano de inmediato, dando por terminado el tema para estirarse tomar unas masitas, y recomenzar cualquier conversación mundana, sobre quidditch, sobre el cumpleaños, sobre el oso, sobre cualquier cosa, menos sobre que hacía ella perdiendo el tiempo con Adair.
- Lizzie… 16 cumples, no?... Para los Luttrell es tradición que te regalen un hipogrifo a los 16, recuerdo que le pedí a mi mamá eso y se negó rotundamente porque no son animales para departamento, menos para edificios muggles, pero más que todo por romper la tradición, creo yo… Tu has pedido algo en especial? Tienen ustedes muchas tradiciones familiares?... – preguntó lo primero a Liz, lo segundo mirando a Adair, pero de todos modos era una conversación abierta.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Im so sorry! +18
Había intentado poner un poco de orden entre su hermano y su padre pero parecía imposible. No bastaba retener los vicios del joven y tampoco avisar a su padre con la mirada que estaba sobrepasando los límites del control parental metiéndose entre la relación de Sofie y Adair. ¿Qué pasaba si esa chica cambiaba de una buena vez la mentalidad destructiva de su hermano? En realidad Clarisse nunca había visto una de las conquistas del smertios visitando a sus padres y eso que si todos los rumores que llegaban hasta sus oídos eran ciertos eran muchas, francamente debería arrastrarlo hasta San Mungo para que realizaran un control de venéreas.
Negó con la cabeza, apenada por que iba a desencadenarse en aquel jardín otro incidente Brackminster, bajó a Thaddeus de su regazo y susurró a su pequeño oído algo como “¿por qué no vas a ver que hacen los perros de la abuela Amy?” y el niño salió cual saeta de fuego, escopeteado a molestar a los pobres animales y gracias a los Magos, lejos de las discusiones familiares. No obstante cuando la rubia iba a abrir la boca para lanzar un comentario intentando sembrar paz, Sofie la acalló con su frase. Fue precisa, escueta y más que explicita. Si Clarisse ya tenía buena impresión de la española por su exquisito comportamiento y educación, eso solo reforzó su opinión…por fin, alguien domaría a su hermano.
Escuchó un leve gruñido y buscó rápidamente la mirada de Adair quien estaba a punto de lanzarse encima de su padre. Solo usó una mirada de sus ojos claros (una de esas que empleaba en su trabajo) para que su hermano contuviera su arranque prehistórico y evitara la barbarie que llevaba dentro como todo jugador de Quidditch. Adair captó la indirecta, tomó el mechero que solía llevar siempre metido en el bolsillo y empezó a jugar con él justo cuando la atención de la conversación se centraba en Lizzie quien estaba a su lado sentada un poco cohibida, muy tímida y triste.
- ¿Un hipogrifo? – la niña levantó la mirad de la mesa y la miró con incredulidad, parpadeando y desviando sus orbes hasta su madre por un segundo antes de volver a ponerlas sobre la invitada “especial” – Eso debe ser genial pero mamá es más de dragones. En ocasiones nos lleva a mi y a mis hermanos a su reserva – volvió a bajar la mirada hacia la mesa, roja como un tomate.
Clarisse pasó una mano con ternura por el pelo de su hermana más pequeña (pese a que solo compartieran padre para ella era como si Amy fuera madre para todos) y sonrío cálidamente intentando alentarla para que dejara de lado esa actitud cohibida pues Sofie no comía. Lizzie sin embargo prefirió mantenerse en silencio. Tomó la palabra para no dejar ese momento en el más estricto silencio, ya suficiente incómodo había sido presenciar toda la pelea padre – hijo – ¿Recuerdas la fiesta que hicimos para mi dieciséis cumpleaños, Elo? – Eloise que estaba unos asientos más allá empezó a reír y Clarisse se unió a su hermana antes de explicar para todo el público – En la familia no hay muchas tradiciones, excepto el Quidditch impuesto por mi padre. Pero… él tiene por costumbre no dejar a sus hijas crecer – el hombre abrió los ojos y fue a reclamar pero Clarisse alzó una mano, deteniendo el avance de sus palabras – Si a ti debían regalarte un hipogrifo por tu dieciséis cumpleaños a mi, Darren allí sentado, me regaló un payaso muggle. Sí como lo escuchas. En plena adolescencia, rodeada de chicos en la mejor fiesta organizada por mi hermana resulta que mi padre decidió contratar los servicios de un payaso – rodó los ojos y exageró las palabras con las manos pero siempre manteniendo la sonrisa- ¿Cómo lo ves? Fue grave. Eloise solo tuvo un pony y a Lucy y Autumn no le fue mucho mejor… el único que se salvó de esa “tradición” fue Adair – quiso poner algo de paz a su manera y miró a su hermano – Creo recordar que te regaló un par de entradas para el mundial de Quidditch, ¿no?
Usó un tono de “ajá” vuestra relación nunca fue tan mala como era ahora. Si, conocía la excesiva protección que su padre evocaba sobre las chicas de la familia y como muchas veces Adair era el que se encontraba apartado de todo aquel nexo pero también sabía que su padre lo quería muy a su manera y si ahora trataba a su hermano así solo era para poner orden a su vida, algo bruscamente pero quería reconducirlo y Clarisse apoyaba esa idea, había visto lo mal que pasó su padre cuando él se largó de casa sin tan siquiera decir un “adiós” por un arranque de testosterona.
Negó con la cabeza, apenada por que iba a desencadenarse en aquel jardín otro incidente Brackminster, bajó a Thaddeus de su regazo y susurró a su pequeño oído algo como “¿por qué no vas a ver que hacen los perros de la abuela Amy?” y el niño salió cual saeta de fuego, escopeteado a molestar a los pobres animales y gracias a los Magos, lejos de las discusiones familiares. No obstante cuando la rubia iba a abrir la boca para lanzar un comentario intentando sembrar paz, Sofie la acalló con su frase. Fue precisa, escueta y más que explicita. Si Clarisse ya tenía buena impresión de la española por su exquisito comportamiento y educación, eso solo reforzó su opinión…por fin, alguien domaría a su hermano.
Escuchó un leve gruñido y buscó rápidamente la mirada de Adair quien estaba a punto de lanzarse encima de su padre. Solo usó una mirada de sus ojos claros (una de esas que empleaba en su trabajo) para que su hermano contuviera su arranque prehistórico y evitara la barbarie que llevaba dentro como todo jugador de Quidditch. Adair captó la indirecta, tomó el mechero que solía llevar siempre metido en el bolsillo y empezó a jugar con él justo cuando la atención de la conversación se centraba en Lizzie quien estaba a su lado sentada un poco cohibida, muy tímida y triste.
- ¿Un hipogrifo? – la niña levantó la mirad de la mesa y la miró con incredulidad, parpadeando y desviando sus orbes hasta su madre por un segundo antes de volver a ponerlas sobre la invitada “especial” – Eso debe ser genial pero mamá es más de dragones. En ocasiones nos lleva a mi y a mis hermanos a su reserva – volvió a bajar la mirada hacia la mesa, roja como un tomate.
Clarisse pasó una mano con ternura por el pelo de su hermana más pequeña (pese a que solo compartieran padre para ella era como si Amy fuera madre para todos) y sonrío cálidamente intentando alentarla para que dejara de lado esa actitud cohibida pues Sofie no comía. Lizzie sin embargo prefirió mantenerse en silencio. Tomó la palabra para no dejar ese momento en el más estricto silencio, ya suficiente incómodo había sido presenciar toda la pelea padre – hijo – ¿Recuerdas la fiesta que hicimos para mi dieciséis cumpleaños, Elo? – Eloise que estaba unos asientos más allá empezó a reír y Clarisse se unió a su hermana antes de explicar para todo el público – En la familia no hay muchas tradiciones, excepto el Quidditch impuesto por mi padre. Pero… él tiene por costumbre no dejar a sus hijas crecer – el hombre abrió los ojos y fue a reclamar pero Clarisse alzó una mano, deteniendo el avance de sus palabras – Si a ti debían regalarte un hipogrifo por tu dieciséis cumpleaños a mi, Darren allí sentado, me regaló un payaso muggle. Sí como lo escuchas. En plena adolescencia, rodeada de chicos en la mejor fiesta organizada por mi hermana resulta que mi padre decidió contratar los servicios de un payaso – rodó los ojos y exageró las palabras con las manos pero siempre manteniendo la sonrisa- ¿Cómo lo ves? Fue grave. Eloise solo tuvo un pony y a Lucy y Autumn no le fue mucho mejor… el único que se salvó de esa “tradición” fue Adair – quiso poner algo de paz a su manera y miró a su hermano – Creo recordar que te regaló un par de entradas para el mundial de Quidditch, ¿no?
Usó un tono de “ajá” vuestra relación nunca fue tan mala como era ahora. Si, conocía la excesiva protección que su padre evocaba sobre las chicas de la familia y como muchas veces Adair era el que se encontraba apartado de todo aquel nexo pero también sabía que su padre lo quería muy a su manera y si ahora trataba a su hermano así solo era para poner orden a su vida, algo bruscamente pero quería reconducirlo y Clarisse apoyaba esa idea, había visto lo mal que pasó su padre cuando él se largó de casa sin tan siquiera decir un “adiós” por un arranque de testosterona.
Clarisse Brackminster- Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 08/10/2012
Re: Im so sorry! +18
Prefería mirar a la tímida Liz, o incluso a cualquiera de las otras mujeres, que a Adair porque por su gruñido y desentendimiento, no sabía que tan mal o tan bien le había caído esa reacción automática que ella misma había tenido en función de acallar toda conversación… - dragones?... me gustan los dragones, pero no se pueden montar a menos que seas un experto y eso no?... – no estaba muy segura, y también ella miró a Amy como preguntando.
Y así sin más la conversación iba avanzando y dejando atrás a los hombres peleadores y testorenosos. Comiéndose otra masita escuchó curiosa aquella historia sobre el cumpleaños de Clarisse. Un payaso muggle? Sofie rió cuando finalmente entendió que no era un juguete sino un señor disfrazado!! Para los 16? Darren tenía serios problemas evidentemente con eso de no dejar a sus niñas crecer… Y con el último comentario sobre Adair, entendió que en esa familia se manejaba una doble moral donde los hombres tenían ciertos derechos que las mujeres no o algo así. Jessy la había educado en todo lo contrario, pero sin embargo, Sofie era mucho muchísimo más conservadora que su madre, y hasta machista.
- los Luttrell no juegan al quidditch, no se porque… Pero la tradición arcaica son las carreras en hipogrifo los fines de semana o para las fiestas, por eso a los 16 te regalan uno como rito de iniciación… O eso al menos era antes, porque ahora están todos los “hermanos” peleados, se envenenan unos a otros y reniegan de las tradiciones y esas cosas…- Por ejemplo Luis, hermano de su madre, que habiendo tomado la mínima parte de herencia que le correspondía dio por concluida su participación en la lucha interna de los Luttrell, salvando el pellejo para no morir envenenado en una navidad o algo así.
Así como Sofie, Loreen y Parker tampoco tenían hipogrifo. Aunque la rubia en su mundo muggle había encontrado como remplazar esto – Como vivo en el mundo muggle y no hay esas carreras allí, yo hago equitación, desde que tuve edad para subirme a un caballo… No es lo mismo, pero se acerca bastante y son animales hermoso… desde hace mucho tengo un Hannoveriano casi negro, que se llama Tomy, es un poco loco pero ganamos juntos tres competiciones…. Y perdimos más porque si no está de ánimos no hay forma con él, y eso que se supone que los Hannoveriano son dóciles… - Alzó los hombros como diciendo “ni modo!” y se sirvió ella misma más te… Quizá se había pasado un poco hablando de si misma o de caballos pero así era Sofie y ya estaba volviendo a ella esa comodidad que la volvía parlanchina, participativa y confianzuda... También tenía ganas de preguntarle a Amy si necesitaba ayuda con la comida o la torta de cumpleaños o esas cosas pero no se animó.
Y así sin más la conversación iba avanzando y dejando atrás a los hombres peleadores y testorenosos. Comiéndose otra masita escuchó curiosa aquella historia sobre el cumpleaños de Clarisse. Un payaso muggle? Sofie rió cuando finalmente entendió que no era un juguete sino un señor disfrazado!! Para los 16? Darren tenía serios problemas evidentemente con eso de no dejar a sus niñas crecer… Y con el último comentario sobre Adair, entendió que en esa familia se manejaba una doble moral donde los hombres tenían ciertos derechos que las mujeres no o algo así. Jessy la había educado en todo lo contrario, pero sin embargo, Sofie era mucho muchísimo más conservadora que su madre, y hasta machista.
- los Luttrell no juegan al quidditch, no se porque… Pero la tradición arcaica son las carreras en hipogrifo los fines de semana o para las fiestas, por eso a los 16 te regalan uno como rito de iniciación… O eso al menos era antes, porque ahora están todos los “hermanos” peleados, se envenenan unos a otros y reniegan de las tradiciones y esas cosas…- Por ejemplo Luis, hermano de su madre, que habiendo tomado la mínima parte de herencia que le correspondía dio por concluida su participación en la lucha interna de los Luttrell, salvando el pellejo para no morir envenenado en una navidad o algo así.
Así como Sofie, Loreen y Parker tampoco tenían hipogrifo. Aunque la rubia en su mundo muggle había encontrado como remplazar esto – Como vivo en el mundo muggle y no hay esas carreras allí, yo hago equitación, desde que tuve edad para subirme a un caballo… No es lo mismo, pero se acerca bastante y son animales hermoso… desde hace mucho tengo un Hannoveriano casi negro, que se llama Tomy, es un poco loco pero ganamos juntos tres competiciones…. Y perdimos más porque si no está de ánimos no hay forma con él, y eso que se supone que los Hannoveriano son dóciles… - Alzó los hombros como diciendo “ni modo!” y se sirvió ella misma más te… Quizá se había pasado un poco hablando de si misma o de caballos pero así era Sofie y ya estaba volviendo a ella esa comodidad que la volvía parlanchina, participativa y confianzuda... También tenía ganas de preguntarle a Amy si necesitaba ayuda con la comida o la torta de cumpleaños o esas cosas pero no se animó.
- - - CIERRO - - -
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Página 3 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Jul 15, 2013 1:57 pm por Gerhard Immëndorff
» PANGEA RPG - !UN FORO DIFERENTE! Ven y conócenos.
Sáb Abr 06, 2013 5:04 pm por Morten J. Harket
» Anybody home?
Sáb Abr 06, 2013 4:57 pm por Morten J. Harket
» Morsmorde Era Tom Riddle {Elite} No es cualquier rpg de Hp
Sáb Mar 30, 2013 11:41 am por Invitado
» Morrigan's Mental Asylum FORO NUEVO DE JULIA MCREARY
Lun Mar 25, 2013 2:28 am por Julia McCreary
» San Valentín
Sáb Mar 16, 2013 12:17 am por Aldrich Burroughs
» Necronomicon [Normal]
Vie Mar 08, 2013 1:37 pm por Invitado
» Inferio RPG ~ Afiliación Elite {Nuevos Botones y Nuevo Dominio}
Jue Mar 07, 2013 5:49 pm por Invitado
» Partis Temporus [elite]
Lun Mar 04, 2013 5:04 pm por Invitado
» Into the darkness {Afiliacion Normal}
Lun Feb 25, 2013 6:34 pm por Invitado