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Primera clase practica: Hipocampos
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Pearlie F. Burroughs
Loulou Rayder
Loreen Luttrell
Park Hye Rang
Shaun Nørgaard
9 participantes
Universidad Brigantia de Estudios Mágicos :: Facultades :: Facultad Ogmios :: Aulas :: Zoología Mágica
Página 1 de 1.
Primera clase practica: Hipocampos
Toda la teoría de lo que sucedería en esa clase estaba dada y explicada.
El día anterior, durante la hora dedicada a estudio teórico de las especies, habían hablado largo y tendido sobre el hipocampo y sus costumbres, su forma de actuar, su método de reproducción, alimentación, cuidado, crianza y por supuestos, usos, en el sentido de servicios que este genial animal podría ofrecerles a los magos. También habían hablado, como siempre se hace, de los peligros de tratar con ellos y los peligros a los que ellos se enfrentan. Sus enemigos principales, contando entre ellos los mago que intentan sacar provecho de sus cuerpos, las escamas y otras partes del hipocampo son útiles para varias pociones y en la construcción de varitas. Por supuesto está prohibido y muy penado el atacarlos…
Todo aquello estaba ya más que estudiado y les había dicho que ese día sería una clase práctica. Había pedido que fueran en ropa de baño, pero esperaba que fueran profesionales. No quería ver a ninguna niña con un pecho al aire por tener que nadar tras un animal más tiempo de la cuenta ni a ningún chico con el bañador atascado entre las algas por ser más ancho de la cuenta… Por supuesto eso lo había dejado a criterio propio, otra forma de evaluar lo enserio que se tomaban la clase, él por supuesto que llevaba un bañador de neopreno que le permitía una movilidad perfecta y a la vez cubría casi todo su cuerpo.
Una vez todos los alumnos estuvieron reunidos en la zona acordada pasó lista, las clases prácticas no eran para cualquiera y si no estabas en la lista no podrías entrar, los animales no podían ser manipulados por muchos alumnos y él se había encargado de que hubiera suficientes como para que todos pudieran hacer su pequeña práctica personal.
-Ahora que todos estamos listos empezaremos la clase. Como les indiqué vamos a tratar con Hipocampos de modo que espero que todos traigan más que aprendidos el conjuro del Casco Burbuja de antemano. Si alguien no sabe realizarlo que se quede aparte y practique, no quiero ahogamientos en clase, ni inútiles, de modo que no está permitido que se lo hagan unos a otros.
Intentaba hablar de manera seria, lo peor de ser un profesor de su edad es que al final terminabas teniendo algún que otro amigo entre tus alumnos, tenía que diferenciar claramente entre clase y fuera de la misma.
-Tened en cuenta que es una especie protegida y se os va a confiar su cuidado por una vez, es algo que no ocurre todos los días, no para personas sin experiencia. He formado los grupos, no hay discusión posible en el reparto.
En el grupo A irá Park Hye Rang, Pearlie Felicia Burroughs y Elazar Selvaggi.
En el grupo B irá Eileen M. Sevigny, Loulou Rayder y Abigail Tucker.
En el grupo C irá Milou Leloup, Loreen Luttrell y Adair Brackminster.
Una vez se internen en el lago me siguen de cerca y yo les indicaré para que espécimen ir. Están enfermos, los tres, deberán alimentarlos para empezar, y a poder ser decirme que mal sufren antes de volver a salir del lago.
----------------------------------------------
ø La dinámica de clase es la siguiente, durante el primer turno me lo alimentan. La idea es que se busquen que comen. No les he facilitado nada, ya pueden ir al comedor a pedir comida o recolectar por donde quieran lo que quieran…
ø El tema de los grupos es más a nivel rol, no tienen que hablarlo todo con sus compañeros (o si, pero por mp) quiero decir que no hagan mil post en el primer turno repartiendo tareas ¿entendido? Den por hecho que nadie les va a decir “no vayas a buscar comida al fondo del lago” (que además pueden buscar comida por separado y después reunirse solo para dársela y ya, que si alguien del grupo no postea no hay drama ni nada).
ø Si alguien más se anota en la clase le diré vía MP. Para cualquier duda mp también.
ø En el siguiente masteo de la clase, se dará una breve explicación del estado de los hipocampos.
El día anterior, durante la hora dedicada a estudio teórico de las especies, habían hablado largo y tendido sobre el hipocampo y sus costumbres, su forma de actuar, su método de reproducción, alimentación, cuidado, crianza y por supuestos, usos, en el sentido de servicios que este genial animal podría ofrecerles a los magos. También habían hablado, como siempre se hace, de los peligros de tratar con ellos y los peligros a los que ellos se enfrentan. Sus enemigos principales, contando entre ellos los mago que intentan sacar provecho de sus cuerpos, las escamas y otras partes del hipocampo son útiles para varias pociones y en la construcción de varitas. Por supuesto está prohibido y muy penado el atacarlos…
Todo aquello estaba ya más que estudiado y les había dicho que ese día sería una clase práctica. Había pedido que fueran en ropa de baño, pero esperaba que fueran profesionales. No quería ver a ninguna niña con un pecho al aire por tener que nadar tras un animal más tiempo de la cuenta ni a ningún chico con el bañador atascado entre las algas por ser más ancho de la cuenta… Por supuesto eso lo había dejado a criterio propio, otra forma de evaluar lo enserio que se tomaban la clase, él por supuesto que llevaba un bañador de neopreno que le permitía una movilidad perfecta y a la vez cubría casi todo su cuerpo.
Una vez todos los alumnos estuvieron reunidos en la zona acordada pasó lista, las clases prácticas no eran para cualquiera y si no estabas en la lista no podrías entrar, los animales no podían ser manipulados por muchos alumnos y él se había encargado de que hubiera suficientes como para que todos pudieran hacer su pequeña práctica personal.
-Ahora que todos estamos listos empezaremos la clase. Como les indiqué vamos a tratar con Hipocampos de modo que espero que todos traigan más que aprendidos el conjuro del Casco Burbuja de antemano. Si alguien no sabe realizarlo que se quede aparte y practique, no quiero ahogamientos en clase, ni inútiles, de modo que no está permitido que se lo hagan unos a otros.
Intentaba hablar de manera seria, lo peor de ser un profesor de su edad es que al final terminabas teniendo algún que otro amigo entre tus alumnos, tenía que diferenciar claramente entre clase y fuera de la misma.
-Tened en cuenta que es una especie protegida y se os va a confiar su cuidado por una vez, es algo que no ocurre todos los días, no para personas sin experiencia. He formado los grupos, no hay discusión posible en el reparto.
En el grupo A irá Park Hye Rang, Pearlie Felicia Burroughs y Elazar Selvaggi.
En el grupo B irá Eileen M. Sevigny, Loulou Rayder y Abigail Tucker.
En el grupo C irá Milou Leloup, Loreen Luttrell y Adair Brackminster.
Una vez se internen en el lago me siguen de cerca y yo les indicaré para que espécimen ir. Están enfermos, los tres, deberán alimentarlos para empezar, y a poder ser decirme que mal sufren antes de volver a salir del lago.
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ø La dinámica de clase es la siguiente, durante el primer turno me lo alimentan. La idea es que se busquen que comen. No les he facilitado nada, ya pueden ir al comedor a pedir comida o recolectar por donde quieran lo que quieran…
ø El tema de los grupos es más a nivel rol, no tienen que hablarlo todo con sus compañeros (o si, pero por mp) quiero decir que no hagan mil post en el primer turno repartiendo tareas ¿entendido? Den por hecho que nadie les va a decir “no vayas a buscar comida al fondo del lago” (que además pueden buscar comida por separado y después reunirse solo para dársela y ya, que si alguien del grupo no postea no hay drama ni nada).
ø Si alguien más se anota en la clase le diré vía MP. Para cualquier duda mp también.
ø En el siguiente masteo de la clase, se dará una breve explicación del estado de los hipocampos.
Última edición por Shaun Nørgaard el Vie Nov 09, 2012 5:24 pm, editado 2 veces
Shaun Nørgaard- Mensajes : 75
Fecha de inscripción : 11/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Park había estudiado sobre los hipocampos, a parte de todo lo que el profesor había hablado de ellos, en algunos libros mas viejos, sobre cuidados, enfermedades que podían contraer,... en definitiva, había ido realmente preparada a esa asignatura; y con suerte, conseguiría también otra cosita que tenía en mente.
Estaba realmente feliz por aquello, el estar cursando dos carreras ala vez no iba a ser nada malo; disfrutaba al cien por cien en ambas asignaturas, y en zoología, empezaban con animales de los que a ella le gustaban; grandes, bonitos (para su gusto) y poco comunes, en ocasiones peligrosos.
Se había abastecido de mas de una cosa para la clase. Había comprado un traje de neopreno de manga y pata corta, que se pondría encima de uno de sus bañadores, para no correr el riesgo de a la profundidad que fuera, con alguna corriente o cualquier cosa, que se le desatase, y también para evitar que si se rozaba con algo se hiciese alguna herida, o también evitar si alguna criatura marina le picaba, que no fuese en sitios con fácil acceso como eran los mismo brazos y las piernas.
A parte de eso, también se preparó una mochila mas pequeñita que impermeabilizó, donde metió la varita, algo de comida (algas) para el hipocampo, para poder acercarse a él sin tener que correr el riesgo por si estaba nervioso o lo que fuera, y alguna cosita mas.
Cuando llegó sonrió, viendo que parecía que todo iba a ser perfecto. Tenía demasiadas ganas... y entonces, cuando el profesor anunció los grupos, buscó con la mirada a las personas con las que formaría equipo, sonriendo. Eran algo así como sus amigos, conocidos... así que estaría bastante a gusto. Una vez estuvieron todos juntos, la chica les hizo una reverencia a modo de saludo, y entonces, el profesor anunció lo que había que hacer y el resto de cosas que tendrían que hacer después bajo el agua.
Tras usar el hechizo de casco burbuja, la chica junto con sus compañeros empezaron a nadar tras el profesor hasta que llegaron a la zona en donde estaban los especimenes.
A Rang se le iluminaron los ojos. Eran preciosos. Variaban los colores entre unos y otros en diferentes gamas entre el verde y el azul. Eran enormes, entre los mismos alguno mas grande que el otro, pero muy similares entre ellos; aunque estar cerca de un animal que solo su parte posterior ya alcanzaba cerca de los cuatro metros ya era bastante intimidante.
El profesor nombró a cada grupo y con un gesto les indicó a cual de los animales tendrían que tratar. Ahí empezarían con la verdadera clase.
Rang se giró a mirar a Pearlie y a Elazar, y mordiéndose la boquita habló. - Yo... podría, me gustaría ir mirando al hipocampo a ver que es lo que tiene. - Les dijo y suspiró, bajando un poquito la vista; quizás a ellos no les parecía bien, y eran un grupo... - Vosotros si queréis podéis ir a buscar comida, algas y vegetación blanda, o ayudarme a que no se escape. Son muy asustadizos...y si escapa no podríamos recuperarlo, son muy rápidos... y si se sienten amenazados trataran de atacar y bueno... podríamos morir aplastados por su mandibula... - Lo bueno del casco burbuja, era que se podía hablar con él, y aquello facilitaba mucho la situación.
Cogió la bolsa que llevaba y con cuidado sacó una bolsita que tendió a ambos compañeros suyos. - Traje un poco para poder examinarlo... y como el profesor dijo que hay que alimentarlos, así ya no hay que perder el tiempo buscando comida. - Se volvió a colocar la mochila y se quedó viendo como sus compañeros miraban la bolsa que sostenían con curiosidad. - Algas. - Metió la mano tras abrirla y cogió una de ellas, y entonces con cuidado y facilidad, rápida y ágilmente, acostumbrada a nadar, se acercó al hipocampo, sintiéndose un poquito intimidada en el principio, suspirando y acabando por estirar la mano con la palma de la mano bocarriba , con los dedos pegados, esperando a que el animal se acercase a ella. Respeto, paciencia y cuidado de no quedarse sin dedos...
El animal pareció confiar y comió aquello que la coreana la ofrecía. Se giró con una sonrisota a sus compañeros y les hizo un gesto para que le imitasen.
Park acarició un poquito la piel del hocico del animal y suspiró, empezando rápidamente con la mirada a ojear que era lo que le pasaba al hipocampo. A simple vista creyó saber que era lo que tenía; pero antes de nada, dejaría que sus compañeros tomasen parte antes de dejar de estar en la parte de caballo del animal para pasar a la parte de pez para cerciorarse de sus suposiciones.
Estaba realmente feliz por aquello, el estar cursando dos carreras ala vez no iba a ser nada malo; disfrutaba al cien por cien en ambas asignaturas, y en zoología, empezaban con animales de los que a ella le gustaban; grandes, bonitos (para su gusto) y poco comunes, en ocasiones peligrosos.
Se había abastecido de mas de una cosa para la clase. Había comprado un traje de neopreno de manga y pata corta, que se pondría encima de uno de sus bañadores, para no correr el riesgo de a la profundidad que fuera, con alguna corriente o cualquier cosa, que se le desatase, y también para evitar que si se rozaba con algo se hiciese alguna herida, o también evitar si alguna criatura marina le picaba, que no fuese en sitios con fácil acceso como eran los mismo brazos y las piernas.
A parte de eso, también se preparó una mochila mas pequeñita que impermeabilizó, donde metió la varita, algo de comida (algas) para el hipocampo, para poder acercarse a él sin tener que correr el riesgo por si estaba nervioso o lo que fuera, y alguna cosita mas.
Cuando llegó sonrió, viendo que parecía que todo iba a ser perfecto. Tenía demasiadas ganas... y entonces, cuando el profesor anunció los grupos, buscó con la mirada a las personas con las que formaría equipo, sonriendo. Eran algo así como sus amigos, conocidos... así que estaría bastante a gusto. Una vez estuvieron todos juntos, la chica les hizo una reverencia a modo de saludo, y entonces, el profesor anunció lo que había que hacer y el resto de cosas que tendrían que hacer después bajo el agua.
Tras usar el hechizo de casco burbuja, la chica junto con sus compañeros empezaron a nadar tras el profesor hasta que llegaron a la zona en donde estaban los especimenes.
A Rang se le iluminaron los ojos. Eran preciosos. Variaban los colores entre unos y otros en diferentes gamas entre el verde y el azul. Eran enormes, entre los mismos alguno mas grande que el otro, pero muy similares entre ellos; aunque estar cerca de un animal que solo su parte posterior ya alcanzaba cerca de los cuatro metros ya era bastante intimidante.
El profesor nombró a cada grupo y con un gesto les indicó a cual de los animales tendrían que tratar. Ahí empezarían con la verdadera clase.
Rang se giró a mirar a Pearlie y a Elazar, y mordiéndose la boquita habló. - Yo... podría, me gustaría ir mirando al hipocampo a ver que es lo que tiene. - Les dijo y suspiró, bajando un poquito la vista; quizás a ellos no les parecía bien, y eran un grupo... - Vosotros si queréis podéis ir a buscar comida, algas y vegetación blanda, o ayudarme a que no se escape. Son muy asustadizos...y si escapa no podríamos recuperarlo, son muy rápidos... y si se sienten amenazados trataran de atacar y bueno... podríamos morir aplastados por su mandibula... - Lo bueno del casco burbuja, era que se podía hablar con él, y aquello facilitaba mucho la situación.
Cogió la bolsa que llevaba y con cuidado sacó una bolsita que tendió a ambos compañeros suyos. - Traje un poco para poder examinarlo... y como el profesor dijo que hay que alimentarlos, así ya no hay que perder el tiempo buscando comida. - Se volvió a colocar la mochila y se quedó viendo como sus compañeros miraban la bolsa que sostenían con curiosidad. - Algas. - Metió la mano tras abrirla y cogió una de ellas, y entonces con cuidado y facilidad, rápida y ágilmente, acostumbrada a nadar, se acercó al hipocampo, sintiéndose un poquito intimidada en el principio, suspirando y acabando por estirar la mano con la palma de la mano bocarriba , con los dedos pegados, esperando a que el animal se acercase a ella. Respeto, paciencia y cuidado de no quedarse sin dedos...
El animal pareció confiar y comió aquello que la coreana la ofrecía. Se giró con una sonrisota a sus compañeros y les hizo un gesto para que le imitasen.
Park acarició un poquito la piel del hocico del animal y suspiró, empezando rápidamente con la mirada a ojear que era lo que le pasaba al hipocampo. A simple vista creyó saber que era lo que tenía; pero antes de nada, dejaría que sus compañeros tomasen parte antes de dejar de estar en la parte de caballo del animal para pasar a la parte de pez para cerciorarse de sus suposiciones.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Su interés en la zoología no era realmente la gran cosa. Tampoco se anotaba a demasiadas optativas como oyente porque ya con medimagia tenía bastante presión encima. Si acaso lo hacía, era en herbología e ingeniería en pociones que se trataba de las carreras con más relación que la propia. ¿Pero zoología? ¿Ella qué demonios estaba haciendo en esa clase entonces?
Pues sencillo, iba por morbo. Porque haber visto al profesor con cara de bebé – vale, no literalmente, pero en comparación al resto del cuerpo docente sí que lo era – le dio muchísima curiosidad y no, no de la manera en que tal vez se esperaría de ella. Nada de ojitos de amor porque el recién llegado era guapito (quizá era hasta demasiado bonito como para gustarle), sino que ella quería saber qué tanto podría tener de experiencia profesional alguien que se veía apenas unos años mayor que ella como para que lo hubieran recibido y entregado un grupo a formar de futuros zoólogos profesionales. Que a menos que resultara ser vampiro muy bien conservado o alguna cosa de esas, a ella no le daba la lógica. Bien, sí, la decana McCreary era joven, pero a este parecía que recién lo habían sacado de la universidad.
Total, que con esa intensión había asistido a la primera clase, la teórica, y no le pareció nada realmente especial. Por dar una segunda oportunidad era que se había anotado a la clase práctica y si ni así se convencía entonces ya podría ir a reírse con Angus de que en efecto, se había visto lento y a lo mejor si se presentaba sin camisa frente a las decanas haciendo gala de testosterona si que le hubieran dado un puesto mejor que el de bartender. Eso, claro, si llegaba a perdonarlo por ser un idiota en un futuro cercano.
De cualquier manera ella ya estaba ahí con su traje de baño de una sola pieza negro. Que en la playa no tenía complejos ni tapujos de mostrarse en bikini pero no estaban de vacaciones en medio de una fiesta acelerada, ¿verdad? También llevaba el cabello recogido en un gruesísimo moño que le resultaba mucho más práctico. Y ya, no necesitaba más que eso y su varita. Así que se acercó a Adair cuando se enteró de que era parte de su equipo y lo despeinó solo por molestarlo mientras le sonreía – ni traer a colación el si se estaba follando o no a su prima que eso a ella ni le importaba mucho – y le hizo un gesto a aquella chica Katherine a que se acercara. – Entonces, ¿alguna idea sobre que comen estas cosas? Porque yo no tengo ni idea, de una vez les digo. - ¿Para que iba a mentir queriendo quedar como experta y en control de la situación? Conjuró el casco-burbuja sobre sí misma y entró al agua cuando se los indicaban, maldiciendo mentalmente por lo helado que le pareció el lago en una primera instancia.
Cuando se acercaron hacia donde los hipocampos estaban sonrió de manera extraña porque le parecían animales de lo más graciosos, aunque no llegó al punto de querer carcajearse dentro de su burbuja. Se le ocurrió que estaban demasiado grandes como para alcanzar ese tamaño comiendo alguitas y ya, así que a ella le dio por nadar hasta encontrar algunos peces que atrapar dentro de otra burbuja y probar suerte, a ver si resultaba que los caballotes de mar eran carnívoros… que en ese caso mejor tener cuidadito al momento de llevarles de comer.
Pues sencillo, iba por morbo. Porque haber visto al profesor con cara de bebé – vale, no literalmente, pero en comparación al resto del cuerpo docente sí que lo era – le dio muchísima curiosidad y no, no de la manera en que tal vez se esperaría de ella. Nada de ojitos de amor porque el recién llegado era guapito (quizá era hasta demasiado bonito como para gustarle), sino que ella quería saber qué tanto podría tener de experiencia profesional alguien que se veía apenas unos años mayor que ella como para que lo hubieran recibido y entregado un grupo a formar de futuros zoólogos profesionales. Que a menos que resultara ser vampiro muy bien conservado o alguna cosa de esas, a ella no le daba la lógica. Bien, sí, la decana McCreary era joven, pero a este parecía que recién lo habían sacado de la universidad.
Total, que con esa intensión había asistido a la primera clase, la teórica, y no le pareció nada realmente especial. Por dar una segunda oportunidad era que se había anotado a la clase práctica y si ni así se convencía entonces ya podría ir a reírse con Angus de que en efecto, se había visto lento y a lo mejor si se presentaba sin camisa frente a las decanas haciendo gala de testosterona si que le hubieran dado un puesto mejor que el de bartender. Eso, claro, si llegaba a perdonarlo por ser un idiota en un futuro cercano.
De cualquier manera ella ya estaba ahí con su traje de baño de una sola pieza negro. Que en la playa no tenía complejos ni tapujos de mostrarse en bikini pero no estaban de vacaciones en medio de una fiesta acelerada, ¿verdad? También llevaba el cabello recogido en un gruesísimo moño que le resultaba mucho más práctico. Y ya, no necesitaba más que eso y su varita. Así que se acercó a Adair cuando se enteró de que era parte de su equipo y lo despeinó solo por molestarlo mientras le sonreía – ni traer a colación el si se estaba follando o no a su prima que eso a ella ni le importaba mucho – y le hizo un gesto a aquella chica Katherine a que se acercara. – Entonces, ¿alguna idea sobre que comen estas cosas? Porque yo no tengo ni idea, de una vez les digo. - ¿Para que iba a mentir queriendo quedar como experta y en control de la situación? Conjuró el casco-burbuja sobre sí misma y entró al agua cuando se los indicaban, maldiciendo mentalmente por lo helado que le pareció el lago en una primera instancia.
Cuando se acercaron hacia donde los hipocampos estaban sonrió de manera extraña porque le parecían animales de lo más graciosos, aunque no llegó al punto de querer carcajearse dentro de su burbuja. Se le ocurrió que estaban demasiado grandes como para alcanzar ese tamaño comiendo alguitas y ya, así que a ella le dio por nadar hasta encontrar algunos peces que atrapar dentro de otra burbuja y probar suerte, a ver si resultaba que los caballotes de mar eran carnívoros… que en ese caso mejor tener cuidadito al momento de llevarles de comer.
Loreen Luttrell- Mensajes : 77
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Ella llevaba un bañador de dos piezas, no pretendía mostrarle de más a nadie pero con una pieza no iba a poderse mover bien bajo el agua, era simple y negro, nada de florecitas o cosas que hiciesen pretender al profesor que se le estaba insinuando que no era el caso, además su cuerpo era más bien huesudo, no voluminoso, no iba a levantar pasiones. Se sacó el pantalón y la camiseta sin perder el tiempo, leyó el nombre de sus compañeros de equipo y fue con ellos, los ubicó porque había visto a Tucker y el que estaba a su lado debía ser el otro muchacho. Saludó con un movimiento de mano y esperó a que se sacasen la ropa, que la chica oriental aquella estaba ya comenzando como loca.
Enarcó una ceja ante la jovencita esa, con su neopreno y todo eso, le parecía una exageración porque no estaba tan frío el lugar como para ponerse a usar esos instrumentos, pero tal vez ella sufriese de asma o alguna enfermedad respiratoria. Como parecía saber qué hacía sólo la miró un rato mientras se colocaba el incómodo casco burbuja, la vio sacar las algas y enarcó una ceja, ella no sabía que se tenía que llevar eso, pero bueno, no lo era de seguro porque jamás en esa clase uno llevaba cosas, o nunca en su experiencia durante los semestres anteriores.
Se puso a ver qué hacía el otro grupo que tenía al lado y miró a su grupo esperando que alguno dijese algo, pero nada, por eso tomó ella la palabra.-A ver, ¿quién se quiere quedar con él? Mejor igual vamos a hacerlo entrar en confianza primero, luego ya vamos por su comida, ¿no? Igual capaz nos come la mano y con eso quedó saciado.
El de ellos tenía una bonita tonalidad morada y sus escamas parecían algo apagadas, supuso que era por la enfermedad. Si ella fuese una criatura así de bonita y ahora enferma y desprotegida seguramente estaría asustada por los desnudos humanos que se acercaban a ella. Fue con pasos cortos hacia él y algo agachada para reducir su figura ante los ojos de él, que debería tener seguro una muy buena vista, iba despacio y con una actitud conciliadora, no intentó acariciarlo inicialmente, se dejaría oler por él primero para que la tenga bien identificada.
-Hola, ¿te sientes mal? Vamos a ayudarte, descuida. Vamos a darte de comer y mejorarás, tranquilo.-volteó a ver a sus compañeros.-¿Alguna idea de lo que podamos hacer por él?
Enarcó una ceja ante la jovencita esa, con su neopreno y todo eso, le parecía una exageración porque no estaba tan frío el lugar como para ponerse a usar esos instrumentos, pero tal vez ella sufriese de asma o alguna enfermedad respiratoria. Como parecía saber qué hacía sólo la miró un rato mientras se colocaba el incómodo casco burbuja, la vio sacar las algas y enarcó una ceja, ella no sabía que se tenía que llevar eso, pero bueno, no lo era de seguro porque jamás en esa clase uno llevaba cosas, o nunca en su experiencia durante los semestres anteriores.
Se puso a ver qué hacía el otro grupo que tenía al lado y miró a su grupo esperando que alguno dijese algo, pero nada, por eso tomó ella la palabra.-A ver, ¿quién se quiere quedar con él? Mejor igual vamos a hacerlo entrar en confianza primero, luego ya vamos por su comida, ¿no? Igual capaz nos come la mano y con eso quedó saciado.
El de ellos tenía una bonita tonalidad morada y sus escamas parecían algo apagadas, supuso que era por la enfermedad. Si ella fuese una criatura así de bonita y ahora enferma y desprotegida seguramente estaría asustada por los desnudos humanos que se acercaban a ella. Fue con pasos cortos hacia él y algo agachada para reducir su figura ante los ojos de él, que debería tener seguro una muy buena vista, iba despacio y con una actitud conciliadora, no intentó acariciarlo inicialmente, se dejaría oler por él primero para que la tenga bien identificada.
-Hola, ¿te sientes mal? Vamos a ayudarte, descuida. Vamos a darte de comer y mejorarás, tranquilo.-volteó a ver a sus compañeros.-¿Alguna idea de lo que podamos hacer por él?
Loulou Rayder- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 12/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Pearlie tenía un montón de bañadores, en Beauxbatons estaba en esos grupos de carreras de natación con grindylows y otras cosas igual de tontas que les encantaba hacer ahí, a ella le gustaba ir a nadar y esas cosas, también los trajes de baño, pero para esa clase en particular no se preocupó por como lucía y se puso, precisamente, el traje de prácticas que usaban en Beauxbatons con el que nada se salía de su lugar. No le molestaba ni le incomodaba andar de azul y plata por ahí, como si no pudiera todavía olvidarse de su bonito pasado en la escuela francesa, pero todo era por pura practicidad.
El profesor era muy muy joven, pero parecía saber lo que hacía. Desde la clase anterior le había inspirado la básica confianza profesional así que esperaba que se mantuviera así. Sobre el conjuro casco-burbuja, Pearlie lo tenía bien aprendido también por lo mismo. Ahora bien, sobre los hipocampos, esa era otra cuestión. Había puesto mucha atención en la clase anterior, sabía algunas cosas extra por la clase de cuidado de criaturas mágicas del estudio básico, pero no había tenido tiempo de estudiar más apasionadamente ni nada así que confiaba en que le tocara en el grupo con alguien que sí fuera de la carrera y lo supiera todo de la vida.
Y tuvo suerte en cierta forma, porque le tocaba en equipo con Park, que era muy linda y con Elazar, al que no conocía tantísimo pero que le caía bien del pasado. Siempre era buen momento para retomar amistades y en el caso de Park, para aprender un poco de ella porque Pearlie no era precisamente un as en ese tipo de cosas, solo que le gustaban mucho y quería aprender. Teniendo a Park al lado, era una suerte.
Le gustó de inmediato el hipocampo que les había tocado, era realmente enorme y le sorprendía mucho su magnificencia, para bien. Lo observó con los ojos entrecerrados y escuchó a Rang, asintiendo, aunque en realidad ni hubo que ir por comida ni nada porque ella ya iba preparada. No supo si eso era un alivio, una atención muy linda o si significaba la posibilidad de sacar menor nota porque ella hubiera hecho todo el trabajo. Suspiró, de todos modos ella estaba ahí de oyente. Sonrió a Park observando las algas. Y luego la vio acercarse al animal nadando con una agilidad que cualquier chica de Beauxbatons de los equipos acuáticos hubiera apreciado.
Ella, por las dudas, aplicó un protego con discreción sobre ella y sobre Elazar- a Park no porque no le dio tiempo ya que se había adelantado- por cualquier cosa –más valía prevenir que lamentar- y se acercó nadando con la bolsita de las algas hacia el hipocampo. Mantuvo contacto visual con el animal, pero ninguno que fuera agresivo. También intentó no mostrar miedo y acercarse nadando con sumo cuidado sin hacer movimientos bruscos. Le enseñó las algas como ofrenda de paz. Se le vio sonriendo un poco –aunque eso no fuera a servir de nada con el hipocampo- y por fin, luego de que se sintiera segura de que el animal ya sabía que no tenía intenciones malévolas, sino de alimentarlo, se acercó a ofrecerle más de las algas de Park.
-La verdad no tengo idea de qué es lo que le acongoja. Puede ser una bacteria, ¿no? Miren, parece que tiene manchitas rojas por aquí.
Dijo señalando con cuidado una zona del animal, sin tocarlo. Se mordió los labios ansiosa. También lo rodeó con cuidado para buscar más enrojecimientos, tal vez hemorragias. Bah! De todos modos podía estar equivocada, pero ya Park los iluminaría en todo caso.
El profesor era muy muy joven, pero parecía saber lo que hacía. Desde la clase anterior le había inspirado la básica confianza profesional así que esperaba que se mantuviera así. Sobre el conjuro casco-burbuja, Pearlie lo tenía bien aprendido también por lo mismo. Ahora bien, sobre los hipocampos, esa era otra cuestión. Había puesto mucha atención en la clase anterior, sabía algunas cosas extra por la clase de cuidado de criaturas mágicas del estudio básico, pero no había tenido tiempo de estudiar más apasionadamente ni nada así que confiaba en que le tocara en el grupo con alguien que sí fuera de la carrera y lo supiera todo de la vida.
Y tuvo suerte en cierta forma, porque le tocaba en equipo con Park, que era muy linda y con Elazar, al que no conocía tantísimo pero que le caía bien del pasado. Siempre era buen momento para retomar amistades y en el caso de Park, para aprender un poco de ella porque Pearlie no era precisamente un as en ese tipo de cosas, solo que le gustaban mucho y quería aprender. Teniendo a Park al lado, era una suerte.
Le gustó de inmediato el hipocampo que les había tocado, era realmente enorme y le sorprendía mucho su magnificencia, para bien. Lo observó con los ojos entrecerrados y escuchó a Rang, asintiendo, aunque en realidad ni hubo que ir por comida ni nada porque ella ya iba preparada. No supo si eso era un alivio, una atención muy linda o si significaba la posibilidad de sacar menor nota porque ella hubiera hecho todo el trabajo. Suspiró, de todos modos ella estaba ahí de oyente. Sonrió a Park observando las algas. Y luego la vio acercarse al animal nadando con una agilidad que cualquier chica de Beauxbatons de los equipos acuáticos hubiera apreciado.
Ella, por las dudas, aplicó un protego con discreción sobre ella y sobre Elazar- a Park no porque no le dio tiempo ya que se había adelantado- por cualquier cosa –más valía prevenir que lamentar- y se acercó nadando con la bolsita de las algas hacia el hipocampo. Mantuvo contacto visual con el animal, pero ninguno que fuera agresivo. También intentó no mostrar miedo y acercarse nadando con sumo cuidado sin hacer movimientos bruscos. Le enseñó las algas como ofrenda de paz. Se le vio sonriendo un poco –aunque eso no fuera a servir de nada con el hipocampo- y por fin, luego de que se sintiera segura de que el animal ya sabía que no tenía intenciones malévolas, sino de alimentarlo, se acercó a ofrecerle más de las algas de Park.
-La verdad no tengo idea de qué es lo que le acongoja. Puede ser una bacteria, ¿no? Miren, parece que tiene manchitas rojas por aquí.
Dijo señalando con cuidado una zona del animal, sin tocarlo. Se mordió los labios ansiosa. También lo rodeó con cuidado para buscar más enrojecimientos, tal vez hemorragias. Bah! De todos modos podía estar equivocada, pero ya Park los iluminaría en todo caso.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Aquella era una de esas clases a las que asistía como oyente, además de por curiosidad porque se lo habían pedido.
No era la primera vez que iba a zoología. Ya tuvo una mala experiencia, un desastre, era malo para aquello… pero le encantaban los animales, por raros y peligrosos que fueran, era una asignatura la que gustaba de ir. Pero el semestre anterior se saltó toda formalidad y se olvidó del tema tras el incidente del cangrejo de fuego (si, así de básico y torpe resultaba a veces).
Pero ya había hablado con el profesor Shaun (que el apellido, con su acento italiano era casi imposible de pronunciar correctamente) y se sentía comprometido a acudir a sus clases, era un tipo simpático fuera de las mismas y no iba a faltar a su palabra así de fácil, solo porque les tocara ponerse delante de unos animales enormes y que podrían comérselos de un bocado (si no fuera, porque eran totalmente vegetarianos).
En cuanto a la clase estuvo en el momento adecuado y con un bañador no tan perfecto como el del profesor pero sí que intentó ponerse uno adecuado. La tela le cubría hasta las rodillas más o menos pero llevaba todo el torso al descubierto, él no tenía trajes de baño completos, y no le dio tiempo a ir a buscar en tiendas ni nada parecido.
Oyó muy atento las explicaciones del profesor, no quería más accidentes y por supuesto que sonrió ampliamente al saber que formaría grupo con Park, era de esas personas tan inteligentes que eran capaces de cursar dos carreras a la vez y aún así estar al 100% en ambas.
-Por mi está bien que vayas mirando… eres tu quien más tiene que aprender aquí – él ya se había puesto también su burbuja y miraba de lejos al animal. Una vez vio como Rang se alejaba del grupo (de él y de Pearlie) oyó el conjuro de la otra, y la miró con los ojos brillantes –gracias - susurró bajito, a él también le imponía mucho respeto ese animal, era como… demasiado grande. Y haber oído que podría aplastarle con su mandíbula no le resultó para nada agradable.
Dejó que las chicas (al parecer más lanzadas que él) se acercaran primero, les dieran de comer y todo lo demás. Y cuando empezaron a ver que le pasaba el muchacho simplemente cogió la bolsita de las algas.
-Vosotras mirad… yo voy a ir dándole algo más de comida que parece agradecerla… – asintió levemente, un tanto acojonado, mientras intentaba imitar la forma de alimentarlo que las otras habían tenido, con cuidado y paciencia, no quería perder un brazo, ni una mano, ni nada en general.
No era la primera vez que iba a zoología. Ya tuvo una mala experiencia, un desastre, era malo para aquello… pero le encantaban los animales, por raros y peligrosos que fueran, era una asignatura la que gustaba de ir. Pero el semestre anterior se saltó toda formalidad y se olvidó del tema tras el incidente del cangrejo de fuego (si, así de básico y torpe resultaba a veces).
Pero ya había hablado con el profesor Shaun (que el apellido, con su acento italiano era casi imposible de pronunciar correctamente) y se sentía comprometido a acudir a sus clases, era un tipo simpático fuera de las mismas y no iba a faltar a su palabra así de fácil, solo porque les tocara ponerse delante de unos animales enormes y que podrían comérselos de un bocado (si no fuera, porque eran totalmente vegetarianos).
En cuanto a la clase estuvo en el momento adecuado y con un bañador no tan perfecto como el del profesor pero sí que intentó ponerse uno adecuado. La tela le cubría hasta las rodillas más o menos pero llevaba todo el torso al descubierto, él no tenía trajes de baño completos, y no le dio tiempo a ir a buscar en tiendas ni nada parecido.
Oyó muy atento las explicaciones del profesor, no quería más accidentes y por supuesto que sonrió ampliamente al saber que formaría grupo con Park, era de esas personas tan inteligentes que eran capaces de cursar dos carreras a la vez y aún así estar al 100% en ambas.
-Por mi está bien que vayas mirando… eres tu quien más tiene que aprender aquí – él ya se había puesto también su burbuja y miraba de lejos al animal. Una vez vio como Rang se alejaba del grupo (de él y de Pearlie) oyó el conjuro de la otra, y la miró con los ojos brillantes –gracias - susurró bajito, a él también le imponía mucho respeto ese animal, era como… demasiado grande. Y haber oído que podría aplastarle con su mandíbula no le resultó para nada agradable.
Dejó que las chicas (al parecer más lanzadas que él) se acercaran primero, les dieran de comer y todo lo demás. Y cuando empezaron a ver que le pasaba el muchacho simplemente cogió la bolsita de las algas.
-Vosotras mirad… yo voy a ir dándole algo más de comida que parece agradecerla… – asintió levemente, un tanto acojonado, mientras intentaba imitar la forma de alimentarlo que las otras habían tenido, con cuidado y paciencia, no quería perder un brazo, ni una mano, ni nada en general.
Elazar Selvaggi- Mensajes : 211
Fecha de inscripción : 09/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
La clase de Zoología era materia obligada en su familia, si bien su madre no les había “impuesto” cursar como carrera si debían ir tanto él como Autumn de oyentes en especial si no querían invocar la ira de Amy. Los animales no desagradaban a ningún Brackminster menos a Adair quien había crecido rodeado de todo tipos animales. Recordaba especies distintas habitando las estancias de su casa en los aledaños de Londres desde un mero cachorrito pasando por crías de dragón e incluso ahora su madre hacía de niñera de un osezno que más que animal estaba tomando las costumbres humanas, creía haber escuchado a su padre quejarse de que el oso ocupaba tres tercios de la cama y a él no le quedaba de otra que dormir en el suelo.
Fuera como fuera cuando llegó a la clase práctica estaba más motivado que para otras clases más aún si tras la explicación estaba Shaun con quien compartió más de una juerga en algún descuidado bar. Igual, no se esmeró en el saludo, dedicó un escueto movimiento de cabeza desde lejos y como era habitual en él, mantuvo su posición en un segundo plano, dejando a los cerebritos ocupar las primeras posiciones mientras él, limitaba sus acciones a escuchar y bueno a mirar el entorno. En cuanto el profesor repartió los grupos, él lanzó una mirada a Loreen y buscó a la otra integrante, fenomenal, dos chicas para su grupo en bañador. Quitó la camiseta sin mangas negra y ajustó el bañador en un tono sobrio también negro, cómodos y eficaces para una tarea como aquella. ¿Quién decía que él no podía ser un chico aplicado? Solo que faltaban estimulantes y desde luego, Shaun se las había ingeniado para desvestir a media clase… bueno, excepto él todos eran chicas… ¿por qué el rubio/rubia de más allá que coño era? ¿Chico o chica? Mejor ni preguntar.
- Luttrell, Luttrell… ¿tanta medimagia en la cabeza te deja poco espacio para la anatomía de un pobre hipocampo?
Ni dijo que sabía de ellos ni que su madre había parloteado durante horas y horas sobre un caso en la universidad que la llevó como un mes de encierro para solucionar (Eh, que se hiciera el sordo no significaba que no prestara atención que luego Amy inquiría de forma sutil sobre el tema a ver si toda la familia prestaba atención). Conjuró el hechizo sobre si mismo y se lanzó tras Luttrell tras dirigirle una mirada a su compañera de equipo. Nadó tras Loreen y dibujó una sonrisa, más amable que jocosa cuando halló el futuro objeto de estudio, se acercó a él nadando con lentitud dejó que husmeara bajo el agua y cuando el animal dio un paso hacia él, Adair acarició la zona de la crin.
- ¿Qué haces? – si, levantó una ceja y miró incrédulo a Loreen cuando vio que se acercaba al hipocampo con una burbuja de peces. Negó con la cabeza – Son estrictamente herbívoros – no dijo nada más, solo abandonó el animal para ir a buceando hasta las algas más verdes que encontró y volvió junto a él para ponerle el manojo bajo su hocico – Tiene peor pinta que yo de resaca – añadió y examinó a primer ojo el estado del hipocampo parecía demasiado delgado - ¿Ideas? – miró a sus dos compañeras pero centró la vista en Loreen - ¿Algún concepto de medimagia que aplicarle a Travolta?– y así iba a llamarlo hasta el final de la clase.
Fuera como fuera cuando llegó a la clase práctica estaba más motivado que para otras clases más aún si tras la explicación estaba Shaun con quien compartió más de una juerga en algún descuidado bar. Igual, no se esmeró en el saludo, dedicó un escueto movimiento de cabeza desde lejos y como era habitual en él, mantuvo su posición en un segundo plano, dejando a los cerebritos ocupar las primeras posiciones mientras él, limitaba sus acciones a escuchar y bueno a mirar el entorno. En cuanto el profesor repartió los grupos, él lanzó una mirada a Loreen y buscó a la otra integrante, fenomenal, dos chicas para su grupo en bañador. Quitó la camiseta sin mangas negra y ajustó el bañador en un tono sobrio también negro, cómodos y eficaces para una tarea como aquella. ¿Quién decía que él no podía ser un chico aplicado? Solo que faltaban estimulantes y desde luego, Shaun se las había ingeniado para desvestir a media clase… bueno, excepto él todos eran chicas… ¿por qué el rubio/rubia de más allá que coño era? ¿Chico o chica? Mejor ni preguntar.
- Luttrell, Luttrell… ¿tanta medimagia en la cabeza te deja poco espacio para la anatomía de un pobre hipocampo?
Ni dijo que sabía de ellos ni que su madre había parloteado durante horas y horas sobre un caso en la universidad que la llevó como un mes de encierro para solucionar (Eh, que se hiciera el sordo no significaba que no prestara atención que luego Amy inquiría de forma sutil sobre el tema a ver si toda la familia prestaba atención). Conjuró el hechizo sobre si mismo y se lanzó tras Luttrell tras dirigirle una mirada a su compañera de equipo. Nadó tras Loreen y dibujó una sonrisa, más amable que jocosa cuando halló el futuro objeto de estudio, se acercó a él nadando con lentitud dejó que husmeara bajo el agua y cuando el animal dio un paso hacia él, Adair acarició la zona de la crin.
- ¿Qué haces? – si, levantó una ceja y miró incrédulo a Loreen cuando vio que se acercaba al hipocampo con una burbuja de peces. Negó con la cabeza – Son estrictamente herbívoros – no dijo nada más, solo abandonó el animal para ir a buceando hasta las algas más verdes que encontró y volvió junto a él para ponerle el manojo bajo su hocico – Tiene peor pinta que yo de resaca – añadió y examinó a primer ojo el estado del hipocampo parecía demasiado delgado - ¿Ideas? – miró a sus dos compañeras pero centró la vista en Loreen - ¿Algún concepto de medimagia que aplicarle a Travolta?– y así iba a llamarlo hasta el final de la clase.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Se presentó con su traje de baño más decente que encontró en su armario. Uno que no usaba desde hacía ya como tres veranos cuando fue de viaje a Las Bahamas. Llegó a orillas del lago casi una hora antes de la hora acordada para la clase y había estado chapuceando, y tomando el sol. Sería una pérdida de tiempo perder los últimos días de calor antes del invierno.
Se puso de pie cuando llegó el profesor, tratando con toda sus fuerzas de no quedarse como idiota mirándolo y escuchando su exquisito acento. Ah, malditos extranjeros. El hombre le sacaba apenas unos años. Se preguntaba si era de los que por ser joven trataban de mostrarse muy éticos o si no le molestaría seguirle el juego cuando se propusiera hacerlo. Claro, no en aquel momento, porque le era más interesante aprender que preguntarle si era soltero y si quería salir a bailar aquella noche.
Había tomado zoología porque complementaba perfectamente con su materia, ya que era bueno aprender más de los animales de los que seguramente requeriría material algún día. Por ende, a pesar de lo difícil que era concentrarse en presencia de aquel profesor, hizo su mejor esfuerzo por dejar las hormonas de lado y prestar atención.
Asintió cuando se le asignaron sus compañeras. A la primera no la conocía pero a la segunda si, y cuando Loulou les saludó, ella devolvió su saludo acercándosele y dándole un beso en la mejilla - que guapa, Rayder! – le dijo sinceramente - y yo que me vine de abuelita que para no levantar murmullos – rió con ganas y en broma antes de acercarse de nuevo al lago - vámonos de una buena vez – no que le importaba que los demás ya hubiesen empezado, todo a su debido tiempo.
- Pues le damos la mano de Sevigny, pero hasta donde recuerdo no son carnívoros – exclamó antes de girar la varita sobre su cabeza y hacer aparecer el casco burbuja. Se hundió en el lago y comenzó a nadar para seguir al profesor Nørgaard y los demás, hasta que llegaron a donde estaban los tres hipocampos. A diferencia de lo que esperaba, majestuosas bestias, se les veía bastante mal. Era recomendable darles animales enfermos? bueno, supuso que si aquello era como ser veterinarios en el mundo muggle, tenía lógica, igual la idea de ser mordida por algo que destilaba muerte no le agradaba.
Dejó que Loulou fuera la primera en acercarse al animal, solo para intentar ver su reacción. Mientras tanto observaba los alrededores de la parte del lago en que estaban. Sabía que los hipocampos no eran de aquella área, aunque años atrás algunos habían sido introducidos y domesticados en alta Escocia. Si eran animales marinos, sin lugar a duda se alimentarían de algas, coral y otra vegetación del lugar. Comúnmente animales enfermos no comían, o no comían cualquier cosa.
No habló simplemente porque no se podía hablar con esa burbuja en la cabeza, se preguntaba cómo se estaban comunicando los demás grupos. Podía ver a Loulou mover los labios, como si le hablara al hipocampo, pero no pudo entender lo que decía (Si mal no entendí, estamos bajo el agua donde se encuentran los hipocampos, si me equivoco por favor corríjanme, mil gracias).
Finalmente se giró y descendió varios metros hasta donde había visto una saliente cubierta de algas de un intenso color verde. Tomó un puñado en sus manos y regresó con sus compañeras. Se acercó y le estiró un poco a Loulou, tratando que le viera la mano a pesar de estar concentrada en el hipocampo. Miraba la estructura del animal, sus escamas opacas. Qué podría estar padeciendo aquella criatura?
Se puso de pie cuando llegó el profesor, tratando con toda sus fuerzas de no quedarse como idiota mirándolo y escuchando su exquisito acento. Ah, malditos extranjeros. El hombre le sacaba apenas unos años. Se preguntaba si era de los que por ser joven trataban de mostrarse muy éticos o si no le molestaría seguirle el juego cuando se propusiera hacerlo. Claro, no en aquel momento, porque le era más interesante aprender que preguntarle si era soltero y si quería salir a bailar aquella noche.
Había tomado zoología porque complementaba perfectamente con su materia, ya que era bueno aprender más de los animales de los que seguramente requeriría material algún día. Por ende, a pesar de lo difícil que era concentrarse en presencia de aquel profesor, hizo su mejor esfuerzo por dejar las hormonas de lado y prestar atención.
Asintió cuando se le asignaron sus compañeras. A la primera no la conocía pero a la segunda si, y cuando Loulou les saludó, ella devolvió su saludo acercándosele y dándole un beso en la mejilla - que guapa, Rayder! – le dijo sinceramente - y yo que me vine de abuelita que para no levantar murmullos – rió con ganas y en broma antes de acercarse de nuevo al lago - vámonos de una buena vez – no que le importaba que los demás ya hubiesen empezado, todo a su debido tiempo.
- Pues le damos la mano de Sevigny, pero hasta donde recuerdo no son carnívoros – exclamó antes de girar la varita sobre su cabeza y hacer aparecer el casco burbuja. Se hundió en el lago y comenzó a nadar para seguir al profesor Nørgaard y los demás, hasta que llegaron a donde estaban los tres hipocampos. A diferencia de lo que esperaba, majestuosas bestias, se les veía bastante mal. Era recomendable darles animales enfermos? bueno, supuso que si aquello era como ser veterinarios en el mundo muggle, tenía lógica, igual la idea de ser mordida por algo que destilaba muerte no le agradaba.
Dejó que Loulou fuera la primera en acercarse al animal, solo para intentar ver su reacción. Mientras tanto observaba los alrededores de la parte del lago en que estaban. Sabía que los hipocampos no eran de aquella área, aunque años atrás algunos habían sido introducidos y domesticados en alta Escocia. Si eran animales marinos, sin lugar a duda se alimentarían de algas, coral y otra vegetación del lugar. Comúnmente animales enfermos no comían, o no comían cualquier cosa.
No habló simplemente porque no se podía hablar con esa burbuja en la cabeza, se preguntaba cómo se estaban comunicando los demás grupos. Podía ver a Loulou mover los labios, como si le hablara al hipocampo, pero no pudo entender lo que decía (Si mal no entendí, estamos bajo el agua donde se encuentran los hipocampos, si me equivoco por favor corríjanme, mil gracias).
Finalmente se giró y descendió varios metros hasta donde había visto una saliente cubierta de algas de un intenso color verde. Tomó un puñado en sus manos y regresó con sus compañeras. Se acercó y le estiró un poco a Loulou, tratando que le viera la mano a pesar de estar concentrada en el hipocampo. Miraba la estructura del animal, sus escamas opacas. Qué podría estar padeciendo aquella criatura?
Abigail Tucker- Mensajes : 73
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Off: Adair y Loreen, cambio de planes. Estoy en su equipo *-*
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Había mirado de soslayo a Pearlie para lamentarse silenciosamente de no estar en el mismo equipo, pero luego pensó en que era mejor para no hacer un ridículo frente a ella que era mejor nadadora. Si la práctica fuese en el aire, sobre escobas y con animales voladores, Milou no se limitaría a observar y haría gala de sus conocimientos en zoología. No por nada llevaba ya un año de carrera, pero los hipocampos no eran realmente objeto de su interés. Suponía que tampoco del de sus compañeros de carrera por que no veía a ninguno (mas que a Park, pero ella era de recién ingreso).
Es cierto que había un decálogo del zoólogo al que había jurado solemnidad, proteger a los animales mágicos, mantenerlos lejos de los ojos muggles y quién sabe cuantas cosas más a las que todavía no se comprometía por que no estaba ni graduada ni con título y no estaba ahí por eso sino por que no iba a manchar sus calificaciones solo por un par de hipocampos, por muy insignificantes que le pareciesen. Tal vez también por el profesor.
Supuso que era Loreen la que la había identificado con la mirada como parte de su equipo y se acercó, recogiéndose el cabello para que no le molestara. Se tomó su tiempo para aplicarse una especie de vaselina mágica en brazos y piernas para proteger su piel no solo de los bichos sino para que las criaturas resbalasen por ella y no le hiciesen daño, en los que ellos hablaban sobre qué podían darle de comer al hipocampo. Era una costumbre arraigada de Beauxbatons y prefería prevenir antes de encontrarse con una criatura eléctrica y quedarse con una fea quemadura. También miró al chico Brakminster y le medio sonrió antes de aplicarse también el casco burbuja. Aquel iba a resultar un semestre largo.
Llevaba el traje de baño de su antiguo colegio, igual al de Pearlie, por que era el único sobrio que seguramente habría encontrado la elfina doméstica (se los había pedido por lechuza) y también por que el que había encargado a su modista no había llegado aún. Pero no le molestaba, al contrario, le facilitaba nadar.
Se rezagó de sus compañeros de equipo para buscar el alimento con lo mirada y observar detenidamente el lago. Encontró unas algas en el fondo y se sumergió hasta ella. No quería las plantas sino los animalitos que se alimentaban de ellas y como había visto a Loreen meter pecesitos en una burbuja, optó también por meter todo el plancton y crustaceos diminutos en una igual por que no sabía si el accio funcionaba dentro del agua. Al poco tiempo estaba rodeada de burbujas que se mantenían cerca debido a un hechizo magnético.
¿Travolta? ¿Qué clase de nombre es ese? –le preguntó levantando una ceja y levantando la mirada para ver a Adair. Fue hacia ellos también para ofrecerle sus burbujas-. Ya tenemos cosas diferentes, dudo mucho que no acepte alguna. ¿Creen que sea alguna especie de infección?
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Había mirado de soslayo a Pearlie para lamentarse silenciosamente de no estar en el mismo equipo, pero luego pensó en que era mejor para no hacer un ridículo frente a ella que era mejor nadadora. Si la práctica fuese en el aire, sobre escobas y con animales voladores, Milou no se limitaría a observar y haría gala de sus conocimientos en zoología. No por nada llevaba ya un año de carrera, pero los hipocampos no eran realmente objeto de su interés. Suponía que tampoco del de sus compañeros de carrera por que no veía a ninguno (mas que a Park, pero ella era de recién ingreso).
Es cierto que había un decálogo del zoólogo al que había jurado solemnidad, proteger a los animales mágicos, mantenerlos lejos de los ojos muggles y quién sabe cuantas cosas más a las que todavía no se comprometía por que no estaba ni graduada ni con título y no estaba ahí por eso sino por que no iba a manchar sus calificaciones solo por un par de hipocampos, por muy insignificantes que le pareciesen. Tal vez también por el profesor.
Supuso que era Loreen la que la había identificado con la mirada como parte de su equipo y se acercó, recogiéndose el cabello para que no le molestara. Se tomó su tiempo para aplicarse una especie de vaselina mágica en brazos y piernas para proteger su piel no solo de los bichos sino para que las criaturas resbalasen por ella y no le hiciesen daño, en los que ellos hablaban sobre qué podían darle de comer al hipocampo. Era una costumbre arraigada de Beauxbatons y prefería prevenir antes de encontrarse con una criatura eléctrica y quedarse con una fea quemadura. También miró al chico Brakminster y le medio sonrió antes de aplicarse también el casco burbuja. Aquel iba a resultar un semestre largo.
Llevaba el traje de baño de su antiguo colegio, igual al de Pearlie, por que era el único sobrio que seguramente habría encontrado la elfina doméstica (se los había pedido por lechuza) y también por que el que había encargado a su modista no había llegado aún. Pero no le molestaba, al contrario, le facilitaba nadar.
Se rezagó de sus compañeros de equipo para buscar el alimento con lo mirada y observar detenidamente el lago. Encontró unas algas en el fondo y se sumergió hasta ella. No quería las plantas sino los animalitos que se alimentaban de ellas y como había visto a Loreen meter pecesitos en una burbuja, optó también por meter todo el plancton y crustaceos diminutos en una igual por que no sabía si el accio funcionaba dentro del agua. Al poco tiempo estaba rodeada de burbujas que se mantenían cerca debido a un hechizo magnético.
¿Travolta? ¿Qué clase de nombre es ese? –le preguntó levantando una ceja y levantando la mirada para ver a Adair. Fue hacia ellos también para ofrecerle sus burbujas-. Ya tenemos cosas diferentes, dudo mucho que no acepte alguna. ¿Creen que sea alguna especie de infección?
Milou Leloup- Mensajes : 104
Fecha de inscripción : 01/10/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Shaun se aseguró de que en todo momento, todos y cada uno de los participantes en aquella clase práctica, formulasen el hechizo de casco burbuja a la perfección, viéndoles sumergirse, y tomando en todo momento en cuenta todos y cada uno de los actos de sus alumnos. Algunos hacían algunas cosas mas correctas que otros, pero al fin y al cabo estaban ahí para aprender.
El profesor simplemente se quedó a una distancia prudente, viendo como actuaban todos y cada uno de sus alumnos; si alguno de los hipocampos necesitase alguna ayuda, él iría de inmediato.
-----
Grupo A: Park Hye Rang, Pearlie Felicia Burroughs y Elazar Selvaggi
Rang lleva la comida adecuada para los hipocampos aunque quizás no en la cantidad adecuada para uno de ese tamaño. Al menos uno de los integrantes del grupo debería ir a buscar más.
Las observaciones de Park y Burroughs son las siguientes: las zonas rojas que dijo Pearlie haber descubierto se deben a la caída de pelo de su parte superior. También pueden observar que le faltan escamas por determinadas zonas. En la parte baja del vientre, si miran bien, pueden ver una capa de color blanquecino.
El hipocampo designado a este grupo está muy tranquilo, aceptó la comida sin problemas pero se remueve cuando comienzan a observarlo. Quizás esto se trate a que, como pueden observar (si lo hacen detenidamente) el animal tiene ciertos problemas respiratorios aún estando parado.
Grupo B: Eileen M. Sevigny, Loulou Rayder y Abigail Tucker.
Las algas escogidas por Abigail no son las más adecuadas para este tipo de animal, pero en realidad comen todo tipo de vegetación marina, de modo que las acepta y las come gustoso cuando las chicas se las dan.
Aún no empezaron el estudio, y los síntomas que podrán ver son: piel, boca y aletas cubiertas por una especie de algodón claro (sin serlo, claro) también tendría en las agallas pero eso solo lo descubrirán si se atreven a acercarse mucho al animal.
El hipocampo designado a este grupo se comporta de manera más o menos adecuada, está muy nervioso y a pesar de estar un tanto hambriento le molestó el comer por tener la boca dañada. Esto hace que se remueva y la observación se dificulte. Se recomienda cuidado para no hacerlo enfadar y que se evite el tocar las zonas dañadas.
Grupo C: Milou Leloup, Loreen Luttrell y Adair Brackminster.
Este grupo tiene algún problema más. Los pececitos que cogió Loreen los rechaza instantáneamente y hace que el hipocampo se sienta molesto e incómodo. Gracias a la intromisión de Adair no los llega a comer, pero con las algas del chico también tiene algunos problema, no parece muy dispuesto a engullir nada. Los crustáceos que lleva Milou no son del todo adecuados pues son animales que tan solo comen a base de vegetación.
Gracias a esto el grupo puede descubrir que no es que hayan confundido de comida (que un poco también) sino que además tiene pérdida de apetito total, no aceptó nada. La cuenca de los ojos la tiene muy marcada y se le nota extremadamente delgado (o lo notarán si miran al resto y comparan), se nota un inicio de ulcera en su tronco y tiene las aletas bastante mal.
Como ya he dicho el animal está nervioso por los intentos de alimentación fallidos, no confía demasiado en vosotros, pero aún así, seguramente por el agotamiento de la enfermedad se porta bastante bien.
…..
ø Dinámica de turno: pueden alimentar al animal, cuidarlo, observarle, lo que quieran… una vez posteen los tres miembros de un grupo pasaré por el post para decir si acertaron enfermedad o no (son enfermedades de animales marinos reales un poco adaptadas). Los estudiantes de zoología pueden mandarme un mp y les digo si aciertan o no (o sea, les digo cual tienen) según una tiradita de dados. El resto son oyentes, pueden comentar y decir lo que quieran pero no tendrán esa facilidad
ø El grupo B, cuya compañera de zoología no pasó por la clase puede dar por hecho que si tienen compañera de clase y que ella les dice la enfermedad aunque no pongan el post cual es, ya que juegan en desventaja.
ø Este turno consiste en que “discutan” que tiene. ¡AH! Vamos a dar por hecho que se puede hablar aún con el casco burbuja bajo agua, si no, poca comunicación habrá.
El profesor simplemente se quedó a una distancia prudente, viendo como actuaban todos y cada uno de sus alumnos; si alguno de los hipocampos necesitase alguna ayuda, él iría de inmediato.
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Grupo A: Park Hye Rang, Pearlie Felicia Burroughs y Elazar Selvaggi
Rang lleva la comida adecuada para los hipocampos aunque quizás no en la cantidad adecuada para uno de ese tamaño. Al menos uno de los integrantes del grupo debería ir a buscar más.
Las observaciones de Park y Burroughs son las siguientes: las zonas rojas que dijo Pearlie haber descubierto se deben a la caída de pelo de su parte superior. También pueden observar que le faltan escamas por determinadas zonas. En la parte baja del vientre, si miran bien, pueden ver una capa de color blanquecino.
El hipocampo designado a este grupo está muy tranquilo, aceptó la comida sin problemas pero se remueve cuando comienzan a observarlo. Quizás esto se trate a que, como pueden observar (si lo hacen detenidamente) el animal tiene ciertos problemas respiratorios aún estando parado.
Grupo B: Eileen M. Sevigny, Loulou Rayder y Abigail Tucker.
Las algas escogidas por Abigail no son las más adecuadas para este tipo de animal, pero en realidad comen todo tipo de vegetación marina, de modo que las acepta y las come gustoso cuando las chicas se las dan.
Aún no empezaron el estudio, y los síntomas que podrán ver son: piel, boca y aletas cubiertas por una especie de algodón claro (sin serlo, claro) también tendría en las agallas pero eso solo lo descubrirán si se atreven a acercarse mucho al animal.
El hipocampo designado a este grupo se comporta de manera más o menos adecuada, está muy nervioso y a pesar de estar un tanto hambriento le molestó el comer por tener la boca dañada. Esto hace que se remueva y la observación se dificulte. Se recomienda cuidado para no hacerlo enfadar y que se evite el tocar las zonas dañadas.
Grupo C: Milou Leloup, Loreen Luttrell y Adair Brackminster.
Este grupo tiene algún problema más. Los pececitos que cogió Loreen los rechaza instantáneamente y hace que el hipocampo se sienta molesto e incómodo. Gracias a la intromisión de Adair no los llega a comer, pero con las algas del chico también tiene algunos problema, no parece muy dispuesto a engullir nada. Los crustáceos que lleva Milou no son del todo adecuados pues son animales que tan solo comen a base de vegetación.
Gracias a esto el grupo puede descubrir que no es que hayan confundido de comida (que un poco también) sino que además tiene pérdida de apetito total, no aceptó nada. La cuenca de los ojos la tiene muy marcada y se le nota extremadamente delgado (o lo notarán si miran al resto y comparan), se nota un inicio de ulcera en su tronco y tiene las aletas bastante mal.
Como ya he dicho el animal está nervioso por los intentos de alimentación fallidos, no confía demasiado en vosotros, pero aún así, seguramente por el agotamiento de la enfermedad se porta bastante bien.
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ø Dinámica de turno: pueden alimentar al animal, cuidarlo, observarle, lo que quieran… una vez posteen los tres miembros de un grupo pasaré por el post para decir si acertaron enfermedad o no (son enfermedades de animales marinos reales un poco adaptadas). Los estudiantes de zoología pueden mandarme un mp y les digo si aciertan o no (o sea, les digo cual tienen) según una tiradita de dados. El resto son oyentes, pueden comentar y decir lo que quieran pero no tendrán esa facilidad
ø El grupo B, cuya compañera de zoología no pasó por la clase puede dar por hecho que si tienen compañera de clase y que ella les dice la enfermedad aunque no pongan el post cual es, ya que juegan en desventaja.
ø Este turno consiste en que “discutan” que tiene. ¡AH! Vamos a dar por hecho que se puede hablar aún con el casco burbuja bajo agua, si no, poca comunicación habrá.
Shaun Nørgaard- Mensajes : 75
Fecha de inscripción : 11/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Park se alegró mucho en el momento en el que vio que, con quienes participaría en aquél ejercicio, eran dos de sus conocidos, podría decirse que incuso eran dos de sus “amigos” de la universidad.
Se quedó absorta mirando todos y cada uno de los resquicios que sus ojos alcanzaban a ver, de aquél animal, teniendo que retroceder un poco según que gesto hacia el hipocampo, o habría podido ser arrastrada un poco por el gesto de la criatura. Cundo escuchó como Pearlie decía aquello sobre las manchas, ella misma fue junto a su compañera para quedar mirando un poquito una de ellas, atreviéndose a estirar la mano y tocar un poco la zona, tras asegurarse de que Selvaggi estaba alimentando al animal, pasándola un poco mas en general y abriendo mucho los ojos, parecía que se le había encendido la bombillita o algo.
En el mismo momento, la chica se separó y bajó nadando un poquito más, en todo momento con cuidado, hacia la parte de pez del hipocampo. Enfocó con la mirada la cola escamada, viendo que en ella faltaban algunas, y otras estaban a punto de caerse. En ese momento un par de ideas cruzaron su cabeza, una de ellas en relación a la clase, sobre que era lo que podía tener aquél animal, y otra de las ideas era en hacer un “regalo”.
Cuando Rang se fue a acercar un poco más, el hipocampo se removió un poco, viendo como un par de escamas del enorme animal se despegaban de su cola, momento que ella misma aprovechó para coger una de esas mismas antes de que cayese hacia abajo, y en cuando la tuvo bien sujeta con ambas manos, volvió nadando rapidito hacia donde se encontraban sus compañeros de equipo.
Vio como Elazar en ese momento estaba con las manos vacías e hizo un mohín. - Creo que necesitamos más algas... - Comentó y se quedó mirando a ambos antes de descolgarse la bolsita que traía consigo para guardar aquella escama, para el animal era inservible, y nadie le diría nada, total, en un principio se veía como un simple bonito adorno que se podría pulir para hacer un par de pendientes o un collar.
Volvió después de guardar aquello, toda su atención a Pearlie y a Elazar. - Creo... creo que puedo saber que es lo que tiene... pero antes tengo que poder mirarle un poco más.... lo malo es que hasta que no esté algo más entretenido, por ejemplo comiendo, no creo que pueda verificar nada... - Dijo en un tono tristón, quedándose mirando a su alrededor, buscando algunas algas que terminó por señalar que estaban a unos metros de donde estaban ellos en ese momento.
Volvió a girarse un poquito para mirar al animal, volviendo a hablar a sus compañeros. - Hay que entretenerle... - Murmuró y se mordió la boca antes de seguir hablando. - Creo que se lo que es... pero no quiero equivocarme... quiero asegurarme antes de decir algo mal. - Les comentó a sus compañeros, girando un poquito el rostro a mirarles antes de volver de nuevo a mirar al animal, acerándose muy despacito, queriendo ver, al menos, una de las dos cosas que eran mas significativas a la hora de que algún espécimen fuese a tener lo que la asiática tenía en mente como enfermedad.
Fijó una vez mas su vista en el cuerpo del animal; en un principio en el lomo, después las patas delanteras, y entonces... ¡bien! El abdomen del animal en ese momento fue otra de sus pistas. Por suerte no nadaba como los peces, sino mas bien como los caballitos de mar, así que no había tenido que hacer mas que bajar hacia abajo para mirar en esa zona.
Con una amplia sonrisa se acercó a sus dos compañeros y emocionada les habló. - ¡Creo que ya se seguro! - Miró a ambos, pero antes de dejarles decir nada, habló. - ¡Ayudadme a asegurarme de la última cosa! Tenemos que ver si este hipocampo que se nos ha asignado tiene algún problema para respirar. - Les miró por un momento, viendo que no parecían saber como. - Podemos mirar un ratito al nuestro y a los otros dos, y si las burbujas de aire son algo diferentes, según eso, se puede saber.
Según lo que sus compañeros fuesen a responder, si se animaban, a parte de haberle ayudado en todo momento a alimentar al hipocampo y a mantenerlo tranquilito; ella ya quedaría totalmente segura de que era lo que tenía el animal.
Por su parte, ella frunció un poquito el ceño para desde donde estaba, quedar haciendo lo que ella misma había dicho; podría ser aburrido, pero era la única pista que a ella le faltaba.
Se quedó absorta mirando todos y cada uno de los resquicios que sus ojos alcanzaban a ver, de aquél animal, teniendo que retroceder un poco según que gesto hacia el hipocampo, o habría podido ser arrastrada un poco por el gesto de la criatura. Cundo escuchó como Pearlie decía aquello sobre las manchas, ella misma fue junto a su compañera para quedar mirando un poquito una de ellas, atreviéndose a estirar la mano y tocar un poco la zona, tras asegurarse de que Selvaggi estaba alimentando al animal, pasándola un poco mas en general y abriendo mucho los ojos, parecía que se le había encendido la bombillita o algo.
En el mismo momento, la chica se separó y bajó nadando un poquito más, en todo momento con cuidado, hacia la parte de pez del hipocampo. Enfocó con la mirada la cola escamada, viendo que en ella faltaban algunas, y otras estaban a punto de caerse. En ese momento un par de ideas cruzaron su cabeza, una de ellas en relación a la clase, sobre que era lo que podía tener aquél animal, y otra de las ideas era en hacer un “regalo”.
Cuando Rang se fue a acercar un poco más, el hipocampo se removió un poco, viendo como un par de escamas del enorme animal se despegaban de su cola, momento que ella misma aprovechó para coger una de esas mismas antes de que cayese hacia abajo, y en cuando la tuvo bien sujeta con ambas manos, volvió nadando rapidito hacia donde se encontraban sus compañeros de equipo.
Vio como Elazar en ese momento estaba con las manos vacías e hizo un mohín. - Creo que necesitamos más algas... - Comentó y se quedó mirando a ambos antes de descolgarse la bolsita que traía consigo para guardar aquella escama, para el animal era inservible, y nadie le diría nada, total, en un principio se veía como un simple bonito adorno que se podría pulir para hacer un par de pendientes o un collar.
Volvió después de guardar aquello, toda su atención a Pearlie y a Elazar. - Creo... creo que puedo saber que es lo que tiene... pero antes tengo que poder mirarle un poco más.... lo malo es que hasta que no esté algo más entretenido, por ejemplo comiendo, no creo que pueda verificar nada... - Dijo en un tono tristón, quedándose mirando a su alrededor, buscando algunas algas que terminó por señalar que estaban a unos metros de donde estaban ellos en ese momento.
Volvió a girarse un poquito para mirar al animal, volviendo a hablar a sus compañeros. - Hay que entretenerle... - Murmuró y se mordió la boca antes de seguir hablando. - Creo que se lo que es... pero no quiero equivocarme... quiero asegurarme antes de decir algo mal. - Les comentó a sus compañeros, girando un poquito el rostro a mirarles antes de volver de nuevo a mirar al animal, acerándose muy despacito, queriendo ver, al menos, una de las dos cosas que eran mas significativas a la hora de que algún espécimen fuese a tener lo que la asiática tenía en mente como enfermedad.
Fijó una vez mas su vista en el cuerpo del animal; en un principio en el lomo, después las patas delanteras, y entonces... ¡bien! El abdomen del animal en ese momento fue otra de sus pistas. Por suerte no nadaba como los peces, sino mas bien como los caballitos de mar, así que no había tenido que hacer mas que bajar hacia abajo para mirar en esa zona.
Con una amplia sonrisa se acercó a sus dos compañeros y emocionada les habló. - ¡Creo que ya se seguro! - Miró a ambos, pero antes de dejarles decir nada, habló. - ¡Ayudadme a asegurarme de la última cosa! Tenemos que ver si este hipocampo que se nos ha asignado tiene algún problema para respirar. - Les miró por un momento, viendo que no parecían saber como. - Podemos mirar un ratito al nuestro y a los otros dos, y si las burbujas de aire son algo diferentes, según eso, se puede saber.
Según lo que sus compañeros fuesen a responder, si se animaban, a parte de haberle ayudado en todo momento a alimentar al hipocampo y a mantenerlo tranquilito; ella ya quedaría totalmente segura de que era lo que tenía el animal.
Por su parte, ella frunció un poquito el ceño para desde donde estaba, quedar haciendo lo que ella misma había dicho; podría ser aburrido, pero era la única pista que a ella le faltaba.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Primera clase practica: Hipocampos
En efecto, necesitaban más algas. Pearlie miró a su alrededor para ubicar alguna zona probable donde hubiera. Nadaba muy bien y lo hacía muy rápido así que no tendría problema alguno en ir a conseguir más comida para el animal. Llevaba consigo la varita así que cualquier cosa, en caso de que saltara algún animal marino infernal, podría defenderse aunque todo parecía muy tranquilo. Le iba a pedir a Rang que le prestara su bolsita pero a saber qué otras cosas guardaba ahí así que decidió mejor llevarlo todo en la mano y ya estaba.
Rang parecía muy segura o al menos, muy cerca de saber qué era lo que el hipocampo tenía, lo cuál podía considerarse una suerte porque al parecer no tendrían que luchar tanto con ese asunto. Por otro lado, al principio había considerado todo eso como una clase normal pero poco a poco iba preocupándose más y genuinamente por el animal, que parecía tener todas las enfermedades de la vida o sino, al menos una muy fea. Y ni siquiera era viejo o algo.
-Yo voy por más comida para él.
Anunció y sonrió rápido a Elazar antes de emprender camino, nadando a toda velocidad buscando algas de buen color y buen tamaño. Resultaba que hasta en eso sentía que debía tener cuidado, no fuera a toparse con alguna especie rara envenenada o algo así. Encontró las algas rápido y comenzó a hacerse de ellas, pero le cabían solo muy pocas en la mano, así que necesitaría dar al menos dos o tres vueltas. No estaba muy lejos de sus compañeros pero tampoco se quería perder el diagnóstico de Rang.
Tomó lo que podía, regresó nadando como en competencia de Beauxbatons y se las dejó a Elazar en la mano antes de regresar en la misma zona por más, intentando tomar lo más posible en su mano libre.
-¿Y bien? ¿Confirmaste tu teoría entre mis viajes?
Preguntó con curiosidad, mirando fijamente al animal, acercándose para alimentarlo más con las algas nuevas que había conseguido, mucho más confiada que la primera vez porque ahora el hipocampo también había dado muestras de confianza, con todo y lo enfermo que estaba.
Rang parecía muy segura o al menos, muy cerca de saber qué era lo que el hipocampo tenía, lo cuál podía considerarse una suerte porque al parecer no tendrían que luchar tanto con ese asunto. Por otro lado, al principio había considerado todo eso como una clase normal pero poco a poco iba preocupándose más y genuinamente por el animal, que parecía tener todas las enfermedades de la vida o sino, al menos una muy fea. Y ni siquiera era viejo o algo.
-Yo voy por más comida para él.
Anunció y sonrió rápido a Elazar antes de emprender camino, nadando a toda velocidad buscando algas de buen color y buen tamaño. Resultaba que hasta en eso sentía que debía tener cuidado, no fuera a toparse con alguna especie rara envenenada o algo así. Encontró las algas rápido y comenzó a hacerse de ellas, pero le cabían solo muy pocas en la mano, así que necesitaría dar al menos dos o tres vueltas. No estaba muy lejos de sus compañeros pero tampoco se quería perder el diagnóstico de Rang.
Tomó lo que podía, regresó nadando como en competencia de Beauxbatons y se las dejó a Elazar en la mano antes de regresar en la misma zona por más, intentando tomar lo más posible en su mano libre.
-¿Y bien? ¿Confirmaste tu teoría entre mis viajes?
Preguntó con curiosidad, mirando fijamente al animal, acercándose para alimentarlo más con las algas nuevas que había conseguido, mucho más confiada que la primera vez porque ahora el hipocampo también había dado muestras de confianza, con todo y lo enfermo que estaba.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Él se había quedado un poco atrás con aquello de darle de comer al animal, vio como sus compañeras examinaban al animal, Rang le dijo que faltaban algas y él mismo habría ido, pero primero se quedó tratando de entender que habían visto ellas. No se le daba muy bien el cuidar animales, y por eso mismo en ese momento estaba un poco al margen, además, prefería meter la pata, no fuera hacerle más daño, que el pobre animal ya parecía estar bastante mal.
Dejó que Pearlie fuera a por las algas, al fin y al cabo ella misma se ofreció, y nadaba bastante bien, mientras tanto observó como Rang veía al hipogrifo y miraba alguna que otra cosilla. Él estaba más de adorno que otra cosa, pero al final sí que le asignó una tarea, fácil y un poco tonta, pero no importaba. Le tocaría ver si respiraba bien. Como Burroughs se estaba encargando ahora de alimentarlo observó la respiración de la bestia y después fue al grupo más cercano y miró la del otro espécimen.
Contó un poco y observó y fue hacía el tercer grupo, con solo uno para comparar no tenía suficiente.
Para cuando llegó a la conclusión de que si, su hipocampo estaba un poco mal, respiraba lentamente y las burbujas que emergían de él eran poco estables y sin ritmo casi ninguno, pudo asegurarle a Rang que sus sospechas eran ciertas.
-No soy ningún experto – dijo para que supiera que estaba frente a un inútil total – pero creo que tiene la respiración bastante mal, al menos comparando lo poco que puedo ver de este y del resto.
Veía como su otra compañera alimentaba al animal y se quedó en un lugar intermedio, no quería acercarse demasiado por si ya muchas manos pudieran ponerlo nervioso o algo. Solo esperaría a que la asiática confirmara sus sospechas o bien que el profesor fuera a decirles como tratarlo, porque él, ni idea.
Dejó que Pearlie fuera a por las algas, al fin y al cabo ella misma se ofreció, y nadaba bastante bien, mientras tanto observó como Rang veía al hipogrifo y miraba alguna que otra cosilla. Él estaba más de adorno que otra cosa, pero al final sí que le asignó una tarea, fácil y un poco tonta, pero no importaba. Le tocaría ver si respiraba bien. Como Burroughs se estaba encargando ahora de alimentarlo observó la respiración de la bestia y después fue al grupo más cercano y miró la del otro espécimen.
Contó un poco y observó y fue hacía el tercer grupo, con solo uno para comparar no tenía suficiente.
Para cuando llegó a la conclusión de que si, su hipocampo estaba un poco mal, respiraba lentamente y las burbujas que emergían de él eran poco estables y sin ritmo casi ninguno, pudo asegurarle a Rang que sus sospechas eran ciertas.
-No soy ningún experto – dijo para que supiera que estaba frente a un inútil total – pero creo que tiene la respiración bastante mal, al menos comparando lo poco que puedo ver de este y del resto.
Veía como su otra compañera alimentaba al animal y se quedó en un lugar intermedio, no quería acercarse demasiado por si ya muchas manos pudieran ponerlo nervioso o algo. Solo esperaría a que la asiática confirmara sus sospechas o bien que el profesor fuera a decirles como tratarlo, porque él, ni idea.
Elazar Selvaggi- Mensajes : 211
Fecha de inscripción : 09/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Ignoró el comentario de Leloup porque para él, el nombre elegido para el hipocampo era acertado y además, no había más que tomar conciencia con los animales, su madre siempre bautizaba cada bicho que entraba por la puerta hasta Hortensia, la rata pelona de su sobrino. Negó con la cabeza cuando observó la burbuja de Milou, estrictamente vegetarianos, ni placton ni pececitos ni una macburguer, una mierda, sería de Quidditch pero hasta ahí llegaba.
La vista de Adair se centró en el animal. Frunció el ceño cuando rechazó las algas y acarició su hocico para incentivarlo a tomar la vegetación que él directamente ofrecía de su mano. Travolta apartó la cara – Este no tiene hambre – la verdad es que echando una ojeada a su cuerpo se veía bastante machacado. Ojeras, ulcera en el cuello, aletas atrofiadas, no pintaba nada bien. Miró a los hipocampos de sus compañeros, negó con la cabeza y volvió a prestar atención en el pobre animal, pegando las algas a su hocico de nuevo a ver si en la tercera iba la definitiva - ¿Qué te dejaron tan seco que no quieres comer?
Pellizcó con suavidad la piel de su cuello, la que no estaba directamente en contacto con la úlcera, y evaluó como se movía. Amy solía hacer aquello con los animales que venían deshidratados a su casa. Torció los labios y miró a las dos compañeras – Puede que tenga algo digestivo. Quizás una infección. Estos animales comen mucho, es extraño que no quiera la hierba además, parece que lleva días en este estado, medio muerto – miró a Leloup que era la estudiante de aquella carrera y espero a que digiera algo para solventar sus problemas.
La vista de Adair se centró en el animal. Frunció el ceño cuando rechazó las algas y acarició su hocico para incentivarlo a tomar la vegetación que él directamente ofrecía de su mano. Travolta apartó la cara – Este no tiene hambre – la verdad es que echando una ojeada a su cuerpo se veía bastante machacado. Ojeras, ulcera en el cuello, aletas atrofiadas, no pintaba nada bien. Miró a los hipocampos de sus compañeros, negó con la cabeza y volvió a prestar atención en el pobre animal, pegando las algas a su hocico de nuevo a ver si en la tercera iba la definitiva - ¿Qué te dejaron tan seco que no quieres comer?
Pellizcó con suavidad la piel de su cuello, la que no estaba directamente en contacto con la úlcera, y evaluó como se movía. Amy solía hacer aquello con los animales que venían deshidratados a su casa. Torció los labios y miró a las dos compañeras – Puede que tenga algo digestivo. Quizás una infección. Estos animales comen mucho, es extraño que no quiera la hierba además, parece que lleva días en este estado, medio muerto – miró a Leloup que era la estudiante de aquella carrera y espero a que digiera algo para solventar sus problemas.
Adair Brackminster- Mensajes : 402
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
La coreana casi parecía irradiar felicidad. Se mordió la boca y sonrió de manera amplia, girándose un poquito a mirar a sus compañeros de equipo. Era genial, los dos le habían ayudado mucho y había terminado por, gracias a la ayuda de Pearlie y de Elazar, a confirmar sus sospechas sobre la enfermedad que tenía el hipocampo.
Pearlie se había dedicado a alimentar al animal tras haber ido a recoger mas algas tal y como Park había comentado, y Elazar, pacientemente, había permanecido mirando al hipocampo que se les había asignado a ellos por un ratito, después haciendo lo mismo con los otros dos animales que había allí, y ella había seguido aclarando por completo sus dudas.
Se acercó a los dos y sin poder evitarlo, feliz, los achuchó con fuerza, o al menos con su poca fuerza que probablemente incluso quedó más disminuida por el hecho de estar debajo del agua. - ¡Muchas gracias a los dos! Voy a llamar al profesor y a comunicarle lo que es.
Cuando se separó de ambos llamó al profesor, alzando la mano y en el momento en el que este se acercó, se puso a explicarle.
- Hemos visto ciertos síntomas en el animal. Tiene algunas zonas rojas por la caída de pelo, probablemente zona irritada, también le faltan algunas escamas que con según que movimiento, llegan a aflojar a algunas otras y estas se desprenden de la parte de pez del hipocampo. - Hizo una pausita y miró a sus compañeros de equipo. Trataba de hablar de forma que ellos también entendiesen sin problema, sin palabras raras ni querer enrollarse demasiado tampoco. - También me fije que en la parte del vientre tenía blanquecino, y con suerte mientras mi compañera Burroughs le alimentaba pude tocarlo un poco y entonces descubrí que aquella capa era aterciopelada. Asimismo también Selvaggi colaboró enormemente fijándose y corroborando que nuestro espécimen tenía problemas de respiración.
Vio como el profesor asentía, y entonces continuó tras lanzar una rápida mirada a sus compañeros.
- Lo que el hipocampo que se nos ha asignado tiene es un parásito externo. Más concretamente se trata del Oodinium, también conocida como la enfermedad del terciopelo. Es una de las enfermedades mas comunes en zonas de criado de animales marinos. Los signos degenerativos de la misma como ya he mencionado antes es la caída de escamas y la falta de pelo, y los problemas respiratorios. El signo más visible es el de la capa de color blanquecino, pero para conseguir que el hipocampo se deje mirar bien, ha sido de gran ayuda haberlo tenido entretenido para ello.
Volvió a hacer una pequeña pausa y habló de nuevo. - El tratamiento no es complicado. Se soluciona con una dosis de sulfato de cobre o citrato durante diez días, la dosis varía según el tamaño del hipocampo. En el caso de que el parásito persistiese, habría que repetir la operación durante diez días mas.
Ya terminó de explicarlo todo, de decir cuales eran los síntomas o dignos degenerativos, y cual era la cura para solucionar aquella enfermedad.
Ahora solo quedaba escuchar si todo aquello era correcto. Escuchar la respuesta que daba el profesor.
Pearlie se había dedicado a alimentar al animal tras haber ido a recoger mas algas tal y como Park había comentado, y Elazar, pacientemente, había permanecido mirando al hipocampo que se les había asignado a ellos por un ratito, después haciendo lo mismo con los otros dos animales que había allí, y ella había seguido aclarando por completo sus dudas.
Se acercó a los dos y sin poder evitarlo, feliz, los achuchó con fuerza, o al menos con su poca fuerza que probablemente incluso quedó más disminuida por el hecho de estar debajo del agua. - ¡Muchas gracias a los dos! Voy a llamar al profesor y a comunicarle lo que es.
Cuando se separó de ambos llamó al profesor, alzando la mano y en el momento en el que este se acercó, se puso a explicarle.
- Hemos visto ciertos síntomas en el animal. Tiene algunas zonas rojas por la caída de pelo, probablemente zona irritada, también le faltan algunas escamas que con según que movimiento, llegan a aflojar a algunas otras y estas se desprenden de la parte de pez del hipocampo. - Hizo una pausita y miró a sus compañeros de equipo. Trataba de hablar de forma que ellos también entendiesen sin problema, sin palabras raras ni querer enrollarse demasiado tampoco. - También me fije que en la parte del vientre tenía blanquecino, y con suerte mientras mi compañera Burroughs le alimentaba pude tocarlo un poco y entonces descubrí que aquella capa era aterciopelada. Asimismo también Selvaggi colaboró enormemente fijándose y corroborando que nuestro espécimen tenía problemas de respiración.
Vio como el profesor asentía, y entonces continuó tras lanzar una rápida mirada a sus compañeros.
- Lo que el hipocampo que se nos ha asignado tiene es un parásito externo. Más concretamente se trata del Oodinium, también conocida como la enfermedad del terciopelo. Es una de las enfermedades mas comunes en zonas de criado de animales marinos. Los signos degenerativos de la misma como ya he mencionado antes es la caída de escamas y la falta de pelo, y los problemas respiratorios. El signo más visible es el de la capa de color blanquecino, pero para conseguir que el hipocampo se deje mirar bien, ha sido de gran ayuda haberlo tenido entretenido para ello.
Volvió a hacer una pequeña pausa y habló de nuevo. - El tratamiento no es complicado. Se soluciona con una dosis de sulfato de cobre o citrato durante diez días, la dosis varía según el tamaño del hipocampo. En el caso de que el parásito persistiese, habría que repetir la operación durante diez días mas.
Ya terminó de explicarlo todo, de decir cuales eran los síntomas o dignos degenerativos, y cual era la cura para solucionar aquella enfermedad.
Ahora solo quedaba escuchar si todo aquello era correcto. Escuchar la respuesta que daba el profesor.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Primera clase practica: Hipocampos
Podía limpiar un establo de dragones, acariciar a los escregutos y dormir con perros y gatos y no le daría tanto asco como el animalejo ese que, lejos de causarle ternurita, le provocaba ñañaras. No era por que lucía enfermizo y verdoso ni por los ojos saltones ni por la asquerosa cosa que se le estaba formando en el tronco. No, era por que las criaturas marinas siempre le habían ocasionado repulsión, era para ella el equivalente de encontrarse con una rata para otras personas.
Se acercó para mirarlo detenidamente pero sin tocarlo. No había querido comer nada de lo que habían llevado, lucía terrible, la úlcera… habían visto un caso parecido el semestre pasado y estaba tratando de recordar, por eso no le dijo nada a Adair cuando lo tocó.
Sueltalo, Adair, va a contagiarte algo –sin querer sonó como princesita delicada, por que no podía evitar que una nota de asco se escuchase en su voz, sonrió para ver si así le creía-. No, es en serio, puede salirte algo en las manos y duele muchísimo. Pero trata de distraer a Travolta mientras lo examino, el semestre pasado hicimos algo parecido.
Nadando lo rodeó, sin tocarlo revisó las aletas inclinándose hacia él y, viendo a los demás el suyo estaba bastante delgado. Estaban horribles.
¿Ven las aletas?... Ahí, donde se doblan, lo más probable es que se haya peleado, aunque lo dudo mucho, no creo que estas cosas sean agresivas, así que algo lo debió morder y la herida se infectó –conjuró un lumos para que los tres pudieran ver bien-. Pero esa infección no sería tan fuerte como para que deje de comer ni tampoco para provocar esa cosa que tiene ahí, ¿vieron?
Miró al profesor por que ya tenía una vaga idea de que es lo que tenía y esperó a que su miradas se encontraran. Habían hablado sobre ello la clase anterior y las posibles enfermedades.
Ojos saltones, aletas erosionadas, perdida de peso y apetito, deformación y comportamiento distinto a los demás –repasó enumerando para recordárselo más bien a si misma y buscar su aprobación-. Es una infección no hay duda… pero no estoy muy segura si es por un parásito, un hongo, si es celulitis o… ¿tuberculosis? Algo así mencionaba el libro.
El profesor asintió (me tomo la libertad para ir más rápido) y Milou sonrió con suficiencia hacia Loreen y Adair.
No te encariñes tanto, se va a morir –para qué decirles que no si sí. Tomó aire y exhaló lentamente-. Pero si quieren intentarlo… yo creo que deberíamos trasladarlo a un acuario y sacarlo de aquí. Siempre funciona someterlos a agua caliente por un tiempo para que la bacteria muera y podríamos turnarnos para aplicarle medicina de esas que venden en las tiendas de mascotas, luego lo regresamos a menos que lo quieras de mascota –eso último se lo dijo a Adair-. Y bueno, por ahora podríamos… no se. No se me ocurre nada, pero no lo toquen por Merlín. ¿Alguna idea?
Se acercó para mirarlo detenidamente pero sin tocarlo. No había querido comer nada de lo que habían llevado, lucía terrible, la úlcera… habían visto un caso parecido el semestre pasado y estaba tratando de recordar, por eso no le dijo nada a Adair cuando lo tocó.
Sueltalo, Adair, va a contagiarte algo –sin querer sonó como princesita delicada, por que no podía evitar que una nota de asco se escuchase en su voz, sonrió para ver si así le creía-. No, es en serio, puede salirte algo en las manos y duele muchísimo. Pero trata de distraer a Travolta mientras lo examino, el semestre pasado hicimos algo parecido.
Nadando lo rodeó, sin tocarlo revisó las aletas inclinándose hacia él y, viendo a los demás el suyo estaba bastante delgado. Estaban horribles.
¿Ven las aletas?... Ahí, donde se doblan, lo más probable es que se haya peleado, aunque lo dudo mucho, no creo que estas cosas sean agresivas, así que algo lo debió morder y la herida se infectó –conjuró un lumos para que los tres pudieran ver bien-. Pero esa infección no sería tan fuerte como para que deje de comer ni tampoco para provocar esa cosa que tiene ahí, ¿vieron?
Miró al profesor por que ya tenía una vaga idea de que es lo que tenía y esperó a que su miradas se encontraran. Habían hablado sobre ello la clase anterior y las posibles enfermedades.
Ojos saltones, aletas erosionadas, perdida de peso y apetito, deformación y comportamiento distinto a los demás –repasó enumerando para recordárselo más bien a si misma y buscar su aprobación-. Es una infección no hay duda… pero no estoy muy segura si es por un parásito, un hongo, si es celulitis o… ¿tuberculosis? Algo así mencionaba el libro.
El profesor asintió (me tomo la libertad para ir más rápido) y Milou sonrió con suficiencia hacia Loreen y Adair.
No te encariñes tanto, se va a morir –para qué decirles que no si sí. Tomó aire y exhaló lentamente-. Pero si quieren intentarlo… yo creo que deberíamos trasladarlo a un acuario y sacarlo de aquí. Siempre funciona someterlos a agua caliente por un tiempo para que la bacteria muera y podríamos turnarnos para aplicarle medicina de esas que venden en las tiendas de mascotas, luego lo regresamos a menos que lo quieras de mascota –eso último se lo dijo a Adair-. Y bueno, por ahora podríamos… no se. No se me ocurre nada, pero no lo toquen por Merlín. ¿Alguna idea?
Milou Leloup- Mensajes : 104
Fecha de inscripción : 01/10/2012
Re: Primera clase practica: Hipocampos
El profesor se dedicó a dar vueltas entre los alumnos, observando que hacían y como lo hacían, era bueno dejarles entrar en contacto con la criatura en sí después de una clase puramente teórica, pero los hipocampos no eran animales fáciles de encontrar y si les hacían algo que los pudieran dañar él sería el responsable y por eso no podía perderlos de vista en ningún instante, y no solo eso, se negaba a que ninguno saliera herido, alumno o bestia.
En esas rondas pudo ver como les iba a cada grupo, el primer grupo parecía ir bien encaminado, al menos no hacían tonterías, el segundo grupo parecía estar teniendo algún que otro problema más y el último, a pesar de que habían empezado un poco mal ahora lo estaban arreglando con facilidad y podía despreocuparse.
Por lo observado, fue primero hacía el segundo grupo, mandó a los tres alumnos derechos a la orilla del lago, haciendo que el animal estuviera tranquilo de nuevo. En cuanto los alumnos se fueran, todos, lo mandaría a la zona de cuidados de vuelta con su dueño.
Tras eso se acercó directamente a Milou, alumna suya, buena alumna excepto en casos así que parecía a punto de un colapso nervioso o con muchas ganas de asustar a sus compañeros que estarían menos puestos en el tema.
-¿Por qué les dices que no lo toquen? – sonaba tranquilo y se acercó a los tres, viendo como se habían alejado un poquito del animal, preguntó a la chica la cual explicó todas sus ideas, las que ya les había dicho a sus propios compañeros y él asintió despacio, sobre todo cuando mencionó que podría ser tuberculosis – entre todas sus ideas está la acertada. Tal y como dices tiene tuberculosis, el tratamiento no va desencaminado, no es exacto pero está muy aproximado.
Le explicó mejor como iba y les indicó que para NADA era contagioso, no si no manipulaban excrementos, los dejó ya salir del lago y fue para el último grupo. Allí oyó todo lo que Rang le explicó, ella se había tomado muy en serio la tarea al parecer y ahí estaba, dándole todos los detalles habidos y por haber sobre la enfermedad y su situación…
No tuvo mucho más que añadir sobre su explicación así que a ellos también los mandó salir del lago y una vez todos fuera terminó la clase aclarando las distintas enfermedades que sufrían (para que los de los demás grupos también supieran) en un resumen rápido y los mandó a secarse y entrar en calor, el tiempo de clase había terminado y en la próxima clase teórica les daría la nota por la practica efectuada.
-----
Off: Las notas y experiencia se colgaran próximamente en otro post, estén atentos. Gracias por su participación en la clase. Queda oficialmente cerrada.
En esas rondas pudo ver como les iba a cada grupo, el primer grupo parecía ir bien encaminado, al menos no hacían tonterías, el segundo grupo parecía estar teniendo algún que otro problema más y el último, a pesar de que habían empezado un poco mal ahora lo estaban arreglando con facilidad y podía despreocuparse.
Por lo observado, fue primero hacía el segundo grupo, mandó a los tres alumnos derechos a la orilla del lago, haciendo que el animal estuviera tranquilo de nuevo. En cuanto los alumnos se fueran, todos, lo mandaría a la zona de cuidados de vuelta con su dueño.
Tras eso se acercó directamente a Milou, alumna suya, buena alumna excepto en casos así que parecía a punto de un colapso nervioso o con muchas ganas de asustar a sus compañeros que estarían menos puestos en el tema.
-¿Por qué les dices que no lo toquen? – sonaba tranquilo y se acercó a los tres, viendo como se habían alejado un poquito del animal, preguntó a la chica la cual explicó todas sus ideas, las que ya les había dicho a sus propios compañeros y él asintió despacio, sobre todo cuando mencionó que podría ser tuberculosis – entre todas sus ideas está la acertada. Tal y como dices tiene tuberculosis, el tratamiento no va desencaminado, no es exacto pero está muy aproximado.
Le explicó mejor como iba y les indicó que para NADA era contagioso, no si no manipulaban excrementos, los dejó ya salir del lago y fue para el último grupo. Allí oyó todo lo que Rang le explicó, ella se había tomado muy en serio la tarea al parecer y ahí estaba, dándole todos los detalles habidos y por haber sobre la enfermedad y su situación…
No tuvo mucho más que añadir sobre su explicación así que a ellos también los mandó salir del lago y una vez todos fuera terminó la clase aclarando las distintas enfermedades que sufrían (para que los de los demás grupos también supieran) en un resumen rápido y los mandó a secarse y entrar en calor, el tiempo de clase había terminado y en la próxima clase teórica les daría la nota por la practica efectuada.
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Off: Las notas y experiencia se colgaran próximamente en otro post, estén atentos. Gracias por su participación en la clase. Queda oficialmente cerrada.
Shaun Nørgaard- Mensajes : 75
Fecha de inscripción : 11/09/2012
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