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Empezando bien la semana
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Universidad Brigantia de Estudios Mágicos :: Facultades :: Facultad Ogmios :: Dormitorios :: Dormitorios para chicas
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Empezando bien la semana
Aquel raro fin de semana había cambiado un poco la mentalidad del egipcio. Resultaba un poco difícil de pensar que pasar un par de días con su hermano hiciera que tuviera más ganas de ver a Rang, o abrazarla o cualquier cosa así, pero al fin y al cabo era de ese modo.
Después de haber dejado a su hermano el domingo por la noche le pareció demasiado precipitado ir a buscarla, sobre todo porque podría ser que más de una compañera estuviera allí a esa hora, y sería poco discreto.
Pero al día siguiente, lunes, era un poco más lógico. O bueno, al menos era más fácil encontrarla sola. Ella ya le había dicho que le gustaba estudiar en su dormitorio y él se había enterado de su horario completo, además del de sus compañeras, para evitar encuentros molestos – de nuevo -.
Se tomó la poción de la que ya había hablado a la asiática, justo antes de adentrarse en los pasillos de los dormitorios de las chicas, avanzó algunos metros, estuvo a punto de pensar que se habría perdido, cuando encontró el número de su habitación al fin, se plantó delante y carraspeó un poco, ahora tocaría improvisar, no tenía ni puta idea de que decirle a la chica más que una disculpa, y eso no saldría bien si la improvisaba él.
-¿Rang? – golpeó suavemente la puerta del dormitorio, esperaba que estuviera dentro o no tendría idea de donde esperarla – Soy Adnan… me gustaría hablar un poco contigo, o algo.
Menuda forma de acabar más ridículamente estúpida. Aquello no sonaba a posible disculpa, ni a mierda ni a hostias, y en ese momento comenzaba a estar de nuevo un poco molesto por lo que pasó el otro día, no quería volver a calentarse, así que se alejó un par de pasos de la puerta y suspiró, intentando respirar tranquilo.
Después de haber dejado a su hermano el domingo por la noche le pareció demasiado precipitado ir a buscarla, sobre todo porque podría ser que más de una compañera estuviera allí a esa hora, y sería poco discreto.
Pero al día siguiente, lunes, era un poco más lógico. O bueno, al menos era más fácil encontrarla sola. Ella ya le había dicho que le gustaba estudiar en su dormitorio y él se había enterado de su horario completo, además del de sus compañeras, para evitar encuentros molestos – de nuevo -.
Se tomó la poción de la que ya había hablado a la asiática, justo antes de adentrarse en los pasillos de los dormitorios de las chicas, avanzó algunos metros, estuvo a punto de pensar que se habría perdido, cuando encontró el número de su habitación al fin, se plantó delante y carraspeó un poco, ahora tocaría improvisar, no tenía ni puta idea de que decirle a la chica más que una disculpa, y eso no saldría bien si la improvisaba él.
-¿Rang? – golpeó suavemente la puerta del dormitorio, esperaba que estuviera dentro o no tendría idea de donde esperarla – Soy Adnan… me gustaría hablar un poco contigo, o algo.
Menuda forma de acabar más ridículamente estúpida. Aquello no sonaba a posible disculpa, ni a mierda ni a hostias, y en ese momento comenzaba a estar de nuevo un poco molesto por lo que pasó el otro día, no quería volver a calentarse, así que se alejó un par de pasos de la puerta y suspiró, intentando respirar tranquilo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Desde que el día de la pelea en la que Adnan salió malherido por su culpa, había notado que claramente estaba molesto, que la evitaba y que no quería ni verla. Pero aquello no lo era todo. Ella misma se había estado auto castigando que no era buena para nada, que solo era buena para estudiar y que era para lo único para lo que servía, que no sabía hablar de algo que no fuera cosa que había leído en los libros o escuchado en clases. Era tonta y no podía salir del campo de estudio, era lo que le había quedado claro. No sabía tratar con la gente.
El primer día intentó encontrarse con Adnan, hasta que cayó en la cuenta, y le vio, escapando de ella. Le dolió mucho, y creyó que lo mejor, a parte de asistir a las clases, era encerrarse en el cuarto a estudiar día si y día también para incrementar sus conocimientos académicos en cuanto a medimagia, zoología mágica y algún poquito mas de cosas generales, como por ejemplo la herbología.
A primera hora de la mañana, cogía el desayuno, desayunaba temprano y si tenía clases iba a ellas y sino iba a la biblioteca a aprovechar el tiempo, después bajaba bien temprano a por algo de comida, volvía al cuarto, estudiaba, iba a clases cuando le tocaban después de comer, cuando llegaba la hora de la cena, de nuevo bajaba a primera hora cuando no solía haber nadie, cogía la cena y volvía de nuevo a la habitación para seguir estudiando tranquilamente.
Literalmente, si no estaba en clases, estaba en su habitación estudiando mayormente.
Ese día no tenía ninguna clase por la tarde, por lo que simplemente estaba aprovechando la tranquilidad de la habitación para estudiar algunas cosas. Entonces escuchó como llamaban a la puerta, y con solo escuchar como le llamaban, ya supo identificar de quien se trataba. Sintió como si el corazón le diese un vuelco y se mordió el labio inferior, dejando los libros a un lado, mirando el platito que había a un ladito de una de las patas de la cama, con un sandwich a medio acabar y un vaso vacío, unos cuatro o cinco libros sobre la cama... daba igual que se viese así de desastre la habitación (eso pensaba ella).
Se incorporó rapìdo y abrió la puerta en cuanto se peinó un poquito el pelo con las manos, escuchando en el camino como se identificaba como aquél que ella ya sabía quien era, y aunque lo de querer hablar no sonase muy bien, ella abrió la puerta rápido para mirarle a los ojos, buscando su rostro. - Adnan... - Se mordió la boca, viendo como estaba a ni medio metro de distancia de ella, y sin pensárselo dos veces, se lanzó a abrazarle con fuerza, escondiendo el rostro contra su pecho, notando como se pondría a lloriquear de un momento a otro.
El primer día intentó encontrarse con Adnan, hasta que cayó en la cuenta, y le vio, escapando de ella. Le dolió mucho, y creyó que lo mejor, a parte de asistir a las clases, era encerrarse en el cuarto a estudiar día si y día también para incrementar sus conocimientos académicos en cuanto a medimagia, zoología mágica y algún poquito mas de cosas generales, como por ejemplo la herbología.
A primera hora de la mañana, cogía el desayuno, desayunaba temprano y si tenía clases iba a ellas y sino iba a la biblioteca a aprovechar el tiempo, después bajaba bien temprano a por algo de comida, volvía al cuarto, estudiaba, iba a clases cuando le tocaban después de comer, cuando llegaba la hora de la cena, de nuevo bajaba a primera hora cuando no solía haber nadie, cogía la cena y volvía de nuevo a la habitación para seguir estudiando tranquilamente.
Literalmente, si no estaba en clases, estaba en su habitación estudiando mayormente.
Ese día no tenía ninguna clase por la tarde, por lo que simplemente estaba aprovechando la tranquilidad de la habitación para estudiar algunas cosas. Entonces escuchó como llamaban a la puerta, y con solo escuchar como le llamaban, ya supo identificar de quien se trataba. Sintió como si el corazón le diese un vuelco y se mordió el labio inferior, dejando los libros a un lado, mirando el platito que había a un ladito de una de las patas de la cama, con un sandwich a medio acabar y un vaso vacío, unos cuatro o cinco libros sobre la cama... daba igual que se viese así de desastre la habitación (eso pensaba ella).
Se incorporó rapìdo y abrió la puerta en cuanto se peinó un poquito el pelo con las manos, escuchando en el camino como se identificaba como aquél que ella ya sabía quien era, y aunque lo de querer hablar no sonase muy bien, ella abrió la puerta rápido para mirarle a los ojos, buscando su rostro. - Adnan... - Se mordió la boca, viendo como estaba a ni medio metro de distancia de ella, y sin pensárselo dos veces, se lanzó a abrazarle con fuerza, escondiendo el rostro contra su pecho, notando como se pondría a lloriquear de un momento a otro.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Ni tiempo le dio a reaccionar, tan solo notó de pronto el abrazo fuerte de la chica y su rostro pegado al pecho. A punto estuvo de suspirar, no sabía que pensar de aquello, aunque bueno, si ella estaba así con él, seguramente sería porque no estaba enfadada ¿no? Vamos, lo había placado frente a la puerta y abrazado.
Le acarició un poquito la espalda y miró al interior del cuarto, buscando con la mirada al pequeño animalejo que le había comprado hacía poco tiempo. Esperaba que estuviera bien y no le diera demasiado trabajo. Pero en ese vistazo que echó no lo pudo ver, en realidad si estaba o no.
-¿Estás bien? ¿Pasa algo? – lo dijo por el tema del asalto y el abrazo, así tan repentinos, cuando la chica normalmente tardaba un tiempecito en coger ese tipo de confianzas, aún cuando ya le había dicho que podía abrazarlo siempre que quisiera. Le dio un suave beso en la cabeza, había pensado que lo odiaría mucho, pero al parecer no era del todo así.
La apartó un poco, lo justo para poder mirar su rostro y pedirle permiso para entrar. Se debatía internamente en cuanto a cómo hacer aquello, como iba a pedirle disculpas si ella ni tan siquiera demostraba estar molesta. Frunció un poquito el ceño y le hizo un gesto con la mano, quedando apoyado sobre el quicio de la puerta de la chica en un gesto que trataba de parecer desenfadado.
-¿Podemos entrar a tu habitación un momento? Se supone que no debería de estar aquí y si me ven igual vienen a echarme a patadas.
Vio como ella dudaba o algo pero no tardó en hacerle pasar, cerrando la puerta tras de ella y esperando algo de él.
-Solo… bueno, venía a ver como estabas, llevamos algunos días sin vernos mucho y demás… – se mordió la mejilla por dentro, nervioso, ni sabía dónde poner las manos, las disculpas se le daban jodidamente mal – y no sé… como te encuentras, después de lo del otro día… he estado un poquito ocupado, supongo.
Le acarició un poquito la espalda y miró al interior del cuarto, buscando con la mirada al pequeño animalejo que le había comprado hacía poco tiempo. Esperaba que estuviera bien y no le diera demasiado trabajo. Pero en ese vistazo que echó no lo pudo ver, en realidad si estaba o no.
-¿Estás bien? ¿Pasa algo? – lo dijo por el tema del asalto y el abrazo, así tan repentinos, cuando la chica normalmente tardaba un tiempecito en coger ese tipo de confianzas, aún cuando ya le había dicho que podía abrazarlo siempre que quisiera. Le dio un suave beso en la cabeza, había pensado que lo odiaría mucho, pero al parecer no era del todo así.
La apartó un poco, lo justo para poder mirar su rostro y pedirle permiso para entrar. Se debatía internamente en cuanto a cómo hacer aquello, como iba a pedirle disculpas si ella ni tan siquiera demostraba estar molesta. Frunció un poquito el ceño y le hizo un gesto con la mano, quedando apoyado sobre el quicio de la puerta de la chica en un gesto que trataba de parecer desenfadado.
-¿Podemos entrar a tu habitación un momento? Se supone que no debería de estar aquí y si me ven igual vienen a echarme a patadas.
Vio como ella dudaba o algo pero no tardó en hacerle pasar, cerrando la puerta tras de ella y esperando algo de él.
-Solo… bueno, venía a ver como estabas, llevamos algunos días sin vernos mucho y demás… – se mordió la mejilla por dentro, nervioso, ni sabía dónde poner las manos, las disculpas se le daban jodidamente mal – y no sé… como te encuentras, después de lo del otro día… he estado un poquito ocupado, supongo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Sin soltarle en ningún momento, simplemente asintió con la cabeza, manteniendo el abrazo de forma firme, con los ojos cerrados con fuerza. No quería ponerse a llorar, ya era lo único que faltaba... que a parte de tonta que solo sabía estudiar y no sabía mas que abrir la boca para lo mismo, fuese una llorona. Seguro que si era así, Adnan se enfadaba aún mas, si era posible... Pero al menos estaba ahí y de momento intentaría no estar tonta, no llorar, ya volvería a ponerse a llorar cuando Adnan no estuviese, no quería que le viese llorar.
Cuando volvió a insistir en entrar se separó un poquito y frotó los ojos con el dorso de una de las manos, asintiendo un poquito con la cabeza, con un pucherito en los labios, mirándole con los mismos ojos llorosos. - Si... entra. - Dijo tras aclararse la garganta un poquito, sabiendo que si hubiese hablado sin hacer aquello, le habría quedado la voz algo rara.
Le terminó por soltar por completo y cuando Adnan estuvo dentro, ella misma cerró la puerta tras su propio cuerpo, apoyando un poquito la espalda sobre la madera de la puerta, mirándole fijamente a los ojos, mordiéndose la boquita, empezando a escucharle hablar.
Asintió simplemente cuando el egipcio terminó de hablar, cerrando un momentito los ojos y suspirando, teniendo que morderse el labio inferior que, en un puchero, se le empezó a poner algo tembloroso, amenazando con ir a ponerse a llorar. - Yo... supongo que he estado bien... - Abrió los ojos para mirar los pies de Yesenes, sin poder mirarle a la cara, y menos aún a los ojos, o se pondría a llorar, lo sabía. - He estado estudiando... es lo único que se hacer bien. - Dijo terminando de hablar en un pequeñito hilillo de voz.
Alzó el rostro para mirarle y le sonrió de forma amplia, con ojos llorosos, pero mostrándole una sonrisa al fin y al cabo.
- Pensé que estabas enfadado conmigo... que ya no me querías, que por eso me evitabas y... por que soy tonta y no se hablar cuando tengo que hacerlo, ni se callarme cuando tengo que hacerlo... te pegaron por mi culpa... por que soy tonta y no se hablar con la gente... - Se llevó ambas manos a la cara, cubriéndose, evitando así que Adnan viese como las lagrimas empezaban a surcar sus mejillas. Había intentado evitar dejar de llorar, pero no podía... no así, no teniéndole delante, escuchándole decir que hacía días que no se veían... ¡Ella le había buscado! Pero él solo le había estado evitando... ¿tan mala era?
- Te quiero Adnan... siento mucho que te pegasen por mi culpa... - Sollozó, escurriéndose en su misma posición, acabando por quedar sentada con las piernas flexionadas, con la espalda apoyada sobre la puerta, aún tapándose la cara con ambas manos.
Cuando volvió a insistir en entrar se separó un poquito y frotó los ojos con el dorso de una de las manos, asintiendo un poquito con la cabeza, con un pucherito en los labios, mirándole con los mismos ojos llorosos. - Si... entra. - Dijo tras aclararse la garganta un poquito, sabiendo que si hubiese hablado sin hacer aquello, le habría quedado la voz algo rara.
Le terminó por soltar por completo y cuando Adnan estuvo dentro, ella misma cerró la puerta tras su propio cuerpo, apoyando un poquito la espalda sobre la madera de la puerta, mirándole fijamente a los ojos, mordiéndose la boquita, empezando a escucharle hablar.
Asintió simplemente cuando el egipcio terminó de hablar, cerrando un momentito los ojos y suspirando, teniendo que morderse el labio inferior que, en un puchero, se le empezó a poner algo tembloroso, amenazando con ir a ponerse a llorar. - Yo... supongo que he estado bien... - Abrió los ojos para mirar los pies de Yesenes, sin poder mirarle a la cara, y menos aún a los ojos, o se pondría a llorar, lo sabía. - He estado estudiando... es lo único que se hacer bien. - Dijo terminando de hablar en un pequeñito hilillo de voz.
Alzó el rostro para mirarle y le sonrió de forma amplia, con ojos llorosos, pero mostrándole una sonrisa al fin y al cabo.
- Pensé que estabas enfadado conmigo... que ya no me querías, que por eso me evitabas y... por que soy tonta y no se hablar cuando tengo que hacerlo, ni se callarme cuando tengo que hacerlo... te pegaron por mi culpa... por que soy tonta y no se hablar con la gente... - Se llevó ambas manos a la cara, cubriéndose, evitando así que Adnan viese como las lagrimas empezaban a surcar sus mejillas. Había intentado evitar dejar de llorar, pero no podía... no así, no teniéndole delante, escuchándole decir que hacía días que no se veían... ¡Ella le había buscado! Pero él solo le había estado evitando... ¿tan mala era?
- Te quiero Adnan... siento mucho que te pegasen por mi culpa... - Sollozó, escurriéndose en su misma posición, acabando por quedar sentada con las piernas flexionadas, con la espalda apoyada sobre la puerta, aún tapándose la cara con ambas manos.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Una vez dentro se puso a mirar donde estaba el bichito, seguía sin verlo pero quizás es que simplemente dormía, era una opción muy válida. Ya después le preguntaría a ella cuando todo se relajara, porque confiaba que así fuera a suceder. Era Rang y aunque estaba rara parecía no estar mal por su culpa o algo así.
-No digas… – se quedó callado porque la chica siguió hablando, cubriéndose poco a poco el rostro con las manos, comenzaba a sentirse bastante mal por ella, por todo lo que estaba diciendo, si que era tonta, pero tonta por pensar que no la quería, estaba molesto y enfadado porque en ningún momento fue su intención comenzar una pelea, ni delante de ella ni delante de nadie, no quería ser expulsado, pero no quería que ella se sintiera mal, y por el tema del cabezazo en la nariz, pues como que le importaba una mierda- calla, deja de hablar Rang.
No lo decía porque no quisiera oír nada de ella, si no porque sus palabras eran estúpidas, ella no era tonta, sabía hablar, y no le habían pegado “por su culpa”, y le jodía verla llorando, coño, lo último que quería era hacer a Rang llorar.
-No he dejado de quererte, en ningún momento – se acercó a donde ella estaba y se quedó frente a la chica en cuclillas, dándole un suave beso en la cabeza. Justo antes de apartarle un mechón de pelo que le caía hacía la cara, a pesar de que aún estaba cubriéndose –me gusta cómo eres y no eres tonta, además nadie me pegó tu culpa, ese tipo iba de droga hasta las cejas y probablemente habría buscado cualquier otra escusa para empezar una pelea.
Le intentó quitar las manos de delante de su rostro o al menos lo intentó, quería ayudarle y limpiarle el rostro, o besarla, o cualquier cosa que la animara un poco para que dejara de llorar, odiaba verla así, así de mal… por su culpa.
-¿Dejarás de llorar si me disculpo por ser un idiota y no haber venido antes a buscarte? Me sabe muy mal verte así… – le dio un beso ahí donde alcanzó y suspiró un poco, abrazándola en esa incómoda postura.
-No digas… – se quedó callado porque la chica siguió hablando, cubriéndose poco a poco el rostro con las manos, comenzaba a sentirse bastante mal por ella, por todo lo que estaba diciendo, si que era tonta, pero tonta por pensar que no la quería, estaba molesto y enfadado porque en ningún momento fue su intención comenzar una pelea, ni delante de ella ni delante de nadie, no quería ser expulsado, pero no quería que ella se sintiera mal, y por el tema del cabezazo en la nariz, pues como que le importaba una mierda- calla, deja de hablar Rang.
No lo decía porque no quisiera oír nada de ella, si no porque sus palabras eran estúpidas, ella no era tonta, sabía hablar, y no le habían pegado “por su culpa”, y le jodía verla llorando, coño, lo último que quería era hacer a Rang llorar.
-No he dejado de quererte, en ningún momento – se acercó a donde ella estaba y se quedó frente a la chica en cuclillas, dándole un suave beso en la cabeza. Justo antes de apartarle un mechón de pelo que le caía hacía la cara, a pesar de que aún estaba cubriéndose –me gusta cómo eres y no eres tonta, además nadie me pegó tu culpa, ese tipo iba de droga hasta las cejas y probablemente habría buscado cualquier otra escusa para empezar una pelea.
Le intentó quitar las manos de delante de su rostro o al menos lo intentó, quería ayudarle y limpiarle el rostro, o besarla, o cualquier cosa que la animara un poco para que dejara de llorar, odiaba verla así, así de mal… por su culpa.
-¿Dejarás de llorar si me disculpo por ser un idiota y no haber venido antes a buscarte? Me sabe muy mal verte así… – le dio un beso ahí donde alcanzó y suspiró un poco, abrazándola en esa incómoda postura.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Cuando escuchó como Adnan le mandaba callar le volvió a temblar el labio inferior, y negó con la cabeza, hipando un poco y suspirando de forma entrecortada, cerrando los ojos con algo mas de fuerza queriendo dejar de llorar, pero sin evitar que las lagrimas corriesen por sus mejillas. Se sentía tonta, muy tonta...
Las palabras de Adnan en cierto modo consiguieron calmarla un poco, sintiendo de seguido aquél gesto de cariño, aquél beso que acababa de recibir por parte del egipcio. Escuchó como le decía lo siguiente, que ella no había tenido la culpa de nada, que el otro tipo le pegó por que iba drogado, que no había sido su culpa... pero sabía que si que había sido por su culpa. Si ella no hubiese dicho nada cuando Adnan decidió que se tenían que ir, no habría pasado nada de aquello. Ni habrían pegado a Adnan, ni se habría enfadado con ella... ni habría pasado todo ese mal rato... ni ella, ni Adnan tampoco.
Notó el nuevo besito en la frente y suspiró un poco, correspondiendo al abrazo con fuerza.
No quería descubrirse la cara, estaba muy fea, acababa de llorar, y tras que Yesenes dejase de intentar descubrirle la cara, se pasó las manos por los ojos y demás, queriendo limpiarse las lagrimas, y con la nariz roja de haber estado llorando, los ojos algo enrojecidos y llorosos... le miró a los ojos, tragando saliva, notando la boca algo pastosa después de llorar.
- No es culpa tuya Adny... la culpa es mía, por que fui tonta, y ya está. - Suspiró entrecortadamente tras haber hipado, volviendo a pasarse el dorso de la mano por los ojos. - Perdóname... no volveré a hacer algo como eso... - Negó con la cabeza y agarró la camiseta del chico entre sus manos, esperando que la respuesta a su perdón fuera un si.
Las palabras de Adnan en cierto modo consiguieron calmarla un poco, sintiendo de seguido aquél gesto de cariño, aquél beso que acababa de recibir por parte del egipcio. Escuchó como le decía lo siguiente, que ella no había tenido la culpa de nada, que el otro tipo le pegó por que iba drogado, que no había sido su culpa... pero sabía que si que había sido por su culpa. Si ella no hubiese dicho nada cuando Adnan decidió que se tenían que ir, no habría pasado nada de aquello. Ni habrían pegado a Adnan, ni se habría enfadado con ella... ni habría pasado todo ese mal rato... ni ella, ni Adnan tampoco.
Notó el nuevo besito en la frente y suspiró un poco, correspondiendo al abrazo con fuerza.
No quería descubrirse la cara, estaba muy fea, acababa de llorar, y tras que Yesenes dejase de intentar descubrirle la cara, se pasó las manos por los ojos y demás, queriendo limpiarse las lagrimas, y con la nariz roja de haber estado llorando, los ojos algo enrojecidos y llorosos... le miró a los ojos, tragando saliva, notando la boca algo pastosa después de llorar.
- No es culpa tuya Adny... la culpa es mía, por que fui tonta, y ya está. - Suspiró entrecortadamente tras haber hipado, volviendo a pasarse el dorso de la mano por los ojos. - Perdóname... no volveré a hacer algo como eso... - Negó con la cabeza y agarró la camiseta del chico entre sus manos, esperando que la respuesta a su perdón fuera un si.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Aquel abrazo que ella le dio le hizo pensar que iba todo un poco mejor. Casi no entendía el porqué estaba tan mal, si él en realidad tan solo la había esquivado un par de días con la esperanza de tranquilizarse y relajarse, sin problemas, sin decirle nada malo, quería que cuando la viera estuviera bien y no la tratara mal, coño, solo había sido por eso.
La ayudó a limpiarse un poquito la cara, le limpió las lagrimitas, que le corrían por las mejillas y después rebuscó un pañuelo por los bolsillos de su capa, para dárselo a ella para que se asease o limpiara lo necesario.
-No es culpa de nadie y se acabó, lo único malo aquí es que tuve que no verte en un montón de días…
Aquello era una forma de aceptar su disculpa y dar por zanjado el tema, aunque seguro que ella seguía queriendo algo más que ese simple comentario, estaba seguro de que no era suficiente.
Para intentar animarla un poco, acuclillado, la cogió por las piernas y la espalda y con quejas o sin ellas, la levantó en peso, llevándola hasta la cama, donde se sentó y la dejó sobre él, abrazándola sin dejarle resistirse.
-A ver, asunto zanjado ¿si? ¿Quieres estar bien conmigo? Soy muy malo para las disculpas, no es mi tema, ni mi nada. Yo quiero que te quedes aquí conmigo y que me abraces mucho y que dejes de llorar, pero no sé cómo decírtelo siquiera sin que parezca que soy un puto gilipollas.
Suspiró y la soltó por si quería bajarse de sobre él, tampoco la iba a obligar y estaba sin saber que hacer porque nunca antes había tenido que consolar a nadie.
-Estuve con mi hermano, todo el fin de semana, le debía una visita, solo por eso no pude venir antes..
La ayudó a limpiarse un poquito la cara, le limpió las lagrimitas, que le corrían por las mejillas y después rebuscó un pañuelo por los bolsillos de su capa, para dárselo a ella para que se asease o limpiara lo necesario.
-No es culpa de nadie y se acabó, lo único malo aquí es que tuve que no verte en un montón de días…
Aquello era una forma de aceptar su disculpa y dar por zanjado el tema, aunque seguro que ella seguía queriendo algo más que ese simple comentario, estaba seguro de que no era suficiente.
Para intentar animarla un poco, acuclillado, la cogió por las piernas y la espalda y con quejas o sin ellas, la levantó en peso, llevándola hasta la cama, donde se sentó y la dejó sobre él, abrazándola sin dejarle resistirse.
-A ver, asunto zanjado ¿si? ¿Quieres estar bien conmigo? Soy muy malo para las disculpas, no es mi tema, ni mi nada. Yo quiero que te quedes aquí conmigo y que me abraces mucho y que dejes de llorar, pero no sé cómo decírtelo siquiera sin que parezca que soy un puto gilipollas.
Suspiró y la soltó por si quería bajarse de sobre él, tampoco la iba a obligar y estaba sin saber que hacer porque nunca antes había tenido que consolar a nadie.
-Estuve con mi hermano, todo el fin de semana, le debía una visita, solo por eso no pude venir antes..
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
En un principio se iba a haber quejado de que la alzase en volandas, pero terminó por solo morderse la boca, sin decir nada, abrazándose a él para no “caer” en el camino, a pesar de que él nunca la dejaría caer. Cuando ambos terminaron en la cama, Adnan sentado y ella misma sentada sobre las piernas de él, suspiró un poquito, apenas removiéndose ligeramente para acomodarse algo mejor en él.
- No eres un puto gilipollas... y no voy a irme de aquí... - Murmuró suave. - Yo te quiero... mucho, y por eso me voy a quedar aquí contigo. - Asintió un poquito y le acarició la mejilla, con mimo. Acercó un poco mas su rostro al de él y suspiró, cerrando los ojos, apoyando la frente contra la de él, sonriéndole un poquito. Pasó la misma mano que tenía sobre su mejilla, ahora a su cabello, enterrando un poquito los dedos en ellos.
- Mi Adny tonto... no quiero que te pase nada de nuevo por mi culpa... y aquella tonta... evitó que te curase en el momento. - Hizo un pucherito y se sorbió un poquito la nariz. ¡No podía volver a ponerse a llorar!
Escuchó lo que le dijo y asintió con la cabeza, suspirando un poco mirándole de paso a los ojos. - ¿Lo pasaste bien? - Ladeó un poquito la cabeza, esperando la respuesta de Adnan, con toda la esperanza de que la respuesta fuese un si.
Sonrió un poquito, acariciándole la mejilla. - Umm... ¿algún día me presentaras a tu hermano? - Ladeo la cabecita de nuevo, esta vez hacia el lado contrario. - A Ban ya la conocí, y dijiste que le caí bien. – Como si aquello tuviese algo que ver...
- No eres un puto gilipollas... y no voy a irme de aquí... - Murmuró suave. - Yo te quiero... mucho, y por eso me voy a quedar aquí contigo. - Asintió un poquito y le acarició la mejilla, con mimo. Acercó un poco mas su rostro al de él y suspiró, cerrando los ojos, apoyando la frente contra la de él, sonriéndole un poquito. Pasó la misma mano que tenía sobre su mejilla, ahora a su cabello, enterrando un poquito los dedos en ellos.
- Mi Adny tonto... no quiero que te pase nada de nuevo por mi culpa... y aquella tonta... evitó que te curase en el momento. - Hizo un pucherito y se sorbió un poquito la nariz. ¡No podía volver a ponerse a llorar!
Escuchó lo que le dijo y asintió con la cabeza, suspirando un poco mirándole de paso a los ojos. - ¿Lo pasaste bien? - Ladeó un poquito la cabeza, esperando la respuesta de Adnan, con toda la esperanza de que la respuesta fuese un si.
Sonrió un poquito, acariciándole la mejilla. - Umm... ¿algún día me presentaras a tu hermano? - Ladeo la cabecita de nuevo, esta vez hacia el lado contrario. - A Ban ya la conocí, y dijiste que le caí bien. – Como si aquello tuviese algo que ver...
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Sentía que todo iba mejorando poco a poco, ella parecía estar un poco más animada ahora que la había cogido y abrazado y demás, incluso le acariciaba y mimaba, cuando era ella quien estaba realmente mal y no él.
-No me pasó nada, Rang, ya me has visto otras veces, un poquito de sangre por la nariz no es, en absoluto, algo que me moleste siquiera.
Le dio un toquecito en la nariz, pequeño, juguetón, dando a entender que quería que se olvidara del tema, quería que ella estuviera bien y a él el dolor de nariz se le pasó bien rápido, al día siguiente, en cuanto se hubo fumando un cigarro, es más, ya quería ver de nuevo al idiota que le dio el cabezazo, no solo para devolvérselo, si no para hacerle jurar que no se acercaría a Rang, al fin y al cabo él no sabía que fue a por su cara en lugar de a la de ella por un estúpido código moral, como si pegar a un chico fuera menos malo que a una chica… estúpida ética selectiva.
-Con mi hermano lo pasé bien, como siempre, lo veo poquito pero le tengo buen cariño – sonrió de medio lado, recordando entonces como se había puesto Ayyûb después de que le hablara de Rang, o de su compañera en general, no, desde luego no los presentaría mientras pudiera evitarlo – mi hermano es muy distinto a mi hermana, él es más… propio, no le gusta mucho tratar con chicas, así que creo que será mejor que no lo conozcas por ahora. Más adelante si, ya veremos cuando.
Igual si llegaba a conocerlo y él la veía así, tan sobre sí mismo, tan apegada, abrazándole… no quería ni imaginarse cómo se pondría el menor de los Yesenes, era tan posesivo como él mismo, la diferencia estaba en que querer “poseer” a un hermano era más… raro que hacerlo con una chica bonita y adorable como era Rang.
-A Ban le caíste muy bien, otro día sí que podríamos ir a visitarla, pero por ahora tenemos que seguir con nuestras carreras, las visitas familiares en otra ocasión serán.
Zanjó el tema con aquello y la volvió a abrazar bien fuerte, dándole un beso en la mejilla, estrujándola contra si mismo.
-¿Te interrumpí?¿Estabas estudiando? Vine ahora porque sabía que tenías un rato libre y eso…
-No me pasó nada, Rang, ya me has visto otras veces, un poquito de sangre por la nariz no es, en absoluto, algo que me moleste siquiera.
Le dio un toquecito en la nariz, pequeño, juguetón, dando a entender que quería que se olvidara del tema, quería que ella estuviera bien y a él el dolor de nariz se le pasó bien rápido, al día siguiente, en cuanto se hubo fumando un cigarro, es más, ya quería ver de nuevo al idiota que le dio el cabezazo, no solo para devolvérselo, si no para hacerle jurar que no se acercaría a Rang, al fin y al cabo él no sabía que fue a por su cara en lugar de a la de ella por un estúpido código moral, como si pegar a un chico fuera menos malo que a una chica… estúpida ética selectiva.
-Con mi hermano lo pasé bien, como siempre, lo veo poquito pero le tengo buen cariño – sonrió de medio lado, recordando entonces como se había puesto Ayyûb después de que le hablara de Rang, o de su compañera en general, no, desde luego no los presentaría mientras pudiera evitarlo – mi hermano es muy distinto a mi hermana, él es más… propio, no le gusta mucho tratar con chicas, así que creo que será mejor que no lo conozcas por ahora. Más adelante si, ya veremos cuando.
Igual si llegaba a conocerlo y él la veía así, tan sobre sí mismo, tan apegada, abrazándole… no quería ni imaginarse cómo se pondría el menor de los Yesenes, era tan posesivo como él mismo, la diferencia estaba en que querer “poseer” a un hermano era más… raro que hacerlo con una chica bonita y adorable como era Rang.
-A Ban le caíste muy bien, otro día sí que podríamos ir a visitarla, pero por ahora tenemos que seguir con nuestras carreras, las visitas familiares en otra ocasión serán.
Zanjó el tema con aquello y la volvió a abrazar bien fuerte, dándole un beso en la mejilla, estrujándola contra si mismo.
-¿Te interrumpí?¿Estabas estudiando? Vine ahora porque sabía que tenías un rato libre y eso…
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
No se terminaba de creer aquello que le decía de que no fue nada, sabía de sobra que la mágica aceleraba todas las curas bastante, que la nariz se la arreglaron en la enfermería sin ningún tipo de problema pero... ella se sentía mal por ello, por mucho que el egipcio tratase de decir que todo estaba bien y que no se preocupase.
Entonces notó el toquecito en la nariz y se rió un poquito, sacándole la lengua y suspirando, negando con la cabeza un poquito, acariciándole la mejilla tras bajar la mano que había dejado sobre su cabeza, sobre su pelo mas concretamente y que había estado en una continua caricia.
Suspiró un poquito y se humedeció los labios, yendo a hablar de cualquier cosa, pero Adnan se le adelantó al empezar a hablarle de su hermano.
La coreana escuchó en silencio, atentamente, y asentía de vez en cuando. Si eran muy diferentes... y Adnan ya era diferente cuando no estaba con ella, con su `rimo y poca gente más, que ella supiera... había visto a Adnan comportarse como normalmente, y era bastante arisco. Si él decía que su hermano era muy propio, pero seguía los genes que parecían llevar en esa familia, mejor no arriesgarse... así que simplemente asintió con la cabeza y le sonrió. - Vale, entonces ya en un tiempo. - Le sacó la lengua y se movió un poquito sobre él para quedar de frente, medio abrazándole con las piernas.
Asintió una vez mas cuando le dijo de que en algún momento que tuviesen tiempo, podrían ir a visitar a Ban. - ¡Si! Así vuelvo a verla... y hablamos un poquito, que apenas nos dijimos cuatro palabras... - Puso morritos y se quedó mirándole fijamente a los ojos.
Correspondió al abrazo, cariñosa. Echaba mucho en falta poder estar así con él, y aunque no hubiese llegado a ser un largo tiempo, a ella se le había hecho eterno. Ni que se hubiese aficionado a estar con él... ¡Mentira! Ella era alguien muy cariñosa y ahora que sabía que a Adnan le gustaba que ella lo fuese con él, definitivamente, era algo que había echado muchísimo en falta. Quería a Adnan, jolín.
Negó con la cabeza a su pregunta y le sonrió. - No... solo estaba estudiando por hacer algo. - Se encogió de hombros y apoyó una de las manos sobre su pecho, notando el calor de su cuerpo. - Me alegro mucho de que hayas venido... es mucho mejor estar contigo que adelantando los estudios de las asignaturas... creo que ya adelanté como tres semanas. - Comentó riéndose un poco.
Entonces notó el toquecito en la nariz y se rió un poquito, sacándole la lengua y suspirando, negando con la cabeza un poquito, acariciándole la mejilla tras bajar la mano que había dejado sobre su cabeza, sobre su pelo mas concretamente y que había estado en una continua caricia.
Suspiró un poquito y se humedeció los labios, yendo a hablar de cualquier cosa, pero Adnan se le adelantó al empezar a hablarle de su hermano.
La coreana escuchó en silencio, atentamente, y asentía de vez en cuando. Si eran muy diferentes... y Adnan ya era diferente cuando no estaba con ella, con su `rimo y poca gente más, que ella supiera... había visto a Adnan comportarse como normalmente, y era bastante arisco. Si él decía que su hermano era muy propio, pero seguía los genes que parecían llevar en esa familia, mejor no arriesgarse... así que simplemente asintió con la cabeza y le sonrió. - Vale, entonces ya en un tiempo. - Le sacó la lengua y se movió un poquito sobre él para quedar de frente, medio abrazándole con las piernas.
Asintió una vez mas cuando le dijo de que en algún momento que tuviesen tiempo, podrían ir a visitar a Ban. - ¡Si! Así vuelvo a verla... y hablamos un poquito, que apenas nos dijimos cuatro palabras... - Puso morritos y se quedó mirándole fijamente a los ojos.
Correspondió al abrazo, cariñosa. Echaba mucho en falta poder estar así con él, y aunque no hubiese llegado a ser un largo tiempo, a ella se le había hecho eterno. Ni que se hubiese aficionado a estar con él... ¡Mentira! Ella era alguien muy cariñosa y ahora que sabía que a Adnan le gustaba que ella lo fuese con él, definitivamente, era algo que había echado muchísimo en falta. Quería a Adnan, jolín.
Negó con la cabeza a su pregunta y le sonrió. - No... solo estaba estudiando por hacer algo. - Se encogió de hombros y apoyó una de las manos sobre su pecho, notando el calor de su cuerpo. - Me alegro mucho de que hayas venido... es mucho mejor estar contigo que adelantando los estudios de las asignaturas... creo que ya adelanté como tres semanas. - Comentó riéndose un poco.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
La idea de ir a ver a Banafrit le gustaba, pero sabía que era complicadito. Después de que Rang la viera en verano la chica había prácticamente huido de casa, estaba en alguna parte de Inglaterra pero se había aplicado el conjuro inlocalizante para que su padre no pudiera encontrarla, no paraba de moverse. La chica había sido casada sin consentimiento alguno, con un primo de ellos, un chico horrible, hasta a Adnan le parecía mal, y ella había logrado escapar, en parte por ayuda de su hermano.
-En cuanto pueda le mandaré un mensaje vía lechuza, pero no es seguro que le llegue, mi hermana está un poco inlocalizable.
No iba a meterse más en el tema porque dudaba que a Rang le importara, a él no le importaría oír la vida de los demás, era algo que se la sudaba. Así a las claras. Si ella quería saber más ya preguntaría.
-¿Tres semanas? ¿Eso significa que durante tres semanas cada ratito libre que tengas va a ser solo para mi? - lo preguntó riéndose un poquito, juguetón, achuchándola mientras le cogía la mano, feliz, ella parecía tan bien comparado a como estaba antes… le dio un beso en la frente, y otro en la mejilla, y suspiró, feliz – no quería enfadarte, ni hacerte preocupar, tonta, boba, mi tonta… – sonrió burlón de nuevo, y la achuchó muy fuerte, cayendo hacía atrás en la cama, quedándose con la espalda en la misma, y se quedó ahí, agarrando a la chica muy bien para que no se fuera – ¿Dónde está el bicho? ¿Come bien? ¿Sigue bien? No recuerdo como lo llamaste.
Lo dijo frunciendo el ceño, un poquito molesto por su memoria pésima.
-En cuanto pueda le mandaré un mensaje vía lechuza, pero no es seguro que le llegue, mi hermana está un poco inlocalizable.
No iba a meterse más en el tema porque dudaba que a Rang le importara, a él no le importaría oír la vida de los demás, era algo que se la sudaba. Así a las claras. Si ella quería saber más ya preguntaría.
-¿Tres semanas? ¿Eso significa que durante tres semanas cada ratito libre que tengas va a ser solo para mi? - lo preguntó riéndose un poquito, juguetón, achuchándola mientras le cogía la mano, feliz, ella parecía tan bien comparado a como estaba antes… le dio un beso en la frente, y otro en la mejilla, y suspiró, feliz – no quería enfadarte, ni hacerte preocupar, tonta, boba, mi tonta… – sonrió burlón de nuevo, y la achuchó muy fuerte, cayendo hacía atrás en la cama, quedándose con la espalda en la misma, y se quedó ahí, agarrando a la chica muy bien para que no se fuera – ¿Dónde está el bicho? ¿Come bien? ¿Sigue bien? No recuerdo como lo llamaste.
Lo dijo frunciendo el ceño, un poquito molesto por su memoria pésima.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Frunció un poquito el ceño y ladeó la cabeza, escuchando lo que le acababa de decir sobre su hermana. Puso morritos y tras dudar un momento de si preguntar o no, finalmente lo hizo. - Umm... se fue de casa por tu padre? ¿Le hizo algo? - Aquella última pregunta mostró su preocupación, haciendo un pucherito. Aunque apenas le conociese mas que de verla una vez, sabía que Adnan la quería mucho y ella, no quería que Adnan estuviese mal y demás.
Se rió con él un poquito al escucharle decir aquello de ser sola para él, no pudiendo evitar sonrojarse cuando usó aquellos insultos tontos como apelativos cariñosos, sobre todo cuando dijo aquello de “mi tonta”. Sabía que siendo Adnan, que simplemente dijera eso ya era un paso muy muy grande dado por él. Y ahora, en esos momentos, se lo acababa de decir después de colmarle de besos por el rostro y demás. Estaba feliz, estaba mucho mejor que hacía una escasa media hora en la que estaba sola y encerrada en el cuarto triste por que pensaba que Adnan ya no querría verla nunca más... y ahí estaban, juntos, abrazándose y hablando como si nada hubiera pasado.
Cuando el chico se deslizó para quedar tumbado, ella fue con él y se quedó con los ojitos cerrados, acomodándose un poco para estar mejor sobre el cuerpo de él, acurrucándose, mimosa en gran parte, queriendo quedarse así por horas, pero entonces Yesenes preguntó y ella abrió los ojitos para, tras separarse un poquito, mirarle a los ojos.
- ¿Kady? - Se rió un poquito y se incorporó, poniéndose al lado en la cama, tumbada bocabajo, y tras levantar la sabana que estaba cubriendo un ladito bajo de la cama, miro bajo la cama para encontrarlo ahí. - Estaba comiendo. - Comento, estirando el brazo hacia el animal para que fuese con ella, y cuando el puffskein se quedó sobre su mano, la chica se sentó en la cama y se giró para mirar a Adnan. - ¿Ves? Está bien... hasta se está poniendo gordito. - Comentó con una suave risita, sonriendo un poco, tocándole un poquitín la tripa al animal, sonriendo de forma tierna, suave, adorable.
Estiró un poco la mano para colocar al pequeño animal sobre el abdomen del egipcio, viendo como este parecía acurrucarse en el mismo sitio. - Creo que me ha quitado mi sitio. - Le dijo a Adnan, sacándole la lengua un poquito.
Se rió con él un poquito al escucharle decir aquello de ser sola para él, no pudiendo evitar sonrojarse cuando usó aquellos insultos tontos como apelativos cariñosos, sobre todo cuando dijo aquello de “mi tonta”. Sabía que siendo Adnan, que simplemente dijera eso ya era un paso muy muy grande dado por él. Y ahora, en esos momentos, se lo acababa de decir después de colmarle de besos por el rostro y demás. Estaba feliz, estaba mucho mejor que hacía una escasa media hora en la que estaba sola y encerrada en el cuarto triste por que pensaba que Adnan ya no querría verla nunca más... y ahí estaban, juntos, abrazándose y hablando como si nada hubiera pasado.
Cuando el chico se deslizó para quedar tumbado, ella fue con él y se quedó con los ojitos cerrados, acomodándose un poco para estar mejor sobre el cuerpo de él, acurrucándose, mimosa en gran parte, queriendo quedarse así por horas, pero entonces Yesenes preguntó y ella abrió los ojitos para, tras separarse un poquito, mirarle a los ojos.
- ¿Kady? - Se rió un poquito y se incorporó, poniéndose al lado en la cama, tumbada bocabajo, y tras levantar la sabana que estaba cubriendo un ladito bajo de la cama, miro bajo la cama para encontrarlo ahí. - Estaba comiendo. - Comento, estirando el brazo hacia el animal para que fuese con ella, y cuando el puffskein se quedó sobre su mano, la chica se sentó en la cama y se giró para mirar a Adnan. - ¿Ves? Está bien... hasta se está poniendo gordito. - Comentó con una suave risita, sonriendo un poco, tocándole un poquitín la tripa al animal, sonriendo de forma tierna, suave, adorable.
Estiró un poco la mano para colocar al pequeño animal sobre el abdomen del egipcio, viendo como este parecía acurrucarse en el mismo sitio. - Creo que me ha quitado mi sitio. - Le dijo a Adnan, sacándole la lengua un poquito.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Dudó sobre que responder de su hermana, pero si a ella le preocupara aunque fuera mínimamente no tenía porque no responder, al fin y al cabo no había nada de malo en decir lo que había pasado, no era nada raro, su padre no maltrataba a sus hijas. Pero tampoco era algo convencional en el mundo donde vivían ahora, no sabía si en Corea lo sería o no.
-Le hizo… le hizo algo pero nada grave, no te preocupes. No te lo conté porque supuse que no te interesaría demasiado, pero bueno… – suspiró, recordando cómo estaba su hermana el día que fue a buscarlo para que la ayudara con el conjuro que haría que su padre no pudiera dar con ella – la casó con uno de nuestros primos, es un tipo asqueroso, además de gilipollas y tiene casi cuarenta años cuando ella solo tiene veintiuno. Ha huido de casa, como te dije, para no tener que soportar eso, así que ahora mismo no sé donde está, ella me dijo que me avisaría cuando pudiéramos vernos y así pasar un ratito juntos.
Se ponía bastante mal solo de pensar en eso, pero no iba a demostrarlo frente a la chica, Ban y Ayyûb eran su única familia, al menos la única a la que él podría tenerle aprecio.
Miró como la chica se movía de sobre él, cogía a la mascota de debajo de la cama y aclaraba que estaba ahí comiendo, era un bichito tan adorable que casi era fácil olvidar que solía comer basura y suciedad… se reincorporó y dejó su cuerpo apoyado sobre el brazo, en la cama. Mirando de reojillo al animal y de manera fija a su chica, sintió el pequeño peso del mismo sobre si mismo y sonriendo ante el comentario de ella.
-Nada ni nadie va a quitarte tu sitio, ven aquí – alargó el brazo para envolver el hombro de la muchacha con el mismo y que se apretara contra él de nuevo, pero en lugar de encima, al lado – así tampoco está mal ¿no? - le sonrió un poquito, calmado, dándole un beso en la cabeza –de lo de mi hermana no tienes que preocuparte, dentro de lo malo que podría haber hecho mi padre, no fue lo peor, así que supongo que está todo bien… solo espero que al final lo que me dijo la última vez sea mentira, porque si no va a vivir un poco mal – frunció el ceño y miró a la chica, que parecía curiosa – cree estar embarazada y no aceptó mi ayuda para… librarse del problema.
-Le hizo… le hizo algo pero nada grave, no te preocupes. No te lo conté porque supuse que no te interesaría demasiado, pero bueno… – suspiró, recordando cómo estaba su hermana el día que fue a buscarlo para que la ayudara con el conjuro que haría que su padre no pudiera dar con ella – la casó con uno de nuestros primos, es un tipo asqueroso, además de gilipollas y tiene casi cuarenta años cuando ella solo tiene veintiuno. Ha huido de casa, como te dije, para no tener que soportar eso, así que ahora mismo no sé donde está, ella me dijo que me avisaría cuando pudiéramos vernos y así pasar un ratito juntos.
Se ponía bastante mal solo de pensar en eso, pero no iba a demostrarlo frente a la chica, Ban y Ayyûb eran su única familia, al menos la única a la que él podría tenerle aprecio.
Miró como la chica se movía de sobre él, cogía a la mascota de debajo de la cama y aclaraba que estaba ahí comiendo, era un bichito tan adorable que casi era fácil olvidar que solía comer basura y suciedad… se reincorporó y dejó su cuerpo apoyado sobre el brazo, en la cama. Mirando de reojillo al animal y de manera fija a su chica, sintió el pequeño peso del mismo sobre si mismo y sonriendo ante el comentario de ella.
-Nada ni nadie va a quitarte tu sitio, ven aquí – alargó el brazo para envolver el hombro de la muchacha con el mismo y que se apretara contra él de nuevo, pero en lugar de encima, al lado – así tampoco está mal ¿no? - le sonrió un poquito, calmado, dándole un beso en la cabeza –de lo de mi hermana no tienes que preocuparte, dentro de lo malo que podría haber hecho mi padre, no fue lo peor, así que supongo que está todo bien… solo espero que al final lo que me dijo la última vez sea mentira, porque si no va a vivir un poco mal – frunció el ceño y miró a la chica, que parecía curiosa – cree estar embarazada y no aceptó mi ayuda para… librarse del problema.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Sonrió un poquito al acomodarse de nuevo junto a Adnan, cogiendo el pequeño animalito para dejarlo junto a ambos, viéndole acurrucarse y suspirando. - Es muy lindo... creo que me gusta tanto por que me lo regalaste tú. - Se rió un poquito y cerró los ojos, girándose para quedar mirándole de frente a pesar de que ambos habían quedado finalmente de lado tumbados, acomodados en la cama en un aposición bastante cómoda para mirarse el uno al otro.
Cuando Adnan siguió hablando, ella le escuchó atentamente, terminando por dejar a un ladito a Kady que tras quitarles un poquitín de calor, parecía querer ir a comer de nuevo, y le dejó ir por el cuarto para ello.
- Tu padre no es muy racional... ¿como puede casar a su hija con alguien tan... viejo? Por no usar otras palabras... - Entrecerró los ojos y suspiró un poquito. - Lo siento... es algo de tu cultura... - Se mordió la boquita y se acurrucó contra él, achuchándole con fuerza. - Yo si fuese ella me escapaba antes de que me casasen. - Dijo segura. - Aunque a mi mis papás nunca me obligaran a casarme con alguien que no quiero... eso se solía hacer antes, ahora si a caso en corea, y china y japón, se pueden hacer matrimonios concertados pero... no tienen por que salir siempre adelante por que los padres quieran.
Tras comentar aquello negó con la cabeza y suspiró, cerrando los ojos.
Se achuchó un poco mas a Adnan, apoyando la cabeza contra su pecho tras acurrucarse mejor, escuchando aquello último que terminó por decir. Se separó y le miró fijamente a los ojos con el ceño algo fruncido. - ¿Problema? ¿Con problema te refieres a que esté embarazada, en el caso de estarlo? - Hizo un mohín y negó con la cabeza. - ¿Es del hombre con el que la casaron? - Estaba algo curiosa, pero también quería saber el porqué Yesenes acababa de decir aquello.
Cuando Adnan siguió hablando, ella le escuchó atentamente, terminando por dejar a un ladito a Kady que tras quitarles un poquitín de calor, parecía querer ir a comer de nuevo, y le dejó ir por el cuarto para ello.
- Tu padre no es muy racional... ¿como puede casar a su hija con alguien tan... viejo? Por no usar otras palabras... - Entrecerró los ojos y suspiró un poquito. - Lo siento... es algo de tu cultura... - Se mordió la boquita y se acurrucó contra él, achuchándole con fuerza. - Yo si fuese ella me escapaba antes de que me casasen. - Dijo segura. - Aunque a mi mis papás nunca me obligaran a casarme con alguien que no quiero... eso se solía hacer antes, ahora si a caso en corea, y china y japón, se pueden hacer matrimonios concertados pero... no tienen por que salir siempre adelante por que los padres quieran.
Tras comentar aquello negó con la cabeza y suspiró, cerrando los ojos.
Se achuchó un poco mas a Adnan, apoyando la cabeza contra su pecho tras acurrucarse mejor, escuchando aquello último que terminó por decir. Se separó y le miró fijamente a los ojos con el ceño algo fruncido. - ¿Problema? ¿Con problema te refieres a que esté embarazada, en el caso de estarlo? - Hizo un mohín y negó con la cabeza. - ¿Es del hombre con el que la casaron? - Estaba algo curiosa, pero también quería saber el porqué Yesenes acababa de decir aquello.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Vio al animal salir corriendo según Rang lo dejaba en el suelo de nuevo y oyó todo lo que decía, si, estaba de acuerdo con lo de la edad, y por muy de su cultura que fuera, joder, que eran magos, que sabían como iba la sociedad, no eran como los putos muggle del lugar que estaban viviendo como hacía mil siglos. Él había renegado de su cultura ya por mucho tiempo, y aunque hubiera cosas que le seguían agradando, no la aceptaba, casi en ningún punto.
-No tienes que disculparte, mi cultura a veces es demasiado denigrante para la mujer, y ni te diré si es mi padre el que controla en qué sentido se siguen las costumbres del país – lo dijo con una media sonrisa en el rostro, no quería que Rang se asustara de él ni de su familia. Pero tampoco la iba a tener engañada, claro – a mi no me gustan, dejé de lado todo aquello en cuanto decidí seguir mi vida aquí, dejé mi casa de manera permanente, de ahí que tenga que sacarme un dinerillo con mis cosillas para poder vivir bien y eso.
Igual había explicado más de la cuenta, pero era Park, ella tenía derecho a saberlo todo. Igualmente cuando habló del posible bebé de su hermana frunció el ceño, no sabía si sería un tema delicado o no, a él no le incomodaba, pero no sabía de las costumbres asiáticas sobre ello, bueno, hablaría normalmente y ya.
-Si, de su marido, aún lo es, creo que huyó sobre todo por eso, ya sabes, no debe ser muy cómodo compartir cama con un puto viejo verde – suspiró y la abrazó fuerte –yo no soy un viejo para ti ¿no? Aunque seas mucho más pequeña que yo… - aquello siempre le había resultado bastante incómodo de pensar, pero bueno, al menos no había tanta diferencia de edad en realidad – Y si, el problema es básicamente que esté embarazada, es obvio que es un problema, si está intentando huir tener un bebé no facilita nada, ni para conseguir buscarse la vida, ni para empezar con otro hombre fuera de casa, ni nada. Para ella ese niño es una carga que no debería soportar, pero por poco me pegó cuando se lo insinué. No la entiendo…
Bufó un poco, a él le parecía totalmente lógico aquello que había dicho.
-No tienes que disculparte, mi cultura a veces es demasiado denigrante para la mujer, y ni te diré si es mi padre el que controla en qué sentido se siguen las costumbres del país – lo dijo con una media sonrisa en el rostro, no quería que Rang se asustara de él ni de su familia. Pero tampoco la iba a tener engañada, claro – a mi no me gustan, dejé de lado todo aquello en cuanto decidí seguir mi vida aquí, dejé mi casa de manera permanente, de ahí que tenga que sacarme un dinerillo con mis cosillas para poder vivir bien y eso.
Igual había explicado más de la cuenta, pero era Park, ella tenía derecho a saberlo todo. Igualmente cuando habló del posible bebé de su hermana frunció el ceño, no sabía si sería un tema delicado o no, a él no le incomodaba, pero no sabía de las costumbres asiáticas sobre ello, bueno, hablaría normalmente y ya.
-Si, de su marido, aún lo es, creo que huyó sobre todo por eso, ya sabes, no debe ser muy cómodo compartir cama con un puto viejo verde – suspiró y la abrazó fuerte –yo no soy un viejo para ti ¿no? Aunque seas mucho más pequeña que yo… - aquello siempre le había resultado bastante incómodo de pensar, pero bueno, al menos no había tanta diferencia de edad en realidad – Y si, el problema es básicamente que esté embarazada, es obvio que es un problema, si está intentando huir tener un bebé no facilita nada, ni para conseguir buscarse la vida, ni para empezar con otro hombre fuera de casa, ni nada. Para ella ese niño es una carga que no debería soportar, pero por poco me pegó cuando se lo insinué. No la entiendo…
Bufó un poco, a él le parecía totalmente lógico aquello que había dicho.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Escuchó lo que Adnan le contaba y arrugó la nariz, negando con la cabeza aciertas cosas, a otras asintiendo y a otras simplemente quedándose en silencio escuchando con toda su atención. - Yo hay algunas cosas que nunca entenderé de diferentes religiones... no me gusta que se infravalore a la mujer o se tenga como menos por ser mujer... al fin y al cabo, todos somos personas, ¿no? - Se encogió un poquito de hombros y achuchó a Adnan con toda su fuerza, después separándose un poquito, quedándose mirándole fijamente a los ojos. - Yo te puedo ayudar si quieres, si alguna vez necesitas alguna cosita y no tienes dinero puedo prestarte de mi dinero. Umm... mi dinero es tuyo, ¿Vale? Tengo algunos ahorros que nunca uso. - Rió un poquito. - Así que ya sabes, ¿Si, Adny? - Le sacó la lengua y volvió a quedarse en absoluto silencio para escucharle hablar.
Cuando escuchó como afirmaba aquello puso una mueca que pocas veces se veía en su rostro, una mueca de asco, desagrado, y lo acompaño con un pequeñito “iug...”. No tardó en callarse para ponerse a seguir escuchando la historia que le estaba contando.
Negó enseguida como Adnan pareció preocuparse por el tema de la edad, y ella misma respondió deprisa a ello. - ¡No! Tu no eres viejo, nada, y tampoco nos llevamos tantos años, solo cinco o seis años. - Le sacó un momentito la lengua, volviendo a callarse para escucharle.
- Pues... yo si hubiera sido ella no le habría dejado que me tocase ni un pelo, ni que me mirase. - Arrugó la nariz y negó con la cabeza, abrazándose a Adnan con la cabeza. - Yo si fuese ella no querría tener un hijo de alguien así, no de ese... - Volvió aquella muequita de asco. Estaba apoyando lo que decía Adnan, a las claras... ella estaba dando su opinión, pero era claro que también lo decía, que si fuese la misma Ban, dudaba que quisiera tener un hijo de su marido. - ¿Quizás sea, que si se enteran de que estaba embarazada y decidió no tener el hijo, podría buscarse mas problemas? No se... ¿Cómo alguien tan viejo puede tener hijos? Debería de estar caduco.- Puso morritos y escondió la cara de nuevo en el pecho del egipcio, sintiéndose tonta diciendo esas cosas.
Ella no hablaba de esas cosas...
- La cosa es que... si nadie sabe que está embarazada, debería de hacerte caso... con alguna poción es muuuy fácil de hacer. - Suspiró un poquito. - No es algo bien aceptado en muchos países pero... a mi no me gustaría que me pasase algo así.
Cuando escuchó como afirmaba aquello puso una mueca que pocas veces se veía en su rostro, una mueca de asco, desagrado, y lo acompaño con un pequeñito “iug...”. No tardó en callarse para ponerse a seguir escuchando la historia que le estaba contando.
Negó enseguida como Adnan pareció preocuparse por el tema de la edad, y ella misma respondió deprisa a ello. - ¡No! Tu no eres viejo, nada, y tampoco nos llevamos tantos años, solo cinco o seis años. - Le sacó un momentito la lengua, volviendo a callarse para escucharle.
- Pues... yo si hubiera sido ella no le habría dejado que me tocase ni un pelo, ni que me mirase. - Arrugó la nariz y negó con la cabeza, abrazándose a Adnan con la cabeza. - Yo si fuese ella no querría tener un hijo de alguien así, no de ese... - Volvió aquella muequita de asco. Estaba apoyando lo que decía Adnan, a las claras... ella estaba dando su opinión, pero era claro que también lo decía, que si fuese la misma Ban, dudaba que quisiera tener un hijo de su marido. - ¿Quizás sea, que si se enteran de que estaba embarazada y decidió no tener el hijo, podría buscarse mas problemas? No se... ¿Cómo alguien tan viejo puede tener hijos? Debería de estar caduco.- Puso morritos y escondió la cara de nuevo en el pecho del egipcio, sintiéndose tonta diciendo esas cosas.
Ella no hablaba de esas cosas...
- La cosa es que... si nadie sabe que está embarazada, debería de hacerte caso... con alguna poción es muuuy fácil de hacer. - Suspiró un poquito. - No es algo bien aceptado en muchos países pero... a mi no me gustaría que me pasase algo así.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Sonrió escuetamente cuando ella le ofreció su ayuda, financiera, bueno si, le había dicho que necesitaba dinero en general, pero en realidad su necesidad no era real, por el momento iba medio bien con todo, los estupefacientes se venden bien si sabes a quién y por supuesto tenía a su hermano que se repartía el trabajo con él.
-No te preocupes por el dinero, te lo dije solo por… comentarlo o algo, no es nada demasiado urgente ni nada.
Le hizo gracia que dijera la edad que se llevaban como si fuera poco tiempo. Cinco o seis años, a él le parecían una barbaridad, pero bueno, no es que hicieran nada indebido, y él no es que fuera de ese tipo de chico que intenta mojar en el primer momento, estaba muy bien con Rang tal cual y aquel noviazgo raro era el más adecuado para la edad que tenía ella, algo más inocente y tal.
Lo que dijo después, la reflexión sobre lo que le ocurrió a su hermana y lo que podría pasar por el bebé llamó su atención, de modo que la dulce y linda Rang pensaba como él. No siempre era necesario tener el hijo, no era ninguna barbaridad lo que él intentaba que hiciera Ban.
-Ya tiene problemas por estar fugada, solo por haber abandonado el matrimonio tendrá mil líos, no creo que decida seguir adelante solo por eso… pero solo me dice que ya hablaremos de ello en persona mejor, así que no hay modo de hacerla entrar en razón – no evitó reírse ante el comentario sobre la caducidad de los espermatozoides de los viejos – Deberían de estarlo, pero no es así, y mi hermana jura no haber estado con otro hombre de esa forma.
Aquello, en realidad, lo dudaba un poco, bastante más bien, pero iba a meterse más de lo que ya estaba en aquel asunto, la pequeña Yesenes tendría que cuidarse solita, al menos hasta que le dijera dónde demonios estaba viviendo.
-Supongo que algún día entrará en razón, y si lo hace y me dice donde está te llevaré a que la veas, que seguro que está aburrida y sola o algo, sobre todo teniendo en cuenta que apenas puede salir para que no la encuentren.
Le dedicó una gran sonrisa, era Rang, ella se merecía aquellas sonrisas que tan pocas personas veían.
-¿Y te apetece hacer algo hoy o simplemente estamos aquí en el cuarto juntos y acomodados? Porque yo estoy un poco vago, tengo algo de resaca, este fin de semana me he emborrachado un poco – lo dijo restándole importancia, pero queriendo que ella entendiera que estando con ella solamente estaba bien.
-No te preocupes por el dinero, te lo dije solo por… comentarlo o algo, no es nada demasiado urgente ni nada.
Le hizo gracia que dijera la edad que se llevaban como si fuera poco tiempo. Cinco o seis años, a él le parecían una barbaridad, pero bueno, no es que hicieran nada indebido, y él no es que fuera de ese tipo de chico que intenta mojar en el primer momento, estaba muy bien con Rang tal cual y aquel noviazgo raro era el más adecuado para la edad que tenía ella, algo más inocente y tal.
Lo que dijo después, la reflexión sobre lo que le ocurrió a su hermana y lo que podría pasar por el bebé llamó su atención, de modo que la dulce y linda Rang pensaba como él. No siempre era necesario tener el hijo, no era ninguna barbaridad lo que él intentaba que hiciera Ban.
-Ya tiene problemas por estar fugada, solo por haber abandonado el matrimonio tendrá mil líos, no creo que decida seguir adelante solo por eso… pero solo me dice que ya hablaremos de ello en persona mejor, así que no hay modo de hacerla entrar en razón – no evitó reírse ante el comentario sobre la caducidad de los espermatozoides de los viejos – Deberían de estarlo, pero no es así, y mi hermana jura no haber estado con otro hombre de esa forma.
Aquello, en realidad, lo dudaba un poco, bastante más bien, pero iba a meterse más de lo que ya estaba en aquel asunto, la pequeña Yesenes tendría que cuidarse solita, al menos hasta que le dijera dónde demonios estaba viviendo.
-Supongo que algún día entrará en razón, y si lo hace y me dice donde está te llevaré a que la veas, que seguro que está aburrida y sola o algo, sobre todo teniendo en cuenta que apenas puede salir para que no la encuentren.
Le dedicó una gran sonrisa, era Rang, ella se merecía aquellas sonrisas que tan pocas personas veían.
-¿Y te apetece hacer algo hoy o simplemente estamos aquí en el cuarto juntos y acomodados? Porque yo estoy un poco vago, tengo algo de resaca, este fin de semana me he emborrachado un poco – lo dijo restándole importancia, pero queriendo que ella entendiera que estando con ella solamente estaba bien.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Asintió un poquito y puso morritos, negando con la cabeza. - Da igual... si alguna vez necesitas dinero para lo que sea yo te lo puedo dar, o dejar si te hace sentir mejor, pero no quiero que por que te falte algo de dinero no puedas conseguir lo que sea. - Le sacó la lengua y suspiró, cerrando los ojos un momentito.
Volvió a abrirlos para seguir hablando, tratando sobre el tema de la hermana de Adnan, coincidiendo ambos en que no tenía por que seguir con eso, que no tenía que estar mal por ir a perder a un bebé que ni siquiera era deseado, ¿no? - Bueno... si quieres cuando vayas a verla podría ir yo contigo y... juntos podríamos intentar que entrase un poquitín en razón. Si va a tener un niño solo empeorará las cosas como tu ya has dicho... - Suspiró un poquito y terminó por sonreír un poquito a su novio, sacándole la lengua apenas un momentito. - Yo te intentaré ayudar a convencerla de que no es algo malo. Si hace falta te digo las cosas que harían falta para preparar esa poción. - Le dijo seria, asintiendo con la cabeza. - Yo tampoco quiero que Ban tenga un hijo de ese tío viejo vuestro, si está casa y no se puede hacer nada ya tiene suficiente con eso... - Dijo como último dato antes de achucharse con él, acurrucándose contra su pecho.
Alzó la vista para encontrarse con la sonrisa de Adnan, correspondiendo a la misma, feliz, suspirando dichosa. - Mi Adny... - Susurró antes de volver a acomodar su mejilla contra el cuerpo de él.
Lo siguiente que escuchó hizo que se separase lo justito para poder verle a los ojos y poner morritos. - No deberías de beber, bobo... el alcohol es malo. - No iba a decir nada respecto a las drogas por que ya ella misma sabía de sobra por lo que el egipcio pasaba, lo sabía desde siempre, incluso desde antes de conocerle, puesto que su primo se lo había comentado. Le había contado que tenía un amigo bastante problemático en Durmstrang, que era de hecho, su mejor amigo entre otras cosas e historias varias que le había contado.
Y justo en ese verano que pasó Adnan en corea unas vacaciones, lo supo y conoció de primera mano.
Pero eso daba igual. Ella le quería y le daba igual que fuese drogadicto, asesino o lo que fuera.
- Pero bueno, mientras estés bien, está bien.
Volvió a abrirlos para seguir hablando, tratando sobre el tema de la hermana de Adnan, coincidiendo ambos en que no tenía por que seguir con eso, que no tenía que estar mal por ir a perder a un bebé que ni siquiera era deseado, ¿no? - Bueno... si quieres cuando vayas a verla podría ir yo contigo y... juntos podríamos intentar que entrase un poquitín en razón. Si va a tener un niño solo empeorará las cosas como tu ya has dicho... - Suspiró un poquito y terminó por sonreír un poquito a su novio, sacándole la lengua apenas un momentito. - Yo te intentaré ayudar a convencerla de que no es algo malo. Si hace falta te digo las cosas que harían falta para preparar esa poción. - Le dijo seria, asintiendo con la cabeza. - Yo tampoco quiero que Ban tenga un hijo de ese tío viejo vuestro, si está casa y no se puede hacer nada ya tiene suficiente con eso... - Dijo como último dato antes de achucharse con él, acurrucándose contra su pecho.
Alzó la vista para encontrarse con la sonrisa de Adnan, correspondiendo a la misma, feliz, suspirando dichosa. - Mi Adny... - Susurró antes de volver a acomodar su mejilla contra el cuerpo de él.
Lo siguiente que escuchó hizo que se separase lo justito para poder verle a los ojos y poner morritos. - No deberías de beber, bobo... el alcohol es malo. - No iba a decir nada respecto a las drogas por que ya ella misma sabía de sobra por lo que el egipcio pasaba, lo sabía desde siempre, incluso desde antes de conocerle, puesto que su primo se lo había comentado. Le había contado que tenía un amigo bastante problemático en Durmstrang, que era de hecho, su mejor amigo entre otras cosas e historias varias que le había contado.
Y justo en ese verano que pasó Adnan en corea unas vacaciones, lo supo y conoció de primera mano.
Pero eso daba igual. Ella le quería y le daba igual que fuese drogadicto, asesino o lo que fuera.
- Pero bueno, mientras estés bien, está bien.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Aquella idea sí que le pareció buena. Su hermana podría estar un poco reticente al hecho de que una extraña fuera a verla y le hablara de esas cosas, pero cuando conoció a Rang pareció alegrarse muchísimo, al contrario de cómo habría reaccionado Ayyûb, ella le hizo mil preguntas después y logró sonsacarle que le gustaba la coreana, aunque en ese momento no fueran pareja realmente. Seguro que si la llevaba con él y le decía que era su novia moriría de felicidad pensando que su hermano mayor no era tan amargado como parecía y podía tenerle cariño a alguien.
-Eres muy buena, te preocupas mucho por los demás, a pesar de que apenas la conoces y cuando lo hiciste fue en una situación, como poco, incómoda, quieres ayudarla. Rang, eres un sol de niña.
La abrazó muy fuerte, correspondiendo así a sus mimos y achuchones, intentó que dejara de estar totalmente pegada a él, para darle un suave beso en los labios, apenas un piquito, mimoso, cariñoso, con ganas de sellar que seguían teniendo la misma relación que antes, con ganas de besarla por horas. Había que decir que aquella preocupación por su hermana le había hecho enternecerse un poco, en cierto modo le estaba demostrando cuanto le importaba, no solo él, sino también su familia…
-Sabes que no suelo beber – dijo medio tímido, medio avergonzado porque le estuviera echando un poquito la bronca, aunque fuera poquito, no era algo a lo que estuviera acostumbrado viniendo de ella, y si se lo había dicho lo tomaría en serio, a ella le haría caso, siempre que estuviera en su mano, con el tema drogas igual se hacía difícil, pero el alcohol era un tema mucho más fácil de dejar, al menos para él – no beberé más, cuando me apetezca te buscaré y te besaré, así mantengo la boca ocupada – le sacó un poco la lengua y la abrazó fuertemente, achuchando, mimándola y de paso dándole un par de besos por las mejillas y todo, riéndose, quería que ella se relajara y se olvidara de lo que había dicho, pero no le había respondido nada… - y no me dijiste que querías hacer hoy, eso es trampa.
-Eres muy buena, te preocupas mucho por los demás, a pesar de que apenas la conoces y cuando lo hiciste fue en una situación, como poco, incómoda, quieres ayudarla. Rang, eres un sol de niña.
La abrazó muy fuerte, correspondiendo así a sus mimos y achuchones, intentó que dejara de estar totalmente pegada a él, para darle un suave beso en los labios, apenas un piquito, mimoso, cariñoso, con ganas de sellar que seguían teniendo la misma relación que antes, con ganas de besarla por horas. Había que decir que aquella preocupación por su hermana le había hecho enternecerse un poco, en cierto modo le estaba demostrando cuanto le importaba, no solo él, sino también su familia…
-Sabes que no suelo beber – dijo medio tímido, medio avergonzado porque le estuviera echando un poquito la bronca, aunque fuera poquito, no era algo a lo que estuviera acostumbrado viniendo de ella, y si se lo había dicho lo tomaría en serio, a ella le haría caso, siempre que estuviera en su mano, con el tema drogas igual se hacía difícil, pero el alcohol era un tema mucho más fácil de dejar, al menos para él – no beberé más, cuando me apetezca te buscaré y te besaré, así mantengo la boca ocupada – le sacó un poco la lengua y la abrazó fuertemente, achuchando, mimándola y de paso dándole un par de besos por las mejillas y todo, riéndose, quería que ella se relajara y se olvidara de lo que había dicho, pero no le había respondido nada… - y no me dijiste que querías hacer hoy, eso es trampa.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Se sonrojó un poquito y negó con la cabeza. - N-no bueno... Ban fue muy buena conmigo, y es tu hermana, y la quieres mucho... lo menos que puedo hacer es intentar ayudaros, tanto a ti como a ella, cuando puede estar un poquito en mi mano... - Susurró y se encogió un poquitín de hombros, suspirando y cerrando los ojos, enseguida abriéndolos al recordar algo que acababa de decir Adnan. - ¡Ah! Y no soy una niña. - Puso morritos, quitándole toda la poca seriedad que había podido tener ella diciendo aquello de que no era una niña.
De nuevo se dejó achuchar, dichosa, y sintió el tierno besito sobre los labios, correspondiendo apenas un instante al mismo antes de que Yesenes se separase de sus labios. Abrió los ojitos y se quedó simplemente mirándole, embobada. Adnan le gustaba mucho... y cada día lo tenía mas claro, no le importaba que fuese gruñón a veces, o que lo fuera con toda la gente, que hubiese sido o siguiese siendo un chico problemático, que necesitase las drogas a diario por poca consumición que fuese, que hubiese matado a personas, e incluso a un hombre delante de sus ojos... a Park le gustaba en serio.
Sonrió ámpliamente cuando escuchó como aceptaba a aquello de que no bebería, que le buscaría a ella para besarla y no beber, entonce son pudo evitar sonrojarse y reír de forma un poquito tonta. - Eres un bobo Ad... - Suspiró, notando los besitos de él en la cara, cerrando los ojos y cuando notó que él se separaba un poco, volvió a abrirlos.
- Umm... pues no lo sé... podríamos ir a... - Se quedó un poquito pensativa. La verdad es que no tenía ni idea de a donde podrían ir a hacer algo, a pasar un ratito... realmente a pasar un rato juntos, ya lo estaban haciendo.
Puso morritos y ladeó un poco la cabeza, mirando a los ojos fijamente al egipcio. - No sé... podemos quedarnos aquí si quieres, a no ser que te apetezca ir a dar un paseo... podríamos ir a los terrenos de la escuela, o si quieres umm también podríamos ir quizás a Hogsmeade, o al Callejón Diagon. - Se quedó un momentito en silencio, pensando a ver que podrían hacer o algo en cada uno de los sitios que acababa de nombrar. - En Hogsmeade... podríamos ir a Honeydukes a comprar chucherías, o... no se... y al Callejón Diagon puees. - Hizo una pausita en la que se tocó con el dedo indice los labios, pensativa. - Allí podríamos ir al Caldero Chorreante a tomar alguna cosita, o a la heladería Florean Fotescue, o incluso a la tienda de animales a verlos. - Se rió un poquito por la última opción que acababa de dar.
- Aunque igual esas cosas para hacer son aburridas... podemos hacer lo que sea, yo soy feliz si estoy con Adnan, así que incluso si nos quedamos aquí, será divertido.
De nuevo se dejó achuchar, dichosa, y sintió el tierno besito sobre los labios, correspondiendo apenas un instante al mismo antes de que Yesenes se separase de sus labios. Abrió los ojitos y se quedó simplemente mirándole, embobada. Adnan le gustaba mucho... y cada día lo tenía mas claro, no le importaba que fuese gruñón a veces, o que lo fuera con toda la gente, que hubiese sido o siguiese siendo un chico problemático, que necesitase las drogas a diario por poca consumición que fuese, que hubiese matado a personas, e incluso a un hombre delante de sus ojos... a Park le gustaba en serio.
Sonrió ámpliamente cuando escuchó como aceptaba a aquello de que no bebería, que le buscaría a ella para besarla y no beber, entonce son pudo evitar sonrojarse y reír de forma un poquito tonta. - Eres un bobo Ad... - Suspiró, notando los besitos de él en la cara, cerrando los ojos y cuando notó que él se separaba un poco, volvió a abrirlos.
- Umm... pues no lo sé... podríamos ir a... - Se quedó un poquito pensativa. La verdad es que no tenía ni idea de a donde podrían ir a hacer algo, a pasar un ratito... realmente a pasar un rato juntos, ya lo estaban haciendo.
Puso morritos y ladeó un poco la cabeza, mirando a los ojos fijamente al egipcio. - No sé... podemos quedarnos aquí si quieres, a no ser que te apetezca ir a dar un paseo... podríamos ir a los terrenos de la escuela, o si quieres umm también podríamos ir quizás a Hogsmeade, o al Callejón Diagon. - Se quedó un momentito en silencio, pensando a ver que podrían hacer o algo en cada uno de los sitios que acababa de nombrar. - En Hogsmeade... podríamos ir a Honeydukes a comprar chucherías, o... no se... y al Callejón Diagon puees. - Hizo una pausita en la que se tocó con el dedo indice los labios, pensativa. - Allí podríamos ir al Caldero Chorreante a tomar alguna cosita, o a la heladería Florean Fotescue, o incluso a la tienda de animales a verlos. - Se rió un poquito por la última opción que acababa de dar.
- Aunque igual esas cosas para hacer son aburridas... podemos hacer lo que sea, yo soy feliz si estoy con Adnan, así que incluso si nos quedamos aquí, será divertido.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Todas aquellas opciones le sonaban realmente aburridas, era complicado decírselo a ella, que la chica le diera opciones y no elegir ninguno estaba un tanto feo… pero era cierto, no le apetecía ir a comprar dulces, ni tenía ganas de tomarse una cerveza y bueno, si, ver animales sí, pero tener que salir solo para hacer eso lo veía un tanto excesivo. Vamos, que estaba bastante vago.
-Yo creo que, por el momento, me quedo con la opción de estar aquí contigo, solos, cuando vengan tus compañeras entonces ya iré pensándome en irme de aquí, para que no me denuncien ante el decano y así evitar malos entendidos – [b] yo solo quiero estar contigo Rang.
La envolvió en otro abrazo, enorme y sentido, quería tenerla para él solo y si salían no podría estar tan bien como cuando estaban a solas, él quería besarla y abrazarla y sobre todo poder manosearla disimuladamente.
-Si tu quieres ver mascotas podemos ir, después volver y nos ponemos otra vez como estamos ahora.
Aquello era una buena sugerencia, sobre todo porque lo había sugerido ella misma, así que seguro que le agradaba, y él seguiría feliz, sabiendo que tras eso volverían a empezar una nueva sección de besos y caricias o mimos o lo que coño fuera aquello que estaban teniendo, le agradaba estar así, por raro que pudiera sonar, a pesar de que no hicieran nada más.
-Bueno va, hagamos eso, ¿tu estás ya vestida y todo? Si lo prefieres podemos vernos en la zona común en un rato, así no me tienes aquí de observador silencioso ni nada.
Se incorporó para decir eso, como dispuesto a marcharse, pero aún quedaba saber si ella quería ir realmente o prefería no hacer nada… aunque claro, no hacer nada sería jodidamente aburrido, para ambos.
-Yo creo que, por el momento, me quedo con la opción de estar aquí contigo, solos, cuando vengan tus compañeras entonces ya iré pensándome en irme de aquí, para que no me denuncien ante el decano y así evitar malos entendidos – [b] yo solo quiero estar contigo Rang.
La envolvió en otro abrazo, enorme y sentido, quería tenerla para él solo y si salían no podría estar tan bien como cuando estaban a solas, él quería besarla y abrazarla y sobre todo poder manosearla disimuladamente.
-Si tu quieres ver mascotas podemos ir, después volver y nos ponemos otra vez como estamos ahora.
Aquello era una buena sugerencia, sobre todo porque lo había sugerido ella misma, así que seguro que le agradaba, y él seguiría feliz, sabiendo que tras eso volverían a empezar una nueva sección de besos y caricias o mimos o lo que coño fuera aquello que estaban teniendo, le agradaba estar así, por raro que pudiera sonar, a pesar de que no hicieran nada más.
-Bueno va, hagamos eso, ¿tu estás ya vestida y todo? Si lo prefieres podemos vernos en la zona común en un rato, así no me tienes aquí de observador silencioso ni nada.
Se incorporó para decir eso, como dispuesto a marcharse, pero aún quedaba saber si ella quería ir realmente o prefería no hacer nada… aunque claro, no hacer nada sería jodidamente aburrido, para ambos.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Asintió un poquito con la cabeza, y aprovechando que la idea del egipcio había sido permanecer así sin mas, tal cual, tranquilamente tirados en la cama, sonrió de forma suave, tierna. - Entonces nos quedaremos aquí... - Murmuró un poquito, permaneciendo con los ojos cerrados, acurrucada contra su pecho.
Correspondió al abrazo que el chico acababa de apretar y le sonrió de forma tierna, negando un poquito con la cabeza a su propuesta. Ella no quería ahora tampoco ir a ningún sitio, estaba bien con Adnan ahí, ambos tirados en la cama sin hacer nada, de forma tranquila. Suspiró y abrió un poco los ojitos para mirarle a la cara, sonriéndole un poco de forma tierna. Estaba muy a gusto tal cual sin hacer nada, solo con él.
En el momento en el que Yesenes insistió en hacer aquello Rang infló los mofletes y se quedó mirándole, negando con la cabeza, apoyando ambas manos sobre su pecho, mirándole de firma intensa. Habían quedado, él sentado en la cama, y la coreana se había acomodado para quedar bien sentada sobre su regazo, evitando así que fuese a levantarse o cualquier cosa. - No... quiero estar aquí contigo, estoy muy bien así, ya iremos otro día a ver animales. - Le susurró cerca de los labios antes de darle un suave y tierno besito, con las mejillas ligeramente coloradas.
De pronto se acordó de algo que había comprado en la salida que hizo el fin de semana con Oishi, y se incorporo tras hacerle un gestito. Fue a su baúl y tras abrirlo y buscar un poquito, sacó una cajita con dulces tradicionales de japón, sonriendo un poquito, cerrando el baúl y sentándose junto a Adnan. - Toma Adny... compré estos el otro día y y bueno... espero que te gustes... los compré para que los comamos juntos. - Le dijo en un tono animado, habiéndose vuelto a sentar en el regazo del chico, como si fuese ahora su sitio para acomodarse, al menos, en ese ratito.
- Hay de té verde, de fresa, de mandarina,... - Le comentaba mientras iba señalando los dulcecitos, los mochis, tras haber abierto la cajita.
Correspondió al abrazo que el chico acababa de apretar y le sonrió de forma tierna, negando un poquito con la cabeza a su propuesta. Ella no quería ahora tampoco ir a ningún sitio, estaba bien con Adnan ahí, ambos tirados en la cama sin hacer nada, de forma tranquila. Suspiró y abrió un poco los ojitos para mirarle a la cara, sonriéndole un poco de forma tierna. Estaba muy a gusto tal cual sin hacer nada, solo con él.
En el momento en el que Yesenes insistió en hacer aquello Rang infló los mofletes y se quedó mirándole, negando con la cabeza, apoyando ambas manos sobre su pecho, mirándole de firma intensa. Habían quedado, él sentado en la cama, y la coreana se había acomodado para quedar bien sentada sobre su regazo, evitando así que fuese a levantarse o cualquier cosa. - No... quiero estar aquí contigo, estoy muy bien así, ya iremos otro día a ver animales. - Le susurró cerca de los labios antes de darle un suave y tierno besito, con las mejillas ligeramente coloradas.
De pronto se acordó de algo que había comprado en la salida que hizo el fin de semana con Oishi, y se incorporo tras hacerle un gestito. Fue a su baúl y tras abrirlo y buscar un poquito, sacó una cajita con dulces tradicionales de japón, sonriendo un poquito, cerrando el baúl y sentándose junto a Adnan. - Toma Adny... compré estos el otro día y y bueno... espero que te gustes... los compré para que los comamos juntos. - Le dijo en un tono animado, habiéndose vuelto a sentar en el regazo del chico, como si fuese ahora su sitio para acomodarse, al menos, en ese ratito.
- Hay de té verde, de fresa, de mandarina,... - Le comentaba mientras iba señalando los dulcecitos, los mochis, tras haber abierto la cajita.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Había supuesto que ella, tras estar tanto tiempo encerrada simplemente estudiando querría salir, pero parecía que no, sobre todo cuando sentada sobre él impedía que se fuera a levantar, pues bien, si ella no quería salir no la obligaría, al fin y al cabo ya se había pasado demasiado con aquel tema, si seguía insistiendo podría parecer que no quería pasar tiempo a solas con ella y no era, en absoluto, eso.
Sintió su cálido y dulce beso. Solo por esos gestitos que ella tenía con él daría la vida entera, pero ahí estaba la dificultad de ser él, no podía ser tan obvio, no podía simplemente mandar toda su personalidad a la mierda y decir de pronto que ya no era así, si no que había cambiado y ahora resultaba que quería pasar el día besando y abrazando antes que haciendo sus pociones y fumando.
Correspondió a dicho beso y la abrazó, hasta que ella hizo un gesto muy repentino, yendo a por vete a saber que cosa de pronto, y habló un poco acelerada mientras se sentaba asu lado y le dio una cajita con algo dentro, algo que no tardó en saber que era pues con solo abrirlo lo había adivinado. Ya le dijo a Rang cuanto le habían gustado el día que, estando en Corea, ella se los dio a probar. Sonrió un poco, en una mueca más bien, y le dio un beso en la frente mientras cogía uno y lo olisqueaba.
-Muchísimas gracias Rang, yo… creo que me comeré este primero.
Cogió uno que era un poco anaranjado, ella lo último que dijo fue mandarina y se le había antojado algo así. Le dio un pequeño bocado al mismo y con un gesto le ofreció a ella uno del mismo color que había aún en la caja.
-Está muy bueno – mencionó cuando se lo hubo tragado, dando a entender que por eso se lo señalaba, para que cogiera uno también – ¿Cuándo fuiste a comprarlo? Pensaba que no tenías por costumbre salir de la escuela… – iba a intentar mantener un poco el tipo, no podía ponerse celoso de que hubiera salido sin él, al fin y al cabo todo el mundo tenía derecho a entrar y salir de la escuela como bien se le antojara.
Sintió su cálido y dulce beso. Solo por esos gestitos que ella tenía con él daría la vida entera, pero ahí estaba la dificultad de ser él, no podía ser tan obvio, no podía simplemente mandar toda su personalidad a la mierda y decir de pronto que ya no era así, si no que había cambiado y ahora resultaba que quería pasar el día besando y abrazando antes que haciendo sus pociones y fumando.
Correspondió a dicho beso y la abrazó, hasta que ella hizo un gesto muy repentino, yendo a por vete a saber que cosa de pronto, y habló un poco acelerada mientras se sentaba asu lado y le dio una cajita con algo dentro, algo que no tardó en saber que era pues con solo abrirlo lo había adivinado. Ya le dijo a Rang cuanto le habían gustado el día que, estando en Corea, ella se los dio a probar. Sonrió un poco, en una mueca más bien, y le dio un beso en la frente mientras cogía uno y lo olisqueaba.
-Muchísimas gracias Rang, yo… creo que me comeré este primero.
Cogió uno que era un poco anaranjado, ella lo último que dijo fue mandarina y se le había antojado algo así. Le dio un pequeño bocado al mismo y con un gesto le ofreció a ella uno del mismo color que había aún en la caja.
-Está muy bueno – mencionó cuando se lo hubo tragado, dando a entender que por eso se lo señalaba, para que cogiera uno también – ¿Cuándo fuiste a comprarlo? Pensaba que no tenías por costumbre salir de la escuela… – iba a intentar mantener un poco el tipo, no podía ponerse celoso de que hubiera salido sin él, al fin y al cabo todo el mundo tenía derecho a entrar y salir de la escuela como bien se le antojara.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Empezando bien la semana
Sonrió ámpliamente, feliz, al ver como Adnan cogía uno de los dulces, como le había dado el besito en señal de agradecimiento y como tras darle un bocadito al mochi que acababa de coger, lo saboreaba tras olisquearlo, dato que le hizo algo de gracia a la chica.
Le sonrió de forma tierna y negó con la cabeza cuando le ofrecía, mirando la cajita entera ella misma, mordiéndose la boca. - Hace un ratito me comí un par. - Le dijo señalando algunos de los huequitos pequeños que había en ella caja y se rió un poquito, suspirando. - Seguro que si como tantos tantos dulces seguidos acabaré quedándome sin dientes. - Bromeó y le sacó la lengua.
Miró el dulcecito que él aún sostenía entre los dedos, hasta que sacó aquél tema, cuando le preguntó, y ella alzó la vista para mirarle a los ojos. - Pues... salí el fin de semana, a una tienda de dulces tradicionales japoneses... - Le comentó y suspiró un poquito. - Decidí comprar algunos de los dulces para traerlos y que los comiésemos juntos... - Le susurró algo tímida, mirándole sonrojada a los ojos, sonriéndole suavecito, acabando por agachar la cabeza para no tener que mirarle.
Suspiró un poquitín y alzó la vista para ver de nuevo el dulcecito de sabor a mandarina que Yesenes había cogido, y acercó un poco los labios a él, dándole un bocadito muy pequeño, casi diminuto, y miró a Adnan. Apenas había hecho aquello queriendo “molestarle” un poquito o algo. Se rió y le achuchó según dejó la caja de los dulces a un lado. Suspiró dichosa, con los ojos cerrados. - Te quiero mucho Adny... Me alegro de que no te hayas enfadado conmigo... me alegro mucho mucho de que estés aquí conmigo... - Susurró contra la piel de su cuello.
Se separó de nuevo para quedarse mirándole y le sonrió, con las manos apoyadas sobre la nuca del egipcio, la cabeza un poquito ladeada. Olisqueó un poquito y se rió un poco de forma boba. - Huelen mucho estos dulcecitos, ahora hueles a mandarina. - Comentó.
Le sonrió de forma tierna y negó con la cabeza cuando le ofrecía, mirando la cajita entera ella misma, mordiéndose la boca. - Hace un ratito me comí un par. - Le dijo señalando algunos de los huequitos pequeños que había en ella caja y se rió un poquito, suspirando. - Seguro que si como tantos tantos dulces seguidos acabaré quedándome sin dientes. - Bromeó y le sacó la lengua.
Miró el dulcecito que él aún sostenía entre los dedos, hasta que sacó aquél tema, cuando le preguntó, y ella alzó la vista para mirarle a los ojos. - Pues... salí el fin de semana, a una tienda de dulces tradicionales japoneses... - Le comentó y suspiró un poquito. - Decidí comprar algunos de los dulces para traerlos y que los comiésemos juntos... - Le susurró algo tímida, mirándole sonrojada a los ojos, sonriéndole suavecito, acabando por agachar la cabeza para no tener que mirarle.
Suspiró un poquitín y alzó la vista para ver de nuevo el dulcecito de sabor a mandarina que Yesenes había cogido, y acercó un poco los labios a él, dándole un bocadito muy pequeño, casi diminuto, y miró a Adnan. Apenas había hecho aquello queriendo “molestarle” un poquito o algo. Se rió y le achuchó según dejó la caja de los dulces a un lado. Suspiró dichosa, con los ojos cerrados. - Te quiero mucho Adny... Me alegro de que no te hayas enfadado conmigo... me alegro mucho mucho de que estés aquí conmigo... - Susurró contra la piel de su cuello.
Se separó de nuevo para quedarse mirándole y le sonrió, con las manos apoyadas sobre la nuca del egipcio, la cabeza un poquito ladeada. Olisqueó un poquito y se rió un poco de forma boba. - Huelen mucho estos dulcecitos, ahora hueles a mandarina. - Comentó.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Empezando bien la semana
Dudaba que hubiera comido suficientes dulces como para que le salieran caries, solo por ese par de cositas que había cogido, pero solo sonrió siguiéndole la bromilla, si no quería más, no hacía falta que comiera, no iba a obligarla.
Oyó donde los había comprado y que había ido mientras él estaba con su hermano en el apartamento. Aquello le alivió un poquito, si había ido a… espera. Japón. En Corea lo entendería. Era su casa al fin y al cabo, pero no sabía que podría haber ido a hacer en Japón ella sola. ¿Qué pintaba allí? ¿Con quién?
Veinte mil preguntas le inundaron la mente de pronto y de golpe, a veces era sobre protector con las personas a las que quería y a ella la quería muchísimo, por lo que su forma de comportarse con ella podría ser incluso un poco peor que con los demás, y solo la posibilidad de que alguien hubiera ido con ella… bueno a ver, que igual fue con una amiga, con un familiar, con su primo incluso.
-¿Estuviste con Young comprando estos dulces? Pensé que me ibas a avisar cuando lo vieras – dio por hecho que fue con él. Notó entonces el bocadito que la chica le dio al dulce y sonrió ante el gesto, poniendo el ceño un poco fruncido, como si le hubiera molestado un poco pero sin llegar a ser eso realmente, solo bromeaba con ella –te comes mi dulce, no los estamos compartiendo, me los estás robando.
Le saco un poquito la lengua, justo antes de terminarse todo el dulce de un par de bocados más bien grandes. Sonriéndole de medio lado, feliz por estar con ella y quitándole importancia a sus palabas.
-No tienes que agradecerme, no me gusta estar enfadado contigo. Y lo del otro día fue una tontería como para no hablarte más… solo ya te dije, necesitaba tiempo.
Se había quedado totalmente paralizado porque el aliento de la chica en su cuello le inutilizaba por completo, pero ahora que se había alejado un poquito y que solamente olisqueaba lo que era como su rostro o algo así y sonreía aprovechó para envolver su cintura con las manos, levantarla y terminar por tumbarla en la cama quedando él sobre ella.
-Pues si tan bien huelo puedes comerme – comentó sonriendo, en broma, divertido, le dio un beso en la nariz y suspiró – no se qué haría sin ti, Rang… creo que me has quitado la parte de ser un amargado y todo lo demás… vamos, ahora sonrío al menos – le dio un suave beso, estaba sobre ella, apoyando su peso en sus extremidades para no aplastarla, y estaba feliz, más de lo usual.
Oyó donde los había comprado y que había ido mientras él estaba con su hermano en el apartamento. Aquello le alivió un poquito, si había ido a… espera. Japón. En Corea lo entendería. Era su casa al fin y al cabo, pero no sabía que podría haber ido a hacer en Japón ella sola. ¿Qué pintaba allí? ¿Con quién?
Veinte mil preguntas le inundaron la mente de pronto y de golpe, a veces era sobre protector con las personas a las que quería y a ella la quería muchísimo, por lo que su forma de comportarse con ella podría ser incluso un poco peor que con los demás, y solo la posibilidad de que alguien hubiera ido con ella… bueno a ver, que igual fue con una amiga, con un familiar, con su primo incluso.
-¿Estuviste con Young comprando estos dulces? Pensé que me ibas a avisar cuando lo vieras – dio por hecho que fue con él. Notó entonces el bocadito que la chica le dio al dulce y sonrió ante el gesto, poniendo el ceño un poco fruncido, como si le hubiera molestado un poco pero sin llegar a ser eso realmente, solo bromeaba con ella –te comes mi dulce, no los estamos compartiendo, me los estás robando.
Le saco un poquito la lengua, justo antes de terminarse todo el dulce de un par de bocados más bien grandes. Sonriéndole de medio lado, feliz por estar con ella y quitándole importancia a sus palabas.
-No tienes que agradecerme, no me gusta estar enfadado contigo. Y lo del otro día fue una tontería como para no hablarte más… solo ya te dije, necesitaba tiempo.
Se había quedado totalmente paralizado porque el aliento de la chica en su cuello le inutilizaba por completo, pero ahora que se había alejado un poquito y que solamente olisqueaba lo que era como su rostro o algo así y sonreía aprovechó para envolver su cintura con las manos, levantarla y terminar por tumbarla en la cama quedando él sobre ella.
-Pues si tan bien huelo puedes comerme – comentó sonriendo, en broma, divertido, le dio un beso en la nariz y suspiró – no se qué haría sin ti, Rang… creo que me has quitado la parte de ser un amargado y todo lo demás… vamos, ahora sonrío al menos – le dio un suave beso, estaba sobre ella, apoyando su peso en sus extremidades para no aplastarla, y estaba feliz, más de lo usual.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
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