OGMIOS: 275 PUNTOS
CERRIDWEN: 150 PUNTOS
ARIANRHOD: 35 PUNTOS
SMERTIOS: 175 PUNTOS
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 3 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 3 Invitados :: 1 Motor de búsquedaNinguno
El record de usuarios en línea fue de 149 durante el Miér Oct 23, 2024 12:07 pm
Este foro está creado enteramente para esparcimiento y diversión sin fines de lucro. La temática, tramas y personajes son 100% originales creados por el equipo administrativo y los usuarios de este mismo foro. Todo lo demás, pertenece a J.K.Rowling.
"Universidad Brigantia de Estudios Mágicos" está protegida por una licencia creativa. Cualquier reproducción total o parcial del contenido del foro, así como el diseño, será considerado como plagio. Por favor, se original, no robes ni copies.
Smoking in Heaven
+27
Luke Rayder
Ann Star Starr
Loulou Rayder
Adrian Silver
Elisa Fuller-Smith
Milena Nikonova
Govinda Mills
Ferdynand Zieliñski
Per Alechinsky
Abigail Tucker
Sofie Luttrell
Rune Drane
Joseph Crawford
Lucian McCoy
Martin Abadeer
Siobhan Abadeer
Gianna Vercelli
Regina Cleverley
Leslie Ayres
Gabrielle Ross
Aquila Lillyvick
Hákan Kristjánsson
Pearlie F. Burroughs
Loreen Luttrell
Angus Finnerty
Bleeker Cleverley
Karim Malik
31 participantes
Página 3 de 6.
Página 3 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Smoking in Heaven
- Nadie se va a irse, Leslie, solo le comentaba a Lucian lo que pensaba.-Comente algo confundida pasando mi mano por mi cabello.
Entre el gran espectáculo de los besos entre unos y de ver a Joseph Crawford besar a aquella rubia y el chico que beso a Karim algunos se alejaron o miraron hacía otro lado sonreí ante el saludo de Leslie y la abrace al instante, ella era algo rara pero me bastaba con tenerla a mi lado, me mantenía junto con Leslie, Reggy y Lucian platicando un poco.
Escuche el comentario de Karim y mire el porro que traía en mi mano y luego me mordí el labio.
-Valla... con razón el efecto. -Se lo devolví dispuesta.- ¿Que es esta cosa? -Le pregunte pasando mi brazo sobre sus hombros y reía.
No pude evitar reírme mas fuerte al escuchar lo que decía Karim y removí mi brazo de su hombro para beber de mi vaso mientras miraba a todos los que estaban aquí en la fiesta.
-Mi Reggy solo comentaba lo que sabe.-Mire con gracia a mi amiga mientras le sonreía.
Entre el gran espectáculo de los besos entre unos y de ver a Joseph Crawford besar a aquella rubia y el chico que beso a Karim algunos se alejaron o miraron hacía otro lado sonreí ante el saludo de Leslie y la abrace al instante, ella era algo rara pero me bastaba con tenerla a mi lado, me mantenía junto con Leslie, Reggy y Lucian platicando un poco.
Escuche el comentario de Karim y mire el porro que traía en mi mano y luego me mordí el labio.
-Valla... con razón el efecto. -Se lo devolví dispuesta.- ¿Que es esta cosa? -Le pregunte pasando mi brazo sobre sus hombros y reía.
No pude evitar reírme mas fuerte al escuchar lo que decía Karim y removí mi brazo de su hombro para beber de mi vaso mientras miraba a todos los que estaban aquí en la fiesta.
-Mi Reggy solo comentaba lo que sabe.-Mire con gracia a mi amiga mientras le sonreía.
Gabrielle Ross- Mensajes : 67
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Edad : 30
Re: Smoking in Heaven
Por Merlín y todas sus túnicas azules benditas. No creía que Lucian fuese a escuchar sus tonterías. De seguro ahora pensaba que le gustaba desnudarse para convivir o algo así de horrible. Intentó no pensar en eso, sino se iba a poner tan nerviosa que seguro terminaría derramando su cerveza. Además, no lo había dicho en serio.
Regina negó con la cabeza y se rió, alegándole que el momento de las indescencias había terminado. Miro algo extrañada a Gabrielle, no sabia que fumaba, aunque la verdad no sabia muchas cosas sobre ella.
¿Lo harías?... quiero decir, si, si quieres. Pero preferiría que fuera uno de los normalitos, por... que... yo...
Ya no dijo nada por que se quedó mirando como boba cuando un alto muy alto besó a Karim y por eso no escuchó a Gabrielle cuando proponía irse a otra parte. La carcajada de Leslie le dio risa, así que ella también se rió.
Por la cabeza ni se le asomó que era de la KAU (no había visto ni a Govinda ni a Per) y no pensó tampoco en el dilema en el que podría encontrarse Bleeker; tampoco podría haberlo hecho por que vio que empujaban a Lucian. Al levantar la mirada se dio cuenta de que había sido Crawford. Regina rodó los ojos, de nada le servia gritarle o enojarse por que él siempre había sido así con ellas. Además, parecía enojado y Regina no quería que se alterase más.
Con su mano tomó la de Lucian y le sonrió.
Ven, siéntate conmigo y sirve que me enseñas a dar un toque decente -lo invitó, jalándole un poquito hacia ella para que se sentara en el lugar que antes había estado ocupando Karim.
Le dio el ultimo trago largo a su cerveza y casi la escupe por la proposición del Arianrhod.
Lo haré con mucho gusto, pero va a costar esos 100 galeones. No te preocupes, puedo dejártelo a pagos -dijo bromeando, había escuchado lo que le había dicho a Perlie- y que me des otra de estas -levantó su cerveza vacía y lo miró de manera adorable-, por favor.
Se río por Gabrielle. Era raro asimilar la idea de ver a la Slytherin con la que nunca había hablado, hasta ahora, sonriendo así. Además ahora ya era su Reggie.
Aun no había soltado la mano de Lucian.
Regina negó con la cabeza y se rió, alegándole que el momento de las indescencias había terminado. Miro algo extrañada a Gabrielle, no sabia que fumaba, aunque la verdad no sabia muchas cosas sobre ella.
¿Lo harías?... quiero decir, si, si quieres. Pero preferiría que fuera uno de los normalitos, por... que... yo...
Ya no dijo nada por que se quedó mirando como boba cuando un alto muy alto besó a Karim y por eso no escuchó a Gabrielle cuando proponía irse a otra parte. La carcajada de Leslie le dio risa, así que ella también se rió.
Por la cabeza ni se le asomó que era de la KAU (no había visto ni a Govinda ni a Per) y no pensó tampoco en el dilema en el que podría encontrarse Bleeker; tampoco podría haberlo hecho por que vio que empujaban a Lucian. Al levantar la mirada se dio cuenta de que había sido Crawford. Regina rodó los ojos, de nada le servia gritarle o enojarse por que él siempre había sido así con ellas. Además, parecía enojado y Regina no quería que se alterase más.
Con su mano tomó la de Lucian y le sonrió.
Ven, siéntate conmigo y sirve que me enseñas a dar un toque decente -lo invitó, jalándole un poquito hacia ella para que se sentara en el lugar que antes había estado ocupando Karim.
Le dio el ultimo trago largo a su cerveza y casi la escupe por la proposición del Arianrhod.
Lo haré con mucho gusto, pero va a costar esos 100 galeones. No te preocupes, puedo dejártelo a pagos -dijo bromeando, había escuchado lo que le había dicho a Perlie- y que me des otra de estas -levantó su cerveza vacía y lo miró de manera adorable-, por favor.
Se río por Gabrielle. Era raro asimilar la idea de ver a la Slytherin con la que nunca había hablado, hasta ahora, sonriendo así. Además ahora ya era su Reggie.
Aun no había soltado la mano de Lucian.
Regina Cleverley- Mensajes : 243
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Estaba un poco fastidiado la verdad. Demasiadas personas aglomeradas en un solo lugar le hacía sentir un poco de enoclofobia, y es que estar a veces demasiado tiempo a solas, hacía sentirse un tanto incomodo frente a multitudes. Bueno, aunque tampoco se iba a poner con esas cosas, ya que iba a pasar un rato "agradable" y ya estaba con su hermano, aunque le valía madres (de una manera fraternal que solo los hermanos pueden comprender) lo que hiciera, y con Milena, que al parecer se había puesto nerviosa con los miembros del KAU deambulando de un lado a otro libremente. No es que no le diera importancia al asunto, ya que podía inclusive pensar que al tener tantos miembros ahí, podían ser más propenso a ataques... o demás pensamientos paranoicos; pero por más que pudieran meter bombas, por mas de que pudieran asesinar nada más por abolir el secreto mágico de forma egoísta, eran humanos y tenían su derecho de fumar su ganja, emborracharse y tener sexo de diestra a siniestra. Seguramente algo por el estilo pasaba a lo que alguna vez fueron los mortífagos, de vez en cuando tenían que tener sus parrilladas, con sus días de casual friday con cerveza y sus sillas de patios hechas de huesos humanos ¿no?.
"Y cuentame Rodolphus, que tal la familia?" "Oh, de maravilla, JR. ya cometio su primer asesinato"
En fin, agitó su cabeza antes de que armara un escenario mental con marionetas de los antiguos mortifagos. Y volviendo a la realidad no se había dado cuenta, de que ahí estaba Leslie -Que de momento agradeció su torpeza, porque sino de verdad hubiera empezado a actuar como un tonto y a decir todo esas ridiculeces que pensaba a la ligera- , hasta que vio al chico "Ace of Spades" haciéndose notar con su llegada, de manera que le acompañó la rubia de sus amores a darle un poco de licor de una manera bastante digna para la ocasión, haciéndolo sonreír un tanto. Pero el toque de Milena y su comentario, solo le hizo ver que si no hacía algo pues podía desencadenar pánico o algo que le haría estremecerse de sobre manera. Era en esos casos, cuando un Martin firme y protector llegaba para indicarle que todo iba a estar mejor.
La dirigió inconscientemente hasta donde el grupo de Leslie junto con Karim -chico que conocía de vista por ser de la misma facultad-, Regina y Lucian, quien tenía tiempo que no le vía al último. Así mismo, saludó a todos (cuando pasó todo el asunto de la amenaza a Lucian, obvio que ni tonto se metía en el medio), pero en especial se acercó un poco más a la rubia (Leslie)-quien estaba con Gabrielle- para darle un abrazo y un beso en la mejilla.
- No te había visto... bueno... no es que te quiera ignorar... es que hay mucha gente y... ejem... Sí... no me dejan respirar. ¡TE VES LINDA HOY! - Alzó la voz ante ese cumplido, mientras se hacía un ocho con lo que le decía. El habla con las chicas era sin duda una de las característica que siempre dejaba en blanco en su curriculum vitae amoroso, casi nunca sabía como manejarlo y menos en esa situación. Tras eso le hizo un gesto de disculparse junto con un "permiso, ya vengo". No, si iba a estar en esa fiesta, por lo menos quería hablar bien con ella alguna vez en su puta vida.
Observó a su lado y el grupo más próximo estaba fumando unos cuantos porros. Pilló uno que estaba por la mitad, si era de alguien pues lo sentía mucho pero lo tomó sin permiso alguno y le dio una gran calada. Sin duda esa noche necesitaba estar de todo menos consciente de sus actos, o simplemente relajarse un poco ya que no quería estar toda la noche balbuceando barbaridades, o en un caso extremo sin poder articular bien sus palabras por causa de su torpeza.
Soltó el humo por su boca, realmente lo necesitaba, ya que no quería despertar y saber que había perdido la oportunidad de hacer una locura y culpar a los excesos por ello.
Una locura... se lo pensó bastante y ya la tenía. Así que sin más, fue dirigió hacia Leslie nuevamente, su expresión estaba un poco más relajada, aunque la verdad era simplemente sugestionado por el porro, esa confianza de inmediata y que tenía que ejecutar ese impulso que le había atravesado porque sino no estaría feliz, por lo que se terminó acercando a la rubia, y así con sus movimientos errantes, totalmente confusos, le dio de improviso un beso en los labios. No quería lucirse como el chico Aces of Spades, ni nada por el estilo, ¡Absolutamente nada de eso! pero siempre lo quiso hacer y en esa fiesta que cada vez las personas perdían el control, con tan solo decir que los del KAU estaban en su día libre, aprovechó la oportunidad.
- Estás linda hoy, ya lo dije, pero quiero reafirmartelo y me gusta tu perfume - Dijo luego de haberle besado, sin duda dejó un poco la tensión a un lado. Sus nervios estaban a flor de piel pero al menos pudo conjugar todo en su correcto orden y con una buena dicción. Hasta incluso jugó con aquella que le dijo en el campo de Quidditch de encontrárselo con mejor olor la próxima vez que se vieran.
"Y cuentame Rodolphus, que tal la familia?" "Oh, de maravilla, JR. ya cometio su primer asesinato"
En fin, agitó su cabeza antes de que armara un escenario mental con marionetas de los antiguos mortifagos. Y volviendo a la realidad no se había dado cuenta, de que ahí estaba Leslie -Que de momento agradeció su torpeza, porque sino de verdad hubiera empezado a actuar como un tonto y a decir todo esas ridiculeces que pensaba a la ligera- , hasta que vio al chico "Ace of Spades" haciéndose notar con su llegada, de manera que le acompañó la rubia de sus amores a darle un poco de licor de una manera bastante digna para la ocasión, haciéndolo sonreír un tanto. Pero el toque de Milena y su comentario, solo le hizo ver que si no hacía algo pues podía desencadenar pánico o algo que le haría estremecerse de sobre manera. Era en esos casos, cuando un Martin firme y protector llegaba para indicarle que todo iba a estar mejor.
La dirigió inconscientemente hasta donde el grupo de Leslie junto con Karim -chico que conocía de vista por ser de la misma facultad-, Regina y Lucian, quien tenía tiempo que no le vía al último. Así mismo, saludó a todos (cuando pasó todo el asunto de la amenaza a Lucian, obvio que ni tonto se metía en el medio), pero en especial se acercó un poco más a la rubia (Leslie)-quien estaba con Gabrielle- para darle un abrazo y un beso en la mejilla.
- No te había visto... bueno... no es que te quiera ignorar... es que hay mucha gente y... ejem... Sí... no me dejan respirar. ¡TE VES LINDA HOY! - Alzó la voz ante ese cumplido, mientras se hacía un ocho con lo que le decía. El habla con las chicas era sin duda una de las característica que siempre dejaba en blanco en su curriculum vitae amoroso, casi nunca sabía como manejarlo y menos en esa situación. Tras eso le hizo un gesto de disculparse junto con un "permiso, ya vengo". No, si iba a estar en esa fiesta, por lo menos quería hablar bien con ella alguna vez en su puta vida.
Observó a su lado y el grupo más próximo estaba fumando unos cuantos porros. Pilló uno que estaba por la mitad, si era de alguien pues lo sentía mucho pero lo tomó sin permiso alguno y le dio una gran calada. Sin duda esa noche necesitaba estar de todo menos consciente de sus actos, o simplemente relajarse un poco ya que no quería estar toda la noche balbuceando barbaridades, o en un caso extremo sin poder articular bien sus palabras por causa de su torpeza.
Soltó el humo por su boca, realmente lo necesitaba, ya que no quería despertar y saber que había perdido la oportunidad de hacer una locura y culpar a los excesos por ello.
Una locura... se lo pensó bastante y ya la tenía. Así que sin más, fue dirigió hacia Leslie nuevamente, su expresión estaba un poco más relajada, aunque la verdad era simplemente sugestionado por el porro, esa confianza de inmediata y que tenía que ejecutar ese impulso que le había atravesado porque sino no estaría feliz, por lo que se terminó acercando a la rubia, y así con sus movimientos errantes, totalmente confusos, le dio de improviso un beso en los labios. No quería lucirse como el chico Aces of Spades, ni nada por el estilo, ¡Absolutamente nada de eso! pero siempre lo quiso hacer y en esa fiesta que cada vez las personas perdían el control, con tan solo decir que los del KAU estaban en su día libre, aprovechó la oportunidad.
- Estás linda hoy, ya lo dije, pero quiero reafirmartelo y me gusta tu perfume - Dijo luego de haberle besado, sin duda dejó un poco la tensión a un lado. Sus nervios estaban a flor de piel pero al menos pudo conjugar todo en su correcto orden y con una buena dicción. Hasta incluso jugó con aquella que le dijo en el campo de Quidditch de encontrárselo con mejor olor la próxima vez que se vieran.
Martin Abadeer- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Seguramente tenía una jodida pinta de retrasado mental al levantar las cejas, mirar a la nada y luego fruncirlas mientras mi mente trabajaba y mi cuerpo se balanceaba como un puto bote en aguas medio inquietas. Las palabras de Pearlie Burroughs golpetearon la parte consciente de mi cerebro de forma violenta y continua, entrando a mi razonamiento más como argumentos aislados uno del otro que como una sola idea expresada en un solo bloque argumental. Mi cerebro alcoholizado y entorpecido tardó varios segundos en entender y darle relación a esas expresiones aisladas que mi atención había logrado atrapar y conjuntar lentamente, y de cualquier forma ya fuera entenderlo de un solo golpe o bien en partes y luego juntarlo (como en ese caso), para fines prácticos daba exactamente lo mismo.
Era evidente que las cosas no estaban bien, y la chica había resultado ser bastante clara y directa al respecto en lugar de irse por las putas ramas como muchas preferían. De cualquier forma eso no era ningún punto a favor, o no al menos en esos instantes en el que era mi orgullo el que estaba siendo golpeado por la Burroughs que, tal y como según decía, estaba supuestamente cansada de mi forma de actuar, lo cual automáticamente se resumía en un ataque en contra de todo lo que yo era.
Tenía ganas de matarla, así de sencillo. Me era imposible creer que fuera capaz de hablarme como si fuera cualquier hijo de puta que se le hubiera cruzado, como si las cosas que habían pasado en los últimos días simplemente nunca hubieran existido y yo fuera solo un maldito sujeto que no cumplía con sus expectativas de niña rica. En años pasados, o incluso en esa actualidad pero con cualquier otra chica, la primera reacción habría sido efectivamente, mandarla a tomar por culo y dejar que se quedara con su jodida amargura que a mí no me venía ni una mierda. Eso era lo correcto según las putas reglas…
Pero aun cuando me costara demasiado admitirlo, Pearlie Felicia Burroughs me gustaba demasiado, y al momento de poner las cosas en una balanza (aunque fuera cuestión de un instante), estuviera hasta los huevos de pedo y tuviera como 300 gramos de cocaína encima, mandarla a tomar por culo me parecía por mucho, la cosa más estúpida que se me podría ocurrir. ¿Pero entonces qué hacía? ¿Me arrodillaba y le pedía perdón?, ni puta mierda… eso nunca.
-Escucha Felicia… me gustas, de verdad me gustas joder. No lo sé, pero creo… creo que estás siendo un poco injusta con todo esto, ¿sabes?, es decir es como si… como si nada de lo que hubiera pasado hubiera significado algo para ti-
Mi ansiedad estaba hasta el puto tope a causa de la cocaína y de mi estado etílico que alcanzaba el clásico punto de ánimo previo a sentir cómo la mandíbula pierde su entereza habitual, y aunque no pudiera soltar un puto discurso de lo mejor planeado y tal, si quería que las cosas quedaran bien en su lugar aunque no fueran muchas palabras ni bien dichas como todo un jodido orador.
-Estoy ebrio y drogado… y sí, tal vez fui un poco efusivo pero es simplemente porque me siento bien… y gran parte del por qué me… sentía bien, era por ti. No eres cualquier persona, no pienso que seas cualquier persona… pero si crees que te trato como a cualquier chica o que para mí tú eres igual que cualquier otra chica, entonces de verdad no tienes ni puta idea de quién es Joseph Clayton Crawford-
Me di la vuelta y caminé al lado contrario nada más porque no quería terminar por estallar en contra de Pearlie que de una u otra forma… pues tenía mucho de razón. Ya me daría cuenta poco después de la presencia de los KAU, pero eso definitivamente es otro asunto muy muy a parte.
Era evidente que las cosas no estaban bien, y la chica había resultado ser bastante clara y directa al respecto en lugar de irse por las putas ramas como muchas preferían. De cualquier forma eso no era ningún punto a favor, o no al menos en esos instantes en el que era mi orgullo el que estaba siendo golpeado por la Burroughs que, tal y como según decía, estaba supuestamente cansada de mi forma de actuar, lo cual automáticamente se resumía en un ataque en contra de todo lo que yo era.
Tenía ganas de matarla, así de sencillo. Me era imposible creer que fuera capaz de hablarme como si fuera cualquier hijo de puta que se le hubiera cruzado, como si las cosas que habían pasado en los últimos días simplemente nunca hubieran existido y yo fuera solo un maldito sujeto que no cumplía con sus expectativas de niña rica. En años pasados, o incluso en esa actualidad pero con cualquier otra chica, la primera reacción habría sido efectivamente, mandarla a tomar por culo y dejar que se quedara con su jodida amargura que a mí no me venía ni una mierda. Eso era lo correcto según las putas reglas…
Pero aun cuando me costara demasiado admitirlo, Pearlie Felicia Burroughs me gustaba demasiado, y al momento de poner las cosas en una balanza (aunque fuera cuestión de un instante), estuviera hasta los huevos de pedo y tuviera como 300 gramos de cocaína encima, mandarla a tomar por culo me parecía por mucho, la cosa más estúpida que se me podría ocurrir. ¿Pero entonces qué hacía? ¿Me arrodillaba y le pedía perdón?, ni puta mierda… eso nunca.
-Escucha Felicia… me gustas, de verdad me gustas joder. No lo sé, pero creo… creo que estás siendo un poco injusta con todo esto, ¿sabes?, es decir es como si… como si nada de lo que hubiera pasado hubiera significado algo para ti-
Mi ansiedad estaba hasta el puto tope a causa de la cocaína y de mi estado etílico que alcanzaba el clásico punto de ánimo previo a sentir cómo la mandíbula pierde su entereza habitual, y aunque no pudiera soltar un puto discurso de lo mejor planeado y tal, si quería que las cosas quedaran bien en su lugar aunque no fueran muchas palabras ni bien dichas como todo un jodido orador.
-Estoy ebrio y drogado… y sí, tal vez fui un poco efusivo pero es simplemente porque me siento bien… y gran parte del por qué me… sentía bien, era por ti. No eres cualquier persona, no pienso que seas cualquier persona… pero si crees que te trato como a cualquier chica o que para mí tú eres igual que cualquier otra chica, entonces de verdad no tienes ni puta idea de quién es Joseph Clayton Crawford-
Me di la vuelta y caminé al lado contrario nada más porque no quería terminar por estallar en contra de Pearlie que de una u otra forma… pues tenía mucho de razón. Ya me daría cuenta poco después de la presencia de los KAU, pero eso definitivamente es otro asunto muy muy a parte.
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Si llegaba relativamente tarde era por que se había puesto a cocinar algo especial. Bueno, no era tan especial, sólo un pastel de chocolate repleto de marihuana, por que pensaba que a lo que iba sería una pequeña reunión para perder un poco la consciencia. Para la madrugada hasta llevaba un DVD de una película experimental para tener pesadillas o algo así. Iba platicando trivialidades con Ann, que hace poco había descubierto que era familia suya y habían tenido una especie de conexión instantánea. Ahora que estaba en Brigantia, habían podido cultivar aún más su incipiente amistad (aunque disfrutaban llamándose "prima") y por eso la arrastraba hasta la fiesta de Finnerty.
Además, los llevaba en una canastita de lo más inocente, pero lo cierto era que no iba a engañar a nadie diciendo que sus pasteles no estaban envenenados. Lo que notó, desde el ruido en el pasillo, era que de reuniones tranquilas eso no tendría nada. -Creo que nos vamos olvidando del DVD, Annie...
En el pasillo se encontraron a Shyam Reed, lo reconocía por haber estado con él en la Universidad más que por ser un "peligroso criminal" como decían en El Profeta. Lo saludó como a cualquier conocido en buenos términos y le presentó a Ann, diciendo que llegaran los tres juntos para verse más interesantes. Y en efecto, que se olvidaran del DVD por que ahí había mucha gente y mucho ruido. Saludó a Rune y a Abby de lejos, igual que a Angus, alcanzó a ver a Govinda fuera pero tenía que cruzar la estancia y decidió dejarlo para después. Fue directo a Ferdynand Zieliñski, por que no estaba muy lejos y quería saludarlo. Tenía tiempo sin verlo.
-Ferdynand Zieliñski ¿Todavía me recuerdas? Hola ¿Gianna Vercelli, no? Ella es Ann, y estos son mis pasteles de chocolate, están ricos. Ah, y tienen marihuana
Conocía a todos sin excepción, de vista, por que desde que estaba en la cafetería de Brigantia veía seguido a cada estudiante y sus interacciones, aunque a Gianna la reconocía también por sus hermanos.
Además, los llevaba en una canastita de lo más inocente, pero lo cierto era que no iba a engañar a nadie diciendo que sus pasteles no estaban envenenados. Lo que notó, desde el ruido en el pasillo, era que de reuniones tranquilas eso no tendría nada. -Creo que nos vamos olvidando del DVD, Annie...
En el pasillo se encontraron a Shyam Reed, lo reconocía por haber estado con él en la Universidad más que por ser un "peligroso criminal" como decían en El Profeta. Lo saludó como a cualquier conocido en buenos términos y le presentó a Ann, diciendo que llegaran los tres juntos para verse más interesantes. Y en efecto, que se olvidaran del DVD por que ahí había mucha gente y mucho ruido. Saludó a Rune y a Abby de lejos, igual que a Angus, alcanzó a ver a Govinda fuera pero tenía que cruzar la estancia y decidió dejarlo para después. Fue directo a Ferdynand Zieliñski, por que no estaba muy lejos y quería saludarlo. Tenía tiempo sin verlo.
-Ferdynand Zieliñski ¿Todavía me recuerdas? Hola ¿Gianna Vercelli, no? Ella es Ann, y estos son mis pasteles de chocolate, están ricos. Ah, y tienen marihuana
Conocía a todos sin excepción, de vista, por que desde que estaba en la cafetería de Brigantia veía seguido a cada estudiante y sus interacciones, aunque a Gianna la reconocía también por sus hermanos.
Elisa Fuller-Smith- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Angus se le quedó mirando a Aquila sin saber cómo reaccionar a sus palabras. No la entendía. ¿De verdad solamente había ido ahí para acompañar a Pearlie? No quería pensar que parte de ella no había ido por él. Sabía que era muy estúpido pensar esas cosas porque ya sabía que se iba a casar, pero no podía evitar hacerse ideas, en especial cuando la tenía cerca. Seguía adjudicándoselo todo a sus maniobras de semiveela, porque no pensaba darle crédito a ningún deslumbramiento a nivel más personal, ni a nada que tuviera que ver con hamburguesas y con sincerarse, ni con pociones que iban con un moño rojo.
La vio partir y rápidamente miró a la chica Burroughs para ver si era cierto que lo pasaba mal. Tenía mala cara, Crawford estaba con ella y luego se daba la vuelta, tambaleándose de borracho. Cosa de nada que se podía arreglar. Ferdynand Zieliñski llegó a reclamar la atención de Rune abrazándola y dándole un beso en la oreja. El gesto ese le pareció más avasallante que si la albina y Tucker se hubieran besado entre ellas. Mejor se alejaba porque Zieliñski le daba escalofríos, no por ser un muerto viviente, sino por la desfachatez con la que se manejaba y porque nunca se podía saber si de pronto se le iba a botar la cuica como le había pasado con Karim.
-Me llevo esta caja y en…veinte minutos me hablas de la sorpresa. No creas que me olvido.-Pero le hizo un gesto obvio de que la dejaba en privacidad. Privacidad entre comillas porque ahí estaban Tucker y luego Gianna. Hasta apareció Elisa con Shyam y con una chica que no conocía. Le devolvió el saludo de lejos prometiéndose irla a saludar después como era debido. Ya estaba haciendo más promesas mentales que nada.
Para cuando se pudo abrir paso, guardando la caja de Rune en el bolsillo de su pantalón con cuidado por si era algo delicado, Govinda ya estaba con Aquila y le había llevado una cerveza. Confiaba en Mills como en pocos pero no para esas cuestiones. Todo mundo sabía cuan extremista podía llegar a ser un miembro de la KAU en cualquier momento inesperado. Puso suavemente una mano en la espalda de Govinda.-¿Va todo bien?- Eso no era una pregunta sino una petición y Govinda sabría eso.
-¿Entonces ya te convencieron de quedarte? Pearl estará bien, voy a mantener a raya a Crawford, no la molestará más. Quédense las dos. -Era la tercera vez que se lo pedía. ¿Se estaba humillando demasiado? Más le valía reaccionar ya. Se talló los ojos como si los tuviera llorosos y no pudiera ver, a ver si así se le quitaba el efecto de semiveela a Aquila, aunque también era verdad que no era la única en la sala y que era la única a la que quería mirar. David estaría muy decepcionado.-Si no te quedas te voy a tomar una foto y le voy a decir a todos tus amiguitos que estuviste aquí.-Fue una broma que podía o romper el hielo o provocar todavía más aspereza. Era su última jugada, ya se lo había prometido mentalmente (una promesa más, no hacía daño). Ni siquiera quería que se quedara a hablar estrictamente con él ni nada, solo era que se quedara, saber que estaba en el mismo espacio, que no estaba pensando en las convenciones detrás de todo eso. Él podía pensar que le hacía falta, eso quería pensar, que le estaba haciendo un favor a ella, aunque fuera lo contrario.
La vio partir y rápidamente miró a la chica Burroughs para ver si era cierto que lo pasaba mal. Tenía mala cara, Crawford estaba con ella y luego se daba la vuelta, tambaleándose de borracho. Cosa de nada que se podía arreglar. Ferdynand Zieliñski llegó a reclamar la atención de Rune abrazándola y dándole un beso en la oreja. El gesto ese le pareció más avasallante que si la albina y Tucker se hubieran besado entre ellas. Mejor se alejaba porque Zieliñski le daba escalofríos, no por ser un muerto viviente, sino por la desfachatez con la que se manejaba y porque nunca se podía saber si de pronto se le iba a botar la cuica como le había pasado con Karim.
-Me llevo esta caja y en…veinte minutos me hablas de la sorpresa. No creas que me olvido.-Pero le hizo un gesto obvio de que la dejaba en privacidad. Privacidad entre comillas porque ahí estaban Tucker y luego Gianna. Hasta apareció Elisa con Shyam y con una chica que no conocía. Le devolvió el saludo de lejos prometiéndose irla a saludar después como era debido. Ya estaba haciendo más promesas mentales que nada.
Para cuando se pudo abrir paso, guardando la caja de Rune en el bolsillo de su pantalón con cuidado por si era algo delicado, Govinda ya estaba con Aquila y le había llevado una cerveza. Confiaba en Mills como en pocos pero no para esas cuestiones. Todo mundo sabía cuan extremista podía llegar a ser un miembro de la KAU en cualquier momento inesperado. Puso suavemente una mano en la espalda de Govinda.-¿Va todo bien?- Eso no era una pregunta sino una petición y Govinda sabría eso.
-¿Entonces ya te convencieron de quedarte? Pearl estará bien, voy a mantener a raya a Crawford, no la molestará más. Quédense las dos. -Era la tercera vez que se lo pedía. ¿Se estaba humillando demasiado? Más le valía reaccionar ya. Se talló los ojos como si los tuviera llorosos y no pudiera ver, a ver si así se le quitaba el efecto de semiveela a Aquila, aunque también era verdad que no era la única en la sala y que era la única a la que quería mirar. David estaría muy decepcionado.-Si no te quedas te voy a tomar una foto y le voy a decir a todos tus amiguitos que estuviste aquí.-Fue una broma que podía o romper el hielo o provocar todavía más aspereza. Era su última jugada, ya se lo había prometido mentalmente (una promesa más, no hacía daño). Ni siquiera quería que se quedara a hablar estrictamente con él ni nada, solo era que se quedara, saber que estaba en el mismo espacio, que no estaba pensando en las convenciones detrás de todo eso. Él podía pensar que le hacía falta, eso quería pensar, que le estaba haciendo un favor a ella, aunque fuera lo contrario.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Estaba a nada de irse, pensó que debía buscar entre las sillas desocupadas la camisa a cuadros que había dejado por ahí cuando en el apartamento sólo estaban Malik y Finnerty, y pensaba hacerlo sin mayor sobresalto hasta que Govinda Mills se le acercaba con esa sonrisa totalmente descarada. Quiso asesinarla con la mirada, clavando sus ojos en los suyos sabiendo que, desgraciadamente, había logrado su cometido irreverente de terminar de fastidiarlo.
Definitivamente no temían a nada o nadie que estuviera cerca, y eso le pareció una total ofensa a su profesión, a la de su padre y a la de un montón de magos decentes que arriesgaban su vida por un capricho libertario. Así era de intenso en sus creencias, y no iba a dejar de serlo esa noche, mucho menos si lo buscaban.
No se trataba de relaciones personales, de que fueran amigos de Finnerty o de quien fuera, pues todo estaba más allá de eso, y así lo habían decidido. Antes que ser amigos, o hermanos, o familia, eran unos terroristas y eso era lo primero que querían dejar en claro. Si era así ¿Entonces para qué seguir jugando a la neutralidad?
-¿Creen que todos están muy intimidados? ¿Que mostrarse así como así no tendrá consecuencias? Pues las tendrá dijo apuntando con el dedo a Per Alechinsky y haciendo lo mismo con Ferdynand Zieliñski, sólo por ser a quienes había visto más cerca. Se cercioró de decirlo lo suficientemente fuerte para dejar las cosas en claro. Sostuvo contacto visual con el segundo hasta acercarse al grupo donde estaba su hermana.
-Regina, nos vamos. No te vas a quedar aquí con estos delincuentes
Y esa vez podrían pensar que estaba siendo el hermano represor que jugaba a ser, pero sus principios morales no le dejaban estar tranquilo si su hermana menor se quedaba ahí, mucho menos después de la advertencia que había soltado fuerte y clara.
Definitivamente no temían a nada o nadie que estuviera cerca, y eso le pareció una total ofensa a su profesión, a la de su padre y a la de un montón de magos decentes que arriesgaban su vida por un capricho libertario. Así era de intenso en sus creencias, y no iba a dejar de serlo esa noche, mucho menos si lo buscaban.
No se trataba de relaciones personales, de que fueran amigos de Finnerty o de quien fuera, pues todo estaba más allá de eso, y así lo habían decidido. Antes que ser amigos, o hermanos, o familia, eran unos terroristas y eso era lo primero que querían dejar en claro. Si era así ¿Entonces para qué seguir jugando a la neutralidad?
-¿Creen que todos están muy intimidados? ¿Que mostrarse así como así no tendrá consecuencias? Pues las tendrá dijo apuntando con el dedo a Per Alechinsky y haciendo lo mismo con Ferdynand Zieliñski, sólo por ser a quienes había visto más cerca. Se cercioró de decirlo lo suficientemente fuerte para dejar las cosas en claro. Sostuvo contacto visual con el segundo hasta acercarse al grupo donde estaba su hermana.
-Regina, nos vamos. No te vas a quedar aquí con estos delincuentes
Y esa vez podrían pensar que estaba siendo el hermano represor que jugaba a ser, pero sus principios morales no le dejaban estar tranquilo si su hermana menor se quedaba ahí, mucho menos después de la advertencia que había soltado fuerte y clara.
Bleeker Cleverley- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Lo que había dicho Leslie me hizo bastante gracia, ¿qué diablos tendría ese Vodka? Pero ese tipo de cosas eran de las que solo se podían averiguar probando un poco pues. Empirismo, experiencia. Así le quité la botellita a Leslie para ver a qué sabía el susodicho licor probando un poco al darle un sorbo. Y quizás era que tuviera una calada de porro encima y que seguro que los efectos se estaban asentando pero es que el vodka se sintió mucho mejor que de costumbre, y más teniendo en cuenta que Leslie acababa de aclarar la procedencia de ese ron de quemar que la rubia decía que había conseguido de manera legal y honrada cuando parecía de esas botellas de contrabando de quien sabe donde menos de Rusia.
Al parecer la idea de fumar algo que no fueran simplemente cigarrillos había sido aceptada. Solo bastaba girar un poco la cabeza y notar que cada vez entraba más y más gente al lugar. Reconocía algunos y a otros no tanto pero algo de conocidas eran aquellos rostros. Eso de estudiar periodismo hacía que uno estuviera al día con ese tipo de cosas, la de los KAU y todo el rollo que manejaban aunque todo el mundo, periodista o no, tenía buena idea de lo que ellos hacían.
-Igual como que dentro de poco no va a haber lugar donde moverse-
Porque cada vez llegaba más gente y porque si esa tendencia seguía como iba pues luego no se iba a poder ni llegar a la puerta. En eso intercepté el porro que estaba corriendo y le di otra calada más cuando momentos después sentí un empujón. Giré a ver y era Crawford que me había empujado sin tener idea de por qué diablos lo había hecho y de paso soltaba un asunto sobre vigilancia y alguna joda más que ni idea. Quizás de haber estado menos drogado se le hubiera podido encontrar un contexto pero en ese momento no y tampoco importaba mucho. Leslie calmaba de todas maneras y Regina rodaba los ojos así que el tema debía ir por ese lado. Igual, que tenía pensado seguir pasándola bien con ellas.
En eso sentí que Regina me jalaba un poco más y me decía que le enseñara, y claro que si lo iba a hacer por lo que me senté a su costado. Entonces saqué la cajetilla de cigarrillos, de los regulares nomás para empezar de esa manera con la introducción a fumar. Fumar no era difícil pero pasaba que a veces unos la tenían mas complicada que otros a la hora de retener el humo y tal. Ver e imitar era mejor. Se lo prendí y di una primera calada.
-A ver, primero mantén el humo y luego solo aspira, y si toses, pues es natural, no pasa nada-
Y difícilmente no se tosía a la primera, pero podía ser que le diese pena o así. Sin embargo pocos momentos después llegó el hermano de Regina, que no era Dan y ojala fuera él, pero no, era el mayor que era Auror y todo y se quería llevar a su hermana en medio de la lección y todo. Le habló de delincuentes y seguro que era referido a los KAU, eran obvias las diferencias de ideología.
-No te la lleves-
Le llegué a decir en una media sonrisa y a ver si me reconocía o algo pero es que si fuera Dan lo iba a poder llegar a convencer, pero al hermano mayor con el que no había mucha confianza pues argumentarle bien y en el estado en el que estabano era más que expresar lo que quería, que ella no se fuera pues.
Lucian McCoy- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Vio a Lucian encender el cigarro y darle la primera calada, esperaba que su admiración no fuese tan obvia como siempre. Por su puesto que no era la primera vez que veía a alguien hacerlo, pero sí la primera que ella lo intentaba y es que hasta entonces no le había llamado tanto la atención.
A ver. No se vayan a reír -dijo, mirándolo tanto a él como a Gabrielle mientras tomaba el cigarro entre sus dedos. Sonrió y se lo llevó a los labios, dándole una calada profunda. Y, tal cual como Lucian lo predijo, Regina comenzo a toser. Qué horrible se sentía-. ¿Cómo lo hice? Creo qué debería volver a intentarlo.
Los gritos de Bleeker la hicieron buscarlo con la mirada y ver que apuntaba a alguien. Hasta entonces de dio cuenta de que ellos eran de la KAU. Obviamente los había visto en el periódico y en las fotos viejas en Brigantia, de Angus y Karim, pero hasta entonces nunca había estado en la misma habitación. Siempre los había imaginado más grandes, todos barbones como Angus y terriblemente desaliñados; le costó mucho verlos como criminales. A veces sentía que para Finnerty debía ser difícil ser amigo de todos, de ellos, los de la KAU, y de Bleeker, auror de toda la vida y pro del secretísimo mágico, y ser fiel al mismo tiempo de sus ideologías.
Se undió en su asiento para esconderse de su hermano. A veces deseaba que Bleeker se hubiera dedicado a algo más arbitrario como el quidditch. Maldijo por lo bajó cuando se acercó a ella, diciéndole que ya se iban. Regina lo miró con los ojos muy abiertos sin poder creerlo. ¿Cómo se atrevía? ¿Qué no se daba cuenta de que lo estaba pasando bien? Se indignó muchísimo.
¿Qué? No -le dijo llena de reproche-. Hermano yo no me quiero ir. Karim, dile que me voy a casa contigo -dijo girandose hacia su amigo y mirándolo con ojos suplicantes.
Pero la había llamado Regina y no había usado el tono de "hermano súper protector que dice y dice y no hace nada". No. Aquel era su tono de auror y ella no se atrevía a retarlo frente a sus amigos.
Apoyandose en la pierna de Lucian se puso de pie y le dirigió una mirada llena de significado. Agradecía mucho su intento de interceder por ella y también quería que supiera que de verdad quería estar ahí con él.
A ver. No se vayan a reír -dijo, mirándolo tanto a él como a Gabrielle mientras tomaba el cigarro entre sus dedos. Sonrió y se lo llevó a los labios, dándole una calada profunda. Y, tal cual como Lucian lo predijo, Regina comenzo a toser. Qué horrible se sentía-. ¿Cómo lo hice? Creo qué debería volver a intentarlo.
Los gritos de Bleeker la hicieron buscarlo con la mirada y ver que apuntaba a alguien. Hasta entonces de dio cuenta de que ellos eran de la KAU. Obviamente los había visto en el periódico y en las fotos viejas en Brigantia, de Angus y Karim, pero hasta entonces nunca había estado en la misma habitación. Siempre los había imaginado más grandes, todos barbones como Angus y terriblemente desaliñados; le costó mucho verlos como criminales. A veces sentía que para Finnerty debía ser difícil ser amigo de todos, de ellos, los de la KAU, y de Bleeker, auror de toda la vida y pro del secretísimo mágico, y ser fiel al mismo tiempo de sus ideologías.
Se undió en su asiento para esconderse de su hermano. A veces deseaba que Bleeker se hubiera dedicado a algo más arbitrario como el quidditch. Maldijo por lo bajó cuando se acercó a ella, diciéndole que ya se iban. Regina lo miró con los ojos muy abiertos sin poder creerlo. ¿Cómo se atrevía? ¿Qué no se daba cuenta de que lo estaba pasando bien? Se indignó muchísimo.
¿Qué? No -le dijo llena de reproche-. Hermano yo no me quiero ir. Karim, dile que me voy a casa contigo -dijo girandose hacia su amigo y mirándolo con ojos suplicantes.
Pero la había llamado Regina y no había usado el tono de "hermano súper protector que dice y dice y no hace nada". No. Aquel era su tono de auror y ella no se atrevía a retarlo frente a sus amigos.
Apoyandose en la pierna de Lucian se puso de pie y le dirigió una mirada llena de significado. Agradecía mucho su intento de interceder por ella y también quería que supiera que de verdad quería estar ahí con él.
Regina Cleverley- Mensajes : 243
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Por un momento pensó que le iba a soltar un revés o algo y por eso casi casi se escondió tras Sofie pero en cuanto Crawford comenzó a hablar se quedó anonadada. No porque le dijera que de verdad le gustaba, sino porque de pronto parecía que era él el que había sido víctima de una falta gravísima y no al revés. Y bueno, en realidad lo que había hecho tampoco era tan grave considerando los parámetros. Estaba borrachísimo y también drogadísimo y ella no había tenido oportunidad de tomar casi nada, así que ni siquiera era como si pudiera agarrar valor para seguirle contestando como era debido.
Tenía el ceño fruncido totalmente hasta que le dijo que gran parte del porque se sentía así de bien era por ella y sintió un nudo en el estómago de ansiedad. Pasó saliva y miró a Sofie en cuanto Crawford se dio la vuelta, como si quisiera que la rubia le resolviera la vida en un segundo y le dijera qué hacer. Se mordió los labios con ansias y le susurró un “¿escuchaste?”.
Buscó con la mirada alguna botella o algo y encontró precisamente el aguardiente que le había llevado a Malik y que seguía por ahí cerca. Lo destapó y le pegó un trago de antología que le ardió en la garganta inmediatamente. Pues claro, necesitaba valor para lo que iba a hacer. Menos mal que no había pagado el porro que le había dado Karim a pesar del rechazo de Sofie porque también una buena calada de eso le vendría bien.
-Ahora vuelvo, no me tardo nada.
Le dijo a Sofie y alcanzó a Crawford. Lo jaló hacia una esquina que no se viera desde la terraza, donde estaba Aquila con Govinda y Finnerty. No por nada, pero seguía siendo tímida y además, todavía no estaba muy dispuesta a admitir nada de nada, ante nadie, tal vez ni siquiera ante ella misma. Claro que para esas alturas, Sofie ya la habría desmenuzado mucho mejor.
No era muy fuerte pero de todos modos hizo lo que pudo para pegarlo contra la pared. Le dio un beso parecido al que le había regalado dentro del lago, el mismo que le había medio prohibido volver a repetir, pero sin abrazo, sin caricias ni nada. Y curiosamente, otra vez no tenía playera. ¿No lo iba a ver vestido nunca?. Selló eso con un beso más pequeño y luego lo miró enojada.
-No, no conozco nada de Joseph Clayton Crawford. Ese es el problema. Estás loco y ya, es lo único que sé. Si me quieres, te tendrás que esforzar.
Le dio unos golpecitos en la mejilla y luego un beso en la misma. Era una sentencia, una promesa y también un reto. Ya era cosa suya si quería tomarlo o no. No iba a andar por ahí con cualquiera, eso era un hecho.
Sin decirle más, caminó hasta Sofie, sobretodo porque Bleeker auror hacía una escenita –con justa razón pero Pearlie nunca diría semejante cosa en voz alta, menos con Per enfrente- y amenazaba a los KAU, y sabía que Sofie no tenía varita. Se acercó a su amiga porque no sabía como iban a reaccionar, ni su primo ni sus amigos y sinceramente le dio un corrientazo de miedo en la columna.
-Solo hay que esperar a que se vaya…
Le dijo tomándola levemente por la ropa, metiendo la mano discretamente al bolsillo secreto de su falda donde estaba la varita. Que la llamaran paranoica, pero conocía a su impredecible sangre. Podía no pasar nada, o podía armarse el rosario de la aurora. Eran dos extremos. Y no quiso mirar a Crawford, por cierto, porque moría de vergüenza. Ya se le había pasado el valor.
Tenía el ceño fruncido totalmente hasta que le dijo que gran parte del porque se sentía así de bien era por ella y sintió un nudo en el estómago de ansiedad. Pasó saliva y miró a Sofie en cuanto Crawford se dio la vuelta, como si quisiera que la rubia le resolviera la vida en un segundo y le dijera qué hacer. Se mordió los labios con ansias y le susurró un “¿escuchaste?”.
Buscó con la mirada alguna botella o algo y encontró precisamente el aguardiente que le había llevado a Malik y que seguía por ahí cerca. Lo destapó y le pegó un trago de antología que le ardió en la garganta inmediatamente. Pues claro, necesitaba valor para lo que iba a hacer. Menos mal que no había pagado el porro que le había dado Karim a pesar del rechazo de Sofie porque también una buena calada de eso le vendría bien.
-Ahora vuelvo, no me tardo nada.
Le dijo a Sofie y alcanzó a Crawford. Lo jaló hacia una esquina que no se viera desde la terraza, donde estaba Aquila con Govinda y Finnerty. No por nada, pero seguía siendo tímida y además, todavía no estaba muy dispuesta a admitir nada de nada, ante nadie, tal vez ni siquiera ante ella misma. Claro que para esas alturas, Sofie ya la habría desmenuzado mucho mejor.
No era muy fuerte pero de todos modos hizo lo que pudo para pegarlo contra la pared. Le dio un beso parecido al que le había regalado dentro del lago, el mismo que le había medio prohibido volver a repetir, pero sin abrazo, sin caricias ni nada. Y curiosamente, otra vez no tenía playera. ¿No lo iba a ver vestido nunca?. Selló eso con un beso más pequeño y luego lo miró enojada.
-No, no conozco nada de Joseph Clayton Crawford. Ese es el problema. Estás loco y ya, es lo único que sé. Si me quieres, te tendrás que esforzar.
Le dio unos golpecitos en la mejilla y luego un beso en la misma. Era una sentencia, una promesa y también un reto. Ya era cosa suya si quería tomarlo o no. No iba a andar por ahí con cualquiera, eso era un hecho.
Sin decirle más, caminó hasta Sofie, sobretodo porque Bleeker auror hacía una escenita –con justa razón pero Pearlie nunca diría semejante cosa en voz alta, menos con Per enfrente- y amenazaba a los KAU, y sabía que Sofie no tenía varita. Se acercó a su amiga porque no sabía como iban a reaccionar, ni su primo ni sus amigos y sinceramente le dio un corrientazo de miedo en la columna.
-Solo hay que esperar a que se vaya…
Le dijo tomándola levemente por la ropa, metiendo la mano discretamente al bolsillo secreto de su falda donde estaba la varita. Que la llamaran paranoica, pero conocía a su impredecible sangre. Podía no pasar nada, o podía armarse el rosario de la aurora. Eran dos extremos. Y no quiso mirar a Crawford, por cierto, porque moría de vergüenza. Ya se le había pasado el valor.
Pearlie F. Burroughs- Mensajes : 638
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Como les había dicho, me había dado vuelta hacia el lado contrario de donde se encontraba Pearlie nada más porque no quería perder de ninguna forma el control, y con “perder el control” me refiero a mandarla a tomar por culo o ser grosero con ella… no crean que le pego a las chicas y tal, eso es de maricas. Como fuera, era mejor que me alejara un poco y dejar el asunto por la paz al menos esa noche en donde, aparentemente, las cosas estaban bastante delicadas con Burroughs. Eso pues, era justo en lo que estaba pensando al caminar conmigo y mi ebriedad y la idea era volver a donde se encontraban Hakan y Siobhan para tratar de pasarla bien, pero de forma completamente sorpresiva sentí cómo unas delicadas manos me jaloneaban en dirección hacia una puta esquina. No tarde en darme cuenta que se trataba de la misma Pearlie.
Estando en mi condición en realidad no podría haber esperado una mierda, pero si aun si hubiera estado sobrio, me habría esperado cualquier puta cosa menos lo que justamente la chica haría en un repentino golpe de decisión que sinceramente no le había visto desde que la conocía, y joder hombre… amé esa actitud. Pearlie me plantó un beso con tal intensidad que ni siquiera había hecho falta ningún tipo de caricia o contacto físico más allá del de nuestros labios para dejarme completamente encendido. Abrí los ojos para mirar los suyos y me encontré con ese precioso gesto de molestia que de alguna forma me atrapó en un afortunado lapsus de lucidez mental. Mis oídos, mi mente y todos mis sentidos hicieron a un lado los efectos del alcohol y se abrieron por completo a lo que Pearlie estaba a punto de decir.
Estaba hecho. No pude decir nada porque mi cabeza estaba como atrapada en otra puta dimensión, pero en esos momentos había decidido tomar la mejor de las elecciones y hasta esbocé una sonrisa cuando Pearlie se daba la vuelta. Ya me lo había preguntado antes de aquella noche y no había logrado encontrar una respuesta clara, pero ahora todo parecía mucho más nítido y… si cojones, que estaba dispuesto a cualquier puta cosa por conquistar a esa encantadora chica que me había dejado sonriendo como imbécil. Luego, por supuesto, mis ojos bajaron hacia las formas de su culo y en ese momento la decisión se firmó con puta tinta indeleble.
La figura de Ann Starr se interpuso entre mis ojos y el culo de Pearlie, y fue en ese momento cuando recordé que estaba en una puta fiesta y que desde luego, el buen rollo tenía que continuar, más aun con la presencia de la propia Ann y Elisa (ex novia de Angus a la que ya conocía desde luego). Ese jodido roedor, Ann, era algo así como la hermana que jamás había tenido, y mis sentimientos hacia ella eran lo bastante fuertes como para importarme una mierda lo mal que le cayera que la jodiera con abrazos hoscos frente al resto de las personas. Me acerqué hacia donde estaba ella, Elisa, Gianna y el otro sujeto, para de inmediato darle un abrazo un tanto pesado a la maldita Ann y besar su puta cabeza hueca.
-Engendro de mierda, ¿qué cojones haces aquí sin avisarme?, ¿tú la trajiste?, joder me hubieran avisado…-
Estreché la mano de Elisa y luego, al girar la vista hacia donde estaban Gianna y su acompañante, me percaté de que aquel cabrón se trataba, ni más ni menos, que de Ferdynand Zieliñski, un puto KAU que no solo era conocido por ser un miembro importante de la afamada organización, sino también por haber regresado milagrosamente de entre los muertos como el puto Jesús. Mierda, era él!, en nuestra jodida fiesta!
-¿Zieliñski?, ¿el de verdad?, oooh por los put… POR – LOS – PUTOS – DIOSES - ENCARNADOS ERES FERDYNAND, EL HIJO DE PUTA QUE REVIVIÓ!!-
Solté una carcajada nerviosa, lo abracé de forma efusiva y luego le di un puto beso en la boca como de dos segundos, como si me hubieran puesto al maldito Jim Morrison justo en mis narices. De verdad era increíble, es decir desde que estaba en el maldito Hogwarts había pensado cien mil veces en buscar a los hijos de puta de la KAU, presentarme con ellos y ser uno de sus colaboradores, y ahora uno de ellos estaba ahí en frente de mí. Seguía riendo y lo miré de pies a cabeza como si fuera una jodida imaginación, y luego pensé que, efectivamente, podría no ser el único que se encontraba en la fiesta de Angus. Claro, en ese momento no tenía ni puta idea de que las cosas ya estaban bastante chungas con Bleeker.
Estando en mi condición en realidad no podría haber esperado una mierda, pero si aun si hubiera estado sobrio, me habría esperado cualquier puta cosa menos lo que justamente la chica haría en un repentino golpe de decisión que sinceramente no le había visto desde que la conocía, y joder hombre… amé esa actitud. Pearlie me plantó un beso con tal intensidad que ni siquiera había hecho falta ningún tipo de caricia o contacto físico más allá del de nuestros labios para dejarme completamente encendido. Abrí los ojos para mirar los suyos y me encontré con ese precioso gesto de molestia que de alguna forma me atrapó en un afortunado lapsus de lucidez mental. Mis oídos, mi mente y todos mis sentidos hicieron a un lado los efectos del alcohol y se abrieron por completo a lo que Pearlie estaba a punto de decir.
Estaba hecho. No pude decir nada porque mi cabeza estaba como atrapada en otra puta dimensión, pero en esos momentos había decidido tomar la mejor de las elecciones y hasta esbocé una sonrisa cuando Pearlie se daba la vuelta. Ya me lo había preguntado antes de aquella noche y no había logrado encontrar una respuesta clara, pero ahora todo parecía mucho más nítido y… si cojones, que estaba dispuesto a cualquier puta cosa por conquistar a esa encantadora chica que me había dejado sonriendo como imbécil. Luego, por supuesto, mis ojos bajaron hacia las formas de su culo y en ese momento la decisión se firmó con puta tinta indeleble.
La figura de Ann Starr se interpuso entre mis ojos y el culo de Pearlie, y fue en ese momento cuando recordé que estaba en una puta fiesta y que desde luego, el buen rollo tenía que continuar, más aun con la presencia de la propia Ann y Elisa (ex novia de Angus a la que ya conocía desde luego). Ese jodido roedor, Ann, era algo así como la hermana que jamás había tenido, y mis sentimientos hacia ella eran lo bastante fuertes como para importarme una mierda lo mal que le cayera que la jodiera con abrazos hoscos frente al resto de las personas. Me acerqué hacia donde estaba ella, Elisa, Gianna y el otro sujeto, para de inmediato darle un abrazo un tanto pesado a la maldita Ann y besar su puta cabeza hueca.
-Engendro de mierda, ¿qué cojones haces aquí sin avisarme?, ¿tú la trajiste?, joder me hubieran avisado…-
Estreché la mano de Elisa y luego, al girar la vista hacia donde estaban Gianna y su acompañante, me percaté de que aquel cabrón se trataba, ni más ni menos, que de Ferdynand Zieliñski, un puto KAU que no solo era conocido por ser un miembro importante de la afamada organización, sino también por haber regresado milagrosamente de entre los muertos como el puto Jesús. Mierda, era él!, en nuestra jodida fiesta!
-¿Zieliñski?, ¿el de verdad?, oooh por los put… POR – LOS – PUTOS – DIOSES - ENCARNADOS ERES FERDYNAND, EL HIJO DE PUTA QUE REVIVIÓ!!-
Solté una carcajada nerviosa, lo abracé de forma efusiva y luego le di un puto beso en la boca como de dos segundos, como si me hubieran puesto al maldito Jim Morrison justo en mis narices. De verdad era increíble, es decir desde que estaba en el maldito Hogwarts había pensado cien mil veces en buscar a los hijos de puta de la KAU, presentarme con ellos y ser uno de sus colaboradores, y ahora uno de ellos estaba ahí en frente de mí. Seguía riendo y lo miré de pies a cabeza como si fuera una jodida imaginación, y luego pensé que, efectivamente, podría no ser el único que se encontraba en la fiesta de Angus. Claro, en ese momento no tenía ni puta idea de que las cosas ya estaban bastante chungas con Bleeker.
Joseph Crawford- Mensajes : 248
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Se medio separó de su avasallamiento físico hacia Rune por dos razones: en primera porque llegaba Shyam acompañado de Elisa y de otra chica; en segunda porque alguien le tocó la espalda y se giró a ver de quién se trataba. Asintió cuando le atinó por fin al nombre y también cuando le preguntó si recordaba a Jonathan y a Paula.
-Sí, me acuerdo. Te pareces más a tu hermano que a Paula.
Quiso preguntarle –pero no lo hizo- qué estaba pasando en Brigantia, porque todos estaban tan mojigatos y nadie se estaba metiendo todavía las manos bajo la ropa. Tan solo había que ver la expresión consternada de Karim Malik para que se entendiera a qué se refería. Nada de lo que se esperaba de una fiesta adolescente estaba pasando ahí. O nada de lo que ÉL esperaba, que tenía necesidades muy específicas en términos de diversión.
Cuando llegó Elisa Fuller-Smith cambió el panorama. Le sonrió cuando se acercó a preguntarle si se acordaba de ella y se lo demostró dándole un beso en la parte posterior del cuello. A Ann la saludó con un movimiento de cejas mientras la inspeccionaba, pero no se acercaba a los saludos de antes porque todos parecían muy poco receptivos. También le gustaba provocar miedo, pero no era eso lo que quería en ese momento. Tomó uno de los pasteles de la canasta y le dio una buena mordida.
Estaba precisamente preguntándose en quién sería más efectiva una técnica de abordaje, si en Gianna o en Elisa, cuando el auror comenzó a hablarles y hasta los amenazaba con las consecuencias y le sostenía la mirada. Ferdynand rara vez hablaba mucho y era todavía más raro que sonriera pero sus labios parecieron de lo más dispuestos a curvarse en una sonrisa sardónica, aunque apenas y se distinguió el cambio en su expresión. En cambio se esforzó por acentuar su mirada sobre Bleeker y después, como no, sobre su hermana.
Bastó una mirada a la chica, una bastante significativa como si estuviera siendo muy obvio en memorizar su cara, en prestarle atención y de nuevo al auror. Quería que Bleeker se diera cuenta de que había puesto mucha, mucha atención al objeto de su interés. Era una respuesta a su amenaza, una silenciosa y cínica. ¿Quería hablar de consecuencias? ¿Dónde escondería a su hermana ahora? Él nunca olvidaba un rostro. Alzó las cejas una vez y se dio la vuelta de nuevo hacia Elisa como si ignorara al auror, pero las cartas estaban puestas sobre la mesa por su parte. Tenía razón en eso de mejor no dejarla con esos delincuentes.
Desvió la mirada cuando Joseph Crawford, que estaba muy loco y parecía salido de otro mundo, se acercó a preguntarle si era el Ferdynand de verdad, se reía, lo abrazaba y le daba un beso. Bueno, casto, pero beso al fin. Volvió a alzar la vista hacia los Cleverley mientras tomaba a Joseph por el cuello ignorando su perorata pero besándolo como había hecho con Malik. No había indecisión ni inseguridad en su gesto, ni en la manera en que presionaba suavemente su piel con sus dedos o encontraba sus labios con la lengua.
-El Ferdynand de verdad.
Le contestó a Joseph y le guiñó a Elisa como si eso fuera cosa de todos los días. Lo había sido, ¿dónde estaba ahora el descaro?. Lo más descarado que había ocurrido para él hasta el momento había sido, precisamente, su respuesta a la amenaza del auror. No tenía miedo, ninguno de ellos lo tenía, estaba seguro.
-Sí, me acuerdo. Te pareces más a tu hermano que a Paula.
Quiso preguntarle –pero no lo hizo- qué estaba pasando en Brigantia, porque todos estaban tan mojigatos y nadie se estaba metiendo todavía las manos bajo la ropa. Tan solo había que ver la expresión consternada de Karim Malik para que se entendiera a qué se refería. Nada de lo que se esperaba de una fiesta adolescente estaba pasando ahí. O nada de lo que ÉL esperaba, que tenía necesidades muy específicas en términos de diversión.
Cuando llegó Elisa Fuller-Smith cambió el panorama. Le sonrió cuando se acercó a preguntarle si se acordaba de ella y se lo demostró dándole un beso en la parte posterior del cuello. A Ann la saludó con un movimiento de cejas mientras la inspeccionaba, pero no se acercaba a los saludos de antes porque todos parecían muy poco receptivos. También le gustaba provocar miedo, pero no era eso lo que quería en ese momento. Tomó uno de los pasteles de la canasta y le dio una buena mordida.
Estaba precisamente preguntándose en quién sería más efectiva una técnica de abordaje, si en Gianna o en Elisa, cuando el auror comenzó a hablarles y hasta los amenazaba con las consecuencias y le sostenía la mirada. Ferdynand rara vez hablaba mucho y era todavía más raro que sonriera pero sus labios parecieron de lo más dispuestos a curvarse en una sonrisa sardónica, aunque apenas y se distinguió el cambio en su expresión. En cambio se esforzó por acentuar su mirada sobre Bleeker y después, como no, sobre su hermana.
Bastó una mirada a la chica, una bastante significativa como si estuviera siendo muy obvio en memorizar su cara, en prestarle atención y de nuevo al auror. Quería que Bleeker se diera cuenta de que había puesto mucha, mucha atención al objeto de su interés. Era una respuesta a su amenaza, una silenciosa y cínica. ¿Quería hablar de consecuencias? ¿Dónde escondería a su hermana ahora? Él nunca olvidaba un rostro. Alzó las cejas una vez y se dio la vuelta de nuevo hacia Elisa como si ignorara al auror, pero las cartas estaban puestas sobre la mesa por su parte. Tenía razón en eso de mejor no dejarla con esos delincuentes.
Desvió la mirada cuando Joseph Crawford, que estaba muy loco y parecía salido de otro mundo, se acercó a preguntarle si era el Ferdynand de verdad, se reía, lo abrazaba y le daba un beso. Bueno, casto, pero beso al fin. Volvió a alzar la vista hacia los Cleverley mientras tomaba a Joseph por el cuello ignorando su perorata pero besándolo como había hecho con Malik. No había indecisión ni inseguridad en su gesto, ni en la manera en que presionaba suavemente su piel con sus dedos o encontraba sus labios con la lengua.
-El Ferdynand de verdad.
Le contestó a Joseph y le guiñó a Elisa como si eso fuera cosa de todos los días. Lo había sido, ¿dónde estaba ahora el descaro?. Lo más descarado que había ocurrido para él hasta el momento había sido, precisamente, su respuesta a la amenaza del auror. No tenía miedo, ninguno de ellos lo tenía, estaba seguro.
Ferdynand Zieliñski- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 19/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Se volvió a Finnerty no sin sorpresa, por que si le había dicho que no esperaba sus ruegos había sido sincera. No se estaba haciendo la interesante, y si había estado ahí más tiempo del que había pretendido era por que ni ella misma tenía claro si lo mejor era irse o quedarse. Sonrió con humor negro cuando le preguntaba si ya la habían convencido por que él sabría que Mills no era precisamente quien podría hacerlo, aunque quizás su decisión ya no tenía que ver con las palabras de nadie.
Inclinó un poco la cabeza cuando lo veía tallarse los ojos como si tuviera conjuntivitis del dragón o algo así, y se sonrió por lo bajo volviendo a beber de su cerveza, negando con la cabeza cuando soltaba su mitad broma mitad amenaza, y al final se reía más que sólo sonreír aunque la perspectiva real de la posibilidad de ser vista ahí era casi escalofriante. Su madre, al menos, la abofetearía frente a la servidumbre, el peor de los escándalos, según ella. Casi se acababa la cerveza de mezclar el nerviosismo y la estúpida euforia que le provocaba ver salir a Finnerty por el balcón para buscar decirle algo, cualquier cosa.
-Mejor te callas, o yo te tomo una foto con la mitad de la KAU. Estarías en Azkabán mañana
Y eso era una gran verdad ¿Creía que no sabía devolver bromas negras? Con más peligro que gracia, además. Le volvió a dar risa sabiendo que ninguno de los dos haría tal cosa aunque no le gustó que Mills la viera ahí poniéndose como una quinceañera después de haberle presumido su diamante de compromiso para el próximo Abril. En menos de diez minutos se había terminado una botella de cerveza y como había comido poco y hacía ya un buen rato, sintió de pronto que el mareo le trepaba por el cuerpo.
-Ya, me quedaré un rato. Pero empieza a demostrarme que esto es divertido ¿Tú te estás divirtiendo, al menos? Ni siquiera tienes un trago en la mano
De reojo miró hacia adentro y ya no pudo localizar a Pearlie, lo que le preocupó un poco, casi tanto como Bleekler Cleverley apuntando con el dedo a uno de los sonados "delincuentes". Estaba más nerviosa que cuando tenía ganas de irse, por que ya lo había dicho, y sentía que las cosas iban a ponerse horribles. Así que una de dos, o de verdad se largaba o anestesiaba todas sus preocupaciones.
-Dame algo de fumar. Ustedes fuman cosas ¿No? recuerda que es mi despedida de soltera
Por que era bueno recalcarlo. Ahí no había intenciones extrañas, sólo quería divertirse un poco. Después de todo, iba a casarse pronto.
Inclinó un poco la cabeza cuando lo veía tallarse los ojos como si tuviera conjuntivitis del dragón o algo así, y se sonrió por lo bajo volviendo a beber de su cerveza, negando con la cabeza cuando soltaba su mitad broma mitad amenaza, y al final se reía más que sólo sonreír aunque la perspectiva real de la posibilidad de ser vista ahí era casi escalofriante. Su madre, al menos, la abofetearía frente a la servidumbre, el peor de los escándalos, según ella. Casi se acababa la cerveza de mezclar el nerviosismo y la estúpida euforia que le provocaba ver salir a Finnerty por el balcón para buscar decirle algo, cualquier cosa.
-Mejor te callas, o yo te tomo una foto con la mitad de la KAU. Estarías en Azkabán mañana
Y eso era una gran verdad ¿Creía que no sabía devolver bromas negras? Con más peligro que gracia, además. Le volvió a dar risa sabiendo que ninguno de los dos haría tal cosa aunque no le gustó que Mills la viera ahí poniéndose como una quinceañera después de haberle presumido su diamante de compromiso para el próximo Abril. En menos de diez minutos se había terminado una botella de cerveza y como había comido poco y hacía ya un buen rato, sintió de pronto que el mareo le trepaba por el cuerpo.
-Ya, me quedaré un rato. Pero empieza a demostrarme que esto es divertido ¿Tú te estás divirtiendo, al menos? Ni siquiera tienes un trago en la mano
De reojo miró hacia adentro y ya no pudo localizar a Pearlie, lo que le preocupó un poco, casi tanto como Bleekler Cleverley apuntando con el dedo a uno de los sonados "delincuentes". Estaba más nerviosa que cuando tenía ganas de irse, por que ya lo había dicho, y sentía que las cosas iban a ponerse horribles. Así que una de dos, o de verdad se largaba o anestesiaba todas sus preocupaciones.
-Dame algo de fumar. Ustedes fuman cosas ¿No? recuerda que es mi despedida de soltera
Por que era bueno recalcarlo. Ahí no había intenciones extrañas, sólo quería divertirse un poco. Después de todo, iba a casarse pronto.
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Smoking in Heaven
A lo único que estaba prestando atención era a la música que cambiaba rápidamente de Ratatat a Azealia Banks por que seguía dominando el playlist sin que nadie pusiera un pero. Además seguía bebiendo, medio bailando y medio escuchando conversaciones ajenas después de que la ligera tensión entre Lucian y Crawford se hubiera esfumado por que claro, uno era sensato y ese resultaba ser Lucian, al que le daba un medio abrazo fuera de lugar sólo por no ser uno de esos hombresotes que tenían que devolver las provocaciones cegados por su testosterona.
Cantaba de memoria "212" cuando Martin se me acercaba luego de que pensara que ya ni se acordaba de mi entre tanta mujer con microvestido o micropantalón. Mis leggings de calaveras y mi suéter rosa chicle enorme seguro no eran lo más sexy del mundo, pero qué importaba, al menos llegaba a saludar, a lo que le respondí con una sonrisa y después me reí con eso de que me veía linda. No era un cumplido que recibiera seguido así que tampoco sabía muy bien cómo responder, y bebí más vodka ya sintiendo que la cabeza me empezaba a dar un poco de vueltas.
Me encogí de hombros cuando se iba y seguí moviendo la cabeza, ajena a las tensiones políticas del lugar (por que las había), a las peligrosas caras conocidas que de pronto se mostraban y al hermano mayor de Reg que se estaba poniendo de pésimo humor. La verdad era que esperaba todo menos que Martin volviera con ese gesto decidido a hacer algo, y aún así no pensé, en ningún momento que ese algo fuera besarme. Por eso me quedé medio pasmada al sentir sus labios sobre los míos y claro, no le respondía como era debido por que me había tomado por sorpresa.
La risa se apoderó de mi por que no sabía reaccionar de otra manera cuando estaba confundida, pensé que quizás había hecho una apuesta, o se había propuesto hacer una locura, o cualquier cosa. Ese día olía bien por que no acababa de jugar quidditch pero de todos modos no pensaba que alguien quisiera besarme.
-¿Qué te pasa, enloqueciste? ¿Perdiste una apuesta?
Me daban ganas de devolverle un beso como se supone que se daban entre dos personas y no sólo quedándome pasmada con los labios apretados y los ojos abiertos, pero quizás él de verdad había perdido una apuesta y estaba haciendo un sacrificio o algo así. No iba a arriesgarme a que se apartara por que con uno había sido suficiente. Y me volvía la risa tonta de nuevo, después de quedarme plantada frente a él pero sin decir mucho más y medio revolviéndome el cabello al no saber exactamente qué hacer. Se llamaba factor sorpresa.
Cantaba de memoria "212" cuando Martin se me acercaba luego de que pensara que ya ni se acordaba de mi entre tanta mujer con microvestido o micropantalón. Mis leggings de calaveras y mi suéter rosa chicle enorme seguro no eran lo más sexy del mundo, pero qué importaba, al menos llegaba a saludar, a lo que le respondí con una sonrisa y después me reí con eso de que me veía linda. No era un cumplido que recibiera seguido así que tampoco sabía muy bien cómo responder, y bebí más vodka ya sintiendo que la cabeza me empezaba a dar un poco de vueltas.
Me encogí de hombros cuando se iba y seguí moviendo la cabeza, ajena a las tensiones políticas del lugar (por que las había), a las peligrosas caras conocidas que de pronto se mostraban y al hermano mayor de Reg que se estaba poniendo de pésimo humor. La verdad era que esperaba todo menos que Martin volviera con ese gesto decidido a hacer algo, y aún así no pensé, en ningún momento que ese algo fuera besarme. Por eso me quedé medio pasmada al sentir sus labios sobre los míos y claro, no le respondía como era debido por que me había tomado por sorpresa.
La risa se apoderó de mi por que no sabía reaccionar de otra manera cuando estaba confundida, pensé que quizás había hecho una apuesta, o se había propuesto hacer una locura, o cualquier cosa. Ese día olía bien por que no acababa de jugar quidditch pero de todos modos no pensaba que alguien quisiera besarme.
-¿Qué te pasa, enloqueciste? ¿Perdiste una apuesta?
Me daban ganas de devolverle un beso como se supone que se daban entre dos personas y no sólo quedándome pasmada con los labios apretados y los ojos abiertos, pero quizás él de verdad había perdido una apuesta y estaba haciendo un sacrificio o algo así. No iba a arriesgarme a que se apartara por que con uno había sido suficiente. Y me volvía la risa tonta de nuevo, después de quedarme plantada frente a él pero sin decir mucho más y medio revolviéndome el cabello al no saber exactamente qué hacer. Se llamaba factor sorpresa.
Leslie Ayres- Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 18/09/2012
Re: Smoking in Heaven
El joven había recibido una lechuza de Gianna con la hora y el lugar, todavía recordaba el pasado fin que ambos pasaron juntos, como había transcurrido todo y de lo único que tenia ganas era de pasar todo el tiempo que le fuese posible al lado de su novia, así que respondió la lechuza de manera afirmativa y al poco tiempo ya estaba vistiéndose, no ponía nada de tener que ir arreglado así que se vistió como de costumbre, volvió a mirar la tarjeta y pronunció claramente la dirección usando polvos flu.
Allí había bastante gente y empezó a buscar, reconocía muchas caras y al ver al dueño del bar recordó porque en su casa no le había parecido tan buena idea, Angus no le caía ni mal ni bien, simplemente no lo conocía, pero tenia un algo que no le daba buena espina, quizás era aquel aspecto licántropo… Adrian había crecido con historias de matalicantropos y de hecho su familia había hecho fortuna dedicándose a ello, aunque aquello fuera una parte de historia que apenas nadie conocía. No llevaba ninguna botella y no porque se hubiese olvidado sino porque consideró que no hacia falta llevar nada, especialmente al notar el ambiente de reunión que había allí en vez de fiesta.
Por fin reconoció la silueta que estaba buscando, saludo a varias personas con la cabeza y fue directamente, abrazó por detrás a Gianna coloco su cabeza por delante y la beso en los labios volviendo posteriormente a susurrarle en la oreja.
-Seguro que ya pensabas que no llegaría nunca.
Sonrío y en ese momento se dio cuenta que la joven no estaba sola y que ¡POR LAS BARBAS DE MERLIN! No se había dado cuenta pero aquello parecía una convención de la KAU en vez de una fiesta y el joven lo hubiese comunicado precisamente al ministerio como bien le habia indicado su padre en muchisimas ocasiones, de no ser porque allí estaba Vercelli y por lo tanto de alguna manera u otra ella no habría aprobado aquel comportamiento así que decidió aparentar y más tarde preguntar a su guapísima novia.
-¿Me presentas a tus acompañantes? Creo que no los conozco, por cierto ¿Dónde están Sofie y Pearlie?
Giro un momento la cabeza buscándolas, efectivamente estaban allí, no se perdían una fiesta y esa no iba a ser menos. Volvió a acercarse a la orejita de Gianna.
-Estas guapísima.
Allí había bastante gente y empezó a buscar, reconocía muchas caras y al ver al dueño del bar recordó porque en su casa no le había parecido tan buena idea, Angus no le caía ni mal ni bien, simplemente no lo conocía, pero tenia un algo que no le daba buena espina, quizás era aquel aspecto licántropo… Adrian había crecido con historias de matalicantropos y de hecho su familia había hecho fortuna dedicándose a ello, aunque aquello fuera una parte de historia que apenas nadie conocía. No llevaba ninguna botella y no porque se hubiese olvidado sino porque consideró que no hacia falta llevar nada, especialmente al notar el ambiente de reunión que había allí en vez de fiesta.
Por fin reconoció la silueta que estaba buscando, saludo a varias personas con la cabeza y fue directamente, abrazó por detrás a Gianna coloco su cabeza por delante y la beso en los labios volviendo posteriormente a susurrarle en la oreja.
-Seguro que ya pensabas que no llegaría nunca.
Sonrío y en ese momento se dio cuenta que la joven no estaba sola y que ¡POR LAS BARBAS DE MERLIN! No se había dado cuenta pero aquello parecía una convención de la KAU en vez de una fiesta y el joven lo hubiese comunicado precisamente al ministerio como bien le habia indicado su padre en muchisimas ocasiones, de no ser porque allí estaba Vercelli y por lo tanto de alguna manera u otra ella no habría aprobado aquel comportamiento así que decidió aparentar y más tarde preguntar a su guapísima novia.
-¿Me presentas a tus acompañantes? Creo que no los conozco, por cierto ¿Dónde están Sofie y Pearlie?
Giro un momento la cabeza buscándolas, efectivamente estaban allí, no se perdían una fiesta y esa no iba a ser menos. Volvió a acercarse a la orejita de Gianna.
-Estas guapísima.
Adrian Silver- Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Edad : 32
Re: Smoking in Heaven
Govinda entrecerró los ojos por lo del chiste y también por la mención de Derek. Para ese momento la rubia estaba más que segura de que su relación iba en una insalvable picada, pero lo quería mucho como para aventarle papeles del divorcio por más que se los mereciera. De todos modos por momentos sentía que Derek la sacaba de quicio con tanto ahínco porque él mismo no se atrevía a pedirle que se separaran –no por amor de esposos precisamente- y estaba presionando a que ella lo hiciera terminando por desquiciarla. Claro que desvió la vista hacia el flamante anillo que Lillyvick portaba y arqueó una ceja preguntándose quien sería el afortunado, porque no recordaba haberlo leído en el Profeta, con todo y que estaba muy pendiente de esa sección.
-Mi amado esposo está enfermito.
Pero de la cabezota, solo que eso no lo agregó. En lugar de mostrar siquiera un poco del cansancio personal que sentía en ese respecto. Y también de preguntarle a la semiveela por su propia vida personal. Decidió contarle el chiste a la que se aburría de la fiesta, viendo como Finnerty se acercaba por el rabillo del ojo.
-Cuando Finnerty era bebé, le decía a su mamá: “mamá mamá, en la escuela me dicen hombre lobo” y Birdie le contestaba “cállate hijo y péinate la cara”.
No le dio tanta risa el chiste en sí como estar ridiculizando a Finnerty, y para no reírsele en la cara cuando llegaba, bebió un poco de su gin tonic. ¿Era su impresión o llegaba un poco paranoico?. Notó su tonito y la manera en que la tocaba, así que puso los ojos en blanco como para indicarle que ella solo había ido a beber, por más amenazas que soltara el auror ese loco al que no iba ni a voltear a ver por que Per le había dicho que se la llevara con calma. Ferdynand era el señalado visual, ya se las arreglaría.
-Uy! Qué amenaza esa. Toma, te dejo mi trago, licántropo.
No supo por qué tuvo la sensación de que estaba siendo como mal tercio ahí. Y dado que su único objetivo era ser alguien normal bebiendo como la gente normal, no se iba a poner de pesada con Finnerty. Que hiciera lo que quisiera, ya la escucharía mañana. Ya se iba a ir cuando Aquila pidió algo de fumar. La rubia se detuvo a la mitad de la terraza minitoy –o sea, a dos pasos- y sacó una cajetilla con porros preparados que le lanzó a Lillyvick. Paz momentánea. Solo momentánea y solo por Finnerty, que ni creyera.
Se fue a buscar algo de beber y terminó cambiando la ginebra por una cerveza común y corriente. Lo siguiente fue buscar un lugar. No iba con Per para que no creyera nadie que eran hermanitos de la caridad, Ferdynand ya estaba besando a sabía quién. Rune y Tucker parecían muy felices juntas. Terminó cerca de Karim Malik, el que vivía en el sillón de Finnerty, una semiveela, y otro grupo nutrido de gente que estaba por ahí.
-A ver, hazte para allá.
Tomó a Malik por los hombros y lo movió a un lado como si fuera necesario hacer toda esa parafernalia del gesto en lugar de nada más empujarlo un poco. Lo que quería era sentarse en el sillón, ese donde dormía el tipo, además. Así al menos tendría un panorama más amplio de la fiestecilla.
-Mi amado esposo está enfermito.
Pero de la cabezota, solo que eso no lo agregó. En lugar de mostrar siquiera un poco del cansancio personal que sentía en ese respecto. Y también de preguntarle a la semiveela por su propia vida personal. Decidió contarle el chiste a la que se aburría de la fiesta, viendo como Finnerty se acercaba por el rabillo del ojo.
-Cuando Finnerty era bebé, le decía a su mamá: “mamá mamá, en la escuela me dicen hombre lobo” y Birdie le contestaba “cállate hijo y péinate la cara”.
No le dio tanta risa el chiste en sí como estar ridiculizando a Finnerty, y para no reírsele en la cara cuando llegaba, bebió un poco de su gin tonic. ¿Era su impresión o llegaba un poco paranoico?. Notó su tonito y la manera en que la tocaba, así que puso los ojos en blanco como para indicarle que ella solo había ido a beber, por más amenazas que soltara el auror ese loco al que no iba ni a voltear a ver por que Per le había dicho que se la llevara con calma. Ferdynand era el señalado visual, ya se las arreglaría.
-Uy! Qué amenaza esa. Toma, te dejo mi trago, licántropo.
No supo por qué tuvo la sensación de que estaba siendo como mal tercio ahí. Y dado que su único objetivo era ser alguien normal bebiendo como la gente normal, no se iba a poner de pesada con Finnerty. Que hiciera lo que quisiera, ya la escucharía mañana. Ya se iba a ir cuando Aquila pidió algo de fumar. La rubia se detuvo a la mitad de la terraza minitoy –o sea, a dos pasos- y sacó una cajetilla con porros preparados que le lanzó a Lillyvick. Paz momentánea. Solo momentánea y solo por Finnerty, que ni creyera.
Se fue a buscar algo de beber y terminó cambiando la ginebra por una cerveza común y corriente. Lo siguiente fue buscar un lugar. No iba con Per para que no creyera nadie que eran hermanitos de la caridad, Ferdynand ya estaba besando a sabía quién. Rune y Tucker parecían muy felices juntas. Terminó cerca de Karim Malik, el que vivía en el sillón de Finnerty, una semiveela, y otro grupo nutrido de gente que estaba por ahí.
-A ver, hazte para allá.
Tomó a Malik por los hombros y lo movió a un lado como si fuera necesario hacer toda esa parafernalia del gesto en lugar de nada más empujarlo un poco. Lo que quería era sentarse en el sillón, ese donde dormía el tipo, además. Así al menos tendría un panorama más amplio de la fiestecilla.
Govinda Mills- Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 18/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Angus se rió, poniéndose más de buenas por la manera en que le contestaba el chistesito con mucho humor negro. La verdad también le sorprendía que Aquila estuviera tan tranquila con todo eso de la KAU presente y que incluso Govinda tuviera su expresión de duende divertido en la cara, sin saber que había dicho un chiste en su contra. La semiveela se estaba tomando eso con calma y filosofía. Más calma que Bleeker, a quien no iba a decirle nada, ni a evitar que se fuera. Finnerty tenía bien claro que Bleeker tenía muy encajada su ética. Ya hablaría con él después.
-Si me hundo, te hundes conmigo.-Le contestó y le dio un tirón a su cabello como solo hacía con las chicas a las que les tenía mucha confianza o mucho cariño. Al gesto le siguió vergüenza por darse cuenta de que Govs seguía ahí. Carraspeó y recibió el trago, enseñándoselo a Aquila en señal de triunfo porque ya estaba bebiendo algo.-No estaba bebiendo porque me tenías ocupado rogándote por tu presencia. Gracias Govs.-Y también le agradecía por la cajetilla que le había lanzado a Aquila, que suponía no tendría cigarrillos normales.
-Ten cuidado, Govinda es experta herbóloga, no sabemos qué pueda estar fumando.-Se le quedó mirando a Aquila y se rió por el tono de papá que había usado sin querer.-Bueno no importa, habrá que averiguar de que extrañas cosas conforma sus cigarros. -Le quitó a Aquila la cajetilla de las manos y sacó uno, guardándose el resto para él mismo porque de verdad no quería que esas cosas anduvieran circulando por la fiesta sin saber qué eran de verdad. Se lo dio a Aquila y se ofreció a encendérselo a la manera muggle, poniendo su mano como protección contra el aire.
-Te voy a presentar a Zieliñski, él feliz de darte una despedida de soltera con sexo integrado.-Hacerle una broma de ese tipo solo era como para demostrarse que a él no le interesaba Aquila en ningún terreno romántico. Si acaso la besaría con mucho gusto, también la encerraría en su habitación si se lo pidiera. Que grandísimos idiotas estaban hecho él y Joe al final. Tenía muchas ganas de burlarse de la fijación de su amigo con una niña tan Pearlie, pero ¿él que podía decir de su naciente obsesión por tener a Aquila cerca? Sabía bien que iba a casarse y además, no esperaba que de pronto dejara el compromiso, o de verdad se volviera loca y decidiera despedir su soltería con una locura.
-Vamos adentro, a que socialices. ¿O prefieres quedarte? Aunque uno se divierte más con la gente. Te sacaría a bailar pero ya no cabemos. Oye…lo del bar de la otra noche, lo siento, me convertí en un marica sensiblero. Pero la luna ya está cerca, soy bien macho ahora.-Bien macho, persiguiéndola como niño para que no se fuera de la fiesta, sí sí Finnerty. Y bien macho confesándole esas cosas y pidiéndole perdón, claro, claro, claro.
-Si me hundo, te hundes conmigo.-Le contestó y le dio un tirón a su cabello como solo hacía con las chicas a las que les tenía mucha confianza o mucho cariño. Al gesto le siguió vergüenza por darse cuenta de que Govs seguía ahí. Carraspeó y recibió el trago, enseñándoselo a Aquila en señal de triunfo porque ya estaba bebiendo algo.-No estaba bebiendo porque me tenías ocupado rogándote por tu presencia. Gracias Govs.-Y también le agradecía por la cajetilla que le había lanzado a Aquila, que suponía no tendría cigarrillos normales.
-Ten cuidado, Govinda es experta herbóloga, no sabemos qué pueda estar fumando.-Se le quedó mirando a Aquila y se rió por el tono de papá que había usado sin querer.-Bueno no importa, habrá que averiguar de que extrañas cosas conforma sus cigarros. -Le quitó a Aquila la cajetilla de las manos y sacó uno, guardándose el resto para él mismo porque de verdad no quería que esas cosas anduvieran circulando por la fiesta sin saber qué eran de verdad. Se lo dio a Aquila y se ofreció a encendérselo a la manera muggle, poniendo su mano como protección contra el aire.
-Te voy a presentar a Zieliñski, él feliz de darte una despedida de soltera con sexo integrado.-Hacerle una broma de ese tipo solo era como para demostrarse que a él no le interesaba Aquila en ningún terreno romántico. Si acaso la besaría con mucho gusto, también la encerraría en su habitación si se lo pidiera. Que grandísimos idiotas estaban hecho él y Joe al final. Tenía muchas ganas de burlarse de la fijación de su amigo con una niña tan Pearlie, pero ¿él que podía decir de su naciente obsesión por tener a Aquila cerca? Sabía bien que iba a casarse y además, no esperaba que de pronto dejara el compromiso, o de verdad se volviera loca y decidiera despedir su soltería con una locura.
-Vamos adentro, a que socialices. ¿O prefieres quedarte? Aunque uno se divierte más con la gente. Te sacaría a bailar pero ya no cabemos. Oye…lo del bar de la otra noche, lo siento, me convertí en un marica sensiblero. Pero la luna ya está cerca, soy bien macho ahora.-Bien macho, persiguiéndola como niño para que no se fuera de la fiesta, sí sí Finnerty. Y bien macho confesándole esas cosas y pidiéndole perdón, claro, claro, claro.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Ya sabía que Pearlie estaba molesta conmigo. Sentía su mirada asesina desde el otro lado del departamento –aunque fuera pequeño- y no sería la primera vez que se molestara conmigo por algo que quizás a mi me parecía que no tenía la importancia que Pearlie creía que tenía. A veces en eso eran tan distintas que seguramente las dos se preguntaban como eran amigas. Como el hecho de que yo jamás le hubiera reclamado nada por ser amiga de Aquila a pesar de que yo no la soportara ni nada. Y estaba segura que Lillyvick no había ido solo porque si, sabía o tenía el presentimiento de que Pearlie la había invitado. Pero estaba bien, era su amiga a fin de cuentas.
Yo no era partidaria de los ideales de la KAU, claro que no. Algunas cosas me parecían bien, otras no tanto. Como lo de abolir el secreto mágico. Tenía mis reservas para ello y jamás estaría de acuerdo en los métodos que utilizaban. El haber crecido con aurores no era lo que me había hecho forjarme los ideales y todas esas cosas, sino que para mi, en lo personal, había cosas que no eran las correctas y todo eso. No les odiaba, no les tenía miedo –bueno, quizás un poco- pero si no me metía con ellos quizás no hubiera problema a pesar de que poco a poco comenzaba a sentirme un poco incómoda con tanta gente.
Vi a Govinda. Ella había llegado a ser la mejor amiga de mi hermana y a pesar de que yo llegué a quererla bastante ahora se había convertido casi en una extraña para mi después de haberse casado con Derek –no por la boda, claro que no, sino por oras razones- porque habíamos perdido el contacto que teníamos antes con ella. Respiré hondo y sonreí cuando Ferdynand, tan serio, me decía que me parecía más a Jonathan que a Paula. Le agradecí el hecho justo cuando Elisa Fuller Smith –a quien conocía por sus hermanos, claro- me ofrecía un poco de marihuana.
-Por ahora estoy bien, gracias.
Fue en ese momento en que sentí como alguien me abrazaba por la espalda y ya estaba a punto de encajarle mi puño en la cara cuando me di cuenta de que era Adrian. Sonreí y le devolví el beso. Lo tomé de la mano y asentí un poco extrañada, porque todos, o la mayoría, habían salido en el profeta y él como un estudiante de leyes debería estar enterado de quien era quien, o algo así.
-Si, claro. Él es Ferdynand, y ella es Elisa(Si olvido a alguien, por favor díganme y edito que no sé ni con quien estoy)-Evité decir apellidos porque para empezar no sabía ni pronunciar el de Ferdynand. Y tampoco iba a decir que Elisa era la hija de la difunta decana Rebecca Fuller-Smith. No, así estaba mejor.-Deben de estar por allá…oye, vamos por más bebida que ya no tengo.
me despedí de las personas con quienes estaba con la mano y guié a Adrian a la cocina donde había dejado la botella que había llevado. De pronto se me había ido el ánimo para estar ahí. Últimamente todo tenía que ver con drogas y yo no me sentía a gusto en el ambiente que casi mataba a mi hermano. Si, un rato estaba bien, pero prefería mantenerme al margen. Ya había sacado suficiente material si tuviera una gacetilla en el Campus, pero quizás esto solamente me lo guarde para mi. Por Angus, por Govinda, por Pearlie. Por quienes consideraba mis amigos y de mis hermanos.
-Yo se que acabas de llegar y todo, pero de pronto no me siento a gusto.-le dije a Adrian mientras me servía un poco más de Kraken y un poco de soda.-Solo que me da un poco de pena por Angus, nos invitó y todo.
Yo no era partidaria de los ideales de la KAU, claro que no. Algunas cosas me parecían bien, otras no tanto. Como lo de abolir el secreto mágico. Tenía mis reservas para ello y jamás estaría de acuerdo en los métodos que utilizaban. El haber crecido con aurores no era lo que me había hecho forjarme los ideales y todas esas cosas, sino que para mi, en lo personal, había cosas que no eran las correctas y todo eso. No les odiaba, no les tenía miedo –bueno, quizás un poco- pero si no me metía con ellos quizás no hubiera problema a pesar de que poco a poco comenzaba a sentirme un poco incómoda con tanta gente.
Vi a Govinda. Ella había llegado a ser la mejor amiga de mi hermana y a pesar de que yo llegué a quererla bastante ahora se había convertido casi en una extraña para mi después de haberse casado con Derek –no por la boda, claro que no, sino por oras razones- porque habíamos perdido el contacto que teníamos antes con ella. Respiré hondo y sonreí cuando Ferdynand, tan serio, me decía que me parecía más a Jonathan que a Paula. Le agradecí el hecho justo cuando Elisa Fuller Smith –a quien conocía por sus hermanos, claro- me ofrecía un poco de marihuana.
-Por ahora estoy bien, gracias.
Fue en ese momento en que sentí como alguien me abrazaba por la espalda y ya estaba a punto de encajarle mi puño en la cara cuando me di cuenta de que era Adrian. Sonreí y le devolví el beso. Lo tomé de la mano y asentí un poco extrañada, porque todos, o la mayoría, habían salido en el profeta y él como un estudiante de leyes debería estar enterado de quien era quien, o algo así.
-Si, claro. Él es Ferdynand, y ella es Elisa(Si olvido a alguien, por favor díganme y edito que no sé ni con quien estoy)-Evité decir apellidos porque para empezar no sabía ni pronunciar el de Ferdynand. Y tampoco iba a decir que Elisa era la hija de la difunta decana Rebecca Fuller-Smith. No, así estaba mejor.-Deben de estar por allá…oye, vamos por más bebida que ya no tengo.
me despedí de las personas con quienes estaba con la mano y guié a Adrian a la cocina donde había dejado la botella que había llevado. De pronto se me había ido el ánimo para estar ahí. Últimamente todo tenía que ver con drogas y yo no me sentía a gusto en el ambiente que casi mataba a mi hermano. Si, un rato estaba bien, pero prefería mantenerme al margen. Ya había sacado suficiente material si tuviera una gacetilla en el Campus, pero quizás esto solamente me lo guarde para mi. Por Angus, por Govinda, por Pearlie. Por quienes consideraba mis amigos y de mis hermanos.
-Yo se que acabas de llegar y todo, pero de pronto no me siento a gusto.-le dije a Adrian mientras me servía un poco más de Kraken y un poco de soda.-Solo que me da un poco de pena por Angus, nos invitó y todo.
Gianna Vercelli- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 04/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Estaba en su habitación de la Universidad , agachada sobre una sábana extendida en el suelo mientras mágicamente colocaba mensajes en ella, todos en tinta roja brillante para que los viese todo el mundo, el fin de semana iba a salir para apoyar en una protesta que iba a haber en Escocia, allá siempre necesitaban gente que ayudase porque no muchos iban, pero Rayder podía hacerlo y lo haría.
Llevaba las manos con pintura roja al igual que su rostro porque inicialmente lo hizo con pintura real y no con magia, no se había preocupado por la limpieza de su ropa o de su rostro ya que ni siquiera había gente, por eso mismo lo hacía en la habitación ya que nadie jodería. Terminó finalmente y como esas pancartas estaban hechas con magia las pudo doblar sin miedo a que se arruinen o manche alguna cosa, lo que era ella le tocaba un baño rápido antes de que la pintura quedase más impregnada.
Estaba por meterse a la ducha, así que abrió su baúl y al agacharse para sacar la toalla y demás implementos se encontró en el suelo un pergamino doblado que llevaba encima su nombre, se extrañó pues no lo había visto antes, quién sabía desde cuándo estaba ahí si ni a la lechuza había sentido. Abrió el papel y su calma nocturna se hizo trizas, literalmente trizas.
HERMANA, no he tenido oportunidad de hablar contigo pero me invitaron a una fiesta y espero verte ahí y conocernos más. Abajo está la dirección.
Ann Star Starr
Creyó inicialmente que era Luke, pero para comenzar no era siquiera su letra, menos su forma de llamarla y tampoco le pondría una carta que sonaba a tan formal. La firma fue la que llevó al pasado la mente de Loulou, Dave les había confesado tener una hija, una que no conocían y que estaba en América, pero jamás pensó que tuviese que tenerla cerca y menos que creyese que tenía derecho a hablarle así, maldita. Escribió una apresurada nota a Luke con la nota original adjunta, que luego no dijese que no le avisó.
Se duchó lo más rápido que pudo y por eso todavía tenía algunas manchas de pintura roja en el rostro y en los brazos, nada grave pero al acercarse se notaba. Se puso unos vaqueros celestes, un polo negro de CBGB’s sin mangas, unas zapatillas negras y una polera ploma que le iba grande encima de todo eso, ni siquiera usó un hechizo para secarse el cabello, llevaba la capucha encima según ella para evitar una fiebre o algo.
No estaba enterada de lo que pasaba ni de quienes iban, entró sin ir saludando como loca a todo mundo y como la caminata le dio calor se sacó la polera y la dejó por allí antes de ir buscando con la mirada a una desconocida a la que le viese cara de Rayder no reconocida, pero nada.
-ANN STAR STARR, ¿DÓNDE ESTÁS? -preguntó tratando de levanter la voz pero no demasiado, iba preguntando eso en cada grupo que encontraba más o menos conformado, llegando al de Regina, Malik y compañía para saludar como si los conociese bien aunque a la mayoría no, cogió un vaso de bebida y se lo acabó de un solo trago, preguntándole a Karim si de él era la marihuana, porque el que se llamaba Martin y que no conocía de nada no le inspiraba mucha confianza, las niñas allí reunidas tampoco que se veían muy finas y pesadas, pero quizá simplemente fuese su humor.-Si quieres te lo compro.
Llevaba las manos con pintura roja al igual que su rostro porque inicialmente lo hizo con pintura real y no con magia, no se había preocupado por la limpieza de su ropa o de su rostro ya que ni siquiera había gente, por eso mismo lo hacía en la habitación ya que nadie jodería. Terminó finalmente y como esas pancartas estaban hechas con magia las pudo doblar sin miedo a que se arruinen o manche alguna cosa, lo que era ella le tocaba un baño rápido antes de que la pintura quedase más impregnada.
Estaba por meterse a la ducha, así que abrió su baúl y al agacharse para sacar la toalla y demás implementos se encontró en el suelo un pergamino doblado que llevaba encima su nombre, se extrañó pues no lo había visto antes, quién sabía desde cuándo estaba ahí si ni a la lechuza había sentido. Abrió el papel y su calma nocturna se hizo trizas, literalmente trizas.
HERMANA, no he tenido oportunidad de hablar contigo pero me invitaron a una fiesta y espero verte ahí y conocernos más. Abajo está la dirección.
Ann Star Starr
Creyó inicialmente que era Luke, pero para comenzar no era siquiera su letra, menos su forma de llamarla y tampoco le pondría una carta que sonaba a tan formal. La firma fue la que llevó al pasado la mente de Loulou, Dave les había confesado tener una hija, una que no conocían y que estaba en América, pero jamás pensó que tuviese que tenerla cerca y menos que creyese que tenía derecho a hablarle así, maldita. Escribió una apresurada nota a Luke con la nota original adjunta, que luego no dijese que no le avisó.
Se duchó lo más rápido que pudo y por eso todavía tenía algunas manchas de pintura roja en el rostro y en los brazos, nada grave pero al acercarse se notaba. Se puso unos vaqueros celestes, un polo negro de CBGB’s sin mangas, unas zapatillas negras y una polera ploma que le iba grande encima de todo eso, ni siquiera usó un hechizo para secarse el cabello, llevaba la capucha encima según ella para evitar una fiebre o algo.
No estaba enterada de lo que pasaba ni de quienes iban, entró sin ir saludando como loca a todo mundo y como la caminata le dio calor se sacó la polera y la dejó por allí antes de ir buscando con la mirada a una desconocida a la que le viese cara de Rayder no reconocida, pero nada.
-ANN STAR STARR, ¿DÓNDE ESTÁS? -preguntó tratando de levanter la voz pero no demasiado, iba preguntando eso en cada grupo que encontraba más o menos conformado, llegando al de Regina, Malik y compañía para saludar como si los conociese bien aunque a la mayoría no, cogió un vaso de bebida y se lo acabó de un solo trago, preguntándole a Karim si de él era la marihuana, porque el que se llamaba Martin y que no conocía de nada no le inspiraba mucha confianza, las niñas allí reunidas tampoco que se veían muy finas y pesadas, pero quizá simplemente fuese su humor.-Si quieres te lo compro.
Loulou Rayder- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 12/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Todavía no terminaba de acostumbrarse a todo eso y seguía pareciéndole muy raro el cambio que de pronto había dado su vida. De todos modos todo lo estaba recibiendo bien y positivamente, y aunque todavía no había visto cara a cara a sus hermanos –los conocía por foto y eso- había bastado con conocer a Elisa para sentirse bastante mejor respecto a toda esa situación. Bueno y además, estaba Joseph ahí, no estaba totalmente sola ante lo nuevo.
Ir a una fiesta, ya fuera de mucha gente o de poca, estaba bien para empezar a socializar. Le iba a costar algo de trabajo empezar desde cero, acostumbrada a que todo mundo la conociera allá en casa y aquí técnicamente nadie supiera nada de ella. No sabía si ya se había corrido el rumor de que era la bastardilla de Rayder, o si a alguien le importaba si quiera. La verdad de todos modos le daba bastante lo mismo lo que se pudiera pensar respecto a la paternidad esa. Lo único que quería era que con sus hermanos corriera la misma suerte que con Elisa. Ya se vería. Hasta le había dejado una nota a Loulou, aunque todavía no se habían visto las caras.
Se encogió de hombros por olvidarse del DVD y acompañó a Elisa a donde la guió porque ella era la que sabía moverse. No había visto a Joseph ni nada. Elisa la presentó ante un grupo que incluía un chico muy alto, que le sonaba de algo pero no lograba dar de qué, y una chica con nombre como italiano.-Hola a todos.-Saludó y alzó las cejas sin escándalo cuando Ferdynand Zielialgo se inclinaba a besar a Elisa con mucha confiancita.
Ya iba a decir algo cuando Joseph llegó de la nada a darle un abrazo que la hizo poner mala cara falsa y empujarlo para que se quitara.-Suéltame, me lastimas!-Le dijo con tono de berrinche al recibir el beso en la cabeza. Le soltó un puñetazo en el brazo. Ese sí que era su hermano sin dudas. -Claro que me trajo ella, tú no me invitaste, maleducado. Ya apestas a vodka-Lo jaló bruscamente y le dio un beso tronado en la mejilla antes de que se pusiera a hacer su espectáculo con Ferdynand, quien al parecer era una celebridad y por eso le sonaba su cara. Y entendió todo y se le vinieron los periodicazos a la cabeza cuando Joseph mencionaba que era el chico que había revivido. Y el chico revivido como respuesta le daba un besote.
En ese momento tomó a Elisa de la mano, aguantándose la risa.-Ven, mejor vamos a repartir los pasteles y me presentas a toda la gente-Y por fin, escuchó que gritaban su nombre, no muy lejos de ahí. -Oye, ¿esa es Loulou?-Le preguntó a la misma Elisa sintiendo un nudo en el estómago. Debía ser, también se parecía a papá.
Ir a una fiesta, ya fuera de mucha gente o de poca, estaba bien para empezar a socializar. Le iba a costar algo de trabajo empezar desde cero, acostumbrada a que todo mundo la conociera allá en casa y aquí técnicamente nadie supiera nada de ella. No sabía si ya se había corrido el rumor de que era la bastardilla de Rayder, o si a alguien le importaba si quiera. La verdad de todos modos le daba bastante lo mismo lo que se pudiera pensar respecto a la paternidad esa. Lo único que quería era que con sus hermanos corriera la misma suerte que con Elisa. Ya se vería. Hasta le había dejado una nota a Loulou, aunque todavía no se habían visto las caras.
Se encogió de hombros por olvidarse del DVD y acompañó a Elisa a donde la guió porque ella era la que sabía moverse. No había visto a Joseph ni nada. Elisa la presentó ante un grupo que incluía un chico muy alto, que le sonaba de algo pero no lograba dar de qué, y una chica con nombre como italiano.-Hola a todos.-Saludó y alzó las cejas sin escándalo cuando Ferdynand Zielialgo se inclinaba a besar a Elisa con mucha confiancita.
Ya iba a decir algo cuando Joseph llegó de la nada a darle un abrazo que la hizo poner mala cara falsa y empujarlo para que se quitara.-Suéltame, me lastimas!-Le dijo con tono de berrinche al recibir el beso en la cabeza. Le soltó un puñetazo en el brazo. Ese sí que era su hermano sin dudas. -Claro que me trajo ella, tú no me invitaste, maleducado. Ya apestas a vodka-Lo jaló bruscamente y le dio un beso tronado en la mejilla antes de que se pusiera a hacer su espectáculo con Ferdynand, quien al parecer era una celebridad y por eso le sonaba su cara. Y entendió todo y se le vinieron los periodicazos a la cabeza cuando Joseph mencionaba que era el chico que había revivido. Y el chico revivido como respuesta le daba un besote.
En ese momento tomó a Elisa de la mano, aguantándose la risa.-Ven, mejor vamos a repartir los pasteles y me presentas a toda la gente-Y por fin, escuchó que gritaban su nombre, no muy lejos de ahí. -Oye, ¿esa es Loulou?-Le preguntó a la misma Elisa sintiendo un nudo en el estómago. Debía ser, también se parecía a papá.
Ann Star Starr- Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 14/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Se tuvo qué aguantar una risa muy boba que le estaba por dar luego de la tontería de Govinda Mills y sólo inclinó la cabeza haciendo un gesto tipo "qué boba eres" como los que le hacía cuando tenían doce años. Y seguramente el licántropo nunca había presenciado en Hogwarts alguna escenita suya cuando le tocaban el cabello, por que era de las cosas que más tirria le daban en la vida. Sus ojos de semiveela furiosa volvieron a manifestarse después de que el licántropo tirara de un mechón de su cabello. A él le parecería un gesto de intimidad, pero ella se apartó como si le hubiera acercado el fuego de una vela al cabello y lo miró muy mal.
-No me vuelvas a tocar el cabello. Lo detesto.
Se lo decía tan seria que el arranque podría incomodar a cualquiera, pero todavía no sabía si Finnerty entraría en ese grupo de los que la tomaban por una insoportable cuando decía cosas como esa. Y después de todo tenía la cajetilla que Govinda le dejaba mirándola con más desconfianza que Finnerty, a quien le cedía los honores. Miró a la rubia regresar a la sala donde parecía estar pasando de todo en un espacio muy reducido.
Había fumado tabaco saborizado con alguna locura mágica un par de veces en la vida, pero ya veía venir una tos de principiante y demás, cosa que la verdad no le importó mucho hacer frente a Finnerty, estuviera o no de humor luego de su micro-rabieta con el asunto del cabello. Frunció el ceño al dirigir la mirada al tal Zieliñski que besaba a cuanta gente había presente y después miró a Finnerty de la misma manera.
-¿Eso quieres para mi? Creo que al menos merezco un poco más de exclusividad. Aunque... sea fic..ticia...
Empezó a toser, cómo no. No sabía qué había fumado ni qué efectos tendría pero lo hecho hecho estaba y además sintió que la garganta se le cerraba como si el apartamento se estuviera incendiando. En su ataque de tos volteó a ver el cielo y vio pasar un avión, sabía que era un avión por las fotografías en los libros de tecnología muggle que había abierto hacía mucho tiempo, y la imagen le pareció tan lejana a las cosas que estaba acostumbrada a hacer que le dio risa. Lo escuchó proponiendo ir adentro para socializar, lo que le daba todavía más risa y después lo volvió a mirar con los ojos acuosos por la tos, casi como si fuera a llorar.
-¿Qué es exactamente por lo que estás pidiendo disculpas? ¿Por la otra noche? Está bien
Era una pregunta honesta ¿La disculpa era por haber terminado yendo al mundo muggle, hablando de su vida con toda sinceridad y esas cosas? Si él lo sentía, ella todavía más. Le regaló una media sonrisa falsa sin esperar su respuesta y fue adentro como había propuesto, aunque sin esperarlo realmente. ¿Y con quién se suponía que iba a ir? Su única opción era Pearlie, y como no estaba cerca de ningún indeseable, fue con ella, que estaba en compañía de una rubia apellidada Luttrell, aunque no recordaba su nombre.
-Acabo de fumar algo, no sé qué. Por favor, no me dejes hacer el ridículo si empiezo a comportarme como una tonta
-No me vuelvas a tocar el cabello. Lo detesto.
Se lo decía tan seria que el arranque podría incomodar a cualquiera, pero todavía no sabía si Finnerty entraría en ese grupo de los que la tomaban por una insoportable cuando decía cosas como esa. Y después de todo tenía la cajetilla que Govinda le dejaba mirándola con más desconfianza que Finnerty, a quien le cedía los honores. Miró a la rubia regresar a la sala donde parecía estar pasando de todo en un espacio muy reducido.
Había fumado tabaco saborizado con alguna locura mágica un par de veces en la vida, pero ya veía venir una tos de principiante y demás, cosa que la verdad no le importó mucho hacer frente a Finnerty, estuviera o no de humor luego de su micro-rabieta con el asunto del cabello. Frunció el ceño al dirigir la mirada al tal Zieliñski que besaba a cuanta gente había presente y después miró a Finnerty de la misma manera.
-¿Eso quieres para mi? Creo que al menos merezco un poco más de exclusividad. Aunque... sea fic..ticia...
Empezó a toser, cómo no. No sabía qué había fumado ni qué efectos tendría pero lo hecho hecho estaba y además sintió que la garganta se le cerraba como si el apartamento se estuviera incendiando. En su ataque de tos volteó a ver el cielo y vio pasar un avión, sabía que era un avión por las fotografías en los libros de tecnología muggle que había abierto hacía mucho tiempo, y la imagen le pareció tan lejana a las cosas que estaba acostumbrada a hacer que le dio risa. Lo escuchó proponiendo ir adentro para socializar, lo que le daba todavía más risa y después lo volvió a mirar con los ojos acuosos por la tos, casi como si fuera a llorar.
-¿Qué es exactamente por lo que estás pidiendo disculpas? ¿Por la otra noche? Está bien
Era una pregunta honesta ¿La disculpa era por haber terminado yendo al mundo muggle, hablando de su vida con toda sinceridad y esas cosas? Si él lo sentía, ella todavía más. Le regaló una media sonrisa falsa sin esperar su respuesta y fue adentro como había propuesto, aunque sin esperarlo realmente. ¿Y con quién se suponía que iba a ir? Su única opción era Pearlie, y como no estaba cerca de ningún indeseable, fue con ella, que estaba en compañía de una rubia apellidada Luttrell, aunque no recordaba su nombre.
-Acabo de fumar algo, no sé qué. Por favor, no me dejes hacer el ridículo si empiezo a comportarme como una tonta
Aquila Lillyvick- Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Smoking in Heaven
-Disculpada estás, encanto
Me quedé como un imbécil mirando a esa rubia visión que a veces se aparecía en la facultad y ahora la podía mirar de cerca y chocando conmigo, además. Entre la risa floja que me provocaba el porro, las cosas que me había respondido Regina sobre el pago a plazos de correr el rumor de mi portentoso desempeño sexual y tal sentí que pasaba como media hora entre mi llevar la fiesta en paz y la declaración de principios de Bleeker. No sabía si Finnerty había ignorado completamente el desplante del auror, o si era intencional el ir detrás de la semiveela alzada a la terraza, o si acaso le importaba un poco la molestia.
Yo tampoco me estaba esperando a la KAU ahí pero lo cierto era que yo sólo era un estudiante y no un auror con juramento de lealtad a los estatutos del Ministerio o lo que fuera que hicieran los aurores en servicio como Bleek así que hasta encontré lógica su reacción, pero no fui capaz de secundarlo por que 1) No me quería ir y por que 2) Mis convicciones políticas aún no estaban tan definidas como las de mi amargado amigo. Y cómo no, siempre había pensado que ser fiel a lo suyo era de admirar.
Tampoco me gustaba la idea de que se llevara a Reg y estuve a punto de afianzar la petición de Lucian para que no se la llevara pero sólo me salió una sonrisa incómoda, me rasqué la cabeza y miré a Regina para darme cuenta que al final se iría, quizás por no restarle autoridad a su hermano o no dejarlo en ridículo. Iba a agregar un "Sabes que la cuidaré" pero mejor no hice nada más que despedirme de ambos sintiéndome mal de que se fueran pero hasta cierto punto entendiendo por qué lo hacían. Ambos.
-Está bien, me hago para allá.
Le respondí a Govinda Mills mirándola con una mezcla de intriga y admiración hasta que alguien me hablaba y me preguntaba por la hierba. Lo primero que hice fue reírme flojamente por el efecto, pero todo había qué decirlo, yo estaba perfectamente, pues un fumador profesional como yo no caería con un sólo porro. Y me reí con más ganas cuando me transformaba automáticamente en dealer.
-Ya sé que esto de ser asiático y pobretón se presta para pensar que soy drug dealer pero no lo soy. Me queda medio porro, te lo regalo, para comprar mi entrada al paraíso, ya sabes.
Le respondí sacando de mi bolsillo el medio porro que me quedaba y ofreciéndoselo junto con un encendedor por que no tenía cara de que le fuera a dar asco eso de compartir. También volví a ver a la semiveela alzada de vuelta en la sala, acercándose a Pearl, lo que me hizo voltear a ver a Angus de lejos y preguntarle con la mirada qué demonios estaba pasando con ella. Quizás cuando estuviera borracho querría contarme algo, por que tenía pinta de ser una historia con la que podría burlarme de él al menos un rato.
Me quedé como un imbécil mirando a esa rubia visión que a veces se aparecía en la facultad y ahora la podía mirar de cerca y chocando conmigo, además. Entre la risa floja que me provocaba el porro, las cosas que me había respondido Regina sobre el pago a plazos de correr el rumor de mi portentoso desempeño sexual y tal sentí que pasaba como media hora entre mi llevar la fiesta en paz y la declaración de principios de Bleeker. No sabía si Finnerty había ignorado completamente el desplante del auror, o si era intencional el ir detrás de la semiveela alzada a la terraza, o si acaso le importaba un poco la molestia.
Yo tampoco me estaba esperando a la KAU ahí pero lo cierto era que yo sólo era un estudiante y no un auror con juramento de lealtad a los estatutos del Ministerio o lo que fuera que hicieran los aurores en servicio como Bleek así que hasta encontré lógica su reacción, pero no fui capaz de secundarlo por que 1) No me quería ir y por que 2) Mis convicciones políticas aún no estaban tan definidas como las de mi amargado amigo. Y cómo no, siempre había pensado que ser fiel a lo suyo era de admirar.
Tampoco me gustaba la idea de que se llevara a Reg y estuve a punto de afianzar la petición de Lucian para que no se la llevara pero sólo me salió una sonrisa incómoda, me rasqué la cabeza y miré a Regina para darme cuenta que al final se iría, quizás por no restarle autoridad a su hermano o no dejarlo en ridículo. Iba a agregar un "Sabes que la cuidaré" pero mejor no hice nada más que despedirme de ambos sintiéndome mal de que se fueran pero hasta cierto punto entendiendo por qué lo hacían. Ambos.
-Está bien, me hago para allá.
Le respondí a Govinda Mills mirándola con una mezcla de intriga y admiración hasta que alguien me hablaba y me preguntaba por la hierba. Lo primero que hice fue reírme flojamente por el efecto, pero todo había qué decirlo, yo estaba perfectamente, pues un fumador profesional como yo no caería con un sólo porro. Y me reí con más ganas cuando me transformaba automáticamente en dealer.
-Ya sé que esto de ser asiático y pobretón se presta para pensar que soy drug dealer pero no lo soy. Me queda medio porro, te lo regalo, para comprar mi entrada al paraíso, ya sabes.
Le respondí sacando de mi bolsillo el medio porro que me quedaba y ofreciéndoselo junto con un encendedor por que no tenía cara de que le fuera a dar asco eso de compartir. También volví a ver a la semiveela alzada de vuelta en la sala, acercándose a Pearl, lo que me hizo voltear a ver a Angus de lejos y preguntarle con la mirada qué demonios estaba pasando con ella. Quizás cuando estuviera borracho querría contarme algo, por que tenía pinta de ser una historia con la que podría burlarme de él al menos un rato.
Karim Malik- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Angus no sabía si tomarse en serio lo del cabello o si solo había usado eso como excusa por algo que verdaderamente hubiera hecho mal. Siguió con lo suyo tratando de ignorar el arranque, pensando que se estaba cansando de descifrarla. -Es tu despedida de soltera, no tu boda. Ya tu marido se encargará de darte exclusividad.-Le contestó intentando mantener el buen humor y no pensar en la estupidez del cabello. Él también tosió con la calada al cigarrillo venenoso de Govinda y trató de adivinar de que estaba hecho, aunque no tenía ni la más remota idea. Su risa le dio risa también, aunque todavía sintiera que tenía algo de molestia naciendo en la boca de su estómago.
Aquila no lo dejó explicar a qué se refería exactamente con las disculpas. Creía que era obvio, pero ella lo estaba malinterpretando. Le iba a decir de qué se trataba pero ella le sonrió tan falsamente y se largó adentro. Se quedó muy consternado pero después la consternación pasó a la furia. Esa mujer estaba loca y era insoportable. Él, por otro lado, estaba hecho un perfecto idiota por haberla soportado tanto y haberle pedido tres veces esa noche que se quedara. En ese momento Aquila Lillyvick bien se podía ir de regreso a su casa o al demonio y a él no le iba a importar.
Se bebió lo que restaba del vaso de Govinda y lo dejó sobre la única silla que estaba ahí, una de plástico. Se dirigió a la cocina tratando de que no se le notara la mala cara que le había dejado esa loca peligrosa de Aquila, para bajar su botella de whisky de una repisa muy alta y tomárselo de jalón él solo, porque le hacía falta. Ahí estaban Gianna y Adrien. Sonrió a la primera esperando que su risa no se viera forzada y se inclinó para darle un buen beso en la mejilla.-¿Todo bien? ¿No te hace falta nada?-A Adrien lo saludó dándole unas palmadas en la espalda y luego, sin perder el tiempo, bajó la botella de whisky con un movimiento de su varita. -¿Quieren de este? Especial de la casa.-Sin esperar respuesta conjuró dos vasos de plástico, un glacius particularmente bien dominado para sacar cubitos de hielo al interior de ambos y los dejó levitando mientras les servía un poco a cada uno. Le guiñó un ojo a Gianna y se fue con la botella a la que le tomó directamente de la boquilla.
Sin intentar siquiera buscar con la mirada a Aquila, se acercó a Elisa que repartía pastelitos con una chica nueva.-Angus Finnerty, mucho gusto.-Le dijo a la yanqui antes de besar a Elisa en la mejilla. Le metió la mano con la que no sostenía la botella entre su cabello rubio y enredó los dedos en él unos cuantos segundos antes de abrazarla por la cintura como en los viejos tiempos y estrecharla contra él.-¿Qué prepararon? Si tienen marihuana paso, Govinda me envenenó.-Era su jodida fiesta y la iba a pasar bien con todo y esos berrinches de la semiveela, maldita mujer.
Aquila no lo dejó explicar a qué se refería exactamente con las disculpas. Creía que era obvio, pero ella lo estaba malinterpretando. Le iba a decir de qué se trataba pero ella le sonrió tan falsamente y se largó adentro. Se quedó muy consternado pero después la consternación pasó a la furia. Esa mujer estaba loca y era insoportable. Él, por otro lado, estaba hecho un perfecto idiota por haberla soportado tanto y haberle pedido tres veces esa noche que se quedara. En ese momento Aquila Lillyvick bien se podía ir de regreso a su casa o al demonio y a él no le iba a importar.
Se bebió lo que restaba del vaso de Govinda y lo dejó sobre la única silla que estaba ahí, una de plástico. Se dirigió a la cocina tratando de que no se le notara la mala cara que le había dejado esa loca peligrosa de Aquila, para bajar su botella de whisky de una repisa muy alta y tomárselo de jalón él solo, porque le hacía falta. Ahí estaban Gianna y Adrien. Sonrió a la primera esperando que su risa no se viera forzada y se inclinó para darle un buen beso en la mejilla.-¿Todo bien? ¿No te hace falta nada?-A Adrien lo saludó dándole unas palmadas en la espalda y luego, sin perder el tiempo, bajó la botella de whisky con un movimiento de su varita. -¿Quieren de este? Especial de la casa.-Sin esperar respuesta conjuró dos vasos de plástico, un glacius particularmente bien dominado para sacar cubitos de hielo al interior de ambos y los dejó levitando mientras les servía un poco a cada uno. Le guiñó un ojo a Gianna y se fue con la botella a la que le tomó directamente de la boquilla.
Sin intentar siquiera buscar con la mirada a Aquila, se acercó a Elisa que repartía pastelitos con una chica nueva.-Angus Finnerty, mucho gusto.-Le dijo a la yanqui antes de besar a Elisa en la mejilla. Le metió la mano con la que no sostenía la botella entre su cabello rubio y enredó los dedos en él unos cuantos segundos antes de abrazarla por la cintura como en los viejos tiempos y estrecharla contra él.-¿Qué prepararon? Si tienen marihuana paso, Govinda me envenenó.-Era su jodida fiesta y la iba a pasar bien con todo y esos berrinches de la semiveela, maldita mujer.
Angus Finnerty- Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Smoking in Heaven
Resultábase ser que el sillón aquel era cómodo. No sería el más nuevo, lujoso ni bonito de todos y tenía un toque a marihuana impregnado en la tapicería, pero era bastante cómodo. De aquellos en los que una vez te acomodas ni un térremoto parece provocarte la resolución suficiente como para ponerte en pie. Ahora podía entender porque Karim era tan feliz durmiendo ahí.
Sin embargo no era exactamente por eso que no se había movido de ahí más que para saludar algunas personas, servirse de beber y ya. Ocurría que desde ahí tenía una visibilidad como para enterarse de prácticamente todo lo que iba pasando dentro de ese departamento, y qué decir, aquel regustillo morboso le había podido un poco más que los ánimos de socializar, y es que todo iba desenvolviéndose de una manera de lo más interesante.
Lo había visto todo; la expresión en el rostro de la niña Burroughs cuando Joseph había llegado y la besó de aquella manera - ¡Ah! ¿Con que ahora pasaba por su fase de niñas bien? -, a Sofie llegando con la hermana de Abadeer, Leslie y Sofie, aunque a la única que parecía prestarle atención era a la morena. Las caras de Gianna y Ross mientras se insultaban de quien era más corriente casi le provocan carcajada escandalosa sin haber fumado nada si quiera, mientras que la aparición estelar de la KAU llegaba a alborotar de más a la gente. Bleeker el primero, claro, y a otras niñas más como la semiveela aquella de Arianrhod que parecía estar buscando mejor un agujero en donde meterse. Zieliñski decidido a besar a cuanto se acercara a saludarle, seguramente fans de sus días de fama y acoso mediático - a ella, lo confesaba, seguía impresionándole demasiado -, y aunque por poco llora de la risa cuando besó a Karim, cuando fue a por Joseph ya no pude aguantarse más, aquello era demasiado.
Si estarse en el sofá en plan de observadora no era tan malo después de todo. El único detalle en negativo, y que cada que observaba mermaba su buen humor, es que tampoco se perdía el como Angus iba persiguiendo a Lillyvick como perro faldero por todo el departamento. Que hiciera lo que quisiera. Ahora sí que estaba enojada con él, no con las circunstancias, que para perseguir semiveelas con historial de insoportabilidad estaba muy puesto pero a ella ni siquiera se había acercado para hablar. Claro que hablaría con él para dejarle en claro que si al final se había arrepentido de que pasara nada entre ellos y le parecía bien cazar niñas con ella ahí, la próxima vez que le montara una escenita de celos como la de antes le cruzaba la cara. Y así todos en paz.
Quizá el asunto de Angus la tenía más mal de lo que pensó, pero no iba a reconocerlo en voz alta. Shit Happens. Apartó la mirada de donde él estaba saludando a un par de chicas, con una fingida cara de que se lo estaba pasando bien - suponía que algo le habría dicho la semiveela que también reaparecía, un poco después de que la única representante femenina de la KAU (Govinda) se decidiera a plantarse en el sillón junto a ella.
- No parece que lo estés pasando muy bien. - Le sonrió alzando su botella de cerveza para chocarla con la de ella. A Loreen que los terroristas anduvieran por ahí mezclándose con los simples mortales no le escandalizaba al punto de querer marcharse. Si semiveelas odiosas de claras tendencias conservadoras de lo poco que podía recordar haber coincidido con ella en Hogwarts podían estar por ahí en paz, pues ellos que no parecían buscar más problemas que beber y besarse también y ya.
Sin embargo no era exactamente por eso que no se había movido de ahí más que para saludar algunas personas, servirse de beber y ya. Ocurría que desde ahí tenía una visibilidad como para enterarse de prácticamente todo lo que iba pasando dentro de ese departamento, y qué decir, aquel regustillo morboso le había podido un poco más que los ánimos de socializar, y es que todo iba desenvolviéndose de una manera de lo más interesante.
Lo había visto todo; la expresión en el rostro de la niña Burroughs cuando Joseph había llegado y la besó de aquella manera - ¡Ah! ¿Con que ahora pasaba por su fase de niñas bien? -, a Sofie llegando con la hermana de Abadeer, Leslie y Sofie, aunque a la única que parecía prestarle atención era a la morena. Las caras de Gianna y Ross mientras se insultaban de quien era más corriente casi le provocan carcajada escandalosa sin haber fumado nada si quiera, mientras que la aparición estelar de la KAU llegaba a alborotar de más a la gente. Bleeker el primero, claro, y a otras niñas más como la semiveela aquella de Arianrhod que parecía estar buscando mejor un agujero en donde meterse. Zieliñski decidido a besar a cuanto se acercara a saludarle, seguramente fans de sus días de fama y acoso mediático - a ella, lo confesaba, seguía impresionándole demasiado -, y aunque por poco llora de la risa cuando besó a Karim, cuando fue a por Joseph ya no pude aguantarse más, aquello era demasiado.
Si estarse en el sofá en plan de observadora no era tan malo después de todo. El único detalle en negativo, y que cada que observaba mermaba su buen humor, es que tampoco se perdía el como Angus iba persiguiendo a Lillyvick como perro faldero por todo el departamento. Que hiciera lo que quisiera. Ahora sí que estaba enojada con él, no con las circunstancias, que para perseguir semiveelas con historial de insoportabilidad estaba muy puesto pero a ella ni siquiera se había acercado para hablar. Claro que hablaría con él para dejarle en claro que si al final se había arrepentido de que pasara nada entre ellos y le parecía bien cazar niñas con ella ahí, la próxima vez que le montara una escenita de celos como la de antes le cruzaba la cara. Y así todos en paz.
Quizá el asunto de Angus la tenía más mal de lo que pensó, pero no iba a reconocerlo en voz alta. Shit Happens. Apartó la mirada de donde él estaba saludando a un par de chicas, con una fingida cara de que se lo estaba pasando bien - suponía que algo le habría dicho la semiveela que también reaparecía, un poco después de que la única representante femenina de la KAU (Govinda) se decidiera a plantarse en el sillón junto a ella.
- No parece que lo estés pasando muy bien. - Le sonrió alzando su botella de cerveza para chocarla con la de ella. A Loreen que los terroristas anduvieran por ahí mezclándose con los simples mortales no le escandalizaba al punto de querer marcharse. Si semiveelas odiosas de claras tendencias conservadoras de lo poco que podía recordar haber coincidido con ella en Hogwarts podían estar por ahí en paz, pues ellos que no parecían buscar más problemas que beber y besarse también y ya.
Loreen Luttrell- Mensajes : 77
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Re: Smoking in Heaven
No tenía contemplado ir a la fiesta que había escuchado anunciar por ahí y tenía a Angus Finnerty como anfitrión. A él lo conocía poco, si acaso de nombre y un saludo y todo por medio de Loulou, pero no era timidez lo que le hacían abstenerse de unirse a la fiesta. Si muchas veces las mejores noches resultaban ser esas a las que llegabas a un lugar en donde no conocías a nadie. No, era que no tenía ni humores, ni ganas ni ánimos como para ir.
Los golpes poco le importaban. Tenía varios marcas por el cuerpo y la boca aún hinchada, que la herida apenas le empezaba a cicatrizar, pero a Luke le tenía sin cuidado. Pasaba de Adair, pasaba de Sofie y a la mierda con ellos, él no quería estar involucrado más porque quien llevaba las de perder era él. Ya había dicho, y hecho, todo lo que tenía que hacer. No obstante aún iba decaído por ello, y si además le sumaba lo confuso que había sido la confesión de Dave con respecto a su recién descubierta y confirmada progenie extramarital…
Iba a quedarse en su habitación con su guitarra a tocar y escribir algo, en paz. La suya no era la mejor voz (aunque comparada con los gorgojeos de ruiseñor de Loulou él era el jodido Pavarotti reencarnado), pero siempre había tenido talento para la música. No podía ser de otra manera siendo hijo de quien era. Aunque ahora pensar en eso le provocara un nudo en el estómago que no podía asimilar bien del todo todavía. Por eso la lechuza que llegó de parte de su hermana le cayó como el menos oportuno puñetazo presto a sofocarlo.
Así que ya había llegado. ¿Y quería ver a Loulou en la fiesta? Pues si conocía a la gritona de su hermana mayor no solamente iba a ir – confirmado por su nota – sino que iría bastante intranquila, y él no iba a dejarla sola, de ninguna manera. Ni siquiera se duchó o cambio de ropa, se quedó con los jeans rotos de toda la vida y la camiseta negra sin ningún estampado que vestía, tomó su varita y salió hacia donde la nota decía.
Apenas llegar buscó a Loulou con la mirada. No fue difícil encontrarla porque el departamento no era tan grande aunque si estaba bastante concurrido. Se abrió paso entre la gente, ni siquiera deteniéndose a saludar a Crawford (que de tan centrado a lo que iba se encontraba ni siquiera se dio cuenta de quien lo estaba besando) hasta llegar con Loulou, acercarse a ella y ponerle una mano en la espalda, lo admitía, en actitud protectora.
- ¿Estás segura que es buena idea? – Le dijo al oído. No le parecía ni el mejor momento ni las mejores circunstancias, con tantas personas ahí y el ambiente que se percibía hasta tenso, que no tenía idea de por qué porque ni siquiera había prestado atención tampoco a los KAU que andaban por ahí. Él a lo suyo. Buscó también entre los rostros desconocidos a alguien que llevara el Rayder tatuado en la frente. Vio a Sofie ahí, pero la ignoró por completo, hasta que finalmente sus ojos encontraron a la morena que hicieron que el estómago se le hiciera de plomo. Tenía que ser ella.
Los golpes poco le importaban. Tenía varios marcas por el cuerpo y la boca aún hinchada, que la herida apenas le empezaba a cicatrizar, pero a Luke le tenía sin cuidado. Pasaba de Adair, pasaba de Sofie y a la mierda con ellos, él no quería estar involucrado más porque quien llevaba las de perder era él. Ya había dicho, y hecho, todo lo que tenía que hacer. No obstante aún iba decaído por ello, y si además le sumaba lo confuso que había sido la confesión de Dave con respecto a su recién descubierta y confirmada progenie extramarital…
Iba a quedarse en su habitación con su guitarra a tocar y escribir algo, en paz. La suya no era la mejor voz (aunque comparada con los gorgojeos de ruiseñor de Loulou él era el jodido Pavarotti reencarnado), pero siempre había tenido talento para la música. No podía ser de otra manera siendo hijo de quien era. Aunque ahora pensar en eso le provocara un nudo en el estómago que no podía asimilar bien del todo todavía. Por eso la lechuza que llegó de parte de su hermana le cayó como el menos oportuno puñetazo presto a sofocarlo.
Así que ya había llegado. ¿Y quería ver a Loulou en la fiesta? Pues si conocía a la gritona de su hermana mayor no solamente iba a ir – confirmado por su nota – sino que iría bastante intranquila, y él no iba a dejarla sola, de ninguna manera. Ni siquiera se duchó o cambio de ropa, se quedó con los jeans rotos de toda la vida y la camiseta negra sin ningún estampado que vestía, tomó su varita y salió hacia donde la nota decía.
Apenas llegar buscó a Loulou con la mirada. No fue difícil encontrarla porque el departamento no era tan grande aunque si estaba bastante concurrido. Se abrió paso entre la gente, ni siquiera deteniéndose a saludar a Crawford (que de tan centrado a lo que iba se encontraba ni siquiera se dio cuenta de quien lo estaba besando) hasta llegar con Loulou, acercarse a ella y ponerle una mano en la espalda, lo admitía, en actitud protectora.
- ¿Estás segura que es buena idea? – Le dijo al oído. No le parecía ni el mejor momento ni las mejores circunstancias, con tantas personas ahí y el ambiente que se percibía hasta tenso, que no tenía idea de por qué porque ni siquiera había prestado atención tampoco a los KAU que andaban por ahí. Él a lo suyo. Buscó también entre los rostros desconocidos a alguien que llevara el Rayder tatuado en la frente. Vio a Sofie ahí, pero la ignoró por completo, hasta que finalmente sus ojos encontraron a la morena que hicieron que el estómago se le hiciera de plomo. Tenía que ser ella.
Luke Rayder- Mensajes : 56
Fecha de inscripción : 08/09/2012
Página 3 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Página 3 de 6.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Jul 15, 2013 1:57 pm por Gerhard Immëndorff
» PANGEA RPG - !UN FORO DIFERENTE! Ven y conócenos.
Sáb Abr 06, 2013 5:04 pm por Morten J. Harket
» Anybody home?
Sáb Abr 06, 2013 4:57 pm por Morten J. Harket
» Morsmorde Era Tom Riddle {Elite} No es cualquier rpg de Hp
Sáb Mar 30, 2013 11:41 am por Invitado
» Morrigan's Mental Asylum FORO NUEVO DE JULIA MCREARY
Lun Mar 25, 2013 2:28 am por Julia McCreary
» San Valentín
Sáb Mar 16, 2013 12:17 am por Aldrich Burroughs
» Necronomicon [Normal]
Vie Mar 08, 2013 1:37 pm por Invitado
» Inferio RPG ~ Afiliación Elite {Nuevos Botones y Nuevo Dominio}
Jue Mar 07, 2013 5:49 pm por Invitado
» Partis Temporus [elite]
Lun Mar 04, 2013 5:04 pm por Invitado
» Into the darkness {Afiliacion Normal}
Lun Feb 25, 2013 6:34 pm por Invitado