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Para empezar bien la universidad hay que beber
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Para empezar bien la universidad hay que beber
[“La casa Brackminster estaba convirtiéndose en los últimos meses en un hervidero de líos provocados por una estampida de locos. ¿Qué si alguien quería chismes? Solo hacia falta tocar el timbre y en cuanto pusieran un pie dentro podrían escribir una enciclopedia de la A a la Z con cada uno de los líos que se cernían sobre mi familia.
¿Necesitas una hermana loca? La tengo. Lucy, la hija de mi madre, estaba cada día más cerca de una neurisma provocada por la reciente boda con su flamante prometido y su residencia en San Mungo. ¿El cuerpo te pide un patán? Además de mi, ese era el mencionado futuro esposo de mi hermana, puro chiste. Primero de todo es italiano (y los italianos me caen mal desde la última copa del mundo), segundo es el hijo de los mejores amigos de mis padres (y Gabrielle Bloom como que está un poco loca), esos dos puntos no tendría mucho que importar si el osado no hubiera decidido primero catar la extirpe Brackminster y embarazar nada más y nada menos que a mi otra querida hermana, por parte de padre, Clarisse. ¿Un chiste verdad? Más gracioso es el niño que nació de eso fortuito… polvo, Thaddeus. ¿Más aún? Por supuesto, Jonathan ya traía otra hija de otra mujer bajo el brazo, Romina que por cierto esa si es una criatura hermosa… pero resulta que el patán italiano se fue a casar con la hermana demente y supuesto amor de su vida (Tras tantos polvos e hijos apuesto que solo busca follarse legalmente a la frígida de Lucy).
Este es el chisme principal de la familia, el lío que trae de cabeza a mi padre quien no le cabe dentro de la mollera el asunto (aunque él en sus tiempos jóvenes no fue mucho mejor) y por el cual decidí desaparecer del mapa. Por suerte, Autumn y yo empezamos este año la universidad, lejos de todo el embrollo familiar, lejos de mocosos lloricas y lejos de la sombra de tres hermanas que desde el punto de vista paterno son perfectas si las comparas conmigo, el loco y único hijo varón que decidió a los diecisiete largarse para emprender una vida lejos del ala paterna. Lastima que eso dicho no quede tan bien como vivido pues tuve que regresar al poco tiempo tragándome mi maldito orgullo y pedí asilo político a mi padre quien aún se regocija con la victoria y para rememorar ese día me obligó a matricularme en Brigantia.
Hoy estoy en Redegast, le doy el último sorbo a la pinta de cerveza negra caliente que traía entre las manos y miró a mi entorno, buscando la figura reconocida de mi hermana. No la encuentro así que vuelvo la visa hacia la baraja de cartas que tenía encima de la mesa. La parto por la mitad, tomo la primera carta y la hago rodar entre mis dedos antes de observar con mis ojos miel, parejos a los de mi padre, el contenido de la carta. El rey de corazones. Alzo una ceja y disfruto del chiste personal con una sonrisa en los labios antes de pedir otra cerveza a la camarera que pasaba en ese momento por mi lado. Hastiado por la espera, buscó en mis bolsillos el paquete de tabaco y cuando lo hallo, saco un cigarrillo que enciendo inmediatamente dando una larga calada para dejarlo entre mis labios mientras mezclo las cartas.”
¿Necesitas una hermana loca? La tengo. Lucy, la hija de mi madre, estaba cada día más cerca de una neurisma provocada por la reciente boda con su flamante prometido y su residencia en San Mungo. ¿El cuerpo te pide un patán? Además de mi, ese era el mencionado futuro esposo de mi hermana, puro chiste. Primero de todo es italiano (y los italianos me caen mal desde la última copa del mundo), segundo es el hijo de los mejores amigos de mis padres (y Gabrielle Bloom como que está un poco loca), esos dos puntos no tendría mucho que importar si el osado no hubiera decidido primero catar la extirpe Brackminster y embarazar nada más y nada menos que a mi otra querida hermana, por parte de padre, Clarisse. ¿Un chiste verdad? Más gracioso es el niño que nació de eso fortuito… polvo, Thaddeus. ¿Más aún? Por supuesto, Jonathan ya traía otra hija de otra mujer bajo el brazo, Romina que por cierto esa si es una criatura hermosa… pero resulta que el patán italiano se fue a casar con la hermana demente y supuesto amor de su vida (Tras tantos polvos e hijos apuesto que solo busca follarse legalmente a la frígida de Lucy).
Este es el chisme principal de la familia, el lío que trae de cabeza a mi padre quien no le cabe dentro de la mollera el asunto (aunque él en sus tiempos jóvenes no fue mucho mejor) y por el cual decidí desaparecer del mapa. Por suerte, Autumn y yo empezamos este año la universidad, lejos de todo el embrollo familiar, lejos de mocosos lloricas y lejos de la sombra de tres hermanas que desde el punto de vista paterno son perfectas si las comparas conmigo, el loco y único hijo varón que decidió a los diecisiete largarse para emprender una vida lejos del ala paterna. Lastima que eso dicho no quede tan bien como vivido pues tuve que regresar al poco tiempo tragándome mi maldito orgullo y pedí asilo político a mi padre quien aún se regocija con la victoria y para rememorar ese día me obligó a matricularme en Brigantia.
Hoy estoy en Redegast, le doy el último sorbo a la pinta de cerveza negra caliente que traía entre las manos y miró a mi entorno, buscando la figura reconocida de mi hermana. No la encuentro así que vuelvo la visa hacia la baraja de cartas que tenía encima de la mesa. La parto por la mitad, tomo la primera carta y la hago rodar entre mis dedos antes de observar con mis ojos miel, parejos a los de mi padre, el contenido de la carta. El rey de corazones. Alzo una ceja y disfruto del chiste personal con una sonrisa en los labios antes de pedir otra cerveza a la camarera que pasaba en ese momento por mi lado. Hastiado por la espera, buscó en mis bolsillos el paquete de tabaco y cuando lo hallo, saco un cigarrillo que enciendo inmediatamente dando una larga calada para dejarlo entre mis labios mientras mezclo las cartas.”
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Maldita cosa! entrando al bar, andaba pensando Sofie golpeando su celular con la palma como si creyera que por el simple hecho de maltratarlo el aparato aquel fuera a superar las barreras mágicas y se dignara a andar. Ya le habían advertido sus primos, incluso su madre con la frase "no podrás vivir en ese mundo!!!", que las tecnologías estaban algo limitadas en el universo mágico, pero aun así creía que algún día esas cosas cambiarían y que si no era ella quien lo lograse, al menos podría sobrevivir sin tweetear todos los días....
Pero la cuestión era que le estaba costando horrores. La gente era linda, el paisaje bellísimo, sus primos la cuidaban, guiaban y trataban de pasar todo el rato que pudieran con ella. Pero a veces los demás tenían cosas que hacer y ella se quedaba sola, y ya no podía seguir escondiéndose en su dormitorio ordenando, desordenando y volviendo a ordenar papeles, zapatos, etc una y otra vez... Tenía que salir al mundo, encontrarse con ese universo extraño y afrontar el hecho de que no tenía idea de donde se había metido: que estaba sola, que no conocía a nadie y que la cultura mágica era algo muy ajeno a ella.
- Disculpa...- Vergüenza total interrumpir a ese chico, aunque creía ya haberlo visto en el campo de Quidditch y haberlo saludado al pasar... - Tengo un problema... monetario.- Sofie le sonrió y se le sentó al lado tampoco pretendía que todo el bar se enterase que aun no manejaba bien las monedas mágicas... Sacó un manojo de monedas donde debía haber 8 galeons, 12 sickles y algunos Knuts y als dejó caer en un montoncito sobre la mesa... - Crees que esto me alcance para tomar un hidromiel?...
Pero la cuestión era que le estaba costando horrores. La gente era linda, el paisaje bellísimo, sus primos la cuidaban, guiaban y trataban de pasar todo el rato que pudieran con ella. Pero a veces los demás tenían cosas que hacer y ella se quedaba sola, y ya no podía seguir escondiéndose en su dormitorio ordenando, desordenando y volviendo a ordenar papeles, zapatos, etc una y otra vez... Tenía que salir al mundo, encontrarse con ese universo extraño y afrontar el hecho de que no tenía idea de donde se había metido: que estaba sola, que no conocía a nadie y que la cultura mágica era algo muy ajeno a ella.
- Disculpa...- Vergüenza total interrumpir a ese chico, aunque creía ya haberlo visto en el campo de Quidditch y haberlo saludado al pasar... - Tengo un problema... monetario.- Sofie le sonrió y se le sentó al lado tampoco pretendía que todo el bar se enterase que aun no manejaba bien las monedas mágicas... Sacó un manojo de monedas donde debía haber 8 galeons, 12 sickles y algunos Knuts y als dejó caer en un montoncito sobre la mesa... - Crees que esto me alcance para tomar un hidromiel?...
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Estaba mezclando cartas muy entretenido en esa sencilla acción cuando la voz de una mujer hizo que alzara lentamente la cabeza. Observó un segundo a la chica sin cambiar la expresión, la acompañó con la mirada hasta el asiento y tras dejar la baraja en una mano, quitó el cigarrillo de entre sus labios para dejar escapar el humo hacia un lado para no molestar a su “invitada”. La pregunta tomó a Brackminster con la guardia baja, en ese momento no supo si contestar con sorna porque aquello era una broma o más bien tomarse bien en serio los problemas monetarios de la chica. Intercaló una breve mirada entre las monedas y la desconocida para dejar sus ojos miel en esta última, y dibujando en sus labios una sonrisa ladeada heredada de su santo padre.
- Coge una carta – mencionó de improvisto sin contestar aún a la pregunta de la chica pero tendiendo la mano con la baraja hacia ella.
Durante sus años en el mundo muggle, cuando solo podía alimentarse con el dinero que ganaba tocando aquí y allí con su grupo de música, Adair aprendió otra cosa: a estafar a los inocentes muggles. ¿Era éticamente correcto? Probablemente no y si su madre fuera consciente de ese nimio detalle posiblemente haría que devolviera cada uno de los céntimos que robó a esas criaturas, las cuales inocentemente creyeron de verdad en que la magia que hacia el chico era “real”. Adair discrepaba como no en ese hecho, él les mostraba la magia autentica y quien verdaderamente estafaba con truquitos baratos eran los ilusionistas que tenían los muggles por magos. Claro que eso era discutible… Y ahí estaba, haciendo magia barata a una chica que debía ser bruja para estar pisando Brigantia, sin embargo, su pregunta fue tan simple que a Adair le resultó imposible no realizar una broma pequeña hacia su “invitada” – Mírala, no me la enseñes y vuelve a meterla en la baraja- esperó que la chica colaborara en su pequeño truco antes de continuar con la conversación.
Tomó un solo minuto para dar una calada profunda a su cigarro, tiró la colilla en un cenicero y apoyó el resto del canutillo de nicotina en uno de los surcos del objeto preparado para ello. Volvió a tirar el humo, esta vez hacia arriba y tosió un poco algo ronco mientras terminaba de mezclar las cartas - ¿Así que tienes un problema monetario? – agregó levantando la mirada y torciendo la jocosa sonrisa – Dime si la siguiente carta es la tuya y te invito a un trago de verdad – sacó el as de picas y estaba convencido que era la carta que la chica había mezclado, es más, su truco era infalible – Adair Brackminster. ¿Cómo te llamas?
- Coge una carta – mencionó de improvisto sin contestar aún a la pregunta de la chica pero tendiendo la mano con la baraja hacia ella.
Durante sus años en el mundo muggle, cuando solo podía alimentarse con el dinero que ganaba tocando aquí y allí con su grupo de música, Adair aprendió otra cosa: a estafar a los inocentes muggles. ¿Era éticamente correcto? Probablemente no y si su madre fuera consciente de ese nimio detalle posiblemente haría que devolviera cada uno de los céntimos que robó a esas criaturas, las cuales inocentemente creyeron de verdad en que la magia que hacia el chico era “real”. Adair discrepaba como no en ese hecho, él les mostraba la magia autentica y quien verdaderamente estafaba con truquitos baratos eran los ilusionistas que tenían los muggles por magos. Claro que eso era discutible… Y ahí estaba, haciendo magia barata a una chica que debía ser bruja para estar pisando Brigantia, sin embargo, su pregunta fue tan simple que a Adair le resultó imposible no realizar una broma pequeña hacia su “invitada” – Mírala, no me la enseñes y vuelve a meterla en la baraja- esperó que la chica colaborara en su pequeño truco antes de continuar con la conversación.
Tomó un solo minuto para dar una calada profunda a su cigarro, tiró la colilla en un cenicero y apoyó el resto del canutillo de nicotina en uno de los surcos del objeto preparado para ello. Volvió a tirar el humo, esta vez hacia arriba y tosió un poco algo ronco mientras terminaba de mezclar las cartas - ¿Así que tienes un problema monetario? – agregó levantando la mirada y torciendo la jocosa sonrisa – Dime si la siguiente carta es la tuya y te invito a un trago de verdad – sacó el as de picas y estaba convencido que era la carta que la chica había mezclado, es más, su truco era infalible – Adair Brackminster. ¿Cómo te llamas?
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Habiéndose tomado el atrevimiento de sentarse a su mesa sin preguntar y de interrumpirlo lo menos que podía hacer era seguirle el juego y dejar sus problemas monetarios de lado. Así que le sonrió y dejó su celular inútil junto con las monedas y los hizo a un lado para que sus cosas no se entrometieran entre las cartas... Le sonrió asintió y tomó una carta. No pensaba que había una estafa en proceso, más bien pensaba que era una forma del chico de hacer conversación y de mostrarse conquistador, con esos ojos miel y esa sonrisa de lado.... Bueno, también por eso iba a seguirle el juego, que a decir verdad si hubiera sido un semigigante barbudo ella siquiera se hubiera acercado a hacerle la pregunta inicial.
Miró la carta y frunció los labios, para volver a levantar la mirada y entregarla al medio del maso... Ella era bruja, pero no sabía como haría el chico para saber la carta y eso tenía su encanto también... Seguramente fueran cartas mágicas y no un simple mazo de pocker..CLARO!... Otra cosa le sorprendía del mundo mágico, todo el mundo parecía fumar. Ella obvio que no! y agradeció mentalmente que el chico tuviera la gentileza de exhalar el veneno hacía otro lado.
Vió el as de picas y se tomó unos segundos analizando toooda la situación, lo del trago "de verdad"... ella no tomaba esas cosas... O sea si! alguna vez, pero no cualquier día de la semana y menos cosas fuertes! tenía miedo al ridículo borracho y sobre todo al hacer tonterías por estar desinhibida.... Pero tampoco daba para rechazar! No quería rechazarlo!!
- Sofie Luttrell, me llamo... Mucho gusto Adair Brackminster Empezó a responder por el final. Le tomó la carta de las manos y la puso boca arriba en la mesa para repasar el símbolo pica negro con un dedo.levantó la mirada y le sonrió. - Pues... nunca sabrás si era o no mi carta. Te diré que si para que puedas invitarme un trago "de verdad" pero podría estar mintiéndote, no?... Sonrió ampliamente y llamó a una camarera que pasaba justo para poder pedir lo que fuera.
Miró la carta y frunció los labios, para volver a levantar la mirada y entregarla al medio del maso... Ella era bruja, pero no sabía como haría el chico para saber la carta y eso tenía su encanto también... Seguramente fueran cartas mágicas y no un simple mazo de pocker..CLARO!... Otra cosa le sorprendía del mundo mágico, todo el mundo parecía fumar. Ella obvio que no! y agradeció mentalmente que el chico tuviera la gentileza de exhalar el veneno hacía otro lado.
Vió el as de picas y se tomó unos segundos analizando toooda la situación, lo del trago "de verdad"... ella no tomaba esas cosas... O sea si! alguna vez, pero no cualquier día de la semana y menos cosas fuertes! tenía miedo al ridículo borracho y sobre todo al hacer tonterías por estar desinhibida.... Pero tampoco daba para rechazar! No quería rechazarlo!!
- Sofie Luttrell, me llamo... Mucho gusto Adair Brackminster Empezó a responder por el final. Le tomó la carta de las manos y la puso boca arriba en la mesa para repasar el símbolo pica negro con un dedo.levantó la mirada y le sonrió. - Pues... nunca sabrás si era o no mi carta. Te diré que si para que puedas invitarme un trago "de verdad" pero podría estar mintiéndote, no?... Sonrió ampliamente y llamó a una camarera que pasaba justo para poder pedir lo que fuera.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Luttrell, Luttrell…. ¿Debía sonarle el apellido? Estaba casi convencido que alguna vez escuchó a alguien mencionar dicho apellido en algún lugar pero en ese momento para Adair era casi imposible determinar donde y quien fue. Posó los ojos miel en el dedo de la chica que recorría lentamente la curvatura de la pica, y perdió ahí la mirada mientras dejaba la baraja encima de la mesa para tomar el cigarrillo, dándole una nueva calada en lo que escuchaba las palabras que debía agregar Sofie a la imprevista reunión – Pondría mi escoba en juego a que esa era tu carta. Estoy convencido – dibujó otra sonrisa. En ella venía impresa la certeza de su baraja jamás iba a fallarle, estaba hechizada a fin de cuentas, fue un regalo que se hizo cuando abandonó a su familia (no como premio pero si como incentivo para poder vivir fuera de la protección materna).
Ese fue el momento idóneo que eligió la amable camarera para traer de vuelta su pinta y ya de paso tomar comanda a la nueva clienta de la mesa. Ya que iba a invitar, Adair se tomó la libertad de elegir para ella una bebida exactamente igual a la suya, la camarera marchó y el muchacho tomó unos segundos para mirar la hora, maldiciendo internamente porque su hermana tardara tanto aunque cabía decir que la nueva compañía era gratamente recibida. Cambió el cigarrillo por la pinta de cerveza, dando un sorbo que acabó por vaciar un tercio del contenido y pasó una mano por su pelo para revolverlo un poco más de lo que estaba – Veamos si puedo ahora solventarte los problemas monetarios. ¿Qué tienes? – echó un rápido vistazo al conjunto de monedas y aguantó una carcajada – Vaya, una pequeña fortuna. Tienes de sobra para doce hidromieles como mínimo – tomó un galeón y lo movió entre sus dedos antes de ofrecérselo a Sofie con el dedo índice y corazón - ¿Y como que una bruja tiene problemas de ese tipo? – él casi tuvo problemas a la inversa durante sus dias en el mundo muggle. Si bien es cierto que iba con la lección de aprendida de la conversión de monedas debido a que pasaba algunos veranos con sus abuelos maternos, las cosas no eran tan sencillas una vez pasabas del mundo mágico al muggle pero.. ¿alguien ingresado en Brigantia? Era como una especie de chiste por lo menos para él - ¿Te tenían secuestrada en el mundo muggle?
Ese fue el momento idóneo que eligió la amable camarera para traer de vuelta su pinta y ya de paso tomar comanda a la nueva clienta de la mesa. Ya que iba a invitar, Adair se tomó la libertad de elegir para ella una bebida exactamente igual a la suya, la camarera marchó y el muchacho tomó unos segundos para mirar la hora, maldiciendo internamente porque su hermana tardara tanto aunque cabía decir que la nueva compañía era gratamente recibida. Cambió el cigarrillo por la pinta de cerveza, dando un sorbo que acabó por vaciar un tercio del contenido y pasó una mano por su pelo para revolverlo un poco más de lo que estaba – Veamos si puedo ahora solventarte los problemas monetarios. ¿Qué tienes? – echó un rápido vistazo al conjunto de monedas y aguantó una carcajada – Vaya, una pequeña fortuna. Tienes de sobra para doce hidromieles como mínimo – tomó un galeón y lo movió entre sus dedos antes de ofrecérselo a Sofie con el dedo índice y corazón - ¿Y como que una bruja tiene problemas de ese tipo? – él casi tuvo problemas a la inversa durante sus dias en el mundo muggle. Si bien es cierto que iba con la lección de aprendida de la conversión de monedas debido a que pasaba algunos veranos con sus abuelos maternos, las cosas no eran tan sencillas una vez pasabas del mundo mágico al muggle pero.. ¿alguien ingresado en Brigantia? Era como una especie de chiste por lo menos para él - ¿Te tenían secuestrada en el mundo muggle?
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
A ella no le sonaba de nada su apellido, pues su madre se había esmerado mucho en que conociera lo mínimo de la sociedad mágica. Pero en cuanto Adair puso su escoba en juego, los ojos de Sofie se abrieron hermoso y estrellados - Eres jugador de Quiddicth?- y tuvo que llevarse una uña a los labios para mordisquearla y disimular, entretenerse con alguna otra cosa porque se sentía estúpida de haber quedado como una fan babosa demente total!!
Para ella que no había ido a una escuela mágica, los jugadores eran aquellos guapísimos dentro del campo, a los que solo podía ver desde las lejanas tribunas y alentar como demente sin que si distinguiera su presencia entre la multitud... No un chico que le invitaba un trago!!! Era como estar charlando con una estrella de futbol, como si en un bar de Barcelona, su ciudad natal, se hubiera encontrado con Messi!!!!
Suerte la moza llegó y volvía a encausarse la conversación hablando de dinero, tema que le bajaba la emoción a cualquiera! Ingenua quizá lo de la fortuna no supo si era en serio o en chiste, pues para ella las monedas eran el cambio chico, nunca sería una fortuna... Aunque claro, sabía a la perfección que en el mundo mágico solo había monedas, pero aun no lograba manejar bien las cantidades... Además no compraba nunca en el mundo mágico no sabía cual era el valor de las cosas, si una escoba salía 1 Galeon o Mil, si un café salía 1 Knut o 1Galeon... Era como estar en otro país. Pero más allá de sus dudas respondió con la simpatía que pudo todo, porque no quería quedar tonta por demás!
- Pues podría decirse que si... Que viví secuestrada por una madre malvada en una alta torre, en la otra punta del mundo. jajaja- Amaba a su madre, pero lo que le había hecho por 18 años bien podía considerarse un secuestro. Aquello de no ir a Hogwarts era un dolor que aun le resentía. Dejó el chiste de lado y fue a lo sincero por decirlo de algún modo. - Soy de Barcelona y pues... soy como "muggle"... y no fui a Hogwarts sino que me eduqué en mi casa, pociones, encantamientos, historia... todo con una bruja de sombrero de codorniz y túnica violeta de estrellas... jajaj... Tu fuiste a Hogwarts? Yo tenía el sueño de ir... Tengo una amiga que se llama GIanna con la que queríamos ser Gryffindor las dos y todo el sueño infantil... Pero bueno, para mi no pudo ser.-
Para ella que no había ido a una escuela mágica, los jugadores eran aquellos guapísimos dentro del campo, a los que solo podía ver desde las lejanas tribunas y alentar como demente sin que si distinguiera su presencia entre la multitud... No un chico que le invitaba un trago!!! Era como estar charlando con una estrella de futbol, como si en un bar de Barcelona, su ciudad natal, se hubiera encontrado con Messi!!!!
Suerte la moza llegó y volvía a encausarse la conversación hablando de dinero, tema que le bajaba la emoción a cualquiera! Ingenua quizá lo de la fortuna no supo si era en serio o en chiste, pues para ella las monedas eran el cambio chico, nunca sería una fortuna... Aunque claro, sabía a la perfección que en el mundo mágico solo había monedas, pero aun no lograba manejar bien las cantidades... Además no compraba nunca en el mundo mágico no sabía cual era el valor de las cosas, si una escoba salía 1 Galeon o Mil, si un café salía 1 Knut o 1Galeon... Era como estar en otro país. Pero más allá de sus dudas respondió con la simpatía que pudo todo, porque no quería quedar tonta por demás!
- Pues podría decirse que si... Que viví secuestrada por una madre malvada en una alta torre, en la otra punta del mundo. jajaja- Amaba a su madre, pero lo que le había hecho por 18 años bien podía considerarse un secuestro. Aquello de no ir a Hogwarts era un dolor que aun le resentía. Dejó el chiste de lado y fue a lo sincero por decirlo de algún modo. - Soy de Barcelona y pues... soy como "muggle"... y no fui a Hogwarts sino que me eduqué en mi casa, pociones, encantamientos, historia... todo con una bruja de sombrero de codorniz y túnica violeta de estrellas... jajaj... Tu fuiste a Hogwarts? Yo tenía el sueño de ir... Tengo una amiga que se llama GIanna con la que queríamos ser Gryffindor las dos y todo el sueño infantil... Pero bueno, para mi no pudo ser.-
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Adair empinó otra vez el trago justo antes de que la chica empezara a hablar casi sin alto. Disfrutaba del amargo sabor de la cerveza a la par que sentía curiosidad por la historia de la chica Luttrell. Eso de criarse en casa… era todo un logro, el muchacho no hubiera imaginado su educación en otro lugar que no fuera Hogwarts, pese que era como estar en casa con la mirada de su padre por los pasillos, espiando cada una de las cosas que hacía pero había podido saltarse las reglas, había logrado corromper muchachitas inocentes (y otras no tanto) y aprender Quidditch hasta lograr ser capitán.
No hubiera cambiado sus años en Hogwarts aunque si hubiera suprimido las horas de estudio para dejar exactamente lo mejor de su experiencia escolar – ¿Gianna? – preguntó, intentando tragar la cerveza sin atragantarse. ¿Acaso tenía una amiga tan “interesante” Gianna y se la había ocultado? Diablos, maldecía el día que la conoció, estaba en complot con Autumn para mantenerlo en la más cruel abstinencia – ¿Gianna Vercelli? Claro que la conozco es casi una hermana para mi – murmuró con tono jocoso, paladeando con gusto la palabra hermana pero omitió la parte donde además admitía que tenían un sobrino en común y pronto iban a formar una familia, claro estaba, esos chismes los dejaba para las cotillas de su familia - Yo también fui a Gryffindor. Formé parte del equipo de Quidditch desde cuarto y a partir de sexto me nombraron capitán.
Él también se sabía vender. ¿Qué si no lo ayudaban? Ya buscaría él la manera de acercarse a todas las amigas de su hermana y Gianna (según todos era una mala influencia para él era solo la excusa de toda muchacha para cometer actos inmorales). Retomó el cigarrillo por donde lo había dejado, apartando un poco la cerveza para alargar su consumo y sí la charla. No mencionó nada más durante un rato para escuchar cualquier cosa que Sofie quisiese sumar a cambio mantuvo la mirada hacia el frente, escudriñando con sus ojos miel a todo aquel que entraba por la puerta del local – Así que de Barcelona…. Una vez fui con unos amigos a pasar un verano hace dos años – volvió a poner la mirada en la chica - ¿Allí conociste a Gianna? No conocía esa historia
No hubiera cambiado sus años en Hogwarts aunque si hubiera suprimido las horas de estudio para dejar exactamente lo mejor de su experiencia escolar – ¿Gianna? – preguntó, intentando tragar la cerveza sin atragantarse. ¿Acaso tenía una amiga tan “interesante” Gianna y se la había ocultado? Diablos, maldecía el día que la conoció, estaba en complot con Autumn para mantenerlo en la más cruel abstinencia – ¿Gianna Vercelli? Claro que la conozco es casi una hermana para mi – murmuró con tono jocoso, paladeando con gusto la palabra hermana pero omitió la parte donde además admitía que tenían un sobrino en común y pronto iban a formar una familia, claro estaba, esos chismes los dejaba para las cotillas de su familia - Yo también fui a Gryffindor. Formé parte del equipo de Quidditch desde cuarto y a partir de sexto me nombraron capitán.
Él también se sabía vender. ¿Qué si no lo ayudaban? Ya buscaría él la manera de acercarse a todas las amigas de su hermana y Gianna (según todos era una mala influencia para él era solo la excusa de toda muchacha para cometer actos inmorales). Retomó el cigarrillo por donde lo había dejado, apartando un poco la cerveza para alargar su consumo y sí la charla. No mencionó nada más durante un rato para escuchar cualquier cosa que Sofie quisiese sumar a cambio mantuvo la mirada hacia el frente, escudriñando con sus ojos miel a todo aquel que entraba por la puerta del local – Así que de Barcelona…. Una vez fui con unos amigos a pasar un verano hace dos años – volvió a poner la mirada en la chica - ¿Allí conociste a Gianna? No conocía esa historia
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Ahí tenía frente a ella una pinta de cerveza... Un traguito no iba a hacerle mal, tampoco como si nunca hubiera tomado alcohol. Pero para sus costumbres aquello era raro, la cerveza pertenecía al mundo nocturno. Tomó la pinta con una mano y se la llevó a los labios mientras lo escuchaba sorprenderse de que ambos conocían a Gianna... El mundo mágico era muy pequeño, su madre tenía razón. Y ahora que él decía aquello de "hermanos" y tal relacionó su apellido con la cara de aquella chica que para auror estudiaba que Gianna misma le había presentado. Todo era una red enredada de hilos que relacionaban a todos con cada uno.
- Si Gianna Verselli!... esa misma! Por casualidad eres algo de Autumn? porque cuando Gianna me la presentó usó la misma frase que tu: "es casi una hermana para mi"- Volvió a tomar otro sorbo de su cerveza pero Adair parecía querer escucharla hablar... Le daba cierta vergüenza quedar como una charlatana que solo se dedicaba a contar sus propias historias a cualquiera que le diera un mínimo espacio para hacerlo. Pero si se quedaba callada, alzando los ojos marrones al techo tampoco la situación sería muy cómoda...
- No... no la conocí en Barcelona... Sucede que nuestras madres fueron amigas en gryffindor, y luego de muchos años se reencontraron por carta... A Gianna la conozco desde que aprendí a caminar más o menos. Es la primera bruja aparte de mis primos que conocí.... Luego ella entró a Hogwarts como todo mundo y perdimos un poco el contacto... Pero ahora que estamos las dos acá, y para colmo estudiaremos lo mismo pues... Seguro me veas todo el rato con ella... -
miró de reojo su celular, corroborando que no funcionaba y volvió a los ojos miel de Adair a sonreirle. - Hablo muchísimo no?... Disculpa... - quería exponer su teoría sobre el pasado pero lo dudó, aunque terminó por animarse. - De seguro, tus padres conocen a mi mamá si tenían a Gabrielle en común... Lo que pasa es que yo no se mucho de esa historia, mi madre no es un fan de hablar del pasado... Ahora cuéntame de ti. Estudiarás quiddicht profesional?-
- Si Gianna Verselli!... esa misma! Por casualidad eres algo de Autumn? porque cuando Gianna me la presentó usó la misma frase que tu: "es casi una hermana para mi"- Volvió a tomar otro sorbo de su cerveza pero Adair parecía querer escucharla hablar... Le daba cierta vergüenza quedar como una charlatana que solo se dedicaba a contar sus propias historias a cualquiera que le diera un mínimo espacio para hacerlo. Pero si se quedaba callada, alzando los ojos marrones al techo tampoco la situación sería muy cómoda...
- No... no la conocí en Barcelona... Sucede que nuestras madres fueron amigas en gryffindor, y luego de muchos años se reencontraron por carta... A Gianna la conozco desde que aprendí a caminar más o menos. Es la primera bruja aparte de mis primos que conocí.... Luego ella entró a Hogwarts como todo mundo y perdimos un poco el contacto... Pero ahora que estamos las dos acá, y para colmo estudiaremos lo mismo pues... Seguro me veas todo el rato con ella... -
miró de reojo su celular, corroborando que no funcionaba y volvió a los ojos miel de Adair a sonreirle. - Hablo muchísimo no?... Disculpa... - quería exponer su teoría sobre el pasado pero lo dudó, aunque terminó por animarse. - De seguro, tus padres conocen a mi mamá si tenían a Gabrielle en común... Lo que pasa es que yo no se mucho de esa historia, mi madre no es un fan de hablar del pasado... Ahora cuéntame de ti. Estudiarás quiddicht profesional?-
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
- Autumn es mi hermana pequeña, bueno, la que viene después de mi – agregó con total indiferencia como si aquel hecho le molestase un poco. La verdad era muy distinta, Autumn era la única persona con quien podía hablar y mostrarse tal cual pero en público jamás admitiría ese hecho.
La historia avanzó y supo de donde Gianna conocía a Sofie, la sola mención de Gabrielle Bloom provocó en Adair una mueca de disgusto. No entendía como alguien además de sus padres podía ser amiga de esa mujer que parecía ser más recta que una escoba. ¿Cuántos amigos podía tener la auror? Tal vez usaba su fuerza como autoridad y les lanzaba un imperio para que obedecieran sus deseos, seguramente era eso, el caso contrario o algo tan inocente como “puede caer bien” era algo improbable. Tomó otra calada mientras masticaba todas las palabras que Sofía soltaba precipitadamente por su boquita de piñón, las intentó ordenar en la mente para no olvidarse de nada pero a la larga y como despistado que era, perdió el norte y tuvo que recurrir a las cartas para distraerse.
- Mis padres fueron también a Gryffindor – agregó mezclando las cartas y dejando el cigarrillo otra vez en el cenicero. Sonrío un poco y negó con la cabeza divertido por la ocurrencia de su mente – Seguramente tu madre sabe quien es mi padre, también fue capitán de Quidditch y un tipo algo desequilibrado. Ahora imparte clases de vuelo en Hogwarts, muy apropiado, ¿verdad? – No pudo evitar ser algo ácido con la pregunta pero la relación con su padre cada vez era más tirante. Cortó la mezcla por la mitad y giró el pilón que tenía tomado con la mano hacia arriba para observar la carta - Sí, estudiaré Quidditch profesional – abrió el pilón en forma de abanico y empezó a contar cartas con los ojos para sacar una cualquiera, la puso encima del otro pilón – Era la carrera que quería estudiar cuando me gradué en Hogwarts pero decidí tomarme dos años sabáticos – la verdad era algo distinta pero no iba a contar a una chica potencialmente atractiva cual de desastroso fue su intento de emancipación, eso hacía que perdiera todo el carisma- ¿Y tú? No creo que compartamos carrera aunque es una lastima… -volteó la cabeza hacia ella para clavar sus ojos en la muchacha. Los dejó ahí, fijamente y paulatinamente en su rostro algo serio fue apareciendo una sonrisa ladeada – lo hubiéramos pasado muy bien. [/justify]
La historia avanzó y supo de donde Gianna conocía a Sofie, la sola mención de Gabrielle Bloom provocó en Adair una mueca de disgusto. No entendía como alguien además de sus padres podía ser amiga de esa mujer que parecía ser más recta que una escoba. ¿Cuántos amigos podía tener la auror? Tal vez usaba su fuerza como autoridad y les lanzaba un imperio para que obedecieran sus deseos, seguramente era eso, el caso contrario o algo tan inocente como “puede caer bien” era algo improbable. Tomó otra calada mientras masticaba todas las palabras que Sofía soltaba precipitadamente por su boquita de piñón, las intentó ordenar en la mente para no olvidarse de nada pero a la larga y como despistado que era, perdió el norte y tuvo que recurrir a las cartas para distraerse.
- Mis padres fueron también a Gryffindor – agregó mezclando las cartas y dejando el cigarrillo otra vez en el cenicero. Sonrío un poco y negó con la cabeza divertido por la ocurrencia de su mente – Seguramente tu madre sabe quien es mi padre, también fue capitán de Quidditch y un tipo algo desequilibrado. Ahora imparte clases de vuelo en Hogwarts, muy apropiado, ¿verdad? – No pudo evitar ser algo ácido con la pregunta pero la relación con su padre cada vez era más tirante. Cortó la mezcla por la mitad y giró el pilón que tenía tomado con la mano hacia arriba para observar la carta - Sí, estudiaré Quidditch profesional – abrió el pilón en forma de abanico y empezó a contar cartas con los ojos para sacar una cualquiera, la puso encima del otro pilón – Era la carrera que quería estudiar cuando me gradué en Hogwarts pero decidí tomarme dos años sabáticos – la verdad era algo distinta pero no iba a contar a una chica potencialmente atractiva cual de desastroso fue su intento de emancipación, eso hacía que perdiera todo el carisma- ¿Y tú? No creo que compartamos carrera aunque es una lastima… -volteó la cabeza hacia ella para clavar sus ojos en la muchacha. Los dejó ahí, fijamente y paulatinamente en su rostro algo serio fue apareciendo una sonrisa ladeada – lo hubiéramos pasado muy bien. [/justify]
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Evidentemente Adair llevaba consigo un problema con su padre... No había que ser genio para haberse dado cuenta, el tono algo ácido, las palabras mismas con las que describía la situación... Sofie lo escuchó respetuosa, pero no quiso meterse, ella tenía sus propios problemas familiares y como prefería mantenerlos en la intimidad, suponía que al resto le pasaba igual.... Además al tiempo que la conversación se acomodaba también se acababa, ella había ido por "ayuda", él le invitó la cerveza que ya estaba consumido por la mitad... Las cartas parecían más interesantes, y Sofie no supo si era su culpa por andar hablando tanto, o que la naturalidad debía llevar a que se levantara agradeciera y se fuera....
Algo le picó dentro. Ella se sabía lo suficientemente interesante como para que nadie se aburriera. No iba a permitir que un mazo de cartas ganara la atención que le correspondía al menos por ser una persona en vez de un objeto inanimado! Casi que tenía ganas de quitarle con brusquedad el mazo de las manos y revolear las cartas al aire... No lo hizo, obvio que no, pero lo pensó, con bastante maldad.
Le sostuvo la mirada cuando él se dignó a volver a mirarla, manteniendo en los ojos ese pequeño enojo caprichoso. - Si? tu dices?... Pues yo no le veo nada de interesante a jugar contigo al Quidditch...- como si no hubiera dicho lo anterior, que sonó bastante brusco, sonrió de inmediato y habló como si nada - Estudiaré periodismo... Seré un molestia que se meterá en los vestuarios para obtener noticias indiscretas... - Miró su pinta casi terminada y guardó sus monedas y celular en el bolsillo de su chaqueta de jean desgastado, que desabrochada como la llevaba dejaba ver un colorido strapless a rallas horizontales.
- Creo que debería irme... tu seguro esperabas a alguien, a tu novia?... y ya te hice perder mucho tiempo.... Sorry. - No! no quería irse, pero se había dado cuenta que seguro el chico tenía cosas mejores que hacer que hablar con una desconocida!... Seguro con la guapo que era hasta estaba esperando a su novia!! Y ella allí como tonta sonriéndole y jugándole a las cartitas - cuanto te dejo para la cerveza?... - Y volvió a sacar un par de monedas, aunque las retuvo en su mano.
Algo le picó dentro. Ella se sabía lo suficientemente interesante como para que nadie se aburriera. No iba a permitir que un mazo de cartas ganara la atención que le correspondía al menos por ser una persona en vez de un objeto inanimado! Casi que tenía ganas de quitarle con brusquedad el mazo de las manos y revolear las cartas al aire... No lo hizo, obvio que no, pero lo pensó, con bastante maldad.
Le sostuvo la mirada cuando él se dignó a volver a mirarla, manteniendo en los ojos ese pequeño enojo caprichoso. - Si? tu dices?... Pues yo no le veo nada de interesante a jugar contigo al Quidditch...- como si no hubiera dicho lo anterior, que sonó bastante brusco, sonrió de inmediato y habló como si nada - Estudiaré periodismo... Seré un molestia que se meterá en los vestuarios para obtener noticias indiscretas... - Miró su pinta casi terminada y guardó sus monedas y celular en el bolsillo de su chaqueta de jean desgastado, que desabrochada como la llevaba dejaba ver un colorido strapless a rallas horizontales.
- Creo que debería irme... tu seguro esperabas a alguien, a tu novia?... y ya te hice perder mucho tiempo.... Sorry. - No! no quería irse, pero se había dado cuenta que seguro el chico tenía cosas mejores que hacer que hablar con una desconocida!... Seguro con la guapo que era hasta estaba esperando a su novia!! Y ella allí como tonta sonriéndole y jugándole a las cartitas - cuanto te dejo para la cerveza?... - Y volvió a sacar un par de monedas, aunque las retuvo en su mano.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Y zas, intentó joderlo en un solo comentario. Otros en su situación hubieran pedido perdón por su indiscreción o tal vez bajado el tono de sus insistencias, Adair por el contrario ladeó más la sonrisa e inquirió con su mirada miel sobre el rostro de la muchacha. Tomó otra vez el cigarrillo que puso entre sus labios, succionó con lentitud y dejó huir el humo por sus labios algo entreabiertos mientras escuchaba que iba a meterse en los vestuarios a la búsqueda de noticias, río un poco y enarcó una ceja antes de darle otra sorbida a su cigarrillo – Si te descubrimos podemos ser muy crueles – y tal como dijo eso, Luttrell apuró para largarse lejos de su presencia.
Adair sin borrar la sonrisa tiró todo su cuerpo hacia atrás posando las manos en su nuca y dejando el cigarro entre sus labios. La miró, aprobó mentalmente su figura y luego sus ojos regresaron a la cara de la chica quien ahora inquiría sobre el precio de la cerveza - ¿Qué me ves cara de mesero? – río un poco y volvió a sentarse bien. Sin dudar tomó sin mucha fuerza la muñeca de la chica – Venga, ¿me lo preguntas en serio? ¿Novia? Yo no tengo de eso. Esperaba a mi hermana, Autumn – la soltó para dejarle el peso de la decisión a la chica, él no la iba a retener pero sin duda tampoco quería que se largara, había resultado agradable la improvisada reunión pero nunca había ido tras una chica y ese día no sería la excepción- No pongas la clásica excusa de que me haces perder el tiempo y además, ahora me has despreciado la cerveza, te toca invitarme – con la mano señaló la silla donde Sofie había estado sentada – Pero eres libre de irte y dejarme la cerveza en deuda… y soy de las que me cobro las deudas además con intereses.
La mesera que hacia unos minutos pasó y Adair pidió una nueva pinta de cerveza negra. Tomó las cartas, las mezcló por última vez y las guardó de vuelta al bolsillo de su cazadora de cuero para luego posar todo su empeño en fumar y en mirar a la chica a la espera de su decisión.
Adair sin borrar la sonrisa tiró todo su cuerpo hacia atrás posando las manos en su nuca y dejando el cigarro entre sus labios. La miró, aprobó mentalmente su figura y luego sus ojos regresaron a la cara de la chica quien ahora inquiría sobre el precio de la cerveza - ¿Qué me ves cara de mesero? – río un poco y volvió a sentarse bien. Sin dudar tomó sin mucha fuerza la muñeca de la chica – Venga, ¿me lo preguntas en serio? ¿Novia? Yo no tengo de eso. Esperaba a mi hermana, Autumn – la soltó para dejarle el peso de la decisión a la chica, él no la iba a retener pero sin duda tampoco quería que se largara, había resultado agradable la improvisada reunión pero nunca había ido tras una chica y ese día no sería la excepción- No pongas la clásica excusa de que me haces perder el tiempo y además, ahora me has despreciado la cerveza, te toca invitarme – con la mano señaló la silla donde Sofie había estado sentada – Pero eres libre de irte y dejarme la cerveza en deuda… y soy de las que me cobro las deudas además con intereses.
La mesera que hacia unos minutos pasó y Adair pidió una nueva pinta de cerveza negra. Tomó las cartas, las mezcló por última vez y las guardó de vuelta al bolsillo de su cazadora de cuero para luego posar todo su empeño en fumar y en mirar a la chica a la espera de su decisión.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Esos tiempos que se tomaba, esas miraditas color miel... Era difícil cabrear a Sofie, muy difícil pero Adair iba por el buen camino, el camino de no hacerle mucho caso, pero tirar de la cuerda a ratos, que para una chica como ella que lo tiene todo sin nada de esfuerzo era para empezar... nuevo, complicado, y exasperantemente atrayente. No se quería ir, quería que le suplicase presencia en algún muy profundo lugar narcisista de su ser!... Pero si la cosa resultaba en que se marchaba, lo haría con clase, nada de histerias, no, no, no!.
Acaso se había atrevido a evaluarla de cuerpo entero!? Y en su cara!?! Que descarado!!... pensó tratando de que no se le notase en el rostro, pero sobre todo con la duda carcomiéndole dentro de si se habría quedado con una buena impresión? un 7 u 8?... Ella se sabía un 9 perfecto pero vaya a saberse que clase de chico era el que tenía en frente! La cara de pocker se le fue al diablo en cuanto le tomó de la muñeca, cierto rubor tenue de vergüenza por estar quedando como tonta, le pintó las mejillas blancas. - ahh.. a tu hermana...- dijo por decir, pues caía fácil a la tentación de llenar los vacíos con palabras, en especial en los momento que no sabía qué miércoles decir!!
Miró hacía atrás o el costado o cualquier sitio y volvió a sentarse, medio de costado como si fuera a levantarse en cualquier momento. Y en verdad no pudo con su genio de niña pija, por más casual que quería sonar sus palabras llevaban cierto ego y tensión... - Pues siendo que no tienes nada mejor que hacer, te haré el favor de acompañarte hasta que aparezca tu hermana.- no. no le creía lo de la hermana, había entendido que no era un muchacho de novias (ella tampoco lo era), pero lo de la hermana le sonaba a escusa de todos modos. -Y no tendrás que cobrarme intereses porque yo no adquiero deudas así por que si.-
Y eso era muy cierto. Pensó que si no podía un poco más de actitud ese chico iba a pasarla por encima, así que improvisó adueñarse de la situación: interrumpió la ida de la moza para pedir otra pinta para ella (muy mal! no debía tomar tanto) y pagó lo que era de inmediato. Seguro la camarera la estafó! Pero no importaba eso, mientras Adair estuviera lo suficientemente concentrado en su cerveza y su cigarrillo como para no escuchar la conversación.
-Ya estamos en paz, o vas a volver a evaluarme con descaro?... Mira que yo también puedo hacerlo!- Que iban a estar en paz si ella le echaba en cara que de indiscreto y creído la hubiera mirado de arriba a abajo como si ella fuera algo menos que un objeto a subastar! Se estaba metiendo en terreno pantanoso, pero aun podía medir sus palabras y como buena estudiante de periodismo daría vuelta la entrevista las veces que fuera necesario para obtener lo que quería. Que quería? Pues no tenía puta idea!
Acaso se había atrevido a evaluarla de cuerpo entero!? Y en su cara!?! Que descarado!!... pensó tratando de que no se le notase en el rostro, pero sobre todo con la duda carcomiéndole dentro de si se habría quedado con una buena impresión? un 7 u 8?... Ella se sabía un 9 perfecto pero vaya a saberse que clase de chico era el que tenía en frente! La cara de pocker se le fue al diablo en cuanto le tomó de la muñeca, cierto rubor tenue de vergüenza por estar quedando como tonta, le pintó las mejillas blancas. - ahh.. a tu hermana...- dijo por decir, pues caía fácil a la tentación de llenar los vacíos con palabras, en especial en los momento que no sabía qué miércoles decir!!
Miró hacía atrás o el costado o cualquier sitio y volvió a sentarse, medio de costado como si fuera a levantarse en cualquier momento. Y en verdad no pudo con su genio de niña pija, por más casual que quería sonar sus palabras llevaban cierto ego y tensión... - Pues siendo que no tienes nada mejor que hacer, te haré el favor de acompañarte hasta que aparezca tu hermana.- no. no le creía lo de la hermana, había entendido que no era un muchacho de novias (ella tampoco lo era), pero lo de la hermana le sonaba a escusa de todos modos. -Y no tendrás que cobrarme intereses porque yo no adquiero deudas así por que si.-
Y eso era muy cierto. Pensó que si no podía un poco más de actitud ese chico iba a pasarla por encima, así que improvisó adueñarse de la situación: interrumpió la ida de la moza para pedir otra pinta para ella (muy mal! no debía tomar tanto) y pagó lo que era de inmediato. Seguro la camarera la estafó! Pero no importaba eso, mientras Adair estuviera lo suficientemente concentrado en su cerveza y su cigarrillo como para no escuchar la conversación.
-Ya estamos en paz, o vas a volver a evaluarme con descaro?... Mira que yo también puedo hacerlo!- Que iban a estar en paz si ella le echaba en cara que de indiscreto y creído la hubiera mirado de arriba a abajo como si ella fuera algo menos que un objeto a subastar! Se estaba metiendo en terreno pantanoso, pero aun podía medir sus palabras y como buena estudiante de periodismo daría vuelta la entrevista las veces que fuera necesario para obtener lo que quería. Que quería? Pues no tenía puta idea!
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
No paría de reír entredientes a medida que Sofie hablaba. Si el objetivo de la chica era crear en Adair algún tipo de reacción negativa sucedió todo lo contrario, el chico se mantuvo con la paz en el rostro y la jocosa sonrisa en los labios. ¿El por qué? Luttrell era muy divertida cuando sacaba su carácter aunque también ayudaba que Adair no fuera un chico demasiado intenso – Las deudas te las buscas tu – se encogió de hombros, buscó su propia cerveza y pegó un largo sorbo antes de limpiarse con la lengua los restos de espuma del labio superior.
La indignación de Sofie crecía por momentos y era palpable así como una sombra negra que se cernía sobre ella que otorgaban a la pequeña española un toque para quitarle la ropa ahí mismo pero Adair contuvo las ansias y las malas costumbres, colocó las manos tras la nuca y escuchó cada una de las palabras que la jovencita tenía que expresar sobre su falta de disimulo a la hora de revisarla de arriba abajo. Ahí si no pudo contener la carcajada y surgió sonora – Pues hazlo, nadie te lo impide – agregó con toda la infamia del mundo, volviendo a tirar su cuerpo hacia delante para mirar a la chica.
La cerveza pedida por la chica llegó, Adair la tomó antes que pudiera llegar a manos de la Sofie y comenzó a jugar con ella – La vista es libre, ¿verdad? – jugueteó con la botella, en plan que si ahora te la doy que si ahora no pero terminó por hacerla deslizar encima de la mesa hasta las manos de Lutrell – Yo no me voy a quejar – tomó el cigarrillo para continuar dándole caladas largas que solo alargaban el momento en que iba a hablar – Pero no, no estamos en paz. Ahora me debes tu compañía, ¿Qué si había quedado con una escandinava de metro noventa en cambio de mi hermana? Te tienes que quedar conmigo a tomar unas cervezas, ¿o acaso no disfrutas de mi compañía? – alargó la mano, justo donde tenía un poco más arriba el tatuaje con el cinco en números romanos, para alzarle el mentón con el dedo índice a riesgo de perderlo de un bocado con la fiera que tenía ante sus ojos – a mi me gustan tus preguntas sobre problemas monetarios
La indignación de Sofie crecía por momentos y era palpable así como una sombra negra que se cernía sobre ella que otorgaban a la pequeña española un toque para quitarle la ropa ahí mismo pero Adair contuvo las ansias y las malas costumbres, colocó las manos tras la nuca y escuchó cada una de las palabras que la jovencita tenía que expresar sobre su falta de disimulo a la hora de revisarla de arriba abajo. Ahí si no pudo contener la carcajada y surgió sonora – Pues hazlo, nadie te lo impide – agregó con toda la infamia del mundo, volviendo a tirar su cuerpo hacia delante para mirar a la chica.
La cerveza pedida por la chica llegó, Adair la tomó antes que pudiera llegar a manos de la Sofie y comenzó a jugar con ella – La vista es libre, ¿verdad? – jugueteó con la botella, en plan que si ahora te la doy que si ahora no pero terminó por hacerla deslizar encima de la mesa hasta las manos de Lutrell – Yo no me voy a quejar – tomó el cigarrillo para continuar dándole caladas largas que solo alargaban el momento en que iba a hablar – Pero no, no estamos en paz. Ahora me debes tu compañía, ¿Qué si había quedado con una escandinava de metro noventa en cambio de mi hermana? Te tienes que quedar conmigo a tomar unas cervezas, ¿o acaso no disfrutas de mi compañía? – alargó la mano, justo donde tenía un poco más arriba el tatuaje con el cinco en números romanos, para alzarle el mentón con el dedo índice a riesgo de perderlo de un bocado con la fiera que tenía ante sus ojos – a mi me gustan tus preguntas sobre problemas monetarios
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Esa sonrisa que mantenía en el rostro no importaba qué le dijera Sofie, la estaba volviendo loca. Debía ser bueno jugando a pocker si mantenía esa habilidad en el rostro con cualquiera... Ella no, le gustaba ser expresiva por un lado y había veces que no podía contenerse pro el otro, por eso a su "te las buscas tu" negó con el rostro con cara de niñita consentida bien marcada. De ningún modo pensó que una charla casual con un extraño, iba a sacar su peor parte y también por eso estaba contrariada... Pero si él insistía debía ser que gustaba de verla nerviosa y abrumada, cosa que podía ser muy bueno, o muyyy malo.
- No te rías!- le dijo con la voz retenida entre los dientes, mirándo hacia los costados y volviendo a clavar sus ojos en él, preocupanda más porque él hubiera llamado la atención de toda la clientela del bar con aquella carcajada, que por el hecho de que la estaba desafiando una frase tras otra, y para colmo de males parecía ganar.
Le robaba la cerveza, le miraba jocoso... Sofie no habiendo podido hacerse de la botella a tiempo volvió hacia si su mano abandonada, se acomodó el cabello, observó por la ventana y lo escuchaba de lado, que cada vez que pretendía sostenerle la mirada terminaba peor la cosa... Él no se iba a quejar? Eso quería decir que ella se estaba quejando demasiado. Que la escandinava, que la compañía... blablabla.
Y fue entonces cuando se sonrojó de pies a cabeza, porque Adair le levantaba el mentón apenas rosándola con un dedo y se volvía a cruzar con sus ojos miel.A mi me gustas tu! Entreabrió los labios rosados para decir algo pero los cerró, hasta al instante siguiente que logró sonreirle falsamente apropósito y decir. - Lo que te gusta es burlarte de mi. Esta bien... Lo acepto y te lo concedo-. Lo tomó por la muñeca para quitar ese dedo de su mentón, pero al ver que tenía un tatuaje la curiosidad le pudo más y le sostuvo la mano paseandola para su vista, sonriendo ahora si tranquila y con paz y todo eso que andaba buscando.
Dime... que significa el 5?- Le gustaba los tatuajes, ella misma tenía uno en la muñeca derecha que no se veía por la chaqueta, pero más le gustaban los motivos y significados, su alma curiosa tenía que saber.
- No te rías!- le dijo con la voz retenida entre los dientes, mirándo hacia los costados y volviendo a clavar sus ojos en él, preocupanda más porque él hubiera llamado la atención de toda la clientela del bar con aquella carcajada, que por el hecho de que la estaba desafiando una frase tras otra, y para colmo de males parecía ganar.
Le robaba la cerveza, le miraba jocoso... Sofie no habiendo podido hacerse de la botella a tiempo volvió hacia si su mano abandonada, se acomodó el cabello, observó por la ventana y lo escuchaba de lado, que cada vez que pretendía sostenerle la mirada terminaba peor la cosa... Él no se iba a quejar? Eso quería decir que ella se estaba quejando demasiado. Que la escandinava, que la compañía... blablabla.
Y fue entonces cuando se sonrojó de pies a cabeza, porque Adair le levantaba el mentón apenas rosándola con un dedo y se volvía a cruzar con sus ojos miel.
Dime... que significa el 5?- Le gustaba los tatuajes, ella misma tenía uno en la muñeca derecha que no se veía por la chaqueta, pero más le gustaban los motivos y significados, su alma curiosa tenía que saber.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
- Eso son muchas calumnias contra mi persona, Sofie – agregó ante la mención de su diversión para con ella y ladeó un poco más la sonrisa sin apartar los ojos miel de la muchacha. La atención, no obstante, fue desviada hasta su brazo cuando la chica preguntó sobre el significado de su tatuaje. Impreso sobre la superficie de su antebrazo, muy cerca de la pulsera ancha de cuero que llevaba, estaba el cinco en números romanos – Es la nota media que sacaba en Hogwarts – dijo con la voz muy creíble y seria, incluso borró la sonrisa que traía en los labios para darle un poco más de credibilidad al asunto.
La dejó con la duda durante unos segundos pero aprovechando que con el tema del tatuaje estaban más cerca, tiró su torso hacia delante y alargó el cuello hasta rozar su nariz con la de la chica, entonces, volvió a dibujar la sonrisa – Es mentira. ¿Y si me das cinco motivos para que te lo diga? – agregó desviando un segundo los ojos de los de la chica para darle una ojeada a sus labios, soltó una sutil carcajada y alargó la mano libre para atrapar la cintura de Sofie y acercarla un poco más hacia él - ¿Qué tal cinco razones por las cual te crea curiosidad el dichoso tatuaje? – volvió a posar los ojos miel en los labios de ella. ¿Alguna vez alguien había escuchado que los ojos son el reflejo del alma? En el caso de Adair era la sonrisa pues la jodida vaticinó exactamente su siguiente acción – No me convence, quizás cinco… ajá, eso me convence más – y sin pedir permiso, ¿a que tenían que perder el tiempo? Acercó sus labios hasta los de ella y la besó, primero con lentitud para luego hacerse paso entre sus sonrosados labios. Tomó el mentón de la chica con dos dedos para que no se escapara muy lejos y cuando más o menos mesuro que los cinco besos estaban cubiertos, acabó el roce rozando con suavidad con sus dientes sobre la superficie del labio inferior de Sofie - Es el número cinco de mi camiseta con la que gané en sexto curso la copa de Quidditch en Hogwarts – murmuró aún contra sus labios y tras ello, se apartó como si no hubiera pasado nada en absoluto y buscó la cerveza de Luttrell para darle un sorbo.
A penas la conocía y su endiablado apellido se le hacía por lo demás conocido pero la memoria de Adair no llegaba a ubicarlo con una cara. Negando con la cabeza devolvió la cerveza a la ya no tanto desconocida (por lo meno sus labios los había saboreado con gusto) y sacó un nuevo cigarro - ¿Alguna pregunta más? Puedo responder a lo que quieras – aunque los métodos para la respuesta serian exactamente iguales.
La dejó con la duda durante unos segundos pero aprovechando que con el tema del tatuaje estaban más cerca, tiró su torso hacia delante y alargó el cuello hasta rozar su nariz con la de la chica, entonces, volvió a dibujar la sonrisa – Es mentira. ¿Y si me das cinco motivos para que te lo diga? – agregó desviando un segundo los ojos de los de la chica para darle una ojeada a sus labios, soltó una sutil carcajada y alargó la mano libre para atrapar la cintura de Sofie y acercarla un poco más hacia él - ¿Qué tal cinco razones por las cual te crea curiosidad el dichoso tatuaje? – volvió a posar los ojos miel en los labios de ella. ¿Alguna vez alguien había escuchado que los ojos son el reflejo del alma? En el caso de Adair era la sonrisa pues la jodida vaticinó exactamente su siguiente acción – No me convence, quizás cinco… ajá, eso me convence más – y sin pedir permiso, ¿a que tenían que perder el tiempo? Acercó sus labios hasta los de ella y la besó, primero con lentitud para luego hacerse paso entre sus sonrosados labios. Tomó el mentón de la chica con dos dedos para que no se escapara muy lejos y cuando más o menos mesuro que los cinco besos estaban cubiertos, acabó el roce rozando con suavidad con sus dientes sobre la superficie del labio inferior de Sofie - Es el número cinco de mi camiseta con la que gané en sexto curso la copa de Quidditch en Hogwarts – murmuró aún contra sus labios y tras ello, se apartó como si no hubiera pasado nada en absoluto y buscó la cerveza de Luttrell para darle un sorbo.
A penas la conocía y su endiablado apellido se le hacía por lo demás conocido pero la memoria de Adair no llegaba a ubicarlo con una cara. Negando con la cabeza devolvió la cerveza a la ya no tanto desconocida (por lo meno sus labios los había saboreado con gusto) y sacó un nuevo cigarro - ¿Alguna pregunta más? Puedo responder a lo que quieras – aunque los métodos para la respuesta serian exactamente iguales.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Se rió con ganas, con aquello de la nota media, más por la cara de seriedad que ponía y porque se lo creía cierto, aunque no un motivo suficiente para hacerse un tatuaje, en un lugar tan visible. Pero había cada loco suelto que todo era posible, más en el mundo mágico. Ahí estaba volviéndola a pasar bien, era cuestión de controlar su genio, no encapricharse por tonterías y hacer las preguntas adecuadas. Ya iba a por ello, repasando su arsenal de encuestas mentales de ocasión, cuando el confesó que no. Que no solo era mentira sino que iba a decirle el verdadero motivo pero... con peros!! Siempre los peros allí! La vida sería otra si ese concepto no existiese.
Ansiosa como estaba por saber, y por demás razones como el sonrojo que llevaba en las mejillas se hizo hacia delante también y continuó la conversación entrecerrando los ojos, "midiéndolo" por decirlo de algún modo. Ese tipo de cercanía ponía nervioso a cualquiera y por más que sabía lo mejor era echarse para atrás, no quería hacerlo, quería saber lo que pasaría como si de una película se tratase, como si toda la tensión del mundo se hubiera acumulado en esa maldita boca que tenía en frente y que como él, ella bajó la vista a ver.
Negó con el rostro suavemente prendida a su mirada, había apoyado apenas una mano en la pierna de él, como si tanta tensión pudiera hacerla caer. No estaba acostumbrada a esas cosas, pero tenía que admitirse que empezaban a gustarle, quizá demasiado y muy rápido. O quizá justo se había cruzado con el chico equivocado, como fuera ya estaba allí y una sola cosa era verdad: quería besarlo pero YA... - quizá... cinco besos - dejó caer en medio de su frase en susurro aquello, sin signo de pregunta en la oración. Al menos si iba a suceder, se quedaría con la falsa satisfacción de que ella fue quien dijo cómo y cuándo.
Como en las novelas, fue cerrando los ojos a medida que disminuía el espacio entre ellos, acompasó sus labios a los de él y se dejó besar. No iba contando, ni pensaba escatimar el tiempo aunque ya en frío replicaría alguna cosa al respecto de lo que para ella eran cinco besos. Llevada por el momento encontró el brazo de él sobre la mesa y lo recorrió hasta encontrar su cuello acariciarlo un poco y perderse en su nuca... Ya cuando mañana le contara a alguien diría que "porque cinco era tan poco!?", pero por ahora, se separó lo mínimo sonriendo, para escuchar la verdadera razón del maldito cinco que la había metido en todo aquello.
Así que quidditch, esa sí era una buena razón, tenía que admitirlo. Recordó quitar su mano del muslo de él y se sentó contra el respaldo más erguida que en toda la tarde, aprovechando el momento para mirar hacia cualquier sitio en ningún lado, hurgarse las uñas, saber que él se tomaba su cerveza, esas cosas, como una fierecilla domada por la satisfacción obtenida... Hasta que Adair volvió a hablar y ella lo hizo esperar.
Le sonrió de lado mirándolo fijo, se cruzó de piernas, se cruzó de brazos también, se mordió el labio inferior y volvió a sonreír sin decir nada. Estaba contenta! estaba super contenta!!!, quería salir corriendo a contarle a una amiga, por ejemplo Pearlie, lo que había pasado: que había dado su primer beso universitario, que había sido genial, que el chico era monísimo y jugador de Quidditch (eso agregaba estatus social), y que era un completo desconocido!!! Ya se enteraría luego de que tan desconocido no era y una úlcera en el estómago la atacaría, pero por ahora era el primer beso a un desconocido que daba, el primer beso universitario, y el 1,2,3,4,5... El 5 beso de su vida!... 5? que feliz coincidencia!
-Recuerda que estudio periodismo: tengo tantas preguntas, que no me alcanzaría la saliva para pagarte de ese modo que estás pensando... jajaja- Incluso estaba adquiriendo algo de confianza y se animaba a bromar y todo... Se hizo hacia delante y sorbió su cerveza, o lo que quedaba de esta en realidad... Y preguntó porque la curiosidad era más fuerte que su voluntad... - Tu no quieres saber nada de mi? ... Puedo pagarte para que me preguntes si solo haces las cosas por "dinero" - dinero, besos, lo que fuera... pero medio que lo estaba tratando de prostituto sin darse cuenta.
Ansiosa como estaba por saber, y por demás razones como el sonrojo que llevaba en las mejillas se hizo hacia delante también y continuó la conversación entrecerrando los ojos, "midiéndolo" por decirlo de algún modo. Ese tipo de cercanía ponía nervioso a cualquiera y por más que sabía lo mejor era echarse para atrás, no quería hacerlo, quería saber lo que pasaría como si de una película se tratase, como si toda la tensión del mundo se hubiera acumulado en esa maldita boca que tenía en frente y que como él, ella bajó la vista a ver.
Negó con el rostro suavemente prendida a su mirada, había apoyado apenas una mano en la pierna de él, como si tanta tensión pudiera hacerla caer. No estaba acostumbrada a esas cosas, pero tenía que admitirse que empezaban a gustarle, quizá demasiado y muy rápido. O quizá justo se había cruzado con el chico equivocado, como fuera ya estaba allí y una sola cosa era verdad: quería besarlo pero YA... - quizá... cinco besos - dejó caer en medio de su frase en susurro aquello, sin signo de pregunta en la oración. Al menos si iba a suceder, se quedaría con la falsa satisfacción de que ella fue quien dijo cómo y cuándo.
Como en las novelas, fue cerrando los ojos a medida que disminuía el espacio entre ellos, acompasó sus labios a los de él y se dejó besar. No iba contando, ni pensaba escatimar el tiempo aunque ya en frío replicaría alguna cosa al respecto de lo que para ella eran cinco besos. Llevada por el momento encontró el brazo de él sobre la mesa y lo recorrió hasta encontrar su cuello acariciarlo un poco y perderse en su nuca... Ya cuando mañana le contara a alguien diría que "porque cinco era tan poco!?", pero por ahora, se separó lo mínimo sonriendo, para escuchar la verdadera razón del maldito cinco que la había metido en todo aquello.
Así que quidditch, esa sí era una buena razón, tenía que admitirlo. Recordó quitar su mano del muslo de él y se sentó contra el respaldo más erguida que en toda la tarde, aprovechando el momento para mirar hacia cualquier sitio en ningún lado, hurgarse las uñas, saber que él se tomaba su cerveza, esas cosas, como una fierecilla domada por la satisfacción obtenida... Hasta que Adair volvió a hablar y ella lo hizo esperar.
Le sonrió de lado mirándolo fijo, se cruzó de piernas, se cruzó de brazos también, se mordió el labio inferior y volvió a sonreír sin decir nada. Estaba contenta! estaba super contenta!!!, quería salir corriendo a contarle a una amiga, por ejemplo Pearlie, lo que había pasado: que había dado su primer beso universitario, que había sido genial, que el chico era monísimo y jugador de Quidditch (eso agregaba estatus social), y que era un completo desconocido!!! Ya se enteraría luego de que tan desconocido no era y una úlcera en el estómago la atacaría, pero por ahora era el primer beso a un desconocido que daba, el primer beso universitario, y el 1,2,3,4,5... El 5 beso de su vida!... 5? que feliz coincidencia!
-Recuerda que estudio periodismo: tengo tantas preguntas, que no me alcanzaría la saliva para pagarte de ese modo que estás pensando... jajaja- Incluso estaba adquiriendo algo de confianza y se animaba a bromar y todo... Se hizo hacia delante y sorbió su cerveza, o lo que quedaba de esta en realidad... Y preguntó porque la curiosidad era más fuerte que su voluntad... - Tu no quieres saber nada de mi? ... Puedo pagarte para que me preguntes si solo haces las cosas por "dinero" - dinero, besos, lo que fuera... pero medio que lo estaba tratando de prostituto sin darse cuenta.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
E ahí, el porque hacía lo que hacía: Sofie cruzando las piernas de esa manera tan alentadora y a la par que sensual despertaba inmediatamente la libido del pobre mucho quien inocente se dejaba vencer por el encanto de la española. La miró sin agregar nada más, esperando las preguntas por parte de la animada chica, incluso acentuó la sonrisa jocosa cuando ella hizo mención a lo que estaba taladrando su pervertida mente y negó con la cabeza divertido por la situación. ¿En dónde quedó la fierecita que hacía unos minutos por poco y le arranca la yugular? Ah, benditas mujeres, tenían un carácter del diablo pero definitivamente no podía vivir sin ellas (literalmente con la increíble retahíla de hermanas que le tocaron).
Quizás hubiera agregado algo más tras la mención del precio de sus preguntas pero no pudo, definitivamente, la carcajada que brotó de sus labios fue superior a él cuando Sofie ni corta ni perezosa calumnió su persona con un comentario tan simple como encantador: “por dinero”. Muchachita ingenua, él no era un puto gigoló solo un resignado hedonista. Puso las manos sobre la mesa y picó con sus dedos sobre la superficie unos segundos, haciendo ver que pensaba alguna pregunta más o menos coherente para no defraudar las esperanzas de la chica pero en verdad, el autentico transfondo de todo el asunto radicaba en que Adair no tenía ninguna intención de saber más allá de las bonitas curvas de Sofie Luttrell y sus sabrosos labios.
- Nunca he sido bueno preguntando. Tu eres la periodista, ¿no? – se acercó otra vez a ella pero mantuvo las distancias, solo apoyó el codo en el borde de la mesa - Apuesto mi baraja de cartas a que tienes mil preguntas ahí en la punta de tus… a ver, dejame, te ayudo – alargó otra vez su mano, tomó el mentón de la chica y la acercó de nuevo hacia ella para besarla lentamente. Si Adair hubiera sabido quien era probablemente… bueno, probablemente estaría haciendo exactamente eso mismo, él era así y no tenía remedio, ni su padre, ni su madre, ni su hermana ni el tato, terminarían por cambiarlo ni un poco – A ver, dime, preguntas. Soy todo tuyo.
Quizás hubiera agregado algo más tras la mención del precio de sus preguntas pero no pudo, definitivamente, la carcajada que brotó de sus labios fue superior a él cuando Sofie ni corta ni perezosa calumnió su persona con un comentario tan simple como encantador: “por dinero”. Muchachita ingenua, él no era un puto gigoló solo un resignado hedonista. Puso las manos sobre la mesa y picó con sus dedos sobre la superficie unos segundos, haciendo ver que pensaba alguna pregunta más o menos coherente para no defraudar las esperanzas de la chica pero en verdad, el autentico transfondo de todo el asunto radicaba en que Adair no tenía ninguna intención de saber más allá de las bonitas curvas de Sofie Luttrell y sus sabrosos labios.
- Nunca he sido bueno preguntando. Tu eres la periodista, ¿no? – se acercó otra vez a ella pero mantuvo las distancias, solo apoyó el codo en el borde de la mesa - Apuesto mi baraja de cartas a que tienes mil preguntas ahí en la punta de tus… a ver, dejame, te ayudo – alargó otra vez su mano, tomó el mentón de la chica y la acercó de nuevo hacia ella para besarla lentamente. Si Adair hubiera sabido quien era probablemente… bueno, probablemente estaría haciendo exactamente eso mismo, él era así y no tenía remedio, ni su padre, ni su madre, ni su hermana ni el tato, terminarían por cambiarlo ni un poco – A ver, dime, preguntas. Soy todo tuyo.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Le gustaba ver a la gente reír. Ella misma era una persona que amaba la carcajada estrepitosa y los chistes de ocasión, pero por alguna razón extraña parecía que con Adair las cosas habían empezado con el pie izquierdo y que recién ahora se encausaban: ahora que ella lograba hacer el chiste y se reía con él (no como antes que había sentido que el capitán se reía a costa de ella). O quizá nada que ver, y todo era una cuestión carnal de querer llamar su atención desde el primer momento que entró al bar y ahora que ya lo había besado haría lo que fuera con tal de retenerlo y probar sus labios una y otra vez.
Cuestión, un embrollo mental tremendo que dejaría para analizar más tarde, pues ahora solo tenía los ojos perdidos en los de él, las manos ansiosas que entretenía jugando con alguno de sus mechones rubios y los labios entre abiertos esperando que Adair terminara de aproximarse ya, y le besara de nuevo. Estaba entendiendo cual era el tema allí, no era que tenía una snitch en el estómago como solía decir Pearlie, sino que tenía cien mil!!! ni una más ni una menos, y lo peor del caso (además de que ella no era ese tipo de chicas que andaba besando desconocidos) es que le encantaba aquella sensación.
Mil preguntas tenía entre esos labios que jugueteaban con los de él, pero aun como niña inexperta que era, al momento de separarse tuvo que tomarse sus segundo para quitarse la cara de tonta total disimulando beber una cerveza ya vacía... Se rió de que "él fuera todo suyo", y le alzó las cejas pícara para discutirle su declaración casual- Ten cuidado... ya sabes lo que dicen "uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios"... - Obvio que no se lo tomaba literal, pero como le hubiese gustado poder hacerlo, y decirle "pues ya que eres mio, mañana al cine y el viernes al teatro, yo invito las palomitas". Le tomó la mano del tatuaje y empezó con las preguntas, con seriedad incluida...
- Bueno a ver... Tienes más tatoos? cuantos?... Los animales, te gustan?... Has montado en hipogrifo?... Has dicho que no eres de novias, pero ninguna ninguna, ni semi formal?... Tienes hermanos? Varones mujeres?... Papas fritas o puré de papas? figura geométrica favorita?... - Y podía seguir pero casi que era una broma y por tal le sacó la lengua divertida, mientras seguía tomandose el atrevimiento de repasar ese tatuaje con los dedos.
Cuestión, un embrollo mental tremendo que dejaría para analizar más tarde, pues ahora solo tenía los ojos perdidos en los de él, las manos ansiosas que entretenía jugando con alguno de sus mechones rubios y los labios entre abiertos esperando que Adair terminara de aproximarse ya, y le besara de nuevo. Estaba entendiendo cual era el tema allí, no era que tenía una snitch en el estómago como solía decir Pearlie, sino que tenía cien mil!!! ni una más ni una menos, y lo peor del caso (además de que ella no era ese tipo de chicas que andaba besando desconocidos) es que le encantaba aquella sensación.
Mil preguntas tenía entre esos labios que jugueteaban con los de él, pero aun como niña inexperta que era, al momento de separarse tuvo que tomarse sus segundo para quitarse la cara de tonta total disimulando beber una cerveza ya vacía... Se rió de que "él fuera todo suyo", y le alzó las cejas pícara para discutirle su declaración casual- Ten cuidado... ya sabes lo que dicen "uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios"... - Obvio que no se lo tomaba literal, pero como le hubiese gustado poder hacerlo, y decirle "pues ya que eres mio, mañana al cine y el viernes al teatro, yo invito las palomitas". Le tomó la mano del tatuaje y empezó con las preguntas, con seriedad incluida...
- Bueno a ver... Tienes más tatoos? cuantos?... Los animales, te gustan?... Has montado en hipogrifo?... Has dicho que no eres de novias, pero ninguna ninguna, ni semi formal?... Tienes hermanos? Varones mujeres?... Papas fritas o puré de papas? figura geométrica favorita?... - Y podía seguir pero casi que era una broma y por tal le sacó la lengua divertida, mientras seguía tomandose el atrevimiento de repasar ese tatuaje con los dedos.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
- Yo no soy dueño de nada – agregó mientras sus ojos miraban de reojo la mano de Luttrell tomando la suya. Por un segundo tuvo la necesidad de apartarla de allí, no quería demasiadas confianzas en ese aspecto pues aunque Adair era un poco libertino (epa, no mucho), sabía entender las señales luminosas que habían tras Sofie y decían que aquello ya no era un coqueteo, había sobrepasado los limites. Aún así, mantuvo la perenne sonrisa solo porque era el tema que tocaba y aprovechando que aún tenía una mano libre, pidió dos cervezas más y tomó un nuevo cigarrillo que llevarse a los labios – No tengo más tatuajes puedo demostrarlo – y tras alzar una ceja, dejó bien claro que sí quería pruebas del asunto podían ir a un lugar más íntimo donde la ropa desapareciera y él mostrara tanto sus encantos como la carencia de tatuaje, el único y exclusivo era el del brazo.
La dejó formular el resto de las preguntas porque no había manera de callarla pero al final, optó por usar el método que hasta ahora venía funcionando. Tras dejar el cigarro entre los dedos, alargó el cuello y volvió a apoderarse por unos segundos de la boca de la española si bien esta vez, subió el tono del beso - Me gustan, no tengo más remedio, mi madre es zoologa y mete todo bicho en casa – agregó cerca de sus labios después del intenso beso pero tras ello, dejó el rollo puritano y bajó su boca un poco más hasta probar la fina textura de su cuello – No – respondió a la siguiente pregunta esa que hacia alusión a su vida sentimental – no tengo novias, ni semi novias, ni nada de eso, yo solo tengo amigas – concluyó dando un pequeño bocado y volvió a subir para colocarse bien en su asiento, lejos de la tentación en forma de mujer que tenía delante.
El cigarrillo volvió inmediatamente a sus manos, Adair dedicó las siguientes caladas a tomarse un tiempo antes de responder el tema de la familia. Cabía decir que era un tema delicado, algo difícil de entender para muchas personas, ¿Quién iba a entender ese caos parental si ni ellos mismos sabían deshacerlo? La cerveza llegó en el mejor momento, Adair tomó la más cercana a él y dio un largo sorbo para aclarar la garganta que estaba algo seca después de tanta nicotina – Tengo cinco hermanas. Dos por parte de padre, una por parte de madre y dos más de padre y madre. Soy el único chico de la familia, bueno, quitando a mis dos sobrinos – y esa parte era la más delicada de todo el asunto, el hijo de Eloise, la más mayor de todos, era algo natural pues era fruto del matrimonio de la Brackminster con un squib francés pero otra cosa era Thaddeus Vercelli, hijo de Jonathan y sobrino de la buena amiga de Sofie – Las patatas fritas y, ¿la esfera? Por el tema de las bludgers… - esta vez fue él quien alargó la mano para cazar un mechón de Sofie entre dos de sus dedos para peinarlo tras su oreja dejando deslizar su mano por todo su cuello hasta llegar a su hombro. Dejó que sus ojos miel se deslizaran durante unos segundos desde su busto pasando por sus labios hasta sus ojos y sonrío - ¿Alguna pregunta más? El precio de las repuestas va subiendo – acercó otra vez sus labios a los de ella y sin llegar a besarlos susurró - tengo que cobrarme intereses.
La dejó formular el resto de las preguntas porque no había manera de callarla pero al final, optó por usar el método que hasta ahora venía funcionando. Tras dejar el cigarro entre los dedos, alargó el cuello y volvió a apoderarse por unos segundos de la boca de la española si bien esta vez, subió el tono del beso - Me gustan, no tengo más remedio, mi madre es zoologa y mete todo bicho en casa – agregó cerca de sus labios después del intenso beso pero tras ello, dejó el rollo puritano y bajó su boca un poco más hasta probar la fina textura de su cuello – No – respondió a la siguiente pregunta esa que hacia alusión a su vida sentimental – no tengo novias, ni semi novias, ni nada de eso, yo solo tengo amigas – concluyó dando un pequeño bocado y volvió a subir para colocarse bien en su asiento, lejos de la tentación en forma de mujer que tenía delante.
El cigarrillo volvió inmediatamente a sus manos, Adair dedicó las siguientes caladas a tomarse un tiempo antes de responder el tema de la familia. Cabía decir que era un tema delicado, algo difícil de entender para muchas personas, ¿Quién iba a entender ese caos parental si ni ellos mismos sabían deshacerlo? La cerveza llegó en el mejor momento, Adair tomó la más cercana a él y dio un largo sorbo para aclarar la garganta que estaba algo seca después de tanta nicotina – Tengo cinco hermanas. Dos por parte de padre, una por parte de madre y dos más de padre y madre. Soy el único chico de la familia, bueno, quitando a mis dos sobrinos – y esa parte era la más delicada de todo el asunto, el hijo de Eloise, la más mayor de todos, era algo natural pues era fruto del matrimonio de la Brackminster con un squib francés pero otra cosa era Thaddeus Vercelli, hijo de Jonathan y sobrino de la buena amiga de Sofie – Las patatas fritas y, ¿la esfera? Por el tema de las bludgers… - esta vez fue él quien alargó la mano para cazar un mechón de Sofie entre dos de sus dedos para peinarlo tras su oreja dejando deslizar su mano por todo su cuello hasta llegar a su hombro. Dejó que sus ojos miel se deslizaran durante unos segundos desde su busto pasando por sus labios hasta sus ojos y sonrío - ¿Alguna pregunta más? El precio de las repuestas va subiendo – acercó otra vez sus labios a los de ella y sin llegar a besarlos susurró - tengo que cobrarme intereses.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Para empezar bien la universidad hay que beber
Evidentemente él se daba más cuenta de las cosas, de seguro por la experiencia acumulada, pues en lo que respectaba a Sofie, ella no había pensado en las consecuencias de querer juguetear con su mano, o de querer otro beso y otro y otro. Era como que estaba absorbida por el momento y no podía pensar en más; que de seguro en cuanto lo hiciese sus conclusiones serían espantosas. Siquiera llegó a pensar que con aquello de "puedo demostrarlo" se refería a quitarse la ropa y huir al oscuro, esas cosas estaban muy lejos no solo de las intenciones de Sofie sino de su forma de moverse en el mundo.
Pero los besos no, eso si estaba dentro de su zona de confort, y los respondió con encanto, convencida de todo su actuar: cagándose en que era un completo desconocido y en que estaba en un lugar público, hasta que empezó a notar que el jueguito estaba subiendo de tono demasiado rápido. Involuntariamente contuvo la respiración y cerró los ojos maldiciendo las cien mil snitchs y el hecho de que no podía prestar atención a sus respuestas si le besaba así! y en el cuello! y la mordisqueaba tan lindo!!!... DIOS nadie era capaz de eso!
La cerveza llegó a Sofie aprovechó para volver en si, específicamente para ponerse un alto antes de que las cosas se le fueran de las manos. - Creo que no debería tomar más... que terminarás emborrachándome- comentó con sinceridad y tratando de poner su mente en blanco para prestar atención a lo de los hermanos que parecía complicado... Lo escuchaba si, pero estaba más sorprendida de lo rápido que su cerebro se estaba transformando por partes en un horrible ente pecaminoso que no dejaba de proponerle imágenes sugerentes, no aptas para todo público.
- la esfera es mi... - Se interrumpió a su misma pues... Estaba de nuevo mirándola así? DESCARADO! Que pretendía?... "era obvio lo que pretendía, sofie!" Y lo peor era que le gustaba!! Porque que él fuera un patán bueno, pero que ella se estuviera volviendo una regalada no! no! y no!. Todo se discutía a si misma mientras sostenía la sonrisa en los labios y los ojos en su rostro y como tonta que se había vuelto, le seguía el paso acercándose a su boca. Ella si, apoyó sus labios apenas sobre los de él, para poder hablar mientras no se perdía el placer de tenerlo extremadamente cerca... - tendrás que buscarme otro día... hoy ya me gasté todo lo que tenía... -
Cerró su frase, juntando ambas bocas en un beso simplón sin lengua ni nada. Y dio por terminado el juego... Estaba acalorada como nunca en su vida y tenía que ponerse un alto pero ya! que evidentemente él no tenía intenciones de hacerlo, ni ella de convertirse en una cualquiera de un día para el otro. Si Adair quería sus "intereses", o creía que Sofie era capaz de pagarle pues que viera como le hacía... porque del otro lado, estaba la rubia que pensaba que, ahora si y contra todo pronóstico, había adquirido una deuda que no podría pagar ni en mil años, y solo tenía a su favor que el capitán no lo sabía.
Pero los besos no, eso si estaba dentro de su zona de confort, y los respondió con encanto, convencida de todo su actuar: cagándose en que era un completo desconocido y en que estaba en un lugar público, hasta que empezó a notar que el jueguito estaba subiendo de tono demasiado rápido. Involuntariamente contuvo la respiración y cerró los ojos maldiciendo las cien mil snitchs y el hecho de que no podía prestar atención a sus respuestas si le besaba así! y en el cuello! y la mordisqueaba tan lindo!!!... DIOS nadie era capaz de eso!
La cerveza llegó a Sofie aprovechó para volver en si, específicamente para ponerse un alto antes de que las cosas se le fueran de las manos. - Creo que no debería tomar más... que terminarás emborrachándome- comentó con sinceridad y tratando de poner su mente en blanco para prestar atención a lo de los hermanos que parecía complicado... Lo escuchaba si, pero estaba más sorprendida de lo rápido que su cerebro se estaba transformando por partes en un horrible ente pecaminoso que no dejaba de proponerle imágenes sugerentes, no aptas para todo público.
- la esfera es mi... - Se interrumpió a su misma pues... Estaba de nuevo mirándola así? DESCARADO! Que pretendía?... "era obvio lo que pretendía, sofie!" Y lo peor era que le gustaba!! Porque que él fuera un patán bueno, pero que ella se estuviera volviendo una regalada no! no! y no!. Todo se discutía a si misma mientras sostenía la sonrisa en los labios y los ojos en su rostro y como tonta que se había vuelto, le seguía el paso acercándose a su boca. Ella si, apoyó sus labios apenas sobre los de él, para poder hablar mientras no se perdía el placer de tenerlo extremadamente cerca... - tendrás que buscarme otro día... hoy ya me gasté todo lo que tenía... -
Cerró su frase, juntando ambas bocas en un beso simplón sin lengua ni nada. Y dio por terminado el juego... Estaba acalorada como nunca en su vida y tenía que ponerse un alto pero ya! que evidentemente él no tenía intenciones de hacerlo, ni ella de convertirse en una cualquiera de un día para el otro. Si Adair quería sus "intereses", o creía que Sofie era capaz de pagarle pues que viera como le hacía... porque del otro lado, estaba la rubia que pensaba que, ahora si y contra todo pronóstico, había adquirido una deuda que no podría pagar ni en mil años, y solo tenía a su favor que el capitán no lo sabía.
Sofie Luttrell- Mensajes : 524
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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