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Me estoy quitando (?
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Re: Me estoy quitando (?
Asintió un poquito con la cabeza y se mordió el labio inferior, mirando al chico fijamente a los ojos, asintiendo de forma suave finalmente antes de sentirse alzada por Yesenes, sonriendo un poquito, un momento apenas, antes de aferrarse a él. Cuando le preguntó si aquella forma de sostenerla estaba bien, ella simplemente volvió a asentir con la cabeza, regalándole de paso, un suave beso en la mejilla tras agarrarse bien a él con los brazos, por el cuello.
Se dejó llevar por los pasillos, dándole exactamente igual si alguien les miraba o no, por lo que le camino se hizo bastante ameno e incluso tranquilo. Una vez llegaron prácticamente a donde Ogmios, Adnan la bajó al suelo despacio, y entonces la coreana escuchó lo que le dijo él.
Negó con la cabecita, diciendo que no tenía importancia aquello de que le hubiese tenido que bajar. Entonces la nueva pregunta... él estaba cansado y en brazos no podía llevarla, y ella ya sabía que Adnan no gustaba de que le abrazasen por la espalda. - No hace falta. - Miró la mano de Yesenes y la cogió. - Con ir así me vale... - Le sonrió ámpliamente, con las mejillas coloradas por la forma de llamarle que había tenido el chico.
- Y-y... y no me llames princesa, no soy nada de eso, Adnan, bobo.
Tiró un poquito de la mano del egipcio, habiendo visto de reojillo como medio sonreía, y terminaron por entrar a la facultad de ambos.
Caminaron de forma tranquila por el lugar, terminando sin demorarse mucho por llegar al salón de convivencias, donde la chica soltó la mano de Adnan, y justo en la zona en donde se bifurcaba el camino, unas escaleras llevando a las habitaciones de las chicas, y otras escaleras al de los chicos, se quedó un momento frente a él y se quedó mirándole.
- Umm... entonces... ¿vamos a tu habitación? - Le dijo con una suave sonrisita.
Se dejó llevar por los pasillos, dándole exactamente igual si alguien les miraba o no, por lo que le camino se hizo bastante ameno e incluso tranquilo. Una vez llegaron prácticamente a donde Ogmios, Adnan la bajó al suelo despacio, y entonces la coreana escuchó lo que le dijo él.
Negó con la cabecita, diciendo que no tenía importancia aquello de que le hubiese tenido que bajar. Entonces la nueva pregunta... él estaba cansado y en brazos no podía llevarla, y ella ya sabía que Adnan no gustaba de que le abrazasen por la espalda. - No hace falta. - Miró la mano de Yesenes y la cogió. - Con ir así me vale... - Le sonrió ámpliamente, con las mejillas coloradas por la forma de llamarle que había tenido el chico.
- Y-y... y no me llames princesa, no soy nada de eso, Adnan, bobo.
Tiró un poquito de la mano del egipcio, habiendo visto de reojillo como medio sonreía, y terminaron por entrar a la facultad de ambos.
Caminaron de forma tranquila por el lugar, terminando sin demorarse mucho por llegar al salón de convivencias, donde la chica soltó la mano de Adnan, y justo en la zona en donde se bifurcaba el camino, unas escaleras llevando a las habitaciones de las chicas, y otras escaleras al de los chicos, se quedó un momento frente a él y se quedó mirándole.
- Umm... entonces... ¿vamos a tu habitación? - Le dijo con una suave sonrisita.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Había notado la mirada de la chica cuando la llamó así “princesa” para burlarse un poquito, obviamente lo decía por la forma en la que la había cargado, la manera en la que ella se dejaba llevar y las connotaciones sociales que solía tener cargar a alguien de esa manera. Simplemente le restó importancia y dejó que ella le cogiera de la mano, disfrutando de su rostro cuando se volvió ligeramente sonrosado.
-Lo decía de broma, tonta - dijo aquello por si acaso ella no había captado el significado real de su expresión, estaba claro que no le iba a llamar así por gusto y placer, o sea, no iba a hacerlo sin motivo, a pesar de que muchos otros podrían hacerlo simplemente para denominar a su chica (pues sabía que había quien lo hacía, claro) -para mi eres Rang, preciosa, de ahí no paso.
Le hizo un gesto de burla y la mano que no sostenía la suya le acarició el pelo. Comenzando a andar los dos a la vez. Le importaba una mierda muy grande quien pudiera verlo así con la chica. En un principio le había preocupado su “imagen” que dirían si lo veían yendo de la mano con una niña apenas convertida en mujer hacía días y soltando todas aquellas tonterías. Ahora se la sudaba. Si alguien pensaba algo de él que se lo dijera a la cara y ahí ya se vería quien era qué.
Él volvió a cogerla de la mano cuando ella se soltó y no esperó ni si quiera a responderle la pregunta, tiró un poquito de ella hacía la zona de los chicos y siguieron caminando.
-Ya te dije, no seas tímida. A lo sumo nos encontraremos a Stall en el cuarto y por mucho que gruña es buen tío, el idiota de turno aprovechó el día de hoy para salir de la facultad por la tarde con vete a sabe quién y el otro… ni idea, pero con algo de suerte no estará ahí tampoco.
Dicho aquello llegaron a su dormitorio, estaba en el primer piso y no había un largo camino hasta él, subir unas escaleras, después a mano derecha, tres habitaciones y la cuarta la suya. Abrió la puerta y miró, no había nadie.
-A ver… tus libros – fue hasta donde los había dejado y sacó el pergamino que le mandó su hermana que estaba entre los dos libros, después fue donde estaba Rang y le dio un beso en la frente antes de ofrecerle ambos volúmenes -aquí los tienes, espero que te agrade la historia, es de los pocos libros de la biblioteca Yesenes que es enteramente mío.
-Lo decía de broma, tonta - dijo aquello por si acaso ella no había captado el significado real de su expresión, estaba claro que no le iba a llamar así por gusto y placer, o sea, no iba a hacerlo sin motivo, a pesar de que muchos otros podrían hacerlo simplemente para denominar a su chica (pues sabía que había quien lo hacía, claro) -para mi eres Rang, preciosa, de ahí no paso.
Le hizo un gesto de burla y la mano que no sostenía la suya le acarició el pelo. Comenzando a andar los dos a la vez. Le importaba una mierda muy grande quien pudiera verlo así con la chica. En un principio le había preocupado su “imagen” que dirían si lo veían yendo de la mano con una niña apenas convertida en mujer hacía días y soltando todas aquellas tonterías. Ahora se la sudaba. Si alguien pensaba algo de él que se lo dijera a la cara y ahí ya se vería quien era qué.
Él volvió a cogerla de la mano cuando ella se soltó y no esperó ni si quiera a responderle la pregunta, tiró un poquito de ella hacía la zona de los chicos y siguieron caminando.
-Ya te dije, no seas tímida. A lo sumo nos encontraremos a Stall en el cuarto y por mucho que gruña es buen tío, el idiota de turno aprovechó el día de hoy para salir de la facultad por la tarde con vete a sabe quién y el otro… ni idea, pero con algo de suerte no estará ahí tampoco.
Dicho aquello llegaron a su dormitorio, estaba en el primer piso y no había un largo camino hasta él, subir unas escaleras, después a mano derecha, tres habitaciones y la cuarta la suya. Abrió la puerta y miró, no había nadie.
-A ver… tus libros – fue hasta donde los había dejado y sacó el pergamino que le mandó su hermana que estaba entre los dos libros, después fue donde estaba Rang y le dio un beso en la frente antes de ofrecerle ambos volúmenes -aquí los tienes, espero que te agrade la historia, es de los pocos libros de la biblioteca Yesenes que es enteramente mío.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Miró al chico con el ceño fruncido en el momento que le escuchó decir aquella tontada, a parte de haber conseguido que se sonrojase un poco, le había molestado. No le gustaba que le dijesen así, sonaba tan tonto, tan infantil tan... tonto.
Una vez ya hubieron, o mas bien el egipcio hubo decidido, cual de las opciones que había dejado entre ver la coreana era la válida, no tardaron en encaminarse, ahora también, hacia los dormitorios de los chicos, más concretamente a la habitación de Adnan, donde ella apenas había estado antes un par de veces a los sumo.
Por mucho que Yesenes le dijese que no tenía por que ser tímida con eso, a ella le resultaba difícil, a fin de cuentas le habían educado de forma bastante tradicional...
En el cuarto, suspiró al escuchar que no había nadie más, así no se sentiría cohibida. Simplemente sonrió y pasó junto a Adnan, viendo como el chico cerraba la puerta tras de sí, y esta le sonrió de forma cálida.
Le hizo gracia que lo primero que el egipcio fuera a hacer, fuese ir a por los libros que había ido a recoger para ella. Escuchó lo que él le decía mientras le tendía los mismos, y ella asintió: dato apuntado.
La coreana los cogió gustosa y tras hacer que finalmente Adnan le devolviese la mochila, los guardó ahí, después dejando la mochila sobre el que era el escritorio de su novio, y se giró para ir a darle un fuerte abrazo, suspirando algo tonta. - Te quiero mucho, muchas gracias...
Se separó de él, quizás estaba siendo demasiado pegajosa en esos momentos, dese hacía un rato en realidad, pero sentía la necesidad de agradecerle enormemente el que no se hubiese enfadado con ella por lo del puffskein. Ella tenía claro que no sacaría más ese tema, y por lo que quedaba del día, o al menos, lo que quedaba del tiempo que fuesen a estar ellos dos solos, no hablaría tampoco sobre el animal para evitar que el tema saliese del modo que fuera.
Suspiró un poquito y le miró a los ojos. - Bueno... ¿qué quieres que hagamos? Tú eliges.
Una vez ya hubieron, o mas bien el egipcio hubo decidido, cual de las opciones que había dejado entre ver la coreana era la válida, no tardaron en encaminarse, ahora también, hacia los dormitorios de los chicos, más concretamente a la habitación de Adnan, donde ella apenas había estado antes un par de veces a los sumo.
Por mucho que Yesenes le dijese que no tenía por que ser tímida con eso, a ella le resultaba difícil, a fin de cuentas le habían educado de forma bastante tradicional...
En el cuarto, suspiró al escuchar que no había nadie más, así no se sentiría cohibida. Simplemente sonrió y pasó junto a Adnan, viendo como el chico cerraba la puerta tras de sí, y esta le sonrió de forma cálida.
Le hizo gracia que lo primero que el egipcio fuera a hacer, fuese ir a por los libros que había ido a recoger para ella. Escuchó lo que él le decía mientras le tendía los mismos, y ella asintió: dato apuntado.
La coreana los cogió gustosa y tras hacer que finalmente Adnan le devolviese la mochila, los guardó ahí, después dejando la mochila sobre el que era el escritorio de su novio, y se giró para ir a darle un fuerte abrazo, suspirando algo tonta. - Te quiero mucho, muchas gracias...
Se separó de él, quizás estaba siendo demasiado pegajosa en esos momentos, dese hacía un rato en realidad, pero sentía la necesidad de agradecerle enormemente el que no se hubiese enfadado con ella por lo del puffskein. Ella tenía claro que no sacaría más ese tema, y por lo que quedaba del día, o al menos, lo que quedaba del tiempo que fuesen a estar ellos dos solos, no hablaría tampoco sobre el animal para evitar que el tema saliese del modo que fuera.
Suspiró un poquito y le miró a los ojos. - Bueno... ¿qué quieres que hagamos? Tú eliges.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Se había sentado en el escritorio justo después de haberle dado la mochila y la observaba mientras guardaba las cosas, también cuando soltó aquello junto a él y se dejó abrazar, imitando el gesto de ella. Con un suave ademán le restó importancia a habérselos dejado. No le importaba, él ya apenas los usaba y ella parecía feliz de tenerlos. Además era bonito poder compartir un poco de su cultura, o lo mejor de su cultura, porque había partes de la misma que eran mierda pura, pero claro, en los libros se reflejaba la muy antigua, en tiempos donde la esclavitud y las pirámides eran lo único importante (históricamente hablando).
-Ven aquí – él seguía sentado sobre el escritorio y atrajo a la chica hasta que se colocó entre sus piernas, de pie, mientras él rodeaba su cintura con cuidado -te fuiste muy lejos para que hiciera lo que realmente quiero hacer.
En cuanto estuvo en la posición que él quiso y terminó de hablar unió sus labios a los de la coreana, dándole el primer beso real del día. Ninguno de los dos era muy dado a dar ese tipo de besos en público, así que Adnan llevaba todo el rato ansioso, esperando estar juntos de esa forma.
-¿Te importa si me dedico a hacer tan solo eso hasta dormir? – susurró aquello contra los labios de la chica, con apenas un hilo de voz, estaba agotado y aún medio dormido, ahora que estaban solos sentía que debería aprovechar para hacer de todo con ella. Para toquetearla y sobarla hasta el agotamiento… pero no le salía, el cansancio era más fuerte de lo que él suponía en un principio -o podríamos acostarnos juntos y dormir un rato. Yo quería ir a volar, me apetecía… pero ahora mismo si me monto en la escoba quizás me caigo y tendrías que hacer de enfermera pero de verdad.
Suspiró y se apoyó en sus hombros, poniéndose en pie con cuidado y terminando por ir a la cama a tumbarse de manera cansina, mirando a la chica a si ella querría dormir un rato con él, un ratito…
-Pero si me duermo me tendrás que despertar en una media hora o una hora a lo sumo, no quiero desordenar mi ritmo de sueño normal.
-Ven aquí – él seguía sentado sobre el escritorio y atrajo a la chica hasta que se colocó entre sus piernas, de pie, mientras él rodeaba su cintura con cuidado -te fuiste muy lejos para que hiciera lo que realmente quiero hacer.
En cuanto estuvo en la posición que él quiso y terminó de hablar unió sus labios a los de la coreana, dándole el primer beso real del día. Ninguno de los dos era muy dado a dar ese tipo de besos en público, así que Adnan llevaba todo el rato ansioso, esperando estar juntos de esa forma.
-¿Te importa si me dedico a hacer tan solo eso hasta dormir? – susurró aquello contra los labios de la chica, con apenas un hilo de voz, estaba agotado y aún medio dormido, ahora que estaban solos sentía que debería aprovechar para hacer de todo con ella. Para toquetearla y sobarla hasta el agotamiento… pero no le salía, el cansancio era más fuerte de lo que él suponía en un principio -o podríamos acostarnos juntos y dormir un rato. Yo quería ir a volar, me apetecía… pero ahora mismo si me monto en la escoba quizás me caigo y tendrías que hacer de enfermera pero de verdad.
Suspiró y se apoyó en sus hombros, poniéndose en pie con cuidado y terminando por ir a la cama a tumbarse de manera cansina, mirando a la chica a si ella querría dormir un rato con él, un ratito…
-Pero si me duermo me tendrás que despertar en una media hora o una hora a lo sumo, no quiero desordenar mi ritmo de sueño normal.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Cuando el egipcio le pidió aquello, la coreana se acercó sin rechistar, y entonces sintió como el mismo le rodeaba con los brazos por la cintura, haciéndole sonreír y suspirar un poquito, dichosa... y entonces el beso, al que ella no dudó en corresponder en absoluto, alzando el rostro un poco para besarle mejor.
En el momento en el que beso se deshizo, Rang suspiró un poquito y negó con la cabeza a su pregunta. - No... no me importa... está bien si haces eso... a mi me gusta. - Le sonrió un poquito y llevó una de sus manos a una de las mejillas del egipcio para acariciarla con mimo a la par que suspiraba un poquito, de forma leve.
Escuchó sus nuevas palabras y se mordió un poquito la boca, mirando al chico de reojo y terminando por notar como se apoyaba un poco sobre sus hombros, viendo después como se separaba y como terminaba por ir a tumbarse en la cama, tirándose prácticamente en ella.
Asintió a las palabras de Adnan, y entonces dudó un poquito.... apenas un poco, lo justo para dar un paso hacia donde él se encontraba y dejar de dudar. Caminó lo que quedaba de espacio entre donde ella había estado y la cama de su novio, y tras quitarse los zapatos sin mucha dificultad, se tumbó en la cama, abrazándose a él con fuerza y una sonrisa boba en la cara.
- Si... si quieres... puedes dormirte, yo me quedaré abrazándote todo el rato y cuando pase media hora o... o una hora te despertaré. - Asintió un poquito y alzó la vista a mirar a la cara a Yesenes.
Se mordió un poquito el labio inferior, y tras dudar un momento, terminó por alzar el rostro para quitar el poco espacio que había quedado entre uno y otro, besándole en los labios de forma tierna, suave, manteniendo los ojos cerrados mientras lo hacía.
- Aunque.. también podríamos darnos besos hasta... hasta que te duermas. - Susurró contra sus labios, algo tímida, pero habiéndolo dicho al fin y al cabo.
En el momento en el que beso se deshizo, Rang suspiró un poquito y negó con la cabeza a su pregunta. - No... no me importa... está bien si haces eso... a mi me gusta. - Le sonrió un poquito y llevó una de sus manos a una de las mejillas del egipcio para acariciarla con mimo a la par que suspiraba un poquito, de forma leve.
Escuchó sus nuevas palabras y se mordió un poquito la boca, mirando al chico de reojo y terminando por notar como se apoyaba un poco sobre sus hombros, viendo después como se separaba y como terminaba por ir a tumbarse en la cama, tirándose prácticamente en ella.
Asintió a las palabras de Adnan, y entonces dudó un poquito.... apenas un poco, lo justo para dar un paso hacia donde él se encontraba y dejar de dudar. Caminó lo que quedaba de espacio entre donde ella había estado y la cama de su novio, y tras quitarse los zapatos sin mucha dificultad, se tumbó en la cama, abrazándose a él con fuerza y una sonrisa boba en la cara.
- Si... si quieres... puedes dormirte, yo me quedaré abrazándote todo el rato y cuando pase media hora o... o una hora te despertaré. - Asintió un poquito y alzó la vista a mirar a la cara a Yesenes.
Se mordió un poquito el labio inferior, y tras dudar un momento, terminó por alzar el rostro para quitar el poco espacio que había quedado entre uno y otro, besándole en los labios de forma tierna, suave, manteniendo los ojos cerrados mientras lo hacía.
- Aunque.. también podríamos darnos besos hasta... hasta que te duermas. - Susurró contra sus labios, algo tímida, pero habiéndolo dicho al fin y al cabo.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Sonrió ante la perspectiva de que a Rang le gustaran sus besos, era un paso adelante, un pequeño logro a tener en cuenta a la hora de alcanzar aquello que tanto anhelaba conseguir de ella. Pero en ese momento ni se lo estaba planteando, tan solo se tumbó en la cama como muerto en ataúd. Quería dormir y no hacer nada más por el resto del día, por más estúpido que sonara el plan.
Asintió con la cabeza a sus palabras, a que iba a dormirse, más aún sabiendo que ella estaría ahí con él, abrazándole, dándole su calor. Y lo mejor de todo, lo despertaría ella. Si seguía durmiendo por todo el tiempo que el egipcio quisiera no despertaría en días y por lo tanto no iría a cenar y tampoco a desayunar y terminaría con una falta de azúcar muy grande en el cuerpo en cuestión de horas y entre una cosa y otra su cuerpo comenzaría a fallar. Sobre todo porque sabía que los niveles de glucosa le disminuirían en cuanto su sistema reclamara algo que fuera más bien energizante que la pura comida usual.
Recibió aquel beso correspondiéndolo y cuando oyó aquella especie de sugerencia (cuando él ya estaba a punto de abandonar su cuerpo al sueño) y abrió un poquito los ojos, fijando la vista en ella. Solo por aquella sugerencia intentaría estar despierto al menos un ratito más.
-Me gustan los besos… intentaré estar despierto un buen rato más, besándote – dijo aquello medio sonriendo, más dormido que despierto, y se mordió un poquito el labio, abrazándola por la cintura para pegarla por completo a sí mismo. No había cosa que le gustara más que sentir su cuerpo apretado contra el propio, la besó de nuevo, suavemente sobre los labios, aprovechando el momento para, poniendo las manos en su espalda, sobar un poco por encima de toda aquella ropa, sintiendo su cintura bajo los dedos, sobándola con asombroso cuidado, teniendo en cuenta lo bastas que eran sus manos.
-Si me duermo ¿tú que harás? – no quería que se aburriera, recordó que tenía los libros y señaló una vela que había en la mesita al lado de donde estaba ella -no me molesta la luz, si te aburres puedes leer.
Seguía preocupándole mucho más que ella estuviera bien y entretenida que él mismo, pero no tardó mucho en volver a centrarse en besarla, con ganas, intensidad y sobre todo hambre de sus labios. Le pasó la lengua con cuidado sobre los mismos y posó una de sus manos en la cintura de ella, aprovechando a sobar un poquito de más.
-Y… ¿puedo acariciarte un poco mientras te beso así?
Esta vez le pediría permiso, para hacer todo aquello, no quería volver a meter la puta ahí de nuevo.
Asintió con la cabeza a sus palabras, a que iba a dormirse, más aún sabiendo que ella estaría ahí con él, abrazándole, dándole su calor. Y lo mejor de todo, lo despertaría ella. Si seguía durmiendo por todo el tiempo que el egipcio quisiera no despertaría en días y por lo tanto no iría a cenar y tampoco a desayunar y terminaría con una falta de azúcar muy grande en el cuerpo en cuestión de horas y entre una cosa y otra su cuerpo comenzaría a fallar. Sobre todo porque sabía que los niveles de glucosa le disminuirían en cuanto su sistema reclamara algo que fuera más bien energizante que la pura comida usual.
Recibió aquel beso correspondiéndolo y cuando oyó aquella especie de sugerencia (cuando él ya estaba a punto de abandonar su cuerpo al sueño) y abrió un poquito los ojos, fijando la vista en ella. Solo por aquella sugerencia intentaría estar despierto al menos un ratito más.
-Me gustan los besos… intentaré estar despierto un buen rato más, besándote – dijo aquello medio sonriendo, más dormido que despierto, y se mordió un poquito el labio, abrazándola por la cintura para pegarla por completo a sí mismo. No había cosa que le gustara más que sentir su cuerpo apretado contra el propio, la besó de nuevo, suavemente sobre los labios, aprovechando el momento para, poniendo las manos en su espalda, sobar un poco por encima de toda aquella ropa, sintiendo su cintura bajo los dedos, sobándola con asombroso cuidado, teniendo en cuenta lo bastas que eran sus manos.
-Si me duermo ¿tú que harás? – no quería que se aburriera, recordó que tenía los libros y señaló una vela que había en la mesita al lado de donde estaba ella -no me molesta la luz, si te aburres puedes leer.
Seguía preocupándole mucho más que ella estuviera bien y entretenida que él mismo, pero no tardó mucho en volver a centrarse en besarla, con ganas, intensidad y sobre todo hambre de sus labios. Le pasó la lengua con cuidado sobre los mismos y posó una de sus manos en la cintura de ella, aprovechando a sobar un poquito de más.
-Y… ¿puedo acariciarte un poco mientras te beso así?
Esta vez le pediría permiso, para hacer todo aquello, no quería volver a meter la puta ahí de nuevo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Suspiró un poquito y se sonrojo un poco cuando escuchó como Adnan también decía que le gustaban los besos, cosa, dato que le hizo sonreír con cara de tonta y suspirar, volver a acariciar su mejilla con cuidado mientras se mordía un poco los labios. - No... no hace falta... tú solo si tienes sueño duerme, cuando sea... - Susurró y le terminó por sonreír de nuevo, ladeando un poco la cabeza, sintiendo sin tardar mucho como aquella petición se cumplía, notando los cálidos labios de su novio contra los propios, habiendo sentido también como le pegaba por completo contra su cuerpo, cálido.
Se mordió la boquita y suspiró de nuevo, dichosa, mirándole con las mejillas con un ligero rubor a causa de los besos, y se quedó escuchándole un momentito apenas, asintiendo. - Si... si te duermes leeré... o me quedaré mirándote mientras duermes. - Se rió un poquito y le sacó la lengua. - Si te duermes ya veré que hacer... - No tenía prisa por decidirlo, y saber el dato de que al egipcio no le molestaba la luz era bueno, así podría, seguro, seguir con la lectura, al menos un poquito, mientras él dormía.
Dejó de pensar en aquello cuando sintió aquél nuevo beso al que correspondió pasándole una mano por el cuello, la nuca, que terminó sobre su cabello, donde enterró un poco los dedos, calcando su aliento en un suspiro sobre los labios del egipcio en el momento que este mismo le lamía los labios a la coreana.
El tono de las mejillas de la coreana se intensificó un poco más en el momento en que el chico formuló aquella pregunta.
Dudó un momento, pero... - B-bueno... vale... - Se mordió el labio inferior y desvió la mirada, quedándose un momento mirando hacia un lado, tímida.
Tragó saliva y se humedeció un momentito los labios, volviendo a mirarle a la cara, quedando mirándole a los ojos embelesada.
Se mordió la boquita y suspiró de nuevo, dichosa, mirándole con las mejillas con un ligero rubor a causa de los besos, y se quedó escuchándole un momentito apenas, asintiendo. - Si... si te duermes leeré... o me quedaré mirándote mientras duermes. - Se rió un poquito y le sacó la lengua. - Si te duermes ya veré que hacer... - No tenía prisa por decidirlo, y saber el dato de que al egipcio no le molestaba la luz era bueno, así podría, seguro, seguir con la lectura, al menos un poquito, mientras él dormía.
Dejó de pensar en aquello cuando sintió aquél nuevo beso al que correspondió pasándole una mano por el cuello, la nuca, que terminó sobre su cabello, donde enterró un poco los dedos, calcando su aliento en un suspiro sobre los labios del egipcio en el momento que este mismo le lamía los labios a la coreana.
El tono de las mejillas de la coreana se intensificó un poco más en el momento en que el chico formuló aquella pregunta.
Dudó un momento, pero... - B-bueno... vale... - Se mordió el labio inferior y desvió la mirada, quedándose un momento mirando hacia un lado, tímida.
Tragó saliva y se humedeció un momentito los labios, volviendo a mirarle a la cara, quedando mirándole a los ojos embelesada.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Y tanto que su cuerpo era “cálido” en aquel momento, y más que cálido, caliente. Solo de pensar en estar de esa forma con ella se le alteraba la sangre, los músculos y todo su ser por completo. Rang suponía tal tentación para el muchacho que hasta se le olvidaba el agotamiento que tenía y se le recargaban las pilas por completo.
Los besos, por supuesto, no ayudaban en absoluto a que todo aquello no fuera así. Cada nuevo roce de sus labios con los de la castaña hacía que su corazón se acelerara un momento más, cada degustación de su lengua hacía que un nuevo suspiro se escondiera entre sus labios para no legar a salir, y aquello lo alteraba demasiado, a pesar de toda la paz y tranquilidad que sentía internamente por culpa de aquella mierda de que tenía más que ver con la abstinencia que con nada más.
Aclaremos que la concesión que Rang le acababa de dar no arreglaba para nada aquel estado anímico tan raro en el que entró en cuanto comenzó a tomarse libertades para con el cuerpo de la coreana. Ahora, además de poder sobar un poco su espalda, tenía derecho a introducir sus cálidas manos bajo la sudadera, buscar el borde del chaleco y finalmente proba a tocar su piel fina y suave.
Entrecerró los ojos al notar aquella calidez de su piel y unió sus labios a los de la muchacha, aprovechando ahora, con la mano que podía, a rozar cada centímetro de su vientre con suavidad, pasar a su cintura y como buenamente pudo, subir hasta encontrar la tela que cubría sus pechos, zona que ansiaba tocar más que ninguna otra, rozar, acariciar, incluso morder si es que lo dejaba llegar hasta ahí alguna vez. No lo parecería, pero pocas cosas le gustaban más a Adnan que una mujer que sus tetas. Y Rang, con su ropa amplia colorida, rara vez dejaba al descubierto ni un trozito de teta.
-Mi Rang – le mordió con mucha suavidad el labio, después lo besó y mientras intentaba buscar con la mano la forma de llegar a sus pechos sin que hubiera entre su piel y la de ella ningún tipo de separación la besó con ansias (sin lograr su cometido) y simplemente se contentó con sobar sobre la prenda interior.
Como ella no se opuso a eso (o él no notó que se opuso al menos) siguió con aquello y sin quitar el sujetador porque no tenía paciencia para tanto lo apartó un poco y buscó tocar su pecho desnudo al menos un poco y superficialmente, que era lo máximo a lo que podía aspirar en esa posición.
-Te… ¿te desagrada si hago así? – después de la otra vez pensaba decirle y cuidarle de todo, que ella fuera quien marcara el ritmo al que irían, quizás así tenía más posibilidades de hacer alguna cosa más.
Los besos, por supuesto, no ayudaban en absoluto a que todo aquello no fuera así. Cada nuevo roce de sus labios con los de la castaña hacía que su corazón se acelerara un momento más, cada degustación de su lengua hacía que un nuevo suspiro se escondiera entre sus labios para no legar a salir, y aquello lo alteraba demasiado, a pesar de toda la paz y tranquilidad que sentía internamente por culpa de aquella mierda de que tenía más que ver con la abstinencia que con nada más.
Aclaremos que la concesión que Rang le acababa de dar no arreglaba para nada aquel estado anímico tan raro en el que entró en cuanto comenzó a tomarse libertades para con el cuerpo de la coreana. Ahora, además de poder sobar un poco su espalda, tenía derecho a introducir sus cálidas manos bajo la sudadera, buscar el borde del chaleco y finalmente proba a tocar su piel fina y suave.
Entrecerró los ojos al notar aquella calidez de su piel y unió sus labios a los de la muchacha, aprovechando ahora, con la mano que podía, a rozar cada centímetro de su vientre con suavidad, pasar a su cintura y como buenamente pudo, subir hasta encontrar la tela que cubría sus pechos, zona que ansiaba tocar más que ninguna otra, rozar, acariciar, incluso morder si es que lo dejaba llegar hasta ahí alguna vez. No lo parecería, pero pocas cosas le gustaban más a Adnan que una mujer que sus tetas. Y Rang, con su ropa amplia colorida, rara vez dejaba al descubierto ni un trozito de teta.
-Mi Rang – le mordió con mucha suavidad el labio, después lo besó y mientras intentaba buscar con la mano la forma de llegar a sus pechos sin que hubiera entre su piel y la de ella ningún tipo de separación la besó con ansias (sin lograr su cometido) y simplemente se contentó con sobar sobre la prenda interior.
Como ella no se opuso a eso (o él no notó que se opuso al menos) siguió con aquello y sin quitar el sujetador porque no tenía paciencia para tanto lo apartó un poco y buscó tocar su pecho desnudo al menos un poco y superficialmente, que era lo máximo a lo que podía aspirar en esa posición.
-Te… ¿te desagrada si hago así? – después de la otra vez pensaba decirle y cuidarle de todo, que ella fuera quien marcara el ritmo al que irían, quizás así tenía más posibilidades de hacer alguna cosa más.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Se quedó mirando al egipcio un momentito a los ojos después de haberle dado aquella respuesta, tragando saliva algo nerviosa, y terminando finalmente por entrecerrar los ojos al sentir como las manos del chico se internaban por dentro de su sudadera, dentro de la camiseta, y sentía como sus manos acariciaban su piel sin ningún impedimento, encogiendo el estómago un par de veces según con qué caricia del chico.
Suspiró contra sus labios, y no le dio tiempo a más cuando el egipcio le besó.
No evitaría corresponder al gesto, a ella también le gustaba besar al chico, y simplemente se dejó acariciar, por debajo de la ropa, pero por encima de la ropa interior, en el intento que tuvo el chico de llegar a tocar debajo del sostén, por su propia torpeza ni llegó a más, y la coreana tampoco hubo notado como su intención era aquella.
Park se sonrojó algo más cuando sintió las manos de él sobre sus pechos, acariciándolos, y haciendo que ella entreabriese un poco los ojos, con intención de ir a mirarle, pero acabando por desviar la mirada, con las mejillas coloradas mientras soltaba un suspirito algo entrecortado. - Tuya... - Respondió a aquello que hubo dicho él, dejando claro que aquél pensamiento que él había tenido y había exteriorizado, eran así.
Cerró de nuevo los ojos y ella misma fue quién busco sus labios tras aquellas palabras, volviendo a besar al chico con calidez, sin tardar demasiado en que los besos se volviesen algo más profundos, necesitados, salvajes.
Se mordió la boquita al notar aquél nuevo gesto del chico pero trató de hacer como si nada, apenas sintiéndose sonrojar aún más. Y entonces Adnan habló.
Rang entreabrió apenas los ojos, lo justo para poder mirarle por entre las pestañas, y volvió a cerrar los ojos. No sabía que podría responderle... era agradable sentir las manos de él sobre su propio cuerpo, le ponía algo nerviosa pero no era desagradable, sino que al contrario... y ahora él le estaba pidiendo permiso para seguir sobándole los pechos como había estado haciendo un ratito, pero ahora sin aquella prenda de por medio, la cual había hecho el egipcio amago de ir a apartar.
Tragó de nuevo saliva y sin abrir los ojos, apenas entreabriendo un poco los labios con la intención de ir a decirlo con palabras, pero quedándose apenas con los labios entreabiertos – sin decir nada por la vergüenza – solo negó un poquito con la cabeza: no le desagradaba.
Entreabrió un poquito los ojos para mirar a su novio y en el mismo momento, alzó uno de sus brazos para cubrirse el rostro con la mano. Era clara su timidez, la vergüenza que sentía solo con pensarlo.
Suspiró contra sus labios, y no le dio tiempo a más cuando el egipcio le besó.
No evitaría corresponder al gesto, a ella también le gustaba besar al chico, y simplemente se dejó acariciar, por debajo de la ropa, pero por encima de la ropa interior, en el intento que tuvo el chico de llegar a tocar debajo del sostén, por su propia torpeza ni llegó a más, y la coreana tampoco hubo notado como su intención era aquella.
Park se sonrojó algo más cuando sintió las manos de él sobre sus pechos, acariciándolos, y haciendo que ella entreabriese un poco los ojos, con intención de ir a mirarle, pero acabando por desviar la mirada, con las mejillas coloradas mientras soltaba un suspirito algo entrecortado. - Tuya... - Respondió a aquello que hubo dicho él, dejando claro que aquél pensamiento que él había tenido y había exteriorizado, eran así.
Cerró de nuevo los ojos y ella misma fue quién busco sus labios tras aquellas palabras, volviendo a besar al chico con calidez, sin tardar demasiado en que los besos se volviesen algo más profundos, necesitados, salvajes.
Se mordió la boquita al notar aquél nuevo gesto del chico pero trató de hacer como si nada, apenas sintiéndose sonrojar aún más. Y entonces Adnan habló.
Rang entreabrió apenas los ojos, lo justo para poder mirarle por entre las pestañas, y volvió a cerrar los ojos. No sabía que podría responderle... era agradable sentir las manos de él sobre su propio cuerpo, le ponía algo nerviosa pero no era desagradable, sino que al contrario... y ahora él le estaba pidiendo permiso para seguir sobándole los pechos como había estado haciendo un ratito, pero ahora sin aquella prenda de por medio, la cual había hecho el egipcio amago de ir a apartar.
Tragó de nuevo saliva y sin abrir los ojos, apenas entreabriendo un poco los labios con la intención de ir a decirlo con palabras, pero quedándose apenas con los labios entreabiertos – sin decir nada por la vergüenza – solo negó un poquito con la cabeza: no le desagradaba.
Entreabrió un poquito los ojos para mirar a su novio y en el mismo momento, alzó uno de sus brazos para cubrirse el rostro con la mano. Era clara su timidez, la vergüenza que sentía solo con pensarlo.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Estaba claro que saber que Rang era “suya”, que ella misma lo decía le hizo sacar una bonita sonrisa de entre las pocas que guardaba en su repertorio, o bueno, más que bonita, una sonrisa atrevida, algo que era aún más difícil de ver en él, porque bueno, no solía querer hacer ese tipo de cosas a nadie, digo… en ese instante se estaba imaginando a sí mismo, sobando a Rang sin cuidado ni mesura, soñaba despierto con desnudarla del todo, pero había que ver la reacción que estaba teniendo con tan solo un inocente sobeteo, totalmente roja, con los ojos cerrados con fuerza, y bueno, esa respuesta…
-¿No quieres que siga? – se mordió la boca, angustiado, él ya pensaba que iba a poder hacer un poquito más aunque fuera, solo sobar, tocar, rozar… disfrutar del cuerpo que hasta ese momento nunca había sido suyo y tenerlo un poco más de lo usual. Pero ella se había negado, y él paró, sacó la mano y la miró a los ojos para darle a entender que solo haría lo que la propia Rang quisiera.
Cuando hizo aquello escuchó cómo, muerta de la vergüenza, le decía que si podía, que no le importaba, y después de decir aquello se escondió en su cuello, toda roja por completo, cosa que a él le hizo sonreír.
-Está bien entonces – le acarició la cabeza y dio un beso sobre su cabello, estaba claro que el muchacho quería continuar, pues en cuanto hizo aquel gesto le instó a separarse un poco, se giró y puso sobre ella, apoyándose en sus piernas y brazos y la besó con ansias recién despertadas, le acarició el cuello, se fijó en que, para no variar, apenas llevaba escote la camiseta que ella llevaba de modo que mejor intentar meter la mano por debajo, abrió su sudadera (sin parar de besarla con suavidad en todo momento) y una vez la prenda superior dejó de molestar tanto le levantó un poco la camiseta y se mordió la boca, quería verlos, sus pechos, siempre se los había imaginado más bien pequeños, pero con el vestido del otro día quedó claro que no lo eran, en absoluto.
-Cierra los ojos Rang, y dame otro beso – murmuró aquello contra sus labios antes de recibir el beso reclamado, se lamió la boca según se separaba un poco más de ella y le levantó la camiseta hasta dejar a la vista aquellas maravillas apenas cubiertas con un sujetador coqueto y lindo (que a él le daba igual como fuera dicha prenda, solo quería ver teta), suspiró y volvió a besarla, a ponerse como antes, no quería que se avergonzara más aún y ya estaba cubriéndose el rostro con las manos.
Para cuando comenzó a besarla ya tenía una de sus manos jugando con uno de sus pechos, le había subido el sujetador sin desabrocharlo, dejándolo de manera que joder, si pudiera verlo – solo miraba de reojillo – seguro que le pondría aún más, ella tenía una pose tan jodidamente sexy… la cosa es que estaba disfrutando de aquello como nunca, sobándola, acariciándola, con cariño, con cuidado. Sentía la suave piel inmaculada de la chica bajo sus manos, el cambio de textura de su pezón. Ella entera de cálida y ahí notaba incluso su corazón, que estaba desbocado por cualquier motivo… se mordió la mejilla por dentro. No estaba ansioso, estaba peor aún, podría morderle la boca pero se cuidaba de no hacerlo.
-¿Puedo… acariciarte bajo la falda también?
-¿No quieres que siga? – se mordió la boca, angustiado, él ya pensaba que iba a poder hacer un poquito más aunque fuera, solo sobar, tocar, rozar… disfrutar del cuerpo que hasta ese momento nunca había sido suyo y tenerlo un poco más de lo usual. Pero ella se había negado, y él paró, sacó la mano y la miró a los ojos para darle a entender que solo haría lo que la propia Rang quisiera.
Cuando hizo aquello escuchó cómo, muerta de la vergüenza, le decía que si podía, que no le importaba, y después de decir aquello se escondió en su cuello, toda roja por completo, cosa que a él le hizo sonreír.
-Está bien entonces – le acarició la cabeza y dio un beso sobre su cabello, estaba claro que el muchacho quería continuar, pues en cuanto hizo aquel gesto le instó a separarse un poco, se giró y puso sobre ella, apoyándose en sus piernas y brazos y la besó con ansias recién despertadas, le acarició el cuello, se fijó en que, para no variar, apenas llevaba escote la camiseta que ella llevaba de modo que mejor intentar meter la mano por debajo, abrió su sudadera (sin parar de besarla con suavidad en todo momento) y una vez la prenda superior dejó de molestar tanto le levantó un poco la camiseta y se mordió la boca, quería verlos, sus pechos, siempre se los había imaginado más bien pequeños, pero con el vestido del otro día quedó claro que no lo eran, en absoluto.
-Cierra los ojos Rang, y dame otro beso – murmuró aquello contra sus labios antes de recibir el beso reclamado, se lamió la boca según se separaba un poco más de ella y le levantó la camiseta hasta dejar a la vista aquellas maravillas apenas cubiertas con un sujetador coqueto y lindo (que a él le daba igual como fuera dicha prenda, solo quería ver teta), suspiró y volvió a besarla, a ponerse como antes, no quería que se avergonzara más aún y ya estaba cubriéndose el rostro con las manos.
Para cuando comenzó a besarla ya tenía una de sus manos jugando con uno de sus pechos, le había subido el sujetador sin desabrocharlo, dejándolo de manera que joder, si pudiera verlo – solo miraba de reojillo – seguro que le pondría aún más, ella tenía una pose tan jodidamente sexy… la cosa es que estaba disfrutando de aquello como nunca, sobándola, acariciándola, con cariño, con cuidado. Sentía la suave piel inmaculada de la chica bajo sus manos, el cambio de textura de su pezón. Ella entera de cálida y ahí notaba incluso su corazón, que estaba desbocado por cualquier motivo… se mordió la mejilla por dentro. No estaba ansioso, estaba peor aún, podría morderle la boca pero se cuidaba de no hacerlo.
-¿Puedo… acariciarte bajo la falda también?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Después de responder a aquella pregunta con toda la dificultad del mundo, muerta de vergüenza, de manera explicativa, pero de forma rápida, suspiró pesadamente y terminó por cerrar nuevamente los ojos, tragando saliva y acabando por cubrirse el rostro contra el cuello de Yesenes.
Escuchó como el mismo le hablaba y después le hacía separarse tras besarle y un poco de mimos. La coreana solo se dejó mover y se quedó mirando por un instante la posición que habían adquirido, mirando al chico con las mejillas igual de sonrojadas y los ojos entreabiertos, mirándole por entre las pestañas, como si aquello fuese a hacer que le diese aún menos vergüenza.
Por suerte Adnan y a se encargaba de tratar de calmarla, colmándole con suaves besos a los que ella correspondía en el momento de sentir los labios del chico sobre los propios.
El sonido de la cremallera, a parte de los sutiles movimientos de las manos del egipcio, avisaban a la coreana de que de un momento a otro se iría a sonrojar más aún de ser posible, y ella, tímida, abrió los ojos para quedarse mirando a Adnan, viendo sus gestos y terminando por suspirar pesadamente en el momento en que el muchacho le pidió que cerrase los ojos y le besase.
Obediente hizo aquello y besó al chico tras rodearle con los brazos por el cuello, besándole tratando de olvidarse de la vergüenza, aunque sin realmente conseguirlo... Notó después como le levantaba la camiseta, y no tardó en un acto reflejo en llevarse las manos al rostro con intención de ir a cubrirse la cara para que aquello no le fuese a resultar tan vergonzoso.
Con el nuevo beso del chico al menos se distrajo y no se puso a pensar en los gestos de las manos de él, en como se sintió cuando notó como el sostén era subido hacia arriba y se quedaba de forma algo incómoda sobre sus pechos.
Las caricias del chico, los besos... hacían que su temperatura corporal subiese, que su pulso se acelerase al igual que el latir de su corazón, cosa que probablemente Adnan pudiese sentir con alguna de sus manos sobre su pecho.
Aquello le resultaba extraño, era una nueva sensación para el cuerpo de la coreana, un nuevo estímulo. Soltaba suspiritos, jadeos en un tono bajo que incluso podían llegar a sonar alguno que otro como un muy suave gemido tímido.
La pregunta que escuchó le hizo abrir los ojos para mirarle aún con la cara completamente roja, cerrando las piernas de golpe, y simplemente suspiró, mirando al egipcio con los labios entreabiertos, respirando de forma algo entrecortada, agitada. En un principio aquello le hizo enfadar un poco, pero no quería hacer sentir mal a Adnan... ya lo hubo hecho la otra vez, la única vez anterior en la que ambos hicieron algo parecido a aquello.
Tragó saliva y cerró los ojos con fuerza, mordiéndose el labio inferior un momentito. - N-no se... - Consiguió decir en un tono bajito, avergonzada.
Escuchó como el mismo le hablaba y después le hacía separarse tras besarle y un poco de mimos. La coreana solo se dejó mover y se quedó mirando por un instante la posición que habían adquirido, mirando al chico con las mejillas igual de sonrojadas y los ojos entreabiertos, mirándole por entre las pestañas, como si aquello fuese a hacer que le diese aún menos vergüenza.
Por suerte Adnan y a se encargaba de tratar de calmarla, colmándole con suaves besos a los que ella correspondía en el momento de sentir los labios del chico sobre los propios.
El sonido de la cremallera, a parte de los sutiles movimientos de las manos del egipcio, avisaban a la coreana de que de un momento a otro se iría a sonrojar más aún de ser posible, y ella, tímida, abrió los ojos para quedarse mirando a Adnan, viendo sus gestos y terminando por suspirar pesadamente en el momento en que el muchacho le pidió que cerrase los ojos y le besase.
Obediente hizo aquello y besó al chico tras rodearle con los brazos por el cuello, besándole tratando de olvidarse de la vergüenza, aunque sin realmente conseguirlo... Notó después como le levantaba la camiseta, y no tardó en un acto reflejo en llevarse las manos al rostro con intención de ir a cubrirse la cara para que aquello no le fuese a resultar tan vergonzoso.
Con el nuevo beso del chico al menos se distrajo y no se puso a pensar en los gestos de las manos de él, en como se sintió cuando notó como el sostén era subido hacia arriba y se quedaba de forma algo incómoda sobre sus pechos.
Las caricias del chico, los besos... hacían que su temperatura corporal subiese, que su pulso se acelerase al igual que el latir de su corazón, cosa que probablemente Adnan pudiese sentir con alguna de sus manos sobre su pecho.
Aquello le resultaba extraño, era una nueva sensación para el cuerpo de la coreana, un nuevo estímulo. Soltaba suspiritos, jadeos en un tono bajo que incluso podían llegar a sonar alguno que otro como un muy suave gemido tímido.
La pregunta que escuchó le hizo abrir los ojos para mirarle aún con la cara completamente roja, cerrando las piernas de golpe, y simplemente suspiró, mirando al egipcio con los labios entreabiertos, respirando de forma algo entrecortada, agitada. En un principio aquello le hizo enfadar un poco, pero no quería hacer sentir mal a Adnan... ya lo hubo hecho la otra vez, la única vez anterior en la que ambos hicieron algo parecido a aquello.
Tragó saliva y cerró los ojos con fuerza, mordiéndose el labio inferior un momentito. - N-no se... - Consiguió decir en un tono bajito, avergonzada.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Aquella respuesta tan escueta le hizo suspirar. Ella no hacía nada, tan solo cerraba los ojos, también había cerrado las piernas, lo notó, no era difícil sentir aquel movimiento tan obvio de su parte, y después, además, aquellas palabras, que no dejaban claro en lo absoluto que podría y que no podría hacer.
-¿Entonces…?
Comenzaba un poco a perder la paciencia. Él preguntaba para saber que hacer o que podría hacer, necesitaba que ella respondiera, si o no, no era tan jodidamente complicado responder a esa pregunta. Si quería, él seguiría feliz, si no quería, pararía sintiendo que al menos habían dado un paso adelante.
Pero la falta de respuesta por la parte de ella era lo que lo tenía jodidamente angustiado, no sabía si sería adecuado hacer aquello o si mejor debía esperar a otro día, además él seguía (además de muy cachondo) agotado, sentía los brazos cansados con tan solo estar sosteniéndose por ellos y las piernas le podrían fallar en cualquier momento de seguir de rodillas en la cama. Pero eso ella no parecía pensarlo.
Su única reacción hacía la pregunta que acababa de hacerle fue encogerse de hombros, seguía sin saber, pues bien, él la aclararía. Se dejó caer a un lado, junto a su costado (por propia comodidad) y ahora se entretuvo metiendo la mano bajo falda, acariciándole los muslos, suavemente y con cariño. No la estaba besando tantísimo como solía hacer, como había hecho hasta ese instante al menos, pero de vez en cuando le daba algún beso rápido, le acariciaba la mejilla con la mano que tenía libre, le daba suaves caricias con los labios por la nariz, el mentón… quería intentar que estuviera bien con aquello y en cuanto sintió el fino y suave tacto de su ropa interior miró abajo, notando de paso el turgente bulto que eran sus pechos, relamiéndose un poco sin poder evitarlo.
Se concentró en aquello, en darle suaves caricias por el borde de la prenda, ella seguía con las piernas fuertemente cerradas así que era poco lo que podía hacer, pero seguía intentándolo, sobar un poco, tocar con cariño aquella parte tan inaccesible de la muchacha.
-Si… relajas un poco las piernas estarás más cómoda – le susurró aquello contra su oído, intentando de paso tentarla de algún modo -y puedes besarme más, si quieres… o tocarme tu a mi, no me importa.
No le gustaba la gente muy sobona pero la dejaría si ella quería.
-¿Entonces…?
Comenzaba un poco a perder la paciencia. Él preguntaba para saber que hacer o que podría hacer, necesitaba que ella respondiera, si o no, no era tan jodidamente complicado responder a esa pregunta. Si quería, él seguiría feliz, si no quería, pararía sintiendo que al menos habían dado un paso adelante.
Pero la falta de respuesta por la parte de ella era lo que lo tenía jodidamente angustiado, no sabía si sería adecuado hacer aquello o si mejor debía esperar a otro día, además él seguía (además de muy cachondo) agotado, sentía los brazos cansados con tan solo estar sosteniéndose por ellos y las piernas le podrían fallar en cualquier momento de seguir de rodillas en la cama. Pero eso ella no parecía pensarlo.
Su única reacción hacía la pregunta que acababa de hacerle fue encogerse de hombros, seguía sin saber, pues bien, él la aclararía. Se dejó caer a un lado, junto a su costado (por propia comodidad) y ahora se entretuvo metiendo la mano bajo falda, acariciándole los muslos, suavemente y con cariño. No la estaba besando tantísimo como solía hacer, como había hecho hasta ese instante al menos, pero de vez en cuando le daba algún beso rápido, le acariciaba la mejilla con la mano que tenía libre, le daba suaves caricias con los labios por la nariz, el mentón… quería intentar que estuviera bien con aquello y en cuanto sintió el fino y suave tacto de su ropa interior miró abajo, notando de paso el turgente bulto que eran sus pechos, relamiéndose un poco sin poder evitarlo.
Se concentró en aquello, en darle suaves caricias por el borde de la prenda, ella seguía con las piernas fuertemente cerradas así que era poco lo que podía hacer, pero seguía intentándolo, sobar un poco, tocar con cariño aquella parte tan inaccesible de la muchacha.
-Si… relajas un poco las piernas estarás más cómoda – le susurró aquello contra su oído, intentando de paso tentarla de algún modo -y puedes besarme más, si quieres… o tocarme tu a mi, no me importa.
No le gustaba la gente muy sobona pero la dejaría si ella quería.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Le daba toda la vergüenza del mundo tener que decirle, tener que decidirse en algo que le daba tanta vergüenza, en algo que para ella, como quien dice, era un tabú, algo que en su familia, en su casa, su país, era algo tan... vetado.
Tenía la cabeza hecha un lío, trataba de pensar como indicarle, como...algo, pero antes de poder, ya notó como el egipcio se había movido, dejando de estar sobre su cuerpo para quedar al lado del mismo.
Park giró un poco el rostro para mirarle a los ojos, con las mejillas sonrojadas, y terminó por cerrarlos de nuevo, mordiéndose un momentito el labio inferior antes de remover un poco las piernas al sentir como Adnan llevaba la mano a donde él mismo había dicho, notando las cálidas manos sobre la piel de sus muslos, haciendo que moviese un poquito, muy poco, de nuevo las piernas.
Notaba los besos que el chico le daba, y correspondía a todos y cada uno de ellos, eran pocos, pero ella misma trataba de alargarlos lo máximo posible, las caricias y los mimos en general, agradeciéndolos.
La chica llevó ambas manos, en puño, hacia su propio rostro apenas un momento en el que se cubrió, dejando de hacerlo al sentir como Yesenes volvía a buscar un poco sus labios para besarle del mismo modo que había estado haciéndolo antes, apenas quedando entonces con las manos prácticamente sobre su propio cuello, aún con las manos en puño, apenas así consiguiendo que sus pechos se juntasen algo más, suspiró, con los ojos cerrados.
Removió un poco más las piernas cuando sintió como el egipcio había dejado de acariciar sus muslos y ya rozaba casi su zona mas intima, sintiendo como estaba dedicándose a bordear el filo de su ropa interior.
Para cuando se dio cuenta de que tenía prácticamente los pechos descubiertos, aprovechó la posición de sus propios brazos para cubrir al máximo posible sin tener que quitar las manos de cerca de su rostro por si tenía que esconderlo entre las mismas por lo que fuera.
Se le volvió a ir el hilo de sus pensamientos cuando sintió la voz de su novio en el oído, haciendo que se estremeciera un poquito, que le vello de su cuerpo se erizase ligeramente, haciéndole también de paso, suspirar. Sus siguientes palabras hicieron que la chica notase los nervios en el estómago. - ¿Si... te toco yo a ti... estará bien? - Decía aquello, pero ni siquiera estaba mirándole, ni tampoco estaba segura de qué podría hacer, ni si sabría, ni nada.
Tragó saliva y terminó por girarse un poco, removerse, para quedar ella también ligeramente ladeada, tumbada de lado, apenas un poco, y estiró el cuello para besar los labios de Adnan. Llevó una de sus manos al pecho del chico, acariciando un poquito encima de la ropa, y terminando por estrechar la prenda del mismo entre los dedos.
Cogió un poco de aire y tras suspirar, expulsando el mismo, soltó la prenda del chico, haciendo el amago de bajar la mano, dejándola por el camino, mirando de reojo al chico. - ¿Qué.... hago? ¿Cómo lo hago? - Se sentía estúpida preguntándolo, pero...
Tenía la cabeza hecha un lío, trataba de pensar como indicarle, como...algo, pero antes de poder, ya notó como el egipcio se había movido, dejando de estar sobre su cuerpo para quedar al lado del mismo.
Park giró un poco el rostro para mirarle a los ojos, con las mejillas sonrojadas, y terminó por cerrarlos de nuevo, mordiéndose un momentito el labio inferior antes de remover un poco las piernas al sentir como Adnan llevaba la mano a donde él mismo había dicho, notando las cálidas manos sobre la piel de sus muslos, haciendo que moviese un poquito, muy poco, de nuevo las piernas.
Notaba los besos que el chico le daba, y correspondía a todos y cada uno de ellos, eran pocos, pero ella misma trataba de alargarlos lo máximo posible, las caricias y los mimos en general, agradeciéndolos.
La chica llevó ambas manos, en puño, hacia su propio rostro apenas un momento en el que se cubrió, dejando de hacerlo al sentir como Yesenes volvía a buscar un poco sus labios para besarle del mismo modo que había estado haciéndolo antes, apenas quedando entonces con las manos prácticamente sobre su propio cuello, aún con las manos en puño, apenas así consiguiendo que sus pechos se juntasen algo más, suspiró, con los ojos cerrados.
Removió un poco más las piernas cuando sintió como el egipcio había dejado de acariciar sus muslos y ya rozaba casi su zona mas intima, sintiendo como estaba dedicándose a bordear el filo de su ropa interior.
Para cuando se dio cuenta de que tenía prácticamente los pechos descubiertos, aprovechó la posición de sus propios brazos para cubrir al máximo posible sin tener que quitar las manos de cerca de su rostro por si tenía que esconderlo entre las mismas por lo que fuera.
Se le volvió a ir el hilo de sus pensamientos cuando sintió la voz de su novio en el oído, haciendo que se estremeciera un poquito, que le vello de su cuerpo se erizase ligeramente, haciéndole también de paso, suspirar. Sus siguientes palabras hicieron que la chica notase los nervios en el estómago. - ¿Si... te toco yo a ti... estará bien? - Decía aquello, pero ni siquiera estaba mirándole, ni tampoco estaba segura de qué podría hacer, ni si sabría, ni nada.
Tragó saliva y terminó por girarse un poco, removerse, para quedar ella también ligeramente ladeada, tumbada de lado, apenas un poco, y estiró el cuello para besar los labios de Adnan. Llevó una de sus manos al pecho del chico, acariciando un poquito encima de la ropa, y terminando por estrechar la prenda del mismo entre los dedos.
Cogió un poco de aire y tras suspirar, expulsando el mismo, soltó la prenda del chico, haciendo el amago de bajar la mano, dejándola por el camino, mirando de reojo al chico. - ¿Qué.... hago? ¿Cómo lo hago? - Se sentía estúpida preguntándolo, pero...
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Adnan había decidido que él debía llevar la iniciativa con todo lo que ocurriera en ese momento, le hará preguntas, le intentaría ayudar a relajarse, pero la veía tan jodidamente nerviosa que era casi mejor no darle mucho peso en cuanto a acciones se refería. Podría intentar ayudarle a hacerla sentirse bien, por eso la acariciaba con tanto cuidado, no quería que se sintiera invadida, que pensara que él quería hacerle algo que a ella pudiera no agradarle, eso jamás.
Asintió ante su respuesta, que más bien fue una pregunta de nuevo. Si ella quería tocarle él estaría más que encantado de que lo hiciera, es más, había cierta parte de su cuerpo que estaba ansioso por sentir sus caricias, joder, estaba ya completamente erecto solo por lo que él le estaba haciendo a ella.
Cuando ella se movió para ponerse de frente a él la mano que intentaba sobarla no tuvo más remedio que salir de bajo su falda y terminar apoyada sobre su cadera, por un momento, él se quedó mirándola a los ojos, estaba a punto de quedarse dormido, necesitaba un poco de acción para que eso no pasara. Oyó entonces sus preguntas, sintiendo como soltaba (al fin) su camiseta para ir a hacer algo más pero sin saber cómo o qué, y eso le hacía un poco de gracia al chico. Ella debería saber que hacer o como, pero ni admitirlo querría, todo el mundo sabía que era el sexo ¿no?
Él mismo dudaba el que decirle, le puso medio bien la falda y cogió sus manos, las dos, para besarlas, y a ella la abrazó.
-Tranquila, tu solo haz lo que quieras ¿si? Y no estés incómoda… mira… o bueno, ten los ojos cerrados si quieres, no importa – su mira se refería obviamente a que él estaba guiando sus manos por su propio cuerpo, las puso, ambas, entre las suyas, y bajó desde su vientre hasta la zona de la entrepierna, sobre el pantalón, sería muy fácil que ella notara ahí algo que normalmente no estaba, algo que en circunstancias normales no sentía al abrazarlos -no tienes porque tocar solo aquí, tienes todo mi cuerpo y puedes besarlo o acariciarlo entero, por un rato será totalmente tuyo. – levantó su mano, liberando la de la chica y le acarició la barbilla para hacer que ella le mirase a los ojos -quiero que estés bien con todo esto así que hagámoslo despacio.
Ahora sí, le mostró una sonrisa que no estaba muy claro que ella hubiera visto o no. Por prevenir (y para que ella estuviera más cómoda) alcanzó la varita y señalando a las cortinas de la cama hizo que se corrieran rápidamente, dejándoles un espacio mucho más intimo para ellos dos. Entonces volvió a coger la mano de la chica y la dejó sobre su chaleco, ya le había dicho, él era feliz incluso si tan solo le acariciaba con cariño… mientras tanto su otra mano volvió a bajo su falda, y le instó a abrir un poco las piernas, un poquito al menos… esperando poder acariciar esa zona más sensible, quería hacerla sentir bien solo por dejarle hacer todo aquello.
Asintió ante su respuesta, que más bien fue una pregunta de nuevo. Si ella quería tocarle él estaría más que encantado de que lo hiciera, es más, había cierta parte de su cuerpo que estaba ansioso por sentir sus caricias, joder, estaba ya completamente erecto solo por lo que él le estaba haciendo a ella.
Cuando ella se movió para ponerse de frente a él la mano que intentaba sobarla no tuvo más remedio que salir de bajo su falda y terminar apoyada sobre su cadera, por un momento, él se quedó mirándola a los ojos, estaba a punto de quedarse dormido, necesitaba un poco de acción para que eso no pasara. Oyó entonces sus preguntas, sintiendo como soltaba (al fin) su camiseta para ir a hacer algo más pero sin saber cómo o qué, y eso le hacía un poco de gracia al chico. Ella debería saber que hacer o como, pero ni admitirlo querría, todo el mundo sabía que era el sexo ¿no?
Él mismo dudaba el que decirle, le puso medio bien la falda y cogió sus manos, las dos, para besarlas, y a ella la abrazó.
-Tranquila, tu solo haz lo que quieras ¿si? Y no estés incómoda… mira… o bueno, ten los ojos cerrados si quieres, no importa – su mira se refería obviamente a que él estaba guiando sus manos por su propio cuerpo, las puso, ambas, entre las suyas, y bajó desde su vientre hasta la zona de la entrepierna, sobre el pantalón, sería muy fácil que ella notara ahí algo que normalmente no estaba, algo que en circunstancias normales no sentía al abrazarlos -no tienes porque tocar solo aquí, tienes todo mi cuerpo y puedes besarlo o acariciarlo entero, por un rato será totalmente tuyo. – levantó su mano, liberando la de la chica y le acarició la barbilla para hacer que ella le mirase a los ojos -quiero que estés bien con todo esto así que hagámoslo despacio.
Ahora sí, le mostró una sonrisa que no estaba muy claro que ella hubiera visto o no. Por prevenir (y para que ella estuviera más cómoda) alcanzó la varita y señalando a las cortinas de la cama hizo que se corrieran rápidamente, dejándoles un espacio mucho más intimo para ellos dos. Entonces volvió a coger la mano de la chica y la dejó sobre su chaleco, ya le había dicho, él era feliz incluso si tan solo le acariciaba con cariño… mientras tanto su otra mano volvió a bajo su falda, y le instó a abrir un poco las piernas, un poquito al menos… esperando poder acariciar esa zona más sensible, quería hacerla sentir bien solo por dejarle hacer todo aquello.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Suspiró un poquito y se mordió el labio inferior, quedándose un momento con los ojos entrecerrados, terminando por abrirlos para quedarse mirando a su chico de forma tímida, sonrojada, tumbada de lado para poder estar mirando a Yesenes sin mucho problema, esperando en parte, escuchar sus palabras para saber qué o como hacer sentir bien al contrario...
Notó como el chico le acomodaba de buena manera la falda, y después como ambas manos suyas eran sostenidas por las del chico. Sonrió un poco con el beso que le dio en ellas y suspiró, mirándole atontada un poco, aún por supuesto, con la cara bastante sonrojada por todas aquellas cosas nuevas que estaban haciendo, y después el abrazo que le hizo entrecerrar un poquito los ojos, medio abrazándose ella contra él, pegándose a su cuerpo.
Escuchó sus palabras, quedando algo dudosa, pero al escuchar como le decía que tuviese los ojos cerrados, ella hizo caso y dejó que sus manos fuesen guiadas por las de Adnan, notando el recorrido que estaba marcado por las manos de él. Tragó saliva, volviéndose a poner algo nerviosa por haber tocado aquello, por mucho que hubiese sido con prendas de por medio, y en cuando el egipcio volvió a hablar, ella abrió los ojos para mirar a los del contrario.
Sus palabras le hicieron sonreír, y ella asintió suavemente con la cabeza. - Totalmente mío... igual que tú entero siempre... y yo tuya... - Susurró contra los labios de él antes de darle un suave besito, volviendo a cerrar los ojos en ese momento.
Sus manos fueron liberadas, y ella abrió los ojos, escuchando las nuevas palabras de su chico, a las que ella misma asintió un poco, y terminó por alzar el rostro para mirarle fijamente a los ojos cuando él, con un suave gesto en el que le sostenía d ella barbilla, le obligaba a hacerlo.
Dudosa miró alrededor, pero vio como al parecer a Adnan había leído sus pensamientos, y las cortinas no tardaron en quedar cubriendo la cama, suspirando un poquito... al menos así, no daría tanta vergüenza, y si se daba el caso de que no entraba nadie, no le verían así. Fue a mirar al muchacho y notó como le cogía la mano y la apartaba, como la dejaba sobre su camiseta, sobre su pecho, tal y como ella antes la había tenido.
Se sonrojó de nuevo, adquiriendo aquél tono colorado en sus mejillas, su rostro en general, cuando la mano de su chico volvía a bajar, instándole a que abriese un poco las piernas, cosa que hizo, apenas muy muy poquito, pero... ahora ella también tenía que hacer algo, por él.
Bajó la cabeza para mirar aquello que antes había tocado, y al verse, de nuevo, con los pechos descubiertos, ya que aún no se había vuelto a poner bien el sostén, seguía con la camiseta alzada y la sudadera abierta, lo primero que hizo fue bajarse el sujetador para quedar cubriéndose de nuevo los pechos, así mejor... Suspiró un poquito, y con el ceño ligeramente fruncido, decidida, llevó la mano al bulto que era la entrepierna de Adnan, empezando a acariciar de forma algo suave por encima del pantalón, después mirándole a él de reojillo, acabando por dedicarse a acariciarle con algo más de insistencia, no de forma tan floja como había hecho antes.
Dudó de nuevo, pero lanzándole una miradita a su novio, en la que le trataba de pedir permiso, volvió a bajar la vista para, ahora con ambas manos en el broche del pantalón del mismo, se dedicó a desabrocharlo para después, tras haberse vuelto a quedar dudando, meter la mano dentro del pantalón, ahora ya simplemente repitiendo aquellas caricias torpes que trataban de hacer sentir bien a su pareja, por encima de la prenda interior, notando el calor del cuerpo de él en la palma de la mano.
Notó como el chico le acomodaba de buena manera la falda, y después como ambas manos suyas eran sostenidas por las del chico. Sonrió un poco con el beso que le dio en ellas y suspiró, mirándole atontada un poco, aún por supuesto, con la cara bastante sonrojada por todas aquellas cosas nuevas que estaban haciendo, y después el abrazo que le hizo entrecerrar un poquito los ojos, medio abrazándose ella contra él, pegándose a su cuerpo.
Escuchó sus palabras, quedando algo dudosa, pero al escuchar como le decía que tuviese los ojos cerrados, ella hizo caso y dejó que sus manos fuesen guiadas por las de Adnan, notando el recorrido que estaba marcado por las manos de él. Tragó saliva, volviéndose a poner algo nerviosa por haber tocado aquello, por mucho que hubiese sido con prendas de por medio, y en cuando el egipcio volvió a hablar, ella abrió los ojos para mirar a los del contrario.
Sus palabras le hicieron sonreír, y ella asintió suavemente con la cabeza. - Totalmente mío... igual que tú entero siempre... y yo tuya... - Susurró contra los labios de él antes de darle un suave besito, volviendo a cerrar los ojos en ese momento.
Sus manos fueron liberadas, y ella abrió los ojos, escuchando las nuevas palabras de su chico, a las que ella misma asintió un poco, y terminó por alzar el rostro para mirarle fijamente a los ojos cuando él, con un suave gesto en el que le sostenía d ella barbilla, le obligaba a hacerlo.
Dudosa miró alrededor, pero vio como al parecer a Adnan había leído sus pensamientos, y las cortinas no tardaron en quedar cubriendo la cama, suspirando un poquito... al menos así, no daría tanta vergüenza, y si se daba el caso de que no entraba nadie, no le verían así. Fue a mirar al muchacho y notó como le cogía la mano y la apartaba, como la dejaba sobre su camiseta, sobre su pecho, tal y como ella antes la había tenido.
Se sonrojó de nuevo, adquiriendo aquél tono colorado en sus mejillas, su rostro en general, cuando la mano de su chico volvía a bajar, instándole a que abriese un poco las piernas, cosa que hizo, apenas muy muy poquito, pero... ahora ella también tenía que hacer algo, por él.
Bajó la cabeza para mirar aquello que antes había tocado, y al verse, de nuevo, con los pechos descubiertos, ya que aún no se había vuelto a poner bien el sostén, seguía con la camiseta alzada y la sudadera abierta, lo primero que hizo fue bajarse el sujetador para quedar cubriéndose de nuevo los pechos, así mejor... Suspiró un poquito, y con el ceño ligeramente fruncido, decidida, llevó la mano al bulto que era la entrepierna de Adnan, empezando a acariciar de forma algo suave por encima del pantalón, después mirándole a él de reojillo, acabando por dedicarse a acariciarle con algo más de insistencia, no de forma tan floja como había hecho antes.
Dudó de nuevo, pero lanzándole una miradita a su novio, en la que le trataba de pedir permiso, volvió a bajar la vista para, ahora con ambas manos en el broche del pantalón del mismo, se dedicó a desabrocharlo para después, tras haberse vuelto a quedar dudando, meter la mano dentro del pantalón, ahora ya simplemente repitiendo aquellas caricias torpes que trataban de hacer sentir bien a su pareja, por encima de la prenda interior, notando el calor del cuerpo de él en la palma de la mano.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Al notar el alivio de la chica cuando cerró las cortinas sintió que había hecho algo bien. Al menos poco a poco parecía ganarse la confianza de ella y no había pasado como aquella última vez, que casi se pone a llorar, seguramente de lo brusco que había resultado ser.
Se mordió ligeramente la boca y sintió como además, había separado un poco las piernas, lo justo para dar a entender que estaba dispuesta a ello, bueno, era un paso, aún ni le entraba un cuarto de mano entre ellas, pero poco a poco…
Hizo que apartara un poco más las piernas, sin brusquedad, aprovechando que ella se ponía bien el sujetador, una cosa a cambio de la otra… y de pronto sintió su mano, cuando él estaba completamente concentrado en ir a intentar esquivar su braguita, y aquello lo desconcentró del todo, total y completamente. La miró de soslayo viéndola tan roja como un tomate, antojándosele la chica más linda que jamás hubiera visto hasta ese momento… y todo aquello que hacía era completamente inesperado.
Se mordió el labio al notar como la chica incluso estaba desabrochando el pantalón, iba a sacarle ventaja, lo sentía, notaba sus caricias de manera demasiado notable, notaba como ella hacía aquello que él llevaba tantísimo tiempo deseando notar. La chica podría notar su dureza, el calor que salía de él, los leves movimientos que hacía de manera totalmente involuntarios.
Se puso de tal forma que ella estuviera un poquito más cómoda para hacer aquello e incluso levantó un poco el trasero para bajar los pantalones ligeramente (solo hasta que no le molestasen). Entonces él también se puso manos a la obra, con algo más de osadía que antes bordeó la ropa interior y metió su mano, o lo que entraba de la misma, por dentro de la pequeña prendita, comenzó a masajear suavemente, buscando donde tocar, esperando reacciones, iba despacio, apretando, rozando, según lo que ella hacía y cómo reaccionaba insistía en determinadas partes.
Se tomó su tiempo con aquello, se giró, seguía sintiendo las caricias que le regalaba la muchacha y de vez en cuando se le escapaba algún mínimo jadeo. Se mordió un poquito la mejilla por dentro y no tardó en girarse, ponerse sobre ella, en la posición de antes, y comenzar a comerle la boca ansioso, necesitado, completamente caliente, sabía que no iba a dejarle hacer mucho más que eso, pero él iba a hacer que al menos esa vez, ambos, se quedaran satisfechos.
-Hazlo así mejor … – jadeó contra su boca mientras una de las manos liberaba el miembro de la ropa interior, quería notarla, pero de verdad, así ella también lo tendría más cómodo y más aún en aquella posición.
Dicho aquello volvió a su tarea, notaba la humedad normal en aquella zona, pero también sentía lo nerviosa que estaba, y como cada vez que presionaba un poquito para hacer algo más que sobar por encima su cuerpo se cerraba directamente, aquello sería otro día, con más tranquilidad, un día que se consagrara por entero a su cuerpo, que ella se dejara hacer y él la pudiera relajar del todo, o sería imposible. Sabiendo eso, volvió a sobar en la parte más alta de su entrepierna, donde sabía (porque lo había visto y comprobado) que sería donde más le gustaría.
Se mordió ligeramente la boca y sintió como además, había separado un poco las piernas, lo justo para dar a entender que estaba dispuesta a ello, bueno, era un paso, aún ni le entraba un cuarto de mano entre ellas, pero poco a poco…
Hizo que apartara un poco más las piernas, sin brusquedad, aprovechando que ella se ponía bien el sujetador, una cosa a cambio de la otra… y de pronto sintió su mano, cuando él estaba completamente concentrado en ir a intentar esquivar su braguita, y aquello lo desconcentró del todo, total y completamente. La miró de soslayo viéndola tan roja como un tomate, antojándosele la chica más linda que jamás hubiera visto hasta ese momento… y todo aquello que hacía era completamente inesperado.
Se mordió el labio al notar como la chica incluso estaba desabrochando el pantalón, iba a sacarle ventaja, lo sentía, notaba sus caricias de manera demasiado notable, notaba como ella hacía aquello que él llevaba tantísimo tiempo deseando notar. La chica podría notar su dureza, el calor que salía de él, los leves movimientos que hacía de manera totalmente involuntarios.
Se puso de tal forma que ella estuviera un poquito más cómoda para hacer aquello e incluso levantó un poco el trasero para bajar los pantalones ligeramente (solo hasta que no le molestasen). Entonces él también se puso manos a la obra, con algo más de osadía que antes bordeó la ropa interior y metió su mano, o lo que entraba de la misma, por dentro de la pequeña prendita, comenzó a masajear suavemente, buscando donde tocar, esperando reacciones, iba despacio, apretando, rozando, según lo que ella hacía y cómo reaccionaba insistía en determinadas partes.
Se tomó su tiempo con aquello, se giró, seguía sintiendo las caricias que le regalaba la muchacha y de vez en cuando se le escapaba algún mínimo jadeo. Se mordió un poquito la mejilla por dentro y no tardó en girarse, ponerse sobre ella, en la posición de antes, y comenzar a comerle la boca ansioso, necesitado, completamente caliente, sabía que no iba a dejarle hacer mucho más que eso, pero él iba a hacer que al menos esa vez, ambos, se quedaran satisfechos.
-Hazlo así mejor … – jadeó contra su boca mientras una de las manos liberaba el miembro de la ropa interior, quería notarla, pero de verdad, así ella también lo tendría más cómodo y más aún en aquella posición.
Dicho aquello volvió a su tarea, notaba la humedad normal en aquella zona, pero también sentía lo nerviosa que estaba, y como cada vez que presionaba un poquito para hacer algo más que sobar por encima su cuerpo se cerraba directamente, aquello sería otro día, con más tranquilidad, un día que se consagrara por entero a su cuerpo, que ella se dejara hacer y él la pudiera relajar del todo, o sería imposible. Sabiendo eso, volvió a sobar en la parte más alta de su entrepierna, donde sabía (porque lo había visto y comprobado) que sería donde más le gustaría.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Había separado un poco más las piernas cuando notó como el egipcio le pedía aquello con el gesto de su propia mano que andaba por aquella misma zona, y ella no iba a quedarse quieta.
En la tarea de desabrocharle el pantalón a su novio, fue bastante de ayuda que el mismo alzase un poco las caderas para ayudar un poco, de paso, viendo como los mismos eran muy levemente bajados para, probablemente mayor comodidad, sino para qué, ¿no? Miró un momentito a Adnan de reojo, notando como las mejillas le ardían, y volvió a bajar la vista, colando la mano por dentro de los pantalones para que estos se bajasen un poco más antes de que Yesenes volviese a acomodarse sobre la cama, y ella simplemente siguió con aquello mismo, sobeteando la entrepierna del chico que a pesar de tener la prenda de por medio, podía sentir sin problema el calor que tenía ahí acumulado, e incluso los leve movimientos que hacía el cuerpo de él.
Sintió como las manos de él volvían a hacer. Notó como sus dedos acariciaban el filo de su braguita y como terminaban por colarse por dentro, haciendo que la chica cerrase los ojos, avergonzada, y suspiró un poco de forma que no pudo remediar al sentir según y que caricia realizaba el egipcio, mordiéndose un momento la boquita, queriendo esconder el rostro contra el pecho o el cuello de él, sin dejar en ningún momento de darle a él sus atenciones también.
Tuvo que apartar la mano de aquella zona en el momento en que sin previo aviso, Adnan se movió – y él también dejó su tarea - para quedar colocado del mismo modo en el que habían estado un momento hacía un rato, habiendo abierto los ojos para quedarse mirándole un poco, pero apenas volviendo a cerrarlos en el momento que el chico inició un nuevo beso, fogoso, ansioso, al que la coreana correspondió del mimo modo como buenamente pudo, o mas bien, como buenamente consiguió hacerlo.
Cuando el mismo se deshizo la chica trató de alargarlo lo máximo posible, estirando el cuello queriendo seguir con el beso, pero desistiendo para quedar con la cabeza apoyada sobre la almohada, y los labios de él muy cerca de los propios, suspirando, notando el cálido aliento de él rozar sus labios en el momento en el que le habló. Le escuchó y por el rabillo del ojo vio el gesto que él mismo hacía para librarse algo, al menos, de la ropa interior, tragando saliva, habiéndose puesto algo más nerviosa de golpe, incluso habiéndose sonrojado más si era posible por aquello.
No tardó en volver a notar como el chico llevaba de nuevo la mano a su entrepierna, y ella lo imitó, llevando una de sus manos de forma algo dudosa a su entrepierna para acariciar en un principio su entrepierna desnuda, y terminar de forma torpe agarrando la misma antes de hacer los lógicos movimientos con la mano, también torpemente.
En una de esas que sintió como el chico trataba de irrumpir en su interior con uno de sus dedos, en uno de aquellos movimientos de fricción, no solo se tensó aquella parte impidiéndole hacer, sino que ella misma se tensó entera por un momento y llegó a apretar la mano, no demasiado, pero al fin y al cabo haciéndolo. Se disculpó en voz baja y se mordió un poquito el labio inferior, apenas un momento.
Respiraba de manera entrecortada, notaba la temperatura de su cuerpo elevándose cada vez más, el calor invadiéndole, pero también los nervios y en parte la duda. Sentía que sus propios movimientos eran torpes, y no sabía segura de si lo estaba haciendo bien, de si estaba haciéndolo de forma que le gustase a Adnan.
Gimió bajito apenas un momento en el que sintió como el chico se centraba por un mismo momento en aquella zona tan sensible, no tardando en entreabrir un poco los ojos antes de hablar. - Ad... tengo calor... mucho... - Y era normal, seguía prácticamente con la sudadera incluso, totalmente vestida.
En la tarea de desabrocharle el pantalón a su novio, fue bastante de ayuda que el mismo alzase un poco las caderas para ayudar un poco, de paso, viendo como los mismos eran muy levemente bajados para, probablemente mayor comodidad, sino para qué, ¿no? Miró un momentito a Adnan de reojo, notando como las mejillas le ardían, y volvió a bajar la vista, colando la mano por dentro de los pantalones para que estos se bajasen un poco más antes de que Yesenes volviese a acomodarse sobre la cama, y ella simplemente siguió con aquello mismo, sobeteando la entrepierna del chico que a pesar de tener la prenda de por medio, podía sentir sin problema el calor que tenía ahí acumulado, e incluso los leve movimientos que hacía el cuerpo de él.
Sintió como las manos de él volvían a hacer. Notó como sus dedos acariciaban el filo de su braguita y como terminaban por colarse por dentro, haciendo que la chica cerrase los ojos, avergonzada, y suspiró un poco de forma que no pudo remediar al sentir según y que caricia realizaba el egipcio, mordiéndose un momento la boquita, queriendo esconder el rostro contra el pecho o el cuello de él, sin dejar en ningún momento de darle a él sus atenciones también.
Tuvo que apartar la mano de aquella zona en el momento en que sin previo aviso, Adnan se movió – y él también dejó su tarea - para quedar colocado del mismo modo en el que habían estado un momento hacía un rato, habiendo abierto los ojos para quedarse mirándole un poco, pero apenas volviendo a cerrarlos en el momento que el chico inició un nuevo beso, fogoso, ansioso, al que la coreana correspondió del mimo modo como buenamente pudo, o mas bien, como buenamente consiguió hacerlo.
Cuando el mismo se deshizo la chica trató de alargarlo lo máximo posible, estirando el cuello queriendo seguir con el beso, pero desistiendo para quedar con la cabeza apoyada sobre la almohada, y los labios de él muy cerca de los propios, suspirando, notando el cálido aliento de él rozar sus labios en el momento en el que le habló. Le escuchó y por el rabillo del ojo vio el gesto que él mismo hacía para librarse algo, al menos, de la ropa interior, tragando saliva, habiéndose puesto algo más nerviosa de golpe, incluso habiéndose sonrojado más si era posible por aquello.
No tardó en volver a notar como el chico llevaba de nuevo la mano a su entrepierna, y ella lo imitó, llevando una de sus manos de forma algo dudosa a su entrepierna para acariciar en un principio su entrepierna desnuda, y terminar de forma torpe agarrando la misma antes de hacer los lógicos movimientos con la mano, también torpemente.
En una de esas que sintió como el chico trataba de irrumpir en su interior con uno de sus dedos, en uno de aquellos movimientos de fricción, no solo se tensó aquella parte impidiéndole hacer, sino que ella misma se tensó entera por un momento y llegó a apretar la mano, no demasiado, pero al fin y al cabo haciéndolo. Se disculpó en voz baja y se mordió un poquito el labio inferior, apenas un momento.
Respiraba de manera entrecortada, notaba la temperatura de su cuerpo elevándose cada vez más, el calor invadiéndole, pero también los nervios y en parte la duda. Sentía que sus propios movimientos eran torpes, y no sabía segura de si lo estaba haciendo bien, de si estaba haciéndolo de forma que le gustase a Adnan.
Gimió bajito apenas un momento en el que sintió como el chico se centraba por un mismo momento en aquella zona tan sensible, no tardando en entreabrir un poco los ojos antes de hablar. - Ad... tengo calor... mucho... - Y era normal, seguía prácticamente con la sudadera incluso, totalmente vestida.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Estaba claro que Adnan estaba disfrutando de aquello demasiado. Ese momento era el más cercano a un polvo de lo que había estado en meses. Y con ella parecía ser tan jodidamente distinto que con las demás que se veía incapaz de fallar, se sentía seguro de sí mismo, Rang le trasmitía esa seguridad y sabía ya demasiado bien el porqué de sus problemas para tirarse a quien quiera que fuera… aquellas fingidas inseguridades no eran más que miedos pasados, gilipolleces que no se volverían a repetir, y con ella, parecía, que todo era siempre mejor.
En ese momento estaban en la posición indicada si es que alguno de los dos quería dar un pequeño paso adelante y comenzar a hacer mil cosas más. En ese momento Adnan podría adelantarse un poco, dejarse caer y empujar su cadera contra la de Rang para embestirla con la suavidad que ella se merecía… pero no, estaban haciendo aquello despacio, y por mucho que el instinto más básico del egipcio le pidiera llegar a buen término esa situación, él ignoraría a dicho instinto y lo ocultaría bajo mil y una capas de fuerza de voluntad.
Cuando sintió como apretaba su miembro entre las manos de su boca salió un quejido, pero no fue por disgusto o porque le doliera, no, aquello se debió más bien a que el placer que sentía al ser apretado de pronto le impidió cerrar la boca y no emitir sonido, cosa que estaba procurando hacer para no avergonzarla aún más. A la disculpa simplemente volvió a besarla, con más ganas aún de ser posible, y siguió con aquella, quería hacerla disfrutar de su cuerpo y que viera que no era algo a temer o de lo que avergonzarse.
-¿Quieres…? – negó con la cabeza un poquito y sonrió de medio lado, si le preguntaba diría que no o que le daba vergüenza, así que simplemente se movió por él mismo, paró el sobeteo, la besó de nuevo, y entonces le ayudó a sentarse junto a él, sonriéndole. El chico no sentía vergüenza ni pudor por tener aquella parte del cuerpo desnuda, sabía que además ella no le miraría directamente si podía evitarlo. Comenzó a quitarle la sudadera -así mejor… - susurró aquello bajito y también le sacó el chaleco, dejándola solamente con la ropa interior y tan guapa como siempre -ahora te ayudo a que se te quite del todo el calor.
Dicho aquello sonrió abiertamente y se lamió un poquito el labio, juguetón, y volvió a tocar su cuerpo, su pecho, su cintura, bajó a su entrepierna y en cuanto se sintió listo para ella fue hasta su oído, a hablarle en un susurro.
-Déjame hacer un momento… quiero que lo sientas, cierra los ojos y relájate, después me haces lo que quieras si es que te gusta.
Le hizo un gesto para que se tumbara, en un principio había pensado en darle otro tipo de placer del que le había proporcionado hasta ese momento, algo más… húmedo, por decirlo suavemente, pero sentía que si osaba a acercarse a esa zona con la boca igual se ganaba una patada y ella moría de vergüenza, prefería dar pasos cortos pero seguros. De modo que no tardó nada en volver a sobarle la entrepierna con ambas manos, usando cada una de una forma distinta, intentando que su cuerpo reaccionara bien, hacerla correrse por primera vez en su vida, con algo de suerte… lo lograba ¿no?
En ese momento estaban en la posición indicada si es que alguno de los dos quería dar un pequeño paso adelante y comenzar a hacer mil cosas más. En ese momento Adnan podría adelantarse un poco, dejarse caer y empujar su cadera contra la de Rang para embestirla con la suavidad que ella se merecía… pero no, estaban haciendo aquello despacio, y por mucho que el instinto más básico del egipcio le pidiera llegar a buen término esa situación, él ignoraría a dicho instinto y lo ocultaría bajo mil y una capas de fuerza de voluntad.
Cuando sintió como apretaba su miembro entre las manos de su boca salió un quejido, pero no fue por disgusto o porque le doliera, no, aquello se debió más bien a que el placer que sentía al ser apretado de pronto le impidió cerrar la boca y no emitir sonido, cosa que estaba procurando hacer para no avergonzarla aún más. A la disculpa simplemente volvió a besarla, con más ganas aún de ser posible, y siguió con aquella, quería hacerla disfrutar de su cuerpo y que viera que no era algo a temer o de lo que avergonzarse.
-¿Quieres…? – negó con la cabeza un poquito y sonrió de medio lado, si le preguntaba diría que no o que le daba vergüenza, así que simplemente se movió por él mismo, paró el sobeteo, la besó de nuevo, y entonces le ayudó a sentarse junto a él, sonriéndole. El chico no sentía vergüenza ni pudor por tener aquella parte del cuerpo desnuda, sabía que además ella no le miraría directamente si podía evitarlo. Comenzó a quitarle la sudadera -así mejor… - susurró aquello bajito y también le sacó el chaleco, dejándola solamente con la ropa interior y tan guapa como siempre -ahora te ayudo a que se te quite del todo el calor.
Dicho aquello sonrió abiertamente y se lamió un poquito el labio, juguetón, y volvió a tocar su cuerpo, su pecho, su cintura, bajó a su entrepierna y en cuanto se sintió listo para ella fue hasta su oído, a hablarle en un susurro.
-Déjame hacer un momento… quiero que lo sientas, cierra los ojos y relájate, después me haces lo que quieras si es que te gusta.
Le hizo un gesto para que se tumbara, en un principio había pensado en darle otro tipo de placer del que le había proporcionado hasta ese momento, algo más… húmedo, por decirlo suavemente, pero sentía que si osaba a acercarse a esa zona con la boca igual se ganaba una patada y ella moría de vergüenza, prefería dar pasos cortos pero seguros. De modo que no tardó nada en volver a sobarle la entrepierna con ambas manos, usando cada una de una forma distinta, intentando que su cuerpo reaccionara bien, hacerla correrse por primera vez en su vida, con algo de suerte… lo lograba ¿no?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Entreabrió los ojos para mirarle, mordiéndose un poquito el labio inferior al haber escuchado aquél sonido que le chico había emitido. Sentía su propia respiración agitada, conseguía incluso ver el movimiento de su propia respiración, el subir y bajar, el vaivén que hacía su pecho constantemente debido a la respiración de si misma.
Y un nuevo beso que hizo que la chica se abandonase un poco, que correspondiese al mismo con las mismas ganas que había empezado el egipcio el beso, atreviéndose incluso a llevar la otra mano que tenía libre al cuello de Yesenes, acariciándolo suave, apenas con la yema de los dedos, mientras con la otra mano no dejaba de hacer.
Con el inicio de la pregunta la coreana entreabrió los ojos para mirarle, pero el vio negar y ella apenas, con los labios ligeramente entreabiertos, ladeó un poco la cabeza, viendo al muchacho sonreír.
Cuando él se movió, dejo de tocarle, y dejó de ser tocada para terminar, con la misma ayuda de él y tras un beso, por quedarse sentada sobre la cama, mirándole fijamente a los ojos, desviando finalmente a sus labios para no morir de tanta vergüenza,... pero dejaría la mirada fija ahí, ya que si bajaba más aún los ojos y se encontraba con... aquello, si que terminaría por morirse de vergüenza completamente.
Park se dejó quitar la sudadera sin mucha dificultad, incluso ayudándole a él, y después, con algo más de reparo pero terminando por dejarle, a fin de cuentas... lo que eso cubría ya lo habría visto, también le dejó que le quitase la camiseta.
Las palabras aquellas le hicieron parpadear un poco, curiosa, y alzó la vista a las orbes claras del chico un momento antes de volver a desviar la mirada, sonrojándose de nuevo hasta el límite.
El egipcio se acercó a ella de nuevo tras que se hubiese relamido y ella mirase el gesto suave de su lengua y sintió sus manos, sus besos, sus caricias por su cuerpo, pecho, cintura, piernas,... apenas consiguiendo que ella misma se encogiese algo de hombros y cerrase un poquito las piernas, avergonzada, y algo incómoda en aquella posición, notando como las piernas incluso le temblaban ligeramente, por los nervios otra vez.
Se miró a si misma cuando le escuchó aquello, como le pedía que se tumbase y dejase hacer... ¡¿hacer el que?! Se mordió un poco el labio inferior, y pensó que se veía ridícula totalmente solo con la falda puesta a parte de la ropa interior y las medias altas que llevaba en ese preciso instante, como casi siempre solía llevar cuando iba con prendas que eran mas bien de pierna descubierta.
Terminó por tumbarse, tal y como Yesenes le hubo dicho, y cerró los ojos.
Se mordió la boquita y frunció un poquito el ceño, sintiendo como el chico se dedicaba a hacer aquello. Removía un poco las piernas de vez en cuando, y en ciertos momentos que dejaba de morderse la boca para coger aire por la misma, algún que otro sonidito escapaba tímidamente de entre sus labios, haciendo que ella misma se removiese un poco bajo el cuerpo del egipcio, removiendo las piernas.
Con la cabeza girada hacia un lado, ladeada, entreabrió un poco uno d ellos ojos para mirarle, apoyando una de las manos sobre el pecho de Adnan. - Y-yo... - Le daba vergüenza, le habría gustado preguntarle si quería que le tocase, pero en vez de eso, volviendo a cerrar los ojos, empezó a bajar aquella misma mano hacia la entrepierna de Yesenes para hacer lo mismo de antes.
Y un nuevo beso que hizo que la chica se abandonase un poco, que correspondiese al mismo con las mismas ganas que había empezado el egipcio el beso, atreviéndose incluso a llevar la otra mano que tenía libre al cuello de Yesenes, acariciándolo suave, apenas con la yema de los dedos, mientras con la otra mano no dejaba de hacer.
Con el inicio de la pregunta la coreana entreabrió los ojos para mirarle, pero el vio negar y ella apenas, con los labios ligeramente entreabiertos, ladeó un poco la cabeza, viendo al muchacho sonreír.
Cuando él se movió, dejo de tocarle, y dejó de ser tocada para terminar, con la misma ayuda de él y tras un beso, por quedarse sentada sobre la cama, mirándole fijamente a los ojos, desviando finalmente a sus labios para no morir de tanta vergüenza,... pero dejaría la mirada fija ahí, ya que si bajaba más aún los ojos y se encontraba con... aquello, si que terminaría por morirse de vergüenza completamente.
Park se dejó quitar la sudadera sin mucha dificultad, incluso ayudándole a él, y después, con algo más de reparo pero terminando por dejarle, a fin de cuentas... lo que eso cubría ya lo habría visto, también le dejó que le quitase la camiseta.
Las palabras aquellas le hicieron parpadear un poco, curiosa, y alzó la vista a las orbes claras del chico un momento antes de volver a desviar la mirada, sonrojándose de nuevo hasta el límite.
El egipcio se acercó a ella de nuevo tras que se hubiese relamido y ella mirase el gesto suave de su lengua y sintió sus manos, sus besos, sus caricias por su cuerpo, pecho, cintura, piernas,... apenas consiguiendo que ella misma se encogiese algo de hombros y cerrase un poquito las piernas, avergonzada, y algo incómoda en aquella posición, notando como las piernas incluso le temblaban ligeramente, por los nervios otra vez.
Se miró a si misma cuando le escuchó aquello, como le pedía que se tumbase y dejase hacer... ¡¿hacer el que?! Se mordió un poco el labio inferior, y pensó que se veía ridícula totalmente solo con la falda puesta a parte de la ropa interior y las medias altas que llevaba en ese preciso instante, como casi siempre solía llevar cuando iba con prendas que eran mas bien de pierna descubierta.
Terminó por tumbarse, tal y como Yesenes le hubo dicho, y cerró los ojos.
Se mordió la boquita y frunció un poquito el ceño, sintiendo como el chico se dedicaba a hacer aquello. Removía un poco las piernas de vez en cuando, y en ciertos momentos que dejaba de morderse la boca para coger aire por la misma, algún que otro sonidito escapaba tímidamente de entre sus labios, haciendo que ella misma se removiese un poco bajo el cuerpo del egipcio, removiendo las piernas.
Con la cabeza girada hacia un lado, ladeada, entreabrió un poco uno d ellos ojos para mirarle, apoyando una de las manos sobre el pecho de Adnan. - Y-yo... - Le daba vergüenza, le habría gustado preguntarle si quería que le tocase, pero en vez de eso, volviendo a cerrar los ojos, empezó a bajar aquella misma mano hacia la entrepierna de Yesenes para hacer lo mismo de antes.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Notaba sus nervios, la tensión que tenía encima, como le temblaban las piernas y su inseguridad ante todo, pero había que decir que lo estaba intentando con tantas ganas que a Adnan le estaba dando incluso cosilla no detenerse, al fin y al cabo ahí estaban, haciendo lo que él quería, con ella, había logrado más de lo que se había atrevido a soñar (que ella lo tocara casi sin que se lo pidiera) y encima de todo estaba dándole placer a ella, intentando que de ese modo comenzara a sentirse mucho más cómoda con todo el asunto de la sexualidad.
Cuando de pronto sintió como ella misma estaba masturbándole se preguntó si estaría bien hacer “más”. Pero lo pensó un solo instante, justo el momento en el que volvió a insistir con su dedo en intentar entrar en su cuerpo y se cerraba en banda. No había forma ni modo, ella no parecía querer aquello y no iba a insistir así que siguió con el movimiento de su mano, parando un poco, sintiéndose agotado, sobre todo por culpa de los movimientos de la chica, que aunque no fueran movimientos expertos eran lo suficientemente buenos en esa zona tan sensible de su cuerpo como para que él los notara, muchísimo, y los disfrutara como si no hubiera nada mejor en el mundo.
Aún con todo aquello continuó besándola, usaba una mano para centrarse en su entrepierna y con la otra de vez en cuando le acariciaba un pecho, la cintura, el cuello, la trataba con todo el mimo y el cuidado del mundo y se acercó de nuevo para hablarle en susurros.
-Me gusta demasiado como lo haces – habló entrecortadamente, quería hacer que se relajara aún más, que se sintiera segura de sus movimientos, forma de hacerlo, quería que se corriera pero no quería pedírselo directamente… pero él sentía que no iba a tardar en terminar y en parte le daba cosa hacerlo mientras ella tenía ahí la mano, no sabía cómo le sentaría. Dio por hecho que Rang conocía el fluido del cual nacían los niños (futura medimaga, eso lo tiene que saber) de modo que simplemente respiró ajetreado en su oído aún -cr… voy a correr - la mitad de la frase quedó apagada en un jadeo no llevaban poco tiempo así y él sentía que iba a morir -puedes…. Parar.
Que leyera entre líneas, carajos, no podía hablar más…
Cuando de pronto sintió como ella misma estaba masturbándole se preguntó si estaría bien hacer “más”. Pero lo pensó un solo instante, justo el momento en el que volvió a insistir con su dedo en intentar entrar en su cuerpo y se cerraba en banda. No había forma ni modo, ella no parecía querer aquello y no iba a insistir así que siguió con el movimiento de su mano, parando un poco, sintiéndose agotado, sobre todo por culpa de los movimientos de la chica, que aunque no fueran movimientos expertos eran lo suficientemente buenos en esa zona tan sensible de su cuerpo como para que él los notara, muchísimo, y los disfrutara como si no hubiera nada mejor en el mundo.
Aún con todo aquello continuó besándola, usaba una mano para centrarse en su entrepierna y con la otra de vez en cuando le acariciaba un pecho, la cintura, el cuello, la trataba con todo el mimo y el cuidado del mundo y se acercó de nuevo para hablarle en susurros.
-Me gusta demasiado como lo haces – habló entrecortadamente, quería hacer que se relajara aún más, que se sintiera segura de sus movimientos, forma de hacerlo, quería que se corriera pero no quería pedírselo directamente… pero él sentía que no iba a tardar en terminar y en parte le daba cosa hacerlo mientras ella tenía ahí la mano, no sabía cómo le sentaría. Dio por hecho que Rang conocía el fluido del cual nacían los niños (futura medimaga, eso lo tiene que saber) de modo que simplemente respiró ajetreado en su oído aún -cr… voy a correr - la mitad de la frase quedó apagada en un jadeo no llevaban poco tiempo así y él sentía que iba a morir -puedes…. Parar.
Que leyera entre líneas, carajos, no podía hablar más…
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Soltaba algún que otro jadeito suave, algún que otro gemidito incluso de vez en cuando, sintiéndose estremecer, teniendo que suspirar de forma entrecortada con según qué gesto que hacía su novio sobre su cuerpo, en aquella zona tan íntima y sensible. Respiraba cada vez de forma más agitada y notaba como los nervios se iban disipando en cada momento, a excepción de esas veces en las que Adnan trataba de irrumpir en su interior, sintiéndolo y evitando su propio cuerpo que aquello pasase, consiguiendo de paso que los nervios invadiesen su cuerpo.
De vez en cuando ejercía algo más de presión en la erección del chico, a raíz de los mismos gestos de él, por culpa de lo que él le hacía a ella, por la forma en que hacía reaccionar a su cuerpo.
Le notó parar y abrió un poco los ojos, mirándole fijamente a sus orbes claras, y mordiéndose un momentito la boca, el labio inferior, tragando saliva, de paso aprovechando para tratar de recomponerse aunque fuera un poco.
También aprovechó ese momento para bajar la otra mano a la entrepierna de Yesenes y aprovechar a que mientras seguía haciendo aquello mismo con la mano que llevaba en eso un rato, con la contraria acariciar un poco su abdomen y de paso después el glande de él, por probar, viendo como reaccionaba su cuerpo a aquella nueva caricia.
Los besos y todo aquello estaban consiguiendo que la coreana cada vez estuviese, se sintiese más ansiosa, sobre todo tras cerciorarse de que le muchacho no tenía pinta de ir a volver a intentar aquello que le medio fastidiaba el momento. Removía un poco las piernas de vez en cuando, sintiéndose algo rara.
Cuando le escuchó hablar, de nuevo el rubor volvió a agolparse en sus mejillas, y tuvo que humedecerse un poquito los labios con la punta de la lengua, habiendo sentido como se le habían secado los mismos. Tragó después un poquito saliva y en el momento en que escuchó aquellas advertencias, palabras de su chico, se quedó un momento dudosa, sin saber realmente que hacer... si dejar todo aquello que estaba haciendo, o seguir estimulándole hasta que terminase por cumplirse aquello que acababa de decir. No sería muy bonito hacer eso primero, al menos fue lo que ella simplemente pensó...
Cogió una bocanada de aire y besando a Adnan de nuevo, no detuvo sus gestos, sino que podría decirse que algunas de sus caricias, aquellas en la zona más sensible del chico, se intensificaron. - No.. no te preocupes. - Susurró contra sus labios y le sonrió tiernamente un poco antes de volver a besarle, sin detenerse.
De vez en cuando ejercía algo más de presión en la erección del chico, a raíz de los mismos gestos de él, por culpa de lo que él le hacía a ella, por la forma en que hacía reaccionar a su cuerpo.
Le notó parar y abrió un poco los ojos, mirándole fijamente a sus orbes claras, y mordiéndose un momentito la boca, el labio inferior, tragando saliva, de paso aprovechando para tratar de recomponerse aunque fuera un poco.
También aprovechó ese momento para bajar la otra mano a la entrepierna de Yesenes y aprovechar a que mientras seguía haciendo aquello mismo con la mano que llevaba en eso un rato, con la contraria acariciar un poco su abdomen y de paso después el glande de él, por probar, viendo como reaccionaba su cuerpo a aquella nueva caricia.
Los besos y todo aquello estaban consiguiendo que la coreana cada vez estuviese, se sintiese más ansiosa, sobre todo tras cerciorarse de que le muchacho no tenía pinta de ir a volver a intentar aquello que le medio fastidiaba el momento. Removía un poco las piernas de vez en cuando, sintiéndose algo rara.
Cuando le escuchó hablar, de nuevo el rubor volvió a agolparse en sus mejillas, y tuvo que humedecerse un poquito los labios con la punta de la lengua, habiendo sentido como se le habían secado los mismos. Tragó después un poquito saliva y en el momento en que escuchó aquellas advertencias, palabras de su chico, se quedó un momento dudosa, sin saber realmente que hacer... si dejar todo aquello que estaba haciendo, o seguir estimulándole hasta que terminase por cumplirse aquello que acababa de decir. No sería muy bonito hacer eso primero, al menos fue lo que ella simplemente pensó...
Cogió una bocanada de aire y besando a Adnan de nuevo, no detuvo sus gestos, sino que podría decirse que algunas de sus caricias, aquellas en la zona más sensible del chico, se intensificaron. - No.. no te preocupes. - Susurró contra sus labios y le sonrió tiernamente un poco antes de volver a besarle, sin detenerse.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
Todos los movimientos de ella le hacían reaccionar, todos y cada uno de ellos, tanto visualmente como al tacto, notaba sus manos jugar, ambas, con su entrepierna, sentía como la chica le acariciaba, como hacía que se sintiera mejor que nunca, notaba sus pruebas y jadeaba por ellas. No le agradaba emitir sonidos pero de alguna forma debía demostrar que le gustaba y que no, debía enseñarle a hacer aquello y a hacerlo todo, y de paso, a disfrutarlo. Lo sentía como su deber de novio, al fin y al cabo… bueno, él era quien había insistido en hacer todo aquello.
El sonrojo que se había apoderado (otra vez, y como siempre) de las mejillas de la chica fue estímulo más que suficiente para, por un momento, aumentar la intensidad de sus caricias, aún trataba de ser cuidadoso pero cada vez le costaba más contenerse, iba perdiendo un poquito más el auto control y comenzaba a pensar que aquella muchacha lo haría enloquecer de un momento a otro.
Cuando dijo aquello se lo tomó como un “puedes hacerlo” y le sentó como si acabara de decirme “tómame soy tuya”, que no era tan así, pero joder, menudo logro (de nuevo). jadeó un poquito ante el nuevo gesto, lo siento mucho más, tanto que la mano le tembló y tuvo que llevar la libre hacía la cama para apretar la sábana porque sentía que si sostenía uno de sus pechos entre los dedos terminaría aplastándoselo del todo y tras todo aquello ni de lejos quería hacerle daño.
Entre jadeo y jadeó intentó seguir con sus caricias, literalmente estaba al límite y no tardó en derramarse en su propio abdomen, o en la mano de Rang, o en la cama… él ni consciente era de aquello, solo sabía que había terminado por ella, que la tenía delante, preciosa y que aún no había logrado que ella también estuviera bien y satisfecha.
Con todo el trabajo que ello conllevaba, pues entre como estaba antes de agotado y aquel esfuerzo físico y jodidamente satisfactorio, se sentó en la cama, se mordió el labio e intentó, sin invadirla demasiado, continuar con el magreo a ver si así ella también podía terminar… pero había que admitir que no era exactamente el mejor en ese ámbito.
El sonrojo que se había apoderado (otra vez, y como siempre) de las mejillas de la chica fue estímulo más que suficiente para, por un momento, aumentar la intensidad de sus caricias, aún trataba de ser cuidadoso pero cada vez le costaba más contenerse, iba perdiendo un poquito más el auto control y comenzaba a pensar que aquella muchacha lo haría enloquecer de un momento a otro.
Cuando dijo aquello se lo tomó como un “puedes hacerlo” y le sentó como si acabara de decirme “tómame soy tuya”, que no era tan así, pero joder, menudo logro (de nuevo). jadeó un poquito ante el nuevo gesto, lo siento mucho más, tanto que la mano le tembló y tuvo que llevar la libre hacía la cama para apretar la sábana porque sentía que si sostenía uno de sus pechos entre los dedos terminaría aplastándoselo del todo y tras todo aquello ni de lejos quería hacerle daño.
Entre jadeo y jadeó intentó seguir con sus caricias, literalmente estaba al límite y no tardó en derramarse en su propio abdomen, o en la mano de Rang, o en la cama… él ni consciente era de aquello, solo sabía que había terminado por ella, que la tenía delante, preciosa y que aún no había logrado que ella también estuviera bien y satisfecha.
Con todo el trabajo que ello conllevaba, pues entre como estaba antes de agotado y aquel esfuerzo físico y jodidamente satisfactorio, se sentó en la cama, se mordió el labio e intentó, sin invadirla demasiado, continuar con el magreo a ver si así ella también podía terminar… pero había que admitir que no era exactamente el mejor en ese ámbito.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
La coreana sonrió interiormente al ver que había conseguido que Adnan terminase. Saber que lo había hecho bien, que había hecho sentir bien al chico, a aquella persona que tantísimo quería... le hacía realmente feliz.
Hubo sentido como Yesenes dejaba de tocar su cuerpo para no tardar mucho en notar como el liquido caliente que dejaba ahora de forma más clara que aquello lo había hecho bien – o al menos algo asi, ¿no? - manchaba una de sus manos e incluso algo su propio cuerpo, sin ser demasiado necesario de decir que el propio del egipcio también acabó no demasiado limpio.
Park se mordió un poquito el labio inferior para ver de refilón como habían terminado ambos algo sucios, y vio como el mismo Adnan se movía y terminaba por quedarse quieto un momento, en la cama aún, en la misma posición casi.
Ella en cambio siguió ahí tumbada, en la cama, sin moverse mas que lo justo para dejar una de las manos sobre su propio abdomen y la otra a un lado de su cabeza, mirando al chico con los ojos entrecerrados, aquél sonrojo en las mejillas, y el pecho hinchándose y deshinchándose debido a su respiración.
Sintió las manos de él tratando de seguir con aquello, pero ella negó un poquito con la cabeza, y la mano que tenía limpia la llevó al pecho del chico, negando de nuevo con la cabeza cuando clavó la vista en los ojos de él. - No te preocupes, no... no hace falta. - No es que aquello no le hubiera gustado... era simplemente que, si antes de aquello estaba ya cansado, ahora probablemente lo estaría más. Aquello lo supuso pues, ella misma sin haber llegado al mismo punto que Adnan,ya estaba algo cansada físicamente, él...
Cuando vio como el chico se quedaba mirándole, ella le sonrió tiernamente y le sacó un momento la lengua, después terminando por reírse.
A ella le bastaba que él estuviese bien.
Hubo sentido como Yesenes dejaba de tocar su cuerpo para no tardar mucho en notar como el liquido caliente que dejaba ahora de forma más clara que aquello lo había hecho bien – o al menos algo asi, ¿no? - manchaba una de sus manos e incluso algo su propio cuerpo, sin ser demasiado necesario de decir que el propio del egipcio también acabó no demasiado limpio.
Park se mordió un poquito el labio inferior para ver de refilón como habían terminado ambos algo sucios, y vio como el mismo Adnan se movía y terminaba por quedarse quieto un momento, en la cama aún, en la misma posición casi.
Ella en cambio siguió ahí tumbada, en la cama, sin moverse mas que lo justo para dejar una de las manos sobre su propio abdomen y la otra a un lado de su cabeza, mirando al chico con los ojos entrecerrados, aquél sonrojo en las mejillas, y el pecho hinchándose y deshinchándose debido a su respiración.
Sintió las manos de él tratando de seguir con aquello, pero ella negó un poquito con la cabeza, y la mano que tenía limpia la llevó al pecho del chico, negando de nuevo con la cabeza cuando clavó la vista en los ojos de él. - No te preocupes, no... no hace falta. - No es que aquello no le hubiera gustado... era simplemente que, si antes de aquello estaba ya cansado, ahora probablemente lo estaría más. Aquello lo supuso pues, ella misma sin haber llegado al mismo punto que Adnan,ya estaba algo cansada físicamente, él...
Cuando vio como el chico se quedaba mirándole, ella le sonrió tiernamente y le sacó un momento la lengua, después terminando por reírse.
A ella le bastaba que él estuviese bien.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Me estoy quitando (?
De verdad que ver a su novia así le ponía muchísimo… a pesar de lo agotado que estuviera, quería que ella también lo estuviera, agotada, y dormir abrazados todo el rato que fuera necesario, y meterle mano nada más despertar y volver a comérsela a besos. No había nada que sacara de su mente aquella idea, aquellas ganas de hacerla sentir maravillosamente, de… de darle todo el placer del mundo, por decirlo de algún modo.
Pero entonces sintió su voz, la oyó suave sobre su respiración, intentaba sonar calmada pero se veía que no lo estaba para nada, la muchacha agitada le había puesto una mano sobre el pecho y lo miraba a los ojos como no había hecho en todo ese rato. Antes se había mostrado tímida, ahora de pronto parecía segura de sí misma, al menos tan segura como podía estarlo alguien en su posición.
-Tu no… ¿no quieres terminar también? – se mordió el labio, ahora el inseguro era él, quería sentarse, tumbarse, lo ansiaba, pero a la vez pensaba que aquello era demasiado egoísta, pero ella negó un poco con la cabeza y le sonrió de aquella manera tan jodidamente bonita y adorable y no pudo más que suspirar -la próxima vez lo haré… quieras o no.
Vio su sonrisa de nuevo y se lamió un poquito un poquito la boca, moviéndose hacía la mesita de noche, buscando la varita y rápidamente aplicó un fregotego para limpiar cualquier resto que hubiera en el lugar y en ellos mismos, después se tumbó en la cama, dejándose caer cansinamente.
-Eres la mejor, Rang – se pegó a ella y la abrazó, mimoso, cansado, echando aún más de menos aún un cigarro, un porro, un algo -¿estaría muy mal… muy muy mal, que me fumara un cigarro ahora?
Estaba exhausto pero sentía que le faltaba algo y quería estar perfecto, estar bien después de aquello, de la primera vez que su novia le hacía algo así, aunque dudaba sobre si hacerlo y por eso le pedía opinión, ella también dijo aquello de dejarlo poco a poco, y bueno, los cigarros era una mal menor, dentro de lo que él solía consumir.
Pero entonces sintió su voz, la oyó suave sobre su respiración, intentaba sonar calmada pero se veía que no lo estaba para nada, la muchacha agitada le había puesto una mano sobre el pecho y lo miraba a los ojos como no había hecho en todo ese rato. Antes se había mostrado tímida, ahora de pronto parecía segura de sí misma, al menos tan segura como podía estarlo alguien en su posición.
-Tu no… ¿no quieres terminar también? – se mordió el labio, ahora el inseguro era él, quería sentarse, tumbarse, lo ansiaba, pero a la vez pensaba que aquello era demasiado egoísta, pero ella negó un poco con la cabeza y le sonrió de aquella manera tan jodidamente bonita y adorable y no pudo más que suspirar -la próxima vez lo haré… quieras o no.
Vio su sonrisa de nuevo y se lamió un poquito un poquito la boca, moviéndose hacía la mesita de noche, buscando la varita y rápidamente aplicó un fregotego para limpiar cualquier resto que hubiera en el lugar y en ellos mismos, después se tumbó en la cama, dejándose caer cansinamente.
-Eres la mejor, Rang – se pegó a ella y la abrazó, mimoso, cansado, echando aún más de menos aún un cigarro, un porro, un algo -¿estaría muy mal… muy muy mal, que me fumara un cigarro ahora?
Estaba exhausto pero sentía que le faltaba algo y quería estar perfecto, estar bien después de aquello, de la primera vez que su novia le hacía algo así, aunque dudaba sobre si hacerlo y por eso le pedía opinión, ella también dijo aquello de dejarlo poco a poco, y bueno, los cigarros era una mal menor, dentro de lo que él solía consumir.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Me estoy quitando (?
Escuchó la pregunta del chico y dudo un momento, para si misma. Pero en realidad con que él hubiese terminado ella ya estaba bien en realidad... negó un poco con la cabeza dándole a entender que no importaba y suspiró un poquito, ladeando la cabeza levemente hacia un lado con una amplia y dulce sonrisa en los labios.
Se sonrojó y se mordió un poco el labio inferior la haber escuchado aquella especie de Advertencia que Yesenes le acababa de hacer.
Sonrojada volvió a sonreirle un poco y terminó por abrazarle, acompañándolo de un suspirito. Le soltó y entonces vio como el chico se incorporaba para alcanzar la varita y limpiar aquello, sonriéndole de nuevo un poquito en el pequeño instante en el que le vio mirar hacia ella, y después con un suspirito cerró los ojos, tratando de calmarse, queriendo conseguir que su respiración se acompasara.
Cuando Adnan se cubrió de nuevo – o eso supuso la coreana por el ruido – notó el peso de él al tumbarse, al dejarse caer sobre la cama.
En el momento que escuchó sus palabras giró el rostro para mirarle tras haber abierto los ojos, con las mejillas algo sonrojadas, y negó con la cabeza un poco. Se dejó abrazar, besar, mimar... tras haberse girado ella también un poquito para quedar de lado y que el chico hiciese mejor. Suspiró de nuevo cuando le escuchó como le preguntaba aquello, y ella no tardó en negar con la cabeza. - No, no está mal, puedes fumar lo que quieras. - Aquello era un claro “no hace falta que sea un cigarro si necesitas algo mas”.
Le sonrió de forma tierna una vez más y después se separó de él, mirándose y viendo como estaba ella, prácticamente casi desnuda como quien podía decir...y se sonrojó, llevándose los brazos al pecho para cubrir el sostén que tenía puesto y toda la piel que podía, aunque la falda tampoco es que cubriese demasiada piel tal y como estaba en esos precisos instantes, con la misma bastante subida y enroscada sobre la misma.
Puso morritos y giró el rostro a mirar a Adnan. Ella estaba casi desnuda... al menos a ella se lo parecía... Terminó por girarse para quedar tumbada de lado hacia el otro lado, dándole la espalda, y tratando de bajarse, algo nerviosa, la falda por detrás para que no se le viese el trasero, aunque llevase la ropa interior.
Se sonrojó y se mordió un poco el labio inferior la haber escuchado aquella especie de Advertencia que Yesenes le acababa de hacer.
Sonrojada volvió a sonreirle un poco y terminó por abrazarle, acompañándolo de un suspirito. Le soltó y entonces vio como el chico se incorporaba para alcanzar la varita y limpiar aquello, sonriéndole de nuevo un poquito en el pequeño instante en el que le vio mirar hacia ella, y después con un suspirito cerró los ojos, tratando de calmarse, queriendo conseguir que su respiración se acompasara.
Cuando Adnan se cubrió de nuevo – o eso supuso la coreana por el ruido – notó el peso de él al tumbarse, al dejarse caer sobre la cama.
En el momento que escuchó sus palabras giró el rostro para mirarle tras haber abierto los ojos, con las mejillas algo sonrojadas, y negó con la cabeza un poco. Se dejó abrazar, besar, mimar... tras haberse girado ella también un poquito para quedar de lado y que el chico hiciese mejor. Suspiró de nuevo cuando le escuchó como le preguntaba aquello, y ella no tardó en negar con la cabeza. - No, no está mal, puedes fumar lo que quieras. - Aquello era un claro “no hace falta que sea un cigarro si necesitas algo mas”.
Le sonrió de forma tierna una vez más y después se separó de él, mirándose y viendo como estaba ella, prácticamente casi desnuda como quien podía decir...y se sonrojó, llevándose los brazos al pecho para cubrir el sostén que tenía puesto y toda la piel que podía, aunque la falda tampoco es que cubriese demasiada piel tal y como estaba en esos precisos instantes, con la misma bastante subida y enroscada sobre la misma.
Puso morritos y giró el rostro a mirar a Adnan. Ella estaba casi desnuda... al menos a ella se lo parecía... Terminó por girarse para quedar tumbada de lado hacia el otro lado, dándole la espalda, y tratando de bajarse, algo nerviosa, la falda por detrás para que no se le viese el trasero, aunque llevase la ropa interior.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
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