Secret Party

Bird se rió de buena gana por acordarse de la vez de la cara de Robert Pattinson y como la tonta de Lady había salido hasta en los tabloides muggles por un día hasta que Pattinson el de verdad declaró que no era él, con todo y testigos. Fue graciosísimo y seguía viviendo al filo de la ley con esa falta estúpida. Volteó hacia la tarima del DJ donde le costó trabajo reconocer a Robin. Zap ya estaba rodeado de mujeres en casi nada de tiempo pero a Bird no le importaba eso todavía y siguió bailando con su hermana, cargándola, gritando y haciendo como que traía un ambientazo en el cuerpo. También saludó a Robin con la mano.

-Sí conozco al DJ, ¿te lo presento? Está trabajando, no lo molestes.-Pero de todos modos tomó a Lady por a cintura y la cargó para llevarla como un bulto cerca de la tarima, sin subirse.-Y la chica que te gusta para mi es Bonnie, la Girl Scout. Ahorita me la ligo.-Ya lo había intentado, lo de ligársela antes, en otras épocas. Estaba acompañada de Sky Berrycloth, que en otros tiempos había sido rellenita y ahora se veía igual de deseable.

Llevó a su bulto Lady hasta donde estaba la gente esa y cuando la puso en el suelo le gritó al DJ.-HEY DJ! ESTA ES MI HERMANA LADY STONER, DICE QUE QUIERE FOLLARTE CUANDO ACABES TU TURNO.-No le agregó que seguro Lady mentía porque era lesbiana, porque esa noche no le iba a hacer esa broma por si sí quería ligar. Ya era sabido que no era hermano posesivo celoso enfermo como muchos, solo protector. Que Lady hiciera lo que quisiera mientras no se pasaran con ella. Solo agitó el brazo de Lady en el aire.

-Señoritas…-Dijo haciendo una reverencia ridícula a Bonnie y a Sky, que estaban cerca. Les guiñó a ambas porque con esa cara le quedaba bien ese gesto y volvió a tomar a Lady de los brazos para bailar con esa canción de Die Antwoord y luego mirar a su alrededor. Lady ya sabría que miraba a ver qué encontraba. Estaba buscando noticias. Ahí estaba Shadow con el islandés, y el grupo de novios perdedores con chicas de sociedad al completo. Saludó a Sof con un gesto de la mano.

-Bird Stoner, mucho gusto.-Eso lo dijo cuando volvió la atención a Bonnie y a Sky, estirando la mano derecha para presentarse como en terreno formal, porque con la otra seguía tratando a Lady como marioneta.

Tuve que hacer caritas raras tratando de adivinar qué le pasaba a Josh como si quisiera leerle la mente, porque no se veía con el ánimo de siempre aunque estuviera con eso de la música tan bien como acostumbraba. Pero luego pareció tener mejor actitud y no me pareció adecuado preguntarle si algo le molestaba o intentar que se abriera al amor y la comprensión conmigo cuando estábamos en medio de una fiesta como esa y él estaba trabajando, seguro que era algo pasajero.

-¡Claro que llegué! Sofie terminó pagándome el boleto, es una dulzura-Siete galeones podían no parecer mucho porque tampoco eran una cantidad desorbitada, pero me sabía bien que alguien me librara de ese gasto que para mi no era como quitarle un pelo a un gato.

–Pero Sky está decepcionada porque nadie le puso un sello en la mano. Y conseguimos las cervezas al principio, ahora hay más gente en la barra. –Miré para ese lado y vi a mi patrocinadora Sofie a quien intenté saludar con la mano pero seguro no me vio porque estaba con su novio popular. Y también estaba Karim con su guapísima novia, pero con él sí me esforcé para que me viera y me saludara de lejos aunque fuera, sonriéndole con todos los dientes mientras bajaba las escaleras de la tarima, por suerte no me caí ni nada por andar bobeando. Si Josh se quedaba solo volvería para hacerle compañía.

-¿Quién me está mirando?-Seguramente nadie y solo quería mostrarme a un chico guapo pero sí me encontré en el camino de mis ojos con Bird Stoner. –Creo que sí, si es el chico que siempre se cambiaba de caras en el colegio- pero no estaba segura, hasta que llegó gritando que su bonita hermana se quería follar a Josh, me dio risa aunque deseé que nunca lo lograra y eso me confirmó que era Bird Stoner. Me acordaba de él mucho mejor con otra cara.

Bird se presentó con nosotras con una reverencia tonta que me hizo reír otra vez y luego le estreché la mano.-Bonnie Goldhawk y esta es Sky Berrycloth, quiere un sello en la mano-¡Qué tonta me sentí presentándome con apellidos en ese lugar! Le lancé una mirada fugaz y elocuente a Sky para que mejor se tomara un trago más grande de ese licor clandestino y se llevara al chico a bailar por ahí. A mi no me iba a molestar quedarme cerca de Josh en esa tarima, o bailar sola, o ir por entre la gente buscando a alguien más.

Le gustaba ver llegar a gente de Brigantia cada vez más, seguía sirviendo cervezas dedicada a su trabajo como estaba y saludaba a los pocos que dirigían el hola no sólo a Angus sino también a ella. Seguía afirmando que no le gustaba a nadie de sus amigos y al único que le resultaba tolerable era a Malik quizás por que él sabía que iba a estar en el apartamento más tiempo del posible y por eso tenía que hacerse las cosas fáciles. Fuera por lo que fuera estaba ahí ofreciéndole a su hombre ser el más felíz del mundo y sólo por eso le dio risa y alcanzó a darle a Angus un sonado beso en la mejilla, aunque con el volumen no se escuchara nada.

-Nadie vendrá a ofrecerme nada, lobo. Eres temible, y yo ya tengo calidad de señora para todo el mundo.

La verdad era que eso no le molestaba. No quería resultar deseable para nadie más que para Angus y le gustaba la idea de que estuvieran ya un poco lejos de todos esos líos de novias y semi-novias que había en Brigantia, con gente al menos un par de años menores que ellos. La hacía sentir bien la idea de estar ya "en otro nivel" aunque claro que no exteriorizaba esos pensamientos. Y esa era la esperanza que tenía con sus amigas, dejarlas estar para que la prohibición no se hiciera capricho y en cosa de unos meses se aburrieran de los tipos con los que estaban.

-Déjenlo en paz, por una vez que se ve decente...

Por ella que se pierdiera en el bosque y se lo comieran los perros salvajes. Si había decidido no decir nada sobre él esta vez era por puro respeto a Pearlie por que le tenía aún más de reservas desde que le había dicho que había sido capaz de levantarle la mano. Hasta le daban ganas de contarle a Angus y decirle que pusiera en su lugar a su adolescente amigo, pero casi le había jurado a Pearlie que era la última vez que iba a hablar de ese asunto por consideración a ella y lo pensaba cumplir. Sonrió cuando Malik le daba la pastilla y se sintió con unas ansias curiosas de probarlas.
Saludó a Pearlie de lejos riéndose por lo bajo cuando vio de cerca el atuendo de Pearl y frunciendo el ceño cuando veía el de Milena. y tuvo que acercarse un poco más a ella, sin salir de la barra, para preguntarle qué le había pasado cuando había elegido ropa.

-¿Y esas fachas qué significan, Milena? Es como si dijeras "soy una bruja que sabe vestirse como muggle", o sea no. No.

Se lo decía sonriendo, no tenía más que meses conociendo a la rusa pero ya sabía cóom era ella y qué nivel de confianza tenían. Nunca se callaba cuando alguien iba vestido de manera "rarita", mucho menos si ese alguien eran sus amigas.

Para qué iba a mentir, la mujer de Finnerty en verdad estaba absolutamente prohibida para todo el mundo en la Universidad, y no por que pensara que todas las demas chicas con pareja estuvieran disponibles, pero era distinto. El caso es que no me creí mucho el asunto de "déjenlo en paz" y seguí pensando que Joe no era una persona que fuera a entrar jamás en los afectos de la señorita Lillyvick, que por más tolerante que estuviera siendo desde que vivía con el lobo, había cosas que seguramente no toleraría. Ni a Joe ni a cualquier amiga de Finnerty, por ejempo. Ni para mencionar a Les, o a Loreen.

Yo también estaba preocupado por Les, no iba a mentir. Le había dado vueltas al asunto en mi mente y nada me daba buena espina, que aunque no hiciera adivinación confiaba un poco en mi intuición, y la intuición no me decía que ese asunto fuera a terminar bien. No era posible que la chica llevara semanas sin trabar palabra con nadie, y que su padre, además, se mostrara abiertamente preocupado. Eso era lo peor, si Ayres estuviera tranquilo y tal pues entonces se trataría sólo de su retiro espiritual y punto. Pero no.

Agarré a Milena por la cintura y fruncí el ceño cuando su atuendo era criticado. Sinceramente yo no entendía muchas cosas de los atuendos de las mujeres y lo único que tenía claro era que no se debía llevar tacones a un rave ni zapatos sin calcetines. Por su comodidad tampoco vestidos, pero para mi gozo, que llevaran todos los vestidos que quisieran.

-Déjala en paz ¿Qué tiene de malo? ¿Oye cariño esa camisa no es mía?


Pearl y yo disimulábamos como jefes del engaño y eso me hacía sentir que quizás nos podríamos permitir una escapada al agreste como bien hubiera dicho la decana de Arianrhod después de que nos cachara en plena relajación post-polvo a Mila y a mi. Sí, era un descaro total. Miré alrededor y también vi que Bonnie Goldhawk correspondía a mi sonrisa de lejos, hice lo mismo y me reí un poco más cuando vi que trastabillaba un poco en las escaleras. Tenía intenciones de al menos pasar un rato con ella esa noche, chocar vasos, preguntarle si seguía haciendo toda clase de nudos como buena niña scout. Y la pastilla seguía en su respectiva bolsa, esperando por ser consumida, aunque aún no sabía dentro de quién iba a terminar esa mitad.

-Estás guapísima como siempre, Mila, pero no te mentiré, te verías mejor sin esa blusa. Y sin esa falda, y sin esas botas...

Definitivamente no iba a lograr que Adair se tomara nada a bien esa noche. Estaba cansado, a Sofie ya le era obvio que estaba allí por compromiso y no por ganas, e intuía la rubia que, confesar una cuestión como la legeremancia, no sería positiva de ninguna manera en ese contexto, siquiera para darle el gusto, a un chico tan reservado como él, al que además se le había ocurrido estar de malas. - No me amenaces - Le espetó primero que nada ya jalándolo del brazo para ir a con Autumn pero teniendo que detenerse por la llegada de Shadow y Hakan.

Sosteniendo con una mano a Adair (porque no pensaba dejarlo escapar tan fácil, como si fuera allí el único que tenía derecho a cabrearse, como si fuera el único que andaba haciendo esfuerzos sobre humanos ¬¬), se abrazó con la otra, que llevaba su cerveza con cuidado, a Hakan, para darle un beso en la mejilla y luego interrumpir toda charla entre Joe y Shadow, para hacer lo propio con la rubia y susurrarle - relájate, loca! - Que la conocía como a la palma de su mano y se le notaba mil que andaba trastornada. Si había inventado el chisme mal sano de Siob por robarse al islandés, ya no sabía Sofie de que era capaz la Burrough aquella, lástima que esta noche no estaba en sus planes controlarla, y ni que eso estuviera en sus manos tampoco.

Anunció al grupo que ya se veían luego, y cruzó lo que hubiera que cruzar para ir al encuentro de Autumn. Pero antes de llegar paró en seco en medio de la pista para tomarse de un solo tirón la cerveza que había jurádose no acabar. Y dejó caer el vaso al suelo mientras le decía a Adair - tengo una manía nueva... cuando las cosas se me van de las manos... - y en vez de pellizcarse a ella, lo ejerció en él, con bastante saña para la sonrisita juguetona que mostraba su rostro... - Hola Autumn!! -

Pues sí, era un hecho, iba a pasar toda la noche con su hermano que seguramente al final de la noche la llevaría medio cargando de borracha y más nada. Le ponía malas caras a Bird cuando seguía moviéndola con la música y aunque estaba intentando no mirar mucho a Hákan al final lo había hecho sólo para disimular y que todo pareciera como un Hola amigo cómo vas sin a) llegar ahí como una encimosa ni b) parecer que pretendidamente lo ignoraba. Un justo punto medio, y muchas ganas de perder la conciencia.

-Pues te están mirando, hermano tonto. No me lo presentes, qué vergüenza ¡NO, QUE NO TE DIJE, QUÉ HACES, BÁJAME SE ME VE TODO EL CULO!


Y era cierto, con los shorts de lentejuelas negras que llevaba se le veía bastante descarado el culo cuando la levantaba así. No dejó de golpearlo por la espalda y medio sacudir las piernas pensando que ese día tenía qué hacer algo indebido para liberar la tensión negativa, como menos. Le dio otro golpe a su hermano y procuró despeinarlo cuando le gritaba esas locuras al DJ, y ella sólo negaba con la cabeza mirándolo muy mal, aunque estuviera ya frente a esas dos rubias de apariencia ñoñesca pero linda. Al menos no iban en la última moda de las señoritas de sociedad que, parecía, era el trend que traía a todos los tipos vueltos locos.

Si miraba a su alrededor, todos los guapos estaban con niñas tiquismiquis que iban a las fiestas en casas abandonadas de falditas y tacones, como mínimo. Karim Malik le llevaba varios años pero desde que entró a Brigantia lo veía muy sexy, y estaba con esa rubia sosa que parecía ser de las que se reían de cualquier tontería con voz chillona. Joseph Crawford con esa otra niña con aires de creerse mejor que los demás y ni qué decir del islandés, las buscaba mustias y moscamuertas. Adair también le parecía guapo y Sofie una niña en esa categoría, pero al menos ella era agradable. Estaba notablemente frustrada, y se terminó su trago de un jalón, medio tirándose cerveza por las comisuras y dejando el vaso en cualquier lado mientras Bird se presentaba con esas chicas.

Le arrebató el trago a su hermano y sin ser discreta al respecto le vació media bolsita plástica del speed que traía. No era buena idea sobrevivir a esa fiesta sobria; le sonrió a DJ de cualquier manera aunque fue una sonrisa extraña como la de Wednesday en esa película que era de sus favoritas, Addams Family Values. y le dio un buen trago sin mayor premura a su bebida envenenada. Pinchaba buena música, a veces le gustaba ese estilo hip hop aunque el suyo estaba más cerca del ska y esas cosas. Daba igual, iba a bailar y a besar a quien se dejara, al novio de alguna de esas chicas fresas seguramente, pero no al islandés, eso estaba claro. No iba a hacerlo quedar mal con su nueva chica, después de todo era buen amigo suyo y esas cosas, como buena Gryffindor que había sido, eran sagradas.

-¿Quieren speed? Así en el trago sube lentamente, no es nada radical. Mi hermano vino a ligotear con ustedes. Es guapo ¿No?

Saludó a Angus y Aquila cuando llegaban, aunque su amiga lo primero que hiciera al verla fuera a criticarle la ropa. Y no, no se lo tomó a mal, porque sabía que estaba hecha una combinación muy extraña para la manera en que ella solía vestirse siempre, de manera tan propia y cuidad. Pero era su primera fiesta de esa clase, no tenía idea de qué esperar y todo el mundo le dijo que ni se preocupara, que fuera cómoda y ya (además que sí, era una bruja tratando de adaptarse a lo muggle). Total que se rio de buena gana por los comentarios de Aquila, a quien tenía que decir que ya quería muchísimo aunque hubiera comenzado a conocerla bien hacía apenas cosa de unos meses, todo por medio de Pearlie. Milena no era una persona de aquellas que podía enumerar a todos sus amigos en una lista interminable. Tenía un círculo, pequeñito, pero en el que confiaba plenamente. Y Aquila Lillyvick era parte de él.

- Lo es, te la robé, ya no te la voy a devolver jamás. –

Le respondió a Karim sobre su camiseta, riéndose , y a Aquila la miró encogiéndose de hombros como diciéndole, ¿Ya ves? Además estaba oscuro y no iba a decirlo en voz alta porque no quería quedar como presumida insoportable, pero Aquila la entendería, que podían ponerse un saco de papas encima, la túnica más exquisita y lujosa o de plano ponerse a brincotear desnudas e iba a dar igual. Se veían bien siempre.

- Te prometo que para tu próxima fiesta me vengo más acorde. Paso el atuendo contigo antes para tu visto bueno. –

Le sacó la lengua entre risas y tomó el vaso de cerveza que le correspondía. Claro que si volvían a organizar algo así ella iría, porque era su amiga, y también porque no le desagradaba lo que veía, aunque fuera el lugar más extraño en el que hubiera estado jamás. Y ya, suficiente con la ropa, que llegaba a la conclusión de que necesitaba comenzar a relajar su guardaropa, porque tenía puras cosas quizá demasiado formales. Ya no era como si pudiera pedirle prestado algo a Siobhan, que justamente su ex novio llegaba acompañado de Shadow. La echaba de menos, no supo que había pasado, pero lo del rumor del embarazo era algo que había escuchado.

- ¿Ves? Por eso no me importa ni lo que me puse, voy a terminar sin ropa al final de la noche… –

Eso se lo dijo al oído a él, que la tenía abrazada por la cintura, y le dio un mordisco en el lóbulo de la oreja. ¿Cómo iba a saber que no era ella la única a que se imaginaba desnudando y follando a lo largo de esa noche?

- Mira, hay que hacerle caso a Joe. Yo quiero bailar, esa música me gusta. Y oye, es en serio ¿eh? Tu camisa es mía ahora. Ya no me la voy a quitar, Igual y te follo luego con ella puesta. –

Mucha risa, mucho chiste a su oído, pero igual ya lo andaba jaloneando para que bailara con ella.

Al islandés le pareció lindo que Shadow confesara así que la ponía nerviosa, lo hacía sentirse bien consigo mismo por alguna razón idiota. Le rodeó la cintura cuando lo besaba más, olvidando un poco la vergüenza en ese beso pero compensándolo con uno en la punta de la nariz. La abrazó sonriendo por esa dualidad. A él no le importaría quedarse toda la fiesta con ella si era lo que ella quería, pero al parecer su educación la hacía al menos ir a saludar.

Sus amigos más “cercanos” estaban ahí de todos modos, a donde se dirigían. Joe, Sofie y ahí le paraba de contar porque solo con la última había desarrollado un vínculo de verdad, sin contar a Lady a quien encontró con la mirada luego de mucho buscar y solo le hizo desde lejos un gesto con la cabeza al verla con un tipo que no sabía si era su hermano o su pareja de la noche.

Tomó la cerveza que Shadow le ofrecía, la que sería gratis, aunque seguía manteniendo eso de que la iba a comprar lo que ella quisiera. También entendió el gesto como un acto de consentirlo y por eso la volvió a besar acariciando su cabello rubio, preocupándose por la tos que había dejado salir, como si la cerveza se le hubiera ido por otro lado- ¿Estás bien?- Le preguntó en voz baja, cerca de su oído, más por quedar cerca de su cuello y darle un beso ahí que porque no lo fuera a escuchar por el ruido de la música.

Cuando la tos pasó y Shadow pudo saludar como era debido, el islandés apretó la mano de Joseph y brindó con él alzando su cerveza. No sabía decir si se le veía mejor o peor de aspecto con Pearlie o sin Pearlie porque también había notado su cara de muerto que Shadow había señalado.

Al sentir el acercamiento de Sofie la abrazó fuerte cuidando no derramar su cerveza y saludó a Adair como había hecho con Joseph. El novio de Sofie ya sabría que Hákan no tenía dobles intenciones y que tanto cariño era legal. Podía ser que hasta Sofie le hubiera contado lo que había pasado, de que lo había llevado a conocer a su madre y todo. No era momento de pensar en eso. Se despidió de ellos con un gesto de la mano y volvió a Shadow, abrazándola por la cintura otra vez.-¿a quién dijiste que quería ir a saludar, a tu amigo el DJ? Está ocupado- dijo mirando hacia la tarima, sin saber la historia que habían tenido entre ellos, cerca estaba Lady o sea que sería bueno ir, pero a la vez no.

Volvió a besar a Shadow haciendo a un lado su cerveza para no terminar echándosela encima y luego vaciando el vaso de color neón de dos tragos al hilo. Quería beber otra cosa- ¿Quieres que te consiga otro trago? Vamos a ver qué tiene Angus, o si sí tienen algo aparte de cerveza, no soy devoto. Y ya que me lo haya bebido al hilo, bailamos, y me sigues besando. No te voy a dejar en paz.

Pues sí, a Lady Stoner se le veía todo el culo y yo tuve esa imagen por un par de segundos mientras Aquila y Milena decían quién sabe qué cosa de faldas y atuendos. Quise sacar un cigarrillo en el momento en que la pequeña charla sobre el atuendo seguía, pero me contuve, y me dio un poco de risa el asunto de terminar sin ropa al final de la noche, claro, haciendo que acariciara el cabello de Milena y la besara en la comisura de los labios. Por un momento me quedé pensando que eran charlas demasiado recurrentes entre nosotros y en la hipotética situación de que se me atrofiara la polla seguramente se quedaría aburridísima a mi lado. Yo qué sabía, me estaba poniendo de mal humor, pero no se me notaba. Pasé una mano por mi cabello antes de sonreírle y corresponderle el beso.

-Cariño, no me hagas esto, con lo nutrido que está mi clóset...

Pues no, yo casi siempre traía la misma ropa y si tenía cinco camisas estaba exagerando. Cuando necesitaba verme más decente le quitaba algo a Angus que no me quedaba precisamente perfecto pero me daba igual. No estaba ahí parado como un tronco, claro que me movía con la música, aunque empezaba a darme cuenta que el mal humor se debía, además de a las atenciones de Milena que me hacían sentir un miserable asqueroso, al hecho de que Pearl y Joe estuvieran por ahí unidos por las bocas. Ya esperaba verla de nuevo morreándose con él pero mi mirada se encontró con la suya y la sostuve, con una leve sonrisa.

Dejé que terminara la canción, bailando y besando a Milena ocasionalmente, pensando que de todos modos nunca había sido una persona tan transparente como para demostrar que a pesar de la culpabilidad seguía haciendo las cosas que me daban la gana cuando me daban la gana. Mentalmente decidí que iba a intentarlo, o sea, escabullirme con Pearl entre tanta gente y alboroto, malditos incentivos de adrenalina.

-Tengo que ir al descampado, las desventajas de la cerveza. Vuelvo en nada, deja de ser tan guapa o te van a robar.

Le di un beso rápido en los labios y al darme la vuelta busqué con necesidad la mirada de Pearl, para que pudiera leer la intención de mi casual partida por un pasillo con luces donde había algunas personas paradas charlando, otras bailando, lo que fuera. Esa casa abandonada estaba llena de escondrijos, y sólo esperaba que el plan hubiera sido efectivo, aunque si no, iría a fumarme un cigarrillo en la intemperie para que se me fuera ese mal humor que nadie merecía y regresaría a la fiesta, dispuesto a comerme la maldita pastilla yo solo. Si no podía tener euforia natural, los químicos harían el trabajo.

Angus dejó escapar una carcajada fuerte cuando Joe les levantaba el dedo medio.-¿A tus espaldas? Te invité formalmente a tomar una cerveza conmigo levantando el meñique, no es a tus espaldas.-De la calidad de señora de su mujer, estaba muy orgulloso. Ojalá de verdad nadie se pasara de listo a ofrecerle nada porque los iba a ahorcar. Estaba teniendo una buena noche. Mucha gente que atender, mucha cerveza que servir, más que vender. Los alcoholes fuertes seguían medio guardados porque todavía estaba la gente en el punto de querer ahorrar todos los knuts que tuvieran, cosa que cambiaría cuando la cerveza comenzara a subírseles y necesitaran más. No dudaba que alguien hubiera llevado alcohol clandestino o pastillas como las de Malik u otras drogas, pero nada sería suficiente para empañar el negocio. Se habían vendido suficientes entradas y lo que vendieran de alcohol les ayudaría a recuperar la inversión. Aquila era buena haciendo cuentas, estaban cubiertos.

Saludó a todos los que podía. Achuchó a Sofie sin razón aparente más fuerte que de costumbre como una muñeca, le apretó los cachetes a Pearl, saludó a algunos alumnos de Hogwarts como si los conociera y cuando tenía un descanso, iba a cargar un poco a su mujer interrumpiéndola en atender a la fluctuante clientela que disminuyó solo cuando la música se puso particularmente buena. -Te amo, eres un genio por pensar en esto.-No se le habían olvidado sus compromisos con ella, pero ya estaba cada vez más convencido de que iba a estar con ella en el futuro. Y que se comería a quien intentara evitarlo.

De vez en cuando verificaba como iba Josh pero tenía a todos muy animados, al menos a los que alcanzaba a ver en su alcance porque la casa era muy grande y no dudaba que ya hubieran agarrado más espacios que los que había con luces y parafernalia.

Notó que Malik dejaba sola a Milena, seguramente para ir al descampado para ir al baño, él no tenía razón de malas intenciones de parte de nadie en parte porque estaba demasiado metido en sus asuntos, una pena porque de haber estado más atento a su alrededor y menos atento a lo demás, habría notado lo raro rápidamente. Había muchos solteros rapaces esa noche y no iba a dejar que abordaran a la mujer de su amigo.-OYE MILENA-Le gritó lo más fuerte que pudo para hacerse escuchar. Cuando la semiveela lo miró le enseñó una botella de vodka señalándola con una sonrisa. Vodka gratuito, no le iba a cobrar unos tragos a su cuñada, menos si era para salvarla de los rapaces. Pero la semiveela podía ignorarlo si quería. Mientras se decidía, sirvió otras dos cervezas que si cobró y luego miró a Aquila guiñándole un ojo porque el negocio iba sobre ruedas. No mentiría, ya quería descansar un poco y tomarse esa pastilla.

-Tengo una mejor idea. Para la próxima te pones un vestido todavía más pequeño que este, pero también un abrigo enorme. Pasas toda la fiesta con el abrigo grande puesto y en una de esas te rapto para disfrutar yo solo de tu semidesnudez. ¿Qué tal eh?, a que soy un puto genio-

Recibí su breve beso en los labios devolviéndolo con mucha euforia, así como esos abrazos que aquella noche parecía querer repartirme a borbotones. Tenía que hablarle prácticamente al oído porque estábamos bastante cerca de una de las bocinas de las que salían los estruendosos beats de la puta música aquella; y en ese pequeño rato me puse a decirle un montón de idioteces insignificantes y cómo no, guarradas que se me ocurrían y que tenía en mente para que ocurrieran de verdad a lo largo de esa noche.

-Oye, delante de la gente no me delates. De todos modos no fue mi culpa lo del islandés, sí el estaba tan ciego como para no notarlo es su maldito problema, ¿no crees?. Yo pienso que el afortunado más bien es él, porque míralo… es un maldito espantapájaros-

Solté una mirada tras soltar aquello y de inmediato voltear a ver a Hakan, que en efecto y por muy jugador que fuera el cabrón, me seguía pareciendo en apariencia podidamente frágil. Claro, sabía bien que no lo era ni un poco, y me bastaba con recordar la vez en la que nos habíamos largado a su pueblo para lidiar en el transcurso con algunos hijos de puta de su tierra. En realidad era un sujeto bastante duro, aunque no lo pareciera.

Seguí besando a Pearl, en puros reflejos a sus propias acciones que en esa ocasión parecían más cariñosas (todavía más) que de costumbre, lo cual por supuesto me tenía podidamente encantado. A ratos lamía sus labios y aprovechaba para tocarle el culo, apenas un poco cuando la gente no tenía los ojos puestos sobre nosotros (aunque era difícil saber cuando sucedía y cuando no). Por supuesto, no me podría haber dado cuenta de la mirada que Pearlie le lanzaba a Malik, porque estábamos bailando al ritmo de la música y también porque lo había hecho justo cuando me abrazaba y su vista se me escapaba de mi rango óptico. Menuda cabrona.

-Te bastará quedarte conmigo para saber qué tan corto lo tienes. Tranquila, lo tuyo es mío y lo mío me pertenece, y eso incluye a las bebidas; pero mira… Angus parece estar regalando vodka, ¿qué te parece si voy volando por un par de vasos y nos ponemos más en ambiente?-

Le dí un último beso en la comisura del labio antes de dejarla donde se encontraba nada más para ir hasta la barra improvisada y pedirle a Angus que no fuera un hijo de puta con su colega. Dejarla sola por un par de minutos no me presentaba ningún problema porque no era como si de pronto se me fuera a desaparecer, ¿cierto?.

No, no iba en plan auror-en-turno como había estado en el baile del Samhain, que por cierto había terminado en un numerito particularmente extraño del que, luego se supo, personal mismo de la enfermería de Brigantia había fraguado, con quién sabe qué motivos, quizás estaban queriendo inaugurar el ala de maternidad en la Universidad y no tenían con qué empezar.

En la reunión que Regina y la Abuela habían hecho en memoria de Daniel en el cementerio, se había reconciliado con Angus. Sin muchas palabras de por medio, y sin dramas, por que los dos eran tipos simples. Pero Bleeker se había callado el hecho de que su enojo lo había llevado a discutir el asunto de la licantropía entre colegas, que el asunto se había convertido en debate, el debate en propuestas, y la propuesta en una enmienda a la ley de seguridad mágica para tener un control más estricto con todos los licántropos, que estaba por ser o no firmado en el Wizengamot, según lo vieran conveniente.

Se sentía bastante culpable, pero lo podía manejar, aunque no quería pasarse la vida escondiéndolo si veían el amanecer y tenían un rato de tranquilidad en esa fiesta que se anunciaba como una cosa frenética y estridente a la que él jamás hubiera ido, quizás se lo comentara. Después de todo, era lo justo. No, no era auror-en-turno, pero siempre estaba alerta como su padre y sus veinte años de casi ininterrumpido insomnio por estar siempre cuidándose las espaldas.

Iba con una camisa blanca arremangada, unos pantalones en un tono rojo oscuro que tenía desde hacía siglos y más nada, lo que necesitaba en sus bolsillos. Luces, música punzante y sin interrupción, vasos de colores y mucha gente que ya estaba muy por debajo de su generación en Hogwarts como para conocerlos. Le dio un trago a su frasco propio de licor y se acercó hasta Angus, en la barra, claro. Lillyvick, que a menos a su manera de verlas cosas no podía quitarse de un día para otro la etiqueta de perra estúpida que se había puesto en el colegio, seguía con el lobo. Y parecía tan estúpidamente contentos que iba a empezar a ser comprensivo con el asunto. Comprensivo significaba no ignorarla y hasta preguntarle cómo iba todo.

-¿Qué diablos es esto Finnerty? Aquí no se puede hablar, no se puede apostar, es una mierda de fiesta. ¡Crawford! La última vez que te vi rompías narices en mi propia casa, desgraciado... y a ti te conozco, Regina me presentó ese mismo día. Lo siento, no recuerdo tu nombre

Se había pedido muchas cosas en la etapa de furia que le había dado contra todos; no recordaba que esa rubia se llamaba Milena, que se había ido justo después de la pelea de Joe en su casa por quién sabe qué razón (tonterías de adolescentes, tampoco se acordaba) y mucho menos que en esos meses el suertudo de Malik se las había ingeniado para hacerla su novia. Le exigió a Finnerty su cerveza de cortesía.

-¿Y ahora quieres hacerte rico o qué?

No iba a ponerse a pedirle que no le dejara sola ahí o cualquier otra ridiculez. Porque para empezar, no estaba sola lo que se decía sola. Sus amigos estaban cerca, la música le gustaba, y si nunca había sido una persona a la que estar por su cuenta fuera algo que le pusiera nerviosa, mucho menos iba a inquietarse porque la dejara un rato por atender llamados de la naturaleza. Aún si se quería despegar un rato de ella por ir a socializar con sus amigos, porque vamos, las personas ahí a las que era cercanas ella las contaba con los dedos de una mano y le sobraba. No eran sus terrenos, pero aún así lo pasaba bien. Por eso se sonrió con su despedida, sin sospechar ni un poco de lo que en realidad cruzaba por su cabeza, y lo peor de todo, el con quien sus pensamientos se empezaban a centrar.

Tenía que decirlo, se sintió extraña por un segundo de quedarse por su cuenta por el hecho de que, si bien estar sola no era algo que le incomodara, bailar sola si que lo sentía un poco ridículo. Para su buena suerte Angus salía a rescatarla de una manera que le hizo romper en risa abierta. Claro que vio la botella, y como no, pues se acercó inmediatamente a la barra de nuevo con él y Aquila.

- ¿Sobornar a la rusa con vodka? Creo que hay chistes de bar que empiezan así. -

Pero de todas maneras se acercaba y esperaba a que le sirvieran un trago. Entre cervezas, vinos, whiskys y licores miles, siempre iba a preferir un buen vodka. Puro, sin mezclar, ni de aquellos con infusiones de sabores que eran populares. Para cualquier compatriota que se preciara de serlo aquello era casi equiparable al sacrilegio.

- Pero te tienes que tomar un trago conmigo, como ruso, como te enseñé la otra noche en el bar. Y Aquila también, que por un trago no va a dejar de vender, pero con suerte me perdona lo de la ropa. -

Le sonrió a la semiveela y le sacó la lengua. No era reproche, solo jugaba con ella. También saludó al hermano de Regina, que ella si que se acordaba de quien era y cómo se llamaba. Otro día y en otra situación que le volviera a preguntar por su nombre le habría irritado mucho, pero estaban en una fiesta. "Milena", le respondió, pero a él no se puso a pedirle que tomara por ella por obvias razones.

Lo que le gustaba de esos vasos color neón en los que estaban sirviendo, lo acababa de descubrir porque apenas ahora se tomaba el tiempo para prestar atención, es que eran de bastante buen tamaño. Porque algo iba a decir sobre el tamaño de los tragos que servían en Inglaterra, que quien sabía como se iba a tomar Angus en su labor de bartender, cuando llegó Joseph pidiendo también vodka para él, sin Pearlie. Aquel era el detalle, sin Pearlie, porque por más que volteó no la vio por ningún lado.

- ¿Y tu novia? ¿Se te perdió? - Ingenua... - Tú también tómate un trago conmigo, anda, di que sí. -

Ocurría lo de siempre cuando trabajaba, llegaba alguna gente a saludar, no podía atenderlos todo el tiempo ni tener una conversación fluída o la música se iba al carajo, y básicamente era un espectador de lo que más o menos ocurría alrededor. Seguía fastidiado de ver a Shadow acompañada y como si nada, de un tipo que no parecía ser el conde de Worchestershire ni nada por el estilo, y sí, le molestaba y mucho, por una cuestión básicamente de ego. De puro ego, no iba a inventar cosas donde no las había. Era mejor pinchar la siguiente canción que, procuré, entrara en el ritmo adecuado con la anterior que había estado demasiado upbeat por puro impulso iracundo, aunque nadie lo fuera a entender así.

El principio le daba algunos segundos libres, justo cuando Stoner se acercaba con su hermana cargada gritándole unas intenciones inusuales para un hermano mayor hablando por ella. Por supuesto que se carcajeó y levantó su vaso cuando Lady le sonreía, con su sonrisa forzada y rara que sólo hacía que le diera más risa. La vio poniendo polvo en su bebida, sintiéndose como en casa. La mayoría de los magos alrededor se veían bastante recatados. Para esa hora en los clubs donde trabajaba ya había mucha gente con ojos de duende bailando como poseídos, o fajándose en los rincones oscuros, o no tan oscuros.

-¿Quieren probar? ¿Quién se atreve a hacer un inofensivo cue up?- Cuando lo ofrecía casi nadie se atrevía temiendo que iban a salir sonidos infernales de la consola o algo así. Era una fiesta mucho más relajada que estar tocando en el Fabric y manteniendo su nombre de DJ en Londres, así que se tomaba la libertad de que alguien que quisiera se animara con los aparatos. Pero era cierto, casi todo el mundo se sentía intimidado.

Sabía que a Bonnie le gustaban las cosas muggles así que pensó que quizás se atrevería a poner el disco siguiente y hacer un cambio. Todo lo que sonaría sería una canción entrando por otra, y él ya haría que sonara más especial después, era sólo un primer paso. Volvió a ponerse los audífonos antes de hacer un cambio de volumen entre beat y otro, y le dio un trago más a su red bull, no sin antes levantarlo hacia los Stoner, Sky y Bonnie. -Vamos, no teman. Como mucho arruinarán la fiesta y ya

No pensó que pudiese enojar a Josh yendo con Hákan, ingenuamente pensaba que podía hasta agradecerle ese crecimiento personal porque de no ser por lo mal que lo había pasado al terminar con él por sus razones superficiales no estaría allí tan tranquila y agradable con el islandés. Y sí le había gustado lo suficiente, hasta más, pero es que de esas cosas prefería no hablar después de los rompimientos a menos que fuese necesario porque le parecía una manera de generar conflictos o dar impresiones equivocadas al evocar al pasado, además uno nunca podía saber cuándo la nostalgia podía superar a la realidad.

Para la rubia nada sucedía y seguía tentada en ir a saludar a Josh, al menos lo estaba hasta que lo vio rodeada de sus mujeres habituales, esas que mientras estaban juntos le generaban infinitos celos y que ahora solo la hacían blanquear los ojos por los viejos tiempos, eso y generar amargados pensamientos de vieja acerca de que lo saludaría cuando sus coquetas de turno se hubiesen largado. La música le agradaba pero según aumentaban las revoluciones era menos probable el atinarle al ritmo con todo el cuerpo, así que al conocer la canción se dedicó a cantarla aunque dijese motherfucker y se sintiese rara de cantarla allí cuando se la había dedicado en broma a Josh alguna vez mientras salían.

De todos modos ni pensó más en eso que su mímica vocal se interrumpió cuando Joseph le contestó y solamente le sonrió porque ya sabía que si le decía algo ya mismo sería como que seguramente no que en su mundo delincuencial habían cosas peores, pero no tenían esas confianzas aún. De todos modos ya andaba usando sus maniobras de octópodo para ir con su prima y Shadow en eso aprovechaba para despedirse de Sofie con un beso para luego reírse bajito de su recomendación, ella se relajaría, sabía que no podía a veces con sus nervios y eso, pero la cerveza serviría para ello como siempre decían en las fiestas, que una bebida para calmar las ansias.

Además estaba tan a gusto con Hákan, besándolo y acostumbrándose a su cercanía sin sonrojos mientras que apenas notó que su prima le lanzaba miradas cómplices al saber que ella había sido la artífice de ese cuento acerca de Siobhan, hasta le había dicho que a veces se parecía más a la tía Barunka que de costumbre, eso y algún insultito agradable entre primas como era una gata y esas cosas tontas. Apoyó el rostro sobre el hombro del islandés puesto que era más alto que ella y tuvo que voltear hacia donde Josh cuando Hákan lo mencionó, justamente lo hizo para verle las nalgas vulgares a Lady, a las mujeres de Zapata y al mismísimo Josh ya buscando qué otra cosa poner.

-No me dejes en paz o grito.-bromeó antes de darle un beso en el cuello porque le quedaba más cerca que su rostro, sobretodo sin tacones.-Luego voy a saludar a Josh, vamos a donde Angus mejor a que tengas tus bebidas, a la mía le falta regular para acabarse.-bebía despacio para que no se le suba a la cabeza y lo besó antes de que se encaminasen hacia donde Angus porque le parecía que hacía mucho rato que no lo besaba y le gustaba hacerlo seguido, experimentando cosas nuevas porque todo eso era de hecho muy nuevo, en esta ocasión le mordió un poco el labio antes de separarse de él y darle un beso corto en donde lo había mordido.-

Su prima ya se había ido y de hecho todo el grupo se había alejado por lo que no tuvo que despedirse de nadie y en nada ya estaban junto a los demás, allí saludó a Milena con un abracito y al resto de forma menos cariñosa por cercanía más que nada, hasta se presentó con Bleeker que no recordaba conocerlo. -¿Qué es recomendable, Angus? Milena es malvada y no nos dará de su vodka, ¿verdad?-bromeó con ella pero no por eso dejaba de lado a Hákan, ya le había pasado un brazo por la espalda y le rascaba la misma despacio, como por inercia, por ahora no por ser posesiva que ni le había lanzado miradas de odio a nadie.-

Me puse un cigarrillo entre los labios esperando que Pearl llegara o no, viendo pasar a un par de chicas que iban inusualmente contentas y escuchando la música de lejos. Pensé que la probabilidad de que Pearl me siguiera era complicada, pues si una vez Joe la había seguido hasta Hounslow, seguro que querría seguirla al baño o a donde diablos fuera para no perderla de vista. Seguía pensando que era una enfermedad absoluta todo eso que me había contado, pero había actuado con la naturalidad que era capaz de juntar para un evento público, para ser como siempre, el de siempre.

El corazón me latió más rápido al sentir que me tomaban por el brazo, y el breve e inocente beso de Pearl. Nos conocieran o no, ahí no estaba pasando nada, todos sabían que éramos amigos que salían a compartir un porro o a lo que nos diera la gana. Sonreí con satisfacción y terminamos de andar por ese pasillo a la primera salida que encontramos, entre una arboleda descuidada donde antes hubiera habido un invernadero, que era ahora sólo una estructura de estacas y girones de plástico.

-Sigo pensando que no pudiste elegir peor con ese vestido para este lugar, Pearl

Le dije mientras atravesábamos esa sección de hierbajos húmedos y pasto crecido, pensando en lo incómodo que seguramente eso sería para ella, con los zapatos que traía, fueran convertibles o no. Me reí y le di yo un beso en la mejilla antes de seguir caminando, recordando que me había ya burlado suficiente de eso cuando íbamos de camino a la fiesta. Como por una suerte de justicia poética, mis tan estables tenis sobre la tierra me hicieron dar un tropezón con las tablas que había sueltas por ahí y no me quedó más que reír después de casi caerme, precisamente después de burlarme de su atuendo.

-Tenemos que ser rápidos...

Una vez en esa arboleda, donde era fácil protegerse de las posibles miradas y donde la música apenas llegaba, me detuve y la besé como tenía ganas de hacer desde que la vi arreglada para esa fiesta, tomando sus rostro con las manos y levantándolo un poco hacia mi.

Como Shadow le daba entrada libre para no dejarla en paz, eso era justamente lo que pensaba hacer. Le había dicho que la complacería en todo esa noche pero encontraba refrescante que quisiera saludar a la gente, socializar y hacerse la linda con todos los que podía en lugar de solo mantenerse monopolizada por él. Ella podría saludar a su amigo Josh a lo largo de la noche, él podría hacerle un poco de espacio a Lady aunque apenas pensar eso creyó que era un pensamiento muy feo porque a una buena amiga no se le tenía que hacer espacio. Insistía hasta ese momento que Lady no tenía ningún interés romántico en él porque estaba acostumbrado a chicas con ciertas maneras, para el islandés, Lady era como su camarada, porque sostenía que ella había puesto las reglas del juego así. No sabía que a Shadow le desagradaba.

Saludó otra vez a Angus con un gesto de la mano, anunció su presencia a Joe que sorpresivamente estaba sin Pearl (y también le preguntó dónde estaba su novia, fue inevitable) y le dedicó una sonrisa velada a Milena sin ser un odioso ni coquetearle no porque la semiveela tenía novio, sino porque él tenía novia (o estaba en vías de tenerla formalmente), una que le gustaba mucho además, especialmente cuando tenía esos gestos que eran por inercia y que le indicaban que ya estaba entrando en confianza con él. Al auror, que no sabía que era auror, solo lo saludó con un gesto de las cejas, en reconocimiento.

-A cuántos miles de galeones me vas a vender el trago de vodka? La cerveza no es lo mío.-Le preguntó al licántropo y tras juntar a Shados más hacia él para besarle el cabello, que por cierto era una de sus partes favoritas por el momento.

-¿Traes lo que te pedí?-Eso se lo dijo en voz muy baja a Joe. Lo que le había pedido era un poco de cocaína. Hasta el momento había tenido una vida sin nada de eso, porque estaba traumado con el episodio de su padre, pero luego de algunas cosas esclarecedoras, decidió que quería, por lo menos, saber qué le había encontrado. Ilusamente, se creía con la capacidad suficiente de no convertirse en un adicto. Volvió a palmear a Joe y asumiendo que no le había fallado, le hizo un gesto a Lady desde la distancia, para compartirlo con ella.

Tras eso, volvió a abrazar a Shadow, acariciándole el cabello y acomodándoselo detrás de las orejas, no sabía si algo así le iba a molestar pero esperaba que no, y si sí, ya le pediría perdón como pudiera. La tomó por las mejillas y la besó de nuevo. -¿te molesta? Solo quiero probar-Le preguntó para asegurarse, en caso de que hubiera entendido el contexto.

Sonrió, sonrió, no se cansaba de sonreír cuando estaba con él aunque los pies empezaban a dolerle no sólo del rato que llevaban sirviendo cerveza sino del día anterior adecentando la casa y dejando todo preparado, hasta podía decir que Josh ya le agradaba y también veía venir otro negocio más con él. Le gustaba sentir que hacía las cosas bien, que todo podía mejorar, más cuando Angus le decía que la amaba y ella se lo decía de vuelta sólo por que lo quería hacer y no se cansaba de repetirlo. Sirvió otros dos tragos de buena gana hasta que Angus llamó a gritos a Milena y ella se dio cuenta que era por que de pronto se había quedado bailando sola.

-Dame un poco si piensas seguir jineteándome esa pastilla, Lobo... Hola, Cleverley.

Le iba a agregar un "me da gusto que vinieras" pero a riesgo de que ya creyeran hipócrita no dijo nada, y de hecho lo que le daba gusto era que Angus se hubieran contentado, pues siempre estaba bien recuperar a un viejo amigo. No dijo nada por lo del vodka gratis pero ignoró amablemente a Crawford cuando se acercaba y se entretuvo brindando con Milena, tomándose el shot de vodka al hilo por que obviamente así lo harían todos los demás. Le sirvió el suyo a Angus por que Milena ya le había dicho que no procedería si no la acompañaban.

No, ella tampoco tenía la menor idea de que Malik y Pearl se estuvieran escabullendo a cometer actos de carnalidad desenfrenada, y no se lo había planteado en toda la noche a decir verdad, por que los malditos disimulaban muy bien. Hacía tiempo le había parecido curioso que se vieran tanto, y había pensado que compartían una rara intimidad difícil de lograr con alguien en poco tiempo, pero no iba a mentir, sabía que ahí quedaba. Incluso después de que Pearl le hubiera confesado que se habían besado una vez nada le parecía que pudiera manejarse en terreno peligroso.

-¡La pastilla, la pastilla! No debería gritar eso ¿Verdad? Para los muggles eso no es legal y tal, Por Merlín en qué me he convertido...

Medio hurgó los bolsillos de Angus aunque sólo lo hacía para darle cosquillas y encimársele, antes de tener que servir otras tres cervezas a chicos que seguro tampoco tenían edad legal para beberlas. Le daba igual, aunque de cierta forma le tranquilizaba un poco que al menos un tipo sabido en defensa y ataque estaba ahí, aunque también estuviera bebiendo. No supo por qué de pronto le llegaba el nerviosismo, pero lo olvidó rápidamente. Y no, no se le olvidaba que Pearl le había contado esas cosas desagradables de Crawford y si antes podía sólo ignorarlo ahora de verdad le caía mal, pero lo dicho, no le iba arruinar la fiesta a nadie.

-¿Cómo digo salud en ruso, Milena? Ya me habías dicho pero se me olvidó

Por un momento se sintió tentada con la propuesta de Josh sobre hacer un cambio con la tornamesa pero sentía que ya estaba poniéndose algo alterada entre la bebida y el speed de su trago, que hacía que las puntas de los dedos poco a poco empezaran a hormiguearle. Brincoteó más con la música, dejando a su hermano con las rubias buena onda y desde las tres o cuatro escaleras en las que estaba subida alcanzó a ver a Hákan hacerle una seña. Estaba segura que eso sólo se trataba de drogas, por que tenía entretenimiento para toda la noche, por feo que sonara eso.

Saltó las cuatro escaleras como buena skater sin temor a las alturas cortas, medianas o grandes, y bendito el cielo por que traía unos tennis como siempre, aptos para no resbalarse. Si se resbalaba esa noche iba a ser por otra cosa. Sus pulseras de plástico sonaron y llegó a darle un golpe en la espalda al islandés que casi choca con la mano cariñosa de su ahora novia, que por cierto, ni sabía que resultaba ser también prima de esa tal Pearlie, que no estaba ya en su campo visual, lo cual le pareció una señal. No se le había pasado por alto que Hákan le había hecho la seña después de hablar con Joe Crawford.

-Benditos los ojos, mugroso. Hola, soy Lady, no hagas bromas sobre mi nombre, las he oído todas.

Hasta se presentaba con su novia por más que odiara a todas las niñas bien bonitas y bien portaditas que resultaban terminar siendo las novias de sus amigos por los que sentía algo. Era una constante en su vida, se había acostumbrado, no tenía por qué ser ese un caso especial. Y sí, no era la chica más carismática del mundo, ni con la sangre ligera para ser realmente amable con alguien, pero tratándose de ella había hecho un esfuerzo por que hasta saludaba y se presentaba. Bastaba recordar lo que había hecho con su otra novia de hacía tres minutos, Siobhan, cuando en repetidas ocasiones le había dicho cualquier nombre con "S" sabiendo que no se llamaba así, por joder.

-¿Y qué, qué tienen? ¿Vamos a ello o van a seguir perdiendo el tiempo?

Se sintió con la confianza suficiente de darle otro golpe a Crawford aunque no fuera su amigo ni nada. Si salía con la chistosada de que habría que pagarle, pues le pagaba y ya estaba, pero primero lo primero. Se estaba pasando un poco, ya llevaba speed en el vaso, pero qué más daba, la noche estaba empezando, y su hermano no iba a dejar que amaneciera muerta en una cuneta.

Que Adair tuviera la filosofía que le diera la gana pero ella tenía la de hacer sociales y saludar a la gente y que se la llevara a la rastra antes de que pudiera despegar la mejilla de Robin a quien saludaba luego de Autumn no iba a mejorar las cosas. – ahora?... a donde vamos?... No querías ir con tu hermana? – empezaba ya lo que sería un largo discurso casi a los gritos culpa de la música mientras Adair guiaba el camino hacia quien sabe donde - pero qué?!?!... primero me amenazas, luego que te llevo a con Otoño ni me dejas saludar?... O sea como es?... querías pero no, o querías ir con ellas pero sin mi?... Pues no tengo problema! Solo me lo dices y ya, que yo puedo volver con Pearl o con Shadow o hasta bailar sola! Me da igual… - bueno tampoco que le diera igual, pero para el caso servía. - ... yo no te obligo a salir conmigo ni nada, si quieres puedes ir a bailar con la mismísima Marianne, ya lo superé! – bueno no, pero…

Y bajó un poco el tono porque ya en el pasillo la música se escuchaba menos y la gente parecía observar más – no me pasa nada... a ti que te pasa?... Si estabas tan casado por tus entrenamientos podrías haberlo dicho antes de salir de Brigantia… no que yo tenga que adivinarlo como si fuera qué?! Legerm.. ahh! – y cada quien pisaba el palito como podía en los momentos de estrés. Pero Adair preguntaba por el pellizco y Sofie, reaccionó callándose la boca, parando el paso y estirándose los puños de la campera por perder el tiempo esquivándole el rostro hasta que no le quedó más opción - Que sepas que si te miro a la cara es más fácil todo, eh!- dijo con tono infame de verdad irrefutable

Pero se refería a lo contrario, que si clavaba sus ojos en los de él, era inevitable querer escudriñarle, más si la miraba así de feo, más si quería decírselo desde hace mil y no encontraba la forma. Quizá si se fijaba un poquito encontraba en la mente de él la palabra correcta para que no se lo tomara a mal.... – No seas idiota! nadie me golpea… – y salió volando hacia el exterior, porque al segundo siguiente cayó en la cuenta de que Adair no había dicho sus pensamientos en voz alta. No hacía bien tomar alcohol, ella lo sabía, jamás debió tomarse esa cerveza de un solo trago Lo iba a arruinar todo, Adair la iba a dejar y ahí mismo en medio del césped crecido, las baldosas flojas, y la mugre del abandono.

Se giró para ver donde estaba él y jalarlo de la camisa al más allá andando para atrás que no era lo más sensato en esa situación, pero ya se había angustiado, ya había hecho el drama de la vida, y si era la última vez que le iba a poder tomar de la mano, pues aprovechar - no te lo quiero decir, porque no te va a gustar…. Y te vas a enojar… – y me vas a dejar blablabla… y así ya quedaba claro que por mucho que se negase iba a tener que contarlo, pues le acababa de confesar que había algo para contar…. – y no se puede enterar nadie. – así que, a buscar un sitio entre la maleza donde no la escuchara ni dios.

Angus tenía clarito que no iba a haber vodka gratis para el rapaz de Joseph, que si le había cobrado la entrada, con mayor razón le iba a cobrar un trago, aunque el vodka no fuera el más fino del mundo. Le lanzó una mirada para que sacara primero sus galeones si quería un trago y él no preguntó por su novia como todo mundo pensando que seguramente había ido al baño aunque en el interior le fuera creciendo la mala espina. Mala espina que se le olvidó cuando llegó Bleeker, con quien recientemente había hecho las paces. Le daba gusto, como Aquila bien pensaba, recuperar a un viejo amigo, su mejor amigo si se podía decir. Se rió por los comentarios agrios y brutales sobre la fiesta y por el recuerdo de Crawford rompiéndole la nariz al primo de Pearlie, aunque eso él solo lo sabía de oídas porque cuando regresó de la playa con Aquila ni Pearlie ni Joe estaban ya. Tampoco Milena. Eso lo hizo pensar en que habían desaparecido Aquila y él y nadie se imaginaba que se habían estado besando en la arena, o tal vez sí, era lo que pasaba desde 5º de Hogwarts cuando una pareja desaparecía en una fiesta.

-Hay que sacar dinero, Bleeks, construir un futuro. Tengo dos hijos que mantener.-Los perros, decía, no otros hijos-¿Qué te sirvo aparte de tu cerveza de cortesía?A Milena le dio el vaso a la mitad, ya la había visto beber como cosaco, por cosas de su crianza y eso y se podía poner pesada con lo de las medidas y el tamaño de los tragos y parecía ser de sus temas favoritos presumir cuánto y cómo podía beber. Bueno, esa iba a ser la única medida que le tocara gratis, medio vaso, y más le valía echárselo de jalón. A Aquila le sirvió solo la medida de un shot, e hizo lo mismo con él, porque no quería terminar derramando cerveza cuando pidiera la gente tan pronto en la noche. A Joe también le sirvió la medida de un shot cuando se acercaba Hákan con su nueva novia, y luego Lady.

-Todos me deben un galeón, menos Milena.-Les advirtió antes de abrazar a Aquila y medio cargarla sin importarle ser ridículo enfrente de todo mundo.

-No, no es legal, pero aquí no hay muggles y el auror Cleverley no te va a esposar para llevarte a Azkaban.-La besó como loco y le prometió que en cosa de nada se la daría, solo para llevarle la contraría, hacerle más larga la espera y que se pusiera caprichosa. Le encantaba cuando se ponía caprichosa. O cuando estaban muy de buenas y se ponía caprichosa, no cuando lo hacía de verdad.

Cuando Milena les iba a enseñar a todos a decir salud en ruso comenzó a preocuparse. Ya poco faltaba para que empezara a sacudir a Aquila sintiendo un dolor muy humano en los huesos que le llevaba a preguntarse en su cabeza, como un martillazo continuo ¿y Malik?. ¿y Pearl?....¿Y MALIK? ¡¡¿¿Y PEARL??!!. Cosa de nada porque se tranquilizó a él mismo diciéndose que seguro se habían encontrado en el descampado y se habían puesto a compartir alguna plática sobre David Lynch o quien fuera. Mejor sirvió vodka a alguien que pasó por ahí y se le antojó, le cobró dos galeones, 10 sickles, o sea que sus amigos notarían que de todos modos les había hecho un regalo.