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Preparativos truncados
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Re: Preparativos truncados
Cuando la vio ir hacia el baño de nuevo, para ir a cambiarse probablemente, la chica volvió a acercarse a la cama, tomando de nuevo asiento en el mismo huequito que lo hubo hecho antes, empezando a distraerse mirando alrededor, al menos, hasta que las preguntas que hizo le hicieron morderse la boquita y pensar en Adnan.
- Yo... bueno, tenía pensado ir con mi... mi novio. - Dijo sonrojándose a pesar de que nadie le estuviese viendo mientras decía aquello, le daba algo de vergüenza, se le hacía raro decir que tenía novio. - Y bueno... no puedo ir con él por que lo expulsaron recientemente. - Terminó de aclarar las dudas, las preguntas que la chica le había formulado.
Bajó la vista al suelo, moviendo un poco los pies, mirándolos. Suspiró y cerró un momento los ojitos, queriendo no ponerse a llorar al pensar que ya no podría verle... estaba expulsado, y ella no podía salir de la escuela... era todo un desastre.
Alzó la vista cuando escuchó la voz de ella de forma aún mas clara y le sonrió de forma amplia, negando con la cabeza. - No hace falta, creo que ya se cual llevaré, total... tampoco es que tenga por que ir arreglada, yo no suelo arreglarme. - Comentó riéndose, señalándose tal cual estaba. Era evidente que por su aspecto, no es que fuese siempre super arreglada, sino mas bien cómoda en el tema de vestir. Sonrió dichosa al escuchar que iría con ella. Era agradable poder contar con alguien que no solo quisiera de ti tus apuntes o ayuda con alguna que otra asignatura al fin y al cabo...
Cuando escuchó el grito Rang se puso en pie rápidamente, caminando a paso ligero hacia el baño y abriendo la puerta lo que le faltaba para asomarse a mirar que era lo que pasaba. Puso morritos al ver que el vestido se hecho a perder por aquél animal y suspiró pesadamente,mirando de reojo a la pelirroja que parecía querer coger al animal y estamparlo contra la pared. - Ebba... el vestido... - Dijo con un pucherito en los labios y gesto de preocupación. - Quizás... con algún hechizo se podría arreglar, ¿no? Hay hechizos que sirven para arreglar cosas así de la ropa... solo tendríamos que buscarlo en los libros.... - Propuso mientras veía como la otra chica estaba decaída, sentada en el suelo, habiendo decidido que aquél vestido ya no podía usarlo. La verdad... es que no sabiendo bien en que libro buscar se les haría imposible, o al menos, muy complicado, encontrar el hechizo que arreglaría aquel desastre.
La coreana se acuclilló frente a la pelirroja y asintió a sus palabras. - Si... puedo quedarme aquí contigo todo el tiempo que haga falta, Ebba... podemos ir al final de la fiesta si quieres. - Rió un poquito, dejando claro que no le importaba no ir, o ir cuando justo todos salían y se acababa la celebración.
- Si tuviésemos una talla parecida podría dejarte alguno de mis dos vestidos pero... soy bastante pequeñita y poca cosa como para que te quedase bien un vestido mio... probablemente se te vería el trasero. - Dijo riéndose un poquito, haciéndose un huequito para ir a abrazar a la pelirroja, queriendo transmitirle o alguna cosita parecida, que estaba con ella, que no tenía que ponerse mal. Aunque no fuera para ese momento, ella, Rang, conseguiría que el vestido de Ebba quedase como al principio, como cuando la rata no había aparecido.
- Yo... bueno, tenía pensado ir con mi... mi novio. - Dijo sonrojándose a pesar de que nadie le estuviese viendo mientras decía aquello, le daba algo de vergüenza, se le hacía raro decir que tenía novio. - Y bueno... no puedo ir con él por que lo expulsaron recientemente. - Terminó de aclarar las dudas, las preguntas que la chica le había formulado.
Bajó la vista al suelo, moviendo un poco los pies, mirándolos. Suspiró y cerró un momento los ojitos, queriendo no ponerse a llorar al pensar que ya no podría verle... estaba expulsado, y ella no podía salir de la escuela... era todo un desastre.
Alzó la vista cuando escuchó la voz de ella de forma aún mas clara y le sonrió de forma amplia, negando con la cabeza. - No hace falta, creo que ya se cual llevaré, total... tampoco es que tenga por que ir arreglada, yo no suelo arreglarme. - Comentó riéndose, señalándose tal cual estaba. Era evidente que por su aspecto, no es que fuese siempre super arreglada, sino mas bien cómoda en el tema de vestir. Sonrió dichosa al escuchar que iría con ella. Era agradable poder contar con alguien que no solo quisiera de ti tus apuntes o ayuda con alguna que otra asignatura al fin y al cabo...
Cuando escuchó el grito Rang se puso en pie rápidamente, caminando a paso ligero hacia el baño y abriendo la puerta lo que le faltaba para asomarse a mirar que era lo que pasaba. Puso morritos al ver que el vestido se hecho a perder por aquél animal y suspiró pesadamente,mirando de reojo a la pelirroja que parecía querer coger al animal y estamparlo contra la pared. - Ebba... el vestido... - Dijo con un pucherito en los labios y gesto de preocupación. - Quizás... con algún hechizo se podría arreglar, ¿no? Hay hechizos que sirven para arreglar cosas así de la ropa... solo tendríamos que buscarlo en los libros.... - Propuso mientras veía como la otra chica estaba decaída, sentada en el suelo, habiendo decidido que aquél vestido ya no podía usarlo. La verdad... es que no sabiendo bien en que libro buscar se les haría imposible, o al menos, muy complicado, encontrar el hechizo que arreglaría aquel desastre.
La coreana se acuclilló frente a la pelirroja y asintió a sus palabras. - Si... puedo quedarme aquí contigo todo el tiempo que haga falta, Ebba... podemos ir al final de la fiesta si quieres. - Rió un poquito, dejando claro que no le importaba no ir, o ir cuando justo todos salían y se acababa la celebración.
- Si tuviésemos una talla parecida podría dejarte alguno de mis dos vestidos pero... soy bastante pequeñita y poca cosa como para que te quedase bien un vestido mio... probablemente se te vería el trasero. - Dijo riéndose un poquito, haciéndose un huequito para ir a abrazar a la pelirroja, queriendo transmitirle o alguna cosita parecida, que estaba con ella, que no tenía que ponerse mal. Aunque no fuera para ese momento, ella, Rang, conseguiría que el vestido de Ebba quedase como al principio, como cuando la rata no había aparecido.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Preparativos truncados
Notó cuando la chica entró. Antes le habría preguntado por su novio, el porqué estaba expulsado, si era el famoso chico del que todo el mundo hablaba últimamente que fue el causante de aquel castigo o algo así, aunque bueno, ella no tenía idea de que era exactamente lo que hablaban, ya estaba dicho que no hacía mucho caso a los rumores, pero ahí estaban… quería saberlo todo, pero con el susto del vestido se le olvidó por completo lo que tenía que decir y cuando iba a decirlo, era un completo desastre. Quería ir mona, se había fijado en un chico y su intención real de esa noche era acercarse a él para ver si se le iba la tontería y se lograba presentar de una vez.
Pero ya ni modo, el precioso vestido estaba echado a perder totalmente y ella se veía sin vestido, sin planes y sin nada… todo por esa horrible rata.
Notó como se había acercado a ella, tanto que también estaba agachada, levantó la vista, estaba enfadada con la rata, mucho más que triste por el vestido, al fin y al cabo no era más que un trozo de tela, pero se lo acababan de comprar y ya estaba hecho un desastre. Su madre la mataría.
-Yo quiero ir la fiesta, aunque sea vestida con el uniforme de mi escuela vieja – dijo aquello intentando bromear, reírse un poco, que falta le hacía – las cosas están bien feas en la escuela últimamente y una fiestecita nunca viene mal, así que… bueno, nos olvidamos de mi vestido, y no te preocupes, no tienes que sentirte mal por no poder dejármelo, tampoco es nada tan importante o así – sonrió un poco, más aún cuando notó el abrazo y se puso en pie, levantándola a ella también con una enorme sonrisa en los labios, un tantito fingida, porque ya no iría tan linda como había pensando, pero al fin y al cabo, sonrisa – vamos a ver que hay por mi armario…
Salieron del baño, dejando atrás el vestido, al menos ella lo dejó atrás, no se dio cuenta de si la coreana lo cogió o no. Comenzó a sacar cosas de su armario. Camisetas, faldas, pantalones… en menos de un minuto la cama estaba completa, pero no había ni un solo vestido “adecuado” para el momento…
Pero ya ni modo, el precioso vestido estaba echado a perder totalmente y ella se veía sin vestido, sin planes y sin nada… todo por esa horrible rata.
Notó como se había acercado a ella, tanto que también estaba agachada, levantó la vista, estaba enfadada con la rata, mucho más que triste por el vestido, al fin y al cabo no era más que un trozo de tela, pero se lo acababan de comprar y ya estaba hecho un desastre. Su madre la mataría.
-Yo quiero ir la fiesta, aunque sea vestida con el uniforme de mi escuela vieja – dijo aquello intentando bromear, reírse un poco, que falta le hacía – las cosas están bien feas en la escuela últimamente y una fiestecita nunca viene mal, así que… bueno, nos olvidamos de mi vestido, y no te preocupes, no tienes que sentirte mal por no poder dejármelo, tampoco es nada tan importante o así – sonrió un poco, más aún cuando notó el abrazo y se puso en pie, levantándola a ella también con una enorme sonrisa en los labios, un tantito fingida, porque ya no iría tan linda como había pensando, pero al fin y al cabo, sonrisa – vamos a ver que hay por mi armario…
Salieron del baño, dejando atrás el vestido, al menos ella lo dejó atrás, no se dio cuenta de si la coreana lo cogió o no. Comenzó a sacar cosas de su armario. Camisetas, faldas, pantalones… en menos de un minuto la cama estaba completa, pero no había ni un solo vestido “adecuado” para el momento…
Ebba Prewett- Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 20/10/2012
Re: Preparativos truncados
Rang suspiró un poquito y le escuchó bromear, suponiendo que lo hizo sin realmente muchas ganas, pero bueno... Se incorporó junto con ella por que simplemente no le quedó mas remedio, y la vio salir de allí, despreocupándose del vestido, dejándolo olvidado.
Se mordió la boquita y tras dudar un momento, quitó a la rata del sitio, la apartó de un manotazo, enfadada con ella por hacer esas cosas, habían educado a esa rata pero que muy mal, y con cuidado tras limpiar el pelo del animal con un hechizo, lo guardó en la mochila. Trataría de, al día siguiente o como mucho al siguiente, mandárselo a Ebba, por una lechuza, en plan sorpresa o algo, totalmente impoluto, nuevo. Si, lo tenía claro.
Salió junto con ella, o mas bien,t ras ella del baño, acercándose un poquito tras haber guardado tanto el vestido de ella como la varita en la mochila, y suspiró. - Umm.. a ver... - Comentó de forma tranquila, acercándose al montón de ropa que había sacado y acumulado sobre la cama. Tenía un montón de conjuntos... La coreana se fijó en los vestidos, la mayoría se veían bastante cortos... Se mordió la boquita y señaló algunos de tonos oscuros, negros o azules marinos que fuesen a ir bien con el pelo y los ojos de ella, haciendo destacar mas a ella que las prendas. - Podrías... quizás ponerte alguno de esos... e igual también unos leggins o medias para no pasar frío... unos tacones... - Se encogió de hombros. Solamente sugería, daba ideas. Ella no sabía ni le interesaba saber sobre moda, solo sabía la ropa que le gustaba y la que no, y a eso se ceñía.
Los dejó en la parte mas alta de todo el montón de ropa y se giró para mirar a Ebba a los ojos y sonreirle un poquito. - No se si te ayudo mucho... pero bueno... quizás con toda la ropa que tienes podrías hacer algún apaño, ¿no? - Ladeó un poquito la cabeza y volvió a mirar la ropa, volviendo de nuevo la vista a ella. Tenía las piernas largas y un cuerpo con bastantes curvas. - Seguro que si yo me pusiera algún vestido de esos tan cortos parecería que llevase un saco... - Comentó poniendo morritos.
Miró la hora y suspiró antes de volver la mirada a la chica pelirroja. - Podrías... hacerte un recogido, a un lado. - Señalándose ella misma el pelo. - Una coleta baja, en un tirabuzón, o mas de uno. - Sugirió. Le explicó de forma mas exacta y sonrió un poquito. - Seguro que vas muy bien te pongas lo que te pongas, así que no te preocupes, ¿si?
Se mordió la boquita y tras dudar un momento, quitó a la rata del sitio, la apartó de un manotazo, enfadada con ella por hacer esas cosas, habían educado a esa rata pero que muy mal, y con cuidado tras limpiar el pelo del animal con un hechizo, lo guardó en la mochila. Trataría de, al día siguiente o como mucho al siguiente, mandárselo a Ebba, por una lechuza, en plan sorpresa o algo, totalmente impoluto, nuevo. Si, lo tenía claro.
Salió junto con ella, o mas bien,t ras ella del baño, acercándose un poquito tras haber guardado tanto el vestido de ella como la varita en la mochila, y suspiró. - Umm.. a ver... - Comentó de forma tranquila, acercándose al montón de ropa que había sacado y acumulado sobre la cama. Tenía un montón de conjuntos... La coreana se fijó en los vestidos, la mayoría se veían bastante cortos... Se mordió la boquita y señaló algunos de tonos oscuros, negros o azules marinos que fuesen a ir bien con el pelo y los ojos de ella, haciendo destacar mas a ella que las prendas. - Podrías... quizás ponerte alguno de esos... e igual también unos leggins o medias para no pasar frío... unos tacones... - Se encogió de hombros. Solamente sugería, daba ideas. Ella no sabía ni le interesaba saber sobre moda, solo sabía la ropa que le gustaba y la que no, y a eso se ceñía.
Los dejó en la parte mas alta de todo el montón de ropa y se giró para mirar a Ebba a los ojos y sonreirle un poquito. - No se si te ayudo mucho... pero bueno... quizás con toda la ropa que tienes podrías hacer algún apaño, ¿no? - Ladeó un poquito la cabeza y volvió a mirar la ropa, volviendo de nuevo la vista a ella. Tenía las piernas largas y un cuerpo con bastantes curvas. - Seguro que si yo me pusiera algún vestido de esos tan cortos parecería que llevase un saco... - Comentó poniendo morritos.
Miró la hora y suspiró antes de volver la mirada a la chica pelirroja. - Podrías... hacerte un recogido, a un lado. - Señalándose ella misma el pelo. - Una coleta baja, en un tirabuzón, o mas de uno. - Sugirió. Le explicó de forma mas exacta y sonrió un poquito. - Seguro que vas muy bien te pongas lo que te pongas, así que no te preocupes, ¿si?
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Preparativos truncados
Vio todos y cada uno de los vestidos que le señaló la chica, fue examinándolos, recordando cuando se los había puesto o como le quedaban, el frio que solía hacer con ellos o si le eran cómodos. Descartó algunos directamente por ser demasiado indecorosos. Se suponía que sería una fiesta de etiqueta. Nada demasiado lujoso, vale, pero tampoco podía llegar pareciendo una cualquiera. Otros los descartó por incómodos, tenía un corpiño precioso… que se le ajustaba perfecto y todo lo demás, pero resultaba que si se ponía a bailar como loca terminaba girado y horrible y cosas así, de modo que solo lo usaba cuando sabía de antemano que iba a tener una noche tranquila, y esperaba que esa no fuera así.
-Me gusta este – señaló uno de los que ella había sacado y al levantarlo se le iluminaron los ojos. Una camiseta que pensaba perdida apareció entre el montón de ropas, era negra intensa, con manguita más bien corta. Bastante ancha, pero lo suficientemente pegada como para que se le notaran las curvas. La había usado tan solo una vez, no era, desde luego, lo que estaba buscando ese día, pero tan solo verla se le iluminaron los ojos – ¡Mira!
Había oído todo lo que ella le dijo, los consejos sobre el peinado, los tacones y todo lo demás, además de sus comentarios sobre lo largas que eran sus piernas, le pareció un poquito exagerado porque ella se veía bien bonita y seguro que cualquier cosa le iba bien, pero en cuanto vio aquella prenda se le fue el santo al cielo y se olvidó de todo, pasando a mostrársela, nerviosa.
-¿Te gusta esta camiseta? Creo que es poco formal…pero yo la amo, muchísimo – se la puso por encima, mostrándole el dibujo de los morros de un felino enfadado. Si tenía que ir con ropa de calle porque no le quedaba otra ahí tenía la combinación perfecta, porque con esa camiseta sabía perfectamente que falda ponerse y que tacones y que todo – no es ideal para una fiesta como esta pero es que creo que voy a ir así – dijo riéndose, como si estuviera a punto de cometer una auténtica locura –¿Tú crees que el decano me va a patear lejos de todo por aparecer así en la fiesta más importante de la universidad?
Se mordió un poquito la boca, soltó la camiseta y rebuscó entre todo para encontrar la falda que pensaba y la puso encima y después corrió a por unos tacones negros, lo puso todo y la miró satisfecha.
-¿Qué te parece? Y… ¿tu sabrías peinarme? Porque tu idea es muy buena, pero yo creo que no sabría llevarla a cabo. Rang… me salvas el día, en serio.
-Me gusta este – señaló uno de los que ella había sacado y al levantarlo se le iluminaron los ojos. Una camiseta que pensaba perdida apareció entre el montón de ropas, era negra intensa, con manguita más bien corta. Bastante ancha, pero lo suficientemente pegada como para que se le notaran las curvas. La había usado tan solo una vez, no era, desde luego, lo que estaba buscando ese día, pero tan solo verla se le iluminaron los ojos – ¡Mira!
Había oído todo lo que ella le dijo, los consejos sobre el peinado, los tacones y todo lo demás, además de sus comentarios sobre lo largas que eran sus piernas, le pareció un poquito exagerado porque ella se veía bien bonita y seguro que cualquier cosa le iba bien, pero en cuanto vio aquella prenda se le fue el santo al cielo y se olvidó de todo, pasando a mostrársela, nerviosa.
-¿Te gusta esta camiseta? Creo que es poco formal…pero yo la amo, muchísimo – se la puso por encima, mostrándole el dibujo de los morros de un felino enfadado. Si tenía que ir con ropa de calle porque no le quedaba otra ahí tenía la combinación perfecta, porque con esa camiseta sabía perfectamente que falda ponerse y que tacones y que todo – no es ideal para una fiesta como esta pero es que creo que voy a ir así – dijo riéndose, como si estuviera a punto de cometer una auténtica locura –¿Tú crees que el decano me va a patear lejos de todo por aparecer así en la fiesta más importante de la universidad?
Se mordió un poquito la boca, soltó la camiseta y rebuscó entre todo para encontrar la falda que pensaba y la puso encima y después corrió a por unos tacones negros, lo puso todo y la miró satisfecha.
-¿Qué te parece? Y… ¿tu sabrías peinarme? Porque tu idea es muy buena, pero yo creo que no sabría llevarla a cabo. Rang… me salvas el día, en serio.
Ebba Prewett- Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 20/10/2012
Re: Preparativos truncados
La vio mirar todas y cada una de las cosas que ella misma le había comentado, las que había dejado mas arriba tras hacer una nueva revisión donde descartar vestidos y cosas que quedaban en un segundo plano. Después eso mimo lo hizo la pelirroja, poniéndose a mirar las cosas, y terminando por, con lo que parecía toda la emoción del mundo, sacar la camiseta larga que la coreana había identificado como un vestido. Desde luego, para ella si que habría podido ser un vestido con el tamaño que ella tenía.
Miró la camiseta que la pelirroja estaba enseñándole, riendo un poquito sin poder evitarlo al ver la reacción que había tenido al encontrarlo, como cuando ella encontraba de pronto un libro que tras un tiempo había creído perdido y le gustaba mucho o algo, y de pronto lo encontraba, obteniendo toda la felicidad del mundo en un momento.
- No creo que Immêndorff vaya a hacer nada por que vayas con eso, seguro que vas muchísimo mas guapa y mejor arreglada que cualquiera que vaya con una cortina enroscada al cuerpo. - Ella no era alguien que hiciese ese tipo de comentarios, pero seguro que mas de una chica iría con un vestido que pareciera eso.
Asintió a si le gustaba. ¡Claro! Tenia una forma bonita general y además la cara de un gatito... como para que no le resultase bonita. - Da igual si es formal o no, si a ti te gusta e iras cómoda con ella, puedes llevarla perfectamente. - Le sonrió de forma tierna y se quedó viendo después, como la chica terminaba por montar el modelito encima de la cama, viendo la faldita que quería llevar junto con la camiseta, después viéndola ir y volver, con unos tacones negros... Claramente se veía que Prewett estaba emocionada. Aquello hizo que la coreana sonriese de forma amplia. A pesar de que hacía un instante se e había echado a perder un vestido precioso, Ebba se las había arreglado para estar feliz encontrando un vestido, un conjunto alternativo a aquél que la coreana llevaba guardado con intención de ir a arreglarlo.
- ¿Mh? - Se señaló con el dedo indice a si misma y ladeó un poquito la cabeza. - ¿Yo? Si no hice nada. - Dijo riéndose un poquito, negando con la cabeza. Se había sonrojado un poquito y había desviado la mirada.
- Puedo ayudarte con el pelo si quieres, a mi no me importa. - Le comentó con una tierna sonrisa. - Seguro que no tardamos mucho en conseguir la idea que tengo en la cabeza. - Comentó señalándose la cabeza con el dedo indice, después asomando de entre los labios la punta de la lengua. - ¿Empezamos? - Comentó dispuesta a ello.
Miró la camiseta que la pelirroja estaba enseñándole, riendo un poquito sin poder evitarlo al ver la reacción que había tenido al encontrarlo, como cuando ella encontraba de pronto un libro que tras un tiempo había creído perdido y le gustaba mucho o algo, y de pronto lo encontraba, obteniendo toda la felicidad del mundo en un momento.
- No creo que Immêndorff vaya a hacer nada por que vayas con eso, seguro que vas muchísimo mas guapa y mejor arreglada que cualquiera que vaya con una cortina enroscada al cuerpo. - Ella no era alguien que hiciese ese tipo de comentarios, pero seguro que mas de una chica iría con un vestido que pareciera eso.
Asintió a si le gustaba. ¡Claro! Tenia una forma bonita general y además la cara de un gatito... como para que no le resultase bonita. - Da igual si es formal o no, si a ti te gusta e iras cómoda con ella, puedes llevarla perfectamente. - Le sonrió de forma tierna y se quedó viendo después, como la chica terminaba por montar el modelito encima de la cama, viendo la faldita que quería llevar junto con la camiseta, después viéndola ir y volver, con unos tacones negros... Claramente se veía que Prewett estaba emocionada. Aquello hizo que la coreana sonriese de forma amplia. A pesar de que hacía un instante se e había echado a perder un vestido precioso, Ebba se las había arreglado para estar feliz encontrando un vestido, un conjunto alternativo a aquél que la coreana llevaba guardado con intención de ir a arreglarlo.
- ¿Mh? - Se señaló con el dedo indice a si misma y ladeó un poquito la cabeza. - ¿Yo? Si no hice nada. - Dijo riéndose un poquito, negando con la cabeza. Se había sonrojado un poquito y había desviado la mirada.
- Puedo ayudarte con el pelo si quieres, a mi no me importa. - Le comentó con una tierna sonrisa. - Seguro que no tardamos mucho en conseguir la idea que tengo en la cabeza. - Comentó señalándose la cabeza con el dedo indice, después asomando de entre los labios la punta de la lengua. - ¿Empezamos? - Comentó dispuesta a ello.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Preparativos truncados
Le hizo toda la gracia del mundo pensar en personas con cortinas enrolladas al cuerpo, cierto era que había vestidos que lo parecían, pero nunca lo había pensado así y ella, con su voz cargada de inocencia, lo había descrito tan bien que le hizo quedarse tranquila y segura con aquella ropa, pues si que iría mucho mejor que esas que se dejaban vestir de cualquier modo, al menos, iría sexy.
Tal y como Rang suponía aquel conjunto había alegrado la tarde de Ebba, pocas cosas le gustaban más que reencontrar cosas que le gustaban y pensaba perdidas. Probablemente esa camiseta se había metido dentro de algo que no usaba nunca y por eso no lo encontraba pero estaba entusiasmada por poder ponérsela de nuevo que se le había olvidado incluso el desastre de hacía un rato, y más aún lo estaría cuando la chica aceptara peinarla y todo lo demás.
-¡Si que hiciste! – dijo totalmente entusiasmada, corriendo a su lado y cogiéndole las manos en un gesto fraternal – llego a estar sola y hubiera entrado en caos total y absoluto, creo que casi habría estallado pensando que hacer o que ponerme y ni te cuento… imagínate que se me ocurre ponerme el verde porque no había nadie aquí que me hubiera afirmado mis pensamientos. Me salvaste sin duda.
Oyó como además de haberla salvado de un ataque de pánico con la ropa iba a peinarla y aquello ya fue como la mejor noticia del mundo, ella se sabía peinar pero siempre se hacía lo mismo, el pelo liso, perfecto, sin más. Una ayudita extra no le vendría mal. Y de pronto se le encendió la bombillita loca de su cabeza soltó sus manos y con una enorme sonrisa corrió al armario.
-Ahora mismo empezamos pero primero…. ¡Mira! – sacó un vestido que le parecía hermoso desde siempre, pero que no ponía desde hacía algún tiempo porque se le quedó pequeño, lo conservaba porque no quería ni pensar en tirarlo. Era azul más bien oscuro y con la faldita medio corta y tirante solo a un lado, con tela vaporosa y bueno, complicado de explicar – esto es para ti. Seguro que te va… perfecto.
Se lo acercó y puso por encima, imaginándola con el mismo puesto y después se lo puso enfrente para que lo viera.
- Dices que te gusta mi ropa, pues este vestido seguro que te va perfecto ¿quieres probártelo? Así vas con algo que nunca has lucido y bueno… a mi me queda un poco pequeño, te lo podrías incluso quedar si te va bien, es que me da toda la pena el mundo tirarlo, es tan bonito… y lo usé solo dos veces…
Se mordió el labio, igual a ella no le gustaba usar ropa de otros, pero si iba a ir al baile y no tenía aún seguro que ponerse, podría al menos intentarlo, probárselo a ver qué tal.
Tal y como Rang suponía aquel conjunto había alegrado la tarde de Ebba, pocas cosas le gustaban más que reencontrar cosas que le gustaban y pensaba perdidas. Probablemente esa camiseta se había metido dentro de algo que no usaba nunca y por eso no lo encontraba pero estaba entusiasmada por poder ponérsela de nuevo que se le había olvidado incluso el desastre de hacía un rato, y más aún lo estaría cuando la chica aceptara peinarla y todo lo demás.
-¡Si que hiciste! – dijo totalmente entusiasmada, corriendo a su lado y cogiéndole las manos en un gesto fraternal – llego a estar sola y hubiera entrado en caos total y absoluto, creo que casi habría estallado pensando que hacer o que ponerme y ni te cuento… imagínate que se me ocurre ponerme el verde porque no había nadie aquí que me hubiera afirmado mis pensamientos. Me salvaste sin duda.
Oyó como además de haberla salvado de un ataque de pánico con la ropa iba a peinarla y aquello ya fue como la mejor noticia del mundo, ella se sabía peinar pero siempre se hacía lo mismo, el pelo liso, perfecto, sin más. Una ayudita extra no le vendría mal. Y de pronto se le encendió la bombillita loca de su cabeza soltó sus manos y con una enorme sonrisa corrió al armario.
-Ahora mismo empezamos pero primero…. ¡Mira! – sacó un vestido que le parecía hermoso desde siempre, pero que no ponía desde hacía algún tiempo porque se le quedó pequeño, lo conservaba porque no quería ni pensar en tirarlo. Era azul más bien oscuro y con la faldita medio corta y tirante solo a un lado, con tela vaporosa y bueno, complicado de explicar – esto es para ti. Seguro que te va… perfecto.
Se lo acercó y puso por encima, imaginándola con el mismo puesto y después se lo puso enfrente para que lo viera.
- Dices que te gusta mi ropa, pues este vestido seguro que te va perfecto ¿quieres probártelo? Así vas con algo que nunca has lucido y bueno… a mi me queda un poco pequeño, te lo podrías incluso quedar si te va bien, es que me da toda la pena el mundo tirarlo, es tan bonito… y lo usé solo dos veces…
Se mordió el labio, igual a ella no le gustaba usar ropa de otros, pero si iba a ir al baile y no tenía aún seguro que ponerse, podría al menos intentarlo, probárselo a ver qué tal.
Ebba Prewett- Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 20/10/2012
Re: Preparativos truncados
Suspiró un poquito y estrechó entre sus propias manos las de ella, ladeando un poquito la cabeza, quedándose mirándole fijamente a los ojos. - Entonces me alegro mucho de que nos hayamos encontrado en la lechucería, Ebba. - Era totalmente sincera con sus palabras. La verdad que estar con ella y no estar sola había conseguido que se distrajese bastante en esos momentos.
Al sentir como la pelirroja soltaba sus manos le miró, parpadeando de forma pausada, y viendo como marchaba hacia el armario, parpadeando con algo de curiosidad, queriendo saber, ver, que era lo que pasaba.
Vio el vestido, le pareció precioso en el instante, peo cuando escuchó las palabras de Prewett, casi no pudo ni creérselo, llegando incluso a sonrojarse con solo la idea de que se lo quisiese dar a ella. Negó con la cabeza repetidas veces, haciendo un gesto con las manos que indicaba lo mismo, que no. - N-no puedo aceptarlo... es un vestido tuyo... que me lo ponga yo... - Comentó antes de notar como la pelirroja lo había acercado mas a ella, viendo como le quedaría pues y como terminaba por alejarlo para dejarselo justo delante, de modo que pudiese verlo bien sin ningún problema. Ahora de cerca incluso se veía mas bonito que antes...
Tragó un momentito saliva y terminó por cogerlo tras la insistencia de su nueva amiga, acabando por asentir con la cabeza. - Bueno... pensaba ponerme o un vestido blanco o uno rosa... pero seguro que se veían muy de niña. - Y era lo que era al fin y al cabo, pero bueno... - Seguro que todos se reirían de mi si iba con algo de eso. - Cogió el vestido y se quedó mirándolo un momentito antes de asentir.
Sacó con una de las manos a Kady y se lo dejó a Ebba encima de la cama. - Te lo dejo aquí mientras me lo pruebo, ¿si? - Dijo con una sonrisita, viendo como la chica asentía, y entonces salió a paso apresurado hacia el baño, queriendo, realmente curiosa, ver como le quedaba.
Se desvistió tras asegurarse de sacar la rata del baño con una muy mala mirada, y tras quitarse su propia ropa, dejándola perfectamente doblada, se puso el vestido. Se mordió la boquita y se miró durante un ratito en el espejo. Se veía rara, ella nunca solía ir con ese tipo de ropa. Se miró los pies, y pensó un momentito. Podría ponerse las sandalias con algo de tacón que tenía pensado ponerse con el vestido blanco en el caso de ir finalmente con ese.
Al escuchar que Ebba preguntaba si estaba todo bien, Rang asintió y abrió la puerta, saliendo del cuarto de baño, quedándose de pie frente a su compañera, con una suave sonrisita. Se había recogido el pelo en un moño algo deshecho, para cambiarse rápido, pero desde luego no llevaría ese peinado, ya pensaría algo mejor.
- ¿Cómo... me queda? - Preguntó de forma algo tímida, mordiéndose la boquita de nuevo, mirando primero a la chica y después bajando la mirada para mirar al suelo, sin saber que era lo que la pelirroja respondería.
Al sentir como la pelirroja soltaba sus manos le miró, parpadeando de forma pausada, y viendo como marchaba hacia el armario, parpadeando con algo de curiosidad, queriendo saber, ver, que era lo que pasaba.
Vio el vestido, le pareció precioso en el instante, peo cuando escuchó las palabras de Prewett, casi no pudo ni creérselo, llegando incluso a sonrojarse con solo la idea de que se lo quisiese dar a ella. Negó con la cabeza repetidas veces, haciendo un gesto con las manos que indicaba lo mismo, que no. - N-no puedo aceptarlo... es un vestido tuyo... que me lo ponga yo... - Comentó antes de notar como la pelirroja lo había acercado mas a ella, viendo como le quedaría pues y como terminaba por alejarlo para dejarselo justo delante, de modo que pudiese verlo bien sin ningún problema. Ahora de cerca incluso se veía mas bonito que antes...
Tragó un momentito saliva y terminó por cogerlo tras la insistencia de su nueva amiga, acabando por asentir con la cabeza. - Bueno... pensaba ponerme o un vestido blanco o uno rosa... pero seguro que se veían muy de niña. - Y era lo que era al fin y al cabo, pero bueno... - Seguro que todos se reirían de mi si iba con algo de eso. - Cogió el vestido y se quedó mirándolo un momentito antes de asentir.
Sacó con una de las manos a Kady y se lo dejó a Ebba encima de la cama. - Te lo dejo aquí mientras me lo pruebo, ¿si? - Dijo con una sonrisita, viendo como la chica asentía, y entonces salió a paso apresurado hacia el baño, queriendo, realmente curiosa, ver como le quedaba.
Se desvistió tras asegurarse de sacar la rata del baño con una muy mala mirada, y tras quitarse su propia ropa, dejándola perfectamente doblada, se puso el vestido. Se mordió la boquita y se miró durante un ratito en el espejo. Se veía rara, ella nunca solía ir con ese tipo de ropa. Se miró los pies, y pensó un momentito. Podría ponerse las sandalias con algo de tacón que tenía pensado ponerse con el vestido blanco en el caso de ir finalmente con ese.
Al escuchar que Ebba preguntaba si estaba todo bien, Rang asintió y abrió la puerta, saliendo del cuarto de baño, quedándose de pie frente a su compañera, con una suave sonrisita. Se había recogido el pelo en un moño algo deshecho, para cambiarse rápido, pero desde luego no llevaría ese peinado, ya pensaría algo mejor.
- ¿Cómo... me queda? - Preguntó de forma algo tímida, mordiéndose la boquita de nuevo, mirando primero a la chica y después bajando la mirada para mirar al suelo, sin saber que era lo que la pelirroja respondería.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Preparativos truncados
-No creo que nadie se hubiera reído de ti, no si vas conmigo – dijo aquello con tono de superheroina, bromeando, obviamente. Pensó que igual si se podría ver muy niña si iba con un vestidito rosado, solía pasar, y además ella tenía cara de cría. Ebba no sabía que realmente tenía menos años de los necesarios para estar ahí y eso le hacía pensar que no era así realmente, pero no iba a ser ella quien le preguntara algo así, le parecía totalmente descortés ponerse a dar a entender que parecía una niña, y ni se iba a imaginar que realmente lo era – al menos te lo pruebas ¿si?
Su sonrisa le daba a entender que no habría problemas porque ella se lo pusiera, estaría encantada más bien, no quería que se estropeara guardado ni nada parecido.
Aprovechó el momento que la chica estuvo en el baño, para, mediante la magia hacer que toda su ropa de sobra se guardara sola, colgándose despacio en el armario, guardándose en los cajones y todo lo demás mientras ella acariciaba al animalillo de la chica que parecía feliz de estar fuera del bolsillo de nuevo.
Se quedó estupefacta al verla salir del baño finalmente. No solo le quedaba bien, sino genial, perfecto, posiblemente mejor de lo que le quedaba a ella cuando se lo puso, porque en fin… el cuerpo de la coreana era mucho más fino, más de chica delicada, sus hombros eran más estrechos y su cadera menos pronunciada.
-Te queda genial – dijo aquello con un suave suspiro, como si le acabaran de arrancar todo el aire del cuerpo, ahora si que no le dejaría no ponérselo, le iba como un guante – tienes totalmente prohibido rechazar mi oferta, hoy te pones este vestido si o si, por Merlín, creo que compré este vestido solo para poder dejártelo algún día…
Sonrió abiertamente y después un plan malvado se le ocurrió de pronto.
-Oye Rang… ¿no hay modo de que puedas mandarle una carta rápida a tu novio? Seguro que si se colara en la universidad y te viera con este vestido quedaría enamorado de ti de por vida… – ella no tenía ni idea de que estaba incomunicada con él, y que aquel comentario podría ponerla un poquito triste, simplemente lo hizo por… intentar ayudar o algo así – por cierto, ya tu me ayudarás a peinarme podría yo ayudarte a ti también, que yo no queda mucho rato para la fiesta y entre las dos seguro que terminamos antes. Si quieres puedo coger todas mis cosas y nos vamos a tu habitación para que tú te puedas cambiar más cómodamente y demás.
Su sonrisa le daba a entender que no habría problemas porque ella se lo pusiera, estaría encantada más bien, no quería que se estropeara guardado ni nada parecido.
Aprovechó el momento que la chica estuvo en el baño, para, mediante la magia hacer que toda su ropa de sobra se guardara sola, colgándose despacio en el armario, guardándose en los cajones y todo lo demás mientras ella acariciaba al animalillo de la chica que parecía feliz de estar fuera del bolsillo de nuevo.
Se quedó estupefacta al verla salir del baño finalmente. No solo le quedaba bien, sino genial, perfecto, posiblemente mejor de lo que le quedaba a ella cuando se lo puso, porque en fin… el cuerpo de la coreana era mucho más fino, más de chica delicada, sus hombros eran más estrechos y su cadera menos pronunciada.
-Te queda genial – dijo aquello con un suave suspiro, como si le acabaran de arrancar todo el aire del cuerpo, ahora si que no le dejaría no ponérselo, le iba como un guante – tienes totalmente prohibido rechazar mi oferta, hoy te pones este vestido si o si, por Merlín, creo que compré este vestido solo para poder dejártelo algún día…
Sonrió abiertamente y después un plan malvado se le ocurrió de pronto.
-Oye Rang… ¿no hay modo de que puedas mandarle una carta rápida a tu novio? Seguro que si se colara en la universidad y te viera con este vestido quedaría enamorado de ti de por vida… – ella no tenía ni idea de que estaba incomunicada con él, y que aquel comentario podría ponerla un poquito triste, simplemente lo hizo por… intentar ayudar o algo así – por cierto, ya tu me ayudarás a peinarme podría yo ayudarte a ti también, que yo no queda mucho rato para la fiesta y entre las dos seguro que terminamos antes. Si quieres puedo coger todas mis cosas y nos vamos a tu habitación para que tú te puedas cambiar más cómodamente y demás.
Ebba Prewett- Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 20/10/2012
Re: Preparativos truncados
Al ver que la primera reacción de la pelirroja fue quedarse callada, alzó la vista, pensando que igual le quedaba mal o algo... pero en cuanto escuchó sus palabras suspiró un poquito, desinflándose, haciendo que en ese suspiro toda su preocupación de por como le sentaba el vestido se esfumase. A Prewett le gustaba como le quedaba,... y ella no se había visto realmente mal, así que... aquello era algo bastante, muy positivo.
Se sonrojó de paso también al escuchar como le decía aquellas cosas, soltándose un poco el pelo para después no tenerlo demasiado enredado, y se acercó a su amiga. - Entonces... supongo que si digo que no quiero ponerme hoy este vestido me odiaras de por vida. - Bromeó, riéndose un poquito con la pelirroja, terminando por suspirar. - Supongo que puedo llevarlo... prometo mañana devolvértelo en perfectas condiciones. - Le dijo con una tierna sonrisita. - Muchas gracias por dejármelo, Ebba.
La vio sonreír y seguido de aquello sus palabras. Negó un poquito con la cabeza, mordiéndose la boca y agachando la cabeza. - No... ya intenté ponerme en contacto con él pero... mi primo dijo que probablemente tiene algún hechizo para que no se le localice... así que las lechuzas me vuelven con las cartas intactas. - Comentó y suspiró, algo tristona, alzando la vista para mirar a los ojos claros de ella, sonriéndole un poquitín.
No tardó en sacar un nuevo tema para distraerla, al menos aquello fue lo que pareció. Y lo consiguió, haciendo que la coreana sonriese feliz, y asintiese de paso con la cabeza. - Claro. Así puedo también coger los zapatos que creo que me irían bien con el vestido.
Le sonrió y tras hacerle un gestito de que no tardaba, volvió a meterse en el cuarto de baño para hacer de nuevo el cambio, quitándose el vestido y poniéndose su pantalón, su camiseta, su sudadera y su calzado, saliendo con el vestido bien sujeto y de forma que no fuese a doblarse o mas bien arrugarse.
- Listo. - Estiró el brazo para que Kady acudiese a ella y se metiese en el bolsillo de la sudadera, y entonces, ya juntas, marcharon a la facultad de la coreana cuando tuvieron todo preparado.
Una vez en la habitación se pusieron cara una sus respectivos atuendos, la coreana acertó con que los zapatos servirían igualmente bien para ese vestido, y ya después, la una a la otra, se pusieron a peinarse, siguiendo las ideas que iba dando la coreana mas o menos, ella haciéndole a la pelirroja lo que exactamente le propuso.
No tardaron demasiado en estar arregladas, vestidas para la ocasión, con el pelo arreglado y maquilladas, apenas Rang un poquito de brillo de labios y una finita ralla en el ojo, y juntas, salieron dispuestas a acudir a la celebración.
Se sonrojó de paso también al escuchar como le decía aquellas cosas, soltándose un poco el pelo para después no tenerlo demasiado enredado, y se acercó a su amiga. - Entonces... supongo que si digo que no quiero ponerme hoy este vestido me odiaras de por vida. - Bromeó, riéndose un poquito con la pelirroja, terminando por suspirar. - Supongo que puedo llevarlo... prometo mañana devolvértelo en perfectas condiciones. - Le dijo con una tierna sonrisita. - Muchas gracias por dejármelo, Ebba.
La vio sonreír y seguido de aquello sus palabras. Negó un poquito con la cabeza, mordiéndose la boca y agachando la cabeza. - No... ya intenté ponerme en contacto con él pero... mi primo dijo que probablemente tiene algún hechizo para que no se le localice... así que las lechuzas me vuelven con las cartas intactas. - Comentó y suspiró, algo tristona, alzando la vista para mirar a los ojos claros de ella, sonriéndole un poquitín.
No tardó en sacar un nuevo tema para distraerla, al menos aquello fue lo que pareció. Y lo consiguió, haciendo que la coreana sonriese feliz, y asintiese de paso con la cabeza. - Claro. Así puedo también coger los zapatos que creo que me irían bien con el vestido.
Le sonrió y tras hacerle un gestito de que no tardaba, volvió a meterse en el cuarto de baño para hacer de nuevo el cambio, quitándose el vestido y poniéndose su pantalón, su camiseta, su sudadera y su calzado, saliendo con el vestido bien sujeto y de forma que no fuese a doblarse o mas bien arrugarse.
- Listo. - Estiró el brazo para que Kady acudiese a ella y se metiese en el bolsillo de la sudadera, y entonces, ya juntas, marcharon a la facultad de la coreana cuando tuvieron todo preparado.
Una vez en la habitación se pusieron cara una sus respectivos atuendos, la coreana acertó con que los zapatos servirían igualmente bien para ese vestido, y ya después, la una a la otra, se pusieron a peinarse, siguiendo las ideas que iba dando la coreana mas o menos, ella haciéndole a la pelirroja lo que exactamente le propuso.
No tardaron demasiado en estar arregladas, vestidas para la ocasión, con el pelo arreglado y maquilladas, apenas Rang un poquito de brillo de labios y una finita ralla en el ojo, y juntas, salieron dispuestas a acudir a la celebración.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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