OGMIOS: 275 PUNTOS
CERRIDWEN: 150 PUNTOS
ARIANRHOD: 35 PUNTOS
SMERTIOS: 175 PUNTOS
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 35 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 35 Invitados :: 1 Motor de búsquedaNinguno
El record de usuarios en línea fue de 149 durante el Miér Oct 23, 2024 12:07 pm
Este foro está creado enteramente para esparcimiento y diversión sin fines de lucro. La temática, tramas y personajes son 100% originales creados por el equipo administrativo y los usuarios de este mismo foro. Todo lo demás, pertenece a J.K.Rowling.
"Universidad Brigantia de Estudios Mágicos" está protegida por una licencia creativa. Cualquier reproducción total o parcial del contenido del foro, así como el diseño, será considerado como plagio. Por favor, se original, no robes ni copies.
Hoy es un día especial
2 participantes
Página 3 de 5.
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: Hoy es un día especial
En cuanto ella dijo que estaba delicioso (el pastel) al chico le dieron ganas de probarlo, si ella decía eso sería porque era cierto, tenía buen gusto para tartas y demás. La vio disfrutar de aquello, aún atontado. En realidad desde que se había fijado en su escote (culpa del collar, claro) no tenía pensamiento para nada más que para besarla, tocarla, abrazarla, pero como siempre tenía que relajarse, alejar esos pensamientos de él, si la chica se daba cuenta de aquello probablemente se enfadaría con él o lo llamaría cualquier cosa menos bonito, a ella no le gustaban esas cosas, lo había demostrado bastante bien durante el tiempo que llevaban juntos.
Pero sus ojos y su cuerpo eran difíciles de controlar, se quedaba mirándole los labios mientras se acercaba el helado y el gesto que puso tras el primer contacto, desvió por un momento la mirada cuando sintió la de ella y cuando se puso a beber volvió a dirigirla hacía la chica, estaba arrebatadoramente guapa, joder.
La dejó comer, él apenas se llevó un par de cucharadas para disimular, no tenía apetito ya y era mucho mejor mirarla que comer dulces, que aunque le agradaba lo dulce no era muy dado a comerlo, de ahí sus bajadas de azúcar y la costumbre de la coreana de llevarle cosas hechas por ella que si se comía.
- Me alegro de que te guste, eso y todo - lo dijo totalmente en serio, no podía estar más feliz por tenerla ahí, por vela disfrutar de todo, y bueno, aquel vestido le sentaba muy bien también - ¿tú qué quieres hacer? – preguntó ante su pregunta, quería que ella dijera, aunque ahora si que le contaría su plan, por si le parecía bien y demás - pensé, que a la mañana, podríamos ir a dar un paseo en hipogrifo, visitar a Eph y sacarlo por un rato, para celebrar ya tu cumpleaños en el día debido… pero claro, la norma de la salida nos recorta el tiempo hasta las once y media de la noche y no estoy seguro de que entrar mañana por la mañana esté permitido.
Frunció el ceño, aquello lo traía de cabeza desde hacía unos días, no sabía qué tipo de limitaciones tenían en realidad, todo estaba muy abierto a interpretación y no quería jugársela con una expulsión de por vida ni suya ni de ella.
- Aunque supongo que también podríamos hacerlo ahora, aunque no traigamos ropa de montar… ¿te daría miedo volar de noche? Solo queda una hora para tener que estar de vuelta, pero al menos podríamos hacerlo por un ratito.
Pero sus ojos y su cuerpo eran difíciles de controlar, se quedaba mirándole los labios mientras se acercaba el helado y el gesto que puso tras el primer contacto, desvió por un momento la mirada cuando sintió la de ella y cuando se puso a beber volvió a dirigirla hacía la chica, estaba arrebatadoramente guapa, joder.
La dejó comer, él apenas se llevó un par de cucharadas para disimular, no tenía apetito ya y era mucho mejor mirarla que comer dulces, que aunque le agradaba lo dulce no era muy dado a comerlo, de ahí sus bajadas de azúcar y la costumbre de la coreana de llevarle cosas hechas por ella que si se comía.
- Me alegro de que te guste, eso y todo - lo dijo totalmente en serio, no podía estar más feliz por tenerla ahí, por vela disfrutar de todo, y bueno, aquel vestido le sentaba muy bien también - ¿tú qué quieres hacer? – preguntó ante su pregunta, quería que ella dijera, aunque ahora si que le contaría su plan, por si le parecía bien y demás - pensé, que a la mañana, podríamos ir a dar un paseo en hipogrifo, visitar a Eph y sacarlo por un rato, para celebrar ya tu cumpleaños en el día debido… pero claro, la norma de la salida nos recorta el tiempo hasta las once y media de la noche y no estoy seguro de que entrar mañana por la mañana esté permitido.
Frunció el ceño, aquello lo traía de cabeza desde hacía unos días, no sabía qué tipo de limitaciones tenían en realidad, todo estaba muy abierto a interpretación y no quería jugársela con una expulsión de por vida ni suya ni de ella.
- Aunque supongo que también podríamos hacerlo ahora, aunque no traigamos ropa de montar… ¿te daría miedo volar de noche? Solo queda una hora para tener que estar de vuelta, pero al menos podríamos hacerlo por un ratito.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Asintió un poquito en el momento en el que le dijo Yesenes que se alegraba de, dicho a las claras, haber acertado con todas y cada una de las cosas que había preparado. Adnan le volvió la pregunta y ella puso un momentito morritos y frunció un poco el ceño. - Mm... pues... no sé... - Era cierto no sabía que podrían hacer, no tenía ni idea de qué proponer.
Cuando Adnan le propuso aquél plan la chia entrecerró un poquito los ojos, pensativa, y se mordió la boquita de paso. - Mmm... hombre... el tiempo que se da para estar fuera es un día... veinticuatro horas, y de esas no llevamos ni doce fuera... - Se quedó mirándole por un momento y parpadeó apenas un instante. - Supongo que si nos quedásemos fuera a dormir podríamos volver mañana a una hora que no llegase a pasar de las horas que harían el día y donde esté el plazo de entrada y salida. - Se encogió de hombros. - Yo creo que el horario ese es como un toque de queda para, que después de esas horas los alumnos no tengan ni la más mínima intención de marcharse.
Suspiró un poco y se encogió de hombros. Aquello era lo que ella misma había supuesto, y así fue como ella hizo para estar con su familia la vez que quitaron el castigo, pasando la noche de viernes a sábado en su casa para aprovechar al máximo el tiempo.
Sonrió un poco al pensar en el plan y dejar de lado ya lo otro. - Me gustaría mucho poder volver a ver Eph... y más aún si volamos con él un ratito. - Le dijo con una muy amplia sonrisa.
Se miró a si misma y volvió a mirarlo a él, poniendo una mueca. - Volar de noche no me importa, pero... No creo que con este vestido yo pueda montar en hipogrifo... ni siquiera podría montar en escoba. -Esa vez no se había puesto un pantaloncito corto como acostumbraba a hacer debajo de las faldas, en un vestido, en ese en concreto, habría quedado muy feo, y por esa razón dijo aquello.
Agachó un momentito la vista, llevándose le dedo indice a los labios y pensativa suspiró. - Mm... ¿crees... que lo que dije podría estar bien? Pasar la noche fuera, no sé... y madrugar si eso para ir a volar con Eph... - Se mordió el interior de una de las mejillas. - No creo que eso rompa la norma si llegamos antes de que pasen las horas reglamentarias...
Cuando Adnan le propuso aquél plan la chia entrecerró un poquito los ojos, pensativa, y se mordió la boquita de paso. - Mmm... hombre... el tiempo que se da para estar fuera es un día... veinticuatro horas, y de esas no llevamos ni doce fuera... - Se quedó mirándole por un momento y parpadeó apenas un instante. - Supongo que si nos quedásemos fuera a dormir podríamos volver mañana a una hora que no llegase a pasar de las horas que harían el día y donde esté el plazo de entrada y salida. - Se encogió de hombros. - Yo creo que el horario ese es como un toque de queda para, que después de esas horas los alumnos no tengan ni la más mínima intención de marcharse.
Suspiró un poco y se encogió de hombros. Aquello era lo que ella misma había supuesto, y así fue como ella hizo para estar con su familia la vez que quitaron el castigo, pasando la noche de viernes a sábado en su casa para aprovechar al máximo el tiempo.
Sonrió un poco al pensar en el plan y dejar de lado ya lo otro. - Me gustaría mucho poder volver a ver Eph... y más aún si volamos con él un ratito. - Le dijo con una muy amplia sonrisa.
Se miró a si misma y volvió a mirarlo a él, poniendo una mueca. - Volar de noche no me importa, pero... No creo que con este vestido yo pueda montar en hipogrifo... ni siquiera podría montar en escoba. -Esa vez no se había puesto un pantaloncito corto como acostumbraba a hacer debajo de las faldas, en un vestido, en ese en concreto, habría quedado muy feo, y por esa razón dijo aquello.
Agachó un momentito la vista, llevándose le dedo indice a los labios y pensativa suspiró. - Mm... ¿crees... que lo que dije podría estar bien? Pasar la noche fuera, no sé... y madrugar si eso para ir a volar con Eph... - Se mordió el interior de una de las mejillas. - No creo que eso rompa la norma si llegamos antes de que pasen las horas reglamentarias...
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
La lógica o explicación que ella le acababa de presentar le gustaba además era irrevocable. En ningún momento habían dicho ni anunciado que ese “día” que podían pasar fuera no incluyera una noche. Joder, él podría haberlo pensado también, para algo la lista de esa mesa era su novia y no él, por supuesto aquello facilitaba mucho las cosas, porque volar de noche era un poco incómodo para el hipogrifo, no es que no vieran en la oscuridad, pero trastocaba sus horarios y costumbres y no quería, bajo ningún concepto, hacer nada que pudiera resultar mal para su animal.
- Yo también creo que será así, y mejor, porque si no mañana no podríamos volver a salir para hacer eso y seguro que Eph tiene muchísimas ganas de verte.
Cuando ella menciono aquello del vestido como si fuera una impedimenta real él la miró, como si no llevara todo el rato atontadisimo por su ropa y por ella en general, estaba jodidamente preciosa, y era cierto, que con ese vestidito mal iba a terminar si se montaba en el hipogrifo, peor aún en la noche, pues podría morir de frío volando.
- Supongo que lo del vestido tiene fácil arreglo para mañana ¿no? – la sonrisa era en gran parte pícara, en un principio había pensado llevarla a su apartamento, pero ahí estaría Ayyûb y todo se volvería jodidamente raro en cuestiones de convivencia… pero ahora ella le acababa de dar una buenísima idea - podríamos pasar la noche en tu casa, la de Londres, tus padres no duermen ahí nunca, así no saben que no estamos en la escuela… y mañana tendrás ropa cómoda para ponerte y así ir a montar, yo con esto monto bien, por mi no hay problemas… y si quieres, incluso podrías coger otro animal para volar tu sola, en el criadero de mi familia hay muchos hipogrifos y están bien enseñados.
Quería pensar que esa opción era realmente válida. Adnan miró todo sobre la mesa, habían terminado la cena pero aún les quedaba mucha noche por delante. Si ella aceptaba que se fueran a su casa a pasar la noche, con algo de suerte, conseguía dormir con ella, y aquello sería como una enorme victoria, lograse o no lo que su mente estaba intentando retener en las profundidades de la misma.
- ¿Quieres que vayamos saliendo ya?
- Yo también creo que será así, y mejor, porque si no mañana no podríamos volver a salir para hacer eso y seguro que Eph tiene muchísimas ganas de verte.
Cuando ella menciono aquello del vestido como si fuera una impedimenta real él la miró, como si no llevara todo el rato atontadisimo por su ropa y por ella en general, estaba jodidamente preciosa, y era cierto, que con ese vestidito mal iba a terminar si se montaba en el hipogrifo, peor aún en la noche, pues podría morir de frío volando.
- Supongo que lo del vestido tiene fácil arreglo para mañana ¿no? – la sonrisa era en gran parte pícara, en un principio había pensado llevarla a su apartamento, pero ahí estaría Ayyûb y todo se volvería jodidamente raro en cuestiones de convivencia… pero ahora ella le acababa de dar una buenísima idea - podríamos pasar la noche en tu casa, la de Londres, tus padres no duermen ahí nunca, así no saben que no estamos en la escuela… y mañana tendrás ropa cómoda para ponerte y así ir a montar, yo con esto monto bien, por mi no hay problemas… y si quieres, incluso podrías coger otro animal para volar tu sola, en el criadero de mi familia hay muchos hipogrifos y están bien enseñados.
Quería pensar que esa opción era realmente válida. Adnan miró todo sobre la mesa, habían terminado la cena pero aún les quedaba mucha noche por delante. Si ella aceptaba que se fueran a su casa a pasar la noche, con algo de suerte, conseguía dormir con ella, y aquello sería como una enorme victoria, lograse o no lo que su mente estaba intentando retener en las profundidades de la misma.
- ¿Quieres que vayamos saliendo ya?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Sonrió ámpliamente a las palabras del egipcio y asintió con la cabeza. Al parecer la explicación, la lógica que ella había utilizado era correcta. Probablemente por eso no le dijeron nada cuando volvió de su casa tras haber hecho algo parecido a lo que probablemente fuesen a hacer en esa ocasión ambos.
En un principio cuando le comentó sobre que tenía fácil arreglo, ladeó un poco la cabeza, sin saber por que lo decía, pero enseguida quedó resuelta su duda sin necesidad de preguntar. Asintió un poquito a su propuesta y le sonrió. - Claro.
Suspiró un poquito y se llevó el dedo indice a los labios, pensativa. Era cierto... en esa fecha su papá y su primo estarían bastante ocupados, tal y como llevaban ya desde un tiempillo atrás, y su mamá estaría si no trabajando, descansando en la casa de corea con los abuelos de Rang.
- En la casa ya sabes que hay elfos domésticos aunque no estemos ninguno allí, así que ni siquiera hará falta que me ponga a limpiar toda la casa por que pueda estar sucia. - Comentó un momentito. - Además que entre semana algún día que otro papá y Hyun están por ahí, pero los fines de semana no. - Negó con la cabeza, simplemente dando esa información por que la sabía.
Sonrió tiernamente al egipcio y terminó por sacarle la lengua. - No importa, si volamos juntos con Eph será mucho mas divertido... además, que seguro que si me monto en algún otro intento quedármelo para mi. - Bromeó y se rió.
Miró la hora y asintió un poquito con al cabeza, después mirando la mesa que ya prácticamente no tenía nada, y volvió a fijar sus ojos en las orbes claras de su novio. - Si, está bien. - sonrió ámpliamente y de nuevo se puso en pie, para en cuanto Yesenes también se incorporó, coger su mano con la de él, estrechándola, entrelazando los dedos.
- ¿Quieres ir ya a casa o antes te apetece ir a algún otro sitio? Dar una vuelta o o no se.
En un principio cuando le comentó sobre que tenía fácil arreglo, ladeó un poco la cabeza, sin saber por que lo decía, pero enseguida quedó resuelta su duda sin necesidad de preguntar. Asintió un poquito a su propuesta y le sonrió. - Claro.
Suspiró un poquito y se llevó el dedo indice a los labios, pensativa. Era cierto... en esa fecha su papá y su primo estarían bastante ocupados, tal y como llevaban ya desde un tiempillo atrás, y su mamá estaría si no trabajando, descansando en la casa de corea con los abuelos de Rang.
- En la casa ya sabes que hay elfos domésticos aunque no estemos ninguno allí, así que ni siquiera hará falta que me ponga a limpiar toda la casa por que pueda estar sucia. - Comentó un momentito. - Además que entre semana algún día que otro papá y Hyun están por ahí, pero los fines de semana no. - Negó con la cabeza, simplemente dando esa información por que la sabía.
Sonrió tiernamente al egipcio y terminó por sacarle la lengua. - No importa, si volamos juntos con Eph será mucho mas divertido... además, que seguro que si me monto en algún otro intento quedármelo para mi. - Bromeó y se rió.
Miró la hora y asintió un poquito con al cabeza, después mirando la mesa que ya prácticamente no tenía nada, y volvió a fijar sus ojos en las orbes claras de su novio. - Si, está bien. - sonrió ámpliamente y de nuevo se puso en pie, para en cuanto Yesenes también se incorporó, coger su mano con la de él, estrechándola, entrelazando los dedos.
- ¿Quieres ir ya a casa o antes te apetece ir a algún otro sitio? Dar una vuelta o o no se.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Aquel “claro” le supo como el agua tras un duro viaje por el desierto sin nada que beber. Al parecer le parecía bien que pudieran pasar la noche allí, él no quería enfrentarla a su hermano tan pronto, menos aún echarlo a él de la cama para esta con ella, sería incómodo y probablemente dañara bastante el amor propio del menor al tener que aguantarse con el sofá mientras la pareja hacía lo que fuera en la cama, juntos, sin él.
- Ni aunque no hubiera elfos, nosotros no creo que salgamos mucho de tu cuarto – aquella frase llevaba todos los dobles sentidos del mundo, pero daba por hecho que ella no los entendiera, al menos no si no se paraba a pensar de manera en la que nunca lo hacía, de manera adulta - y bueno, a mi no me importaría que estuvieran tus padres, como en verano… pero si no están podríamos dormir juntos, solo lo decía por eso, tengo muchas ganas de pasarme la noche abrazándote, Rang.
Lo que ella dijo sobre volar juntos le sonó bien, a él realmente no le importaba si lo hacían juntos o no, le dio esa opción porque suponía que ella querría volar sola por un rato o algo así, podría gustarle, pero si ella no quería no importaba.
- Pues está bien, volamos juntos, a Ephráïm no le importa, no sería la primera vez, eres muy liviana.
Se puso en pie finalmente y cogió la capa sin ponérsela, teniendo la prenda en una mano y en la otra la mano de la chica, fuertemente entrelazada con la propia.
- Por mi estaría bien si fuéramos ya a casa. Estás muy poco abrigada y no quiero que te pongas mala… además, a estas horas ya no se puede hacer mucho más por aquí, a no ser que te apetezca ir a beber a alguna parte – obviamente bromeaba, sabía que ella no aceptaría ese tipo de planes, además no le iban, la chica no bebía.
Caminaron hasta la salida y allí, al mismo hombre que les recibió, Adnan le pagó todo lo que costó la comida, sin dejar a la chica siquiera decir nada sobre aquello pues le había mandado antes de salir a pedir el dulce que había encargado para ella, el que se llevarían a casa para a las doce de la noche celebrar realmente el cumpleaños. Era una minitartita de nata con fresas, algo pequeño, seguro que la partían por la mitad cada uno terminaría con una sin sentirse realmente llenos, pero Adnan sabía que tras tanta comida no iban a poder con mucho más así que pidió el tamaño más pequeño.
Cuando al fin Rang salió de nuevo él le puso por encima la capa, le cogió el paquete perfectamente cerrado que ella llevaba (aunque dentro ya le habrían enseñado la tarta, claro) y tras cogerla por la cintura a ella también se apareció en la puerta de la casa de Rang.
- ¿Aquí está bien?
- Ni aunque no hubiera elfos, nosotros no creo que salgamos mucho de tu cuarto – aquella frase llevaba todos los dobles sentidos del mundo, pero daba por hecho que ella no los entendiera, al menos no si no se paraba a pensar de manera en la que nunca lo hacía, de manera adulta - y bueno, a mi no me importaría que estuvieran tus padres, como en verano… pero si no están podríamos dormir juntos, solo lo decía por eso, tengo muchas ganas de pasarme la noche abrazándote, Rang.
Lo que ella dijo sobre volar juntos le sonó bien, a él realmente no le importaba si lo hacían juntos o no, le dio esa opción porque suponía que ella querría volar sola por un rato o algo así, podría gustarle, pero si ella no quería no importaba.
- Pues está bien, volamos juntos, a Ephráïm no le importa, no sería la primera vez, eres muy liviana.
Se puso en pie finalmente y cogió la capa sin ponérsela, teniendo la prenda en una mano y en la otra la mano de la chica, fuertemente entrelazada con la propia.
- Por mi estaría bien si fuéramos ya a casa. Estás muy poco abrigada y no quiero que te pongas mala… además, a estas horas ya no se puede hacer mucho más por aquí, a no ser que te apetezca ir a beber a alguna parte – obviamente bromeaba, sabía que ella no aceptaría ese tipo de planes, además no le iban, la chica no bebía.
Caminaron hasta la salida y allí, al mismo hombre que les recibió, Adnan le pagó todo lo que costó la comida, sin dejar a la chica siquiera decir nada sobre aquello pues le había mandado antes de salir a pedir el dulce que había encargado para ella, el que se llevarían a casa para a las doce de la noche celebrar realmente el cumpleaños. Era una minitartita de nata con fresas, algo pequeño, seguro que la partían por la mitad cada uno terminaría con una sin sentirse realmente llenos, pero Adnan sabía que tras tanta comida no iban a poder con mucho más así que pidió el tamaño más pequeño.
Cuando al fin Rang salió de nuevo él le puso por encima la capa, le cogió el paquete perfectamente cerrado que ella llevaba (aunque dentro ya le habrían enseñado la tarta, claro) y tras cogerla por la cintura a ella también se apareció en la puerta de la casa de Rang.
- ¿Aquí está bien?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Se rió con lo que dijo de los elfos. Ella en verdad agradecía que estuviesen ahí, por que sino, sbía que según llegase a la casa se pondría a querer arreglar o limpiar al menos un poquito para no estar ambos allí mal viviendo entre suciedad, por mucho que solo fuese a ser una noche. Con el siguiente comentario del egipcio solo asintió con la cabeza y sonrió. - A mi también me gustaría mucho... seguro que si dormirmos juntos será mucho mejor, así al despertarme podré ver a la persona que más quiero, el día de mi cumpleaños. - Le sacó la lengua y se rió, achuchando al egipcio un poquito antes de volver a separarse de él.
Le fue de agrado escuchar aquello sobre que al hipogrifo de su novio no le molestaría llevarlos a los dos, tal y como ya le tocó hacer en un par de ocasiones en verano. - Además ya sabes que he montado en hipogrifo sin ti, así que no es algo que no haya hecho. - Con aquello se refería a la experiencia que tuvo también en el mismo verano, cuando cometió la locura de ir desde corea hasta egipto montada en Eph para buscar a Adnan.
Dados de la mano salieron del lugar, y la chica asintió a lo de ir ya a casa, simplemente ignorando el comentario sobre ir a beber, mirando a Yesenes con el ceño algo fruncidito y los morritos puestos como queja.
Fue a recoger la cosa que Adnan le dijo y llevándola totalmente protegida y sin oportunidad de poder verla, volvió con su chico cuando él ya había pagado todo, sin darle ningún tipo de oportunidad a Park de rechistar ni nada en absoluto. - Listo. - Le dijo alzando un poquito las manos para que viera la caja en la que iba el dulce. Sabía lo que era, por supuesto, Adnan se lo había dicho, pero no sabía en absoluto el aspecto que tendría. Ya la vería cuando pudiese hacerlo.
Antes de poder decir nada, ya fuera del restaurante, notó la calidez de la prenda del egipcio sobre los hombros, como le arrebataba la caja, y finalmente las manos de él antes de sentir como el ambiente se había vuelto más cálido que antes. Estaban en la puerta de su casa, en la parte de dentro, y tras mirar al chico le sonrió, asintiendo un poquito con la cabeza. - Menos mal que hiciste que nos apareciéramos dentro, así es más fácil. - Le sacó un poquito la lengua y sin quitarse la capa de los hombros, en la entrada, la chica se deshizo de los tacones, dejándolos a un lado, como costumbre.
Volvía a tener su estatura común, y ahora que no estaba con zapatos, pasó ya al pasillo de la casa, estirando una de las manos hacia su novio, invitándole a que él hiciera lo mismo para pasar con ella e ir directamente al cuarto, donde ella tenía ganas de ir solo para retozar un poquito en la cama.
Le fue de agrado escuchar aquello sobre que al hipogrifo de su novio no le molestaría llevarlos a los dos, tal y como ya le tocó hacer en un par de ocasiones en verano. - Además ya sabes que he montado en hipogrifo sin ti, así que no es algo que no haya hecho. - Con aquello se refería a la experiencia que tuvo también en el mismo verano, cuando cometió la locura de ir desde corea hasta egipto montada en Eph para buscar a Adnan.
Dados de la mano salieron del lugar, y la chica asintió a lo de ir ya a casa, simplemente ignorando el comentario sobre ir a beber, mirando a Yesenes con el ceño algo fruncidito y los morritos puestos como queja.
Fue a recoger la cosa que Adnan le dijo y llevándola totalmente protegida y sin oportunidad de poder verla, volvió con su chico cuando él ya había pagado todo, sin darle ningún tipo de oportunidad a Park de rechistar ni nada en absoluto. - Listo. - Le dijo alzando un poquito las manos para que viera la caja en la que iba el dulce. Sabía lo que era, por supuesto, Adnan se lo había dicho, pero no sabía en absoluto el aspecto que tendría. Ya la vería cuando pudiese hacerlo.
Antes de poder decir nada, ya fuera del restaurante, notó la calidez de la prenda del egipcio sobre los hombros, como le arrebataba la caja, y finalmente las manos de él antes de sentir como el ambiente se había vuelto más cálido que antes. Estaban en la puerta de su casa, en la parte de dentro, y tras mirar al chico le sonrió, asintiendo un poquito con la cabeza. - Menos mal que hiciste que nos apareciéramos dentro, así es más fácil. - Le sacó un poquito la lengua y sin quitarse la capa de los hombros, en la entrada, la chica se deshizo de los tacones, dejándolos a un lado, como costumbre.
Volvía a tener su estatura común, y ahora que no estaba con zapatos, pasó ya al pasillo de la casa, estirando una de las manos hacia su novio, invitándole a que él hiciera lo mismo para pasar con ella e ir directamente al cuarto, donde ella tenía ganas de ir solo para retozar un poquito en la cama.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
La vio descalzarse, recordando entonces de las costumbres de su familia (su país) de hacer aquello, de modo que la imitó con cuidado, no se sentía muy cómodo caminando descalzo por casas ajenas pero más incómodo sería estar rompiendo costumbres de dichas casas, de modo que tras poner los zapatos junto a los de Rang fue con ella y la siguió avanzando por el pasillo, dándole la mano y siendo guiado hacía el cuarto de la chica. Eso le hizo sonreír. Al parecer ella también tenía ganas de estar un ratito a solas con él, en su habitación, en su cama… ¿se podía pedir más? ¿Realmente se podía? Bueno, sí un poquito más sí, pero joder, eso aún no le había sido negado así que aún podría pasar.
Adnan había llevado el dulce en la mano todo el rato pero en cuanto llegaron a la habitación de Rang lo soltó sobre el escritorio, para que no se fuera a echar a perder con su próximo movimiento, que fue abrazarla, muy fuerte, por dentro de la capa, y caer con ella encima sobre la cama.
-Te quiero Rang… ¿lo pasaste bien hoy? –era una pregunta tonta pero se la tenía que hacer - quería que todo fuera especial, tu primer cumpleaños con novio, y además cumples la mayoría de edad, ahora puedes aparecerte.
Eso significaba otras muchas cosas además, que podrían encerrarla en la cárcel para magos, que era una mujer realmente, y sobre todo (para Adnan lo más importante) que ya no eran una pareja en la que él estaba con una menor y no podían hacer nada. Joder. No es que quisiera hacerle de todo ahora de pronto, pero era un alivio saber que dejaba de ser ilegal si es que se les antojaba (o a ella más bien) en algún momento.
-Yo realmente no tengo sueño, y quiero esperar a que sea la hora de tu cumpleaños realmente para que puedas ver la tarta y como siempre soplar las velas… quiero felicitarte el primero y darte diecisiete besos, uno por cada año… tu… ¿estás cansada?
Adnan había llevado el dulce en la mano todo el rato pero en cuanto llegaron a la habitación de Rang lo soltó sobre el escritorio, para que no se fuera a echar a perder con su próximo movimiento, que fue abrazarla, muy fuerte, por dentro de la capa, y caer con ella encima sobre la cama.
-Te quiero Rang… ¿lo pasaste bien hoy? –era una pregunta tonta pero se la tenía que hacer - quería que todo fuera especial, tu primer cumpleaños con novio, y además cumples la mayoría de edad, ahora puedes aparecerte.
Eso significaba otras muchas cosas además, que podrían encerrarla en la cárcel para magos, que era una mujer realmente, y sobre todo (para Adnan lo más importante) que ya no eran una pareja en la que él estaba con una menor y no podían hacer nada. Joder. No es que quisiera hacerle de todo ahora de pronto, pero era un alivio saber que dejaba de ser ilegal si es que se les antojaba (o a ella más bien) en algún momento.
-Yo realmente no tengo sueño, y quiero esperar a que sea la hora de tu cumpleaños realmente para que puedas ver la tarta y como siempre soplar las velas… quiero felicitarte el primero y darte diecisiete besos, uno por cada año… tu… ¿estás cansada?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Caminaron tranquilamente dados de la mano por el pasillo, en dirección a su propio cuarto, y una vez estuvieron en el mismo, la coreana soltó la mano de Adnan con intención de ir a tumbarse en la cama. Sin poder hacer nada sintió el abrazo de Yesenes y como terminaban por quedar ambos tumbados sobre la cama, con la capa de Adnan bajo el cuerpo de ambos al haber caído en la cama tras el gesto que tuvo el egipcio.
Rang suspiró y le achuchó, mirando de reojo, viendo que había dejado la tarta en el escritorio, y entonces aprovechó para abrazarse a él con mas fuerza, no solo con los brazos, sino también con las piernas, sin ganas de soltarle en absoluto. Era realmente feliz de estar con él. - Yo también te quiero mucho... muchísimo, más de lo que te puedes imaginar.
Asintió un poquito de nuevo. - Si, decir que lo pasé bien hoy es poco... lo pasé totalmente genial. - Aclaró y separándose apenas un poquito se señaló el colgante que había quedado sobre su clavícula por la postura que habían adquirido. Suspiró un poquitín. - No es el primer cumpleaños con novio, es el primer cumpleaños contigo, que es muchísimo mejor y mas importante... y no va a ser el último, desde luego... ya no pasaré ningún cumpleaños sin ti... yo no quiero pasar ninguno sin ti, ningún día. - Le sonrió de forma tierna y le acarició por un momento la mejilla, con mimo antes de volver a rodear con ambos brazos su cuello para achucharle con fuerza como antes.
Negó con la cabecita a su pregunta. - No, no tengo sueño... y aunque lo tuviese, preferiría mil veces quedarme aquí contigo para poder disfrutar de estar contigo, de tu compañía, Adny... - Le sonrió y acarició la mejilla, suspirando un poco, mirándole fijamente a los ojos.
- Quiero que sean ya las doce... quiero esos diecisiete besos todos para mi. - Dijo algo divertida antes de cerrar los ojos e inclinar la cabeza un poquito hacia delante, pidiéndole un beso con aquél simple gesto que acababa de hacer.
Rang suspiró y le achuchó, mirando de reojo, viendo que había dejado la tarta en el escritorio, y entonces aprovechó para abrazarse a él con mas fuerza, no solo con los brazos, sino también con las piernas, sin ganas de soltarle en absoluto. Era realmente feliz de estar con él. - Yo también te quiero mucho... muchísimo, más de lo que te puedes imaginar.
Asintió un poquito de nuevo. - Si, decir que lo pasé bien hoy es poco... lo pasé totalmente genial. - Aclaró y separándose apenas un poquito se señaló el colgante que había quedado sobre su clavícula por la postura que habían adquirido. Suspiró un poquitín. - No es el primer cumpleaños con novio, es el primer cumpleaños contigo, que es muchísimo mejor y mas importante... y no va a ser el último, desde luego... ya no pasaré ningún cumpleaños sin ti... yo no quiero pasar ninguno sin ti, ningún día. - Le sonrió de forma tierna y le acarició por un momento la mejilla, con mimo antes de volver a rodear con ambos brazos su cuello para achucharle con fuerza como antes.
Negó con la cabecita a su pregunta. - No, no tengo sueño... y aunque lo tuviese, preferiría mil veces quedarme aquí contigo para poder disfrutar de estar contigo, de tu compañía, Adny... - Le sonrió y acarició la mejilla, suspirando un poco, mirándole fijamente a los ojos.
- Quiero que sean ya las doce... quiero esos diecisiete besos todos para mi. - Dijo algo divertida antes de cerrar los ojos e inclinar la cabeza un poquito hacia delante, pidiéndole un beso con aquél simple gesto que acababa de hacer.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Estar así de abrazado con ella le suponía una de las mejores sensaciones del mundo. Parecía estúpido y un tanto infantil, quizás lo era, al fin y al cabo Adnan no había pasado apenas por la infancia, en ese momento, en algún punto de su mente, agradecía poder hacer esas cosas que seguramente era más típica de niños que de adultos, repetirse una y mil veces cuanto se quería, besarse de la manera más inocente posible, y además, quedarse abrazados sin más.
La miro hacer, incorporarse un poco y como señalaba el colgante que tenía sobre aquella extensión de piel perfecta, tan perfecta como ella entera en realidad. Entrecerró los ojos al oírle decir lo siguiente. Él tampoco quería pasar ni un momento más sin ella, sintió su caricia y su abrazo, pero no respondió nada por un instante… él era demasiado “volátil” llevaba toda la vida estando al borde de la muerte por una cosa u otra ya de pequeño se encargó de eliminar algunas, su padre… bueno, su padre ya no le preocupaba tanto como podría haberlo hecho cuando pequeño, pero aún seguía jugándose la vida siempre que le venía a bien y por supuesto estaba el tema de las drogas, sabía que aquello terminaría con él algún día, por mucha poción de recuperación que se tomara tras los peores días.
Por ello y porque hablar de futuro era algo que nunca hacía tan solo correspondió a sus palabras con una sonrisa y devolviéndole el abrazo que ella misma había iniciado. Estaba bien y feliz, no iba a estropearlo pensando en cosas que no venían a cuento, sobre todo si aquellas cosas eran que pasaría, nadie podía decir nada de eso. Nadie.
-Me alegra saberlo – dijo ahora sí, sonriendo, miró de reojillo la hora, apenas eran las once y algo (no llegaba a verlo) aún quedaba mucho para aquello que la chica esperaba con verdadera impaciencia pero así sería aún más divertido, la abrazo y besó en los labios de nuevo, dándole aquello que ella había pedido con ese simple gesto - yo puedo besarte incluso son que llegue la hora, pero eso no contará para después ¿si?
Preguntó aquello, divertido, sabía que solo era una juego, eso de darle todos aquellos besos a modo de un regalo más que sumar a la lista, pero iba a racanear con los besos en ese momento, no teniéndola tan cerca, tan cálida, tan bonita… unió sus labios a los de ella en lo que pretendía ser un beso suave y agradable. Un beso lento, pausado. Sintió el roce de los labios de la chica sobre los propios, los presionó un poquito y volvió a dar otro beso, buscando que ella fuera quien lo hiciera algo más intenso, más adulto, más húmedo.
La miro hacer, incorporarse un poco y como señalaba el colgante que tenía sobre aquella extensión de piel perfecta, tan perfecta como ella entera en realidad. Entrecerró los ojos al oírle decir lo siguiente. Él tampoco quería pasar ni un momento más sin ella, sintió su caricia y su abrazo, pero no respondió nada por un instante… él era demasiado “volátil” llevaba toda la vida estando al borde de la muerte por una cosa u otra ya de pequeño se encargó de eliminar algunas, su padre… bueno, su padre ya no le preocupaba tanto como podría haberlo hecho cuando pequeño, pero aún seguía jugándose la vida siempre que le venía a bien y por supuesto estaba el tema de las drogas, sabía que aquello terminaría con él algún día, por mucha poción de recuperación que se tomara tras los peores días.
Por ello y porque hablar de futuro era algo que nunca hacía tan solo correspondió a sus palabras con una sonrisa y devolviéndole el abrazo que ella misma había iniciado. Estaba bien y feliz, no iba a estropearlo pensando en cosas que no venían a cuento, sobre todo si aquellas cosas eran que pasaría, nadie podía decir nada de eso. Nadie.
-Me alegra saberlo – dijo ahora sí, sonriendo, miró de reojillo la hora, apenas eran las once y algo (no llegaba a verlo) aún quedaba mucho para aquello que la chica esperaba con verdadera impaciencia pero así sería aún más divertido, la abrazo y besó en los labios de nuevo, dándole aquello que ella había pedido con ese simple gesto - yo puedo besarte incluso son que llegue la hora, pero eso no contará para después ¿si?
Preguntó aquello, divertido, sabía que solo era una juego, eso de darle todos aquellos besos a modo de un regalo más que sumar a la lista, pero iba a racanear con los besos en ese momento, no teniéndola tan cerca, tan cálida, tan bonita… unió sus labios a los de ella en lo que pretendía ser un beso suave y agradable. Un beso lento, pausado. Sintió el roce de los labios de la chica sobre los propios, los presionó un poquito y volvió a dar otro beso, buscando que ella fuera quien lo hiciera algo más intenso, más adulto, más húmedo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
No dejaba de sonreír, ni quería hacerlo. Era feliz, estaba bien con todo aquello, y la mejor forma de expresar aquello era con una amplia sonrisa que no tenía aspecto de ir a desaparecer de sus labios, al menos, hasta que ella se fuese a quedar dormida
Cuando Adnan apretó un poco más el abrazo la coreana se rió y le abrazó con algo mas de fuerza ella también, suspirando un poquito de forma tonta, dichosa.
Sonrió de nuevo cuando Yesenes le dio el besito que ella le había pedido y suspiró un poco, ladeando la cabecita. - Entonces bésame todo el rato sin que cuente, por mi está bien. - Se rió un poquito y le sacó la lengua, terminando por suspirar y cerrar los ojos al sentir el nuevo beso de su novio, correspondiendo a aquél tierno y suave besito.
Un beso tras otro, alguna caricia en el cuello del egipcio por parte de Park, algún que otro suspirito que se calcaba en el dibujo de los labios del contrario.
Rang entreabrió un poquito los ojos para mirar a Adnan y tras dudar un momentito, entreabrió sus propios labios y besó al chico de forma aun tranquila, del mismo modo que antes pero con el detalle de que los besos se volvieron un poco más húmedos por aquél simple detalle.
Tras de un par de besos tiernos sintió como el egipcio imitó su gesto, y ella misma asomó por entre los labios un poco la punta de la lengua para lamer la boca del chico un poco, riendo después un poquito nerviosa, terminando por suspirar en los labios de él.
- Te quiero mucho Adnan... - Musitó contra su cuello en el momento en que volvió a formar un abrazo que los dejó completamente pegados, sintiendo que se estaba repitiendo pero dándole igual, notando incluso por el abrazo, el colgante entre su pecho y los pectorales de Yesenes.
Cuando Adnan apretó un poco más el abrazo la coreana se rió y le abrazó con algo mas de fuerza ella también, suspirando un poquito de forma tonta, dichosa.
Sonrió de nuevo cuando Yesenes le dio el besito que ella le había pedido y suspiró un poco, ladeando la cabecita. - Entonces bésame todo el rato sin que cuente, por mi está bien. - Se rió un poquito y le sacó la lengua, terminando por suspirar y cerrar los ojos al sentir el nuevo beso de su novio, correspondiendo a aquél tierno y suave besito.
Un beso tras otro, alguna caricia en el cuello del egipcio por parte de Park, algún que otro suspirito que se calcaba en el dibujo de los labios del contrario.
Rang entreabrió un poquito los ojos para mirar a Adnan y tras dudar un momentito, entreabrió sus propios labios y besó al chico de forma aun tranquila, del mismo modo que antes pero con el detalle de que los besos se volvieron un poco más húmedos por aquél simple detalle.
Tras de un par de besos tiernos sintió como el egipcio imitó su gesto, y ella misma asomó por entre los labios un poco la punta de la lengua para lamer la boca del chico un poco, riendo después un poquito nerviosa, terminando por suspirar en los labios de él.
- Te quiero mucho Adnan... - Musitó contra su cuello en el momento en que volvió a formar un abrazo que los dejó completamente pegados, sintiendo que se estaba repitiendo pero dándole igual, notando incluso por el abrazo, el colgante entre su pecho y los pectorales de Yesenes.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Asintió a lo que dijo, la besaría, una y mil veces, era aquello lo que más deseaba, lo que su cuerpo le venía pidiendo desde casi las seis de la tarde, demasiado tiempo ya, de modo que no tendría reparo en satisfacer ese deseo de su novia. Ser besada, abrazada…
-Yo también te quiero Rang – dijo aquello como respuesta a la chica, no le agradaba andar diciendo esas tonterías todo el rato, pero a ella no se lo iba a negar, no más de lo que ya se lo había negado de manera indirecta, pues la mayoría de las veces que ella se lo decía él se lo dejaba sin respuesta. Correspondió también a su abrazo, mimoso, queriendo darle lo que quería y comenzó a besarla de manera suave.
-No quisiera arrugarte mucho el vestido… me agrada demasiado - dijo de pronto, entre beso y beso. Sentía cálidas las manos de su novia en el cuello, en el rostro, incluso por el pecho de vez en cuando. Estaban besándose desde hacía un ratito, porque ella se lo había pedido y porque él no haría nada para luchar contra ello. Además ella misma había iniciado la gran mayoría de los mismos y ahora él, moría de calor, se derretía por los besos, incluso se le había olvidado que tenía que estar medianamente atento a la hora que era para poder darle la tarta de cumpleaños oficial.
No dijo nada más, tan solo se tumbó bocarriba en la cama, intentando guardar las distancias por un momento, coger algo de aire, refrescarse. Miró a la chica desde esa posición, sonriéndole un poco pícaro, juguetón, y le hizo un gesto para que fuera junto a él y se tumbara también, ahora en la posición correcta, no como antes que estaban atravesados en la cama.
-Tu cama es muy cómoda… pero creo que hay demasiada temperatura en el cuarto, yo al menos, muero de calor –no tenía calor por el cuarto, ni por la temperatura, pero eso Rang seguro que ni lo pensaba.
-Yo también te quiero Rang – dijo aquello como respuesta a la chica, no le agradaba andar diciendo esas tonterías todo el rato, pero a ella no se lo iba a negar, no más de lo que ya se lo había negado de manera indirecta, pues la mayoría de las veces que ella se lo decía él se lo dejaba sin respuesta. Correspondió también a su abrazo, mimoso, queriendo darle lo que quería y comenzó a besarla de manera suave.
-No quisiera arrugarte mucho el vestido… me agrada demasiado - dijo de pronto, entre beso y beso. Sentía cálidas las manos de su novia en el cuello, en el rostro, incluso por el pecho de vez en cuando. Estaban besándose desde hacía un ratito, porque ella se lo había pedido y porque él no haría nada para luchar contra ello. Además ella misma había iniciado la gran mayoría de los mismos y ahora él, moría de calor, se derretía por los besos, incluso se le había olvidado que tenía que estar medianamente atento a la hora que era para poder darle la tarta de cumpleaños oficial.
No dijo nada más, tan solo se tumbó bocarriba en la cama, intentando guardar las distancias por un momento, coger algo de aire, refrescarse. Miró a la chica desde esa posición, sonriéndole un poco pícaro, juguetón, y le hizo un gesto para que fuera junto a él y se tumbara también, ahora en la posición correcta, no como antes que estaban atravesados en la cama.
-Tu cama es muy cómoda… pero creo que hay demasiada temperatura en el cuarto, yo al menos, muero de calor –no tenía calor por el cuarto, ni por la temperatura, pero eso Rang seguro que ni lo pensaba.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Cuando entre un beso y otro escuchó aquello de que no quería que el vestido se arrugase se rió un poquito y negó con la cabeza. - No te preocupes... está bien... y de todas formas es fácil hacer que deje de estar arrugado... o con un hechizo, o dejarlo para que lo laven y de paso lo planchen... - Musitó contra los labios de su chico antes de sonreirle tiernamente, volviendo a acariciarle la mejilla con mimo.
Se mordió un poquito el labio inferior al ver como el chico terminaba por moverse y por quedar tumbado bocarriba a su lado. Ella se giró apenas un poquito, apoyando al cabeza sobre sus propios brazos hasta que Adnan le hizo un gesto en el que le indicaba que se tumbase mejor que antes, apoyándose ahora ella un poco sobre el pecho del chico para poder mirarle mejor a la cara, a los ojos, y de paso sentirle algo mas cerquita.
Cuando el chico le dijo aquello ella ladeó la cabeza y se rió un poquito, separándose de él y quedando sentada en la cama, sobre sus propias piernas realmente. - Ya podrían ser las camas de la universidad como esta. - Le sacó un poquito la lengua y suspiró. - Aunque creo que si fuesen tan blanditas y cómodas como la mía me costaría mucho salir de ella y no podría ni ir a clases, y eso que me gusta. - Se rió y suspiró un poco, quedándose separada de Adnan para que al menos no sintiese tanto calor como el que decía el mismo Yesenes que tenía, sentía.
Se llevó el dedo indice a los labios y miró de reojillo la hora que era. Apenas quedaban un par de minutos para que fuese el cambio de día oficial. Volvió la vista hacia Adnan que estaba tumbado, y tras sacarle la lengua se incorporó rápidamente para ir hacia el escritorio, coger la cajita que tenía en su interior la tarta, y volvió con su chico, sonriéndole y dándosela. - ¡Venga, ábrela, hay que prepararlo! - Emocionada. Adnan había hecho de su cumpleaños un día inolvidable, genial, y aún no había acabado ya que, por no haber, aún ni había empezado el día dieciséis.
Se mordió un poquito el labio inferior al ver como el chico terminaba por moverse y por quedar tumbado bocarriba a su lado. Ella se giró apenas un poquito, apoyando al cabeza sobre sus propios brazos hasta que Adnan le hizo un gesto en el que le indicaba que se tumbase mejor que antes, apoyándose ahora ella un poco sobre el pecho del chico para poder mirarle mejor a la cara, a los ojos, y de paso sentirle algo mas cerquita.
Cuando el chico le dijo aquello ella ladeó la cabeza y se rió un poquito, separándose de él y quedando sentada en la cama, sobre sus propias piernas realmente. - Ya podrían ser las camas de la universidad como esta. - Le sacó un poquito la lengua y suspiró. - Aunque creo que si fuesen tan blanditas y cómodas como la mía me costaría mucho salir de ella y no podría ni ir a clases, y eso que me gusta. - Se rió y suspiró un poco, quedándose separada de Adnan para que al menos no sintiese tanto calor como el que decía el mismo Yesenes que tenía, sentía.
Se llevó el dedo indice a los labios y miró de reojillo la hora que era. Apenas quedaban un par de minutos para que fuese el cambio de día oficial. Volvió la vista hacia Adnan que estaba tumbado, y tras sacarle la lengua se incorporó rápidamente para ir hacia el escritorio, coger la cajita que tenía en su interior la tarta, y volvió con su chico, sonriéndole y dándosela. - ¡Venga, ábrela, hay que prepararlo! - Emocionada. Adnan había hecho de su cumpleaños un día inolvidable, genial, y aún no había acabado ya que, por no haber, aún ni había empezado el día dieciséis.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Por lo visto su pequeña argucia para que ella se librase del vestido no iba a servir de nada, le parecía mucho mejor ponerlo a lavar y demás que dejar que él disfrutara de su cuerpo desnudo… pero bueno, no iba a obligarla a nada, había sido bastante claro con su “petición” disimulada y ella del mismo modo había sido bastante discreta negándose, así iban las cosas entre ellos, así se libraba Adnan de pedir en voz alta nada que pudiera no querer ella.
- No estaría mal que fueran así, la verdad, aunque supongo que es cierto lo que dices, si fueran cómodas la mitad de los alumnos se saltarían la primera clase para vaguear un poco más - sonrió y se quedó como un buen idiota mirando a la chica a los ojos, atontado. Ella se había separado, pero no importaba, también a esa distancia tenía los ojos bonitos, preciosos, enigmáticos…
Vio como graciosamente la chica se levantó de un saltito y corrió a por la tarta, aquello le dio una vista perfecta de sus piernas, ya sin los tacones parecían un poquito menos largas pero seguían siendo perfectas y torneadas. Para cuando volvió a sentarse en la cama su vista se deslizó hacía la estrecha cintura que marcaba el vestido y después suspiró ante sus palabras. Realmente por él nunca se movería de allí, poder tenerla como foco de atención ante sus ojos era algo mucho mejor que una tarta ni nada así.
- Está bien, está bien… eres muy impaciente Hye Rang - dijo llamándola por su nombre completo, como haría un padre que regaña amablemente a su hija. Abrió la tarta, dejándola a la vista de la coreana, viendo como sonreía feliz por ello, por el aspecto de la misma. Cogió también las dos velitas que había en un lateral, velas encantadas, claro, un uno y un seis que en cuanto las señaló con la varita flotaron sobre la tarta y prendieron, lo mejor de esas velas es que no manchaban la tarta, nunca - ahora si, ya es oficial - dijo mirando el reloj de nuevo, sentado en la cama frente a su chica con la tarta en medio - feliz cumpleaños Rang. Sopla las velas y pide un deseo.
- No estaría mal que fueran así, la verdad, aunque supongo que es cierto lo que dices, si fueran cómodas la mitad de los alumnos se saltarían la primera clase para vaguear un poco más - sonrió y se quedó como un buen idiota mirando a la chica a los ojos, atontado. Ella se había separado, pero no importaba, también a esa distancia tenía los ojos bonitos, preciosos, enigmáticos…
Vio como graciosamente la chica se levantó de un saltito y corrió a por la tarta, aquello le dio una vista perfecta de sus piernas, ya sin los tacones parecían un poquito menos largas pero seguían siendo perfectas y torneadas. Para cuando volvió a sentarse en la cama su vista se deslizó hacía la estrecha cintura que marcaba el vestido y después suspiró ante sus palabras. Realmente por él nunca se movería de allí, poder tenerla como foco de atención ante sus ojos era algo mucho mejor que una tarta ni nada así.
- Está bien, está bien… eres muy impaciente Hye Rang - dijo llamándola por su nombre completo, como haría un padre que regaña amablemente a su hija. Abrió la tarta, dejándola a la vista de la coreana, viendo como sonreía feliz por ello, por el aspecto de la misma. Cogió también las dos velitas que había en un lateral, velas encantadas, claro, un uno y un seis que en cuanto las señaló con la varita flotaron sobre la tarta y prendieron, lo mejor de esas velas es que no manchaban la tarta, nunca - ahora si, ya es oficial - dijo mirando el reloj de nuevo, sentado en la cama frente a su chica con la tarta en medio - feliz cumpleaños Rang. Sopla las velas y pide un deseo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Se rió con lo que dijo Adnan sobre que los alumnos en vez de asistir a clase se quedarían vagueando en clase y asintió con la cabeza. Soltó un suave suspirito y ladeó un poco la cabeza, antes de seguir para hacer aquello .
En el momento en el que Adnan cogió la cajita con la tarta entre las manos se mordió el labio inferior, y volviendo a sentarse en la cama con las piernas flexionadas, esta vez manteniendolas abiertas pero hacia atrás, sin que se le viera nada, por supuesto.
Cuando la pequeña tartita fue descubierta a la chica se le iluminaron los ojos, se le dibujó una amplia sonrisa en los labios mientras Yesenes iba preparando aquello sin mucho esfuerzo gracias a la magia.
Miró las velas que prácticamente estaban sobre la tarta, ya prendidas, y desvió la vista para mirar a los ojos de Adnan, asintiendo a lo que él dijo y tras quedarse apenas un instante pensativa, se mordió el labio inferior, dejó de hacer aquello, cogió una honda bocanada de aire y sopló las velas, viendo como se apagaron sin ningún tipo de esfuerzo.
Sonrió de forma mas abierta, enseñando incluso los dientes, con unas ganas enormes de abrazar a Adnan. - Listo... - susurró, y por no quedarse con las ganas de darle aquél fuerte abrazo, quitó un momento la tarta de entre ambos, dejándola a un lado a salvo, y poniéndose de rodillas sobre la cama, abrazó al egipcio con todas sus fuerzas, descuidando sobre su sus pechos quedaban cerca del rostro de Yesenes o si el vestido se había quedado algo alzado dejando al descubierto algo más de piel que antes.
Cuando soltó el abrazo volvió a ocupar el mismo sitio, con exactamente la misma posición, y cogió la tarta para volver a ponerla en medio.
Aprovechando un momentito que su novio parecía algo distraído metió el dedo en la tarta, en donde la nata y se llevó el dedo a la boca, lamiéndolo, riéndose un poco divertida. - Está muy buena.
En el momento en el que Adnan cogió la cajita con la tarta entre las manos se mordió el labio inferior, y volviendo a sentarse en la cama con las piernas flexionadas, esta vez manteniendolas abiertas pero hacia atrás, sin que se le viera nada, por supuesto.
Cuando la pequeña tartita fue descubierta a la chica se le iluminaron los ojos, se le dibujó una amplia sonrisa en los labios mientras Yesenes iba preparando aquello sin mucho esfuerzo gracias a la magia.
Miró las velas que prácticamente estaban sobre la tarta, ya prendidas, y desvió la vista para mirar a los ojos de Adnan, asintiendo a lo que él dijo y tras quedarse apenas un instante pensativa, se mordió el labio inferior, dejó de hacer aquello, cogió una honda bocanada de aire y sopló las velas, viendo como se apagaron sin ningún tipo de esfuerzo.
Sonrió de forma mas abierta, enseñando incluso los dientes, con unas ganas enormes de abrazar a Adnan. - Listo... - susurró, y por no quedarse con las ganas de darle aquél fuerte abrazo, quitó un momento la tarta de entre ambos, dejándola a un lado a salvo, y poniéndose de rodillas sobre la cama, abrazó al egipcio con todas sus fuerzas, descuidando sobre su sus pechos quedaban cerca del rostro de Yesenes o si el vestido se había quedado algo alzado dejando al descubierto algo más de piel que antes.
Cuando soltó el abrazo volvió a ocupar el mismo sitio, con exactamente la misma posición, y cogió la tarta para volver a ponerla en medio.
Aprovechando un momentito que su novio parecía algo distraído metió el dedo en la tarta, en donde la nata y se llevó el dedo a la boca, lamiéndolo, riéndose un poco divertida. - Está muy buena.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Quería saber que había deseado. Él era quien haría sus deseos realidad y no una fuerza invisible vinculada a dos velas que poco tenían que ver con ella y menos aún iban a concederle nada… pero no iba a decirle aún aquello a la chica, más tarde le preguntaría de manera más o menos disimulada a ver si se lo sonsacaba. Cualquier cosa que ella quisiera él se lo conseguiría tarde o temprano, estaba claro que él daría cualquier cosa por verla sonreír. Como esa noche estaba haciendo.
Sintió su abrazo, mirando por un segundo horrorizado hacía abajo, donde debía estar la tarta. Había estado tan abstraído mirándola a la muchacha que no se había dado cuenta de que había apartado el dulce. Cuando pensó con lógica se relajó y le acarició la espalda, correspondiendo al abrazo con cariño. Estaba realmente tonto ese día…
Por supuesto que aquel abrazo en cuanto se dio cuenta le hizo sonreír, no solo era un abrazo normal si no que, cuando bajó las manos por su espalda se topó con su trasero muy rápido, y disimuladamente aprovechó para sobarlo mientras seguía bajando las manos alisándole la falda, y claro que notaba sus pechos, casi en la cara, pero de eso mejor ni comentar.
Se la quedó mirando en cuanto se alejó, con una sonrisa realmente estúpida en la cara, viendo sin ver realmente como la chica hacía aquello con el dedito, probando la tarta, llamando su atención solamente porque volvió a hablar.
Negó un poquito con la cabeza y se rió.
-Es toda tuya, puedes comértela así si quieres –dijo aquello burlón, pues en el rostro de ella se veía la vergüenza por haber sido vista mientras se comía la tarta de esa forma - ¿Quieres que la parta o la dejamos para desayunar mañana? Seguro que si se la das a los elfos ellos la guardan perfectamente y mañana sigue igual de rica – dijo aquello totalmente seguro de ello, y además sin ganas de comer en ese momento, solo quería comérsela a ella y dudaba que fuera posible, así que eso, sin apetito.
Esperó su respuesta y mientras tanto cogió uno de los trocitos de fresa que había sobre la tarta, sería realmente dulce, y todo para ella, pues se lo acercó a los labios, para que lo probase también.
-Rang ¿me dirás que has pedido como deseo?
Sintió su abrazo, mirando por un segundo horrorizado hacía abajo, donde debía estar la tarta. Había estado tan abstraído mirándola a la muchacha que no se había dado cuenta de que había apartado el dulce. Cuando pensó con lógica se relajó y le acarició la espalda, correspondiendo al abrazo con cariño. Estaba realmente tonto ese día…
Por supuesto que aquel abrazo en cuanto se dio cuenta le hizo sonreír, no solo era un abrazo normal si no que, cuando bajó las manos por su espalda se topó con su trasero muy rápido, y disimuladamente aprovechó para sobarlo mientras seguía bajando las manos alisándole la falda, y claro que notaba sus pechos, casi en la cara, pero de eso mejor ni comentar.
Se la quedó mirando en cuanto se alejó, con una sonrisa realmente estúpida en la cara, viendo sin ver realmente como la chica hacía aquello con el dedito, probando la tarta, llamando su atención solamente porque volvió a hablar.
Negó un poquito con la cabeza y se rió.
-Es toda tuya, puedes comértela así si quieres –dijo aquello burlón, pues en el rostro de ella se veía la vergüenza por haber sido vista mientras se comía la tarta de esa forma - ¿Quieres que la parta o la dejamos para desayunar mañana? Seguro que si se la das a los elfos ellos la guardan perfectamente y mañana sigue igual de rica – dijo aquello totalmente seguro de ello, y además sin ganas de comer en ese momento, solo quería comérsela a ella y dudaba que fuera posible, así que eso, sin apetito.
Esperó su respuesta y mientras tanto cogió uno de los trocitos de fresa que había sobre la tarta, sería realmente dulce, y todo para ella, pues se lo acercó a los labios, para que lo probase también.
-Rang ¿me dirás que has pedido como deseo?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Sonrió tiernamente, acompañándolo de un suspirito y terminando por sacarle un poquito la lengua a Adnan, negando después un poco con la cabeza a sobre que se la comiese entera ella sola. - No, la verdad es que no tengo hambre... solo quería probarla. - Dijo divertida, sacándole la lengua cuando se limpió un poquito en la servilleta que había en la misma cajita que aquél pastelito en miniatura.
Ante la propuesta asintió un poquito con la cabeza y se rió. - ¡Si! Se la daré a los elfos para que la guarden y así podemos desayunarla mañana, ¿si? - Se puso en pie sin esperar respuesta de Yesenes y tras coger la tarta y guardarla bien, habiendo visto como Adnan cogía un pedazo de fresa, se acercó a la puerta del cuarto y llamó a un elfo, haciendo que apareciese frente a ella, tendiéndole la cajita y explicándole lo que era para conservarla para el día siguiente. Cuando el elfo se desapareció cerró la puerta de la habitación y volvió corriendo hacia Adnan con una muy amplia sonrisa, con las claras intenciones de ir a abrazarle. Esperaba no estar muy pegajosa...
Cuando volvió a donde él, entreabrió los labios, dejando que Adnan le diese la frutita, y manteniéndola entre los labios, sujetando aquél pedacito de fruta entre los mismos, acercó su rostro al de él sin responder en absoluto a sus palabras, esperando que aceptase aquello. Escuchó su pregunta pero no le respondería aún.
Sonrió un poquito y cando Yesenes se acercó a aceptar la frutita, con los labios entreabiertos, Rang le rodeó con los brazos por el cuello, besándole y pasándole parte de aquello, lamiendo un poquito los labios de Adnan, besándole con ahora el sabor de la fresa en las bocas de ambos.
Siguió un poquito más con los ojos cerrados y mientras se besaban un poco mas, pero no tardó tampoco demasiado en separarse, con las mejillas algo sonrojadas.
- Mi deseo... ya lo sabes... ya te lo he dicho antes más de una vez... pedí estar contigo siempre... - Susurró contra su boca.
Ante la propuesta asintió un poquito con la cabeza y se rió. - ¡Si! Se la daré a los elfos para que la guarden y así podemos desayunarla mañana, ¿si? - Se puso en pie sin esperar respuesta de Yesenes y tras coger la tarta y guardarla bien, habiendo visto como Adnan cogía un pedazo de fresa, se acercó a la puerta del cuarto y llamó a un elfo, haciendo que apareciese frente a ella, tendiéndole la cajita y explicándole lo que era para conservarla para el día siguiente. Cuando el elfo se desapareció cerró la puerta de la habitación y volvió corriendo hacia Adnan con una muy amplia sonrisa, con las claras intenciones de ir a abrazarle. Esperaba no estar muy pegajosa...
Cuando volvió a donde él, entreabrió los labios, dejando que Adnan le diese la frutita, y manteniéndola entre los labios, sujetando aquél pedacito de fruta entre los mismos, acercó su rostro al de él sin responder en absoluto a sus palabras, esperando que aceptase aquello. Escuchó su pregunta pero no le respondería aún.
Sonrió un poquito y cando Yesenes se acercó a aceptar la frutita, con los labios entreabiertos, Rang le rodeó con los brazos por el cuello, besándole y pasándole parte de aquello, lamiendo un poquito los labios de Adnan, besándole con ahora el sabor de la fresa en las bocas de ambos.
Siguió un poquito más con los ojos cerrados y mientras se besaban un poco mas, pero no tardó tampoco demasiado en separarse, con las mejillas algo sonrojadas.
- Mi deseo... ya lo sabes... ya te lo he dicho antes más de una vez... pedí estar contigo siempre... - Susurró contra su boca.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
La observaba en todo momento, atontado, como llevaba ya largo rato. Rang estaba tan preciosa ese día que hasta le costaba concentrarse en nada que no fuera mirarle, simplemente observa a su novia, aquello era lo único que él quería hacer en ese momento.
Cuando ella hizo aquello con la fruta lo primero que pensó fue que querría que le diera un bocadito a lo que sobraba de su boca, y así fue a hacerlo, pero ella, en cuanto él hubo hecho eso le besó, de manera que el beso supo a fresas y no tardaron mucho en intensificar el beso para frenarlo de pronto, rápidamente, porque ella lo quiso…
-¿Eso es… lo que más deseas? – de pronto se sintió un poco mal por ansiar tanto su cuerpo, no quererla de esa forma tan jodidamente terrenal. Si ella pedía aquello como deseo de cumpleaños él podría hacer que se cumplieran, entonces tendrían años y más años para hacer todo aquello, para comerla a besos, para sentir su sexo, para darse baños juntos y a solas, para hacer eso y todo lo que él quisiera, y hacerle a ella todo lo que ella más deseara - tienes suerte porque ese deseo es fácil de cumplir.
Sonrió muy cerca de su rostro, acariciándolo con un dedo, con mimo y cuidado, cariñoso como él solo. La quería.
Acercó un poco más el rostro al de ella y besó sus labios, con deseos irrevocables, no quería dejar de besarla jamás. Acariciaba su cuello y su espalda a ratos, quería quitarle rasgarle el vestido y tenerla expuesta a él, ansiaba verla sin aquello, pero a la vez sabía que no podía, que no tenía derecho a ello ni en el más profundo de sus sueños. Rang era inalcanzable, del todo.
-Rang… ¿te molestaría que durmiera en ropa interior? Acabo de pensar que no tengo aquí nada para dormir… y como lo haremos juntos pues…
En cierto modo quería que la respuesta fuera un no, que no le importaba, que lo hiciera así y que ella la imitaría para poder sentir el calor de él en su piel, pero aún queriendo aquello sería algo improbable.
Cuando ella hizo aquello con la fruta lo primero que pensó fue que querría que le diera un bocadito a lo que sobraba de su boca, y así fue a hacerlo, pero ella, en cuanto él hubo hecho eso le besó, de manera que el beso supo a fresas y no tardaron mucho en intensificar el beso para frenarlo de pronto, rápidamente, porque ella lo quiso…
-¿Eso es… lo que más deseas? – de pronto se sintió un poco mal por ansiar tanto su cuerpo, no quererla de esa forma tan jodidamente terrenal. Si ella pedía aquello como deseo de cumpleaños él podría hacer que se cumplieran, entonces tendrían años y más años para hacer todo aquello, para comerla a besos, para sentir su sexo, para darse baños juntos y a solas, para hacer eso y todo lo que él quisiera, y hacerle a ella todo lo que ella más deseara - tienes suerte porque ese deseo es fácil de cumplir.
Sonrió muy cerca de su rostro, acariciándolo con un dedo, con mimo y cuidado, cariñoso como él solo. La quería.
Acercó un poco más el rostro al de ella y besó sus labios, con deseos irrevocables, no quería dejar de besarla jamás. Acariciaba su cuello y su espalda a ratos, quería quitarle rasgarle el vestido y tenerla expuesta a él, ansiaba verla sin aquello, pero a la vez sabía que no podía, que no tenía derecho a ello ni en el más profundo de sus sueños. Rang era inalcanzable, del todo.
-Rang… ¿te molestaría que durmiera en ropa interior? Acabo de pensar que no tengo aquí nada para dormir… y como lo haremos juntos pues…
En cierto modo quería que la respuesta fuera un no, que no le importaba, que lo hiciera así y que ella la imitaría para poder sentir el calor de él en su piel, pero aún queriendo aquello sería algo improbable.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Tras el beso se quedó mirándole a los ojos con los labios entreabiertos, sintiendo la mirada del chico sobre si misma, y cuando escuchó sus palabras sonrió ámpliamente, asintiendo un poquito con la cabeza, suspirando y terminando por reírse un poco. - Eso me hace muy feliz, Adnan. - Dijo completamente segura.
Con la caricia de, egipcio cerró los ojos y suspiró de nuevo, ladeando un poquito la cabeza hacia su mano, queriendo sentir más su calidez, sonriendo de forma tonta.
La sonrisa se fue en el momento que sus labios fueron interceptados por los de su pareja, sin dudar en ningún momento a responder a la invitación que hubo hecho el chico con aquél gesto, correspondiendo a lo besos con la misma intensidad que Yesenes se los daba a ella, acariciando su cuerpo, notando las caricias del mismo sobre su cuerpo, haciéndole suspirar de vez en cuando, con según y qué caricia.
Al escucharle hablar se moridó un momento la boca, el labio inferior, y terminó por negar con la cabeza, sonriéndole. - No... no pasa nada. - Le dijo segura. Era verdad, la única vez que pudieron dormir una noche en la misma cama Adnan había dormido con pijama, y había sido despertados de mala manera por su primo (de esto ella se enteró después), montando un escándalo por una tontería como era dormir juntos... a ella no le importó.
Ahora tampoco le importaría por mucho que el egipcio fuese a llevar bastante menos ropa, a fin de cuentas ya le había visto en bañador, aquello no cambiaría mucho, ¿no?
Le sonrió un poquito. - Yo ya sabes que no duermo con mucha ropa tampoco. - Dijo como si fuese algo normal. Ella dormía exactamente igual en inverno, en verano o en la temporada que fuera. Una parte superior, mas o menos abrigada según la época del año, y un pantaloncito corto – o nada – por debajo (obviemos las braguitas).
Se mordió un poquito la mejilla por dentro. - Solo...espero que no te moleste que me pegue mucho a ti... sueles ser muy calentito y yo ya sabes que soy friolera... – Esperaba que recordase como en verano se hubo pegado mucho a él, y esperaba que no le hubiese molestado, puesto que no quería agobiarle.
Con la caricia de, egipcio cerró los ojos y suspiró de nuevo, ladeando un poquito la cabeza hacia su mano, queriendo sentir más su calidez, sonriendo de forma tonta.
La sonrisa se fue en el momento que sus labios fueron interceptados por los de su pareja, sin dudar en ningún momento a responder a la invitación que hubo hecho el chico con aquél gesto, correspondiendo a lo besos con la misma intensidad que Yesenes se los daba a ella, acariciando su cuerpo, notando las caricias del mismo sobre su cuerpo, haciéndole suspirar de vez en cuando, con según y qué caricia.
Al escucharle hablar se moridó un momento la boca, el labio inferior, y terminó por negar con la cabeza, sonriéndole. - No... no pasa nada. - Le dijo segura. Era verdad, la única vez que pudieron dormir una noche en la misma cama Adnan había dormido con pijama, y había sido despertados de mala manera por su primo (de esto ella se enteró después), montando un escándalo por una tontería como era dormir juntos... a ella no le importó.
Ahora tampoco le importaría por mucho que el egipcio fuese a llevar bastante menos ropa, a fin de cuentas ya le había visto en bañador, aquello no cambiaría mucho, ¿no?
Le sonrió un poquito. - Yo ya sabes que no duermo con mucha ropa tampoco. - Dijo como si fuese algo normal. Ella dormía exactamente igual en inverno, en verano o en la temporada que fuera. Una parte superior, mas o menos abrigada según la época del año, y un pantaloncito corto – o nada – por debajo (obviemos las braguitas).
Se mordió un poquito la mejilla por dentro. - Solo...espero que no te moleste que me pegue mucho a ti... sueles ser muy calentito y yo ya sabes que soy friolera... – Esperaba que recordase como en verano se hubo pegado mucho a él, y esperaba que no le hubiese molestado, puesto que no quería agobiarle.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Él moría por sus besos, sus labios, sus manos. Moriría por ella de ser posible pero prefería no hacerlo, a partir de ese momento intentaría subsanar ciertas cosas, ciertas malas costumbres… quería ser fiel a su promesa, estar con ella por siempre.
No sabía si en su respuesta había duda, quizás simplemente era vergüenza lo que le hizo tartamudear un poquito o igual es que le había pillado demasiado desprevenida y por eso dudó o algo, lo importante es que no le importaba. Ella era demasiado inocente y él lo analizaba todo más de la cuenta. En la mente de Adnan que ella le diera permiso para eso era como darle permiso para que mil cosas subyacentes. Dormir abrazado a ella y casi desnudo suponía que ella sintiera ciertas cosas contra su cuerpo, sobre todo si no paraban de besarse y abrazarse y daba por hecho que si la muchacha no era tonta (y no lo era) sabría el porqué estaba así y como solucionarlo ¿no?
Y ya su cerebro estuvo a punto de explotar cuando ella le dijo que dormía con poca ropa. Ella y él, con poca ropa, metidos en la cama, le dieron ganas de besarla y no soltarla, de abrazar su cuerpo y ya meterse bajo las sábanas para hacer de todo, pero sabía que no debía, y no lo hizo, simplemente, apretando los puños, la miró y siguió oyendo.
-Puedes pasarte toda la noche pegada a mí, abrazándome - concedió aquello rápidamente en cuanto se lo dijo, mientras más así estuvieran más posibilidades tenía de que ella misma se sintiera tentada a hacer algo más, era un poco infantil. Si. Pero seguía siendo una adolescente hormonada, no podía no sentir nada si estaba piel con piel con su novio en una cama y abrazándose, sería inhumano puedes esta así toda la noche – dijo aquello justo antes de achucharla muy fuerte de nuevo y para suavizar el gesto comenzó a besarla por el cuello con besos muy cortos y juguetones, suaves, y a la vez le intentó hacer cosquillas por el costado, riéndose.
Para cuando se detuvo se quedó mirando a la chica, aún riendose un poco.
-Me encanta sentir tu cuerpo contra el mio Rang, nunca me quejaré de que te pegues a mi.
No sabía si en su respuesta había duda, quizás simplemente era vergüenza lo que le hizo tartamudear un poquito o igual es que le había pillado demasiado desprevenida y por eso dudó o algo, lo importante es que no le importaba. Ella era demasiado inocente y él lo analizaba todo más de la cuenta. En la mente de Adnan que ella le diera permiso para eso era como darle permiso para que mil cosas subyacentes. Dormir abrazado a ella y casi desnudo suponía que ella sintiera ciertas cosas contra su cuerpo, sobre todo si no paraban de besarse y abrazarse y daba por hecho que si la muchacha no era tonta (y no lo era) sabría el porqué estaba así y como solucionarlo ¿no?
Y ya su cerebro estuvo a punto de explotar cuando ella le dijo que dormía con poca ropa. Ella y él, con poca ropa, metidos en la cama, le dieron ganas de besarla y no soltarla, de abrazar su cuerpo y ya meterse bajo las sábanas para hacer de todo, pero sabía que no debía, y no lo hizo, simplemente, apretando los puños, la miró y siguió oyendo.
-Puedes pasarte toda la noche pegada a mí, abrazándome - concedió aquello rápidamente en cuanto se lo dijo, mientras más así estuvieran más posibilidades tenía de que ella misma se sintiera tentada a hacer algo más, era un poco infantil. Si. Pero seguía siendo una adolescente hormonada, no podía no sentir nada si estaba piel con piel con su novio en una cama y abrazándose, sería inhumano puedes esta así toda la noche – dijo aquello justo antes de achucharla muy fuerte de nuevo y para suavizar el gesto comenzó a besarla por el cuello con besos muy cortos y juguetones, suaves, y a la vez le intentó hacer cosquillas por el costado, riéndose.
Para cuando se detuvo se quedó mirando a la chica, aún riendose un poco.
-Me encanta sentir tu cuerpo contra el mio Rang, nunca me quejaré de que te pegues a mi.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Sonrió ámpliamente de nuevo y acarició un poco el rostro del chico, pasando después la mano a su pelo, enterrando los dedos en sus cabellos oscuros y suspiró un poquito. - Entonces empezaré ahora mismo a abrazarte.
Se rió un poquito y le achuchó con todas sus fuerzas, repartiendo besitos por todo su rostro, besuqueándole, y terminando por parar a besar sus labios, un par de veces seguidas, una tercera y una cuarta incluso, de forma superficial todas, pero con todo el sentimiento del mundo, todo el amor que ella sentía hacia el chico.
- Me hacer muy feliz... te quiero tantísimo. - Sonrió y achuchándole le meció un poquitín entre sus brazos, acabando por suspirar y soltarse un poquito de él para sentirse atrapada entre sus brazos, riéndose un poquitín. Entonces no se hubo esperado los besos y la chica en un principio se estremeció con los beso sen el cuello, sintiendo como se le ponía todo el vello de punta, y suspirando, apoyó ambas manos sobre su pecho, queriendo que se separase un poquito, y entonces, sintió sus cosquillas.
Se empezó a reír y a removerse, dándole la risa de forma aun poquito escandalosa, acabando finalmente tumbada en la cama bocarriba, con el vestido algo mal puesto por haber estado removiéndose pero sin darse cuenta, apenas teniendo ojos para Adnan, mirándole fijamente a los ojos en el momento en el que paró aquello. - Bobo... Adnan, no me hagas cosquillas... - Suspiró algo más calmada, cerrando los ojos.
Dichosa abrió los ojos tras escuchar sus palabras y asintió suavemente con la cabeza. - Entonces me pegaré mucho a ti, sobre todo cuando tu me lo pidas, y no te soltaré hasta que se me cansen los brazos. - Le sacó la lengua un poco antes de estirar un poco el cuello para darle un besito en el mentón.
Se rió un poquito y le achuchó con todas sus fuerzas, repartiendo besitos por todo su rostro, besuqueándole, y terminando por parar a besar sus labios, un par de veces seguidas, una tercera y una cuarta incluso, de forma superficial todas, pero con todo el sentimiento del mundo, todo el amor que ella sentía hacia el chico.
- Me hacer muy feliz... te quiero tantísimo. - Sonrió y achuchándole le meció un poquitín entre sus brazos, acabando por suspirar y soltarse un poquito de él para sentirse atrapada entre sus brazos, riéndose un poquitín. Entonces no se hubo esperado los besos y la chica en un principio se estremeció con los beso sen el cuello, sintiendo como se le ponía todo el vello de punta, y suspirando, apoyó ambas manos sobre su pecho, queriendo que se separase un poquito, y entonces, sintió sus cosquillas.
Se empezó a reír y a removerse, dándole la risa de forma aun poquito escandalosa, acabando finalmente tumbada en la cama bocarriba, con el vestido algo mal puesto por haber estado removiéndose pero sin darse cuenta, apenas teniendo ojos para Adnan, mirándole fijamente a los ojos en el momento en el que paró aquello. - Bobo... Adnan, no me hagas cosquillas... - Suspiró algo más calmada, cerrando los ojos.
Dichosa abrió los ojos tras escuchar sus palabras y asintió suavemente con la cabeza. - Entonces me pegaré mucho a ti, sobre todo cuando tu me lo pidas, y no te soltaré hasta que se me cansen los brazos. - Le sacó la lengua un poco antes de estirar un poco el cuello para darle un besito en el mentón.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Sabía perfectamente que Rang tenía cosquillas y por eso mismo se las estaba haciendo, porque quería oír sus carcajadas, le encantaba verla reír así y ser él quien causara aquello mucho más. La dejó removerse y no paró de hacerla reír hasta que vio que ya se quedaba un poco sin respiración y ahí se quedó, un poco apoyado sobre él, mirándola desde muy cerca, sintiendo su respiración agitada.
-En el fondo te gustan… ¿no ves que te ríes muchísimo? - le dijo él como respuesta a la chica, viéndola poner morritos por lo que le acababa de decir.
Recibió el beso y aquello le hizo sonreír, poniendo una mano en el costado de la chica, y bajándola, muy despacio, dándose cuenta de que la falda del vestido estaba muy mal puesta, pero no la puso bien, tan solo le acarició el muslo de manera suave, apenas con la punta de los dedos. Sus manos eran un tanto bastas, estaban ligeramente encallecidas por demasiados motivos y en ese momento se lamentaba de no haberlas cuidado mejor para poder acaricia a su chica de manera un poco más delicada.
-¿Ahora tienes sueño, Rang? ¿Tienes ganas de acostarte? – estaba con medio cuerpo sobre el de ella, su mano seguía sobre el muslo de la chica y su boca rozaba la contraria suavemente entre palabra y palabra - me apetece acostarme ya, y estar contigo abrazado… seguramente eso me de un poco de sueño, porque si sigues besándome me darán ganas de todo menos de dormir.
Trataba de ser sincero, todo lo que podía al menos, no iba a decirle que quería follar, pero sí que podía decir que o paraban o le entrarían ganas… joder, que era de carne y ella demasiada tentación en un solo cuerpo.
-En el fondo te gustan… ¿no ves que te ríes muchísimo? - le dijo él como respuesta a la chica, viéndola poner morritos por lo que le acababa de decir.
Recibió el beso y aquello le hizo sonreír, poniendo una mano en el costado de la chica, y bajándola, muy despacio, dándose cuenta de que la falda del vestido estaba muy mal puesta, pero no la puso bien, tan solo le acarició el muslo de manera suave, apenas con la punta de los dedos. Sus manos eran un tanto bastas, estaban ligeramente encallecidas por demasiados motivos y en ese momento se lamentaba de no haberlas cuidado mejor para poder acaricia a su chica de manera un poco más delicada.
-¿Ahora tienes sueño, Rang? ¿Tienes ganas de acostarte? – estaba con medio cuerpo sobre el de ella, su mano seguía sobre el muslo de la chica y su boca rozaba la contraria suavemente entre palabra y palabra - me apetece acostarme ya, y estar contigo abrazado… seguramente eso me de un poco de sueño, porque si sigues besándome me darán ganas de todo menos de dormir.
Trataba de ser sincero, todo lo que podía al menos, no iba a decirle que quería follar, pero sí que podía decir que o paraban o le entrarían ganas… joder, que era de carne y ella demasiada tentación en un solo cuerpo.
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Trataba de acompasar su respiración aún con alguna que otra risita que se le escapaba, sin quitarle el ojo de encima a Yesenes. Terminó por suspirar pesadamente, tratando de dejar de sentir aquella molesta presión que causaba reír a carcajadas, y en cuanto escuchó como el egipcio le decía aquello, puso morritos. - No seas bobo, no me gusta reírme hasta que duele. - Le sacó la lengua y negó con la cabeza, volviendo a poner el mismo gesto de morritos puestos.
Acarició la mejilla de él, dándole aquél besito y suspirando un poquito al notar como le acariciaba, mirándole con los ojos entrecerrados, ladeando un poquito la cabeza para seguir mirándole pero habiéndose movido apenas eso, regalándole ella misma alguna que otra caricia en la mejilla.
Negó un poquito con la cabeza. No tenía sueño, no tenía ganas de dormir, pero escuchar decir a Adnan aquello de que quería estar acostado abrazándole a ella...y la razón de dejar los besos de lado, aquello le hizo sonrojarse un poco y morderse el labio inferior al menos un momentito. Sonrió y le achuchó, terminando por asentir contra su cuello. - Está bien... entonces acostémonos juntos y pasémonos el rato abrazados... - Musitó ella también contra sus labios en el momento que se separó para quedarse mirándole fijamente.
Suspiró y en el momento que soltó a Adnan se incorporó tras que cada uno quedase por un lado. Suspiró de nuevo y se pasó una mano por el pelo, quitándose la horquilla que tenía sosteniendo algún que otro mechón, después se sacó el brazalete y terminó por ponerse en pie tras lanzar una miradita al egipcio.
Dejó las dos cosas sobre el escritorio, y de pie, se giró a mirar a Adnan. - Aunque... a mi me gustaría que me dieras mis diecisiete beso... aún no me los diste... - Musitó aquello con un medio mohín puesto en los labios, una especie de pucherito, con las mejillas ligeramente sonrojadas. - Pero... si no quieres supongo que está bien.
Acarició la mejilla de él, dándole aquél besito y suspirando un poquito al notar como le acariciaba, mirándole con los ojos entrecerrados, ladeando un poquito la cabeza para seguir mirándole pero habiéndose movido apenas eso, regalándole ella misma alguna que otra caricia en la mejilla.
Negó un poquito con la cabeza. No tenía sueño, no tenía ganas de dormir, pero escuchar decir a Adnan aquello de que quería estar acostado abrazándole a ella...y la razón de dejar los besos de lado, aquello le hizo sonrojarse un poco y morderse el labio inferior al menos un momentito. Sonrió y le achuchó, terminando por asentir contra su cuello. - Está bien... entonces acostémonos juntos y pasémonos el rato abrazados... - Musitó ella también contra sus labios en el momento que se separó para quedarse mirándole fijamente.
Suspiró y en el momento que soltó a Adnan se incorporó tras que cada uno quedase por un lado. Suspiró de nuevo y se pasó una mano por el pelo, quitándose la horquilla que tenía sosteniendo algún que otro mechón, después se sacó el brazalete y terminó por ponerse en pie tras lanzar una miradita al egipcio.
Dejó las dos cosas sobre el escritorio, y de pie, se giró a mirar a Adnan. - Aunque... a mi me gustaría que me dieras mis diecisiete beso... aún no me los diste... - Musitó aquello con un medio mohín puesto en los labios, una especie de pucherito, con las mejillas ligeramente sonrojadas. - Pero... si no quieres supongo que está bien.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
El tono sonrosado de las mejillas de la coreana hizo que entre sonrisa se le asomaran incluso un poco los dientes, aquello le daba un aire aún más mono e infantil, pero igualmente la hacía muchísimo más atractiva, moría al verla así, por él.
Sentía como, despacio, comenzaba a desnudarse. Los complementos solamente, pero en su mente ya no llevaba nada, el vestido estaba en el suelo y ella completamente desnuda solo para él la siguió con la mirada hasta ver como todo terminaba en el escritorio.
- ¡Se me olvido eso! – dijo sorprendido, como llevaban todo el rato besándose casi no había pensado en lo que le dijo a ella hacía tan solo un ratito, pero si ella quería se los daría todos, los diecisiete e incluso más - ya que estás de pie puedes ponerte el pijama, yo me acomodo y tras eso te doy los diecisiete y alguno más de regalo por el olvido.
Vio como ella accedía a aquella propuesta y le miraba algo confusa sin saber quizás como cambiarse con él ahí o qué así que el chico sonrió un poco idiota.
- Podría darme la vuelta y tu también, y nos cambiamos… yo no miraré, te lo prometo… – en realidad mentía un poquito, si que tenía intención de ir a mirar de manera más o menos disimulada, pero es que tenía ganas de verla desnuda y sabía que era como la única opción para aquello, aprovechar algún momento en el que estuviera desprevenida - cuando tu estés lista me avisas porque yo lo único que tengo que hacer es quitarme los pantalones y la camiseta y no tiene mayores dificultades que mover un poco la tela a un lado y ya. Lo tuyo parece más difícil… ¿no necesitaras ayuda, verdad?
Sentía como, despacio, comenzaba a desnudarse. Los complementos solamente, pero en su mente ya no llevaba nada, el vestido estaba en el suelo y ella completamente desnuda solo para él la siguió con la mirada hasta ver como todo terminaba en el escritorio.
- ¡Se me olvido eso! – dijo sorprendido, como llevaban todo el rato besándose casi no había pensado en lo que le dijo a ella hacía tan solo un ratito, pero si ella quería se los daría todos, los diecisiete e incluso más - ya que estás de pie puedes ponerte el pijama, yo me acomodo y tras eso te doy los diecisiete y alguno más de regalo por el olvido.
Vio como ella accedía a aquella propuesta y le miraba algo confusa sin saber quizás como cambiarse con él ahí o qué así que el chico sonrió un poco idiota.
- Podría darme la vuelta y tu también, y nos cambiamos… yo no miraré, te lo prometo… – en realidad mentía un poquito, si que tenía intención de ir a mirar de manera más o menos disimulada, pero es que tenía ganas de verla desnuda y sabía que era como la única opción para aquello, aprovechar algún momento en el que estuviera desprevenida - cuando tu estés lista me avisas porque yo lo único que tengo que hacer es quitarme los pantalones y la camiseta y no tiene mayores dificultades que mover un poco la tela a un lado y ya. Lo tuyo parece más difícil… ¿no necesitaras ayuda, verdad?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Re: Hoy es un día especial
Asintió con la cabeza a aquello. - Me parece bien eso, diecisiete y unos más por que se te haya olvidado algo tan importante. - Trató de estar seria un poco pero enseguida se puso a reírse un poquito, sacándole la lengua.
Se quedó mirándole por un momento fijamente a los ojos y terminó por suspirar, ladeando un poco la cabeza tras haber dejado aquellas cosas sobre la mesa, sobre el escritorio.
Se mordió el labio inferior un momentito y terminó por asentir con la cabeza. - Vale... nos damos la vuelta y... y me cambio, ¿si? - Le sonrió tímidamente y tras ir a un cajón, sacó del mismo una camiseta, o mas bien una sudadera que tenía todo el aspecto de quedarle grande, de ser de su primo que le sacaba un buen pedazo de altura, y tras llevar la prenda sobre la cama y dejarla ahí, señaló a Adnan para que se fuese él a otro lado. - Necesitaré luego sentarme un poquito y y bueno, tengo mas cerca de aquí el sitio donde dejar la ropa para llevarla mañana. - Dijo poniendo un poco morritos, disculpándose de aquella forma por hacer que se moviese.
Yesenes se movió a donde la coreana le indicó, y una vez quedaron ambos dándose la espalda, y tras que la coreana mirase un momento para verificar que Adnan no miraba, sonrió ámpliamente.
Lo primero que hizo fue desabrochar la cremallera de la parte trasera del vestido, haciendo que le mismo cayese suavemente por su cuerpo hasta quedar en el suelo. La coreana se agachó un poquito para cogerlo y dejarlo con sumo cuidado encima de la cama, mirándolo y sonriendo un poquito.
Dudó un momento, mirándose a si misma en ropa interior, de si quitarse el sostén o dejárselo puesto, a fin de cuentas resultaba bastante incómodo dormir con él... Se mordió la boquita y tras llevar las manos al cierre de la prenda interior, lo desabrochó, dejándolo junto al vestido, alcanzando la sudadera para ponérsela rápido, habiendo sentido como le había dado de pronto algo de frío. La prenda que usaría para dormir le quedaba prácticamente como un vestido – un vestido corto, pero al fin y al cabo un vestido-.
Se sentó en la cama con intención de ir a sacarse los largos calcetines que llevaba pero terminó por decidir dejárselos, al menos por un ratito, para que no le diera frío. - Ya está, Adny. - Se incorporó y recogió un poquito el vestido y el sostén, tratando de esconderlo con aquella primera prenda antes de ir a dejar la ropa guardada, después volviendo con Adnan.
Se quedó mirándole por un momento fijamente a los ojos y terminó por suspirar, ladeando un poco la cabeza tras haber dejado aquellas cosas sobre la mesa, sobre el escritorio.
Se mordió el labio inferior un momentito y terminó por asentir con la cabeza. - Vale... nos damos la vuelta y... y me cambio, ¿si? - Le sonrió tímidamente y tras ir a un cajón, sacó del mismo una camiseta, o mas bien una sudadera que tenía todo el aspecto de quedarle grande, de ser de su primo que le sacaba un buen pedazo de altura, y tras llevar la prenda sobre la cama y dejarla ahí, señaló a Adnan para que se fuese él a otro lado. - Necesitaré luego sentarme un poquito y y bueno, tengo mas cerca de aquí el sitio donde dejar la ropa para llevarla mañana. - Dijo poniendo un poco morritos, disculpándose de aquella forma por hacer que se moviese.
Yesenes se movió a donde la coreana le indicó, y una vez quedaron ambos dándose la espalda, y tras que la coreana mirase un momento para verificar que Adnan no miraba, sonrió ámpliamente.
Lo primero que hizo fue desabrochar la cremallera de la parte trasera del vestido, haciendo que le mismo cayese suavemente por su cuerpo hasta quedar en el suelo. La coreana se agachó un poquito para cogerlo y dejarlo con sumo cuidado encima de la cama, mirándolo y sonriendo un poquito.
Dudó un momento, mirándose a si misma en ropa interior, de si quitarse el sostén o dejárselo puesto, a fin de cuentas resultaba bastante incómodo dormir con él... Se mordió la boquita y tras llevar las manos al cierre de la prenda interior, lo desabrochó, dejándolo junto al vestido, alcanzando la sudadera para ponérsela rápido, habiendo sentido como le había dado de pronto algo de frío. La prenda que usaría para dormir le quedaba prácticamente como un vestido – un vestido corto, pero al fin y al cabo un vestido-.
Se sentó en la cama con intención de ir a sacarse los largos calcetines que llevaba pero terminó por decidir dejárselos, al menos por un ratito, para que no le diera frío. - Ya está, Adny. - Se incorporó y recogió un poquito el vestido y el sostén, tratando de esconderlo con aquella primera prenda antes de ir a dejar la ropa guardada, después volviendo con Adnan.
Park Hye Rang- Mensajes : 327
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 29
Re: Hoy es un día especial
Él la dejó apoyarse en la cama como buen caballero que no era, no puso queja a ante aquella petición, pero sobre todo porque ni tan siquiera había pensado que realmente aceptaría algo así, pensaba que iría al baño a cambiarse o alguna cosa así, sería más normal, pero claro, entre Rang y él había pocas cosas que se pudieran considerar realmente normales, como que ambos eran un poco peculiares, cada uno a su manera.
Una vez estuvo en pie se quedó un rato mirando a la pared sin hacer absolutamente nada, después se sacó la camiseta despacio, incómodo, aún no le agradaba del todo darle la espala a Rang, con ella no tenía ese complejo, ese pavor, que le despertaba el ser abrazado y achuchado de cierta forma, pero aún tenía la mayor muestra de su vergüenza, la espalda completamente llena de marcas, surcos. Eran parte de su mayor debilidad y todas culpas del hombre que se hacía llamar su padre. En cuanto tuvo la camiseta fuera de la echó a un hombro, fingiendo despreocupación pero en realidad su intención era cubrir un poco las señales…
En cuanto estuvo quitándose los pantalones, se giró un poco, disimuladamente, la pilló en el momento de duda, en ropa interior y aquello fue todo lo que necesitaba ver, porque de pronto se le subieron las ganas hasta la cabeza, poniéndose bastante rojo por haberla visto así, no iba de cualquier modo, no. Estaba con un conjuro, precioso, y con algo de suerte hasta se habría quitado un poco más para dormir y él podría sobar mejor.
Se quedó solamente con la ropa interior, respirando despacio para relajarse y cuando oyó la voz de la chica se giró de pronto, viendo como intentaba esconder la prenda interior, como si le diera vergüenza, y se acerco a ella, y le dio un beso en la frente.
-¿Dónde dejo mis cosas?- vio como ella le indicó algún lugar y se rápidamente guardó sus cosas incluyendo la prenda interior, seguía igual de tímida, la mayoría de las chicas que usaban esas cosas lo hacían para enseñarlas, ella no. Se metió en la cama rápidamente y dio un par de golpecitos para que ella también lo hiciera, esperándola para abrazarla, en cuanto ella lo hizo, se tumbó junto a él, el chico la achuchó contra su cuerpo y presionando en su cintura hizo que quedase completamente pegada a él, y susurró a su oído:- ¿No te apetece hacer… nada?
Una vez estuvo en pie se quedó un rato mirando a la pared sin hacer absolutamente nada, después se sacó la camiseta despacio, incómodo, aún no le agradaba del todo darle la espala a Rang, con ella no tenía ese complejo, ese pavor, que le despertaba el ser abrazado y achuchado de cierta forma, pero aún tenía la mayor muestra de su vergüenza, la espalda completamente llena de marcas, surcos. Eran parte de su mayor debilidad y todas culpas del hombre que se hacía llamar su padre. En cuanto tuvo la camiseta fuera de la echó a un hombro, fingiendo despreocupación pero en realidad su intención era cubrir un poco las señales…
En cuanto estuvo quitándose los pantalones, se giró un poco, disimuladamente, la pilló en el momento de duda, en ropa interior y aquello fue todo lo que necesitaba ver, porque de pronto se le subieron las ganas hasta la cabeza, poniéndose bastante rojo por haberla visto así, no iba de cualquier modo, no. Estaba con un conjuro, precioso, y con algo de suerte hasta se habría quitado un poco más para dormir y él podría sobar mejor.
Se quedó solamente con la ropa interior, respirando despacio para relajarse y cuando oyó la voz de la chica se giró de pronto, viendo como intentaba esconder la prenda interior, como si le diera vergüenza, y se acerco a ella, y le dio un beso en la frente.
-¿Dónde dejo mis cosas?- vio como ella le indicó algún lugar y se rápidamente guardó sus cosas incluyendo la prenda interior, seguía igual de tímida, la mayoría de las chicas que usaban esas cosas lo hacían para enseñarlas, ella no. Se metió en la cama rápidamente y dio un par de golpecitos para que ella también lo hiciera, esperándola para abrazarla, en cuanto ella lo hizo, se tumbó junto a él, el chico la achuchó contra su cuerpo y presionando en su cintura hizo que quedase completamente pegada a él, y susurró a su oído:- ¿No te apetece hacer… nada?
Adnan K. Yesenes- Mensajes : 479
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 33
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Página 3 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Jul 15, 2013 1:57 pm por Gerhard Immëndorff
» PANGEA RPG - !UN FORO DIFERENTE! Ven y conócenos.
Sáb Abr 06, 2013 5:04 pm por Morten J. Harket
» Anybody home?
Sáb Abr 06, 2013 4:57 pm por Morten J. Harket
» Morsmorde Era Tom Riddle {Elite} No es cualquier rpg de Hp
Sáb Mar 30, 2013 11:41 am por Invitado
» Morrigan's Mental Asylum FORO NUEVO DE JULIA MCREARY
Lun Mar 25, 2013 2:28 am por Julia McCreary
» San Valentín
Sáb Mar 16, 2013 12:17 am por Aldrich Burroughs
» Necronomicon [Normal]
Vie Mar 08, 2013 1:37 pm por Invitado
» Inferio RPG ~ Afiliación Elite {Nuevos Botones y Nuevo Dominio}
Jue Mar 07, 2013 5:49 pm por Invitado
» Partis Temporus [elite]
Lun Mar 04, 2013 5:04 pm por Invitado
» Into the darkness {Afiliacion Normal}
Lun Feb 25, 2013 6:34 pm por Invitado