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Holland Park
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Re: Holland Park
Casi se sintió capaz de volver a tener esa sensación de nuevo pero curiosa como estaba no le iba a pedir que esperara de nuevo solo para ver si era capaz de volver a sentir que se corría, después de todo en complacerlo también estaba mucho de su placer. Correspondió a su beso sintiendo un arrebato de euforia y lo abrazó con fuerza antes de dejarse hacer de nuevo, mordiéndose los labios con ansias crecientes cuando la ponía en el piso. Lo miraba directo a los ojos, imaginando que su mirada favorita, además de cualquier furtiva que se pudieran dedicar en los pasillos sabiendo que estaban haciendo algo indebido, era esa que tenía cuando estaba encima, moviéndose dentro de ella.
Respiró profundo cuando lo sintió salir. Y lo siguió con la mirada pero no pudo encontrar ningún tipo de calma por verlo tocarse sobre ella. Pudiera ser que estuviera buscando su final, la culminación de su propio placer, pero para ella mucho tenía de excitante verlo hacer eso y sentir que fuera o dentro, eso le pertenecía por completo. Cuando se rindió a su lado tuvo que aprovechar para pasar el dedo índice por su propio abdomen y luego probarlo. Volvió a suspirar antes de sentir el contraste del pañuelo sobre su piel, y le sonrió como si encontrara ese acto de limpiarla algo lleno de dedicación y cuidado.
Su sonrisa se ensanchó al escucharlo decir que se había corrido como nunca, y en lugar de ponerse a pensar si se lo había dicho solo por decir y llenarse de paranoias que no iban al caso, decidió guardárselo con euforia. La hizo sentir feliz. Lo besó con ganas y lo abrazó con el mismo entusiasmo.
-Tú eres el mejor.
Le pasó la nariz repetidamente por los hombros y el cuello antes de darle besos lentos en el mismo lugar. Su piel seguía ardiendo y su cabeza seguía como en otro lado, la lluvia seguía repiqueteando inclemente en la ventana. Lo rodeó con una pierna como para hacer más cercano el abrazo, también solamente por ser encimosa y le pasó una mano por la cara deteniéndose en sus labios, también en su nariz. Le encantaba su nariz, por más raro que fuera.
-No quiero salir de esta habitación nunca nunca nunca, aunque estemos profanándola.
Aunque sabía que eso era imposible, que era una de las tantas reglas, eso de volver la vida real. Lo besó de nuevo para luego estirarse como un gato, sintiéndose satisfecha de haber arreglado las cosas.
-Al menos podemos desquitar todo lo que debemos cuidar en la universidad, ¿qué haremos cuando deje de llover? ¿vas a pasar la noche conmigo?.
Respiró profundo cuando lo sintió salir. Y lo siguió con la mirada pero no pudo encontrar ningún tipo de calma por verlo tocarse sobre ella. Pudiera ser que estuviera buscando su final, la culminación de su propio placer, pero para ella mucho tenía de excitante verlo hacer eso y sentir que fuera o dentro, eso le pertenecía por completo. Cuando se rindió a su lado tuvo que aprovechar para pasar el dedo índice por su propio abdomen y luego probarlo. Volvió a suspirar antes de sentir el contraste del pañuelo sobre su piel, y le sonrió como si encontrara ese acto de limpiarla algo lleno de dedicación y cuidado.
Su sonrisa se ensanchó al escucharlo decir que se había corrido como nunca, y en lugar de ponerse a pensar si se lo había dicho solo por decir y llenarse de paranoias que no iban al caso, decidió guardárselo con euforia. La hizo sentir feliz. Lo besó con ganas y lo abrazó con el mismo entusiasmo.
-Tú eres el mejor.
Le pasó la nariz repetidamente por los hombros y el cuello antes de darle besos lentos en el mismo lugar. Su piel seguía ardiendo y su cabeza seguía como en otro lado, la lluvia seguía repiqueteando inclemente en la ventana. Lo rodeó con una pierna como para hacer más cercano el abrazo, también solamente por ser encimosa y le pasó una mano por la cara deteniéndose en sus labios, también en su nariz. Le encantaba su nariz, por más raro que fuera.
-No quiero salir de esta habitación nunca nunca nunca, aunque estemos profanándola.
Aunque sabía que eso era imposible, que era una de las tantas reglas, eso de volver la vida real. Lo besó de nuevo para luego estirarse como un gato, sintiéndose satisfecha de haber arreglado las cosas.
-Al menos podemos desquitar todo lo que debemos cuidar en la universidad, ¿qué haremos cuando deje de llover? ¿vas a pasar la noche conmigo?.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
Tenía más que claro que algunas chicas dejaban que hiciera eso sólo por el sentido más básico de complacencia y otras por que realmente les agradaba. Sospechaba que era la primera vez que Pearl hacía una cosa así, pero si no, me daba igual. Lo único que me importaba era lo que hacíamos, en el presente y en lo que quedaba para siempre en mi memoria. La besé con lentitud después de que dijera que era el mejor (Dios ¿Había algo mejor que escuchar de una chica después de follar?) y tocara mi rostro. Me tomé el tiempo necesario en sentir sus labios con los míos aún con el calor del orgasmo ya sólo como un recuerdo en mi cuerpo, y el calor de su cercanía, un poco húmeda por el sudor de ambos.
Me reí con lo de la habitación profanada, recordando con una gran sonrisa dónde estaba y estrechándola contra mi, finalmente quitándomele de encima para que, por el contrario, ella se recargara en mi pecho. Cerré los ojos y acaricié su cabello en un movimiento casi mecánico, aspirando su olor dulce, antes de que le diera por estirarse y volver un poco a la realidad, lo que me hizo fruncir un poco el ceño aunque conservaba esa sonrisa de satisfacción dibujada en los labios.
-No sé, alguna locura, entrar a nadar a la piscina de algún muggle rico... ¿Quieres que pase la noche contigo?
No quería hablar de lo que había que cuidar en la Universidad, sólo seguir alargando ese momento hasta que ya no fuera posible. Me incorporé para recargarme en la cama y saqué un cigarrillo, pero no lo encendí y le pregunté en silencio, con un ademán, si podía fumar ahí aunque sonaba absurdo que lo preguntara como si fuera un lugar a respetar después de haberla follado como había hecho, precisamente ahí.
-Deberíamos encontrar un lugar seguro en la Universidad, no creo que puedas inventar siempre comidas familiares. Quiero ser para ti más que muy de vez en cuando...
No por que hubieran pasado dos siglos desde que nos habíamos visto para el fútbol, pero sospechaba que esas dos coartadas fáciles iban a tener que cambiar, o de verdad empezaría a ser raro que saliera sólo con Pearl sin Milena y Joe de por medio, precisamente a Londres, precisamente solos, y eso por notar una suspicacia mayor. Ya Milena me había reclamado sutilmente que se había sentido ofendida de que no la invitáramos al estadio.
Me reí con lo de la habitación profanada, recordando con una gran sonrisa dónde estaba y estrechándola contra mi, finalmente quitándomele de encima para que, por el contrario, ella se recargara en mi pecho. Cerré los ojos y acaricié su cabello en un movimiento casi mecánico, aspirando su olor dulce, antes de que le diera por estirarse y volver un poco a la realidad, lo que me hizo fruncir un poco el ceño aunque conservaba esa sonrisa de satisfacción dibujada en los labios.
-No sé, alguna locura, entrar a nadar a la piscina de algún muggle rico... ¿Quieres que pase la noche contigo?
No quería hablar de lo que había que cuidar en la Universidad, sólo seguir alargando ese momento hasta que ya no fuera posible. Me incorporé para recargarme en la cama y saqué un cigarrillo, pero no lo encendí y le pregunté en silencio, con un ademán, si podía fumar ahí aunque sonaba absurdo que lo preguntara como si fuera un lugar a respetar después de haberla follado como había hecho, precisamente ahí.
-Deberíamos encontrar un lugar seguro en la Universidad, no creo que puedas inventar siempre comidas familiares. Quiero ser para ti más que muy de vez en cuando...
No por que hubieran pasado dos siglos desde que nos habíamos visto para el fútbol, pero sospechaba que esas dos coartadas fáciles iban a tener que cambiar, o de verdad empezaría a ser raro que saliera sólo con Pearl sin Milena y Joe de por medio, precisamente a Londres, precisamente solos, y eso por notar una suspicacia mayor. Ya Milena me había reclamado sutilmente que se había sentido ofendida de que no la invitáramos al estadio.
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Holland Park
Se tuvo que reír por lo de entrar a nadar a la piscina de algún muggle rico, cosa que sí que le parecía una locura aunque seguía midiendo las cosas en un rango en el que allanar lugares muggles no era igual de peligroso que allanar lugares mágicos. Se lo hubiera pensado mucho más con un “vamos a entrar a nadar a la piscina del Ministro de Magia”, por ejemplo, pero invadir propiedad muggle, como habían planeado hacer con el estadio, no sonaba tan descarado.
-Bueno, aquí hay muchos muggles ricos, pero no sé si tengan piscinas, será cosa de buscar. Y sí, quiero que pases la noche conmigo, ¿vas a poder?.
Pues sí, la coartada de la comida familiar podía extenderse y nadie le iba a poner ni un pero. Mientras Aldrich supiera que estaba segura en casa solo por el guardapelo tampoco se iba a poner a averiguar nada. Pero no estaba segura de cómo funcionaban las cosas de parte de Malik con Milena y con el mundo, y sinceramente no quería averiguarlo tampoco por más que fueran detalles de logística a veces necesarios.
Volvió a rodearlo con una de sus piernas mientras acariciaba desinteradamente su pecho hasta que se incorporó por un cigarrillo. Le dio risa que cuestionara si podía fumar ahí porque bueno…acababa de follársela ahí, que más daba un cigarro, no había alarma anti humo y seguro que su papá había fumado mucho ahí en sus tiempos de estudiante.
-Dentro de la universidad, qué osado te estás volviendo.
Le sonrió y le hizo un gesto para que le compartiera del cigarrillo estirando la mano porque ella no se había levantado de la alfombra, ni tenía ganas. Se mordió el labio tan solo después de decir eso, porque no quería ni imaginarse qué pasaría si Joe se enterara solo por un error de cálculo. Desvió la vista hacia la ventana.
-¿Quieres ser para mi todos los días?
Olvidó las locuras que había estado pensando y se rió. No creía que algo así pudiera sostenerse todos los días, era demasiado, pero de todos modos quería escuchar que sí aunque fuera imposible.
-Pero vamos a seguir saliendo, ¿no? Te va a sonar estúpido, ya sé que si queremos disimular tendrían que bajar las salidas a Londres porque no es igual que como cuando estaba en la soltería y tal, pero me preocupa más pensar que tengo que compartir tus ocurrencias que tu cuerpo.
O sea, las películas, las posibles disertaciones, la música y todas esas otras cosas que se habían vuelto un gusto adquirido. Se volvió a reír, porque de verdad sonó tonto, pero era cierto.
-Bueno, aquí hay muchos muggles ricos, pero no sé si tengan piscinas, será cosa de buscar. Y sí, quiero que pases la noche conmigo, ¿vas a poder?.
Pues sí, la coartada de la comida familiar podía extenderse y nadie le iba a poner ni un pero. Mientras Aldrich supiera que estaba segura en casa solo por el guardapelo tampoco se iba a poner a averiguar nada. Pero no estaba segura de cómo funcionaban las cosas de parte de Malik con Milena y con el mundo, y sinceramente no quería averiguarlo tampoco por más que fueran detalles de logística a veces necesarios.
Volvió a rodearlo con una de sus piernas mientras acariciaba desinteradamente su pecho hasta que se incorporó por un cigarrillo. Le dio risa que cuestionara si podía fumar ahí porque bueno…acababa de follársela ahí, que más daba un cigarro, no había alarma anti humo y seguro que su papá había fumado mucho ahí en sus tiempos de estudiante.
-Dentro de la universidad, qué osado te estás volviendo.
Le sonrió y le hizo un gesto para que le compartiera del cigarrillo estirando la mano porque ella no se había levantado de la alfombra, ni tenía ganas. Se mordió el labio tan solo después de decir eso, porque no quería ni imaginarse qué pasaría si Joe se enterara solo por un error de cálculo. Desvió la vista hacia la ventana.
-¿Quieres ser para mi todos los días?
Olvidó las locuras que había estado pensando y se rió. No creía que algo así pudiera sostenerse todos los días, era demasiado, pero de todos modos quería escuchar que sí aunque fuera imposible.
-Pero vamos a seguir saliendo, ¿no? Te va a sonar estúpido, ya sé que si queremos disimular tendrían que bajar las salidas a Londres porque no es igual que como cuando estaba en la soltería y tal, pero me preocupa más pensar que tengo que compartir tus ocurrencias que tu cuerpo.
O sea, las películas, las posibles disertaciones, la música y todas esas otras cosas que se habían vuelto un gusto adquirido. Se volvió a reír, porque de verdad sonó tonto, pero era cierto.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
-Seguro que alguno tendrá piscina. O corremos por la National Gallery como en Band of Outsiders, aunque fuera el Louvre ¿Te acuerdas cuando la vimos...?
Me incliné para besarla aunque nuestros rostros estuvieran alrevés y respués le di el cigarrillo cuando se incorporaba y la miré a detalle, perfecta en su casi total desnudez. Era poco sano pero me encantaba cuando una mujer le daba una calada a un cigarrillo, tenía un aire de los años setenta cuando nada estaba prohibido, o eso decían las fantasías de Tahira sobre su pasado. Pasado que alguna vez a Finnerty y a mi nos había hecho sospechar si éramos medios hermanos o algo así. Sonreía medias con el asunto de la osadía.
Yo también empecé a pensar en lo que ocurriría de ser sorprendidos, y si bien todo mundo sabía la clase de hombre visceral que era Joe, yo lo seguía viendo como el hermano menor de Finnerty que había hererado lo peor del carácter de sus padres. Por cierto, Tahira odiaba a su padre por que era un cerdo racista como lo decía cada vez que mencionaba a algún Miller, pero eso no me había hecho a mi tener prejuicio alguno para con Joe, y lo quería como el buen camarada que era. Pero ahora me estaba follando a su novia, y no era cualquier novia, todo el mundo lo había visto obsesionado con Pearl. El asunto estaba jodido, no había perspectiva que lo mejorara, y ambos lo sabíamos.
-Al menos unas tres todos los días ¿No me crees capaz...?
Me le acerqué y volví a ponerme medio encima de ella aunque sólo la besé sin intentar nada, por que no le había mentido, me había corrido como nunca y por tanto iba a necesitar un tiempo para reestablecerme. Me alejé con lentitud y fui yo quien recorrió su rostro con calma, mi dedo índice sobre el arco de sus cejas, la curva de su naríz, sus atrayentes labios que besé una vez más.
-Bueno, todo el mundo sabe que somos amigos y nos vemos todo el tiempo, si eso cambia, seguro será más sospechoso. Oye, pero tranquila. No quiero que esto signifique solo problemas, quiero que estés bien...
Sí, sonaba cínico, pero era cierto. Si iba a sentirse una cucaracha, si iba a estar culpable de más todo el tiempo, sufriendo y sintiéndose paranoica, prefería renunciar a lo que teníamos que hacerla perder su calma mental y lo que tuviera. Era fácil hacerse adicto a una infidelidad, pero sí, también era cierto que se podía cortar de raíz en el momento en que se decidiera. No quería que ella siguiera en esto sólo por no perder mi amistad como si estuviera chantajeándola. Le quité el cigarrillo para darle otra calada y echar aros de humo al aire.
Me incliné para besarla aunque nuestros rostros estuvieran alrevés y respués le di el cigarrillo cuando se incorporaba y la miré a detalle, perfecta en su casi total desnudez. Era poco sano pero me encantaba cuando una mujer le daba una calada a un cigarrillo, tenía un aire de los años setenta cuando nada estaba prohibido, o eso decían las fantasías de Tahira sobre su pasado. Pasado que alguna vez a Finnerty y a mi nos había hecho sospechar si éramos medios hermanos o algo así. Sonreía medias con el asunto de la osadía.
Yo también empecé a pensar en lo que ocurriría de ser sorprendidos, y si bien todo mundo sabía la clase de hombre visceral que era Joe, yo lo seguía viendo como el hermano menor de Finnerty que había hererado lo peor del carácter de sus padres. Por cierto, Tahira odiaba a su padre por que era un cerdo racista como lo decía cada vez que mencionaba a algún Miller, pero eso no me había hecho a mi tener prejuicio alguno para con Joe, y lo quería como el buen camarada que era. Pero ahora me estaba follando a su novia, y no era cualquier novia, todo el mundo lo había visto obsesionado con Pearl. El asunto estaba jodido, no había perspectiva que lo mejorara, y ambos lo sabíamos.
-Al menos unas tres todos los días ¿No me crees capaz...?
Me le acerqué y volví a ponerme medio encima de ella aunque sólo la besé sin intentar nada, por que no le había mentido, me había corrido como nunca y por tanto iba a necesitar un tiempo para reestablecerme. Me alejé con lentitud y fui yo quien recorrió su rostro con calma, mi dedo índice sobre el arco de sus cejas, la curva de su naríz, sus atrayentes labios que besé una vez más.
-Bueno, todo el mundo sabe que somos amigos y nos vemos todo el tiempo, si eso cambia, seguro será más sospechoso. Oye, pero tranquila. No quiero que esto signifique solo problemas, quiero que estés bien...
Sí, sonaba cínico, pero era cierto. Si iba a sentirse una cucaracha, si iba a estar culpable de más todo el tiempo, sufriendo y sintiéndose paranoica, prefería renunciar a lo que teníamos que hacerla perder su calma mental y lo que tuviera. Era fácil hacerse adicto a una infidelidad, pero sí, también era cierto que se podía cortar de raíz en el momento en que se decidiera. No quería que ella siguiera en esto sólo por no perder mi amistad como si estuviera chantajeándola. Le quité el cigarrillo para darle otra calada y echar aros de humo al aire.
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Holland Park
-¡O las dos cosas!
O sea, correr por la National Gallery y allanar la piscina de un muggle rico. Malik ya estaría acostumbrado a que generalmente le pedía que hicieran todo, que no dejaran fuera nada. Al final todo se reducía a que la gustaba pasar tiempo con él, aunque solo terminaran corriendo por la National o nadando en la piscina de un desconocido, o comprando comida para ir a compartirla con Angus después de elegir una película. Daba absolutamente igual. Le dio una profunda calada el cigarrillo y se le quedó mirando todavía con el fantasma del entusiasmo por las actividades.
-Aunque si tengo que elegir me quedo con el plan de la National. Para sentirme como Anna Karina. ¡Qué mujer tan guapa!
No tuvo tiempo de empezar a enunciar las virtudes de esa mujer, porque sentía su beso y eso le importaba más. Además la había hecho reír con eso de tres todos los días. Acarició su cuello y también su espalda aunque tampoco intentaba nada porque parecía bastante cómoda solo con estarlo besando.
-Ah, te creo muy capaz.
Le dijo todavía con la sonrisa haciendo como que le atrapaba con los dientes el dedo que le recorría el rostro aunque luego solo se quedó quieta sin hacer nada sintiendo ese roce sobre ella. Respiró profundo cuando le dijo que quería que estuviera bien, y parecía un gesto más melancólico que otra cosa. Lo empujó un poco como para quitárselo de encima, aunque el gesto no iba expresamente dirigido a no sentirlo cerca tanto como a sentarse y abrazar sus rodillas.
-Siempre estoy bien contigo, siempre siempre siempre.
Era cierto, y la perspectiva de no tener que aguantar las ganas hasta salir de Brigantia sonaba tan osada en serio que la emocionaba, pero también le daba un poco de pánico pensar en que los descubrieran .
-Pero habrá que ser extra cuidadosos, ¿eh? Mis experiencias con Joe enojado no han sido precisamente buenas y no quiero provocar nada que…No sé, nada horrible.
O sea, correr por la National Gallery y allanar la piscina de un muggle rico. Malik ya estaría acostumbrado a que generalmente le pedía que hicieran todo, que no dejaran fuera nada. Al final todo se reducía a que la gustaba pasar tiempo con él, aunque solo terminaran corriendo por la National o nadando en la piscina de un desconocido, o comprando comida para ir a compartirla con Angus después de elegir una película. Daba absolutamente igual. Le dio una profunda calada el cigarrillo y se le quedó mirando todavía con el fantasma del entusiasmo por las actividades.
-Aunque si tengo que elegir me quedo con el plan de la National. Para sentirme como Anna Karina. ¡Qué mujer tan guapa!
No tuvo tiempo de empezar a enunciar las virtudes de esa mujer, porque sentía su beso y eso le importaba más. Además la había hecho reír con eso de tres todos los días. Acarició su cuello y también su espalda aunque tampoco intentaba nada porque parecía bastante cómoda solo con estarlo besando.
-Ah, te creo muy capaz.
Le dijo todavía con la sonrisa haciendo como que le atrapaba con los dientes el dedo que le recorría el rostro aunque luego solo se quedó quieta sin hacer nada sintiendo ese roce sobre ella. Respiró profundo cuando le dijo que quería que estuviera bien, y parecía un gesto más melancólico que otra cosa. Lo empujó un poco como para quitárselo de encima, aunque el gesto no iba expresamente dirigido a no sentirlo cerca tanto como a sentarse y abrazar sus rodillas.
-Siempre estoy bien contigo, siempre siempre siempre.
Era cierto, y la perspectiva de no tener que aguantar las ganas hasta salir de Brigantia sonaba tan osada en serio que la emocionaba, pero también le daba un poco de pánico pensar en que los descubrieran .
-Pero habrá que ser extra cuidadosos, ¿eh? Mis experiencias con Joe enojado no han sido precisamente buenas y no quiero provocar nada que…No sé, nada horrible.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
Sonreí mirando al techo cuando hablaba de Anna Karina, yo también pensaba que era guapísima y de echo había sido una de mis primeras fantasías aproximadamente a los catorce años cuando Alphaville. Acaricié su hombro después de que dijera eso y le di un beso ahí, antes de volver a quedarme acostado sobre el piso, después de que ella también acariciara mi espalda. Realmente no estaba pensando en prácticamente nada más que en los posibles planes del resto de la tarde, de la noche, sentía que era una eternidad, sobre todo si ella estaba medio desnuda a mi lado, pero la verdad es que era menos que poco tiempo y ya empezaba a pensar en cómo sería la próxima ocasión para vernos.
La observé separarse lentamente de mi y también me incorporé un poco, volviendo a recargarme en la cama. Yo también estaba bien con ella y sonreír, dándole la última calada a ese cigarrillo antes de apagármelo en la suela de mi calzado, y me di cuenta que no me había quitado los tennis para follar. Hubiera propuesto cualquier cosa, bajar a buscar una cerveza a la cocina con todo el descaro del mundo o algo así, pero las ideas se me fueron cuando Pearl decía eso último. Fruncí el ceño con algo de desconcierto aunque seguía sonriendo un tanto, no de una manera agradable.
-¿De qué hablas, Pearl, cuáles experiencias?
Y si me preocupaba era por que conocía a mi gente. Si tuviera un novio anónimo al que conociera de prácticamente nada seguro sólo me hubiera encogido de hombros dicéndole que seríamos cuidadosos, pero sabía que no era ningún novio anónimo sino Joe, y no me agradaba nada cómo había sonado eso de provocar algo horrible. La miré directamente como anticipando su respuesta.
Ya sabía que por una cosa y otra Joe se había ganado una reputación de tipo peligroso pero para mi no tenía realmente esa calidad, y me daba igual que le dieran esa fama por que sabía que en el fondo (y ni tan en el fondo), le gustaba que lo vieran como un tipo de cuidado, pero si esa fama no era sólo fama y se trasladaba a lo que tuviera con Pearl, las cosas cambiaban totalmente.
La observé separarse lentamente de mi y también me incorporé un poco, volviendo a recargarme en la cama. Yo también estaba bien con ella y sonreír, dándole la última calada a ese cigarrillo antes de apagármelo en la suela de mi calzado, y me di cuenta que no me había quitado los tennis para follar. Hubiera propuesto cualquier cosa, bajar a buscar una cerveza a la cocina con todo el descaro del mundo o algo así, pero las ideas se me fueron cuando Pearl decía eso último. Fruncí el ceño con algo de desconcierto aunque seguía sonriendo un tanto, no de una manera agradable.
-¿De qué hablas, Pearl, cuáles experiencias?
Y si me preocupaba era por que conocía a mi gente. Si tuviera un novio anónimo al que conociera de prácticamente nada seguro sólo me hubiera encogido de hombros dicéndole que seríamos cuidadosos, pero sabía que no era ningún novio anónimo sino Joe, y no me agradaba nada cómo había sonado eso de provocar algo horrible. La miré directamente como anticipando su respuesta.
Ya sabía que por una cosa y otra Joe se había ganado una reputación de tipo peligroso pero para mi no tenía realmente esa calidad, y me daba igual que le dieran esa fama por que sabía que en el fondo (y ni tan en el fondo), le gustaba que lo vieran como un tipo de cuidado, pero si esa fama no era sólo fama y se trasladaba a lo que tuviera con Pearl, las cosas cambiaban totalmente.
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Holland Park
En concreto podía pensar en dos: la vez que le había dicho que no serían nada nunca y la vez que había pretendido reconciliarse con él para tener una rara experiencia sexual que la había llevado a mandarlo al diablo de nuevo y hacerlo enojar. Otra vez. Por supuesto no le iba a contar a Malik esas cosas con detalles pero de todos modos no le pareció adecuado mentirle, no porque estuvieran follando, sino porque era su amigo y como extra, no parecía fácil de engañar. Se mordió los labios, pensando en la mejor manera de no salirse por la tangente y a la vez no sonar como toda una exagerada.
-Dice cosas muy radicales cuando se enfada. Parece que pierde momentáneamente la cabeza, como si fuera otro, ¿sabes?.
Respiró profundo otra vez. Alzó la vista hacia Malik y se acercó a él para besarlo una vez más, solo porque necesitaba hacerlo si pretendía seguir hablando. No era cosa de poner a Joe en ningún papel, lo quería y cuando no se ponía como un demente, le gustaba estar con él. Lo complicado era controlar esos episodios, tomarlos sin asustarse o más bien, sin darle la importancia que tenían en el sentido de que ella no debería permitir esas cosas en primer lugar. Y lo sabía bien.
-Está más posesivo que nunca, hasta se me pasó por la cabeza que se había enterado de lo que teníamos porque…pues no sé, le da por amenazar y tal. Pero no sabe nada, solo no quiere que vuelva a terminar con él, como si cualquier cosa.
Volvió a encogerse de hombros y recargó la espalda en el borde de la cama antes de quitarle de las manos el cigarrillo. Ya no lo estaba mirando a los ojos como hacía un rato, dejaba la vista enfocada en cualquier otra cosa, como los diplomas en pergamino viejo y las insignias de prefecto. La lluvia había aminorado un poco, como si ya se hubiera terminado el efecto especial de la tormenta ahora que no estaban follando, ya no había rayos y relámpagos.
-Pero está bien, no es como si le estuviera dando motivos para que se enojara conmigo todos los días.
-Dice cosas muy radicales cuando se enfada. Parece que pierde momentáneamente la cabeza, como si fuera otro, ¿sabes?.
Respiró profundo otra vez. Alzó la vista hacia Malik y se acercó a él para besarlo una vez más, solo porque necesitaba hacerlo si pretendía seguir hablando. No era cosa de poner a Joe en ningún papel, lo quería y cuando no se ponía como un demente, le gustaba estar con él. Lo complicado era controlar esos episodios, tomarlos sin asustarse o más bien, sin darle la importancia que tenían en el sentido de que ella no debería permitir esas cosas en primer lugar. Y lo sabía bien.
-Está más posesivo que nunca, hasta se me pasó por la cabeza que se había enterado de lo que teníamos porque…pues no sé, le da por amenazar y tal. Pero no sabe nada, solo no quiere que vuelva a terminar con él, como si cualquier cosa.
Volvió a encogerse de hombros y recargó la espalda en el borde de la cama antes de quitarle de las manos el cigarrillo. Ya no lo estaba mirando a los ojos como hacía un rato, dejaba la vista enfocada en cualquier otra cosa, como los diplomas en pergamino viejo y las insignias de prefecto. La lluvia había aminorado un poco, como si ya se hubiera terminado el efecto especial de la tormenta ahora que no estaban follando, ya no había rayos y relámpagos.
-Pero está bien, no es como si le estuviera dando motivos para que se enojara conmigo todos los días.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
No iba a decir que Angus y yo sólo habíamos pensado "Bien, consigió a la chica, like a boss" cuando todo el asunto iba caminando, pero desde que había pasado tiempo con Pearl había empezado a pensar cuál había sido el método exacto por el cuál habían terminado juntos. No me iba a poner a pensarlo por que, ahora que estábamos también follando y tal, resultaba enfermizo querer psicoanalizar la relación que tenían, pero apenas escuchar eso no pude dejar de ser suspicaz. Y de nuevo hubiera deseado que se tratara de un novio anónimo y no de Joe, quizás por que sabía exactamente cómo era. Fruncí un poco el ceño mirando hacia enfrente, ninguna reacción exagerada.
Recibí su beso y alcancé a acariciar su cabello antes de que volviera a hablar, después de todo éramos amigos antes que nada y debía tener la confianza para hacerlo. Yo también tenía mucha más confianza con ella que con muchos otros, eso era un hecho. Le daba por amenazar, claro, había estado en un par de peleas de pub con él. Me tuve que encender un cigarrillo más, sólo para no mostrarme ansioso sobre el tema que sin querer estábamos tratando.
-Según lo que me dices, si tú no terminas con él, todo estará bien. Y si tú no le das motivos para que se enoje, todo está bien. Entonces, como me lo cuentas, él no lo puede evitar, pero es tú responsabilidad no provocarlo, entiendo...
No me gustaba usar sarcasmos hirientes, aunque fueran algo sutiles, pero no podía describirlo de otra forma. Todo lo que escuchaba sonaba como esas situaciones en las que había rehenes mentales en una relación, no tenía que ir muy lejos por que había crecido con los dramas de Miriam mientras Tahira trataba de psicoanalizarla todo el tiempo. Después de mucho tiempo lo único que había conseguido eran años de oídos sordos y una decisión tomada hasta que las cosas fueron graves. Yo no quería decir que estaba oyendo lo mismo, pero en definitiva me parecía raro que aún antes de que yo abriera la boca, Pearl ya estuviera justificándolo.
-No necesitas describírmelo, se exactamente cómo es. Y tan sé cómo es que espero que no estés dándome la versión "escuchable" de lo que te preocupa sobre él.
No iba a ridiculizar su afecto por él, ni lo que tuviera por que insistía, ese no era mi asunto. Sólo esperé, tal y como le dije, que no estuviera dándome la versión apta para todo público, por que sí, carajo, sí, era una putada estarnos viendo para follar a escondidas, pero Pearl era mi amiga y la quería demasiado. Follando o no, lo que menos quería era que algo en su vida no estuviera del todo bien.
Recibí su beso y alcancé a acariciar su cabello antes de que volviera a hablar, después de todo éramos amigos antes que nada y debía tener la confianza para hacerlo. Yo también tenía mucha más confianza con ella que con muchos otros, eso era un hecho. Le daba por amenazar, claro, había estado en un par de peleas de pub con él. Me tuve que encender un cigarrillo más, sólo para no mostrarme ansioso sobre el tema que sin querer estábamos tratando.
-Según lo que me dices, si tú no terminas con él, todo estará bien. Y si tú no le das motivos para que se enoje, todo está bien. Entonces, como me lo cuentas, él no lo puede evitar, pero es tú responsabilidad no provocarlo, entiendo...
No me gustaba usar sarcasmos hirientes, aunque fueran algo sutiles, pero no podía describirlo de otra forma. Todo lo que escuchaba sonaba como esas situaciones en las que había rehenes mentales en una relación, no tenía que ir muy lejos por que había crecido con los dramas de Miriam mientras Tahira trataba de psicoanalizarla todo el tiempo. Después de mucho tiempo lo único que había conseguido eran años de oídos sordos y una decisión tomada hasta que las cosas fueron graves. Yo no quería decir que estaba oyendo lo mismo, pero en definitiva me parecía raro que aún antes de que yo abriera la boca, Pearl ya estuviera justificándolo.
-No necesitas describírmelo, se exactamente cómo es. Y tan sé cómo es que espero que no estés dándome la versión "escuchable" de lo que te preocupa sobre él.
No iba a ridiculizar su afecto por él, ni lo que tuviera por que insistía, ese no era mi asunto. Sólo esperé, tal y como le dije, que no estuviera dándome la versión apta para todo público, por que sí, carajo, sí, era una putada estarnos viendo para follar a escondidas, pero Pearl era mi amiga y la quería demasiado. Follando o no, lo que menos quería era que algo en su vida no estuviera del todo bien.
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Holland Park
Le frunció el ceño cuando le dejaba ver las cosas tan claras usando esas frasesitas que obviamente se daban a entender. Lo miró momentáneamente cuando le decía eso pero luego volvió a clavar la vista en cualquier otro lado, frunciendo los labios como si estuviera buscando ahorrarse el enojo, o la frustración, o lo que fuera. Claro que sabía que lo que estaba sucediendo no era lo más sano del mundo pero en su mente también seguía justificándolo en todas las maneras que encontraba.
Se pasó una mano por el cabello y se lo sacudió con lo segundo, de la versión escuchable, haciendo como que no había nada más por decir y estirándose para buscar su blusa, olvidando por completo el sostén mientras se vestía con ella como si le incomodara sobremanera seguir medio desnuda mientras estaba hablando y pensando en todas esas cosas.
-Si sabes cómo es entonces no lo preguntes.
Se levantó para abotonarse y volver a fajarse, buscando por cualquier parte sus bragas sin saber exactamente dónde habían caído, olvidando que las había empujado hasta la puerta. Claro que le estaba dando la versión light. No iba a volver a rememorar los tiempos en los que se había vuelto loco llevándola a rastras al bosque, ni quería pensar que lo que había sucedido no era un hecho aislado, y que sus palabras a veces seguían retumbándole en la cabeza, sus empujones, sus acorralamientos. Pero cuando estaban bien esas cosas se le olvidaban y era cuando comenzaba con las justificaciones; que solo había sido momentáneo, que era porque la quería mucho, que mientras no le diera razones, todo entre ellos iba a ir bien.
-Pues sí, te estoy dando la versión escuchable. ¿Qué esperabas que dijera? Que me grita, que me amenazó con la varita. Y que dice que soy de su propiedad y no me va a dejar ir en el tiempo en que a él se le de la gana, y no, no es romántico cuando me lo dice. Eso es, pero ya sabes cómo es.
Se le quedó mirando, de pie, enfadada con él por haberla hecho decir eso, por ella por haber terminado así. Negó con la cabeza y terminó sentándose en el borde de la cama. No se había dado cuenta de lo terribles que estaban las cosas hasta ese momento en que lo rememoraba.
Se pasó una mano por el cabello y se lo sacudió con lo segundo, de la versión escuchable, haciendo como que no había nada más por decir y estirándose para buscar su blusa, olvidando por completo el sostén mientras se vestía con ella como si le incomodara sobremanera seguir medio desnuda mientras estaba hablando y pensando en todas esas cosas.
-Si sabes cómo es entonces no lo preguntes.
Se levantó para abotonarse y volver a fajarse, buscando por cualquier parte sus bragas sin saber exactamente dónde habían caído, olvidando que las había empujado hasta la puerta. Claro que le estaba dando la versión light. No iba a volver a rememorar los tiempos en los que se había vuelto loco llevándola a rastras al bosque, ni quería pensar que lo que había sucedido no era un hecho aislado, y que sus palabras a veces seguían retumbándole en la cabeza, sus empujones, sus acorralamientos. Pero cuando estaban bien esas cosas se le olvidaban y era cuando comenzaba con las justificaciones; que solo había sido momentáneo, que era porque la quería mucho, que mientras no le diera razones, todo entre ellos iba a ir bien.
-Pues sí, te estoy dando la versión escuchable. ¿Qué esperabas que dijera? Que me grita, que me amenazó con la varita. Y que dice que soy de su propiedad y no me va a dejar ir en el tiempo en que a él se le de la gana, y no, no es romántico cuando me lo dice. Eso es, pero ya sabes cómo es.
Se le quedó mirando, de pie, enfadada con él por haberla hecho decir eso, por ella por haber terminado así. Negó con la cabeza y terminó sentándose en el borde de la cama. No se había dado cuenta de lo terribles que estaban las cosas hasta ese momento en que lo rememoraba.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
Si se incomodaba, entonces eso no era poca cosa. Si se incomodaba tanto como para tener que demostrarlo yéndose a vestir, era mucho menos que poca cosa. Me acomodé el pantalón cuando ella se vestía y busqué mi camisa, pero no para ponérmela, sólo para tenerla cerca, estaba sospechando que en cualquier momento me iba a echar de la casa de sus abuelos para que dejara de cuestionarla y si eso ocurría, entonces todo estaba peor de lo que pensaba.
Tenía a Pearl por ser una chica muy lista, y con una buena dósis de seguridad en sí misma, pero eso no tenía nada que ver. No pensaba que las chicas que dejaban pasar esas cosas eran idiotas ni mucho menos, y no es que fuera yo el redentor de cada relación jodida del mundo, lo que me preocupaba era ella y nada más. El cigarrillo se estaba consumiendo en mis dedos y tuve que apagarlo de nuevo. No me puse la camisa pero me puse de pie y la observé vestirse, lo que en otra situación hubiera sido casi tan sexy como observarla desnudarse.
La miré directamente cuando hablaba, también de pie, y aguanté las ganas de cruzarme de brazos para no parecer que pensaba que era una tonta o algo así. Entorné los ojos intentando pensar por qué lo había dejado pasar una vez, o más, o las que fueran. Y qué iba a decir, también me sentí furioso y desvié la mirada, por más mi amigo que fuera ¿Qué clase de persona clamaba propiedad sobre alguien? Propiedad, con todas sus palabras. Respiré profundo y levanté las cejas como admitiendo para mi mismo que el calibre de lo que Pearl decía era superior a lo que había imaginado ¿Y seguía siendo su amado novio, como si nada? El equivalente de una amenaza con varita era una amenaza con cualquier arma, peor que una navaja ¿No? ¿Quién me iba a decir lo contrario?
-¿Con la varita, Pearl...? ¡Por supuesto que no es romántico, está jodido!
De nuevo agarré mi propio cabello en ese gesto ocasional que me surgía cuando estaba reprimiendo mucho enojo. No estaba gritándole, sólo estaba sorprendido, y de nuevo pensé que estaba tan jodido que tuve qué acercarme a ella, poniendo mi mano entre su cuello y la línea de su mandíbula. Claro que tenía un montón de ideas sobre lo que quería decir, pero nada me parecía adecuado, por que ahí estaba yo, follándome a su "propiedad". Era enfermizo pero me daba gusto que lo hiciera y él no tuviera puta idea y pensara que intimidándola la tendría para él solo y nada más. Por supuesto que no se lo iba a decir, no era un pensamiento agradable.
-¿Y entonces? Estas cosas sólo van a peor, Pearl. O estás en la idea de que tu amor lo va a redimir, o peor, peor, que si TÚ te portas bien todo será perfecto ¡Dios, esa no es vida! ¿Qué significa esto, que le temes? ¿Que cuidas lo que dices para que no te castigue? ¡Claro que sé como es, mierda! ¿Por qué lo aceptas? Ven acá. Tuve qué abrazarla, sólo por que detestaba estar trasformando todo en regaños, pero no podía evitarlo, de verdad no podía. Puselas manos en sus hombros y de nuevo acaricié su cabello, sentándome en la cama después ese ese abrazo tan sentido casi al punto del ridículo. - Nadie debe controlar tu vida. Nadie, ni Joe, ni tu familia, ni tus amigos, ni yo. Nadie
Tenía a Pearl por ser una chica muy lista, y con una buena dósis de seguridad en sí misma, pero eso no tenía nada que ver. No pensaba que las chicas que dejaban pasar esas cosas eran idiotas ni mucho menos, y no es que fuera yo el redentor de cada relación jodida del mundo, lo que me preocupaba era ella y nada más. El cigarrillo se estaba consumiendo en mis dedos y tuve que apagarlo de nuevo. No me puse la camisa pero me puse de pie y la observé vestirse, lo que en otra situación hubiera sido casi tan sexy como observarla desnudarse.
La miré directamente cuando hablaba, también de pie, y aguanté las ganas de cruzarme de brazos para no parecer que pensaba que era una tonta o algo así. Entorné los ojos intentando pensar por qué lo había dejado pasar una vez, o más, o las que fueran. Y qué iba a decir, también me sentí furioso y desvié la mirada, por más mi amigo que fuera ¿Qué clase de persona clamaba propiedad sobre alguien? Propiedad, con todas sus palabras. Respiré profundo y levanté las cejas como admitiendo para mi mismo que el calibre de lo que Pearl decía era superior a lo que había imaginado ¿Y seguía siendo su amado novio, como si nada? El equivalente de una amenaza con varita era una amenaza con cualquier arma, peor que una navaja ¿No? ¿Quién me iba a decir lo contrario?
-¿Con la varita, Pearl...? ¡Por supuesto que no es romántico, está jodido!
De nuevo agarré mi propio cabello en ese gesto ocasional que me surgía cuando estaba reprimiendo mucho enojo. No estaba gritándole, sólo estaba sorprendido, y de nuevo pensé que estaba tan jodido que tuve qué acercarme a ella, poniendo mi mano entre su cuello y la línea de su mandíbula. Claro que tenía un montón de ideas sobre lo que quería decir, pero nada me parecía adecuado, por que ahí estaba yo, follándome a su "propiedad". Era enfermizo pero me daba gusto que lo hiciera y él no tuviera puta idea y pensara que intimidándola la tendría para él solo y nada más. Por supuesto que no se lo iba a decir, no era un pensamiento agradable.
-¿Y entonces? Estas cosas sólo van a peor, Pearl. O estás en la idea de que tu amor lo va a redimir, o peor, peor, que si TÚ te portas bien todo será perfecto ¡Dios, esa no es vida! ¿Qué significa esto, que le temes? ¿Que cuidas lo que dices para que no te castigue? ¡Claro que sé como es, mierda! ¿Por qué lo aceptas? Ven acá. Tuve qué abrazarla, sólo por que detestaba estar trasformando todo en regaños, pero no podía evitarlo, de verdad no podía. Puselas manos en sus hombros y de nuevo acaricié su cabello, sentándome en la cama después ese ese abrazo tan sentido casi al punto del ridículo. - Nadie debe controlar tu vida. Nadie, ni Joe, ni tu familia, ni tus amigos, ni yo. Nadie
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Holland Park
Alzó la vista hacia él al sentir su mano y su cercanía. Si se mordía los labios con insistencia era nada más porque estaba reprimiendo decir más cosas o peor, ponerse a llorar como si apenas se diera cuenta de que ni siquiera era la primera opción, no pensaba que su amor lo iba a redimir. Era la segunda, pensaba que si ella se portaba bien todo iría perfecto. Y estaba pasando, las cosas iban bien, no habían tenido una sola pelea desde esa reconciliación tan extraña, ni habían vuelto a gritarse, ni a decirse cosas horribles, eso tenía que significar algo, ¿no?.
¿Qué si le temía? Claro que le temía, aunque no recordaba el momento exacto en que eso había empezado a suceder, ni cuando se había dado cuenta de eso. No sabía si había sido después de la fiesta de los Cleverley cuando la había seguido hasta Hogsmeade, o si había sido cuando se habían gritado afuera de Cerridwen, o en qué momento había pasado. Lo peor era que si no lo hablaba con Sofie, o con Shadow o hasta más abiertamente con Aquila, era porque sabía que estaba totalmente mal de su parte precisamente, aceptar eso.
Su pregunta la dejó desconcertada, ¿por qué lo aceptaba? La única respuesta inmediata que tenía era que lo quería, que no quería lastimarlo. Pero resultaría hasta cierto punto dar esa respuesta tan cínica al chico al que acababa de follarse fuera de la relación. Su abrazo fue demasiado reconfortante, lo abrazó con fuerza, tuviera o no la camisa puesta, y si lo demoró un poco más fue porque quiso respirar profundo antes de soltarlo y tener que mirarlo a la cara, porque corría el riesgo de soltarse a llorar en cualquier momento, cosa que no se quería permitir.
-Lo sé, lo sé…pero así ha sido siempre. Hasta traigo un guardapelo que me dio Aldrich que le dice mi localización todo el tiempo, pero lo hace por protegerme. Y nunca vi mal eso.
Si lo pensaba, en realidad todos controlaban un poco de su vida, en mayor o menor medida, excepto quizá sus amigas y el mismo Malik. Pero ahí estaba en la casa familiar, sabiendo perfectamente que sus padres esperaban ciertas cosas de ella, que su abuela había puesto toda su vida muchas cargas sobre sus hombros aunque de pequeña solo le hubiera parecido que era bueno ser la nieta consentida, que su abuelo creía que entraría al récord histórico por ser uno de esos escasísimos representantes jóvenes del Wizengamot. Por el otro lado estaba Joe, por quien se esforzaba y al que quería, pero también temía.
-Lo voy a resolver, te lo prometo. Solo no le digas nada, ¿sí?, ya sé que es tu amigo pero... No te preocupes, no dejaré que vuelva a pasar.
No iba a agregar el: "él dijo que nunca me lastimaría" y esas cosas, porque aunque en el momento en que habían pasado le habían sonado a disculpa honesta, en ese momento al repetirlo seguro sonarían muy mal, casi tan jodido como recordar en voz alta que Joe y Malik eran amigos, hasta donde tenía entendido se conocían de toda la vida.
Le dio un rápido beso en los labios y volvió a abrazarlo torciendo la mitad del cuerpo para poder hacerlo bien aun sentados en la cama. No tenía ni idea de qué se suponía que tenía que hacer que no involucrara cortar de raíz, cosa que no pensaba hacer, pero asumía que podían seguir en esa línea de estar bien y que eso iba a hacer que eventualmente, todo estuviera en su lugar entre ellos.
-Ya no quiero hablar de eso, por favor. Estoy contigo ahora.
¿Qué si le temía? Claro que le temía, aunque no recordaba el momento exacto en que eso había empezado a suceder, ni cuando se había dado cuenta de eso. No sabía si había sido después de la fiesta de los Cleverley cuando la había seguido hasta Hogsmeade, o si había sido cuando se habían gritado afuera de Cerridwen, o en qué momento había pasado. Lo peor era que si no lo hablaba con Sofie, o con Shadow o hasta más abiertamente con Aquila, era porque sabía que estaba totalmente mal de su parte precisamente, aceptar eso.
Su pregunta la dejó desconcertada, ¿por qué lo aceptaba? La única respuesta inmediata que tenía era que lo quería, que no quería lastimarlo. Pero resultaría hasta cierto punto dar esa respuesta tan cínica al chico al que acababa de follarse fuera de la relación. Su abrazo fue demasiado reconfortante, lo abrazó con fuerza, tuviera o no la camisa puesta, y si lo demoró un poco más fue porque quiso respirar profundo antes de soltarlo y tener que mirarlo a la cara, porque corría el riesgo de soltarse a llorar en cualquier momento, cosa que no se quería permitir.
-Lo sé, lo sé…pero así ha sido siempre. Hasta traigo un guardapelo que me dio Aldrich que le dice mi localización todo el tiempo, pero lo hace por protegerme. Y nunca vi mal eso.
Si lo pensaba, en realidad todos controlaban un poco de su vida, en mayor o menor medida, excepto quizá sus amigas y el mismo Malik. Pero ahí estaba en la casa familiar, sabiendo perfectamente que sus padres esperaban ciertas cosas de ella, que su abuela había puesto toda su vida muchas cargas sobre sus hombros aunque de pequeña solo le hubiera parecido que era bueno ser la nieta consentida, que su abuelo creía que entraría al récord histórico por ser uno de esos escasísimos representantes jóvenes del Wizengamot. Por el otro lado estaba Joe, por quien se esforzaba y al que quería, pero también temía.
-Lo voy a resolver, te lo prometo. Solo no le digas nada, ¿sí?, ya sé que es tu amigo pero... No te preocupes, no dejaré que vuelva a pasar.
No iba a agregar el: "él dijo que nunca me lastimaría" y esas cosas, porque aunque en el momento en que habían pasado le habían sonado a disculpa honesta, en ese momento al repetirlo seguro sonarían muy mal, casi tan jodido como recordar en voz alta que Joe y Malik eran amigos, hasta donde tenía entendido se conocían de toda la vida.
Le dio un rápido beso en los labios y volvió a abrazarlo torciendo la mitad del cuerpo para poder hacerlo bien aun sentados en la cama. No tenía ni idea de qué se suponía que tenía que hacer que no involucrara cortar de raíz, cosa que no pensaba hacer, pero asumía que podían seguir en esa línea de estar bien y que eso iba a hacer que eventualmente, todo estuviera en su lugar entre ellos.
-Ya no quiero hablar de eso, por favor. Estoy contigo ahora.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
Pensé que iba a apartarme de ella a empujones cuando la abrazaba, y también pensé que por mi parte iba a ser lo último de cerca que podría estar de ella, pues a nadie le gustaba que lo evidenciaran... y no le gustaba, pera por que ella sabía, no tan el el fondo, que todo eso estaba jodido. Pero no, me abrazaba con fuerza y aspiré el aroma de su cabello, cerrando un momento los ojos, deseando que no llorara por que como a muchos tipos, me costaba manejar a una chica llorando, aunque eso no significara que fuera de los fácilmente chantajeables con un par de lágrimas. Y seguía sin poder creer lo que Pearl me decía.
-¡¿Qué, un guardapelo?! Pearl... de verdad, tienes qué dejar de pensar que estas cosas son normales, que todo el mundo puede meterse en tu vida poniendo el pretexto de que te quieren y lo hacen por ti ¡Por protegerte! Tú puedes protegerte, eres una chica lista, más que lista, no necesitas a nadie cuidándote ¡Qué necedad tienen los hombres de tu vida de cuidar! Que compren un maldito helecho si lo que quieren es ser indispensables para alguien.
De verdad me jodía mucho todo el asunto, cada vez más. Ya lo único que provocaba, seguramente, era que me dejara de contar las otras cosas que hacían otros "para protegerla" claro, tan lindos, tanto amor que le daban controlándola a cada momento. Era enfermizo, yo no encontraba otra manera de definirlo. Me frustré un poco cuando me prometía que lo iba a resolver como si yo quiera el respetable Abner Burroughs regañándola para que subiera sus notas. Era precisametne esa actitud lo que la llevaba a aceptar que todo el mundo hiciera lo que le diera la gana, le pusieran rastreadores como perro de raza fina y le dijeran que quisiera o no, ahora era de la propiedad de Joseph Crawford. Yo tampoco hubiera querido estar en ese tema, pero ahora que estábamos en eso, no iba a poder dejar de pensar en eso, no hasta que le dijera algunas cosas.
-Ahí, justo ahí está el problema ¿Por qué dices estas cosas, por complacerme? Pearl, no tienes que prometerme nada a mi, esto no es por mi. Esto es por ti, tú puedes decidir qué es lo que no quieres en tu vida. ¡Carajo! ¿Te escuchas? Me estás pidiendo que no le diga nada... sólo quiero dejarte claro que no necesita tirarte los dientes de un golpe para estar maltratándote. Entiende una cosa: no me hagas promesas, ni me pongas en la lista de gente que quiere saber dónde estás y qué haces a todas horas. ¿Y qué de ti, carajo? ¿Qué de lo que tú quieres?
Sí, me enojaba completamente. Recibí su beso y la jalé hacia mi para abrazarla más, empujándola un poco para que quedara de espaldas a la cama, yo casi encima de ella. Volví a acariciar su rostro con el dorso de la mano. Estaba seguro que teníamos una manera muy distinta de haber sido educados, pero seguía pensando que al menos en ese momento, a ella podría convenirle un poco pensar que, de verdad, no necesitaba complacer a todo el mundo.
-No quiero sermonearte, entiéndelo. Sólo me enferma que los dejes hacer, carajo... no lo necesitas. No necesitas a nadie.
-¡¿Qué, un guardapelo?! Pearl... de verdad, tienes qué dejar de pensar que estas cosas son normales, que todo el mundo puede meterse en tu vida poniendo el pretexto de que te quieren y lo hacen por ti ¡Por protegerte! Tú puedes protegerte, eres una chica lista, más que lista, no necesitas a nadie cuidándote ¡Qué necedad tienen los hombres de tu vida de cuidar! Que compren un maldito helecho si lo que quieren es ser indispensables para alguien.
De verdad me jodía mucho todo el asunto, cada vez más. Ya lo único que provocaba, seguramente, era que me dejara de contar las otras cosas que hacían otros "para protegerla" claro, tan lindos, tanto amor que le daban controlándola a cada momento. Era enfermizo, yo no encontraba otra manera de definirlo. Me frustré un poco cuando me prometía que lo iba a resolver como si yo quiera el respetable Abner Burroughs regañándola para que subiera sus notas. Era precisametne esa actitud lo que la llevaba a aceptar que todo el mundo hiciera lo que le diera la gana, le pusieran rastreadores como perro de raza fina y le dijeran que quisiera o no, ahora era de la propiedad de Joseph Crawford. Yo tampoco hubiera querido estar en ese tema, pero ahora que estábamos en eso, no iba a poder dejar de pensar en eso, no hasta que le dijera algunas cosas.
-Ahí, justo ahí está el problema ¿Por qué dices estas cosas, por complacerme? Pearl, no tienes que prometerme nada a mi, esto no es por mi. Esto es por ti, tú puedes decidir qué es lo que no quieres en tu vida. ¡Carajo! ¿Te escuchas? Me estás pidiendo que no le diga nada... sólo quiero dejarte claro que no necesita tirarte los dientes de un golpe para estar maltratándote. Entiende una cosa: no me hagas promesas, ni me pongas en la lista de gente que quiere saber dónde estás y qué haces a todas horas. ¿Y qué de ti, carajo? ¿Qué de lo que tú quieres?
Sí, me enojaba completamente. Recibí su beso y la jalé hacia mi para abrazarla más, empujándola un poco para que quedara de espaldas a la cama, yo casi encima de ella. Volví a acariciar su rostro con el dorso de la mano. Estaba seguro que teníamos una manera muy distinta de haber sido educados, pero seguía pensando que al menos en ese momento, a ella podría convenirle un poco pensar que, de verdad, no necesitaba complacer a todo el mundo.
-No quiero sermonearte, entiéndelo. Sólo me enferma que los dejes hacer, carajo... no lo necesitas. No necesitas a nadie.
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Holland Park
Nunca había pensado las cosas así, respecto a toda esa necesidad de controlarla, ni le había dado ese sentido, sino que lo había aceptado como algo natural, un instinto protector sí normal. Aldrich le había dado el guardapelo luego de lo que había pasado con Angus, porque no quería que las cosas fueran a mal y él no supiera a dónde ir o qué hacer. Se mordió los labios sin ser muy capaz de refutar a sus argumentos. No respondió inmediatamente a qué era lo que quería, aunque si no hubieran estado tratando ese tema en particular habría tenido un montón de respuestas aparentemente seguras para una pregunta como esa.
Se había tragado todo lo que le había dicho en silencio y en silencio se mantuvo hasta sentir que la volvía a abrazar, que su espalda se recargaba contra el colchón, que le acariciaba el rostro y le decía que no necesitaba a nadie. Le buscó la mirada como queriendo ver ahí si era cierto o no, que no necesitaba que nadie la protegiera ni controlara sus pasos, lo cuál significaría un cambio completamente radical en lo que siempre había sido su vida.
Claro que no podía comparar lo familiar y la manera en que se habían desarrollado las cosas en casa a lo que pasaba ahora con Joe. Entendía que esas ansias de forjarle cierto futuro por parte de su familia eran consecuencia directa de una preocupación genuina conjugada con experiencias no muy gratas del pasado. Lo de Joe era totalmente distinto, nunca pensó que llegaran a eso, no había tenido referencias de que hubiera sido un loco peligroso en sus otras relaciones y no sabía exactamente qué había hecho ella para provocar algo así.
-Ya te lo había dicho, en el observatorio. Crecí con la necesidad de no decepcionar a nadie.
Le tomó la muñeca con las manos, como deteniendo su caricia aunque en realidad solo fue un paso para arrinconarse más entre sus brazos. Claro que sabía que estaba mal, claro que estaba asustada, pero también le era imposible no enceguecerse con las partes buenas de Joe, dejar de justificarlo, olvidar la parte de que lo quería y que se sentía capaz de sacar de él muchas cosas buenas. Si no lo quisiera ya le hubiera pedido a su padre que terminara con eso como mejor le pareciera, así de mal como sonaba.
-Pero no sé qué hacer, ¿qué se supone que haga?. Nunca me había pasado algo así, ni siquiera sé cómo sucedió, te juro que pensé que sabía lo que había pasado con nosotros, pero no, nada, solo lo decidió y ya. No sé qué hacer
Le repitió, escondiendo un poco a cara en su pecho y soltando un hondo suspiro, abrumada y preocupada, más que nunca.
Se había tragado todo lo que le había dicho en silencio y en silencio se mantuvo hasta sentir que la volvía a abrazar, que su espalda se recargaba contra el colchón, que le acariciaba el rostro y le decía que no necesitaba a nadie. Le buscó la mirada como queriendo ver ahí si era cierto o no, que no necesitaba que nadie la protegiera ni controlara sus pasos, lo cuál significaría un cambio completamente radical en lo que siempre había sido su vida.
Claro que no podía comparar lo familiar y la manera en que se habían desarrollado las cosas en casa a lo que pasaba ahora con Joe. Entendía que esas ansias de forjarle cierto futuro por parte de su familia eran consecuencia directa de una preocupación genuina conjugada con experiencias no muy gratas del pasado. Lo de Joe era totalmente distinto, nunca pensó que llegaran a eso, no había tenido referencias de que hubiera sido un loco peligroso en sus otras relaciones y no sabía exactamente qué había hecho ella para provocar algo así.
-Ya te lo había dicho, en el observatorio. Crecí con la necesidad de no decepcionar a nadie.
Le tomó la muñeca con las manos, como deteniendo su caricia aunque en realidad solo fue un paso para arrinconarse más entre sus brazos. Claro que sabía que estaba mal, claro que estaba asustada, pero también le era imposible no enceguecerse con las partes buenas de Joe, dejar de justificarlo, olvidar la parte de que lo quería y que se sentía capaz de sacar de él muchas cosas buenas. Si no lo quisiera ya le hubiera pedido a su padre que terminara con eso como mejor le pareciera, así de mal como sonaba.
-Pero no sé qué hacer, ¿qué se supone que haga?. Nunca me había pasado algo así, ni siquiera sé cómo sucedió, te juro que pensé que sabía lo que había pasado con nosotros, pero no, nada, solo lo decidió y ya. No sé qué hacer
Le repitió, escondiendo un poco a cara en su pecho y soltando un hondo suspiro, abrumada y preocupada, más que nunca.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Holland Park
No se me había olvidado lo que me había dicho, y aunque ya antes lo hubiera notado, después de que lo admitiera sentía que todo terminaba de hacerse evidente. Qué iba a decir, yo también tenía cosas en mi personalidad que seguramente eran chocantes, y una de ellas era tomarme a mal cualquier sugerencia que alguien me hiciera de lo qué hacer o no, por que me sonaba a órdenes, y no me gustaba que me dieran órdenes. Aunque no fueran mal intencionadas, no me gustaban, y eso me había traído problemas. Por supuesto que era muy sencillo llevarse con alguien que buscaba no decepcionar a nadie, era un defecto que parecía ser más una virtud, claro, hasta que su propia vida salía jodida. Estaba acostado de costado y la acariciaba como si necesitara consuelo.
Yo tampoco sabía qué hacer, era complicado encontrar una solución posible sin que eso significara estar manejando su vida como aparentemente todos los tipos con los que se topaba querían hacer. Creía firmemente que algunas relaciones hacían mejor la vida de los involucrados, ese era el ideal, pero no se me ocurría que Pearl tuviera que sacrificar su integridad por ver si Joe tenía cosas de gente decente que mostrar o algo así. Dar consejos en ese momento era peligroso, no quería que sonaran a órdenes. Justo como yo detestaba que me las dieran, tampoco me gustaba darlas.
-¿Sólo lo decidió? De haber sabido, hubiera decidido que serías mi mujer ese día de la comida china... - Me permití la broma para que le quitara solemnidad al momento aunque la verdad es que no me parecía nada gracioso. -No te tomo por tonta, Pearl. Eres todo menos eso, y ya sé que cuando uno se mete en problemas pues... realmente ocurren sin que uno realmente se percate de la magnitud de las cosas, y cuando lo haces ya es más grave, o algo así, yo qué sé...
Acaricié su cabello. Nadie podía negarme que si una chica decía que no sabía qué hacer y estaba a punto de llorar al hablar de cómo la trataba su novio pues no era precisamente la relación más sana que pudiera tener.
-¿Qué quieres hacer? Las relaciones son difíciles y tal, pero estoy seguro que no tendrías por qué estar aterrorizada con la idea de terminarlo si no es lo que quieres. Al diablo todo, Pearl. Al diablo lo que piensen tus amigos, y la gente de la universidad, y quien sea, y por favor intenta, por una vez, decidir qué quieres hacer tú con todo esto. Eres demasiado buena para estar pasando por mierdas así.
Claro, se me ocurrió pensar que Milena también era demasiado buena para estar pasando por cosas así, de las que ni enterada estaba. Eso también me puso de un ánimo extraño y tuve que cerrar los ojos un momento, abrumado por el peso de las cosas que caían a nuestro alrededor. Volví a besarla, acariciando un poco su abdomen y jugando inocentemente con la hendidura de su ombligo, estrechándola un poco más contra mi.
Yo tampoco sabía qué hacer, era complicado encontrar una solución posible sin que eso significara estar manejando su vida como aparentemente todos los tipos con los que se topaba querían hacer. Creía firmemente que algunas relaciones hacían mejor la vida de los involucrados, ese era el ideal, pero no se me ocurría que Pearl tuviera que sacrificar su integridad por ver si Joe tenía cosas de gente decente que mostrar o algo así. Dar consejos en ese momento era peligroso, no quería que sonaran a órdenes. Justo como yo detestaba que me las dieran, tampoco me gustaba darlas.
-¿Sólo lo decidió? De haber sabido, hubiera decidido que serías mi mujer ese día de la comida china... - Me permití la broma para que le quitara solemnidad al momento aunque la verdad es que no me parecía nada gracioso. -No te tomo por tonta, Pearl. Eres todo menos eso, y ya sé que cuando uno se mete en problemas pues... realmente ocurren sin que uno realmente se percate de la magnitud de las cosas, y cuando lo haces ya es más grave, o algo así, yo qué sé...
Acaricié su cabello. Nadie podía negarme que si una chica decía que no sabía qué hacer y estaba a punto de llorar al hablar de cómo la trataba su novio pues no era precisamente la relación más sana que pudiera tener.
-¿Qué quieres hacer? Las relaciones son difíciles y tal, pero estoy seguro que no tendrías por qué estar aterrorizada con la idea de terminarlo si no es lo que quieres. Al diablo todo, Pearl. Al diablo lo que piensen tus amigos, y la gente de la universidad, y quien sea, y por favor intenta, por una vez, decidir qué quieres hacer tú con todo esto. Eres demasiado buena para estar pasando por mierdas así.
Claro, se me ocurrió pensar que Milena también era demasiado buena para estar pasando por cosas así, de las que ni enterada estaba. Eso también me puso de un ánimo extraño y tuve que cerrar los ojos un momento, abrumado por el peso de las cosas que caían a nuestro alrededor. Volví a besarla, acariciando un poco su abdomen y jugando inocentemente con la hendidura de su ombligo, estrechándola un poco más contra mi.
Karim Malik- Mensajes : 257
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