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Be the death of me
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Be the death of me
Todo lo ocasionado había terminado con su lucha moral por si debía empezar a comportarse como un adulto o no. Lo había intentado, todo eso de estar calmado pero parecía que en él no funcionaban así las cosas. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que no se había metido en ninguna pelea, desde que no había insultado a nadie – así duro ni grave - y no se saltaba reglas porque sí? Pues más o menos desde que entró en la facultad. Su intención primera y única era terminar la carrera y por la puta mierda de los putos gilipollas que tan solo sabían hacer enfadar a cualquiera no lo había conseguido. Él solo iba a usar palabras, llenas de veneno, si, pero solo palabras. Pero por cuarta, quinta o vete a saber qué vez ya, la puta Luttrell había aparecido para meter su asquerosa mano en el asunto y hacerlo enfadar hasta un límite en que, ni delante de profesores, se pudo contener de darle un puñetazo, por muy niña que fuera, por muy mujer o muy hostia, si no quería recibir, carajos, que no diera.
Y aquello había conllevado que, quisiera o no, se marchara de allí sin ser un pocionista propiamente dicho, había aprendido todo lo posible, pero ya tenía más dificultades de las deseadas por él en un principio para tener un oficio realmente reconocido y no ser un puto desecho de la sociedad como parecía estar destinado a ser.
Estaba enfadado, muchísimo, cabreado hasta un punto inimaginable, y lo peor de todo es que su apartamento estaba sitiado. Su hermano vivía ahí desde que él mismo se lo ofreció. Podrían vivir ahí los dos, tenía una habitación libre convertida en su lugar para hacer pociones, pero por los mil demonios del infierno, se sentía totalmente incapaz de decirle a su hermano que había sido expulsado, sería agachar la cabeza y admitir que había hecho mal, que se había metido en problemas de los que no quería ni sabía salir y además, ahora no podría ver a Rang, a ver como coño se relajaba…
En definitiva, lo menos raro del mundo, en ese momento, era encontrarlo, totalmente colocado a base de heroína en un lugar como ese. El porqué usaba ese estimulante era obvio, era un analgésico que a la vez de apagar su drogodependencia le sedaba y daba una sensación de paz incierta, además de una estúpida euforia por casi cualquier idiotez y de paso… bueno, tenía sus cosas malas pero él, en ese momento, no las pensaba, las alucinaciones eran secundarías y no llegarían a no ser que superara cierta dosis, conocía muy bien su cuerpo.
Se había sentado sin más en un taburete alto de la Tármica, en la barra, lugar donde suponía no se encontraría con nadie, o eso esperaba, al fin y al cabo estaba esa regla estúpida nueva que prohibía las salidas de la escuela ¿no? Tenía plantada delante suya una jarra de whisky de fuego y lo bebía despacio, por suerte, todos los pensamientos que podrían haber estado en su cabeza andaban muy lejos, y más lejos se irían si terminaba por consumir un poco más… pero no, en ese momento procuraba pensar donde pasar la noche, era, como poco, complicado si es que no quería ir a su apartamento ni volver a la casa de su padre.
Y aquello había conllevado que, quisiera o no, se marchara de allí sin ser un pocionista propiamente dicho, había aprendido todo lo posible, pero ya tenía más dificultades de las deseadas por él en un principio para tener un oficio realmente reconocido y no ser un puto desecho de la sociedad como parecía estar destinado a ser.
Estaba enfadado, muchísimo, cabreado hasta un punto inimaginable, y lo peor de todo es que su apartamento estaba sitiado. Su hermano vivía ahí desde que él mismo se lo ofreció. Podrían vivir ahí los dos, tenía una habitación libre convertida en su lugar para hacer pociones, pero por los mil demonios del infierno, se sentía totalmente incapaz de decirle a su hermano que había sido expulsado, sería agachar la cabeza y admitir que había hecho mal, que se había metido en problemas de los que no quería ni sabía salir y además, ahora no podría ver a Rang, a ver como coño se relajaba…
En definitiva, lo menos raro del mundo, en ese momento, era encontrarlo, totalmente colocado a base de heroína en un lugar como ese. El porqué usaba ese estimulante era obvio, era un analgésico que a la vez de apagar su drogodependencia le sedaba y daba una sensación de paz incierta, además de una estúpida euforia por casi cualquier idiotez y de paso… bueno, tenía sus cosas malas pero él, en ese momento, no las pensaba, las alucinaciones eran secundarías y no llegarían a no ser que superara cierta dosis, conocía muy bien su cuerpo.
Se había sentado sin más en un taburete alto de la Tármica, en la barra, lugar donde suponía no se encontraría con nadie, o eso esperaba, al fin y al cabo estaba esa regla estúpida nueva que prohibía las salidas de la escuela ¿no? Tenía plantada delante suya una jarra de whisky de fuego y lo bebía despacio, por suerte, todos los pensamientos que podrían haber estado en su cabeza andaban muy lejos, y más lejos se irían si terminaba por consumir un poco más… pero no, en ese momento procuraba pensar donde pasar la noche, era, como poco, complicado si es que no quería ir a su apartamento ni volver a la casa de su padre.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Le habían encargado un trabajo de esos que siempre solía compartir con su hermano, y a pesar de no querer molestarle en su carrera, esa vez necesitaba hacerlo. Sabía de sobra, que como mínimo, tenía que informarle de lo que iba a hacer por si, en cierto tiempo que acordaban entre ellos, Ayyûb no volvía, Adnan saber donde podría encontrarse o lo que fuera.
Primero que hizo fue escribir una carta que pretendería haber mandado mediante alguna lechuza, pero claro, joder, en el apartamento no había ningún bicho de eso... Rodó los ojos por su propia gilipollez. Y en esos momento se encontraba en Egipto, mas concretamente en su trabajo, y no iba a mandar un hipogrifo a mandar una carta... aquello sería jodidamente estúpido, y más aún, ridículo (a parte de llamativo). No iba a hacer que uno de sus compañeros, uno de los animales, hiciese todo ese maldito viaje con el fin de entregar una maldita carta... que además, probablemente no le dejasen pasar a la universidad, o algo.
Así que sin dudarlo ni un maldito momento, utilizó un hechizo localizador para saber donde se encontraba su hermano mayor. A fin de cuentas, tratar esos temas era algo mas serio si se hacía en persona y no por un maldito pedazo de papel. Con suerte, no se habría puesto ningún hechizo que evitase poderlo localizar... y por suerte, así fue. Tras ver donde se encontraba Kadar, Ayyûb se apareció en aquél lugar donde en alguna que otra ocasión, habían estado juntos allí tomando algo. Bufó al verlo en la barra y se acercó a su hermano mayor, ocupando un sitio a su lado, mirando de reojo que era lo que había pedido, y con un gesto, pidiendo lo mismo que él, apareciendo la bebida frente a él, olisqueándola. Habría sido mejor opción pedir otra cosa... aquello no era muy de su agrado, pero bueno.
- ¿Qué haces aquí? ¿No tendrías que estar en clases? - Le preguntó en voz baja, con un tono algo huraño. Si hubiese ido a su universidad, ahora que sabía cual era, habría hecho simplemente el gilipollas.
Se quedó mirando un momento fijamente a su hermano, tratando de dejar de sentir aquél pequeño mareo que le provocó la aparición desde tan lejos, y cuando sintió que se hubo recuperado, dio un pequeño trago a la bebida, poniendo una mueca. ¿Cómo podía haber pedido su hermano algo tan fuerte a esas horas?
Frunció un poco mas el ceño y se quedó mirándole algo mejor. - Eh... - Estaba drogado, joder. - ¿Qué coño te has metido? ¿Qué cojones te pasa, Adnan? - A pesar de las palabras utilizadas, estaba realmente preocupado por su hermano. Le faltaba el piercing de la nariz, podía imaginarse que era la mierda que ahora tenía su hermano metida en el cuerpo. Gruñó y le agarró por el brazo, dándole un toque de atención para que le mirase.
Primero que hizo fue escribir una carta que pretendería haber mandado mediante alguna lechuza, pero claro, joder, en el apartamento no había ningún bicho de eso... Rodó los ojos por su propia gilipollez. Y en esos momento se encontraba en Egipto, mas concretamente en su trabajo, y no iba a mandar un hipogrifo a mandar una carta... aquello sería jodidamente estúpido, y más aún, ridículo (a parte de llamativo). No iba a hacer que uno de sus compañeros, uno de los animales, hiciese todo ese maldito viaje con el fin de entregar una maldita carta... que además, probablemente no le dejasen pasar a la universidad, o algo.
Así que sin dudarlo ni un maldito momento, utilizó un hechizo localizador para saber donde se encontraba su hermano mayor. A fin de cuentas, tratar esos temas era algo mas serio si se hacía en persona y no por un maldito pedazo de papel. Con suerte, no se habría puesto ningún hechizo que evitase poderlo localizar... y por suerte, así fue. Tras ver donde se encontraba Kadar, Ayyûb se apareció en aquél lugar donde en alguna que otra ocasión, habían estado juntos allí tomando algo. Bufó al verlo en la barra y se acercó a su hermano mayor, ocupando un sitio a su lado, mirando de reojo que era lo que había pedido, y con un gesto, pidiendo lo mismo que él, apareciendo la bebida frente a él, olisqueándola. Habría sido mejor opción pedir otra cosa... aquello no era muy de su agrado, pero bueno.
- ¿Qué haces aquí? ¿No tendrías que estar en clases? - Le preguntó en voz baja, con un tono algo huraño. Si hubiese ido a su universidad, ahora que sabía cual era, habría hecho simplemente el gilipollas.
Se quedó mirando un momento fijamente a su hermano, tratando de dejar de sentir aquél pequeño mareo que le provocó la aparición desde tan lejos, y cuando sintió que se hubo recuperado, dio un pequeño trago a la bebida, poniendo una mueca. ¿Cómo podía haber pedido su hermano algo tan fuerte a esas horas?
Frunció un poco mas el ceño y se quedó mirándole algo mejor. - Eh... - Estaba drogado, joder. - ¿Qué coño te has metido? ¿Qué cojones te pasa, Adnan? - A pesar de las palabras utilizadas, estaba realmente preocupado por su hermano. Le faltaba el piercing de la nariz, podía imaginarse que era la mierda que ahora tenía su hermano metida en el cuerpo. Gruñó y le agarró por el brazo, dándole un toque de atención para que le mirase.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Aquella voz le hizo sobresaltarse. No. Seguro que se había metido más de lo pensado, seguramente mientras estaba más sedado se había dado un chute que ni recordaba y ahora estaba sufriendo una alucinación, la voz de su hermano no podía ser real, él no podía estar allí. Ayyûb no iría por ese bar solo ni por placer, además, ahora mismo estaría trabajando, y no tenían conocidos realmente en común que pudieran haberle dicho absolutamente nada de su expulsión.
Si, aquella voz, el ruido del taburete al deslizarse bajo su mano, el golpe seco del pie al golpear la barra. La suave sensación del aire cambiante por movimientos a su alrededor y por supuesto la llegada de aquella bebida a su lado… todo aquello no era más que una estúpida alucinación que intentaba hacer que él pensara que había sido sorprendido por la última persona deseable en ese momento. O quizás no. Igual tenía tantas ganas de pasar un rato con su hermano menor que se lo imaginaba ahí para no sentirse tan jodidamente solo.
Pero la voz persistía, no solo había pedido “lo mismo que él”; que fue lo primero que oyó, si no que ahora se dirigía a él. Bueno, si era una alucinación nadie más lo vería, y no tendría sentido que el camarero le llevara una copa. O quizás aquello también era otra alucinación.
No le respondió, no inmediatamente, solo giró el rostro, lo miró a los ojos. Sus pupilas estaban reducidas y seguramente tendría la mirada un tanto vidriosa, sus músculos estaban relajados, pero a pesar de ellos era visible que respiraba con algo de dificultad.
Aún sin responder el otro habló más, por supuesto Adnan pensaba que era alucinación y se echó mano del bolsillo mientras le oía, sacó la caja donde guardaba la droga, de manera discreta, si alguien lo veía sería su hermano y si no era real no importaba, la abrió teniéndola en el regazo, aún miraba de reojo al chico y cuando fue a mirar cuanto le quedaba, para asegurarse de que tan solo había ingerido lo deseado notó como el brazo fue jalado por el menor de los Yesenes, constatando que de alucinación tenía bien poco.
-¿Qué haces aquí? – dijo de pronto imitando las palabas de su hermano, despertando del trance raro donde había estado todo el rato desde que empezó a imaginar que estaba delirando. Cerró la caja rápidamente con la mano libre y la volvió a guardar en el bolsillo encantado interior de la capa – eh… no, no tengo clases hoy, día libre, ya sabes, salen todos, juegan quidditch, se meten mano en los rincones. No tenía ganas de aguantar eso.
Era una mentira tan improvisada y seguramente obvia que antes de seguir metiendo la pata dio un buen trago al vaso que tenía delante, poniendo gesto de placer al ingerirlo, a él si le gustaba, pero sabía que a su hermano no, el muy idiota… por imitarlo.
-Heroína – no tenía porque mentir ¿no? No tenía sentido, su hermano lo descubriría al rato, como muy tarde en diez minutos, había demasiadas cosas que le delataban – y no pasa nada, solo que la universidad es una mierda, estoy pensando en dejarla. Ya sabes, demasiado sacrificio, no puedo tener la vida que quiero, hay que compartir aula con demasiado sangre sucia. A veces me da asco hasta mirar a los profesores… Me tienen hastiado.
Era la mejor forma de mentir y de paso ir introduciendo que pronto estaría fuera de allí, o que ya estaba fuera de allí. Aunque no sabía con qué dinero se pagaría un motel mientras pasaban unos días para que no le pareciera sospechoso.
-Por cierto, si no quieres el whisky lo puedes dejar, tarde o temprano yo me lo terminaré por ti, y así puedes beber algo que te guste más.
Si, aquella voz, el ruido del taburete al deslizarse bajo su mano, el golpe seco del pie al golpear la barra. La suave sensación del aire cambiante por movimientos a su alrededor y por supuesto la llegada de aquella bebida a su lado… todo aquello no era más que una estúpida alucinación que intentaba hacer que él pensara que había sido sorprendido por la última persona deseable en ese momento. O quizás no. Igual tenía tantas ganas de pasar un rato con su hermano menor que se lo imaginaba ahí para no sentirse tan jodidamente solo.
Pero la voz persistía, no solo había pedido “lo mismo que él”; que fue lo primero que oyó, si no que ahora se dirigía a él. Bueno, si era una alucinación nadie más lo vería, y no tendría sentido que el camarero le llevara una copa. O quizás aquello también era otra alucinación.
No le respondió, no inmediatamente, solo giró el rostro, lo miró a los ojos. Sus pupilas estaban reducidas y seguramente tendría la mirada un tanto vidriosa, sus músculos estaban relajados, pero a pesar de ellos era visible que respiraba con algo de dificultad.
Aún sin responder el otro habló más, por supuesto Adnan pensaba que era alucinación y se echó mano del bolsillo mientras le oía, sacó la caja donde guardaba la droga, de manera discreta, si alguien lo veía sería su hermano y si no era real no importaba, la abrió teniéndola en el regazo, aún miraba de reojo al chico y cuando fue a mirar cuanto le quedaba, para asegurarse de que tan solo había ingerido lo deseado notó como el brazo fue jalado por el menor de los Yesenes, constatando que de alucinación tenía bien poco.
-¿Qué haces aquí? – dijo de pronto imitando las palabas de su hermano, despertando del trance raro donde había estado todo el rato desde que empezó a imaginar que estaba delirando. Cerró la caja rápidamente con la mano libre y la volvió a guardar en el bolsillo encantado interior de la capa – eh… no, no tengo clases hoy, día libre, ya sabes, salen todos, juegan quidditch, se meten mano en los rincones. No tenía ganas de aguantar eso.
Era una mentira tan improvisada y seguramente obvia que antes de seguir metiendo la pata dio un buen trago al vaso que tenía delante, poniendo gesto de placer al ingerirlo, a él si le gustaba, pero sabía que a su hermano no, el muy idiota… por imitarlo.
-Heroína – no tenía porque mentir ¿no? No tenía sentido, su hermano lo descubriría al rato, como muy tarde en diez minutos, había demasiadas cosas que le delataban – y no pasa nada, solo que la universidad es una mierda, estoy pensando en dejarla. Ya sabes, demasiado sacrificio, no puedo tener la vida que quiero, hay que compartir aula con demasiado sangre sucia. A veces me da asco hasta mirar a los profesores… Me tienen hastiado.
Era la mejor forma de mentir y de paso ir introduciendo que pronto estaría fuera de allí, o que ya estaba fuera de allí. Aunque no sabía con qué dinero se pagaría un motel mientras pasaban unos días para que no le pareciera sospechoso.
-Por cierto, si no quieres el whisky lo puedes dejar, tarde o temprano yo me lo terminaré por ti, y así puedes beber algo que te guste más.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Por mucho que hablase a su hermano parecía estar tan jodidamente drogado que no se coscaba de nada, parecía que se creía que Ayyûb no era mas que cualquier mierda creada por su imaginación por culpa de las malditas drogas... Había veces que ni el mismo Adnan sabía controlarse con ese tipo de cosas, y esa era una de esas veces. Meterse tanto que ni sabía casi que hacía. Si hubiese sido cualquier otra persona a la que le hubiese enseñado aquella caja, probablemente se la habría robado y echado a correr.
Para cuando Yesenes fue a cogérsela al mayor, para quitársela, confiscarsela o cualquier mierda, ya no pudo, puesto que Adnan, a pesar de estar drogado, había sido bastante mas rápido que él en esos momentos. Gruñó y se quedó mirándole fijamente a los ojos, negando un poco con la cabeza. - Adnan, joder...
Se quedó mirando fijamente a su hermano, tenía que largarse de ahí cuanto antes, y Adnan con él, por supuesto. - Vine a tratar un tema de trabajo contigo. - Con decir aquello, tenía que entenderlo todo, joder. - Pero en este estado va a ser que no. - Bufó y se puso en pie, mirándole beber, después escuchándole decir aquello de que se la podría beber él. Negó con la cabeza y volvió a coger a su hermano del brazo, tirando un poco, suavemente, de él. - Venga, larguémonos de aquí, vayamos al maldito apartamento... - Susurró, comentándole, por no decir que trataba de usar un tono imperativo que probablemente su hermano no se tomaría a bien. - Vamos, mueve el puto culo. - Le dijo al ver que no tenía ninguna intención de moverse de allí.
Escuchó toda la palabrería, que no tenía clases, que no le gustaban los profesores, que una mierda, que otra... pero eso a él le daba igual, al menos en ese momento. Su hermano estaba mal y era lo importante. A parte que quedaba muy claro que a Ayyûb le daban bastante igual los estudios, él había estudiado en casa, lo justo y necesario, y ya.
El caso...
Se quedó mirando fijamente a su hermano a los ojos, con el ceño fruncido, y sin dejarle decir absolutamente nada, pagó ambas copas y se aparecieron en el apartamento de Adnan. El menor lanzó a su hermano contra el sofá y se quedó mirándole fijamente a los ojos.
- Dime que cojones ha pasado, Kadar.
Para cuando Yesenes fue a cogérsela al mayor, para quitársela, confiscarsela o cualquier mierda, ya no pudo, puesto que Adnan, a pesar de estar drogado, había sido bastante mas rápido que él en esos momentos. Gruñó y se quedó mirándole fijamente a los ojos, negando un poco con la cabeza. - Adnan, joder...
Se quedó mirando fijamente a su hermano, tenía que largarse de ahí cuanto antes, y Adnan con él, por supuesto. - Vine a tratar un tema de trabajo contigo. - Con decir aquello, tenía que entenderlo todo, joder. - Pero en este estado va a ser que no. - Bufó y se puso en pie, mirándole beber, después escuchándole decir aquello de que se la podría beber él. Negó con la cabeza y volvió a coger a su hermano del brazo, tirando un poco, suavemente, de él. - Venga, larguémonos de aquí, vayamos al maldito apartamento... - Susurró, comentándole, por no decir que trataba de usar un tono imperativo que probablemente su hermano no se tomaría a bien. - Vamos, mueve el puto culo. - Le dijo al ver que no tenía ninguna intención de moverse de allí.
Escuchó toda la palabrería, que no tenía clases, que no le gustaban los profesores, que una mierda, que otra... pero eso a él le daba igual, al menos en ese momento. Su hermano estaba mal y era lo importante. A parte que quedaba muy claro que a Ayyûb le daban bastante igual los estudios, él había estudiado en casa, lo justo y necesario, y ya.
El caso...
Se quedó mirando fijamente a su hermano a los ojos, con el ceño fruncido, y sin dejarle decir absolutamente nada, pagó ambas copas y se aparecieron en el apartamento de Adnan. El menor lanzó a su hermano contra el sofá y se quedó mirándole fijamente a los ojos.
- Dime que cojones ha pasado, Kadar.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Estuviera como estuviera sabía de sobra que su hermano se preocupaba por él, pero su orgullo le impedía decir nada, o hacer nada que delatara cuan mal estaba. No iba a dejarse cuidar, se negaba a ello totalmente.
Lo que dijo de aquel supuesto asunto que tenía que tratar con él o vete a saber que mierda le llamó la atención, su hermano era demasiado misterioso, más aún teniendo en cuenta lo colocado que estaba en ese momento y que estando así rara vez coordinaba bien los pensamientos internos que llegaba a tener.
Lo miró muy mal cuando intentó moverlo.
-¿Al apartamento para qué? Si después tengo que volver a la facultad, esto está más cerca… – dijo de manera totalmente ilógica, ya que tendría que usar un traslador si de verdad volvía y daba igual cuán lejos estuviera, funcionaría bien, escusas estúpidas de personas colocadas, eso era lo que había dicho… y lo dicho fue para nada, porque en el momento en que intentó inventarse alguna otra escusa todo le comenzó a dar vueltas y se vio empujado, medio por el mareo de la aparición, medio por su hermano, hasta dar de culo en el sofá.
-Ya te he dicho lo que me pasa – dijo gruñendo – estoy aburrido de la universidad, voy a dejarla, me voy a venir contigo ¿no te pone eso jodidamente feliz?
Ahí estaba esa sensación falsa de euforia de que todo iba bien, de que el mundo era justo lo que él quería y deseaba. No era así, y sabía que a su hermano esa escusa no le serviría de nada, así que simplemente negó con la cabeza y se encogió de hombros.
-No se que quieres que te diga. ¿Es la primera vez que me ves colocado? No lo creo, y no es que me pasen muchas cosas en la vida – y todas eran para mal, era un puto desecho urbano, una basura de la sociedad, y aunque luchara porque aquello cambiara el mundo seguía poniéndose en su contra impidiéndole el cambio – pues mira, te lo digo desde ya, estaba celebrando que estoy con una chica.
Le había cambiado todo en la cabeza de pronto, se le había ido algo de ahí adentro que le decía que debía y que no debía hacer. Porque desde luego decirle a su hermano aquello era una santa locura, pero importaba en absoluto en ese instante.
- No quería decírtelo para que no armaras drama, pero ya es, tengo… novia, o pareja, o lo que sea.
Joder ya, tanto insistir. No le iba a decir que estaba expulsado, se negaba en redondo a una humillación como esa.
Lo que dijo de aquel supuesto asunto que tenía que tratar con él o vete a saber que mierda le llamó la atención, su hermano era demasiado misterioso, más aún teniendo en cuenta lo colocado que estaba en ese momento y que estando así rara vez coordinaba bien los pensamientos internos que llegaba a tener.
Lo miró muy mal cuando intentó moverlo.
-¿Al apartamento para qué? Si después tengo que volver a la facultad, esto está más cerca… – dijo de manera totalmente ilógica, ya que tendría que usar un traslador si de verdad volvía y daba igual cuán lejos estuviera, funcionaría bien, escusas estúpidas de personas colocadas, eso era lo que había dicho… y lo dicho fue para nada, porque en el momento en que intentó inventarse alguna otra escusa todo le comenzó a dar vueltas y se vio empujado, medio por el mareo de la aparición, medio por su hermano, hasta dar de culo en el sofá.
-Ya te he dicho lo que me pasa – dijo gruñendo – estoy aburrido de la universidad, voy a dejarla, me voy a venir contigo ¿no te pone eso jodidamente feliz?
Ahí estaba esa sensación falsa de euforia de que todo iba bien, de que el mundo era justo lo que él quería y deseaba. No era así, y sabía que a su hermano esa escusa no le serviría de nada, así que simplemente negó con la cabeza y se encogió de hombros.
-No se que quieres que te diga. ¿Es la primera vez que me ves colocado? No lo creo, y no es que me pasen muchas cosas en la vida – y todas eran para mal, era un puto desecho urbano, una basura de la sociedad, y aunque luchara porque aquello cambiara el mundo seguía poniéndose en su contra impidiéndole el cambio – pues mira, te lo digo desde ya, estaba celebrando que estoy con una chica.
Le había cambiado todo en la cabeza de pronto, se le había ido algo de ahí adentro que le decía que debía y que no debía hacer. Porque desde luego decirle a su hermano aquello era una santa locura, pero importaba en absoluto en ese instante.
- No quería decírtelo para que no armaras drama, pero ya es, tengo… novia, o pareja, o lo que sea.
Joder ya, tanto insistir. No le iba a decir que estaba expulsado, se negaba en redondo a una humillación como esa.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Ignoró por completo las quejas de su hermano, negando con la cabeza, bufándole de vez en cuando, terminando por hacer lo que él mismo creyó mas conveniente en esos momentos. Ignorar a Adnan y llevarle al apartamento.
Una vez allí le volvió a escuchar quejarse de lo mismo, diciendo que estaba aburrido de la universidad y demás mierdas. - A mi no me jodas con esa mierda, ¿has estado como un puto pringado portándote bien en esa mierda de escuela para ahora de pronto, al poco de acabar, dejarlo? Puede que tenga los genes de ese puto descabezado que tenemos como padre, pero no soy gilipollas, o no al menos cuando se trata de ti, Adnan. - Se quejó ahora él, quedándose plantado de pie frente a su hermano mayor. Le estaba tocando la moral que no le dijese la verdad, estaba claro que mentía, aunque no se aventuraría a tratar de acertarlo sin más.
Cuando el mayor cambió de tema, el otro puso una mueca. - Te he visto muchas veces drogado, joder, ¡no me cambies de tema! - Se dejó caer junto al cuerpo de su hermano, en el sofá, y cerró los ojos, pasándose una mano por la cara, por el pelo, y acabó por dejándola caer a un lado de su cuerpo, mirando a su hermano de reojillo.
Al escuchar aquella noticia frunció en un principio el ceño y luego alzó una ceja, sin quitarle el ojo de encima. - No te creo, probablemente celebrarías con la chica que estás con ella, no tu solo metiéndote rallas hasta quedarte ciego.
Le miró con los ojos entrecerrados cuando le escuchó concretar, y negó con la cabeza, separándose un momento, al menos, separando la espalda del respaldo del sofá, girándose un poco, girando el cuerpo para mirarle mejor. - No me jodas con esa mierda, Adnan. - Le gruñó y le dio un golpe en el pecho. - No voy a armar un puto drama... - ¿no? - Además, sigo diciendo lo mismo. Si te hubieses metido rallas por estar saliendo con cualquier tía, follándotela, o como “novios”. - Dijo aquella última palabra con un cierto tono de asco, desacuerdo mas bien. - Es que eres un retrasado mental, hostia.
Suspiró pesadamente y cerró los ojos. Su hermano empezaba a tocarle los cojones. Primero trataba de no contarle a saber que mierda, y ahora estaba soltando la gilipollez de que tenía una novia. - Cabrón, dime de una puta vez por que te has puesto de mierda hasta el culo, de mierda hasta el punto que prefieres que me ponga de mala hostia por escucharte decir esa mierda, y no lo que en verdad te pasa. - Frunció el ceño algo mas si era posible. - Te conozco Kadar, de hace tantos años como tu a mi, joder.
Una vez allí le volvió a escuchar quejarse de lo mismo, diciendo que estaba aburrido de la universidad y demás mierdas. - A mi no me jodas con esa mierda, ¿has estado como un puto pringado portándote bien en esa mierda de escuela para ahora de pronto, al poco de acabar, dejarlo? Puede que tenga los genes de ese puto descabezado que tenemos como padre, pero no soy gilipollas, o no al menos cuando se trata de ti, Adnan. - Se quejó ahora él, quedándose plantado de pie frente a su hermano mayor. Le estaba tocando la moral que no le dijese la verdad, estaba claro que mentía, aunque no se aventuraría a tratar de acertarlo sin más.
Cuando el mayor cambió de tema, el otro puso una mueca. - Te he visto muchas veces drogado, joder, ¡no me cambies de tema! - Se dejó caer junto al cuerpo de su hermano, en el sofá, y cerró los ojos, pasándose una mano por la cara, por el pelo, y acabó por dejándola caer a un lado de su cuerpo, mirando a su hermano de reojillo.
Al escuchar aquella noticia frunció en un principio el ceño y luego alzó una ceja, sin quitarle el ojo de encima. - No te creo, probablemente celebrarías con la chica que estás con ella, no tu solo metiéndote rallas hasta quedarte ciego.
Le miró con los ojos entrecerrados cuando le escuchó concretar, y negó con la cabeza, separándose un momento, al menos, separando la espalda del respaldo del sofá, girándose un poco, girando el cuerpo para mirarle mejor. - No me jodas con esa mierda, Adnan. - Le gruñó y le dio un golpe en el pecho. - No voy a armar un puto drama... - ¿no? - Además, sigo diciendo lo mismo. Si te hubieses metido rallas por estar saliendo con cualquier tía, follándotela, o como “novios”. - Dijo aquella última palabra con un cierto tono de asco, desacuerdo mas bien. - Es que eres un retrasado mental, hostia.
Suspiró pesadamente y cerró los ojos. Su hermano empezaba a tocarle los cojones. Primero trataba de no contarle a saber que mierda, y ahora estaba soltando la gilipollez de que tenía una novia. - Cabrón, dime de una puta vez por que te has puesto de mierda hasta el culo, de mierda hasta el punto que prefieres que me ponga de mala hostia por escucharte decir esa mierda, y no lo que en verdad te pasa. - Frunció el ceño algo mas si era posible. - Te conozco Kadar, de hace tantos años como tu a mi, joder.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Joder, si sabía que no había lógica alguna en sus palabras, y sabía de sobra que lo iba a pillar. No entendía el porqué su cerebro le hacía mentir, le hacía soltar toda esa mierda. A él le quedaba jodidamente claro que su hermano sabría que no dejaría el colegio queriendo, pero admitir eso sería admitir su derrota. Ya fuera por su orgullo, por las drogas, el whisky o simplemente porque era un gilipollas, no le diría que había sido expulsado.
Negó con la cabeza a todo, comenzaba a sentir como se le bajaban los efectos por el ralle de su hermano, estaba tocándole los cojones a dos manos, joder.
-Yo celebro como me da la gana, creo que es mucho más cómodo celebrar metiéndome un par de tiros que llevándomela de compras. No me gustan las cosas de chica.
Se quedó callado, intentando verle sentido a lo que su hermano decía, seguir su línea argumental, pero no lo conseguía, la cabeza se le iba bien lejos y él no parecía querer callarse. Incluso lo sintió más tranquilo de lo esperado tras decirle que tenía novia. Creía que recibiría toda una sarta de preguntas sin fin sobre quién era, cómo y cuando había pasado y todas las cosas que necesitaría saber para encontrarla y estudiarla detenidamente, pero no. Solo dijo que le había puesto de mala hostia. Probablemente no se lo había creído.
Para evitar tanta tontería de él se sacó la caja del bolsillo, se inclinó sobre la mesa y sacó algo que a su hermano le gustaría, igual y con eso se le pasaba un poco la tontería. Arregló un par de rayas rápidamente, con la pericia del experto.
-Ni lo menciones, son ya demasiados años juntos, suficientes como para que supieras que cuando me pasa algo jodido prefiero no hablarlo.
Dijo aquello terminando la raya, su hermano igual lo estaría mirando, quizás no. No sabía, pretendía hacer aquello sin prestarle demasiada atención, al menos no más de la que debía si estaba tranquilo.
-Una para cada uno y si con eso no vas feliz te las puedes quedar las dos – giró el rostro para mirarle a la cara, ahora si – esta noche la pasaré aquí, puedo dormir en el sofá o en la cama, me da igual que sea compartida, solo será una noche… y espero que deje de intentar interrogarme, no estoy de humor para hablar de ello y si sigues así terminará en pelea.
Negó con la cabeza a todo, comenzaba a sentir como se le bajaban los efectos por el ralle de su hermano, estaba tocándole los cojones a dos manos, joder.
-Yo celebro como me da la gana, creo que es mucho más cómodo celebrar metiéndome un par de tiros que llevándomela de compras. No me gustan las cosas de chica.
Se quedó callado, intentando verle sentido a lo que su hermano decía, seguir su línea argumental, pero no lo conseguía, la cabeza se le iba bien lejos y él no parecía querer callarse. Incluso lo sintió más tranquilo de lo esperado tras decirle que tenía novia. Creía que recibiría toda una sarta de preguntas sin fin sobre quién era, cómo y cuando había pasado y todas las cosas que necesitaría saber para encontrarla y estudiarla detenidamente, pero no. Solo dijo que le había puesto de mala hostia. Probablemente no se lo había creído.
Para evitar tanta tontería de él se sacó la caja del bolsillo, se inclinó sobre la mesa y sacó algo que a su hermano le gustaría, igual y con eso se le pasaba un poco la tontería. Arregló un par de rayas rápidamente, con la pericia del experto.
-Ni lo menciones, son ya demasiados años juntos, suficientes como para que supieras que cuando me pasa algo jodido prefiero no hablarlo.
Dijo aquello terminando la raya, su hermano igual lo estaría mirando, quizás no. No sabía, pretendía hacer aquello sin prestarle demasiada atención, al menos no más de la que debía si estaba tranquilo.
-Una para cada uno y si con eso no vas feliz te las puedes quedar las dos – giró el rostro para mirarle a la cara, ahora si – esta noche la pasaré aquí, puedo dormir en el sofá o en la cama, me da igual que sea compartida, solo será una noche… y espero que deje de intentar interrogarme, no estoy de humor para hablar de ello y si sigues así terminará en pelea.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Escuchó la mierda de su hermano y negó con la cabeza. Estaba claro que no tenía ni una puta intención de ir a soltar prenda de nada, que no pensaba contarle por que cojones iba a estar en momentos que tenía que estar en clase, en una puta tasca de mala muerte de coca hasta las cejas.
Vio que con la insistencia no estaba consiguiendo mas que poner nervioso a su hermano, y decidió, tras costarle un rato, callarse la boca. Ya mañana cuando estuviese más lucido, seguiría tratando de sacarle que cojones le pasaba por la cabeza.
Se incorporó y dio un par de pequeñas vueltas por el salón, tratando él mismo de calmarse. Su hermano le había puesto un poco de los nervios al no contarle nada.
Negó cuando le vio sacar la caja y preparar un par de rallas sin ningún tipo de problema. Ayyûb bufó y se acercó a él un poco más. - No vayas a meterte nada mas, ya estabas lo suficientemente jodido como para seguir. - Le gruñó, escuchando como le ofrecía aquello a él. El menor tragó saliva y miró primero a la droga y después a su hermano. Aquello se podía decir que era un punto bajo o algo.
- Lárgate ya a la puta cama, date si hace falta una ducha fría para dejar de estar tan subnormal, y ya después duermes la mona. - Le dijo y se acercó a su hermano mayor, haciendo que se incorporase y llevándole del modo que acababa de decidir el mismo Ayyûb, a empujoncitos, por que sino Adnan no querría mover el culo de allí, le conocía de sobra, demasiado bien.
A pesar de las quejas del mayor, acabó consiguiendo llevarle al cuarto de baño, haciendo que como mínimo se mojase la cara, después llevándole al cuarto y haciendo que se tumbase en la cama, como si fuese un dueño dándole ordenes a su perro o algo. - Ahora vengo, tu duerme la puta mona, joder. Ya mañana nos peleamos lo que te salga de la punta de la polla.
Dicho aquello volvió al salón, donde había quedado aquella puta tentación para él mismo. Tenía que cuidar de Yesenes, pero joder...
Tras debatirse un momento interiormente, terminó por hacer lo que su hermano le “enseñó”, sacándose el aro de la nariz antes de hacer lo propio. No iba a dejar que la coca se echase a perder, joder, no era imbécil.
Se quedó un momento sentado en el sofá, con la cabeza apoyada en el respaldo, mirando bocarriba, mirando un punto fijo. Cuando se desatontó un poco se colocó de nuevo el aro, de forma fácil, ya acostumbrado, y se incorporó para ir hacia el cuarto, tranquilamente, como si nada hubiese pasado en su “ausencia”.
Vio que con la insistencia no estaba consiguiendo mas que poner nervioso a su hermano, y decidió, tras costarle un rato, callarse la boca. Ya mañana cuando estuviese más lucido, seguiría tratando de sacarle que cojones le pasaba por la cabeza.
Se incorporó y dio un par de pequeñas vueltas por el salón, tratando él mismo de calmarse. Su hermano le había puesto un poco de los nervios al no contarle nada.
Negó cuando le vio sacar la caja y preparar un par de rallas sin ningún tipo de problema. Ayyûb bufó y se acercó a él un poco más. - No vayas a meterte nada mas, ya estabas lo suficientemente jodido como para seguir. - Le gruñó, escuchando como le ofrecía aquello a él. El menor tragó saliva y miró primero a la droga y después a su hermano. Aquello se podía decir que era un punto bajo o algo.
- Lárgate ya a la puta cama, date si hace falta una ducha fría para dejar de estar tan subnormal, y ya después duermes la mona. - Le dijo y se acercó a su hermano mayor, haciendo que se incorporase y llevándole del modo que acababa de decidir el mismo Ayyûb, a empujoncitos, por que sino Adnan no querría mover el culo de allí, le conocía de sobra, demasiado bien.
A pesar de las quejas del mayor, acabó consiguiendo llevarle al cuarto de baño, haciendo que como mínimo se mojase la cara, después llevándole al cuarto y haciendo que se tumbase en la cama, como si fuese un dueño dándole ordenes a su perro o algo. - Ahora vengo, tu duerme la puta mona, joder. Ya mañana nos peleamos lo que te salga de la punta de la polla.
Dicho aquello volvió al salón, donde había quedado aquella puta tentación para él mismo. Tenía que cuidar de Yesenes, pero joder...
Tras debatirse un momento interiormente, terminó por hacer lo que su hermano le “enseñó”, sacándose el aro de la nariz antes de hacer lo propio. No iba a dejar que la coca se echase a perder, joder, no era imbécil.
Se quedó un momento sentado en el sofá, con la cabeza apoyada en el respaldo, mirando bocarriba, mirando un punto fijo. Cuando se desatontó un poco se colocó de nuevo el aro, de forma fácil, ya acostumbrado, y se incorporó para ir hacia el cuarto, tranquilamente, como si nada hubiese pasado en su “ausencia”.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Se sorprendió, gratamente, todo hay que decirlo, cuando su hermano no mostró entusiasmo por quedarse con su mierda, normalmente andaba siempre pidiéndole y rogándole, no al contrario, de modo que había dado por hecho que con aquello se quedaría satisfecho, pero no, ahí estaba, negándole aquello y diciéndole que ni de coña lo dejaría consumir ni un poquito más.
Mientras pensaba en quedarse ambas rayas para él, buscando el amparo de sus efectos, y sintiendo que si lo consumía sería aún más feliz que en ese momento, notó como su propio hermano lo ponía de pie, hablaba de no sé qué cosa de una cama. ¿Ir a la cama? El día anterior, o fue el antes de ese… no importa en realidad, estaba con Rang, en una cama, juntos, y ahora para poder verla iba a tener que romper como mil normas, no solo él, sino ella también, y eso era lo que lo cohibía realmente. Mientras pensaba en eso gruñía a su hermano. No quería moverse, no quería ir a la cama y…. joder ¿Dónde estaba? Notó la cara mojada de pronto y la movió como si de un perro se tratara, intentando secarse sin más, y lo siguiente que sintió fue la cama bajo su cuerpo. No sabía cómo había llegado allí y no le importaba. Era tan jodidamente cómoda…
Cerró los ojos, todo le daba vueltas, notaba la garganta totalmente reseca e intentó hablar, lo que hizo que comenzara a toser escandalosamente, oyendo como su hermano se aproximaba a él, como entraba en la habitación, presuntamente preocupado por la salud del mayor. Ç
-Anda, Yub… tráeme algo para beber – tosió ligeramente, se ahogaba un poco al nota la garganta tan reseca, era una mierda, dejó caer la cabeza sobre la almohada, medio agotado, tenía muchísimo calor pero su hermano le había dejado la manta a mano, probablemente porque su piel estaba bastante fría –ahora vienes… por cierto ¿has guardado lo que dejé allí? No quiero que se vuele por el piso, después las pociones… – desvariaba bastante, se le estaba perdiendo el sentido de lo que era real y lo que no, y aunque aún sabía de sobra donde estaba pensaba cosas raras y le salían directamente –ahora tengo que cuidar más este sitio, tendré que volver a vivir aquí… y vaciar el cuarto y … y le diré a Yub-Yub donde prefiere dormir – se le atascó un poquito la voz en la garganta, comenzando a toser, mirando hacía otra parte, en realidad hablaba solo, era bastante obvio.
Mientras pensaba en quedarse ambas rayas para él, buscando el amparo de sus efectos, y sintiendo que si lo consumía sería aún más feliz que en ese momento, notó como su propio hermano lo ponía de pie, hablaba de no sé qué cosa de una cama. ¿Ir a la cama? El día anterior, o fue el antes de ese… no importa en realidad, estaba con Rang, en una cama, juntos, y ahora para poder verla iba a tener que romper como mil normas, no solo él, sino ella también, y eso era lo que lo cohibía realmente. Mientras pensaba en eso gruñía a su hermano. No quería moverse, no quería ir a la cama y…. joder ¿Dónde estaba? Notó la cara mojada de pronto y la movió como si de un perro se tratara, intentando secarse sin más, y lo siguiente que sintió fue la cama bajo su cuerpo. No sabía cómo había llegado allí y no le importaba. Era tan jodidamente cómoda…
Cerró los ojos, todo le daba vueltas, notaba la garganta totalmente reseca e intentó hablar, lo que hizo que comenzara a toser escandalosamente, oyendo como su hermano se aproximaba a él, como entraba en la habitación, presuntamente preocupado por la salud del mayor. Ç
-Anda, Yub… tráeme algo para beber – tosió ligeramente, se ahogaba un poco al nota la garganta tan reseca, era una mierda, dejó caer la cabeza sobre la almohada, medio agotado, tenía muchísimo calor pero su hermano le había dejado la manta a mano, probablemente porque su piel estaba bastante fría –ahora vienes… por cierto ¿has guardado lo que dejé allí? No quiero que se vuele por el piso, después las pociones… – desvariaba bastante, se le estaba perdiendo el sentido de lo que era real y lo que no, y aunque aún sabía de sobra donde estaba pensaba cosas raras y le salían directamente –ahora tengo que cuidar más este sitio, tendré que volver a vivir aquí… y vaciar el cuarto y … y le diré a Yub-Yub donde prefiere dormir – se le atascó un poquito la voz en la garganta, comenzando a toser, mirando hacía otra parte, en realidad hablaba solo, era bastante obvio.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Cuando volvía a ir a donde su hermano, apenas escuchó como este le pedia algo de agua tras haberle escuchado toser. El menor arrugó la nariz y desviando la mirada hacia le camino por el que acababa de pasar, se giró para ir a por lo que el egipcio acababa de pedirle. Fue a la cocina y tras coger una botella de agua (de donde después él mismo bebería también), volvió al cuarto, encontrándose a su hermano modo gilipollas, divagando, flipando básicamente, mientras hablaba él solo de a saber que mierda.
Simplemente no le echó mucha cuenta, le tendió la botella tras sentarse en la cama, ayudándole un poco a que se incorporase y quedase sentado, y mientras le chico bebía, suspiró, mirándole de soslayo.
Se pasó un momento la mano por la cara, haciendo un poco memoria de lo que su hermano acababa de contarle... Había dicho que tenía que volver a vivir ahí (entre otras cosas)... ¿No se suponía que estaba en la universidad, y allí a parte de estudiar, vivía? Le miró por un momento con el ceño fruncido. Aquello y lo que dijo antes... ¿se había largado de la universidad por cualquier mierda? ¿Le habían tirado de ahí? ¿Qué cojones había pasado para que u hermano estuviese así de jodido, y sin dejar de decir cosas acerca de la universidad? Decidió que lo mejor sería dejar el tema, él tampoco darle vueltas... ya lo hablarían al día siguiente, a fin de cuentas, probablemente Adnan se lo contase cuando se sintiese algo mejor a la siguiente mañana.
Se mordió la boca y cogió la botella que el mayor estuvo a punto de soltar, dándole un largo trago y dejándola a un lado, tumbándose en la cama bocarriba, cogiendo una honda bocanada de aire, cerrando los ojos tras descalzarse sin mucha gana, simplemente quedando totalmente vestido con intención de no hacer nada ahí, quizás dormir.
No sabía que hacer, tratar de hablar con Adnan en el estado que estaba era imposible. O estaba bien soltando estupideces, o intentaba saber que había pasado y probablemente acabarían a hostias. Lo mejor era quedarse callado, sin hacer ni decir absolutamente nada.
Escuchaba un poco de fondo la voz de su hermano decir alguna que otra cosa aleatoria, probablemente tratando de ordenar sus ideas. Ayyûb simplemente se quedó ahí, cubriéndose con uno de los brazos los ojos, el rostro, tratando de conciliar el sueño o simplemente de que pasase el día lo más rápido posible.
Simplemente no le echó mucha cuenta, le tendió la botella tras sentarse en la cama, ayudándole un poco a que se incorporase y quedase sentado, y mientras le chico bebía, suspiró, mirándole de soslayo.
Se pasó un momento la mano por la cara, haciendo un poco memoria de lo que su hermano acababa de contarle... Había dicho que tenía que volver a vivir ahí (entre otras cosas)... ¿No se suponía que estaba en la universidad, y allí a parte de estudiar, vivía? Le miró por un momento con el ceño fruncido. Aquello y lo que dijo antes... ¿se había largado de la universidad por cualquier mierda? ¿Le habían tirado de ahí? ¿Qué cojones había pasado para que u hermano estuviese así de jodido, y sin dejar de decir cosas acerca de la universidad? Decidió que lo mejor sería dejar el tema, él tampoco darle vueltas... ya lo hablarían al día siguiente, a fin de cuentas, probablemente Adnan se lo contase cuando se sintiese algo mejor a la siguiente mañana.
Se mordió la boca y cogió la botella que el mayor estuvo a punto de soltar, dándole un largo trago y dejándola a un lado, tumbándose en la cama bocarriba, cogiendo una honda bocanada de aire, cerrando los ojos tras descalzarse sin mucha gana, simplemente quedando totalmente vestido con intención de no hacer nada ahí, quizás dormir.
No sabía que hacer, tratar de hablar con Adnan en el estado que estaba era imposible. O estaba bien soltando estupideces, o intentaba saber que había pasado y probablemente acabarían a hostias. Lo mejor era quedarse callado, sin hacer ni decir absolutamente nada.
Escuchaba un poco de fondo la voz de su hermano decir alguna que otra cosa aleatoria, probablemente tratando de ordenar sus ideas. Ayyûb simplemente se quedó ahí, cubriéndose con uno de los brazos los ojos, el rostro, tratando de conciliar el sueño o simplemente de que pasase el día lo más rápido posible.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Había bebido casi sin notarlo, su cuerpo le pedía el agua de una manera casi indecente, aquello era lo que pasaba cuando tomaba más de la cuenta, la heroína absorbía hasta la última gotita de líquido vital de tu cuerpo, así, exagerando un poco.
Su cabeza seguía totalmente ida, era, en gran parte, incapaz de conciliar el sueño, incapaz de manejar la realidad, habló un poco solo, se removió. Aquel día él no debía estar con Ayyûb, su hermano no tendría que verlo así, era algo más que obvio, para el egipcio, Adnan era un ejemplo a seguir, pero menudo mierda de ejemplo le estaba dando comportándose de ese modo. Pero en ese momento casi no era consciente de que su hermano estuviera ahí, bebiendo en ese momento junto a él, lo que si sintió fue la cama ahuecarse un poco bajo el peso del contrario, cosa que le hizo girarse un poquito, para quedar de medio lado, y le pasó el brazo por encima, como si se tratara de su chica, sin siquiera abrir los ojos.
Suspiró un poco, solo de pensar que él fuera Rang le había relajado demasiado, su respiración se había acompasado completamente y en realidad tan solo se había pegado un poquito a él, lo suficiente como para que pudiera resultar incómodo pero no tanto como para que fuera raro entre hermanos, al fin y al cabo a Rang no le hacía nada “poco decente” nunca.
Entre gruñidos, respiraciones agitadas y todo el egipcio musitó un leve te quiero, dirigido a la asiática que tan lejos le quedaba… por suerte ni siquiera podía pensar realmente que era así, para él estaba tumbada a su lado, dormidita apaciblemente y por lo tanto él debía hacer igual, trató de relajarse y simplemente dormir.
Su cabeza seguía totalmente ida, era, en gran parte, incapaz de conciliar el sueño, incapaz de manejar la realidad, habló un poco solo, se removió. Aquel día él no debía estar con Ayyûb, su hermano no tendría que verlo así, era algo más que obvio, para el egipcio, Adnan era un ejemplo a seguir, pero menudo mierda de ejemplo le estaba dando comportándose de ese modo. Pero en ese momento casi no era consciente de que su hermano estuviera ahí, bebiendo en ese momento junto a él, lo que si sintió fue la cama ahuecarse un poco bajo el peso del contrario, cosa que le hizo girarse un poquito, para quedar de medio lado, y le pasó el brazo por encima, como si se tratara de su chica, sin siquiera abrir los ojos.
Suspiró un poco, solo de pensar que él fuera Rang le había relajado demasiado, su respiración se había acompasado completamente y en realidad tan solo se había pegado un poquito a él, lo suficiente como para que pudiera resultar incómodo pero no tanto como para que fuera raro entre hermanos, al fin y al cabo a Rang no le hacía nada “poco decente” nunca.
Entre gruñidos, respiraciones agitadas y todo el egipcio musitó un leve te quiero, dirigido a la asiática que tan lejos le quedaba… por suerte ni siquiera podía pensar realmente que era así, para él estaba tumbada a su lado, dormidita apaciblemente y por lo tanto él debía hacer igual, trató de relajarse y simplemente dormir.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Suspiró y permaneció tal cual por un momento, terminando por quedarse totalmente dormido en el sitio, ni siquiera inmutándose de que su hermano le había pasado el brazo por encima. Probablemente de estar despierto le habría gruñido y mirado de reojo con mala cara, pero en ese estado... bah.
A media noche él mismo sentía frío, su cuerpo, al estar descubierto de alguna manta o algo que hiciera que la temperatura de su cuerpo se mantuviese, había hecho que la sensación térmica, al despertarse, fuese una bastante fría. Aquello era también en parte culpa de su hermano, brazo de el cual tenía sobre su propio cuerpo, teniéndolo sujeto en un medio abrazo, y que estaba totalmente helado. - Joder... Adnan... - Dijo con voz ronca, incorporándose un poco con intención de ir a coger la manta para cubrir los cuerpos de ambos. Cuando quiso separarse y zafarse del amarre de su hermano, lo único que consiguió fue que el mayor, apretase mas aquél abrazo en torno a su cintura.
Ayyûb resopló y puso un momento los ojos en blanco, negando con la cabeza. - Eres un jodido pesado, helado, yonki... suéltame joder, Adnan... - Dijo quejicoso, tratando de que le soltase, pero estando medio tonto por el sueño y el par de rallas que se había metido con anterioridad en el cuerpo.
Bufó y se quedó quieto, mirando a un punto fijo en la pared donde no había nada, pero que al parecer le había resultado de lo mas hipnótica.
Hizo un sonido de queja tras un rato y negó con la cabeza, alcanzando la botella de agua para dar un trago, y entonces, tras dejarla de lado, volver a intentar zafarse del amarre de su hermano. - Kadar... suelta... estás frío, tienes que entrar en calor... y no me dejas coger la puta manta... - Se quejaba mientras aún trataba de que su hermano le soltase. - Y yo también tengo frío...
El muy cabrón estaba muy dormido.
A media noche él mismo sentía frío, su cuerpo, al estar descubierto de alguna manta o algo que hiciera que la temperatura de su cuerpo se mantuviese, había hecho que la sensación térmica, al despertarse, fuese una bastante fría. Aquello era también en parte culpa de su hermano, brazo de el cual tenía sobre su propio cuerpo, teniéndolo sujeto en un medio abrazo, y que estaba totalmente helado. - Joder... Adnan... - Dijo con voz ronca, incorporándose un poco con intención de ir a coger la manta para cubrir los cuerpos de ambos. Cuando quiso separarse y zafarse del amarre de su hermano, lo único que consiguió fue que el mayor, apretase mas aquél abrazo en torno a su cintura.
Ayyûb resopló y puso un momento los ojos en blanco, negando con la cabeza. - Eres un jodido pesado, helado, yonki... suéltame joder, Adnan... - Dijo quejicoso, tratando de que le soltase, pero estando medio tonto por el sueño y el par de rallas que se había metido con anterioridad en el cuerpo.
Bufó y se quedó quieto, mirando a un punto fijo en la pared donde no había nada, pero que al parecer le había resultado de lo mas hipnótica.
Hizo un sonido de queja tras un rato y negó con la cabeza, alcanzando la botella de agua para dar un trago, y entonces, tras dejarla de lado, volver a intentar zafarse del amarre de su hermano. - Kadar... suelta... estás frío, tienes que entrar en calor... y no me dejas coger la puta manta... - Se quejaba mientras aún trataba de que su hermano le soltase. - Y yo también tengo frío...
El muy cabrón estaba muy dormido.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Cuando notó como su hermano se removía, aún pensando que sería Rang, se aferró a él, tenía muchísimo calor, su cuerpo ardía por dentro a pesar de que exteriormente estaría helado cual cubito de hielo. Esa sensación contradictoria a él casi no le afectaba, pero al parecer había molestado a su hermano hasta el punto en que se había despertado y no parecía tener mucho ánimo para volver a dormirse, tanto así que se removió, criticó e insultó hasta quedarse a gusto.
-Tu nunca has hablado así… - dijo aquello, sintiéndose raro al descubrir que Rang no era aquella persona que estaba siendo atado por su brazo, por aquel brazo que hasta hace un instante se aferraba a su cintura, una cintura como dos veces más amplia que la que estaba acostumbrado a acariciar en el cuerpo de la chica, movió la mano, hacía arriba, hasta encontrar su hombro, y oyó sus palabras, las que quedaban, nadie más le llamaba Kadar aparte de su hermano – ¿frío? – alejó el brazo del chico, despegándose de él – yo tengo calor, creo.
Recordó lo que había ingerido, donde había estado y como había llegado hasta el apartamento, desde ese momento no recordaba nada más, y eso que no había tomado nada extra… el cerebro a veces jugaba muy malas pasadas.
-Debería cubrirme… si – le dio la razón a su hermano, aceptó la manta y se giró, dándole la espalda por un momento, sintiéndose jodidamente incómodo, había estado abrazado a él todo el rato, si, quería cariño, o algo así, y había pensado en Rang, no en el muchacho, pero eso no quitaba lo que había hecho – lo siento, creo que estaba delirando un poquito – se disculpó no muy seguro de lo que decir en realidad, no era una situación muy común – yo… supongo que fue un poco raro o incómodo ¿no? – rió un poco, a él le resultaría así si su hermano de pronto decidiera dormir abrazado a él como si fuera su novia, coño, pero ya había pasado, a ver qué hacer para remediarlo –¿Tienes agua o algo?
Tragó la poca saliva que tenía en la boca y se incorporó, él se sentía arder pero su hermano juraba que tenía la piel fría.
-Yub… ¿debería darme una ducha caliente quizás? Yo siento calor… – esperaría el consejo de su hermano antes de meterse en el baño, y seguramente le pediría que entrara o al menos estuviera atento, aún se sentía bajo los efectos, si todo se jodía y se le iba la cabeza podía terminar mal en el suelo de la ducha.
-Tu nunca has hablado así… - dijo aquello, sintiéndose raro al descubrir que Rang no era aquella persona que estaba siendo atado por su brazo, por aquel brazo que hasta hace un instante se aferraba a su cintura, una cintura como dos veces más amplia que la que estaba acostumbrado a acariciar en el cuerpo de la chica, movió la mano, hacía arriba, hasta encontrar su hombro, y oyó sus palabras, las que quedaban, nadie más le llamaba Kadar aparte de su hermano – ¿frío? – alejó el brazo del chico, despegándose de él – yo tengo calor, creo.
Recordó lo que había ingerido, donde había estado y como había llegado hasta el apartamento, desde ese momento no recordaba nada más, y eso que no había tomado nada extra… el cerebro a veces jugaba muy malas pasadas.
-Debería cubrirme… si – le dio la razón a su hermano, aceptó la manta y se giró, dándole la espalda por un momento, sintiéndose jodidamente incómodo, había estado abrazado a él todo el rato, si, quería cariño, o algo así, y había pensado en Rang, no en el muchacho, pero eso no quitaba lo que había hecho – lo siento, creo que estaba delirando un poquito – se disculpó no muy seguro de lo que decir en realidad, no era una situación muy común – yo… supongo que fue un poco raro o incómodo ¿no? – rió un poco, a él le resultaría así si su hermano de pronto decidiera dormir abrazado a él como si fuera su novia, coño, pero ya había pasado, a ver qué hacer para remediarlo –¿Tienes agua o algo?
Tragó la poca saliva que tenía en la boca y se incorporó, él se sentía arder pero su hermano juraba que tenía la piel fría.
-Yub… ¿debería darme una ducha caliente quizás? Yo siento calor… – esperaría el consejo de su hermano antes de meterse en el baño, y seguramente le pediría que entrara o al menos estuviera atento, aún se sentía bajo los efectos, si todo se jodía y se le iba la cabeza podía terminar mal en el suelo de la ducha.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Aquella primera frase de su hermano le hizo fruncir el ceño y arrugar la nariz. ¿Qué el nunca había hablado así? Estaba claro que pensaba que su hermano menor no era a quien realmente tenía abrazado. El menor ya lo dudó en el momento en el que Kadar le abrazó, pero ahora ya al escucharle decir aquello, solo le quedaba absolutamente claro.
Suspiró pesadamente cuando finalmente su hermano deshizo el abrazo y pudo alcanzar la manta, mirándole de reojo después, arrugando la nariz cuando el propio Adnan se hubo apoderado de casi toda la manta, en la que se enroscó antes de terminar dándole la espalda a su hermano menor. - Tapate aunque tengas calor, ya te lo he dicho antes. - Esa era otra de las ocasiones en las que Adnan parecía el hermano pequeño y no Ayyûb, joder.
Este rodó los ojos y negó con la cabeza, tumbándose en la cama, no durando demasiado en ese estado ya que se tuvo que incorporar para alcanzar el agua que su hermano acababa de preguntarle si tenía.
Alcanzó la botella, en ese momento se alegraba de haber elegido bien, y se la tendió a su hermano, esperando a que se semi incorporase al menos, para que bebiese, quedándose mirándole de reojo, con el ceño fruncido, pensando que responder a las preguntas que le había hecho antes de pedirle el agua.
- Da igual, eres mi hermano, no es como si fueses un simple colega o incluso un desconocido. - Se encogió de hombros, quitándole importancia a que hubiesen estado durmiendo por un rato abrazados. A fin de cuentas, no era algo por lo que se iban a morir ni el uno ni el otro, que solo había sido un abrazo, joder.
Giró el rostro para mirarle, con el pelo despeinado y con cara de estar dormido, y algo drogado, aunque nada en comparación con el mayor de los Yesenes. - No se... no deberías de meterte a la ducha. - Arrugó la nariz. - El agua caliente te sentaría bien para templarte al menos pero... no deberías de ducharte solo... ya sabes, si te caes o lo que sea, cualquier mierda que pueda joderte... - Susurró un poco mientras se pasaba la mano por el pelo y bostezaba un poco.
Suspiró pesadamente cuando finalmente su hermano deshizo el abrazo y pudo alcanzar la manta, mirándole de reojo después, arrugando la nariz cuando el propio Adnan se hubo apoderado de casi toda la manta, en la que se enroscó antes de terminar dándole la espalda a su hermano menor. - Tapate aunque tengas calor, ya te lo he dicho antes. - Esa era otra de las ocasiones en las que Adnan parecía el hermano pequeño y no Ayyûb, joder.
Este rodó los ojos y negó con la cabeza, tumbándose en la cama, no durando demasiado en ese estado ya que se tuvo que incorporar para alcanzar el agua que su hermano acababa de preguntarle si tenía.
Alcanzó la botella, en ese momento se alegraba de haber elegido bien, y se la tendió a su hermano, esperando a que se semi incorporase al menos, para que bebiese, quedándose mirándole de reojo, con el ceño fruncido, pensando que responder a las preguntas que le había hecho antes de pedirle el agua.
- Da igual, eres mi hermano, no es como si fueses un simple colega o incluso un desconocido. - Se encogió de hombros, quitándole importancia a que hubiesen estado durmiendo por un rato abrazados. A fin de cuentas, no era algo por lo que se iban a morir ni el uno ni el otro, que solo había sido un abrazo, joder.
Giró el rostro para mirarle, con el pelo despeinado y con cara de estar dormido, y algo drogado, aunque nada en comparación con el mayor de los Yesenes. - No se... no deberías de meterte a la ducha. - Arrugó la nariz. - El agua caliente te sentaría bien para templarte al menos pero... no deberías de ducharte solo... ya sabes, si te caes o lo que sea, cualquier mierda que pueda joderte... - Susurró un poco mientras se pasaba la mano por el pelo y bostezaba un poco.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
No iba a ser tan fácil que Adnan dejara de obsesionarse, ni siquiera sabía que había podido decir durante todo aquel tiempo, si había hablado de Rang o de la mierda de lo que había pasado, pero su hermano parecía muy normal con todo, así que suponía que nada más raro de lo usual.
Bebió del agua que le había dado, un trago muy largo, y se envolvió en la manta, observando a su hermano, era un poco extraño todo aquello, en un principio había decidido que no quería verlo y ahora estaban ahí juntos, y él lo cuidaba, como siempre.
-Tienes cara de haberte metido una raya – dijo medio riendo, intentando bromear, sin recordar que él mismo le había preparado una horas atrás –tu también tienes mala cara y si no quieres que me pueda caer ni nada siempre podemos darnos una ducha juntos, no sería la primera vez… supongo, que aunque no fuera ducha los baños de críos en el lago eran más o menos lo mismo.
En ese estado era muy fácil que se pusiera a rememorar el pasado, pensar en momentos mucho mejores, evocar pasado, y bueno, con su hermano sí que tenía muchos recuerdos bien felices, no como con el resto de la humanidad.
-Anda, vamos… creo que ambos necesitamos esa ducha, y además, ya estoy cansado de oler a whisky, creo que me tiré un vaso encima o algo así… por cierto, ni recuerdo haber pagado la última copa, bueno, supongo que en la Tármica estarán acostumbrados a eso.
Se puso en pie, aún envuelto en la manta, se sentía sudoroso pero también sabía que lo que su hermano decía era totalmente cierto, necesitaba esa buena ducha más que el comer y no iba a ser él quien se negara salud, no en esos momentos, no con él delante.
-¿Dije algo raro mientras dormía, o deliraba, o algo? La verdad es que pensaba pasar el resto del día solo y por eso no me importó mucho meterme eso, pero es demasiado alucinógeno o algo así.
Estaba en pie, esperando a que hermano lo siguiera y cogió, mientras tanto, ropa limpia para los dos.
Bebió del agua que le había dado, un trago muy largo, y se envolvió en la manta, observando a su hermano, era un poco extraño todo aquello, en un principio había decidido que no quería verlo y ahora estaban ahí juntos, y él lo cuidaba, como siempre.
-Tienes cara de haberte metido una raya – dijo medio riendo, intentando bromear, sin recordar que él mismo le había preparado una horas atrás –tu también tienes mala cara y si no quieres que me pueda caer ni nada siempre podemos darnos una ducha juntos, no sería la primera vez… supongo, que aunque no fuera ducha los baños de críos en el lago eran más o menos lo mismo.
En ese estado era muy fácil que se pusiera a rememorar el pasado, pensar en momentos mucho mejores, evocar pasado, y bueno, con su hermano sí que tenía muchos recuerdos bien felices, no como con el resto de la humanidad.
-Anda, vamos… creo que ambos necesitamos esa ducha, y además, ya estoy cansado de oler a whisky, creo que me tiré un vaso encima o algo así… por cierto, ni recuerdo haber pagado la última copa, bueno, supongo que en la Tármica estarán acostumbrados a eso.
Se puso en pie, aún envuelto en la manta, se sentía sudoroso pero también sabía que lo que su hermano decía era totalmente cierto, necesitaba esa buena ducha más que el comer y no iba a ser él quien se negara salud, no en esos momentos, no con él delante.
-¿Dije algo raro mientras dormía, o deliraba, o algo? La verdad es que pensaba pasar el resto del día solo y por eso no me importó mucho meterme eso, pero es demasiado alucinógeno o algo así.
Estaba en pie, esperando a que hermano lo siguiera y cogió, mientras tanto, ropa limpia para los dos.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Hizo una mueca cuando su hermano le dijo aquello. - No, una raya no, dos. - Le dijo en un gruñido y le dio un golpe en el brazo, a modo de queja antes de ver como se reía de forma estúpida y como seguía hablando.
Ayyûb se quedó mirándole fijamente a los ojos, parpadeando de forma pausada, tranquila, y se encogió de hombros. - Mh... bueno, si supongo que es como cuando eramos niños... total, ya sabes que por verte en pelotas no me voy a alarmar. Tenemos lo mismo. - Se rió ahora él de forma estúpida y volvió a encogerse de hombros, quitándole importancia a aquello. - Y ya sabes que me da igual que me veas en pelotas, parece que te de a ti mas apuro.
Ambos rieron un poco de forma estúpida, volviendo por un momento fugaz aquellos baños en el lago en los que trataban de ahogarse el uno al otro hasta que acababan demasiado ahogados, volviéndose ambos indefensos y ya mansos, donde simplemente jugaban o no hacían nada.
Al escuchar el comentario de su hermano sobre oler a whisky, él mismo se olisqueó, sin notar en absoluto aquél olor que él dijo, entonces estiró un poco el cuello para olisquear a su hermano. - Si, parece que si... es cosa tuya. - Le dijo y sintió la mirada de su hermano, quizás un poco molesto, y también ido, pero el menor solo sonrió de lado, capullo. - Bueno... las copas esas las pague yo, así que olvidate y ve a darte una ducha, Adnan.
Lo vio incorporarse, robando consigo toda la manta. - No dijiste nada raro, así que... ¿a caso hay algo que no quieras contarme..? - Negó con la cabeza, y mientras Adnan cogía ropa para ambos, Ayyûb de forma algo torpe se incorporó, medio tropezando con sus propios pies, mirando a Adnan de reojo antes de ir directamente hacia el baño, donde haría algo de tiempo viendo si conseguía poner el agua regulada a una temperatura agradable, más caliente que templada, pero que no fuese a resultar incomoda a uno ni al otro. El menor tenía frío, y aunque el mayor de los Yesenes no dijese que lo tuviese, estaba claro que también tenía frío, joder, que era un puto cubito de hielo que había incluso dado mas frío al menor de ambos.
Se desnudó de forma apresurada, dejando la ropa tirada a un lado, y sin más se metió en la ducha, colocándose justo debajo del chorro de agua, apoyando la frente, con los ojos cerrados, en la pared, bostezando un poco,.
Ayyûb se quedó mirándole fijamente a los ojos, parpadeando de forma pausada, tranquila, y se encogió de hombros. - Mh... bueno, si supongo que es como cuando eramos niños... total, ya sabes que por verte en pelotas no me voy a alarmar. Tenemos lo mismo. - Se rió ahora él de forma estúpida y volvió a encogerse de hombros, quitándole importancia a aquello. - Y ya sabes que me da igual que me veas en pelotas, parece que te de a ti mas apuro.
Ambos rieron un poco de forma estúpida, volviendo por un momento fugaz aquellos baños en el lago en los que trataban de ahogarse el uno al otro hasta que acababan demasiado ahogados, volviéndose ambos indefensos y ya mansos, donde simplemente jugaban o no hacían nada.
Al escuchar el comentario de su hermano sobre oler a whisky, él mismo se olisqueó, sin notar en absoluto aquél olor que él dijo, entonces estiró un poco el cuello para olisquear a su hermano. - Si, parece que si... es cosa tuya. - Le dijo y sintió la mirada de su hermano, quizás un poco molesto, y también ido, pero el menor solo sonrió de lado, capullo. - Bueno... las copas esas las pague yo, así que olvidate y ve a darte una ducha, Adnan.
Lo vio incorporarse, robando consigo toda la manta. - No dijiste nada raro, así que... ¿a caso hay algo que no quieras contarme..? - Negó con la cabeza, y mientras Adnan cogía ropa para ambos, Ayyûb de forma algo torpe se incorporó, medio tropezando con sus propios pies, mirando a Adnan de reojo antes de ir directamente hacia el baño, donde haría algo de tiempo viendo si conseguía poner el agua regulada a una temperatura agradable, más caliente que templada, pero que no fuese a resultar incomoda a uno ni al otro. El menor tenía frío, y aunque el mayor de los Yesenes no dijese que lo tuviese, estaba claro que también tenía frío, joder, que era un puto cubito de hielo que había incluso dado mas frío al menor de ambos.
Se desnudó de forma apresurada, dejando la ropa tirada a un lado, y sin más se metió en la ducha, colocándose justo debajo del chorro de agua, apoyando la frente, con los ojos cerrados, en la pared, bostezando un poco,.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Más apuro, si, había que decir que haber visto a su hermano como solía ver a Rang no era muy cómodo para él, menos aún teniendo en cuenta que se había puesto a abrazarlo y tal. Por mucho que todo hubiera sido inducido por visiones y que el egipcio ni siquiera debía saber que era lo que había visto en él exactamente o lo que fuera, seguía siendo bastante incómodo, las drogas a veces subían demasiado la lívido y teniendo en cuenta pasados acontecimientos con la coreana, se le hacía muy malo haberse puesto así con alguien que no solo era de su familia, si no que para rematar era un hombre.
-Claro que soy yo, a ti no te dejaría beber algo tan fuerte, eres mi hermanito, si no te cuido yo a ver quien lo hace.
Dijo aquello casi en broma, por reírse o algo sobre que se pusiera a olisquearle, o más bien para evitarse a si mismo pensar más en esa idiotez de antes, estando en ese estado mental era demasiado fácil obsesionarlo con algo.
Cuando vio como Ayyûb se metía en el baño le siguió cargando la ropa, y se apoyó un poco en la puerta, lo último que habían hablado en ese momento fue lo de si tenía algo que ocultarle, pues tanta preocupación había hecho mella en su hermano, por el tema de que era eso que no podía decir.
-A ver, no hay nada que no quiera contarte, solo cosas que prefiero decir con tiempo, tras pensarlas o algo… ya sabes, temas un poco delicados e incómodos.
Se había apoyado en el lavabo para tener un soporte a la hora de desnudarse, sentía que aún estaba jodido por la mierda esa y después de haber dormido se había quedado medio tonto, se quitó toda la ropa, como siempre joder, iba a la ducha, y cuando al fin oyó como su hermano estaba con eso se metió en la misma.
Su hermano estaba mojándose tranquilamente, intentando quizás entrar en calor con el agua tibia, él no podía hacerlo a la vez, por motivos obvios, el agua no daba para tanto con esa potencia, lo que sí hizo fue salir a por la varita y hacer que, mágicamente la alcachofa de la ducha se ampliara y así cubriera más espacio, ahora si podían estar mojándose a la vez sin necesidad de estar piel con piel, que era lo que se le haría raro.
-Yub, te veo un poco mal – dijo aquello ligeramente angustiado, le pasó la mano por la espalda en un gesto que buscaba ser reconfortante, era su hermano, por los mil demonios… - ¿pongo más caliente esto?¿quieres salirte de aquí? Siempre puedes vigilarme desde fuera.
No iba a ofrecerse a lavarle la espalda ni la cabeza, pero si que se podía preocupar por él, coño.
-Claro que soy yo, a ti no te dejaría beber algo tan fuerte, eres mi hermanito, si no te cuido yo a ver quien lo hace.
Dijo aquello casi en broma, por reírse o algo sobre que se pusiera a olisquearle, o más bien para evitarse a si mismo pensar más en esa idiotez de antes, estando en ese estado mental era demasiado fácil obsesionarlo con algo.
Cuando vio como Ayyûb se metía en el baño le siguió cargando la ropa, y se apoyó un poco en la puerta, lo último que habían hablado en ese momento fue lo de si tenía algo que ocultarle, pues tanta preocupación había hecho mella en su hermano, por el tema de que era eso que no podía decir.
-A ver, no hay nada que no quiera contarte, solo cosas que prefiero decir con tiempo, tras pensarlas o algo… ya sabes, temas un poco delicados e incómodos.
Se había apoyado en el lavabo para tener un soporte a la hora de desnudarse, sentía que aún estaba jodido por la mierda esa y después de haber dormido se había quedado medio tonto, se quitó toda la ropa, como siempre joder, iba a la ducha, y cuando al fin oyó como su hermano estaba con eso se metió en la misma.
Su hermano estaba mojándose tranquilamente, intentando quizás entrar en calor con el agua tibia, él no podía hacerlo a la vez, por motivos obvios, el agua no daba para tanto con esa potencia, lo que sí hizo fue salir a por la varita y hacer que, mágicamente la alcachofa de la ducha se ampliara y así cubriera más espacio, ahora si podían estar mojándose a la vez sin necesidad de estar piel con piel, que era lo que se le haría raro.
-Yub, te veo un poco mal – dijo aquello ligeramente angustiado, le pasó la mano por la espalda en un gesto que buscaba ser reconfortante, era su hermano, por los mil demonios… - ¿pongo más caliente esto?¿quieres salirte de aquí? Siempre puedes vigilarme desde fuera.
No iba a ofrecerse a lavarle la espalda ni la cabeza, pero si que se podía preocupar por él, coño.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Asintió un poco a las palabras de su hermano, permaneciendo con los ojos cerrados y la cabeza apoyada sobre la pared aún. Le escuchó y simplemente repitió aquél gesto con la cabeza, entreabriendo los ojos, terminando por mirarle de reojo al haber sentido como hacía aquello, notando que ahora el agua le mojaba aún mas que lo que estaba mojándose antes, que como quien decía, apenas era la cabeza y poco más. - Entonces supongo que ya me lo contarás mañana... o te lo saco a hostias. - Agregó cuando iba a haberse callado.
- Estoy bien. - Comentó con voz algo ronca justo antes de aclararse la garganta y sonreír ladeado, queriendo que su hermano no se preocupase. - Aquí el único tipo con mala cara eres tu, hermano. - Le guiñó el ojo y se rió un poco, negando con la cabeza.
Suspiró y tras dejar un rato el agua del mismo modo, subió la temperatura caliente de la misma, suspirando y pasándose la mano por el pelo, se terminó por peinar hacia atrás. Miró de reojo a su hermano y tras bufar, se acuclilló en el suelo, empezaba a notar la cabeza algo embotada e incluso podía decirse que se estaba mareando un poco, probablemente por el calor que empezaba a formarse ahí mismo.
Cerró los ojos y tragó saliva, suspirando después, abrazándose la cabeza con ambos brazos, cubriéndola. - Está bien, puedo vigilarte desde aquí. - Comentó muy tarde desde que el mayor de los dos le comentó aquello de que le vigilase de fuera. Se quedaría un rato así, después se pondría de pie cuando dejase de sentirse algo mareado, y ya se saldría a vigilar a su hermano desde fuera cuando dejase de notar en la palma de las manos, que la piel la seguía teniendo fría a pesar del agua caliente que le caía encima.
- No creo... que sean horas de comer... pero no se si tengo un poco de hambre, o simplemente si no quiero hacer nada o qué. - Comentó con una mueca, mirando a un punto fijo del suelo del plato de la ducha.
- Estoy bien. - Comentó con voz algo ronca justo antes de aclararse la garganta y sonreír ladeado, queriendo que su hermano no se preocupase. - Aquí el único tipo con mala cara eres tu, hermano. - Le guiñó el ojo y se rió un poco, negando con la cabeza.
Suspiró y tras dejar un rato el agua del mismo modo, subió la temperatura caliente de la misma, suspirando y pasándose la mano por el pelo, se terminó por peinar hacia atrás. Miró de reojo a su hermano y tras bufar, se acuclilló en el suelo, empezaba a notar la cabeza algo embotada e incluso podía decirse que se estaba mareando un poco, probablemente por el calor que empezaba a formarse ahí mismo.
Cerró los ojos y tragó saliva, suspirando después, abrazándose la cabeza con ambos brazos, cubriéndola. - Está bien, puedo vigilarte desde aquí. - Comentó muy tarde desde que el mayor de los dos le comentó aquello de que le vigilase de fuera. Se quedaría un rato así, después se pondría de pie cuando dejase de sentirse algo mareado, y ya se saldría a vigilar a su hermano desde fuera cuando dejase de notar en la palma de las manos, que la piel la seguía teniendo fría a pesar del agua caliente que le caía encima.
- No creo... que sean horas de comer... pero no se si tengo un poco de hambre, o simplemente si no quiero hacer nada o qué. - Comentó con una mueca, mirando a un punto fijo del suelo del plato de la ducha.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Intentó dejar de lado el hecho de que tarde o temprano debería contarle a su hermano todo lo que había pasado, en la universidad, tanto con sus compañeros como la expulsión maldita, no podría mentirle eternamente, eso estaba más que claro.
Cuando dijo aquello de que estaba bien no se lo creyó, era bastante obvio que le pasaba algo y por mucho que dijera que no, la actitud que cogió al poco tiempo era una muestra innegable de que realmente sí que pasaba algo. Se había quedado agachado en el suelo y no parecía con muchas ganas de moverse de ahí, como si le hubiera dado un chungo.
-No estás bien, mírate.
Se inclinó junto a él, notando el agua sobre su cabeza, pegándolo a su pelo a la misma, notaba el calor reconfortante y abrazó a su hermano, gesto que nunca tenía con él, ni con nadie, y lo ayudó a ponerse en pie, saliendo de la ducha con todo cuidado.
-Vamos… no te vas a quedar así… – cogió una toalla y la usó para envolver al chico por la espalda, lo había obligado a sentarse en la taza del váter y con gestos cariñosos le secaba, no haría nada así por nadie más que no fuera él – Si quieres comer yo te hago lo que sea… estoy un poco colocado, pero vivo todo el día colocado, así que por eso no hay que preocuparse.
Suspiró y se acuclilló frente a él, entre sus piernas, para poder mirarle a la cara que tenía cabizbaja, se había olvidado que iban totalmente desnudos y todo lo demás.
-Yub, tienes que cuidarte, carajos, y no te metas la mierda que te doy cuando estoy drogado… ahí nada bueno sale de mi.
Bufó y se dejó caer hacía atrás en el suelo, notando el frio del mismo en el trasero y quejándose un poco por ello.
-¿Qué quieres que te haga para comer ahora? Cualquier cosa me vale…
Cuando dijo aquello de que estaba bien no se lo creyó, era bastante obvio que le pasaba algo y por mucho que dijera que no, la actitud que cogió al poco tiempo era una muestra innegable de que realmente sí que pasaba algo. Se había quedado agachado en el suelo y no parecía con muchas ganas de moverse de ahí, como si le hubiera dado un chungo.
-No estás bien, mírate.
Se inclinó junto a él, notando el agua sobre su cabeza, pegándolo a su pelo a la misma, notaba el calor reconfortante y abrazó a su hermano, gesto que nunca tenía con él, ni con nadie, y lo ayudó a ponerse en pie, saliendo de la ducha con todo cuidado.
-Vamos… no te vas a quedar así… – cogió una toalla y la usó para envolver al chico por la espalda, lo había obligado a sentarse en la taza del váter y con gestos cariñosos le secaba, no haría nada así por nadie más que no fuera él – Si quieres comer yo te hago lo que sea… estoy un poco colocado, pero vivo todo el día colocado, así que por eso no hay que preocuparse.
Suspiró y se acuclilló frente a él, entre sus piernas, para poder mirarle a la cara que tenía cabizbaja, se había olvidado que iban totalmente desnudos y todo lo demás.
-Yub, tienes que cuidarte, carajos, y no te metas la mierda que te doy cuando estoy drogado… ahí nada bueno sale de mi.
Bufó y se dejó caer hacía atrás en el suelo, notando el frio del mismo en el trasero y quejándose un poco por ello.
-¿Qué quieres que te haga para comer ahora? Cualquier cosa me vale…
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Bufó con las palabras de insistencia de su hermano y frunció algo mas el ceño, girando el rostro para mirarle. Se mordió el labio inferior y volvió a cerrar los ojos, frunciendo algo mas el ceño, notando enseguida el abrazo de su hermano, como le ayudaba incluso a ponerse en pie y salir de la ducha, por mucho que el menor se quejase de que estaba bien una y otra vez, de que le dijese que estaba bien en la ducha con el agua caliente.
Suspiró y relajó apenas un poco el gesto cuando notó el nuevo gesto que había tenido con él su hermano, notando como le secaba un poco con la toalla, entreabriendo los ojos para mirarle, viendo como su hermano mayor se inclinaba un poco para, ahora que estaba sentado, poder alcanzar mejor a secarle de aquella forma. Ayyûb volvió a cerrar los ojos y se mordió el interior de la mejilla, sonriendo un poco ladeado. - No hace falta... está bien, estoy bien así...
Agachó la cabeza, la vista, para quedarse mirando al suelo y suspiró, cerrando los ojos justo antes de sentir como su hermano quedaba a una altura aún mas baja, abriendo un poco los ojos para mirarle.
Se encogió de hombros y sonrió ladeado, negando con la cabeza. - Sé cuidarme... probablemente me cuido mucho mas que tú... así que dejame meterme algo de la mierda que me ofreces cuando estás drogado, que sino no hay forma de que pueda drogarme. - Se rió un poco de forma estúpida y se inclinó un poco hacia delante, notando como su hermano se alejaba un poco, pero apenas fue para sentarse en el suelo. Se rió al escucharle quejarse, y entonces, cerró los ojos y apoyó la frente sobre la de su hermano, suspirando y cubriéndose algo mas con la toalla que tenía sobre los hombros.
- Da igual... está bien así. - Dijo sin abrir los ojos, notando como estaba empezando a sentirse bastante frío por el contraste de estar bajo el agua caliente, a estar con el cuerpo mojado fuera de la ducha.
Suspiró y relajó apenas un poco el gesto cuando notó el nuevo gesto que había tenido con él su hermano, notando como le secaba un poco con la toalla, entreabriendo los ojos para mirarle, viendo como su hermano mayor se inclinaba un poco para, ahora que estaba sentado, poder alcanzar mejor a secarle de aquella forma. Ayyûb volvió a cerrar los ojos y se mordió el interior de la mejilla, sonriendo un poco ladeado. - No hace falta... está bien, estoy bien así...
Agachó la cabeza, la vista, para quedarse mirando al suelo y suspiró, cerrando los ojos justo antes de sentir como su hermano quedaba a una altura aún mas baja, abriendo un poco los ojos para mirarle.
Se encogió de hombros y sonrió ladeado, negando con la cabeza. - Sé cuidarme... probablemente me cuido mucho mas que tú... así que dejame meterme algo de la mierda que me ofreces cuando estás drogado, que sino no hay forma de que pueda drogarme. - Se rió un poco de forma estúpida y se inclinó un poco hacia delante, notando como su hermano se alejaba un poco, pero apenas fue para sentarse en el suelo. Se rió al escucharle quejarse, y entonces, cerró los ojos y apoyó la frente sobre la de su hermano, suspirando y cubriéndose algo mas con la toalla que tenía sobre los hombros.
- Da igual... está bien así. - Dijo sin abrir los ojos, notando como estaba empezando a sentirse bastante frío por el contraste de estar bajo el agua caliente, a estar con el cuerpo mojado fuera de la ducha.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
No quería ni oír hablar de aquello, que él había sido quien le había ofrecido la mierda, que su hermano estaba jodido por él. Se sentía jodidamente culpable, tanto que cuando notó la frente húmeda de su hermano, apoyada sobre la propia suspiró.
-¿Has pensado alguna vez en dejarte el pelo largo? – dijo aquello en apenas un susurro, haciendo que su aliento se calara, cálido y agradable, en los labios de su hermano, pues era lo que quedaba más cercano a los mismos.
Aún tenía toda aquella mierda en el cuerpo y al parecer en cuanto pensaba en polladas mierdosas y que le hacían rallarse su cerebro se redireccionaba solito a cualquier otro punto de su cabeza, haciéndole ahora pensar en cómo se vería su hermano con el cabello largo, liso, negro…
-Te imagino con el pelo a media espalda – con todo el trabajo del mundo levantó ambas manos y las puso sobre la toalla, en la mitad de la espalda de su hermano, marcándole el lugar – hasta aquí…
Echó la cabeza atrás, haciendo que su hermano ya no quedara apoyado en él, pero sin dejar que se alejara por el lugar donde había puesto las manos, lo único que ahora en lugar de estar frente con frente los labios de Adnan reposaban en la frente de su hermano, la cual sin pensarlo siquiera besó con cuidado, y suspiró después.
- Creo que eres la única persona que se preocupa realmente de mi - musitó muy bajito, un tanto angustiado, pero de pronto se le volvió a meter su novia en la cabeza, no, él no era el único, pero ella no estaba ahí y sabía que ya no iban a poder estar juntos más, así que sería lo mejor dejar de pensar en ella – ¿te dejarías el pelo largo si yo te dijera que quiero verte así?
Tenía los pensamientos en vete a sabe dónde, y la cabeza, físicamente hablando, se volvió a mover, buscándole ahora los labios, solo para darle un suave, superficial y rápido beso en los mismos, antes de cerrar los ojos, sin saber si dormirse en el acto o que hacer.
-¿Has pensado alguna vez en dejarte el pelo largo? – dijo aquello en apenas un susurro, haciendo que su aliento se calara, cálido y agradable, en los labios de su hermano, pues era lo que quedaba más cercano a los mismos.
Aún tenía toda aquella mierda en el cuerpo y al parecer en cuanto pensaba en polladas mierdosas y que le hacían rallarse su cerebro se redireccionaba solito a cualquier otro punto de su cabeza, haciéndole ahora pensar en cómo se vería su hermano con el cabello largo, liso, negro…
-Te imagino con el pelo a media espalda – con todo el trabajo del mundo levantó ambas manos y las puso sobre la toalla, en la mitad de la espalda de su hermano, marcándole el lugar – hasta aquí…
Echó la cabeza atrás, haciendo que su hermano ya no quedara apoyado en él, pero sin dejar que se alejara por el lugar donde había puesto las manos, lo único que ahora en lugar de estar frente con frente los labios de Adnan reposaban en la frente de su hermano, la cual sin pensarlo siquiera besó con cuidado, y suspiró después.
- Creo que eres la única persona que se preocupa realmente de mi - musitó muy bajito, un tanto angustiado, pero de pronto se le volvió a meter su novia en la cabeza, no, él no era el único, pero ella no estaba ahí y sabía que ya no iban a poder estar juntos más, así que sería lo mejor dejar de pensar en ella – ¿te dejarías el pelo largo si yo te dijera que quiero verte así?
Tenía los pensamientos en vete a sabe dónde, y la cabeza, físicamente hablando, se volvió a mover, buscándole ahora los labios, solo para darle un suave, superficial y rápido beso en los mismos, antes de cerrar los ojos, sin saber si dormirse en el acto o que hacer.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Permanecieron un momento en silencio hasta que el mayor de los Yesenes lo rompió, haciendo que Ayyûb arrugase la nariz y negase con la cabeza. - No... ya lo tuve cuando era pequeño, y no quiero volver a tenerlo así... me trataban como una niña a veces. - Bufó al recordarlo y resopló, escuchando como su hermano se reía un poco de eso, después entrecerrando los ojos al notar el cálido aliento de su hermano.
Negó un poco con la cabeza y suspiró, volviendo a cerrar los ojos, sintiendo como las manos de su hermano marcaban el límite de largura que estaba explicando. Parecía que toda la mierda que se había metido en el cuerpo su hermano estaba haciéndole desvariar un poco... ahora se dedicaba a decirle que le gustaría verle con el pelo así, de esa largura. Ni que fuese una nena o algo así.
Suspiró un poco y se quedó tal cual, notando la calidez de los labios de su hermano en la frente, haciendo que sonriese un poco, de lado.
Abrió los ojos en el momento en el que le escuchó diciéndole aquello. - Tú también eres la única persona que se preocupa por mi, Adnan. - Respondió a lo que él le acababa de decir, con lo que podía decirse que era, una sonrisa gilipollas en la cara. Hacía años, muchos, demasiados, que podría decirse que nadie tenía ni un pequeño gesto de cariño con él, y la última persona que le mostró algo de afecto, era la misma que ahí estaba insistiéndole que se dejase el pelo largo mientras podría decirse que le mimaba.
- ¿Qué tantas ganas tienes de verme con el pelo largo? - Puso una mueca. - No soy una nena, Kadar. - Le bufó pero parecía que no le había escuchado, por que lo siguiente le hubo dejado bastante pillado.
No supo como reaccionar, simplemente se quedó totalmente quieto, paralizado por vete a saber qué razón.
Ayyûb permaneció en silencio, helado, mirando a su hermano literalmente flipando, hasta que finalmente consiguió articular alguna palabra. - ¿Qué cojones...?
Negó un poco con la cabeza y suspiró, volviendo a cerrar los ojos, sintiendo como las manos de su hermano marcaban el límite de largura que estaba explicando. Parecía que toda la mierda que se había metido en el cuerpo su hermano estaba haciéndole desvariar un poco... ahora se dedicaba a decirle que le gustaría verle con el pelo así, de esa largura. Ni que fuese una nena o algo así.
Suspiró un poco y se quedó tal cual, notando la calidez de los labios de su hermano en la frente, haciendo que sonriese un poco, de lado.
Abrió los ojos en el momento en el que le escuchó diciéndole aquello. - Tú también eres la única persona que se preocupa por mi, Adnan. - Respondió a lo que él le acababa de decir, con lo que podía decirse que era, una sonrisa gilipollas en la cara. Hacía años, muchos, demasiados, que podría decirse que nadie tenía ni un pequeño gesto de cariño con él, y la última persona que le mostró algo de afecto, era la misma que ahí estaba insistiéndole que se dejase el pelo largo mientras podría decirse que le mimaba.
- ¿Qué tantas ganas tienes de verme con el pelo largo? - Puso una mueca. - No soy una nena, Kadar. - Le bufó pero parecía que no le había escuchado, por que lo siguiente le hubo dejado bastante pillado.
No supo como reaccionar, simplemente se quedó totalmente quieto, paralizado por vete a saber qué razón.
Ayyûb permaneció en silencio, helado, mirando a su hermano literalmente flipando, hasta que finalmente consiguió articular alguna palabra. - ¿Qué cojones...?
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Se guardó el comentario en un principio, él sabía que no era una nena, pero en ese momento justo le costaba decidir un poco si veía a su hermano como un hombre, como un hermano o como qué coño… porque estaba ahí, tan próximo a él, y estaba tan frío… joder, estaba helado.
Cuando al fin decidió que no podía dejar los labios pegados a los contrarios, cuando su hermano articuló aquellas escuetas palabras, cuando al final su cabeza pareció decidir que ya estaba bien de tanta idiotez, se puso en pie, aún desnudo, cogió otra toalla. No iba a responderle al chico, no iba a decir nada.
Su hermano se había quedado medio paralizado al parecer, y él aún no era consciente de si aquello que había hecho estaba bien o mal, solo sabía que había tocado la piel de su hermano y estaba jodidamente frío; pensando en eso fue que rodeó al chico por la cintura, habiendo puesto la toalla entre ambos cuerpos, no le gustaba andar abrazando a nadie, no se dejaba hacer, pero su hermano a él no podría abrazarle porque lo había rodeado con otra toalla, una por la espalda otra por el pecho, y mientras mantenía ambos cuerpos pegados le frotaba con fuerza, intentando que entrara en calor, habiéndolo obligado a ponerse en pie, claro.
-No sé - dijo esquivando su mirada, aún parecía estupefacto o algo, incómodo a medias, y Adnan no entendía bien el porqué de esa reacción, no en esos momentos, no cuando él había hecho aquello solo como un gesto de amor fraternal, o algo así, al fin y al cabo con Rang lo hacía y nadie decía nada, y él era su hermano, aún más cercano… ¿no? – solo… intentaba… no sé, agradecerte que siempre cuides de mi, o algo, solo fue un beso, siento si te molestó.
Según hablaba dejó de frotar su cuerpo con las manos, sus brazo que era en lo que se estaba centrando, él aún tenía calor y no se preocupó en absoluto de su desnudez, además dudaba que su hermano se fijara en ese momento en algo como eso, era tan poco lógico…
Cuando al fin decidió que no podía dejar los labios pegados a los contrarios, cuando su hermano articuló aquellas escuetas palabras, cuando al final su cabeza pareció decidir que ya estaba bien de tanta idiotez, se puso en pie, aún desnudo, cogió otra toalla. No iba a responderle al chico, no iba a decir nada.
Su hermano se había quedado medio paralizado al parecer, y él aún no era consciente de si aquello que había hecho estaba bien o mal, solo sabía que había tocado la piel de su hermano y estaba jodidamente frío; pensando en eso fue que rodeó al chico por la cintura, habiendo puesto la toalla entre ambos cuerpos, no le gustaba andar abrazando a nadie, no se dejaba hacer, pero su hermano a él no podría abrazarle porque lo había rodeado con otra toalla, una por la espalda otra por el pecho, y mientras mantenía ambos cuerpos pegados le frotaba con fuerza, intentando que entrara en calor, habiéndolo obligado a ponerse en pie, claro.
-No sé - dijo esquivando su mirada, aún parecía estupefacto o algo, incómodo a medias, y Adnan no entendía bien el porqué de esa reacción, no en esos momentos, no cuando él había hecho aquello solo como un gesto de amor fraternal, o algo así, al fin y al cabo con Rang lo hacía y nadie decía nada, y él era su hermano, aún más cercano… ¿no? – solo… intentaba… no sé, agradecerte que siempre cuides de mi, o algo, solo fue un beso, siento si te molestó.
Según hablaba dejó de frotar su cuerpo con las manos, sus brazo que era en lo que se estaba centrando, él aún tenía calor y no se preocupó en absoluto de su desnudez, además dudaba que su hermano se fijara en ese momento en algo como eso, era tan poco lógico…
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Se incorporó, se dejó rodar de nuevo con la toalla, secar, dar calor, tratando de que su cuerpo adquiriese una temperatura agradable y no aquella que tenía en esos momentos, helado, frío como un maldito cubito de hielo. Se hubo puesto en pie a regañadientes, quejándose, pero no quedándole mas remedio que ponerse en pie por que fue el mismo Adnan el que le obligó a estar así, incorporándole él mismo
Negó con la cabeza a las primeras palabras de su hermano en cuanto medio consiguió reaccionar. Lo que decía tenía sentido, apenas había sido un simple gesto de cariño, ¿no? Suspiró y negó después de nuevo con la cabeza, cerrando los ojos. - No, da igual... es solo que... - Hizo una pausa y gruñó, arrugando la nariz, sonrojándose algo, por vergüenza o algo así. - Es la primera vez que alguien me besa. - Puso una mueca y resopló, abriendo los ojos y girando el rostro para mirar hacia un lado donde no estuviese su hermano, quizás ahora se fuese a reír de él por que a su edad ni siquiera le hubiese besado nadie.
Tragó saliva y cerrando una vez mas los ojos apoyó la frente sobre uno de los hombros de su hermano mayor, quedándose tal cual un momento, sin saber que hacer o decir, agilipollado en gran parte.
Se separó un poco de Adnan y tras costarle un poco, se quitó las toallas del cuerpo, sintiendo por fin los brazos libres, sin tenerlos aprisionados por la culpa de aquella “coraza” que había hecho su hermano sobre su cuerpo con aquél par de toallas. - Sigo con frío, y dudo que un par de toallas húmedas vayan a conseguir que entre en calor... - Comentó y se encogió de hombros, dejándolas a un lado, pensando en salir de allí y meterse en la cama para tratar de entrar en calor o algo que dejase de hacerle sentir frío, no le agradaba esa sensación, estaba acostumbrado al calor del desierto en general a pesar de las frías noches.
Negó con la cabeza a las primeras palabras de su hermano en cuanto medio consiguió reaccionar. Lo que decía tenía sentido, apenas había sido un simple gesto de cariño, ¿no? Suspiró y negó después de nuevo con la cabeza, cerrando los ojos. - No, da igual... es solo que... - Hizo una pausa y gruñó, arrugando la nariz, sonrojándose algo, por vergüenza o algo así. - Es la primera vez que alguien me besa. - Puso una mueca y resopló, abriendo los ojos y girando el rostro para mirar hacia un lado donde no estuviese su hermano, quizás ahora se fuese a reír de él por que a su edad ni siquiera le hubiese besado nadie.
Tragó saliva y cerrando una vez mas los ojos apoyó la frente sobre uno de los hombros de su hermano mayor, quedándose tal cual un momento, sin saber que hacer o decir, agilipollado en gran parte.
Se separó un poco de Adnan y tras costarle un poco, se quitó las toallas del cuerpo, sintiendo por fin los brazos libres, sin tenerlos aprisionados por la culpa de aquella “coraza” que había hecho su hermano sobre su cuerpo con aquél par de toallas. - Sigo con frío, y dudo que un par de toallas húmedas vayan a conseguir que entre en calor... - Comentó y se encogió de hombros, dejándolas a un lado, pensando en salir de allí y meterse en la cama para tratar de entrar en calor o algo que dejase de hacerle sentir frío, no le agradaba esa sensación, estaba acostumbrado al calor del desierto en general a pesar de las frías noches.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Aquello le sorprendió solo en parte, sabía que su hermano era un poco asocial, más que él, sobre todo teniendo en cuenta que su educación fue en casa, rodeado de hermanos, primos, hermanas y familiares. Apenas conocía a gente fuera de las paredes del palacete… pero por alguna razón Adnan había dado por sentado que su hermano ya habría tenido algún que otro roce con familiares indirectos, él no tenía hermanas, si no hermanastras. Imaginaba que si no se lo había contado era por el pudor de no querer decir que había besado a alguien con quien compartía un poco de sangre.
-No lo sabía - claro que su reacción más inmediata fue burlarse de él, pero lo que hizo fue un gesto de consuelo o algo así – no quería darte tu primer beso, eso suena un poco raro.
Ahora sí que comenzaba a sentirse un poco incómodo estando desnudo con él, sobre todo después de decir aquello, y más aún ahora que su hermano volvió a desnudarse, pero carajos, era su hermano, estaba mal y todo porque le había dado mierda que su cuerpo, poco acostumbrado a las drogas, no toleraba bien.
-Vamos al cuarto, hago un conjuro y lo aclimato… y si me promete que no te vas a empalmar demasiado me pego a ti para dormir, sabes que mi temperatura corporal suele ser alta.
Alcanzó los calzoncillos, poniéndoselos antes de salir y hacer lo dicho, calentó la habitación y vio como su hermano se metía en la cama, en ese momento notó que tenía los labios amoratados. Por todos los magos del continente… estaba poniéndose jodidamente mal, y ahora sí que no le importó nada, fue tras él y se cubrió con las mantas, abrazando la espalda de su hermano. Su propio cuerpo había estado muy frio, pero con la pequeña y corta ducha entró en calor y toda aquella preocupación probablemente había hecho que se le olvidara por completo a su sistema que tenía droga dentro, por lo que volvía a ser tan cálido como siempre.
-Yub… me preocupas ¿quieres que intente buscar algún conjuro para entrar en calor? – no iba a soltarlo, no por el momento, le daba igual el abrazo o lo que fuera si es que la salud de su hermano estaba en peligro.
-No lo sabía - claro que su reacción más inmediata fue burlarse de él, pero lo que hizo fue un gesto de consuelo o algo así – no quería darte tu primer beso, eso suena un poco raro.
Ahora sí que comenzaba a sentirse un poco incómodo estando desnudo con él, sobre todo después de decir aquello, y más aún ahora que su hermano volvió a desnudarse, pero carajos, era su hermano, estaba mal y todo porque le había dado mierda que su cuerpo, poco acostumbrado a las drogas, no toleraba bien.
-Vamos al cuarto, hago un conjuro y lo aclimato… y si me promete que no te vas a empalmar demasiado me pego a ti para dormir, sabes que mi temperatura corporal suele ser alta.
Alcanzó los calzoncillos, poniéndoselos antes de salir y hacer lo dicho, calentó la habitación y vio como su hermano se metía en la cama, en ese momento notó que tenía los labios amoratados. Por todos los magos del continente… estaba poniéndose jodidamente mal, y ahora sí que no le importó nada, fue tras él y se cubrió con las mantas, abrazando la espalda de su hermano. Su propio cuerpo había estado muy frio, pero con la pequeña y corta ducha entró en calor y toda aquella preocupación probablemente había hecho que se le olvidara por completo a su sistema que tenía droga dentro, por lo que volvía a ser tan cálido como siempre.
-Yub… me preocupas ¿quieres que intente buscar algún conjuro para entrar en calor? – no iba a soltarlo, no por el momento, le daba igual el abrazo o lo que fuera si es que la salud de su hermano estaba en peligro.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
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