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Be the death of me
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Re: Be the death of me
Cuando lo vio ponerse frente a él apartó la vista por un momento, no estaba del todo cómodo… lo que él le había dicho era lo que esperaba oír, pero dicho de esa forma sonaba muy distinto, se preocupaba demasiado por él, lo vivía, y lo sabía, y a él le encantaba aquello. estaba genial sentirse así, sentir como una persona se preocupaba por él, sentía su pesar… no era solo su hermanastro, a ellos los única un vinculo que si es elegible, no como el de la hermandad.
-No te preocupes… – dijo justo antes de notar aquel golpe en la frente, siempre tenía que estropearlo todo, primero le hacía sentir así de bien y ahora de pronto estaba tan gilipollas como siempre, huyendo o vete a saber que estaba haciendo exactamente, o porqué, bueno, el por qué era obvio, él le respondería a aquel golpe con una buena hostia.
Pero respiró tranquilo, y le siguió caminando, encontrándolo en el cuarto mientras se ponía la ropa interior y le miraba desconfiado, como esperando el resultado de su pequeña broma.
-Eres un poco imbécil… pero eres mi hermano, carajos, ven aquí – dejó que terminara de cubrir su vergüenzas y se aproximó hasta él, envolviéndolo con los brazos muy fuerte, era tan jodidamente grande, casi le costaba hacer aquello, pero no importaba, simplemente apoyó su frente en el hombro contrario y lo apretó contra sí mismo. Lo quería, joder – como vuelvas a pegarme así te vas a llevar la patada del siglo, pero hoy estoy tan jodidamente idiota que me da igual… y no tiene que hablar con nuestro padre –rompió el abrazo y lo alejó un poco de él, lo justo para que pudiera estar mirándole a los ojos a la vez que hablaba – no lo haré yo , pero tu tampoco. Como me entere de que lo hiciste te perseguiré montado en Ephráïm y te mataré a base de crucios.
Suspiró, se quedó por un momento totalmente idiota mirando a su, ahora, compañero de piso. Después negó con la cabeza, ahora parecían tan estúpidas sus preocupaciones, todo a lo que anoche le dio vueltas, todo lo que realmente había tenido en la cabeza. La expulsión, los problemillas con su entrepierna, los rollos de si tenía novia o no. Ayyûb le había quitado la importancia a todo y ahora solo estaban ellos en su cabeza.
-¿Sabes que te digo? Ni me voy a preocupar por la facultad, que más da… mejor aprovechamos ahora que estamos juntos, hace muchísimo tiempo que no podemos pasar tantos días juntos, sobre todo con mi ajetreado verano.
Soltó el medio abrazo que le tenía formado a su hermano, suspiró y se pasó una mano por el pelo, sin saber realmente que hacer en ese preciso momento. Quizás el desayuno, o igual debía contarle porque estaba expulsado, o por quien, o alguna otra cosa de la que aún no le había hablado… aunque mejor con un café en la mano.
-No te preocupes… – dijo justo antes de notar aquel golpe en la frente, siempre tenía que estropearlo todo, primero le hacía sentir así de bien y ahora de pronto estaba tan gilipollas como siempre, huyendo o vete a saber que estaba haciendo exactamente, o porqué, bueno, el por qué era obvio, él le respondería a aquel golpe con una buena hostia.
Pero respiró tranquilo, y le siguió caminando, encontrándolo en el cuarto mientras se ponía la ropa interior y le miraba desconfiado, como esperando el resultado de su pequeña broma.
-Eres un poco imbécil… pero eres mi hermano, carajos, ven aquí – dejó que terminara de cubrir su vergüenzas y se aproximó hasta él, envolviéndolo con los brazos muy fuerte, era tan jodidamente grande, casi le costaba hacer aquello, pero no importaba, simplemente apoyó su frente en el hombro contrario y lo apretó contra sí mismo. Lo quería, joder – como vuelvas a pegarme así te vas a llevar la patada del siglo, pero hoy estoy tan jodidamente idiota que me da igual… y no tiene que hablar con nuestro padre –rompió el abrazo y lo alejó un poco de él, lo justo para que pudiera estar mirándole a los ojos a la vez que hablaba – no lo haré yo , pero tu tampoco. Como me entere de que lo hiciste te perseguiré montado en Ephráïm y te mataré a base de crucios.
Suspiró, se quedó por un momento totalmente idiota mirando a su, ahora, compañero de piso. Después negó con la cabeza, ahora parecían tan estúpidas sus preocupaciones, todo a lo que anoche le dio vueltas, todo lo que realmente había tenido en la cabeza. La expulsión, los problemillas con su entrepierna, los rollos de si tenía novia o no. Ayyûb le había quitado la importancia a todo y ahora solo estaban ellos en su cabeza.
-¿Sabes que te digo? Ni me voy a preocupar por la facultad, que más da… mejor aprovechamos ahora que estamos juntos, hace muchísimo tiempo que no podemos pasar tantos días juntos, sobre todo con mi ajetreado verano.
Soltó el medio abrazo que le tenía formado a su hermano, suspiró y se pasó una mano por el pelo, sin saber realmente que hacer en ese preciso momento. Quizás el desayuno, o igual debía contarle porque estaba expulsado, o por quien, o alguna otra cosa de la que aún no le había hablado… aunque mejor con un café en la mano.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Apenas vestido en ropa interior se rió, mirándole fijamente, estando atento por si a su hermano le daba por ir a atacarle de vuelta. Sonrió al escucharle decir aquello, entrecerrando los ojos al sentir como su hermano se aproximaba, quizás le iba a pegar o simplemente a insultar o algo, pero lo que el mayor hizo le hizo sonreír, suspirar un poco y corresponder un poco al abrazo. Era agradable, aunque fuese extraño. Ayyûb no estaba acostumbrado a que nadie le mostrase afecto, y que la persona mas importante para él, su hermano, le abrazase, era un gesto muy significativo para él.
Se rió un poco por la amenaza y asintió a lo de no ir a hablar con el padre de ambos, realmente aquello no era una idea que le gustase, pero por su hermano iría a hacerlo si realmente fuese necesario.
Se quedó mirándole fijamente a los ojos, asintiendo diciéndole que efectivamente le haría caso y no iría a hablar con el padre, ni el uno ni el otro. Se rió de nuevo por la amenaza, y negó con la cabeza. – No te preocupes, no va a hacer falta que saques a Eph de allí, te prometo que no pisaré el palacete a no ser que sea estrictamente necesario, y con ello me refiero recoger cosas mías. - Sonrió ladeado un se encogió de hombros. Parecía que en ese día, ese gesto se había vuelto suyo o algo.
Asintió y le dio la razón a aquello de que no debía de preocuparse por esa tontería, por que era lo que era, joder. Ni que algo como aquello fuese a impedirle tener vida o cualquier mierda.
Sintió como el abrazo se deshizo y le miró a los ojos. Estaba dudando de hacer, algo, por lo que quizás se llevaría una hostia, pero bueno... Se mordió el labio inferior mientras él mismo se debatía de si hacer o no lo que estaba pensando. Que hostia, si su hermano mayor lo había hecho el día anterior, no tenía por que reprocharle nada y además, ni él sabía como demostrarle su cariño de forma que no fuese un abrazo, y sabía que Adnan no gustaba de ello...
Negó con la cabeza y antes de que el egipcio pudiese hacer nada, el menor acercó sus labios a los de él para besarle de forma tierna, con los ojos entrecerrados, y terminó por separarse con las mejillas algo sonrojadas. ¿Cómo cojones estaba siendo tan idiota de darle sus primeros besos a su hermano? Aunque bueno, si se miraba como un gesto de cariño fraternal como bien indicó Adnan el día anterior, tampoco era nada malo, y no contaría ese tipo de besos como algo más.
Desvió la mirada y frunció un poco el ceño, sin saber que hacer, que decir. En un momento le dieron ganas de desaparecer de allí, a saber que diría, haría o pensaría su hermano.
Se rió un poco por la amenaza y asintió a lo de no ir a hablar con el padre de ambos, realmente aquello no era una idea que le gustase, pero por su hermano iría a hacerlo si realmente fuese necesario.
Se quedó mirándole fijamente a los ojos, asintiendo diciéndole que efectivamente le haría caso y no iría a hablar con el padre, ni el uno ni el otro. Se rió de nuevo por la amenaza, y negó con la cabeza. – No te preocupes, no va a hacer falta que saques a Eph de allí, te prometo que no pisaré el palacete a no ser que sea estrictamente necesario, y con ello me refiero recoger cosas mías. - Sonrió ladeado un se encogió de hombros. Parecía que en ese día, ese gesto se había vuelto suyo o algo.
Asintió y le dio la razón a aquello de que no debía de preocuparse por esa tontería, por que era lo que era, joder. Ni que algo como aquello fuese a impedirle tener vida o cualquier mierda.
Sintió como el abrazo se deshizo y le miró a los ojos. Estaba dudando de hacer, algo, por lo que quizás se llevaría una hostia, pero bueno... Se mordió el labio inferior mientras él mismo se debatía de si hacer o no lo que estaba pensando. Que hostia, si su hermano mayor lo había hecho el día anterior, no tenía por que reprocharle nada y además, ni él sabía como demostrarle su cariño de forma que no fuese un abrazo, y sabía que Adnan no gustaba de ello...
Negó con la cabeza y antes de que el egipcio pudiese hacer nada, el menor acercó sus labios a los de él para besarle de forma tierna, con los ojos entrecerrados, y terminó por separarse con las mejillas algo sonrojadas. ¿Cómo cojones estaba siendo tan idiota de darle sus primeros besos a su hermano? Aunque bueno, si se miraba como un gesto de cariño fraternal como bien indicó Adnan el día anterior, tampoco era nada malo, y no contaría ese tipo de besos como algo más.
Desvió la mirada y frunció un poco el ceño, sin saber que hacer, que decir. En un momento le dieron ganas de desaparecer de allí, a saber que diría, haría o pensaría su hermano.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Era un auténtico alivio el hecho de saber que su hermano pensaba como él, la casa de su padre era territorio prohibido, si querían poder dejar de depender del patriarca Yesenes sería mejor que lo hicieran directamente y del todo, nada de medias tintas, al menos Adnan estaba un poco cansado de tener que depender de él para casi todo, y esa era una de las razones más importante de que quisiera terminar la carrera, era algo que había hecho y estaba haciendo por sí mismo.
Por un momento dudó sobre que decirle, o como decirle, estaba con él y el abrazo que le había dado pareció haber enrarecido el ambiente, el menor de los dos actuaba de una forma muy rara, le estaba mirando y ahora de pronto se había acercado a él y lo había besado. Aquello no solo lo hizo sentir jodidamente incómodo, sino que además le hizo recordar la noche anterior, no era aquel el primer beso que se daban en las últimas 24 horas, él mismo le había dado dos la noche anterior ¿Qué estaría pensando su hermano al hacer aquello? ¿Qué pensó él mismo la noche anterior? No recordaba el raciocinio que le había hecho unir los labios a los de su hermanastro, tampoco recordaba que había pasado después, y en ese momento, en menos de un segundo, se le había vuelto todo a la cabeza, notó de nuevo el calor en su cuerpo y la reacción del mismo. Por los mil demonios del inframundo, todo aquello era jodidamente insoportable.
El beso duró un segundo, tierno y suave, cálido, como si se tratara de un beso realmente sentido. A Adnan se le hizo eterno, sus pensamiento fluyeron rápidos, como si realmente no hubiera en el mundo nada más importante que sentir la boca de su hermano, y ahora que estaban separados, frente a frente y ambos con los ceños ligeramente fruncidos el mayor tuvo que ser el primero en decir algo, por romper el silencio.
-Yub… ¿Por qué has hecho eso? – su voz era mucho más suave de lo normal, no se había alejado en absoluto y en ese momento se pasó, distraídamente, un dedo por el labio inferior, como si quisiera constatar que había pasado realmente, su hermano ya no estaba drogado, suponía, no tenía la escusa de él de la otra noche, no tenía escusa alguna… y antes de que a su hermano le diera tiempo real para contestar a eso, negó con la cabeza y, recordando fugazmente lo que él mismo le había dicho sobre el cariño y tal y los besos volvió a unir sus labios con los de su hermano.
Esta vez no se cortó, por algún motivo –el que fuera – ansiaba besarlo así desde hacía ya un buen rato, desde la noche anterior más concretamente, y ahora iba a aprovecharlo. Sostuvo el cuello de su hermano, apretándole en cierto modo contra sí mismo, haciendo que el beso dejara de ser suave y tierno, como el primero, tanto así que introdujo la lengua en la boca ajena, haciendo que con ello, el inocente beso de hermanos pasara a otro nivel. Total, quería probar si tenía algo que ver con todo lo que le pasaba físicamente o si los besos de anoche solo fueron una feliz coincidencia.
-Ahora estamos en paz - musitó en un susurro contra el chico, contra sus labios, su boca… después de eso, solo por joder un poco le lamió los mismos por encima y terminó por apartarse de su hermano, alejándose un par de pasos solamente, le tendió unos pantalones para que se lo pusiera de una vez – supongo que… me podré acostumbrar a este tipo de demostraciones, pero no esperes que se me empalme siempre que lo hagas, ya te dije que me pasaba de antes…
Esa vez lo decía en serio, le preocupaba que su hermano pensara que esa erección era cosa suya, lo fuera o no.
Por un momento dudó sobre que decirle, o como decirle, estaba con él y el abrazo que le había dado pareció haber enrarecido el ambiente, el menor de los dos actuaba de una forma muy rara, le estaba mirando y ahora de pronto se había acercado a él y lo había besado. Aquello no solo lo hizo sentir jodidamente incómodo, sino que además le hizo recordar la noche anterior, no era aquel el primer beso que se daban en las últimas 24 horas, él mismo le había dado dos la noche anterior ¿Qué estaría pensando su hermano al hacer aquello? ¿Qué pensó él mismo la noche anterior? No recordaba el raciocinio que le había hecho unir los labios a los de su hermanastro, tampoco recordaba que había pasado después, y en ese momento, en menos de un segundo, se le había vuelto todo a la cabeza, notó de nuevo el calor en su cuerpo y la reacción del mismo. Por los mil demonios del inframundo, todo aquello era jodidamente insoportable.
El beso duró un segundo, tierno y suave, cálido, como si se tratara de un beso realmente sentido. A Adnan se le hizo eterno, sus pensamiento fluyeron rápidos, como si realmente no hubiera en el mundo nada más importante que sentir la boca de su hermano, y ahora que estaban separados, frente a frente y ambos con los ceños ligeramente fruncidos el mayor tuvo que ser el primero en decir algo, por romper el silencio.
-Yub… ¿Por qué has hecho eso? – su voz era mucho más suave de lo normal, no se había alejado en absoluto y en ese momento se pasó, distraídamente, un dedo por el labio inferior, como si quisiera constatar que había pasado realmente, su hermano ya no estaba drogado, suponía, no tenía la escusa de él de la otra noche, no tenía escusa alguna… y antes de que a su hermano le diera tiempo real para contestar a eso, negó con la cabeza y, recordando fugazmente lo que él mismo le había dicho sobre el cariño y tal y los besos volvió a unir sus labios con los de su hermano.
Esta vez no se cortó, por algún motivo –el que fuera – ansiaba besarlo así desde hacía ya un buen rato, desde la noche anterior más concretamente, y ahora iba a aprovecharlo. Sostuvo el cuello de su hermano, apretándole en cierto modo contra sí mismo, haciendo que el beso dejara de ser suave y tierno, como el primero, tanto así que introdujo la lengua en la boca ajena, haciendo que con ello, el inocente beso de hermanos pasara a otro nivel. Total, quería probar si tenía algo que ver con todo lo que le pasaba físicamente o si los besos de anoche solo fueron una feliz coincidencia.
-Ahora estamos en paz - musitó en un susurro contra el chico, contra sus labios, su boca… después de eso, solo por joder un poco le lamió los mismos por encima y terminó por apartarse de su hermano, alejándose un par de pasos solamente, le tendió unos pantalones para que se lo pusiera de una vez – supongo que… me podré acostumbrar a este tipo de demostraciones, pero no esperes que se me empalme siempre que lo hagas, ya te dije que me pasaba de antes…
Esa vez lo decía en serio, le preocupaba que su hermano pensara que esa erección era cosa suya, lo fuera o no.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Después de haberle besado se quedó con el rostro algo girado, con el ceño fruncido, esperando escuchar algo por parte de su hermano, pero un silencio incomodo se formó y terminó por morderse la boca.
Escuchó entonces la pregunta que acababa de hacer su hermano, mirándole apenas de reojo, sin saber que responderle hasta que terminó por darle como respuesta algo escueta pero directa, mas o menos. - Es... una muestra de afecto, ¿no? Tú lo dijiste anoche... - Bufó un poco y de nuevo, volvió a desviar la mirada, sintiéndose un poco imbécil por la pregunta que acababa de hacerle su hermano. Le miró una vez mas al notar movimiento y le vio como negaba con la cabeza. Quizás había recordado o quizás negaba por que no tenía que haberlo hecho, no tenía ni idea.
Giró el rostro para ir a disculparse, pero antes de poder hacer absolutamente nada, se vio amarrado por su hermano por la nuca, haciendo que ahora él, se quedase completamente quieto, totalmente estático, sobre todo cuando sintió como la lengua de su hermano mayor irrumpía en su boca.
El beso que su hermano le dio la noche anterior le dejó algo pillado, pero tras las palabras del mismo supo que era un simple gesto de afecto, cariño, entre hermanos o algo semejante, y por eso mismo él había besado a su hermano mayor... ¿Pero aquél beso de ahora? No se parecía en absoluto, joder.
Cuando el mayor se separó de él se quedó mirándole con la cara roja, parpadeando con un gesto de estupefacción, y se mordió los labios apenas un instante. Una vez mas su idea de ir a hablar se vio interrumpida por el mayor, esta vez notando como le pasaba la lengua por los labios y como se separaba.
En el momento en el que consiguió reaccionar frunció el ceño, cogió los pantalones que Adnan le tendía y bajó la cabeza. - ¿Y ese tipo de demostración que fue? - Preguntó haciendo referencia al beso, a que le lamiese los labios... no era como el que él mismo acababa de darle, joder, aquello le dejó bastante rallado.
Apretó un poco la prenda entre las manos mientras pensaba que podía hacer, decir, aunque no tenía realmente idea alguna... Miró a su hermano de arriba abajo tras soltar la prenda sobre la cama, y mirándole con el ceño algo mas fruncido que antes, de manera indiscreta le llevó la mano al paquete, agarrándolo y quedándose con la frente apoyada una vez mas sobre la de Adnan. - ¿Y esto qué? ¿Por qué se supone que está así? Dices que no tienes con quien apagar el fuego, que solo se pasa, pero además me besas y lames, Kadar... - Susurró en una especie de gruñido.
Había sido raro, todo, demasiado, por aquél puto gesto que acababa de tener el otro para con él, ese jodido beso.
Escuchó entonces la pregunta que acababa de hacer su hermano, mirándole apenas de reojo, sin saber que responderle hasta que terminó por darle como respuesta algo escueta pero directa, mas o menos. - Es... una muestra de afecto, ¿no? Tú lo dijiste anoche... - Bufó un poco y de nuevo, volvió a desviar la mirada, sintiéndose un poco imbécil por la pregunta que acababa de hacerle su hermano. Le miró una vez mas al notar movimiento y le vio como negaba con la cabeza. Quizás había recordado o quizás negaba por que no tenía que haberlo hecho, no tenía ni idea.
Giró el rostro para ir a disculparse, pero antes de poder hacer absolutamente nada, se vio amarrado por su hermano por la nuca, haciendo que ahora él, se quedase completamente quieto, totalmente estático, sobre todo cuando sintió como la lengua de su hermano mayor irrumpía en su boca.
El beso que su hermano le dio la noche anterior le dejó algo pillado, pero tras las palabras del mismo supo que era un simple gesto de afecto, cariño, entre hermanos o algo semejante, y por eso mismo él había besado a su hermano mayor... ¿Pero aquél beso de ahora? No se parecía en absoluto, joder.
Cuando el mayor se separó de él se quedó mirándole con la cara roja, parpadeando con un gesto de estupefacción, y se mordió los labios apenas un instante. Una vez mas su idea de ir a hablar se vio interrumpida por el mayor, esta vez notando como le pasaba la lengua por los labios y como se separaba.
En el momento en el que consiguió reaccionar frunció el ceño, cogió los pantalones que Adnan le tendía y bajó la cabeza. - ¿Y ese tipo de demostración que fue? - Preguntó haciendo referencia al beso, a que le lamiese los labios... no era como el que él mismo acababa de darle, joder, aquello le dejó bastante rallado.
Apretó un poco la prenda entre las manos mientras pensaba que podía hacer, decir, aunque no tenía realmente idea alguna... Miró a su hermano de arriba abajo tras soltar la prenda sobre la cama, y mirándole con el ceño algo mas fruncido que antes, de manera indiscreta le llevó la mano al paquete, agarrándolo y quedándose con la frente apoyada una vez mas sobre la de Adnan. - ¿Y esto qué? ¿Por qué se supone que está así? Dices que no tienes con quien apagar el fuego, que solo se pasa, pero además me besas y lames, Kadar... - Susurró en una especie de gruñido.
Había sido raro, todo, demasiado, por aquél puto gesto que acababa de tener el otro para con él, ese jodido beso.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Si, le había besado, y aunque ahora mismo su mente estuviera que echaba humo, pensando en toda la mierda que ello conllevaba, no se arrepentía. Le había gustado, de la manera más estúpida, ridícula y rara del mundo, le había gustado besar a su hermanastro.
Notó como el otro se había quedado totalmente callado, había cogido el pantalón pero no parecía saber qué hacer con él. El mismo Adnan dudaba sobre cómo comportarse en ese momento, qué se suponía que debía hacer. Por regla general debería de darse asco a sí mismo, y no poco, pero no podía, en ese momento su mente había volado, estaba en otra parte. Sabía que tenía que estar mal, por estar besando a un hombre, por estar besando a su hermano, por no estar con Rang… pero simplemente no. Miraba a Ayyûb, esperaba una reacción de él.
-No sé – contestó agachando un poco la cabeza, se mordió la boca por dentro, no podía explicarlo, era imposible, lo único que le pasaba erar que… había algo, algo que su hermano le inducía a hacer y él no lograba frenar. Vio como el otro soltaba el pantalón en la cama, sin ponérselo. Joder, que se vistiera. Quería irse de allí de una puta vez.
Pero no, no había modo y menos aún ahora, notó la presión en su entrepierna, que había vuelto a estar como antes, suspiró, el roce le angustiaba a la vez que le daba cierto alivio. Era raro.
-No sé, joder, no sé nada. Ni sé porque está así, ni sé porque coño hago estas cosas – no se molestó en apartarse, estaba mal, joder, cachondo, y aquello apestaba – eres mi hermano Yub, no debería de estar haciendo estas cosas contigo, deberías darme una hostia o una patada ahí abajo a ver si se pasa …
Apoyó la cabeza en el hombro del contrario, aún notaba su mano en el montículo de su entrepierna y él no hacía nada para que la quitara, joder.
-Si no te apartas ahora ni sé que más voy a hacer, joder, reacciona, estoy… estoy…. Supongo que estoy jodidamente cachondo, joder. Lo siento.
Dicho aquello apartó la mano de su hermano y lo envolvió en un abrazo, demasiado rápido para dejarle reaccionar, no tan fuerte como para que el chico no pudiera respirar o algo así, pero si lo suficientemente apretado como para que notara su intimidad contra su cuerpo, y suspiró en su cuello. Adnan no quería hacerle nada a su hermano, pero por algún motivo su cuerpo si, quería hacérselo, todo, hablando claro.
-Khâliq, si no te largas ahora mismo no respondo, así que… joder, ya sabes.
Se le notaba un tanto angustiado, por la voz, por los gestos, y aún con sus palabras no soltaba a su hermano.
Notó como el otro se había quedado totalmente callado, había cogido el pantalón pero no parecía saber qué hacer con él. El mismo Adnan dudaba sobre cómo comportarse en ese momento, qué se suponía que debía hacer. Por regla general debería de darse asco a sí mismo, y no poco, pero no podía, en ese momento su mente había volado, estaba en otra parte. Sabía que tenía que estar mal, por estar besando a un hombre, por estar besando a su hermano, por no estar con Rang… pero simplemente no. Miraba a Ayyûb, esperaba una reacción de él.
-No sé – contestó agachando un poco la cabeza, se mordió la boca por dentro, no podía explicarlo, era imposible, lo único que le pasaba erar que… había algo, algo que su hermano le inducía a hacer y él no lograba frenar. Vio como el otro soltaba el pantalón en la cama, sin ponérselo. Joder, que se vistiera. Quería irse de allí de una puta vez.
Pero no, no había modo y menos aún ahora, notó la presión en su entrepierna, que había vuelto a estar como antes, suspiró, el roce le angustiaba a la vez que le daba cierto alivio. Era raro.
-No sé, joder, no sé nada. Ni sé porque está así, ni sé porque coño hago estas cosas – no se molestó en apartarse, estaba mal, joder, cachondo, y aquello apestaba – eres mi hermano Yub, no debería de estar haciendo estas cosas contigo, deberías darme una hostia o una patada ahí abajo a ver si se pasa …
Apoyó la cabeza en el hombro del contrario, aún notaba su mano en el montículo de su entrepierna y él no hacía nada para que la quitara, joder.
-Si no te apartas ahora ni sé que más voy a hacer, joder, reacciona, estoy… estoy…. Supongo que estoy jodidamente cachondo, joder. Lo siento.
Dicho aquello apartó la mano de su hermano y lo envolvió en un abrazo, demasiado rápido para dejarle reaccionar, no tan fuerte como para que el chico no pudiera respirar o algo así, pero si lo suficientemente apretado como para que notara su intimidad contra su cuerpo, y suspiró en su cuello. Adnan no quería hacerle nada a su hermano, pero por algún motivo su cuerpo si, quería hacérselo, todo, hablando claro.
-Khâliq, si no te largas ahora mismo no respondo, así que… joder, ya sabes.
Se le notaba un tanto angustiado, por la voz, por los gestos, y aún con sus palabras no soltaba a su hermano.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Se quedó en absoluto silencio, escuchando lo que su hermano tenía que decir, mirándole fijamente, sin soltar aquella parte de su cuerpo por que, no tenía intención de hacerlo. No le quedaron mas narices que soltarlo en el momento en el que el propio Adnan apartó la mano del menor para abrazarle con fuerza.
Ayyûb solo suspiró y le miró de reojo, mordiéndose de nuevo la boca y cerrando apenas un momento los ojos para seguir escuchándole hablar. Se le notaba nervioso, hastiado... sabía que Adnan probablemente no estaría muy bien con que su cuerpo hubiese reaccionado de esa forma hacia el menor, pero... para él mismo también era raro joder. Se había estado besando con su hermano, por mucho que al principio los besos hubieran sido totalmente diferentes al último, mas de una vez en un día, y joder, era todo muy raro, incomodo incluso podría llegar a decirse.
No supo que contestar a lo de ser hermanos y no deber estar haciendo ese tipo de cosas, no supo que decir cuando le dijo que estaba jodidamente cachondo, que el cuerpo de su hermano reaccionase a sus gestos, caricias, besos o lo que cojones fuera...
Cuando el mayor de los Yesenes se disculpó, el menor simplemente negó con la cabeza, queriendo restarle importancia a todo aquello.- No estés mal. - Susurró, suspirando y medio estremeciéndose cuando sintió como su hermano calcaba su aliento sobre su cuello, notando como se le erizó la piel. Mamón.
Lo que no se habría esperado en esos momentos fue escuchar lo que su hermano dijo como siguiente, no pudiendo evitar reírse, separándose lo justo para clavar la vista en las orbes claras de su hermano. - ¿Asi que qué? - Dijo riendo un poco de nuevo. Adnan no podía estar diciendo eso en serio, joder, osea... no iba a hacer nada, y que lo dijese de aquella forma, en ese momento... solo consiguió que Ayyûb se riese, no muy seguro de por parecerle irónico, que su hermano estuviese bromeando, o por nervios.
Se separó lo justo pero no hizo nada para que su hermano le llegase a soltar. Sonrió un poco, ladeado, y le guiñó el ojo, riendo de nuevo un poco, pensando que su hermano estaba a las claras de broma.
Ayyûb solo suspiró y le miró de reojo, mordiéndose de nuevo la boca y cerrando apenas un momento los ojos para seguir escuchándole hablar. Se le notaba nervioso, hastiado... sabía que Adnan probablemente no estaría muy bien con que su cuerpo hubiese reaccionado de esa forma hacia el menor, pero... para él mismo también era raro joder. Se había estado besando con su hermano, por mucho que al principio los besos hubieran sido totalmente diferentes al último, mas de una vez en un día, y joder, era todo muy raro, incomodo incluso podría llegar a decirse.
No supo que contestar a lo de ser hermanos y no deber estar haciendo ese tipo de cosas, no supo que decir cuando le dijo que estaba jodidamente cachondo, que el cuerpo de su hermano reaccionase a sus gestos, caricias, besos o lo que cojones fuera...
Cuando el mayor de los Yesenes se disculpó, el menor simplemente negó con la cabeza, queriendo restarle importancia a todo aquello.- No estés mal. - Susurró, suspirando y medio estremeciéndose cuando sintió como su hermano calcaba su aliento sobre su cuello, notando como se le erizó la piel. Mamón.
Lo que no se habría esperado en esos momentos fue escuchar lo que su hermano dijo como siguiente, no pudiendo evitar reírse, separándose lo justo para clavar la vista en las orbes claras de su hermano. - ¿Asi que qué? - Dijo riendo un poco de nuevo. Adnan no podía estar diciendo eso en serio, joder, osea... no iba a hacer nada, y que lo dijese de aquella forma, en ese momento... solo consiguió que Ayyûb se riese, no muy seguro de por parecerle irónico, que su hermano estuviese bromeando, o por nervios.
Se separó lo justo pero no hizo nada para que su hermano le llegase a soltar. Sonrió un poco, ladeado, y le guiñó el ojo, riendo de nuevo un poco, pensando que su hermano estaba a las claras de broma.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
El muy idiota, gilipollas, mamón, no había tenido otra reacción posible más que la risa. ¿Se estaba riendo de él? ¿En serio estaba cachondeándose de la situación de Adnan?
Su mente, embotada, no procesaba del todo bien que su hermano hubiera reaccionado de esa forma. Estaba diciendo que iba a pagar con él toda la frustración sexual que tenía, estaba prometiéndole joderle – en el sentido literal de la palabra- y él solo se reía y le incitaba a aquello, sus palabras fueron como una provocación para el egipcio y cuando le miró a los ojos el mayor había fruncido notablemente el ceño, queriendo mandarlo a la mierda por un lado y deseando comerle la boca por el otro. Bien, si él no le veía capaz de hacerlo él se lo demostraría, y se jodería, y… bueno, ya se reiría después si aún le apetecía.
-La próxima vez, te vas a reír de nuestro padre, terminarás mejor parado – si, estaba enfadado, y por su mente en ese momento solo pasaban dos cosas, primero, meterse cualquier mierda, segundo, desfogarse, quitarse de encima el calentón que tenía… y ahí estaba Yub, jodiendo. Los reflejos de Kadar, rápidos y ansiosos, demostraron a su hermano que hablaba en serio, soltó el abrazo y giró a su hermano, notó su queja, como se oponía a ello, pero no paró, sino que en lugar de eso le cogió una muñeca, pegándosela con más fuerza de la necesaria a su espalda, inutilizándole así el brazo.
Se pegó a su cuerpo, a su espalda, y le suspiró en la nuca.
-Lo decía en serio Ayyûb, ahora no me vengas con quejas.
Le mordió el cuello, ansioso. En cierto modo quería hacerle más, su cuerpo se incomodaba, estaba ahora más erecto que antes, a ser posible, y con la mano libre había pegado ambas pelvis y las mantenía así, mientras le empujaba un poco para intentar que cayera en la cama, bocabajo, pero sin forzarlo a ello en realidad.
-Eres jodidamente alto, cabrón – soltó su mano, la que le tenía retenida, y le empujó, flojo, para que entendiera que tenía que tumbarse en la puta cama, podría hacerlo por la fuerza, su hermano era fuerte, pero ante él parecía dócil, como siempre, o quizás es que estaba tan sorprendido que aún no había reaccionado – ahora lo haremos, quieras o no…
Su sonrisa, cabrona, reflejaba solo parte de sus pensamientos, quería que su hermano se moviera por si mismo, no quería forzarlo hasta el punto de tirarlo a la cama, quería darle, en cierto modo, espacio para que se peleara con él, para que se fuera. Adnan era consciente de que Ayyûb no podía querer aquello, y él, en realidad, no quería forzarlo, por mucho que lo necesitara.
Su mente, embotada, no procesaba del todo bien que su hermano hubiera reaccionado de esa forma. Estaba diciendo que iba a pagar con él toda la frustración sexual que tenía, estaba prometiéndole joderle – en el sentido literal de la palabra- y él solo se reía y le incitaba a aquello, sus palabras fueron como una provocación para el egipcio y cuando le miró a los ojos el mayor había fruncido notablemente el ceño, queriendo mandarlo a la mierda por un lado y deseando comerle la boca por el otro. Bien, si él no le veía capaz de hacerlo él se lo demostraría, y se jodería, y… bueno, ya se reiría después si aún le apetecía.
-La próxima vez, te vas a reír de nuestro padre, terminarás mejor parado – si, estaba enfadado, y por su mente en ese momento solo pasaban dos cosas, primero, meterse cualquier mierda, segundo, desfogarse, quitarse de encima el calentón que tenía… y ahí estaba Yub, jodiendo. Los reflejos de Kadar, rápidos y ansiosos, demostraron a su hermano que hablaba en serio, soltó el abrazo y giró a su hermano, notó su queja, como se oponía a ello, pero no paró, sino que en lugar de eso le cogió una muñeca, pegándosela con más fuerza de la necesaria a su espalda, inutilizándole así el brazo.
Se pegó a su cuerpo, a su espalda, y le suspiró en la nuca.
-Lo decía en serio Ayyûb, ahora no me vengas con quejas.
Le mordió el cuello, ansioso. En cierto modo quería hacerle más, su cuerpo se incomodaba, estaba ahora más erecto que antes, a ser posible, y con la mano libre había pegado ambas pelvis y las mantenía así, mientras le empujaba un poco para intentar que cayera en la cama, bocabajo, pero sin forzarlo a ello en realidad.
-Eres jodidamente alto, cabrón – soltó su mano, la que le tenía retenida, y le empujó, flojo, para que entendiera que tenía que tumbarse en la puta cama, podría hacerlo por la fuerza, su hermano era fuerte, pero ante él parecía dócil, como siempre, o quizás es que estaba tan sorprendido que aún no había reaccionado – ahora lo haremos, quieras o no…
Su sonrisa, cabrona, reflejaba solo parte de sus pensamientos, quería que su hermano se moviera por si mismo, no quería forzarlo hasta el punto de tirarlo a la cama, quería darle, en cierto modo, espacio para que se peleara con él, para que se fuera. Adnan era consciente de que Ayyûb no podía querer aquello, y él, en realidad, no quería forzarlo, por mucho que lo necesitara.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
La mirada que le lanzó le hizo que la risa se le cortase de golpe, obligándole a tragar saliva como si se le hubiese secado la boca de golpe. Estaba enfadado, había conseguido hacer enfadar a su hermano, y sabía que de eso no salía nada bueno... a fin de cuentas, ni él mismo cuando estaba enfadado era bueno tenerlo cerca, y además de ello, los genes Yesenes tenían que verse por algún lado, ¿no?
Tras la amenaza del mayor, fue girado en contra de su voluntad y obviamente se quejo sin poder hacer mucho mas, removiéndose, tratando de que le soltase pero acabando girado y con un brazo inutilizado, en el cual el mayor de ambos no se controlaba con el amarre, incluso haciendo le algo de daño, pero no se quejaría de ello, había algo más importante de lo que quejarse que el que le estuviese haciendo daño en el brazo o la muñeca.
Sintió como se le encogió un poco el estomago al notar la voz de su hermano golpeándole en la nuca, seguido de un bocado que le hizo quejarse de forma notoria mientras él mismo seguía removiéndose tratando de que le soltase.
Forcejeó para no caer de manera tan fácil a la cama, notando como si hermano hacía que ambos quedasen más pegados por aquella zona. Escuchó como ahora quien se quejaba era Adnan debido a su altura, y giró el rostro para mirarle con el ceño algo fruncido. Tenía que reaccionar, joder. Cuando le soltó lo primero que fue a hacer era girarse para quedar de frente con su hermano. Probablemente... estaría bromeando, tenía que estar bromeando.
Frunció un poco el ceño y al notar el empujón, como si se tratase de una especie de peso muerto, quedó sentado sobre la cama. Alzó el rostro para mirar a Adnan y tragó saliva, yendo a decir algo pero escuchando las palabras del mayor. Entreabrió los labios y negó con la cabeza. - No... - Respondió a sus últimas palabras. - ¿En serio... quieres hacer algo así? - No es que quisiese, que se fuese a dejar ni ninguna mierda, pero estaba tan jodidamente sorprendido que era lo único que llegaba a progresar su cerebro a preguntar.
No vio ninguna respuesta de su hermano, al menos inmediata, y tras suspirar se llevó ambas manos a la cara, negando un poco y dejándose caer de espaldas, queriendo que su hermano dejase ya aquella broma o lo que fuera eso. ¿En serio Adnan quería hacer “algo”, lo que fuera con él? Casi que ni se lo creía... y ahí tumbado, trataba de organizar sus propios pensamientos sobre que mosca le podía haber picado o lo que fuera.
Tras la amenaza del mayor, fue girado en contra de su voluntad y obviamente se quejo sin poder hacer mucho mas, removiéndose, tratando de que le soltase pero acabando girado y con un brazo inutilizado, en el cual el mayor de ambos no se controlaba con el amarre, incluso haciendo le algo de daño, pero no se quejaría de ello, había algo más importante de lo que quejarse que el que le estuviese haciendo daño en el brazo o la muñeca.
Sintió como se le encogió un poco el estomago al notar la voz de su hermano golpeándole en la nuca, seguido de un bocado que le hizo quejarse de forma notoria mientras él mismo seguía removiéndose tratando de que le soltase.
Forcejeó para no caer de manera tan fácil a la cama, notando como si hermano hacía que ambos quedasen más pegados por aquella zona. Escuchó como ahora quien se quejaba era Adnan debido a su altura, y giró el rostro para mirarle con el ceño algo fruncido. Tenía que reaccionar, joder. Cuando le soltó lo primero que fue a hacer era girarse para quedar de frente con su hermano. Probablemente... estaría bromeando, tenía que estar bromeando.
Frunció un poco el ceño y al notar el empujón, como si se tratase de una especie de peso muerto, quedó sentado sobre la cama. Alzó el rostro para mirar a Adnan y tragó saliva, yendo a decir algo pero escuchando las palabras del mayor. Entreabrió los labios y negó con la cabeza. - No... - Respondió a sus últimas palabras. - ¿En serio... quieres hacer algo así? - No es que quisiese, que se fuese a dejar ni ninguna mierda, pero estaba tan jodidamente sorprendido que era lo único que llegaba a progresar su cerebro a preguntar.
No vio ninguna respuesta de su hermano, al menos inmediata, y tras suspirar se llevó ambas manos a la cara, negando un poco y dejándose caer de espaldas, queriendo que su hermano dejase ya aquella broma o lo que fuera eso. ¿En serio Adnan quería hacer “algo”, lo que fuera con él? Casi que ni se lo creía... y ahí tumbado, trataba de organizar sus propios pensamientos sobre que mosca le podía haber picado o lo que fuera.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Vio a su hermano caer en la cama, sentado, como si le hubiera empujado fuerte o algo, parecía sin fuerza, por un momento se sintió mal y culpable. Lo que estaba dispuesto a hacerle a su hermano era algo horrible, no debería ni tan siquiera planteárselo, pero ahí estaba, por algún motivo de pronto veía a su hermano jodidamente atractivo, tenía la boca entreabierta, podía imaginarse a sí mismo besándolo, usando aquellos labios tan jodidamente perfectos. Pero las palabras que salían de él no eran agradables ni alentadoras, ¿Qué tipo de pregunta era aquella? ¿Qué si quería hacerle algo así? ¿Así como…? Violarlo. Sí, bueno… no tan así.
Cuando calló hacía atrás en la cama y se cubrió la cara Adnan se alejó, no estaba siendo racional, carajos. Lo siguiente que Ayyûb pudo sentir de su hermanastro fue que se sentó en la cama, muy cerca de él, le acarició con cuidado el hombro, joder, no podía tratarlo así, era su hermano, ya se le pasaría el puto calentón más tarde… si es que solo con pensarlo ya se había puesto fatal.
-No… lo siento Khâdiq… yo… ojala pudiera excusarme.
Seguía con todas las ganas del mundo de follarselo, y se había puesto tan a huevo. Pero lo que hizo fue, abrir aquello que había ido a coger, ponerse una pastilla entre los labios y situarse sobre su hermano, buscó sus labios y de nuevo, sin dejar que se opusiera a ello, le volvió a besar, esta vez metiéndole con el beso aquella capsulita blanca.
-Ni se cuantas veces he maldecido a la gente que hacía estas cosas… no puedo hacerte yo lo mismo – su hermano debía saber perfectamente de lo que hablaba, no le había contado demasiado, pero si lo justo, era de las pocas personas que conocían su secreto. Lo que le había dado era éxtasis, lo que tenía más a mano, con un poco de suerte el más joven se veía tan alterado con eso que se le olvidaba lo que su hermano había estado a punto de hacer, y por otra parte… era una forma de pedir disculpas – no sé porqué hoy… tengo demasiadas ganas de hacerte eso –se irguió, dejando así de estar sobre su rostro, simplemente estaba ahora sentado a su lado, con una mano contorneó el perfecto cuerpo de Ayyûb, musculado, moreno, liso y marcado en determinados lugares, por ataques paternos, o bien por su oficio. Le rozó el torso, y bajó la mano hasta llegar a su ropa interior, donde paró – de verdad, lo siento… será mejor que me vaya por un tiempo.
Suspiró y se incorporó, él no consumió nada, no le faltaban ganas, pero lo único que le faltaba era sentir aún más todo aquello, el MDMA hacía que todo fuera mucho más intenso, hacía que la actividad del cuerpo fluyera más fácilmente y si lo consumías para ello, podrías no dormir en días, pero claro, Adnan estaba mal, realmente mal, intensificar ese pensamiento podría conducirle a una puta depresión…
-Olvida lo que he estado a punto de hacer, no te mereces que nadie te trate así Ayyûb, no te dejes.
Tras un suave suspiro dio un par de pasos, dirección a la puerta, quería largarse, el problema es que ni sabía donde… se veía terminando donde todo empezó la noche anterior.
Cuando calló hacía atrás en la cama y se cubrió la cara Adnan se alejó, no estaba siendo racional, carajos. Lo siguiente que Ayyûb pudo sentir de su hermanastro fue que se sentó en la cama, muy cerca de él, le acarició con cuidado el hombro, joder, no podía tratarlo así, era su hermano, ya se le pasaría el puto calentón más tarde… si es que solo con pensarlo ya se había puesto fatal.
-No… lo siento Khâdiq… yo… ojala pudiera excusarme.
Seguía con todas las ganas del mundo de follarselo, y se había puesto tan a huevo. Pero lo que hizo fue, abrir aquello que había ido a coger, ponerse una pastilla entre los labios y situarse sobre su hermano, buscó sus labios y de nuevo, sin dejar que se opusiera a ello, le volvió a besar, esta vez metiéndole con el beso aquella capsulita blanca.
-Ni se cuantas veces he maldecido a la gente que hacía estas cosas… no puedo hacerte yo lo mismo – su hermano debía saber perfectamente de lo que hablaba, no le había contado demasiado, pero si lo justo, era de las pocas personas que conocían su secreto. Lo que le había dado era éxtasis, lo que tenía más a mano, con un poco de suerte el más joven se veía tan alterado con eso que se le olvidaba lo que su hermano había estado a punto de hacer, y por otra parte… era una forma de pedir disculpas – no sé porqué hoy… tengo demasiadas ganas de hacerte eso –se irguió, dejando así de estar sobre su rostro, simplemente estaba ahora sentado a su lado, con una mano contorneó el perfecto cuerpo de Ayyûb, musculado, moreno, liso y marcado en determinados lugares, por ataques paternos, o bien por su oficio. Le rozó el torso, y bajó la mano hasta llegar a su ropa interior, donde paró – de verdad, lo siento… será mejor que me vaya por un tiempo.
Suspiró y se incorporó, él no consumió nada, no le faltaban ganas, pero lo único que le faltaba era sentir aún más todo aquello, el MDMA hacía que todo fuera mucho más intenso, hacía que la actividad del cuerpo fluyera más fácilmente y si lo consumías para ello, podrías no dormir en días, pero claro, Adnan estaba mal, realmente mal, intensificar ese pensamiento podría conducirle a una puta depresión…
-Olvida lo que he estado a punto de hacer, no te mereces que nadie te trate así Ayyûb, no te dejes.
Tras un suave suspiro dio un par de pasos, dirección a la puerta, quería largarse, el problema es que ni sabía donde… se veía terminando donde todo empezó la noche anterior.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
No hizo caso a cuando la cama se hundió a su lado, pero si que lo hizo al escuchar como su hermano habló y se descubrió el rostro, suspirando y mirándole fijamente a los ojos, al menos hasta que sintió como Adnan se le acercaba, entrecerrando los ojos, sin haberse fijado que era lo que tenía entre los labios, y cuando sintió aquél nuevo beso se encogió un poco, quizás incluso temblando apenas muy ligeramente, y notaba el amargo sabor de aquello que acababa de pasarle.
Se quedó con la capsula un momento en la boca, dudando de que cojones hacer con ello, pero terminó por tragarlo sin quitarle el ojo de encima su hermano, viendo como se movía para volver a quedar simplemente a su lado sentado.
- No te preocupes... - No quería que su hermano estuviese mal, para nada del mundo, joder. - No has hecho nada, así que... total, estabas de coña. - Le sonrió ladeado y se rió un poco. Sintió que el mayor se separaba de él, al haberle escuchado decir aquello siguiente se había mordido la boca y tras haberse quedado por un momento en silencio, ambos, sintió la mano de su hermano recorriendo parte de su cuerpo, su costado. No solo las palabras, sino que aquél gesto de acariciarle hasta aquél “tope” le habían conseguido dejar algo mas confuso que antes. En serio... no podía creer que lo que su hermano le había dicho antes de hacerle era cierto... no podía ser, no. No Adnan podría querer hacer ese tipo de cosas. Ni él mismo, que había sido influenciado, enseñado y tal por el mismo que tenía delante.
Salió de sus pensamientos al escuchar como su hermano pretendía marcharse, diciéndole que olvidase y que no se dejase hacer y demás mierdas. Se incorporó corriendo, mareándose incluso un poco, y negó con la cabeza, cogiendo a su hermano por el brazo, por donde pilló, y negó. - No te vayas, joder. Si te largar ahora mismo yo... volveré a casa. - Aquello trataba de ser una amenaza, aunque mas bien aquello sería algo que le perjudicase a si mismo... pero también sabía que Adnan no quería aquello, y con suerte, no se marcharía de allí.
Cuando sintió que dejaba de estar mareado se incorporo y tirando un poco del brazo de su hermano hizo que se le acercase mas y le abrazó con fuerza. - No quiero que me dejes solo, joder, no quiero quedarme solo, así que como por esta mierda te pretendas largar, me marcharé yo.
Se quedó con la capsula un momento en la boca, dudando de que cojones hacer con ello, pero terminó por tragarlo sin quitarle el ojo de encima su hermano, viendo como se movía para volver a quedar simplemente a su lado sentado.
- No te preocupes... - No quería que su hermano estuviese mal, para nada del mundo, joder. - No has hecho nada, así que... total, estabas de coña. - Le sonrió ladeado y se rió un poco. Sintió que el mayor se separaba de él, al haberle escuchado decir aquello siguiente se había mordido la boca y tras haberse quedado por un momento en silencio, ambos, sintió la mano de su hermano recorriendo parte de su cuerpo, su costado. No solo las palabras, sino que aquél gesto de acariciarle hasta aquél “tope” le habían conseguido dejar algo mas confuso que antes. En serio... no podía creer que lo que su hermano le había dicho antes de hacerle era cierto... no podía ser, no. No Adnan podría querer hacer ese tipo de cosas. Ni él mismo, que había sido influenciado, enseñado y tal por el mismo que tenía delante.
Salió de sus pensamientos al escuchar como su hermano pretendía marcharse, diciéndole que olvidase y que no se dejase hacer y demás mierdas. Se incorporó corriendo, mareándose incluso un poco, y negó con la cabeza, cogiendo a su hermano por el brazo, por donde pilló, y negó. - No te vayas, joder. Si te largar ahora mismo yo... volveré a casa. - Aquello trataba de ser una amenaza, aunque mas bien aquello sería algo que le perjudicase a si mismo... pero también sabía que Adnan no quería aquello, y con suerte, no se marcharía de allí.
Cuando sintió que dejaba de estar mareado se incorporo y tirando un poco del brazo de su hermano hizo que se le acercase mas y le abrazó con fuerza. - No quiero que me dejes solo, joder, no quiero quedarme solo, así que como por esta mierda te pretendas largar, me marcharé yo.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Había negado un poco con la cabeza, no lo había hecho de coña, y con sus siguientes palabras se lo dejó bien claro. No quería que Ayyûb estuviera equivocado, no quería confundirlo, lo cierto era, que en cierto modo, le gustaba su hermano, y ni él sabía si aquel gustar era puramente fraternal, cariño, amistad y demás, o también llegaba más allá, al mismo ámbito en el que le gustaba la asiática.
Ya estaba dispuesto a irse, que su hermano dijera que no había hecho nada no le excusaba, no lo hizo por muy poco, porque dispuesto estaba. Si solo hubiera dependido de él en ese momento habrían estado haciendo de todo, se lo imaginaba incluso. Por eso es que se estaba marchando cuando sintió como el otro tiraba un poco de su chaleco hacía atrás, agarrándolo por el brazo.
-Ni se te ocurra ir a casa – aquello era como la peor de las amenazas posibles, no quería también sentirse culpable por hacer que el menor volviera con su padre – Yesenes está mal, enfadado, después de todo lo que ocurrió con Ban está peor aún, y ahora que tu no estás tampoco parece que se le empieza a desmoronar todo un poco más. Solo le queda un hijo reconocido viviendo con él y creo que teme que él también pueda fallar a su misión de continuar el linaje familiar. Si vas ahora te meterías en un problema demasiado gordo como para solventarlo con una disculpa o recibiendo una paliza normal…
Lo dijo de carrerilla, angustiado, mientras su hermano lo abrazaba. Ni quería mirarlo a la cara, no estaba seguro de hasta que punto estaba Ayyûb enterado de los problemas familiares, Adnan solía ir y dar la cara por él en todo, si había que volver al palacete él lo hacía por el menor, si su padre los llamaba él hacía que su hermano no se enterase, le daba igual que le pudiera pasar a si mismo, pero a Khâdiq que no le pasara nada. Joder.
-No te voy a dejar que te vayas de aquí… no quería eso, no quiero eso. Esta ya es tu casa, joder – que le echara en cara aquello le molestó un poco. Ansiaba quedarse con él, pero no quería seguir con la tentación de follarselo, joder – ¿No te molesta, de verdad, lo que estuve a punto de hacer? Sabes que en cualquier momento se puede ir la cabeza y no responder… si yo fuera tu me daría una buena paliza – aquello casi era una broma, correspondió a su abrazo, suspiró y lo soltó, cogiéndole por la muñeca y echando a caminar – lo que te di es éxtasis, un pequeño regalo, si te encuentras mal me lo dices.
Caminaba por el corto pasillo hasta llegar al salón donde, soltando al otro, se sentó en el sofá y le hizo un gesto, sintió como su hermano se sentaba junto a él y le inclinó para que quedara tumbado, con la cabeza apoyada en sus muslos, donde podía acariciarle el pelo con cuidad, más o menos.
-Yo… todo va a volver a como era antes… te lo prometo, esto debe de ser culpa de la mierda que me metí ayer o algo – se lo estaba diciendo a sí mismo, obviamente, pero también al otro – ya debe de ser casi la hora del almuerzo… ¿quieres algo? – se mordió la boca y volvió a sentirse como una mierda, por lo que soltó la cabeza de Ayyûb y escondió la propia entre las manos – joder, soy una puta basura, Yub, dime como puedo compasarte todo…
Ya estaba dispuesto a irse, que su hermano dijera que no había hecho nada no le excusaba, no lo hizo por muy poco, porque dispuesto estaba. Si solo hubiera dependido de él en ese momento habrían estado haciendo de todo, se lo imaginaba incluso. Por eso es que se estaba marchando cuando sintió como el otro tiraba un poco de su chaleco hacía atrás, agarrándolo por el brazo.
-Ni se te ocurra ir a casa – aquello era como la peor de las amenazas posibles, no quería también sentirse culpable por hacer que el menor volviera con su padre – Yesenes está mal, enfadado, después de todo lo que ocurrió con Ban está peor aún, y ahora que tu no estás tampoco parece que se le empieza a desmoronar todo un poco más. Solo le queda un hijo reconocido viviendo con él y creo que teme que él también pueda fallar a su misión de continuar el linaje familiar. Si vas ahora te meterías en un problema demasiado gordo como para solventarlo con una disculpa o recibiendo una paliza normal…
Lo dijo de carrerilla, angustiado, mientras su hermano lo abrazaba. Ni quería mirarlo a la cara, no estaba seguro de hasta que punto estaba Ayyûb enterado de los problemas familiares, Adnan solía ir y dar la cara por él en todo, si había que volver al palacete él lo hacía por el menor, si su padre los llamaba él hacía que su hermano no se enterase, le daba igual que le pudiera pasar a si mismo, pero a Khâdiq que no le pasara nada. Joder.
-No te voy a dejar que te vayas de aquí… no quería eso, no quiero eso. Esta ya es tu casa, joder – que le echara en cara aquello le molestó un poco. Ansiaba quedarse con él, pero no quería seguir con la tentación de follarselo, joder – ¿No te molesta, de verdad, lo que estuve a punto de hacer? Sabes que en cualquier momento se puede ir la cabeza y no responder… si yo fuera tu me daría una buena paliza – aquello casi era una broma, correspondió a su abrazo, suspiró y lo soltó, cogiéndole por la muñeca y echando a caminar – lo que te di es éxtasis, un pequeño regalo, si te encuentras mal me lo dices.
Caminaba por el corto pasillo hasta llegar al salón donde, soltando al otro, se sentó en el sofá y le hizo un gesto, sintió como su hermano se sentaba junto a él y le inclinó para que quedara tumbado, con la cabeza apoyada en sus muslos, donde podía acariciarle el pelo con cuidad, más o menos.
-Yo… todo va a volver a como era antes… te lo prometo, esto debe de ser culpa de la mierda que me metí ayer o algo – se lo estaba diciendo a sí mismo, obviamente, pero también al otro – ya debe de ser casi la hora del almuerzo… ¿quieres algo? – se mordió la boca y volvió a sentirse como una mierda, por lo que soltó la cabeza de Ayyûb y escondió la propia entre las manos – joder, soy una puta basura, Yub, dime como puedo compasarte todo…
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Escuchó todo lo que su hermano acababa de soltar de golpe sobre la familia, haciéndole fruncir un poco el ceño. No estaba enterado de nada, al menos, de nada de lo que en un principio había escuchado, joder... No es que realmente considerase a todos su familia, por mucho que tuviesen el mismo apellido y demás... a él la única persona que realmente le preocupaba por todo lo sucedido años atrás y demás, era Adnan, la única persona que había cuidado de él, a parte de su tío pero ni una cuarta parte de comparación.
Se quedaron abrazados, Ayyûb manteniendo una media sonrisa por las primeras palabras de su hermano, alegre de oír aquello de que aquél era también su hogar, su casa. Era agradable escuchar algo así, joder. Lo siguiente ya si le hizo poner una mueca, pero negó igualmente con la cabeza tal y como antes hizo, queriendo quitarle importancia a aquello, pero escuchando al mayor. - Da igual, dejalo, no le des vueltas... de todas formas, no te dejaré ni te habría dejado hacerlo, capullo. - Se rió un poco y negó.
El otro hizo que el abrazo se rompiera, le cogió de la mano y tiró de él para llevarle tras suyo sin siquiera haberse podido vestir. Asintió a la advertencia, solo esperaba que no fuese a sentarle mal... ya había descubierto que era aquello por el sabor que notó en la boca con la capsula y tal.
Tras caminar por el pasillo, una vez en el salón al lado del sofá, hizo caso de los gestos de su hermano como si se tratase de un perrito, sentándose a su lado cuando el mayor se lo pidió, mirándole de reojo, y sin más, terminó por tener la cabeza apoyada en el regazo, en los muslos de su hermano. Parpadeó un poco, algo confuso, sintiéndose como si fuese ahora si, un perrito, mientras su hermano le acariciaba el pelo. Aunque a decir verdad aquello era agradable... Cerró los ojos y se quedó tal cual notando los gestos del mayor.
Asintió a lo que dijo, sin más, de forma tranquila. Al hablar sobre comida abrió los ojos. La verdad es que no tenía hambre, al menos no en esos momentos, así que negó un poco con la cabeza, después notando como el mayor dejaba las caricias, y sonriendo ladeado un poco a lo siguiente que su hermano dijo negó. - No eres una puta basura, si tu lo eres yo también, por que como quien dice somos casi iguales, hasta igual de cabrones y de pirados, ¿no? Solo que tú me ganas a eso de yonki y tal. - Suspiró incorporándose, quedándose sentado, con el rostro mirando a Adnan.
- No tienes que hacer nada para compensarme. Me has dado muchas cosas en mi vida que nadie mas habría podido darme. Está bien con que pueda estar contigo.
Se quedaron abrazados, Ayyûb manteniendo una media sonrisa por las primeras palabras de su hermano, alegre de oír aquello de que aquél era también su hogar, su casa. Era agradable escuchar algo así, joder. Lo siguiente ya si le hizo poner una mueca, pero negó igualmente con la cabeza tal y como antes hizo, queriendo quitarle importancia a aquello, pero escuchando al mayor. - Da igual, dejalo, no le des vueltas... de todas formas, no te dejaré ni te habría dejado hacerlo, capullo. - Se rió un poco y negó.
El otro hizo que el abrazo se rompiera, le cogió de la mano y tiró de él para llevarle tras suyo sin siquiera haberse podido vestir. Asintió a la advertencia, solo esperaba que no fuese a sentarle mal... ya había descubierto que era aquello por el sabor que notó en la boca con la capsula y tal.
Tras caminar por el pasillo, una vez en el salón al lado del sofá, hizo caso de los gestos de su hermano como si se tratase de un perrito, sentándose a su lado cuando el mayor se lo pidió, mirándole de reojo, y sin más, terminó por tener la cabeza apoyada en el regazo, en los muslos de su hermano. Parpadeó un poco, algo confuso, sintiéndose como si fuese ahora si, un perrito, mientras su hermano le acariciaba el pelo. Aunque a decir verdad aquello era agradable... Cerró los ojos y se quedó tal cual notando los gestos del mayor.
Asintió a lo que dijo, sin más, de forma tranquila. Al hablar sobre comida abrió los ojos. La verdad es que no tenía hambre, al menos no en esos momentos, así que negó un poco con la cabeza, después notando como el mayor dejaba las caricias, y sonriendo ladeado un poco a lo siguiente que su hermano dijo negó. - No eres una puta basura, si tu lo eres yo también, por que como quien dice somos casi iguales, hasta igual de cabrones y de pirados, ¿no? Solo que tú me ganas a eso de yonki y tal. - Suspiró incorporándose, quedándose sentado, con el rostro mirando a Adnan.
- No tienes que hacer nada para compensarme. Me has dado muchas cosas en mi vida que nadie mas habría podido darme. Está bien con que pueda estar contigo.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
-Pues me temo que soy el peor ejemplo a seguir del mundo… no hay más que ver, para compensarte el mal rollo te doy droga, que por cierto, no deberías aceptar las cosas así sin saber, podría haberte dado un relajante muscular y con ello haberte hecho de todo, así es como empecé yo – ahora sí que se le notaba, bromeaba. Todo lo dicho era cierto, pero se lo intentaría tomar a broma, no tenía porque desconfiar de él, por mucho que hubiera estado dispuesto a tirárselo y todo eso, no había motivos para desconfiar de él, no por parte de Ayyûb.
Cuando oyó lo último que tenía que responderle se le quedó cara de gilipollas. Bajó la mirada, joder, estaban juntos desde siempre, debía esperar ese tipo de respuesta. Al fin y al cabo era la más lógica ¿no? Pero su pequeña coraza le alarmó de que estaba a punto de derrumbarse por lo que abrazó a su hermano una vez más y lo apretó fuerte contra si mismo.
-Eres un idiota, imbécil, como puedes decirme algo así, me dan ganas de mandarte bien lejos, joder – sus palabras eran totalmente contradictorias a sus gestos. Lo quería, carajos, más de lo imaginable – pareces una nenaza… pero no, no me iré nunca, estaremos siempre juntos.
Un suspiró y la calma tras la tempestad, notaba su respiración que comenzaba a acompasarse con la propia y en menos de un minuto se volvió a sentir incómodo con todo eso, seguía sintiendo ganas de besarlo todo el rato.
-Yub-Yub, los besos tampoco valen ahora, así que… retomemos la relación como antes… eres mi hermano y yo soy el tuyo, sin más… además - se mordió la boca, por un segundo y se alejó de él, de su abrazo – tengo novia… no debería hacer estas cosas con nadie más.
Era una escusa jodidamente mala, para evitar aquello, pero era verdad, quería Rang, muchísimo, de otra forma muy distinta a como había ansiado tener a su hermano y como, en realidad, seguía ansiándolo…
-Y que no tengas hambre es mala señal, así que a comer, quieras o no, si te pasas la tarde vomitando da igual, lo importante ahora es que comas y te cuides, demonios, no se puede vivir de las drogas. Dime qué quieres y voy a donde sea a comprarlo.
Ahora de nuevo intentaba desviar el tema, ya quería volver a la actitud actual, esperaba que funcionase.
Cuando oyó lo último que tenía que responderle se le quedó cara de gilipollas. Bajó la mirada, joder, estaban juntos desde siempre, debía esperar ese tipo de respuesta. Al fin y al cabo era la más lógica ¿no? Pero su pequeña coraza le alarmó de que estaba a punto de derrumbarse por lo que abrazó a su hermano una vez más y lo apretó fuerte contra si mismo.
-Eres un idiota, imbécil, como puedes decirme algo así, me dan ganas de mandarte bien lejos, joder – sus palabras eran totalmente contradictorias a sus gestos. Lo quería, carajos, más de lo imaginable – pareces una nenaza… pero no, no me iré nunca, estaremos siempre juntos.
Un suspiró y la calma tras la tempestad, notaba su respiración que comenzaba a acompasarse con la propia y en menos de un minuto se volvió a sentir incómodo con todo eso, seguía sintiendo ganas de besarlo todo el rato.
-Yub-Yub, los besos tampoco valen ahora, así que… retomemos la relación como antes… eres mi hermano y yo soy el tuyo, sin más… además - se mordió la boca, por un segundo y se alejó de él, de su abrazo – tengo novia… no debería hacer estas cosas con nadie más.
Era una escusa jodidamente mala, para evitar aquello, pero era verdad, quería Rang, muchísimo, de otra forma muy distinta a como había ansiado tener a su hermano y como, en realidad, seguía ansiándolo…
-Y que no tengas hambre es mala señal, así que a comer, quieras o no, si te pasas la tarde vomitando da igual, lo importante ahora es que comas y te cuides, demonios, no se puede vivir de las drogas. Dime qué quieres y voy a donde sea a comprarlo.
Ahora de nuevo intentaba desviar el tema, ya quería volver a la actitud actual, esperaba que funcionase.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Arrugó la nariz y le hizo una mueca de burla, negando con la cabeza, de paso dándole un golpe en señal de queja en el pecho por soltar aquella mierda, no por que dijo que era lo que podía haberle hecho a él, sino por hablar de algo que le había pasado y le había jodido. - Menudo gilipollas eres... si no puedo confiar en ti, no puedo confiar en nadie, Adnan, deberías saberlo mejor que nadie tú. - Sonrió ladeado y suspiró, echándose hacia atrás en el sofá para acomodarse un poco, cerrando los ojos mientras se pasaba la mano por el pelo, y terminando por dejarla caer a un lado de su cuerpo, volviendo a abrirlos para mirar a su hermano de reojo.
Se sorprendió un poco del abrazo, pero correspondió al mismo, poniendo morros al escuchar la amenaza de su hermano. - ¿Qué cojones he hecho para que me quieras mandar bien lejos? - Murmuró y tras escucharle decir, alzó una ceja. - Creo que el único que parece aquí una nenaza eres tú. - Dijo riéndose un poco, negando con la cabeza para que no le pegase.
Miró a Adnan de manear fija mientras hablaba, sin decir nada, sin siquiera moverse, al menos hasta que el mayor de ambos se separó y le confesó aquello último. Ayyûb entrecerró los ojos y se quedó mirándole. - ¿Eh... en serio? ¿Entonces lo que contaste anoche no era una coña por las drogas? - Le miró del mismo modo, frunciendo algo el ceño y arrugó la nariz.
Negó con la cabeza y resopló, arrugando la nariz. Quería decirle algo, lo que fuera, pero como últimamente pasaba, cuando quiso decir algo el mayor de los Yesenes habló, interrumpiendo al otro.
Gruñó y se quedó mirando fijamente a su hermano, cruzándose de brazos, mirándole de forma fija. - No tengo hambre, no quiero pasarme la tarde vomitando, si vas a comprar o hacer comida me da igual el qué, sabes que como de todo... - Decía que no tenía hambre, pero que comería lo que su hermano comprase o preparase.
Suspiró pesadamente y se incorporó, pasándose la mano por el pelo. - Supongo que voy a vestirme y esas cosas. - Se encogió de hombros y empezó a caminar hacia la habitación, donde tranquilamente recogió los pantalones que había dejado sobre la cama, poniéndoselos, y después también la camiseta que su hermano le había dejado dispuesta para él, aunque toda la ropa que llevaba fuese del mayor.
Desde ese momento tendría que volver a portarse con Adnan de aquella forma fría, sin abrazos ni nada de eso, o su hermano se incomodaría, visto lo visto, bastante.
Volvió al salón y se sentó de nuevo en el sofá, como un perro, a esperar a que su hermano hiciese o dijese algo.
Se sorprendió un poco del abrazo, pero correspondió al mismo, poniendo morros al escuchar la amenaza de su hermano. - ¿Qué cojones he hecho para que me quieras mandar bien lejos? - Murmuró y tras escucharle decir, alzó una ceja. - Creo que el único que parece aquí una nenaza eres tú. - Dijo riéndose un poco, negando con la cabeza para que no le pegase.
Miró a Adnan de manear fija mientras hablaba, sin decir nada, sin siquiera moverse, al menos hasta que el mayor de ambos se separó y le confesó aquello último. Ayyûb entrecerró los ojos y se quedó mirándole. - ¿Eh... en serio? ¿Entonces lo que contaste anoche no era una coña por las drogas? - Le miró del mismo modo, frunciendo algo el ceño y arrugó la nariz.
Negó con la cabeza y resopló, arrugando la nariz. Quería decirle algo, lo que fuera, pero como últimamente pasaba, cuando quiso decir algo el mayor de los Yesenes habló, interrumpiendo al otro.
Gruñó y se quedó mirando fijamente a su hermano, cruzándose de brazos, mirándole de forma fija. - No tengo hambre, no quiero pasarme la tarde vomitando, si vas a comprar o hacer comida me da igual el qué, sabes que como de todo... - Decía que no tenía hambre, pero que comería lo que su hermano comprase o preparase.
Suspiró pesadamente y se incorporó, pasándose la mano por el pelo. - Supongo que voy a vestirme y esas cosas. - Se encogió de hombros y empezó a caminar hacia la habitación, donde tranquilamente recogió los pantalones que había dejado sobre la cama, poniéndoselos, y después también la camiseta que su hermano le había dejado dispuesta para él, aunque toda la ropa que llevaba fuese del mayor.
Desde ese momento tendría que volver a portarse con Adnan de aquella forma fría, sin abrazos ni nada de eso, o su hermano se incomodaría, visto lo visto, bastante.
Volvió al salón y se sentó de nuevo en el sofá, como un perro, a esperar a que su hermano hiciese o dijese algo.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
No estaba seguro de cómo había sido la reacción de su hermano con aquello que había admitido, tener novia… llevaba todo el día intentando esquivarlo, toda la noche también, y al parecer él pensaba que cada vez que había dicho algo de eso había sido coña… no, solo lo había recalcado y dejado claro para que así, si él seguía con aquella idiotez de darle más amor del necesario, su hermano lo detuviera, o para que su propia moralidad le parase los pies, estaba cansado de no poder soportarse a si mismo.
Cuando lo vio ponerse en pie, tras decir aquello de la comida suspiró, al menos había dicho que comería lo que fuera, y en el momento en el que se fue a vestir Adnan desapareció de allí, apareciéndose directamente en el barrio mágico de Berlín, donde fue directo al bar de siempre, comprando algo similar a hamburguesas, pues eran bocadillos muy cargados, con mil cosas y carne, ahí tenían otro nombre, pero así nos entendemos.
Pidió cuatro distintos, dos para ese momento y dejaría otros dos para la noche y así Ayyûb tendría donde escoger, lo que se le apeteciera. Una vez abonó su coste volvió a aparecerse y se encontró con su hermano en el sofá, sentado en pose recta, mirándole fijamente.
-Como dijiste que te daba igual aquí traigo la comida, no me apetecía hacer nada… – explicó aquello mientras lo dejaba sobre la mesa baja que había junto al sofá y se acercaba a Khâdiq, sentándose junto a él, y le daba una pequeña caricia en la nuca, lo notaba muy serio, le preocupaba, teniendo en cuenta lo que se había tomado antes, tenía la esperanza de hacerlo feliz, así estaría aún mejor… era lo bueno de esa droga, lo malo es que si rallaba estaría jodidamente mal, y eso era lo último que él quería – anímate, a ver ¿vamos hoy a lo de los hipogrifos? Podemos usar mi traslador, el que me diste… – se lo enseñó, en la muñeca colgado – no me lo quito nunca, me gusta llevar tu regalo conmigo… que por cierto, yo tenía que darte algo así también, quiero que tengas uno, pero que te lleve a donde yo estoy… – se mordió el labio, era algo que había pensado hacía tiempo, si Ayyûb se encontraba alguna vez en peligro, haciendo alguna misión o algo así, le gustaría que pudiera ir con él sin necesidad de hacer uso de la magia propia, por si estaba débil –el problema es que aún no he descubierto como vincularlo a personas en lugar de a lugares, pero en cuanto sepa te lo haré, buscaré una pulsera como esta, así la llevaremos igual.
Con eso pretendía animarle, darle algún motivo para estar bien y feliz, esperaba que el tema de Rang no le importara demasiado, o al menos que no le molestara mucho… no le había dicho nada más sobre eso para no incomodarle.
Cuando lo vio ponerse en pie, tras decir aquello de la comida suspiró, al menos había dicho que comería lo que fuera, y en el momento en el que se fue a vestir Adnan desapareció de allí, apareciéndose directamente en el barrio mágico de Berlín, donde fue directo al bar de siempre, comprando algo similar a hamburguesas, pues eran bocadillos muy cargados, con mil cosas y carne, ahí tenían otro nombre, pero así nos entendemos.
Pidió cuatro distintos, dos para ese momento y dejaría otros dos para la noche y así Ayyûb tendría donde escoger, lo que se le apeteciera. Una vez abonó su coste volvió a aparecerse y se encontró con su hermano en el sofá, sentado en pose recta, mirándole fijamente.
-Como dijiste que te daba igual aquí traigo la comida, no me apetecía hacer nada… – explicó aquello mientras lo dejaba sobre la mesa baja que había junto al sofá y se acercaba a Khâdiq, sentándose junto a él, y le daba una pequeña caricia en la nuca, lo notaba muy serio, le preocupaba, teniendo en cuenta lo que se había tomado antes, tenía la esperanza de hacerlo feliz, así estaría aún mejor… era lo bueno de esa droga, lo malo es que si rallaba estaría jodidamente mal, y eso era lo último que él quería – anímate, a ver ¿vamos hoy a lo de los hipogrifos? Podemos usar mi traslador, el que me diste… – se lo enseñó, en la muñeca colgado – no me lo quito nunca, me gusta llevar tu regalo conmigo… que por cierto, yo tenía que darte algo así también, quiero que tengas uno, pero que te lleve a donde yo estoy… – se mordió el labio, era algo que había pensado hacía tiempo, si Ayyûb se encontraba alguna vez en peligro, haciendo alguna misión o algo así, le gustaría que pudiera ir con él sin necesidad de hacer uso de la magia propia, por si estaba débil –el problema es que aún no he descubierto como vincularlo a personas en lugar de a lugares, pero en cuanto sepa te lo haré, buscaré una pulsera como esta, así la llevaremos igual.
Con eso pretendía animarle, darle algún motivo para estar bien y feliz, esperaba que el tema de Rang no le importara demasiado, o al menos que no le molestara mucho… no le había dicho nada más sobre eso para no incomodarle.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
En cuanto Adnan apareció, Ayyûb clavó la vista en él, mirando la bolsa que cargaba y en cuanto la dejó frente de él, se inclinó un poco a mirar que era lo que había comprado, curioso. No tenía hambre y no es que realmente le apeteciese comer algo demasiado... enorme. Al ver aquello puso una mueca y miró a su hermano, asintiendo después con la cabeza. - Parece que quieras que me pase el día vomitando. - Dijo en un tono burlesco y sonrió ladeado un poco, o lo intentó, después echándose de nuevo hacia atrás en el sofá, suspirando. - Está bien esto, olvida la mierda que dije.
Entrecerró un poco los ojos con el gesto de su hermano y giró el rostro para mirarle. - No... hoy no. - Arrugó la nariz y negó con la cabeza. - ¿Para qué vamos a ir a ver a los hipogrifos? - Le preguntó de paso, no recordaba haber dicho de ir allí, y él mismo no tenía que ir a trabajar ni ese día ni el siguiente, tenía el turno otro de los tipos y él no estaba con ganas de ir, al contrario de siempre, que solía ir aún sin ser su turno.
Miró el traslador que él mismo le regaló a Adnan y sonrió, mirando después a los ojos de su hermano. - Entonces mas te vale aprender de una maldita vez a hacerlo, quiero tener algo tuyo ya que tu apenas estarás ya conmigo. - Suspiró y se puso en pie, sonriendo un poco sin mucha gana. Ahora aquella novia separaría a su hermano de él. Se verían menos aún de lo que ya se solían ver... aquello era una jodida mierda.
- Ahora vengo... - Musitó sin muchas ganas antes de echar a andar para ir al baño, encerrándose en el mismo, y se paró de pie justo frente al lavabo, mirándose un momento al espejo, viéndose con el ceño fruncido. Abrió el grifo del mismo y se mojó la cara, resoplando, terminando tras estar mojándose la cara por un rato, por secarse con la toalla, y se quedó sentado en la taza del vater.
Se quedó quieto en el sitio, mirando a un punto fijo del baño, sin realmente estar mirándolo, sin ser ni siquiera consciente del tiempo que habría pasado desde que entró al sitio.
Entrecerró un poco los ojos con el gesto de su hermano y giró el rostro para mirarle. - No... hoy no. - Arrugó la nariz y negó con la cabeza. - ¿Para qué vamos a ir a ver a los hipogrifos? - Le preguntó de paso, no recordaba haber dicho de ir allí, y él mismo no tenía que ir a trabajar ni ese día ni el siguiente, tenía el turno otro de los tipos y él no estaba con ganas de ir, al contrario de siempre, que solía ir aún sin ser su turno.
Miró el traslador que él mismo le regaló a Adnan y sonrió, mirando después a los ojos de su hermano. - Entonces mas te vale aprender de una maldita vez a hacerlo, quiero tener algo tuyo ya que tu apenas estarás ya conmigo. - Suspiró y se puso en pie, sonriendo un poco sin mucha gana. Ahora aquella novia separaría a su hermano de él. Se verían menos aún de lo que ya se solían ver... aquello era una jodida mierda.
- Ahora vengo... - Musitó sin muchas ganas antes de echar a andar para ir al baño, encerrándose en el mismo, y se paró de pie justo frente al lavabo, mirándose un momento al espejo, viéndose con el ceño fruncido. Abrió el grifo del mismo y se mojó la cara, resoplando, terminando tras estar mojándose la cara por un rato, por secarse con la toalla, y se quedó sentado en la taza del vater.
Se quedó quieto en el sitio, mirando a un punto fijo del baño, sin realmente estar mirándolo, sin ser ni siquiera consciente del tiempo que habría pasado desde que entró al sitio.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
La tontería de que se pasaría el día vomitando si es que comía una de esas cosas le sentó un poco mal, sobre todo porque no le agradaba pensar que por su culpa se pusiera así, pero claro, su hermano no estaba acostumbrado a las drogas, igual aquella le sentaba tan mal como la de la noche anterior y aquello era lo último que quería. Y notó realmente lo mal que se había puesto con todo aquello cuando dijo que no quería visitar a los animales. Él siempre quería. Siempre. Le había jodido hasta ese punto… hasta el punto en que no quería ir a ver a sus compañeros a aquellos que solía visitar siempre por puro placer, sin hablar de trabajo.
-Te he dicho que no te vo… – le intentó replicar a sus palabras, pero él no parecía dispuesto a oírle, se había puesto en pie y le había ignorado bastante, se marchaba ¿Qué demonios le pasaba? ¿Porque decía que apenas estarían juntos? Si justo ahora le había dicho que iba a vivir ahí con él. No tenía sentido. Por supuesto sabía a qué venía, no era tonto y ya se lo había dicho alguna que otra vez. Yub se pensaría que ahorra que “tenía novia” no tendría tiempo para él. Menudo idiota.
Espero ahí sentado, sin hacer absolutamente nada más, quería que él volviera por su cuenta, sin tener que ir a buscarle, pero al parecer aquello no funcionaría así, estuvo esperando por un buen rato más, no apareció, entonces fue al baño, golpeó con suavidad, con los puños, y no recibió respuesta. Intentó abrir y aquello cedió, lo vio ahí sentado, sin hacer nada, impasible. Se mordió el labio y se acercó, no reaccionó siquiera a eso, de modo que se acuclilló hasta quedar frente a frente con él.
-¿Qué te pasa Yub? – le puso una mano en el hombro, se sentía mal, no sabía que podía pasarle, quizás la droga lo tenía alucinando o algo, pero si era eso mejor tenerlo vigilado, nunca se sabía que podría estar pasándosele por la cabeza –¿estás bien? ¿Necesitas algo?
Él no dijo nada, no inmediatamente, de modo que le puso una mano en la frente, la acarició y le rodeó los hombros con un abrazo, no sabía qué hacer, no sabía consolar…
-Háblame Ayyûb. No voy a dejarte solo nunca, ya te lo he dicho… ni pienses eso.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
En el baño cerrado estuvo bastante tranquilo, dejando que todas y cada una de sus ideas volaran tranquilamente, pensando qué sería de él cuando Adnan se olvidase de él por ser demasiado feliz, estar demasiado entretenido o cualquier mierda que pudiese tener con su nueva novia. Sin ninguna razón aparente, se había embajonado de pronto pensando que lo único que le quedaría serían los hipogrifos, mas concretamente el suyo propio. ¿Y si iba a buscarlo, se preparaba una mochila con algunas cosas, y desaparecía para el resto del mundo, aunque fuera durante un tiempo? Si... quizás aquella sería una buena opción, largarse por un tiempo de cualquier sitio donde alguien pudiese conocerle...
Pensar aquello le tomó más de lo que a él le hubo parecido, y ahí tenía a su hermano abrazándole para cuando consiguió salir de sus propios pensamientos. Frunció el ceño y apoyó las manos sobre el pecho de su hermano, empujándole un poco para que se separase, y se quedó tal cual mirándole, con una mueca rara en el rostro. - No puedes. - Fue lo único que dijo antes de incorporarse de allí para ir a caminar hacia fuera del cuarto de baño.
En al puerta del baño se giró para quedarse mirando a su hermano. - Estoy bien... supongo que igual estar solo un tiempo para acostumbrarme... - A medida que fue hablando una sonrisilla se dibujó en sus labios, y terminó por reírse de forma estúpida, negando con la cabeza, girándose para seguir en su camino, esta vez dirigiéndose hacia el salón, hablando de cosas aleatorias de forma distraída en el camino, entre las cuales se pudo identificar un “Ya sabía que iba a quedarme solo tarde o temprano”.
Se le medio fue la cabeza, y su plan de marcharse de ahí lo dejó a un lado sin darse cuenta para verse sentado en el sofá, para cuando su hermano llegó, ya estaba incluso comiendo algo de lo que el mayor había llevado para comer, manchándose algo las manos por el propio bocadillo, al igual que un poco las comisuras de los labios, ya después se limpiaría y tal.
Pensar aquello le tomó más de lo que a él le hubo parecido, y ahí tenía a su hermano abrazándole para cuando consiguió salir de sus propios pensamientos. Frunció el ceño y apoyó las manos sobre el pecho de su hermano, empujándole un poco para que se separase, y se quedó tal cual mirándole, con una mueca rara en el rostro. - No puedes. - Fue lo único que dijo antes de incorporarse de allí para ir a caminar hacia fuera del cuarto de baño.
En al puerta del baño se giró para quedarse mirando a su hermano. - Estoy bien... supongo que igual estar solo un tiempo para acostumbrarme... - A medida que fue hablando una sonrisilla se dibujó en sus labios, y terminó por reírse de forma estúpida, negando con la cabeza, girándose para seguir en su camino, esta vez dirigiéndose hacia el salón, hablando de cosas aleatorias de forma distraída en el camino, entre las cuales se pudo identificar un “Ya sabía que iba a quedarme solo tarde o temprano”.
Se le medio fue la cabeza, y su plan de marcharse de ahí lo dejó a un lado sin darse cuenta para verse sentado en el sofá, para cuando su hermano llegó, ya estaba incluso comiendo algo de lo que el mayor había llevado para comer, manchándose algo las manos por el propio bocadillo, al igual que un poco las comisuras de los labios, ya después se limpiaría y tal.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Ese “no puedes” le sentó peor que todo lo que podría haberle dicho. No solo conllevaba una negativa a querer ser abrazado, también le decía, a las claras, que estaba así porque él mismo le había dicho que todo volvería a ser como antes, que ahora tenía novia, que ya no podía hacer nada con él. Entendió lo que dijo antes de que volvería a estar bastante solo, entendió que estaba mal por aquello y que… ahora ya, según él, no podía ni abrazarle. Ayyûb no quería ser abrazado por su propio hermano, no quería que ahora que sabía que tenía novia se acercara a él. igual ahora había sentido de golpe toda la repugnancia por sus actos y por eso lo rechazaba. Quizás ahora, repentinamente, había pensado cuan hijo de puta era, que lo era….
-¿Por qué quieres quedarte solo? – su voz sonó queda, lo vio marcharse, le dolió que no le dedicara siquiera una frase más, una mirada. Joder, había jodido a su hermano mil veces más de lo que le habría jodido si hubieran seguido con lo de antes. Y lo oyó hablar solo. Él mismo estaba jodido por todo aquello, pero en ese momento le importaba más el otro que sí mismo de modo que procuró ignorar sus propios sentimientos y fue tras él, viendo, al llegar, que estaba comiendo, y se sentó muy cerca, no tanto como para estar tocándole, pero si lo suficientemente cerca como para poder hacerlo si alargaba el brazo – Yub, por favor, no seas así…
Notó como el chico lo ignoraba, entrecerró los ojos, eso era como la peor traición del mundo, no había nada peor que la ignorancia y la indiferencia.
-No va a cambiar nada porque tenga novia, te lo prometo… no voy a dejarte solo y menos ahora, viviré aquí contigo, estaremos todo el tiempo que quieras juntos… – se mordió el labio y miró los bocadillos, se le había pasado el hambre, totalmente – Ayyûb, quiero poder abrazarte, ella da igual – suspiró – tu eres mi hermano, eres mucho más importante… y además un abrazo no es malo, nunca.
No sabía cómo consolarlo ni que decir, se arrepentía demasiado por haberle dicho aquello, por haberle contado.
-Una novia no me va a cambiar, yo siempre seré tu hermano, antes que su novio.
Dicho aquello alargó un poco la mano, y la puso sobre el muslo del chico, peligrosamente cerca de su pelvis, pero con ello trataba de trasmitirle seguridad.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
El tercer y último bocado que estaba masticando, que tenía en la boca, le tomó bastante tiempo. Se quedó escuchando en todo momento a su hermano mayor hablar, de forma totalmente silenciosa. Sintió como las palabras del mismo le reconcomían, sentir la calidez de su mano sobre su pierna tampoco ayudó. ¿Había sido él mismo tan jodidamente subnormal para hacer sentir mal a su hermano?
Hizo un puchero y negó con la cabeza, dejando la comida sobre la mesa, mirándose las manos sucias, limpiándolas con las mismas algo temblorosas, y tras tragar lo que tenía en la boca, giró el rostro para mirar a su hermano, con los ojos medio llorosos. Agachó la cabeza y apretó los puños hasta que sintió que en la palma de la mano se le clavaban las uñas, e incluso notó como se rasgaba la piel un poco. Abrió las manos, aún algo temblorosas y en efecto, se había hecho él mismo en ese mismo momento algunas heridas que sangraban. Pero le daba igual, no le dolía...
- Lo siento... - Dijo con voz ahogada, alzando el rostro para mirarle, negando con la cabeza. Se llevó ambas manos a la cara, notando como ahora toda la mierda se le venía encima, como se ponía a llorar de forma descontrolada, por suerte de manera silenciosa... y se quedó tal cual, al menos hasta que se acercó algo mas a su hermano para apoyar la frente sobre su hombro, con el ceño fruncido, algo tembloroso... era una mierda, todo, en definitiva... - Lo siento. - Remitió con el mismo tono de voz, roto.
La llorera no tardó en hacerse notar cuando sintió como el aire no llegaba bien a sus pulmones, y ya entonces, se descubrió la cara, pero aún así sin alzar el rostro, no queriendo para nada que su hermano le viese de una forma tan jodidamente patética. Ya dejando de fingir que no lloraba, abrazó con fuerza a su hermano contra su propio cuerpo, pegándose lo máximo a él mientras lloraba como un crío; desconsoladamente.
Hizo un puchero y negó con la cabeza, dejando la comida sobre la mesa, mirándose las manos sucias, limpiándolas con las mismas algo temblorosas, y tras tragar lo que tenía en la boca, giró el rostro para mirar a su hermano, con los ojos medio llorosos. Agachó la cabeza y apretó los puños hasta que sintió que en la palma de la mano se le clavaban las uñas, e incluso notó como se rasgaba la piel un poco. Abrió las manos, aún algo temblorosas y en efecto, se había hecho él mismo en ese mismo momento algunas heridas que sangraban. Pero le daba igual, no le dolía...
- Lo siento... - Dijo con voz ahogada, alzando el rostro para mirarle, negando con la cabeza. Se llevó ambas manos a la cara, notando como ahora toda la mierda se le venía encima, como se ponía a llorar de forma descontrolada, por suerte de manera silenciosa... y se quedó tal cual, al menos hasta que se acercó algo mas a su hermano para apoyar la frente sobre su hombro, con el ceño fruncido, algo tembloroso... era una mierda, todo, en definitiva... - Lo siento. - Remitió con el mismo tono de voz, roto.
La llorera no tardó en hacerse notar cuando sintió como el aire no llegaba bien a sus pulmones, y ya entonces, se descubrió la cara, pero aún así sin alzar el rostro, no queriendo para nada que su hermano le viese de una forma tan jodidamente patética. Ya dejando de fingir que no lloraba, abrazó con fuerza a su hermano contra su propio cuerpo, pegándose lo máximo a él mientras lloraba como un crío; desconsoladamente.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
No entendió su primera disculpa, él era quien había metido la pata con sus palabras y quien estaba intentando arreglarlo todo, su hermano no había hecho nada, por eso es que la disculpa le sonó rara… pero no tardó en darse cuenta de que se había puesto a llorar. Y ahora sí que no entendía nada, absolutamente nada.
Sintió el peso del chico sobre su hombro y le abrazó la espalda, buscando ser un poco consolador, pensando que transmitiéndole su apoyo se pondría mejor, pero no, solo había empeorado, ahora lloraba más fuerte, más notablemente, y se había abrazado a él. eso quizás quería decir que había captado lo que le dijo antes, que ya no estaba tan mal con él, y eso era bueno, siempre sería bueno… su hermano volvía a estar bien con él, volvía a querer abrazarlo al menos.
-No te pongas así… no ha pasado nada, no pasa nada… de verdad
Había correspondido a su abrazo y ahora le daba palmaditas en la espalda, no quería a su hermano mal ni triste, menos aún por su culpa.
-Yub, odio verte así, joder, eres un tipo fuerte, como yo, nosotros no lloramos, por nada – le dio un golpecito en la cabeza, por si no estaba atento que volviera a estarlo – te voy a decir esto solo una vez, así que abre bien las orejitas esas que tienes y óyeme… te quiero Ayyûb, por muy nenaza que suene… así que ni una lágrima más, y ni un pensamiento más como los de antes, si me dejas solo te buscaré por todo el mundo de ser necesario.
No habría dicho aquello de no verlo como algo totalmente necesario, hizo que rompiera el abrazo un poco, lo justo para poder mirar sus claros ojos, perdiéndose en ellos.
-Todo lo que ha pasado ha sido por eso, te quiero de demasiadas formas, más de las debidas, idiota.
Esperaba que con esa declaración se le pasara un poco la tontería ,lo esperaba en serio, así que simplemente se quedó en silencio esperando respuesta.
Sintió el peso del chico sobre su hombro y le abrazó la espalda, buscando ser un poco consolador, pensando que transmitiéndole su apoyo se pondría mejor, pero no, solo había empeorado, ahora lloraba más fuerte, más notablemente, y se había abrazado a él. eso quizás quería decir que había captado lo que le dijo antes, que ya no estaba tan mal con él, y eso era bueno, siempre sería bueno… su hermano volvía a estar bien con él, volvía a querer abrazarlo al menos.
-No te pongas así… no ha pasado nada, no pasa nada… de verdad
Había correspondido a su abrazo y ahora le daba palmaditas en la espalda, no quería a su hermano mal ni triste, menos aún por su culpa.
-Yub, odio verte así, joder, eres un tipo fuerte, como yo, nosotros no lloramos, por nada – le dio un golpecito en la cabeza, por si no estaba atento que volviera a estarlo – te voy a decir esto solo una vez, así que abre bien las orejitas esas que tienes y óyeme… te quiero Ayyûb, por muy nenaza que suene… así que ni una lágrima más, y ni un pensamiento más como los de antes, si me dejas solo te buscaré por todo el mundo de ser necesario.
No habría dicho aquello de no verlo como algo totalmente necesario, hizo que rompiera el abrazo un poco, lo justo para poder mirar sus claros ojos, perdiéndose en ellos.
-Todo lo que ha pasado ha sido por eso, te quiero de demasiadas formas, más de las debidas, idiota.
Esperaba que con esa declaración se le pasara un poco la tontería ,lo esperaba en serio, así que simplemente se quedó en silencio esperando respuesta.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Consiguió calmarse un poco con el abrazo, pero a medida que su hermano iba hablando, sentía como realmente si que conseguía tranquilizarse cada vez mas, terminando por quedarse con simplemente los ojos llorosos, mirando a su hermano con un puchero estúpido que además de ello no le pegaba en absoluto.
Se rió un poco de solo imaginarse huyendo por que su hermano no dejaba de perseguirle por el mundo y negó con la cabeza, quitando aquél gesto y pasándose ambas manos por los ojos para limpiarse, suspirando de forma entrecortada. - Supongo...que entonces no he llorado hace un momento, ¿no? Si tú y yo no lloramos todo han sido imaginaciones tuyas, ¿no, Kadar? - Sonrió un poco de nuevo, y sintiéndose algo mejor, suspiró de forma entrecortada.
Mantuvo fijos los ojos en los del mayor, sosteniéndole la mirada, y sonrió un poco de forma estúpida, desviando la mirada hacia un lado por sus palabras. - Bueno... supongo que mientras sea yo no pasa nada, ¿no? Casi que somos uno. - Bromeó y le dio un golpe en el brazo, negando con la cabeza, suspirando de forma pesada, apoyando la espalda en el respaldo del sofá, bastante mejor después de aquella rápida y tonta llorera que acababa de darle.
Miró a su hermano fijamente y tras dudar un momento, terminó por abrazarle con fuerza, frunciendo el ceño y cerrando los ojos. - Te aguantas, te jodes si no te gusta que te abracen, y la tía que tienes por novia también, que se joda, eres mi hermano,... no, eres más que eso, y te abrazaré cuando me de la puta gana, aunque me tengas que separar a hostias por que no te gusta el maldito contacto fisico.
Tras permanecer así un momento se separó de su hermano y se giró para quedarse mirando al frente, arrugando la nariz, pensando que hacer o algo, que decir. - ¿Qué... hacemos?
Se rió un poco de solo imaginarse huyendo por que su hermano no dejaba de perseguirle por el mundo y negó con la cabeza, quitando aquél gesto y pasándose ambas manos por los ojos para limpiarse, suspirando de forma entrecortada. - Supongo...que entonces no he llorado hace un momento, ¿no? Si tú y yo no lloramos todo han sido imaginaciones tuyas, ¿no, Kadar? - Sonrió un poco de nuevo, y sintiéndose algo mejor, suspiró de forma entrecortada.
Mantuvo fijos los ojos en los del mayor, sosteniéndole la mirada, y sonrió un poco de forma estúpida, desviando la mirada hacia un lado por sus palabras. - Bueno... supongo que mientras sea yo no pasa nada, ¿no? Casi que somos uno. - Bromeó y le dio un golpe en el brazo, negando con la cabeza, suspirando de forma pesada, apoyando la espalda en el respaldo del sofá, bastante mejor después de aquella rápida y tonta llorera que acababa de darle.
Miró a su hermano fijamente y tras dudar un momento, terminó por abrazarle con fuerza, frunciendo el ceño y cerrando los ojos. - Te aguantas, te jodes si no te gusta que te abracen, y la tía que tienes por novia también, que se joda, eres mi hermano,... no, eres más que eso, y te abrazaré cuando me de la puta gana, aunque me tengas que separar a hostias por que no te gusta el maldito contacto fisico.
Tras permanecer así un momento se separó de su hermano y se giró para quedarse mirando al frente, arrugando la nariz, pensando que hacer o algo, que decir. - ¿Qué... hacemos?
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Asintió a lo que él le decía, nadie había visto que el egipcio hubiera estado llorando y él mismo lo negaría aunque lo hubiera visto hacía un momento, era su hermano y le seguiría la broma, ambos eran iguales, ambos habían pasado mucho y estaban en una situación más o menos similar. Rió también ante lo de que eran casi uno, bueno, eso tenía una fácil mala interpretación y sumamente voló hacía ese lugar de manera casi automática, “eran uno”, podían llegar a serlo, y lo serían si se le volvían a cruzar los cables al chico.
Aún con ese pensamiento pudo sonreír, por algún motivo no le repudiaba tanto esa idea, sería porque era él, su Yub.
-Si, supongo que da igual mientras seas tú.
Se dejó abrazar en un principio, no se dejaba normalmente, no sin mil horas de peleas, pero ahí estaba, dócil por él.
-Eres un puto idiota, me da igual que TU me abraces – hizo especial hincapié en que tan solo era él quien no le importaba – y me da igual en ciertos momentos, por ejemplo ahora… ya sabes cuando no puedes, lo sabes perfectamente – el peor momento para abrazar a Adnan era cuando estaba de espaldas a ti, si lo hacías durante ese instante podías quedarte sin manos o algo así.
Cuando el abrazo al fin se rompió se quedaron frente a frente, lanzándose miradas el uno al otro, y cuando al fin alguien se dignó a romper el silencio fue el poco elocuente Khâliq.
- ¿Tu quieres hacer algo? – se mordió el labio suavemente, él si quería, tenerlo tan cerca y después de todo aquello… hacía un buen rato que quería besarle una vez más, aquello tan imposible y prohibido – podríamos sellar todo esto con un beso más… creo que está todo arreglado, puedes abrazarme, besarme, puedes hacer lo que quieras. Tu solo pide
Dicho aquello buscó sus labios, si él estaba dispuesto a seguirle el juego si, le metería la lengua en la boca, hablando mal y rápido, si él no le seguía aquello, estaría bien con tan solo un pequeño roce.
Aún con ese pensamiento pudo sonreír, por algún motivo no le repudiaba tanto esa idea, sería porque era él, su Yub.
-Si, supongo que da igual mientras seas tú.
Se dejó abrazar en un principio, no se dejaba normalmente, no sin mil horas de peleas, pero ahí estaba, dócil por él.
-Eres un puto idiota, me da igual que TU me abraces – hizo especial hincapié en que tan solo era él quien no le importaba – y me da igual en ciertos momentos, por ejemplo ahora… ya sabes cuando no puedes, lo sabes perfectamente – el peor momento para abrazar a Adnan era cuando estaba de espaldas a ti, si lo hacías durante ese instante podías quedarte sin manos o algo así.
Cuando el abrazo al fin se rompió se quedaron frente a frente, lanzándose miradas el uno al otro, y cuando al fin alguien se dignó a romper el silencio fue el poco elocuente Khâliq.
- ¿Tu quieres hacer algo? – se mordió el labio suavemente, él si quería, tenerlo tan cerca y después de todo aquello… hacía un buen rato que quería besarle una vez más, aquello tan imposible y prohibido – podríamos sellar todo esto con un beso más… creo que está todo arreglado, puedes abrazarme, besarme, puedes hacer lo que quieras. Tu solo pide
Dicho aquello buscó sus labios, si él estaba dispuesto a seguirle el juego si, le metería la lengua en la boca, hablando mal y rápido, si él no le seguía aquello, estaría bien con tan solo un pequeño roce.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Be the death of me
Se rió aún un poco mas y se encogió de hombros ya simplemente como un gesto que le había dado por hacer ese día, y miró a su hermano de reojo una vez mas para iniciar él mismo aquél abrazo que su hermano aceptó sin quejarse.
Asintió a lo que le dijo, que él si que podía abrazarle, por ser él... aquello lo hizo sentir bien realmente, quizás, aunque sonase muy estúpido o moñas, se diría que le hizo sentir especial. Sabía cuando no tenía que abrazarle de sobra. - Si, lo sé de sobra. - Sonrió ladeado. Una vez de pequeño ya aprendió que si se abrazaba a Adnan por la espalda lo mínimo era acabar con la nariz rota. Aquella vez mientras el pequeño Ayyûb lloraba con la nariz destrozada y manchando las ropas típicas del país de sangre, Adnan se quedó mirándole y le advirtió de que no hiciese aquello nunca, que nunca le abrazase por la espalda; y ya, años después, le explicó el porqué en el momento que el menor no pudiese asustarse.
Cada uno sentado en el sofá, ya sin el abrazo de por medio, cada uno en silencio de forma distraída, acabaron por romperlo de forma no muy... elocuente, o mas bien, de forma válida. Cuando Ayyûb preguntó el egipcio le devolvió la pregunta, y se quedó mirándole, pero entonces este segundo ya dijo algo con mas sustancia que preguntar que hacer o que apetecía hacer.
Khâliq se mordió la boca y miró a su hermano mayor, alzando una ceja cuando le dijo aquello de sellarlo todo con un beso, seguido de aquél permiso especial en el que podían abrazarse, besarse... lo que le diese, les diese, la gana a ambos.
Se quedó un momento pensando, dudoso, mordiéndose la boca. Supuso que el beso que su hermano hizo referencia sería uno normal, como los que se habían dado en mas de una vez en aquél corto espacio de tiempo.
Notó como Adnan se acercó a él, a sus labios, con intención de hacer aquello que propuso, a lo que el menor simplemente respondió entrecerrando un poco los ojos, mirando a su hermano, y terminando por acortar un poco las distancias de ellos, dándole de vuelta aquél pequeño gesto vuelto en beso.
Asintió a lo que le dijo, que él si que podía abrazarle, por ser él... aquello lo hizo sentir bien realmente, quizás, aunque sonase muy estúpido o moñas, se diría que le hizo sentir especial. Sabía cuando no tenía que abrazarle de sobra. - Si, lo sé de sobra. - Sonrió ladeado. Una vez de pequeño ya aprendió que si se abrazaba a Adnan por la espalda lo mínimo era acabar con la nariz rota. Aquella vez mientras el pequeño Ayyûb lloraba con la nariz destrozada y manchando las ropas típicas del país de sangre, Adnan se quedó mirándole y le advirtió de que no hiciese aquello nunca, que nunca le abrazase por la espalda; y ya, años después, le explicó el porqué en el momento que el menor no pudiese asustarse.
Cada uno sentado en el sofá, ya sin el abrazo de por medio, cada uno en silencio de forma distraída, acabaron por romperlo de forma no muy... elocuente, o mas bien, de forma válida. Cuando Ayyûb preguntó el egipcio le devolvió la pregunta, y se quedó mirándole, pero entonces este segundo ya dijo algo con mas sustancia que preguntar que hacer o que apetecía hacer.
Khâliq se mordió la boca y miró a su hermano mayor, alzando una ceja cuando le dijo aquello de sellarlo todo con un beso, seguido de aquél permiso especial en el que podían abrazarse, besarse... lo que le diese, les diese, la gana a ambos.
Se quedó un momento pensando, dudoso, mordiéndose la boca. Supuso que el beso que su hermano hizo referencia sería uno normal, como los que se habían dado en mas de una vez en aquél corto espacio de tiempo.
Notó como Adnan se acercó a él, a sus labios, con intención de hacer aquello que propuso, a lo que el menor simplemente respondió entrecerrando un poco los ojos, mirando a su hermano, y terminando por acortar un poco las distancias de ellos, dándole de vuelta aquél pequeño gesto vuelto en beso.
Ayyûb K. Yesenes- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 28/09/2012
Re: Be the death of me
Notó como él le siguió, adelantando el cuerpo, pegándose un poco a su hermano, notó sus labios sobre los propios, sintió el leve roce del mismo, la humedad de su boca, la timidez de su gesto. Ayyûb era nuevo con todo aquello y él, le gustara admitirlo o no, no lo era. Y ahí estaba, sintiendo los nervios de su hermano como propios, notando como sus labios se entreabrían para sellar el beso, para hacer aquel gesto tan inocente y suave… gesto que él aprovechó, cuando notó sus labios entreabiertos lo intensificó todo, puso una mano en su espalda e introdujo la lengua la boca del menor, buscó la suya y jugó a tentarle.
Lamió su oquedad, no le faltaban ganas para ello. Usó una de sus manos para acariciar la espalda del contrario y a la vez hacerlo pegarse un poco más incluso.
Terminó el beso, no sin antes lamer sus labios, morder el inferior y tirar un poco de él. Aquello tenía muy poco de un simple beso entre hermanos y aunque ninguno de los dos Yesenes parecía dispuesto a admitirlo era el tipo de besos que ambos querían. Adnan, para finalizar aquello le dio un suave beso sobre los labios, el tipo de beso que Ayyûb iba a darle en un principio, un beso casto y dulce. Buscaba, con todo aquello, dejarle bien claro que a él lo quería el mismo modo que a ella, si es que era posible, por mucho que compartieran parte de sangre.
No se alejó, en absoluto, al contrario, se pegó más a él, a su cuello, y le dio un beso fuerte, un beso posesivo, antes de buscar sus labios de nuevo. Si su hermano no quería admitir que aquello le gustaba él lo convencería de que si, por muy confuso, raro y todo eso que pudiera estar resultando para él también.
Terminó el nuevo beso y se quedó mirándole a los ojos, con una mano en su cuello y otra en su cadera, porque ahí había llegado.
-¿Así… te parece una buena forma de sellarlo? – preguntó un poco cabrón, queriendo saber que diría él y si le incomodaba tanto como las primeras veces, que se quedaba incluso sin palabras…
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
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